Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Los textos e imágenes publicados en esta obra están sujetos –excepto que se indique lo contrario– a una licencia de
Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada (BY-NC-ND) v.3.0 España de Creative Commons. Podéis copiarlos, distribuirlos
y transmitirlos públicamente siempre que citéis el autor y la fuente (FUOC. Fundación para la Universitat Oberta de Catalunya),
no hagáis de ellos un uso comercial y ni obra derivada. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/
licenses/by-nc-nd/3.0/es/legalcode.es
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 Praxias
Índice
Objetivos....................................................................................................... 5
1. Introducción........................................................................................ 7
2. La apraxia............................................................................................ 9
4. Tipos de apraxia................................................................................. 18
4.1. Apraxia ideomotora .................................................................... 18
4.2. Apraxia ideatoria ......................................................................... 21
4.3. Apraxia bucofacial ....................................................................... 22
4.4. Apraxia constructiva ................................................................... 22
4.5. Apraxia del vestido ..................................................................... 23
4.6. Apraxia de la marcha .................................................................. 24
Bibliografía................................................................................................. 29
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 5 Praxias
Objetivos
1. Introducción
Todos los movimientos, desde los más sencillos hasta los más complejos, son
el resultado de una precisa coordinación muscular dirigida por la corteza ce-
rebral. En el sentido más amplio, el término motor comprende todas las for-
mas de respuesta activa que emite el organismo. La actividad motora somática
comprende tanto el movimiento voluntario en sí mismo, como los sistemas
cerebrales que garantizan su adecuada coordinación. La organización de los
sistemas motores implica un procesamiento complejo de manera que nos per-
mita hacer cambios necesarios en el entorno.
Miller, Galanter y Pribam, en su obra Plans and the Structure of Behavior, argumentaron
por primera vez cómo un plan es el vínculo de conexión entre el conocimiento o repre-
sentación y la acción. Afirmaban que la conducta se organiza simultáneamente en varios
niveles de complejidad. Partiendo del axioma de la naturaleza jerárquica de la conducta,
definieron el concepto de plan como "cualquier proceso jerárquico en el organismo que
puede controlar el orden en que se va a realizar una secuencia de operaciones".
• Planificación.
• Programación.
• Ejecución�motora.
La propiocepción
Si cerráis los ojos, notaréis la posición de vuestro cuerpo, incluso si con los ojos cerrados
movéis alguna parte de vuestro cuerpo, la mano o el brazo, notaréis su posición en el
espacio, incluso podéis hacer gestos y movimientos de los que tenéis conocimiento sin
necesidad de verlos.
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 9 Praxias
2. La apraxia
Liepmann plantea por primera vez que la apraxia es un problema de progra- Referencia bibliográfica
mación motora a partir de las observaciones de un paciente, el señor T. Una de
L. G. Roth y K. M. Heil-
las características del señor T. era la incapacidad para realizar movimientos con man (1997). Liepmann
la mano derecha, frente a la capacidad para realizar correctamente los movi- (1900/1905). A Definition of
Apraxia and a Model of Apra-
mientos con la mano izquierda y para leer y escribir, lo que impedía interpretar xia in Apraxia: neuropsycho-
logy of action: Erlbaum. UK:
los desórdenes del movimiento como una agnosia. Las observaciones clínicas
Taylor & Francis.
en este paciente permitieron a Liepmann describir disociaciones en las tareas,
los tipos de error, las dificultades de coordinación bimanual y las disociacio-
nes en la conservación y alteración de habilidades. La conclusión más impor-
tante fue que los movimientos planeados tienen una representación cerebral.
A partir de entonces la apraxia es definida como una entidad clínica propia,
diferente de los problemas perceptivos, del lenguaje, del pensamiento, etc.
Una premisa importante a tener en cuenta en referencia a los estudios sobre la apraxia es
que la mayoría de ellos se centran en el miembro superior, dando por hecho que cualquier
otro movimiento aprendido voluntario tiene los mismos principios.
Para entender estos estudios, tenemos que tener claro que los movimientos se pueden
clasificar en:
• Movimientos�transitivos (coger un vaso de agua, cerrar un sobre, etc.) son los que
recaen sobre un objeto.
