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LA ACCIÓN EDUCATIVA DE LAS FMA EN TIEMPOS DIFÍCILES

INTRODUCCIÓN
La acción educativa que las Hijas de María Auxiliadora realizaron en México entre los años 1920 a 1940,
se desarrolló en un periodo difícil, puesto que, el gobierno liberal aplicó con mayor rigor las Leyes, entre
ellas aquella concerniente a la Educación. En el año 1915 se expidió la ley sobre Generalización de la
Enseñanza en la cual se planteaba la prohibición del clero a impartir educación, este evento aunado a
la proclamación del art. 3° en la Constitución Política del 1917, en el cual quedó estipulado que «la
enseñanza es libre, es laica, y gratuita en los establecimientos oficiales. Y que ninguna corporación
religiosa, ni ministro de culto, podrían establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria y que las
escuelas particulares sólo podrían establecerse sujetándose a la vigilancia oficial». Estos eventos
marcaron grandemente la vida y acción educativa de las FMA. En este período comprendido entre las
dos fechas, surgieron las repercusiones que la praxis educativa padeció, ya sea en la escuela que en
las otras obras.
Asumieron en este periodo los presidentes: Álvaro Obregón, que trató de iniciar el periodo de
reconstrucción de la Revolución. Entre las acciones que realizó su gobierno estuvo, el grande impulso a
la enseñanza y el intento de aplicar las Leyes de Reforma a las congregaciones religiosas. En el aspecto
educativo se creó la Secretaría de Educación Pública en 1921. A los 4 años de gobierno protestó como
Presidente el General Plutarco Elías Calles, quien, entre sus muchas acciones durante su gobierno,
pidió que se cumplieran con mayor rigor los preceptos constitucionales en particular los que se referían
a los artículos 3°, 27° y 130°.1 Se desencadenó, además el conflicto religioso armado. Con el Lic. Emilio
Portes Gil, nombrado presidente provisional en el 1928, concedió autonomía a la Universidad Nacional
y puso fin al conflicto religioso con los llamados “arreglos” en el 1929. Durante el gobierno del Ing.
Pascual Ortiz Rubio, se logró la expedición de la Ley del Trabajo, pero su mandato fue muy corto, ya
que renunció al 2do. año. Por lo tanto, se eligió como Presidente provisional al General Abelardo
Rodríguez. La obra más significativa de su gobierno fue la educativa. Al término de su gobierno (1934)
tomó la presidencia el general Lázaro Cárdenas, quien llevó durante su mandato, tres intensas
campañas: educativa, obrera y moralizadora. En el 1940, asumió la presidencia el general Manuel Ávila
Camacho, quien fomentó la unidad nacional y un laicismo tolerante fundado en valores nacionales.
En esta relación intento presentar la situación en general de la praxis educativa de las FMA en México,
centrándome en algunas de las obras que en ese período sufrieron fuertemente las repercusiones de
las leyes anticlericales. Se trata del Colegio “María Auxiliadora” de Ciudad de México que representaba
el centro de la acción salesiana femenina en México, Montemorelos, Casa San Ángel, “Colegio Obrador
de María Auxiliadora (y que en unos años después se llamó Colegio Progreso”), el colegio “María
Auxiliadora” de Chipilo, Puebla y brevemente menciono algunas obras como: Monterrey, Linares, Ciudad
Victoria que tuvieron experiencias muy similares. Las fuentes de las que me he servido son: las crónicas
de las obras, cartas de FMA, reglamentos de la escuela, artículos de periódicos, algunos testimonios
escritos de FMA, documentos de la Iglesia local como cartas o petitorias de los obispos, estudios de
historia de México y de historia salesiana, con los que me parece haber intentado reconstruir una parte
de la historia, la cual me ha permitido admirar y valorar la praxis educativa que las FMA desarrollaron en
este país para responder a las necesidades de las niñez y juventud mexicana.

1
Conciernen a la educación, a la capacidad de adquirir, poseer o administrar bienes a las asociaciones religiosas, la
intervención de los poderes federales a ejercer en materia de culto religioso.
1. Las repercusiones de la ley liberal sobre las obras educativas de las FMA
Las Hijas de María Auxiliadora para entrar en el contexto mexicano debieron conocer y adecuarse al
sistema educativo, marcado por una ideología liberal y anticlerical, apenas confirmado en la
promulgación de la Constitución Política del 1917. Las vicisitudes experimentadas en la praxis educativa
fueron numerosas, estas nos permitirán observar la creatividad que las FMA desarrollaron para educar
con un carisma que fue alternativa válida de educación para la niñez y juventud mexicana.
1. Adecuación a las orientaciones educativas
Desde los inicios de la obra educativa las FMA se adaptaron a la legislación mexicana para obtener la
aprobación de los títulos de estudio de parte del Gobierno. En el 1902, esperando la autorización también
para las clases de 5° y 6° elemental superior, se resolvió al Inspector Rodolfo Rodríguez Arana,
solicitando la posibilidad de presentar durante el año los exámenes de la primaria superior con el fin de
obtener el certificado que validara la educación en el colegio.2 Algunas religiosas recibieron después
las clases correspondientes en el colegio de San Sebastián en Ciudad de México, y después de ser
examinadas por el Prof. Miguel Cos Rodríguez, delegado de la Secretaría de Instrucción Pública, 6 FMA
recibieron el título de enseñanza.3 El 16 de diciembre de 1902 la dirección de Instrucción Pública autorizó
la educación elemental superior en el colegio.
Además de estar atentas y adecuarse a los contenidos prescriptos por el sistema educativo mexicano,
las FMA, al mismo tiempo, trataron de ofrecer la específica praxis educativa en fidelidad al fundador y al
espíritu de Mornés, retomando y desarrollando el mismo objetivo: “ofrecer una educación moral y
académica de modo que nada quede a desearse para una jovencita de honesta y cristiana familia.4 Tal
como se hacía en el primer internado de los orígenes, el aprendizaje literario, los trabajos domésticos,
la enseñanza religiosa y la formación moral se llevaban de manera similar en México, a excepción de
los contenidos solicitados de los programas educativos de la Nación. El intento de reproducir hasta
materialmente el internado de Nizza, se observa en la carta enviada de Madre Emilia Mosca a Sor Ursula
Rinaldi, directora del Colegio de Sta. Julia en la Ciudad de México, en la que había pedido las medidas
exactas y la disposición de los ambientes, incluso de los portales y las columnas.5
En los inicios del 1900, por primera vez en México se toma en consideración la formación de los niños
de 4 a 6 años. Los jardines de niños fueron destinados a favorecer el desarrollo físico, intelectual y moral
de los niños. Estas instituciones debían estar dirigidas únicamente por mujeres, que verificaran la

