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objetivos en los distintos ámbitos de la realidad social. Esta actividad es directamente dependiente de los
fines que una entidad quiera conseguir:
1. Cuantitativamente: el número de objetivos que se pretendan satisfacer.
2. Cualitativamente: la fuente de obtención de ingresos a los que se debe acudir: tributos, deuda
pública, ingresos patrimoniales, etc.
Hacienda Pública
Desde el punto de vista estático, la Ley General Presupuestaria define la HP como el conjunto de derechos
y obligaciones de contenido económico cuya titularidad corresponde al Estado y a sus organismos
autónomos.
Los derechos económicos pueden ser:
1. De naturaleza pública, que derivan del ejercicio de potestades administrativas. Ej.: tributos,
cotizaciones.
2. De naturaleza privada, cuya efectividad se lleva a cabo con sujeción a las normas y procedimientos
de Dcho. privado. Ej.: ingresos que percibe la Admón por la titularidad de unas acciones.
Desde un punto de vista dinámico, se analizan los procedimientos a través de los cuales se gestiona la HP,
mediante los que los derechos y obligaciones de contenido económico se convierten en gastos e ingresos:
1. Gastos: analiza las normas a través de las cuales los ingresos públicos se destinan de forma efectiva
a la financiación de las necesidades públicas.
2. Ingresos: analiza el OJ a través del cual se posibilita su obtención.
Existe un engarce constitucional entre ingresos y gastos públicos, de forma que los principios de justicia
aplicables en sus respectivos ámbitos sólo alcanzarán su verdadera dimensión cuando se integren como
principios de justicia financiera. Los principios de justicia tributaria, de acuerdo con los cuales los
ciudadanos deben contribuir en la medida de sus posibilidades económicas, no encuentran explicación en sí
mismos si no se piensa que, en último término, las prestaciones tributarias no son más que la cuota a
través de la cual se concurre a la financiación de los gastos públicos.
Los tributos son los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas por una Admón
Pública como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la Ley vincula el deber de
contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos
públicos.
Los tributos, además, podrán servir como instrumento de la política económica general y atender a la
realización de los principios y fines contenidos en la CE.
El contenido del Dcho. tributario suele agruparse tradicionalmente en dos grandes apartados:
a) Parte General. Se configuran como objeto de estudio aquellos conceptos básicos que permiten un cabal
entendimiento de lo que es el tributo.
Partiendo de la delimitación conceptual de tributo, deberán analizarse dos aspectos esenciales:
1. Las fuentes normativas y reguladoras del tributo.
2. La individualización de los entes públicos a los que se reconoce poder para establecer y recaudar
tributos.
Deberá completarse el estudio de esta parte prestando atención a los distintos procedimientos de revisión
y de aplicación de los tributos (procedimientos de gestión, inspección y recaudación) y deberán tomarse en
consideración:
1. Las consecuencias que se derivan del incumplimiento de los mandatos contenidos en las normas
tributarias: su incumplimiento determina la aplicación de unas sanciones.
2. En las infracciones y sanciones tributarias deberán tenerse presentes los principios propios del
ordenamiento penal.
b) Parte Especial
Tiene como objeto de estudio los distintos sistemas tributarios de los entes públicos territoriales.
2. Cómo distribuir las cargas públicas entre los ciudadanos que, de una parte han de concurrir a su
financiación y, de otra, se han de beneficiar de la equitativa asignación de los fondos públicos:
Este asunto nos remite al examen de los principios y exigencias constitucionales de distribución de
competencias. Pero la Constitución financiera se proyecta sobre una realidad distinta a la de 1978,
la de un Estado europeo y autonómico en el seno de la UE.
Esta nueva realidad institucional, unida a la actual situación económica y financiera, explica la
reciente introducción en la CE del mandato, para todas las AAPP, de adecuar sus actuaciones al
principio de estabilidad presupuestaria para afrontar el déficit público estructural.
Así, el art 135 CE obliga al Estado y a las CCAA a elaborar y aprobar sus Presupuestos anuales de
modo que la diferencia entre gastos autorizados e ingresos previstos no incurra en un déficit
estructural que supere los márgenes establecidos por la UE, correspondiendo al legislador orgánico
la fijación del déficit estructural máximo permitido al Estado y a las CCAA en relación su PIB.
Al efecto se promulga la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que establece los principios generales a
los que deben someterse todos los poderes públicos en las actuaciones que afecten a los gastos o
ingresos públicos y, en particular, en la elaboración, aprobación y ejecución de sus Presupuestos.
En relación a la ordenación presupuestaria de los ingresos y gastos públicos, conviene dejar constancia de
la existencia de normas comunitarias de carácter económico y presupuestario que inciden directamente en
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el poder financiero de los EEMM. Tal ocurre, por ej., con las normas que obligan a los Estados a evitar
déficits públicos excesivos, o establecen las obligaciones y criterios de convergencia que han de observar
los EEMM en relación con la realización de la Unión Económica y Monetaria.
En este ámbito cobra particular importancia el objetivo de estabilidad presupuestaria y las limitaciones que
supone este objetivo al poder presupuestario de los EEMM.
Conviene no descuidar los límites que el Derecho comunitario impone al poder financiero de las CCAA,
aunque sin perder de vista que el orden constitucional de distribución de competencias no puede ser
alterado por el proceso de integración europea, de forma que, tanto el Estado como las CCAA, deberán
cumplir las obligaciones que corresponden a España como miembro de la CE, atendiendo al reparto interno
de competencias.
Sin embargo, no cabe olvidar otra exigencia de signo opuesto: la redistribución de competencias
normativas entre el Estado y las CCAA tampoco podrá afectar a los compromisos contraídos por el primero
en el ámbito de la UE y que las CCAA deberán respetar.
El poder financiero requiere de un proceso mediante el que el poder establecer tributos se traduce en las
concretas pretensiones tributarias contenidas en los actos administrativos de liquidación o imposición, o
mediante el que el poder de aprobar los Presupuestos y autorizar el gasto público se convierte en concretas
órdenes de pago con las que satisfacer y dar cumplimiento a determinadas obligaciones económicas de los
entes públicos.
Con el ejercicio de este poder de normación en materia financiera se efectúa una primera concreción de la
idea de Derecho formalizada en la CE y del conjunto de valores, principios y objetivos que conforman el
programa constitucional, articulándose un determinado sistema de ingresos y gastos públicos.
Pero también, en esta primera manifestación de las competencias constitucional, propias del Poder
Legislativo, hay que destacar las competencias del Gobierno para dictar normas jurídicas que, con una
posición subordinada a la Ley, desarrollen o complementen la regulación de la actividad financiera en los
márgenes permitidos por la CE y las Leyes.
Promulgada la Ley, la competencia reglamentaria del Gobierno desarrolla las previsiones contenidas en la
misma y concreta su contenido. Se concreta así por el Ordenamiento financiero:
1. El conjunto de derechos y obligaciones de contenido económico cuya titularidad corresponde a los
diferentes niveles territoriales de la HP.
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3. Nos situamos así en un segundo nivel de concreción del poder financiero que se manifiesta en un
conjunto articulado de potestades y de competencias administrativo-financieras atribuidas para el
ejercicio de las funciones financieras conducentes a la realización del gasto público y a la obtención de
ingresos para financiarlo.
En materia presupuestaria, las potestades de la Admón están encaminadas al cumplimiento de las
obligaciones económicas del Estado, mediante la ejecución de los créditos presupuestarios consignados en
las Leyes de Presupuestos: autorización y disposición de gastos y ordenación de pagos.
En materia tributaria, se trata de potestades conferidas a la Admón para la realización de las diferentes
funciones tributarias relativas tanto a la aplicación de los tributos como a la prevención y sanción de los
ilícitos fiscales.
La diferencia entre los actos normativos y los actos administrativos de liquidación o de imposición:
1. Los actos normativos derivan del ejercicio de competencias constitucionales normativas en materia
financiera, y pasan a integrarse en el OJ, innovándolo y formando parte del mismo.
2. Los actos administrativos a través de los cuales se desarrollan las competencias y las potestades de
aplicación de los tributos no forman parte del OJ, sino que son consecuencia del mismo,
careciendo de potencialidad para innovarlo, toda vez que deben sujetarse escrupulosamente a su
contenido.
Por otra parte, los límites son más intensos en materia de ingresos que en materia de gastos, aspecto éste
en el que la autonomía política recaba un mayor señorío de los distintos entes sobre sus propias
competencias.
Sin embargo, esta afirmación debe situarse en el contexto de las limitaciones y exigencias que el principio
de estabilidad presupuestaria (art 135 CE) impone a la política presupuestaria y a las decisiones de gasto de
todo el sector público.
La Ley de Estabilidad Presupuestaria dispone que podrán impugnarse ante el TC tanto las leyes,
disposiciones normativas o actos con fuerza de ley de las CCAA, como las disposiciones normativas sin
fuerza de ley y resoluciones emanadas de cualquier órgano de las CCAA que vulneren los principios del art
135 CE y de la presente Ley.
ESTABLECIMIENTO DEL SISTEMA TRIBUTARIO ESTATAL Y DEL MARCO GENERAL DE TODO SISTEMA
TRIBUTARIO – ART. 133 CE
El art 133 CE estable que la potestad originaria para establecer tributos corresponde exclusivamente al
Estado, mediante ley. Esta potestad deberá respetar los mandatos y exigencias que conforman el programa
constitucional y, específicamente, las referidas a materia tributaria.
Pero dado que el régimen jurídico de ordenación de los tributos es considerado como un sistema, el poder
de establecer tributos habrá de atender antes que nada a las exigencias del sistema, correspondiéndole al
legislador estatal regular, no sólo sus propios tributos, sino también el marco general del sistema tributario
en todo el territorio nacional, como exigencia de la igualdad de los españoles.
Se puede inferir de la doctrina del TC la competencia del legislador estatal para la regulación de las
instituciones comunes a las distintas Haciendas y la fijación del común denominador normativo que
garantice las condiciones básicas de cumplimiento del deber de contribuir, y a partir del cual cada CA, en el
ámbito de sus competencias y en defensa de sus propios intereses, pueda establecer las peculiaridades que
estime convenientes.
La LGT pretende adecuarse a las exigencias de la organización territorial y a las reglas constitucionales de
distribución de competencias, afirmando en su art. 1 que la Ley “establece los principios y las normas
jurídicas generales del sistema tributario español y será de aplicación a todas las Admones tributarias”.
ESTABLECIMIENTO DE LOS CRITERIOS BÁSICOS INFORMADORES DEL SISTEMA TRIBUTARIO DE LAS CCAA
ARTS. 133 Y 149 CE
El art. 157 CE remite a una Ley Orgánica la regulación de las competencias financieras de las CCAA. En lo
que respecta a las competencias de las CCAA en materia tributaria, este precepto debe ponerse en relación
con:
1. El art. 133 CE, según el cual “la potestad originaria para establecer tributos corresponde
exclusivamente al Estado, mediante Ley”.
2. El art. 149 CE, que reserva al Estado la competencia exclusiva sobre Hacienda General.
Se advierte así que la CE de 1978 delega en el legislador estatal la función de concretar el sistema de
distribución de competencias financieras y tributarias entre el Estado y las CCAA, limitándose a señalar los
principios básicos (autonomía, coordinación y solidaridad) a los que el legislador estatal habría de ajustar su
libertad de configuración normativa.
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En cumplimiento de este cometido, la LO de Financiación de las CCAA (LOFCA) traza las pautas y los límites
conforme a los cuales las Asambleas Regionales pueden establecer tributos autonómicos. Límites que, en
unos casos son genéricos, mientras que en otros van referidos a cada una de las posibles categorías
tributarias: tasas, contribuciones especiales, impuestos y recargos sobre impuestos estatales y tributos
cedidos.
Desde su aprobación, esta Ley ha sido objeto de importantes modificaciones.
La autonomía local se configura como garantía institucional que opera tanto frente al Estado como frente a
los poderes autonómicos, y corresponde al legislador estatal asegurar un nivel mínimo de autonomía a
todas las corporaciones locales y garantizar la efectividad de la suficiencia financiera ordenada por el art 14
CE.
Sin perjuicio de la contribución que las CCAA puedan tener en la financiación de las Haciendas locales, es al
Estado a quien incumbe en última instancia hacer efectivo el principio de suficiencia financiera de las
Haciendas locales.
Aunque las Corporaciones Locales estén habilitadas por el art. 133 CE para establecer y exigir tributos,
carecen de potestad legislativa para establecer tributos constitutivos de sus recursos propios. El TC
entiende que la reserva del art 133 CE habrá de operar necesariamente a través del legislador estatal, en
tanto en cuanto la misma existe también al servicio de otros principios que sólo puede satisfacer la ley del
Estado (la preservación de la unidad del OJ y de una básica igualdad de posición de los contribuyentes),
debiendo entenderse vedada, por ello, la intervención de las CCAA en este concreto ámbito normativo.
FIJACIÓN DE CRITERIOS QUE POSIBILITEN LA COORDINACIÓN ENTRE LOS DISTINTOS SISTEMAS TRIBUT.
El legislador estatal ha establecido una serie de criterios tanto en la LOFCA como en el TRLRHL, cuya
aplicación va a posibilitar la coordinación entre los distintos sistemas tributarios, de forma que no existan
contradicciones entre ellos.
Sin embargo, se echa en falta el marco normativo que permita la coordinación de la actividad financiera de
los tres niveles territoriales de la HP. Si bien las relaciones financieras entre el Estado y las CCAA están
reguladas básicamente en la LOFCA y en los respectivos Estatutos de Autonomía, y las del Estado y las EELL
en la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local y en el TRLRHL, no existe marco legal alguno que
precise las relaciones que han de existir entre las CCAA y las Corporaciones Locales.
INGRESOS CREDITICIOS
De acuerdo con el art 135 CE, el Gobierno habrá de estar autorizado por Ley para emitir Deuda Pública o
contraer crédito. Con la reforma del art. 135 se limita el volumen de Deuda Pública referida al Estado y a
CCAA en relación con su PIB. El volumen de deuda del conjunto de las AAPP no podrá superar el 60% del
PIB nacional, salvo en caso de catástrofes naturales, recesión económica grave y situaciones de emergencia
extraordinaria que escapen al control de las AAPP y perjudiquen considerablemente su situación financiera
o su sostenibilidad económica o social, apreciadas por la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.
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La LO 2/2012 atribuye competencias al Gobierno para establecer los mecanismos de coordinación entre
todas las AAPP al objeto de garantizar la aplicación efectiva de los principios contenidos en dicha Ley y su
coherencia con la normativa europea.
En relación con el ingreso, esto es, con la capacidad de articular un sistema suficiente de ingresos, el TC ha
declarado que la autonomía financiera implica tanto la capacidad para establecer y exigir sus propios
tributos como su aptitud para acceder a un sistema adecuado de ingresos.
En relación con el gasto, el TC señala que la autonomía financiera de las CCAA no entraña sólo la libertad de
sus órganos de gobierno para fijar el sentido y orientación del gasto público, sino también para su
cuantificación y distribución dentro de sus competencias.
En cuanto al alcance y los límites del poder financiero de las CCAA, interesa retener que su ejercicio está
constitucionalmente condicionado. Además de los límites y exigencias constitucionales que condicionan el
ejercicio de todo poder financiero, el de las CCAA aparece sometido a límites intrínsecos y extrínsecos. En
cualquier caso, importa advertir que la jurisprudencia constitucional ha sentado, como criterio
hermenéutico, el de que ninguno los límites constitucionales que condiciona el poder financiero de las
CCAA puede ser interpretado de tal modo que la haga inviable.
Con la atribución a las CCAA de autonomía para el desarrollo y ejecución de sus competencias, se establece
la explícita vinculación constitucional entre las competencias financieras y las materiales de las CCAA.
Esta conexión comporta una doble consecuencia:
1. Una negativa, en cuanto límite para las CCAA: éstas ostentan la titularidad de los poderes que les
confiere el bloque de la constitucionalidad, pero sólo en los límites de sus competencias.
2. Y otra positiva, la autonomía y la suficiencia financiera de las CCAA forman parte del contenido
inherente de su ámbito material de competencias y constituyen una garantía de su autonomía
política.
El poder financiero se concreta pues en la atribución a los entes públicos territoriales de las competencias
financieras necesarias para atender a la realización de sus competencias materiales. Las CCAA han de
disponer pues de los recursos necesarios y suficientes para la prestación de los servicios correspondientes a
las competencias que asumen.
B. El principio de solidaridad
El principio de solidaridad es un factor de equilibrio entre la autonomía de las regiones y la indisoluble
unidad de la Nación española, y proyecta sus exigencias no sólo en las relaciones entre el Estado y las CCAA,
sino también en las relaciones de las CCAA entre sí que, además, deberán velar por la realización interna
del principio de solidaridad.
Hay que señalar que las limitaciones derivadas del principio de solidaridad no sólo se imponen a la acción
del Estado sino, en general, a la acción de todos los poderes públicos en el ejercicio de sus competencias; y
de ahí que las exigencias constitucionales de la solidaridad se proyecten sobre el conjunto de instrumentos
a través de los que se desenvuelve la actividad económico-financiera de los diferentes entes públicos
territoriales.
C. El principio de unidad
De acuerdo con el art. 2 CE, en ningún caso el principio de autonomía puede oponerse al de unidad, sino
que es precisamente dentro de éste donde alcanza su verdadero sentido. El derecho a la autonomía se da,
pues, sobre la base de la unidad nacional. Nuestra Constitución garantiza tanto la unidad de España como
la autonomía de sus nacionalidades y regiones, lo que necesariamente obliga a buscar un adecuado
equilibrio entre ambos principios, pues la unidad del Estado no es óbice para la coexistencia de una
diversidad territorial que admite un importante campo competencial de las CCAA.
Las exigencias del principio de unidad se proyectan tanto en el orden económico general como en el
específicamente tributario, correspondiéndole al legislador estatal la fijación de los principios de general
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D. El principio de coordinación
El principio de coordinación con la Hacienda estatal es un instrumento imprescindible para la adopción de
una política económica, presupuestaria y fiscal general.
En el preámbulo de la LSP se definen y diferencian dos conceptos clave de las relaciones entre
Administraciones: la cooperación, que es voluntaria, y la coordinación, que es obligatoria.
Por ello corresponde al Estado adoptar las medidas oportunas para conseguir la estabilidad económica
interna y externa y la estabilidad presupuestaria, así como el desarrollo armónico entre las diversas partes
del territorio español, debiendo el Gobierno fijar los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda
pública para cada CA, y establecer mecanismos de coordinación entre las AAPP para garantizar la
efectividad de los principios contenidos en la LO de Estabilidad Presupuestaria y en la normativa europea.
Para la adecuada coordinación entre la actividad financiera de las CCAA y la Hacienda estatal, la LOFCA crea
el Consejo de Política Fiscal y Financiera de las CCAA, como órgano consultivo y de deliberación,
constituido por el Ministro de Hacienda, el Ministro de AAPP y el Consejero de Hacienda de cada CA.
E. El principio de igualdad
El principio de igualdad se proyecta sobre la distribución del poder entre los diferentes entes públicos
territoriales del Estado. Se manifiesta básicamente en las exigencias del art. 139 CE (“Todos los españoles
tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio español”) y del art 138 CE (“Las
diferencias entre los Estatutos de las distintas CCAA no podrán implicar, en ningún caso, privilegios
económicos o sociales”).
Le corresponde al Estado la competencia exclusiva para la regulación de las condiciones básicas que
garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los
deberes constitucionales.
Uno de los principios inspiradores del nuevo sistema de financiación es la garantía de un nivel base
equivalente de financiación de los servicios públicos fundamentales, con la finalidad de que puedan ser
prestados en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos, independientemente de la CA en la que
residan.
F. El principio de neutralidad
El principio de neutralidad está conectado con el de igualdad y el de territorialidad. Se concreta en el art.
