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INDICE DE MATERIAS
Presentación …………………………………………………………………….13
Prólogo …………………………………………………………………………..15
PARTE I
INTRODUCCION A LA EXPLORACION PETROLIFERA
PARTE II
LAS SERIES Y FACIES PETROLIFERAS
PARTE III
LAS TRAMPAS PETROLIFERAS
CAPITULO I— CONSIDERACIONES
GENERALES…………...………………….103
Definición de trampa......................................................................................103
Noción de cierre ................................................................……………......104
Trampas, yacimientos y
campos……………………………………………………………..………………..…..107
Clasificación de las trampas ........................................................................108
Importancia relativa de las diferentes trampas …………………………..112
PARTE IV
LOS FLUIDOS EN LOS YACIMIENTOS PETROLIFEROS
PARTE VI
INDICIOS SUPERFICIALES
BERMUDO MELENDEZ
Catedrático de la Sección de Ciencias
Geológicas. Madrid.
700
1500
1300
1100
1000
millones de m3
900
902,63
800
500
415,151 400
343,971
3,12 300
264,719
225,605 200
171,029 2,04
100
80,562
25 30 35 40 45 50 55 60 62
Años
Fig 1.1 Producción Mundial de Petroleo
1 de cada 42, descubrió un yacimiento de clase D (de 0,15 a 1,6 millones de ms).
1 de cada 158, descubrió un yacimiento de clase C (de 1,6 a 4 millones de m3).
1 de cada 427, descubrió un yacimiento de clase B (de 4 a 8 millones de m3).
1 de cada 706, descubrió un yacimiento de clase A o gran campo (más de 8 millones de
m3).
Estas cifras deben ser corregidas, pues corresponden únicamente a
U.S.A., país muy explorado, donde los grandes yacimientos no descubiertos,
son muy raros, y donde a pesar de su riqueza de petróleo, un pozo no
descubre por término medio, más de 75.000 m3, mientras que en Orient e
Medio, cada sondeo descubre alrededor de 50 millones de m3. Muestran sin
embargo, la incertidumbre que existe en la exploración petrolífera, en
cuanto a los resultados de un sondeo, implantado después de largas y
costosas búsquedas.
Esto es consecuencia de que, a pesar de los numerosos trabajos
realizados, a veces con medios considerables y por caminos muy diversos,
no ha podido ser puesto a punto ningún método de detección directa de
yacimientos. Las limitaciones en la búsqueda, están marcadas en función de
la Geología regional y de lo que se sabe de las condiciones generales de
yacimiento del petróleo, y los lugares más favorables para su acumulación.
Sólo después de la perforación de un pozo, se sabrá si existe o no, un
yacimiento. La exploración petrolífera, es pues, ante todo, un problema
geológico. o por lo menos, lo más aproximado a un problema geológico, que
está basado en:
— Una observación tan perfecta como sea posible de los hechos (por regla general,
esta observación es siempre incompleta : los afloraramientos son a menudo
escasos, las observaciones en sondeos son puntuales y las observaciones
indirectas por geofísica, son a veces difíciles de interpretar).
a) Búsquedas estratigráficas.
Exploración geofísica.
FI.ANDRIN (J.) et CHAPELLE - Le pétrole. Paris. Ed. Technip, 1961, 372 p., fig.
LANI)IS (K. K.). — Petroleum geology. New York, John Wiley and Sons, 2" éd.,
1959, 443 p.
Ltutoy (L. W.). — Subsurface geologic methods (Symposium). Golden (Col.),
Colorado Sch. Mines, 1951, 1.156 p.
1 EVORSEN (A. I.). — Geology of Petroleum. San Francisco, Freeman and Cy,
1956, 703 p.
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1961.
MOOKE (C. A.). — Handbook of subsurface geology. New York, Harper and
Row, 1963, 235 p.
TIRATS00 (E. N.). —Petroleum geology. London, Methuen and Co. Ltd, 1951,
449 p., fig.
WEEKS (L. G.). — Habitat of oil. Symposium Amer. Assoc. Petrol. Geol., Tulsa,
1958, 1.384 p.
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1955; New York, 1959; Franckfurt, 1963.
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Petróleo y Gas; México, E. J. Guzmán, 1956.
Inctionnaire technique des termes utilisés dans l'Industrie du Pétrole. Paris, Ed.
Technip, 1963.
CRETACICO
Europa : Safaniya.
TR I A SICO Marruecos.
U.R.S.S.: Argentina.
Kama, Emba, Oeste de los Urales.
Europa: Alemania.
CARBONIFERO SUPERIOR - PENNSYLVANIENSE
América :
U.S.A. (Kansas, Oklahoma, Tejas, Pennsylvania, Oes-
te de Virginia, Ohio, Illinois, Indiana, Colorado,
De las diferentes facies que constituyen las asociaciones petrolíferas, las rocas-almacén
son las más estudiadas y mejor conocidas.
Su conocimiento exacto, es posible que revista una importancia económica
considerable, tanto si se trata de las características generales de los almacenes, como de
las de un horizonte en particular. En efecto:
1. De su presencia y desarrollo en un conjunto sedimentario, depende la extensión de
las zonas favorables para los descubrimientos comercialmente rentables.
2. Las características físicas de un almacén, condicionan la existencia de un yacimiento
y su explotabilidad. Los términos "pay sand" o "pay zone" utilizados por los
especialistas de petróleo americanos para designar los horizontes productivos, muestran
claramente el carácter económico que dan al estudio de los almacenes.
Toda roca con huecos, con la condición de que estén unidos entre sí, es capaz de
guardar y dejar circular hidrocarburos, y de constituir un posible almacén. El estudio de
las rocas-almacén, es más sencillo que el de las rocas-madre, al limitarse a la
determinación, de algunas características físicas de las rocas visibles actualmente,
ligadas a su constitución petrográfica, y de las relaciones con los flúidos que la
impregnan, en lugar de implicar el estudio químico de un compuesto complejo y de su
evolución en condiciones mal conocidas.
Porosidad.
La porosidad, se define como el porcentaje del volumen de los huecos, en relación al
volumen total de la roca.
Conviene distinguir, la porosidad total que se refiere al volumen total de los huecos, y
la porosidad útil o efectiva, que indica el volumen de los huecos unidos entre sí.
Los métodos normales de medida, suministran únicamente la segunda, que es en
realidad, la única interesante, puesto que a la primera, no puede corresponder ninguna
permeabilidad, al no haber ninguna posibilidad de drenaje de los flúidos.
La porosidad de los almacenes en los yacimientos explotados, varía entre 5 y 40 %,
siendo la más común, la comprendida entre 10 y 20 %.
Una apreciación cualitativa, puede ser expresada de la forma siguiente (Levorsen,
1956):
despreciable entre O y 5 %
pobre entre 5 y 10 %
media entre 10 y 15 %
buena entre 15 y 20 %
Permeabilidad.
La permeabilidad, es la capacidad de una roca de dejar circular flúidos. Se mide en
darcys.*
La permeabilidad es de 1 darcy, cuando 1 cm' de flúido, de viscosidad 1 centipoise,
pasa en 1 segundo a través de una muestra de roca de sección 1 cm" y 1 cm de longitud,
bajo una presión diferencial de 1 atmósfera. El darcy, es en la práctica una unidad
demasiado grande, utilizándose corrientemente el milidarcy (= 1/1.000 darcys).
Normalmente, se distinguen y se miden, dos tipos de permeabilidad:
- La permeabilidad horizontal o lateral, correspondiente a un flujo de los flúidos
paralelamente a la estratificación.
- La permeabilidad vertical o transversal, correspondiente a un flujo perpendicular a la
estratificación.
La permeabilidad vertical, es normalmente, inferior a la horizontal, por lo menos en un
medio desprovisto de fisuras verticales. Esto, se explica, por la presencia, en la mayor
parte de los almacenes, de minerales filíticos (arcillas, micas). que se sitúan
paralelamente a la estratificación.
