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Clases de preeclamsia

Se denomina hipertensión al aumento en exceso de la presión arterial,


es decir, de la fuerza que ejerce la sangre contra el interior de las
arterias. Durante el embarazo pueden presentarse distintos tipos de
hipertensión y los riesgos que conllevan para la madre y el bebé son
muy variables, llegando a ser, en algunos casos, muy graves. Por eso
se recomienda medir la tensión arterial a todas las embarazadas de
forma mensual durante la segunda mitad del embarazo.
Se considera hipertensión a una medida de la presión arterial superior
a 140/90 mm Hg no esporádica. (medida tanto en la consulta médica
como en condiciones normales de la vida de la mujer). La hipertensión
llega a afectar a cerca del 10% de las mujeres embarazadas, aunque
en algunos casos ya existía antes del embarazo.
Hipertensión arterial crónica o previa al embarazo. Aparece antes
de la semana 20 de gestación y no desaparece después del parto.

Hipertensión arterial transitoria o gestacional. La hipertensión


arterial transitoria, también denominada hipertensión gestacional, es la
que aparece tardíamente en el embarazo. Es leve o moderada, sin
presencia de proteínas en la orina y desaparece después del parto.

Hipertensión arterial inducida por el embarazo o preeclampsia.


Es un trastorno que puede ser serio y que se caracteriza tanto por la
alta presión arterial como por la presencia de proteínas en la orina. Se
desarrolla como consecuencia del embarazo, por lo general después
de la semana 20 de gestación y suele desaparecer después del parto.
Es también conocida como toxemia del embarazo.

Hipertensión arterial crónica con preeclampsia. Aparece antes de


la mitad del embarazo y luego se complica con preeclampsia.
Días previos al parto
Técnicamente se considera que le parto ha comenzado cuando se
instaura una cavidad uterina regular ¨2,3contracciones de intensidad
moderada fuerte cada 10 minutos) la dilatación del cuello uterino es de
2 o 3cm y existen modificaciones del resto de las características del
cérvix al menos esta semi borrado y sellado.
La mayoría de las mujeres dan a luz entre la semana 38 a la 42 de
embarazo el nacimiento por lo general ocurre 2 semanas antes o
después de la fecha estimada.

Episiorrafia
Es una intervención quirúrgica que consiste en reparar la herida dejada
por la episiotomía, suturando las caras internas de los labios mayores.

Técnica

1)Después de realizar la antisepsia de la región, la revisión del cérvix y


canal del parto, se obtiene una visión general de cómo afrontar de mejor
manera la herida. Previo a su inicio debe verificarse nuevamente el
bloqueo anestésico.

2)Posteriormente se coloca una compresa o gasa larga de control para


evitar que la sangre que sale del útero impida visualizar la sutura,
ocluyendo nuestro campo de observación.
Músculos Bulboesponjoso del periné de la mujer (en color rojo) a ambos
lados de la pared de la vagina.
Primer tiempo
Se inicia la sutura de la mucosa vaginal con Catgut crómico de 0 o 00
por detrás del ángulo o vértice vaginal (1cm aprox) con sutura continua.

Segundo tiempo
Se sigue con la reconstrucción de la capa muscular del periné. Se
utilizan de preferencia puntos separados, se suturan los músculos
bulbocavernosos y las fascias superficiales.

Tercer tiempo
Se termina la episiorrafia con sutura continua subdérmica o con puntos
superficiales separados que unan simultáneamente la fascia superficial
y la piel.

Tratamiento: Postoperatorio correspondiente a la intervención para


comprobar que los puntos se caen solos y no se infecta.