139 CE, en el principio de circulación de bienes y personas en todo el territorio nacional y, específicamente,
en lo que atañe a las medidas tributarias, en el art. 157 CE y art. 2 LOFCA que dispone que el sistema de
ingresos de las CCAA deberá establecerse de forma que no pueda implicar, en ningún caso, privilegios
económicos o sociales, ni suponer la existencia de barreras fiscales en el territorio español, de acuerdo con
el art. 157 CE”.
G. El principio de territorialidad
El principio de territorialidad de las competencias es algo implícito al propio sistema de las autonomías
territoriales. Ofrece dos proyecciones:
1. La de eficacia y alcance territorial de las normas y actos de las CCAA, que responden a la
necesidad de hacer compatible el ejercicio simultáneo de las competencias asumidas por las
distintas CCAA.
2. La del territorio como elemento delimitador de las competencias de los poderes públicos
territoriales y, en concreto, como delimitador de las competencias de las CCAA en sus relaciones
con las demás CCAA y con el Estado.
Además, el art 157 CE se refiere específicamente al poder tributario de las CCAA estableciendo que éstas
no podrán, en ningún caso, adoptar medidas tributarias sobre bienes situados fuera de su territorio o que
supongan un obstáculo para la libre circulación de mercancías o servicios.
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I. Lealtad institucional
En un Estado de estructura compuesta como España, el ejercicio del poder financiero de los entes
territoriales habrá de desarrollarse dentro de sus respectivos ámbitos competenciales, sin que ello suponga
el vaciamiento o la anulación de ámbitos competenciales ajenos, ni la alteración del orden constitucional
de distribución de competencias.
De ahí que la lealtad institucional se encuentre formalmente incorporada al actual art. 2 LOFCA como otro
de los principios que ha de presidir el ejercicio de la actividad financiera de las CCAA en coordinación con la
Hacienda del Estado.
En la Exposición de Motivos de la LO 2/2012, la lealtad institucional se presenta como principio rector para
armonizar y facilitar la colaboración y cooperación entre las distintas Admones. en materia presupuestaria
y, en su articulado, la lealtad institucional se proyecta sin distinción a cualquier ámbito en el que las AAPP
realizan actuaciones y ejercen sus competencias.
Vulneraría las exigencias de la lealtad institucional cualquier transferencia de recursos de una Hacienda
territorial a otra, impuesta unilateralmente por una de ellas, siempre que esta transferencia no encuentre
habilitación expresa en el bloque de la constitucionalidad.
Los demás recursos financieros e ingresos de las CCAA están constituidos por:
A. Otras participaciones en los ingresos del Estado: el Fondo de suficiencia Global y los Fondos de
Convergencia Autonómica
EXAMEN: La participación en el Fondo de suficiencia como recurso de las Comunidades Autónomas.
La LOFCA crea el Fondo de Suficiencia Global, destinado a cubrir la diferencia entre las necesidades de
gasto de cada CA y la suma de su capacidad tributaria, y la transferencia del Fondo de Garantía de
Servicios Públicos Fundamentales.
El valor inicial del fondo de suficiencia se fijará en Comisión mixta de transferencias y en los años
sucesivos se determinará atendiendo a su valor inicial y a la evolución de la recaudación estatal,
excluida la susceptible de cesión, por aquellos impuestos que se determine por ley.
El valor inicial del Fondo de suficiencia únicamente podrá ser objeto de revisión cuando se produzca el
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Los Fondos de Convergencia Autonómica (el Fondo de Competitividad y el Fondo de Cooperación), tienen
por objetivo a aproximar las CCAA de régimen común en términos de financiación por habitante y de
favorecer el equilibrio económico territorial, contribuyendo a la equidad y a la igualdad.
- El Fondo de Competitividad se dotará anualmente en los PGE con el fin de reforzar la equidad y la
eficacia en la financiación de las necesidades de los ciudadanos, y reducir las diferencias en la
financiación homogénea per cápita entre CCAA, incentivando su autonomía y capacidad fiscal y
desincentivando la competencia fiscal a la baja.
- Las CCAA que cumplan alguna de las condiciones establecidas en la Ley reguladora del sistema de
financiación de las CCAA serán beneficiarias del Fondo de Cooperación, que se dotará con recursos
adicionales del Estado, con el objetivo último de equilibrar y armonizar el desarrollo regional
estimulando el crecimiento de la riqueza y la convergencia regional en términos de renta.
D. Ingresos patrimoniales
Las CCAA cuentan así mismo con los rendimientos procedentes de su patrimonio y con los ingresos de
Derecho privado en general: adquisiciones a título de herencia, legado o donación, ingresos derivados de
explotaciones económicas particulares con capital público, etc.
La autorización del Estado a las CCAA para realizar operaciones de crédito y emisiones de deuda tendrá en
cuenta el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria y de Deuda Pública, así como el
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La autonomía financiera de las CCAA se vincula al desarrollo y ejecución de las competencias que, de
acuerdo con la CE, les atribuyan las Leyes y los respectivos Estatutos. De esta afirmación se desprende que
la potestad de gasto de las CCAA no podrá aplicarse sino a actividades de las que ostenten competencias
por razón de la materia.
Hasta la reforma del art. 135 CE, la CE no decía nada acerca del régimen presupuestario de las CCAA,
estableciendo, a partir de la reforma, la consagración del principio de estabilidad presupuestaria. Así, el
Estado y las CCAA no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su
caso, por la UE para sus Estados miembros, que entrará en vigor en 2020. Las CCAA deberán adoptar las
decisiones que procedan para la aplicación efectiva del principio de estabilidad en sus normas y decisiones
presupuestarias.
La política presupuestaria de las CCAA deberá ajustarse, así mismo, a los objetivos de estabilidad
presupuestaria y de deuda pública fijados por el Gobierno para cada una de ellas, estableciéndose las
correspondientes medidas preventivas, correctivas y coercitivas.
NAVARRA
En Navarra la actividad financiera y tributaria se rige por el sistema tradicional de Convenio Económico.
Navarra tiene potestad para mantener, establecer y regular su propio régimen tributario, sin perjuicio de lo
previsto en el correspondiente Convenio Económico. El Convenio vigente establece los criterios de
armonización y distribución competencial entre el sistema foral y el sistema tributario común.
También en Navarra rige el sistema de cupo y también se producen ciertas especialidades en relación a las
Haciendas locales.
A diferencia de lo que sucede con el Estado y las CCAA, en nuestro sistema no existe una delimitación
constitucional de las competencias propias de los EELL, por lo que corresponde al legislador delimitar el
ámbito material de competencias de éstos, decidiendo la participación competencial en las diferentes
materias en función de los respectivos intereses.
La autonomía local presupone la existencia de medios suficientes para el desempeño de las funciones que
la Ley atribuye a las CCLL.
El art. 142 CE ordena que las Haciendas locales deberán disponer de los medios suficientes para el
desempeño de las funciones que la Ley atribute a las CCLL, y se nutrirán fundamentalmente de tributos
propios y de participación en los del Estado y de las CCAA.
Es, pues, el principio de suficiencia de ingresos y no el de autonomía financiera el que garantiza la CE en
relación con las Haciendas locales, y así se encargó de matizarlo la jurisprudencia constitucional.
Sin embargo, el TC ha reconocido un ámbito económico local con dos aspectos claramente diferenciados: la
vertiente de gastos y la de ingresos, ambas condicionadas por los principios de estabilidad presupuestaria y
sostenibilidad financiera de la LO 2/2012.
C. Las subvenciones
Las subvenciones de toda índole que obtengan las EELL con destino a sus obras y servicios no podrán ser
aplicadas a atenciones distintas de aquellas para las que fueron otorgadas, salvo, en su caso, los
sobrantes no reintegrables, cuya utilización no estuviese prevista en la concesión.
LA HACIENDA PROVINCIAL
El TRLRHL dedica su Título III a la Hacienda provincial. Las especialidades en relación con la Hacienda
municipal son, entre otras, las siguientes: los recursos tributarios de las Provincias se reducen a tasas,
contribuciones especiales y a un recargo que pueden establecer sobre el Impuesto de Actividades
Económicas.
del carácter de entes públicos, y por ello pueden ser titulares de determinados créditos tributarios
reconocidos a su favor.
Su estatus jurídico, en el ámbito tributario, puede sintetizarse en los puntos siguientes:
1. Pueden ser titulares de derechos de crédito tributarios, establecidos en normas estatales. Ocupan,
pues, la posición de sujetos activos de la obligación tributaria.
2. En otras ocasiones tienen derecho a la percepción de un porcentaje de la recaudación obtenida por
el Estado en un tributo establecido y gestionado por el mismo o bien participan mediante la
percepción de lo recaudado como consecuencia de la aplicación de recargos sobre tributos
estatales o locales. O son titulares de prestaciones patrimoniales impuestas de naturaleza no
tributaria.
3. En ocasiones, la percepción establecida a su favor se recauda mediante el empleo de efectos
timbrados, mientras que en otras se acude al procedimiento recaudatorio ordinario, que pueden
llevar a cabo a través de sus propios órganos.
HOTS
Las transferencias de los Fondos de Compensación Interterritorial y otras asignaciones con cargo a los
Presupuestos Generales del Estado como recurso de las Comunidades Autónomas.
Junto a los ingresos derivados de tributos propios y tributos cedidos, el art 158 CE prevé la posibilidad de
que las CCAA obtengan ingresos provenientes del Fondo de Compensación Interterritorial. Dispone dicho
precepto que, con el fin de corregir desequilibrios económicos interterritoriales y hacer efectivo el principio
de solidaridad, se constituirá un Fondo de Compensación con destino a gastos de inversión, cuyos recursos
serán distribuidos por las Cortes Generales entre las CCAA y provincias en su caso.
¿Qué son los tributos concertados en el sistema tributario de los territorios históricos del País Vasco?
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Conforme a la Disp. Adic. 1 CE, el Estatuto de Autonomía del País Vasco ordena el régimen en materia de
Hacienda y Patrimonio, y se establece como principio esencial y elemento material constitutivo de la
especialidad vasca la potestad de las instituciones competentes de los Territorios Históricos del País Vasco
de mantener, establecer y regular su propio sistema tributario.
Dispone asimismo que las relaciones tributarias con el Estado y el País Vasco se regularán mediante el
sistema foral tradicional de Concierto Económico, siendo los rasgos esenciales de los tributos concertados:
su carácter paccionado, la distribución de competencias tributarias entre el Estado y las Instituciones de los
Territorios Históricos, y el sistema de cupo. Con el Concierto aprobado por Ley 12/2002 se refuerza los
cauces o procedimientos tendentes a conseguir una mayor seguridad jurídica en su aplicación –siguiendo los
mismos principios que el Concierto de 1981-, previéndose su adaptación a las modificaciones que
experimente el sistema tributario estatal.
El valor normativo también se manifiesta en el deber de contribuir del art. 31 CE, que alcanza a los
principios específicos del ordenamiento financiero.
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La eficacia jurídica de los principios constitucionales no queda limitada a su apreciación por el TC. El
papel de los Tribunales de Justicia
El art 163 CE obliga a los jueces ordinarios a plantear ante el TC la posible inconstitucionalidad de una
norma con rango de ley aplicable al caso que están conociendo, y de cuya validez dependa el fallo.
Es decir, la CE prohíbe a dichos Tribunales formular una declaración de inconstitucionalidad de una norma
con rango de Ley.
No obstante, los jueces ordinarios, cuando entiendan que concurre tal circunstancia, deben declarar la
inconstitucionalidad de normas con rango inferior a la ley, incluidos los Decretos Legislativos, siempre que
no estén amparados por la Ley delegante.
Así mismo, el art 6 LOPJ dispone que los Jueces y Tribunales no aplicarán los Reglamentos o cualquier otra
disposición contrarios a la Constitución, a la Ley o al principio de jerarquía normativa.
Además, por el principio de normalidad, el legislador, cuando configura una determinada situación como
hecho imponible, está atendiendo a un supuesto indicativo de capacidad económica. El legislador no puede
formular una casuística que atienda todos los supuestos en que un mismo hecho es o no indicativo de esa
capacidad económica. Podrán darse casos en que un hecho (imponible) no sea indicativo de capacidad y
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económica; entonces la solución vendrá por la vía de las exenciones y bonificaciones, pero no por vía de
exclusión de la norma general.
Otro paradigma que contribuye a precisar la labor del legislador en la configuración de los hechos
imponibles es la exención del mínimo vital, que es la existencia de una cantidad que no puede ser objeto
de gravamen, ya que se necesita para la satisfacción de las mínimas necesidades vitales de su titular. Así se
establecería la diferencia entre la existencia de capacidad económica, pero no de capacidad contributiva.
EXAMEN: ¿Debe la capacidad económica estar presente de idéntica manera y con igual intensidad en
todas las figuras tributarias?
El art 31 CE dispone que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su
capacidad económica. Igualmente, la LGT dispone que la ordenación del sistema tributario se basa en la
capacidad económica de las personas obligadas a satisfacer los tributos.
En la configuración de las figuras tributarias que integran el ordenamiento, la capacidad económica estará
presente, aunque de manera distinta y con intensidad diferente en cada una de las figuras:
1. De manera positiva, gravando manifestaciones que sí son plenamente indicativas de capacidad
económica.
2. De manera negativa, excluyendo la configuración como hechos imponibles de ciertas
manifestaciones que son contrarias al principio de capacidad económica.
Mientras que los impuestos y contribuciones especiales sí reflejan la capacidad económica, las tasas se
aplican a quien utiliza el servicio, sin tener en cuenta su capacidad económica, es decir, son iguales para
todos los contribuyentes.
El principio de capacidad económica también debe combinarse con los principios de justicia en el gasto
público. Por ejemplo, la determinación del mínimo exento dependerá de las prestaciones públicas
realizadas a favor de los ciudadanos a través del gasto público.
Por último, el principio de capacidad económica no se limita al ordenamiento de la Admón Central, sino
que se proyecta con el mismo alcance y contenido sobre los ordenamientos propios de las entidades
públicas territoriales: CCAA y CCLL.
EXAMEN: ¿Tiene la misma intensidad el alcance del principio de capacidad económica en las tasas y en
los impuestos?
No. En los impuestos se exige el pago de una suma sobre la base de la capacidad económica del
contribuyente, mientras que en las tasas importa el servicio que se presta y, dependiendo de la base que
se aplique, será igual para todos los contribuyentes, con independencia de su capacidad económica.
3. EL PRINCIPIO DE GENERALIDAD
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Así, la ley sigue desempeñando una función esencial en la configuración de las instituciones financieras.
Incluso existen determinadas materias del ordenamiento financiero sujetas a regulación por Ley
Orgánica, como son la firma de Tratados por los que se atribuya a una organización internacional el
ejercicio de competencias derivadas de la Constitución (art 93), la composición y funcionamiento del
Tribunal de Cuentas (art 136) o el ejercicio de las competencias financieras de las CCAA (art 157).
La Ley cumple un papel estelar en todo el ámbito jurídico financiero, pero su protagonismo es decisivo en
el ámbito tributario. El art 31 CE dispone que sólo podrán establecerse prestaciones personales o
patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley.
En el mismo sentido, el art 133 CE:
1. La potestad originaria para establecer tributos corresponde exclusivamente al Estado, mediante
ley
2. Las CCAA y las CCLL podrán establecer y exigir tributos de acuerdo con la Constitución y las leyes.
3. Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse en virtud de ley.
4. Las AAPP sólo podrán contraer obligaciones financieras y realizar gastos de acuerdo con las leyes.
En el ámbito de la legislación ordinaria también son numerosos los preceptos que establecen la necesidad
de que los tributos se establezcan por medio de ley (LGT, Ley General Presupuestaria y Ley de Tasas y
Precios Públicos).
Constituye un límite tanto para el poder ejecutivo como para el legislativo, que no puede abdicar de estas
funciones atribuidas. Con el fin de que se ejerzan obligatoriamente.
En la esfera normativa, el concepto de reserva de ley es un mandato directamente dirigido al legislador
ordinario.
En la esfera administrativa es el principio de legalidad que vincula a toda la Admón.
Financiero y Tributario I 1º Parcial – Curso 16-17 - Nandae
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La operatividad del principio de reserva de ley depende de la efectiva separación de poderes, así como de
la existencia de una instancia jurisdiccional capaz de jugar sobre la adecuación del legislativo al mandato
constitucional establecido en el principio de reserva de ley. Esta instancia des el TC.
En nuestro ordenamiento, la reserva de ley en materia tributaria tiene carácter relativo: no toda la materia
tributaria debe ser regulada por ley, sino sólo el establecimiento de los tributos y de beneficios fiscales que
afecten a tributos del Estado.
Las prestaciones personales o patrimoniales de carácter público tienen las siguientes características:
1. Garantizan el respeto al denominado principio de autoimposición, de forma que los ciudadanos no
paguen más impuestos que aquellos aprobados por el Parlamento.
2. Garantizan el derecho de propiedad.
EXAMEN
Indique qué contenido tiene el principio de reserva de ley en materia tributaria, es decir, qué aspectos
del tributo deben ser regulados necesariamente por ley
La LGT establece en su art 8 que se regularán en todo caso por ley:
1. La delimitación del hecho imponible, del devengo, de la base imponible y liquidable, la fijación del
tipo de gravamen y de los demás elementos directamente determinantes de la cuantía de la deuda
pública, así como el establecimiento de presunciones que no admitan prueba en contrario.
2. Los supuestos que dan lugar al nacimiento de las obligaciones tributarias de realizar pagos a
cuenta y su importe máximo:
a. La determinación de los obligados tributarios y de los responsables
b. El establecimiento, modificación, supresión y prórroga de las exenciones, reducciones,
bonificaciones, deducciones y demás beneficios o incentivos fiscales.
c. El establecimiento y modificación de los recargos y de la obligación de abonar intereses de
demora.
d. El establecimiento y modificación de los plazos de prescripción y caducidad, así como de
las causas de interrupción del cómputo de los plazos de prescripción.
e. El establecimiento y modificación de las infracciones y sanciones tributarias.
f. La obligación de presentar declaraciones y autoliquidaciones referidas al cumplimiento de
la obligación tributaria principal y la de pagos a cuenta.
3. Las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones tributarias respecto de la eficacia de los
actos o negocios jurídicos:
a. Las obligaciones entre particulares resultantes de los tributos.
b. La condonación de deudas y sanciones tributarias y la concesión de moratorias y quitas.
4. La determinación de los actos susceptibles de reclamación en vía económico-administrativa.
5. Los supuestos en que proceda el establecimiento de las intervenciones tributarias de carácter
permanente.
El TS y el TC han declarado el carácter relativo de la reserva y la necesidad de ley para regular los elementos
esenciales del tributo:
1. La reserva de ley no afecta por igual a todos los elementos integrantes del tributo, pues el grado
de concreción exigible a la ley es máximo cuando regula el hecho imponible o los beneficios
fiscales, pero es menor cuando se trata de otros elementos como el tipo de gravamen o la base
imponible que, aunque debe estar especificada por ley, puede devenir integrada por una pluralidad
de factores de naturaleza diversa.
2. La reserva de ley admite la colaboración del Reglamento, siempre que sea indispensable por
motivos técnicos, o para optimizar el cumplimiento de las finalidades propuestas por la
Constitución o por la propia Ley, y siempre que esta colaboración se realice en términos de
subordinación, desarrollo y complementariedad. El alcance de esta colaboración reglamentaria en
materia tributaria depende de:
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EXAMEN: ¿puede una norma reglamentaria establecer el modelo de declaración de un tributo sin contar
con habilitación legal específica para ello?
Sí puede. En nuestro ordenamiento la reserva de ley en materia tributaria tiene carácter relativo: no toda
la materia debe ser regulada por ley, sino sólo el «establecimiento» de los tributos y de beneficios fiscales
(artículos 31.3 y 133 3 CE). Según el Tribunal Constitucional, con la expresión «establecimiento de los
tributos» debe entenderse que la Constitución está haciendo referencia a la definición de los elementos
esenciales de un tributo: sujetos pasivos, hecho imponible, o elementos mínimos de cuantificación, por
ejemplo. No quedan en cambio comprendidos en el ámbito de la reserva de ley, aquellos aspectos de la
regulación relativos a elementos procedimentales o formales propios de la ejecución de la Ley (como el
modelo de declaración), los cuales forman el ámbito típico de la normativa reglamentaria.
