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¿Cómo fluía la información en el Imperio

Persa?
Al leer Esdras y Ester, me da la impresión de que los edictos reales alcanzaban
rápidamente las regiones más alejadas del reinado.

Angel Manuel Rodríguez

Doctor en Teología

Éste es un caso en el que las fuentes extrabíblicas nos brindan un mejor


entendimiento que el texto bíblico. Dado que mencionas el Imperio Persa, me centraré
en ese período particular. En el mundo antiguo, los medios primarios de comunicación
de los que disponía el rey eran los mensajeros, cuya eficacia estaba determinada por la
calidad de los caminos del imperio.

1. Importancia de los caminos en el Mundo Antiguo. El sistema de caminos real


persa era uno de los mejores del mundo antiguo. Conectaba grandes ciudades para
proveer seguridad y suplir las necesidades de los viajeros. Estos caminos eran
importantes por varias razones.

Primero, la seguridad nacional dependía de ellos. En un sentido, estos caminos eran


rutas militares, usadas por el rey para proteger el imperio y ayudar a movilizar las tropas
de manera rápida y segura. Aquel que tuviera el control de los caminos, también tendría
superioridad militar. A intervalos a lo largo del camino, había centros de
almacenamiento donde se guardaban agua y alimentos disponibles para las tropas.
Segundo, las caravanas comerciales utilizaban el sistema de caminos para
transportar bienes de diferentes partes del mundo. Aunque no hay claras evidencias de
que durante el período persa los mercaderes viajaran por el camino real, ésta era una
práctica habitual en todo el Antiguo Cercano Oriente. Los mercaderes llevaban consigo
no sólo bienes y materiales, sino también su cultura, enriqueciendo la vida social del
imperio. Los impuestos que se les recolectaban fortalecían la economía del imperio. Los
caminos proveían cierta seguridad a los mercaderes, y posadas donde podían descansar.
Tercero, los caminos unían las grandes ciudades del imperio, posibilitando que los
mensajeros entregaran sus mensajes en muy poco tiempo. Esto era extremadamente
importante en tiempos de guerra y también para mantener al imperio unido. El rey tenía
que conocer diariamente lo que estaba sucediendo a lo largo de todo el imperio.

2. Eficiencia del sistema de comunicación real: En la antigüedad, viajar era


particularmente lento, especialmente si se lo hacía en grandes grupos. A la caravana de
Esdras le llevó cerca de tres meses y medio viajar de Babilonia a Jerusalén; un
promedio de cerca de 16 km por día (Esd. 7:9). Los ejércitos se movían generalmente a
un promedio de 25 km por día, lo que les tomaba una cantidad significativa de tiempo
llegar hasta su destino. Sin embargo, a los mensajeros les llevaba mucho menos tiempo
transmitir los decretos reales y otra clase de información. Se ha estimado que al correo
persa le llevaba cerca de nueve días cubrir unos 2.500 km transitando por el camino real
persa. Los mensajeros no eran los únicos medios de comunicación. Existían otros dos.
La comunicación auditiva era realizada por una serie de individuos que se situaban
en puestos de vigilancia a lo largo del camino real, y literalmente gritaban el mensaje a
la persona del próximo puesto. Los historiadores griegos nos cuentan que los persas
entrenaban a jóvenes para gritar fuertemente, y algunos de ellos llegaron a ser famosos
por poder gritar en voz muy alta.

Los persas utilizaban fuegos en la cima de las montañas para transmitir mensajes al
rey. Las señales visuales eran tan efectivas, que permitían que el rey, que residía en
Persépolis, conociera el mismo día lo que sucedía en Asia Menor. Existían eficientes y
rápidas maneras de enviar información importante desde la capital al resto del imperio.

3. Expresos poni. Ester menciona el uso de A correos montados en caballos veloces


procedentes de los repastos reales (Ester 8:10, 14). De acuerdo con los escritores
griegos, impresionados por el sistema postal real persa, el rey construyó puestos a
ciertos intervalos a lo largo del camino real donde nuevos jinetes y caballos de relevo
estaban disponibles para continuar transmitiendo el correo hasta su destino final. El
sistema permitía viajar durante la noche. Herodoto declaró que A nada impedía que
estos mensajeros cubrieran su trayecto asignado lo más rápido posible; ni nieve o lluvia,
ni calor ni oscuridad. Desde el principio al fin de su etapa, el despacho pasaba del
primero al segundo, del segundo al tercero y así hasta el final del recorrido (8.98). Que
A nada impedía que estos mensajeros cubrieran su trayecto asignado posiblemente sea
una exageración, pero ilustra el hecho de que en el mundo persa era posible que el rey
enviara y recibiera información desde cualquier lugar del reino en un período
relativamente corto.

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