La permeabilidad, no es una característica estática e inmutable de la roca. Se ha
demostrado, que en muchos casos, disminuye más o menos lentamente, bajo el efecto
de la circulación de un fluido (Six, 1962). La causa principal, sería la destrucción
parcial de ciertos compuestos de la roca (minerales arcillosos en particular). Las
partículas muy finas así formadas (del orden de una micra), al desplazarse, obturarían
una parte de los poros más finos, frenando el desplazamiento de los fluidos.
La permeabilidad de los niveles-almacén explotados en los yacimientos, varía en
general, entre 5 y 1.000 milidarcys. Se conocen almacenes, que tienen permeabilidades
de varios darcys, pero como contrapartida, algunas rocas productoras, tienen
permeabilidades medidas netamente inferiores a 5 milidarcys. Es verdad, que entonces
poseen en general, una macropermeabilidad de fisura, como es el caso del almacén de
Ain Zalah en Irak, cuya permeabilidad inicial, es prácticamente nula, pero que sin
s dp
* Ley de Darcy: Q=
dx
*******
embargo es un gran productor. Incluso las permeabilidades medidas en muestras
procedentes del campo de Lacq profundo, oscilan entre 0,1 y 3 milidarcys.
50
10
permeabilidad -Milidarcys
5
0.5
0.1
0.05
0.01
8 10 12 14 16 18 20 22
Porosidad - Porcentaje del volumen total
Las arcillas, tipo de roca impermeable, son extremadamente porosas, pudiendo alcanzar
el 90 e incluso el 95 % de huecos, pero los poros, son muy pequeños, y las fuerzas de
tensión superficial que se oponen a los movimientos de los flúidos, hacen la roca
impermeable. Si se llevan sobre un gráfico (fig. 11-2), los valores de permeabilidad
medidos sobre muestras de una roca, en función de los valores de porosidad de las
mismas muestras, la dispersión de los puntos, muestra claramente la ausencia de
relación directa y constante entre las dos características. Para un mismo valor de
permeabilidad, 1 md., por ejemplo, la porosidad varía entre 6 y 15 %. Se nota
solamente una tendencia general hacia un aumento de la permeabilidad cuando aumenta
la porosidad.
Para el ingeniero de petróleo, la permeabilidad tiene una importancia más grande que la
porosidad. Se han visto a menudo, rocas porosas impregnadas de petróleo, incapaces
sin embargo de producir por falta de permeabilidad. Es por lo que se ha pensado
aumentarla artificialmente por procedimientos de fracturación y acidificación que abren
fisuras en la roca, aumentan el tamaño de las fisuras preexistentes, o incluso más
sencillamente, las limpian de los escombros arrastrados por los fluidos de perforación,
facilitando la circulación del petróleo o del gas, y por consiguiente la explotación.
Características primarias y características secundarias.
Desde el punto de vista genético, se reconocen dos tipos de características físicas: una
porosidad-permeabilidad primaria, adquirida desde la sedimentación, y una
Las medidas directas, por aparatos de laboratorio, pueden ser muy precisas, pero son
efectuadas sobre muestras de pequeño tamaño, y no son como consecuencia,
representativas del conjunto de la formación. Un conocimiento válido de la porosidad,
no puede conseguirse realmente más que estadísticamente, por medidas numerosas en
muestras muy próximas.
Los riesgos de error, pueden proceder del hecho de que la muestra examinada, no está
en su medio normal y ha sido sometida a diversos tratamientos, tales corno
descompresión, lavado, desecación, etc. En el límite, las medidas sobre muestras de
roca, no consolidada o poco consolidada, no presentan más que un valor indicativo
bastante alejado de la realidad. En el caso de rocas consolidadas, existe más a menudo
una macroporosidad y una permeabilidad debidas a las fisuras y a las cavernas, que se
escapan a las medidas de laboratorio, las cuales proporcionan solamente las
características de la matriz, siempre inferiores a las características de la roca en su
conjunto.
Para solucionar en parte este inconveniente, se han perfeccionado aparatos que efectúan
las medidas sobre trozos completos de testigos y no sobre los "ripios" de pequeño
tamaño.
Las medidas indirectas, se hacen a partir de los diagramas físicos registrados en los
sondeos (diagramas eléctricos, nucleares, sónicos).
En los casos favorables, proporcionan una idea más completa de las características del
conjunto de la formación, basándose no solamente en una muestra, sino en un volumen
más o menos importante de la roca alrededor del agujero del sondeo. Para un almacén
dado, es indispensable una comprobación por comparación con las medidas del
laboratorio, a fin de ajustar las interpretaciones.
Durante las etapas de la prospección precedentes a la ejecución de los sondeos, las
medidas se efectúan corrientemente en las muestras obtenidas en superficie. Es
necesario no atribuirles otro valor que el indicativo, pues la alteración de superficie,
modifica las características de la roca, aumentando los valores (disolución, lavado), o
disminuyéndolos (cementaciones superficiales, costras).
Apreciación y medidas aproximadas.
Frecuentemente, es útil hacerse una idea de las porosidades y permeabilidades de las
rocas, antes de toda medida en el laboratorio o los diagramas.
CUADRO III
Escalas granulométricas
arenas
finas finas finas 1/8
0.1 muy finas muy finas 1/16
arenas
0.1
muy finas 1/16 1/32
arenilla Silts Silts 1/64
0.02
1/128
1/256 1/256
0.005
Polvos
Arcillas
0.001 Arcillas
0.001 0.00
1
Finalmente, el tamaño de los granos, tiene una influencia importante en las propiedades
capilares de las rocas. La superficie específica de los poros en metros cuadrados, por
metro cúbico del volumen total de una roca-madre, aumenta muy rápidamente, cuando
disminuye el diámetro de los granos.
En un yacimiento, la superficie de los poros está siempre tapizada por una película de
agua, mantenida por las fuerzas de adhesión. Cuanto más finos sean los poros, mayor es
el volumen de agua retenido con relación al volumen de petróleo. Desde el punto de
vista de la producción, el volumen de petróleo retenido en el almacén por las fuerzas de
capilaridad, será, relativamente, al volumen explotado, tanto más elevado, cuanto más
finos sean los poros.
Como límite, por debajo de un cierto tamaño medio de los granos (muy próximo a la
fracción "silt"), el almacén no será productor posible. En el capítulo de la migración, se
verá cuál es la influencia de las propiedades capilares en la segregación de los
hidrocarburos, y como consecuencia, en la localización de los yacimientos.
Clasificación de los granos.
La clasificación, parece jugar un papel, al menos tan importante como el tamaño, en las
características de los almacenes.
El máximo de porosidad, se alcanza en las arenas de clasificación uniforme. Las
investigaciones experimentales (en particular H. J. Fraser, 1935), han demostrado que
en un sistema homogéneo, la introducción de elementos, más finos o más gruesos,
tiende a disminuir la porosidad.
- Un canto duro, ocupa el sitio de un cierto volumen de arena fina, que conservaría
huecos. Sin embargo, esto podría ser compensado en parte, por una modificación del
orden de los granos próximos al canto, que traería como consecuencia un aumento local
de la porosidad.
- Los elementos finos, ocupan los huecos dejados entre los elementos más voluminosos.
La disminución de porosidad, se haría entonces por tránsitos sucesivos de disminución
del diámetro de los granos, en función de las posibilidades de ocupación de los huecos,
de dimensiones condicionadas por el diámetro de los granos más gruesos.
FACTOR DE PERMEABILIDAD
50 9
POROSIDAD
40 8
POROSIDAD %
30 7
20 PERMEABILIDAD 6
10 5
Estos diferentes orígenes, tienen sin embargo, como punto común, estar ligados a
influencias continentales, aéreas, lo que explica que la mayor parte de los almacenes
productores que presentan porosidad de disolución, estén en estrecha relación, con
antiguas superficies de emersión.
