Sei sulla pagina 1di 3

Estudio Bíblico sobre “Compasivas”

¿Qué es la compasión? Según la Real Academia Española es 1. f. Sentimiento de


conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o
desgracias. El diccionario gratis en línea define compasión como s. f. Sentimiento
de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar, remediar
o evitar su dolor o sufrimiento. Los sinónimos de esta palabra
son lástima*, conmiseración, misericordia, piedad y caridad. Me gusta más la
segunda definición, la considero completa y acorde con lo que vamos a discutir en
este artículo.
La compasión es una característica de Dios y como sus hijos nosotros debemos
mostrar tal característica también. La fuente de la compasión es el amor, así
como todas las características del carácter de Cristo que se basan en el amor. Es
solo a través de la llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas y de la palabra de
Dios que nos hacemos sensibles a las necesidades de nuestros hermanos
alrededor. Una persona que tiene el corazón endurecido ya sea por experiencias
pasadas, por su crianza, porque no ha tenido un encuentro con Dios o por rebeldía
continua a su palabra se le hace difícil sentir compasión.

La Biblia nos dice en varias partes que Dios es compasivo y misericordioso.

Isaías 54:10 10 Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen


las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi *pacto de *paz,
—dice el Señor, que de ti se compadece—.
Santiago 5:11 “que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”
Hebreos 4:15-16 15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro.”
1 Corintios 12:26 26 “De manera que si un miembro padece, todos los
miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los
miembros con él se gozan.”
Mateo 9:36 36 “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque
estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.”
Salmos 103:8

¡Oh, cuan maravilloso es nuestro Dios! Cuanto nos ama y cuanto tenemos que
aprender a amarnos de igual forma. Aun cuando éramos pecadores, el murió por
nosotros y su infinita misericordia no se cansa de buscarnos, perdonarnos y
restaurarnos si le permitimos obrar, quitar, limpiar y colocar en nuestras vidas lo
que el entienda necesario. No solo tuvo misericordia en aquellos tiempos, hoy
somos nosotros los protagonistas de una nueva historia donde al igual que en
aquellos tiempos, nos perdemos y dispersamos “como ovejas que no tienen
pastor.” El amor de Dios nos alcanza, él nos llama a vivir una vida con propósito,
una vida con sentido de eternidad porque para la eternidad fuimos creados. Por
eso al hombre se le hace tan dura la muerte carnal, porque Dios nos creó para ser
eternos y fue el pecado de Adán que nos trajo la muerte. Más Jesús venció la
muerte y nosotros vencimos con él. El pasar en esta vida es solo un soplo
comparado a la eternidad junto al Señor. Mientras estemos aquí pasaremos
pruebas y tribulaciones, enfermedades y muerte. Por eso estamos llamados a
tener compasión con todo el que sufre, porque ninguna está exento de
sufrimiento. Más si vivimos en Cristo y su Santo Espíritu mora dentro de nosotros
eso será el motor que te impulse a ser instrumento de Dios. Allí donde haya
tristeza, tú des consuelo y apoyo. Donde haya confusión puedas tu llevar
entendimiento. Donde haya dudas, que lleves la fe. Donde haya tinieblas, seas la
luz y que Dios sea glorificado en todo lo que hagas.

Me quiero dirigir a dos tipos de personas:

 A ti que estas atravesando tiempos difíciles, de sufrimiento y


lágrimas. No estás solo(a), nuestro Señor Jesucristo vino al mundo y
padeció para que tengas vida eterna, el pago por tu salud, por la
liberación de ataduras, por tus sueños y da un propósito a tu vida. El
posicionara personas a tu alrededor para apoyarte, levantarte,
aconsejarte, y si es necesario llorar contigo. El mismo Jesús ha
prometido que “nunca te dejara, ni te abandonara”. “Clama a
mí y yo te responderé” dice el Señor que se compadece de ti.
 A ti que estas cerca de alguien que sufre o está pasando
necesidad. El Señor ha permitido que tengas conocimiento de la
situación de esa persona con un propósito. Es para que la apoyes, y lo
primero que debes hacer es orar por ella. Acércate y déjale saber que
aunque no puedes resolver su problema, estarás cerca para apoyarla,
alentarla, animarla, abrazarla y/o llorar con ella. Dios te está dando la
oportunidad de mostrar misericordia y compasión con otros, de
la misma forma que el ha tenido misericordia contigo. No
voltees tu mirada hacia otro lado, actúa conforme el Espíritu de Dios te
lo pide.

Te invito a escudriñar tu corazón y preguntarte si es la compasión parte de ti. Si


no es una característica desarrollada, pide a Dios que aumente esta sensibilidad
en ti para todo aquel que sufre. Sin darte cuenta un día podrás mirar a alguien
que sonríe, y el espíritu te dejara saber que esa persona sufre y necesita palabra
de aliento.

Santiago 2:13 13 “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel


que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el
juicio.”
Propón en tu corazón cada día hacer algo que haga sonreír a Dios. Un abrazo,
una sonrisa o una palabra de ánimo a quien lo necesita es algo sencillo pero vale
mucho para el que lo recibe. Hay muchos allá afuera que se pasan la vida
criticando y murmurando, rompiendo esperanzas y sueños ajenos… No seas uno
de ellos, no seas piedra de tropiezo en otras vidas. Que el día que vayas a morar
con el Señor te recuerden como alguien que siempre ánimo, levanto y amo aun
cuando no compartió todas las opiniones. Que te recuerden como alguien que
dejo una huella en cada persona con la que tuvo contacto, como un instrumento
de Dios.

Potrebbero piacerti anche