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1. Precaución: Contenido Bajo Presión
3. Pecados Olvidados
4. Caminos Secundarios
Sinopsis
No es que no se sienta locamente atraído por Bannon Murphy, pero cuando
el hombre comienza a hablar sobre parejas, Galen se muestra reacio. Fue
engañado y manipulado anteriormente por un cambia-formas, y no está
convencido de que pueda confiar en el sexy irlandés.
—¿Qué te haría pensar algo tan tonto? —Bannon le dio una mirada
que significaba que hablarían sobre ello más tarde. Parecía que todo lo que
habían hecho durante meses y meses era hablar hasta que Galen apenas
reconocía su propia voz.
—¿Por cuál camino están avanzando? —Preguntó Bannon cuando
Galen se negó a responder la primera pregunta.
Esto si podía hacerlo. Cerrando los ojos, Galen se giró hacia un lado,
luego hacia el otro, atrayendo la energía del secuestrador y los cachorros.
—Están avanzando rápido. Apenas puedo sentirles ya. —No era más
que un destello en este punto, y pronto desaparecería por completo si no
hacía algo rápidamente.
—Son tan dulce juntos que creo que voy a tener un coma diabético.
Galen frunció el ceño por las palabras de Jory, pero mantuvo los ojos
cerrados. Sin embargo, nadie sabía cómo se sentía sobre Bannon, se había
asegurado de ello.
—Lo interrogaremos por los detalles más tarde —susurró Kendall lo
suficientemente alto para que Galen oyera.
—Hay alguien más, viene por ese camino, dijo señalando hacia el
noreste.
—Hey.
—¿Ya no te gusta?
—Hay algo que necesito decirte, Galen. Creo que quizás también
puedas sentirlo, pero no he dicho una palabra. Así que, ahora no estoy
seguro de poder decírtelo.
—Me estás poniendo nervioso. Sólo dime lo que sea que quieras
decir.
—Eres mi pareja —exclamó Bannon. No había una forma sencilla de
decirle eso a alguien, especialmente si no entendía las costumbres y estilo
de vida de los cambia-formas.
—No, no lo soy. Sabes que no puedo serlo. ¿Por qué me dirías algo
como eso?
Oh, sí, definitivamente había una historia ahí. Pero juzgando por la
mirada furiosa y el color rojo en la cara de Galen, Bannon dudaba que
estuviera escuchándola pronto.
Aparentemente decir eso había sido un gran error porque Galen bufó,
fue hacia la puerta, la abrió de golpe y señaló hacia el pasillo.
Sin saber que más hacer, Bannon asintió aturdido, se puso de pie, y
caminó fuera de la habitación con su cabeza colgando como un perro
apaleado.
Galen corrió junto a él, cayó sobre sus rodillas e intento desatar las
cuerdas trenzadas que aseguraban a Bannon en la grande y decadente roca.
—Bien, yo vi a Bannon.
—¡Stavion!
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Capítulo Uno
—Galen, necesitamos hablar, pequeño. Bannon Murphy llamó a la
puerta de Galen suavemente, utilizando su voz para convencer a su pareja
para que saliera. No importaba que Galen se negara a reconocer que ellos
se pertenecían. Bannon sabía la verdad.
—Déjame entrar.
—No sé de que quieres hablar. Realmente no veo que haya nada más
que decir.
—Eres el hombre stubbornest2 que jamás he conocido. —Bannon no
lo admitiría por no alentar a la pequeña mierda, pero encontraba la
terquedad de su pareja muy entrañable.
—Así es.
2 Stubbornest: No tiene traducción literal pero viene a significar el más terco. Se deja el
original.
3 Se refiere a la palabra anteriormente mencionada.
cambia-formas, Bannon. No me voy a enamorar de ti sólo para que más
adelante encuentres a tu verdadera pareja y te olvides para siempre de mí.
—Te lo suplico. Por favor, sólo déjame solo. Pensé que podría ser tu
amigo sin quererte más, pero no puedo.
—¿No puede esperar? —Bannon no era vanidoso, pero sabía que sus
habilidades como Rastreador eran las mejores del país. Usualmente, no le
importaba que lo enviaran en misiones, pero eso era antes de que tuviera
una pareja que se ocultaba de él.
—No lo creo, hombre. Torren está haciendo todo lo posible para que
las cosas se asienten y mejorar su posición como anciano para poder ver a
sus hijos. Sé que yo no estaba demasiado feliz con idea al principio, pero es
un buen tipo. No quiero que lo alejen de Raina y Teegan.
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Bannon Murphy era sin ninguna duda el hombre más dulce, más
amable, por no mencionar el más sexy que jamás había conocido. No
importaba que Galen continuamente le alejara, Bannon nunca permanecía
fuera durante mucho tiempo. Era un bastardo persistente, pero era sólo una
cosa más que Galen amaba del hombre.
—¿Galen? —Un suave golpe sonó en la puerta del baño, seguido por
la voz de Kendall—. Cariño, ¿estás aquí?
—Si Bannon dice que eres su pareja, quizás sea cierto. —Jory se
encogió de hombros cuando Galen lo miró—. ÉL debe saberlo mejor que
nadie. Sólo porque no puedas cambiar no quiere decir que no tengas algo
de sangre cambia-formas en alguna parte.