Sin embargo, las acciones de disolución, parecen poder intervenir todavía eficazmente,
a más de 30 ni de profundidad, no estando limitadas más que por la saturación en
CO,Ca de las aguas de circulación subterránea.
Entre las dolomías, rocas con un mínimo de 50 % de dolomita, se pueden distinguir tres
tipos principales, que difieren los unos de los otros por su textura y su aspecto. Se
designan habitualmente, con términos referentes a su modo de formación (G. V.
Chilingar, 1956, Inst. Fr. Petr., 1959).
CAPITULO IV
LAS ROCAS DE COBERTURA
LANDES (K. K.). - Porter oil field, Midland county, Michigan. Bull
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Mc NAUGHTON (D. A.). - Dilatancy in migration and accumulation of oil in
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MARKEVITCH (V. P.). - The concept of facies. Int. geol. Rev., vol. 2, n.° 7,
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MILLOT (G.). - Géologie des argiles. Paris, Masson, 1964, 499 p., fig.
MURRAY (A. N.)- Limestone oil reservoirs of the North -East United States
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NU1TING (P. G.). - Physical analysis of oil sands. Bull. Amer. Assoc. Petrol.
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PErnjoHN (F. J.). - Sedimentary rocks. 2éme éd., New York, Harper and
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QATAR Pet. C° Ltd. - Syrnposium on the geologicai occurence of oil and gas.
XXéme Congrés géol. intern., Mexico, 1956, Symposium sobre Yacimientos de
Petróleo y gas, t. II, pp. 161-169.
TAYLOR (R. E.). -- Origin of the cap-rock of Louisiana salt domes.
Louisiana geol. Sur, Geol. Bul. n.° 11, ago. 1938, 189 p .
TICKELL (F. G.) and HATT (W. N.). - Effect of angularity of grain on
porosity and permeability of unconsolidated sands. Bull. Amer. Assoc. Petrol. Geol.,
vol. 22, n." 9, sept. 1938, pp. 1.272-1.279.
TRASK (P. D.) and PATNODE (H. W.). - In Source beds of petroleum. Amer.
Assoc. Petrol. Gcol., 1942.
TERCERA PARTE
CAPITULO I
CONSIDERACIONES GENERALES
DEFINICION DE TRAMPA.
De una forma general, se puede decir que toda anomalía geológica, cuyo origen sea
tectónico (pliegue anticlinal, flexión, falla), estratigráfico (acuñamiento, arrecife) o
litológico (pérdida de permeabilidad), que da al techo del almacén, comprendido en su
sentido más amplio de zona donde porosidad y permeabilidad desaparecen, una forma
cóncava hacia la base, puede constituir una trampa (Levorsen, 1956).
Se dirá entonces, corrientemente, que el almacén está cerrado, o incluso más
sencillamente, que existe un cierre.
Un campo, finalmente, está constituido por la reunión en una misma zona restringida,
de varios yacimientos. Puede estar formado por un mismo tipo de trampa, como en el
caso de un anticlinal que afecta a varios horizontes-almacén, netamente separados unos
de otros por lechos impermeables, o por la yuxtaposición vertical u horizontal de varias
trampas, que forman otros tantos yacimientos.
Wilhelm (1945), propone una clasificación mucho más compleja que debe permitir
clasificar todas las trampas. Se basa en la yuxtaposición de dos grupos de
indicaciones ("indicators"):
1. Indicaciones de trampa ("trap indicators")
A. Trampa convexa
B. Trampa de permeabilidad
C. Trampa de pinzamiento
D. Trampa por falla
E. Trampa por agujero o perforación.
2. Indicaciones estructurales ("structural environment indicators") Domo y anticlinal
Saliente estructural (pico, arco, promontorio)
III. Terraza estructural o plataforma
IV. Monoclinales, homoclinales, flexiones
Así, una trampa formada por una falla que corta un pico, estaría definida por los
índices D-II. En realidad, se trata de un sistema para etiquetar las trampas.
Finalmente, 1. Flandrin (1955), clasifica las trampas en :
I. Trampas estructurales
1. Formas anticlinales
A. Anticlinales simples
B. Anticlinales fallados
C. Anticlinales complejos
D. Repliegues sinclinales
2. Fracturas
A. Monoclinales fallados
B. Pliegues-talla
3. Diapiros
1. Domos de sal
2. Anticlinales diapíricos
II. Trampas paleogeográficas
3. Anticlinales erosionados bajo discordancia
— Acuñamientos
4. Relieves fósiles
III. Trampas litológicas.
Las cinco clasificaciones, muestran, por sus diferencias en los detalles, lo difícil que es
colocar todos los tipos de trampa, en un sistema perfectamente coherente. Esta es la
dificultad encontrada para todas las clasificaciones geológicas. Los factores geológicos
responsables de la formación de una trampa, son numerosos, y sus interacciones dan
lugar a una gran variedad de trampas. Casi se puede decir, que cada yacimiento
presenta su propio tipo de trampa y que no existen en el mundo, dos trampas
exactamente iguales.
En los capítulos siguientes, se intentará distinguir:
3. Trampas estructurales, donde intervienen principalmente factores tectónicos,
pliegues, fallas y sus combinaciones.
4. Trampas estratigráficas, donde la tectónica no juega más que un papel
despreciable, y que son debidas, principalmente, a fenómenos de tipo litológico
(pérdida de permeabilidad), sedimentario (acuñamientos sedimentarios,
lentejones, arrecifes) y paleogeográficos (acuñamientos de erosión,
paleocadenas).
— Trampas mixtas o combinadas, donde intervienen, en partes sensiblemente
iguales, las deformaciones estructurales y las variaciones estratigráficas o litológicas.
CAPITULO II
TRAMPAS ESTRUCTURALES
TRAMPAS ANTICLINALES.
Las trampas anticlinales, son las que se conocen con mayor antigüedad; son también las
más simples y las que corresponden más exactamente a la definición general de trampa
(ver la pág. 103): un pliegue anticlinal, es una deformación de las capas, que les da
pendientes contrarias, divergentes a partir de la cumbre, y como consecuencia, una
forma cóncava hacia la base, lugar ideal para la acumulación de los hidrocarburos.
En tectónica petrolífera descriptiva, es clásico distinguir el anticlinal, deformación más
larga que ancha, del domo, que en planta tiende hacia el círculo, y presenta buzmientos
radiales más o menos regulares.
Origen de los anticlinales.
Los pliegues anticlinales y los domos, pueden tener orígenes diversos, no producidos
necesariamente por la orogénesis. Se encuentran en cualquier parte de las cuencas
Pliegues de fondo.
Los pliegues de fondo, se oponen a los plegamientos ocasionados por fuerzas
tangenciales: las deformaciones de fondo, suelen aparecer en las zonas más estables de
las cuencas, por efecto de los desplazamientos verticales del zócalo profundo, siendo
este desplazamiento de acomodación, o de estilo frágil.
La cobertura sedimentaria, se deforma ajustándose a los accidentes del zócalo, y dando
lugar a abombamientos o a flexiones, que pueden originar trampas. El anticlinal del
Pays de Bray en la cuenca de París, es un ejemplo de este tipo.
Si las fracturas del zócalo son bastante importantes, pueden jugar a través de la
cobertura sedimentaria, originando campos de fallas acompañados de deformaciones
locales de tipo anticlinal (Alsacia).
CAPITULO III
TRAMPAS ESTRATIGRAFICAS
Se reúnen bajo este título, todas las trampas que permiten a los hidrocarburos,
acumularse sin deformación estructural.
Los yacimientos así formados, se encuentran en la mayor parte si no en todas las
cuencas productoras, colocados en flancos monoclinales más o menos regulares.
Realmente, las deformaciones estructurales, no están siempre ausentes, pero su papel en
la localización del yacimiento, parece ser nulo, o al menos, inapreciable. Se verá, sin
embargo, más adelante, que si bien no intervienen directamente en la acumulación, han
influenciado, a veces fuertemente, la localización de la trampa en el interior de la
cuenca. El límite entre trampas estratigráficas y mixtas, es a menudo difícil de
establecer.