Síntomas: Ninguno, es una intervención que se lleva a cabo tras


practicar una episiotomía, en el mismo momento del parto.
Episiotomía
La episiotomía es una incisión en la pared vaginal y el perineo (el área
entre los muslos, que se extiende desde el orificio vaginal hasta el
ano) para agrandar la abertura vaginal y facilitar el parto.
Durante el parto vaginal, el médico ayudará a que la cabeza y la
barbilla del feto pasen por la vagina cuando ya se pueda ver. Una vez
que la cabeza sale de la vagina, el médico generalmente gira al feto
hasta que queda de costado y asiste en la salida de los hombros,
seguidos del resto del cuerpo. En algunos casos, el orificio de la
vagina no se dilata lo suficiente para dejar pasar al feto. El médico
puede realizar una episiotomía para ayudar a agrandar la abertura y
lograr la salida del feto. La episiotomía se suele realizar cuando la
cabeza del feto ha estirado la abertura vaginal varios centímetros
durante una contracción.
La episiotomía se puede clasificar en dos tipos:
De línea media o mediana. Se refiere a una incisión vertical que se
hace desde la parte inferior de la abertura vaginal hacia el recto. Este
tipo de episiotomía suele sanar bien, pero es más probable que se
desgarre y se extienda hasta el área rectal, llamada laceración de
tercer o cuarto grado.
Medio lateral. Se refiere a una incisión que se hace en un ángulo de
45 grados desde la parte inferior de la abertura vaginal hacia
cualquiera de los lados. Este tipo de episiotomía no suele desgarrarse
ni extenderse, pero conlleva una mayor pérdida de sangre y tal vez no
sane bien. Una vez que el bebé ha nacido, se le pide a la madre que
siga pujando durante las siguientes contracciones uterinas para
expulsar la placenta. Una vez expulsada la placenta, se sutura la
incisión de la episiotomía. Si la madre no recibe anestesia regional,
como la epidural, se puede inyectar una anestesia local en el perineo
para adormecer el área y así poder reparar un desgarro o episiotomía
después del parto. Otros procedimientos relacionados que se pueden
utilizar durante el trabajo de parto y el parto mismo incluyen la cesárea
y la cardiotocografía externa e interna. Consulte estos procedimientos
para obtener información adicional.
Razones para realizar el procedimiento
No todas las mujeres necesitarán una episiotomía, y el hecho de
ayudar a estirar los tejidos de manera natural puede ayudar a reducir
la necesidad de este procedimiento. Si no se realiza una episiotomía
es posible que ocurra, o no, un desgarro de los tejidos perineales Se
puede utilizar una episiotomía para contribuir con el tratamiento de las
siguientes afecciones:
Fatiga fetal: Parto complicado, tales como la presentación pélvica
(primero salen las nalgas o los pies) o la distocia de hombros (cuando
ha salido la cabeza del feto, pero los hombros quedan atrapados)
*Parto con fórceps o ventosa
*Bebé grande
*Bebé prematuro
Su médico puede recomendar una episiotomía por otros motivos.
Riesgos del procedimiento
Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, pueden surgir
complicaciones. Algunas complicaciones posibles de una episiotomía
pueden incluir, entre otras, las siguientes:
*Sangrado
*Desgarro que se extiende más allá de la incisión hasta los tejidos
rectales y el esfínter anal
*Dolor perineal
*Infecciones
*Hematoma perineal (acumulación de sangre en los tejidos perineales)
*Dolor durante las relaciones sexuales.
Tacto vaginal
El tacto vaginal es una prueba exploratoria que consiste en la
introducción de los dedos índice y corazón de la mano de un explorador
en la vagina de la mujer para obtener información mediante el sentido
del tacto.
En las mujeres embarazadas se utiliza para conocer la posición,
consistencia, longitud y dilatación del cuello uterino y el descenso y
rotación de la cabeza fetal.
La valoración de la exploración es muy subjetiva y su exactitud queda
limitada si no es llevada a cabo siempre por el mismo profesional y
estando la mujer en la misma posición en todos los tactos. Un tacto
vaginal puede ser experimentado por las mujeres como una fuente de
ansiedad, ya que invade su privacidad e intimidad. Debe realizarse
siempre previo consentimiento y es recomendable que el profesional
explique exactamente qué es lo que va a hacer y cómo lo va a hacer.
De esta manera, creando un clima de respeto y estableciendo una
mínima confianza es probable que resulte menos incómodo y doloroso.
Los tactos ofrecen una información valiosa, sin embargo, deben
realizarse únicamente cuando sea estrictamente necesario. Esto quiere
decir que, en principio, si el parto va bien no hay necesidad de
realizarlos. La OMS aconseja realizarlos cada 4 horas o antes si la
gestante tiene sensación de pujo y se recomienda de cada 2-4 horas.
En el momento en que se produce la rotura de bolsa es
desaconsejados pues los dedos pueden arrastrar microorganismos de
la vagina hacia el cuello del útero y provocar riesgos de infección.
Algunos profesionales los realizan en semanas anteriores al parto aun
cuando no hay ningún problema.
El tacto vaginal se desaconseja a menos que la mujer presente
contracciones regulares, intensas y se encuentre en fase activa de
parto ya que no tiene ningún valor pronóstico, es decir, no tiene
sentido realizar una maniobra invasiva como es el tacto vaginal
cuando sabemos que una mujer puede estar varios días con 1 cm. de
dilatación y otra puede no haber comenzado a dilatar y parir 24 horas
después.
Analgesia y anestesia en el parto
La analgesia es la pérdida o modulación de la percepción del dolor.
Puede ser local: afectar sólo una pequeña área del cuerpo, regional:
afectar una porción más amplia del cuerpo o sistémica: La analgesia
se logra a través del uso de la hipnosis (sugestión), medicamentos
sistémicos, fármacos regionales o fármacos por inhalación.
La anestesia es la pérdida total de la percepción sensorial y puede
incluir la pérdida de la conciencia. Se induce mediante diversos agentes
y técnicas. En obstetricia, la anestesia regional se obtiene mediante
técnicas anestésicas locales (epidural, raquídea) y la anestesia
general se logra por medio de medicamentos sistémicos e intubación
endotraqueal.
Los términos analgesia y anestesia a veces se confunden dentro del
uso común. Analgesia denota aquellos estados en donde sólo participa
la modulación de la percepción del dolor. Anestesia implica esos
estados en los que se pierde la conciencia mental y la percepción de
otras sensaciones. Se han hecho intentos por dividir la anestesia en
diversos componentes, que incluyen analgesia, amnesia, relajación y
pérdida de la respuesta refleja al dolor. Desde esta perspectiva, la
analgesia se puede considerar como un componente de la anestesia.