En el ámbito de los tributos locales, la reserva de ley tiene una intensidad distinta, ya que las CCLL no
pueden aprobar leyes, sino Ordenanzas fiscales que son, al igual que la ley, la expresión de la voluntad
general de los habitantes del Municipio.
Además, el principio de reserva de ley no puede aplicarse con carácter retroactivo.
En conclusión:
De acuerdo con el TC, y aunque nuestra CE haya recogido un concepto de reserva de ley relativa, los arts.
31 y 33 CE exigen que el establecimiento de tributos se haga con arreglo a ley, lo que implica la necesidad
de que sea el propio Parlamento el que determine los elementos esenciales del tributo. En definitiva, la
reserva de ley no se da por satisfecha cuando el legislador no define los elementos esenciales del tributo.
Esta exigencia se predica tanto de tributos estatales como de los tributos propios de las CCAA.
Dado que la igualdad del sistema tributario se recoge en el art 31 CE, no puede invocarse una lesión de este
principio ante el TC mediante recurso de amparo. Para ello, se acude a la distinción entre la discriminación
contraria al art 14, por estar basada en una diferenciación de índole subjetiva, y la igualdad fundada en
elementos objetivos contemplada en el art 31. El TC ha precisado que estos artículos no tienen la misma
eficacia.
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Relación con el principio de capacidad económica y con el resto de principios constitucionales tributarios
El TC entiende que la igualdad del art 31 CE (del sistema tributario) va íntimamente vinculada al concepto
de capacidad económica y al principio de progresividad, por lo que no puede ser reconducida a los
términos del art 14 (igualdad formal).
Esta conexión entre igualdad y progresividad está relacionada con la construcción del principio de igualdad
del TC, según el cual ha de atenderse, más allá de la igualdad formal, a la exigencia de igualdad real (art 9).
En él se amparan las discriminaciones operadas por las normas tendentes a corregir situaciones de
desigualdad real que no son justificables.
El TC establece que el sistema tributario justo no puede separarse del principio de progresividad ni del de
igualdad. Una cierta desigualdad cualitativa, la que se realiza mediante la progresividad global del sistema
tributario, es indispensable para entender cumplido este principio.
profundamente interrelacionados.
En resumen
El principio de igualdad en el ámbito tributario se traduce en el respeto al principio de capacidad
económica, de modo que situaciones económicamente iguales deben ser tratadas de la misma forma.
El principio de igualdad no prohíbe toda desigualdad, sólo aquellas que sean discriminatorias, por carecer
de justificación objetiva y razonable, y desplegar consecuencias no proporcionadas.
El principio de igualdad exige la igualdad ante la ley y en la aplicación de la ley.
El principio de igualdad debe interpretarse en conexión con las exigencias derivadas de otros principios
constitucionales, como el de capacidad económica y el de progresividad.
La igualdad en el marco del sistema tributario debe complementarse con la igualdad en el ordenamiento
del gasto público, es decir, la necesidad de asignar equitativamente los recursos públicos.
El art 31 CE establece que “El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su
programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía”.
El criterio de eficiencia y economía recuerda la necesidad de aplicar procedimientos eficaces en la gestión
del gasto y conseguir una óptima asignación de los recursos.
Esto supone la incorporación en el aparato administrativo de técnicas de gestión que en muchos casos son
propias del sector privado, sin que concurra en detrimento de la actuación administrativa.
La asignación equitativa de los recursos públicos trata de proceder a una delimitación equitativa de los
fines que van a satisfacerse. Para ello, la CE exige a los poderes públicos que garanticen y defiendan ciertos
valores recogidos en los principios rectores de la política social y económica, que tienen primacía en
relación con otras finalidades.
1. INTRODUCCIÓN
En Dcho. financiero no existe un sistema específico de fuentes, sin embargo, el art 7 LGT establece, como
excepción, que los tributos se regirán por:
1. La CE
2. Los Tratados o convenios internacionales que contengan cláusulas de naturaleza tributaria y, en
particular, por los convenios para evitar la doble imposición, en los términos del art 96 CE
3. Las normas de la UE y demás organismos internacionales o supranacionales a los que se atribuya el
ejercicio de competencias en materia tributaria de conformidad con el art 93 CE
4. La LGT, las leyes reguladoras de cada tributo y por las demás leyes que contengan disposiciones en
materia tributaria
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3. LAS LEYES
LA LEY DE PRESUPUESTOS (anual, no la Ley General Presupuestaria)
Ideas generales
La LPGE es una ley ordinaria, si bien es cierto que presenta algunas peculiaridades, cuestión que ha
destacado reiteradamente el TC.
El art 134 CE dice: “La Ley de Presupuestos no puede crear tributos. Podrá modificarlos cuando una ley
tributaria sustantiva así lo prevea”. Con este precepto se trata de encauzar jurídicamente las relaciones
entre la anual LPGE y el ordenamiento regulador de los tributos.
EXAMEN: ¿Qué debe entenderse por ley tributaria sustantiva? Contenido y forma que debe tener esta
norma habilitante.
Según el TC, por ley tributaria sustantiva debe entenderse cualquier ley, salvo la LPGE, en la que se regulen
elementos relación tributaria que no sean generalizadores. En todo caso, deben excluirse las leyes, o
partes de ellas, que regulen cuestiones formales.
En cuanto al aspecto formal, la cláusula de habilitación puede estar contenida en una Ley de Bases, puesto
que esta figura puede satisfacer el principio de reserva de ley. Mayores problemas plantea la posibilidad
de que la habilitación se contenga en un Decreto-Ley, aunque el TC no se ha pronunciado al respecto de
forma directa.
Aclara si la exigencia del art 134.7 debe referirse también a los tributos cuyas leyes sustantivas fueran
anteriores a la CE
En este punto deben diferenciarse dos situaciones distintas:
1. Para las modificaciones tributarias realizadas por Leyes de Presupuestos anteriores a 1978, el TC ha
señalado que no puede aplicarse retroactivamente la regla constitucional.
2. Para las modificaciones tributarias realizadas por Leyes de Presupuestos posteriores a la CE, el TC
ha señalado que es exigible la habilitación previa, bien por una ley posterior a la CE, bien por un
precepto habilitante anterior a la CE.
ciudadanos y la limitación del poder financiero) son exigibles tanto en el ámbito estatal como en el
autonómico.
EL DECRETO-LEY
Ideas generales
Las notas que caracterizan al Decreto-Ley como fuente del Derecho son:
1. Es un acto normativo con fuerza de ley que emana del Gobierno
2. Solamente puede dictarse en caso de extraordinaria y urgente necesidad
3. Al proceder de un órgano que no tiene potestad legislativa, es una norma provisional. Su
incorporación definitiva al OJ se produce cuando se convalida expresamente por el Congreso de los
Diputados.
4. Mediante Decreto-Ley no se pueden regular las materias excluidas en el art 81 CE: instituciones
básicas del Estado, derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I CE, el
régimen de las CCAA, ni el Derecho electoral general.
EXAMEN: Indique qué aspectos tributarios no pueden ser regulados por Decreto-ley.
Como conclusión, de la doctrina del TC se extrae que es posible utilizar el Decreto-Ley para regular
cualquier aspecto del ordenamiento tributario salvo aquellos aspectos que necesiten ser regulados por
medio de Ley Orgánica:
1. Los que afecten al régimen tributario de las CCAA.
2. Los que alteren elementos esenciales de los tributos.
3. Los que afecten a la capacidad económica de los obligados.
EL DECRETO LEGISLATIVO
Ideas generales
Lo que se hace mediante el Decreto legislativo es transferir el ejercicio, nunca la titularidad, de la potestad
de dictar normas con valor y fuerza de ley.
Los caracteres constitucionales del Decreto legislativo son los siguientes:
1. Forma: ha de otorgarse de forma expresa, mediante ley.
2. Materia: puede referirse a cualquier materia, siempre que no esté reservada a Ley Orgánica. No
puede delegarse la posibilidad de reformar la ley delegante, ni dictar normas con carácter
retroactivo.
3. Plazo para su ejercicio: la ley delegante debe fijar necesariamente el plazo, sin que pueda
concederse por plazo indeterminado.
4. Vigencia de la delegación: se agota por el trascurso del plazo o por el uso.
5. Destinatario de la delegación: siempre el Gobierno, sin que pueda subdelegarla.
6. Procedimiento: el Gobierno deberá seguir el procedimiento ordinario previsto para la elaboración
de disposiciones de carácter general.
Su efecto más importante es que tiene valor de ley, siempre que no rebase el ámbito normativo cubierto
por la ley delegante. Como consecuencia, sólo podrá ser modificado por otra norma con rango de ley.
Existen principios que vinculan muy directamente a las Asambleas de las CCAA: unidad de la nación
española, igualdad, solidaridad, limitación territorial en sus efectos y respeto al principio de libre circulación
de personas y bienes. Ahora bien, como ha establecido el TC, las leyes autonómicas no serán
inconstitucionales por regular materias afectadas a tales principios, si no por vulnerar su contenido.
Cuando el Gobierno impugne las leyes regionales, se producirá automáticamente la suspensión de la
disposición impugnada, aunque el Tribunal deberá ratificar o levantar la suspensión en un plazo no superior
a cinco meses. Dicha suspensión no se produce cuando se impugna una ley estatal.
El Decreto-Ley
Aunque la posibilidad de que las CCAA pudieran dictar Decretos-Leyes se rechazó, los Estatutos de
Autonomía aprobados últimamente admiten la posibilidad de que los Gobiernos autonómicos puedan
dictar Decretos-Leyes.
El Decreto legislativo
La CE no dice nada sobre su admisibilidad en el ámbito autonómico. Sin embargo, existen diversos
elementos que inducen a admitir la posibilidad de que la delegación legislativa sea también admisible en
dicho ámbito:
1. En primer lugar, por pura lógica normativa: si la delegación legislativa encuentra su razón de ser en
la conveniencia de que el Ejecutivo colabora con el Legislativo, no hay razón para que no concurra
en el ámbito autonómico.
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4. LOS REGLAMENTOS
LA POTESTAD REGLAMENTARIA. CONCEPTO Y FUNDAMENTO
Por Reglamento entendemos toda disposición de carácter general que, aprobada por el Poder Ejecutivo,
pasa a formar parte del OJ, erigiéndose en fuente del Derecho.
El Reglamento se encuentra sujeto y condicionado por la ley en varios sentidos:
1. No pueden regularse mediante Reglamento materias que estén constitucionalmente reservadas a
la ley.
2. El Reglamento no podrá ir directa o indirectamente contra lo dispuesto en las leyes, aún cuando se
trate de materias no reservadas a la ley, por aplicación del principio de preferencia de ley.
3. Cuando el Reglamento se dicte en desarrollo de una ley, deberá atenerse a los dictados de ella.
El Reglamento y la ley, aun siendo fuentes del Derecho, presentan entre sí las diferencias que son propias
del poder del que emanan:
1. La ley es una norma primaria, solo condicionada por la CE.
2. Por el contrario, el Reglamento es una norma general, condicionada por la CE y por las leyes, y
representa la subsistencia del principio monárquico.
Los EELL
La potestad reglamentaria de las CCLL en materia tributaria se ejercerá a través de Ordenanzas fiscales
reguladoras de sus propios tributos (ya creados por el Estado) y de Ordenanzas generales de gestión,
recaudación e inspección. Las CCAA podrán emanar disposiciones interpretativas y aclaratorias de las
mismas.
El problema esencial que plantean estos pronunciamientos advos radica en determinar cuál es su
naturaleza jurídica, es decir, si tienen o no valor normativo. En opinión del autor, no lo poseen, es decir, no
tienen capacidad para innovar el OJ. Por tanto, si dictan normas jurídicas sin la debida habilitación legal,
deben ser consideradas nulas.
5. Debe reconocerse la aspiración del CC de convertirse en el prototipo del Dcho. común. Aspiración
que se ha atenuado debido a la cada vez mayor complejidad de las relaciones sociales que se van
regulando.
Se entiende por uso o práctica adva la reiteración de las conductas y comportamientos por parte de los
órganos advos. El precedente advo es algo más, es la norma inducida de varias decisiones de la Admón en
el ejercicio de actividades discrecionales y vinculantes ante supuestos idénticos. Ni lo uno ni lo otro
constituyen fuente del Dcho. financiero.
LA JURISPRUDENCIA
Jurisprudencia del TS
Según el art 1 CC, la jurisprudencia complementará el OJ con la doctrina que, de modo reiterado,
establezca el TS al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del Dcho.
La jurisprudencia del TS no es fuente del Dcho. en sentido estricto, sino que constituye un medio para
complementar el OJ. Pese a no ser fuente, sería necio desconocer la trascendencia real de los
pronunciamientos que constituyen jurisprudencia que, en muchos casos, va más allá de esa función de
complemento del OJ, al punto de innovarlo sustancialmente.
Jurisprudencia del TC
La doctrina contenida en los pronunciamientos del TC tiene una importancia que, como señaló De OTT, es,
en muchos casos, propia de una función constituyente.
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Por lo que se refiere a la ordenación del gasto público, la uniformidad no puede ser tan completa como en
el orden tributario, pues hay que aceptar la autonomía política de las CCAA y CCLL.
Según la Exposición de Motivos de la nueva LGP, las finalidades perseguidas con su aprobación fueron,
entre otras:
1. Adecuar la normativa presupuestaria estatal al marco general de equilibrio presupuestario de las
AAPP territoriales.
2. Adaptar las normas presupuestarias a las nuevas funciones asumidas por las demás Admones
territoriales, así como al nuevo marco de la UE.
3. Adoptar las modernas técnicas de presupuestación, control y contabilidad de la gestión pública.
Sistematizar en un texto único las continuas modificaciones introducidas en la LGP.
HOTS
¿Se requiere autorización previa de las Cortes Generales para firmar convenios internacionales contra la
doble imposición y la evasión fiscal?
Sí. El art 94 CE establece que se requerirá previa autorización de las Cortes Generales para los tratados o
convenios que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes fundamentales
establecidos en el Título I. Entre estos derechos y deberes se encuentran incluidos los deberes de contribuir
y el principio de que el gasto público realice una asignación equitativa de los recursos públicos.
Los convenios internacionales contra la doble imposición y la evasión fiscal se encuentran directamente
relacionados con el deber de contribuir por lo que, efectivamente, requieren de dicha autorización.
¿Puede la Ley de Presupuestos modificar tributos? En caso de respuesta afirmativa, indique en qué
supuestos puede hacerlo.
La Ley de Presupuestos puede modificar tributos siempre y cuando haya una ley sustantiva que lo prevea, y
en las condiciones establecidas por el TC.
Al respecto, son leyes tributarias sustantivas cualquier ley, salvo la Ley de Presupuestos, en las que se
regulen elementos de la relación tributaria que no sean meras generalizaciones.
En cuanto a la modificación del tributo, la doctrina del TC prohíbe la creación indiscriminada de tributos
mediante la Ley de Presupuestos, pero sí es posible introducir a través de ella alteraciones en la regulación
de los tributos, siempre que exista una norma adecuada que lo prevea. Además, es admisible que se lleve a
cabo una mera adaptación del tributo a la realidad a través de la Ley de Presupuestos.
¿Puede un Real Decreto-Ley modificar sustancialmente la regulación del IRPF? Justifique su respuesta a la
luz de la doctrina del TC.
El TC no impide que, en materia tributaria, el Decreto-Ley se utilice al servicio de la política económica,
siempre y cuando no afecte a los elementos esenciales de los tributos ni a la capacidad económica de los
obligados. En tal caso debería regularse por Ley Orgánica.
Exponga la doctrina actual del TC en relación con la admisibilidad del Decreto-Ley en materia tributaria.
El TC no impide que se utilice el Decreto-Ley en materia tributaria al servicio de la política económica,
siempre y cuando no afecte a los elementos esenciales de los tributos ni a la capacidad económica de los
obligados. En tal caso debería regularse por Ley Orgánica. Además, el TC ha sentado que la extraordinaria y
urgente necesidad del Decreto-Ley debe ser explicitada por el Gobierno, teniendo éste la posibilidad de
discernir, en cada momento y con gran flexibilidad, la concurrencia o no de tales circunstancias, siendo
imprescindible la conexión entre la situación de urgencia y las medidas adoptadas. La actuación del
Gobierno está sometida al TC.
Indique qué órganos son titulares de la potestad reglamentaria en el ordenamiento financiero estatal.
La titularidad de la potestad reglamentaria en el ordenamiento financiero estatal corresponde al Gobierno,
y sus límites son la CE y la ley. No obstante, algunos órganos administrativos pueden ejercer potestades
reglamentarias “derivadas”, siempre que estén habilitados específicamente por una ley.
Atendiendo a las exigencias derivadas del principio de reserva de ley establecido en el artículo 31.3 de la
Constitución, ¿puede una norma reglamentaria establecer el modelo de declaración de un tributo sin
contar con habilitación legal específica para ello? Justifique su respuesta.
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Sí puede. En nuestro ordenamiento la reserva de ley en materia tributaria tiene carácter relativo: no toda la
materia debe ser regulada por ley, sino sólo el “establecimiento” de los tributos y de beneficios fiscales.
Según el Tribunal Constitucional, con la expresión “establecimientos de los tributos” debe entenderse que
la Constitución está haciendo referencia a la definición de los elementos esenciales de un tributo: sujetos
pasivos, hecho imponible, o elementos mínimos de cuantificación, por ejemplo. No quedan, en cambio,
comprendidos en el ámbito de la reserva de ley, aquellos aspectos de la regulación relativos a elementos
procedimentales o formales propios de la ejecución de la Ley (como el modelo de declaración), los cuales
forman el ámbito típico de la normativa reglamentaria.
1. ÁMBITO ESPACIAL
Según la LGT, las leyes reguladoras de cada tributo podrán determinar los criterios de aplicación espacial
(residencia o territorialidad).
ÁMBITO ESPACIAL
En la aplicación de las normas tributarias se pueden adoptar dos criterios:
1. Criterio de nacionalidad: las leyes tributarias se aplicarían a todos los ciudadanos que ostentaran la
nacionalidad española, fuere cual fuere su lugar de residencia y donde se haya realizado el hecho
imponible. El criterio de nacionalidad rige en aquellas materias en las que prima la consideración
individual del ciudadano, su estatus jurídico esencial.
2. Criterio de territorialidad: las leyes tributarias españolas sólo se aplicarían a quienes residieran en
territorio español o tuvieran relaciones económicas con este. La LGT establece simultáneamente
dos reglas de aplicación: la de residencia efectiva y la de territorialidad.
La LGT establece que: “Los tributos se aplicarán conforme a los criterios de residencia o territorialidad que
establezca la ley en cada caso”.
Desde una perspectiva formal, la adopción del criterio de residencia reside en la necesidad de respetar las
leyes (la LGT o cualquier otra norma tributaria), ya que cuando un determinado principio o regla se
incorpora a un precepto, adquiere carácter normativo y resulta de obligado cumplimiento.
Desde una perspectiva material, la regla de territorialidad se explica por razones como la eficacia de las
normas o la racionalidad en la exigencia del deber de contribuir a la realización de los gastos públicos.
2. ÁMBITO TEMPORAL
ENTRADA EN VIGOR DE LAS LEYES TRIBUTARIAS
Las normas tributarias entrarán en vigor a los 20 días de su completa publicación en el boletín
correspondiente, si en ellas no se dispone otra cosa. Además, la LGT establece que las normas tributarias se
aplicarán:
1. Por plazo indeterminado, o por el plazo determinado en ellas.
2. A los tributos devengados desde su vigencia, si estos son instantáneos, es decir, que carecen de
periodo de imposición.
3. A los tributos periódicos cuyo periodo se inicie con posterioridad a su entrada en vigor.
CESE DE LA VIGENCIA
El transcurso del tiempo fijado en la propia ley
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El transcurso del tiempo prefijado en la propia ley determina el cese de su vigencia, dejando de producir los
consiguientes efectos jurídicos.
