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o EL ALFEREZ REA(

t Cr6nicas de Cali en el siglo XVIII. ]

EUSTAQUIO PALA

fjEGUNDA. EDICIÓN.

PALMIRA.

1903.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
SEGUNDA EDICION
- - .......---
Cons;íderanl0S como un servicio pllestado ,í la s
l.Jetras cololnbianas hacer la segunda edi CiÓll de
EL ALFÉREZ 11.EAL pOi-que hasta hoy e~ poco cono-
cida tan clásica novela debido á la modestia de s u
ilustre antor'. En el a.ño de 1886 se publicaron
solamente trescientos ejemplares de Sll primera
edición; libros poquísirnos que fueron leídos con
~ntusiasmo por un número de perflonas relativa-
nlente corto, cuyas opiniones bastaron para. qne la.
f~t.ma de su acadélnica reda.cción llenara todos lo
álnbitos de la República despertando, conlO es na - f

tural, el deseo al,diente de conservar en cada. nt-


lnilia, por lo Olenos, una obra., de la, hist.oria ulejor
trasnlitida. de alguna9 costlllDbres va l1e- eauc:l.uas
del siglo XVIIi adoruada con los delicados ata _
víos de la. novela _

Pahuil'a, 1t a, vo 6 de 1!l03.

CIPRI.A_~ TO ~l. DU.\ RTE.

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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DE D1CATO RIA.
AL SE OR DOCTOR ZENON F ABlO LEMOS.

1\1 i querido Zt~nón :


l\le atrevo á dedicarte e ta obrita en la c~nnanza de
que su eAca~o tnét'ito no ha de ser parte á que la reciba.s
con de. dén ..
~:nella verás que me he servido de un cuento, pu-
JatlJentefantábtico, para describir persollHj~s reales y he-o
chos verdaderos, y la costumbres de e ... ta ciudad en una
época determinada; y vet'ás también que he respetado los
datos de Ja tradición en la pintura de 108 Cf 1'8cteres y en
la cronología de Jos sucesos. ·
~abes que este género de literatura. es mny áprop6.
bito para dar á conocer los.. Ai~nlpos pasado~: Walu'r
Scott incol"poró ~gos de la historia de lnglate-
ITa y de Escocla en sus novelas; y Alejandl'o Dumas,
otros mucho~ de la de Francia en las 8uyas_
En Iuatel'ia de anécdotas curiosas, Uali ofrece una
mina riquísima en sus archivos y en sus tradiciones po·
pulares; loina que yo he alcanzado á desflorar apenas, y
que otroe, más tarde, explotarán sin duda. <!On más talen-
to y lnás destreza.
Yo sé que tu clara inteligencia, tu variada instruc-
ción y tu exqui~ito gusto literario, harán forzosamente
que descubras en ella defectos numerosos; más también
sé que tu alma nobilísima y tu genial benevolencia han
de encontrar m(.,tivo, donde no lo haya, para calificarla
de buena.
I

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- I r -·

Biento que no eea digna de tan honorable mecenas;


pero' debes Qstar seguro de que si, como sólo he podidO. '
producir esta bagatela, hubiera. sido yo el autor de la
llíada 6 de l~ Eneida, de la Jerusalén Libert da ó del
Paraíso Perdido, á tí, de pr~ferencia, . hubiera dedicad
esos poemas in nlortales.
Tu amigo afectísimo,

Eustaquio Palacio~

€ li, 16 de Octubre de 1886 ...

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EL ALFEREZ REAL
,. el • •

(CAPITULO l.
De .C al! á. Cafia.sgorda

A principios del me~ de Marzo de ' l'r8~, ún ~ábado eom~


~ las cinco y media de la tarde, tres jinetes bien montados
~ salían de Cali, por el lado del Sur, en dirección á la hacienda
·de Cañasgordas.
Iban uno en pos {le otro.
El de adelante era un hermoso -joven, como ne veintidos
afios, de regular estatura. de color blanco sonrosado, de ojos
negros y rasga.dos y de mirada severa un tanto melancólica .
.Apenas comenzaba á apuntarle el bozo, y ya se notaban las
80mbl as en donde pronto debían aparecer las patillas.
Su ve tido con istía en can'lisa de 'géner,o blanco, con
cinta de lo lnismo al cuello, en vez (le botones: chaqueta de
color par'lo con.iciento, y sobre é ta una manta ne colores á
lista, llamada ,en 1 país ruana, y s lllbrero blan~o de gran·
des alas, de paja de 'traca. 'Los pa talones, del mIsmo géne-
ro que la chaqueta, eran cortos. hasta cubrir la rodilla, y
aRegurados allí con una hebilla de plata . . Medias blancas de
~ilo y botines negros de cordobán completaban el vestido
del joven jinete. Por último, llevaba zrHnarros, pero no en
-la forola de calzones quo se les tia hoy, siDO abiertos: eran
dos fajas anchas tie piel de :venado adobada, que caían sobre
,cada u na de las piernas.
Montaba un potro rueio de gran talla y mucho brío, que
.- caminaba con la buena voluntad con que andan las bestIas
cuando van para su dehesa.
EL jinete que le sAguía era un sacerdote del convento de
San Francisco, fundado en la ciudad hacía sólo veinte afios,
:y q?e ~::,~aba ya entonces en todo el apogeo de su ~splendor
;y dlSCl.phna. .

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Frisaba el Padre en los cuarenta y p.ra de semblantEt
grave y mirada profunda; llevaba el hábito de su orden,.
que era de saya.l gris; sobre el hábito, una ruana de lana ..
fie anchas listas moradas y azules, fabricada en Pasto, 7
sombrero blanco grande de paja asegurado con barboquejo
de cordón de seda negra; ~n un pañuelo, á la ca beza de la
silla, nevaba envuelto el Breviario. Iba caballero en una.
nlula retinta de buen paso y al parecer muy mansa.
El úitimo de 108 tres jinetes era un joven cerno de
veinticuatro añoe, de color mulato, esto es, entre blanco y
negro, más negro que blanco, pero las facciones más de
blanco que de negro. En sus ojos pardos, rasgados y vivos se
revelaba la franqueza juntamente con el valor.
Por todo vestido llevaba calnisa de lienzo de Qt Jtp, rua-
na de la na basta, de listas azu1es, pantalones de nl.anta d~1
país tejida en el Socorro, y sombrero hecho con trenza de
juncos. -
. Cabal(Yaba un trotón castaño, alto y doble; en fI] arzón de
la silla, á fa derecha, se veia una gran zoga enronada~ yen
la. cintura un largo cuchillo de monto, llamado 1}l,uchete, con
su cubierta de vaquetu.
. Estos via.jeros atravesaron en RileDcio el11ano rle Iqahpl
Pérez. L0S campesinos que iban á la ciudad ó salian de ella,
saludaban al Padre quitándose 1 sombrero al pagar á .. u la-
do, y él les correspondía el saludo C011 una inclinación do
cabeza. .
. La tarde estaba magnifica; .1 sol se oculta a ya detrás
. de los Farallone . de man ra que la parte d 1 camino por
donde en ese lTIOnlento iban, estaba hacía rato 11 la 801nbra;
l,ero Ja lu~ de-l sol se --reía brillar sobre las cum brea de las
lnontañaR de Chinche.
Las afueras de la ciudad ofr cían por ese lado y á esa
hOra bastl\ute animación: varios vecinos volvían de su tra-
bajo co 1 1- herramienta Al homLro: bestias cargadHs de
1,1i:tanos Ó lefa: lnujeres con haces <le leñ"" en la cabeza:
viajeros que llegaban de los p leblos del Sur: arrieros con
RUS recuaa f'arg-adas de b ycta. papa:::\ Ó aois: algún ne~ro
joven que pasaba á es~ape en su caballo en pelo. y que 1 ba
ú la ciudad tal vez á comprar lo que faltcl.ba para la cena en
alguna hacienda ó granja vecina: los criados de la h~cienda
de Isabel Pérez que apartaban Ja~ vacas de los terneros
como es costumbre á esa hora; y tono esto acompafiado del
mugir de las vacas, del berrear de los terneros, de los gritos
ele los criados, de las interjecciones de los arrieros y de esos
f., tros mil ruidof' qUA ~e 03Tcn en las casas de c~mf.0 y en las
~il.~{ Ji!)(:i()uo .~ d\.. un:l ciutla(~ e ??r.do Vt). entre.nao 13 noche

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n
.o

Al ] lagar á la qnebrada de Ca:lia veralejo se detuvieron


los tres jinetes y aflojaron las riendas á sus cabalgaduras
para qU(' bebierau; pasada la quebrada, entraron en el ex-
t.euso y litupio llano de l\'Ieléndez; á la izquierda. á una ó
dos cuadras del camino real. estaba la hacif'nda de Dou
Juan Félix Hernández de E pinosa, con casa grande de te-
ja. de espaciosos corredores y con Oratorio en el extremo
del que quedaba en el frente de la casa; esclavos que obede-
(~í!!-n al tañido de la campana; vacas, yeguas, rlantaciones
de cañas de azúcar y trapiche. A la rlerecha. a lado de la
loma, la rosesión d i) l)on Francisco Matéus, con casa, escla-
~· os. tralHche y ganado. Más Jejos, al Oriente, al extremo
(t~l llano se alcanzaba á ver la casa de la h·=tcienda. de Limo-
nar, pertenecientA R Doña María de Saa: ~iuda de Don Bal-
tazar Rodriguez. rrodo el lla.no staba sonlbreauo de árboles
aislados ó de frondoS4)S ho. qUf'c:llos.
Al entrar en el llano, el Padre tonló la delant~r9, á la
luz de la luna qUt.' se alzt lha. en e . . e 111omento en el Oriente,
en plnilunio. ostentando su Hgründado di, ('O color de oro
bruñid(., en un cielo azul. linlpio y claro; las ~ornoras de los
viajeros se proyectab n prolongada :'obre el verde cé~p~d.
El Padre, dirigie ndo la palabra al joven blanco, que iba
detráR <le ól, le' dij : . .
- y bien, Dan i~1. Rigl1es content.o en la hacienda? .
-Mucho, eñ( r, cQr\testó DaIliel. .
-Te tratan bi ,n todo's ?
-Sí, sefior, hasta ahora no tenO"o queja de ninguno,
pues todo n1 lnanifi ~ n.n consideracIones qu no erezco.
-l í la~ mereces. El homhre h urauo y que ,11 na cum-
I)1irlalnente ns d0ueres, ]0 merece todo. Cuáles son tus ocu·
pacion .::; en la hacienda?
~Por lo común, trabajo .con el señor Don M~nu 1 en ~u
cuarto, es('ribiendo alguna cartas, contef:;tando otrag, ha-
cien/lo apunte le osa rtJitti at> á. la hacienda y suertndo
cuentas. Cua1':Hlo él no me ocupa, sirvo de auxiliar al nla-
yordomt).
- y h~s abandonarlo el estudio?
-No, señQr, al estudio consagro la noche y los domin-
gos.
-Qué libros tienes?
-No t~ngo otros que los que Vuesa Paternidad me dió
cuan d ) Ine daLa lecciones en el convento.
- y cuál~ son ésoo?
- Lo!'; clásicos latinos. la Fi1()~ofia oel LugdunQDse, el
' tratndo do Mat~mftticas de Wolfio y la Historia de España
del Padre.l\lariana, que e. l 0~· I y~IlJ ah )l'a .

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-Cuando hayas leido al.Pa.dre ~faJriana, a.vÍsame paT
.' arte otros libros d.e Historia. Pero sobre todo, continúa
ejercitándote en la Aritlnética: yo espero que al fin los nú-
meros te darán la tiubsistencia.
-Los números! de qué modo?
-Trabajando en el comercio, por ejemplo.
-En el comercio yo? Con qué recursos podré contar ja-
.más para traba' ar en el comercio?
-Nadie sabe nada de lo futuro: continúa manejándote
'bien; sé dócil, humilde y laborioso: el trabajo constan te bien
. irig:ido ?bra prodigios. No recuerdas haber leído.: Labo.,e
.omn~a vtncít ;¿mprobus?
-8', señor, he lei le eso.
-En dónde lo has le'do?
-En las Geórgicas.
- y qué s'gnifica eso?
-El trubaJo tena,z lo vence todo.
- y no dice más el Poe.ta?
-Sí, señor: Virgilio añade: Et duris ingens in re'bu .~
negestas.
-Lo cual quiere decir?
- y la necesidad 1,.1j¿periosa en las circuAsta ncias difi,...
#cites.
-Bien, Daniel, elijo el Padre sontién ose atisfeeho eo
~l orgullo del roa tro: veo qu , no ha pcrdid el tiempo. Ya
bURcaremos por ahí algún amigo que te dé la malO p' ra qu
1irabaje c II iud ,pend Ü· ¡Jero cre qu tod vh no
tienlpo. pue. ere. d Ina. OOado joven: qu' . d lene.?
-Ya be CUln lid vein tido años egún me dice mí
madr.
-Doña ~rariana s reahne te tu ma re?
-No, ñor, pero yo le doy e tratanliento porque me
a criado y ca i .' ella debo la xi tellcia: yo no conocí á tn-
nladre, p rque creo que murió al darlne á luz. Si e la viviera.
~uánto la am ra! .
-Cómo e llalnaba tu nladre?
-~'alnpoco lo se, porque la señora M.ariana dice que no
la con oció.
- y tu padre?
-Ignoro qui'n fue mi padre y i está vivo ó ha muerto..
-Pobre Daniel! no te faltará la protección del Cielo
Humíllate ante los designios de la Providencia, que la hu-
mildad es virtud que hace fuerza á Dios. El Profeta dice que
.H e bueno para el hombre el haber soportado el yugo de
la niñez"~ que" se sentará solitario y callará porgue se 11&