El uso de las técnicas y medicamentos para proporcionar alivio del dolor


en obstetricia requiere de una comprensión versada en sus efectos para
garantizar la seguridad tanto de la madre como del feto.

Algunas de las considerables modificaciones fisiológicas que se


producen durante el embarazo y el parto tienen consecuencias muy
precisas con respecto a la anestesia de la madre. Realizando
sistemáticamente una consulta con el anestesista hacia el final del
embarazo es posible evaluar el riesgo anestésico y considerar las
ventajas e inconvenientes de cada técnica. En este fascículo se
describe la analgesia y la anestesia peri medular durante el trabajo y el
parto y asimismo la anestesia para la cesárea.
¿Porque una mujer en embarazo debe vacunarse?
El feto y la gestante sufren durante el embarazo cambios
inmunológicos y fisiológicos que pueden afectar a la vulnerabilidad de
ambos ante algunas infecciones y enfermedades.
“toda mujer en edad fértil debería de estar adecuadamente inmunizada
antes del embarazo para que, durante el mismo, tanto la mujer como
el feto no sufran una enfermedad prevenible”.

Vacuna de la gripe
Dentro del primer grupo de vacunas indicadas, la Aepap destaca la
antigripal inactivada. “El diagnóstico de gripe durante el primer
trimestre del embarazo se ha asociado a un aumento de
malformaciones cardiacas, labio leporino, defectos del tubo neuronal.
En el segundo y tercer trimestre a un aumento del número de abortos,
partos prematuros y una disminución del peso al nacimiento”

Vacuna de la tos ferina


La segunda vacuna indicada es la de la tos ferina. La Aepap indica
que “tiene una doble finalidad. Primero, evitar que la mujer adquiera la
tosferina y contagie al neonato. En segundo lugar, la transmisión
pasiva a través de la placenta de anticuerpos al feto, que lo protegerán
hasta que inicie la primo vacunación a los 2 o 3 meses de edad”.

Vacuna del tétanos y difteria


Las últimas vacunas recomendadas en el embarazo son la del tétanos
y difteria. La asociación advierte de que durante el parto existe riesgo
de infección por tétanos, tanto para la madre como para el recién
nacido.
Parto prematuro
El trabajo de parto que empieza al cumplirse las 37 semanas es
llamado "pretérmino" o "prematuro". Los bebés prematuros, en
especial, los que nacieron con mucha anterioridad, suelen tener
problemas médicos complicados. Por lo general, las complicaciones
por el nacimiento prematuro varían. Sin embargo, cuanto más
temprano nazca un bebé, el riesgo de tener complicaciones será más
alto.
Los riesgos pueden ser:
*Un parto prematuro anterior
*Antecedentes de cirugía del cuello uterino, como escisión electro
quirúrgica
*Quedar embarazada de gemelos
*Infección de la madre o de las membranas alrededor del bebé
*Ciertos defectos de nacimiento del bebé
*Hipertensión arterial de la madre
*Cuando la bolsa de agua se rompe antes de tiempo
*Demasiado líquido amniótico
*Sangrado en el primer trimestre
Reduzca su riesgo de parto prematuro:
Para reducir el riesgo de parto prematuro, siga los consejos de su
proveedor. Llame tan pronto como sea posible si piensa que está
teniendo un trabajo de parto prematuro. El tratamiento a tiempo es la
mejor manera de prevenir un nacimiento prematuro.
El cuidado prenatal reduce el riesgo de tener al bebé con demasiada
anticipación usted debe:
*Hacerse chequeos de rutina a lo largo de su embarazo
*Comer alimentos saludables
*No fumar
Borramiento y Dilatación del cuello uterino
Borramiento
A medida que la cabeza del bebé desciende hacia la pelvis, ejerce
presión contra el cuello uterino. Esto hace que el cuello uterino se
relaje y se afine, o se borre.
Durante el embarazo, ha tenido el cuello uterino cerrado y protegido
por un tapón mucoso. Cuando el cuello uterino se borra, el tapón
mucoso se suelta y sale por la vagina. Esta mucosidad puede estar
teñida con sangre. La evacuación del tapón mucoso se llama
"marcado" o expulsión del tapón mucoso. Es posible que note cuando
expulsa el tapón mucoso. Pero podría no notarlo.
El borramiento se describe como un porcentaje. Por ejemplo, si el
cuello uterino no se borra para nada, está borrado un 0%. Si el cuello
uterino se ha afinado completamente, está borrado el 100%.