2
Cf Cronaca casa di Messico “Maria Ausiliatrice” para el año escolar del 1899 al 1904, 2 julio 1902.
3
Cf ivi 5 agosto 1902.
4
Programma. Casa di Maria Ausiliatrice per l’educazione femminile in Mornese, Torino, Tipografia dell’Oratorio di S. Francesco
di Sales 1873, en CAVAGLIÀ Piera – COSTA Anna (a cura di), Orme di vita tracce di futuro. Fonti e testimonianze sulla prima
comunità delle Figlie di Maria Ausiliatrice (1870-1881) = Orizzonti 8, Roma, LAS 1996, 81
5
Cf LOPARCO Grazia, L’apporto educativo delle Figlie di Maria Ausiliatrice negli educandati tra ideali e realizzazioni (1878-1922),
en GONZÁLEZ et al. (a cura di), L’educazione salesiana dal 1880 al 1922. Atti del 4° Convegno Internazionale di Storia dell’Opera
Salesiana, Ciudad de México, 12-18 febrero 2006, vol. II = ACSSA – Studi 2, Roma, LAS 2007, 164-165.
enseñanza de juegos libres y gimnasia, los dones de Fröebel,6 los trabajos manuales y el canto.7
Desafortunadamente no tuvieron mucho impulso sino hasta el 1925, cuando la Secretaría de Educación
Pública propuso una reforma que colocaba al niño en el centro de la educación.8
En las obras de las FMA, los jardines de niños prosperaron muy pronto en Italia, confiriéndoles un rol
significativo en orden a la educación infantil, conforme al desarrollo pedagógico europeo. La orientación
pedagógica y educativa para la gestión se encuentra en el reglamento-programa del Instituto publicado
en 18859 y en el de 1912.10 Ante tales convicciones, en la realidad mexicana los jardines de niños
dirigidos por las FMA aparecen en el colegio “María Auxiliadora” de la Ciudad de México, por primera
vez en las crónicas de 1903 al 1906 con una interrupción de 6 años y del 1912 al 1933. En el colegio de
Chipilo desde el inicio de esta obra (1921), el jardín de niños tuvo un grande florecimiento y con la
particularidad de ser mixto como las otras obras (escuela primaria, escuela vespertina). El jardín de niños
tuvo presencia en diversas obras de las FMA como, por ejemplo: en el colegio Independencia de la
Ciudad de México, en Linares N. L., en Laredo Texas. En las obras donde estaban presentes los jardines
de niños, se utilizó el método de Fröebel, con las adecuaciones previstas por el reglamento-programa
de las FMA y de las indicaciones de la Secretaría Educación Pública.
En 1934 con la reforma del artículo 3°, se declaró que la educación sería socialista. Por lo tanto, un
grande movimiento de descontento se generó en diferentes sectores de la República, sobre todo en las
instituciones educativas privadas, porque ya era difícil seguir la ley y sostener las visitas de control que
la SEP realizaba con tanto rigor desde el 1932, subrayando el carácter laical. Todavía las
congregaciones religiosas tenían que adecuarse a la nueva reforma si querían continuar su misión
educativa.
Las visitas de control de parte de los Inspectores de la Secretaría de Educación Pública eran muy
frecuentes en las obras de las FMA, así como en todos los colegios particulares. Estos observaban el
buen funcionamiento del Colegio, el progreso de los alumnos, valoraban la metodología utilizada y la
preparación profesional de las hermanas (muchas de las cuales eran europeas y por este motivo hacían
honor a su amplia cultura); presenciaban los exámenes semestrales y finales de los diferentes cursos;
firmaban las boletas de calificaciones de las alumnas y dejaban la relación escrita con algunas
observaciones. Entre los Inspectores, algunos apreciaban la acción educativa de las FMA y otorgaron
la aprobación para que pudiera continuar el colegio con su labor educativa, pero también hubo quienes
descubrieron alguna irregularidad y procedieron con rigor para hacer cumplir la ley. Entre las visitas que
se destacan en 1926, el Sr. De la Brena visitó el colegio de “María Auxiliadora” para examinar los textos

6
En su doctrina didáctica, Federico Froebel, propuso que los niños deberían de llevar a cabo su actividad por medio de material
didáctico especial. Con este material, ocupaba, educaba, enseñaba y hacia "dichoso al parvulito, llenando provechosamente
los momentos de su vida". En un principio, todo el material fue designado con el nombre de "Dones", porque "don", significa
"regalo". Los "dones" son uno de los cinco apartados que conforman el programa de estudio, tales como: juegos gimnásticos,
dones o juguetes, labores manuales, platicas y canto. (Cf RUIZ Luis E., Tratado elemental de pedagogía. Edición facsimilar.
México, UNAM, 1986, 83-84).
7
Cf BAZANT Mílada, Historia de la educación durante el porfiriato, México, El Colegio de México 2006, 25-26.
8
Cf LARROYO Francisco, Historia comparada de la Educación en México, México, D.F., Editorial Porrúa, 459-461.
9
Regolamento-Programma per gli Asili d’infanzia delle Figlie di Maria Ausiliatrice, S.Benigno Canavese, Tipografia e libreria
salesiana 1885.
10
Regolamenti e Programmi per gli Oratori festivi e per i giardini d’infanzia, Torino, Tipografia Silvestrelli e Cappelletti 1912.
en busca de algún documento comprometedor, pero no encontrando nada, se retiró muy sereno y
recomendó a las hermanas a soportar con fortaleza la prueba.11
En estas situaciones se puede observar como las FMA no ahorraron energías y soportaron todas las
dificultades, con tal que, se continuara a hacer el bien a la infancia y juventud mexicana.

2. METODO EDUCATIVO
Las escuelas, los internados, los jardines de niños, los oratorios y los talleres, son los ambientes en los
cuales las FMA trabajaron inicialmente con el intento de dar a las niñas y jóvenes del pueblo una
educación cristiana.12 El método que ellas trataron de practicar también en el contexto mexicano fue el
sistema educativo de Don Bosco, el Sistema preventivo. De hecho, fue explicado en el reglamento del
Colegio María Auxiliadora de Ciudad de México:
«El fin de este Colegio es proporcionar a las niñas, a la par que una educación católica e instrucción apropiada a
su condición, los medios para llegar a ser un día miembros útiles a la sociedad y a la familia. El método educativo
está basado sobre el Sistema Preventivo del gran educador del siglo XIX, Don Bosco”, conforme en todo a la
pedagogía moderna, según las exigencias de la sociedad actual, proporcionando una verdadera y práctica
ventaja para la juventud, pues, al mismo tiempo que ejerce una dulce influencia en el ánimo infantil, hace que la
relación entre maestras y alumnas esté regida por el mutuo amor y respeto».13

