Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Kircher
(1601-1680)
sabio jesuita y
ocultista
LEANDRO SEQUEIROS
Córdoba, 2013
Bubok ediciones
1
Autor: Leandro Sequeiros San Román, doctor en
Ciencias Geológicas, Licenciado en Teología, Miembro
de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales de la Universidad de Zaragoza. Ha sido
profesor de Paleontología durante muchos años y
también de Didáctica de las Ciencias, Historia de las
Ciencias, Epistemología y Antropología filosófica.
2
3
4
CONTENIDOS
Presentación . 7
1. Athanasius Kircher, un sabio
universal prestigiado en su época 9
2. El ocultismo ¿Qué es el ocultism... 15
3. ¿Quién es este Athanasius
Kircher?..................................................18
4. Apuntes biográficos de Athanasius
Kircher . 29
5. Los extraños caminos que llevan a
Roma .. 37
6. ¿ El último hombre que lo sabía
todo ? . 41
7. Musaeum Kircherianum .. . 49
8. Athanasius Kircher. Relación
bibliográfica 53
9. Las ideas de Kircher en España 57
10. ¿Cómo es el ocultismo de
Athanasius Kircher? ... 69
11. Kircher y los jeroglíficos de
Egipto 79
5
12. Un poco de historia para
entender el ocultismo egipcio de
Kircher .. 97
13. Los misterios de China . 103
14. La música de las Esferas 109
15. Technología y ocultismo 125
16. El organicismo kircheriano 141
17. Kircher y la alquimia 147
18. Alquimia y ocultismos 159
19. El retorno del Códice Voynich
.. . 169
Conclusión 173
6
PRESENTACIÓN
Córdoba, 2013.
12
Cuando el manuscrito fue adquirido a los
jesuitas en 1912, contenía entre sus páginas una carta
que fechada en agosto de 1666. En él se decía que
Kircher habría recibido el libro de su antiguo alumno
Johannes Marcus Marci, rector de la Universidad de
Praga. Se decía que el libro habría formado parte de
la biblioteca del emperador Rodolfo II (1552-1612),
gran aficionado al ocultismo y las artes mágicas,
quien lo habría adquirido en el año 1586 por la nada
despreciable suma de 600 ducados (unos 40.000
euros actuales).
Kircher no logró traducirlo: lo mismo le había
ocurrido años antes al sabio Johannes de Tepenecz
(Jacobus Horcicky de Tepenecz alias Sinapius, 1575-
1622), alquimista checo de humilde origen que llegó
a ser responsable de la farmacia real y favorito del
emperador Rodolfo II, quien incluso llegó a dejar su
firma en uno de los márgenes cuando el libro pasó a
ser propiedad suya a la muerte del emperador.
Kircher, ante su completo fracaso, depositó el
manuscrito en una biblioteca de los jesuitas para que
los eruditos de tiempos posteriores lo estudiasen. Allí
estuvo olvidado casi 250 años sin que nadie lo leyese.
Esta anécdota es expresiva: si el manuscrito
llegó a manos de Athanasius Kircher, es porque el
jesuita era una figura reconocida en toda Europa,
gracias a sus contactos y a sus trabajos, en el mundo
de las ciencias y de los conocimientos ocultos y a
13
veces proscritos (alquimia, hermetismo, magia,
gnosis, etc.).
Kircher fue un hombre que vivió obsesionado
por la armonía entre el conocimiento humano de
todo tipo, el saber antiguo y el moderno, la ciencia y
la teología. Profesor del mítico Colegio Romano de la
Compañía de Jesús, sumergió su poderosa mente en
problemas científicos.
Buscaba como los grandes sabios de la
antigüedad la respuesta a los grandes interrogantes
del ser humano, de la cultura, del conocimiento
racional y científico y de Dios. El filósofo y escritor
italiano Umberto Eco, ha escrito de Kircher: es el más
contemporáneo de nuestros antecesores, el más
trasnochado de nuestros contemporáneos.
Pero si el titulo de la conferencia es Athanasius
Kircher y el ocultismo, habrá que acordar que
entiendo por ocultismo
14
2
EL OCULTISMO. ¿Qué es el
ocultismo?
15
El ocultismo se refiere al conocimiento del
hombre, al conocimiento del universo, al
conocimiento de las leyes que nos mueven, un poco el
conocimiento de los qués y los por qués. Ocultistas
como Pitágoras, Ramón Llull, Giordano Bruno,
Nicolás Flamel3, y otros -, y aquí nuestro Athanasius
Kircher- , estudiaron y trabajaron durante años
leyendo, comparando, buscando, experimentando y
encontrando leyes tratando de entender el universo.
El ocultismo nos enseña otra visión de ciertas
cosas, pero una visión que pretende ser razonada,
coherente, estructurada. ¿Hay que plantear un
conflicto entre ocultismo, ciencia y religión? De
entrada, no tiene sentido plantear el conflicto. De
alguna manera, toda tradición religiosa está sostenida
en el ocultismo, en la fe en determinados dogmas,
entidades sobrenaturales, cosmovisiones. Además
toda religión está llena de simbologías, de mitos, de
elementos astrológicos, alquímicos, místicos,
metafísicos.
El propio cristianismo está lleno de saberes
ocultos; sin ir más lejos, los colores utilizados por la
jerarquía eclesiástica corresponden a las tres fases
iniciáticas de la alquimia: la Nigredo, la Albedo y la
Rubedo (negro, blanco y rojo); o el simple hecho de
haber hecho nacer a Jesús entre un buey y una mula,
3 http://www.edicionesobelisco.com/public/autor/236
16
que lo sitúa precisamente entre dos de los símbolos
astrológicos que son Tauro y Capricornio.
¿De verdad el ocultismo es algo tan
supersticioso, tan maléfico, tan anacrónico o tan
tonto? La respuesta a esta pregunta la dejo para todos
ustedes. Ahora nos centramos en Athanasius Kircher
y el ocultismo.
17
3
¿Quién es este Athanasius
Kircher?
París, 1994, 381 pág., (sobre todo, pág. 71-76). Una buena
síntesis de la vida de Kircher puede encontrarse en: F. BRAUEN:
Athanasius Kircher (1602-1680). Journal of History of Ideas, 43
(1982), 129-134. http://www.strangescience.net/kircher.htm
6 El libro más paradigmático de Kircher, Mundus Subterraneus,
9 http://bitacoras.com/canales/athanasius+kircher;
http://www.odisea2008.com/2009/07/athanasius-kircher-
iii_2319.html;
http://ilead.itrack.it/clients/Tara_Medium/c14638/popup.asp?
campaignid=14638&websiteid=11356&scriptid=94004&subwe
bsiteid=,27746&viralref=0&source=webgains&siteid=66140;
http://www.myspace.com/athanasiuskircher
10 Se pueden encontrar referencias a las relaciones de Kircher
25
En la clásica obra del padre Lazlo Polgár
(1990)17, conteniendo la bibliografía sobre la historia
de la Compañía de Jesús, se reseñan 80 trabajos sobre
la figura y la obra de Kircher. Puede resultar
sorprendente que son varias las tesis doctorales que
se han defendido en estos últimos años sobre Kircher.
Así, citamos de pasada las tesis de Baldwin
(defendida en 1987 en Chicago) sobre la filosofía
magnética de Kircher 18, la de Cantoni (en 1994) sobre
la armonía universal19 y la de Ziller (1995), también
sobre la armonía del mundo en el siglo XVII según
Kircher20.
¿De qué fuentes obtuvo Kircher todo su saber?
Apenas lo sabemos. Pasó gran parte de su vida en el
27
El Colegio Romano
28
4
Apuntes biográficos de
Athanasius Kircher
33
Avignon: En 1631, Kircher abandona la ciudad
de Würzburg debido al avance de las tropas
protestantes de Gustavo Adolfo, y se establece en el
Colegio de los Jesuitas de Avignon. Se llevó consigo a
su discípulo, el también jesuita Caspar Schott (1608-
1666). Caspar Schott fue un fiel discípulo del maestro,
mantuvo correspondencia con Otto von Guericke,
Christiaan Huygens y Robert Boyle; y publicó más
tarde Magia Universalis Naturae et Artis (4
volúmenes, Würzburg, 1657-1659) sobre Óptica,
Acústica, Matemáticas y Física. ¿Introdujo Schott a
Kircher en los arcanos ocultistas?
La amistad entre Kircher y Schott fue
constante y les llevó a una fecunda colaboración
científica. Entre otras cosas, Schott será quien
complete la segunda edición, editada en 1660, del Iter
Extaticum coeleste et terrestre (de 1654). Más
adelante hablaremos con más detalle de este
interesante libro y sus imágenes.
En el Colegio de Avignon, ciudad que era
territorio pontificio, Kircher (con 30 años) enseñó
matemáticas y desarrolla una amplia tarea científica
en muy diferentes campos: la astronomía, el
desciframiento de inscripciones egipcias, la
planimetría y la agrimensura. También construye un
planetario para el cual realizó experimentos basados
en dirigir la luz del Sol y de la Luna hacia la Tour de la
Motte del Colegio mediante ingeniosas
34
combinaciones de espejos. De todos estos
experimentos resultó un libro (del que hablaremos
más adelante) sobre las observaciones astronómicas
por medio de la reflexión de la luz y otro sobre una
disciplina extraña: la catóptrica (la parte de la óptica
que trata de los procesos de reflexión de la luz).
Durante la etapa en Avignon, Kircher mantuvo
correspondencia con el jesuita Christophorus
Scheiner, descubridor de las manchas solares y
enemigo científico de Galileo. Tal vez en esta época
adquirió la costumbre de la correspondencia
frecuente con otros científicos europeos y que
mantuvo toda su vida24.
En 1633, estando aún en Avignon, le
presentaron a Gassendi en Aix-en-Provence, con el
cual seguirá manteniendo correspondencia y amistad
durante muchos años. Téngase en cuenta que Gasendi
es un representante cualificado de las posturas
opuestas al rígido mecanicismo de Descartes. Está
por estudiar las influencias mutuas que Gassendi y
Kircher pudieron tener.
36
5
Los extraños caminos que
llevan a Roma:
el Colegio Romano en los tiempos de
Kircher
26http://fathom.lib.uchicago.edu/1/777777122590/
39
40
6
¿”El último hombre que
lo sabía todo”? [The last
man who knew everything”,
Paula Findlen]
41
consideraba un experto no logró ningún resultado
válido llegando a publicar un libro lleno de presuntas
traducciones sin valor.
Pienso que Kircher estaba fascinado por la
investigación del origen de las culturas. Este trabajo
lo llevó a cabo rastreando el origen de las lenguas. Y
sobre todo, si el origen de las lenguas y de las culturas
provenía de Egipto o de China.. Ya lo veremos en
China Munumentis Illustrada (1867)
Además clasifico a los animales en aquellos
que nacian de la nada y aquellos que nacían
normalmente.
En su obra del año 1641 Ars magna lucis et
umbrae describe varios artilugios relacionados con la
luz y las sombras, entre ellos varios diseños
fantásticos de Relojes solares: fue una de las muchas
contribuciones del siglo XVII a la gnomónica (la
construcción de relojes).