Dilatación
Después de que el cuello uterino comienza a borrarse, también
empezará a abrirse. Esto se llama dilatación del cuello uterino. La
dilatación del cuello uterino se describe en centímetros de 0 a 10. A 0,
el cuello uterino está cerrado. A 10, está completamente dilatado. El
cuello uterino debe estar completamente dilatado antes de que usted
pueda empezar a pujar.
Dilatación pasiva: en esta etapa del parto el cuello de la matriz se
dilata de 0 a 3 centímetros. Las contracciones pueden durar entre 30 y
60 segundos y puede haber entre ellas de 5 a 20 minutos. Esta fase
es la más larga de la dilatación, puede incluso durar días, sobre todo
en mujeres que van a dar a luz a su primer hijo.
Dilatación activa: en esta etapa del parto, el cuello del útero se
dilatará de 3 a 10 centímetros. Las contracciones se volverán más
intensas, largas y se producirán de manera más frecuente. Pueden
durar cerca de un minuto y se producen cada 2 o 4 minutos.
Parto natural
Algunas mujeres optan por dar a luz sin ningún tipo de medicación,
utilizando técnicas de relajación y respiración controlada para el dolor.
En el parto natural, la madre tiene el control del cuerpo y en general
trabaja con un asistente que la guía y le brinda apoyo durante las
etapas del trabajo de parto.
Para muchas futuras madres, el parto natural no es una cuestión de
"valentía" o "martirio"; simplemente quieren tratar el trabajo de parto y
el alumbramiento como un acontecimiento natural. A pesar del dolor,
muchas mujeres descubren que la experiencia les da fuerza y mucha
satisfacción.
El parto natural es una manera de dar a luz con poco uso de la
tecnología y dejando que la naturaleza siga su curso. Esto puede
incluir lo siguiente:
*atravesar el trabajo de parto y el alumbramiento sin la ayuda de
medicamentos, incluidos los analgésicos, como las epidurales
*usar pocas intervenciones médicas (o ninguna), como el monitoreo
fetal continuo y las episiotomías (un corte que se realiza en la zona
que se encuentra entre la vagina y el ano para hacer espacio para el
bebé durante el alumbramiento)
*permitir que la mujer dirija el trabajo de parto y el proceso de
alumbramiento, haciéndolo de un modo en el que se sienta cómoda
Muchas mujeres con embarazos de poco riesgo optan por un
alumbramiento natural para evitar los posibles riesgos de los
medicamentos para la madre y el bebé. Los analgésicos pueden
afectar el trabajo de parto: puede haber una caída de la tensión
arterial, el trabajo de parto podría acelerarse o hacerse más lento,
podría sentir náuseas y tener la sensación de falta de control.

Pero muchas mujeres optan por el parto natural para sentirse más en
contacto con la experiencia del alumbramiento y para afrontar el
trabajo de parto de manera proactiva.
¿Dónde se realiza?
Algunas mujeres que optan por un parto natural deciden dar a luz fuera
del ámbito hospitalario, como un centro de maternidad, donde el énfasis
está puesto en el parto natural. Las mujeres pueden ir de un lugar a otro
durante el trabajo de parto, colocarse en posiciones que les resulten
más cómodas y pasar un rato en una tina o un jacuzzi. Al bebé se lo
monitorea con frecuencia con un ecógrafo portátil. A menudo se utilizan
medidas para reconfortar a la mujer (como hidroterapia, masajes,
compresas tibias y frías, y técnicas de visualización y de relajación). La
mujer puede comer o beber si así lo desea.

