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RESUMEN
Durante la adolescencia suelen adoptarse comportamientos de riesgo que acarrean
consecuencias negativas para la salud de los individuos, como el consumo de drogas. Este
consumo resulta especialmente importante en esta etapa vital, donde se adquieren y
consolidan los estilos de vida. Tradicionalmente, la adopción de las conductas de riesgo,
como el consumo de drogas, se encuentra influenciada por el entorno social más cercano al
individuo, la familia y el grupo de pares (Teoría del Aprendizaje Social – Bandura, 1982). El
principal objetivo de este artículo es examinar la importancia de la estructura familia en el
consumo de drogas entre los adolescentes de secundaria residentes en España. Además, se
compara la influencia que tiene la naturaleza de las relaciones paterno-filiales (clima
familiar) con la presentada por el comportamiento de los amigos. Para analizar la adopción
de conductas de riesgo se considera el consumo de tabaco, alcohol, cannabis y otras drogas,
mientras que para examinar la estructura familiar se tiene en cuenta el tipo de familia y sus
transiciones familiares.
ABSTRACT
Risk behaviors that have negative consequences on the health of individuals, such as
drug use, are frequently first adopted during adolescence. The use of harmful substances is
particularly important at this stage of life, when habits and lifestyles become acquired and
consolidated. Traditionally, risk behaviors are influenced by the social environment linked to
the individual, the family and the peer group (Social Learning Theory - Bandura, 1982). The
main aim of this paper is to examine the importance of family structure on the patterns of
drug use among high school adolescents in Spain. In addition, we compare the influence of
the quality of parent-child relationships and that of peer behaviors. To analyze the likelihood
to engage in risk behavior, we have considered tobacco, alcohol, cannabis and other drugs
1
use, whereas to study family structure we have considered the type of family and number
of family transitions.
The sample is composed of 15,753 high school adolescents in Spain and has been
drawn from the HBSC Survey (Health Behavior in School-Aged Children Survey) of 2006.
Statistical analyses are based on logistic regression models that aim at determining the
importance of a number of factors. The results confirm the importance of the peer group and
the quality of parent-child relationships for the use of tobacco, alcohol, cannabis and other
drugs.
1. INTRODUCCIÓN
2
2001) y la importancia del contexto más próximo al individuo, la familia y el grupo de
pares (Barrett y Turner, 2006). En la literatura española, la mayoría de los estudios
examinan la influencia de la familia teniendo en cuenta las relaciones paterno-filiales
(Berjano y Pons, 1997) aunque también encontramos estudios donde se combina la
importancia del tipo de familia con las relaciones familiares (Rodrigo et al., 2004) o
donde se analiza la influencia del grupo de amigos (Graña y Muñoz, 2000).
Los patrones de consumo en España han ido cambiando en las últimas décadas.
En los años 60 y 70, el consumo de drogas estaba ligado a sectores sociales que se
podían etiquetar como “contraculturales” y a sectores marginales de la sociedad. En la
3
década de 1980 y 1990, la preocupación del consumo de drogas se vincula a la heroína,
principalmente por los efectos nocivos que tiene en la salud de los individuos y la gran
extensión de su consumo entre la población. En 1986 nace la FAD (Fundación de
Ayuda contra la Drogadicción) y la droga empieza a definirse como un problema social.
En la actualidad, el consumo de drogas se ha extendido a otras sustancias y la
preocupación está vinculada con el policonsumo (Rivas y Gámez, 2005).
2. ESTADO DE LA CUESTIÓN
4
1987). Normalmente, son comportamientos que se alejan de las normas y
legalidad de la sociedad.
La familia
5
La influencia del contexto familiar en la adopción de conductas de riesgo está
vinculada sobre todo con la estabilidad del clima familiar. En general, el consumo de
drogas es más elevado en los adolescentes de familias no tradicionales, como familias
monoparentales o reconstruidas (Griesbach et al., 2003; Barret y Turner, 2006; Brown y
Rinelli, 2010). Las principales desventajas de estas familias están determinadas por un
menor control parental (Teoría del Control Social – Gennetian, 2005) y por el proceso
de estrés que los hijos adolescentes sufren al vivir una transición familiar (Teoría de
Inestabilidad y Cambio en la unidad familiar – Wu y Martinson, 1993).
6
consecuencias sobre el estilo de vida adoptado por el hijo adolescente cambian de una a
otra. Dentro de las familias monoparentales destaca la influencia negativa del
nacimiento en esta estructura familiar (Wagmiller et al., 2010). En este caso, el
adolescente puede carecer del apoyo familiar externo al hogar (característico cuando el
paso a este tipo de familias se produce por el fallecimiento de un progenitor) y no contar
con la posible aportación económica extra (común en los casos de un divorcio anterior).