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"rió" sobre sÍ." y dice también: Ponet 'ln pulvere 08 8tllJ.1n s i:
forte sit spes. El1tieudes eso? '
-Creo que sÍ.
-Que quiere decir l
-Pond-rá su labio en el pol vo por St~ acaso ha.y esperanzo:-~
--Afuy bien. Ya ves qué-e_r-presión tan· valiente es aque...·
lla: pOl~ S1. acaso hay espel'anza.! .
-En efecto, lne hace impresión, y nuncn. la babía oid~
-Es de los Threnos de Jeremías, y es sublime como lo es'
todo cuanto dicen los Threnos.
--Qué son Threnos?
-Threnos es lo Dlismo que ]aln~ntaciones: es' '''oz he6rea c

-Cuánta falta me hace Vuesa Paternidad para seguir-


estudiando! ' veo 'que nada sé,
-No importa:átuedad RO es fácifsaber más de lo que tú
sabes; Continúa leyendo, y después de leer, medita much<>
sobre lo que haya~ leído. Ti"ata de retener eula memorja las.-
dudas que se te ocurran para que lne las propongas' cada vez:.
que nos veamos: · ya sabes que con frecuencia . vengo á lat
hacienda: ·
-Así lo haré:
Al llegar á este punto d'e l dialogo, ef Padre guardó si:'·
lencio é inclinando la cabeza siguió su camino, entregado a
parecer á pensamientos graves. Daniel no se atrevió á inte-
l'rumpirlo en sus meditaciones:
Habían pasado ya el hermoso llano de ~ clé ndez y He-'
gaban al cristalino r ío que lleva ese nombre.
Fasado el río, entraron en tierras de la hacienda de :\fe-
léndez; llamada hoy San Joaquín: :t la derecha se alzaoa e
una ligera eminencia, la alta casa de la hacienda, (la misma
que hay hOJ) perteneciente entonces á; Doña Teret)a Riascos,..
madre de Fra-y Pedro Herrera; á la izquierda,. del camino'
real para abajo; había otra hacienda perteneciente á DOD '
Jerónimo Escobar; á la orilla del camino, había un bosque-
de carboneros,arbustos de colol" simpático y €le flores alegres ..
El mulato, que no había perdido una sílaba de la. con-
versación anterior, se acercó á Dániel y le dijo en voz baja:
-Nifto Daniel, cómo lo quiere á usted el amo el Padre!
-Re verdad, Fermín, el Padre lne quiere mueho: jamás·
alcanzaré á pagarle los beneficios que le debo.
-1\li amo el Padre es un santo y un sflbio: todos dicen
eso. Para. nosotros los esclavoS es nuestro mayor consuelo:
siempre nos defiende .
. En este instante pasaban la quebrada de las Piedras ó
dIe Lili. Al entrar en 61 gran llano de la hacienda de Ca-
:f1asgor~s, se oyó por el lado' de abajo la melancólica me·lo:-

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día ,le un instrulnento rlH.. tjf'(), hecho d cnn·j;;~ ,)"'i ) toca O
por un ntgl'O t}11 f" dir·jgía á la cnsa de la hnci ~nda.
- -()y 'ese in::;t.runlento? dij el Padre á, Daniel.
- :::4i, ~eñ r. lo oig"o.
- CÓl:P.(' ~e llanlar
- La castreru
-Creu que e a pala bra DO es castellana; no tiene otro
nombre?
- No señor.
- No recuerJas haber visto ~ las Eglogas el fí8i ul.'!J
Juneta cera?
-Ah, sí, ciertamente; y también recuerdo que .~lexis
tenía una. zampoña hecha de siete caña;:, desiguales.
- y cómo es esta castrera?
- Es hecha de ~aiias desiguales y unidas con cera.
Como se ve, el Padre había convertido el viaje en una
aula de latín, teniendo á Daniel por único alumno.
En esto llegaron á la puerta de golpe de la hacienda:
Fermín se adelantó á abrirla, y entraron todos en el gran
patio que precedía á la casa.
Desde la puerta de golpe hasta la casa, á un lado y á
otro del patio y alineadas, estaban las habitaciones de los
esclavos, hechas de guadua con techos pajizos. En todas
ellas se veía, por entre las tablas de las paredes, el fuego del
hogar en que e posas y madres preparaban la cena de
sus lnarido .y de us hijos.
Al atravesar el patio se levantaron ~o ganzo graznan-
do, y si~:~'Uieron tras los jinetes con las cabezas bajas en ade-
mán de picar á los caballos en los cascos. y los perros co ...
menzaron á ladrar, pero callaron al reconocer á Daniel y á
Fern"lín.
Llegados al gran ~orredor del frente, echaron pie á tierra.
Al llegar el Padre Escovar á la puerta de la sala, se de-
tuvo dici ndo:
- Deo gracias.
-A Dios sean dadas, contestaron muchas voces, entre
las que sobresalían la de .Don M ctnu 1 y la de su e~posa. _
-Cómo están vuesas mercedes? "
,- -Bien, Rovcrondo l'adre; y Vuesa Pat~rnidad C9mo ·
estaJ ..
-.-- Es~oy bueno, gracias á-Dios. ~
--S!éntese, compadre, dijo Don lIanuel, lle~a Vuesa ~
Paternidad un poco tarde. . - .
--Es verdad, salí á las cinco y media . . confia"lo' en que
1 ~1.11lillO está 1Juono J el que 1 ny luna. "

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Rl Padre fué recibido con señaJadas- muestras de alegría.
"cr los dueños de la casa, quienes le introdujeron con lnucho
t:tgazajo en la sala principal, luientra:s que Daniel y F~rmín
llevaban los cahallo8 á otro corredor para rlesensillul'los.
Púe~ de:--pué,' entró I)anic] y recibió la ruana y el- so m ..
ll'ero del Pac re para. llevarlos al cuarto de éste, que estaba
situado en el piso superior. El padre quedó con su hábito
" u ·Itú, 'üll1( ~K lía estar n el conVento. ,
La personus que había en la sala y que recibieron al
PéH11' , era.n: Don J\lanucl de Caicedo y ']'enorio, su esposa
Do la Fruncis a Cnero, sus hija., á saber, l/olla G ertrudis)
bOlla Jo 'cfa v']) ña Posa, y.una. joven que no era de la fa-
lDili:l., Hanlada Doña JnéR do Lara.
I.JOs hijos "?Ul'onos de Don I\,lanuel estaban ausentes: Don
. ~fanuel Jo~ é, Don ]'crnolldo y Don Joaquín, en Popayán,
t:;n el Real I ~enl-nal"io de I a.n :B rancisco d A í'; Y. Don l'tIa-
lluel J aquÍu en ~a,li, estudiando con los Padres de la 1\ler-
e ~<l.
Ji~l He "rdotc He a ababa de lleg'at- á la hacienda con
Dnniel ?' Fenníll. era, 1 Pt~verenclo Padre Fray Jo é ~Joa­
qllíll ]1> ('0\"< 1', s ljcto nl 1, ~ re . . petable respetado, de gran T

l.ult-ut" de Blueüa::; lucf" sa!.!ra lu y profanus, nlielnbro do


nlla falnilia noblo <le la 'ludad. y que Siell( o abop;éldo de la
Rl~a.l _~,udi'~] ia d • 'nn+afé, se habla despecE lo d 1 IDl1llcW
. : hahía tornado el 1 .íbito de ¡jan • rancisco. _ti la (,rjad de.
ti' ~illt' y d S' lOS ha 'ía ya ~ü.!te <.:on vocacióu rerdcúlera
p:.tnt t'll ,i'l' , í,"t'Ío .'a 'el' lotal.
l"'. lAr -o)' J' ligi S ) no ra r r e 1tonc s ntr . lo~
hon br . d.. lta p siciún 011 ·1 mundo: hacía sólo cin o añoe
9- He o r< n.o gad de h )cal ..Aud' J cia, el D tor on Pe-:-
(d' de lIeJ'lcr ..t, p ,rtclH eient ,á una ue las pl"'in 'ipales f:llni-
] ias, 1 ,tbia tonludo tanlbién 1 hñ lito , 11 1 mi~)no H1V uto.
}Jara . el." mús ütrde un "pccr'lote ilu:str(, di no dc eterno
l'ücuerd lltr l· hijo' de Unli.
].:!J 'tos ~3 lio franci . . c· nos, II c-;covar v .. lIerr ra., eran dos
earactere~ Inll'y P' recid s, por su irtnd, por su cuergia y por
. u ::llYlOl' 'í la. j U~ tici a, tt la <1 He aln bos tri butuban reverell to
h0111 . . naj(>. EIl llil!';-'lBQS labios s 1 aban tan Honoras, llega-
d~ cJ cn,RO~ C0tnO en lOR d'" estos dos severos saeel'dotes, las
lHtJabrus del ,Apóstol: .... ~on poss'ltJnus.
Gontinuüron hablan, o sobre liferentes asuntos, hacién-
do - e lnutuus pI' >O'LlI t¡L' hasta que sic. . nd cerca dü las ocho
1 la 110 'he, cnt.ró una 'riadd. y telldió sobre la rnc,.:a de la
sala un blanco lnantel de lino, colocó los cubiertos y trajo la
e ua. Esta se COJUpoL1Ía de Ropa, carnc, pa.u de trigo y pan
de maíz; qt~,e ..' ; _ 'hoC'vlaic y l:..dcc. a

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En' todo se cchaba de ver la riqueza de lo duelÍO ~' t de
casa: la oajil1a toda era de plata: plat.os. plat illos fuentes ,.
tachuelas, tazas para el Cllocohüe, ell hura. . t nedores y
jarros. . '
A carla exti'emo de la rile a na
l')'ia 1 Gnnel lero e platQil
OPJ 'Vela <fe spbo; y á p ca li 'te ncia de la nle a , una crH:l(.la~
e 'o n los brazos cruzados. aten día n 1 Rerv ¡el6.·
Antes de que se sen:taran á la m sa, la criada ] ámó al /
mayordomo. que era un e pafiol alto y grueso, de ouel a
presencia~ como de cincuenta, años, ] lamado D n JUUll %a--
mora, y á ani 1 qu.e estaba en el corredor con v rsanuo '
con él..
AI'entrar Don Juan Ralucló al Padre con cari ño y TBspe- '
to; 'en seguida Don l\Ianuel y: , 1 Padre ocupa~ n las cabece--
ras de la mesa, Doña ~nci ca se col có á la derecha de n
lnarido y Doña Inés á. la izqui rda d é. t : el anre t.enÍa á
Don Juan á u d recha y á Daniel á su izquierda: las demá;::, '
señoritas se sentaron 'í 108 la os de la Ine a . Est po ició
hacía que Daniel quedara frente á Doüa n ' s aUIHlu ,n J

direcci ' n ob ¡eua.. El ~d e antes. de sentar e rezó el Bene- '


dic'ite . .
Mientras cena15an , Don Mann
dejaban de hablar algo; 1 s d má. comían n il ncio .
.A. Dani 1 se 1 había concedido el s ñalado a v or de ~en-
t r.5e á la mesa: la familia.,.e atenci' n á ue ra el ere--
tarjo priyado de D n l\f.anuel . á que' te 1 había cohr' do
bastante cariño.
Daniel levan&;Uba .' e o. o ·os 'V'
mente en En;5 c n esa mirada re p t·u ~ a ropla r
tidos años. Pero á v e rné. tamb O~n ley nt· ha los s yo . .
y recorría 0011 una miraua á t o s c i rcnn , .. nt ~ , y 1 fi -
jarlos en Dnniel, sin intenci' n arlicul T, 1 ni 1 bajaba lo,
suyos y quedaba inm ' vil. entiendo· e tr ro cü ient. inex-
plicables. Para to 1 ombre de impre i nable cor zón habí' ~
un gran peligro en que sus oj s 11e a' n" enco trar e con
lOB ojos--de Doña :l' s de ara ..
Tenninada la cena, :a criada r zó n Padrenues ro, por-'
que aunque los otros se la ha bían cOlnido, á e]]a le tocaba
dar las ·gracias á Dios p r ese eneficio, y levan+" los man.
tales.·
El Padre Esco'v'ar fue conducido á eu cuarto por aniel; .
que llevaba en la mano un andelero con su vela. el . ue co·
Ioeó sobre la mesa del cuarto, y dando las ' enas lúe le. ~
. .·etiró. El Padre, apenas quedó solo, abrió su Breyiario se-
II:.1S0 á rez.ar maitines •.

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." n :.\Ianuel se dirigió á su cuarto con Don Juan yestn-
largu' ratobablan< o con ¿l acerca de los trabajos de la.
acienda, pidiendo inforInes y da cl0 órdenes.
Las señoras se retiraron á una de las recúmaras y ~llr
rogaron á Inés continuara la lectura de una obra en 'VarIOS
omos, que hacia noches estaba leyéndole~ y que no -era otra
'Uv nna de las de ·Tuy J~ui~ d~ G-rallada, la titulada ,. El
8:n1 bolo de la Fé."
Los negros, sobre Lodo los negros vicjos, sentados en la.s
p'lertas de sus canal as fumaban tabaco en pipas de barro?
1 m! lno tiempo que conversaban; otros tocaban flauta de
";cula Ó de cal"rizo, en los e )rrea.)T s de sus cab afias ó en e
gran edificio el traplcne.
-"'-na hora después, todos:. los habit.antes . de la casa gran
de se recogieron tt sus respecti \"os dorrnitol íos y esa parte de
la haciencia quedó en silencio. En el cuarto del Padre hubo
U 'Z Aasta muy .tarde, seg[¡n. .se veía por las rendijas de la.
puerta y .de las venta.na:::. y la había también en algunas d'fl..
~ - cabanas de Ids n-egros ; pero la luz o éstas DO era proda-
-:.lcla PO!' la~ hují=.t :::i s inu p l' la leña del llogar .