En un centro de maternidad, puede haber una variedad de profesionales


del cuidado de la salud, como enfermeros certificados, parteras
certificadas (personas con capacitación profesional para ofrecer apoyo
y atención durante el trabajo de parto y el posparto).

Los estudios demuestran que recibir apoyo continuo de una persona


experimentada y capacitada durante el parto, como una partera puede
reducir el tiempo del trabajo de parto, disminuir o eliminar el uso de
medicamentos, reducir probabilidades de necesitar una cesárea y una
sensación más positiva del trabajo de parto una vez que todo ha
finalizado.

En la actualidad, también es posible tener un parto más natural en


muchos hospitales. Algunos hospitales tienen centros de maternidad en
los que se usa un enfoque natural, pero se cuenta con la intervención
médica si es necesaria. Muchos hospitales han modificado su enfoque
para los partos de bajo riesgo y tienen habitaciones con un ambiente
hogareño para que las mujeres hagan el trabajo de parto, den a luz y se
recuperen sin necesidad de ser trasladadas.
Parto normal
El parto normal es el proceso fisiológico con el que la mujer finaliza su
gestación a término (entre las 37 y las 42 semanas cumplidas). Su inicio
es espontáneo, se desarrolla y finaliza sin complicaciones, culmina con
el nacimiento de un bebé sano y no necesita más intervención que el
apoyo integral y respetuoso. Después de dar a luz, tanto la madre como
su bebé se encuentran en buenas condiciones.
La evolución del parto está influida no sólo por factores biológicos
propios de cada mujer y bebé, sino también por factores psicológicos,
culturales y ambientales.
La mayoría de las mujeres sanas, con la atención y apoyo adecuados y
con un mínimo de procedimientos médicos pueden dar a luz sin poner
en riesgo su seguridad y la de los bebés. Para ello es importante que
las mujeres tengan confianza en sus posibilidades de afrontar el parto y
que las matronas y obstetras contribuyan a la mejor evolución de este
proceso fisiológico.
Dilatación: primera etapa del parto

La aparición de contracciones progresivamente más frecuentes e


intensas suele ser la primera señal de que el parto comienza. Gracias a
ellas, usted prestará atención a lo que le está ocurriendo y podrá
observarse para tomar las decisiones más oportunas.