Además, hay que tener en cuenta las condiciones bajo las cuales los estamos realizando.
Habitualmente se consideran cinco condiciones:
• Por imitación.
• Bajo orden realizando gestos intransitivos.
• Bajo orden teniendo en cuenta el objeto que se evoca.
• Bajo orden con manipulación del objeto.
• Movimientos espontáneos.
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 10 Praxias
Podemos concluir afirmando que la apraxia constituye una alteración de la Referencia bibliográfica
actividad gestual –es decir, del movimiento voluntario, aprendido y proposi-
J. Dejerine (1914). Semiologie
tivo, ya se trate de movimientos adaptados a un fin o de la manipulación real des affections du systeme ner-
o por mímica de los objetos–, que no se explica ni por una lesión motora, ni veux. París: Masson et Cie.
Ved también
La corteza motora primaria es crucial para las funciones básicas, pero no hay
áreas concretas del cerebro que sean las únicas responsables de la ejecución de
un movimiento determinado, sino que hay varios centros del cerebro que tie-
nen que trabajar conjuntamente para coordinar una acción motora concreta.
Representación de las principales áreas corticales implicadas en el control motor: corteza parietal posterior, corteza prefrontal
dorsolateral, áreas premotoras y corteza motora primaria.
Estudios con tomografía de emisión de positrones (PET, siglas del inglés posi-
tron emission tomography) demuestran que los ganglios basales están implica-
dos en la producción de secuencias de movimientos nuevos y aprendidos, y
sugieren que su papel es un componente integral de la red cerebral de la praxia.
Mink describe la función de los ganglios basales en términos de una puerta
(filtro) que modera la respuesta elegida mediante la inhibición de respuesta
del córtex. De esta manera, las lesiones en los ganglios basales pueden dete-
riorar la organización de movimientos voluntarios debido a la inundación de
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 15 Praxias
Podemos concluir, pues, que los ganglios basales están implicados en la pro-
ducción del aprendizaje de habilidades motoras, aunque no es demostrable
que su lesión aislada sea capaz de producir problemas en la acción motora
entendida en el concepto de apraxia. Es decir, la aportación de los ganglios
basales es esencial, en la medida en que proporciona un seguimiento de los
movimientos y establece rápidamente los ajustes necesarios para que la eje-
cución sea precisa, pero la intervención de la corteza parietal, frontal y del
cerebelo son indispensables. Queda claro, de todos modos, que los ganglios
basales participan directamente en la generación de funciones indispensables
para la elaboración y la ejecución del complejo programa de la función mo-
tora voluntaria.
Es necesario tener presente que la función del control motor está distribuida
a través de varios sistemas anatomicofuncionales diferentes que trabajan al
unísono, pero que cada uno de ellos controla procesos específicos.
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 16 Praxias
Diferentes estudios funcionales anatómicos han identificado un circuito parie- Ved también
tofrontal que integra información sensoriomotora específica, y cuya función
Describiremos el flujo de infor-
es la de transformar la información sensorial en información necesaria para el mación de las diferentes áreas
movimiento. Esta transformación implica mecanismos paralelos que simultá- sensoriales a esta región del ló-
bulo parietal con mayor pro-
neamente unen áreas frontales y parietales mediante conexiones corticocorti- fundidad en el módulo "Neu-
robiología de los lóbulos fron-
cales. La corteza parietal superior comprende una multiplicidad de áreas que tales".
están implicadas en el análisis de la información sensorial (información visual,
auditiva, vestibular, somatosensorial, etc.). Esta región aporta las claves moti-
vacionales y sensoriales en los movimientos dirigidos a un objetivo.
También se ha observado que cuando un gesto es observado con intención Ved también
de ser imitado y no solo reconocido, la activación está relacionada con estruc-
Véase también el módulo
turas habitualmente implicadas en la planificación de las acciones, como la "Neuropsicología del lengua-
corteza prefrontal dorsolateral y el área motora suplementaria. En resumen, la je".
