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PROFESOR:
ING. LUJAN CORRO,MARIANO
TEMA:
AISLAMIENTO TÉRMICO
TRUJILLO - PERÚ
2019
1. Introducción
La técnica de aislamiento térmico tiene como misión proteger las instalaciones industriales, que
trabajan en cualquier campo de temperaturas contra disipaciones de energía, mediante un adecuado
empleo de materiales protectores llamadas aislantes.
Los materiales aislantes (malos conductores del calor) utilizados en la industria frigorífica presenta la
característica común de estar constituidos por multitud de celdillas o células que contienen aire u
otros gases, en reposo, en su interior con coeficientes de conductividad térmica muy bajos.
El aislamiento térmico comprende toda providencia capaz de atenuar el intercambio de calor entre
dos entornos a distinta temperatura. Esta preservación de la energía, protegiendo los elementos
portadores de la misma contra las pérdidas, siempre que ello se técnicamente factible y
económicamente rentable, está originada por una utilización más efectiva. El conseguir y mejorar esta
efectividad son las miras que deben guiar a todo técnico para obtener la máxima economía de los
procesos que dirige. La importancia del aislamiento es, en la actualidad, todavía mayor debido a la
falta de recursos energéticos y a los elevados costes de la energía, por lo que el ingeniero debe evaluar
el cometido del aislamiento, así como sus condiciones más de funcionamiento.
2. Materiales aislantes
De una forma general se consideran materiales aislantes aquéllos que presentan un bajo coeficiente
de conductividad térmica, estableciéndose el valor límite en 0.05 Kcal/mh°C, para los aislantes de uso
corriente en refrigeración, el valor que es más elevado en los aislantes apropiados para aplicaciones
a altas temperaturas.
En las tablas 10.1 y 10.2 aparecen las características de los distintos materiales aislantes adecuados
para superficies frías.
2.1. Objetivos
Los objetivos del material de aislamiento son:
1. Facilitar el mantenimiento de la temperatura adecuada en el interior del recinto o tubería
aislada, ajustando las pérdidas de calor a unos valores prefijados por unidad de superficie o
longitud, y evitar las condensaciones.
2. Proporcionar ahorro energético con un espesor económico óptimo.
Además, el aislamiento térmico y los materiales accesorios pueden cumplir otros objetivos
adicionales:
1. Añadir resistencia adicional a paredes, techos o suelos.
2. Facilitar un soporte para el acabado de las paredes.
3. Aumentar la resistencia ofrecida a la difusión del vapor de agua.
4. Prevenir o retardar la formación de fuego o llamas.
5. Disminuir el ruido.
6. Proporcionar seguridad personal, eliminando el riesgo de contacto con superficies
excesivamente frías o calientes.
Tabla 10.1- Características de los materiales aislantes más utilizados en la actualidad
•Espuma de poliuretano:
Obtenida por la reacción de isocianato y poliol en presencia de catalizadores, con una densidad
final entre los 35-80 Kg/m3, que varía según la fabricación.
El coeficiente de conductividad térmica en el producto comercial está entorno a 0.020 Kcal/hm°C.
Sin embargo, puede ser inflamable si es que no ha sido tratada (espuma autoextingibles), ya que
no propagan las llamas y se descomponen y carbonizan con éstas a partir de los 200 °C.
•Corcho aglomerado:
Material más viejo utilizado en el aislamiento frigorífico. Contiene de forma natural esas células
de aire, pero pierde sus propiedades como aislante si éstas se agrandan por medio del calor.
Posee una buena resistencia mecánica a la compresión, siendo adecuado para el aislamiento de
suelos cámaras, a cualquier temperatura.
•Fibra de vidrio:
Pertenece al grupo de aislante fibroso. Las calidades más empleadas son las de 22 Kg/m3 (paneles
semirrígidos) y la de 37 Kg/m3 (paneles rígidos), siendo este último aconsejado para las bajas
temperaturas.
•Fibras minerales:
Obtenidos a partir de rocas y tierras especiales fundidas con adición de otros minerales. Presentan
la siguiente composición: Sílice (42%), sodio (40%), aluminio (12%), magnesio (3.6%), óxidos
metálicos (1.6%), óxidos alcalinos (0.3%) y sales de azufre insolubles (0.5%).
•Vidrio celular:
Denominada espuma de vidrio. Es fabricada en dos calidades: 125 Kg/m3 y 135 Kg/m3. Tiene una
adecuada resistencia mecánica, por lo que puede ser utilizada en suelos y superficies cargadas.
Además, puede ser utilizada en paredes verticales autoportantes por su elevada resistencia a la
flexión.
•Cloruro de polivinilo:
Las espumas rígidas de cloruro de polivinilo son utilizadas en paneles sándwich, de camiones
frigoríficos. Además, cuenta con una buena resistencia mecánica, pudiendo ser utilizadas en suelos
de cámaras.
•Espumas fenólicas
Caracterizada esencialmente por poseer una excelente conductividad térmica de 0.02 Kcal/hm°C
a 0°C, y poseer una buena resistencia mecánica.
