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I.S.F.D. y T.

N° 9 - Profesorado en lengua y literatura, 3° año

Profesor: Gorrais Javier


Alumno: Maldonado Carlos Andrés

TRABAJO FINAL
Historia social y cultural de la literatura III
Explorando el género narrativo, obras modernas en concordancia
con “El Lazarillo de Tormes”

RESUMEN: Se considera Novela Picaresca a un género que surge en España


alrededor del año 1554. La obra que le da nacimiento al género es “El Lazarillo de
Tormes” con la narración de la vida del pícaro; la autobiografía fingida de un
vagabundo en la que se satirizan o describen, en forma irónica, aventuras y
experiencias con representantes de las distintas clases sociales. Obras modernas de
autores como Roberto Arlt, Roberto Payró o Juan Filloy adoptan las características de
este tipo de novelas, plasmando estratos y características sociales, a la vez que nos
narran las aventuras del pícaro. “El casamiento de Laucha”, de Roberto Payró y
“Gentuza”, de Juan Filloy, pueden leerse transversalmente y en sintonía con “El
Lazarillo de Tormes”, pudiendo considerarse como parte de la picaresca argentina.

PALABRAS CLAVE: narrativa – pícaro – picaresca argentina – clases sociales

ABSTRACT: Picaresque novel is considered a genre that emerged in Spain


around 1554. The work that gives birth to the genre is "The Lazarillo de Tormes" with
the narration of the life of the rogue; the feigned autobiography of a vagabond in
which satirizes or describes, in an ironic way, adventures and experiences with
representatives of different social classes. Modern works by authors such as Roberto
Arlt, Roberto Payró and Juan Filloy adopt the characteristics of this type of novel,
reflecting strata and social characteristics, while narrating the adventures of the
rogue. "The marriage of Laucha", by R. Payró and "Gentuza", by Juan Filloy, can be
read transversally and in tune with "El Lazarillo de Tormes", being able to be
considered as part of the Argentine picaresque.

KEYWORDS: narrative - pícaro - picaresque argentina - social classes

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Consideramos a la novela picaresca como un tipo muy particular de
género novelístico, originalmente característico de la literatura española
del Siglo de Oro, época transcurrida entre finales del Renacimiento y
comienzo del Barroco. Sus personajes se caracterizan por ser pobres y
miserables, de un carácter anti-heroico o sórdido, sujetos que se mueven
por lo bajo o carecen de recursos para mantenerse.

El primer exponente del género es la anónima “Vida del Lazarillo de


Tormes y de sus fortunas y adversidades”, relacionada su aparición, en
un principio, con el gran número de pobres y vagabundos que había en
España, hecho que con el paso del tiempo se descartó, relacionando su
origen con el deseo de libertad de los cortesanos de la época, que leían
las aventuras de los pícaros que no respetaban convenciones sociales y
normas, hasta la relación con los movimientos de reforma religiosa de
aquellos tiempos. Lo que sí podemos aseverar, es que el género nace en
una sociedad influenciada por la literatura y los hechos religiosos.

En cuanto a sus características, las novelas picarescas comparten la


mayoría de los rasgos establecidos del género. El protagonista, el pícaro,
proviene de un rango social bajo y es muy pobre, marginado o
delincuente. Generalmente la intención en este tipo de obras es satírica
y hasta paródica, a veces realista y otras naturalista, por no dejar de lado
los aspectos desagradables de la sociedad, mostrándolos tal cual son, y
por sobre todo moralizantes. Suelen tener una estructura autobiográfica
que da a conocer las vivencias y aventuras, las andanzas e infortunios del
protagonista, en distintos capítulos que cuentan diferentes episodios en
particular.

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A grandes rasgos, sabemos que “El Lazarillo de Tormes” se imprimió
en España por el año 1554, y es, como ya mencionamos, la obra que
marca el inicio de “la novela picaresca”. En ella se cuenta la vida de
Lázaro, un joven huérfano y muy pobre, que utiliza su astucia ante sus
distintos amos, a los cuales tuvo que servir para poder salir adelante,
siendo regalado por su madre a un ciego, con el fin de que tuviera
prosperidad. De todas maneras, aunque siempre utiliza su astucia para
salir adelante, siempre fracasa, y será un pícaro durante toda su vida,
hasta lograr su independencia considerándose próspero.

Situémonos en obras modernas dentro de la literatura argentina, en


este caso tomaremos “El casamiento de Laucha” de Roberto Payró y
“Gentuza”, de Juan Filloy. Nos interesa la lectura de estas dos obras, en
concordancia con el Lazarillo; claramente, podemos trazar paralelismos
entre las dos obras mencionadas y esta última, afirmando que adoptan
las características del género, pudiendo considerarlas como parte de la
picaresca argentina.

El casamiento de Laucha, más allá del pintoresco local que la


individualiza, responde a las características de esta especie narrativa. Al
igual que en el Lazarillo las críticas al clero, por ejemplo, son frecuentes;
en la novela de Payró se dan por la presencia del pillo fraile Papagna.
Podemos apreciar las costumbres criollas y nos resulta amena y
agradable, está escrita con gracia y con chispa, lo que nos hace olvidar un
poco la conducta censurable del protagonista y de otros personajes. Se
compone de una brevísima introducción a cargo del narrador en la que
se presenta a Laucha y se completa con diez capítulos a través de los
cuales el pícaro narra parte de su vida.

