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LATIFUNDIO MEDIÁTICO Y RESISTENCIAS SOCIALES

EN AMÉRICA LATINA

Rafael Cuevas Molina

Andrés Mora Ramírez


ESTE LIBRO FUE PUBLICADO POR LA EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA
(EUNED), DE COSTA RICA, EL AÑO 2016, ISBN: 978-9968-48-268-4 Todos los derechos reservados.
INDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………………p.3

CAPÍTULO I. ANTECEDENTES…………………………………………………………………….…………………….p.6

CAPÍTULO II. LA CONCENTRACIÓN DE LOS MEDIOS: EL LATIFUNDIO MEDIÁTICO…………p.39

CAPÍTULO III. LOS DEBATES SOBRE LAS POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN


Y LA LUCHA POR LA DEMOCRATIZACION DE LOS MEDIOS……………………………………………p.72

CAPÍTULO IV. COMUNICACIÓN ALTERNATIVA E INTERNET…………………………………………p.105

CAPÍTULO V. MEDIOS DE COMUNICACIÓN, IDENTIDADES Y LUCHA POLITICA EN TIEMPOS


DE GLOBALIZACION: LOS CASOS DE TELESUR Y EL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN
NACIONAL (EZLN)…………………………………………………………………….…………………………………p.143

CAPÍTULO VI. EL ESPECTÁCULO DE CNN Y EL AMARILLISMO DE UNIVISION Y TELEMUNDO –


LOS MEDIOS TRANSNACIONALES Y AMÉRICA LATINA-…………………………..………………….p.176

CAPÍTULO VII. CENTROAMÉRICA, LOS GRUPOS MEDIÁTICOS Y EL “DERECHO DE


PICAPORTE”………………………………………………………………………………………………………………p.200

CONCLUSIONES………………………………………………………………………………….………………………p.242

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………….………………………p.246
INTRODUCCIÓN

Los medios de comunicación han tenido un protagonismo incuestionable en las


sociedades modernas, protago nismo que se ha acrecentado hasta convertirse en
rasgo característico y definitorio desde la segunda mitad del siglo XX hasta
nuestros días.

Su presencia abarca desde el entretenimiento hasta la inducción ideológica; desde


la informació n hasta el activismo político; es decir, un espectro tan basto y
heterogéneo que el tener acceso a ellos se torna importantísimo para la lucha o
el ejercicio del poder.

Puestos a rastrear sus orígenes en América Latina, puede descubrirse su accionar


desde el período colo nial, cuando jugaban un papel difusionista y de co ntrol de
los dictados imperiales, el cual se diversifica durante el proceso de independencia
cuando, a través de lo s perió dicos, se ventilan las distintas posiciones políticas en
pugna, y se div ulgan las ideas que, siendo de avanzada en su época, apostaban, a
veces eufóricamente, por la construcción de naciones modernas.

Desde los orígenes mismos del período republicano se perfilan algunas


características propias de los medios en América Latina: la propiedad privada y la
prevalencia de clanes familiares. El modelo de propiedad privada de los medios
es el que, a la postre, se ha terminado impo niendo en todo el mundo, pero en el
siglo XIX existiero n otros en los que se acentuaba su uso en función del interés
público, que en Uruguay por ejemplo, llegó a ser considerado s eriamente.

En el proceso de construcció n del nacionalismo y las identidades nacionales en


América Latina, los medios jugaron un papel importantísimo en la creación del
imaginario nacio nal. Acorde con el avance tecnológico, primero fueron los
periódicos, pero a ellos se sumaron después la radio y el cinematógrafo. Co n ellos,
sobre todo con el cine, naciero n las industrias culturales, que luego se
transformarían en poderosísimas fuentes de negocios y difusión ideológica.

El papel cada vez más central de los m edios en las sociedades latinoamericanas se
puede identificar fácilmente, de manera especial, a partir de la segunda mitad del
siglo XX. La introducción de la televisión es muy importante en este sentido. Con
ella, los medios se posicionan en el corazón de los hogares y se transforma aún
más en una herramienta no solo para difundir información y, eventualmente,
conocimiento, sino también de distracción, manipulació n ideoló gica y
perfilamiento de identidades sociales.

Su valor es, pues, no solamente ideológi co y político sino, también, comercial.