Con las leyes temporales se plantea el problema de determinar cuáles son los efectos que se producen en
las normas que fueron objeto de derogación expresa por tales leyes. Así, tendremos dos situaciones:
1. Si estas leyes fueron derogadas, no vuelven a entrar en vigor por el hecho de que la ley que las
derogó haya cumplido el término de su vigencia.
2. Si fueron suspendidas por una ley temporal, cuando esta deja de tener vigencia, la ley suspendida
recupera automáticamente su vigencia.
La derogación tácita
Se produce en todos aquellos supuestos en los que la nueva ley, aun no derogando expresamente una ley
anterior, regula la misma materia de forma diferente y contradictoria con la regulación legal hasta entonces
vigente. La derogación tácita afecta a los preceptos de la ley anterior que sean incompatibles con la nueva
ley.
En realidad, el art 9 LGT establece que las leyes tributarias deben contener una relación completa de las
normas derogadas y modificadas, pero este precepto no suele cumplirse.
Hay situaciones en las que una ley, expresa o tácitamente, continúa aplicándose a situaciones de hecho
nacidas con anterioridad a su derogación, y se denomina ultraactividad de las leyes tributarias. Ocurre
cuando, de forma expresa, se dispone que la normativa derogada continúe aplicándose a los supuestos de
hecho nacidos durante el periodo en que la ley se encontraba vigente.
El TC rechaza la retroactividad absoluta, esto es, la que afecta a situaciones jurídicas pretéritas y
consolidadas, por el ataque que pueden suponer a la seguridad jurídica, y admite la retroactividad relativa,
esto es, la que incide sobre situaciones o relaciones jurídicas actuales aún no concluidas.
cuando su eficacia retroactiva colisione con otros principios consagrados en la CE (seguridad jurídica,
capacidad económica, interdicción de la arbitrariedad).
El art 10 LGT establece que se aplicarán con carácter retroactivo las normas sancionadoras y las que
establezcan recargos cuando su aplicación resulte más favorable al interesado, siempre que el acto en que
se hubieran aplicado no hubiera alcanzado firmeza.
Las leyes tributarias de carácter procedimental se aplican retroactivamente, al igual que las leyes
procesales en general, que son aplicables a partir de su entrada en vigor, incluso a hechos producidos con
anterioridad.
Si se trata de decisiones meramente interpretativas, no cabe hablar de eficacia retroactiva dado que
carecen de valor normativo. Por el contrario, si se trata de disposiciones que innovan el OJ, la
retroactividad deberá deducirse de la norma correspondiente.
En resumen:
Por regla general, las normas tributarias no tienen efecto retroactivo. No obstante, las propias normas
tributarias pueden establecer su aplicación retroactiva, siendo necesario que lo dispongan expresamente.
Las normas sancionadoras tributarias y las que establezcan recargos siempre serán de aplicación
retroactiva si con ello se favorece al interesado.
La retroactividad expresamente declarada en una norma tributaria puede ser inconstitucional, si con ello se
vulnera algún principio o regla consagrada en la CE (seguridad jurídica, capacidad económica, interdicción
de la arbitrariedad).
No cabe hablar de retroactividad de las normas interpretativas, porque no innovan el OJ. Las normas
reglamentarias tributarias nunca se podrán aplicar de forma retroactiva.
presupuesto de hecho, pero que conduzca a unos resultados económicos iguales o equivalentes.
2. El acto o negocio realizado debe provocar, a priori, un menor gravamen que el que deriva del
previsto en la norma que debería haberse aplicado.
3. No debe existir una norma tributaria que tipifique o contemple, incluso de modo implícito, el acto
o negocio efectivamente realizado por los sujetos interesados.
1º. Información
Se materializa a través de publicaciones de los textos normativos vigentes, de las contestaciones a
consultas y de las resoluciones económico-advas de mayor trascendencia, así como de las comunicaciones
que se hagan sobre los criterios advos en relación con las normas vigentes.
adquisición o transmisión
El art 85 LGT prevé la existencia de actuaciones previas de valoración, compuestas por la información con
carácter previo a la adquisición o transmisión de bienes inmuebles y por los acuerdos previos de
valoración, cuestiones de suma importancia, ya que determinan la cantidad del tributo a pagar.
Las reglas más importantes de esta información son las siguientes:
1. Debe solicitarse con carácter previo a la terminación del plazo señalado para presentar la
correspondiente autoliquidación o declaración.
2. La información tendrá carácter vinculante durante un plazo de tres meses.
3. La información no impedirá la posterior comprobación administrativa sobre los hechos y
circunstancias de la operación efectuada.
4. La falta de contestación no implicará la aceptación del valor que, en su caso, se hubiera incluido en
la petición de información.
Además, los denominados acuerdos previos de valoración están regulados en el art 91 LGT.
HOTS
Ámbito temporal de aplicación de las normas financieras
Las normas tributarias entrarán en vigor a los 20 días de su completa publicación en el boletín
correspondiente, si en ellas no se dispone otra cosa. Además, la LGT establece que las normas tributarias se
aplicarán:
1. Por plazo indeterminado, o por el plazo determinado en ellas.
2. A los tributos devengados desde su vigencia, si estos son instantáneos, es decir, que carecen de
periodo de imposición.
3. A los tributos cuyo periodo se inicie desde su entrada en vigor, evidentemente si se trata de
tributos periódicos.
En cuanto al cese de su vigencia, puede darse por las siguientes causas:
1. Transcurso del tiempo prefijado.
2. Derogación por otra ley posterior.
3. Derogación tácita o implícita.
4. Declaración de inconstitucionalidad.
¿Pueden ser retroactivas las leyes tributarias? En caso afirmativo, indique cuándo es constitucionalmente
admisible la retroactividad
Sí. La LGT establece que, salvo que se dispusiera otra cosa, las normas tributarias no tendrán carácter
retroactivo. No obstante, añade que las normas que regulen el régimen infracciones y sanciones tributarias
y el de los recargos, tendrán efectos retroactivos respecto de los actos que no sean firmes, si resultara más
favorable para el interesado.
El TC rechaza la retroactividad absoluta, esto es, la que afecta a situaciones jurídicas pretéritas y
consolidadas, por el ataque que pueden suponer a la seguridad jurídica, y admite la retroactividad relativa,
esto es, la que incide sobre situaciones o relaciones jurídicas actuales aún no concluidas.
¿Procede en algún caso la aplicación retroactiva de las disposiciones sancionadoras? ¿En qué casos?
De acuerdo con el art 10 LGT, las normas que regulen el régimen de infracciones y sanciones tributarias
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tendrán efectos retroactivos respecto de los actos que no sean firmes, cuando su aplicación resulte más
favorable al interesado.
El periodo impositivo del IRPF es el año natural y su devengo tiene lugar el 31 de diciembre. Suponga que
una ley que entra en vigor en octubre de 2012 modifica la normativa del IRPF y que la nueva ley no
contiene previsión alguna sobre su ámbito de aplicación temporal. ¿Sería aplicable esa modificación al
IRPF del periodo 2012?
De acuerdo con el art 10 LGT, salvo que se disponga lo contrario, las normas tributarias no tendrán efecto
retroactivo y se aplicarán a los tributos periódicos cuyo periodo impositivo se inicie con posterioridad a la
entrada en vigor de esas normas. En el caso expuesto, la nueva ley entra en vigor en octubre de 2012 y el
primer periodo impositivo del IRPF iniciado con posterioridad corresponde al 2013, por lo que esa
modificación no será aplicable al periodo de 2012.
La analogía resulta inadmisible en la regulación de ciertos aspectos del Derecho tributario ¿Cuáles?
Por regla general, es posible utilizar la analogía en la aplicación de todas las normas tributarias, cualquiera
que sea su carácter (procedimental o material), y sólo será inaplicable cuando esté expresamente
prohibida. Por excepción, no es posible utilizar la analogía para definir el hecho imponible, o aplicar las
exenciones y los demás beneficios o incentivos fiscales.
En el incumplimiento de la obligación, que puede dar lugar tanto a una infracción tributaria como a un
delito fiscal, se ha realizado material y formalmente el hecho imponible, ha surgido la obligación tributaria
y ésta no se ha satisfecho por el contribuyente.
En el fraude de ley, por el contrario, formalmente no se ha realizado el hecho imponible, se ha eludido su
realización y, en consecuencia, no ha surgido la obligación tributaria asociada al hecho imponible eludido.
¿Pueden tener las contestaciones efectos vinculantes respecto de personas distintas del consultante?
Sí. El art 89 LGT regula los efectos de las contestaciones estableciendo que estas tendrán efectos
vinculantes para los órganos encargados de la aplicación de los tributos, tanto en su relación con el
consultante como respecto de otros obligados que presenten los mismos hechos y circunstancias.
Los obligados tributarios tienen derecho a ser informados sobre el valor de los bienes que vayan a ser
objeto de adquisición o transmisión. En relación con este derecho: ¿vincula esta información a la Admón?
en caso de respuesta afirmativa, indique durante qué plazo se produce ese efecto vinculante
Si. El art 90 LGT establece que la información tendrá efectos vinculantes durante un plazo de tres meses,
contados desde la notificación al interesado, siempre que la solicitud se hubiera formulado con carácter
previo a la finalización del plazo para presentar la correspondiente autoliquidación.
En caso de falta de contestación ¿se entiende aceptado el valor que se haya podido incluir en la solicitud
de información?
No. El mismo art 90 LGT establece que la aceptación del valor que se hubiera incluido en la solicitud del
interesado.
¿Qué órganos y/o personas quedan vinculados por las contestaciones a consultas? Indique si el
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La segunda postura defiende que ambos términos son sinónimos. Más allá de la aplicación de ciertos
principios (el de capacidad económica), nos encontramos ante ingresos públicos exigidos de forma
coactiva, por lo que no tiene sentido establecer distinciones entre ellos.
3. LOS TRIBUTOS
CONCEPTO
Según el art 2 LGT, los tributos son los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias exigidas
por una AP como consecuencia de la realización del supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de
contribuir, con el fin primordial de obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos
públicos.
Los tributos, además, podrán servir como instrumentos de la política económica general y atender a la
realización de los principios y fines contenidos en la CE.
de las cargas públicas. No se alcanza la misma intensidad en todos los casos, pero así se impide que se
graven hechos que no pueden reputarse indicativos de capacidad económica.
5. El tributo afecta a todos los que tienen relaciones económicas o intereses patrimoniales en territorio
español, obteniendo en él beneficios económicos. El art 31 CE establece que todos contribuirán al
sostenimiento de los gastos públicos. En los ordenamientos contemporáneos, la nacionalidad, como
criterio de sujeción a las leyes tributarias de un Estado, se ha sustituido por el criterio de residencia
efectiva.
8. El tributo tiene como finalidad esencial posibilitar la financiación del gasto público, aunque puede
dirigirse también a satisfacer otros objetivos públicos con relevancia constitucional (propiciar la creación de
empleo, estimular el desarrollo económico, etc.).
4. CATEGORÍAS TRIBUTARIAS
Son el impuesto, la tasa y la contribución especial. Se diferencian en el hecho cuya realización genera el
nacimiento de la obligación de contribuir.
Tasa: es una actividad administrativa de la que deriva un beneficio o ventaja especial para una determinada
persona, o una actividad administrativa que afecta especialmente a un administrado, o por una utilización
por el particular del dominio público. Por ejemplo, la tasa que percibe el ayuntamiento en concepto de
licencia de obras.
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Impuesto: es una obligación de pago nacida con independencia de toda actividad administrativa. El
impuesto es la categoría tributaria por antonomasia. Se paga porque se ha realizado un hecho indicativo de
capacidad económica. En el caso de las tasas y las contribuciones especiales, la presencia del principio de
capacidad económica está más diluida.
HOTS
¿Pueden calificarse como ingresos públicos las fianzas, depósitos o cauciones constituidos en la Caja
General de Depósitos?
No. Una de las características del tributo es que su finalidad esencial es posibilitar la financiación del gasto
público para lo que es necesario que el ente que recibe el tributo tenga plena disponibilidad sobre el
mismo. Así pues, no se califican como ingresos públicos las cantidades que obran en poder de los entes
públicos como consecuencia de títulos jurídicos que no permiten su libre disponibilidad, como las fianzas,
depósitos o cauciones constituidos en la Caja General de Depósitos.
1. CONCEPTO Y CARACTERES
El art 2 LGT define los impuestos como los tributos exigidos sin contraprestación, cuyo hecho imponible
está constituido por negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto la capacidad económica del
contribuyente.
En primer lugar, el tributo constituye una obligación ex lege, no negocial o contractual, lo que supone que
los elementos esenciales de la obligación tributaria están contenidos en la ley. La referencia del legislador a
la ausencia de contraprestación tiene un claro sentido, quiere decir que en el presupuesto de hecho del
impuesto no aparece específicamente contemplada actividad administrativa alguna.
En segundo lugar, el hecho imponible debe ser indicativo de la capacidad económica del contribuyente.
Esto no es una exigencia privativa del impuesto, sino que debe concurrir en todas las categorías tributarias
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2. CLASES DE IMPUESTOS
PERSONALES Y REALES
Los impuestos personales son aquellos en los que el elemento objetivo del presupuesto de hecho solo
puede concebirse por referencia a una persona determinada, de tal manera que esta actúa como elemento
constitutivo del propio impuesto. Ej.: los impuestos que recaen sobre la renta global o sobre el patrimonio
de una persona física o jurídica.
Por el contrario, los impuestos reales son aquellos que se asientan sobre un elemento objetivo, cuya
naturaleza se determina con independencia del elemento personal de la relación tributaria. Ej.: Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales, que grava la adquisición de un determinado bien o derecho, impuesto
cuyo importe será el mismo sea cual sea la capacidad económica del adquiriente.
SUBJETIVOS Y OBJETIVOS
Los impuestos subjetivos son aquellos en los que el elemento subjetivo del hecho imponible (las
circunstancias personales del sujeto pasivo) es tenido en cuenta en el momento de cuantificar el importe
de la deuda tributaria.
Por el contrario, los impuestos objetivos son aquellos en los que las circunstancias personales del obligado
no son tomadas en cuenta en el momento de cuantificar el importe de su deuda.
Los impuestos personales son también impuestos subjetivos, debido a la importancia que las condiciones
personales del obligado al pago tienen en el momento de cuantificar su deuda. Ahora bien, no todos los
impuestos reales son objetivos. Por ejemplo, en el IBI se permite a los Ayuntamientos que introduzcan
determinadas bonificaciones fiscales para ciertos sujetos, de manera que es de naturaleza real pero con
cierta dosis de subjetividad.
PERIÓDICOS E INSTANTÁNEOS
Los impuestos periódicos son aquellos cuyo presupuesto de hecho goza de continuidad en el tiempo, de
forma que el legislador se ve obligado a fraccionarlo, y a cada fracción resultante se asocia una deuda
tributaria distinta. Ej.: IRPF, IAE.
Por el contrario, los impuestos instantáneos son aquellos cuyo presupuesto de hecho se agota en un
determinado periodo de tiempo, no se prolonga indefinidamente. Ej.: IVA.
DIRECTOS E INDIRECTOS
Más que distinguir entre impuestos directos e indirectos, debe hablarse de métodos impositivos directos e
indirectos.
Los primeros se dan cuando la norma jurídica tributaria establece la obligación de pago del impuesto a
cargo de una determinada persona, sin concederle un derecho legal a resarcirse a cargo de otra persona
que no forme parte del círculo de obligados en la relación tributaria. El tributo es satisfecho efectivamente
por la persona a la que el legislador quiere someter a gravamen.
Serán impuestos directos los que recaen sobre la renta y todos los que gravan el patrimonio, incluyendo los
que recaen sobre transmisiones inter vivos y mortis causa y sobre documentos del tráfico jurídico.
Los métodos impositivos indirectos se aplican cuando la norma tributaria concede al sujeto pasivo
facultades para obtener de otra persona, que no forma parte del círculo de obligados en la relación
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tributaria, el reembolso del impuesto satisfecho por él. Las cuotas impositivas se obtienen de personas
distintas a las que el legislador quiere gravar, posibilitando que los contribuyentes exijan a estas últimas el
reintegro de las cuotas satisfechas por ellas. Por ejemplo, el impuesto que grava el consumo de alcohol o
tabaco; el impuesto lo paga quien fabrica el producto, pero a quien quiere gravar el legislador realmente es
a quien los consume.
No obstante, esta clasificación no siempre se corresponde con la que las normas vigentes otorgan a un
determinado impuesto, como en el caso del art 1 del Texto Refundido del ITPAJD, que califica el impuesto
como un tributo de naturaleza indirecta, aunque el sujeto pasivo no goza de facultad legal alguna para
resarcirse de su pago.
FISCALES Y EXTRAFISCALES
La finalidad esencial de los tributos es financiar el gasto público, aunque se ha generalizado su utilización
como medio para conseguir otras finalidades (creación de empleo, preservación del medio ambiente,
ahorro de energía, etc.). Por ello distinguimos entre impuestos fiscales (los tradicionales), que son aquellos
cuya finalidad esencial es financiar el gasto público, e impuestos extrafiscales, cuyo fin esencial está
dirigido a la consecución de esos otros objetivos. Un ejemplo de este tipo de impuesto es el impuesto
catalán sobre los elementos patrimoniales afectos a actividades de riesgo.
1. CONCEPTO
EXAMEN: concepto de tasa
El art 2 LGT establece que son tasas los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o
el aprovechamiento especial del dominio público, la prestación de servicios o la realización de actividades
en régimen de Derecho público, que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado
tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para este, o no se
presten por el sector privado.
preciso que la actividad administrativa o el servicio se presten efectivamente. Ello no impide que, por ej.,
en el caso de la tasa por recogida de basuras, deba pagarse la tasa aunque el vecino no deposite basura,
siempre que la Admón preste el servicio y el sujeto pasivo esté en condiciones de utilizarlo efectivamente,
aunque no lo haga.
El legislador califica como tasas dos hipótesis que vienen reflejadas en el art 2 LGT:
1ª. La utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público.
Requiere que los entes públicos titulares de esos bienes demaniales concedan, con carácter previo, una
autorización u otorguen una concesión. En consecuencia, si el particular quiere utilizar o aprovechar del
dominio público tiene que obtener una autorización, pagando la oportuna tasa.
El hecho imponible lo constituye la utilización privativa o el aprovechamiento especial de bienes de
dominio público que se haga por concesiones, autorizaciones u otra forma de adjudicación por parte de la
Admón estatal.
2ª. La prestación de servicios o realización de actividades en régimen de Derecho público que se refieran,
afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando no sean de solicitud o recepción
voluntaria por este o no se presten por el sector privado.
1. Cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para los obligados
tributarios, por ej.: pago de tasas por una solicitud de licencia de obra o por la recogida de basura.
2. Cuando no se presten por el sector privado, por ej.: pago de tasas por servicios funerarios de un
Ayuntamiento que no tenga el servicio privado.
La nota que subyace en todas estas exigencias es la coactividad en la solicitud o recepción de la prestación
del servicio o de la actividad.
Supuestos de la LTPP:
1. Tramitación o expedición de licencias, visado, etc.
2. Expedición de documentos o certificados a instancia de parte.
3. Servicios portuarios o aeroportuarios.
El TRLRHL recoge algunos de los servicios que, por considerarse básicos, resultan excluidos de la posibilidad
de exacción de una tasa por las EELL, como pueden ser:
1. Abastecimiento de aguas en fuentes públicas.
2. Alumbrado y limpieza de vías públicas.
3. Vigilancia pública.
4. Protección civil.
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El presupuesto de hecho de la tasa, por el contrario, consiste en una situación de hecho que
necesariamente se relaciona con una actividad administrativa del ente público, de forma que si no se da
esa actividad, no se devenga la tasa. No puede exigirse la tasa por recogida de basuras si no se presta el
servicio de recogida domiciliaria de basuras. No se pueden realizar obras si no se concede la preceptiva
licencia de obras, de forma que su realización sin licencia constituye, además, un infracción urbanística.
