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Revista Internacional de audición y lenguaje, logopedia y apoyo a la integración (ISSN:XXXXXXXXX)

La deficiencia visual
(Visual impairment)

Ana Santoyo Marrero


Diplomada en pedagogía terapéutica
Páginas 103-106
Fecha recepción: octubre 2009 (aceptación noviembre 2009)

Resumen.

La deficiencia visual es uno de los grandes problemas que se nos pueden presentar en la
escuela, saber afrontar como trabajar con este tipo de alumnos es de gran importancia para su
desarrollo en todos los niveles, así veremos brevemente actuaciones que debemos realizar con
ellos, conociendo previamente la definición acerca de esta deficiencia, su clasificación y
diagnostico para pasar en profundidad a las adaptaciones que debemos realizar con estos
niños/as en la escuela teniendo en cuenta todo lo que le rodea tanto la familia, como el centro
educativo así como el mismo alumno, todo esto nos permitirá realizar mejor nuestra tarea
educativa siguiendo los principios de normalización e inclusión.

Palabras clave: deficiencia visual, alumnos, normalización, inclusión.

Visual impairment is one of the great problems we may have at school, must face and work with
these students is of great importance for its development at all levels, so we shall briefly actions
we must carry with them, knowing previously defined on this deficiency, classification and
diagnosis to go in depth to the adjustments that we make with these children in school, taking
into account everything that surrounds both the family as the school and the same student, all
this will better our educational task by following the principles of normalization and inclusion.

Keywords: visual impairment, students, normalization, inclusion.

*****

1. Definición de deficiencia visual.

La función visual consiste en la concepción de los sujetos para recoger, integrar y dar
significados a los estímulos luminosos captados por su sentido de la vista, siendo el ojo el
órgano receptor de esa energía física, transformada en energía nerviosa mediante el quiasma
óptico, con el objetivo de enviarla al cerebro para procesar esa información, obtener
significados y elaborar conceptos que permitan dar respuesta a futuras, no cabe duda de que
cualquier alteración durante todo este proceso, como consecuencia dará por resultado la
deficiencia visual. Entre los aspectos más relacionados con la deficiencia visual se encuentran:
la agudeza visual, el campo visual, el cromatismo visual, la sensibilidad al contraste, la
acomodación, la adopción / regulación a la luz / oscuridad y la visión binocular.

2. Clasificación deficiencia visual.

En sentido clínico, ya que la deficiencia visual puede presentar diferentes grados de


variabilidad. Desde la ceguera hasta deficiencias visuales mínimas, para catalogar todo ese
abanico de posibilidades, las diferentes naciones han tomado como normo tipo, exclusivamente
la agudeza y el campo visual, variando los criterios de evaluación de un país a otro; Aunque en
general, distinguen entre visión parcial, visión escasa, ceguera parcial y ceguera.
- Visión parcial: cuando la persona afectada muestra dificultades para percibir imágenes con
uno o ambos ojos, siendo la iluminación y la distancia adecuadas, necesitando lentes u otros
aparatos especiales para normalizar la visión.
- Visión escasa: Cuando el resto visual de la persona tan solo le permite ver objetos a escasos
centímetros.

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- Ceguera parcial: cuando el resto visual tan solo permite captar la luz, aunque sin formas, solo
bultos y algunos matices de colores.
- Ceguera: la agudeza visual es útil cuando supera un tercio de la visión 1/3, de forma que el
espacio comprendido entre 1/3 y 1/10 es lo que recibe la denominación de debilidad visual o
ambliopía. Son ciegos quienes padecen ceguera o no perciben nada o apenas algo de luz; no
obstante, sería conveniente distinguir entre ceguera de nacimiento y adquirida; pues el haber
tenido oportunidad de percibir colores, tamaño, forma etc.