La importancia de las trampas estratigráficas, ya mostrada anteriormente por el análisis
de las estadísticas de reservas y produción mundiales (pág. 112), se ve en el ejemplo de
la región de Salt Creek, en Wyoming (fig. 111-28) (Levorsen, 1959). En esta región, en
1948 (fig. 111-28 a) se conocían y explotaban cinco yacimientos, todos ellos atrapados
estructuralmente. Todas las estructuras, eran localizadas y perforadas. En diez años (fig.
111-28 b), se descubrieron 14 nuevos yacimientos todos ellos en trampas estratigráficas
o mixtas. Se puede pensar', que como media, debe encontrarse una situación análoga en
todo el mundo y que la búsqueda de yacimientos estratigráficos, debe en un futuro
próximo, dominar la exploración petrolífera.
Las trampas estratigráficas, son resultado de la presencia local de un cierto volumen de
roca-almacén aislada por formaciones impermeables tanto vertical como lateralmente.
Se deben a anomalías en la repartición de los sedimentos o a la naturaleza litológica
de las formaciones (fig. III-29)
Variación de los caracteres petrográficos de una formación que conserva sin embargo
una litología sensiblemente similar (arena que se va haciendo arcillosa o se cementa)
(c).
- Aparición local de una zona porosa en un conjunto compacto, por efecto de una
modificación química (dolomitización, por ejemplo) (O o de una alteración
(karstificación) (g).
Una trampa estratigráfica, se referirá tanto a una sola de estas anomalías, como a
varias de ellas combinadas conjuntamente (arrecife calcáreo, parcialmente
dolomitizado).
Para la exploración de estas trampas, se necesita obtener a partir del estudio de las
rocas-almacén, las modificaciones y variaciones de sus características en el espacio, y
de su repartición en la cuenca sedimentaria. La forma cómoda de revisarlas, es
conservar un plan análogo al que se ha adoptado para el estudio de estas rocas, y
distinguir:
Las trampas estratigráficas primarias, son, ante todo, consecuencia del modo y medio
de sedimentación; su aspecto, su disposición relativa y su posición en la cuenca,
condicionan la naturaleza petrográfica del almacén que constituyen. Esto, lleva a
distinguir:
Las dimensiones de los cuerpos areniscosos, longitud, anchura, poten cia, que
condicionan su volumen, y por tanto su capacidad de trampa para un yacimiento
comercial, son muy variables. Se pueden ver todos los términos de tránsito entre
el lentejón muy pequeño (decimétrico o métrico) y el banco arenoso, prácticamente
continuo a la escala de la cuenca sedimentaria.
Los límites de los cuerpos arenosos que pueden formar trampas, no se pueden
definir estrictamente. El límite superior, se coloca donde el banco no es capaz de
formar él sólo, una trampa en ausencia de deformaciones estructurales, o de
variaciones laterales de facies, y el límite inferior, donde el volumen de roca-
almacén es insuficiente para que el yacimiento sea comercialmente rentable.
De todas formas, incluso los horizontes areniscosos, aparentemente continuos en
grandes superficies, presentan siempre irregularidades, en su composición litológica
o en su geometría. Muy a menudo, el análisis detallado, lleva a distinguir diferentes
cuerpos arenosos en comunicación más o menos directa entre sí.
Los diferentes almacenes del Devónico inferior de la cuenca de Po lignac, son,
por ejemplo, correlacionables fácilmente entre sí, sobre una gran parte de la cuenca.
Sin embargo, se observan a la escala del yacimiento, anomalías importantes en
las características litológicas y eléctricas, así como en la repartición de los
flúidos, que revelan una disposición lenticular.
La "Third sand" del distrito de Venango en Pennsylvania (fig. 111-30), cubre una
superficie de más de 1.000 km', pero con potencia y características físicas diferentes.
Se han podido reconocer, diferentes bandas orientadas de SW a NE, que constituyen
otros tantos cuerpos arenosos lenticulares, buenos almacenes, y que encierran las
acumulaciones explotables. Están unidos entre sí por una arena fina más arcillosa,
más cementada y más delgada, que no produce petróleo. La comparación de las
dos figuras, a y b muestra claramente la coincidencia entre los yacimientos y las
bandas más potentes, que forman cada una, una trampa estratigráfica independiente.
La forma geométrica de los cuerpos arenosos, su morfología, es también una
Geologia de los Hidrocarburos UNMSM Ing. Edwin Mendiolaza Bazaldúa
característica importante, en particular desde el punto de vista de la exploración. Las
descripciones de yacimientos, servirán de ejemplos. Este, es uno de los elementos más
importantes, que permite juntamente con otras observaciones, hacerse una idea sobre
la génesis del depósito.
Pero, aunque la diferenciación es a veces muy clara, muy a menudo se basa en matices
de composición, granulometría, morfoscopía de las arenas, que exigen un análisis
extremadamente detallado. Se necesita el empleo, cada vez más generalizado, de los
métodos numéricos.
- Arenas fluviales.
- Arenas eólicas.
- Arenas de playa.
Pero los aportes detríticos, pueden ser arrastrados lejos por las corrientes marinas
costeras, que transportan y seleccionan la arena y constituyen barras arenosas,
paralelas a la costa o la depositan en las playas. Las influencias eólicas, pueden
aparecer entonces. Estos tipos de cuerpos arenosos, forman numerosas trampas que
pueden dar lugar a yacimientos como por ejemplo los de Tejas, Oklahoma, etc.
Muy a menudo, por el contrario, se observa que los cuerpos arenosos, toman formas
más características, y se disponen unos en relación a otros, siguiendo alineaciones
particulares. Esto, es sobre todo verdad, para algunos lentejones arenosos alargados y
estrechos, cuyo aspecto geométrico, ha hecho agruparlos bajo el nombre general de
"shoestrings", a pesar de sus orígenes francamente diferentes.
2. Naturaleza de los contactos entre la arena y las rocas encajantes, muy bruscos en la
base y lateralmente, y más progresivos hacia el techo.
Se observará también aquí, en sección, una base relativamente plana, según se puede
juzgar por los raros sondeos que han alcanzado la formación Marshall, y un techo
convexo hacia arriba. Pero el conjunto, es más complejo, y parece que este cuerpo
arenoso relativamente ancho (5 km.), respecto a su longitud (15 km.), corresponde en
realidad a la unión de tres barras diferentes, bien visibles en el mapa estructural del
techo de la arena. Aunque situado en las proximidades de la costa, que se situaba a
algunas decenas de kilómetros al SW, posiblemente no se trata de un verdadero cordón
litoral. El lentejón arenoso de Six Lakes, así como el lentejón que forma la trampa del
yacimiento próximo de Austin, se sitúan sobre un ligero relieve topográfico de la
superficie de Marshall. La posición de la barra, podría depender no solamente de la
posición de la costa y las corrientes costeras, sino también del relieve del fondo
marino en el momento del depósito.
El campo de Bisti en la cuenca de San Juan (Nuevo Méjico), es otro buen ejemplo de
trampa formada por una barra arenosa litoral ("offshore bar") (F. F. Sabins, Jr., 1963)
(figs. 111-40, 41 y 42).
a) Arena de playa, formada por arena fina a media con restos más gruesos.
h) Facies laguno-marinas (back bar facies), formada por arcillas muy finamente
arenosas y areniscosas, con finas hiladas de areniscas. La estratificación es irregular
con restos de pistas y organismos limícolas. La fauna está representada por
Foraminíferos bentónicos, siendo raras las formas de mar abierto.
Definición de arrecife.
Inversamente, el arrecife se llama regresivo (fig. 111-53, b), cuando en relación con un
movimiento de retraso marino o de levantamiento lento del fondo, el arrecife se
desplaza hacia la cuenca. Las calizas biohermales, cubren entonces las facies de pre-
arrecife anteriores, y a su vez son progresivamente cubiertas por las formaciones de
post-arrecife.