Las contracciones se irán convirtiendo en rítmicas y dolorosas


consiguiendo que el cuello del útero se adelgace de forma gradual,
adquiera una consistencia blanda y vaya dilatándose. En un
determinado momento será conveniente que acuda al hospital. El
momento adecuado dependerá de los partos previos y de la distancia a
la que se encuentre la Maternidad.
Segunda etapa del parto
Es la que transcurre entre el momento en que se alcanza la dilatación
completa (10 centímetros de dilatación) y el nacimiento del bebé.
También se subdivide en dos fases: pasiva y activa.
Durante la fase pasiva de la segunda etapa del parto no se percibe
sensación de pujo y las contracciones uterinas hacen descender la
cabeza del bebé a lo largo de la vagina. Su duración en las nulíparas
puede alcanzar hasta dos horas y en las mujeres que ya han tenido
hijos, hasta una hora si no han recibido analgesia epidural y hasta dos
horas si la reciben.
La fase activa de la segunda etapa comienza cuando el bebé es visible,
se producen contracciones de expulsivo o se percibe el deseo de pujo.
El nacimiento
En cuanto el bebé nazca será colocado en sus brazos para que lo
mantenga en contacto piel con piel sobre su pecho desnudo. Hoy
conocemos la importancia de que los bebés sanos mantengan este
contacto piel con piel con su madre de forma inmediata e ininterrumpida
desde el momento del nacimiento y durante una a dos horas.
Tras el nacimiento del bebé el cordón umbilical se ligará,
preferiblemente pasados dos minutos o cuando cesa el latido.
Alumbramiento: tercera etapa del parto
La tercera etapa del parto es la que transcurre entre el nacimiento y la
expulsión de la placenta. En la guía sobre la atención al parto normal se
recomienda el manejo activo o dirigido de la tercera etapa del parto, es
decir, la administración de oxitocina intravenosa para disminuir el riesgo
de hemorragia postparto y acortar la duración de este periodo. Sin
embargo, el alumbramiento espontáneo, sin utilización de fármacos, es
una opción aceptable para aquellas mujeres que, teniendo un riesgo
bajo de hemorragia, lo prefieran.
Si el alumbramiento es dirigido, es decir con administración de oxitocina,
la expulsión de la placenta se produce normalmente en el transcurso de
30 minutos tras el nacimiento, mientras que en el caso de
alumbramiento espontáneo se puede demorar hasta 60 minutos.
Parto en el agua
El medio acuático es muy placentero para la madre, debido a que el
agua relaja los músculos y estimula la producción de endorfinas, lo que
disminuye la sensación de dolor. Además, acelera la fase de dilatación.
La posición vertical del parto en el agua facilita la expulsión del bebé,
porque su peso hace más presión por acción de la fuerza de gravedad.
Cuando la madre tiene 5 cm de dilatación, se acomoda en una bañera:
piscina especial con agua filtrada o potable a unos 37 grados
centígrados de temperatura.
La temperatura del agua es prácticamente la misma que la del líquido
amniótico, por lo que el bebé no sufre ningún shock por el cambio de
temperatura.
El bebé recibe el oxígeno a través del cordón umbilical, igual que ha
ocurrido durante los nueve meses de gestación. Además, cuenta con
un reflejo autónomo, el reflejo de inmersión que le impide tragar agua.
En cuanto el bebé siente un cambio ambiental del agua al aire, se
produce una cadena de respuestas químicas, hormonales y físicas que
hacen que comience a respirar.
Una vez se haya producido el alumbramiento, el recién nacido y la
madre deben salir inmediatamente del agua.
Es preferible que la temperatura de la habitación donde se encuentra la
piscina sea semejante a la del agua para evitar cambios de
temperaturas bruscos para el bebé.
Si se presenta alguna complicación en el trabajo de parto, la madre
debe salir del agua y dejar que el médico intervenga.
La preparación previa es fundamental. Desde el cuarto o el quinto mes
de embarazo, las parejas pueden asistir a un curso psicoprofiláctico,
para que aprendan los ejercicios y métodos de relajación y respiración.
No todas las madres pueden tener un parto en el agua. Si tu embarazo
es de alto riesgo, esta opción no es la más recomendable. Consulta con
tu médico.
Parto en cuclillas
El parto en cuclillas puede realizarse a nivel del suelo o sobre la
camilla y brindar más comodidad a la madre al momento de dar a luz.
El parto en cuclillas ha sido una costumbre pactarte en cuclillasicada
desde tiempos antiguos ya que la posición en cuclillas es una postura
de parto vertical en donde a mujer puede recostarse en cada
contracción para relajarse y recuperar energías.

ventajas:
La fuerza de la gravedad ayuda: al ser una postura vertical se
aprovecha la fuerza de la gravedad de aproximadamente 4 Kg.,
haciendo que el esfuerzo del pujo disminuya.
El útero se alinea mejor: la postura permite que el diámetro de la
pelvis se amplíe más (de 1 a 2 cm) y con mayor facilidad. La cabeza
del bebé se alinea mejor acortando el período de dilatación y el trabajo
de parto, tanto en mujeres primíparas como multíparas.
Las contracciones son más efectivas: la posición favorece
naturalmente la presión del feto sobre el cuello uterino, la cual se
suma a la presión propia de las contracciones uterinas haciéndolas
más efectivas. Además, esta presión favorece la elasticidad de los
tejidos perineales, reduciendo la necesidad de practicar episiotomías.
Alivio del dolor: alivia la sensación de dolor al disminuir la
compresión del plexo sacro, localizado en la parte posterior del pelvi.
Se reducen así las molestias lumbares y el dolor de las contracciones.
Además, se liberan más endorfinas, que proporcionan tranquilidad y
contribuyen a calmar el dolor.
El bebé está más oxigenado: los vasos sanguíneos de la pelvis no
sufren la compresión que sufren en el parto horizontal, mejorando la
circulación de la madre y, por tanto, la frecuencia cardiaca del bebé.
Desventajas del parto en cuclillas

A pesar de que parir en posición de cuclillas tiene más ventajas que


desventajas, y sin lugar a dudas favorece más el nacimiento del bebé
que la posición horizontal, hay algunas desventajas asociadas a esta
postura.

Posibilidad de aumento de hemorragia postparto


Mayor porcentaje de desgarros: hay una mayor incidencia de desgarros
de grado II en mujeres que no han parido. Sin embargo, se puede
contrarrestar la presión combinando la posición en cuclillas con otras
posiciones.