4. Tipos de apraxia
Afecta a los movimientos simples, pero el sujeto puede mantener las secuen-
cias motoras preservadas. La dificultad solamente está presente cuando se im-
prime un carácter de voluntariedad, y el sujeto puede realizar de forma auto-
mática los mismos movimientos. Así, se puede ver a un sujeto acercarse a la
ventana y hacer el gesto de decir adiós, pero será incapaz de hacer el mismo
gesto cuando se lo pide el examinador de una forma directa. Los problemas se
evidencian sobre todo cuando se le pide al sujeto que realice la acción sin el
objeto presente, y al contrario, suelen mejorar considerablemente cuando las
acciones se realizan utilizando un objeto.
Los tipos de errores que pueden observarse en los pacientes con apraxia ideo-
motora suelen ser variados; la observación clínica de las dificultades es impor-
tante puesto que muchas veces los movimientos pueden realizarse incorrecta-
mente debido a otras causas, como perseveraciones frontales, déficits de aten-
ción graves o imposibilidad de iniciar una acción. Los pacientes apráxicos sue-
len mostrar alteraciones al posicionar espacialmente las manos para realizar el
movimiento o suelen mostrar movimientos poco coordinados con los dedos
y las manos.
Para su valoración en la clínica puede utilizarse, por ejemplo, el test de eva- Referencias
luación de apraxias de Florida (Roth y Heilman), que integra pruebas de gestos bibliográficas
a la orden y por imitación. Aunque en la práctica suelen utilizarse pruebas no L. J. G. Roth y K. M. Heilman
estandarizadas que consisten en gestos simbólicos tradicionales (señal de la (1984). Acquisition and re-
tention of gesture in apra-
cruz, saludo militar, despedir, gesto de despedida), gestos expresivos (amena- xic patients. Brain Lang., 3,
426-432.
za, sensación de frío), gestos descriptivos sobre el propio cuerpo (peinarse, fu-
A. Luria (1973). Fundamentos
mar), gestos descriptivos de utilización de un objeto (afilar un lápiz, encender de neuropsicología. Moscú.
una cerilla, martillo), o gestos con las manos (Luria).
nadas, pero son capaces de mantener intactos los movimientos simples que M. P. Alexander, R. B. Fried-
componen las secuencias. Aunque el paciente conoce bien la acción que tiene man, F. Loverso, y R. S. Fisher
(1992). Lesion localization of
que realizar, el orden de las acciones es incorrecto. Implica imposibilidad para phonological agraphia. Brain
Lang, 43, 83-95.
usar objetos, con aparición de gestos inapropiados, incoherentes y desorgani-
J. E. Azcoaga, J. Fainstein, A.
zados. Ferreres, y E. Al (1983). Las
funciones cerebrales superiores
y sus alteraciones en el niño y
Se trata de una alteración compleja que habitualmente se observa en pacien- en el adulto. Buenos Aires.
tes que presentan lesiones extensas y bilaterales, frecuentemente afectando a
ambos lóbulos parietales. Es un trastorno que clínicamente no se presenta ais-
Referencia bibliográfica
lado y que ha generado mucha discusión puesto que son diversas las causas
que pueden influir en la pérdida de la capacidad para llevar a cabo secuencias R. L. Strub y F. W. Black
(1985). The mental status exa-
de movimientos. Muchos pacientes tienen elementos de apraxia ideomoto- mination in neurology. Filadel-
ra, muestran trastornos del lenguaje, déficits constructivos y alteraciones vi- fia: F. A. Davis Company.
Entre las pruebas destinadas a valorar esta capacidad podemos citar el test de Referencias
discriminación de gestos, que permite valorar la discriminación entre movi- bibliográficas
tos más complejos respecto a tres o más objetos (llenar un vaso de agua de una
botella taponada, encender un cigarro), o una descripción detallada de actos
más complejos (poner un coche en marcha, hacer una tortilla).
Keist, en 1920, utilizó por primera vez el término apraxia constructiva, para re-
ferirse a la alteración en la capacidad de organizar la información espacial y
para llevar a cabo actividades de visuoconstrucción. Implica la incapacidad pa-
ra planificar los gestos que permiten obtener una determinada construcción.