CONSIDERACIONES GENERALES.
Se agrupan en los yacimientos de trampa mixta, todos los yacimientos en los que la
acumulación está controlada en partes sensiblemente iguales por factores estructurales y
estratigráficos.
En realidad, la preponderancia de uno de estos factores en relación al otro, es poco
menos que imposible de determinar con exactitud y muchas de las trampas agrupadas en
la categoría de las estructurales o de las estratigráficas, en particular de las
estratigráficas secundarias, deberían clasificarse entre las mixtas.
Algunos ejemplos escogidos entre las trampas citadas anteriormente, lo ilustrarán :
— En Parentis, la estructura anticlinal, controla la acumulación, pero el almacén ha
sido creado en gran parte, por una dolomitización tardía. De la misma manera, en St.
Marcet, la trampa es anticlinal, pero la presencia de la brecha Cenomanense, almacén
que contiene el gas, es un fenómeno sedimentario.
— En West Guara, en el Este de Venezuela, la acumulación está controlada a la
vez, estructural y estratigráficamente. Los canales arenosos que constituyen el almacén,
están en realidad truncados por fallas normales.
En Villemer, en la cuenca de París, el lentejón calcáreo productor, está localizado en la
proximidad del techo de la estructura. Si el nivel almacén estuviera ausente, no habría
allí trampa, pero inversamente, parece que su presencia está ligada al movimiento
tectónico responsable de la estructura.
Geologia de los Hidrocarburos UNMSM Ing. Edwin Mendiolaza Bazaldúa
— En el campo de East Texas, la trampa se ha creado por el acuña-miento
estratigráfico de las arenas de Woodbine, pero si la capa no se hubiera levantado sobre
el flanco de una amplia estructura, quizás no se hubiera cerrado.
Finalmente, en Hassi Messaoud en el Sahara, el atrapamiento está controlado
principalmente, por la presencia de una estructura en domo, en las capas areniscosas del
Cámbrico, pero el mismo domo, sin la cobertura discordante impermeable del Trias, no
habría permitido sin duda, la acumulación de petróleo, como lo muestran las estructuras
más meridionales, situadas fuera de la cuenca Triásica.
En realidad, una gran parte de las trampas de los yacimientos explotados, debería ser
incluida entre las trampas mixtas. Esto, se explica fácilmente, si se piensa en la estrecha
interdependencia que existe entre tectónica y sedimentación: Las estructuras en vías de
formación, traen como consecuencia, el depósito de rocas particulares a menudo
porosas, responsables de la presencia de trampas estratigráficas, e inversamente, las
zonas de sedimentación particular —las líneas de cambio de facies por ejemplo—, son a
menudo líneas de debilidad, donde se localizan las deformaciones estructurales.
En la mayor parte de los casos, se puede reconocer una influencia predominante.
Existen, sin embargo, algunos yacimientos, en los que los factores estructurales y
estratigráficos, parecen realmente iguales. Entre estos, se incluye el yacimiento de East
Coalinga en California (fig. 111-73), donde las arenas Eocenas de Gatchell, plegadas en
anticlinal, desaparecen según la dirección del buzamiento. El anticlinal, está
desmantelado por la erosión, a un nivel muy superior del Eoceno, y sin este
acuilamiento, las arenas aflorarían ampliamente, pero sin el pliegue no se habrían
cerrado.
Los sistemas de fallas, dependen de la forma, tamaño del núcleo salino, y desarrollo.
Estos caracteres, están relacionados con el espesor primario de la capa de sal y con la
naturaleza y la potencia del recubrimiento (fig. 111-91). No existen dos domos de sal
idénticos, teniendo cada uno sus propios caracteres individuales.
Después del estadio principal de instalación, la ascensión puede proseguir lentamente,
como lo muestran las deformaciones recientes en el Terciario del Norte de Alemania o
del Cuaternario de la Costa del Golfo.
En un estadio senil, la disolución de la sal por las aguas subterráneas poco profundas
(suberosión), equilibra la ascensión y a veces la supera, produciendo derrumbamientos
en las formaciones superficiales (engrosamientos de la "serie Cirques" sobre algunos
domos de sal del Gabon).
Es durante esta última fase, y quizás también desde el final del estadio perforarte,
cuando se forma la "cap-rock" (ver parte II, capítulo III), que cubre algunos domos de
sal.
Tal como se puede esperar en un almacén de este tipo, la repartición de las áreas
productivas es muy caprichosa. Por el contrario, la productividad de los yacimientos, es
en general muy elevada.
Trampas de capas superiores.
Los horizontes-almacén, deformados y abombados por encima de la sal, que toman
aspecto anticlinal, dan lugar a un segundo tipo de trampa asociada a la tectónica salina,
llamada de "capa superior".
Los yacimientos gaboneses (Ozouri y Pointe-Clairette), pertenecen a esta categoría.
Algunas estructuras anticlinales, donde no se ha encontrado aún sal en profundidad,
deben incluirse también en ellas.
Muy frecuentemente, los yacimientos de capa superior, están muy fracturados y
divididos en numerosos compartimentos impregnados (Bayou Blue, fig. 111-88; Creole,
fig. 111-17).
Trampas de flanco.
Los niveles almacén dirigidos hacia la sal, y seccionados por ella o por las fallas
anexas, directas o inversas, dan lugar a una tercera categoría de trampas (flanco SW de
Spindletop, fig. 111-93).
También aquí, cada yacimiento tiene en general una superficie muy restringida,
debido a la presencia de gran número de fallas.
Trampas estratigráficas.
El crecimiento de los domos de sal, influye profundamente en la sedimentación de sus
proximidades más o menos inmediatas. Los espesores y facies de los sedimentos, son
diferentes sobre el domo de sal propiamente dicho, y sobre los sinclinales periféricos.
Igualmente, en ambos casos, son diferentes de los espesores y facies normales de la
La mayor parte de los yacimientos del Gabón, se refieren a una u otra estas
trampas estratigráficas.
Debido al hecho de la migración de los sinclinales periféricos, las trampas
estratigráficas deberán buscarse tanto más lejos del eje de la estructura, cuanto que
se busquen en estructuras más antiguas.
Estructuras anejas.
Los abombamientos locales, situados entre las estructuras salinas y son resultados de
variaciones de potencia en las series, también pueden formar trampas capaces de atraer
los hidrocarburos (Düste, fig. 111-85). is alejados de los domos que los anteriores, están
sin embargo estremente ligados con la historia particular de la sal.
Por debajo de una cierta profundidad, variable en función de la topografía y del clima,
todos los huecos de las rocas, están rellenos normalmente de agua. Esta agua, es en
parte un agua fósil aprisionada allí desde la sedimentación.
Si las diferentes condiciones necesarias para la génesis de los petróleos se
encontraron reunidas en el momento del depósito, el agua contenía hidrocarburos en
estado disuelto o en suspensión finamente dispersa. A lo largo de la historia geológica,
los hidrocarburos pudieron precipitar bajo el efecto de las modificaciones de las
condiciones físicas del medio donde circulaban los flúidos, y acumularse en las trampas
encontradas.
La formación de los yacimientos, es una consecuencia:
1. De las condiciones geológicas locales o regionales y de sus variaciones en el
tiempo.
2. De las propiedades físicas y químicas de los flúidos existentes, que condicionan
sus reacciones, a las modificaciones del medio. Su conocimiento, es indispensable para
la buena comprensión de los fenómenos de la migración y de la acumulación. Estas
propiedades, han sido particulamente estudiadas por los ingenieros de producción, y
aquí sólo se indicarán a grandes rasgos.
Disposición de los flúidos en un yacimiento.
