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Objetivo: El presente trabajo dirigido tiene como objetivo evaluar al estudiante en función al artículo de
Ética de la materia de Responsabilidad Social.
1. Realice un resumen con los puntos más importantes que a su criterio personal denota
en el artículo.
Introducción:
Jaime Balmes la ética es la ciencia que tiene por objeto la naturaleza y el origen de la moralidad porque se reduce a
eso. La ética se refiere en sí al hombre, alma y cuerpo, en corazón y razón.
Siendo llevado todo esto también por la moralidad, Balmes lo describe conciencia moral como el dictamen de la
razón, la conciencia moral juzga si lo que hacemos es bueno o malo.
Balmes decide no explicar más a fondo la moralidad porque eso tomaría un volumen de páginas muy largo. Material
de información sobre la ética abundan en todo sitio siendo fácil escribir un libro sin que se conozca el plagio sobre
este tema, pero Balmes decide escribir esto con sus propios principios, conocimientos, con claridad. Llegando así a
ideas precisas para que el lector no se extravíe en la lectura.
Capítulo 1: Existencia de las ideas morales y su carácter practico
Todos los hombres tienen entendimiento sobre ideas morales entre lo que abarca lo bueno y lo malo, la ingratitud y
la inequidad son cosas puramente morales.
Nos da a entender que las ideas morales están profundamente arraigadas con el espíritu, que son inseparables, algo
que ya está impuesto por la naturaleza del hombre.
Las ideas morales se nos han dado como reglas de conducta que son más que todo practicas por lo que no
necesitan de un análisis científico para poder regirnos a nosotros mismos o a la sociedad. Las ideas morales son
están constituidas en parte por la razón, conciencia y el sentido común siendo estos reguladores de la conducta de
nosotros.
Capítulo 2: Condiciones indispensables para el orden moral
La inteligencia del ser humano es la primera condición para que una acción pueda pertenecer al orden natural, pues
el orden moral corresponde al mundo intelectual, dando a entender que solo los seres con capacidad de razonar se
encuentran dentro, habiendo como ejemplo excepciones si el hombre esté en un sueño o ebrio (por la perturbación
mental).
Para actuar con moral no es suficiente si la persona no actúa espontáneamente libre. Espontaneidad porque no a
una persona no lo puedes forzar a actuar, es como te forzaran la mano para escribir (no serias más que un
instrumento del agente principal) y libertad porque suponiendo que la persona actúe normalmente, si actúa por un
impulso irresistible, no hay un orden moral.
La inteligencia (conocimiento de relaciones) y libertad es necesaria para el orden moral, se necesita la capacidad de
conocer la moralidad de las acciones. Una persona aunque no reflexione lo que está haciendo al accionar es al
menos reflexionar moralmente, el conocimiento moral siempre está ahí.
Capítulo 3: Necesidad de una regla
La persona no tiene un principio determinante de sus acciones es por eso hay que buscar una regla que este a sus
posibilidades. Esto último a degradar al ser racional, haciéndola inferior a los brutos, así pues será necesario en que
las acciones libres deban de tenar alguna regla que deba consistir a si misma con la moralidad.
Esta regla no depende del albedrío de los hombres, las acciones no son morales o inmorales porque se haya
establecido así, sino por su íntima naturaleza. La diferencia entre el bien y el mal no es arbitraria.
Capítulo 4: La regla de la moral no es el interés privado
No se debe confundir la moralidad con la utilidad privada, según esto, para una persona lo útil es moral para y lo
nocivo (dañino) inmoral. El orden moral es el conjunto de relaciones de utilidad pero debe ser llevada al egoísmo.