30 http://www.mediateletipos.net/archives/8229
31 http://www.ctv.es/USERS/rosacruz/libro4.htm
32
http://www.faculty.fairfield.edu/jmac/sj/scientists/kircher.ht
m
45
Musurgia Universalis
46
Arca Noe
47
Parece ser que Kircher tenía gran interés en
divulgar los conocimientos. Por eso escribe en latín,
que era la lengua culta normal y universal. Sus obras
tienen gran claridad expositiva, acude con frecuencia
a las anécdotas, acompañaba al texto con preciosas
litografías y, al escribir en latín, se difundieron sin
dificultad por toda Europa.
48
7
Musaeum Kircherianum
49
Su afán divulgador le llevó a montar en Roma
un gran Museo (conocido luego como Musaeum
Kircherianum). Nuestro activo autor, empezó a
coleccionar objetos curiosos en su propio cuarto en
Roma. Como la cantidad de objetos aumentó
desmesuradamente, el Rector concedió a Kircher una
estancia mayor. Pero en 1615 Alfonso Donnini (más
conocido por su nombre latinizado de Donninus)
había donado al Colegio una colección de cosas
curiosas y valiosas. Este fue el germen del Musaeum
Kircherianum que fue dirigido por el P. Athanasius
Kircher en Roma.
El Museo comprendía colecciones de
curiosidades, rarezas naturales, arqueología,
etnografía, instrumentos científicos, malacología,
rocas, minerales y fósiles, etc. En 1678, Jorge de Sepi,
bajo la dirección de Kircher, publicó un catálogo del
mismo (Romani Collegii Soc. Jesu Musaeum
celeberrimum, cuius magnum antiquariae rei,
statuarium imaginum, picturarumque partem ex
legato Alphonsi Donnini S.P.Q.R. a secretis munifica
liberalitate relictum P. Athanasius Kircherus Soc. Iesu
novis et raris inventis locuplectatum, cumpluriumque
Principum curiosis donariis magno rerum apparatu
instruxit; Amsterdam, 1678).
A la muerte de Kircher, los jesuitas
encomendaron al padre Filippo Bonanni (1638-1735)
50
su reorganización e ilustración. En 1709 publica la
obra Musaeum Kircherianum (539 páginas y 171
láminas). Con la supresión de la Compañía de Jesús en
1773, las piezas del Museo fueron dispersadas.
Aunque tras la restauración hubo un intento de
agruparlas, la incautación por parte del Gobierno
italiano en 1870 acabó con el Musaeum. Los restos del
mismo se integraron en 1913, parte de ellos en el
Museo Paleoetnográfico del Museo de Roma, y otros
en los fondos del Museo Nazionale de Castel
Sant´Angelo33.
Se atribuyen a Kircher muchos "inventos"
curiosos, entre ellos, un sistema de proyección a
través de colores, que puede considerarse antecesor
del cinematógrafo34. Kircher pretendía difundir y
divulgar los conocimientos de que disponía por
medio de esta obra monumental. Sus obras son de
gran claridad, reúne los avances científicos de su
época en armonía con los datos de la Escritura, de los
Santos Padres y la tradición de la Iglesia, así como los
mitos, lo saberes ocultos, la alquimia, la magia, el
hermetismo.
Kircher deseaba un saber universal que
incluyese todos los conocimientos dentro del marco
35 http://www.agapea.com/libros/ATHANASIUS-KIRCHER-
ITINERARIO-DEL-eXTASIS-O-LAS-IMaGENES-DE-UN-SABER-
UNIVERSAL-isbn-8478445846-i.htm
52
8
Athanasius Kircher
Relación bibliográfica
53
Obelisci Hieroglyphici
Musurgia universalis, sive ars magna Volumes I
1650
consoni et dissoni and II, 1650
1652
Oedipus Aegyptiacus
1655
1654 Magnes sive (third, expanded edition)
Itinerarium extaticum s. opificium
1656
coeleste
Iter extaticum secundum, mundi
1657
subterranei prodromus
Scrutinium Physico-Medicum
1658
Contagiosae Luis, quae dicitur Pestis
Pantometrum Kircherianum ...
1660
explicatum a G. Schotto
1661 Diatribe de prodigiosis crucibus
Polygraphia, seu artificium linguarium
1663 quo cum omnibus mundi populis poterit
quis responderé
1664 Mundus subterraneus, quo universae Tomus II ,
1678 denique naturae divitiae 1678
1665 Historia Eustachio-Mariana 1665 edition
Arithmologia sive De abditis numerorum
1665 1665 edition
mysterijs
Obelisci Aegyptiaci ... interpretatio
1666
hieroglyphica
Latin edition
China monumentis, qua sacris qua
(1667)
profanis, nec non variis naturae and artis
1667 (pages with
spectaculis, aliarumque rerum
illustrations
memorabilium argumentis illustrata
only); La
54
Chine, 1670
(French,
1670);
Modern
English
translation
Magneticum naturae regnum sive
1667
disceptatio physiologica
1668 Organum mathematicum
1669 Principis Cristiani archetypon politicum 1672 edition
1669 Latium 1671 edition
1669 Ars magna sciendi sive combinatorica 1669 edition
Phonurgia nova, sive conjugium
1673 mechanico-physicum artis & natvrae 1763 edition
paranympha phonosophia concinnatum
1675 Arca Noe
Sphinx mystagoga: sive Diatribe
1676 hieroglyphica, qua Mumiae, ex 1676 edition
Memphiticis Pyramidum Adytis Erutae
1676 Obelisci Aegyptiaci
1679 Musaeum Collegii Romani Societatis Jesu
Turris Babel, Sive Archontologia Qua
Primo Priscorum post diluvium hominum
vita, mores rerumque gestarum
magnitudo, Secundo Turris fabrica
civitatumque exstructio, confusio
1679
linguarum, & inde gentium
transmigrationis, cum principalium inde
enatorum idiomatum historia, multiplici
eruditione describuntur & explicantur.
Amsterdam, Jansson-Waesberge 1679.
55
Tariffa Kircheriana sive mensa
1679
Pathagorica expansa
1680 Physiologia Kircheriana experimentalis 1680 edition
56
9
Las ideas de Kircher en España
57
El hispanista Thomas Glick publicó hace ya
treinta años un documentado trabajo que resume las
influencias de Kircher sobre los filósofos, teólogos y
naturalistas españoles36. Destaca que, durante el siglo
XVII, la línea platonizante y hermético-alquímica está
presente en El Arte de los Metales (1640) del andaluz
de Lepe Alvaro Alonso Barba37.
Esta línea neoplatónica fue seguida también
por los jesuitas. La oposición a Aristóteles y la cita de
Platón son constantes en obras de naturalistas
jesuitas como José de Acosta (Historia Natural y
Moral de las Indias, 1590) y, sobre todo, en
Athanasius Kircher.
63
Otro autor que bebió en las fuentes de
Kircher es el jesuita polígrafo Lorenzo Hervás y
Panduro45. Lorenzo García y Panduro, luego
cambiados sus apellidos a Hervás y Panduro
(Horcajo de Santiago, Cuenca, 10 de mayo de
1735 - Roma, 24 de agosto de 1809), polígrafo
jesuita, lingüista y filólogo español, padre de la
Lingüística Comparada. Cuando los jesuitas
fueron expulsados por Carlos III en 1767,
marchó a Córcega y en seguida a Italia,
estableciéndose en Forli, donde vivió hasta 1773
con otros jesuitas de la provincia eclesiástica
jesuita de Toledo, entregado a la investigación y
el estudio de las matemáticas, la astronomía, las
ciencias naturales y la lingüística. El contacto
con jesuitas de todo el mundo le facilitó
compilar informaciones sobre todo tipo de
lenguas. Pasó luego a Cesena, donde el marqués
de Chini le ofreció hospitalidad como preceptor
de sus hijos. Tras once años de estancia en la
Romaña, pasó a Roma para consultar la
bibliografía de la Biblioteca Vaticana.
Escribió unos 90 volúmenes. Viaggio
estatico al Mondo planetario ("Viaje estático al
mundo planetario", 1780, de la que después
hará una versión revisada en español). El título
completo es: Viaggio statico al Mondo planetario
45
http://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/ceclm/ARTREVIST
AS/Revista_cuenca/cuenca_36/cuenca36_aventura.pdf
64
("Viaje estático al mundo planetario", 1780, de
la que después hará una versión revisada en
español, Viaje estático al mundo planetario: en el
que se observan el mecanismo y los principales
fenómenos del cielo; se indagan las causas físicas,
y se demuestran la existencia de Dios y sus
admirables atributos, Madrid, Imp. de Aznar,
1793 y 1794, 4 vols.).
También en Portugal estuvieron
presentes las ideas kircherianas. Citaremos
solamente la obra de Mauricio Vicente de
Almeida en la que se discute la problemática de
la piedra filosofal basado en la ideas de Feijoo y
Kircher46.
65
66
67
68
10
¿Cómo es el ocultismo
de Athanasius
Kircher?
69
Hemos recorrido la vida de Athanasius
Kircher y el conjunto de sus obras. Pero está por
hacer un estudio completo de las ideas de
Kircher. Hay estudios parciales (sobre la música,
la egiptología, las lenguas, las matemáticas, el
universo, la idea de la Tierra, etc). Pero faltan
estudios globales. ¿Qué ideas ocultistas expone
Kircher en sus obras? ¿De dónde le viene la
tradición ocultista, hermética, mágica y
alquímica? Ante la imposibilidad de abarcar
todos los aspectos, nos fijamos aquí en seis
temas ocultistas kircherianos.
71
correspondencia es abundantísima48. La
redacción de sus teorías se enriquece con las
conversaciones con los compañeros jesuitas que
pasan por Roma desde lejanos países de misión
o que envían memoriales al Padre General y que
le ilustran sobre procesos naturales en lejanas
tierras.
Kircher acuña un concepto nuevo que ha
pasado al vocabulario científico: es el concepto
de Geocosmos que se introduce para interpretar
dentro de él los fenómenos naturales globales
del planeta Tierra. Basándose en el
organicismo49, Kircher concibe en su poderosa
mente una gran obra de síntesis. El primer
ensayo general de su obra se publica en 1654,
añadido a la primera edición de su Iter
Exstaticum.
Otra de sus obras cosmológico-ocultistas,
Iter Exstaticum coeleste et terrestre 50 (sic) de
detallado, pág.30-34.
73
pequeño tratadito sobre mitologías,
hermetismo, alquimia y ocultismo.
La Centrosofía
Para entender en su justa dimensión el
intento científico, filosófico y teológico del
Geocosmos será necesario citar uno de los textos
más clásico de Mundus Subterraneus,
perteneciente al Libro Primero, "o Centrográfico,
que también se llama Centrosofía" (eco
hermético u ocultista). Este texto es expresivo:
"Cuando me propuse dar a la luz las cosas
admirables del mundo subterráneo, me pareció
que tenía que empezar mi disertación por
aquella parte que con toda justicia se considera
la base y el fundamento de todas ellas. Porque,
así como el poder de Dios brilla en toda la
fábrica del mundo corpóreo y en los diversos
órdenes de los seres, así también luce en gran
manera la inacabable sabiduría del Hacedor en
la construcción del Centro. En él se esconde un
no sé qué admirable y, por así decir, émulo de la
divinidad, en el que casi coinciden lo máximo y
lo mínimo, mientras que en toda la amplitud del
mundo contiene todos los cuerpos brillantes, a
todos los deriva hacia sí, los atrae y los lanza
fuera de sí: obra muy admirable, obra de la
76
diestra del Excelso, que se funda en la fuerza de
Dios que del mismo modo que sacó las
propagaciones del organismo mundano como de
un centro, también las reduce todas a lo mismo y
quiso que todas estuviesen conectadas con lo
mismo"53.