Galen no tenía una buena respuesta para eso, así que no dijo nada.
Tenía exactamente el problema contrario. Su ‘pareja’ no se alejaba. —
Somos un desastre, ¿no?
Sus amigos se echaron a reír estando de acuerdo.
No se dio cuenta del desliz hasta que fue demasiado tarde y Torren le
estaba sonriendo en señal de triunfo. Hubo especulaciones, especialmente
después de que Galen soñó con él mientras había estado prisionero en
Nevada. Sin embargo, hasta ahora, nadie sabía a ciencia cierta que él y
Galen eran pareja.
—¿Por qué? —Bannon estaba tan furioso que esas fueron las dos
únicas palabras que pudo decir. Era los suficientemente malo que quisieran
utilizar a Galen en cualquier proyecto que hubiesen tramado, pero forzarles
a reclamarse mutuamente era demasiado.
—Mis hermanos.
—Sí. Eso aún no nos dice por qué necesitamos a tus hermanos antes
de Halloween. —Si Bannon no comenzaba a recibir algunas respuestas
directas, se marcharía. Ser un Rastreador era un buen trabajo, pero no iba a
arriesgarse sin una buena razón.
—Raith y Lynk son los más fuertes además de mí —dijo Torren sin
nada de arrogancia—. Les necesitaremos si no podemos recuperar el libro
antes de esa fecha.
—El Relegatis necesita una llave para ser abierto. Mis hermanos y yo
tenemos la llave, o más concretamente, somos la llave.
—Cada vez que el libro está cerrado, debe ser desbloqueado con una
llave, un hechizo que sólo se les enseña a los guardianes del libro.
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Bannon estaba confundido por la sobrecarga de información. Lo que
sabía hasta el momento es que Torren tenía doce hermanos, seis de los
cuales eran híbridos cambia-formas, y todos ellos estaban desaparecidos.
Añadiendo a eso, un libro que podría traer el fin del mundo tal como ellos
lo conocían y sólo podía ser abierto por un Braddock que actualmente
estaba perdido en algún lugar del mundo con una alta probabilidad de tener
una ‘llave’ sentada directamente a su jodido lado.
4Armagedón: término bíblico que aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 16,
versículo 16. Se refiere generalmente al fin del mundo o al fin del tiempo, mediante
catástrofes en varias religiones y culturas.
El Anciano Winters se sacudió como si saliera de un aturdimiento
por la pregunta de Raven. —No tiene nada que ver con el Relegatis. Sin
embargo, encontrarle y traerle al Consejo es imperativo.
—Sólo mírame. 32
—Puedo poner un hechizo de protección en él. ¿Cambiaría eso tu
juicio?
—No.
Torren lanzó sus manos al aire y gruñó. —Eres el mayor terco hijo
de puta que jamás he conocido. ¡Necesitamos encontrar a esos hombres, y
necesitamos hacerlo de una maldita vez! Va a ir. ¡Si tengo que hacerlo, le
enviaré solo!
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Capítulo Tres
—¿Estás seguro de que Stavion está de acuerdo con esto?
—¿Hay sexo?
Jory bufó y rodó los ojos antes de gatear por el suelo para poner el
DVD en el reproductor. —No, pervertido, no es porno.
—Por algunas, quiere decir todas, porque es tan vicioso como Jory.
—Aslan sacó la lengua cuando Jory le dio la vuelta a la situación—. Lo que
sea. Sólo no me despiertes si me duermo durante los créditos iniciales.
—No estoy seguro de que esto tenga créditos iniciales —dijo Jory
distraídamente mientras comenzaba la película. 35
Galen miró hacia la televisión y gimió. Una cursi secuencia de
persecución en blanco y negro. Oh sí, esta iba a ser la ganadora.
Excepto que, no tenía una pareja. Era humano para todos los efectos.
Por supuesto, tenía un don especial que era una clase de fisura legal para él
dentro del mundo paranormal, pero no era nada del otro mundo.
Sin embargo, Bannon decía que eran pareja. ¿Por qué mentiría sobre
algo como eso? Había buscado deliberadamente a Galen, se hizo amigo de
él, y luego más o menos le cortejó. Ahora, quería algo más. Galen quería
más, también, pero había pasado por algo parecido, y decir que no había
terminado bien sería un eufemismo.
—No tiene gracia, a ghrá. —Flynn cruzó los brazos sobre su pecho y
reflejó la cabeza inclinada de Malakai—. Esta amaneciendo.
—No, hasta dentro de dos horas no. Además, aquí hay persianas
como en el resto del lugar”.
—Gracias por invitarme, chicos, pero tengo que irme. Malakai les
tiró besos en el aire antes de saltar a los brazos de Flynn y frotarse contra él
mientras dejaban la habitación con Boston siguiéndolos muy de cerca.
—Eso fue dulce —dijo Kendall con una sonrisa tonta en su cara. El
pobre Aslan estaba congelado y ni siquiera se movió en toda la escena.
—¿Qué ocurrió?
—¿Qué piensas?
—¿Cómo puedo saberlo? Creo que piensas que somos pareja, pero
¿cómo estar seguro? Si lo somos, eso significa que tengo alguna clase de
sangre cambia-formas en mí. Era posible considerando que nunca había
conocido a su padre, y su madre había sido bastante escasa en detalles
sobre él. —¿Cómo supiste que era el único para ti?