La necesaria existencia de una actividad administrativa difumina el principio de capacidad económica. Esta
es su más poderosa singularidad: se paga porque se utiliza un servicio público o se obtiene una licencia de
obras, no, por regla general, porque se demuestre una mayor o menor capacidad económica.
No obstante, si convenimos en que la tasa es un tributo, y el principio de capacidad económica es uno de
los principios informadores de todo el sistema tributario, este principio deberá hacerse presente, con
mayor o menor intensidad, en las figuras tributarias. Es decir, se diluye la presencia del principio de
capacidad económica. Por ej., el art 24 TRLRHL, a la hora de determinar la cuantía de las tasas, establece
que podrán tenerse en cuenta criterios genéricos de capacidad económica de los sujetos obligados a
satisfacerlas.
La tasa se diferencia claramente del precio público, al menos, por la concurrencia de dos notas:
1. La tasa es una obligación ex lege, que no tiene su causa en un contrato, a diferencia de lo que
ocurre con los precios públicos.
2. La tasa es un ingreso típico de Derecho público, en el que concurren la nota de coactividad propia
de los tributos, circunstancia que no se da en los precios públicos.
Diferente influencia del principio de reserva de ley en las tasas y en los precios públicos
El art 10 LTPP, aplicable a la Hacienda Estatal, dispone que el establecimiento y la regulación de los
elementos esenciales de cada una de las tasas debe realizarse con arreglo a la ley. Y enuncia, como
elementos esenciales de las tasas: el hecho imponible, devengo, sujetos pasivos, elementos de
cuantificación, exenciones y bonificaciones.
La figura de los precios públicos se creó en 1988, con la finalidad de obviar las exigencias del principio de
reserva de ley en la regulación de un conjunto de prestaciones patrimoniales que podían calificarse como
algo distinto a las tasas. No obstante, el TC ha sentado que, cuando se trate de precios públicos calificables
como prestación patrimonial pública, deberán respetarse las exigencias del principio de reserva de ley.
EXAMEN
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3. CLASES DE TASAS
Atendiendo a la naturaleza de los servicios, se ha distinguido entre tasas administrativas, académicas,
sobre el juego, etc. En rigor, es una clasificación escasamente significativa desde el punto de vista jurídico.
Otra clasificación que ha tenido arraigo en la doctrina es la que distingue entre tasas fiscales y parafiscales.
Con ellas se ponía de relieve la diferencia fundamental entre tasas sujetas al régimen general de los
tributos y las que, como las parafiscales, gozan de evidentes peculiaridades con relación de dicho régimen
general.
Atendiendo al ente titular, podemos distinguir entre tasas estatales, de las CCAA y locales. Esta distinción
tiene la ventaja de ofrecer un punto de sustentación uniforme, el del régimen jurídico aplicable a cada una
de las tasas que se integran en los distintos sistemas tributarios estatal, autonómico y local.
HOTS
Tasas: ¿en necesario que el servicio se utilice?
No. Es preciso que el servicio se preste efectivamente pero ello no impide que, por ejemplo en el caso de la
tasa por recogida de basuras, deba pagarse la tasa aunque el vecino no utilice el servicio, siempre que la
Admón lo preste y el sujeto pasivo esté en condiciones de utilizarlo efectivamente, aunque no lo haga.
La nota que subyace en todas estas exigencias es la coactividad en la solicitud o recepción de la prestación
del servicio o de la actividad.
La LTPP contempla, como algunos de los supuestos de aplicación de tasas:
1. La tramitación o expedición de licencias, visado, etc.
2. La expedición de documentos o certificados a instancia de parte.
3. Los servicios portuarios o aeroportuarios.
Diferencias entre las tasas y los precios públicos. Matrícula universitaria. Piscina.
Legalmente, se califican como precios públicos las contraprestaciones recibidas por un ente público como
consecuencia de la prestación de servicios o realización de actividades administrativas, cuando su solicitud
o recepción es voluntaria, y ese servicio o actividad es también prestado por el sector privado.
La tasa se diferencia claramente del precio público, al menos, por la concurrencia de dos notas:
1. La tasa es una obligación ex lege, que no tiene su causa en un contrato, a diferencia de lo que
ocurre con los precios públicos.
2. La tasa es un ingreso típico de Derecho público, en el que concurren la nota de coactividad propia
de los tributos, circunstancia que no se da en los precios públicos.
MATRÍCULA UNIVERSITARIA
La matrícula universitaria es de solicitud voluntaria y es un servicio prestado también por el sector privado,
por lo que se trata de un precio público.
PISCINA
Como en el caso de la matrícula universitaria, también es un servicio de recepción voluntaria y prestado por
el sector privado, por lo que en principio se trataría de un precio público, salvo que en la localidad solo
existieran piscinas públicas, en cuyo caso se trataría de una tasa.
¿En qué casos se somete al pago de una tasa la prestación de servicios o la realización de actividades en
régimen de Derecho público?
El art 2 LGT somete al pago de una tasa la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen
de Derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado tributario, cuando
no sean de solicitud o recepción voluntaria por este o no se presten por el sector privado.
Por su parte, la LTPP contempla, como algunos de los supuestos de aplicación de tasas:
1. La tramitación o expedición de licencias, visado, etc.
2. La expedición de documentos o certificados a instancia de parte.
3. Los servicios portuarios o aeroportuarios.
Y l TRLRHL recoge algunos de los servicios que, por considerarse básicos, resultan excluidos de la posibilidad
de exacción de una tasa por las EELL, como pueden ser, entre otros:
1. Alumbrado y limpieza de vías públicas.
2. Vigilancia pública.
3. Protección civil.
¿En qué casos la prestación de servicios o actividades en régimen de Derecho público da lugar al cobro de
un precio público?
Una tasa pasará a ser un precio público cuando el sector privado comience a dar a los usuarios el servicio o
actividad en cuestión. Cuando existan entidades privadas que ofrezcan los mismos servicios que el
Organismo público, este tendrá que establecer precios públicos.
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En verano los restaurantes del Pº de la Castellana suelen abrir las terrazas en la vía pública. ¿Qué
calificación merecen las cantidades que percibe el Ayuntamiento por este motivo?
Tasas. El art 2 LGT define a las tasas como los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización
privativa o el aprovechamiento especial del dominio público.
Ello requiere que los entes públicos titulares de esos bienes demaniales concedan, con carácter previo, una
autorización u otorguen una concesión. En consecuencia, si el particular quiere utilizar o aprovechar del
dominio público tiene que obtener una autorización, pagando la oportuna tasa.
¿Puede la utilización de una piscina municipal dar lugar al pago de una tasa? En caso afirmativo, indique
en qué casos
Sí. La piscina es un servicio de recepción voluntaria y prestado por el sector privado, por lo que en principio
se trataría de un precio público, salvo que en la localidad solo existieran piscinas públicas, en cuyo caso se
trataría de una tasa.
Con carácter general, ¿cuál es el límite mínimo del importe de los precios públicos?
Tratándose de precios públicos, los arts. 25 LTPP y 45 LHL, determinan la necesidad de cubrir, como
mínimo, los costes económicos originados por la realización de actividades o prestación de servicios, o el
importe que resulte equivalente a la utilidad derivada de los mismos.
¿Qué clase de tributo (impuesto, tasa o contribución especial) tiene como hecho imponible la utilización
privativa del dominio público? ¿Qué valores se tomarán como referencia para fijar el importe de este
tributo?
La tasa. El art 2 LGT define a las tasas como los tributos cuyo hecho imponible consiste en la utilización
privativa o el aprovechamiento especial del dominio público.
De acuerdo con los arts. 19 LTPP y 24 LHL, el importe de las tasas se fijará tomando como referencia el
valor que tendría en el mercado la utilidad derivada de la utilización o aprovechamiento especial del
dominio público. El importe de la tasa no podrá exceder, en su conjunto, del coste real o previsible del
servicio o actividad de que se trate o, en su defecto, del valor de la prestación recibida.
contribuciones especiales está encaminada a la satisfacción de un interés general, mientras que en el caso
de la tasa la actividad administrativa esta sustancialmente motivada por el particular y persigue la solución
de problemas individuales.
La semejanza es que ambos casos se da una contraprestación con actividad administrativa.
¿Son tasas las cantidades que usted satisface por la prestación de servicios académicos de la UNED?
En cuanto a la gestión administrativa, sí se trata de tasas. Pero en relación a la matrícula universitaria, es de
solicitud voluntaria y es un servicio prestado también por el sector privado, por lo que se trata de un precio
público.
El ayuntamiento ha establecido una tasa por el servicio de gestión de residuos urbanos. Esta tasa es
exigida incluso a vecinos que no depositan basura. ¿Le parece correcto?
Sí. Para que exista tasa, es preciso que el servicio se preste efectivamente pero ello no impide que, por
ejemplo en el caso de la tasa por recogida de basuras, deba pagarse la tasa aunque el vecino no utilice el
servicio, siempre que la Admón lo preste y el sujeto pasivo esté en condiciones de utilizarlo efectivamente,
aunque no lo haga.
1. CONCEPTO Y CARACTERES
EXAMEN: Concepto y caracteres de las contribuciones especiales
El art 2 LGT define las contribuciones especiales como los tributos cuyo hecho imponible consiste en la
obtención, por el obligado tributario, de un beneficio o de un aumento del valor de sus bienes, como
consecuencia de la realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de servicios públicos.
Las contribuciones especiales pueden establecerse en todas las Admones territoriales pero donde han
adquirido una mayor importancia es en el ámbito local.
Los elementos esenciales de su régimen jurídico son:
1. Su establecimiento es potestativo por parte de los entes locales
2. Es un recurso tributario común a todos los entes locales
3. El hecho imponible está constituido por la obtención, por el sujeto pasivo, de un beneficio o de un
aumento del valor de sus bienes, como consecuencia de la realización de obras públicas o del
establecimiento o ampliación de servicios de carácter local.
El TRLRHL enumera las obras y servicios que tienen la consideración de locales y constituyen un elemento
del hecho imponible:
1. Los que realicen las entidades locales dentro del ámbito de sus competencias, salvo aquellas que
ejecuten como titulares de sus bienes patrimoniales
2. Los que realicen dichas entidades por haberles sido atribuidos o delegados por otras entidades
públicas y aquellos cuya titularidad hayan asumido de acuerdo con la ley.
Base imponible
EXAMEN: ¿Cuál es el límite máximo de su base imponible?
Está constituida, como máximo, por el 90% del coste que la entidad soporte por la realización de las obras
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Cuota tributaria
EXAMEN: ¿Cómo se determina la cuota tributaria?
Determinada la cantidad a financiar mediante contribuciones especiales, deberá repartirse su importe
entre todos los beneficiarios.
Devengo
EXAMEN: ¿en qué momento se devengan las contribuciones especiales?
Se devengan en el momento en que las obras (o su tramo si son fraccionables) se hayan ejecutado o el
servicio haya comenzado a prestarse. No obstante, una vez aprobado el acuerdo de imposición y
ordenación, la entidad local podrá exigir por anticipado el pago de las contribuciones especiales, en
función del importe previsto para el año siguiente. No se podrá exigir el anticipo de una nueva anualidad
sin que hayan sido ejecutadas las obras para las cuales se exigió dicho anticipo.
Afectación presupuestaria
EXAMEN: ¿están afectadas presupuestariamente las cantidades recaudadas por contribuciones
especiales? En caso afirmativo, indique qué gastos son financiados con estas cantidades
El art 29 LHL establece que las cantidades recaudadas por contribuciones especiales sólo podrán
destinarse a financiar los gastos del servicio por cuya razón se hubieran exigido.
La distinción entre aumento del valor y beneficio especial no tiene justificación, pues no da lugar a dos
categorías de obligados tributarios y carece de trascendencia en la cuantificación del tributo.
La obligación tributaria principal es una obligación ex lege, de Derecho público, cuyo objeto consiste en
una prestación patrimonial a favor de un ente público.
Su origen legal y su carácter imperativo explican el principio de indisponibilidad del tributo. La LGT prohíbe
su condonación si no es por ley, y la LGP prohíbe la concesión de exenciones, condonaciones, rebajas ni
moratorias.
Los elementos de la obligación tributaria no podrán alterarse por pactos entre particulares, sin perjuicio de
sus consecuencias jurídico-privadas. Sin embargo, sí son válidos aquellos pactos en que uno se obliga a
pagar los tributos que gravan a otro, pero no serán oponibles ante la Admón., que siempre deberá dirigirse
contra el gravado según la Ley, quedando dicho acuerdo en el ámbito de la relación privada.
3. EL HECHO IMPONIBLE
CONCEPTO Y FUNCIÓN
El hecho imponible es el presupuesto fijado por la ley para configurar cada tributo y cuya realización origina
el nacimiento de la obligación tributaria principal.
La creciente complejidad del tributo como instituto jurídico ha conducido a que algunas de sus prestaciones
no deriven del hecho imponible, sino de otros presupuestos de hecho normativos. Con anterioridad al
hecho imponible pueden nacer obligaciones o prestaciones, aún sin saberse si se producirá el hecho
imponible. Por eso, junto a su carácter configurador e identificador de cada tributo, adquiere la función de
legitimador de la imposición, en el marco jurídico.
La modificación de la LGT 2015 incorpora las obligaciones conexas definidas como aquellas en las que
alguno de sus elementos resulte afectado o se determine en función de los correspondientes a otra
obligación o periodo distinto.
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CARÁCTER NORMATIVO
Naturaleza jurídica del hecho imponible
Dado que el hecho imponible es el presupuesto fijado por la ley para configurar el tributo, su naturaleza no
puede ser más que jurídica, pues es producto de la propia norma y creación de ella. Cualquier hecho no
puede calificarse como imponible hasta que una norma lo tipifica como tal y le atribuye ese carácter y
efecto generador de la imposición.
Es también relevante que sobre un mismo objeto el sistema tributario puede articular diversos tributos,
siendo determinante para que no exista doble imposición, el que no coincidan sus hechos imponibles,
aunque tengan la misma materia imponible. Por ej., al prohibir a las CCAA gravar hechos imponibles ya
gravados con tributos del Estado o de las EELL.
EXAMEN: ¿Es posible que la exigibilidad del tributo se anticipe totalmente a la realización del hecho
imponible? En caso afirmativo, ponga un ejemplo de tributo en que así suceda.
El art 21 LGT precisa que la propia ley de cada tributo podrá establecer la exigibilidad de la cuota a
ingresar, o de parte de la misma, en un momento distinto al del devengo del tributo. Con este precepto, la
Ley da cabida a supuestos previstos en diferentes tributos que disocian el momento del devengo del
momento de la exigibilidad de su ingreso, como es el caso del IRPF, cuyo devengo puede ser exigido a lo
largo del periodo impositivo mediante ingresos anticipados y a cuenta de la eventual obligación tributaria
principal que surja al final del mismo.
5. LA EXENCIÓN TRIBUTARIA
CONCEPTO Y EFECTOS
EXAMEN: diferencias entre los supuestos de no sujeción y los supuestos de exención
El art 22 LGT dice que “son supuestos de exención aquellos en que, a pesar de realizarse el hecho
imponible, la ley exime del cumplimiento de la obligación tributaria principal”. No obstante, debe
matizarse que no es exacto que la ley exoneradora exima del cumplimiento de la obligación, sino que ésta
no llega a existir, pues el efecto de la norma de exención impide su nacimiento en los supuestos concretos
que contempla.
Los supuestos de exención y los de no sujeción tienen en común la ausencia de obligación tributaria
principal, pero en los primeros sí se está produciendo el hecho imponible del tributo, mientras que en los
segundos, por el contrario, no hay realización del hecho imponible.
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cuenta de ésta.
El art 99 Ley IRFP, establece que en este impuesto existirán como pagos a cuenta: las retenciones, los
ingresos a cuenta y los pagos fraccionados.
Las retenciones
La retención a cuenta consiste en el deber que se impone, a quienes satisfacen ciertos rendimientos, de
retener una parte de su importe para, posteriormente, declararla e ingresarla directamente en la Admón.,
financiera.
Pagos fraccionados
Consisten en el deber que se impone a quienes desarrollan actividades económicas de que, con cierta
periodicidad a lo largo del periodo impositivo, ingresen una parte de los rendimientos derivados de estas
actividades.
Ingreso a cuenta
El ingreso a cuenta se prevé para toda retribución en especie y otros supuestos, consistiendo en un ingreso
que viene obligado a efectuar el pagador de los rendimientos, y que se asimila en su régimen jurídico y
efectos a la retención.
Una vez finalizado el periodo impositivo, estos tributos prevén que el sujeto pasivo perceptor de los
rendimientos practique una declaración en la que calculará el importe de la cuota correspondiente a la
totalidad de sus rendimientos percibidos durante el ejercicio, que será la cuota líquida. De ese importe
deducirá las cantidades que se le hayan retenido, obteniendo así la cuota diferencial.
EXAMEN: ¿El obligado a realizar pagos a cuenta es siempre una persona o entidad distinta del
contribuyente? En caso de respuesta negativa, indique en qué casos se da esa entidad, esto es, en qué
casos el obligado a realizar pagos a cuenta es el propio contribuyente.
El art 8 LGT confirma que el ingreso anticipado es deuda tributaria, pero distinta de la cuota del tributo.
Por eso, las cantidades a ingresar como pagos a cuenta son el objeto de una obligación distinta a la de
abonar la obligación tributaria principal y que, en el caso de retención e ingreso a cuenta, recae sobre el
pagador de los rendimientos, que no es el sujeto pasivo del tributo ni ha demostrado capacidad
económica alguna.
Responde, en nombre propio y de una deuda propia, siendo sujeto de una obligación de naturaleza
tributaria pero no contributiva, pues no es con su patrimonio con el que hará frente a su obligación de
ingresar en la HP, si no con la renta del sujeto pasivo, sobre la que detrae una parte en lugar de abonársela
íntegramente.
El obligado a realizar pagos a cuenta no es siempre una persona o entidad distinta del contribuyente,
pues en el pago fraccionado ingresan los mismos empresarios y profesionales que desarrollan las
actividades económicas. En consecuencia, en esta concreta situación, el sujeto pasivo, como
contribuyente, es la persona sobre la que recae el hecho imponible.
En el caso de la retención, junto a la relación entre la HP y el retenedor, y entre la HP y el sujeto pasivo del
IRPF, se da una tercera relación entre retenedor y retenido. Su contenido no se agota con la prestación
material en que consiste la retención o el ingreso a cuenta, sino que también comprende prestaciones
formales entre ellos, como la del retenedor de suministrar el retenido el certificado de retención, y la de
este último de comunicar al primero los datos relevantes para cuantificarla.
En las leyes reguladoras de estos tributos se mantiene el principio general del devengo del tributo por la
realización del hecho imponible.
Lo que singulariza estos tributos respecto a los restantes, es que, por imperio de la propia ley, el importe de
la obligación surgida del hecho imponible va a recaer al final sobre quien no lo realiza.
Esta relación entre sujeto pasivo y sujeto repercutido no es la relación tributaria, que exige que una de sus
partes sea un ente público, sino una relación entre particulares que se añade a la primera y sin que, en
virtud de ella, el repercutido pase a relacionarse con la admón, ni ser sujeto obligado frente a ésta.
HOTS
Una disposición modifica la ley reguladora del IRPF en septiembre de 2011. Si no se indica nada al
respecto en esa disposición ¿será aplicable la modificación al IRPF que se devenga el 31 de diciembre de
ese año 2011?
De acuerdo con el art 10 LGT, salvo que se disponga lo contrario, las normas tributarias no tendrán efecto
retroactivo y se aplicarán a los tributos periódicos cuyo periodo impositivo se inicie con posterioridad a la
entrada en vigor de esas normas. En el caso expuesto, la nueva ley entra en vigor en septiembre de 2011 y
el primer periodo impositivo del IRPF iniciado con posterioridad corresponde al 2012, por lo que esa
modificación no será aplicable al periodo de 2011.
Además de la prestación objeto de la obligación tributaria principal, pueden formar parte de la deuda
tributaria otras prestaciones ¿Cuáles son estas prestaciones accesorias?