.La ·" a ie1~ la. de Ca ~fi"":l.sg r'da

Cañast::s rdaz era la hacien< a máR grande, m, s rica v


Yn{tS })[- lu tiva ele t (las Cllantas Ilabía en tone el alle, .',
a ba llda izquierda del r' Cauea.
Su territorio era 1 cOluprendido entr.e la ceja de la cor-
dillera oc c- dental de los _ ndes y el río Cauea, y entre la
quebrada de Lili y el l'ío J an::undí. .
La extensión ele se territorio era 'poco más de una legua.
de Norte á Sur, y varias leguas ue Oriente á Poniente.
El aspecto de esa comarca es el más beilo y pintor zco
q ne puede imaginarse: desde el pie ele la empinada cordille·
ra que tiene allí el nombre de los" li-'arallones, " se despren.
de una colina que va descendiendo suavemente en dirección
al río Cauca, en más de una legua de desarrollo: su forma es
.tan siolétrica, que no se observa en ella una protuberancia.ni

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un bajío; tn::nl 'oco fe ve árbol alguno. ni U!::)tl st O':>, ni/LI < le za,
porque es litnpia en tocla ::-;u ex en 'iún y -, ~t <l (·'lbi ·.lrtn d Jl e-
Iluda grama. Podría ser digno afil nto el la cupit·:l.l de una.
gran nación. y gozaría de una p(~rspcctiv'\ tnn p é t.ica y ú~
horizontes tan vasto ,como los tiene tal v ( z vi UdHd algu-
na. UH telnp]o que s edificara en l· parte m ~ (lia d e Sé ".)-
lina, con su facha(la al Oriente, y con sus torr'cs y su cúr nln..
sería un monumcnto yerdadeeamente gra!1dios o. y ~ ll a .'pec-
to sublime para quien lo contemplara dp-sde lejo~.
Descendi ,11(10 por la colina, se en á la d e l' "ha vasta.'"
praderas regada por el cristalino Pance. q 10 ti e nen por ]í-
nlite el verde muro de follaje qne les OPOllQ el J ~llu :ln(lí c il
sus densos e;lladua]e . . ~ á 1'1 izquierda, gra 'ioÑc B (; lina cu-
biertas dp- pasto, por entre las cuales n1urnlnra pl Lili. ca.'¡
oculto á la . ombra do los carbonor0s' y allú al)' jo, -'n 1 nd ....
desaparece la gran COlil a, se extie!.l<lc una dile t:lda lla lura
cubietta de verde c¿sped, ';U0 va {t tC3:;::ninar en lH~ 1v· s
del Cauea, y que ostenta, coloc<:.1.(lus Ú. H gula' ..' di:tRnei' , •
árboles frond,jso, , Ó e~peci08 b( quo 11108, .(le jaJos al1i iut 'll-
(~ioflalmente para que él su :::>ornll'C1 Se' rceoj 1l1 á. sestea!' lo ~' ó

gt..nt <.los en las horas calt rc>sa8 del díu..


Por toda~ parte. corren arro ro,... de ngnFl. eh l'Í :; ir )el, qn ·,
so escapan ruidosamento arrebatado.., P( l' (->L n~ible (le;',ni-
vel del t. rreno - Que van á neva.r al u~ uea el tl'ibuto d · sus
humilde raud<.1le::;.
La l'iqucz~ do la haC'ieoíla consi. t1..t p,n v:'(,' fhl'{ t,l11 nll-
n1crosa. , que -1 dueño mismo no sabía fij ';'U l PIl ·1 n 'tUH ro
de reRes qne pacían 1 SllS clt,he .. ~, au lflll C l H i 'n nrnlrl q no
paRaban ct djpz mil: ra. ca~ü tan o}Julf>n t o <.:0 o J , luí 11
J.lor su riqueza "era va - n ge . . n e cutr' t -l )" t< ori~nt'-
les, ., ant de ser herido p r la lnan <. 1 ~t1 ús . 1_ (

.AJE hnhía p~rticla."" rle ganado bravío, ( ' le nUllf"H e:o¡ tra-
ban en 1 s corrt le' d la hacÍ ." ud·l, ni t 1 l'.. b. ri se 1 s acer-
cara criatura humana.
Lo~ toros carg'ad R de ~ ílo', R lltanc Rol QrhioR de 'sos
serral!oR nI aire 1ibr, grandes, dobles, 1 grne a cvr\-iz, de
cUC1'nOR encorvados y rle ojos ] ~ f \ l e ' , e lanzaban f "roce . .
contra la persona q ne se le pon Í. á su n lcauce, 10 eua 1 oca-
sinnaba fr cu nte~ (·le 'gra ia , prinejpalm l)t en In, tan .
ReunteR peatones que e aventuraban á atrav sar la llanura
sin las procaucione necesa riaR.
Ad má~ de las vacadas, había hatos el ypguaq (le fanlo-
sa raza: eTtensas pI' ntaciones ele caíl:::t dulc con su re. p e-
tivo ingenio para fabricar el azúcar' gr ... n 'le. cacaotules y
platanares en un sitio bajo del terreno Hanlado ~Iorga.

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lt

Ea la 1 :t.rt ;.t.1t:l h .. )!:l m-lchos 'j ~ vos. en t ..,~1Ül. al.>lln-


dan <.;ia q u ~ Ú. VCGLS .' ~ 111 e:~cI él1)H n t'OIl lo,' tel'llCrOS; y en la
tTIon"ta.ñu. ~ en la'1 s ~lV'lS <h.::l Callc·a. abl J)¡lalll ca7.a de to-
d génen>. ~l1adl':lp ~~do y av " :5. Pi(':~a' Lien eO:l'lim ntadas
de difer llt'!S u,:&i~nHI ' ."; de r 'l',ntf fi n ·\1J'étbn.n fl'( ~(,ll'llt lnente
el la abnncl,tnto . ~ ~illltuosa flleS ' L de los clino:; y Cc)ll ln~8
frecn neiu, auuq l l ! bÍa coudÍi.ncnto. en la hUlllilll cocina ue
los escln YO~,
De úst) hc:l1,í.1. m::l<:; (lr> 0 n <:;cjontn¡:::, t (lo. lIcg;ros. del nno
y rle1 0"1'0 HC;;~ ') Y de toda eua l~ e;-:;t:tl 'tn cli\'ídidl'S 1)1)1' falni-
li::\.s, y 'UCLl LUll i! i~l, t~'n la su ('H sa por, - 1>;\ l'rl d O. Los Vel rones
ve;:-\tli..lll Crtt:~)Ilt.·:-i Hnc"l -; .Y eOl.l· o " (l~ 1i nz) de (~:tjt), \'~q)i':; ¡-
yo üe IUll:}. bas a y ,o')lbr{"'l', ) <I(! jtn. ~n; no l1S·tl>~l'l e:anllsa,
Las lnujere.~, n ve z de h~ sq:liil' (llaH1Hda f( lIn In l~n el país)
se cnv ) viall el .. la eid i.lt'. a1njo \11} p ·d' zo rI •.. hny<,ta de
1 él . to, r {~ t~r\;j( lHlll ttel 11 )'llbrd ' lJ~l.il) otra t.il'<1 d" la nllsnHt
...

t "- la, nS f ;g'1l1"Hlo. ' ¿H1U {'l,~ és a e 1 la, (~illtLlril~ y c~li ,'í'Ul la ca-
beza (;011 lnO i1 t 'l'a.' d(, 1 uD. \') J.~ u: v '+a, he<.: 1 !lS tIc pIezas de
<l~f reat· , ' '0]01'(,.:;:4.

La tTIn.yol' p:1 etf, <1 ~ ec; ~ l1f Q;' ',ha hí t1:1 11n it 1 en la ha-
cienda; },Pl\'> h,lbi. al . .;~U10· uatul'll \:-, l l, A. fric~l, Q'H1 habían
sido trai lo., á Cal tÜ~~'l'Il'l, y el allí re:nitido,' 1 illtel'ior parit
R l' Y(~lldído,.:; ú los cIllcro::, le lnina.· v hacl"lHhlR, 11~~tos
eran llarnado c; bozo/p.,', no !1te111"i]an hÍ( n la }Llll;UU ca iella-
na, y unos y otro:' la IHllJl'd,Hul lnalí. iIIlaLl nt,.

Er .. " 1 rnei HIu,l 0::'\ t ll)~ le s 1nn , por f~l. i~ i:1 • con una
le n id: (1 ch' ';\ r'l\(', pJ(lt"):l S V al pro! 01' iOi1é: da
de in<li idno, <.le qill~ ('/)n, tuua. 'ada UU'l ,1
fin s Innta.ban c¿ da o 'ho dí,k á,' de v 'int
T clo ~ es:o ~1:1 vos. h In hr , y m lj 1" : trabajaban to-
d '1,la~',lntlt()'111,' plnntl,ci :l ~ ' d " C ~l.f.lt: en el tl"lpichc
m~Iiend() In. afia (j()(~i( nd ) la rniel y 11<. ·jend) 1 c:lzúf"!ar: en
10,' ca HotHlcR y p1atalli.U'.; en s; ¡. !' 111 dt'ra. y gu dua de
los bO~'qne~: ,11 h .<.;c1' eel'e, y n repRr¡r los 'dificioR;
hacel' ro 1 . . os en da n 1(>::->, h('rpl r lo. t rn E'1'O, y 'u 1'.1 r lo. an i-
D1.ales enferrnos ~ y en todo Ir <.l lnús que se o 'url'Ía,
P ro e le da ba libre el día sábado p::. ra, q uo trabajaran
en su provecho: nlg-nno:=; ~rnplea an tp día en C::l7.ar gua-
guas Ó guat 7 np8 n .. 1 río Lili ó en los bo qu s el nlorga, ó
en pescar en el JanluntIÍ ó en el Cauea; otros, laboriosos y

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re . i:4i"TOS tenían sus ]-:\,branza, ~f\ln r< (la '" el pli1tano y
tna',z, y --!riabao luarranos y aVPR de COlTal: ' tos, A la 'targi:t,
solían librarse dando á sn a.o () el pl'eci~.en qu e él 108 estitna-
ba, qUE) ~ra por lo regl:ilar de ~atrocjentos á quini nto pa-
¡tacones. Cuando un InHrido :?JcH,n,zaha así su 11 h rtau, se
roa~aba en seg uida ~I·ab·. jando vara 1i rar á u s h i j o ' y á -s U
mUJer, -; esto no era i u:- raro.
~ ia fald-a cr:-::-r..tal d= ia 'gran c o lilla ql e h e m os lescrito,
.::tac? la c~sa ';e la ha-ci911 :..1 a, que hasta eh ¡:a c:-i st~, c' n
todo" los edifici0S n.u:.-3c .... ~~. s cp.~i; 1:1 orilla d e l . q Lleo 'a,la
,cie L~li. R·sa ca~a ('o:.:~t . . . de un lan?'o caLón de .l o~ pi30~, con.
¡ll e4ificio adicional en cada uno dp, 103 extremo ' , los cual~s
t::>rman. con -el trB.mo ~, rincipal -la n.gur:1 dG una Z a l revés .
.!- con~i_nuacjó'l~ ,' e ~~ 1?,. de e,~t~s .. -edirlci~s hüiclonaL~s estaoa
u capJ.lla y da-t..as · ~ e ... ta; e l Ce.11 entel!O.
La fac-hada plincip::il d e la casa da - i5ta al Oriante, y
:tenia en -aqlJ.ella époc a un gl an patio al frente, litnitado por
aas caba.ilas de los esclavos, c'Jl ü,:a a S en t1nr;a co m o forrr.an-
o pI za, y por un e x t l so J /j.: n C"lJ $ t Tti o ..Idifi . . io llaula-
,do 1 tra ' (~he , eu dOllrl p ~'i 't l"'l ~ 1 C!l O Ii il l roo id o p 1 <:! gü ,
V 1 :iondo ._ f~ rie ~ I él el z.'~lC' l'. '
.. La casa gran le .P,ll 1 i ~ baj o s ' i ~ llla una
1a luitad 1 1 corr do!" rid frel te, 1· 'l1cd cIca,l a
sala pr·b'"'ipai, . al patio interíol'; , 1 l ' 1 13 la sala ha-
)h rwán. n~, ~, El! ~J Jlj .; (,) :.tito. b ~ 1Jí.~ s ~tl .. . "~(' [ II\ ' \l'a~ ..
•ClHlIrtH, .
I~os lnu 1>1 <. la "'ala 1 al' b n.nde. ccn:ll J_ ~ f ITalle " :

en vaqll ta, con patas torn ac1a i litando la, el 1 1 ón, Ola.
una bola n la. Q'( rrfl ~ . illa de by" zos ('on gua l a uH\. ·jI.. ue
aqueta grabad. s c 1 la. ai as ( e la fe: ni' a u s us colo-
res heráldico , oro, azul y grana' una gra.n In a de guana·
banillo, fuerte y óli(la, (fU a CGIR .', pu S f'H 4

aquel tiempo las sala rineil al s . e 'vian el COI e lar, no r

era todavía conocida esta ú tim:! p :.labr¡¡; n una d los e ui-


nns de la sala estaba el ap'll'ud r, constrnceion le c:ll y iaclri-
Ho, compuesto de tres nichos ~11 l.t p}~rte b:lj ,.,~ y unD, gr.ldcrí¿l.
encinln. de los i.choo, que iba ungost.' ndo '" OTllduahnente
bnsta termineH' en 1 v'l'tice ,e 1/113 el s par ,des. En los nicho
.estaban las tinnj:ls 11 n:ls de l'IgUcl, con reli ves~ y en 1<1$ grt~­
:das., t<>dn la. b,ljilla de pbta y de porcel;Jn,~ de China, n uy fin~
y traspnrente... E ta porcelal1lt e colOC¡lba. de mn.nera que pre-
-sentara el fondo con todos sus eGi0reS y dibuj s á la vista de
'o.'i espec.tadores: el np.,rador ertl el gr.\n lujo de l.~s C,I ... :IS rjc'aB..