En un yacimiento, los hidrocarburos se separan del agua, y se disponen en función de
sus densidades relativas: el gas ocupa la parte más elevada estructuralmente, el petróleo
se coloca debajo, flotando a su vez •obre el agua. La figura IV-1, muestra la disposición
relativa de los tres flúidos.
El agua, está prácticamente presente en todos los yacimientos. Sólo algunos
yacimientos de la región de los Apalaches, están desprovistos de ella (Levorsen, 1956,
p. 296). Por el contrario, el petróleo o el gas pueden faltar. Se conocen numerosos
yacimientos de gas sin petróleo. Los yacimientos de petróleo sin gas, son
igualmente frecuentes, pero es raro que el petróleo no contenga una cierta cantidad de
gas disuelto, que puede liberarse, cuando la presión disminuya (durante la
explotación, por ejemplo).
AS AGUAS DE YACIMIENTO.
La presencia de agua en los yacimientos, su abundancia en todas las rocas porosas,
presentan problemas en todos los momentos de la exploración y explotación
petrolífera, ya se trate de fuentes saladas o sulfurosas que pueden considerarse en
algunas circunstancias como indicios superficiales, de las invasiones de agua salada
durante la perforación que contaminan el lodo y modifican sus características, o de su
eliminación durante la explotación. Es decir, es imposible separar completamente el
estudio del agua subterránea, del estudio de los hidrocarburos. El comportamiento de
los dos flúidos, a lo largo de la historia geológica de una cuenca, constituye un todo, y
es de su equilibrio en condiciones de litología y estructura dadas, del que depende en
gran parte, la presencia de los yacimientos de petróleo y gas.
En una roca-almacén, el agua está presente bajo dos formas principales: agua libre
e intersticial.
1. Agua libre.—Es el agua que ocupa los poros de la roca-almacén, que no están
ocupados por hidrocarburos. Se designan a veces con el nombre de "agua de muro"
("bottom water" o "edge water"). Puede ponerse en movimiento muy fácilmente y
moverse hacia los puntos de baja presión, y en particular hacia los sondeos.
2. Agua intersticial. — En el interior de un yacimiento, la totalidad de los poros, no
está ocupada por hidrocarburos, queda siempre una cierta cantidad de agua, que no ha
podido ser desplazada por la llegada del petróleo o gas. Se mantiene, en parte por las
fuerzas de capilaridad, y en parte, en forma de agua adsorbida por ciertos minerales
de la roca, en particular los minerales arcillosos. Es el agua intersticial, y es su
volumen el que se mide para valorar la saturación relativa en el almacén.
De una forma general, la densidad de los crudos, varia con la profundidad de los
yacimientos. Es t ant o m enor, cuant o m ás profunda sea acumulación. Los
crudos, son igualmente tanto más ligeros, cuantos más antiguos sean.
Sin embargo, estas dos reglas que presentan un cierto para lelismo, no son
absolutas, y se conocen numerosos ejemplos locales, donde se observa lo contrario.
La densidad de los crudos, no es necesariamente constante en un
mismo campo, pudiendo diferir considerablemente de un horizonte -
almacén a otro. En una misma trampa y en un mismo alma cén, la densidad
del e l Hilo, decrece frecuentemente de la base al techo de la acumulación.
Fluorescencia.
Los crudos, observados en luz ultravioleta, son fluorescentes. Los tintes de la
fluorescencia, varían de amarillo a azul. Disueltos en disolventes orgánicos,
tetracloruro de carbono o cloroformo, les comunican su fluorescencia.
Esta propiedad, permite descubrir trazas de hidrocarburos en las rocas o lodo de
perforación.
GASES COMBUSTIBLES.
Gas libre:
Puede estar asociado a un yacimiento de petróleo, formando una "gas-cap" en el techo
de la acumulación. El petróleo que sale, está entonces saturado de gas, por la presión y
temperatura del yacimiento.
Se encuentran también yacimientos de gas, sin que haya petróleo entre él y el agua del
muro.
Gas disuelto en el petróleo.
1.1 crudo, es capaz de disolver una cantidad apreciable de gas. El volumen de gas
disuelto en el petróleo, es función de la temperatura y de la Presión en el yacimiento.
En un yacimiento de petróleo, hay siempre una cierta cantidad de gas disuelto que se
expresa por la G.O.R. ("gas-oil ratio"). Cuando a la presión y temperatura del
yacimiento, el petróleo no está saturado, no hay gas libre, y por tanto, tampoco "gas-
cap", todo el gas está disuelto. Un descenso de presión durante la explotación, puede
originar la liberación de una parte del gas, y crear la formación de una "gas-cap" (ver
diagrama presión-temperatura, de una mezcla de dos fases, fig. IV-8). En un yacimiento
donde existe "gas-cap", se dice que el petróleo está saturado: en el caso contrario, se
llama no saturado o subsaturado.
CAPITULO II
En las rocas-almacén, los hidrocarburos y el agua que les acompaña, están encerrados
en huecos, normalmente de tamaño capilar. Los fenómenos de superficie entre gas-
líquido, líquido-líquido y líquido-sólido, tienen allí, una importancia considerable (ver
Cours de Production, A. Houpeurt, t. I).
Estos fenómenos, están ligados a las fuerzas de atracción molecular de los materiales
presentes. Dependen principalmente, de la misma naturaleza de estos materiales y
varían en función de la temperatura y de la presión.
La tensión superficial del agua, es de alrededor de 73 dinas/cm. Para las aguas de
yacimiento, varía entre valores del orden de 60 a 75 dinas/cm., en función de la cantidad
y naturaleza de las sales que contienen. Las sales minerales, acrecientan su valor, pero
puede descender por la presencia de sales orgánicas tensio-activas.
La tensión superficial de los crudos, varía entre 24 y 38 dinas/cm. (a 21" C). La más
baja, es para los de baja densidad (masa molecular pe
queña).
La tensión interfacial entre agua y petróleo, varía entre 15 y 35 dinas/cm. La media, es
del orden de 30 dinas/cm, a temperatura normal.
CAPITULO III
PRESIONES Y TEMPERATURAS EN LOS YACIMIENTOS
Se ha visto ya, que hay dos grandes variables que tienen influencia en las características
físicas de los flúidos en las rocas (viscosidad, volumen, propiedades superficiales e
interfaciales), que son las presiones y temperaturas.
Estas dos variables, adquieren toda su importancia en los problemas de explotación de
los yacimientos, donde las relaciones entre presión, volumen y temperatura,
condicionan una gran parte de los métodos de producción. Son estudiadas por los
ingenieros de producción a la escala del yacimiento (estudios P.V.T.). Las conclusiones
a las que llegan, pueden extenderse al conjunto de una cuenca sedimentaria, siempre
que los parámetros puedan precisarse suficientemente, para ayudar entonces a
comprender mejor los fenómenos de la migración, que rigen en gran parte, el
emplazamiento de los hidrocarburos y como consecuencia, la localiza•iAn de los
yacimientos.
De estas dos variables, la presión es probablemente la más importante. Influye
notablemente en todas las características de los flúidos y sus variaciones en el tiempo y
en el espacio, condicionan en gran parte los movimientos y los desplazamientos de los
flúidos en las rocas, en tanto que el luego de las temperaturas, parece limitarse
principalmente a reducir la viscosidad de los líquidos, y por tanto, a favorecer su
circulación.
BIBLIOGRAFIA
.
Agip Mineraria. — Solubilita dei gas naturali in acques fossili a pressione et
temperatura di giacimento. En Atti del Convegno di Milano, 1957, I Giacimento
gassiferi dell'Europa occidentale, vol. II, Accademia nazionale dei Lincei, Roma, 1959,
pp. 599-628.
A.R.T.F.P. — Colloque de l'Association de recherche sur les techniques de forage et de
production (A.R.T.F.P.). N° hors série, Rev. Inst. fr. Pétrole, vol. XVIII, dic. 1963, 630
p.
CASTANY (G.). — Traité pratique des eaux souterraines. Paris, Dunod,
LAS MIGRACIONES
Algunas definiciones.