Así que era eso. Sin embargo, atribuyó eso a los nervios. —¿Qué
más?
—Mi cerebro está un poco difuso cuando estás cerca.
Bien, eso le ocurría a Galen cada maldita vez que Bannon entraba en
una habitación. No sólo lo asociaba con el nerviosismo, sino que con el
hecho de que toda la sangre se precipitaba hacia el sur de la frontera cada
vez que veía al hombre. Sentirse atraído por alguien tan hermoso como
Bannon sólo era de esperarse. No probaba que estuvieran destinados a estar 45
juntos.
—Mis encías pican un poco, supongo.
Qué irónico era que esta fuese su primera decisión real, podría
cambiar su vida para siempre, y aún no sabía que hacer al respecto. —Dilo.
—Sí. —Esa era la loca que había hecho la vida de Galen un infierno
durante dieciséis años, mientras envenenaba su mente para que creyera que
era poco más que el engendro de Satán. Por lo que Bannon sabía de las
historias de Galen, ella nunca tuvo una razón lógica para ello. Eso le
llevaba a la única conclusión posible, la puta estaba jodidamente loca.
—Su nombre era Dallas Zeppler, y era la cosa más hermosa que 51
jamás había visto. Se detuvo y me recogió, me llevó a su casa, y…
—Estaba aterrorizado.
7 Camioneta Chevy:
— Es comprensible —le aseguró Bannon con un casto beso en la
parte superior de su cabeza.
Debió ser una buena decisión, porque Galen suspiró y sus músculos
se relajaron ligeramente. —Tenía diecinueve años cuando encontró a su
verdadera pareja y me dijo que se había equivocado. Esa fue la palabra que
utilizó, como si accidentalmente hubiese llamado al número equivocado.
No lo creí ni por un segundo, y aún no lo hago. Sólo fui una distracción
hasta que encontró algo mejor.
—Lo siento tanto, Galen.
—No nos preocuparemos ahora mismo por eso. Todo lo que importa
es si, cuando, y por qué tú lo quieras. No me importa Torren Braddock.
—Culo inteligente.
—Amas mi culo.
—Puedo ayudar.
—No. —El ceño de Bannon se frunció y sus labios bajaron hacia las
esquinas—. Eso no es lo que estoy diciendo.
—Así que, ¿cuál es? ¿Piensas que soy débil? ¿O estás intentando
escaparte de mí?
—Yo… uh… tú… ¿qué? —En este punto, Bannon se dio cuenta de
que cualquier respuesta que diera sería un error. Se había acorralado el
mismo y no sabía como lo había hecho. Mierda, ni siquiera sabía por qué
estaba en problemas.
Sí, pero
—Sí, pero
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Capítulo Cinco
El rítmico pitido y el sonido de metal rechinando cuando las
persianas de acero subieron por la noche despertaron a Galen del mejor
sueño que probablemente jamás había tenido. Después de revivir las partes
más dolorosas de su pasado, se había sentido completamente agotado. Con
la calidez del cuerpo de Bannon acurrucado a su lado protectoramente y el
delicioso aroma del hombre llenando su nariz, se había quedado dormido
rápidamente.
—Buenos días, Bannon. —Se movió un poco más hasta que pudo
presionar su nariz en el tibio hueco del cuello de Bannon y lo acarició—.
¿Dormiste bien?
Aunque intentó gritar las palabras, salieron un poco sin aliento. Para
su alivio, debió haberlo hecho lo suficientemente fuerte, porque la puerta se
abrió, y Raven entró. No hizo más que dar dos pasos antes de que sus cejas
desaparecieran en su línea de cabello cuando obtuvo un buen vistazo de lo
que estaba pasando.
Galen abrió su boca para negar que fuese la pareja de Bannon pero la
cerró con la misma rapidez. Probablemente no era el mejor momento para
hacer ese anuncio. Además, en lo profundo de su mente tenía dudas en
cuanto a la verdad de su negación. Todas las señales indicaban la dirección
opuesta, especialmente después de la escena que acababa de presenciar.
Era obvio para cualquiera con medio cerebro que Bannon había
estado protegiéndole, poniendo la seguridad de Galen por encima de la
suya. Su postura defensiva, la manera en que se había situado él mismo
delante del peligro, e incluso la manera en que había mantenido un férreo
control alrededor de Galen, todo indicaba sin dudas lo que era más
importante para él.
Eso no quería decir que estuviese listo para ser reclamado o declarar
su amor eterno. Simplemente estaba preparado para dar a Bannon una
oportunidad para probarle que todo eso debía suceder.
Bannon aún estaba intentando sacar a Galen, pero no iba bien ya que
continuamente tenía que detenerse y recuperar el aliento de tanto reírse.
—De nada, por supuesto, pero ¿por qué estoy siendo agradecido, si
puedo preguntar?
—Hay una razón por la que vine aquí, y no era tener a una ardilla
psicótica saltando en mi espalda e intentando dejarme sin pelo.
—¿Y Galen?
—De acuerdo.
Una vez que hubo bajado las escaleras, se encontró vagando por los
pasillos sin rumbo en mente. Quizás pudiera hablar con Flynn. De todos los
hermanos Murphy, Flynn era el único emparejado. Tal vez tuviera algún
consejo. 69
Girando sobre sus talones, se apresuró a regresar por donde había
venido, dirigiéndose hacia el pasillo del otro lado de la enorme escalera.
