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Dios dio a la humanidad talentos y dones que reflejen su gloria, pero pasaron a
una posición errónea que no les correspondía, en lugar de eso, el hombre tiene sus propios
sueños y planes en los cuales no está Dios. Jesús no es lo más importante para el hombre,
todo lo contrario, es un estorbo para la búsqueda egoísta de la humanidad. De acuerdo con
Pablo, “y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia,” Colosenses 1:18 (RV60).
La vida del ser humano generalmente gira en torno a satisfacer las expectativas
de quien le rodea, desde sus padres hasta su jefe en el trabajo, Jesucristo llama a sus hijos
a buscar satisfacerle a Él y encontrar verdadero gozo, paz y satisfacción. Vivir para agradar
a Jesús es al final una manera de agradar a otros, otros que también viven para agradar a
Dios.
En Apocalipsis capítulo 2, inician unas cartas enviadas a las iglesias de Asia Menor, cada
carta incluye de manera clara lo que Cristo espera de sus hijos, con recordatorios,
advertencias y mandamientos si es necesario corregir algo. Las advertencias de Dios a sus
hijos, deberían recordarles las recompensas eternas, ya que permiten corregir lo necesario
para no perderlas, debería de vivir con estas promesas frente a sus ojos espirituales para
afrontar con esperanza cualquier prueba y tentación, sabiendo que en Cristo se es más
que vencedor, siempre.
En la historia de la humanidad se han levantado líderes que han marcado la historia con
sus hazañas, sin embargo estos van y vienen, unos se posicionan en la cima hasta que
viene otro y lo derriba, algunos de ellos han hecho grandes cosas, mas ninguno es digno
de alabanza y adoración, solo Jesucristo. Es el único digno de nuestras palabras de
alabanza, de nuestro júbilo expresado hacia Él, Él es digno de toda la honra y honor que la
tierra haya experimentado en toda su historia y más allá. Todo símbolo de autoridad
debería postrarse ante Jesús como lo afirma la profecía, “…para que al nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra…”,
Filipenses 2:10 (RV60);
Apocalipsis narra el momento cuando esto suceda en forma definitiva, que tragedia sería si
satanás no pudiera ser derrotado, si el pecado y toda su miseria no fuera eliminado de una
vez y por todas, pero, a Dios gracias, que por medio de Jesucristo se venció a la muerte,
se redimió al hombre y se proveyó salvación a los perdidos, para que estos pudieran gozar
de la eternidad con El y cantarle alabanzas, “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la
gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y
fueron creadas.”, Apocalipsis 4:11 (RV60).