Dentro de las familias reconstruidas, el divorcio suele ser la transición familiar más
estresante para el hijo (Brown y Rinelli, 2010), ya que combina las consecuencias
negativas del conflicto entre las figuras de autoridad con un aumento del control
percibido (Aneshensel, 1992).
Estas desventajas pueden ser paliadas por una buena relación con los
progenitores, lo que prueba el efecto mediador de la calidad y cantidad de las relaciones
paterno-filiales. En estudios como el de Adalbjarnardottir y Hafdteinsson (2001) se
confirma que, una buena comunicación y disciplina impuesta por los progenitores tiene
efectos positivos para el hijo, al frenar la posible influencia externa negativa.
Los estilos parentales afectivos y que se basan en un alto apoyo favorecen en los
hijos una confianza en sí mismos, una alta autoestima y una capacidad de control que
reducen la probabilidad de comportamientos de riesgo, porque les hace menos
vulnerables ante la presión grupal. En cambio, los factores de reprobación, castigo,
rechazo y presión hacia el logro hacen aumentar la adopción de conductas de riesgo
(Berjano y Pons, 1997). En otras palabras, la relación con las figuras de autoridad no se
puede basar únicamente en el control sino también en el apoyo.
7
El grupo de amigos
A pesar de la enorme influencia del contexto familiar, hay que recordar que una
carencia emocional dentro de la familia puede hacer que se recurra al grupo de iguales
para satisfacer dicha necesidad afectiva, aumentando así la probabilidad de adoptar
conductas de riesgo (Barrett y Turner, 2006). Además, la adolescencia es una etapa de
externalización en la vida del individuo, donde el adolescente va a ir abandonando poco
a poco el entorno social de protección que supone la familia, para buscar la aprobación e
integración en otros contextos sociales.
La influencia del grupo de pares es muy relevante cuando los adolescentes son
más jóvenes o cuando viven en estructuras familias no tradicionales. Por un lado, la
desconexión con el entorno familiar aumenta la influencia del grupo de pares, sobre
todo en los primeros estadios donde el adolescente todavía no ha madurado lo suficiente
y se puede ver muy presionado por el comportamiento de los amigos (Graña y Muñoz,
2000). Por otro lado, el adolescente que vive en una familia no tradicional normalmente
vive una gran inestabilidad familiar que puede verse frenada por una buena aceptación
social (Aneshensel, 1992). Sin embargo, esta influencia no siempre se relaciona con
estilos de vida no saludables – modelo de riesgo exacerbado – lo que fomenta el
consumo de drogas (Hussong, 2002). En ocasiones, el grupo de amigos o compañeros
aumenta las actividades pro-sociales de los adolescentes – modelo de protección –
reduciendo la probabilidad de consumo de drogas en los adolescentes (Barrett y Turner,
2006).
8
suele tener una gran percepción de las consecuencias futuras de sus actos, sino que suele
centrarse en las consecuencias más inmediatas.
3. METODOLOGIA
9
3.2 Variables consideradas en el análisis
Variables dependientes
Tipo de familia
1
Los encuestados que no contestan al tipo de hogar principal y al motivo por el cual ya no viven juntos sus dos
progenitores se eliminan de la base de datos (N=235 1,08%).
10
monoparental por divorcio, monoparental por fallecimiento, monoparental de
nacimiento y otros tipos2.
2
Dentro de otros tipos de familias se encuentran los hogares encabezados por los padrastros/madrastras sin
progenitores, abuelos/as cuidadores, hermanos/as cuidadores, hogares de acogida y otros tipos.
3
Estas categorías de estatus ocupacional se realizan considerando los grupos de CIUO-88 (Organización
Internacional del Trabajo, OIT): http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/stat/isco/docs/resol08.pdf
Alto: Grupo 1. Directivos y gerentes.
Medio-alto: Grupo 2. Profesionales científicos e intelectuales.
Medio: Grupo 3. Técnicos y profesionales de nivel medio y Grupo 4. Personal de apoyo administrativo.
Medio-bajo: Grupo 6. Agricultores y trabajadores calificados agropecuarios, forestales y pesqueros y Grupo 7.
Oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios.
Bajo: Grupo 5. Trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados, Grupo 8. Operarios de
instalaciones, máquinas y ensamblados y Grupo 9. Ocupaciones elementales.
11
no y 1 = si), vacaciones familiares (0 = no, 1 = Si, una vez, 2 = Si, dos veces y 3 = Si,
tres o más veces) y propiedad de ordenadores (0 = no, 1 = si, uno, 2 = si, dos y 3 = si,
tres o más). La escala resultante 0-9 es recodificada en tres niveles: bajo (0-3), medio
(4-6) y alto (7-9).