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10-

. .En as reeátnara~lef!tHb:nl·JHs·camas ciCl las Eetl(lr'af, de grandes


o'!rrh>n jone;.¡, OCl m'h.1tra", nnas, I)i~n torn-;)ad ;IR y cl')n columnAS- do!
ntd~L; silla.., d~ bl·i\ZOS. poltronas afol'rartas en terclopclo ó en dMmas-
('o; -:1 ta ¡"¡mas C01~ ta pt·te~, a ni 1)1 ~.taa n las \'en tauas, llamadas e8tr~
.' "' ;' ('u J,,)I~'lle se ~1) abtHl l·as &!1Joras á (.'o~cr Ó tu nlail~.
Los l11lwbles ciel segundo pise. eran sPll1ejant'c s ti los del TJrimero'.
En todas las piClzas h:l bla CIl:'Hii os de S:ln t03, al ól('o, con EH ·t:;
T'HHCOS 001 aelos y ("(In n'llCv(,~, trabajados nana tHl Eapailu y otroS'" e~
Qnito, y t'oJús ae lHt¡;¡lAu~L~ mál'lto:
'17U 1 e,'», ' á gmnclos rasgos, C!1 1 iSn, 1; hn'1ic:lda d~ Cnfl:tsgor(l»s,.
fJue pprl,ell('c1a al mny ~1oblc y ricu 8('ÓOr I "In ~ f·annnl de Gaict-do y
':reno)'i..>, C<. J'O 11 el ~c miliei¡\ di:,clplinadas,. A If"1'I'3 HC'al i H<'gidol'
Perpetno (1 lit muy flo~1 • y leal citlda(.l de \llltingo de Cali. };a
.í 1.I.J ati t'n íH f> ', t ítulo~ por e' dula H. 't..~, Y el 11" i~mo OI'1gcn teníau'
los dcl Don )bn llel de Ot1.ic:¡>do.
~ o .. peC!hatnt)~'l\le á f:' . p 8iti' se io dió ernoml>l'p.~lc Cufla~g()l:ffus
dCldnd ' )o dt3 los ('xt('l1S0S gua -lila}'. que por nllí c(' úncucÍltruu._
}>I'in 'rpalnH'llte f>.. orilluS' del 1'10 JéllIlllndí; pues 8AuiJ4) es qne ]08
~()n<"lltl 'ta,lol'cs d,lh¡tn á la gUAdllH e nonlbre g nf., i<,;o de cafi. _, y:
q l1C pOI' f;t>l' t'l n gnlN!r, la l!a.lI1n.hn n gorda. A 8Í se ]f:C OlA la o}Jra del
Padre Pl'~ly :\¡ anll 1 nvd ngllC'Z, jeslllt1\, llijo do t~a1i, puulioaua lULcc.'
i~B "iglu j ti tula la ,. EI)\.J...u'HU-ón ó ' A ·n1nz()h¿'t' · "

In.és e L rl::

Dt'lj:lnloS dicho f'Jl1e las person:lü r¡l~C ]lnbio, cn ]0. saJa de 1ft enlmy "
la IIf'gHda del Phdrc ~sco"Var,JI.cran: Don fanllcl, su esposa,. 8US
ijar; y Dofla Iués de Lara.
}} primero ' Tlc abA. e-a- nochc, sobre SIlS vestidos orJinsl'ios, r¡11~
C!!::ln: cnl:l.ón corto, de pafio, con' t:htlrnc~a hn.billa <ic oro en la-01

cltfHllI('~l1ola, grun cha.1cco do terciopC'lo, Cnll1ÍSt dE> lino con chorl'e-


)' i en el pcrbu alec;hllgutl, y!tplallch ... da, it la 'IUO d.lball d uomb,"c
rle arandela y tan¡})lÉ:n el de golf!, uledja dé :;eda y z '"lpatcs n~gl o.:.
d~ Ct'l'do}-,(' u ;, ~ol)re estos 'lC~ i1'_s,. tCitnÍJb, }]~\"·a.b:.l l Hit C':;POc'6 00

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1+.

b{d/l ql1e t(\ caín. h<lcitn N'}'ca de t,\e t,)hiHos. COt'l mf:nga~, no cp.oiñ:1,
hecha dt' I\IHL tt'LL de blla do colore, l~..:ta ropa ta:al" se llaru 'dJt\
bu.luIlUray. ellrt"lpclún d,'l I\omhle ew:~t,ldLult) baLundrán; y la
haulHIl LalulHÚll du Z,lr:\Za par,) lu::; ([la ~;tllln.. 'U~.
SU e~pOdi:1 "l':..tía (',tmi .. a hlanc:~ rle lic·n7.o ele.! lino con tirilJ?ls
l)ol'f'a,I",.., .It' Ill¡lIlgas larg-a llLL3L'l t'l ('0(10, .v nnC'h:l" anlnJ ·Ias bien
pll'ga las al~nd...!ltor de la~ tir. :' y ~n el ('~tl't'llIule Ias~:m¡¡ligas; ~u·
lbllu ,10 b,l.Y~ta. azul de C.lstilla, 1I1CCii:tlS" Z lpltUZ lltg'rov, zarculos
»l'ltlll'i10"', (\tlC erall los du u)(),lu: )' ro ario CI)ll Cllt~'lta,''y enl2- de oro.
El t;ab ,Il~) c'tia [l la e,.;pa\.!:l el. ul\a ~ola CI'lZIlCjil. ll~ hijab \'t:~t.ían
(·XII'...: 'l'UC'ILl' lo mi,.:mo, .. óld qlle l,l ft,l:a lu ('fa dp (;ar.-u <.1.3 (11'0, la :.t
,i .... lalla, rígi,h y duult', liallla'¡ll a 1, 110 P0I'IJlIO entrara el Ul'(,-) l'U HU
t .j ¡do, Mi n o pur'l uu ti fau, iCal1 te (,lO ( 1I (t 011 Ji 1a ndeB 11 auía pil1 Lado
l!1l carru dc U 1'0 cll la pltcl'la dl; la Lll>ricll. LI~\'auall adouuis del 1'0"
Bario, g¡ll'gantill:ls de coralc' y (}!'U, DuO., Iu6~ e c1if rCI.ciaua de
Hl~ t;u,npafl '1i\ ~ ti, su Yl, ~ ti Il) hl.:I.Cf) de t.E:dH,. GOl} ibr<~elll¡t rcgLda~,
de C011ll' l'us¡ulo, .: _0\111 c':l>l'pií)1.) d' lo " .lÍ"tlIIU, l' 'ro no eu 'i.Jo al ful-
tlón 'U1Uv l:iO ;:, b'~ /inl"',;, blllU d " si)J't:lldl·lu, CUl! Il\allga, brr'as. (lngos
t·..1~ j,. all'i J(l. y allella t.·u <.:l ('XLI'L'! lJ, (;Orl gual'lIi'..:ltJll 's Ue clleaJe.'.,
)0 n,i~ll\() q'.It; l'n <.' (;u -Jlo; lIU\aU,l rl'cugid .. ¡:;u 0-1';1.0 IJlata de pek',
Üll la. l'art~ po. tel'lor d\~ la eill' :~ ;t, flIrt) al\,l,\ un e1lOJ'/I10 nudo Ó l:tzo,
u' gllradu t;\l1I (;iIiL.l~: .'t~ pcilla.lu e 11¡¡'1I1;,b:L el ¡¡¿UJlo. ::)U3 z.ll'ci·
11".~ y g:lr~.IIlt.III:I. L!nw Ut' l" ' rln', j!~n · 1 1l1 · "j" ti ' \.' ¡::;l!rse e La jov ~n
so ot;hal>a et.. \'('l' <¡ ti e ba lHI\ t>i.¡o el} :'H:il', la pUl ,p, : rSl>IHl~ (;OU uuutlUl'¡J,.d
t.1<.: 1() _ '~II~to .. d ..! l.l "ul'tc.
DI '1 ~l¡¡tll\ (\ l t"\nía .i.la 'az 'n un p c) más de SI' 'ld,;1 an0.<>: era
d( ll'o.d¡\l' ('3tat' nra, UI('Jl furllla l~\, du c()!or Uhl'lCO, cal)( · II~)::; llPgros
IlC:llIl·c.;idof ya, 9jos tlCt;I'U _y tl'ent~ e.l'Hc ~ o. :1,. Il ,, ' 11 la '.. !(:l!,1 v ~o¡~­
rOFadas' no U,'all'l bl¿"ute ni pera, HillU I.laIlH·:\t.c p:\ iliM~, ~j'lIC lo
ealan Ulny bit'n. li~l'a t, dat;'la 1J:I:taltt ~ ligt'ru '11 ,us ILlovimiplll, o v
de IlICll}(;!l'HS agracia ble ' 11 el trato <':V'~ .'lt:" ;:;Ilul -·. II '(Hil('~Cl' ,to
"c::\'dil( l!rO hidalgo ca wl! 'IH), 'l!p pl'l.~ L;Jhaa}¡¡:::, a~t;i()ll s 111ft:- g '1lf'I'O'é '.t",
Húllltlle UIl t:tntv UC'Í 6 lltd, pu~' I..,~u pru!:tu se nl(d.lif ~ :-;hiJ:l ,atl~ blo
cumu iracHndo.
l~ 11 l),at¡:.;'i,\ de 1i naje es aba t1111. pa.~ado (l~ sn alcn 'tila y men-
cionaba con !ll'tTlI! 10 la larga ~el'ic do SllS nl.lul~ti Clscend ¡en tes, ü dos
lo::> el\ale~ Lauía.: ej ..:rcido al honroso CUl'g <.1e Alfér..!z Heal, de 1>a-
dl'~S il hij .. Y habi.Lll l'ccd,nuu ue
lo::; FlY"S de Bt?J "fié:.. scflahuJ.1S
lll ..wstr,IS db di.:)tllidóll, JUllt<tulPnte ClH} su e~<':l\UV de al'ln~ •
E as dis' illuioncs l:()r~orífic~s 4lie hll.bian j',?ci tI' lo dd ..]vber<-luo 7
ulliJ¡~' ,,1 CeplCllUOl' de su 1'1\Zn, ñ 8U n _gulur du 'trac.;iÓIl y a SUb li ( ~uc­
zas, le <laly1.'· eu l· ciud:\ll de Uali y su jllriSdicciólJ Hila :.l.ItOl'idacl
ca~i i 1¡ mi tHtla; al LlI itilllO tiem po que ::i1..l carácter fra [lcd y gell~l'o~o,
sn bvnrmlez pl'\JVl'l'~l:-\l yeL lIJt<:l't-:3 (;on que prvp(;!nt!í:~ sl>':ulpre a
tuda :llcjGl'a ele u dlliad CIJIUÚIl, le ;;rall~l'Juali gran pre;:-tigio eH 'J'~

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DO.:r AL' is DE I ...~ TI.!. 1~

{lOS compatriotas y la gCllCt·alC"cstimnciún. Ern do hacho y d~ dcre.


cho <,1 pt'l"SOOCljO lr.as importante do la. ciuda:1.
p(j~ía p~uticlllar ,"SOlero, siempre y en toda clrcnnstanda,
en d('fpnJtr lo:, fueros y pl'h'iJegiod de su fa.milia y en m~lIltenel'
Ul:a "'alta insuperable enfre la. nobleza. y la plebe': eH este pnrt'cular
(10 transigía. Uumpliéndose este requi -ito, era amable ('on ~OUOE. á
pesar <.le su aspe.::!to severo ~ y todo ~l('b 'yo, Ó 1nontafiés, COID<.it se
f..~ecía cntonces, q U~ ocu tría. á él cn a.lgún u po fu pecn nial'io, estdoba
seguro de que no perdía iuútilrueote 1.. )·¡·l'giienzu, porque siempr()
consegul a lo tlue buscab¡l. ..
U-:.flu Fl'a:Jci ca Uccro y Chicedo era"al tiempo en que la pl'eeen-
tmuos al leeb)l', u na sefiora lle poco III ÚS de Cluu'on bL a11os, q uo con-
~ervalJa todrtvía oa.stalltes !'t'8tos de eu primitIva belleza: era. buen3,
r.ulcp, y cmiueutemeute carjtlttin~; y Iv ern }Jor rar.a, pucs todos lo~
judi"iduos de es:! íamjli~f eran y habiau siJo not,able~ por su ~eni .. l
boudad.
Las hijHS de p.at~ tUatrimoni) no enrecian de hel'mo¡uru; toda.
ellas estaban dotadas de uuen cnráctcl' y haLían re('i~iclo la ed uca-
ció}) más esmera(la quo podí dur c en aquel tielupo á una j<lvell
:loulo, ooucudóo que, eu resu nleLl., 00 era graIl cosa: leor y escribir,
bilar, OO$er y bor'lUr, hucer encaje en ahllohlLdill~, y tocUl' P.J CI3\'C~
(,ra ésto UD instrumento músico de CmetÓa8 de alnmLre. con teclas,
HIgo sem4>jaute nl piano motlerco. A Cf'lto cOllocirnicntod anad írHl
10$ ucccB~rios Ithra .administrar una c,!sa y gob?rnar Lion Ul1a familia.
Pero la pe)'souu. del bello ¡Je. o qno más llamaba la tücncióu
cr.tretoduR lela quo] mo~ llooll)rado, e!'a ia JiSputtL Dona In6s d"t
Lanl. BC:'ta ' jot"cn, ~omo de dioz y Bict•• anos, prcsontaha ~l tipo
griego nu to!! :", ~'I ¡lLUoza: l'O.:5tro oV' la.do. eolo1' bhlllCO tIe p l'lt', ca·
bellos castaflo~, aun aJan tea y sedosos, frente espacio a, nar' z recta
COlllC, la que los gdeb0l:i dtLb:.~u á las niofh <..lH sus relieve~, cej¡~i n~ ·
grila urlcipntemelltE poblu.<h, , labiu8 rubicundos Uger'lmente gl'UO-
.sus y boca bien p!'opol'ciouada, harba l'c·londa. C01"\ ::n hUju010 nponas
!wrceptiblc en el. nleJio, ojos grandes y ra" ,~u.los, con pn pila do co-
01' \le u va y peKt'¡,ñ'lS lh.·grus rucdianalllou te crespai. .J4Jra do cstntll'
,'h mediana, y el cueHo y las fCH'o .. as de su cuerpo, qne ftÍ\;ilmeute ee
~ldivi!laban baJo sus vl';.tidorl, eu~vernl::!nte roLlkta8 y bien foz'madas:
las DI ismas con q no 1:>s pscultorelS an tiP;llOB pl'es~lltaban á Dia~~ la
<.~az:..dura. CiQrta graveduw en el sOululaute y la majestad (lH el ulluar,
la hacían pSi'eCO!' orgllllo a, Si el pocta. lati no la:llul!>iera. con ten¡-
plado cua.udo p::.seab~l con sus coulpufiera pOl' las riveras del Lili,
habd& dicl.LO de ella lo que dIjO de 'euus; "En cl.u.o.<l:tr se .cOL~Ocí~
la diosa/' . .
!nós era hl1él'fana~ su p-atlre·Doll Sebastián de La.l'tl, noble ca,..
balloro ..san tafercfio, bauía. V('U ido á Oal i v(:in te aOos antes, eou su
.esposa DoOa l\Iaría Portocarrero: ('jél'oía la profmiión d~ comerü~tul.-
te y pasaba por a~auda.lado, ..