Conforme al art 25 LGT, “tienen naturaleza de obligaciones tributarias accesorias las obligaciones de
satisfacer el interés de demora, los recargos por declaración extemporánea y los recargos del periodo
ejecutivo, así como aquellas otras que imponga la Ley”.
¿Qué se entiende por obligación tributaria principal? Indique si las expresiones “obligación tributaria
principal” y “deuda tributaria” son sinónimas.
La LGT entiende que la obligación tributaria principal es aquella que tiene por objeto el pago de la cuota
tributaria.
Para entender qué es la obligación tributaria principal debe acudirse a su presupuesto de hecho generador,
el hecho imponible, cuya realización origina el deber de contribuir al gasto público.
La obligación tributaria principal no puede identificarse como el pago del tributo o cuota tributaria, pues
ésta puede venir integrada por componentes distintos de la cuota, es decir, otras obligaciones materiales
surgidas de presupuestos de hecho distintos del hecho imponible.
¿El obligado a realizar pagos a cuenta del tributo es siempre una persona o entidad distinta del
contribuyente? En caso de respuesta negativa, indique en qué casos se da esa entidad, esto es, en qué
casos el obligado a realizar pagos a cuenta es el propio contribuyente.
El art 8 LGT confirma que el ingreso anticipado es deuda tributaria, pero distinta de la cuota del tributo. Por
eso, las cantidades a ingresar como pagos a cuenta son el objeto de una obligación distinta a la de abonar la
obligación tributaria principal y que, en el caso de retención e ingreso a cuenta, recae sobre el pagador de
los rendimientos, que no es el sujeto pasivo del tributo ni ha demostrado capacidad económica alguna.
Responde, en nombre propio y de una deuda propia, siendo sujeto de una obligación de naturaleza
tributaria pero no contributiva, pues no es con su patrimonio con el que hará frente a su obligación de
ingresar en la HP, si no con la renta del sujeto pasivo, sobre la que detrae una parte en lugar de abonársela
íntegramente.
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El art 133 CE establece que “la potestad originaria para establecer los tributos corresponde en exclusiva al
Estado, mediante ley”, es decir, al Estado, las CCAA y las CCLL. Y el art 4 LGT indica que “las demás
entidades de Derecho público podrán exigir tributos cuando una ley así lo determine”. Esta última
competencia es la que define al sujeto activo del tributo, tenga o no poder financiero y sea o no su titular o
destinatario de sus rendimientos.
En la aplicación del tributo, su determinación viene cubierta por el principio de reserva de ley, aunque no
se menciona en el art 8 LGT, pues el carácter legal de las prestaciones tributarias y la fijación de sus
elementos esenciales por normas con rango de ley impiden que uno de sus sujetos quede al margen de
dicho principio.
Según la Ley de PGE para 1991, y tras la constitución efectiva de la AEAT (Agencia Estatal de la Admón
Tributaria) como ente público con personalidad jurídica propia, en el ámbito tributario estatal nunca
coincidirá el sujeto activo con el titular del poder financiero ni del tributo.
En sus relaciones externas, la Admón resulta titular de situaciones jurídicas activas y pasivas. Los Órganos
que la integran llevan a cabo diferentes funciones y ejercen diferentes competencias:
1. Órganos de gestión tributaria. Desempeñan funciones de liquidación, verificación de datos o
comprobación de valores, entre otras, dirigidas a la práctica de liquidaciones tributarias derivadas
de dichas actuaciones.
2. Órganos de la inspección. Realizan actuaciones de comprobación e investigación de hechos con
relevancia tributaria no declarados o declarados incorrectamente por los obligados tributarios, y
practican las liquidaciones resultantes de dichas actuaciones.
3. Órganos de recaudación. Comprueban e investigan la existencia y situación de los bienes o
derechos de los obligados tributarios para asegurar el cobro de la deuda tributaria, para lo que
ostentan facultades en la inspección de los tributos y pueden adoptar las medidas cautelares
establecidas legalmente.
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A la AGE le corresponde, no la titularidad, sino la gestión y aplicación de los tributos y de los demás
derechos de contenido económico de la Hacienda estatal. La AGE, constituida por órganos jerárquicamente
ordenados, actúa con personalidad jurídica única, bajo la dirección del Gobierno, y extiende su
competencia a todo el territorio nacional. La aplicación de los tributos, el ejercicio de la potestad
sancionadora y la función revisora en vía adva corresponden al Ministro de Hacienda. La LGT atribuye
dichas competencias a la AEAT.
Las CCAA y EELL ejercerán las competencias relativas a la aplicación de tributos y el ejercicio de la potestad
sancionadora derivada de dicha aplicación, así como la función revisora en vía adva de los actos dictados en
ejercicio de aquellas.
Tratándose de tributos cedidos, las anteriores competencias y potestades corresponden al Estado. En
cuanto a los demás tributos del Estado recaudados por cada CA, la aplicación, potestad sancionadora y
revisión corresponderá a la Admón Tributaria del Estado.
En el caso de las CCLL, el TRLRHL prohíbe expresamente que los municipios, provincias y entes asimilados
puedan asumir competencias normativas, de gestión, liquidación, recaudación e inspección de los tributos
cedidos, así como tampoco en materia de revisión de los actos dictados en vía de gestión de dichos
tributos, cuya titularidad y ejercicio corresponderán exclusivamente al Estado.
NATURALEZA JURÍDICA
La AEAT está configurada como un Ente de Derecho público adscrito al Ministerio de Hacienda y AAPP.
Como tal ente de Derecho público, cuenta con un régimen jurídico propio distinto al de la AGE que, sin
menoscabo de los principios esenciales que deben presidir toda actuación adva, le confiere cierta
autonomía en materia organizativa, presupuestaria y de gestión de personal.
FUNCIONES
La AEAT tiene encomendada la aplicación efectiva del sistema tributario estatal y del aduanero, así como
aquellos recursos de otras AAPP nacionales o de la UE, cuya gestión se le encomiende por ley o por
convenio.
Corresponde a la AEAT, en el ámbito de sus competencias, desarrollar los mecanismos de coordinación y
colaboración con las Instituciones comunitarias, las Administraciones tributarias de los países miembros y
otras Admones tributarias nacionales o extranjeras, en cuanto resulte necesario para la eficaz gestión del
sistema tributario nacional y aduanero.
Se le encomienda especialmente el auxilio a los Juzgados y Tribunales de Justicia y al Ministerio Fiscal en la
investigación, enjuiciamiento y represión de los delitos públicos, especialmente los delitos contra la HP, de
contrabando y los vinculados al blanqueo de capitales.
FINANCIACIÓN
EXAMEN: financiación de la AEAT
El presupuesto de la AEAT se nutre de diferentes recursos entre los que cabe destacar la obtención de un
porcentaje de la recaudación bruta que se derive de los actos de liquidación y de gestión recaudatoria, o
de otros actos advos acordados o dictados por la Agencia. Este porcentaje viene fijado en la Ley de
Presupuestos.
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Sujeto pasivo
EXAMEN: definición de sujeto pasivo en la LGT
El art 36 LGT lo define como el obligado tributario que debe cumplir la obligación tributaria principal, así
como las obligaciones formales e inherentes a la misma, sea como contribuyente o como sustituto del
mismo.
Por tanto, se atiende a la vinculación frente a la HP, con independencia de la causa de dicha vinculación,
concretamente con independencia de si esta se debe o no a la realización del hecho imponible.
Teniendo en cuenta que, según la LGT, la obligación tributaria principal tiene por objeto el pago de la cuota
tributaria, es posible identificar al sujeto pasivo con el deudor tributario. El sujeto pasivo es quien asume,
por mandato de la ley, la posición de deudor frente a la HP, imponiéndose además otros deberes y
prestaciones de carácter accesorio o instrumental respecto de la obligación tributaria principal.
El art 36 LGT indica que el sujeto pasivo lo será a título de contribuyente o de sustituto. Es decir, se limita
taxativamente las modalidades de sujeto pasivo, que sólo serán las dos citadas.
Todo sujeto pasivo es deudor del tributo, pero no a la inversa, pues puede haber deudores u obligados al
pago del tributo que no son contribuyentes ni sustitutos.
EL CONTRIBUYENTE
El art 36 LGT lo define como el sujeto pasivo que realiza el hecho imponible.
La Ley reserva el término contribuyente a quien resulta obligado ante la HP, precisamente por haber
realizado el hecho imponible, quedando vinculado al pago de la obligación tributaria principal y al
cumplimiento de las obligaciones formales inherentes a la misma. Por tanto, es el titular de la capacidad
económica manifestada por el hecho imponible.
EL SUSTITUTO
EXAMEN: definición de sustituto
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El art 36 LGT lo define como el sujeto pasivo que, por imposición de la ley y en lugar de aquél, está
obligado al pago de la obligación tributaria principal y de las obligaciones formales inherentes a la misma.
Y añade que el sustituto podrá exigir del contribuyente el importe de las obligaciones satisfechas, salvo
que la ley señale otra cosa.
En el sistema tributario vigente, los mecanismos de retención y de ingreso a cuenta han eliminado el de la
sustitución por retención que, pese a sus analogías, no se puede considerar el mismo instituto jurídico.
La diferencia radical es que, con el mecanismo de la retención y con el de ingreso a cuenta, no se opera el
desplazamiento del contribuyente de la obligación tributaria, sino que éste continúa vinculado ante la
Admón a presentar su autoliquidación y, en su caso, a ingresar su parte correspondiente de la cuota.
En cuanto a la sustitución con repercusión, el análisis de los textos positivos no ofrece una clara solución a
su encaje técnico en esta categoría subjetiva.
Por otro lado, si un ente público podía ser sujeto pasivo del tributo establecido a favor de otro ente
público.
El mayor obstáculo se encontraba en la sujeción del Estado a tributos de otras AAPP, dado el fundamento
del tributo en la soberanía y en la cualidad de soberano del propio Estado, que no era conciliable con su
sujeción a otro ente público inferior. Hoy día no puede arrogarse esa nota, sino que actúa en todo sujeta al
Derecho. Hay sujeción al tributo, en modalidad exenta, pero sin que pueda negarse su condición de sujeto
pasivo.
La propia LGT no sólo presupone la sujeción tributaria de entidades y sociedades dependientes de CCAA y
EELL, sino que designa a éstas como responsables solidarias de las deudas de las primeras como sujetos
pasivos. El TRLHL también prevé la sujeción del resto de entes públicos, incluidas la Admón del Estado y las
CCAA en cuyo territorio esté el ente local.
PARA MÍ
Sujeto activo Ente público que gestiona y recauda o exige el tributo.
Sujeto pasivo Obligado tributario que debe cumplir la obligación tributaria principal, así como las
obligaciones formales inherentes a la misma, sea como contribuyente o como
sustituto y con independencia de si ha realizado o no el hecho imponible.
Contribuyente Sujeto pasivo que realiza el hecho imponible.
Sustituto Sujeto pasivo que, por imposición de la ley y en lugar del contribuyente, está obligado
a cumplir la obligación tributaria principal y las obligaciones formales inherentes a la
misma.
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Deudor del Todo sujeto pasivo es deudor del tributo, pero no a la inversa, pues puede haber
tributo deudores obligados al pago del tributo que no son contribuyentes ni sustitutos, por lo
que no son sujetos pasivos. Por ejemplo, los herederos de un fallecido. Tendrán que
pagar el impuesto de sucesiones pero son contribuyentes ni sustitutos y, por lo tanto,
no son sujetos pasivos porque la LGT enumera como sujetos pasivos sólo al
contribuyente y al sustituto (art 36).
Responsable del El responsable del tributo se trata de un tercero que se coloca junto al sujeto pasivo o
tributo deudor principal del tributo pero, a diferencia del sustituto, no lo desplaza de la
relación tributaria ni ocupa su lugar, sino que se añade a él como deudor, de forma
que habrá dos deudores del tributo.
El responsable no es en ningún caso sujeto pasivo del tributo, ni deudor principal,
que sigue siéndolo quien la ley haya designado como tal.
Características
1. El responsable del tributo se trata de un tercero que se coloca junto al sujeto pasivo o deudor
principal del tributo pero, a diferencia del sustituto, no lo desplaza de la relación tributaria ni
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ocupa su lugar, sino que se añade a él como deudor, de forma que habrá dos deudores del tributo.
2. El responsable, que lo será por mandato legal, no es en ningún caso sujeto pasivo del tributo, ni
deudor principal, que sigue siéndolo quien la ley haya designado como tal.
3. El responsable puede ser solidario o subsidiario. Será subsidiario si la Ley no dispone
expresamente lo contrario.
4. En caso de hacer frente al ingreso del tributo, el responsable debe contar con una acción de
regreso contra el sujeto pasivo, que es el llamado a soportar el tributo.
El art 42, además, configura como responsables solidarios a quienes incurran en ciertos supuestos que
dificultan la actuación recaudatoria de la Admón, abarcando a los que causen o colaboren en la ocultación
o transmisión de los bienes del deudor para impedir su traba, a quienes incumplan las órdenes de embargo
y a quienes, conociendo el embargo, consintieran o colaboraran en su levantamiento. En estos casos, el
importe de la responsabilidad queda limitado al valor de los bienes o derechos susceptibles del embargo o
enajenación, también a las sanciones y a los recargos e intereses del periodo ejecutivo.
Por otra parte, la LGT configura como responsables solidarios a las CCAA y EELL, de las deudas tributarias
contraídas por las entidades de Derecho público dependientes de ellas, por las sociedades mercantiles de
capital íntegramente público y por las asociaciones voluntarias públicas en las que participen, en
proporción a sus respectivas cuotas. A las EELL, además, por las deudas de las mancomunidades, comarcas
y áreas metropolitanas a que pertenezcan, así como de las entidades locales menores del municipio.
Novedad de 2015, la declaración como responsables solidarios a los causantes y colaboradores de los
hechos que motivan la liquidación prevista en el art 250, referida a los elementos de la obligación
vinculados a un posible delito fiscal, y que se hallen imputados o condenados por el mismo.
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1º. Los administradores de hecho o de Derecho de las personas jurídicas que, habiendo éstas cometido
infracciones tributarias:
1. No hubiesen realizado los actos necesarios que sean de su incumbencia para el cumplimiento de las
obligaciones y deberes tributarios.
2. Hubiesen consentido el incumplimiento por quienes de ellos dependan.
3. O hubiesen adoptado acuerdos que posibilitasen las infracciones.
Su responsabilidad se extenderá a las sanciones. La LGT excluye de la responsabilidad por infracción
derivada de decisiones colectivas a quien no hubiera asistido a la reunión o hubiera salvado su voto.
2º. Los administradores de hecho o de derecho de aquellas personas jurídicas que hayan cesado en su
actividad, por las obligaciones tributarias devengadas de éstas que se encuentren pendientes en el
momento del cese, siempre que no hubieran hecho lo necesario para su pago o hubieran adoptado
acuerdos o tomado medidas causantes del impago.
3º. Los integrantes de la Admón concursal y los liquidadores de sociedades y entidades en general que no
hubiesen realizado las gestiones necesarias para el íntegro cumplimiento de las obligaciones tributarias
devengadas con anterioridad a dichas situaciones e imputables a los respectivos obligados tributarios.
De las obligaciones tributarias y sanciones posteriores, responderán como administradores cuando tengan
atribuidas funciones de administración.
4º. Los adquirientes de bienes afectos por ley al pago de la deuda tributaria, en los términos del art 79 LGT.
Este artículo precisa que responderán con los propios bienes.
5º. Los representantes aduaneros cuando actúen en nombre y por cuenta de sus comitentes. No obstante,
esta responsabilidad subsidiaria no alcanzará a la deuda aduanera.
6º. Las personas o entidades que contraten o subcontraten la ejecución de obras o la prestación de
servicios correspondientes a su actividad económica principal, por las obligaciones tributarias relativas a
tributos que deban repercutirse o cantidades que deban retenerse a trabajadores, profesionales u otros
empresarios, en la parte que corresponda a las obras o servicios objeto de la contratación o
subcontratación.
La responsabilidad quedará limitada al importe de los pagos que se realicen sin que el contratista o
subcontratista haya aportado al pagador el certificado de encontrarse al corriente de sus obligaciones
tributarias o, habiendo transcurrido doce meses desde el anterior certificado sin haber sido renovado.
7º. Las personas o entidades que tengan el control efectivo, total o parcial, directo o indirecto, de las
personas jurídicas en las que concurra una voluntad rectora común con éstas, cuando resulte acreditado
que las personas jurídicas han sido creadas o utilizadas de forma abusiva o fraudulenta para eludir la
responsabilidad patrimonial universal frente a la HP y exista unicidad de personas o esferas económicas, o
confusión o desviación patrimonial.
La responsabilidad se extenderá a las obligaciones tributarias y a las sanciones de dichas personas jurídicas.
De este modo, la LGT permite a la propia Admón, en virtud de su autotutela y sin necesidad de que lo
decidan los Tribunales, lo que se denomina levantamiento de velo de las personas jurídicas, evitando que
estas se usen como meras pantallas para ocultar o desviar situaciones patrimoniales.
8º. Serán responsables subsidiaros de las deudas tributarias derivadas de tributos que deban repercutirse o
de cantidades que deban retenerse a trabajadores, profesionales u otros empresarios, los administradores
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de hecho o de Derecho de las personas jurídicas obligadas a efectuar la declaración e ingreso de tales
deudas cuando, existiendo continuidad en el ejercicio de la actividad, la presentación de autoliquidaciones
sin ingreso por tales conceptos sea reiterativa y pueda acreditarse que dicha presentación no obedece a
una intención real de cumplir la obligación tributaria objeto de autoliquidación.
Se considerará que la presentación de las autoliquidaciones se ha realizado sin ingreso cuando, aun
existiendo ingresos parciales en relación con todas o algunas de las autoliquidaciones presentadas, el
importe total resultante de tales ingresos durante el año natural no supere el 25% del sumatorio de las
cuotas a ingresar autoliquidadas. Se presumirá que no hay intención real de cumplimiento cuando se
satisfagan créditos de vencimiento posterior a los tributarios y no preferentes.
En el caso de la responsabilidad subsidiaria, el acto declarativo sólo podrá dictarse tras la declaración de
fallido del obligado principal y, en su caso, de los responsables solidarios, notificándose entonces al
responsable subsidiario el acto derivativo de la responsabilidad, con el periodo voluntario para su ingreso.
En el caso de responsabilidad solidaria, el acto declarativo podrá notificarse antes o después de vencer el
periodo voluntario de ingreso del deudor principal. Si se notificó antes, bastará con requerir el pago al
responsable una vez vencido dicho periodo, concediéndole otro propio. En caso contrario, tras dicho
vencimiento se dictará y notificará al responsable el acto declarativo de la responsabilidad.
7. LA SUCESIÓN EN EL TRIBUTO
LA SUCESIÓN DE PERSONAS FÍSICAS
EXAMEN: la sucesión mortis causa en el tributo
El art 39 LGT dice que, a la muerte de los obligados tributarios, las obligaciones tributarias pendientes se
transmitirán a los herederos, sin perjuicio de lo que establece la legislación civil en cuanto a la adquisición
de la herencia.
El ámbito de la sucesión se extiende a todos los herederos que, salvo aceptación a beneficio de inventario,
responderán de las obligaciones tributarias del causante con todos sus bienes y derechos.
Los legatarios están exonerados de responsabilidad en las deudas del causante, pero la admite cuando
toda la herencia se hubiera repartido en legados, o cuando el bien estuviera afecto a la obligación.
Mientras la herencia se encuentre yacente, el cumplimiento de las obligaciones tributarias del causante
corresponderá al representante de la misma.
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El ámbito objetivo de la sucesión será en toda deuda, no sólo en la obligación tributaria principal, y tanto si
al fallecimiento estaban liquidadas como si estuvieran pendientes de cuantificación. No obstante, en
ningún caso se transmitirán las sanciones. Las obligaciones que tuviera el causante a título de responsable,
sólo se transmitirán a los herederos cuando ya se hubiera notificado el acto declarativo de responsabilidad
con anterioridad al fallecimiento.