Justo cuando llegaba al rellano, pasos rápidos captaron su atención, y
levantó la vista para encontrar a Galen prácticamente cayendo por las
escaleras en su celeridad.
—¡Galen!
—Sí, quiero reclamarte para que todos sepan que eres mío. Pero, no
es algo que me tome a la ligera. Cuando me dices que no es un gran
problema, bien, estás equivocado. Probablemente sea la mayor decisión de
mi vida.
Oía las palabras de Galen, pero así de cerca, la única cosa en la que
Bannon podía pensar era en cerrar la corta distancia entre ellos y besarlo.
La caliente respiración de su pareja se desplegaba sobre su cara, y el tacto
de sus manos sobre la piel de Bannon ponía su cuerpo en llamas. Cuanto
más tiempo pasaban juntos, más difícil se le hacía resistirse.
—¿Te amo? Creo que podría, pero no lo sé con seguridad. Todo esto
es tan nuevo para mí. ¿Quiero que me reclames? Sí y no. No sé todo lo que
conlleva, pero lo que sí sé, es que si hay la más mínima posibilidad de
mantenerte a salvo, entonces eso es lo que quiero.
—¿Y no quieres nada para ti? —Bannon rozó la punta de sus dedos a
lo largo de la satinada y suave columna de la garganta de Galen—. Dime
lo que quieres, Galen Charles.
—¿Por qué?
No tenía una buena respuesta para eso. No hacía las reglas. Infiernos,
ni siquiera entendía la mayoría de ellas. —Si nuestra pareja muere, no
conseguimos otra. Supongo que el destino sabe algo que nosotros no
sabemos. ¿Te gustaría vivir el resto de tus días solo?
—¡Eso suena mucho mejor que morir! Aún tendría amigos. Aún
podría tener sexo. Sólo porque no vaya a encontrar alguna pieza mítica de
mi alma que está supuestamente perdida no quiere decir que no pueda
llevar una vida perfectamente normal. —Galen se corrió de nuevo hasta
que estuvo sentado en la esquina del sofá con sus rodillas dobladas debajo
de su barbilla y los brazos envueltos alrededor de sus piernas. —
¿Realmente vale la pena?
Lo valía para Bannon, pero podía ver que Galen estaba teniendo
muchas dificultades al pensar en esto. Todos los cambia-formas esperaban
con interés encontraran a su pareja para reclamar a la única persona hecha
sólo para ellos, la que traería paz y alegría a su corazón y alma. La única
persona que siempre estaría ahí para ellos, que los podría entender como
nadie más, y compartir cosas que nadie más podría. Era un objetivo por el
que los cambia-formas se esforzaban por lograr.
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Galen podría tener algo de sangre cambia-formas, pero era
mayormente humano y había vivido de esa forma toda su vida. ¿Cómo se
suponía que Bannon iba a explicar un concepto que no era sólo extraño,
sino que debería parecerle casi bárbaro?
—Vale la pena para mí. Pero, no puedo responder por ti, Galen. Eso
es algo que tienes que decidir por ti mismo. Si algo te pasara, yo no querría
seguir viviendo. Así funciona la profundidad de la unión. Así que, saber
que nunca tendré que intentarlo es un maldito alivio para ser honestos.
La noche había comenzado tan perfecta, y ahora sólo era una gran
puta mierda. No había querido hacer daño a Bannon con sus palabras, pero
sabía que lo hizo. No era que no quisiera estar con él. Podía manejar todas
las rarezas que vienen con estar acoplado a un cambia-formas, pero todo
eso de morir en nombre del amor era un poco demasiado Romeo y Julieta
para él. Únicamente, Romeo tuvo elección en el asunto.
—¿Galen?
—Idiota, ¡bájate de mí! —Willow reía tan fuerte que su cara estaba
enrojecida, y estaba casi sin aliento.
—Quiere reclamarme.
—¡Es un cambia-formas!
—Bien, dijo que seré capaz de sentir sus emociones. Dijo cosas
hermosas acerca de que siempre me amará y cuidará de mí. Entonces deja
caer la bomba de que si muere, yo también, y viceversa.
—Incluso a nosotros meros humanos nos gusta decir que cuando nos
encontramos con el más adecuado, simplemente lo sabremos. Quizás
Bannon no es el adecuado.
—¿Podemos hablar?
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—No. —Había hablado hasta que su cara fue de color azul. Nada de
lo que dijo cambó la voluntad de Galen, y se había quedado sin cosas que
decir. Estaba harto de ir de atrás a adelante, caliente y frío. Galen quería
que estuvieran juntos, pero sólo bajo sus condiciones. Ni siquiera estaba
dispuesto a satisfacer medio camino de Bannon.
—¿Por favor?
—Nunca dije que quería que me dejaras solo. Eres el único que saltó
y salió corriendo de la habitación como si estuviera en llamas. Siento que te
hiciera daño, y no me digas que no lo hice. Te conozco, tanto si quieres
admitirlo como si no. —Dio un paso más cerca para que su pecho chocara
contra Bannon—. ¿Por qué no puedo estar contigo sin que me reclames?
Sí, por qué Bannon, parecía gritarle su polla cuando se dio cuenta de
la cercanía de su pareja y se hinchaba dentro de sus pantalones vaqueros.