Se agrupan generalmente bajo el término:
Conmigración, todos los desplazamientos que conducen más o menos rápida y
directamente a la formación de un yacimiento por acumulación y segregación en una
trampa.
2. Dismigración, los desplazamientos hacia la superficie, conducentes a la formación de
indicios superficiales, y después a la destrucción más o menos completa de los
hidrocarburos por los agentes atmosféricos.
En la conmigración, se distingue también:
Geologia de los Hidrocarburos UNMSM Ing. Edwin Mendiolaza Bazaldúa
a) Migración primaria, que designa los movimientos de los flúidos de la roca-
madre hacia la roca-almacén.
b) Migración secundaria, que concierne a los desplazamientos de los hidrocarburos
en el interior de los horizontes permeables de una serie estratigráfica, hacia las trampas
donde se produce la acumulación.
Los epítetos primaria y secundaria, no implican necesariamente una separación en el
tiempo. Aunque la migración secundaria sigue a la primaria, en realidad comienza muy
pronto, sin duda antes de que se acabe la primaria, y por lo menos algunos de los
mecanismos del desplazamiento son comunes.
Se distingue aún en los movimientos de los hidrocarburos:
1. La migración lateral, que concierne a los desplazamientos en el interior de una
formación de la misma edad, sean cuales sean la distancia y el desnivel recorridos.
2. La migración vertical, que se refiere a movimientos perpendiculares a los límites
cronoestratigráficos, y que hace pasar los flúidos de una formación determinada a una
formación de edad diferente. Puede entonces ser:
a) "Per ascensum" — si el paso se realiza hacia una formación estratigráficamente
más joven.
CAPITULO II
GENERALIDADES.
En el conjunto de las investigaciones de la migración, el estudio del mecanismo y del
motor de los movimientos, choca con grandes dificultades. La observación directa de
los fenómenos, es evidentemente imposible. Las hipótesis, están esencialmente
apoyadas aquí en experimentos que intentan reproducir las condiciones del medio,
según lo que se puede observar del comportamiento de los flúidos en los yacimientos
actuales, en curso de explotación. Estos experimentos, son por tanto, necesariamente
aproximados y deben corregirse porque es difícil reproducir las () adiciones exactas y
reales de los flúidos y del almacén durante la migración e imposible tener en cuenta el
factor tiempo, cuyo papel quizás sea considerable.
Sin embargo, se han logrado poner en evidencia varios posibles me-4 ¡mismos, cuyos
efectos se suman y a veces se oponen. Algunos actúan %obre el conjunto de los flúidos,
agua, petróleo y gas, contenidos en los terrenos; otros actúan principalmente sobre los
hidrocarburos tendiendo de repararlos del agua y aislarlos en una trampa. Los primeros,
parecen tener una acción primordial en la migración primaria, mientras que los
segundos, parecen tenerla en la migración secundaria y la acumulación en los
yacimientos. De todas formas, ambos fenómenos no están probablemente nunca
completamente separados en el tiempo, salvo quizás a después de un movimiento tardío,
después de una primera acumula, lo más frecuente, es que haya una superimposición e
interacción onsbintes de los diversos agentes de migración.
incluso de las (mit zas de gravedad, siempre que no se apliquen sobre partículas
Se ha observado a veces, que las trampas más próximas al borde de una cuenca, aunque
regionalmente scan las más altas, no contienen más que agua. Las trampas situadas más
bajas, según la pendiente regional, están impregnadas de petróleo y las más próximas al
centro de la cuenca, las más bajas estructuralmente, son solamente productoras de gas.
Gussow, admite que, en el curso de su migración, desde los puntos más bajos de la
cuenca hacia las márgenes más elevadas, los hidrocarburos se acumulan en la primera
trampa encontrada donde el gas, petróleo y agua, se separan en función de sus
densidades relativas. Cuando la trampa está llena y la superficie de contacto agua-
petróleo sobrepasa la línea de cierre (columna de petróleo y gas igual o ligeramente
superior al cierre estructural), el petróleo prosigue su camino hacia arriba y va a
acumularse en una segunda trampa.
Pero el gas situado encima del petróleo, en el contacto del techo del almacén, continúa
acumulándose en la primera estructura, con lo que se desarrolla la "gas-cap", y expulsa
poco a poco al petróleo, hasta que esté completamente llena y la superficie inferior del
gas, alcance a su vez el punto de escape. El gas sobrante, prosigue su ruta hacia la
segunda trampa, donde el fenómeno se repite, si prosigue la llegada de hidrocarburos.
Las diferentes etapas, se ven en el esquema de la figura V-6.
a) Trampa I con petróleo y gas.
Trampa II sólo con petróleo. Trampas III y IV con agua.
b) Trampa sólo con gas. Trampas II y III sólo con petróleo. Trampa IV
con agua.
c) Trampa I gas solo, sin cambio.
Trampa II gas y petróleo.
Trampa III sólo petróleo.
Trampa IV sólo agua.
— Que en una región donde existen varias estructuras sucesivas, desde el centro de la
cuenca hacia los márgenes, la más alta regionalmente, no es necesariamente la más
interesante, y que si resulta ser acuífera, sería imprudente condenar la región en
conjunto.
En apoyo de la teoría de Gussow, se puede citar la región de Lost Soldier en Wyoming
(fig. V-8), donde se observa que las estructuras bajas de Ferris, Mahoney y Wertz, son
únicamente gasíferas, en tanto que la estructura de Lost Soldier, es productora de
petróleo.
— El hecho de que las trampas estructuralmente más bajas, y por tanto las más
profundas, sean muy a menudo gasíferas, está de acuerdo con las variaciones de calidad
de los hidrocarburos en función de la profundidad *. A las mayores profundidades,
podría aparecer un "cracking", que no dejaría subsistir más que el gas.
— El fenómeno completo, supone una circulación posible a través de toda una vasta
porción de la cuenca sedimentaria. En la realidad, la presencia casi constante de las
barreras de permeabilidad, introduce necesariamente límites.
Tensiones interfaciales y segregación de los flúidos.
Se ha visto, que las fuerzas de gravedad, sólo pueden aplicarse con cierta eficacia, sobre
volúmenes ya relativamente importantes de petróleo separado del medio acuoso normal
de los terrenos sedimentarios. Se puede pensar, basándose tanto en observaciones como
En el caso del agua, se ha visto que las líneas de fuerza son perpendiculares a las
superficies equipotenciales. Se tienen de la misma forma, superficies equipotenciales
perpendiculares a las líneas de fuerza propias del petróleo y gas. Hay trampa, cada vez
que la intersección de una superficie equipotencial relativa al petróleo (o al gas,) y de la
superficie estructural del techo impermeable de un almacén, se cierra sobre sí misma,
deteniendo así toda posibilidad de movimiento. En régimen hidrostático, las superficies
equipotenciales son horizontales, y dan lugar a la formación de superficies de contacto
entre flúidos, horizontales también. En régimen hidrodinámico, están inclinadas, y los
contactos agua- petróleo, están también inclinados. En principio, pues, de la
superposición de los equipotenciales relativos del agua y petróleo y de las curvas
de nivel del techo del almacén, se debería poder deducir la posición de una
trampa (fig. V-13).
40
30
Compactacion %
20
10
La curva de la figura V-19, muestra según Hobson (1954), cuál es < volumen de los
flúidos expulsados de una arcilla, según la profundida de enterramiento: una capa de
arcilla de 200 metros de potencia, pc ejemplo, puede liberar 8 litros de agua por cm' de
Las arenas, por el contrario, almacén más frecuentemente asociad a las arcillas en las
series petrolíferas, se comprimen más rápidament pero conservan siempre una porosidad
más elevada. Uno de los exper mentos de Van Tuyl, trabajando únicamente con una
masa arenosa, 1 demostrado que una arena con una porosidad original de 42,6 %, r sufría
ya la menor compactación a partir de una presión del ord( 230 Kg por cm'
(correspondiente a algo más de 1.000 metros de profundidad) y conservaba sin embargo
aún, una porosidad de 27,5 %.
