Sei sulla pagina 1di 3

Resumen de “El Camino a Cristo”

Génesis Mendoza
El camino a Cristo es un libro que nos muestra el camino a esa persona que
nos comprende y que como ninguna otra quiere y puede consolarnos con un
amor que es más fuerte que la muerte.
La naturaleza nos habla de ese gran amor; en medio del sufrimiento del
pecado, aun nos revela el amor de Dios, quien creo cada una de las cosas
de la naturaleza como prueba de su inmensurable amor; cada cosa creada
fue para beneficio del hombre y para gloria de Dios. Satanás al introducir el
pecado en el hogar edénico indujo a nuestros primeros padres a considerar a
Dios como severo y exigente. A fin de revelar el carácter de Dios al mundo
Jesús se ofreció a morir para que por su muerte fuéramos redimidos del
pecado y renovar la imagen de Dios en sus hijos terrenales; en su misión
terrenal Jesús se dedicó a sanar la humanidad tanto físico como
espiritualmente, cada acto de su vida revelaba el carácter de su padre,
aunque nunca suprimió la verdad; pero la dijo con amor.
Jesús sufrió para redimirnos, se despojó a si mismo, dio su vida para dar al
pecador una esperanza de salvación y así unir nuevamente la tierra con el
cielo. El precio de nuestra salvación, el sacrificio que hizo nuestro Padre
celestial al dar a su hijo único para que muriese por la raza creada, nos da un
concepto elevado del amor de Dios por sus hijos.
Por nosotros mismo no podemos vencer el pecado, no tenemos poder para
salvarnos, necesitamos un poder que obre en nuestro corazón; ese poder es
Cristo, solo mediante Él podemos vivificar en nosotros las facultades de las
que Dios nos había dotado al crearnos. Es ese maravilloso poder que nos
convence de pecado y nos induce a arrepentirnos, y sentir tristeza por el
pecado y abandonarlo. La virtud procedente de Cristo es la que nos induce al
arrepentimiento, no debemos endurecer nuestro corazón a la influencia del
Espíritu santo, no obstante debemos permitir que implante en nosotros el
anheló de tomar esa cadena que se lanzó para rescatarnos, ya que, los que
no han humillado su alma delante de Dios reconociendo su culpa, no han
cumplido todavía la primera condición de la aceptación. Debemos buscar con
corazones quebrantados y humillación del alma, el verdadero
arrepentimiento, aborreciendo nuestros pecados, y solo así podremos
encontrar la paz y el perdón de Dios.
Para ser perdonados y tener la paz que Dios nos promete no tenemos que
hacer nada penoso, solo tenemos que confesar nuestros pecados a Dios,
quien es el único que puede perdonarnos; Dios quiere sanarnos y libertarnos,
pero esto exige una transformación completa y la renovación de toda nuestra
naturaleza; debemos entregarnos a El completamente.
La guerra contra nosotros mismos es la batalla más grande que jamás se
haya reñido y para salir victoriosos de ella tenemos que dejar nuestra
suficiencia propia y colocarnos en las manos de Dios, para que su voluntad
sea hecha en nuestras vidas.
Satanás quiere hacer aparecer que el gobierno de Dios se funda en una
sumisión ciega y en una reglamentación irracional, pero no es así, Dios
desea que el hombre, que es la obra maestra de su poder creador, alcance
el más alto desarrollo posible, no puede aceptar un homenaje que no le sea
otorgado voluntaria e inteligentemente. Nosotros somos quienes decidimos si
ser libres de la esclavitud del pecado o compartir la gloriosa libertad que Dios
nos ofrece.
Pidamos a Dios un corazón nuevo, dejemos nuestra suficiencia propia y
vamos a los pies del salvador que está dispuesto a ayudarnos a salir de la
esclavitud del pecado; para darnos la libertad que nos dio al morir en rescate
por nuestros pecados.

Potrebbero piacerti anche