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, l jO :- ?
1~ PJL ÁÍ.. I:·il E% • r!..A~

.. . . ~ . " " ... ~


-: ' .Si:
Bn0S,
VAl) l~nció 1116.:; pcro=Dofta J\!aría 111uriú d('j:lllr1ol.l ce 8Wt~
y Don Sebuptián, lloran'"lt) siempre !'sposa, }Iilbb ~\ Stl COlltr<
Íluado I!Oltel'O cllidan.1o de Sll hija Úl.lca. Illé~ tI' o pne~ '-I('[\)PO 8~ -
ticieH te para conocer iJil n é su oladr0, pltdo cozar oc todas 1.18 ~t.(' ::
<;ione~ y C!ll'H'~as q:.w torlas las nladl'e~ tribut¿l.ll á SlIS hijos fl>H bl ln-
1a·: cia 1.. retcne\"' la imngen de eHi" gr~olilhL para S_t'01 pi e ~u stt
!Jl~morjS. ~ ,
0.:.1';0 t~nOs mÁ.~ tarde se vió Pon S~bast';ln atac .. do de mort.u.:,
,folel1cla, couocjó la gra vedad d5 ella y 00 r.OD 1{ell~ió de ~ ue pron tu
iba al 'nJori t:. ~ " _
pon ~la.nuer (lp 8Hi 'edo eT:l. el'! aIligo íntOrnn y nr.lemfl5 sn COm-
r:\f1re p~rque era~pi:)~¡rtll') de IIJés~ ellos se nalJían conocido en ~ao·_
{Mfó, en (loude Don l\ anll01 h}\. b estitJe de j0vr.-n . E::;n íntjm~.
~mistad tf~nía. por"fllnrlaoocnto la Ejemnj,loza de caráctcl', la ho!'rad~Z''' '
cc¡'iso]aila y la disting111d,t categon<\ SOciil\ de umoos, y ~c hauül 1'0-
busteGido con ('1 ti'nto. familia' ,de largod a1')()~ . .
ipurlosc Don Seba tí:'u á, l.tS pnd't.·\8 del sep:.lcro~ 11¡~t.16
D(.n !lanuel V le h¡lbló en estos tél'lnino.s: ,
-Comp8drc, conozco qne !ni ~cnf('nn8dad no tiene remadir) y ',
tltU) p!'o.!·úh~(>ré llamarlo á dar cuer-lta á J)~os d<; tu~oS lo~ actos d6~
Inl vida. NUIln n e 'mpon,iria. n ol'ir. sillu fllera porque tengo á c,' )"
p.ooro hija mlll, quo va n {fHü<hor hnérÍ'lna l (' padre y mudre, Cor
~610 p~r.sar en ~s~o se Ir e parte el con:lzóll. El ún' cn con. ndu q tl€;
~iQ qUOd3 en t:l.:1 terrible aj'lgIPti~ ea 1., e~pel'[I,nza dt~ ~(~L\~ Vu 'a. m.cl'-
eMl poclrá haccrse CHl'gO de ella y tl'atarlu. como ~! fuera Sl1 hij:t~ '.
porque es GU . ~ hijada y pql'qno es hija d~ 'ste Sil iní.el\z amjg-o, qu ,
Je fue slem pre leal y \HUIl ,')nar}o& . ,M ~ íult:l 8ubcl' 62 ucsa mcrceUl.
<¡ll~rdl prestnrme t"ll seilalad-o f¡ vorg '
. --No ~a p'rcoc~-;.c ;-¡'Jcsarnr¡'Cél, ccnt-etó Dor. I\1¡11 nel, lnns de;
lr> justo, póf en nnf<:'J"n1r d ud, qua 110 ll1C pr.. l'nce tan w'avl' . .M(\di:lnt _
,Dios y 10$ cUIdados do n nestro oxcelt?n tl3 a migo el P. P. ' ray I\laria-
110 CaDlaehrJ, no tardará en recoural' la sllh.-:d. Pero t;] por de grac:j,l ~
.occd1Cra lo que tOUlC', Dio;, no !.O permita, PU c( e C,))l( ..tl' (Oil'lllb .
lnés encontrará en m1 uq 8~gundo p(vlr~, 1:0 ttl(l lH1CI1Ú Cflmo el que
pierde, p~to sí muy a~Wi:OSO "1 muy int.oreBcl.do en GU SLl"rtoo ~
. '-:'Eaa '};'omp::;¿~ me bastR, dijo I)on SBbil3tL.n: YIJeS¡l mcrcNl ~
1u\ SltIo Sif'l~ pro pura mí n n 1l oulc a migo, "] la pala )ra que a hora mG
d;¡. t.iene el "\"alor de tli:a cocriturn y d--.l un juram(·nto.. Oig¡~1 PU<?SSl
!pi última Toluntu.d: Inés t1C'DO pnl'icntfJs en S'\ntafó, PC;TO ita oa-.
ció aquí, arlUÍ ef-t;l. 6Ppul{a(]~ su lllaClre y a ' llll dcscansará!l tamuiél ,
)))is huesoa: está IH:cl a á las costn tU U.!"<?3 do esta ci udiHl - es IH>Lll ra .,
q~e prefl~)'a vi\'il' t>n S!,,1. 6ucln Dnti\""o lflft LiBn que t:,tslál1:ll'se á otn
}.l\rle á ,Ter c')sa-A ncevas y ccstHml:.>rc-s dlfenn,¡tcs. Yo c tImo tJlllcho
á, los dcudos (n~.f.)11:l tiene en 8antHfé, porf1119 todos F:on pe r¡:;ona t1(.
¡;ollornlJ)eF ·pe: ... en ninguno tengo tanta con~anza como E:!.l yU('f¡~
j

:mcrc('d'laH1 el casO do cOllfi~rle mi hljé~:

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jI

iva en su carácter! no am5ba lo juegos ni la.s div rsÍctlG ;


rara vez reía; en BU semblante se notaba siempre aquel aira
meditabundo que es común en las petsonas que viven de
recuerdos.
Era en realidad de carúcter dulce: trataba con respeto y
eortesia á. la faluilia Caicedo, y en Don l\lanuel tenla cierta
especi~ de confianza debido á que él, .por su parte, á pes:?r
de su gra vedad gPll ial, no perdía oca ión de manif starle á
su ahijada la sinceridad de S11 afecto y el vivo interés que
tomaba por BU suerte.
y no obstante esas atenciones de q1le era objeto, ella no
13610 sabía, sino que sentia que era hu é rfana; porque no hay
sér sobre la tierra que tenga la virtud de llenar el vacío que
deja on el cora~ón de sus hijos, u na madre que muere.
De esta manera el conocimiento intimo de BU orfa,ndad,
comunicaba. á su carácter la seriedad propia de la edad ma"
dura y la inclinaba á la oledad y al aislamiento.
Diariamente se ocupaba en coser ó en bordar; y haLía
"'eées que sobre la blanca tel'1. en que trabajaba, caían de su
ojos gruesas lágrirnas que sem~jaban g ot de rocío y que le
impedían continuar la obra. P l' qu' lloraba esa j \"en tan
rica y tan hernlosa , á quien parecía que no falt, .. ba naela
para ser feliz? Pen ah, en su rnu<ll' .
ERte p rman ute stado de su alrna ha('Ía que no tuvie"
ra gusto en recibir visitas cuando la f· milia eRtaba n Cali,
y que estuviera si .lnpre poco dispue. ta á scuchar galallt os.
Siendo, como era t,un p lla y tan bi n 'educada, y p r a.ñadí ..
dura tan rica, era n~ tllral qn tllvit 1'l t J . 1 i propll ~ta
tI matrimonio: y ~n f to. la . · 11'1 ia ,nido! ~a propues-
tas ran pI' ntnda.· al a l1'ino, 1 pa.drino la , trasmitía f,
la ahijada, pero la ahijada las l' cha7., ha t as Hin aclmitü~
discu iones. o ha ía habido todavía un hoo1bre bastant
poderoso y afortunado que g'olp ura con fn rz' {la' pu l'tas
de ese coragón donnido, par qll e abrieran á la dulces
~mocjoll 8 del amor.
Si hubieran vi Tielo sus padr ~, h bría sido dichosa al
la.do d ~110; v ,i nclo dichosa, tal v Z .'e habl'ía pI' tado it
aceptar los homenajes d alguno de RU . al ~ j nadas preten-
dientes; pero ha biéndolo perdíd Ue ndo 111ás los n ce ita·
bao se sentía muy d ~graciada, y n ningún caso hallaba
consuolo: era aún tun inoc nte, que no había llegado á adi ..
'Vinar que amar es ser feliz.
Tal era Doña Inés de Lara y POt'tocarrero al tiempo en
que la presontan1o~ en (~scena.
Hacia ya dos años ('¡ue había muerto f'U padre y que es-
taba ineorporada en la familia de D n 1\lauuel de Caicedo

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CAPITULO IV.

Daniel
Entre 1as rústicas ca bafias de los c8cla yo<¡t que fotma han
1 cuadro del gran patio de la hacienda, la mejor era la de
ermín, en la cual vivía con su 'm adre.
Esta cabaña, ó más bien pequeña casa, era, como la.s
demás, de paredes de guadua y harro ('011 techo pajizo, pero
presentaba un aspecto mellOS hunlilde y descuidado que el
de las otras.
Las pa.redes. cubiertas con una capa de barro bien alisa·
da, esta ban ~in grietas, y el techo reparado con eS01ero: con
~sto, el interior qu ·daha á cubierto del viento y de la lluvia.
T€lnía puerta de tnadera con llave, siendo así que las otl'~S
la tenían de tabla de guaclua, y en vez de llave, se asegura-
ban con una correa rl cuero
El interior se componía de una Ralita y un aposento: en
la Rala había dos anchas ballcas hechas de guadua, que ser-
vían de asientos, y en una de las cuales dc)rmia Fermín: una
~i]la vi ja da brazos) una lnesa pequeña, elo las que dese-
chaba la ca a grande. .
].~n el apos nto estaba la cama de la negra ~f artina, nla-
ore de Fermin. y había aderná .. un baúl COll ropa de la ma-
dre y de] hijo, y Ull cuadl'jto d la Virgen de 10...8 Dolores, de
muy escaso ll1érito, pintado en el paÍ:~.
En el suelo eu un rillp.ón ele la . ala. se veía una. silla de
montar, ae cab ,z.a n rm0, e n con za de vaquetay A. trihos
d palo y atada tÍ In cn heza~ una soga de enlazar, porque
Fenuín era el prin ipnl vaquero de l~ hacienda.
La. negra ~Iartina gozaba ~n la caRa de ciertos privile-
~ios) porque habla sido la carguera de los nifioR. y baLía vi-
vido lnucho tiempo de recamaren en la casa de Cali; cu-
yo oficio l~ proporcionó el t.ener ~Re hijo que tenía, que se
conocía no ser hijo de padre negro.
l\Iartina no se confundía con los demá~' esclavos: ella te-
nía ocupacion~s e.~p ciales adentro (así designaba la casa
grande) en ~18ervicjo de de pensa y cocina.
El roce con 'tante con las sefioras y ~on la gente blanca
de Cali le había comunicado ciel:ta finura en el trato y cier-
ta dignidad en el porte, y le habia limado un poco el
lenguaj . -
Jan1.ás habia querido casarse, y sus amos aunque se lo
habían aconsejado mucha:s veces, il0 le habían hecho vio-
lencia. Otra cosa hubiera sucpdido si Fermín hubiera sido
l!lijo de un ne2"ro de la hacienda.

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po

con ver a i'~n : . ~ 1

- iJ10 á 'el, dijo l\ artina. 4 cnnín tno dice que mi


amo el P,\dré r" u'ere á usted Inucho. -, . . 1
-Es verdad, 'cont ' stó Daniel.
- , 1, lIl1adr lo (luiere lnncho) r~ritió Fprn\Ín . ., ,5 s 1. nle~-
1 •. • ' .