El sistema educativo de Don Bosco y la habilidad didáctica, que en general demostraban poseer las
FMA, en algunos casos se ganaban la admiración de las mismas autoridades escolásticas notoriamente
anticlericales y ateas. Esto suscitaba, en alguno un cierto escandalo; en muchos complacida
admiración.14 A diferencia del método Lascanter que la Secretaria de Educación Pública entendía
imponer a todas las escuelas de la Nación (en la escuela elemental), las FMA utilizaban el Sistema
Preventivo como método disciplinar que se funda en la razón, religión y amabilidad. 15 De frente al reto
que la educación en los colegios se quedará como un obsequio exterior de normas y de formadoras
comprensivas, se necesitaba un clima educativo centrado en positivas relaciones interpersonales. Madre
Emilia Mosca (1852-1900) en una carta invitaba a la directora del Colegio “María Auxiliadora”, D.F. a ser
madre para las alumnas, con un estilo apropiado:
“Debemos amar mucho a nuestras hijitas adoptivas, pero debemos amarlas con un amor fuerte, con un amor
que las prepare poco a poco a la vida, un amor que las lleve a Dios”16

11
Cf Cronaca Casa Messico “Maria Ausiliatrice” 30 octubre 1925.
12
Cf BOSCO Giovanni, Costituzioni per l’Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice (1872-1885). Testi critici a cura di Cecilia Romero
= Fonti 2, Roma, LAS 1983,1-3.
13
Reglamento del colegio María Auxiliadora, México 1909, en AGFMA 15 (894) 01. Estuvieron revisados los reglamentos del
Colegio del 1897, 1903, 1906 e 1909. Me basé en último porque me pareció que sea este el que incluye todos los elementos
de los reglamentos anteriores.
14
Cf SECCO Michelina, Suor Bussolino Ottavia, en ID., Facciamo memoria: cenni biografici delle FMA defunte nel 1939, Roma,
Istituto Figlie di Maria Ausiliatrice 1994, 170.
15
Cf BRAIDO Pietro, Prevenire non reprimere. Il sistema preventivo di don Bosco, Roma, LAS 1999, 289.
16
Cf Lettera di madre E. Mosca a suor Orsolina Rinaldi, Nizza 17-1-95. Citada en LOPARCO, L’apporto educativo, en GONZÁLEZ
et al. (a cura di), L’educazione salesiana 174.
Este objetivo se manifiesta particularmente en el testimonio de una de las hermanas, Sor Adele Colocci
(1886-1976), que encarnó el espíritu del “Sistema Preventivo”. Escuchaba con paciencia, animaba y
corregía con firmeza y bondad. Sabía suscitar entusiasmo; también en las jovencitas más rebeldes, al
final se rendían a la sinceridad de su ser y su buen hacer.17
En los programas de los colegios se hacía especial referencia a los principios del Sistema Preventivo;
la educación estaba dirigida a la formación de personas honestas y útiles a la sociedad y de modo
especial, a ser buenas madres de familia, hábiles en los trabajos domésticos. De la misma forma, era la
educación que el gobierno mexicano proporcionaba a las niñas. En una visita de los inspectores
escolares en el colegio “María Auxiliadora”, llegó Sr. Francisco Montes de Oca y no encontró a las
alumnas, porque era jueves día de descanso, quiso saludarlas y las encontró cosiendo su ropa blanca,
otras lavando el piso del comedor. Esto lo colmó de satisfacción y fue motivo de elogio para la institución
que se interesaba no solo en formación académica, sino en una educación integral18. Esta experiencia
de trabajo, común a las obras similares de aquel tiempo, se prolongó en los años.
Los programas que las FMA trataron de aplicar a la realidad mexicana estaban fundados en los del
internado de Nizza, ya que en los primeros años de la obra salesiana en México la directora del Colegio
María Auxiliadora, Sor Ursula Rinaldi, pidió los programas y el registro de estudios a Madre Emilia Mosca
responsable de la escuela.19
Se trataba de educar en un clima de alegría, sereno y pacífico. En las casas salesianas no podía faltar
la música, el teatro, el juego, los paseos, las fiestas, el trabajo, el momento de la oración: todos estos
elementos del Sistema Preventivo, las hermanas procuraban desarrollar en cada obra.
En el Colegio de Chipilo, la ayuda del Gobierno italiano estuvo presente, ya que se interesaba de las
familias y de su propia situación. Las visitas de las autoridades italianas eran frecuentes a esta obra.
Desde sus inicios, el embajador de Italia elogió la misión de las FMA en beneficio de la infancia y
juventud.20 En una visita de 1927 confirmó el apoyo al colegio y alabó la acción educativa:
“Las salesianas han mantenido vivo en Chipilo el respeto y amor a Italia. Gracias a ellas la colonia continúa hablando
italiano. Valorar el sentimiento católico en un colonia podría ser útil, también desde el punto de vista de italianidad,
sobre todo en este periodo de inestabilidad de la nación, así nuestros colonos se diferencian del pueblo mexicano
circundante que tienden al ateísmo a causa de la política el general Calles”21

Las fiestas eran preparadas por triduos, novenas, florecillas, compromisos. Se preparaban no solo las
religiosas, sino también las civiles, entre ellas algunas impuestas por el Gobierno porque celebraban

17
Cf COLLINO Maria – SECCO Michelina (a cura di), Suor Colocci Adele, en ID., Facciamo memoria: cenni biografici delle FMA
defunte nel 1976, Roma, Istituto Figlie di Maria Ausiliatrice 2007, 136.

18
Cf Cronaca Casa Messico “Maria Ausiliatrice” 7 octubre 1926.
19
Cf Lettera di M. E. Mosca a suor Orsola Rinaldi 22-10-95, en AGFMA 220 01-1-04. Citada en LOPARCO, L’apporto educativo,
en GONZÁLEZ et al. (a cura di), L’educazione salesiana 175.
20
Cf Cronaca della casa di Chipilo sotto il nome di “Maria Ausiliatrice”, 27 diciembre 1927.
21
SAVARINO Franco, Mito, historia e identidad en Chipilo, Puebla (1912-1943), in Cuicuilco 13(2006)36,
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=35103612, (5-09-2019), 286.
eventos culturales del País.22 Entre las fiestas tenía mucha importancia la distribución de los premios al
final del año escolar, amenizada por breves declamaciones, algún canto o pieza musical,
representaciones de comedia o dramas, como también números de gimnasia y al final una exposición
de los trabajos realizados durante el año. Estaban invitados los padres de familia, los bienhechores y
algunas autoridades escolares o religiosas.23
También la presentación de los exámenes se llevaba a cabo en la presencia de autoridades diferentes,
especialmente por los inspectores escolares, para verificar la validez de la enseñanza. Las materias de
moral o religión venían presenciadas por las autoridades religiosas (Obispo, Inspector de FMA y SDB).
En las carreras terminales, las finalistas debían acreditar su capacitación mediante demostraciones
públicas para obtener el documento final. Para obtener el título de maestras, presentaron el examen
profesional las Sritas. María de las Mercedes Méndez, Amelia Román y Luz María Cortés en 1931 y al
año siguiente las jóvenes Ana María Rigó y Griselda Álvarez, todas con excelente resultado.24

