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Revista Góndola, Enseñanza y

Aprendizaje de las Ciencias


Bogotá, Colombia
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Reseña

LIBRO: LOS SABERES DEL DOCENTE Y SU DESARROLLO PROFESIONAL


AUTOR: MAURICE TARDIF

Miguel Ángel Martínez Parrales1

Datos básicos
Editorial: Narcea S.A. de Ediciones, Madrid
Año de publicación: 2004
Idioma: Español
Capítulos: 2
Título original: Saberes docentes e formação profissional.
Páginas: 234

A continuación, se exponen algunas reflexiones y puntos de vista sobre el perfil de los docentes, sus
saberes y su quehacer, a partir de los lineamientos planteados por el autor.

1
Docente de la Licenciatura en Física, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: mamartinezp@udistrital.edu.co.

Revista Góndola, Enseñanza y Aprendizaje de las Ciencias


e-ISSN: 2346-4712 • Vol. 12, No. 1 (ene-jun 2017). pp 92-96
Los saberes del docente y su desarrollo profesional
Rodríguez, L. E

I. El saber de los docentes en su trabajo están presentes en la práctica educativa, a saber: la


educación como un arte, como una técnica guiada
Para comenzar, expongo uno de los interrogantes por valores y como una interacción.
que el autor propone: ¿cuáles son los conocimientos, La educación como arte tiene sus raíces en la
el saber hacer, las competencias y las habilidades antigua Grecia, tal como se plantea en la filosofía de
que diariamente ponen en juego los profesores en las Platón y Aristóteles. Sin embargo, aún está vigente
aulas y en la institución para realizar sus tareas? En y por consiguiente ha sufrido las correspondientes
este sentido, se plantea que el “saber de los docen- transformaciones, luego de que la retomaran los ro-
tes” no puede separarse de las demás dimensiones manos y en el siglo XVIII la adoptara Rouseau, cuya
involucradas en la enseñanza, ni del trabajo diario actividad característica era la fabricación de una
realizado por los docentes profesionales. Este saber obra y la producción de algún resultado, actividad
se enmarca entre dos posturas que lo delimitan, las reservada a los artesanos y con igual jerarquía que
cuales a veces se suelen adoptar como marco para la de los médicos, estaba guiada por resultados más
el análisis de tal saber. allá del agente, cuyo “saber hacer” provenía de las
Por un lado, se tiene lo se denomina el mentalis- técnicas y las artes.
mo. En este, el saber se soporta principalmente en Cabe aclarar que en la antigüedad dicha produc-
los procesos cognitivos, como se pone de manifiesto ción no se concebía como una actividad creativa,
en los enfoques constructivistas de la enseñanza y sino como una imitación o reproducción, que busca
el aprendizaje, dejando de lado el hecho de que el perfeccionar el mundo, completar la naturaleza. Por
saber de los docentes es un saber social Entre otras ello, el artista o artesano debía poseer “disposiciones
razones, porque es compartido por una comunidad: y habilidades naturales”, es decir, talento.
los docentes. Además, los objetos de ese conoci- En esta perspectiva, la formación en “el arte hu-
miento son objetos sociales (prácticas), pues este mano” tiene como finalidad el “desarrollo de una
trabaja con sujetos. forma humana de vida que tiene en sí misma su
Por otra parte, se puede evidenciar su evolución propia finalidad”. Pues, por naturaleza, posee un
temporal como característica de la dinámica de tal principio de crecimiento y desarrollo que la acción
conocimiento, junto con el sistema que le da legi- educativa debe asistir y estimular, el cual culmina
timidad a su posesión y utilización. Su adquisición en el adulto.
se da en un contexto con una normatividad que La educación como técnica guiada por valores:
también es cambiante y se construye a lo largo de se basa en la dialéctica entre la esfera de la subjeti-
su recorrido profesional. vidad y la de la objetividad, que aparece en el siglo
También se tiene la corriente del sociologismo, la XVII con el desarrollo simultáneo de las ciencias
cual enfatiza que el saber docente es una produc- físico-matemáticas y las concepciones modernas
ción social, resultado de mecanismos y dialecticas de la subjetividad. Sus actividades características
sociales, externa a los docentes y la escuela. en el campo de la subjetividad son, entre otras, las
Tomando en cuenta los “modelos de acción” acciones morales, legales, personales, etc., en tanto
que se ponen en juego en la actividad educativa, que en el campo objetivo están las técnicas, las acti-
el autor plantea algunos elementos para una te- vidades instrumentales y la investigación científica.
oría de la práctica educativa. Para ello, entiende Estas perspectivas que caracterizan la cultura de
como modelo (o tipo de acción) el conjunto de la modernidad postulan que las actividades humanas
representaciones elaboradas por los docentes para se desenvuelven en dos grandes categorías. Por un
definir, estructurar y orientar la práctica educativa lado, las acciones guiadas por objetivos axiológicos
en su acción concreta. En tal sentido, se reconoce neutros, acciones basadas en una ciencia objetiva
la prevalencia de tres concepciones que aun hoy de los fenómenos naturales, sociales y humanos. Por