Se observa una desintegración de los gestos normales implicados en dibujar
un objeto (espontáneamente o ajustándose a un modelo), en construir cubos
con palillos, en construir rompecabezas o modelar con barro. Según esta defi-
nición, la apraxia constructiva pura implicaría una capacidad perceptiva de las
formas intactas, una buena capacidad de localización espacial, sin signos de
apraxia ideomotora, y solamente una incapacidad de organizar el movimiento
con el fin de conseguir la construcción. En la práctica clínica, este trastorno
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 23 Praxias
Marie, en 1922, publicó los dos primeros casos de pacientes que no eran capa-
ces de vestirse y que mostraban esta dificultad en ausencia de otros tipos de
apraxia, pero no fue hasta mediados del siglo XX cuando se acuñó el término
apraxia del vestirse para referirse a esta dificultad. Se trata de un tipo particu-
lar de alteración que concierne solamente a la actividad del vestido. El suje-
to contempla su vestido, lo gira, puede incluso llegar a ponerse, con muchos
errores, una manga.
la camisa, por ejemplo. En estos casos, la apraxia del vestido es más bien una
manifestación de la apraxia ideatoria, en la que los pacientes no saben ordenar
y generar la secuencia correcta que permite realizar la acción de vestirse.
La dificultad para vestirse se observa tras lesiones en la corteza parietal del he-
misferio derecho, y en la práctica clínica suele acompañarse de otras alteracio-
nes propias de las lesiones en estas regiones, como alteraciones visuoespaciales
y visuoconstructivas o heminegligencia unilateral.
postural. Estos enfermos pueden coger un objeto de forma bastante precisa, R. C. Leiguarda, P. P. Prams-
pero el movimiento empieza después de una considerable demora. Leiguarda taller, M. Merello, S. Starks-
tein, A. J. Lees, y C. D. Mars-
describe la apraxia�ideomotora para movimientos transitivos en el 27% de den (1997). Apraxia in
Parkinson's disease, progres-
los pacientes estudiados, siendo la organización espacial el error más común.
sive supranuclear palsy, mul-
Ninguno de los pacientes exhibía apraxia para tareas intransitivas, mostraba tiple system atrophy and
neuroleptic-indued parkinso-
errores de reconocimiento de pantomimas o tenía apraxia respiratoria y oro- nism. Brain, 120, 75-90.
facial. La apraxia en estos pacientes correlaciona con dificultades cognitivas G. Goldenberg, A. Wimmer,
E. Auff, y G. Schnaberth
relacionados con disfunción frontal. Otros estudios, como los de Goldenberg (1998). Impairtment of mo-
y otros, confirman dificultades en la realización de los gestos en tareas de re- tor planning in patient with
Parkinson's disease: evidence
presentación y mayores errores espaciales en tareas sin representación. from ideomotor apraxia tes-
ting. J. Neurosurg. Psychiatry,
6, 49, 1266-1272.
medad de Alzheimer parecen tener dificultades en el sistema conceptual de las S. S. Della, F. Lucchelli, y H.
praxias, es decir, conocimiento de la acción de objetos, conocimientos asocia- Spinnler (1998). Ideomotor
apraxia in patients with de-
dos a los instrumentos, como explican Ochipa, Roth y Heilemen. La apraxia mentia of Alzheimer type. J.
Neurol., 39, 204-210.
es uno de los diagnósticos más importantes de la enfermedad de Alzheimer y
C. Ochipa, L. G. Roth, y K.
se relaciona con la afectación parietal. Suele aparecer después de las alteracio- M. Heileman (1992). Con-
nes de la memoria y de la denominación y se manifiesta como una dispraxia ceptual apraxia in Alzhei-
mer disease. Brain, 115,
constructiva, ideomotora, de imitación, del vestido y, tardíamente, ideatoria. 1061-1071.