El fuego central
Uno de los elementos fundamentales de
la gran máquina biológica del Geocosmos de
79
Tal vez el estudio más completo de
Kircher sobre este tema es el Oedipus
Aegypciacus, 1652-1655 (4 volúmenes)56.
Athanasius Kircher fue uno de los pioneros en el
estudio de las lenguas del antiguo Egipto y
específicamente de los jeroglíficos, además de
dejar notables contribuciones en otros campos.
Con una buena formación en griego y hebreo, a
él debemos la consideración de que el copto es
la última etapa de desarrollo de la lengua
hablada en el Egipto Faraónico, o que el
hierático no es más que una forma cursiva de los
jeroglíficos.
Con respecto a estos últimos, si bien
Kircher pensaba que pudieron tener un empleo
segundario cotidiano y vulgar como signos
de valor fonético o alfabéticos, dedicó su estudio
al supuesto uso, para él superior y de mayor
interés, como un sistema simbólico que ocultaba
misterios y verdades universales, y que, como
buen jesuita ilustrado y, partícipe de las
56 http://en.wikipedia.org/wiki/Oedipus_Aegyptiacus;
http://billheidrick.com/Orpd/AKir/AKOeAeII.htm;
http://www.esotericarchives.com/juratus/kircher.htm;
http://www.esotericarchives.com/kircher/cabala.htm;
Las imágenes ocultistas pueden verse en:
http://www.google.es/search?q=oedipus+aegyptiacus&hl
=es&tbo=u&rlz=1W1GFRE_es&tbm=isch&source=univ&s
a=X&ei=dLi9UPnIMMiW0QWph4HoAQ&sqi=2&ved=0CDc
QsAQ&biw=1024&bih=547
80
corrientes neoplatónicas imperantes,
consideraba compatibles con la fe cristiana 57.
Aparentemente el interés de Kircher por
los jeroglíficos comenzó estudiando una
colección de inscripciones egipcias conservada
en la ciudad alemana de Speyer58.
Posteriormente, se aplicó al copto, y
comenzaron a aparecer sus trabajos al respecto.
En 1636 publicó el Prodromus coptus sive
aegyptiacus, su primera gramática copta. En
1644 apareció su Lingua aegyptiaca restituta,
que durante mucho tiempo fue el mejor y casi
único léxico copto al alcance de los eruditos
occidentales. En 1650 apareció el Obeliscus
Pamphilius, dedicado ya a los jeroglíficos.
Pero sin duda su obra más monumental y
que le dio celebridad y fama, con relación a la
antigua escritura faraónica, es el Oedipus
Aegyptiacus, publicado entre 1os años 1652 y
1654. Se trata de una obra en tres volúmenes,
donde haciendo gala de una erudición
82
Kircher, la cábala y el origen del lenguaje
En un sugerente trabajo Athanasius
Kircher, su aportación a la lingüística.
Cuatrocientos años de su nacimiento del
profesor Feliciano Delgado59, sistematiza el
estado de la investigación sobre el proceso de
interpretación de los jeroglíficos egipcios
realizado por Athanasius Kircher.
Tal vez sea esta la historia de su interés
por la interpretación d los jeroglíficos. En 1631
Kircher solicita que lo manden de misionero a
China y no se le concede. En esos días, invade la
región el ejército protestante del rey de Suecia
Gustavo Adolfo. Kircher junto con su discípulo
Caspar Schott huye a Mainz. Los superiores
buscan un sitio más tranquilo para este brillante
estudioso. Por Lyon se dirigen a Avignon. Allí se
encontrará con un erudito protector de la
cultura empeñado en conseguir la lectura de los
jeroglíficos egipcios, Nicolaus Claude Fabri de
Peiresc.
En Speir había visto por vez primera el
Thesaurus de Hürwart von Hohenburg, un libro
que reproducía jeroglíficos con intención
puramente estética. Peiresc le proporcionó una
copia de las tablas de Isis que el Cardenal Bembo
pudo comprar después del Saco de Roma. Con
59
http://helvia.uco.es/xmlui/bitstream/handle/10396/620
7/braco142_2002_3.pdf?sequence=1
83
Peiresc comenzó Kircher los intentos de
descifrar la escritura jeroglífica, pero en 1633 se
le destina a Viena a sustituir a Kepler que había
muerto en 1631.
Peiresc protesta y envía cartas al general
de los jesuitas, al Papa Urbano VIII, al Cardenal
Berberini para modificar esta decisión. Kircher
emprende el viaje a Viena por mar para evitar
territorios protestantes, de Avignon a Marsella,
Génova, pero en ruta hacia Leghorn un temporal
le hace retroceder hasta Civitavecchia, el puerto
de Roma en 1635.
Allí, sin él saberlo lo estaban esperando
porque las cartas de Nicolau Claude Fabri de
Peiresc habían hecho su efecto y los jesuitas lo
dedicaban al estudio de los jeroglíficos. No sólo a
eso. Su curiosidad sería universal y enseñó
además matemáticas en el Colegio Romano a
partir de 1638 hasta su muerte.
84
El hebreo y la primera lengua del hombre
El estudio de Kircher sobre los
jeroglíficos egipcios no puede separarse de su
interés por las lenguas, y en especial por la
lengua hebrea. La prehistoria del hombre la
estudió Kircher en dos libros que comentan
datos bíblicos. El mito del Diluvio Uiversal en
Arca Noe (Amsterdam 1671) y la Torre de Babel
en Turris Babel (Amsterdam, 1679). En ambas
obras tratará del lenguaje, en el cap. I de Arca
Noe y en la tercera parte de Turris Babel, y
matizará al máximo la hipótesis del origen
hebreo de las lenguas.
85
Kircher se pregunta: ¿Cuál fue la lengua
de Adán en el Paraíso? ¿Fue esa lengua una
invención del hombre o un don de Dios?¿Era el
hebreo la lengua primitiva del primer hombre?
Después de la confusión de Babel, ¿siguieron los
hijos de Sem empleando el hebreo y quedó así el
hebreo mantenido como testimonio vivo de la
lengua de Adán? La variedad de lenguas,
producto de la confusión de Babel, ¿fueron
creación humana o infusión divina? Por encima
de la confusión de las lenguas, ¿puede llegarse a
la lengua originaria primitiva? Si esa lengua
primitiva es el hebreo, ¿puede llegarse a ella a
través del análisis de las demás lenguas?
La primacía del hebreo como primera
lengua del hombre fue opinión casi común de los
primeros comentadores de la Biblia. Los Padres
de la Iglesia, consignaban el dato en sus
comentarios al Génesis, pero sin intención de
plantear ningún problema lingüístico. Las
opiniones divergentes son escasas. Gregorio de
Nysa opinaba que Dios no le dio al hombre una
lengua, sino la capacidad de inventarla. Teodoro
de Cyra, no mantiene la primacía del hebreo,
aunque no se inclina por alguna lengua concreta
y san Efrén que cree que la primitiva lengua del
hombre fue el sirio, es decir, la suya propia. La
idea del hebreo como lengua primigenia tuvo
mayor influencia porque la mantuvieron S.
Jerónimo y S. Agustín en el De Civitate Dei, tan
leído a lo largo de la Edad Media. S. Agustín
86
mantiene que en la confusión de Babel, Heber,
descendiente de Sem, mantuvo la lengua
primitiva, que por él, se llamó hebreo.
Kircher presenta en su Turris Babel una
teoría sobre las lenguas, matizada, y a veces un
poco ambigua, antes de exponer los principios
de un lenguaje simbólico. Kircher dice que antes
de la construcción de la torre de Babel todos los
hombres tenían una misma lengua. No nos dice
si esa lengua era la misma de Adán o si era la
hebrea. De la confusión de Babel surgen "las
múltiples formas de hablar y los dialectos
singulares, de forma que las voces compuestas
variadamente no signifiquen lo mismo para
todos". Kircher no traza la forma cómo se pasó
de las lenguas postbabélicas a la variedad actual.
Solamente señala dos cosas: en primer lugar las
causas de la multiplicación de las lenguas; en
segundo lugar los bloques fundamentales de
lenguas y las lenguas que de esos bloques han
derivado.
Kircher tiene que establecer cuales eran
esas lenguas primitivas postbabélicas que han
ido cambiando. Establece estadios sucesivos por
los que una lengua ha producido otra, pero sin
asignarles qué causas concretas de las generales
enumeradas ha producido el cambio. Las ramas
fundamentales de las lenguas primitivas son las
siguientes: la hebrea, "que es la primera. Por la
sucesión de los tiempos cambió, primero en
caldea, segundo en arábica o madianita, tercero
87
en samaritana, cuarto en etiópica, quinta en
siríaca, mezcla de hebrea y griega".
Las ramas restantes, prescindiendo de
sus derivaciones son la griega, latina, teutónica,
ilírica. En las lenguas índicas señala la multitud
de ellas y la imposibilidad de reducirlas a unidad
de lengua fundamental y lenguas derivadas. Lo
mismo sucede con las lenguas americanas y con
las africanas. Aparte de la clasificación que hace
Kircher, la importancia de sus ideas en este
momento está, no simplemente en establecer un
intento de clasificación fundamental de ramas
múltiples, sino que además niega la posibilidad
de que partiendo de ellas se pueda llegar a
poder rastrear los orígenes primitivos de las
lenguas, después de las transformaciones que
han experimentado. No es posible reducir las
lenguas existentes a la unidad hebraica. Después
de todas las transformaciones que las lenguas
han experimentado "no han dejado huella" de
sus estadios primitivos, "ni los prototipos ya
perdidos pueden reducirse a su forma prístina".
"En casi todas las lenguas se pueden encontrar
algunas voces semejantes en el sonido a las
hebreas, mas para que tengan la misma
significación hay que violentar el sentido". Con
ironía de diatriba barroca dice de los
reconstructores de la unidad hebraica: "los
inexpertos indagadores de esas cosas déjense de
pescar ranas en el aire, porque piensen que
88
vuelan sin alas". "Esa tarea es tan inútil como los
trabajos de Sísifo
89
metáforas, una vela henchida por el viento podía
significar el soplo del ciento.
Esta relación entre pictograma y realidad
fue un fenómeno de una época anterior a la
propiamente histórica. Enseguida los
pictogramas eran signos, no de la realidad
esquematizada a que hacían referencia, sino a
los sonidos con que la realidad representada era
expresada en una lengua determinada. Es como
lo que vemos en algunos pasatiempos.
Supongamos que para expresar la palabra
española "ojalá", dibujo una hoja y a
continuación la nota musical "la". Hoja y nota
musical no está en relación con la realidad sino
con la secuencia sonora que ellas representan en
una lengua concreta que es el español.