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el otro, están las acciones que tienden “a la confor- de alumnos para desarrollar, mediante actividades
midad con un orden de valores” o de intereses, las estructuradas, un proceso de formación poniendo en
cuales no se sustentan en un conocimiento objetivo, juego una amplia gama de interacciones sin perder
sino que se originan en el campo de la subjetividad. de vista que, como toda interacción, es de doble vía.
De manera que la práctica educativa se desen- Por ello, es necesario que los alumnos se vinculen
vuelve entre dos escenarios: las acciones que de- de cierta forma al proceso pedagógico para que, de
terminan las finalidades educativas y las acciones conformidad con las particularidades de los ritmos
técnicas e instrumentales basadas en el conoci- y formas de aprendizaje de los alumnos, cada par-
miento objetivo como, por ejemplo: las leyes del ticipante tenga alguna probabilidad de éxito.
aprendizaje. Este es el modelo de la escuela nueva. Es necesario mencionar aquí también que, den-
En este modelo el docente debe conocer las normas tro de lo que se denominan acciones educativas, se
que orientan su práctica, como por ejemplo los re- incluyen así mismo las actividades llamadas “tra-
glamentos, decretos, leyes, etc. Pero, además, debe dicionales”, basadas en tradiciones, costumbres y
conocer las teorías científicas sobre las leyes del formas de hacer, que juegan un papel preponderante
aprendizaje, la naturaleza del niño, etc. Por tanto, en la educación familiar, donde se comienza a asu-
es una acción técnico-científica. mir una cultura, una sexualidad, etc., sin el menor
La educación como interacción se sustenta en cuestionamiento sobre la misma.
varias teorías, como: la etnometodología, las teorías Cabe anotar que los enfoques planteados no
de la comunicación, el simbolismo interaccionista, existen independientes unos de otros cuando se
etc. Aunque también hay raíces de tal enfoque en- desarrolla la acción educativa. Cada docente en su
tre los sofistas, de modo concreto en Sócrates. Así, actividad cotidiana los combina, según las circuns-
la acción educativa tiene sus raíces en el diálogo tancias y su entorno.
y por lo tanto está ligada a la comunicación y la
interacción manifiesta en el proceso de formación. II. El saber de los docentes en su formación
El saber pensar, saber argumentar y saber hablar
es desarrollar una secuencia de argumentos para No hay que olvidar que los modelos antes esbo-
enfrentar a otro o a sí mismo. Va más allá de la inte- zados, y otros surgidos de diversas propuestas te-
racción lingüística, pues actualmente la interacción óricas sobre la acción, son “tipos ideales”. Puesto
se refiere a un conjunto más amplio de actividades que las acciones concretas de los agentes sociales
como lo proponen desde Durkheim y Weber hasta son generalmente de tipo mixto, se trata de mode-
Parsons, Arendt y Habermas. En términos gene- los que son limitados frente a la compleja realidad
rales, esta perspectiva hace referencia a las diversas de la labor educativa. A partir de la teoría clásica
formas de actividad en las que los seres humanos de la acción de Weber se identifican cuatro tipos
“orientan sus comportamientos en función de los fundamentales de “acción social”: las actividades
comportamientos de los demás”, en una confronta- guiadas por objetivos, las relacionadas con valores,
ción flexible, según las finalidades que los autores las actividades tradicionales y las actividades regidas
pretenden lograr. por los afectos. Se resalta que la naturaleza de estas
En el campo educativo, la idea de interacción acciones es tan diferente que al tiempo que a las dos
pone de manifiesto el carácter profundamente social primeras se les pueden aplicar criterios científicos
de la acción educativa, que no se orienta a la trans- o técnicos, las dos últimas son irreductibles a una
formación de la naturaleza o a la fabricación de ar- lógica científica o técnica.
tefactos: interactuamos con nuestros semejantes. Así, Sin embargo, más allá de la clasificación de We-
al enseñar en determinado ambiente, conveniente- ber, la concepción sociológica de la actividad social
mente preparado, nos disponemos ante un grupo se ha enriquecido con las modernas teorías de la