3. Diagnóstico de la deficiencia visual.

Todo diagnóstico debe partir de la recogida de información adecuada, lo más completa posible,
poder delimitar la situación real existente. Esta evaluación supondrá dentro del ámbito
educativo la valoración específica del déficit visual particular, la valoración psicopedagógica del
sujeto que la padece. En cuanto a la valoración específica del déficit visual, son los
especialistas quienes explotarán las principales variables que intervienen en el proceso de la
visión, tales como:
a) Agudeza visual, medida en escalas de octotipos tanto para la distancia como para la visión
próxima.
b) Campo visual, a través de la perimetría y la campimetría, colocándose y el experimentador y
el paciente uno frente a otro a una distancia aproximada de un metro.
c) Cromatismo, mediante el método de Holmgren ( de las madejas de lanas de colores) o el de
Dvorine ( disco cromático) por una parte con colores claros y por otros con colores oscuros) se
puede evaluar la visión de los colores, cuya alteración podía manifestar dicromatoxias (
distinción de dos colores) o acromatoxias ( el daltonismo sería la parcial).
d) Fondo de ojos: deben practicarse por médicos especialistas.
Respecto a la valoración psicopedagógica es importante partir del conocimiento de las
posibles deficiencias son heredadas, congénitas o adquiridas, y en este caso, en que momento
del desarrollo, para ello, se pueden emplear métodos proximales, tales como: la observación,
los cuestionarios, las entrevistas y los tests específicos. La metodología más utilizada en
general será la observación. Las áreas de exploración recomendadas en la valoración
psicopedagógica, son las siguientes:
a) Afectividad: especialmente en el área emocional y motivacional.
b) Actitud cognitiva verbal, particularmente el desarrollo intelectual general y factorial. La
memoria, la atención y el desarrollo del lenguaje en sus vertientes comprensiva y expresiva.
c) Actitudes sociorelacionales, partiendo del ámbito familiar, grupo de amigos y escolar, con
especial atención al juego.
d) Comportamiento y conducta adaptativa, enfatizando los hábitos de autonomía personal.
e) Personalidad, diferenciando sus rasgos distintivos: control emocional, introversión-
extraversión, y neuroticismos-paranoidismo.
f) Psicomotricidad, analizando el conocimiento y dominio del esquema corporal, lateralidad,
estructuración espacial y temporal.
g) Rendimiento académico, distinguido entre satisfactoriedad y suficiencia en todas las áreas
educativas especialmente en las del lenguaje.
h) Sentidos, no solo la vista, sino además, deforma particular: oído, olfato y tacto.
Entre las pruebas estandarizadas:
- Escala del desarrollo del proyecto oregón ( Brown, Simons y Methvin) servicio de educación
del condado de Jakson.
- Escala de desarrollo para niños pequeños deficientes visuales ( Reynell y Zinkin) MEPSA.
- Escala de madurez social para niños ciegos en edad escolar ( Maxfield- Buccholz), ONCE.
- Test de inteligencia para niños ciegos o con defectos en la visión
( Williams), ONCE.
- Test de actitudes para ciegos ( Newland) ONCE.
- Test de evaluación del esquema corporal en los niños ciegos (Cratty, Bryant y Sams), ONCE-
ICE de la universidad de Zaragoza.
Además había que añadir aquellas pruebas de aplicación general o específica que pudieran
aplicarse a los invidentes, bien sean orales, manipulativas, o escritas en Braille.

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4. Adaptación del niño a la escuela.

Para asegurarnos el éxito, deberemos de considerar unos mínimos en los tres ámbitos
implicados en el proceso como son: la familia, el centro educativo y el niño.

LA FAMILIA

Hay que destacar la importante misión de los padres para favorecer la adaptación del deficiente
visual partiendo desde el mismo ambiente familiar y de su colaboración con los profesores.
Son muchos los momentos difíciles para unos padres que tienen un niño ciego, y uno de estos
es cuando han de incorporarlos a la Escuela. El apoyo, por parte del Equipo Específico de
deficientes visuales, por tanto es fundamental, aportando toda la información que esté en
nuestras manos para facilitar la toma de decisiones y la adaptación en este nuevo momento
histórico. De esta manera asesoraremos a la familia en cuanto a la elección del Centro al que
acudirá su hijo, informando de los diferentes recursos, tanto materiales como personales, con
los que cuentan los colegios que les corresponden por la zona en que viven, y que mejor
puedan dar respuesta a las necesidades de su hijo. Informaremos de las fechas de
prescripción y matriculas para la solicitud de plazas. Cuando sea necesario acompañaremos a
la familia en esta tarea, para informar, bien sea al Equipo de Orientación Educativa, bien sea al
Equipo Directivo del Centro, de la escolarización de un alumno con problemas graves de visión.
A pesar de que nuestra intervención ha de estar presente en todo este proceso, únicamente
corresponde a la familia la última decisión de optar por un centro u otro.