El problema estaba en saber cómo era la
lengua egipcia de los jeroglíficos. Kircher
determinó que esa lengua, no era el copto, tal
como se conocía, pero el copto mantenía una
estrecha relación con la lengua egipcia
originaria. Peiresc le proporcionó manuscritos
coptos y documentación sobre la lengua copta,
sobre todo lo que había traído a Roma en 1626
Pietro della Valle y las notas que preparando la
edición de esos documentos lingüísticos le puso
el experto en árabe, Tomas Obicini en 1626.
La gramática copta
Con todo ese material Kircher fue capaz
de publicar la primera gramática copta que se
90
producía en occidente en su Prodromus Coptus
sive Aegyptiacits (Roma 1936) y más tarde, de
forma más definitiva, en Lingua Aegiptiaca
Restituta (Roma, 1643; 2ª ed., Amsterdam
1671).
Para comprender lo que significa esto
recordemos que el texto en griego, jeroglíficos
hieráticos y demóticos de la Piedra Rosetta no
pudo ser leído por el sueco Johan David
Ákerblad, ni por el inglés Thomas Young. Jean-
François Champolion pasó muchos años
infructuosos sin lograr dar con la clave y sólo
cuando a partir de 1822 se dio cuenta que la
escritura jeroglífica como la derivada de ella no
representan símbolos sino signos fonéticos y
que esos fonemas corresponden a la estructura
de la lengua copta. Entonces es cuando pudo
comenzar a entender la escritura jeroglífica y
dar comienzo a la egiptología.
Esos principios ya estaban en Kircher. No
pudo Kircher aplicarlos por su posición mental
ante el mito de la sabiduría de los egipcios.
Kircher dedicó a la lectura de los jeroglíficos la
descripción del obelisco Pamphilio, hoy en Roma
en la plaza Navona, [Obeliscus Pamphilius (Roma,
1650) ], la de un obelisco egipcio, descubierto en
Roma que Kircher interpretó como dedicado a la
Sabiduría divina, representado por Isis, Minerva
y la Virgen [Obeliscus Aegíptiacus (Roma. 1966),
Sphinx Mystagoga (Amsterdam, 1676)] sobre
una momias descubiertas en Memphis en
91
1672,pero su obra fundamental de la que hay
que partir para conocer su pensamiento son los
tres volúmenes de Oedipus Aegiptiacus (Roma.
1952-4) .
Kircher es un heredero tardío de una
corriente mística renacentista que veía en los
jeroglíficos egipcios una forma simbólica de
sabiduría trascendente, ni simplemente un
sistema gráfico de transmisión de
conocimientos. Posiblemente el punto de
partida estuvo en la misma Grecia. Plotino
interpreta los jeroglíficos desde un punto de
vista exclusivo de filosofía simbólica esotérica.
Kircher recoge las líneas generales de esta
tendencia pero establece su propio sistema
donde todo el universo se unifica en la sabiduría
divina. Mantiene que en todas las tradiciones
hay un aspecto exotérico y otro esotérico.
Analizando lo esotérico, que siempre está
más cercano a la verdad puede conocerse un
estadio primitivo de conocimiento. La religión
egipcia es el antecedente de las religiones
griegas, romanas, la primitiva de los hebreos,
caldeos, de la India, de China, Japón y hasta la de
los recién descubiertos pueblos americanos. "La
sabiduría de los egipcios -escribe- no era otra
cosa que esto: representar la ciencia de la
Divinidad y de la Naturaleza bajo varis fábulas y
narraciones alegóricas de animales y otras cosas
naturales" Kircher mantiene que existe una
verdad inspirada en casi todas las religiones del
92
pasado y entre los no cristianos de su tiempo a
quienes no ha llagado el mensaje cristiano. "No
hay duda que no solo los Profetas, los Apóstoles
y otros hombres de Dios, sino también los
Gentiles, Poetas, Sacerdotes y Profetas
estuvieron inspirados por ese sagrado Numen,
[llama así a Espíritu Santo] y hechos profetas del
nacimiento en carne de la Verdad eterna",
Oedipus Aegypciacus, II, 1 (Roma, 1663, pág.
193).
Las equivalencias son llamativas. A las
tres personas de la Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, corresponden en la religión
egipcia los dioses Emeph, y Osiris Phtha y Ysis y
Amun. En el sistema simbólico jeroglífico están
representados por el Globo, la Serpiente y las
Alas. En la religión de Zoroastro esto sería la
Virtud, la Sabiduría y la Inteligencia que
correspondería a la Cabbala a Kether, Cholunah
y Ninah.
El profesor Joseph Mulligan Una poética
en potencia Edipo egipcio
Athanasius Kircher Marzo aporta datos
importantes sobre Kircher. En su opinión, el
descubrimiento de algunos caracteres
jeroglíficos en la biblioteca de Espira llevó a
Kircher a hacer su primer intento de resolver el
problema de la escritura jeroglífica, que aún
desconcertaba a todos los estudiosos.
En Aix conoció en 1633 al conocido
senador francés, Nicolas Peiresc, cuyas
93
magníficas colecciones despertaron en Kircher
el mayor interés. Reconociendo en Kircher al
hombre adecuado para resolver el antiguo
enigma egipcio, Peiresc le solicitó directamente
a Roma y al General de los jesuitas que se dejara
de lado la llamada que le hizo el emperador a
Kircher para ir a Viena, y que se citara al erudito
a la Ciudad Eterna60.
La Tabula Bembina
La Tabula Bembina o isíaca es una placa
de cobre que estaba consagrada a la
antigua diosa Isis, y en ella figuran
decenas de dioses egipcios, mostrando
102
13
Los misterios de
China
62
http://www.euskadiasia.com/ESTUDIOS_ORIENTALES/PI
ONEROS/china_monumentis_illustrata.html
103
Compañía de los progresos de las misiones. Pero
las motivaciones presentes en la obra de Kircher
no se circunscriben únicamente a los amplios
espacios del universo chino sino que remiten a
problemas irresueltos ligados a la cultura
egipcia. Es más, la archiconocida comparación
de los caracteres chinos con los jeroglíficos
egipcios supone la culminación de la obra de
Kircher acerca de Egipto, cuyo comienzo data
del Lingua Aegyptiaca restituta (1643) y
continúa con Oedipus Aegyptiacus (1652-55). En
tal sentido, del compendio de Kircher cabe
inferir una estrecha vinculación con la tradición
hermética renacentista pero, sobre todo, con el
cariz que tomó esta corriente en el contexto de
la Alemania de la primera mitad del siglo XVII..
En realidad, la coherencia evolutiva
señalada por Kircher entre la escritura china y
los jeroglíficos egipcios (emplazando a éstos en
el origen) no es ni mucho menos novedosa. Ya
en 1616, el padre Nicolas Trigault establece esa
consideración en su De cristiana expeditione
apud Sinas suscepta, ab Societate Jesu (Absburgo,
1615).
Ante la creencia extendida de que la
invención de los primitivos caracteres chinos
correspondía a Fu Hsi (como mantiene M.
Martini en su Sinicae historiae decas prima,
1659), Athanasius Kircher invierte la relación
defendida por Diego de Magalhães (ver nota
anterior). Este estudioso insiste en señalar la
104
mayor antigüedad de los caracteres chinos en
relación con los jeroglíficos egipcios, e identifica
geográficamente el surgimiento de la escritura
china en Egipto, con la emigración de Cam y sus
descendientes. Parece evidente que en sus
estudios en torno a los orígenes del pueblo y de
la cultura china pesó sobremanera su
irrefrenable fe en la Biblia.
Tal hecho provocó, no sólo una intensa
actividad creativa por parte de Kircher para
descubrir semejanzas y lazos entre China y
Egipto, sino también el desarrollo de una tesis
argumental que aportase solidez a su teoría
sobre el origen de la escritura china, a saber, que
la cultura china procedía del Egipto
postdiluviano.
Pese a que en diferentes partes de la
China Illustrata, como en el capítulo IV (pp. 223
y ss.), Kircher acertó a vislumbrar notables
diferencias entre los ideogramas chinos y los
jeroglíficos (que apuntan siempre a los
conceptos ideales en general su recurso a la
consideración sobre la naturaleza idolátrica de
la religión egipcia le sirvió para explicar las
derivas politeístas asentadas en India y China.
105
Matteo Ricci y Pablo. China Illustrata
106
Porque en definitiva los chinos no eran
sino lejanos retoños del hijo de Noé, Cam, que
ocupó el área egipcia Desde esta particular
perspectiva, Kircher entiende que la ciencia
adámica, lo que en un tono melancólico se
llamaría prisca sapientia, pudo ser transmitida
ininterrumpidamente hasta Noé.
Bien pudiera parecer extraño o
inadecuado entender la contribución histórica
de Athanasius Kircher en el conocimiento
occidental de China como la propia de un
pionero. Entre otras razones, porque, pese a que
en su juventud solicitó, con escaso éxito por
cierto, ser enviado a China como misionero, el
material compendiado en su monumental obra
(China monumentis qua sacris profanis, nec non
variis naturae et artis spectaculis, aliarumque
rerum memorabilium argumentis illustrata,
Amsterdam, 1667) proviene de significativas
obras que se ocupan en aquel periodo de la
misteriosa realidad china (N. Trigault, M.
Martini, Matteo Ricci, A. Semedo, M. Boym) y,
por supuesto, del material proporcionado por
otros padres de la Compañía de Jesús que, en
este caso, habían tomado contacto directo con
las remotas tierras del hemisferio oriental.
Con todo, su papel en los estudios del
momento sobre China resulta del todo
incuestionable debido a su extraordinaria
capacidad para sintetizar, en consonancia con
los objetivos señalados en el prefacio de su obra,
107
la ingente información producida por los
jesuitas. De este modo, más allá de las posturas
sumamente críticas de sus adversarios (H.
Oldenburg, secretario de la Royal Society, llegó a
calificar las obras de Kircher como masivas
enciclopedias con una gran falta de
discriminación), la China Illustrata de Kircher se
convirtió en la más popular referencia
occidental sobre China del siglo XVII.
108
14
La música de las
esferas
source=univ&sa=X&ei=F8C9UPO3OMTDhAeRo4GQCg&sq
i=2&ved=0CEwQsAQ&biw=1024&bih=547
64 Para estos temas, ver:
http://www.sinfoniavirtual.com/revista/003/pitagoras_
musica_matematicas.php;
http://es.wikipedia.org/wiki/Pit%C3%A1goras;
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd97/Biografias/12-1-
b-pitagoras.html;
http://www.monografias.com/trabajos7/pita/pita.shtml;
65
http://www.sinfoniavirtual.com/revista/003/pitagoras_
musica_matematicas.php
110
En el mundo griego, el cosmo era
comparado con la escala musical, en la que los
sonidos más agudos corresponderían a Saturno
y a las estrellas fijas. El Sol (fuente de energía, de
luz y divinidad) era indispensable para la
realización de la armonía, en cuanto según los
griegos- correspondía a la nota central que une
el tetracorde. Este es uno de los temas de
Kircher que hace coincidir el tetracorde con la
Trinidad66.
Para Filolao, matemático y astrónomo
pitagórico, el mundo es armonía y número, y
todo está ordenado según proporciones que
corresponden a los tres intervalos
fundamentales de la música: 2:1 (octava), 3:2
(quinta) y 4:3 (cuarta). Más tarde, Tolomeo
mantendría la estrecha correlación entre
astronomía, óptica, música y astrología.