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acción, como los aportes de Parsons (1978), Arendt A pesar de la falta de unidad epistemológica en
(1983) y Habermas (1987), solo por citar algunos. los saberes desplegados por los docentes en el aula
Estos y otros trabajos pusieron en evidencia otros ti- de clase, el autor plantea que el saber enseñar tiene
pos de interacción que subyacen en la cotidianidad, una especificad práctica que reside en lo que puede
algunos de ellos abordados de forma tan compleja, llamarse cultura profesional de los docentes, la cual
que los participantes usan una amplia variedad de tendría un triple fundamento vinculado a las condi-
códigos y reglas interpretativas que se modifican ciones de la práctica de los educadores. Primero, la
y adaptan según las situaciones. En este orden de capacidad de discernimiento o capacidad de juzgar
ideas, los enfoques de Habermas y Appel resaltan en situaciones de acción contingente.
en sus propuestas los fundamentos lingüísticos y Sobre el particular, la recomendación para las
de comunicación en las interacciones humanas. Lo facultades de educación sería enriquecer esa ca-
anterior las distingue de las relaciones sujeto-ob- pacidad de discernimiento, fomentando una sólida
jeto, sobre todo cuando se analiza la interacción cultura general a partir del descubrimiento y reco-
docente-alumno en las actividades educativas y nocimiento del pluralismo de los saberes, carac-
de enseñanza, hasta las formulaciones donde los terístico de la cultura contemporánea y la cultura
actores humanos construyen su mundo común a educativa actual.
partir de las múltiples perspectivas de subjetividad En segundo lugar, la cultura profesional se basa-
de los participantes. Estas perspectivas surgen de ría en la práctica de la profesión, concebida como
sus propias historias de vida, abarcando por lo tanto proceso de aprendizaje profesional, que sirve de
dimensiones afectivas y emocionales, lo cual no es base para la validación de sus competencias.
ajeno a los procesos de formación humana. Las múltiples interacciones que surgen en el con-
Igualmente, se infiere que la práctica educativa y texto, producen variados condicionantes ligados a
la enseñanza no se circunscriben a un tipo específi- situaciones concretas, los cuales no son problemas
co de acciones, sino que por el contario constante- teóricos y más bien exigen cierta dosis de impro-
mente se recurre a una multiplicidad de acciones, visación y habilidad personal, que darán al futuro
heterogéneas entre sí, muchas de las cuales son el docente la posibilidad de afrontar los condicionantes
resultado de interacciones y negociaciones entre y los imponderables de la profesión. En este sentido,
los actores del proceso educativo. también la práctica de la profesión como proceso de
Lo que se denomina “el saber de los docentes” o aprendizaje debe incluir acuerdos con los docentes
“saber enseñar”, supone un conjunto de saberes que en ejercicio, de manera que estos participen direc-
no poseen unidad epistemológica, con los cuales se tamente en la formación de los nuevos docentes.
asocia un conjunto de competencias diferenciadas. De este modo, la cultura profesional se basaría
Así, por ejemplo, el docente debe ser capaz de asi- en una ética profesional del oficio docente. El plu-
milar la tradición pedagógica, ser competente cultu- ralismo de saberes y acciones involucrados en el
ralmente, argumentar y enseñar la argumentación a ejercicio docente puede y debe subordinarse a fina-
sus alumnos para defender puntos de vista y diseñar lidades que superan los imperativos de la práctica,
e implementar las estrategias para alcanzar los obje- finalidades que se refieren a seres humanos, niños,
tivos de aprendizaje (siempre negociables). “El saber adolescentes y jóvenes en formación. Es decir, la
enseñar se refiere, por tanto, a una pluralidad de práctica educativa debe tener sentido no solo para
saberes”, ligado a la diversidad de tipos de acción quienes la realizan (padres y docentes), sino también
(conocimientos, razonamientos y procedimientos) para los educandos.
que el docente moviliza en su práctica cotidiana No se trata solo de hacer un trabajo bien hecho,
dentro de la escuela. Tales tipos de acción no son “es una ética del sentido de la educación como
idénticos ni mensurables. responsabilidad ante el otro”. La educación abarca

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todas las acciones y procesos (el currículo en su sen- de formación del ser humano refleja exactamente
tido más amplio) mediante los cuales “prometemos todas las posibilidades y todos los matices de los
a los niños y a los jóvenes un mundo sensato en el seres que somos”.
que deben ocupar un espacio que sea significativo Desde el punto de vista de la acción comunicati-
para sí mismos”. Promesa que debe cumplirse cons- va desarrollada por Habermas y Appel, las acciones
tantemente y mantenerse día a día en el encuentro educativas implican conductas donde los actores
con el otro. Pero esta no se produce como lo hacen participan con igual nivel jerárquico. Es decir, la
los bienes de consumo o servicios, ya que el obje- educación se propone como una actividad demo-
tivo último de los educadores es formar personas crática donde, a través del dialogo y la argumenta-
que dejen de necesitarlos, pues estas aprendieron ción, se exponen las razones para la acción. Por lo
y son capaces de dar sentido a sus propias vidas y tanto, la comunicación constituye la plataforma de
a sus propias acciones. la actividad educativa.
En concordancia con el tercer fundamento de la
Conclusiones cultura profesional de los docentes, el de la ética
profesional del oficio docente mencionado en el
Se resaltan varias ideas presentes a lo largo de los ítem anterior, junto con el autor dejamos plantea-
planteamientos esbozados. En primer término, dada do el siguiente interrogante: “¿Podrá realizarse aún
la gran complejidad del ser humano, su proce- ese objetivo (la promesa de sentido de las vidas de
so de formación, las prácticas educativas y la en- los educandos en un espacio-tiempo determinado),
señanza resultan tan ricas, complejas y variadas dentro de los límites de nuestra educación y de
como el mismo ser humano. “En suma, el proceso nuestra cultura?”.

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