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La amoralidad de Laucha está manifestada con realismo, y de la
realidad está tomado el lenguaje que Payró maneja con conocimiento y
autenticidad: lenguaje coloquial de la gente de campo, el refranero
popular, voces lunfardas, un castellano italianizado, como el de doña
Carolina, un dialecto napolitano cerrado en el caso del cura Papagna, etc.

Laucha, aventurero y vividor como todo pícaro, relata sus andanzas


entre la miseria y el hambre; pero tiene la fortuna de ser bien acogido
por una viuda, dueña de una pulpería, una italiana todavía joven y
saludable. Un falso matrimonio sugerido por un cura napolitano sin
escrúpulos permite a Laucha Instalarse cómodamente en la posesión de
la mujer, a quien su flamante esposo conduce rápidamente a Ia ruina
debido a su pasión por la bebida y el juego, además de su holgazanería
habitual. Cuando todo se ha perdido, el pillo revela la cruda verdad a
Doña Carolina, que se hunde en la desesperación.

Laucha es un pícaro, tramposo y vividor criollo sin escrúpulos y


enemigo del trabajo. Inmoral, traicionero y egoísta, pendenciero, jugador
y amigo de la bebida, cruel y desfachatado, vanidoso con aires de
conquistador, burlón y aprovechador. Sin embargo, si logra hacerse
escuchar y si gana voluntades es por su espíritu jovial y vivaz, porque es
hábil y tiene especial simpatía. En cuanto al amor, actúa sin respeto y sin
emoción y como para el pícaro no hay pecados Laucha resulta absuelto.

Además del carácter picaresco, y por estar dentro de los cánones de


la corriente realista, esta novela es un acabado cuadro de costumbres:
así lo acreditan la descripción del pago, del almacén, de los bailes, de las
carreras cuadreras, de las partidas de naipes y de otros juegos, la
presencia y el modo particular de hablar de cada uno de personajes

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presentados, las modalidades del paisanaje, etc. De igual modo en que
en el Lazarillo se describen las características de paisajes y distintos
escenarios de la época, aparecen ilustradas costumbres y diversas
fotografías de la sociedad, dentro de la cual el pícaro desarrolla sus
aventuras.

Sin dudas una de las principales cuestiones que nos permite la


lectura de las novelas picarescas es la posibilidad de trazar un mapa de la
sociedad del momento. Tanto en “El Lazarillo de Tormes” como en “El
casamiento de Laucha”, nos es posible advertir cómo se comportaban las
clases sociales de la época y a qué cuestiones se oponían o criticaban.

Del mismo modo en “Gentuza”, de Juan Filloy, una lectura en


concordancia con el Lazarillo es posible, aunque con un giro de tuerca.
Filloy nos propone un desgranamiento de la sociedad, dividiéndola en
distintos estratos o clases, que nos permiten la conformación de un
esquema social, a través de los distintos relatos que clasifica en
categorías: “Gentuza de rango”, “Gentuza de entre casa”, “Gentuza de
poca monta” y “Gentuza de lo peor”. Así, el relato no se centra en la vida
del pícaro, un protagonista único, sino en distintos personajes que pintan
de cuerpo entero a la argentinidad.

Incluye malvados, crotos y crápulas, vagos, atorrantes, ladinos,


aristócratas en desgracia, meretrices, playboys, borrachines, abogados
venales, empresarios ladrones, etc., en una suerte de rompecabezas que
el lector arma en torno a la mala fe y la viveza criolla, empapado de la
maestría en la utilización de las palabras, de la que goza Filloy.

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Una obra emblemática con distintos tipos de pícaros, que no
podemos evitar relacionar con historias personales y juzgar desde
nuestras vivencias, a medida que leemos, cuestión que sin dudas tiene
que ver con la actualidad de la obra.

Afirmamos entonces la idea de que “El casamiento de Laucha” y


“Gentuza” pueden leerse de manera transversal y en concordancia con
“El Lazarillo de Tormes”. No solo porque adoptan las características del
género picaresco en cuanto a su forma, sino que conducen al lector por
los mismos caminos. Ambas obras se encuentran influenciadas por la
retórica de la época, y tienen ese carácter moralizante tan particular.

Payró y Filloy, nos introducen en la picaresca argentina.

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Bibliografía:

- Anónimo; La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y


adversidades; Ed. Kapelusz, Bs. As. 1967. Prefacio e
Introducción, Págs. 9-25.

- Anónimo; La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y


adversidades; Ed. Kapelusz, Bs. As. 1967.

- Filloy Juan; Gentuza; Ed. El cuenco de plata, biblioteca Juan


Filloy; Bs. As. 2013.

- Payró Roberto J.; El casamiento de Laucha; Ed. Ediciones Colihue;


Bs. As. 2012.

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