3. FORMACIÓN CULTURAL DE LOS MAESTROS


Durante el gobierno de Porfirio Díaz (1876-1911) las instituciones educativas católicas tuvieron un
importante florecimiento, porque el presidente dio grande apertura a las congregaciones religiosas que
trabajaran en este campo. Gracias a la política de paz que el porfiriato estableció con la Iglesia Católica,
las escuelas privadas no fueron sometidas a todas las normas que el sistema educativo exigía a las
escuelas públicas, porque gozaban de una libertad educativa garantizada. Efectivamente, la Dirección
de la Instrucción Pública verificaba únicamente si la organización y los programas de las escuelas
privadas estuvieran de acuerdo al programa educativo nacional, sin examinar a los maestros como lo
hacía con los profesores de las escuelas públicas.
En este contexto las FMA, al inicio de la actividad en México, no tuvieron muchas dificultades para
insertarse en el sistema educativo del País, ya que en poco tiempo obtuvieron la autorización de la
escuela primaria. No obstante, a las maestras no les fue solicitado el título para dar clases, las FMA
vieron oportuno cualificarse para responder a los desafíos educativos. Desde los orígenes, estuvo
presente en el Instituto la preocupación de la formación y de la preparación de las educadoras. María
Dominga Mazzarello había hecho continuamente la provocación a la necesidad de la formación del
personal y Don Bosco estimuló a las primeras hermanas a cualificarse en los métodos de enseñanza
para desarrollar con mayor provecho la misión entre las jóvenes.25 Con tal motivo, en las deliberaciones
de los primeros Capítulos generales de las FMA estuvo subrayado el compromiso formativo que tendría

22
Cf Cronaca casa di Messico “Alessandro Manzoni” 15 y 16 septiembre 1930. Celebraron las fiestas patrias con una
escenificación teatral, un desfile de internas por la mañana y por la tarde, juegos por varios grupos y en el externado una lúcida
Kermesse.
23
Cf Cronaca casa di Chipilo “Maria Ausiliatrice” 20 noviembre y 4 diciembre 1931.
24
Cf Cronaca casa di Messico “Alessandro Manzoni” 29 agosto 1932.
25
Cf LOPARCO Grazia, Gli studi nell’Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice: contributo sul primo cinquantennio (1872-1922) en
Italia, en MOTTO Francesco (a cura di), Insediamenti e iniziative salesiane dopo Don Bosco. Saggi di storiografia = ISS – Studi
9, Roma LAS 1996, 327-368.
que dirigirse sobre todo a las jóvenes candidatas a la vida salesiana, para habilitarse con las necesarias
competencias en la obra educativa hacia las niñas y jóvenes.26
Con las nuevas reformas del Sistema educativo en 1914, la situación para las escuelas católicas cambió
drásticamente ya que, no tuvo validez el principio de libertad educativa, por el contrario, religiosas y
sacerdotes fueron acusados de dirigir grupos revolucionarios, desencadenando una persecución. Por
consiguiente, escuelas particulares fueron clausuradas y expropiadas por el Gobierno. A partir de este
período, la Dirección de la Instrucción Pública llevó un control muy rígido en estas instituciones,
exigiendo el cumplimiento de todas las normas, que entraban en vigor. Las FMA en aquellos años
trataron de sobrellevar tales normas.
En 1932 las FMA del Colegio “María Auxiliadora”, D. F. recibieron de parte de la Secretaría de Educación
Pública, el permiso de presentarse a los exámenes para obtener los títulos de docencia. Las primeras
fueron 3 novicias y una aspirante, las cuales obtuvieron los títulos de Puericultura y de economía
doméstica en la escuela Normal de Toluca.27 Las educadoras continuaron la formación y certificación de
los títulos de este manera, y después de dos años el cuarto grupo obtuvo el Diploma. Para el año 1934,
estaban preparadas 24 hermanas, 10 novicias y aspirantes.28
El internado de Nizza fue por mucho tiempo el paradigma común,29 donde estudiaron numerosas
alumnas que después fueron FMA y donde se formaron hermanas y asistentes destinadas como
maestras y misioneras.30 Entre esas, están: S. Esther Castro (1890-1974) quien llegó a México, con el
título de maestra. Desafortunadamente después de 19 años de magisterio en la escuela superior, la
Secretaría de Educación Pública no le reconoció el título y no puedo continuar dando clases.31
En el colegio “María Auxiliadora” se tuvieron diferentes cursos para cualificar la preparación de las
religiosas, iniciaron por el curso de estenografía (taquigrafía) para habilitarse y enseñar a las alumnas.32
El 6 de junio de 1913 durante la visita de la Vicaria general S. Enriqueta Sorbone (1854-1942) a las
casas de América, con la secretaria S. Clelia Genghini (1872-1956), dio una conferencia a los maestros
y asistentes sobre la finalidad del Instituto y, al día siguiente, sobre las calificaciones y los castigos a las

26
«Las Deliberaciones establecen el modo de preparar convenientemente a las Hermanas en la enseñanza, las normas para
impartirlo con provecho, el método educativo y los medios para desarrollar los oratorios festivos» (Deliberazioni dei capitoli
Generali delle Figlie di Maria Ausiliatrice tenuti in Nizza Monferrato nel 1884, 1886 e 1892, Torino, Tipografia Salesiana 1894,
VI-VII).
27
Sor Dolores Brambila, Sor Josefina Vargas y Sor Carmela Martínez y la aspirante María de la luz Mier y Terán iniciaron a
convalidar los estudios en la escuela Normal de Toluca. En los años sucesivos, asistieron también FMA que habían obtenido
el título en el extranjero (cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 27 noviembre y 15 diciembre 1932).
28
Cf ivi 1, 4, 20 junio 1934.
29
Cf CAVAGLIÀ Piera, Educazione e cultura per la donna. La Scuola Nostra Signora delle Grazie di Nizza Monferrato dalle origini
alla riforma Gentile (1878-1923) = Il Prisma 10, Roma, LAS 1990; MEARDI Eugenia, Don Michele Rua e la casa-madre di Nizza
Monferrato, en LOPARCO – ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua 515-537.
30
Cf LOPARCO, L’apporto educativo, en GONZÁLEZ et al. (a cura di), L’educazione salesiana 166.
31
Originaria de San Salvador, El Salvador. Fue admitida a Nizza Monferrato en el 1911, donde estudió en la escuela Normal;
después de la profesión fue asignada a la Inspectoría de México. Fue maestra de la escuela superior por casi 20 años y en el
1935 regresó a El Salvador (cf SECCO Michelina, Suor Castro Comar Maria Esther, en ID. [a cura di], Facciamo memoria. Cenni
biografici delle FMA defunte nel 1974, Roma, Istituto Figlie di Maria Ausiliatrice 2006, 121-123).
32
Cf Cronaca Casa Messico “Maria Ausiliatrice” 11 septiembre 1912.
alumnas.33 Este tipo de cursos continuó durante varios años, ya que, en las crónicas de la comunidad
se mencionan como por ejemplo: “Debido a las exigencias de las autoridades escolares, durante las
vacaciones se impartió el curso de enseñanza de idiomas, aritmética y lecciones sobre el método
materno.34
La Secretaría de la Instrucción Pública realizó diferentes congresos nacionales sobre Educación, sobre
todo cuando se fundó la escuela Normal Nacional durante el gobierno de Porfirio Díaz. Las FMA también
fueron invitadas a participar de estos encuentros, sin embargo, no participaron directamente a estas
propuestas porque se realizaban en un ambiente completamente laico, en el que no compartían toda
esta ideología, así se mantuvieron al margen cumpliendo con las normas que eran obligatorias para
continuar la obra en los colegios.
El 16 de noviembre de 1932 se promulgan nuevos decretos en los que se restringen las libertades, ya
tan escasas, para los colegios particulares. Se exigen títulos a las maestras, sin cuyo requisito no podrán
trabajar. Se les obliga a escalafonarse y como condición general, no pueden ser maestras ningún
miembro de alguna congregación religiosa, debía hacerse delante del Ministro de Educación Pública,
con 2 testigos. El 23 de noviembre, las maestras del Colegio “Alejandro Manzoni” se presentaron a las
autoridades con los propios títulos de enseñanza y otros documentos pedidos por la ley.35 En el
testimonio escrito por S. Concepción Cortés narra la situación que vivían las FMA, en el cumplimiento
de estos decretos:

«Los obispos dan normas y dicen que se puede hacer esa comedia, dando razones para tranquilizar las conciencias.
Nos presentamos al Ministerio, donde se nos entregaba un formulario que debíamos llenar y firmar, hacer firmar
por testigos. El departamento lo llenaban religiosos, religiosas, sacerdotes, etc. Una de las señoritas empleadas,
cansada de subir y bajar escaleras para presentar al Ministro tantos papeles para firmar, dice (dejándose caer sobre
un sillón)
-Mientan, digan que no son monjas. Pasen.
Pero que estos y estas lo hagan… verdaderamente ese era el triste papel que hacíamos; pero estábamos apoyadas
por la Autoridad Eclesiástica que decía: “Cuando no hay derecho de exigir una injusticia, no hay deber de cumplir”.
Como a pesar de todo, muchas no quedaban tranquilas después de haber hecho esta afirmación, el Sr. Arzobispo de
México, entonces Don Pascual Díaz, Jesuita, quiso después de aquella falsa protesta, se hiciera una contra-protesta,
delante del Crucifijo y del libro de los Evangelios, entre dos velas encendidas, presente un representante del Sr.
Arzobispo. Era como una especie de renovación de los votos.»36

33
Cf ivi 16 junio 1913. Consultando el Diario de viaje en América de la Vicaria general Enriqueta Sorbone, no encontré mayor
información respecto a la crónica, aun la conferencia de Sor Clelia Genghini no se menciona. La información refleja la situación
que la Madre vivió en México a causa de los movimientos revolucionarios y las dificultades para visitar todas las comunidades.
Sus intervenciones fueron hacia el cuidado de la vida espiritual y de la caridad fraterna. No pudo hacer mucho a causa de su
salud delicada (cf Diario del viaggio in America della Reverenda Vicaria Generale Madre Enrichetta Sorbone dal 1° gennaio al
22 luglio 1913, en AGFMA 1262 01-0-01).
34
El curso fue motivado debido a las continuas exigencias del gobierno, y se repitió durante las vacaciones de las alumnas (cf
Cronaca Casa di Messico “Alessandro Manzoni” 28 diciembre 1929).
35
Cf ivi 16 noviembre 1932; Dichiarazione di non appartenenza a nessuna congregazione religiosa per le insegnanti, en AGFMA
611/42.
36
Relación sobre de la persecución de S. Concepción Cortés en Archivo histórico inspectorial, Nuestra Señora de Guadalupe
MME, serie Historia persecución religiosa, Méx. Folio S/N.
Dos años más tarde, la crónica del Colegio Progreso de la casa de San Ángel, narra que el 4 de enero
de 1934, llegó una circular enviada por la Secretaria de Educación Pública, en la que se exponen los
requisitos que deberán tener los maestros de la educación elemental: 1. ser mexicano; 2. No ser
miembro de ningún culto, ni miembro de comunidad religiosa; 3. No tener más de 45 años de edad; 4.
No tener ninguna enfermedad, ni defecto físico que imposibilite el ejercicio del magisterio; 5. Tener título
o diploma magistral obtenido en una escuela gubernamental. Antes de comenzar a desempeñar su oficio
deberán obtener la autorización de la Secretaría de Educación Pública.37 A esta circular las FMA
responden hasta el mes de marzo, según la crónica, en que las maestras que por primera vez darán
clases en la escuela, se presentan ante la SEP para hacer la protesta delante de dos testigos.38
En la Ciudad de México, la Secretaría de Educación Pública estableció que cada sábado las maestras
de música, dibujo y pintura se presentaran para recibir normas e instrucciones sobre la metodología de
las propias disciplinas.39 El Gobierno pretendía así, uniformar en todo los colegios privados a las
escuelas públicas, por esto, a estas reuniones tuvieron que asistir las religiosas de todas las escuelas
privadas.40
Entre los años del 1932 al 1935 se reporta que las FMA han obtenido los siguientes diplomas:
Título obtenido número
Maestras de Educación Primaria 36

Maestras de jardín de niños 2

Maestras de comercio 5

Maestras de corte y confección en el Sistema 5


“ACME”
Maestras de corte y confección “Joya femenina” 4

En síntesis, la cualificación profesional fue un aspecto de mucha importancia para las FMA que buscaron
continuamente capacitarse para dar respuesta a la juventud y para responder a las exigencias de la
Secretaría de Educación Pública, ya que el Gobierno mexicano pretendía imponer los principios de la
ley liberal, formando a los maestros con su mentalidad y metodología. No obstante, sus exigencias
impulsaron a los maestros religiosos a prepararse mayormente bajo un perfil cultural y didáctico.