—No soy lo suficientemente fuerte, admitió. —Sólo el hecho de estar tan
cerca de Galen, hacía que solo pensara en hundir sus dientes en esa piel
cremosa y reclamarlo como suyo para siempre.
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—Eso es porque ambos estamos pensando demasiado. —Galen se
acercó más, obligando a Bannon a dar un paso hacia atrás dentro de la
habitación—. Realmente tengo algunos buenos consejos esta noche. —Sus
manos comenzaron a vagar por el pecho de Bannon, sus pulgares frotando
sobre los pezones y causando que se endurecieran—. ¿Por qué tiene que ser
todo o nada? ¿Por qué no podemos simplemente ir con ello y ver a dónde
nos lleva?
Absolutamente.
—Ven aquí, dulce corazón. —Habían sido sólo un par de horas, pero
se sentía bien tener a Galen en sus brazos de nuevo—. Lo haré mejor. Te lo
prometo.
Los brazos de Galen se cerraron alrededor de su cintura y le abrazó
muy fuerte. —No hiciste nada malo, Bannon. Sólo necesito más tiempo.
Por favor entiéndelo.
—¿Está funcionando?
—Sí, lo está. —Bannon cerró los ojos y gimió como una puta barata
cuando su pareja metió la mano en sus bóxers y liberó su polla,
envolviendo sus dedos suaves y delgados alrededor del duro eje y dándole
un ligero apretón.
Siete, los contó, hacia siete terribles meses que acumulaba deseo y
lujuria por el hombre que se retorcía en sus brazos. Se había masturbado
como un adolescente en la pubertad tantas veces que realmente había
desarrollado callos entre los dedos índice y pulgar. Fue un poco
sorprendente para él que su polla simplemente no renunciara y
directamente se le cayera .
Era música para sus oídos y para su polla, pero no mencionaría esto
último. Aún mirando a los ojos de Galen, meció sus caderas hacia adelante
en movimientos suaves y pequeños hasta que la acampanada punta de su
polla abrió una brecha en la entrada de su amante. La primera sensación de
los músculos increíblemente apretados envueltos alrededor de su polla fue
el cielo y el infierno, todo en un paquete perfecto.
Aslan era tan pequeño, incluso más pequeño que Galen, y no podría
luchar ni para escapar de una bolsa de papel. Cualquier otra persona en su
lugar se hubiese encerrado y ocultado debajo de la cama por la cantidad de
ruido que había estado haciendo Torren. Sin embargo, Aslan no. Su amigo 96
estaba en problemas, y había venido corriendo sin pensar en su propia
seguridad.
—De acuerdo, sólo quería estar seguro. —Aslan cruzó sus piernas
debajo de él sobre el colchón y se instaló, no mostrando señales de
marcharse a corto plazo. Entonces muy lentamente, giró su cabeza para
mirar fijamente a Torren y señaló con un dedo al enorme hombre—. Estás
siendo muy rudo.
—No estoy seguro de cómo explicarlo. Creo que será algo que
necesitaré mostrarte.
—¿Por qué no? ¿Por qué siento que sólo nos estás dando la mitad de
la historia?
Aslan estaba de pie justo en el umbral con los brazos cruzados sobre
su pecho y una sonrisa torcida en su rostro.
—¡Galen!
No, en realidad no, pero Galen no veía que tuviese elección. ¿Se
daba cuenta su gran amante irlandés que tenía un corazón de oro, y que eso
le parecía muy sexy a Galen? Estirando el cuello, sus dientes rasparon la
sombra de las cinco a lo largo de la mandíbula de Bannon. —
Gracias. ¿Cuánto tiempo tenemos antes de irnos?
Galen sentía más que veía los labios de Bannon extendidos en una
sonrisa alrededor de su palpitante polla. El bastardo. Una y otra vez,
Bannon le torturaba, trabajando la polla de Galen en la parte posterior de su
garganta un poco a la vez hasta que Galen pensaba que explotaría.
Con un gruñido salvaje que nunca antes había oído salir de sus
labios, puso sus manos en puños en el cabello de su amante de nuevo y
bombeó sus caderas, jodiendo la boca de Bannon rudamente. El cambia-
formas sólo parecía gritar a la bestia dentro de él.
Bannon sacó su polla con un travieso sorbo, extrajo sus dedos del
apretado canal de Galen, y se puso de rodillas en el colchón. Sin una
palabra, aunque definitivamente hubo algunos jadeos y gruñidos, Bannon
posicionó la corona de su polla en la entrada de Galen y empujó hacia
adelante, hundiéndose hasta la base en un poderoso empuje.
Galen inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a los ojos de Bannon.
—¿Qué soy tuyo? Por supuesto que te pertenezco, Bannon. Sólo porque no
estoy preparado para que me reclames no quiere decir que no sepa eso.
Eres todo lo que quiero.
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Capítulo Diez
—¿Dónde estamos?
—¿Te gusta? —Bannon no sabía mucho sobre moda, pero pensó que
Armani siempre tenía estilo, y la piel cremosa de su amante deslumbraba
contra el color carbón del traje.
—¿Y qué es eso? —Todo lo que Galen tenía que hacer era decir la
palabra y sería suyo. Bannon se aseguraría de ello.