Otras demencias degenerativas de predominio cortical son la demencia con Referencia bibliográfica
cuerpos de Lewy, las demencias de comienzo focal, las atrofias lobulares y otras
F. Comark, D. Aarsland, C.
demencias infrecuentes. En la demencia�con�cuerpos�de�Lewy destaca el de- Ballard, y M. J. Tovee (2004).
terioro de las funciones prefrontales, la pérdida de fluidez verbal y el deterio- Pentagon drawing andneu-
ropsychological performan-
ro de las funciones ejecutivas y de la corteza parietal posterior; provoca, por ce in Dementia with Lewy
bodies, Alzheimer's disea-
tanto, alteraciones de las funciones visuoespaciales y visuoconstructivas.
se, Parkinson's disease and
Parkinson's disease with de-
mentia. J. Geriatr. Psychiatry,
La demencia�frontotemporal se relaciona con degeneración progresiva de los 19, 19, 371.
lóbulos frontales y parte anterior de los temporales. Los pacientes muestran
alteraciones de la personalidad y de la conducta social. Entre las alteraciones
cognoscitivas destacan las alteraciones frontales, que explican el inadecuado
rendimiento de las funciones de la corteza posterior, entre ellas la programa-
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 27 Praxias
Bibliografía
Alexander, M. P., Friedman, R. B., Loverso, F., y Fisher, R. S. (1992). Lesion localization of
phonological agraphia. Brain Lang., 43, 83-95.
Azcoaga, J. E., Fainstein, J., Ferreres, A., y Al, E. (1983). Las funciones cerebrales superiores y sus
alteraciones en el niño y en el adulto. Buenos Aires.
Bender, L. A. (1938). A visual motor gestalt test and its clinical use. Research Monograph., 3.
Binkofski, F., Dohle, C., Posse, S., Stepham, K. M., Hefter, H., Seizt, R. J. et al. (1998). Human
anterior intraparietal area subserves prehension: a combined lesion and functional MRI ac-
tivation study. Neurology, 50, 1253-1259.
Buxbaum, L. J., Giovannetti, T., y Libon, D. (2000). The rol of the dynamic body Schema in
praxis: evidence from primary pregressive apraxia. Brain Cogn., 44, 166-191.
Catalan, M. J., Honda, M., Weeks, R. A., Cohen, L. G., y Hallet, M. (1998). The funtional
neuroanatomy of simple and complex sequential finger movement: a PET study. Brain, 121,
253-264.
Cheney, P. (1985). Role of cerebral cortex in voluntary movements. A Review. Phys. Ther., 62,
624-635.
Comark, F., Aarsland, D., Ballard, C., y Tovee, M. J. (2004). Pentagon drawing andneuropsy-
chological performance in Dementia with Lewy bodies, Alzheimer's disease, Parkinson's di-
sease and Parkinson's disease with dementia. J. Geriatr. Psychiatry, 19 (19), 371.
Das, J. P., Kar, B. C., y Parrila, R. K. (1998). Planificación cognitiva. Bases psicológicas de la
conducta inteligente. Paidós.
Decety, J., Grèzes, J., Costes, N., Perani, D., Jeannerod, M., Procyk, E. et al. (1997). Brain ac-
tivity during observation of actions: infuence of action content and subject's strategy. Brain,
120, 1763-1777.
Dejerine, J. (1914). Semiologie des affections du systeme nerveux. París: Masson et Cie.
Della, S. S., Lucchelli, F., y Spinnler, H. (1998). Ideomotor apraxia inpatients with dementia
of Alzheimer type. J. Neurol., 39, 204-210.
Di Pellegrino, G., Fadiga, L., Fogassi, L., Gallese, V., & G., R. (1992). Understanding motor
events: a neurophysiological study. Exp. Brain Res., 91, 176-180.
Gibb, W. R. G., Luthbert, P. J., y Marsden, C. D. (1990). Clinical and pathological features of
corticobasal degeneration. Adv. Neurol., 53, 51-54.
Goldenberg, G., Wimmer, A., Auff, E., y Schnaberth, G. (1998). impairtment of motor plan-
ning in patient with Parkinson's disease: evidence from ideomotor apraxia testing. J. Neuro-
surg. Psychiatry, 6 (49), 1266-1272.