LA ESCUELA

Será labor del Equipo Específico, una vez que la familia ha elegido el centro, informar a la
comunidad educativa, y sobre todo a aquellos profesionales, que más directamente van a
intervenir con el alumno, de las características que comporta la deficiencia visual del alumno.
La llegada del niño deficiente visual a la escuela y su posterior adaptación debe ser planificada
a conciencia, de manera que, después de las siguientes pautas:
- Antes de iniciar la escolaridad es preciso informar al niño de que es el colegio, lo que allí va a
hacer y cual será su entorno.
- Ya iniciada la escolaridad, habrá que esperar un tiempo y tener paciencia, apoyándole en
todo momento, para que se vaya adaptando a su nueva situación, permitiendo, si son muy
pequeños, el apoyo de la madre.
- La colaboración de la familia con la escuela tiene que ser constante y decidida.
- La naturalidad en el trato, especialmente en el lenguaje, debe ser una norma de especial
cumplimiento, así como la consideración de una entre iguales.
- Hay que enseñarle cuales son sus primeras referencias espaciales en su entorno próximo:
aula, pupitre...
- La formación de hábitos de orden y autonomía personal debe ser un objetivo prioritario.
- Debe propiciarse la máxima participación de todos los canales perceptivos y la expresión de
la creatividad.
- El currículo implícito del profesor debe servir de ejemplo a imitar por los demás niños.
- Las intervenciones y el lenguaje deben ser sumamente explícitos.
- La claridad en las exposiciones con buenas ejemplificaciones son una exigencia.
- Sólo hay que prestarle la ayuda necesaria.
- Son imprescindibles una adecuada comunicación y unas buenas relaciones sociales.
- Hay que dirigirse a él y tratarle como a cualquier otro niño de la clase.
- Impulsarle a que adopte papeles y ocupe lugares de líder como los demás.
- Las reglas disciplinarias deben ser iguales para todos.
- Conviene estimularlo a que se mueva por la clase y el centro para obtener materiales y la
información necesaria.
- Facilitarle la información visual oportuna cuando sea preciso: gestos, muecas, actitudes,
sucesos...
- Permite el uso de material adaptado en clase.
- Es preciso acostumbrarse a llamarle por su nombre, así como nombrar todo lo que le rodea.
- No hay actividad en la que él no pueda participar, con la ayuda conveniente.

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EL NIÑO

Considerando que el niño deficiente visual, ha adquirido un desarrollo adecuado, sobre todo en
algunas áreas fundamentales, como son: el desplazamiento, la manipulación, el lenguaje, la
permanencia del objeto afectivo y otros que le permita el inicio de su escolarización con éxito,
la incorporación del niño deficiente visual a la escuela habrá de hacerse de forma progresiva.

Sería conveniente que días antes del inicio de curso, el niño acudiera al colegio para poder
conocer cómo va a ser su aula, qué forma tiene, qué elementos hay en ella, y dónde: puertas,
ventanas, pizarra, zona de juego, mesa del profesor, juegos y juguetes. Conocer también a su
maestro y a todos los demás profesionales que van a interactuar con él, contacto que será mas
propicio si se realiza en otro momento diferente al de los primeros y tumultuosos días de inicio
de curso. Por tanto la incorporación a la escuela ha de ser progresiva en el tiempo, buscando al
principio los momentos en que la actividad está más organizada y procurando, en lo posible, el
mayor tiempo de contacto tutor-alumno.

El maestro especialista del Equipo de deficientes visuales, podrá en un primer momento


aumentar sus tiempos y frecuencias de apoyo, posibilitando así al niño el afrontar con menos
miedos, las nuevas situaciones que se le plantean, ya que debemos de pensar que el maestro
de apoyo se ha convertido, gracias al conocimiento y trabajo previo, en una figura de referencia
y seguridad para él.

Referencias bibliográficas.

BARDISA, L. (1992). Cómo enseñar a los niños ciegos. Madrid: Ed. ONCE.
BAUTISTA, R. (2000). Niños y niñas con ceguera. Recomendaciones para la familia y la
escuela. Málaga. Aljibe.
http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=459
http://www.once.es/home.cfm?id=189&nivel=3&orden=7
http://www.uniovi.es/mdelbuey/bases_marco%20principal_programa.htm
http://www.uhu.es/mastereducacionespecial/archivos/especial-2008/PROGRAMAS-PDF/05-
PROGRAMA%20IMA-%20DISCAPACIDAD%20VISUAL.pdf
http://www.total-health-care.com/lang/es/illness/eye/eyesight-testing.html

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