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EL .AL~.ÉRI.CZ PE L

podrás concurrir á laR au 1as. Yo hablaré con el padre Fra.y


Claudio Salcedo, llue tro Guardián, para que te permita la
en trada. Yo te daró los li orOs.
Hace de esto cinco años. En efecto, concurrí con la ma-
yor exactituu á. las lecciones que daba el Padre, hasta hace
tres meses.
- y cómo hizo usted-para venir á la hacienda? pr~gun­
ió ~"'ermíl1.
-En Diciembre pasado me dijo el Padre que ya era
tienlpo de que comenzara yo á ganar algo, y sabiendo que
el señor Alférez Real necesitaba un escribiente. lne Inandó
á él con una carta. Si hubieran visto ustedes lo que decía la
~arta! Yo la había eutregado cerrada al señor Don :\-Ianuel,
;>orque así me la dió el Padre; p ro Don l\1anuel, luego que
Ja leyó, me la dió á que la leyera diciéndome: mira lo que
mi compadre me dice. Yo la leí y se la devol ví a.vergonzado.
-~ué decía, pues, la carta?
-~~logios que no merezco: co¡:;us que no sonarían bien
en mi boca.
- Usted es muy humilde niño Daniel, dijo Martina. Lo
cierto QS que uste 1 ha caído d0 pies en esta casa: mi amo lo
quiere y cada rato lo Harna á su u' rto: mi amo el Padre lo
quierfit y piensa protegerlo: y mi señora y mis señoritas tam-
bién lo quieren, pu he visto que lo tratan con mucho cari-
ño. Ha ta la nÍ11a Inés pareco menos tri te cuando usted
sale á acom pañarlas al pase .
-l\ladre, (1) ob" rvó crnlÍn, si el niño Daniel fuera
blanco (2) y rico qué lind par ja haI í 'Oll mi ctlorita.
Inés, casándo con ella!
-Calla, Fern1Ín, contestó aniel poniéndose encendido
como una grana; quién soy yo pOl'a atr verme á pensar en
una señora tan noble, tan rica y tan orgullo~a?
-Ya sé que eso es imposible, y por lo mismo digo, que
3i fuera blanco.
-No creas, Fermín, replicó ~fartina, que con eólo ser
blanco y rico le fuera fácil conquistar el corazón de esa ni-
:tia. Ricos y nobles ban sido 10:5 que la han pedido hasta
ahora, y se ha resistido á casarse. La última vez se molestó
con ella. mi amo por BUS repetidas negativas: su merced le
decia que las gentes podrían pensar que si no S6 casaba era
porque su merced se oponía, por seguir gozando del caudal
queje dejó su padre. Pero ella contestó que si no le permitía
~ivir alIado de su merced soltera, se iría de monja~ Popa- .
yán.
(1) Hacemos notar que ningún el:)clavo docía madre sino má'rna, ni
decía padre sino tdUa.
(2) Blanco ora. sinóllimo de nOBle.

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y la lfnn1aron por su nombrer Se lev~rtr) al f anto-1 ·p!'ega .(5/
quién la llamaba, y ha.b"endo eonocido 1,- vnz, abri·) 14. V'~"
tanar
Eran dos mujeres: una; d'e elIas-le hab~{.r un c(:)l'to-rato e~
'Voz bája y trérnuLa por el nliedo, po!'que el.a se tierüpo n~ se
perrnitía que persolla alguna anduviera en la; ca~le d'espués-
de' que S8' tocaban las nueve en la gran torre Le Snn lPran-
cisco, toque al e "',al daban el nombre de lo qu'e ria, á esti o de-
las plazas fuertes',
l>'oña. l\iariana, sin desperta.r á 'tf ncgl'a ~ sp.JiÓ, b€ehÓ'
flavo á la puerta y siguió acoH1'paña<!a de!, do~ mnjere ~
en dirección al Valln.no (pues ella vivía en el Err.,·)edrado,..
cerca del convento- de la Ivlel:ced) cruza ldo cEI etl p .. ra n~
pasar por a plaza.,
Una vez· en la esquina ele San Agustín, tOlilÓ po D!"",a ca-
lle aDujo, y después do ca.nlinar varias cuad .. as y <lo do lar'
una esqu"na,. entró-~on el mayor siLencio en una casa de roo-'
desta apariPDci<-!. _. . .
J.::..8.8· d ' mUjeres eran VeClnF> S , las (l1.1e, 'ho'e! f.JHHHIa- ne
do, la dejaron en la puerta y ~ fueron á su ca 'n; ..
Fasadas dos horas. (serían ya las tr e~). salió n() . l<_ l\ra ~
riana llevando un envoltorio deoujo de la "nanti la, y C~l­
pa~c lar'go ~ lH vez. que recatado" volvió ~ su 'a ~a a.dond
lleg' sí novedad'_
Luego que entró, y cerró la pl C'rfa con 1I: ve, puso el en-
voltorio en su cama., . acó candela COL el esh ' ' 1 • 1¿. ye""
de maguey, e eendió la pajt a. y con lu. jllt!la
lám ara:.
A. ' lTIDnlonto· exanl ~nó con ans:Ío a cnrio~idtH lo' que
en el envoltorio: 81'a un hf'rmoso Júño aca fldo do nar>p '.
lulnelliatcunente se puso á prepare r é lnlÍbar pa. , . "~ de:-
en caso de que lloraj'a, y contentlRúna. f'f)n 1 ) que' el~; .r"ía,
un presente que Dios le enviaba;, yc qU(~ lluncw hu "u tt' éd
hijos, se &entó en un baúl junto á la. CHIJ a,. colocó el Fliño ~r
su regazo y contiruó contemplándolo COI!- tanta ternura
conlO si· ella. fnero. su Jnadl'e .
.Al fin resolvió ~(03tarse~ oyendo ya lue en as y sonor::\,,~
C'!:unpanadas del alba que tocaban en San :b"rallei~co. B só
amorosamente al niño y lo acostó en la. canlU, diciendo para
sÍ': .- á ' buena flora voy á aparecer con hijo' pE:~qlleño~ á ]{'It:/
cuare'n ta y dos ! Que dirá la gente? Poco importa: ésta
-es' una cariuafl que Diús aprueb&.. Sobre todo, bU8na "a.lta..·
me bacía un niñ:o en la casa;· la v jez t:!in lnuchacho8 es nrly:'
:t,riste: Sí, angelito de- mí ahna, sé bien venido:. mañana te"
buscaré una nodriza y nada te faltará."
Desde ontonces ese 1 uerfanito fue el objet de ~·us des.,.

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~f i1tJ rle tl08 hOrAS ~sttl vo e, Clsa ~1 tn nción. ht1 ~h¡ quo n ofn.nrl<J
t¡tlC la luna dCldccnd ¡ui sacudió ca,t €8}>("·it.· do marasmo e11 (¡ni:' se ha ..
11 .. }m y cusi asustado se <ll;iglÓ á 8ll.Ctlhrto, [10 encerró {·n él y Be
tendió en la c~ma.
A la hont del nlbn. del (lomingo ~onó 1a anm},hna, le,calla .p0l· t"
1l('gro Ln0wno, capitnn <1p. la cuadrilla, y a~ ¡.UIILO tod" la hacicuda
se puso en mo\"Írniento
Don J Hall Zt\lllora, de pie f\n e; grn n corred nr .. eon Ert .}:; r¡llPta
de pafio azul, ch,dcco de lo mi 'TIO, piLlltill rH1CS dé g('IH'rO ap!tluwdo,
u(¡tae de cordobác y so 01 uroro de pnja, y con las maOos n J08 bol . .
6ilios de 'lOS pantalones, e PQrrlba á que lu.3 H<'gToS 6~ }'(·llofer ln ('11 ta
capilla. A su luJo estaba JJanicl. En la pU(,l't"-" do hl cHpilla e"tab:1
de pi'J el capit.ín, á quion todo lIamaoan el tío Luchan ill P<"CC10 l
),

tltl,ndo la (;11 t.fadr" (le IR cm\llrilla.


Pronto (~st'l\"il'l'oO itmnidoB to(10s los ~8cié\vo!"', sin fH1tur llnO.
Ptlsi~roneo de I'OdJl1t18 y rezaron (·1 Tris¡~ gl(), en e1 cmlt
Jwcía cabeza el tío Luciano; t~!"min:.:.do , ·te rpZI), ~Hnt,al'On nmt cnn-
ci0n r¡ue 01103 llamaban el Alobado, y tleEpué8 unos rersos sin arte,
que cloCl,ln ser 'l.lna salve.
J~l niro de e'tas canciones era pr0 1 llndamentt! mef:.lIlc6hco, comO'
e5 El~mpro t:I canto de hl f3cla't'itnd. P. '-lllel al1Uli'110 salmo <¡ue co-
nlieuza: Su.per flnm1.:na Babylonis: HJ ll:~ ~(, ñ lo,' }'lOS dt: Babilv-
nía. nlJi nos l3untárnos Y lit'J"úmos aconl{llIdonol:S de ~ióll," conviene'
y canvol:drá siompre áWtoda. raza sllbyllgada, y Illu(;bo más si sufre-
la cs~Javitud If>J08 tole su patrie'
La \'OZ de los negros era. n.o mil n hJetr.PJüe nlolo n ,)!!..)., do t n t.i 01 -
bl'e duldsimo que C()tll1luvía todas las fibl' :\S dul corazón; y prir,(Ji-
palo1ún tú la voz de las r.egras jóveJles.
rrf'rrnicado el rezo, volvieron elJa~ & tus casita, eHOB se dí~e· .v
tninaror por todas partes, haciendo tiempo m¡~ntrlt tocab a:l á roLa ..
Era.:: la" seis de lit lliaflann: H. eRa hora e nvt..llm y t lllOvim ;cu-
to de criados ~n la CUHl grande, lo que preb:iba que s ... jlat:>íau levan-
tado las &!efíol'as.
IJon ~[a nuel abrió las ventanaa de II cnarto, y al momen to on ...
tr6 una crr:Hla llevando llgna en ulla fuente de platn,; ('r. epgllidu 8(!
afeit6, y concluida e ta opcn~ciÓrl, so sontó junto á una. mcaa y sa
pUt10 á leer algunos OHl' nc:crito~.
El Padre so había levantado pl'ím"l'o qtlC tOI']O~f aCJstnmbruda
corno c . . tal:m á ha~erlo (Hl el COllven to; hahío rez~do JIol';t, y c;;,taLa
pa3eftadoso en el eorredor eh) pLo alto. \ri -'ndo á D¡·d Jiel que atrur¡e-
saba por 01 p~tiv, }') ~1l3nlá y 10 dljO: Vb sí oscnn prc:"\H!"adaf:5 las Eeflo~
ras para oir la miFu, y pn'gúntrdE: á rni~cO'a1padre fli le pareco t>idn
f)ue dcspacll€.mos.
Daniel fue á illioTTllarSC y regresó dicicn do cJue todos establln
itispu . os.
Se oc6] a ú[t Hl rana [1 1lI ísa, y lodofJ Jos lw b i t~ n tes de ! a hacl€ln-

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30

da fll~ron elltrn.1l110 en la Iglesia y ocnpttndo sus rcspecth·09 1ugatef.,


Las ~('f1ora5 (lsi.stiL~ro~ con sayas y tnn 11 tos negros y S~ anol! i lIaron
cerca ni HItar en grllC'sa~ alfombratíl de lana y seda. Don ~Iu.nlle"J;
Don .Jnan Zt.lmol'f~ y Daniel, 1-;6 COI'leal'Otl en los eS(!(Jflos; á lo ... ladod,
d{;tt'ÍI~ do los eecafto~. s~ colo~ó I~ l11Ultltud.
La ('etpilla ('ra n~l "c]1Í1"io de n.euiaua cHpaciiiad, peto que ~i po-
día c0nteller má ~dc quinIentas perSOIlHS; era de ajobe J tt'ja, blan-
'ful.. ado non cal, do aspccLo decen te. TcuÍct Cflro. púl ~Jito y coniesó'"
tlélries; ~n el alta.r ha~la uU crucifijo dc grun tamaflo, que pal'eJia.
~l'r ubra ql:ltefla, d~ muy C~CHSO lnC·r}lO.
l~l 5 >r\' iclO de In. s~cri.:)tía se hllcla por tus sefiol'~'S, qne ponÍ¡\n
partícn lur e mf'ro en teuC'r ) i m pia. Lt ropa y toda la iglesia con il::seo í
un ncgro jOV("ll, f)t10 J:U sabia I('('J'! ayudaba ",jf"Lllpre la misa.
En medio de l'llH, el Padre C'xplicó el er8flgclio dt:l dHl, c"nn]a
nH~yor clandad, acolllodHIHlo ~H lengllaje á la 11 tJl ítuda. lutcligeflcia
de I:)s esc)c\.\os; y l<'rminó enea.l galldo á. éstos la paciencia y J'(:'Slg·
~ación, y advirtien.l0 á los amos que ellos deuíal~ ser los p:ldrcs J lH1
)os vCl'dugos, de f>~OS inf . liccs, á CfLliel\es Djos Cll sus arca.uos habí.,
coIocnd v n la sel'~i (111 m uro.
Ct.1lC!~tÍd:, la mi~a, Dan Juan y D&nicI <=alieron los !'rimeros 1
se isitllnrOH en el utl'io de la capilla P¿IHt saludar á las S(!1'lOl'H~. Don
MUBul'1 esperó al Padrc y al c~\ho de un ruLo salló con {'l.
El pULio de h:. haci >u.ia prcsenGaba en <.se momento nll:y nle·
grp. nspo oto: los C'sclavod YurO'nes t5C" habían quedarto allí, di. tribui(~o,
en gl'll p(J~, Y touo~ cün versando. Oomen taba n Íl. Stl mudo Ja3 (Ylllu br 3
d~ c<:lt18Uelo que Ic hahla dirigido oi P: tiro, y 10B con ejos de tni150
ricor<1I:~ que había. dalio á los :.lmos, de lo cual se UlH:li l'stabntl muy'
llgnldcC'id ~.
-Qu' In timo, le dp.cia ,1 e clavo f:\tía~ n()gro joven y ca aclo.
ni tin Lncianoj 'rué litstima qne mi HlIlO el ParL.·; no \'iva l:¡ li !
- 'í. ePon f)ui..:ienL, tú, r pünuia. 01 I.ío Luciano, porque s&bc ..
que eetarído él prcsent 1 no se cU8LigHl'Ía á l:ad io .
. _Poco le gu tada ceo al nmo Z'Lnl0rn, qll~ quiere que uno BG".
UD ~n.nto l 'lile [J() P l'dona nada.
. -- Eso no os ciC'rtof muuhH8 ,'ecps p 8:. por alto alganus faltaS .
hncjéndo~e el que no b ·c.
-A mi haEta aho)'a. no ha :enid\) qU03 l>erJ01:annc falta algnna.
pues siem "re trato de Cllmpiir C(.n mis oullgaciones.
-Calln, que él no ignora que te vas de noche á Gn,Ji á ver baile-,
y 5in l'm bnrgo naJa tú ha hccho.
- y es verdad que ~abc ('so: dijo b.latías sobresaltado: T.O yol-
,,"eré á hncerlo~ tío· Lucia no.
1.fifLÍa&! gl'i tó u :1, negra joven, ae~de u na cubaüa i nlllCd iata:
qno:nmgas á almorzar.
- oy, con testó J\fntías. Ir. ... ta In égo, tío LuchlllO: qué picl1s lo
hacer usted hoy?

