Mi diario de viaje: 

 
En mi clase n° 1 del curso, pude aprender la diferencia entre hegemonía y 
dominación. Los autores leídos me aportaron mucho para entenderlo.  
Además logré cambiar mi pensamiento, ya que creía que lo hegemónico sólo 
estaba a cargo del Estado, y no es siempre así. Las clases dominantes, y las 
populares también pueden lograr cambiar en lo que respecta a lo educativo.  
Mi clase n°2 : una nueva mirada que me llevó a repensar muchos conceptos que 
antes tenía. Me ayudó a tener otra mirada de la educación en general, y me 
sirvió para reflexionar sobre a quién estoy educando. Pensar en la historia de 
las familias que ponen a sus hijos en la escuela pública para que nosotros le 
demos “educación”, es muy importante. Por consecuencia, pensar en la forma de 
enseñar en ese contexto particular.  
Las ideas de este autor que no conocía, Simón Rodríguez, me ayudaron mucho 
para este “repensar”. Rodríguez rechazaba cualquier abordaje pedagógico que 
tuviera como base la repetición memorística y defendía el c ​ o-aprendizaje.​El 
co-aprendizaje​ (aprender​ de los otros y con ellos),​ también estimulaba 
permanentemente la pregunta, la curiosidad, el deseo de saber y conocer. La 
pedagogía de la pregunta​ que también hablaba Paulo Freire. Estos conceptos 
(nuevos para mí) me hicieron mucho ruido en mis prácticas docentes. La verdad 
que esta clase fué muy productiva. 
La clase n° 3 llegó para llenarme de nueva información que no había leído. 
Muchos nombres de personas que estudiaron la educación a través de los años. 
Las ideas anarquistas,algunas como la educación libertaria, la igualdad de 
derechos, me fueron significativas. Además de las de Mariátegui cuando habla 
de trabajar en educar teniendo en cuenta la democratización , mirando el 
contexto socio-económico: “​“No es posible democratizar la enseñanza de un país 
sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura 
política.” 
Revisar hechos históricos,como la inmigración europea, y los cambios en la 
educación, me fueron muy productivos para seguir reflexionando sobre la 
educación de antes y la de ahora. Una clase muy rica de datos, e información de 
otros autores como Barcos, Weinberg, Teran, fueron muy interesantes. Lo que 
dice Barcos sobre la educación de nuestros hijos y el Estado, la reflexión que 
hace es muy relevante, y no tiene desperdicio. También las de los otros autores.  
La clase n° 4 trajo más luz a mis saberes sobre la educación a través de la 
historia argentina. 
Las palabras de Taborda sobre educación “comunal”, en contraposición con las 
de Sarmiento la “oficial”( supuestamente “popular”), fueron muy importantes 
para poder llegar a entender los cambios que sufrió la educación nacional.  
La llegada del peronismo, hizo que se revalorara las ideas de Taborda. Mejoró la 
educación, siendo ahora también para una clase olvidada: la obrera, la popular.  
Los contenidos antes (con Sarmiento) eran para el trabajo, y fomentaba la 
individualidad; ahora los contenidos (con el Peronismo), pasaron a 
“nacionalizarse”.  
Muy buena clase para ver el paso del tiempo de conceptos tales como: 
“educación oficial” y “educación comunal o popular”.  
 
En la clase 5 llegó la educación liberadora. La opresión- dominación ya no debe 
estar entre nosotros. Lo que sucedió en la década del 60 fue un paso más en la 
historia de la educación latinoamericana.  
Nuevos personajes que influyeron en la historia siguieron enriqueciéndome.  
 
La educación popular de la que habla Freire llega para cambiar aún más la idea 
de educar. Ya no como el docente como el dueño del conocimiento.  
En su libro “Pedagogía del oprimido” dijo tan sabias palabras que me ayudaron a 
comprender el rol del educador y cómo pararse ante los educandos.  
La verdad que esta clase fué una de mis preferidas. En el profesorado escuché 
mucho sobre Paulo Freire y la lectura de “Cartas para el que pretende enseñar” 
es uno de mis favoritos.