37
Crónica de la casa de San Ángel bajo el título de Colegio Progreso, 4 de enero de 1934, en Archivo histórico inspectorial,
Nuestra Señora de Guadalupe MME, serie comunidades cerradas, caja 2 expediente 12, folio 24.
38
Cf ivi 12 de marzo de 1934.
39
Cf Cronaca Casa 1° de Messico “Alessandro Manzoni” 29 julio 1933.
40
Cf ivi 17 febrero 1934.
3. CIERRE DE OBRAS Y MEDIDAS DE CONTINUIDAD EN LA PRAXIS EDUCATIVA
La legislación liberal de México tuvo fuertes repercusiones en la educación, por esto me concentraré
sobre todo en algunas obras que fueron cerradas temporalmente o definitivamente a causa de la
aplicación enérgica de la Constitución política. Resaltará al mismo tiempo el empeño y la creatividad de
las FMA que continuaron desarrollando la praxis educativa con otras alternativas.
La situación en la capital de México fue muy compleja, sobre todo después de la persecución religiosa
1926-1929, porque muchos sacerdotes extranjeros fueron exiliados y muchos colegios católicos fueron
expropiados por las autoridades gobernativas.41 Por este motivo las hermanas de todas las casas de la
Ciudad de México, disimulando cada aspecto religioso de la casa, se quitaron el hábito religioso y
realizaron a escondidas la adoración al Santísimo Sacramento, así como la Eucaristía como medida de
prevención.
Tuvieron muchas dificultades. Entre estas, les fue negado el reconocimiento legal de los estudios por
esto, tuvieron que recurrir a la presentación de las alumnas a los exámenes públicos, en calidad de
privados, trabajando al triple, para impedir que la mínima omisión pudiera ser motivo de exclusión.
Tuvieron frecuentes inspecciones sorpresivas, con el fin de encontrar en las clases, algún motivo
religioso y que este fuera el motivo para cobrar multas o para realizar la expropiación del edificio. Bastaba
que encontraran un catecismo, una imagen sagrada o religiosa, un signo, cualquier acto que demostrara
que ahí se enseñaba religión, o que eran religiosas, para tener grandes multas.
A pesar de estas dificultades, las FMA abriéndose a la realidad juvenil, fundaron una nueva obra en la
Sexta de Bucareli n. 164, esta casa sería una Casa-Familia para Señoritas empleadas y estudiantes
que, careciendo de hogar se les ofrecía un ambiente sano, tendría además, un pensionado para señoras
y señoritas que desearan vivir una vida tranquila y un oratorio festivo.42
De las visitas constantes y enérgicas en el colegio María Auxiliadora, el primer signo de la persecución
fue la clausura de la capilla.43 La noticia fue publicada en el periódico del día siguiente, en el que se
mencionaba, además, el deber de quitarse el hábito religioso con la amenaza de expulsar de la obra
educativa a quien no lo cumpliera.44 Las FMA tomaron todas las precauciones que les fueron sugeridas.
En la mayoría de las obras, la capilla fue transformada en una sala de reunión. Así, en las siguientes
visitas los Inspectores no encontrarían motivo para cerrar la escuela. Pese a las medidas que las FMA

41
La noticia está publicada en el periódico, con el título “Todos los colegios católicos clausurados”: «Durante la tarde de ayer
y la mañana de hoy, los agentes de la Secretaría de Gobernación, estuvieron en todos los colegios católicos existentes en el
Distrito Federal, a comunicar a sus administradores el acuerdo tomado por la dependencia oficial representada, para que en
un término de 48 horas fueran desalojados por alumnos y alumnas, dichos planteles, que serían clausurados en definitiva»
(Todos los colegios católicos, clausurados, en El universal gráfico [13-02-1926], 22).
42
Carta petitoria de S. Luisa Piretta Provincial al Arzobispo Don José Mora y del Río para la apertura de un pensionado para
señoritas. 1 julio 1925, en Archivo inspectorial, Nuestra Señora de Guadalupe, Serie Comunidades cerradas, caja (2) expediente
6 folio 1. Lamentablemente, solo estuvo abierto por un año, en el 1926 se cerró esta obra, pero se desconocen los motivos del
cierre, no hay se encuentra mayor información sobre esta obra.
43
Cf Cronaca Casa di Messico “Maria Ausiliatrice” 15 febrero 1926.
44
En la columna de notificaciones de esta noticia se lee: Las capillas que existían al interno de los colegios fueron cerradas,
entre esas está la del Colegio María Auxiliadora. Además, la maestra del Colegio María Auxiliadora que no renuncie a llevar el
hábito o cualquier vestido religioso, será separada de la Institución. Esta norma es válida para todas las instituciones similares
(cf Los colegios católicos han continuado clausurándose por orden del gobierno, en Excélsior, [16-02-1926],2).
activaron, no fue tan favorable para las casas del Norte como Montemorelos,45 Linares46 y Cd. Victoria,47
que después de todos los intentos realizados por salvar los colegios, fueron cerrados y casi todas las
hermanas aisladas en Laredo, Texas y unas pocas al D.F, puesto que al haber expropiado el colegio no
tenían a dónde ir. Hubo momentos que las personas del lugar no apoyaron a las hermanas para darles
alojo, ya que castigaban a quienes recibían en sus casas, a religiosas o sacerdotes y corrían el riesgo
de que el Gobierno les quitara su propiedad.48
Algunos meses después, los periódicos publicaron la entrada en vigor de la nueva ley respecto a los
colegios particulares de educación primaria,49 en la cual se exigía que el director y el personal docente
no fuera ministro de culto, ni ninguna persona que perteneciera a una corporación religiosa ( art. 4);
además, las escuelas no podían tener ningún local destinado al culto, en las aulas y en otros espacios
del edificio no debería haber escritos, decoraciones, pinturas, imágenes o esculturas de carácter
religioso (art. 13)50 Las visitas de los inspectores escolares tenían el objetivo de verificar si el colegio
violaba la ley enseñando la religión. Por este motivo, los supervisores visitaban a los alumnos de las
clases de primaria 1° y 2° o a los alumnos de los jardines de niños y les hacían preguntas sobre el
catecismo. Si respondían bien, continuaban preguntando quién se los había enseñado. Así, sabían si
en la escuela se enseñaba la religión. Dejaban al final de cada visita un informe con lo que habían
encontrado en el colegio.51 De los interrogatorios realizados a las alumnas del Colegio, los inspectores
se fueron enojados y acusaron a las hermanas de enseñar a las alumnas a ser mentirosas, porque de
ellas no lograron saber nada. Pero como dice la crónica, las FMA temían que por esta situación, las
alumnas se formaran un carácter falso y lleno de respeto humano.52 Este tipo de visitas fue un arma en
contra de todos los colegios católicos, ya que había que cumplir la ley con exactitud, en todas las
escuelas bajo pena de invalidación de los estudios.53
A causa de este decreto, los directores y las directoras de las escuelas primarias se reunieron en
presencia de los inspectores escolares para analizar con ellos como podrán obtener nuevamente la
validación, después del último decreto establecido para la educación. Estaban también en esos días la
presentación de los exámenes que tenían que ser evaluados en el curso y en su forma.54
Respondiendo a las necesidades de las jóvenes, no obstante, la complejidad de la situación en el país,
el 2 de marzo de 1933, en la calle Juárez de la colonia San Ángel, se abrió un centro de acción católica