Cuando la Ley no limite la responsabilidad patrimonial de los socios, partícipes o cotitulares, las
obligaciones tributarias se transmitirán íntegramente a estos, que quedarán obligados solidariamente a su
cumplimiento.
Ello significa que, para el cobro de las obligaciones tributarias pendientes de la sociedad, la Admón podrá
dirigirse por el total de las deudas pendientes contra cualquiera de los socios. Si su cuota de liquidación
más las percepciones de los dos años anteriores es inferior a las deudas pendientes, se limitará la exigencia
al valor de esa suma, lo que constituye una excepción al principio de la solidaridad de integridad de la
deuda.
2º. El hecho de que la deuda tributaria no estuviera liquidada en el momento de producirse la extinción de
la personalidad jurídica de la sociedad o entidad, no impedirá la transmisión de las obligaciones tributarias
devengadas a los sucesores, pudiéndose entender las actuaciones con cualquiera de ellos.
En este caso no existe límite a la responsabilidad de cada socio, debiendo estos responder con todo su
patrimonio.
3º. En los supuestos de extinción o disolución sin liquidación de sociedades mercantiles, las obligaciones
tributarias pendientes de las mismas se transmitirán a las personas o entidades que sucedan o que sean
beneficiarias de la correspondiente operación. Esta norma también será aplicable a cualquier supuesto de
cesión global del activo y pasivo de una sociedad mercantil.
4º. En caso de disolución de fundaciones o entidades a las que se refiere el art 35 de esta Ley, las
obligaciones tributarias pendientes de las mismas se transmitirán a los destinatarios de los bienes y
derechos de las fundaciones o a los partícipes o cotitulares de dichas entidades.
5º. Las sanciones que pudieran proceder por las infracciones cometidas por las sociedades y entidades a las
que se refiere este artículo, serán exigibles a los sucesores de las mismas, en los términos establecidos en
los apartados anteriores, hasta el límite del valor de la cuota de liquidación que les corresponda.
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La LGT no indica nada en cuanto al régimen de responsabilidad, por lo que cabe aplicar la presunción de
mancomunidad, pues se trata de pluralidad de deudores de una o varias obligaciones. La Admón podrá
dirigirse contra cada copartícipe por la parte proporcional de la deuda correspondiente a su participación
en el ente colectivo, de la que responderá con todo su patrimonio.
A diferencia de la sucesión en las personas físicas, las sanciones que pudieran proceder por las infracciones
cometidas por las entidades extinguidas se exigirán a sus sucesores.
En relación a los no residentes en España, como regla general se remite a lo dispuesto por la normativa de
cada tributo y, en defecto de regulación, fija como domicilio fiscal del no residente el de su representante
en España.
La Admón podrá exigir a los sujetos pasivos que declaren su domicilio tributario y se impone al particular
que comunique a la Admón el cambio del mismo. El incumplimiento de este deber provocará que las
actuaciones y notificaciones administrativas en el domicilio anterior sean válidas y surtan efectos, e incluso,
tras la comunicación del cambio de domicilio, podrán seguir tramitándose al anterior las actuaciones de
procedimientos iniciados de oficio con anterioridad a dicha comunicación.
Cuando concurran varios titulares en una misma obligación tributaria, se presumirá otorgada la
representación a cualquiera de ellos, salvo que se produzca manifestación expresa en contrario. La
liquidación que resulte de dichas actuaciones deberá ser notificada a todos los titulares de la obligación. La
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falta o insuficiencia de poder no impedirá que se tenga por realizado el acto de que se trate, siempre que se
acompañe aquél o se subsane el defecto dentro del plazo de diez días.
En cuanto a la representación legal, el art 45 señala que, por quienes carezcan de capacidad de obrar,
actuarán sus representantes legales.
Por las personas jurídicas actuarán las personas que ostenten, en el momento en que se produzcan las
actuaciones, la titularidad de los órganos a quienes corresponda su representación.
Por los entes sin personalidad, actuará en su representación quien la ostente, siempre que resulte
acreditada de forma fehaciente y, de no haberse designado representante, se considerará como tal el que
aparentemente ejerza la gestión o dirección o, en su defecto, cualquiera de sus miembros.
Los obligados tributarios que no residan en España deberán designar un representante como domicilio en
territorio español cuando operen en dicho territorio a través de un establecimiento permanente, cuando lo
establezca la normativa tributaria o cuando, por las características de la actividad realizada o por la cuantía
de la renta obtenida, así lo requiera la Admón tributaria.
HOTS
Supuestos de responsabilidad solidaria
El art 42 LGT configura, como supuestos de responsabilidad solidaria:
1. A quienes colaboren en la comisión de infracciones tributarias
2. A los miembros o partícipes de los entes sin personalidad del art 35 LGT
3. A los adquirientes de empresas con deudas tributarias pendientes
4. A quienes incurran en ciertos supuestos que dificultan la actuación recaudatoria de la Admón
5. A las CCAA y EELL, de las deudas tributarias contraídas por las entidades de Derecho público
dependientes de ellas, por las sociedades mercantiles de capital íntegramente público y por las
asociaciones voluntarias públicas en las que participen, en proporción a sus respectivas cuotas.
6. A los causantes y colaboradores de los hechos que motivan la liquidación prevista en el art 250,
referida a los elementos de la obligación vinculados a un posible delito fiscal, y que se hallen
imputados o condenados por el mismo.
¿Son sinónimas las expresiones “obligado tributario” (o deudor tributario) y “sujeto pasivo”? justifique
su respuesta a la luz de lo previsto en la LGT
No. Conforme al art 36 LGT, el sujeto pasivo es el obligado tributario que debe cumplir la obligación
tributaria principal, así como las obligaciones formales e inherentes a la misma, sea como contribuyente o
como sustituto. Todo sujeto pasivo es obligado tributario, pero no a la inversa, pues puede haber deudores
u obligados al pago que no son contribuyentes ni sustitutos. El art 35 LGT enumera una lista de obligados
tributarios, entre los que el contribuyente y el sustituto son sólo dos de ellos.
De acuerdo con el art 35.4 LGT, ciertos entes sin personalidad tendrán la consideración de obligados
tributarios en las leyes tributarias en que así se establezca ¿a qué entes sin personalidad se refiere este
precepto?
El art 35.4 establece que “Tendrán la consideración de obligados tributarios, en las leyes en que así se
establezca, las herencias yacentes, comunidades de bienes y demás entidades que, carentes de
personalidad jurídica, constituyan una unidad económica o un patrimonio separado susceptibles de
imposición.”
En el caso de la responsabilidad subsidiaria, dicho acto sólo podrá dictarse tras la declaración de fallido del
obligado principal y, en su caso, de los responsables solidarios, notificándose entones al responsable
subsidiario el acto declarativo de la responsabilidad, con el correspondiente periodo voluntario para su
ingreso.
En la responsabilidad solidaria, el acto declarativo podrá dictarse y notificarse antes o después de vencer el
periodo voluntario de ingreso del deudor principal. Si se notificó antes, bastará con requerir el pago al
responsable una vez vencido dicho periodo, concediéndole otro propio. En caso contrario, tras dicho
vencimiento se dictará y notificará al responsable el acto declarativo de la responsabilidad.
empresarios, en la parte que corresponda a las obras o servicios objeto de contratación o subcontratación
(por ejemplo, el IVA que el profesional repercute a la propia empresa).
Conforme al art 43 LGT, esta responsabilidad no será exigible cuando el contratista o subcontratista haya
aportado al pagador un certificado específico de encontrarse al corriente de sus obligaciones tributarias
emitido a estos efectos por la Administración tributaria durante los 12 meses anteriores al pago de cada
factura correspondiente a la contratación o subcontratación.
¿Qué circunstancias deben concurrir para que pueda dictarse el acto declarativo de responsabilidad
subsidiaria?
Dicho acto sólo podrá dictarse tras la declaración de fallido del deudor principal y, en su caso, de los
responsables solidarios.
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De acuerdo con el art 36.1 LGT, ¿qué modalidades hay de sujeto pasivo?
El art 36 LGT define al sujeto pasivo como el obligado tributario que, según la ley, debe cumplir la
obligación principal, así como las obligaciones formales inherentes a la misma, sea como contribuyente o
sustituto.
Así pues, las modalidades de sujeto pasivo son el contribuyente y el sustituto.
Dicho artículo añade que, el ámbito aduanero, también será considerado sujeto pasivo el obligado al pago
del importe de la deuda aduanera, conforme a lo que establezca la normativa aduanera en cada caso.
Definición de sujeto pasivo en la LGT. Indique además si el responsable del tributo merece la calificación
de sujeto pasivo.
El art 36 LGT define al sujeto pasivo como el obligado tributario que, según la Ley, debe cumplir la
obligación tributaria principal y las obligaciones formales inherentes a la misma, sea como contribuyente o
como sustituto.
El responsable del tributo se trata de un tercero que se coloca junto al sujeto pasivo o deudor principal del
tributo pero, a diferencia del sustituto, no lo desplaza de la relación tributaria ni ocupa su lugar, sino que se
añade a él como deudor, de forma que habrá dos deudores del tributo. El responsable, que lo será por
mandato legal, no es en ningún caso sujeto pasivo del tributo, ni deudor principal, que sigue siéndolo
quien la ley haya designado como tal.
¿Puede ser sujeto pasivo de un tributo una persona que no ha realizado el hecho imponible?
Sí. El art 36 LGT define al sujeto pasivo como el obligado tributario que, según la Ley, debe cumplir la
obligación tributaria principal y las obligaciones formales inherentes a la misma, sea como contribuyente o
como sustituto.
Por tanto, se atiende a la vinculación frente a la HP, con independencia de la causa de dicha vinculación,
concretamente con independencia de si esta se debe o no a la realización del hecho imponible.
Admón ni los particulares puedan alterar dichas posiciones, y ambos deben cumplir la obligación tributaria
principal y las obligaciones formales inherentes a la misma.
El citado precepto define también estas figuras.
El contribuyente es el sujeto pasivo que realiza el hecho imponible, mientras que el sustituto es el sujeto
pasivo que debe cumplir las obligaciones, por imposición de la ley y en lugar del contribuyente.
Miguel transmite una vivienda a Francisco. Pasado un tiempo, Francisco transmite esa vivienda a Pedro.
En el caso de que Francisco no haya satisfecho el impuesto sobre transmisiones patrimoniales que grava
la primera transmisión ¿está Pedro obligado a soportar la ejecución de ese gravamen sobre la vivienda
que ha adquirido? En caso afirmativo, indique en qué casos puede suceder esto.
Sí. El art 79 LGT, relativo a la afección de bienes, establece que los adquirientes de bienes afectos por ley al
pago de la deuda tributaria responderán subsidiariamente con ellos, por derivación de la acción tributaria,
si la deuda no se paga.
El citado artículo añade que, los bienes y derechos transmitidos quedarán afectos a la responsabilidad e las
cantidades correspondientes a los tributos que graven tales transmisiones, adquisiciones o importaciones,
cualquiera que sea su poseedor, salvo que éste resulte ser un tercero protegido por la fe pública registral.
Un despacho de abogados ha contratado una empresa para que limpie sus oficinas. ¿Es responsable el
despacho de las deudas tributarias de la empresa de limpieza? En caso afirmativo, indique a qué deudas
tributarias se extiende la responsabilidad.
Según el art 43 LGT, serán responsables subsidiarios de la deuda tributaria las personas o entidades que
contraten o subcontraten la ejecución de obras o la prestación de servicios correspondientes a su actividad
económica principal, por las obligaciones tributarias relativas a tributos que deban repercutirse o
cantidades que deban retenerse a trabajadores, profesionales u otros empresarios, en la parte que
corresponda a las obras o servicios objeto de la contratación o subcontratación.
En este caso, los servicios contratados no corresponden a la actividad económica principal del despacho
de abogados, por lo que éste no es responsable de las deudas tributarias de la empresa de limpieza.
De acuerdo con el art 23.2 del TRLRHL, tendrán condición de sustitutos del contribuyente en las tasas
establecidas por la utilización privativa o el aprovechamiento especial por entradas de vehículos o
carruajes a través de las aceras (tasas de vados) los propietarios de las fincas y locales a que den acceso
dichas entradas. Teniendo en cuenta los conceptos generales de tasa y de sujetos pasivos:
a) ¿Quiénes serán los contribuyentes de las tasas señaladas?
Conforme al art 36 LGT, el contribuyente es el sujeto pasivo que realiza el hecho imponible. El hecho
imponible de la tasa es la utilización privativa o el aprovechamiento especial del dominio público por lo
que el contribuyente será el titular de dicha utilización o aprovechamiento, bien sea como inquilino o
como propietario.
b) Si los sustitutos no satisfacen la tasa, ¿puede la Admón exigir su pago a los contribuyentes?
No, la Admón no puede exigir el pago a los contribuyentes, puesto que el sustituto como sujeto pasivo
está impuesto por la Ley. No obstante, la LGT habilita al sustituto para que pueda exigir el pago del
tributo al contribuyente.
1. LA BASE IMPONIBLE
CONCEPTO
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Bases monetarias y no monetarias. La base monetaria permite aplicar directamente sobre ella los
porcentajes establecidos por la ley, mientras que las no monetarias deberán gravarse por aplicación de
cantidades monetarias sobre las unidades físicas o de otro tipo que la expresen (euros por litros…).
Bases imponibles agregadas o desagregadas. En función de que se les aplique en toda su magnitud un
mismo tipo de gravamen o se prevea su descomposición para aplicar diversos tipos. Este último caso es el
del IRPF, que registra porciones de base sometidas a un tipo general y otras sometidas a tipos distintos.
Bases alternativas, subsidiarias o complementarias. Cuando la propia ley del tributo prevé más de una
base imponible normativa. En estos casos hay que determinar con exactitud si la relación entre una y otra
definición es subsidiaria, o puede acudirse alternativamente a alguna de ellas, como opción del sujeto o de
la Admón.
EXAMEN: diferencias entre unos y otros métodos de estimación de la base imponible Estimación directa
Podrá utilizarse por el contribuyente y por la Admón de acuerdo con lo dispuesto en la normativa de cada
tributo. En su aplicación, la Admón utilizará las declaraciones o documentos presentados, los datos
consignados en libros y registros comprobados administrativamente, y demás documentos justificantes y
datos que tengan relación con los elementos de la obligación tributaria. Su característica principal es que
se efectúa con base en datos reales, y no sólo en los de soporte documental.
Es el método que mejor se adecúa a medir la capacidad económica real del sujeto gravado. El régimen de
estimación directa no existe con carácter puro en ningún tributo, de tal modo que se integran con ciertas
presunciones o ciertos datos estimativos o imputados.
Estimación objetiva
A diferencia del método anterior, se caracteriza por estimar la base imponible mediante la aplicación de
magnitudes, índices, módulos o datos previstos en la normativa propia de cada tributo. Aunque los índices
o módulos pueden ser datos reales de cada obligado, su carácter objetivo estriba en que arrojan
resultados iguales para cada sector, actividad o grupo de contribuyentes para los que se prevean.
Estimación indirecta
Se utilizan métodos indiciarios a falta de datos concretos en los siguientes supuestos: (estos son los
presupuestos legitimadores)
1. Falta de presentación de declaraciones o presentación de declaraciones incompletas o inexactas
2. Excusa, obstrucción o negativa a la inspección
3. Incumplimiento sustancial de las obligaciones contables o registrales
4. Desaparición o destrucción de los libros y registros contables
Los medios para la estimación indirecta se establecen en el art 53 LGT, e incluyen los datos y antecedentes
relevantes, elementos que acrediten la renta o los bienes, rendimientos, ventas o costes normales en el
sector productivo de que se trate, y la valoración de los índices o módulos de los respectivos
contribuyentes. Estos datos sólo podrán ser tenidos en cuenta:
1. En caso de regularización, cuando se aporten con anterioridad a la propuesta.
2. Cuando el obligado demuestre que fueron de imposible aportación en el procedimiento. A estos
efectos, se ordenará la retroacción de las actuaciones al momento en que se apreciaron tales
circunstancias.
Para la aplicación de este régimen se exigirá un informe razonado de la Inspección acerca de sus motivos.
pero sin que exista prestación pecuniaria. Por tanto, su efecto es idéntico al de una exención total.
Alícuotas o tipos de gravamen porcentuales. Se aplican a las bases imponibles ya expresadas en dinero, y
pueden ser:
1. Alícuotas proporcionales. No varían sea cual sea la magnitud de la base. Siempre arrojarán la
misma proporción de la base como cuota tributaria. Por ejemplo, el 6% en las transmisiones de
inmuebles sujetas al ITP, o los tipos de IVA.
2. Alícuotas progresivas. Aumentan a medida que lo hace la base. A su vez, la progresividad alícuota
puede ser:
a. Continua, cuando a la totalidad de la base se le aplica la alícuota correspondiente a la
cantidad a que asciende la base. Dado que puede dar lugar a errores de salto, arrojando
cuotas muy superiores por incrementos mínimos de la base imponible. El art 56 LGT
dispone que se reducirá la cuota resultante en el exceso que suponga el aumento de cuota
respecto al incremento de la base imponible, salvo que el tributo se pague mediante
efectos timbrados, como es el caso de las letras de cambio, entre otros.
b. Por escalones, cuando se divide la base en tramos ideales aplicándose a cada uno su
correspondiente alícuota, obteniendo así porciones de cuota por cada tramo, que deberán
sumarse para hallar la cuota tributaria total. Una segunda modalidad de corrección del
error de salto es la prevista por el IRPF. A partir de una tarifa por escalones, dado que la
base imponible siempre se situará entre dos de ellos, se aplica la alícuota a la parte de la
base imponible que cubra un tramo y, al resto de la base, que será inferior a la diferencia
hasta el escalón siguiente, un tipo marginal más elevado, de modo que conforme la base
se acerca al siguiente tramo, la cuota resultante se aproxima a la de éste.
El art 31 CE ordena la progresividad del sistema tributario. Debe señalarse que el término progresividad
tiene diferentes significados:
1. Cuando se refiere al principio de justicia, está estrechamente ligado a la capacidad económica.
2. Cuando se refiere a la estructuración de la tarifa o escala de tipos de un tributo determinado, se
trata de una técnica de articulación de las alícuotas que las hace aumentar a medida que lo hace la
base imponible.
Distinguimos entonces entre la progresividad de la tarifa y la progresividad del tributo. Aunque la
progresividad de la tarifa coadyuve a que el tributo sea progresivo, no es condición necesaria ni suficiente
para logar el principio de progresividad.
El juicio acerca del carácter progresivo de un tributo tendrá en cuenta, como uno de sus elementos, la
disposición de las alícuotas, pero también el hecho imponible, la previsión de exenciones, deducciones o
bonificaciones de la cuota, etc., es decir, su estructura global y la medida en que refleja las exigencias de la
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justicia tributaria. Por ello, podría ser más acorde con el principio de progresividad del art 31 CE un tributo
con alícuota proporcional que otro con una tarifa progresiva.
EXAMEN: concepto de cuota líquida. Señale si la cuota líquida es siempre la cantidad a ingresar al ente
público
El art 56 LGT denomina cuota líquida al resultado de practicar, sobre la cuota íntegra, las minoraciones
previstas en la ley de cada tributo. La cuota diferencial será el resultado de minorar la cuota líquida en el
importe de las deducciones, pagos fraccionados, retenciones, ingresos a cuenta y cuotas, conforme a la
normativa de cada tributo.
Conforme a esto, la cuota líquida no es siempre la cantidad a ingresar por el tributo. En los tributos en que
la cuota íntegra sea objeto de minoración para dar paso a la cuota líquida, será esta última la que indique
la contribución por este tributo.
La cuota líquida es la que se erige en contenido y constituye el objeto de la obligación tributaria principal,
pues la posterior cuota diferencial, en caso de existir, es la cantidad a devolver, en su caso, por la Admón
como consecuencia de que se ha ido abonando todo o parte del tributo con antelación.
HOTS
Hay dos clases de tipos gravamen: tipos en sentido estricto y alícuotas. ¿Qué diferencia hay entre ellos?