Las variables consideradas en el análisis son la edad de los miembros del grupo
de amigos, el consumo de drogas en amigos, el tiempo que se pasa con los amigos, el
índice de actividades antisociales en amigos y el índice de actividades pro-sociales en
amigos.
12
Índice de actividades pro-sociales en los amigos: Esta variable es la suma de
actividades deportivas, culturales y medioambientales, unido a otras conductas que
reducen la adopción de comportamientos de riesgo como tener una buena relación con
los padres, ir bien en el colegio o ayudar a otras personas. Cada una de estas variables
dispone de las siguientes categorías de respuesta: 1 = nunca o casi nunca, 2 = a veces, 3
= a menudo, 4 = no lo sé y 995 = no contesta. La escala resultante 1-18 es dividida en
nivel bajo (1-12) y alto (13-18), considerando la mediana de la distribución como punto
de corte.
Odds ratio = eβ
Las diferentes variables independientes son introducidas secuencialmente por
bloques temáticos, con el fin de examinar la influencia de cada grupo de factores
mediadores y observar sus interrelaciones. Para comparar modelos se realiza un
contraste de hipótesis con el estadístico -2 log likelihood (-2LL). Este estadístico
compara los valores de la predicción con los valores observados en dos momentos: (a)
en el modelo sin variables independientes (donde sólo está la constante) y (b) una vez
introducidas las variables predictoras (modelo saturado) (DeMaris, 1992). Lo ideal es
que su valor vaya disminuyendo sensiblemente entre unos modelos y otros, porque eso
13
indica que la diferencia entre los valores pronosticados y reales de los sujetos va
reduciéndose conforme se controla por las variables introducidas en los diferentes
modelos.
4. RESULTADOS
4
Si consideramos el consumo de cannabis a lo largo de la vida este porcentaje aumenta hasta el 29,7%.
14
generación, cuando el consumo de drogas legales es mayor en adolescentes que son
nacionales e hijos biológicos (Tabla 1).
La familia
70 Tabaco (N=3359)
Alcohol (N=6293)
60
Cannabis (N=2248)
50
Otras drogas (N=990)
40
30
20
10
0
Biparental intacta Reconstruida Reconstruida Monoparental Monoparental Monoparental Otros tipos Total
(N=13155) Divorcio Fallecimiento Divorcio Fallecimiento Nacimiento (N=549) (N=15753)
(N=485) (N=60) (N=1141) (N=300) (N=63)
‐ ‐ ‐ ‐ ‐
Las características del hogar apuntan un mayor consumo en los hogares con un
nivel económico bajo y una inestabilidad en las relaciones familiares. La capacidad
15
adquisitiva familiar resulta especialmente determinante en el consumo de alcohol, ya
que se pasa de un 35,8% de consumidores en el nivel alto a un 44,3% en el nivel bajo
(Tabla 1). El estatus laboral materno también parece estar asociado al consumo de
drogas, en general se encuentra un mayor consumo entre los adolescentes cuya madre
tiene un nivel ocupacional medio. Por ejemplo, el 45,1% de los adolescentes cuya
madre tiene un estatus ocupacional medio consumen alcohol de forma excesiva, frente
al 39,1% de los adolescentes cuya madre tiene un nivel alto (Tabla 1).
El clima familiar está medido por la comunicación con los progenitores, los
estilos disciplinarios y la satisfacción del adolescente ante las relaciones familiares. Al
observar la Tabla 1 confirmamos que la inestabilidad en las relaciones con los
progenitores favorece el consumo de sustancias. Es decir, la difícil comunicación con
ambos progenitores, percibir un estilo disciplinario materno negligente, la ausencia del
padre en el hogar o su estilo negligente y una baja satisfacción con las relaciones
familiares favorecen el consumo de todas las sustancias. De todos los datos destaca
especialmente la influencia negativa del estilo negligente materno, sobre todo en el
consumo de drogas ilegales. El 22,9% de los adolescentes que perciben un estilo
negligente materno consumen cannabis, frente al 7,9% de los que perciben un estilo con
autoridad (alto apoyo y alto control). El porcentaje de consumidores de otras drogas es
de 2,9% cuando los adolescentes perciben un elevado apoyo y control materno, frente al
10,2% de los que tienen madres que no les apoyan ni controlan (estilo negligente).
El grupo de amigos
Los resultados aportados por las variables sobre actividades anti-sociales y pro-
sociales nos permiten confirmar que la influencia de los amigos tiende hacia estilos de
vida no saludables, es decir responde a un modelo de influencia de riesgo exacerbado.