•Perlita:
Único aislante granulado, utilizado en el aislamiento frigorífico y, sobre todo, criogénico. Su
empleo está casi reservado al aislamiento de envases, fijos o móviles a bajas temperaturas.
3. SUPERAISLADORES
Los superaisladores se construyen colocando capas muy cercanas entre si de laminas metálicas
delgadas intensamente reflectoras y haciendo el vacio en el espacio entre ellas. Su finalidad es la
de reducir la transferencia de calor “total” desde una superficie y no solo la conducción.
Un material aislante cuya conductividad térmica aparente está por debajo de los 2x10-5 W/m°C,
son conocidos como Superaisladores y son de uso común en aplicaciones espaciales y de criogenia,
siendo esta última la rama de la transferencia de calor que trata con temperaturas por debajo de
100K (-173°C), como las que se encuentran en la licuefacción, almacenamiento y transporte de
gases, donde los más comunes son el helio, el hidrógeno, nitrógeno y el oxígeno.
(10.1)
Donde:
El cálculo del espesor de aislante en tuberías se realiza basándose en el hecho de que no tengan
lugar condensaciones sobre la tubería en unas condiciones determinadas.
En la práctica se considera que las tuberías están constituidas por un sólo material y bajo este
supuesto se admite que la resistencia térmica que presenta este material al flujo de calor es
despreciable frente a la resistencia térmica que ofrece el material utilizado para su aislamiento;
normalmente, y sobre todo en el caso de instalaciones frigoríficas, sólo se utiliza una capa de
aislamiento por lo que se considerará una única capa para realizar su cálculo.
Por otro lado, el material de aislamiento utilizado suele ser casi con exclusividad espuma
elastomérica, ya que presenta una baja conductividad térmica y una alta resistividad al vapor de
agua, constituyendo al mismo tiempo una verdadera barrera antivapor, evitando las
condensaciones. Este material se fabrica en planchas y coquillas del espesor adecuado para cada
situación.
El flujo de calor a través de una superficie cilíndrica, en régimen estacionario, se calcula para cada
metro de tubería.
Sean r¡ y re los radios interiores y exteriores de un cilindro hueco, con coeficiente de conductividad
térmica λ (fig. 10.4); haciendo las mismas consideraciones que en el caso de la pared plana, el flujo
de calor transmitido valdrá:
5. TÉCNICAS DE AISLAMIENTO DE ALMACENES FRIGORÍFICOS
Una función muy importante del suelo de un almacén frigorífico debe ser su capacidad para soportar
cargas pesadas. Excepto para almacenes frigoríficos muy pequeños, el suelo se aísla de forma
tradicional y no mediante el uso de paneles de tipo sandwich (fig. 10.6).
b. Aislamiento del techo
En contraste con la situación del suelo, el aislamiento del techo está sujeto a altas temperaturas,
dependiendo del tipo de techo, su construcción y la reflexión de la energía solar. Esto es
especialmente cierto en el caso de utilizar materiales de construcción prefabricados donde las
paredes del aislante están solamente protegidas con una fina capa de tejado o están expuestas a alta
radiación solar llegan- do a ser la temperatura en la superficie del panel muy elevada.
Muy a menudo, el techo del recinto frigorífico se protege de la acción directa de la radiación solar
por medio de un tejado o por una cámara de aire la cual puede ser ventilada. Incluso entonces la
temperatura de la superficie puede alcanzar valores muy altos pero no tan elevados como en el caso
de exposición directa.
Cuando los techos no tienen que soportar cargas algunas, suelen construirse mediante materiales
ligeros sobre los que se aplica poliuretano proyectado "in situ"; se colocan placas de poliestireno o
cualquier otro aislante siendo preciso establecer exteriormente la correspondiente barrera
antivapor (fig. 10.8).
c. Aislamiento de paredes
En la actualidad los paneles prefabricados que utilizan como material aislante el polietileno expandido
y con mayor frecuencia la espuma de poliuretano son muy empleados para el aislamiento de las
paredes del recinto frigorífico (fig. 10.9). En ambos casos, el aislante suele estar recubierto por dos
capas de acero de 0,6 mm que pueden estar galvanizadas o lacadas.
d. Aislamiento a gases
Se requieren técnicas especiales de aislamiento en el caso de almacenes frigoríficos donde haya una
atmósfera controlada, por ejemplo, en el caso de la conservación de frutas y vegetales. El aislamiento
no sólo debe de prevenir de las fugas de energía técnica y de la difusión del vapor de agua, sino también
de las fugas de gases. En unión con la barrera de vapor, se debe situar una barrera antigás.
e. Protección a sobrepresión
La diferencia de presiones entre el exterior y el interior en un almacén frigorífico deben ser evitadas.
Estas diferencias de presión especialmente en el inicio de la planta pueden ser muy elevadas, por tanto
es necesario mantener la puerta ligeramente abierta, de lo contrario la presión de las paredes puede
exceder el límite de tolerancia.