No hay una posición ideal para dar a luz, sino que cada mujer tiene que
elegir la que le resulte más cómoda en cada momento. Pero las
posiciones verticales, y entre ellas, el parto en cuclillas parece tener
importantes ventajas a la hora de dar a luz.

Alguno de los inconvenientes es que la mayor presión que ejerce la


cabeza del feto sobre la pelvis de la madre en esa postura puede
producir desgarros importantes en la zona del periné y, por lo tanto, una
recuperación lenta y dolorosa para la madre.
Parto con fórceps
En un parto vaginal asistido, el médico utilizará herramientas especiales
llamadas fórceps para ayudar a mover al bebé a través de la vía del
parto.
Los fórceps son similares a 2 grandes cucharas para ensalada. El
médico las utiliza para guiar la cabeza del bebé fuera de la vía del parto.
La madre empujará al bebé hacia afuera el resto del trayecto.
Otra técnica que el médico puede utilizar para sacar al bebé se llama
parto con ventosa.
¿Cuándo es necesario un parto con fórceps?
Incluso después de que su cuello uterino esté completamente dilatado
(abierto) y usted haya estado pujando, aún puede necesitar ayuda para
sacar al bebé. Las razones incluyen:
Después de pujar por varias horas, el bebé puede estar cerca de salir,
pero necesitar ayuda para atravesar la última parte de la vía del parto.
Usted puede estar demasiado cansada para seguir pujando.
Un problema de salud puede hacer que pujar sea peligroso para usted.
El bebé puede estar mostrando señales de estrés y necesitar salir más
rápido de lo que usted puede empujarlo por su cuenta.
Antes de que se puedan utilizar los fórceps, es necesario que el bebé
haya avanzado lo suficiente por la vía del parto. La cabeza y la cara del
bebé también deben estar en la posición correcta. El médico revisará
cuidadosamente para verificar que sea seguro utilizar los fórceps.
La mayoría de las mujeres no necesitará fórceps para dar a luz. Usted
puede sentirse cansada y tentada a pedir un poco de ayuda. Pero si no
hay una verdadera necesidad de un parto asistido, es más seguro para
usted y su bebé dar a luz por su propia cuenta.
¿Qué me sucederá durante un parto con fórceps?
Se le dará un medicamento para bloquear el dolor. Puede ser anestesia
epidural o un anestésico que se coloca en la vagina.
Los fórceps se colocarán cuidadosamente sobre la cabeza del bebé.
Luego, durante una contracción, se le pedirá que vuelva a pujar. Al
mismo tiempo, el médico jalará suavemente para ayudar a dar a luz al
bebé. Después de que el médico saque la cabeza del bebé, usted lo
empujará hacia fuera el resto del trayecto. Después del parto, usted
puede cargar al bebé sobre su regazo si está bien. Si los fórceps no
ayudan a mover a su bebé, se puede necesitar realizar una cesárea.
¿Cuáles son los riesgos?
En su mayoría, los partos vaginales asistidos con fórceps son seguros
cuando son realizados correctamente por un médico experimentado.
Además, pueden reducir la necesidad de una cesárea.
Sin embargo, hay algunos riesgos asociados a un parto con fórceps.
Para la madre, los riesgos son:
*Desgarros más graves en la vagina que podrían requerir una
recuperación prolongada y (pocos casos) cirugía para corregirlos
*Problemas para orinar o defecar después del parto
Para el bebé, los riesgos son:
*Protuberancias, moretones o marcas en la cabeza o la cara del bebé.
Estas sanarán en unos días o semanas.
*La cabeza puede hincharse o estar en forma de cono. Esto debe
retornar a la normalidad generalmente al cabo de uno o dos días.
*Los nervios del bebé pueden resultar lesionados por la presión de los
fórceps. Los músculos faciales del bebé pueden descolgarse si los
nervios están lesionados, pero volverán a la normalidad cuando estos
sanen.
*El bebé se puede cortar a causa de los fórceps y sangrar. Esto es
poco común.
Parto leboyer
El método Leboyer surge a mediados de los años 70. El núcleo de la
propuesta de Leboyer consiste en controlar el parto de modo que el
paso del vientre materno al exterior sea lo menos traumático posible
para el feto. Si bien este método no se ha implantado al pie de la letra,
en los hospitales el personal es cada vez más cuidadoso con aspectos
del parto que antes se consideraban triviales.

