En la década de los años setenta una generación de artistas se agrupó en colectivos
en torno a la idea de politizar las artes ante el momento social que vivía el país afectado por las recientes acciones del estado en contra de la juventud universitaria en el 68 y el 71. A diferencia de otros colectivos recientes como Salón Independiente, SUMA adoptó la preocupación por un arte con un sesgo político opositor frente a las instituciones culturales del estado en un intento de modificar el medio artístico monopolizado por expresiones ligadas a la oficialidad. SUMA al igual que otros grupos de filiación opositora, rechazaron la idea del artista aislado para trabajar en conjunto convocando un espíritu de colectividad vinculada al pensamiento marxista en boga dentro de las universidades. Paralelamente buscaron nuevos espacios para el arte y optaron por técnicas y recursos alternativos para la expresión artística.
Vinculado a un ámbito estudiantil universitario, Suma fue fundado en septiembre de
1976, el taller de Ricardo Rocha, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, por un grupo de alumnos inconformes que encontraban en la estructuración de colectivos una oportunidad de expresar sus inquietudes al rededor de la situación social de las artes rechazando los espacios preestablecidos así como los recursos cotidianos de creación plástica, que consideraba ineficaces en el discurso obra- espectador, para reencauzar su producción hacia espacios y soportes experimentales que propiciaran el acercamiento con la sociedad y devolverle al arte su papel comunicativo. Al mismo tiempo, Grupo Suma buscaba transformar la realidad social a través del lenguaje crítico de la imagen, en una tentativa de concientizar sobre la responsabilidad del estado ante la situación social convirtiendo a la gran urbe en el principal escenario del actuar simbólico.
La primera acción de Suma, el 2 de octubre de 1976, en conmemoración de la
matanza de Tlatelolco, fue una intervención con pinturas realizadas individualmente en los muros dentro del metro Taxqueña, las cuales fueron inmediatamente borradas.
Con la popularización de Grupo Suma y la integración de nuevos miembros, las
acciones se modificaron adoptando un carácter grupal que permitía una mayor articulación de las propuestas. Adoptaron motivos gráficos como los esténciles, los wheatpaste, los carteles y las mantas que además de prácticos se tornaron emblemáticos en las manifestaciones callejeras.
En 1979, el Instituto Nacional de Bellas Artes realizó La Sección Anual de
Experimentación del Salón Nacional de Artes Plásticas, evento que fue determinante para los Grupos. Suma mostró una síntesis del trabajo realizado en años anteriores, ganó el concurso y se opuso a los resultados manifestándose en contra del jurado vandalizando su propia obra con pintas como “Muera el INBA” y “Jurado Chafa”. El grupo terminó disolviéndose en 1982 con el regreso de los integrantes a su obra individual.
Fuente: La era de la discrepancia, arte y cultura visión en México 1968-1997