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31

-Iré á Cali á compnu' t n m:l.ZO ite tabaco; y tú qné harlÍli?


- Est0V compJ"m.netido C011 Jacilllo, á ir :l caZtl.l' una guagua,
'on esa ~) 'r~(L que t'onllJró en Jamundí. CouquC', hasta luégv.
-A.diós _latíus,
COOV€l·srclonC's como ~sta hl'\bia cn ca.da grnpo, annf)no en len-
gllajG bárburo, pOl''lue nillg(lll negro ha1)laba IJicn el cast{Allauo: t.o-
do~ cHv eran afncanos, Ó hijos ó ni \,; tos (O afl ic~ loa. Suprimlan
si'3tl1IH'f-: l~ r y 1f\ s f:.nale.';I, y u. jQ la l' on nl eclio de dicción y ee dute-
h tan ni rwl v '11 Ja vocal ti !lal cic~llt.lladu: ¡!. esto 8e .agr('gaua u n dejo
~u la prnlll nela .ión, pt<:uli;lr á to((O.3 ell03

-
t.
lCn la pllCL l1e la. capil h 10 <!cci~l. Z" mora á Dar id:
b~el'\ Dil.1!i 1, como ~e porta, 01 po(;¡ o l"lH;t :
-- l' d Olil"l\¡l~m('n t<·, ~\, l O\' 1)o n .J ltt Jl : e . no c :¡}.>al1o Dtngnífico,
nlal~So, ( 'Jllitón J dc tnn c ho brío: 03 HU ")oblt.: • nin al .
-PUl' 1'1 Hrest , si La 5i o E'(lncar}o por U.l n iSOlO! Et:i lo c¡ne yo
¡1igo . I e inI{,l"1ol' ti los (jue ro Inoutaha en Audalucia, por eBO lo
he des !:lado ú tt1 F-ilh\
-ClI¿11tO vulddl ('se potro?
-Et'"c potro nu vale m~nos do Unl\ on7.~.
- - ,tÍSI<:'l': COI: pI" l..rlo, p n r:\. q t. o llc:r¡t 1 1 ío en lnopí(·dad.
-.~, tú. !Ji 'H: se lo di '·é al serto!: Don .i\la.UllCl, y estoy scguro de
un t • I da:t. .
En C2C ¡ljst ante avi:.:~ron {l Z 'nllora y á. D. liel qno el ;\lmnerzo
~.';tab¡ en 1:\ m 8a.
Dll1an t e el almuerzo, 'qnc fué s r i,~o COl! la nbullllullP.lr\ y do-
cncin d . co~tt m bn'? 1 1 1 Oa!.! icl c< lI t ~l p ' ~n' á Sll t! 11 'to :'\ Don ..\
In 'f.I, : 'u q t1 C ,_ in s:\""'iarse <1 0 • rln: ~ I ('H a ba c :> n un 'ill esas nor:ls de
en nii' ('11 la 1U R. por OZ ttl' d . es _ ( h C l"r ::l t en '1' cse conellelo.
Dt1 pU l! del nl tl uerz<" Don r 1a n ud "e rd iró ft s n CtlHrCO; D 1\-
tli·l S fuó c o n Zi\mol'u, n le J \ji .1(.:1':' lle é¿t,, ; nnill alnlOrZabl\
(!.tl la coc ina. com ~ n pi i ncipe at0' dido ~1(.l' lSlt n a dre y ~)Ol' Allflrctl,
la ct'ind~ d InéF-:, (iH he 1:1 p~l c ~ t o en él sus (Iji) " cor 10 que era In
nej')l' '¡liC ~lUbíl1. puesto cn 61 sus o ·os, C,)l. () qt Po era lo ulejor que
h¿ bh" cntl'(~ cuela ia numel' O~í) SEl'vidllOlUI'<.!; ]ns cmás cria<1u8 dd in-
tcrior ut~ncl íu.n á sus respecti va3 f.~enas; cn una ~1 !Jorca l1el patio de
la coei::.l, c~taha tirada teda 11\ bajiila. de pl&ta. en que S~ ht\~í(\ sel'\'¡do
€l almucrzc" qne P-.!S:tb:l an'oba,. para InHnla nlás tard0; los n~grcsde
la c\1u.unllu 1"'"0 distrlbuían (-n diferentes <licCCC;ODCS, JC\ ('n grupos. ya
~islados, tí. lHtsnr ~l día según ~u gusto; nn(.s iban á Uali, á tunar ó
: nlgnna dili;cncia, otJ'Ot) ¡I! monte tí ca~"a.r ó á hacer leJ1a. pa'ra von·
<.)C'rla en Oali; ulguDos b'C oc:.::.paban nlií lniroo en varhs rllanufactu- •
ras dc üor:~'eag ó cabuya; y no pocos S(' aCf)stab~Hl á. dormlr ..
El Padr€ 'lt1(! ló eH la eahL con ~Cl"·'nndo c()a las S(Afj ora3. S<\l,n9n-
do <}U€ Dolia I!)ós ('n" muy al lcta ú la. !cctUl'il, lo preguntó:
-Qll(: li brú ('st ..\ leyct1(I'Ü ahora?
-El ~ímlJolo U" b F'" e.

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ltL AL ~ÉREZ

-l{ny bien: léalo ust~d con mucha f\tp.nci6n y nespneío: 1'a


más le~r pOCO" y meai tal" mucho, q oe leer mucho sjn medltar naoa ...
La doctrlon ae Fray Luis de Granad" eit emincntf>IDente evangélica,.
y iU estilo tan ameno, que tlUnea .)hn~a.
-Padre, dijo Doüa Roaa, quiai0rn leer ]a!3 obras de Sánta TCTQSa,.
-Las tendrá lstod: yo 8'0 J.as env' aré. Quiere u~ted acaso ha-
C~},8e rnonj':l?
·-'ral vez, cont.estó conrienJc; cómo 80' l1Rm~n esn,g obras?
-La8 MOraUflE\,. qua es la prioeipal, y Jili1 Cartas. Pillí verál
también la vida de la santa Doctora.
-Com pad l'e, dijo Dofia Fnl ncisca, p.stúy caesuda dG loor el P1-os
Sanctol'Luu y de8~o ya leer otra cosa, por ejem'plo l~t Biu)iu.
- Ya ha leído Vnesa l'vIerccu el Nuevo '.f'esÍt\.'llCn o; el Ant·'g uo-
no ea leet rrl prolla pura señoras.
-Por qué, eompaore? la Biblia toña no es un libro S1VIto ?-
-Es verddd, puro cl Antiguo 'j"estfllllcoto, a la vc~ que- refier
las virtud.es de ;.os Ptl~d'areas y <.le otros 1 crsonnj '8, Cl cr.ta tnmb'ó
con la mayor natllrali(lad y sencillez !os errores y pocaaoa del Pl'ebJo-
de 18ra~1. Además, no h..1y el) Cal:" (. lo Inen~ ql r3 yo SCpl, Ye}'siór~
:.lguna cn castellano. ~l) Bú, tole n ·V'ncsn mcrce 1 saber de 1 Bi-
bli$J. Jo qn-e e:\-cuentre en los 1ibi·08 d-evotOd y ¡Q que OIga á los pn,di-
f!adores.
Continuo ron Tlablando nlgo HU\S, Biempre 60bre 1"b1'08 dcvoto@"
pues ;18 aefioras de Cde tiempo. 1! q le .tl.>}üfl }('er que eran poe~,Q?
)10 conocían libros profanos y n111cho menos novebs. L~. únia: (le
l!st!iS conocida entre eltas, y q e ~íall sí eBcor.dkl Sy f!.13 el Si; fila
tle Sant;llla: 'l.
El Pad ·C E _cüV'nr ~c re t í ró .' SI J) i .ae ión. y • 1 momen () des-
pués sa prC8entó DO!l IlInne!, que ac;ost 1mbr:lb~ siempre vi :t¡:l' ti
eH compadre cn 81 Ct.:tl"O y con velsur con §l en la ind rn~d",d de doa
l>uenos y « ntiguos :l,migos.
Dt'~pué9 dc nnherse crnz. do alg lHa rn . . es) le pregl't 1tó el ..... dTe :
-Qué suoe :le los niDos?
-Es ñn bierJ, Eegún me inÍvl'Jlu\ el Recto' oel Seminario.
- Qué catlluios h¡¡CCll alor»?
-1~1 de f(llrnaniuades npenns: JO:-lqtTln quiere ser nbngndo, y
lIarú preCl80 nlanc1arlo á Silnt.dó; ñ Manuel José y á Fernando, le~
Ila clnde por t¡(\r clérigos, lo cual no 111<3 desag)'nd!l ; 8 bUOl o '-¡\.le en
bs ffLmiH~\3 prin('ipalct:! se eons:1 grc : 19uTlo al Saccl'.3ücio.
-t.fagl1ífica Gd la Ce l'l'cra si la aL 'a.zan con 'V'1caclón y vp.l'dade-
ro cspÍrIta apostólico.
-Da eso no tcngo duda, porqne 8i p :'l(HcncIl) gozar de 11na bl·¡
lIante pOS1(;~Ói'l (ln el pig10, pl'ofic'! lcn fas ór(]cnes, sérá porf)ue se EÍCfl-
ten llamados. Lo miamo digo de Irosa, '1uc en vez de pensar en bo-
(1 La del Padre elO salió á luz po"'os años de¡;pu ' -..

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3 l>'

as, sólo pü~nsa en monasterio. Allá se las haya: si mete la.


-'Cabeza, no seré yo quien itnpida su vocación. A propósito,
~ompadre) esa niña Inés me tiene preocupado: lnuchos ca-
balleros han solicitado su nlano y á todos los ha desairado.
Ayer recibí carta de Don Fernando de Arévalo en que me
pide una entrevista, para tratar un asunto que dice le inte ..
re~a mucho. Le coutesté que nos ver:,mGs en Cali. Estoy
.:;eguro de que va á pedírmela; pero yo sé que es tienlpo
perdido.
-Deje Vuesa merced quieta á. esa muchacha, que toda.-
vía es muy joven.
-Si, ciertamente, no ha cun1plido diez y ocho años.
-Ya ve, que hay tiempo. Cnando las jóvenes son albo-
, otadas, es prud-ente casarlas tenl.prano; pero cuando son tan
virtuosas y recatadas como las suya , debe dejárselas hacer
su gusto. Si han de ser pa.ra. cas das, ya llegélrá día en que
1) presente un novio, á. quien. admitirán de grado, sin que
tenga que t"og'arles.
-Dice bien, corapadle: :rvlaría J03efa ha rechazado V~
rias propuestas, v ahora que la pide Don Nic lás de Larra·
() do, e ti dispuesta á aceptarlo ~in que yo se lo suplique.
Por otra parte, yo no qui ro qu Inés se case con forastero,
ino con un hijo de Ca.!', con persona que yo conozca y cuyo
hue 1 !jna . e . ea notorio. D buena gana la casara. con uno
de mi hijo., p ro ' t sou todo nI uo~es que ella. Si la
:1 sgracia n':) Ole hubi ra arrebatado á rai primo Don Henri-
q ,é ~ si ra un lnal'i lo ligno de ella.! Porquo ha de su-
ber, cOlnpadre, que ofia Iné es una jo ten de gran mérit
por su talento. su rec tu y u nloderaciún, adetnás de su alcur.-
nia y su belleza. Hace COlno do años vive n mi casa y ca-
da día de .. cubro en ella nuev s pren as: la quiero como E'i
fuera mi hija. y mucho ha de valer á mis ojos el su:jeto á.
quien yo le otorgue su mano. í vi iera Don H rique,
aunque ya no sería muy jove , á '1 se la daría con los ojos
cerrados: es el único hon1bre que he conocido digno de ella.
'ro en fin, dejelnos estos recuerdo., que n1e entri tecen y
hablemos de otra cosa.
-Sea aSÍ, conlpadre. Cuándo irá Vuesa merced á Cali?
-El jueves próxüno me iré con toda la familia á la Se-
mana Santa, corno de costumbre, y no regresaré hasta me-
diados de Abril.
Poco tiempo cleRpués se despidió Don l\Ianuel, y el Pa..
dre abrió su BreviarIO.
Antes de la una de la tarde se sirvió la comida; despué3
de la comida, Don l\-Ianuel se recogió un rato á dormir sies-
ta, la cual duraba ordinariamente una hora.

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34 ,I. ALlrÉHE% 1 EAL

Las cinco de la tarde serían cuando el Pa(lre Escovar,


clespué ..: de d sp0dirse de lo dueños de la. hacienda, lnOl.ltÓ
en la mula retinta y tOlllÓ el céunino de Stl con.vento, acom ...
pañaclo de Daniel y Ferxnín

CAPITU LO \ TI.

