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El documento discute si el concubinato crea un estado civil. Aunque la doctrina sostiene que el concubinato no produce un estado civil político, el autor argumenta que sí crea un estado civil indirectamente cuando la pareja registra su unión ante las instituciones jurídicas, especialmente si tienen hijos. El autor también afirma que aunque legalmente los concubinos aparezcan como solteros, tienen las mismas consecuencias jurídicas en torno a la familia y obligaciones para con sus hijos como los cónyuges casados.
El documento discute si el concubinato crea un estado civil. Aunque la doctrina sostiene que el concubinato no produce un estado civil político, el autor argumenta que sí crea un estado civil indirectamente cuando la pareja registra su unión ante las instituciones jurídicas, especialmente si tienen hijos. El autor también afirma que aunque legalmente los concubinos aparezcan como solteros, tienen las mismas consecuencias jurídicas en torno a la familia y obligaciones para con sus hijos como los cónyuges casados.
El documento discute si el concubinato crea un estado civil. Aunque la doctrina sostiene que el concubinato no produce un estado civil político, el autor argumenta que sí crea un estado civil indirectamente cuando la pareja registra su unión ante las instituciones jurídicas, especialmente si tienen hijos. El autor también afirma que aunque legalmente los concubinos aparezcan como solteros, tienen las mismas consecuencias jurídicas en torno a la familia y obligaciones para con sus hijos como los cónyuges casados.
Ciertamente, el estado civil forma parte de uno de los atributos de la persona. Es
considerado el atributo para individualizar políticamente a un individuo dentro de una sociedad. Desde hace tiempo, se ha presentado una incógnita dentro de la doctrina del Derecho, que ha causado discrepancias pero que al final del día, se busca de solucionar: ¿El concubinato crea un estado civil? Dentro del ordenamiento jurídico venezolano, se haya escrito que el matrimonio, es una atribución que se le da a una persona para individualizarlo de otros, cuando ya ha celebrado su unión con otra persona. Pero también se ha abierto dentro de nuestro ordenamiento jurídico, casos conocidos como “concubinatos”, que representa, aquellas uniones de personas que no han consumado matrimonio; pero que tienen una unión civil que es reconocido por personas naturales. Para la doctrina, el “concubinato” no produce estado civil, porque políticamente no pero sin embargo cabe destacar desde mi punto de ideológico, que, si crea, pero, de una manera indirecta; por el simple hecho de que una pareja al tener una relación formal del cual se dio por voluntades conjuntas y luego surja procreación, es deber de ellos registrar ante instituciones jurídicas la “situación” en que prevalecen o demostrar el reconocimiento de que su concubinato es realizado plenamente por tener sucesores. Para la doctrina el estado civil es un atributo que se le otorga a la persona para conocer su estado en el ámbito político (Soltero, casado, viudo, divorciado); por el simple contexto que, en un estado civil, jamás se verá en la identificación de un particular un estado “cónyuge” por lo cual, no se le atribuye. Pero como ya repetí hace unos párrafos atrás, considero yo, que, si crea, pero de una manera indirecta, porque al registrar dicha unión donde hay hijos de por medio, ya surge una unión estable de hechos; y al notar estos hechos, surgen consecuencias jurídicas en donde los conyugados tienen el deber de velar por sus hijos, bienes, sucesiones y obligaciones para garantizar el destino de cada uno de ellos, por si surge separaciones a futuro. De lo contrario, así lleven dicha relación, legalmente en su descripción atributiva aparecerá como “soltero” hasta que ellos decidan celebrar matrimonio. Tanto en matrimonio, como en conyugalidad, las mismas consecuencias jurídicas son incuestionables en torno a la familia como institución. Algunos autores afirman que el concubinato no crea “familia” por no celebrar dicha unión de manera legal. Pero desde mi perspectiva, lo considero peyorativo y cuestionable, porque si hay una unión entre personas y surge la procreación, los ordenamientos jurídicos deben reconocer auténticamente la formalidad familiar, y, así, recalcarle a los cónyuges las obligaciones que tienen para sus hijos por el estado en que se encuentran.