Aportación de Kircher
Destacamos cuatro obras que expresan
bien el pensamiento ocultista de Kircher en
relación con la música y la armonía de las
esferas planetarias:
66 http://redalyc.uaemex.mx/pdf/351/35102509.pdf;
http://books.google.es/books?id=zGREAAAAcAAJ&pg=PA
719&lpg=PA719&dq=Kircher+tetracorde&source=bl&ots
=vtXXtshoO0&sig=vrPQvCl0QYtgSjA2cFybuv3cb78&hl=es
&sa=X&ei=ucW9UNW5PMmphAe3hAE&sqi=2&ved=0CFo
Q6AEwBg
111
1. Pantometrum Kircherianum (Wurzburg,
1669), un trabajo sobre la geometría y la
armonía.
2. En ese mismo año, Kircher publica una
síntesis de los simbolismos lógicos en el
conocimiento humano: Ars magna sciendi
(Amsterdam 1669). Estas ideas se
expresan con más amplitude en uno de
sus últimos libros: Tariffa Kircheriana
(Roma, 1679).
3. , Mundus subterraneus (Amsterdam,
1665), probablemente uno de los
primeros tratados de geofísica y
vulcanología, sazonado de abundantes
referencias ocultistas, como hemos visto
más arriba..
4. Y dejamos para el final el tratado más
complete: la popular Musurgia universalis
(Roma, 1646). Es uno de su libros más
extensos y ocultistas, en el que se marca
una brecha fundamental en el desarrollo
de la música.. Kircher tuvo la buena ida
de distribuir 300 ejemplares entre los
jesuitas que acudieron a Roma con
ocasión de la octava Congregación
General de la Compañía de Jesús (1645-
1646) y que coincidió con la publicación
del libro. Esto propició que el libro se
difundiera a través de los canales
jesuíticos por todo el mundo.
112
En la filosofía ocultista, tal como aparece
en la obra de Athanasius Kircher, los números
poseen una realidad mágico teúrgica, que los
hombres de nuestros días hemos olvidado, y que
trataremos de recuperar. Ellos son módulos
armónicos y medidas que relacionan al
microcosmos (hombre), con el macrocosmos
(universo), y responden a vibraciones secretas,
que encuentran sus correspondencias en todas
las cosas. Desde los acontecimientos mundiales,
a los sucesos locales e individuales, los que
forman parte de la armonía universal, que se
expresa también a través de números y medidas,
semejando una gran sinfonía. De allí la conexión
con la música, y particularmente con los ritmos
y los ciclos.
Por lo tanto el número es un lenguaje
universal conocido por todos los pueblos, que
siempre ha sido considerado como un símbolo
revelado, capaz de sintetizar y ordenar el
universo, y como un magnífico vehículo apto
para establecer relaciones entre las cosas,
entretejiendo los variados órdenes de la
existencia y los escalonados mundos o planos de
la realidad67.
Los números se corresponden de modo
preciso con las figuras de la geometría y las
notas musicales como hemos dicho, en perfecta
67 http://introduccionalsimbolismo.com/modulo1a.htm
113
armonía con las leyes de la Astrología y el orden
del universo.
El recorrido que hacen los números
desde el uno hasta el diez (de lo casi in-
manifestado a la manifestación) nos enseñará
cómo emprender el camino de retorno, a partir
de la realidad física, en búsqueda de la Unidad
metafísica.
El número, como todos los símbolos, es
susceptible de ser observado bajo dos aspectos:
exterior e interior. Desde el punto de vista
externo los símbolos numéricos expresan
meramente cantidades; desde el interno,
manifiestan más bien cualidades del ser.
Nuestro Programa hará énfasis en la visión
cualitativa, que es la principal, ya que desde
nuestro punto de vista lo cuantitativo es
secundario y derivado de lo cualitativo.
Esta visión esotérica de la Numerología
fue transmitida a Occidente por medio de la
Escuela Pitagórica, aunque se la encuentra
también en todas las culturas ligadas a la
Tradición Primordial. Según los pitagóricos
todas las cosas se sintetizan en los nueve
primeros números; éstos a su vez pueden
resumirse en los tres primeros; y ellos están
contenidos en la unidad.
Los trabajos numéricos y geométricos
que sugerimos promueven una labor de síntesis,
siempre en la búsqueda de la unidad de
114
nosotros mismos; de la unidad del cosmos; de la
Unidad del Ser.
El exponente sagrado de la armonía de
las esferas se encuentra en la música. Se sabe
que antes de hacerlo por el aire, el sonido se
propaga por el éter; este quinto elemento o
quintaesencia hermética, es el origen de los
cuatro restantes.
Por su extrema rarificación inmaterial,
superior a la del fuego, con el que a veces se lo
identifica, el éter es el vehículo por excelencia de
la luz inteligible y el sonido inaudible, cuya
naturaleza vibratoria hace ser a todos los
elementos una sola y misma cosa, antes de
diversificarse a través de los sentidos hasta el
mundo exterior.
Por su extrema plasticidad, pureza, y
receptividad absolutas, la Tradición también ha
asimilado simbólicamente este elemento al agua,
la sustancia universal. De ahí que la concha
marina, cuya forma nos recuerda al yoni
femenino y a la oreja humana, sea el
representante unánime (como las conchas de
agua bendita de los templos cristianos) del
poder purificador, productivo y "generativo" de
este supra-elemento divino.
Es de sobra conocida la leyenda que hace
de las conchas las conservadoras del sonido del
mar. Esta propagación se realiza en forma
ondulatoria, de lo que la espiral es símbolo por
excelencia. Diremos además que este símbolo
115
está estrechamente vinculado al logaritmo
pentagramático del crecimiento de los seres
vivos, lo que explica la estructura espiral misma
de las conchas y caracoles, así como la del ácido
desoxirribonucleico que preside la cadena
genética, y también otros muchos ejemplos que
omitiremos de momento.
La medicina pitagórica atribuía a la
música un poder terapéutico por excelencia. De
ello también nos da referencia la Alquimia,
cuando hace coincidir los centros musicales con
los centros sutiles, y éstos con las octavas del
microcosmos humano. Así vemos cómo la
música, encarada desde una perspectiva
sagrada, es mucho más de lo que parece. Y
también que las naturalezas del tiempo y el
espacio, del agua y el fuego, unidas
indisolublemente en el éter, origen de su vida,
siendo fundamentalmente distintas, se tocan en
un punto en donde, sin confundirse, se funden
en una Armonía Única y Universal.
Sócrates, en boca de Platón, confirma a
las Musas como las primeras protectoras del
arte de la música, de quienes ella recibió su
nombre. Como ya hemos afirmado, el tiempo y el
espacio se relacionan mutuamente a través del
movimiento, y éste no es sino la expresión
dinámica o rítmica de una armonía cuyos
modelos son los números. Ritmo y proporción,
asimilados respectivamente al tiempo y al
espacio, son la métrica por la cual ambos quedan
116
recíprocamente ordenados, conformando la
presencia viva de aquella misma armonía que se
da por igual en el cielo y en la tierra. La propia
geometría (geo = tierra, metría = medida) que
ordena idealmente el espacio, está virtualmente
implícita en la música como relación métrica de
sus intervalos. Armonía, número y movimiento
son pues términos equivalentes y mutables
entre sí, en cuanto se refieren a una misma
realidad, ya sea la arquitectura sutil y musical
del cosmos, el ritmo respiratorio, las pulsaciones
del corazón o el compás alterno de las fases
diurna y nocturna del día.
El hombre especialmente recibe con más
intensidad que ningún otro ser terrestre el ritmo
pulsatorio de la existencia, lo cual, en un sentido,
lo convierte en el más capaz de reproducirlo. De
naturaleza musical está hecha el alma humana y
su inteligencia, ya que son ellas las que captan
las sutiles relaciones entre las cosas; la
maravillosa articulación que a todas las
mantiene unidas, con sus matices, en un todo
indivisible que se va revelando a medida que la
unidad y la armonía se imponen a nuestro caos
particular.
En el hombre, como en un pequeño
instrumento en manos de un músico invisible,
según se nos dice en el hermetismo antiguo y del
Renacimiento, se dan cita todas las potencias,
virtudes y ritmos del universo, homologadas o
en diapasón con la naturaleza de su estado. Sin
117
embargo no siempre es consciente de ello, ya
que su diapasón particular no está en general
ritmado al tono universal.
Todas estas concepciones ocultistas
fueron desarrolladas por Robert Fludd, también
conocido como Robertus de Fluctibus (1574,
Bearsted, condado de Kent 8 de septiembre de
1637, Londres), que fue un eminente médico
paracélsico, astrólogo y místico inglés y que
influyó en el pensamiento ocultista de Kircher, y
sobre todo, en su obsesión por presentar
litografías expresivas.
La idea medieval de iluminar los textos
fue recogida en la edición de los libros
renacentistas que siguieron publicando
grabados que, a través de las nuevas técnicas y
su desarrollo paulatino, llegaron a ser
fundamentales en esta literatura pionera de
artes de consumo muy actuales que pasó a
utilizar estas imágenes no ya como algo
separado de los textos, sino como el texto en sí, y
no algo agregado al discurso.
Este es el caso de Fludd y Kircher, dos
autores que se encuentran distanciados
geográficamente y en el tiempo histórico. Entre
ellos hay medio siglo y también la distancia
provocada por los casi inexistentes medios de
comunicación de esos tiempos que, sin embargo,
no constituyeron barreras dada la enorme
distribución de los conocimientos cabalísticos
en toda Europa, que tomó la forma de una moda
118
que duró aproximadamente todo el
Renacimiento y se ha proyectado hasta la fecha.
De ellos debemos destacar por su número
y calidad artística en primer lugar a los libros de
Alquimia, disciplina que aquí estudiaremos en
capítulo aparte, donde veremos las relaciones
entre el saber cabalístico y el alquímico, aunque
ahora nos limitaremos a mencionar
someramente la obra de estos dos estudiosos
que en sus grabados y textos nos hablan de la
Cábala hebrea, que no sólo conocen sino que
incorporan a sus propios idearios. Robert Fludd
(1574-1637) y Athanasius Kircher (1601-1680)
fueron autores de obras enciclopédicas sobre la
Ciencia Sagrada que, como acabamos de decir
incluyen la Cábala y su relación tanto con las
disciplinas paganas y teúrgicas, como con el
cristianismo.
En el caso de Kircher estos estudios se
prolongan a la inventiva de la naciente ciencia
experimental, que algunos llamaban magia
natural y que comenzó su andadura histórica en
ese entonces con el resto de las disciplinas
científicas que se han ido desarrollando, en
algunos casos desechando, para bien o mal,
según las perspectivas.
Las imágenes poseen un formidable
poder comunicador, por lo tanto didáctico, en la
medida en que sintetizan, grafican y embellecen
conceptos y vivencias que son capaces de
transmitirnos por medios iconográficos.
119
El ocultismo (hermetismo, el gnosticismo
y la Cábala) se han volcado en diagramas y
esquemas, en los que algunos sólo han querido
ver talismanes o amuletos. Pero para imágenes
¡qué decir de las de la Biblia! que han sido
pintadas una y otra vez por el judeocristianismo
ya que puede hacerlo de acuerdo a sus teologías
en oposición con el Islam en el que las imágenes
están prohibidas, aunque no la expresión gráfica
de las figuras geométricas y proporciones
aritméticas en las que basa su arte.