Es necesario alcanzar presiones de varias toneladas por cm', para que se produzca una
nueva reducción de porosidad por aplastamiento
de los granos de arena. En las series carbonatadas, los arrecifes que representan el tipo
de almacén más corriente, son también más resistentes a la compactación, que los
sedimentos finos que los envuelven y los rodean. Conservan incluso a gran profundidad,
una porosidad importante. Esto, desde luego, sin tener en cuenta los fenómenos de
cementación secundaria que acompañan a la diagénesis.
20
18
8 200
6
4 100
2
0
500 1000 1500 2000 2500
Fig. V-19. Volumen de agua expulsado por una arcilla, bajo el efecto
de la compactación.
(Según Hobson, Some Fundamentals of Petroleum Geology, 1954, p. 117, fig. 36.)
Los flúidos expulsados de las arcillas por la compactación, se desplazan hacia las capas
no compresibles, que presentan una porosidad suficiente. Si los horizontes-almacén
están completamente embalados en terrenos impermeables (caso de los lentejones
arenosos o de los arrecifes), se produce la segregación del petróleo y la formación de un
yacicimiento, como consecuencia de las fuerzas de tensión interfaciales. Es lo que se
observa en el lentejón arenoso atravesado en Pedernales por el sondeo PCH-12, que se
Efecto de la subsidencia.
A las fuerzas motivadas por la compactación de los sedimentos, parecen añadirse otras
fuerzas orientadas diferentemente, que serían debidas a la subsidencia. El resultado de
su acción, es el mismo que el de la compactación : expulsan los flúidos de los terrenos
compresibles, hacia las zonas de baja presión, creando una corriente hidrodinámica
dirigida hacia los bordes de la cuenca. Esta hipótesis, debida a K. F. Dallrnus (1958),
hace intervenir la compresión lateral provocada por el acortamiento del arco terrestre,
durante la subsidencia.
Es necesario señalar, que se ha tomado la costumbre de razonar sobre esquemas según
cortes de las cuencas sedimentarias, donde el nivel del mar, está representado por una
línea horizontal; el movimiento de subsidencia, se traduce entonces por un aumento de
la longitud de la línea que representa el substrato de la cuenca. En realidad, el nivel del
mar es una porción del geoide terrestre, es decir, sensiblemente un casquete esférico. El
hundimiento progresivo del fondo de la cuenca, debe, pues, traducirse en realidad, por
un estrechamiento progresivo, dando al nivel de la cuerda del arco, una compresión
lateral de los sedimentos (fig. V-20 y V-21).
Mecanismos anejos.
Es muy probable, que se añadan diferentes mecanismos a los precedentes para
contribuir al desplazamiento de los hidrocarburos en los terrenos; su papel, es más
difícil de delimitar, actuando bien sobre las características físicas de los flúidos,
confiriéndoles una movilidad mayor, bien sobre el conjunto del sistema, creando
localmente presiones diferenciales.
Las distancias que han podido recorrer los hidrocarburos desde el lugar de su
nacimiento hasta la trampa en que se les encuentra acumulados, es otro problema que ha
sido objeto de numerosas discusiones.
Para algunos, la migración no puede efectuarse más que en cortas distancias,
directamente de la roca-madre hacia la trampa donde el petróleo se almacena formando
un yacimiento.
En efecto :
1. Se encuentran muy frecuentemente, yacimientos en los que el petróleo se ha
acumulado en lentejones arenosos o calizas recifales, rodeados completamente por
series arcillosas y sin ninguna relación con otras formaciones porosas y permeables, que
permitan una circulación de los flúidos, a lo largo de grandes distancias. En estos dos
casos, la roca-madre supuesta, rodea más o menos completamente el almacén donde se
han acumulado los hidrocarburos, mostrando así, que no es necesario un desplazamiento
a larga distancia, para que se forme un yacimiento.
2. Es difícil concebir un desplazamiento a larga distancia, en una roca de grano
fino, tal como la roca que constituye más frecuentemente los horizontes-almacén.
A estos dos argumentos, se oponen serias objeciones:
1. La existencia de yacimientos en lentejones aislados de toda zona porosa y
permeable, es un hecho cierto, pero muchos de los yacimientos y entre ellos los más
grandes (East Texas, Hassi Messaoud), están localizados en formaciones permeables
muy extendidas horizontalmente. De aquí, viene en parte la distinción que ha sido
necesario introducir entre migración primaria y migración secundaria. La primera,
interviene sólo en la formación de los yacimientos localizados en los lentejones
arenosos. Por el contrario, en otros muchos yacimientos, el volumen de las rocas-madre
en la proximidad de la trampa, es netamente bastante menor, y se está obligado a hacer
intervenir desplazamientos a larga distancia.
2. Si la circulación del petróleo en el interior de un almacén medianamente o poco
permeable, parece difícil en condiciones normales de presión y tempertaura, no ocurre
probablemente lo mismo en las capas de la corteza terrestre donde reinan temperaturas y
presiones elevadas.
Se ha visto, que la viscosidad y la tensión superficial de los flúidos, características que
tienen una gran influencia en la circulación en los horizontes-almacén, disminuyen muy
rápidamente cuando aumenta la temperatura. Incluso, la proporción de gas disuelto, que
también tiende a disminuir la viscosidad y la tensión superficial, aumenta con la presión
y la temperatura, y como consecuencia, con la profundidad de enterramiento. Estas
propiedades, son directamente proporcionales a la profundidad: se ha establecido por
ejemplo, que el agua fluye en un medio poroso, tres veces más fácilmente a 3.000
metros de profundidad que en superficie, y seis veces a 6.000 metros.
Finalmente, aunque el desplazamiento de un petróleo en el interior de una arena
ligeramente permeable puede parecer difícil en su estado actual, en realidad no
conocemos casi nada de las propiedades físicas (viscosidad, tamaño de los glóbulos
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CAPITULO I
INDICIOS DIRECTOS
INDICIOS DIRECTOS ACTIVOS.
Son el resultado de una circulación subterránea activa, que arrastra it la superficie una
cierta cantidad de hidrocarburos, lo más a menudo mezclados a un volumen de agua
importante. La mayor parte, representan el final de una dismigración secundaria, a partir
de un yacimiento ctiva cobertura es insuficiente. Se presentan bajo el aspecto de fuentes
de gas o de petróleo surgentes, o fluyentes en superficie. Su aspecto en superficie, es
función de la naturaleza del producto y de su caudal.
Indicios de gas.
as manifestaciones de gas combustible, son relativamente frecuentes pero no siempre
son fáciles de descubrir.
En países áridos, es probable que muchas de las fuentes de gas pasen desapercibidas, si
su caudal es pequeño y no van acompañadas de agt
En países húmedos, se manifiestan por la aparición de burbujas que rompen en la
superficie de los arroyos y lagunas.
En este caso, los gases se notan por su olor a gasolina, debido a la ploieneia de
homólogos superiores; sobre la costa Norte de Perú, la Iltko marina trae a veces olores a
gasolina, debidos a desprendimientos tont se producen en el océano. En Méjico, algunos
desprendimientos se toolliali bajo tal presión, que producen un ruido comparable al de
un Ventilador. En Perú, se conocen fuentes de gas suficientes para asfixiar
Los indicios fósiles, comprenden todas las trazas de hiarpc fijos, que se encuentran en
las rocas. Están mucho más am extendidos que los indicios activos.
Su interpretación es en general más difícil.
Están lo más a menudo representados por hidrocarburos sólidos o pastosos, y más
raramente líquidos.
A pesar de las dificultades e incertidumbres, aún numerosas, parece que los métodos de
detección geoquímica deben desarrollarse aún más,
no se excluye que el estudio de los "microindicios" se convierta en herramienta
importante de la exploración petrolífera.