Utilidad es el valor de un medio para llegar a un fin como por ejemplo: el dinero, el dinero nos es útil porque nos
permite proveernos de nuestras carencias. La utilidad e inutilidad nos esencialmente relativas. Siendo la utilidad algo
relativo es malo querer cimentar la moral sobre una utilidad privada. Aunque querer ponerle fin a los placeres del
hombre es trastornar el orden la naturaleza. No siendo el placer sensible la regla de la moral. Es evidente pues que
en la utilidad privada no hallamos el fundamento de la moralidad, ni aun refiriéndola a las facultades intelectuales.
Capítulo 5: La moralidad no es la relación a la utilidad pública
Al desaparecer el interés privado, nos da una cuestión: ¿Será posible cimentar la moralidad, en la utilidad de todos;
por manera que lo qué conduzca al bien común sea moral, y lo que a él se oponga sea inmoral?, la razón es
evidente: si la moralidad es la relación del bien común, cuando esta relación falta, no hay ni puede haber moralidad.
Si la norma de la moralidad fuese el bien común entonces la perfección de los pueblos consistirá de una mayor
cantidad de goces; la moralidad estará a merced de las pasiones y caprichos de los hombres, por lo que unos lo
llamaran moral, lo que estos llamaran como virtud, aquellos los condenara a un vicio. Esta incertidumbre afectará
mucho más a los actos individuales que no se refieran al bien común.
Capítulo 6: Razones contra el principio utilitario en todos los sentidos
Los que confunden la moralidad con la utilidad caen en reducir la moral a una cuestión de cálculo, dando a las
acciones ningún valor. La doctrina del interés social o del bien común adolece de los inconvenientes morales ya que
podrían explotar todos los vicios y delirios de los hombres. En nombre del bien común se han cometido los más
horrendos crimines.
La razón y el sentido común ven en la moralidad algo muy superior a una cuestión de cálculo, y de aquí se origina el
desprecio que se acarrea al egoísmo. La razón del bien común no nos basta para que hallemos en la acción
hallemos moral.
Capítulo 7: Relaciones entre la moralidad y la utilidad
Balmes las considera totalmente unidas. Lo moral también es útil ya que una persona que cumpla con estos deberes
será dichoso en esta vida y después de la muerte, en cambio la dicha del hombre inmoral es fastuosa.
La utilidad bien entendida no solo está hermanada con la moralidad, si no que puede estar intentado de la acción
moral si que pierda su carácter, la combinación de utilidad con la moralidad nos la indica nuestro deseo innato de ser
felices.
Capítulo 8: No se explica bastante en la moralidad con decir que lo moral es conforme a la razón
La palabra razón suele tomarse en varias acepciones (contextos), en sentido que el bruto carece de razón y que el
demente ha perdido el uso de razón, por lo que la razón en fin, se toma frecuentemente por la equidad y justicia
moral. Decir que la moralidad es la conformidad a la razón es no decir nada o caer en un círculo vicioso porque la
moralidad consiste en la conformidad de verdades morales, las ideas morales están en nuestro espíritu.
Capítulo 9: Nada se explica con decir que la moral es un hecho absoluto de la naturaleza humana
La naturaleza humana en general es un ser abstracto, el individuo humano es un ser contingente donde el orden
moral es necesario y existió antes que nosotros lo existiéramos. Aunque no existiese hombre alguno aun así habría
orden moral, con tal que hubiera criaturas racionales. El hombre es susceptible a este orden social, pero no el origen
de este. La moralidad es un hecho creado por un ser superior.
Capítulo 10: Origen absoluto del orden moral
Llegando a concluir que el hombre no fue el creador del orden moral, es menester que busquemos en una fuente de
todo ser, todo vendad y todo bien, una entidad divina, Dios. ¿Dependen de la voluntad de Dios el origen de las
verdades morales? No, Dios no puede alterar la esencia de las cosas, pues que ésta se halla fundada en la misma
verdad y santidad infinita. Cada vez vamos despejando menos elementos que puedan ser el principio de la
moralidad, la santidad de Dios no es cumplimiento de una deber, es una necesidad intrínseca, como la de existir.
Veamos ahora como de la santidad infinita, del acto moral por esencia.