Los tipos de gravamen en sentido estricto se aplican a bases imponibles no monetarias, y pueden ser
específicos, si consisten en una cantidad fija por unidad de base imponible; o graduales, si varía la suma de
dinero a aplicar sobre la base según una escala en función de su magnitud, cabiendo tipos mixtos que
combinen ambas modalidades.
Financiero y Tributario I 1º Parcial – Curso 16-17 - Nandae
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Las alícuotas se aplican a bases imponibles ya expresadas en dinero, y pueden ser alícuotas
proporcionales, que no varían sea cual sea la magnitud de la base; o progresivas, que aumentan a medida
que lo hace la base, de forma que al aumentar ésta corresponde una alícuota superior a la que recae sobre
una base inferior.
1. EL PAGO O INGRESO
El art 160 LGT establece que la recaudación de las deudas tributarias podrá realizarse:
1. En periodo voluntario, mediante el pago del obligado tributario en los plazos previstos en el art 62.
2. En periodo ejecutivo, mediante el pago espontáneo del obligado o, en su defecto, a través del
procedimiento de apremio.
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Iniciado el periodo ejecutivo, la Admón efectuará la recaudación de las deudas liquidadas o autoliquidadas
por el procedimiento de apremio.
El inicio del periodo ejecutivo determinará la exigencia de los intereses de demora y de los recargos en
periodo ejecutivo y, en su caso, de las costas del procedimiento de apremio.
NORMAS GENERALES
El pago de un tributo no es lo mismo que el pago de una obligación del Derecho privado, y tampoco la
posición de la Admón es tan pasiva como la del acreedor civil. La normativa tributaria ofrece numerosos
puntos de apoyo a esta afirmación:
1. La exigencia del pago en unos plazos determinados se impone de forma obligatoria tanto al sujeto
pasivo como a la Admón acreedora que, por tanto, no puede alterarlos libremente.
2. La exigencia de ciertas prestaciones accesorias, como los recargos por declaración extemporánea,
debe estar precedida por un procedimiento administrativo.
3. El pago en especie no se produce de forma automática, sino que, a la necesidad de su cobertura
legal, se añade la existencia de un procedimiento para que determinados órganos acepten de
forma expresa este medio de pago.
¿Quiénes deben y pueden efectuar el ingreso? Los obligados tributarios (sujetos pasivos, retenedores,
infractores y responsables). El RGR menciona a las personas que pueden pagar los tributos, lo que no obsta
para que sea el contribuyente quien deba pagarlos en primer lugar. El RGR advierte que, en el caso de
producirse el pago por un tercero, en ningún caso estará este legitimado para ejercitar ante la Admón los
derechos que correspondan al obligado al pago.
En efectivo
El art 34 RGR establece los medios del pago en efectivo:
1. Dinero de curso legal 2. Cheque 3. Tarjeta de crédito o débito 4. Transferencia bancaria 5. Domiciliación
bancaria 6. Cualesquiera otros autorizados por el Ministerio de Economía y Hacienda.
Para que el ingreso pueda entenderse realizado y, por ende, satisfecha la prestación, las normas establecen
las siguientes reglas:
1. Será el día en que se realizó el ingreso en las cajas de los órganos competentes, oficinas
recaudadoras o entidades autorizadas.
2. El ingreso en una entidad colaboradora liberará de la deuda desde la fecha del justificante, sin que
surtan efectos por sí solas las órdenes de pago dadas a la entidad.
3. Si se paga mediante cheque, el obligado quedará liberado desde su entrega si aquél se hace
efectivo. Si no se hiciera, se exigirá la deuda en apremio a la entidad que válidamente lo conformó,
o al propio obligado.
Efectos timbrados
Consiste en el empleo de documentos impresos con un dibujo, señal o anagrama especial, y el valor
correspondiente. El RGR enumera los efectos timbrados, remitiendo su regulación a las normas de los
tributos que los admiten (por ejemplo, Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados y el TR de Tasas
Fiscales).
La LGT señala que se entenderá pagada la deuda tributaria cuando los efectos timbrados se utilicen en la
forma que se determine reglamentariamente.
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Pago en especie
En realidad nos encontramos con una dación en pago, pero sólo está previsto que tenga efectos liberadores
la entrega de bienes que formen parte del Patrimonio Histórico Español.
APLAZAMIENTO Y FRACCIONAMIENTO
Normas generales
La LGT permite que, bajo determinadas condiciones y requisitos, las deudas tributarias puedan aplazarse o
fraccionarse.
El aplazamiento y el fraccionamiento no son institutos distintos desde un punto de vista legal, sino que
tienen el mismo tratamiento. Tampoco se hace distinción por el tipo de ingreso cuyo aplazamiento o
fraccionamiento se solicita.
La regulación de ambas figuras de la LGT y su desarrollo en el RGR no agota todos los supuestos y
modalidades que puedan revestir, sino sólo su régimen general. La normativa de cada tributo puede prever
regímenes especiales, como ocurre con el IRPF o el ISD.
El aplazamiento y fraccionamiento no debe confundirse con la suspensión de las liquidaciones solicitada al
hilo de alguna reclamación, aunque en ambos casos se produzca una demora en el ingreso de la deuda.
Por regla general, todas las deudas pueden ser aplazadas o fraccionadas. Como excepción, no son
aplazables:
1. En ningún caso, las deudas cuya exacción se realice mediante el empleo de efectos timbrados.
2. Las deudas correspondientes a obligaciones que deba cumplir el retenedor o el obligado a realizar
ingresos a cuenta, salvo en los casos y condiciones previstas en la normativa tributaria.
Tramitación
La tramitación del procedimiento no se regula con detalle en el RGR. Podemos indicar lo siguiente:
1. Los sucesivos trámites se llevarán a cabo por los órganos recaudadores. En particular, comprobarán
la existencia de los requisitos materiales (las dificultades económico-financieras transitorias), la
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Finalización
El procedimiento finaliza, normalmente, mediante una resolución expresa y motivada que, entre otros
extremos, puede o no conceder el aplazamiento o fraccionamiento y decidir los plazos aplicables. La
resolución debe ser notificada con expresión de las consecuencias a que haya lugar, según sea aprobatoria
o denegatoria.
Además, el procedimiento puede finalizar de otras maneras:
1. Por silencio administrativo (el sentido del silencio en estos supuestos será negativo)
2. Por desistimiento del solicitante, cuando no aportara los documentos omitidos en el plazo
concedido.
Si además del aplazamiento se concede el fraccionamiento, se calcularán los intereses de demora de cada
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fracción desde la finalización del periodo voluntario hasta el vencimiento del plazo de cada una,
exigiéndose su ingreso con la fracción correspondiente.
En caso de no ingresar un plazo, se exigirá en vía de apremio y, si no se satisface, se consideran vencidos
todos los posteriores y se exigirán así mismo en vía de apremio.
Si al solicitarse el fraccionamiento ya se estaba en apremio, la falta de ingreso de un plazo determina
directamente la continuación del procedimiento ejecutivo.
Denegación
En caso de denegación, habrá de ingresarse la deuda en lo que reste del periodo voluntario.
Si éste hubiera vencido, hasta el 20 del mes siguiente o hasta el 5 del segundo mes posterior al de la
recepción de la notificación, según que ésta lo hubiera sido en la primera o en la segunda quincena,
abonándose interés de demora hasta la denegación.
Si se solicitó con la deuda en apremio, continuará el procedimiento.
2. LA PRESCRIPCIÓN
IDEAS GENERALES
La LGT configura la prescripción como una forma de extinción, tanto de las obligaciones tributarias como
del derecho a las devoluciones tributarias y de las responsabilidades derivadas de la comisión de
infracciones y sanciones tributarias.
La prescripción tributaria cumple funciones análogas a las que desempeña la prescripción extintiva en el
campo de las obligaciones civiles. No obstante, presenta algunas diferencias con la prescripción civil.
En materia tributaria, la prescripción afecta a la posición jurídica de dos sujetos contrapuestos. Al sujeto
titular del derecho, le perjudica el transcurso del plazo de prescripción, mientras que al sujeto que debe
soportar el derecho, le favorece tal transcurso
Ejemplos
1. Si una persona no realiza una declaración tributaria a la que está obligado, y transcurren más de
cuatro años desde el momento en que debió hacerlo, la prescripción perjudica a la HP, que ya no
tendrá derecho a calcular el tributo debido ni a cobrarlo. En cambio, beneficia a la persona
incumplidora, pues ya no tendrá que pagar el impuesto.
2. Si una persona que tiene derecho a una devolución de impuestos, deja pasar cuatro años sin
reclamar tal devolución, la prescripción le perjudica porque ya no recuperará lo indebidamente
pagado. En cambio, se favorece a la HP, que ya no tendrá que devolver nunca impuesto alguno.
PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN
La LGT regula la prescripción de las obligaciones tributarias en los arts. 66 a 70, y de las infracciones y
sanciones en los arts. 189 y 190. De lo dispuesto en dichos preceptos se deduce que prescribirán a los
cuatro años:
1. El derecho de la Admón para:
a. Determinar la deuda tributaria
b. Exigir el pago de las deudas tributarias liquidadas y autoliquidadas
c. Exigir el cumplimiento de las obligaciones formales exigidas por la normativa tributaria
d. Exigir el pago de las sanciones tributarias
2. El derecho de los obligados tributarios para:
a. Solicitar las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo, las devoluciones de
ingresos indebidos y el reembolso de las garantías, aun cuando ya estuvieran reconocidas y
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cuantificadas.
El plazo de cuatro años no es un término absoluto tras el cual no puedan ejercerse estas potestades, sino
que los respectivos procedimientos podrán seguir desarrollándose más allá de ese límite si han sido
iniciados dentro de tal plazo.
De aquí se desprende la posibilidad de interrumpir la prescripción. Esta es una de las diferencias más
importantes entre prescripción y caducidad. La prescripción puede interrumpirse por la voluntad de los
implicados en los derechos y acciones correspondientes. La caducidad no se interrumpe, de tal forma que,
una vez que transcurre el plazo fijado por la ley, ya no es posible realizar la actividad a que se refería. Un
ejemplo será la impugnación ante el TEA de un acto tributario: si en el plazo de un mes desde su
notificación no se interpone recurso, transcurrido dicho plazo caduca la posibilidad de recurrir sin que, por
ningún motivo, pueda volver a iniciarse o reanudarse su cómputo.
30 de junio de 2011 comienza a contar el plazo de prescripción para que la HP calcule el impuesto y
también para que pueda cobrar lo debido.
Derecho del obligado a solicitar las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo, las
devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso de las garantías
Con carácter general, el cómputo se iniciará al día siguiente al que se realizó el ingreso indebido.
Si el ingreso indebido se realizó dentro del plazo para presentar la autoliquidación, desde el día siguiente
al que finalizó dicho plazo.
Cuando el derecho a la devolución derive de la normativa tributaria, el plazo se contará desde el día
siguiente al que finalice el plazo para solicitarla. En caso de no existir tal plazo, la prescripción comenzará
a contarse desde el día siguiente al que puedo solicitarse la devolución.
Cuando el ingreso indebido lo fuera por haberlo declarado una sentencia o resolución adva, el plazo se
computará desde el día siguiente a que tal sentencia o resolución hubiera alcanzado firmeza. La misma
regla debe aplicarse para la devolución del coste de las garantías.
Cuando el ingreso indebido lo fuera como consecuencia de la aplicación conjunta de tributos
incompatibles entre sí, el plazo comenzará desde la resolución del órgano específicamente previsto para
dirimir cuál es el tributo procedente.
Derecho del obligado a obtener la devolución de los ingresos indebidos y el reembolso del coste de las
garantías ya reconocidos
Cuando el derecho deriva de la normativa tributaria, el plazo se contará desde el día siguiente al que
finalice el plazo establecido para efectuar tal devolución.
Cuando el reconocimiento se hubiera realizado mediante resolución, acuerdo advo o decisión judicial, el
plazo se computará desde el día siguiente de la notificación.
Las distintas modalidades de prescripción son independientes entre sí, de modo que la interrupción del
plazo de una de ellas no afecta al cómputo del plazo de otra.
Todos los supuestos de interrupción del plazo de prescripción se aplican también en el cobro de tributos
que fueran titularidad de otros estados miembros de la UE o entidades internacionales o supranacionales.
como exige la LGT, por lo que la notificación deberá producirse antes de finalizar el periodo de prescripción
para que la actividad adva tenga eficacia interruptiva.
Por otra parte, no cualquier acto tendrá esa eficacia interruptiva, sino sólo aquellos que efectivamente
contribuyan a la liquidación, recaudación, exigencia de deberes formales o imposición de sanciones.
de la aprobación del convenio (para las deudas no incluidas en él), cuando el convenio sea exigible
al deudor (para las deudas incluidas en él), o cuando se reciba resolución judicial firme (si el
convenio no fue aprobado).
EFECTOS DE LA PRESCRIPCIÓN
Según el art 69 LGT, son los siguientes:
1. Extingue la obligación tributaria
2. Aprovecha a todos los obligados tributarios. Se exceptúan los casos de obligados
mancomunadamente. Del mismo modo que la interrupción de la prescripción para un obligado no
afecta a los otros, tampoco a los demás la prescripción ganada por uno de ellos.
3. Se aplica de oficio, aunque se hubiera pagado la deuda, sin necesidad de que la invoque o
excepciones el obligado tributario.
Compensación de oficio.
1. En general, es necesario que las deudas tributarias se encuentren en periodo ejecutivo.
2. Por excepción, se aplicará la compensación durante el periodo voluntario en los siguientes casos:
a. Cuando se determinen las cantidades a ingresar y devolver en un mismo procedimiento de
comprobación e investigación.
b. Cuando se deba practicar una nueva liquidación como consecuencia de haber sido anulada
otra anterior por resolución administrativa o judicial.
3. Por lo demás, se aplican las mismas normas que las establecidas para la compensación a instancia
del interesado. También sus efectos serán los mismos.
La compensación en el IRPF
Este tipo de compensación se regula en el art 97 de la Ley reguladora del IRPF. Sus normas esenciales son
las siguientes:
1. Sirve para compensar la deuda de un contribuyente casado (y no separado legalmente) con la
cantidad a devolver a que tiene derecho su cónyuge.
2. Requiere el consentimiento expreso de los dos cónyuges.
3. Además de la solicitud expresa, es necesario cumplir ciertos requisitos:
a. Que la deuda y la cantidad a devolver correspondan al mismo periodo
b. Que las declaraciones de los cónyuges se presenten simultáneamente
c. Que los peticionarios no estén acogidos al sistema de cuenta corriente tributaria
d. Que estén al corriente de sus obligaciones tributarias
4. El procedimiento es simple. La solicitud expresa de compensación suspende el plazo para ingresar
la deuda tributaria y, una vez hechas las comprobaciones precisas, se acuerda bien la
compensación total o parcial de la deuda, o bien su denegación.
5. El ingreso de la deuda debe realizarse junto con los intereses de demora calculados desde la fecha
de finalización del plazo de declaración del impuesto.
LA CONDONACIÓN
Según el art 75 LGT, las deudas tributarias sólo podrán condonarse en virtud de ley, en la cuantía y con los
requisitos que en ella se determinen.
No obstante, existen ciertos supuestos en los que se admite la condonación total o parcial de las deudas
tributarias o de ciertas prestaciones que pueden ser determinadas con ocasión de su exigencia, como las
sanciones. Son los siguientes:
1. La condonación total o parcial de la deuda acordada en el seno de un proceso concursal. La
posibilidad teórica de que en estos casos la HP acepte una quita en las deudas del deudor se
encuentra en el art 164 LGT.
2. La condonación parcial de las sanciones prevista en el art 188 LGT, en los casos de actas de la
inspección con acuerdo o de conformidad. En estos supuestos opera automáticamente una
condonación parcial de la sanción rebajándola en un 50% o un 30% respectivamente.
Ámbito subjetivo
En opinión de los autores, el art 77 LGT sólo puede referirse a la Hacienda estatal, porque cuando la LGT
alude a otras Haciendas territoriales lo indica de manera expresa (p.e., en el art 78).
Ámbito objetivo
La LGT menciona expresamente los créditos tributarios. No obstante, el RGR relaciona el derecho de
prelación con los créditos de la HP, sin especificar a cuáles de ellos se refiere. En opinión de los autores, el
problema debe resolverse a favor de la preferencia de la LGT que, además, señala que debe tratarse de
créditos vencidos y no satisfechos.
La cuestión es si con la expresión “crédito tributario” se alude a la cuota tributaria en sentido estricto o si
alcanza también a las demás prestaciones que pueden acompañarla (recargos de diversa naturaleza e
intereses). En opinión de los autores, la postura correcta es la de limitar la prelación a la cuota tributaria en
sentido estricto.
DERECHO DE AFECCIÓN
Conforme al art 79 LGT, la Admón goza de un derecho real de afección sobre el bien transmitido, en
garantía de los tributos que graven su transmisión.
Se exceptúa de su ámbito, por razones de seguridad jurídica, al tercero adquirientes protegido por la fe
pública registral y al adquiriente de buena y con justo título en establecimiento mercantil o industrial,
cuando se trate de bienes muebles no inscribibles.
Para el ejercicio del derecho de afección será necesaria la declaración de responsabilidad subsidiaria, lo que
implica que, después de fallido el deudor principal, se requerirá la deuda inicial, sin recargo de apremio,
costas ni intereses, al poseedor del bien afecto y, si no pagara, se ejecutará éste.
DERECHO DE RETENCIÓN
El art 80 LGT prevé, como facultad de la Admón, la retención de las mercancías presentadas a despacho
para liquidar los tributos que graven su tráfico.
Su ámbito es el de los tributos aduaneros. Dado que sólo autoriza a mantener la posesión de la cosa, pero
sin que pueda enajenarse, su eficacia es muy limitada, adquiriéndola más como instrumento de efectividad
para los derechos de afección y prelación general que con carácter autónomo.
Su carácter preventivo exige que puedan tomarse antes de que pueda producirse un hipotético perjuicio
pues, de otro modo, dejarían de tener sentido. Por ello se denominan cautelare, debiéndose distinguir las
garantías que recaen sobre el patrimonio o bienes singulares de los deudores tributarios, a las que nos
referimos, y las medidas de aseguramiento definitivas (por ejemplo, el embargo de los bienes del deudor
una vez inatendido el requerimiento de pago en el procedimiento ejecutivo).
Las medidas cautelares tienen las siguientes características en la LGT:
1. Se recogen entre las garantías del crédito tributario
2. Se reproducen como medidas cautelares específicas, la anotación preventiva y las medidas
cautelares de inspección
3. Se declaran expresamente aplicables a los procedimientos de recaudación las establecidas para la
inspección
4. Son aplicables a los tributos que fueran de titularidad de otros Estados miembros de la UE o de
entidades internacionales o supranacionales
Las reglas esenciales por las que se rigen estas medidas son las siguientes:
1. Sólo pueden tomarse una vez que la deuda tributaria ya está liquidada
2. Deben existir indicios racionales de que se puede frustrar el cobro de la prestación
3. Deben ser proporcionadas al daño que se pretenda evitar
4. Son provisionales. Deben levantarse cuando desaparezcan las causas que justificaron su adopción,
aunque la deuda no haya sido pagada, o bien convertirse en definitivas. No obstante, pueden ser
objeto de prórroga. En el ámbito tributario, el plazo máximo por el que pueden ordenarse estas
medidas es de seis meses.
5. Son indeterminadas. La LGT menciona la retención de devoluciones tributarias o de otros pagos, el
embargo preventivo de bienes y derechos o la prohibición de enajenar, entre otras, pero esta
relación es abierta.
Aunque el art 81 LGT parece indicar que toda medida cautelar debe ser adoptada por ley, en opinión de los
autores no resulta necesaria una norma de este rango más que en aquellos casos en que afecte a la libertad
o a los derechos esenciales de los ciudadanos.
La indeterminación de las medidas cautelares justifica que, a solicitud del interesado, la medida adoptada
pueda ser sustituida por otra, siempre que la ofrecida se estime suficiente.