Sei sulla pagina 1di 6

UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


DIRECCIÓN DE POSTGRADO
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
SEMINARIO DOCTORAL II

RACIONALIDAD Y MÉTODO CIENTÍFICO.


Sebastián Álvarez

AUTOR: Mcs. Clemente Osorio


BÁRBULA, JULIO DEL 2013

La metodología hace referencia al conjunto de procedimientos racionales


utilizados para alcanzar una serie de objetivos que rigen en una investigación
científica, una exposición doctrinal o tareas que requieran habilidades,
conocimientos o cuidados específicos. Alternativamente puede definirse la
metodología como el estudio o elección de un método pertinente para un
determinado objetivo, centrado en un conjunto de reglas que determinaran todo el
proceso de investigación hasta la comprobación de hipótesis y teorías trazadas por
los investigadores. Al respecto Álvarez (1995) afirma “La metodología es la parte
de la filosofía de la ciencia que estudia los procedimientos y criterios propios de la
investigación científica en la creación, evaluación y aceptación de hipótesis, leyes
y teorías” (Pág. 147).

La metodología depende de los postulados que el investigador considere


válidos, de lo que considere objetivo de la ciencia y del conocimiento científico,
porque será mediante la acción metodológica como recabe, ordene y analice la
realidad estudiada. Claro esta que la una metodología perfecta para la filosofía de
la ciencias no existe, por lo que muchas veces concurren mezclada entre ellas para
llevar a cabo el proceso de investigación.

El investigador en uso de sus facultades metodológicas, es quien determina


la metodología que se va a emplear en el estudio emprendido. Por lo tanto es
importante la existencia de múltiples enfoques metodológicos que tienen su origen
en distintas corriente filosóficas, dando así un sentido normativo de la
metodología más que un sentido descriptivo. En esta perspectiva Álvarez (1995)
señala: “La metodología es siempre selectiva y valorativa, y esto explica que
existan diferentes enfoques metodológicos, que son reflejos de distintos supuestos
filosóficos, de distintas concepciones de la racionalidad, y que, en algunos casos,
la metodología encierra una intención mucho más formativa que descriptiva”
(Pág. 147).

Buscando un conocimiento concreto acerca de la racionalidad dentro del


método científico, se tratará con sumo cuidado la metodológica convencionalista,
el inductivo del empirismo lógico, el falsacionismo de Popper, la metodología de
los programas de investigación de Lakatos, los aportes de Kuhn y Feyerabend
representante irracional del método científico.

El Convencionalismo y la crítica del Método Inductivo.

Para Newton, la manera de conocer las maravillas del mundo y del universo
era el método inductivo, él conceptuaba que este método era el único que le
ayudaba a descubrir la ley de la gravedad, valorando los datos observados
directamente en la naturaleza, que iban de los hechos particulares a los más
generales. Afirmaba que el método inductivo era el único que podía ser usado en
cualquier ámbito de la ciencia. Al respecto, Álvarez (1995) comenta: “En sus
comentarios acerca del método científico, Newton llevó a cabo una decidida
defensa de la inducción como método más adecuado para el descubrimiento y
formulación de leyes y principios teóricos” (Pág. 148).

En el método inductivo, según Newton, era es más pertinente para el


descubrimiento y formulación de leyes; tanto así, que la inducción le permitió el
descubrimiento de la ley de la mecánica y el principio de la gravedad; y que daban
suficiente respaldo para considerarlas verdaderas y que con el tiempo otros
científicos pudieran aumentar su exactitud o introducir otros elementos.

Newton consideraba a las hipótesis, supuestos no susceptibles de


experimentación o de medición, sino que servían como orientaciones en la
investigación, negando que fueran principios explicativos de una teoría. Dos
siglos más tarde, el método inductivo de Newton tuvo sus críticas provenientes
del convencionalismo de la ciencia. Álvarez (1995), Explica:

Se entiende por convencionalismo en filosofía de la ciencia al punto


de vista según el cual la formulación y la aceptación de hipótesis y
teorías científicas no responden de modo significativo a criterios
lógicos o experimentales sino que son, sobre todo, resultados de
acuerdos libremente adoptados por la comunidad científica. (Pág. 148)

Los científicos fundadores de este movimiento para finales del siglo XIX y
principios del siglo XX, fueron los franceses H. Poincaré y P. Duhem. En este
sentido, Álvarez (1995) comenta: “Para ambos una teoría científica es sólo un
instrumento para organizar de forma sencilla, cómoda y útil un conjunto de datos
y leyes experimentales, a partir de un reducido número de principios” (Pág. 148)

Para Poincaré, en geometría, los principios de una teoría eran meras


definiciones disfrazadas, en la física, todo principio parte de una ley experimental,
de ámbito general y bien confirmada. Poincaré afirmaba que lo esencial de un
principio científico es la definición e introducción de un concepto nuevo, capaz de
unificar una gran cantidad de leyes experimentales. Duhem, consideraba que los
principios de un conjunto de teorías deben ser pocos, para demostrar que el
método utilizado era el ideal y perfecto, con la capacidad de organizar el mayor
número de leyes. Otro de los conceptos introducido por Duhem, fue los principios
naturales; que no son más, que aquellos que se obtienen por inducción a partir de
leyes sin insertar magnitudes hipotéticas; otra de las ideas de Duhem, es acerca, de
la intervención de un grupo de científicos, en la elaboración de conceptos e
hipótesis que hacen posible la construcción de nuevos principios teóricos y que
influyen ideas muy diversas como metafísicas, religiosas, etc.