16
Por ejemplo, el 42,1% de los adolescentes consumen tabaco cuando declaran altas
actividades anti-sociales en sus amigos, frente al 8,8% de los adolescentes
consumidores que declaran un bajo nivel de estas actividades entre sus amigos. Las
diferencias aportadas por el nivel de actividades pro-sociales se reduce al 24,2% de
adolescentes consumidores de tabaco cuando declaran un bajo nivel de actividades pro-
sociales frente al 20,5% cuando el nivel declarado es alto (Tabla 3).
5
En la Tabla 5 situada en el anexo (p. 25) podemos ver la estructura de los modelos de regresión, aunque sólo se
presenten los datos del último modelo.
17
sustancias disminuye notablemente cuando se tiene en cuenta las características de las
relaciones familiares (Modelo 4, Tabla 4). Este resultado destaca especialmente en el
consumo de cannabis, donde desaparecen las diferencias entre las familias biparentales
intactas y todas las familias no tradicionales. Para el resto de consumos se encuentra un
aumento del 59% en el consumo de tabaco, del 57% en el consumo de alcohol y del
67% en el consumo de otras drogas en los adolescentes de familias reconstruidas por
divorcio, en comparación con los adolescentes de familias biparentales intactas (Modelo
4, Tabla 4).
18
5. CONCLUSIONES
No obstante, este estudio tiene ciertas limitaciones relacionadas sobre todo con
el tipo de fuente de datos empleada, las variables disponibles y el reducido tamaño
muestral de algunas variables. La Encuesta HBSC, a pesar de ser muy rica en
indicadores para el análisis de la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1982), no
nos permite analizar la evolución de la influencia de la familia y el grupo de amigos.
Una base de datos longitudinal nos permitiría observar cómo, conforme aumenta la edad
de los adolescentes, la importancia del contexto familiar se pierde, dando paso a una
19
influencia externa (amigos). Además, sí dispusiéramos de la cronología del consumo
también podríamos determinar de una forma más rigurosa si los cambios familiares son
la causa o la consecuencia del consumo de drogas entre los adolescentes.
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21
ANEXO. TABLAS6
Tabla 1. Distribución de la muestra y porcentaje de consumidores de sustancias
Consumo de Consumo de Consumo de
Consumo de
N % alcohol cannabis otras drogas
tabaco (N=3359)
(N=6293) (N=2248) (N=990)
Sexo
Chico 7502 46,5 17,7 39,0 14,0 6,6
Chica 8251 53,5 26,7 42,8 15,6 5,9
Edad
12-14 años 6111 38,6 10,4 16,2 4,2 2,1
15-16 años 5718 36,5 26,5 47,7 17,8 7,0
Características socio-demográficas
6
En todas las tablas los porcentajes están ponderados y las N están sin ponderar.
22
Tabla 2. Porcentaje de adolescentes que consumen tabaco, alcohol, cannabis y otras drogas en función del tipo de
familia
23
Tabla 4. Modelos de regresión logística7
MODELOS DE REGRES IÓN LOGÍS TICA*
N %
I II III IV V
7
Las variables incluidas en cada modelo son:
- En el Modelo I: estructura familiar
- En el Modelo II: estructura familiar + características socio-demográficas de los sujetos
- En el Modelo III: estructura familiar + socio-demográficas + características económicas del hogar
- En el Modelo IV: estructura familiar + socio-demográficas + económicas + relaciones paterno-filiales
- En el Modelo V: estructura familiar + socio-demográficas + económicas + relaciones paterno-filiales + influencia de
los amigos
24
Tabla 5. Resumen de los modelos finales (V) de cada consumo
MODELOS DE REGRESIÓN LOGÍSTICA *
Tabaco A lcohol Cannabis Otras drogas
Tipo de familia
(Biparental intacta) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
Estructura
12-14 años 0,58 *** 0,31 *** 0,37 *** 0,56 ***
(15-16 años ) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
17-18 años 1,23 *** 2,12 *** 1,36 *** 1,53 ***
Condición de inmigrante
(Es pañoles ) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
Inmigrantes de 1ª generación 0,87 1,16 0,65 ** 1,38 *
Inmigrantes de 2ª generación 0,70 ** 0,71 ** 0,74 * 1,03
Número de hermanos en el hogar principal
(0 hermanos ) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
1 hermano 0,90 0,92 0,96 0,82
2 o más hermanos 0,92 0,83 ** 0,90 0,94
Tipo de hijo
(Hijo biológico) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
Hijo adoptivo 0,83 1,15 1,60 2,19 *
Tipo de hábitat
Rural 1,06 1,24 *** 1,07 0,92
(Urbano) (1,00) (1,00) (1,00) (1,00)
Capacidad adquisitiva familiar
Nivel económicodel
25