¿Qué razones tuvo Claret para identificarse con los pobres y comprometerse

socialmente con ellos?

Antonio María Claret un español religioso y misionero apostólico. Creador de la congregación

de las religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas, predicó en parís como capital del

mundo, en roma como capital del catolicismo, deja una gran cantidad de seguidores que están

extendidos por diferentes partes del mundo.

Claret el misionero apasionado y universal, al que debemos renovar nuestro compromiso

misionero enfrentando los desafíos actuales y abriendo con esperanza pascual para un mundo

nuevo. La misión ha de ser hoy necesariamente otra para el objetivo de la pasión, la creatividad,

la coherencia con que Claret asumió el anunciado son de la plena actualidad.

Le gustaba que lo enviaran a predicar porque estaba bien convencido de la necesidad que

tiene el misionero de ser enviado para hacer fruto. A predicar por disposición del prelado. Salió

finalmente para predicar continuamente en donde lo enviara el prelado desde esa ciudad salía con

una lista de poblaciones en que había de predicar.

Por otro lado, yendo más a fondo en cuanto a las poblaciones donde predicaba, vemos que

María Claret entregó su vida para dar respuesta a una realidad social del pueblo empobrecido, se

enamoró de su gente de sus culturas. Él experimentó que, para mover y edificar gente, lo más

eficaz era el ejemplo, la pobreza, el desprendimiento, por tano, decidió mezclarse con los pobres

y vivir entre ellos. Además, de tomar de ejemplo a Jesucristo, que vivió con y para los pobres.

En este mismo orden de ideas, Claret sabía que en esa época donde primaba la adoración por

el oro y al ver que el egoísmo hizo olvidar los deberes más sagrados del hombre con sus

prójimos, consideró que debía hacerle frente con la virtud de la pobreza, teniendo siempre en
mente aquellas palabras de Jesucristo (como se citó en Autobiografía de Claret, 2014)

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Si quieres ser

perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme”.

Otra virtud que poseía Claret era su humildad y su mansedumbre, nuevamente tomando como

base a Jesucristo ya que este una vez dijo a sus discípulos (como se citó en Autobiografía de

Claret, 2014) “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y así hallareis descanso

para vuestras almas”. Por tal su compromiso social con los pobres, siguiendo con mano firme los

pasos de Jesucristo, tratando de imitarlo lo más posible, incluso pasando hambre, viajes a pie

siempre y demás sufrimientos como lo vivió Jesucristo.

De hecho, presentó en algunas poblaciones persecuciones, incluso del gobierno y de las

autoridades superiores, escapando de una población a otra, pasando por innumerables situaciones

de peligro, además que siempre andaba a pie y sufriendo los cambios climáticos. Luchando contra

los detractores que buscaban sabotear sus predicas, pero él siempre se mantenía con una fe intacta,

expresando lo siguiente: “Si era grande la persecución que me hacía el infierno, era muchísimo

mayor la protección del cielo” (Claret, s.f, p.70).

San Antonio María Claret al pasar por todas estas situaciones y vivir en carne propia toda

cantidad de injusticias hacía los pobres, se identificó con ellos y empezó a explotar todo ese amor

por los pobres, rompiendo todo tipo de barreras y lograr llegar a esas personas como una luz de

esperanza.

En todo lo que se logra testificar en su autobiografía, se notaba la preocupación que sentía por

los pobres y los más marginados de las sociedades. Él se compromete con los pobres por: la

indiferencia que tenían las personas para salvar sus almas y espíritus, las terribles persecuciones

que hicieron los ricos sobre los pobres como fue el caso de Cuba. Las faltas de ayudas para las
familias que ni siquiera poseían un techo para dormir. Las violaciones de sus derechos, la falta de

compromiso de la gente con los pobres y además por dar a conocer la resurrección de Cristo.

Por otra parte, desde el mandato de Jesús a sus discípulos “id por todo el mundo y predicad el

evangelio” (Marcos 16: 20, s.f), he acompañado a diferentes pueblos indígenas, afrodescendientes

en su proceso de evangelización humano y social en sus diferentes proyectos como educación,

salud, trabajo integral, con todas las familias, por medio de proyectos como huertas caceras

criadero de peces, lo que ha llevado al mejoramiento de la calidad de vida, y así evitar

enfermedades a causa de la desnutrición.

Así mismo, me encuentro comprometida a la defensa de la casa común, haciendo presencia

entre los pueblos más marginados y vulnerados, dando acompañamiento desde los planes de vida

y las organizaciones de los pueblos a partir de su realidad, para buscar mejorar socialmente al

pueblo.

Actualmente siendo parte de una cultura indígena, una cultura tan maltratada y abandonada

por parte del gobierno, mi compromiso es ser su luz de esperanza tomando como ejemplo a San

Antonio María, a través de la docencia me comprometo a iluminar a estas jóvenes que son el futuro,

a través de la palabra, las acciones, puesto que convivir con ellas en un internado, es algo que nos

acerca mucho y nos familiariza más.

Por eso he decidido ser una mano de apoyo, porque son jóvenes que no están con su familia y

necesitan esa voz que las guíe. De esta manera lo he hecho por todos los sitios donde he estado, ya

que mi vida esta entregada al servicio de Dios.