Grandes capitales financieros irán confo rmando conglomerados o imperios
mediáticos a partir de la década de los ochenta en los países de m ayor población
y extensió n geográfica, y hacia inicios del siglo XXI, la tende ncia se expresará en
todos. En Argentina, Brasil y México empresas como Clarín, O Globo y Televisa
abarcarán a la televisión abierta y paga, telefonía e Internet, co nstituyéndose, al
mismo tiempo, en im portantes polos de intereses corporativos que, llegado el
momento, se convertirían en fieros o positores de los esfuerzos políticos por
construir gobiernos identificados co n lo popular -nacional.

Desde la década de 1980, el sistema po lítico conocerá cambio s que restarán


importancia a los partidos políticos, y l os medios de comunicación pasarán, desde
entonces, a asumir algunas de las funcio nes que antes les caracterizaban a
aquellos. Pero no la de cualquier partido político, sino la de los partidos
identificados con los intereses económicos más poderosos. La opo sición política
será asumida por éstos ahí donde se intente construir modelos de desarrollo a
partir de intereses y necesidades distintas a las de los grandes “latifundios”
mediáticos; y ahí en donde aún se mantengan en el poder las tradicionales fuerzas
políticas retró gradas, no vacilarán en utilizar cualquier artimaña con tal de
moldear a la opinión pública a su favor.

Es así como los medio s de comunicación se encuentran en el centro de la disputa


política contemporánea en América Latina. Pero en esa disp uta, como es de
esperar, no están solo s. Al otro lado de la calle, promoviendo una visión de mundo
diferente, modelos de desarrollo distintos, y estructurada a partir de sujetos y
actores sociales diferentes, se perfilará otro modo de comunicación y, por e nde,
de medios de comunicación, que en este trabajo hemos llamado “alternativos”.
La llegada y expansión de Internet favoreció mucho el avance de este tipo de
medios alternativos a partir de la década de los noventa. L a prensa y la radio
obrera, comunitari a, social, tiene una larga tradición en nuestro subcontinente.
Desde el siglo XIX ha jugado, además, un papel im portante en la identidad,
concientización y organizació n de la clase obrera y, más en general, de los
sectores populares. Pero la llegada de Int ernet potenció sus posibilidades, más
aún luego de la aparición de las redes sociales o de la llamada web.2.0: esta se ha
constituido en un hito no solo para los movimientos sociales contemporáneos
sino, también, para la política tradicional, que cada vez más basa sus campañas y
comunicación con los electores a través de ella. Fue la campaña presidencial de
Barak Obama en el 20 08, en los Estados Unidos, la que dio la campanada en este
sentido y, desde ento nces, no hay contienda electoral que se quede al ma rgen de
esta tendencia, que ya se ha convertido en característica fundamental de la
política de nuestra época.

Internet está modificando, también, a la prensa impresa y radial tradicional,


llegando a ponerla en jaque. Periódicos impo rtantes en todo el mund o se han visto
obligados a cerrar o a construir portales complementarios a sus publicaciones
impresas en Internet. Algunos auguran, a la larga, la muerte de los periódicos
impresos.

Nuestro estudio cierra con un capítulo referente a Centroamérica, el ámbit o


regional en el cual se realiza la investigación. Centroamérica no se queda al
margen de todas estas tendencias y expresiones de los medios de comunicación
contemporáneos. También aquí se han estructurado grandes empresas
oligopólicas, que abarcan varios medios de comunicación y que incursionan en
negocios de otra naturaleza, transformándose en emporios de gran poderío
económico, con importante influencia en la vida económica y política y en la
opinió n pública. Centroamérica, que ha batallado durante décad as para lograr la
integració n de sus países constituyentes, es escenario de la transnacionalización
regional de estos capitales que se asientan en uno u otro país y la hacen efectiva
desde los intereses co rporativos más podero sos.
Este libro tiene como bas e la investigación que en torno a los medios de
comunicación en América Latina realizaron sus autores, entre el año 2014 y el
2015, en el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de
Costa Rica, institución pública de educación sup erior que, acorde con los
esfuerzos costarricenses que posibilitan que el 63% de la investigación que se
realiza en Centroamérica ocurra en este país, dio el apoyo necesario durante esos
dos años para que llegara a feliz término .

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