Bien, desde luego no era una dificultad. —Ah, las cosas que sufro
por ti, Sr. Charles —bromeó Bannon mientras acunaba la cara de su
amante, juntó su boca con la de Galen, y solicitó la entrada dentro de las
cálidas profundidades.
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Los brazos de Galen subieron para enroscarse alrededor de su cuello,
dando un pequeño y suave gemido cuando sus lenguas se encontraron. No
hubo batalla por la dominación, ni dulce rendición. Fueron iguales en todos
los sentidos mientras sus labios y lenguas se mezclaron juntas.
12 Campo de Marte: vasto jardín público situado en el séptimo distrito, entre la Torre
Eiffel, al noroeste y la Escuela militar al sureste. Su nombre procede del Campo de
Marte romano (dios romano, Marte, dios de la guerra) o bien Campo de Marzo (el 14
de julio de 1790 se celebra la fiesta de la Federación). El 17 de julio de 1791 se
produjeron los fusilamientos del Campo de Marte y Jean Sylvain Bailly fue guillotinado
el 12 de noviembre de 1793. Se celebró la fiesta del Ser supremo el 6 de junio de 1794.
En el centro de la explanada se situó el altar de la Patria.
Bannon tragó alrededor de la constricción en su garganta y asintió
con la cabeza. —Despacio, ¿cierto?
Al igual que con todas las nuevas relaciones, la atracción física era
intensa, y la necesidad de lamer, morder, chupar y joder era abrumadora. Si
no estaba pensando en las quince maneras diferentes en que Bannon podría
echarle un polvo la próxima semana, entonces estaba salivando por poner
sus labios envueltos alrededor de la enorme polla de su pareja.
—Estoy aquí. No voy a dejarte caer. Córrete para mí, cariño. Deja ir
todo lo demás, y córrete para mí.
—¿Aún funciona?
—¿Bannon?
Blaise gimió a través de la línea, y hubo una pausa larga antes de que
hablara de nuevo. —Puedo entender que están siendo menos que cordiales.
—No son los tipos más amables del mundo, y están acostumbrados a 127
hacer las cosas a su manera. Además, como que les soborné para que
tomaran el trabajo. Sin embargo, son los mejores, y eso es lo que Torren
me pidió. Blaise estaba siendo extrañamente impreciso, lo que parecía ser
un tema recurrente con todo el mundo relacionado con El Consejo.
—Sí, Jory me lo dijo. —Sin embargo, era una buena cosa. Los
paranormales que Haven recibía eran buena gente sin ningún otro lugar a
donde ir. Era feliz sabiendo que formaba parte de algo como eso.
Bannon no parecía muy feliz, pero era demasiado tarde para dar
marcha atrás ahora. Así que, Galen sólo sonrió y se acomodó en su asiento.
Había sido muy serio sobre esa ducha.
Capítulo Once
La primera noche fue un completo fracaso. Una y otra vez trajeron
todo tipo imaginable de paranormales, y alguno que Galen no pudo
identificar, dentro del sueño de Bannon. A pesar de todo, no pudieron
encontrar al maldito hada, o a Lynk Braddock.
—¿Hay algo más sobre lo que quieras quejarte, princesa? —Le 130
preguntó el conductor.
De ser posible, los brazos de Bannon se apretaron aún más en torno a 132
él, y frotó su mejilla en la parte superior de la cabeza de Galen. —No
hiciste nada malo, cariño. Nadie tiene el derecho de tratarte de esa manera.
Incluso cuando no esté alrededor, nunca te conformes con menos de lo que
te mereces.
—¿Pueden tus hermanos hacer esto? Todo el mundo dice que eres un
Rastreador asombroso, así que tengo que asumir que no pueden.
—Va a ser un poco difícil para vosotros pasar este pequeño don si
ninguno de vosotros folla mujeres.
—Brujo espetó Galen. Brujo, brujo, brujo, creo que hay once no,
doce de ellos.
—Ese, —dijo Galen, señalando hacia el que estaba más cerca de él—
el que tiene el cabello negro y largo
—¿Puedes oírle?
—Lo intentaré.
Lo que sea que hizo funcionó porque el hombre que Bannon asumió
que era Camdin se dio la vuelta para mirarles fijamente.
—De acuerdo, así que ¿qué hacemos ahora? ¿Cómo llegamos hasta
él?
—Sí, eso eres. Y siempre protejo mi corazón, así que necesito hacer
esto solo. Despierta ahora, Galen.
Su pequeña pareja feroz le miró durante un largo tiempo antes de que
finalmente asintiera con la cabeza y diera un paso hacia atrás. —Regresa a
mí, Bannon Murphy. Lo digo en serio.
—Es el único lugar en el que quiero estar. —Igual que con los
brujos, Bannon cerró los ojos y liberó a Galen de regreso a su propio sueño.
Esperaba que fuese un final feliz.
Entonces una por una, liberó a las otras personas de pie en el claro
hasta que sólo quedaron Camdin y él. —Soy Bannon Murphy, y el Anciano
Winters me envió para llevarte de regreso a Wyoming.
—No lo sé, pero creo que no mucho. Estuve con diferentes cambia-
formas antes que ellos.
—Lo mismo que quieren todos. —Camdin levantó sus brazos hacia
los lados—. Poder. Creen que los brujos les darán ese poder si entregan el
Relegatis.