Robert Fludd (1574-1637) era el quinto
hijo de Elisabeth Andros y Sir Thomas Fludd,
funcionario del gobierno de alto rango y
tesorero de guerra para la armada de Isabel I.
Fludd se educó en el anglicanismo, la religión de
sus padres. Pero considerando que su formación
era insuficiente, y con objeto de perfeccionar sus
conocimientos, emprendió un viaje al continente
europeo que duró seis años.
Entre 1598 y 1604 Fludd recorrió
España, Francia, Italia y Alemania, estudiando
medicina, química y ocultismo, aunque es
principalmente conocido por su investigación en
el campo de la filosofía oculta. Fue sin duda en
Alemania donde Fludd entró en contacto directo
con el movimiento rosacruz.
De retorno a Inglaterra, el 16 de mayo de
1605 obtuvo su doctorado en medicina en la
Universidad de Oxford. Más adelante se instaló
en Londres. A partir de los 42 años (1616)
120
empezó a escribir y publicar, y hasta su muerte
no paró de escribir voluminosas obras
herméticas.
Fludd es considerado como uno de los
grandes humanistas del Renacimiento: su
conocimiento se apoyaba en el conjunto de las
Humanidades, y consagró una parte importante
de sus voluminosos escritos a defender la
reforma de las ciencias. En tanto que médico y
ocultista, se interesó por las ideas de Paracelso.
En materia de medicina, es reconocido como un
precursor. A él se debe la descripción del primer
barómetro.
Fludd era ante todo un espiritualista que
establecía una distinción entre la parte física
mortal y la parte anímica inmortal del hombre.
Para él, el alma está unida a Dios, mientras que
el cuerpo físico es una parte de la naturaleza. El
espíritu de la vida, la fuerza esencial de la vida o
fuerza vital, etérea y unida al alma, constituye a
la vez la conciencia y el espíritu animal en
nosotros. Esta fuerza vital es la causa de todas
las funciones vitales. Mantuvo un célebre
intercambio de opiniones con Johannes Kepler
relativas a los enfoques científico y ocultusta del
conocimiento. Su filosofía está expuesta en
Utriusque Cosmi, Maioris scilicet et Minoris,
metaphysica, physica, atque technica Historia (La
historiametafísica, física y técnica de los dos
mundos, a saber el mayor y el menor, publicado
en Alemania entre 1617 y 1621).
121
En 1617, Fludd escribió De Musica
Mundana (Música Mundana), libro tercero de la
Historia metafísica, física y técnica de los mundos
mayor y menor, donde describe sus teorías de la
música, y del macrocosmos, además de su
monocordio (también conocido como "divino" o
"celestial"). Un año después publicaría De
Naturae Simia (la historia técnica) ampliando
sus teorías acerca de la música humana y
siguiendo la pitagórica estela que Boecio había
trazado en el siglo VI.
En sus libros, Robert Fludd se ocupó
asimismo de presentar la armonía entre el
macrocosmos y el microcosmos. Continuando
con un conocimiento universal, se interesó en
las correspondencias armónicas que existen
entre los planetas, los ángeles, las partes del
cuerpo humano y la música. Sus libros son
verdaderas obras maestras, magníficamente
adornados con grabados que ilustran sus ideas,
lo cual debió fascinar a su lector Kircher.
Fludd defendía la filosofía de los
alquimistas y de los Rosacruz, y se sirvió de sus
doctrinas para describir al hombre, la naturaleza
y el universo. No era miembro de los Rosacruz,
como sostenía a menudo, pero defendió su
pensamiento en su Tractatus Apolegeticus
integritatem Societatis de Rosea Cruce defendens,
donde describió el origen del conocimiento de
los Rosacruz. La obra trata de sus ideales, de su
integridad y su sabiduría.
122
Para Athanasius Kircher, siguiendo las
ideas de Fludd, la armonía musical y numérica
es la base para entender el mundo. Aunque la
sociedad moderna pareciera creer que los
números fueran una invención humana,
producto del progreso, muy útiles para hacer
cálculos estadísticos, así como para medir,
clasificar y en general contar objetos de toda
índole, percibiendo a la serie numérica como
una sucesión indefinida y horizontal en una
sola dimensión , carente en absoluto de un
significado otro, en las sociedades tradicionales,
por el contrario, los números son concebidos
como deidades ordenadoras, como
intermediarios, portadores de energías e Ideas
superiores que ellos mismos plasman en el
cosmos entero.
123
124
15
Technología y ocultismo
125
aparatos que medían matemáticamente la
regularidad de este mundo. Primero, fueron los
relojes de sol. Pero pronto construyó relojes
mecánicos e incluso magnéticos. En su obra
Magnes sive Arte Magnetica (1641)68. El objeto
había sido originalmente inventado por otro
jesuita, el padre Linus de Lieja, y fue descrito por
Kircher con el permiso de Linus en 1634. El
patrón de Kircher, Peiresc defendía que el
movimiento del reloj se basaba en el modelo
cosmológico de Copérnico, argumentando que la
esfera magnética del reloj se movía debido a la
fuerza magnética del Sol.
El modelo de Kircher descalificaba esta
hipótesis, mostrando que el movimiento podría
estar producido por un reloj de agua situado en
la base del aparato. Aunque Kircher escribió
contra el modelo copernicano en su Magnes,
defendiendo el modelo de Tycho Brahe69, la
última edición de Itinerarium extaticum (1656,
revisado en 1671), presentaba diversos sistemas
68
http://books.google.es/books/about/Athanasii_Kircheri_
Magnes_sive_De_arte_m.html?hl=es&id=FJE_AAAAcAAJ;
Las ilustraciones ocultistas pueden verse en:
http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b2600070z
69
http://www.aip.org/history/cosmology/ideas/brahe.htm
. Sobre Brahe y los jesuitas, puede consultarse:
http://en.wikipedia.org/wiki/Tychonic_system;
https://scholarworks.iu.edu/dspace/handle/2022/99.
126
cosmológicos incluido el copernicano como
posibilidades diferentes. El reloj de Kircher ha
sido reconstruido por Caroline Bouguereau en
colaboración con Michael John Gorman y se
puede observar en la Green Library en Stanford
University.
En 1646, Kircher publica una de sus
obras más grandiosas: Ars Magna Lucis et
Umbrae70, con el objetivo de desvelar los
misterios de la luz y de las sombras. Una
teología ocultista de luces y tinieblas, donde
ángeles y demonios pasean a sus anchas.
Aunque siempre se asocia esta obra
monumental con la linterna mágica, Ars Magna
es mucho más que eso.
70
http://books.google.es/books/about/Athanasii_Kircheri_
Ars_magna_lucis_et_um.html?hl=es&id=h2BDAAAAcAAJ;
Sobre la relación entre Ars Magna y los Rosacruces,
http://www.rosacruz.net/libro4.htm; Michael John
GORMAN The Great Art of Knowing: The Baroque
Encyclopedia of Athanasius Kircher, ed. Daniel Stolzenberg,
Stanford: Stanford University Libraries, 2001, pp. 59-70
127
Con ocasión del centenario de su
nacimiento, la Universidad Complutense
organizó una exposición bibliográfica. Del
catálogo reproducimos unas páginas
ilustrativas71 El riquísimo tesoro bibliográfico
que conforma la obra del padre jesuita
Athanasius Kircher (1601-1680), conservado en
la Biblioteca Histórica de la Universidad
Complutense, es ingente y heterogéneo. Abarca
la China monumental, los jeroglíficos egipcios, la
71 Puede encontrarse en
http://www.ucm.es/BUCM/blogs/Foliocomplutense/420
5.php
128
geología moderna, los tratados de música y
acústica, numerología, matemáticas, los orígenes
de las lenguas y su relación con la Torre de
Babel, el Arca de Noé y el mundo acuático, el
magnetismo, la astronomía... Valiosos
ejemplares que incluyen grabados
monumentales en su tamaño y exquisitos en sus
detalles que plasman las ideas de Kircher en
imágenes. Su vida fue rica en acontecimientos y
relaciones, y el Colegio de Roma de la Compañía
de Jesús su centro de trabajo y estudio .
Y prosigue El catálogo de la exposición
celebrada en esta biblioteca en el 2001-2002,
Athanasius Kircher y la ciencia del siglo XVII:
exposición con motivo del IV Centenario del
nacimiento de Athanasius Kircher, nos introduce
en su vida y en su obra. La mayoría de las obras
que se hallan en nuestra biblioteca se
encuentran actualmente digitalizadas. La joya
ahora objeto de nuestra atención es Ars magna
lucis et umbrae, publicada en Roma en 1645-
1646 (BH FLL 21191), la cual destaca por el
tratamiento de los cuerpos celestes, sus
interrelaciones, su influencia sobre la Tierra y su
relación con el cálculo del tiempo.
No podemos olvidar que en el siglo XVII
se producen importantes avances en los
estudios matemáticos, sobre todo en álgebra,
teoría de los números, cálculo de
probabilidades, geometría proyectiva y cálculo
infinitesimal, que servirán de base para el
129
desarrollo de otros campos científicos. Es el
siglo de las leyes de Kepler, la mecánica de
Galileo, el sistema circulatorio de Harvey, la
geometría de Descartes, la geología de Sténon, la
óptica astronómica de Newton y la anatomía
microscópica de Leeuwenhock, entre otros. Se
abre el camino a la ciencia moderna, gracias a
científicos que encontraron nuevos métodos de
investigación, superando los prejuicios y
supersticiones que igualaban ciencia práctica
con magia y rompiendo las ataduras entre el
conocimiento y la fe .
132
Otras curiosidades de la obra:
De acuerdo con el Catálogo El
frontispicio calcográfico diseñado por Pierre
Miotte precede a la portada, representando las
cuatro fuentes de conocimiento: la Sagrada
Autoridad (encarnada por la Biblia), la Razón (la
cual se halla cerca de Dios, pero filtrada por el
ojo interior), el conocimiento y la percepción
(no provienen directamente de Dios sino del Sol,
representado por el telescopio) y la autoridad
profana (una lamparita que luce entre nubes de
ignorancia o de lo desconocido). Se representa
también a Apolo (el Sol), acompañado por el
águila, y a Diana (la Luna) junto al pavo real de
cola ocelada. El reloj solar diseñado en el jardín
recoge la luz proyectada por el Sol y reflejada en
el espejo de Diana .
En el libro sexto de la obra (Ars Magna)
se encuentra un grabado plegado con el
denominado horóscopo Jesuita Universal que
muestra la hora y duración del día en todos los
países. Representa el árbol de la Compañía de
Jesús, un olivo, con su tronco brotando de Roma
y de la figura de San Ignacio de Loyola, y que
expande sus ramas por todo el mundo conocido,
estructurado por las provincias de la Compañía
de Jesús. El objeto del grabado es demostrar que
la Sociedad de Jesús lleva a cabo sus
obligaciones religiosas a través de la Tierra, día
y noche, sin interrupción y en todas las lenguas
conocidas. En los ángulos de la ilustración
133
aparece una leyenda que se repite en treinta y
cuatro lenguas: Desde el Oriente hasta el ocaso,
es venerado el nombre del Señor".