Método Leboyer para el parto


El parto sin violencia o método Leboyer busca, sobre todo, que el bebé
nazca en un ambiente agradable de forma que el paso del vientre
materno al exterior sea lo menos traumático posible.
Por eso, este obstetra francés propuso a mediados de los años 70 que
las salas de parto tuvieran luces tenues y música suave, así como que
el bebé recibiera al nacer un baño de agua caliente.
En la práctica, los hospitales no tienen en cuenta estas tres propuestas,
pero sí otras que defendió Leboyer y que se han ido estableciendo poco
a poco entre la comunidad médica mundial.
Así, en la actualidad son pocos los lugares donde al recién nacido se le
coloca boca abajo y se le da un azote para que suelte su primer llanto.
Tal como propuso Leboyer, ahora es frecuente que se utilicen métodos
menos violentos cuando el recién nacido tarda en respirar por sí solo.
En muchos hospitales ya no se corta el cordón umbilical de forma
inmediata y, cada vez más, se sigue el método Leboyer de dejar durante
un rato al recién nacido y a su madre unidos por ese nexo.

También es cada vez más frecuente colocar al bebé encima de la madre


después del parto. Antes, lo normal era que la parturienta no cogiera en
sus brazos a su hijo hasta después de que el médico le hubiera
examinado y las enfermeras lo hubieran limpiado.
Parto por cesárea
El parto por cesárea es el alumbramiento de un bebé a través de la
incisión quirúrgica que se hace en el abdomen y el útero de la madre.
Este procedimiento se realiza cuando se determina que este método es
más seguro para la madre, para el bebé o para ambos que el parto
vaginal. En un parto por cesárea se realiza una incisión en la piel y en
el útero en la región baja del abdomen de la madre. La incisión en la piel
puede ser vertical (longitudinal) o transversa (horizontal), y la incisión
en el útero puede ser vertical o transversa. Una incisión transversa se
extiende a través de la línea del vello púbico, mientras que una incisión
vertical se extiende desde el ombligo hasta la línea del vello púbico. Se
utiliza con mayor frecuencia la incisión uterina transversa, ya que sana
bien y hay menos sangrado. Las incisiones uterinas transversas
también aumentan la probabilidad de un parto vaginal en un futuro
embarazo. Sin embargo, el tipo de incisión dependerá de las
condiciones de la madre y del feto.
Razones para realizar el procedimiento
Cuando una mujer no puede dar a luz por vía vaginal, el parto se realiza
por medio de una intervención quirúrgica practicando una cesárea.
Algunas cesáreas son planificadas y programadas, mientras que otras
pueden practicarse como resultado de complicaciones surgidas durante
el trabajo de parto. Existen varias condiciones que aumentan las
probabilidades de un parto por cesárea. Estas incluyen, entre otras, las
siguientes:
Frecuencia cardíaca fetal anormal: la frecuencia cardíaca fetal durante
el trabajo de parto es un buen indicador de cómo reacciona el feto frente
a las contracciones del trabajo de parto. La frecuencia cardíaca se suele
monitorizar electrónicamente durante el parto; lo normal es que varíe
entre 120 y 160 latidos por minuto. Si la frecuencia cardíaca fetal indica
un problema, es posible tomar medidas de inmediato, como darle
oxígeno a la madre, aumentar los líquidos y cambiar la posición de la
madre. Es posible que sea necesario realizar una cesárea.
Posición anormal del feto durante el parto: la posición normal del feto
durante el parto es con la cabeza para abajo, y la cara hacia la espalda
de la madre. Sin embargo, en ocasiones el feto no se encuentra en la
posición correcta, lo cual hace que el paso por el canal de parto sea
más difícil.
*Falta de progreso o evolución anormal del trabajo de parto
*El bebé es demasiado grande para un parto vaginal
*Complicaciones de la placenta (por ejemplo, placenta previa, situación
en que la placenta bloquea el cuello uterino y presenta el riesgo de
desprenderse del feto prematuramente)
*Determinados problemas médicos maternos (por ejemplo, diabetes,
presión arterial alta o infección por el virus de inmunodeficiencia
humana [VIH])
*Lesiones por herpes activas en la vagina o en el cuello uterino de la
madre
*Mellizos u otros múltiples
*Parto por cesárea anterior
Su médico puede recomendarle una cesárea por otros motivos.
Riesgos del procedimiento
Al igual que en cualquier procedimiento quirúrgico, pueden surgir
complicaciones. Algunas posibles complicaciones del parto por cesárea
pueden incluir, entre otras, las siguientes:
*Sangrado
*Desprendimiento anormal de la placenta, especialmente en mujeres
con un parto por cesárea anterior
*Lesiones en la vejiga o en los intestinos
*Infección en el útero
*Infección de la herida
*Dificultad para orinar y/o infección de las vías urin

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