—Sí.
Sentándose más erguido, se inclinó hacia arriba entre los dos asientos
delanteros y se aclaró la garganta. —Necesitamos parar aquí. —
Sorpresivamente, los lobos no discutieron. Diablos, el conductor ni siquiera
encontró un estacionamiento. Simplemente se hizo hacia un lado de la
carretera—. Uh, gracias.
—¿Qué estamos haciendo? ¿Dónde está? ¿Cómo llegamos?
¿Necesitamos refuerzos?
Si algo hubiese salido mal para Bannon, él habría estado solo, porque
Galen no tenía idea de cómo rescatarle. Y mientras había estado pensando
en eso, también se había dado cuenta de que si su amante no pudiera
salvarle, había una posibilidad muy real de que acabara muerto. La mayor
revelación fue que no le importaba. Si eso significaba que Bannon estaba a
salvo, bien, eso era todo lo que importaba.
—¿Qué pasa con Raith y el niño pequeño? —Galen sabía que no era
realmente importante para su situación actual, pero no podía olvidar al
pequeño hada.
—Tienen al niño pequeño y arrestaron al alfa, beta, y dos Ejecutores
—respondió David, uno de los cambia-formas lobo. Resultó que sí tenían
nombres, y después de sacarles de la SUV, realmente no eran chicos tan
malos.
—También siento haber sido tan idiota —añadió David con una
sonrisa mientras arrastraba los pies incómodamente—. Estábamos teniendo
algunos problemas personales antes de que Blaise nos asignara este trabajo. 144
Supongo que podrías decir que no estábamos exactamente felices por
tomarlo, pero aún así no debimos habernos desahogado contigo.
Galen le hizo una señal. —Lo entiendo. No he sido el más fácil para
llevarse bien. Ocho días dentro de un coche harían eso a cualquiera, así que
definitivamente estáis perdonados. —Todos se dieron las manos, e incluso
Bannon se unió con su propia disculpa por tumbar a Scott.
—Así que, ¿qué pasa con el niño pequeño?” Preguntó Bannon una
vez que todos terminaron con sus tareas pendientes. Calentaba el corazón
de Galen que su pareja estuviera tomando la situación con seriedad.
También le dio la sensación de que sólo era porque Bannon sabía que era
importante para él. ¿Quién no podría amar a un hombre como ese?
—No saben por dónde empezar a buscar a los padres del niño, así
que van a llevarle de nuevo al Consejo —dijo Scott—. Esa es toda la
información que tenemos por ahora.
—¿Qué pasa con Raith Braddock? —Preguntó Demos.
Galen estuvo de acuerdo. Sólo habían pasado ocho días, pero estaba
preparado para regresar a Wyoming. Echaba de menos su cama, a sus
amigos, y no estar en constante temor de que alguien intentara 145
exterminarles antes de que pudieran alcanzar su meta.
Una vez que pasaron por sus labios, las palabras ya no parecían ser
tan aterradoras. De hecho, Galen se sentía liberado, como si hubiese
llevado una gran carga, y de repente se hubiese levantado. —Nunca voy a
sentir por otra persona lo que siento por ti. Moriría por ti de buena gana,
Bannon Murphy, porque eres lo más importante en mi vida.
—¿Qué trato?
Bannon nunca había sido una persona que se retirara en una pelea,
pero comprendía la importancia de encontrar a esos tipos, así que salió
corriendo hacia el interior del establo. Desafortunadamente para él, eso le 151
llevó directamente hacia el pájaro monstruoso que estaba haciendo todo el
escándalo. Afortunadamente, alguien tuvo la amabilidad de elegir
exactamente ese momento para encender las luces fluorescentes que
colgaban de las vigas.
16Pterodáctilo: Reptil fósil volador caracterizado por presentar una membrana entre las
extremidades anteriores y el cuerpo, que le posibilitaba el vuelo; vivió en el periodo
jurásico.
dar vueltas libremente. Incluso mientras miraba, una de las águilas se
golpeó contra las vigas y cayó en espiral hasta el suelo.
Decidiendo que los otros Ejecutores tenían las cosas bajo control,
Bannon buscó en la habitación a quienquiera que encendió las luces. Cerca
de la esquina en el fondo de la habitación, oculto en las sombras, una figura
oscura se dejó caer contra la pared y se deslizó lentamente hacia el suelo.
Saltando sobre uno de los pájaros caídos, Bannon corrió al otro lado
de la habitación, levantando polvo detrás de él mientras corría.
Disminuyendo el paso, se acercó cautelosamente con las manos a la vista
para demostrar que no era una amenaza. —¿Eres Lynk Braddock? —Gritó
por encima del ruido de la lucha.
El sonido de una tos fue su única respuesta, pero era mejor que nada.
Nada quería decir que estaba muerto, y si estaba muerto tendría problemas
con El Consejo. Además, tenía que convencer a la persona para que se
hiciera el muerto.
No le tomó mucho tiempo localizar al hada y medio llevarle, medio
arrastrarle fuera de la habitación para sentarle junto a Lynk. —Quedaos
aquí —ordenó como si estuvieran en condiciones de moverse. Ambos
parecían como si fuesen a llamar a las puertas de la muerte en cualquier
momento.