La linterna mágica
La parte del libro que más ha llegado al
gran público es la que trata de la Linterna
mágica, un ingenioso artefacto para proyectar
imágenes en movimiento. Algunos han querido
ver aquí un anticipo del cine72. Kircher describe
137
Pero esto es solo una anécdota que
muestra la creatividad, a veces excesivamente
desbordante y crédula, del potente
intelectualmente, pero sin embargo ingenuo
sabio jesuita.
Aunque ya se ha citado en Musurgia
Universalis (1650), Kircher se refiere a la
armonía de las esferas celestas, pero también
describe algunos artefactos musicales muy
ingeniosos. Entre ellos se encuentra la
construcción de un órgano musical movido por
agua, capaz de reproducir el canto de los
pájaros. En Phonurgia Nova (1673) Kircher
considera la posibilidad de transmitir música a
lugares lejanos.. De alguna manera se anticipa al
invento de la radio.
Otros artefactos diseñados por Kircher
incluyen un arpa movida por el viento,
autómatas capaces de hablar a través de un tubo
(un precedente del teléfono), una máquina de
movimiento continuo, y lo que llamaba un
Katzenklavier (un clavicordio-gato) construido,
al parecer, con colas de gato.
138
En el siglo XVII se acude con frecuencia a
explicar muchos fenómenos naturales
invocando a conceptos antropomórficos como
son los de atracción y repulsión, como simpatía y
antipatía entre elementos naturales. Se extendió
una vasta literatura acerca de los imanes y su
influjo sobre los humanos. Rossi 73 cita al jesuita
Nicolás Cabeo (que escribe en 1629, y nos ha
dejado una serie de creencias muy extendidas en
su tiempo) y que se encarga de rebatir, como
que el ajo puede debilitar la fuerza de un imán, o
que un imán puede reconciliar a unos esposos o
revelar un adulterio.
Sin embargo, junto con estas creencias,
los físicos investigan las fuerzas de los imanes.
Un hito importante en este proceso es la
publicación en Londres, en 1600, del libro De
magnete magneticisque corporibus et de magno
magnete Tellure physiologia nova. Su autor es el
médico inglés William Gilbert (1540-1603)74.
Algunos lo han considerado como el
primer libro "moderno" de física en el sentido
actual del término. Desde 1581 a 1600 realizó
experimentos sobre el comportamiento
magnético de muchos materiales llegando a la
16
El organicismo kircheriano
141
filosofía organicista? Pero ¿en qué sentido se
puede decir que es organicista? ¿De qué fuentes
clásicas bebió esa concepción de la realidad
natural?
El término organicismo, como todos los
términos filosóficos, no tiene una significación
unívoca. De modo general, lo utilizamos aquí
para designar una concepción del mundo según
la cual los seres vivos no se pueden explicar
solamente como simples mecanismos. El
organicismo rechaza el sistema mecanicístico
convencional. Pero no por ello se adhiere
inmediatamente al sistema del vitalismo,
especialmente si este es de carácter radical. En
rigor, dentro de la teoría biológica, el
organicismo ocupa una posición intermedia
entre el mecanicismo y el vitalismo. Es necesario
tener en cuenta que el concepto de organismo ha
evolucionado históricamente.
Macrocosmos y Microcosmos
La visión del Geocosmos kircheriano está
imbuido de la filosofía del Macrocosmos y del
143
Microcosmos, según la cual el hombre es la
medida de todas las cosas, y todo el universo
está recapitulado en él, como creatura a la que
todo se refiere.
Los filósofos llamados "organicistas"
comparaban el Mundo (el Cosmos) con los
organismos y con el hombre, de modo que los
órganos y procesos que se dan en los seres vivos
se reproducen del mismo modo en el Mundo o
Geocosmos.
145
146
17
Kircher y la alquimia
147
una predecesora inmadura, empírica y
especulativa de la química, con el único objetivo
de transmutar los metales comunes en oro.
La percepción de la perfección eterna de
todo en todos los lugares es lo que constituye la
Redención Universal. La alquimia es un arco iris
que atraviesa el abismo que existe entre el plano
terrestre y el celestial, entre la materia y el
espíritu.
La ciencia de la alquimia, sagrada,
secreta, antigua y profunda, también de
nominada arte real o sacerdotal y filosofía
hermética, esconde tras textos esotéricos y
emblemas enigmáticos las vías para penetrar en
los secretos más profundos de la naturaleza, de
la vida y la muerte y de la unidad, la eternidad y
el infinito.
A la vista de tales secretos, el de fabricar
oro tiene, relativamente, poca importancia; se
podría comparar con los superpoderes (siddhis)
que a veces consiguen los grandes yoguis; estos
poderes no se buscan por el valor que en sí
tengan, son importantes productos secundarios
que resultan de alcanzar un alto nivel espiritual
y que incluso implican una suerte de tentación
final para el anhelo enfermizo del Ego por
poseer.
Otra de las artes herméticas es la
Alquimia. Así se llamaba en la Antigüedad la
ciencia de las transmutaciones, minerales o
vegetales, de la naturaleza. Estas operaciones
148
tienen una réplica en el hombre, que puede
verse en ellas como en un espejo que reflejara su
propio proceso de desarrollo, y simbolizan la
posibilidad de la regeneración. Es decir, la de
mudar de condición y de forma, a tal punto que
la sustancia con que se trabaja en este caso la
psiquis humana en los primeros niveles pase a
ser una cosa distinta de la que conocemos
actualmente. Esta búsqueda y hallazgo del Ser es
en suma, la auténtica Libertad, no empañada por
ningún prejuicio, y puede ser equiparada a un
nuevo nacimiento.
La Alquimia del medioevo europeo, que
trabaja con las transmutaciones de los metales
(y minerales en general), utiliza también la
notación astrológica para designar las
cualidades simbólicas que distinguen a
determinados metales.
150
La interacción de estos principios y su
constante conjugación producen todas las cosas
y por lo tanto se hallan presentes en ellas. El
Azufre es activo (+), mientras que el Mercurio es
pasivo ( ). La Sal, tercer principio que liga los
precedentes, se puede calificar de neutra (N). El
Athanor es el horno o cocina alquímica donde se
transforman estos principios de continuo, así
como los elementos minerales que ellos
originan, los cuales igualmente llevan en sí esta
división tripartita. Lo que sucede en el interior
del Athanor del mismo modo acontece en el
interior del ser humano, especialmente en su
psiquis, primer paso en el trabajo hermético,
donde estas energías se oponen, se contradicen
y se unen, provocando una dialéctica
permanente de equilibrios y desequilibrios que
conforman la armonía universal. Esta dinámica
es una dialéctica en la que los opuestos no se
excluyen sino que constantemente confluyen en
la unión para poder separarse.
151
Para Kircher, todo su esfuerzo intelectual
busca la armonía entre las ciencias de la
naturaleza (la physica), los conocimientos
ocultos heredados de los antiguos y las Sagradas
Escrituras. El intento de un saber universal que
nos acerca a la mente de Dios. Para él, el objetivo
de la alquimia se resume en esta frase:
¿Convertir plomo en oro? Se trata de alcanzar el
oro de la conciencia trascendente una
metáfora para el crecimiento
80 http://www.astronoa.com.ar/alquimia.php
152
conforma la esencia que subyace a la mayoría de
las verdades y religiones. La perfección de esta
esencia se denomina Absoluto; puede ser
percibida y comprendida como la Belleza de
toda la Belleza, el Amor de todo el Amor y lo Más
Alto de lo Alto, sólo con que la conciencia cambie
profundamente y pase del nivel normal de
percepción cotidiana (el plomo) a un nivel sutil
de percepción (el oro), de manera que cada
objeto se perciba con la forma arquetípica
perfecta, contenida dentro del Absoluto.
La percepción de la perfección eterna de
todo en todos los lugares es lo que constituye la
Redención Universal. La alquimia es un arco iris
que atraviesa el abismo que existe entre el plano
terrestre y el celestial, entre la materia y el
espíritu. Al igual que el arco iris, puede parecer
que está a nuestro alcance, pero si se corre tras
ella con el único objetivo de encontrar una
montaña de oro, se alejará. Es allí donde se han
perdido los buscadores ambiciosos de poderes
mágicos, y de hecho con esa finalidad la
imaginería alquímica ha ocultado la verdad de
diferentes maneras.
La ciencia de la alquimia, sagrada,
secreta, antigua y profunda, también de
nominada arte real o sacerdotal y filosofía
hermética, esconde tras textos esotéricos y
emblemas enigmáticos las vías para penetrar en
los secretos más profundos de la naturaleza, de
la vida y la muerte y de la unidad, la eternidad y
153
el infinito. Y aquí reencontramos al Athanasius
Kircher que hemos descrito más arriba.
A la vista de tales secretos, el de fabricar
oro tiene, relativamente, poca importancia; se
podría comparar con los superpoderes (siddhis)
que a veces consiguen los grandes yoguis; estos
poderes no se buscan por el valor que en sí
tengan, son importantes productos secundarios
que resultan de alcanzar un alto nivel espiritual
y que incluso implican una suerte de tentación
final para el anhelo enfermizo del Ego por
poseer.
Empezaremos, por lo tanto, fijándonos en
qué era realmente lo que los alquimistas
pretendían conseguir. «La alquimia no es
simplemente un arte o una ciencia que enseñe a
realizar la transmutación de unos metales en
otros, sino más bien una ciencia sólida y
verdadera que enseña a conocer el centro de
todas las cosas, lo que en el lenguaje divino se
llama el Espíritu de la Vida.» (Pierre-Jean Fabre,
Les Secreis chymiques, París, 1636.)
Y otro texto: La Gran Obra consiste, por
encima de todo, en que el hombre se cree a sí
mismo, es decir, que domine total y
absolutamente sus facultades y su futuro; es
especialmente la completa emancipación de su
voluntad lo que le asegurará el dominio sobre
Azoth y la región de Magnesia; en otras palabras,
el control absoluto del Agente Mágico Universal.
Este Agente, al que los antiguos filósofos
154
disfrazaron con el nombre de Materia Primera,
determina las formas que muestran las sustancias
modificables; a través de él, podemos muy bien
llegar a la transmutación de los metales y a la
Medicina Universal Eliphas Levi
Transcendental Magic, Londres.)
El Adepto (adeptus, «el que ha
conseguido» el Don de Dios) recibiría entonces
la triple corona de la Iluminación: Omnisciencia,
Omnipotencia y Gozo del Amor Divino Eterno.
Pero muchos son los llamados y pocos los
elegidos; hay que reconocer que dentro de esta
minoría muy pocos han conseguido alcanzar el
último objetivo. Los que sí lo han hecho
constituyen la Hermandad de la Luz y están
Vivos.
157
He aquí la fuente de las admirables
transmutaciones y aplicaciones indicadas aquí.
Por eso me llaman Hermes Trismegisto, porque
poseo las tres partes de la sabiduría universal
158
18
Alquimia y ocultismos
159
había publicado una colección de ilustraciones
alquímicas provenientes de sus archivos. Cada
uno de esos motivos iba acompañado de versos
salidos de la pluma de Daniel Stolcius von
Stolcenberg, discípulo del médico paracelsiano
Michael Maier (1568 1622). Maier había sido
médico de cabecera de Rodolfo )) llamado el
(ermes alemán en cuya corte de Praga se
congregaban los más ilustres representantes de
las ciencias ocultas de la época.