45
Esta obra abierta en 1906, cerrada en el 1913 al inicio de la revolución, reabierta en el 1916 y cerrada definitivamente en
1926 durante la persecución religiosa.
46
La obra fue inaugurada en 1917, fue cerrada en 1926, reabierta en 1929 y nuevamente cerrada en febrero de 1935.
47
Abierta en 1919 y cerrada el 28 de julio 1926.
48
Testimonio de S. Paola Córdova en 1925 a S. Brezzi, en Archivo histórico inspectorial, Nuestra Señora de Guadalupe MME,
serie Historia persecución religiosa Méx. Folio S/N.
49
Cf Secretaria de Educación Pública, Reglamento para las escuelas primarias particulares, en Diario Oficial (28-04-1932), 5-
6.
50
Cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 19 abril 1932.
51
Cf Lettera di Sr. Adele Colocci alla Madre Generale, Messico 14 octubre 1932, en AGFMA C (894) 01.
52
Cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 18 noviembre 1932 y 18 mayo 1934.
53
Cf Decreto presidencial sobre las Escuelas particulares, en El universal. El gran diario de México (01-01-1932), 1-2.
54
Cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 14 junio 1932.
con el fin de dar lecciones a las señoras y señoritas, principalmente a las obreras y a las jóvenes de
servicio doméstico. Fue gratuito y estuvo apoyado por personas competentes en su cargo para impartir
las lecciones de calidad. Las FMA sumaron a esta obra, el catecismo a las niñas, hijas de las mejores
familias de la colonia. Esta casa sirvió en varias ocasiones, como sede de celebraciones religiosas, como
por ejemplo, el onomástico del Párroco, ya que en el colegio de “María Auxiliadora” no podían realizar
ningún tipo de ceremonias por las difíciles circunstancias políticas del País.55
A la mitad del 1933, comenzaron los conflictos más rígidos con la Secretaria de Educación Pública, con
la visita del Inspector Dr. R. López Bosh quien encontró algunas maestras sin título autorizado.
Recibieron una multa por la violación del art. 12 del reglamento de las escuelas privadas.56 Esta medida
hizo desencadenar una serie de visitas más minuciosas, así el 10 de marzo del 1934, mientras la
directora de la primaria estaba con todo el personal docente en una reunión dirigida por el inspector
escolar, se presentaron al Colegio cuatro hombres llamados “Especiales” con el fin de observar si se
cumplía en el Colegio con las leyes laicas.57 Así, el jefe de ellos entró en la oficina de la directora S.
Luisa Piretta ausente en ese momento. Él buscó por todos lados y encontró algunas cosas de carácter
religioso. El Inspector Armando Lis Arzubide dejó escrito un informe detallado de su visita y le hizo firmar
a S. Francisca Tijerina (1888-1956) directora del colegio.58 Él en realidad no presentó este documento a
la dirección de la Secretaria de Educación Pública, si no, otro en el que declaraba que el Colegio era de
religiosas y que la directora era la superiora de la congregación. Según él, era evidente la violación
hecha al artículo 3° constitucional y al art. 12 del reglamento para las escuelas particulares. El 5 de abril
fue enviado de parte de la Secretaría de Educación Pública, la orden de cerrar la escuela primaria, el
internado y la externa, porque la oficina donde habían sido encontrados objetos religiosos se encontraba
en la parte correspondiente a esta escuela. El documento describía, además, que se tenía que pagar la
multa por la violación a la ley.
Las FMA intentaron de muchas formas recuperar la escuela, en particular S. Francisca Tijerina que
escribió a la Dirección de la Secretaría de Educación Pública explicando el porqué de los objetos
religiosos encontrados en una oficina personal que no era parte de la escuela. Al no recibir respuesta,
tuvieron que enviar a su casa a todas las alumnas externas de la escuela elemental, mientras las otras
continuaron con los trabajos domésticos.59
El 12 de abril, Sor Tijerina envió otro escrito al director de la Secretaría de Educación solicitando la
reapertura de la escuela, con el fin de que las alumnas pudieran concluir sus estudios del año en curso.
La respuesta fue imprecisa y referida a otro funcionario de la Secretaría.60 Por esto, las FMA tuvieron
que suspender las clases de la escuela primaria por 15 días; en vez las escuelas Normal y la de
Comercio continuaron con regularidad. Sin la respuesta esperada, Sor Tijerina pidió audiencia al

55
Crónica de la casa de San Ángel 2ª, bajo el título de “Amiga de la obrera”, 5 de agosto de 1933, en Archivo histórico
inspectorial, Nuestra Señora de Guadalupe MME, serie comunidades cerradas, caja 2 expediente 10, folio 23.
56
Cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 25 noviembre 1933.
57
La ley no permitía ninguna imagen, inscripción, decoración, persona, en una palabra, todo lo que pudiera dar idea de religión;
y estas cosas indicadas no podían estar presente en los colegios, ni siquiera sobre un buró, en cajones personales y ni siquiera
en bolsas de mano; en fin, estaba prohibido todo y en cualquier espacio.
58
Cf ivi marzo 1934.
59
Cf ivi 9 abril 1934.
60
Cf ivi 12 abril 1934
Presidente de la Republica Lázaro Cárdenas, el cual no se la concedió y le pidió tratar este asunto por
escrito.61 Una vez enviado el escrito, el Presidente respondió que el caso sería analizado en la Secretaría
de Educación Pública. Después de muchos intentos, Sor Tijerina no logró obtener un encuentro con el
Director de la Secretaría de Educación.62 El 14 de mayo recibió la respuesta que confirmaba la violación
de la ley de parte del Colegio y por tanto, de parte de la Secretaría, la aplicación rigurosa de la ley.
Desafortunadamente, la situación no mejoró, por el contrario, las visitas sucesivas pretendían verificar
si las FMA respetaban las leyes o daban clases a escondidas entre las otras materias. Realmente, las
hermanas lo hacían, pero a causa de estas frecuentes y minuciosas visitas, se hizo cada vez más difícil
continuar. El 1° de abril de 1935 expresaban con tristeza:
“No tenemos permiso de trabajar y por esto son pocas las alumnas internas, son solo 30 entre las dos secciones
y externas son aproximadamente 50. Como una excepción se admiten algunas niñas hermanas de las jóvenes y
solo en 1°, 2° y 3° año”.63

En los primeros meses del 1936 llegó la orden del Presidente Lázaro Cárdenas de expropiar las
Instituciones educativas católicas. El 8 de febrero, 5 funcionarios de la oficina de Bienes Nacionales
entregaron a la directora del Colegio “Alessandro Manzoni”, un documento firmado por el Director de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público que informaba sobre la expropiación del Colegio. La orden
precisaba que las personas que lo habitaban tenían que dejar el edificio y todo lo que estaba adentro.
El acto administrativo se desarrolló en 10 días.
Las FMA se dieron prisa para entregar a las alumnas a sus respectivas familias, además, la directora
distribuyó en las casas de las exalumnas y bienhechores, a las Hermanas que vivían en esta comunidad.
En vez, algunas se refugiaron en una pequeña casa anteriormente rentada en la calle de República de
Guatemala. Mientras tanto, lograron salvar las cosas más importantes de la obra, colocándolas en las
algunas casas de exalumnas de las más fieles, con la esperanza de regresarlas más adelante. En el
colegio permaneció hasta el final la directora de la escuela, Sor Francisca Tijerina quien afrontó la triste
tragedia. Entregó las llaves del edificio al Gobierno el 18 de febrero de 1936.64
En estos momentos dolorosos, las FMA contaron con la presencia y ayuda de las exalumnas, de los
salesianos, de las oratorianas y de los bienhechores. Gracias a ellos, diversos objetos de la escuela se
salvaron; de hecho, cuando los delegados de los Bienes Nacionales hicieron el inventario de cada aula,
en presencia de los representantes de la Secretaría de Educación Pública, fueron pocos los objetos
registrados. Fueron cerradas con sellos las aulas, para ser reabiertas solo después de una nueva orden
del Gobierno. El Colegio fue restituido a las FMA en el 1950, después de 14 años, gracias a la petición
de algunas exalumnas al Presidente de la República Mexicana, que consintió la restitución. El Colegio
desde ese momento tomó el nombre laico de Colegio “Civilización”.65