Golman-Rakic, P. (1987). Motor control function of the prefrontal cortex. Ciba found symp.,
132, 187-200.
Heilman, D. R., Weisbuch, J. B., Blair, R. W., y Graf, L. L. (1982). Motorcycle-related trauma
and helmet usage in North Dakota. Ann. Emerg. Med., 12, 659-664.
Jeanerod, M., Arbid, M. A., Rizzolatti, G., y Sakara, H. (1995). Grasping objects: the cortical
mechanisms of visuomotor transformation. Trends Neurosci., 18, 314-320.
CC-BY-NC-ND • PID_00191440 30 Praxias
Jenkins, I. H., Brooks, D. J., Nixon, P. D., R.S., F., y Passingham, R. E. (1994). Motor sequence
learning: a study with positron emission tomography. J. Neurosci., 14, 3775-3790.
Jueptner, M. y Weiller, C. (1998). A review of differences between basal ganglia and cerebellar
control of moviments as revealed by functional imaging studies. Brain, 121 (Pt 8), 1437-1449.
Kalaska, J. F., Scott, S. H., Cisek, P., y Sergio, L. E. (1997). Cortical control of reaching mo-
vemts. Curr. Opin. Neurobiol., 7, 849-859.
Leiguarda R., Lees A. J., Merello M., Starkstein S., y Marsden C.D. (1994). The nature of apraxia
in corticobasal degeneration. J. Neurol. Neurosurg. Psychiatry, 57, 455-459.
Leiguarda, R. C., Pramstaller, P. P., Merello, M., Starkstein, S., Lees, A. J., y Marsden, C.
D. (1997). Apraxia in Parkinson's disease, progressive supranuclear palsy, multiple system
atrophy and neuroleptic-indued parkinsonism. Brain, 120, 75-90.
Lennox, G., Lowe, J., Morrell, K., Landon, M., y Mayer, R. J. (1988). Ubiquitin is a compo-
nent of neurofibrillary tangles in a variety of neurodegenerative diseases. Neurosci. Lett., 1-2,
211-217.
Leon-Carrión, J., Barroso y Martín, J. M. (1997). Neuropsicología del pensamiento. Control eje-
cutivo y lóbulo frontal. Sevilla: Editorial KRONOS, S. A.
Mink, J. (1996). The basal ganglia: focuses selection and inhibition of competing motor pro-
grams. Progress in Neurobiology, 50, 381-425.
Nauta, W. y Mehler, W. (1996). Projections of the lentiform nucleusin the monkey. Brain
Res., 1, 3-42.
Osterrieth, P. A. (1944). Le test de copie d'une figure complexe. Arch. Psicol., 30, 206-356.
Passingham, R. E. (1993). The frontal lobes and voluntary action (Vol. 21). Oxford: Oxford
University Press.
Pillon, B., Gouider-Khouja, N., Deweer, B., Vidailhet, M., Malaoani, C., Dubois, B. et
al. (1995). Neuropsychological pattern of striatonigral degeneration: comparison with
Parkinson's disease and progresive supranuclear palsy. Neurol. Neurosurg. Psychiatry, 58, 174-9.
Rizzolatti, G., Luppino, G., y Matelli, M. (1998). the organization of the cortical motor sys-
tem: new concept. (Review). Electroencephalogr. Clim. Neurophysiol., 106, 283-296.
Roland, P., Larsen, B., Lassen, N., y Skinhoj, E. (1980). Supplementary motor area and other
cortical areas in organitation of voluntary movement inman. Journal of Neuropsychology, 43
(1), 118-136.
Roth, L. J. G., y Heilman, K. M. (1984). Acquisition and retention of gesture in apraxic pa-
tients. Brain Lang., 3, 426-432.
Rushworth, M. F., Nixon, P. D., Renowden, S., y Passingham, R. E. (1997). the left parietal
cortex and motor attention. Neuropsychologia, 35, 1261-1273.
Tunik, E., Roy, S., Hou, J. C., y Grafton, S. (2008). Basal Ganglia contribution to the initiation
of corrective submovement. Washisngton D.C.: Society for neuronscience.