Gnosis y Neoplatonismo
El historiador de arte Aby Warburg,
cuyos trabajos interdisciplinarios a comienzos
del presente siglo lo convirtieron en un
innovador en este campo, veía en la Alejandría
del fin de la Antigüedad la encarnación del
oscurantismo y de la superstición.
Allí, en aquel lugar que fue, en pleno
feudo egipcio, el antiguo centro de la cultura
griega universal, crisol de pueblos, mercado de
colonizadores griegos y romanos, egipcios y
judíos, convergen los hilos de las disciplinas que
forman el grueso de la filosofía hermética:
alquimia, magia astral, cábala. Bajo los términos
de gnosis y neoplatonismo se esconden sistemas
sincréticos, híbridos, remendados de filosofía
helénica, de religiones orientales y de cultos a
misterios que se complementan e influencian
mutuamente.
160
El animismo caracteriza tanto la gnosis
como el neoplatonismo; en ambas doctrinas se
encuentran numerosas entidades demoníacas y
angélicas, cuyo poder e influencia determinan el
destino del hombre.
Gnosis quiere decir conocimiento, y el
gnóstico pasa por varios estadios de la
conciencia. El primer conocimiento fundamental
es la buena nueva de que el fondo del propio ser
humano tiene naturaleza divina: el alma aparece
como rayo de luz divina. La segunda noticia, la
mala nueva, se refiere al «horror de la
situación»: ese rayo de luz es prisionero de los
poderes tenebrosos, está confinado en el exilio
de la materia, encerrado en la mazmorra del
cuerpo, los sentidos corporales lo engañan, los
astros demoníacos lo mancillan y embrujan,
para impedir su retorno a la patria divina.
Bajo la influencia del dualismo mazdeísta
(Zoroastro) y platónico, la visión del mundo
gnóstico presenta una dolorosa sima entre
mundo interior y mundo exterior, entre sujeto y
objeto, entre espíritu y materia.
Fue Aristóteles quien, en el siglo IV a.C.,
había formulado esta dicotomía y le había dado
un carácter cósmico, dividiendo radicalmente el
universo en cielo etéreo, eterno, y una región
sublunar y transitoria. Este modelo, que fue
asumido casi sin modificaciones por Claudio
Ptolomeo (hacia 100 178 d. C.), el agnóstico de
Alejandría, se destacó sobre los espíritus
161
durante dos milenios, aniquilando cualquier
visión monista del mundo.
Al pleroma, a la plenitud espiritual del
mundo de luz divino, se opone en la gnosis, de
repente, el kenoma, la vida material del mundo
de las apariencias. La ingrata tarea de la
creación le cae en suerte a un Dios creador que
asume los rasgos despóticos del Jehová del
Antiguo Testamento, y que en su acción se
vuelve contra el Dios de la luz y de la bondad,
contra el «Padre desconocido». Es el demiurgo;
en otras palabras, el artista o el maestro de
obras. Mientras que en el mito platónico de la
creación, el «Timeo», el demiurgo (Platón aún lo
llama «poeta») forma a partir del mundo de las
ideas un cosmos de proporciones armoniosas
bajo la forma de un organismo animado que
contiene «todos los seres mortales e
inmortales», el demiurgo de la gnosis origina un
horrible caos, crea un mundo desnaturalizado e
incompleto. Un mundo que la alquimia pretende
mejorar por medio del «arte», creando un nuevo
orden o modificando el ya existente.
164
Y el hecho de que los textos evocaran una
ciencia antigua y secreta de los hebreos, la
cábala, tal cual la había expuesto Pico della
Mirandola (1463 1494), amigo de Ficino, no
hizo más que reforzar la creencia de que existía
una prisca sapientia de espíritu totalmente
cristiano. (La cábala de fundamento alejandrino,
como la conocemos ahora, surgió en los siglos
XII y XIII en el sur de Francia y en España.)
Los efectos de la conciencia gnóstica
sobre la vida espiritual en Europa son tan
complejos y omnipresentes, que es difícil
evaluarlos en toda su extensión: el hombre del
«Corpus Hermeticum», que participa del genio
creador de Dios, cuadra de maravilla con el ideal
del hombre renacentista, que comienza a
liberarse de las ataduras del cosmos gradual del
medioevo para penetrar en el centro del devenir
universal.
El rayo de luz gnóstico que, prisionero de
las tinieblas de este mundo, aspira al
conocimiento de Dios, se refleja en la lucha
solitaria del alma protestante por alcanzar la
salvación. La ortodoxia luterana ha conseguido,
a lo largo de los siglos, borrar de su memoria
todos los intentos de reforma, provenientes de
sus propias filas, basados en la alquimia y la
cábala, ya que dichos intentos se oponían al
«cristianismo amurallado y a la letra de la fe».
Pero la huella dejada por estas fuerzas
visionarias del siglo XVII (como las de Weigel,
165
los Rosa-Cruz o los partidarios de Boehme), en
la mística anglicana, en las corrientes pietistas
del siglo XVIII y en el idealismo alemán, de
orientación protestante, ha sido profunda.
William Blake ve con toda razón el
demiurgo de la gnosis en el Dios deísta de la
Ilustración creyente en el progreso, un Dios que
emprende la huida después de haber puesto en
marcha la rueda de la creación y haberla
abandonado a su curso disparatado. Se imponía
la noción de un mundo perfecto, necesitado de
mejora, para que pudiera desarrollarse el
moderno espíritu científico. Es interesante
constatar que son los pensadores gnósticos
como Paracelso y Boehme quienes pueden
trazar la imagen de una naturaleza divina
surgida de la materia sombría, inspirando así el
culto del romanticismo a la naturaleza.
Pocos alquimistas tenían conocimiento
del Corpus (ermeticum Pero todos ellos
asociaban a Hermes con la imagen aportada por
la Tabla de esmeralda, y con el principio
húmedo, «mercurial», del «comienzo y del fin de
la obra En la veneración de esta agua divina
se encuentran las aguas superiores y
pneumáticas de la gnosis que en los textos
griegos de los albores de la alquimia
desembocan en las tinieblas de la materia,
evocando así el descenso del Cristo gnóstico
para despertar de su letargo a los cuerpos
muertos de los metales.
166
En dichos textos se abordan los ritos del
desmenuzamiento y resurrección de los metales,
que recuerdan el mito egipcio de Osiris, así
como los cultos órficos y dionisíacos
perpetuados en nuestros días en el rito
masónico. Mircea Eliade, especialista en temas
de religión, habla de la noción de «complejidad y
del drama en la vida de la materia» propia de la
antigua práctica metalúrgica de los egipcios y
del área cultural de Mesopotamia; sólo después
de «conocer los misterios greco-orientales»
podemos tener una idea cabal de las imágenes y
visiones que los conforman. (Herreros y
alquimistas, París 1956)
Químicos y alquimistas
La distinción exacta entre materia
orgánica e inorgánica era desconocida entonces.
Por ese motivo, el proceso de transmutación se
representaba como una especie de
fermentación, durante la cual ciertos metales
podían transmitir sus propiedades, como una
encima o levadura.
Pero la alquimia, tal cual llegó al
Occidente cristiano después de pasar por
España en los siglos XII y XIII, es infinitamente
más rica y misteriosa de lo que sugieren los
textos de alquimistas de comienzos del período
alejandrino. Si se quiere hacer honor a toda la
complejidad del «real arte», hay que recurrir al
167
esquema ternario tan socorrido por los filósofos
herméticos: el alma de la alquimia se situaría en
Alejandría; su corpus, sus innumerables
prácticas empíricas, su saber técnico, los
criptogramas, las máximas y las imágenes
alegóricas, encuentran su continuación en los
árabes. Su espíritu, por último, está
estrechamente ligado a la filosofía de la
naturaleza griega, cuyos fundamentos teóricos
fueron sentados en el siglo V a.C.
Puede que su aportación a las ciencias
sea exigua; pero a la vista de la extraordinaria
plasticidad de formas con que ha sabido revestir
la cultura isabelina, sobre todo los dramas de
Shakespeare, contribuyendo enormemente a su
mejor comprensión, merece el rango en la
historia del arte que hasta ahora se le ha negado.
(Debo a Dietrich Donat la noticia, debidamente
documentada, de que Fludd entregó a la
imprenta de Bry dibujos muy exactos y
detallados.)
En las generaciones siguientes, el mayor
competidor de Fludd, proveniente esta vez de la
Contrarreforma, sería nuestro sabio jesuita
Athanasius Kircher (1602 1680). Sus
conocimientos enciclopédicos sobrepasaban con
mucho los de Fludd en todos los campos. Sabio
universal, Kircher pasa por fundador de la
egiptología, y hasta el advenimiento de
Champollion, su interpretación simbólica de los
jeroglíficos era indiscutida.
168
19
El retorno del códice
Voynich
172
CONCLUSIÓN
176
En Speir había visto por vez primera el
Thesaurus de Hürwart von Hohenburg, un libro
que reproducía jeroglíficos con intención
puramemte estética. Peiresc le proporcionó una
copia de las tablas de Isis que el Cardenal Bembo
pudo comprar después del Saco de Roma. Con
Peiresc comenzó Kircher los intentos de
descifrar la escritura jeroglífica, pero en 1633 se
le destina a Viena a sustituir a Kepler que había
muerto en 1631.
Peiresc protesta y envía cartas al general
de los jesuitas, al Papa Urbano VIII, al Cardenal
Berberini para modificar esta decisión. Kircher
emprende el viaje a Viena por mar para evitar
territorios protestantes, de Avignon a Marsella,
Génova, pero en ruta hacia Leghorn un temporal
le hace retroceder hasta Civitavecchia, el puerto
de Roma en 1635.
Allí, sin él saberlo lo estaban esperando
porque las cartas de Nicolau Claude Fabri de
Peiresc habían hecho su efecto y los jesuitas lo
dedicaban al estudio de los jeroglíficos. No sólo a
eso. Su curiosidad sería universal y enseñó
además matemáticas en el Colegio Romano a
partir de 1638 hasta su muerte. Con todos sus
artilugios y curiosidades hizo un museo.
Esta vida aventurera e investigadora
navegó entre la racionalidad de la formación
jesuítica y las aguas turbulentas del ocultismo.
Hemos descrito algunos de los rasgos más
sobresalientes del Kircher hermético, mago y
177
alquimista. Falta iluminar muchos resquicios
oscuros de su biografía gigantesca. Pero
creemos haber suministrado pistas para
posteriores investigaciones.
En muchas universidades languidecen
sus obras. Y en Roma están depositados muchos
documentos inéditos. Esperemos que en el
futuro salgan a la luz y se desvelen nuevas
facetas de este hombre singular el hombre que
lo sabía casi todo un gran buscador de la
verdad, aunque con frecuencia su creatividad
excesiva le llevase a puertos no deseados. Pero
el intento titánico de unificar todos los
conocimientos convergentes hacia la revelación
bíblica, anticipó en varios siglos el proyecto del
diálogo interreligioso y del diálogo entre las
ciencias (el conocimiento racional y
experimental) y la verdad revelada.
178
179