154
Capítulo Trece
—Así que, ¿salvamos el mundo? —Galen parpadeó inocentemente a
Bannon cuando todos se reunieron en el despacho de Torren.
Bannon le explicó más tarde que los dardos estaban rellenos con
Inhibidores, Inductores y sedantes. Los Inhibidores evitaban que los
cambia-formas cambiaran. Los Inductores les forzaban a cambiar a
cualquiera, animal o humano. Y bien, los sedantes eran sólo sedantes,
aunque especialmente diseñados para paranormales. Galen decidió que era 156
una muy buena cosa que sin saberlo hubiese cogido los dardos Inhibidores.
Había dado en el clavo con esa pregunta. Galen seguro que quería
saber por qué Torren y Layke habían sido tan reservados, y por qué incluso
ahora, estaban intentando hacer desaparecer misteriosamente al hombre.
Como si la mirada combinada de las personas en la habitación redujera al
gigante de dos metros a una pila de escombros.
Bannon presionó sus labios juntos y no dijo nada, lo que sólo hizo
reír a Galen. El hombre era un tonto, pero era una de las cosas que Galen
más amaba de él.
A pesar de que era un magnífico espectáculo, estaba teniendo
problemas para entender por qué Torren y Layke estaban mostrando el
perfecto físico de Camdin. Sin embargo, no comenzó a preocuparse hasta
que Torren se adelantó con un abrecartas en la mano.
—¿Has sido siempre así? —Galen agitó una mano para indicar el
pecho de Camdin. Realmente no estaba seguro de que era “esto”, pero
imaginó que obtuvo su punto de vista con el impresionante movimiento de
manos. Bonita jugada, idiota.
Torren asintió lentamente. —Es una carrera entre los círculos de los
brujos sobre quién puede encontrar el libro primero. La única ventaja que
tenemos es que piensan que estamos buscando un libro real. Siento
haberles mentido, pero fue por vuestra propia protección.
Malakai se rió entre dientes se inclinó hacia atrás sobre sus codos.
—Se están divirtiendo. No han tenido suficiente diversión últimamente.
No, realmente. Hasta que fue lanzado a una misión con Bannon,
Galen nunca apreció con cuánta mierda tenía que tratar su pareja en su
165
trabajo. —¿Dónde está Boston?
—Sí, no fue tan difícil como pensé que sería. Pero, creo que Braxton
y Keeton tuvieron un poco que ver con eso.
—¿Quién son?
—La gente sólo está asustada, Galen. Ha sido así durante mucho
tiempo, y va a tomar el mismo tiempo empezar a convencer a la gente que
los Moonlighters no son malos. Vamos a llegar allí, pero por ahora,
simplemente es mejor si todo el mundo está sobre aviso. —Malakai levantó
los pies y sonrió—. Las cosas se resolverán. Voy a coger a mi pareja y
llevarle a casa. Te veré más tarde, Galen.
Malakai sólo se rió y agitó una mano sobre su hombro cuando echó a
correr a través del campo. Galen no sabía cómo el vampiro podía distinguir
entre todos aquellos caballos a tanta distancia, pero Malakai se dirigió
directamente a uno de ellos, tomó al equino alrededor del cuello y lo
montó. Hizo que pareciera tan fácil. Estúpidos vampiros.
—Mmm, también te eché de menos. —¿Y qué si sólo había pasado 167
media hora desde que se habían puesto las manos encima en el camino
hacia el campo? Era una de esas cosas cursis que la gente decía cuando
estaban enamorados. Galen estaba a favor de estar enamorado.
—¡Bannon, maldición!
Bien, eso fue nuevo. Decidiendo que su cuerpo sabía qué diablos
estaba haciendo, Bannon alejó el pensamiento y continuó hinchándose
dentro del apretado calor de Galen. Los tendones de su cuello se tensaron,
sus músculos se fruncieron, y fuertes y primitivos gruñidos salieron de sus
jadeantes labios.
—¡Bannon! —Galen tiró su cabeza hacia atrás y gritó una y otra vez
mientras calientes cuerdas de perlado semen salían a chorros de su
hendidura para salpicar por encima de su vientre y pecho.
—Mío —dijo Bannon en voz alta. El viaje que les quedaba sería
largo y tortuoso, pero esperaba con interés recorrerlo con su pareja—. Te
amo, Galen Charles. Más que cualquier cosa.
—Pienso que fue para que podamos compartir poderes y así cubrir
más terreno creando sueños separados. ¿Entiendes?
Bannon se rió y rozó con sus dedos a lo largo del pliegue del culo de
Galen. Incluso se rió más fuerte cuando sintió la polla de su pareja
comenzar a estimularse e hincharse entre ellos. —Algo me dice que podrías
tener problemas para conciliar el sueño ahora mismo.
Fin
Acerca de la Autora
Gabrielle Evans creció en un pequeño pueblo en el sur de Oklahoma.
Estamos hablando de una luz roja que puede funcionar o no dependiendo
del día de la semana. Se casó con su novio del instituto el resto es
prácticamente historia. Tienen dos niños muy activos y un muy nervioso
perro salchicha que la mantienen constantemente en movimiento. Por
ahora, aparca su coche en el centro de Indiana, pero quién sabe lo que
pasará mañana.
Traductora
ChibiNeko
Correctora 174
Dankar
Diseño de Portada
Clau
Diseño y Formato
Pervy