61
Cf ivi 25 abril 1934.
62
Los escritos que Sor Francisca Tijerina envió a las diferentes autoridades solicitando la reapertura de la escuela primaria del
colegio “Alejandro Manzoni” se encuentran transcritos literalmente, tanto en la crónica de la casa como en el libro A GUIRRE
GAMIÑO Ma[ria] Teresa, Hacia una historia centenaria de las Hijas de María Auxiliadora en México. Segunda parte 1922-1941,
México, D.F., Instituto de las Hijas de María Auxiliadora 1996, 176-199.
63
Cf Cronaca Casa 1° di Messico “Alessandro Manzoni” 1° abril 1935.
64
Cf Notas “Casa de México” del 8 al 18 febrero de 1936.
65
“Civilización” es el nombre actual (cf AGUIRRE GAMIÑO, Hacia una historia centenaria 217-222).
Después de la expropiación del Colegio “Alejandro Manzoni”, las FMA continuaron desarrollando la
praxis educativa en la ciudad de México. Sor Paolina Pagani y otras hermanas, por sugerencia del
Arzobispo abrieron un taller de costura a comisión y clases particulares de bordado, corte y pintura.
Encontraron una casa en la calle de Rep. de Guatemala, cercana a donde habían estado los colegios.
En 1940 cuando asumió la presidencia el General Manuel Ávila Camacho, la labor educativa se hizo
más tolerante para los colegios católicos. En este tiempo las FMA pudieron incrementar a las obras
vigentes la escuela primaria con pequeños grupos como fue en el caso de la comunidad en San Pedro
de los Pinos, D.F., esta obra al año siguiente cambió a la calle de Carlos B. Zetina, en la colonia
Escandón. Y en 1942, pasó la obra a la Cerrada de la Paz, en Tacubaya. Tiempo después, surgió en la
calle Progreso No. 38 de esa misma colonia, el colegio, pero ahora con el nombre de “Dante Alighieri”.
Para el año 1941 al término del gobierno del S. Paolina Pagani como Inspectora interina de la Inspectoría
Nuestra Señora de Guadalupe, las casas que se encontraban en actividad eran:
Casa Directora
Chipilo Puebla S. Annetta Ferraris
México Casa Familia S. Antonia Caraza
México Tacubaya S. Concepción Cortés
Monterrey Sor Dolores Tijerina
Morelia Sor Magdalena Inzaghi
Puebla Sor Paolina Pagani
Puebla Reposo Sor Guadalupe Béjar
Laredo, Texas Sor Manuela Soto
San Antonio, Texas
Raymonville, Texas

CONCLUSIÓN
La presencia educativa de las FMA en México en los años 1920-1940 fue un grande desafío. No
obstante, el País estuviera gobernado por una legislación liberal, con una política oscilante hacia las
instituciones eclesiales, las FMA entraron con la intención de ofrecer una educación integral a la juventud
pobre.
La presencia educativa de las FMA en México fue un grande desafío ya que la legislación educativa era
anticlerical, por lo tanto, las educadoras tuvieron que adecuarse a las orientaciones prescriptas de la
Secretaría de Educación Pública.
La educación que las FMA trataron de ofrecer tenía el objetivo de preparar a la vida, por eso, junto a la
instrucción, promovieron un ideal femenino elevado, habilitando a las jóvenes a ser miembros activos de
la familia, de la sociedad y de la Iglesia. En atención al contexto, ellas procuraron adaptar las
intervenciones educativas a la condición de las alumnas y a sus prospectivas, para formar mujeres para
el hogar o educadoras de la niñez y juventud. Tales propuestas constituyeron al mismo tiempo una
respuesta reconocida también por parte de quien rechazaba la formación religiosa, y representó una
alternativa para contrarrestar la educación laica decretada por la ley. La formación promovida por las
FMA fue permeada de un sistema educativo específico, el cual fue el mismo que el Instituto aplicó en
los diferentes países y, entre las diferentes obras, para la organización de las propias escuelas. En este
sentido, la formación de los docentes estuvo marcada no solo por los requisitos del Gobierno, sino
también por las necesidades de la niñez y juventud. Las FMA, impulsadas por las exigencias del sistema
educativo liberal, recibieron diferentes cursos para continuar la cualificación magisterial, elevando el nivel
cultural y profesional.
En el tiempo de la persecución religiosa y de la expropiación de los colegios católicos, las FMA actuaron
con valentía y prudencia, sin desaparecer del País, aprendiendo a adaptarse y esperar tiempos mejores.
En diferentes casos continuaron a abrir obras, centrándose sobre todo en el personal local, que potenció
el empeño en los oratorios, las obras sociales y en la catequesis; aunque las autoridades clausuraron la
mayoría de sus escuelas, su acción educativa no se interrumpió. De frente a los obstáculos legislativos,
ellas trataron aun, a escondidas –ayudadas por bienhechores y por exalumnas- la formación de las
niñas y las jóvenes, conscientes del bien que les ofrecían.
Los intentos con los que las FMA sostuvieron las obras rebelan su preocupación por las destinatarias,
para que fueran formadas para el futuro. Promovieron notablemente las asociaciones, y esto resultó
acertado, puesto que, en el camino de la obra salesiana en México, las exalumnas fueron de grande
apoyo, al punto que, en diferentes momentos difíciles, ellas asumieron la dirección de la obra o brindaron
apoyo en diferentes sentidos a las mismas hermanas.
Al finalizar el estudio valoro el empeño, la entrega, valentía e intrepidez que las FMA tuvieron desarrollar
la acción educativa entre la niñez y juventud mexicana. Se puede advertir que la obra salesiana continuó
en México gracias a quienes dejándose guiar por su vocación y misión, dieron respuesta a las
necesidades del mundo infantil y juvenil de México. Considero que, no siendo exhaustiva, el estudio
podría tener numerosas reflexiones e indagaciones que podrían mostrar la riqueza de la vida de esta
Inspectoría. Mi objetivo fue el intento de releer la historia para tener una mayor profundización, ya que
esto puede traer consigo una nueva visión de la vida.

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