E l papel es un material cotidiano para cientos de millones de personas y es un medio
fundamental para los nego-cios y la administración. Pese a los pronósticos, la demanda
mundial de los diferentes tipos de papeles y cartones exhibe un sostenido creci-miento, debido, entre otros moti-vos, al desarrollo de las nuevas for-mas de envases y presentación de productos (packaging) y las mayores demandas sociales de bienestar (incremento en el consumo de papeles sanitarios y de uso doméstico). Tam-bién contribuye el aumento de la demanda y las exigencias crecientes de la sociedad moderna referidas a la conservación del medio ambien-te; poniéndose de manifiesto en ese campo la condición biodegradable del papel frente a otros materiales. El crecimiento de la demanda ha estimulado su desarrollo. Por ejem-plo, la producción total de la industria papelera a nivel mundial ha crecido de un valor inferior a los 10 millones de toneladas en 1900, a unas 400 millones de toneladas en 2015. Esto se logró mediante el uso de nuevas tecnologías y mayores inversiones. Si bien en los últimos años han cerrado muchas fábricas antiguas, se han ins-talado otras nuevas. Los papeles de pulpa química (woodfree) y tisú muestran las ma-yores tasas de crecimiento, seguidos de los papeles para envases. Del pa-pel consumido globalmente, aproxi-madamente el 47% corresponde a papeles de impresión y escritura, el 42% a papeles para envases, el 7% a papeles de uso doméstico y sanita-rio y un 4% a otros tipos. El papel recuperado es una ma- teria prima fibrosa que ha ido aumentando paulatinamente su pro-porción en los empastes papeleros. El reciclado de papel no es nuevo, ya que a comienzos del siglo XVIII los papeles se fabricaban con fibras textiles y el reciclado era una necesidad económica por los altos costos de la materia prima. El papel de desperdi-cio como residuo tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente por su gran volumen inicial, que es atenuado al ser biodegradable. Entre las buenas razones que exis-ten para reciclar el papel se pueden mencionar: la protección de los re-cursos forestales, la reducción de la cantidad de basura y la disminución en los costos de su tratamiento. En los últimos tiempos se ha tomado conciencia de que la industria pa-pelera utiliza recursos renovables y que su producto es reciclable. En ese sentido, y aunque el consumo de papel aumente, su futuro es más seguro frente a otras industrias que utilizan recursos no renovables. La fibra reciclada es un material importante para la industria y su uso está creciendo rápidamente. En 1970, su proporción en los empas-tes era del 20% y para 1995 ya había aumentado al 35%. La tasa de reciclo de papel en Europa alcanzó el 71,7% en 2013 (la mayor tasa de reciclo del mundo) y se ha mante-nido, por lo que se estima que está llegando a su límite. Una de las causas es que no todo el papel que se produce puede recuperarse (por ejemplo, cerca del 10% de la pro-ducción es tisú, que no se recicla). Con todo, sólo un 54% de sus pa-peles y cartones nuevos proviene de papel recuperado (el resto es fibra virgen). El uso de papel recupera-do en los últimos 15 años ha sido extraordinario, con un aumento de aproximadamente el 45% entre los años 2000 y 2015. Alrededor de 220 millones de toneladas de papel reciclado se produjeron en el mundo en 2015.