Para finalizar este apartado, Álvarez (1995) plantea: “En conclusión,


Poincaré y Duhem mostraron que el método inductivo, o, en general, cualquier
otro método preciso, es incapaz de generar nuevas teorías científicas; una
conclusión que la filosofía de ciencia posteriormente ha asumido plenamente”
(Pág. 151)

El Neoinductivismo y Popper.

La corriente del pensamiento más importante filosófica, del siglo XX es el


Empirismo Lógico que distingue dos clases de argumentos: el primero el que se
describe al origen de las hipótesis y las teorías, en el modo que fueron planteadas;
y la segunda concerniente al análisis de estas hipótesis y teorías una vez
expuestas. Reichenbach (citado por Álvarez 1995): “Expreso de forma definitiva
esta idea distinguiendo entre el contexto de descubrimiento y el contexto de
justificación de las teorías y afirmando que el objetivo de la filosofía de la ciencia
consiste en la justificación lógica y empírica de estás” (Pág. 152).
Carnap, con su probabilidad lógica representó el grado de confirmación de
una hipótesis, en relación de un conjunto de datos observables; la lógica inductiva
de Carnap era la fundamentación del razonamiento inductivo que le asigna a la
conclusión un grado de confirmación y permitiendo así acoger decisiones
racionales. Álvarez (1995) comenta: “De este modo, para Carnap y, en general,
para los empiristas lógicos, la inducción volvía a ser el método fundamental en las
ciencias empíricas y la clave para su racionalidad” (Pág. 153).

Para Popper, el método científico consiste en proponer hipótesis y teorías y


contrastarlas, a través de lo que él llama consecuencias observables, no con el fin
de confirmarlas, sino con la intención de falsarlas y sustituirlas con otras
mejoradas. Álvarez (1995) confirma. “Popper no pretende ser un criterio de
significado empírico sino únicamente de demarcación y afirma que un enunciado
o conjunto de enunciados es científico sólo si es susceptible de contrataciones
experimentales que determine su falsedad” (Pág. 154). Popper considera la
racionalidad la disposición de poner en incertidumbre, discernir y objetar las
propias ideas y opiniones.

Álvarez (1995) afirma: “Para Popper, el grado de corroboración de una


teoría se encuentra en algo así como en una relación inversa a su probabilidad
lógica” (Pág. 155). Es decir, que a mayor contenido empírico de una teoría menor
su probabilidad, de esto depende la rigurosidad de las pruebas experimentales que
debe enfrentar.

La crítica de Popper y la racionalidad del Método Científico

Lakatos, quien fue discípulo de Popper, realiza una certera crítica al


falsacionismo popperiano, que lo que observaba en ella era un falsacionismo
ingenuo y se propuso a reformularlo y así elaborar un falsacionismo refinado.
Teniendo como base la función que Popper atribuye a las hipótesis auxiliares y el
incremento de contenido empírico que éstas deben aportar, más que de una teoría
aislada habría que hablar de una sucesión de teorías; estas series de teorías Lakato
las denomina programa de investigación científicos, los cuales constituyen las
unidades básicas de su metodología.
En la evolución de los programas de investigación científico es posible
diferenciar dos elementos en su estructura, la primera un centro firme y la segunda
un cinturón protector. Álvarez (1995) plantea: “El centro está formado por
reducido número de enunciados teóricos de alto nivel” (Pág. 158). El cinturón
protector está formado por hipótesis auxiliares y teorías de nivel inferior. Lakatos
concede vital importancia a la heurística, que es más que las normas metodologías
que los científicos comparten; estás normas mantienen el centro firme lejos de la
falsación, dirigiéndola hacia el cinturón protector.

Los programas de investigación científicos, propuestos por Lakatos, pueden


evolucionar de forma incorrecta, por tanto un programa es progresivo si conduce
al descubrimiento de hechos nuevos e inesperados; y por le contrario un programa
puede ser regresivo cuando no aporta nuevos descubrimiento. Visto de otra forma
un programa progresivo puede llegar en algún momento de su evolución a ser
regresivo, tanto así que todos los programas pueden ser regresivos; los programas
regresivos dudosamente llegarían a ser progresivo, tendrían que en algún
momento confirmar alguna predicción de la que antes carecía.

Kuhn, por su parte, era incompatible con los principios de Popper y tenia
algunas coincidencias con los aspectos metodológicos de Lakatos. Kuhn introduce
aquí el concepto de paradigma como fundamental su concepción de investigación
científica. El rechazo de un paradigma coincide siempre con la aparición de otro
paradigma; esta transición de paradigma se le conoce con el nombre de revolución
científica. El cambio de paradigma se supone un cambio de visión del mundo,
sabemos entonces que el mundo no cambia, es la visión del científico del mundo
que lo rodea.

Potrebbero piacerti anche