El jueves siguiel1 te por la mañana 'estuvo Don l\lanuel


trabajando en su CUUl ta con I )aniel en el arreglo de algll-
nas cuentas. Luégo que ternlinaroll le dijo Don l\lanuel:
-Zamora me ha dic!lo que te agrada luucho un potro da
la hacienda.
-Es verdad, señor.
-Cuál es el:3e potro?
-Rs uno rucio, que Don Juan ha destinarlo para ID] silla ..
- . ::) lnnv bueno?
-E. Dla :-rñífieo, señor: yo no le encuelltro defecto, ni
Don J na 1) trun poco.
-O lebro qr'e sea bueno y q'l te agrade, para tenel el
placer d r(~ga1í,rtelo. Llévat'·l), pues.
- l f i l gracia .. señol': le a~?"radezco de todo coraz " u tan
hermoso pre .. ente.
-Bien. Díle á Zamora que á las cuatro de la tarde sal-
dremos para Cali.
-Está bien. señor.
En efecto, (la. cuatro de la tare') e e taba]] ensillados los
caballo~ en pI corrl")dOl', esp8rando FUS preciovas cargas.
Las l110n tu l'<.,; > de laR s ñOl uS el n.o si liones aJorrados en.
terciopelo azul, eo 1 Lordados ( e o' o en el espaldar, flecos
de lo rnistno en redpd n', y grrl nd,"s chapas de plata f'll 16S
brazo.,; grandes gUHlfl.apa. d e )¡ 10 colorado con bOl'tac1os
de ~ed<t; y las cab. %: M ( s dp 10 frenos He Tuban tao Clbién
ehapaR y heb T! ';¡ S d,-' p}¿.¡Íotl: 1;) (" cezada's se llamaban iaqui-
'(nones, y 1nJ.l~ca}'one8 108 ed rno~..; de plata.
Los caballos ~r.),n pscogidu de entre los nlejores y más
mansos de la haclenda.

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Daniel había t nid la galantería dE' cnsil1nr su hermo~o
p ti'o rucio c<. n el ;:,illón dt~ Iné c ', y se ha. )ía. ' !. In ra \. Il al-
lllohazarlo, cepillado y pei:.1arlo, Sentía una grata satisfac-
ción al pensar que e~a noble y linda dama iba á. montar
ellni mo caballo que él ¡nontaba,
El de Don llauuel qlle era un vigoroso y n1anso casta-
ño, e~taba ensilla lo con una silla que t nía dos cabezas,
pu 'el fuste se levalltaba a.lto y curvo arlelal1te lo mismo
que atrá.s, con cblapas <le pInta, lujo:séls pistoleras y e trioos
de cobr~.
Eran vá, c(")rca de las cinco cuando saH ron las señoras
atavia.das~para. lnontar: el vestido era la nlis!na ba quiña,
de buru.to oe seda, y d lana, COl un co ·pif.í( del rrlistno gé-
nero, y lnantellina de eua ó de pafio. Sobre la lnantellina
se ~onía una n1.nta blanca, á li ta., de 1"-8 qn tej ínn en el
l~eino; y sOlnbn-r blanco (le 1 aja. n. II filuda bl'H1Ca. de
liQl1z0 de Uno y UIH nronde/.n al retl . . dor de ella, que <htua
lná~ son 1 ra al T)stro .'~ lo l'pfrB,'eabn. ' gitadl) lor el viento.
A h R einco pa¡·ticr ll, r_ct...; cría la, 1 1 sE,J'vicill Íntel'lllr con
.l\1a.l'tina. y A.ndl" ha )Íün Hrdido : dl l. llt . , juntarn 'lltJl~ etHl
do;:, n .gros que 11e va >an do~' c:u'gU:i de peta ·a.s en que ib a
la ropa de las '"' 'iiora., u 1iLrús y ... us 1, hores de uguj D.
])auiel se desvivla P')l' '011 V'orMar con Doüa Iné" pues
aunque hacía. ya tres n1 ~ ::)e:' qn '1 habita bu. baj l rnisrno
techo qUA jlla, 10 h' bíd. teuido el pl'le r de U6 le lir'l iera.
.nl~:;nna. v ~z e~p H1t{.l ' < llle ltc 111 ); ~ [)l'a.
~ 1 pagar ]'l qn "b,.~ d· d ' la, Pi dras y ntr . . r en (l e ca-
llej , n que hay ( Iltre e ..'é. ,le )l'(,l, 1u " .. 1el "11<1('2, Y q Il esta ha
lil litado á n 1 Ji do por n: l'l) >nert). .. i( (nI r j floJo ("idos, ) al
otl'O por bo que uHo y ,"p!:i , t 'ató de elnpal'\!jé:lr__ 'Oll ella
)al'a ha.1JI' I'l >.
Cl1a. iba ( deL. nt y "1 ](., ser\TÍa rtp 4scudpri: lc)g otras
JOv .11 • ~ n rnLdi ,á la.' cuales scrv ía Fenní n; {)oñ' ., Francis-
ca ib· Ja últilna acolnpuñada de })on i {anHeJ.
El potro rncí C'lllJi U!l b In: s C] le 1 . otros ca t . 110'.
D, n iel, pu -:....,~ se atre -ió á pJ. ,o'un t 1'1 , :
-Le parece nave 1 andar de ese cahallo?
-SuU"vísirnn. conteotú ella, n 111ca habí. , monta o u n ca·
hallo tan vnluntal'io ni do andar tan repo ado: p0 ría llevar
un vaso de agil e y no se derramaría.
- ...t.\.sÍ es: en la hacienda no hay otro que camine como
él, y es adem l.S rnuy lna nso,
-Siendo t ' l l l suave, debieron ensillarlo para mi 1 adrina.
- -Su 1 erced no se acoctu.nhr~, en otro sino Ql1 su rctinto~
porque ya lo conoce, aunque 6sc c" de andadura.

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3H ~L ALFÉHEZ Hl~..lL

. -Entonces deben deRtinarle éste, qUB es mucho lnejor;


indíqueselo á Don Juan Zalnora.
-Ese potro es el mío.
-Ah! éste es el de u ted?
--Sí, señorit2.
Ella guardó silencio y él no se atrevió á deoir más.
Continuaron su carnino feliztnente; á eso de las seis y
mecHa entraron en la. ciudad, y á un rato estaban en su casa
de Cali, que era la qué qneda <liagonal á la iglesia de San
Pedro con la plaza de por medio.
Luégo que se desrnolltaron, so dirigieron á sus habitacio-
nes interiores, y desue ese nlOlnento estaua Daniel allí de
más.
FermÍn y los otro,; criades desensillaron los cauallos,
guardaron las nlontllras en un cuarto destinado á es , raoia ..
taroI las bestias unas de otras, y se dispusieron :i partir.
Entonces ,'e le oprioJió 01 ('orazón tÍ Daniel: iba á sepa-
rarse del objeto de su adora.ción, por la prirnera vez después
que la había conocido, y á vol v r á la hacienda, en donde
tendría que vi vil' sin verla durante 11IH ,has días.
Le era forzoso partir: entró en el cuarto de Don ~{anuel
á pedirlB órdenes, y éste: Le clió las qU(j er yó COll 't<cnicnt s;
entró en seguida en las habitacione~ de la señoras á d~spe­
dirse.
Dirig"iéndose á Doña FrancÍ (;:1, l o JI' gllntó=
-Tiene la señora alguna cosa qué mandarzne, pues ya
me voy?
-Ninguna, Dani61.
- y las señoritas?
- Taro poco, con testaron á la vez; pero Doña Inés nada
contestó y se limitó á Inirarlo un momento.
-Entonces, con su permi, o.
-Vaya con Dios, Dani J.
y Daniel se separó de allí como un cuerpo sin alma.
Había oscurecido ya
Al salir á la plaza, ordenó á. los criados que se fueran
para la. hacienda, y él con FerIn] n se dirigió á la casa de su
madre.
Siguió la calle que va de la plaza á la l\ferced, y al lle-
gar á la plazuela dobló sobre la izquienla. En esa cuadra. á
mano derecha casi al llegar á la esquina, había una casa
bastante vieja con un pequeño zaguán, y con dos ventanas!
una volada~ en la sala, y otra rasa, pequeña, al nivel de
la pared, en el aposento.
La ventana de la sala estaba ya cerrada, pero se veía
que había luz adentro y se oía que en ese instante) que eran

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') ,.,
tJl

las siete. ~staban allí rezando 01 rosario, COJno era costun1bre


en toda la ciudad á esa hora.
Tuvier0n que spcl'ur largo rato, porque Dona l\fariafla
Soldevilla, aderni' s de 1 ue rezab~ muy de:spacio, adornó su
rosario con tras n1\1cha~ oraciones.
Al fin cOllclu YÓ 1 r "'zo.
Daniel dió tUl g lpe en el portón, que era de paloB sin
laurar~ colocados yerticalrnente uno '3.1 lado de otro y fija-
dos con ela\-os. Al l,unto salió!' tía Juliana, abrió la puerta
y viendú á Dani J rlijo en voz alta: f elnifio.
Daniel ea]ucló con cüriño á la n gnl. vieja y se acercó tlo
su lnadre que lo cgpcrn ba en el corredor.
-Hijo, le c1ij ella, no te esperaba, pues no sueles venir
sino los sábados, y hoy e¡;: juev0s,
- iL rnadr , poro el s ñor Don ~ranne] se vino hoy con
torla la. f· rnilh [ pa, C: l' la Setn' na ~~nt" y Fermín y yo he-
mos venido a e ornpat1:~ndolos.
--1)e ~rl1ólltate, pues: desmóntate F 'rmin: Julia.na, prü-
para la e na.
La nebra se fut. á la cocina; Doiia 1\1 .. riana se puso á.
preparar la me, a, lni ntras que })c niel y Fennín atalJan sus
caballos Ú 11n l1nrnHjo 'lue l al>ia en 1 1 e tio.
No pasó rnue!lo Iato '- in que Doña Mariana y su criarla
RE' pn>sentt l'Hn II la sala. 11 va lelO UI .. be. udeja lleL a de car-
ne a. aela, ,7 I a11 de ll'1t.4íz, qUCHO, ehoC'olate y dulce.
--Fern1Ín. dij alIiel, " 11 Ú cenar.
-En la rn) 'ar conte ,tó Fermín; 'ónlo Yoy yo á con1er
enn1 , ::nof·l(harn ·'r:!
- . . o te afnll '" )ani e 1, dijo Dofia ~ Iariana, que él cena'"
rá abt)ra con no. ' otro, ' : . 11<- . t.ú.
FerlUln ,'e fué á la co 'inn, <- lIndo de 1< tía Juliana, y
scnt;; do en un h· nco de 1 lac1 ra) c · nó ti su gusto.
D pués d ~ le n~ , Danie l info}') ó á su llUHll'e oc lo bien
que 1 pé: .'aba ~n 1(' lJaci e nda, d ·} ariño que todos le tení:ln
y d l r ·'galo del c} ua l10 que e::;c rnisrno día le había h e-ho
J)on . 'lt uu'"'l, illforrrlc que señora y criada oyeron con since-
ro placer.
Dé. .niel convidó ó Fennin pnra ir á dar un pageo por la
ciuda llnÍentra. daban las nueve, y al estar e 1 la calle le
dijo:
·-Deseaba Ra1ir por fumar un cigarro.
- .... porrlué no lo ncendió allá adentro?
-Delante do 1ni nladre? Estás loco?
FernlÍn sa Ó Ce ndeia en su slabón, utensilio que siem-
pre lleva ba f>onsigo' uno y otro encendieron su cigarro y to-
n1aron ea 11e abajo en dirección i la plaza. Daniel quería

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E L AL FiuEZ n:F~ t

T()lver á pasar por las v ntanas (h~ esa c'· sa e11 -ll1é "stabdt
13

In :'s. '
l.Jptúvo._f.' l~ . rg·o rat e n la 'q !in:l, escucha 1 lo. con la
e. peranza le OÜ' .;u uz. 1 ero '11' (L ovó. B,l jar n alo'unas
cuadra-o más" Ú u nlOt1t-Jilto e.;Ll vi 'ron n c'l I11Í:nn o punto.
Cere . . . el ]a .;; II u v
J IJauiel, á uien L.1. p'l:~ ión no le 1 aela
f

1vidar su d "be!", dij ú F e nnín:


- T<Íu¿onos, qUf) ya 1 tonto tOCfl1'¿l!l 1c.1 q:t (·dtt.
-~.'o que le 1!.:tc8? de!no"> un pa) o p t)l' '"'L Valt;ulo, qlli--
ziÍ ha})rá poe ahí a1tiút b :'1 ile y ve ()s b 'litar un r·l. i o.
- ¡ono. O~~PO]) ~<Hll ::-' : (1 .Hi. H\ . el ~ l~ <} Uf, lh"l. n lo el 1-
calde ('OH l· ,'onda.';" Vt.. l·ll' p i r l ,t 11)llra d . I )i () ~. "' ~i no~ e n~
Llentra ll{ , S llevart.'t {" la cárc -1. l " v j' ()' ü 'llZcl 'ya nos-
otros 1 ~
--~~o 1 es f{ cil lorque j) a
r,

'id, ) d eci duna '0 "? i' LO' n he'


a
'1 n j s - rita

yo he'

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1'0 q ll~ sepa que puede contar eontnigo~ porque la verda.d es
q U(O Hll . '11'I!"i I Joflu ñhlI'iuna no podrá quererlo más e.ue yo,
y yu ! e ~ t()y ui, lJll ' tu <:Í. dar por u ~ted lui vida, aunque cier 4

t ¡CtUl e l1tc la yida, d e un e .. ciavo vale bien poco.


-- -No, Fel'll1Ín. no ha.y tal amor' sin enlbargo, te agradez ..
~n tu .: aft!c...tuo,::a:s palabras. y te aseguro que yo también ha~
ré }J{lr tí <.;lHt uto esté en luís manos,
Luégo, para caolbiar de con vcr~'aciól1, preguntó á Fer-
llJi II ;
Ahora, dit11e tu: 110 amas á nadie? No piensas en ensarte?
- CasHnlle: j:utlúsl ]\1i maure me ha dirho que viva y
11HU'l'U ~()Ih" ro: qt . á su merced ]e duele haberlne dado la
vHla; que (' S rHuy doloroso tenel· hijos esclavos, en quienes
mallda otro y no lo. madre, y á quienes castiga otro á pesar
(JH la lnudr •
- C urDO Se c no 'O el buen juicio de Martina! Yo, si fue ..
l"a '~cla '0. nunca [ne c aRarÍa. aunque talnbién es úierto que
. .~ '~~Jl do li ore 'orno :-;oy jamás 1110 casaré.
- y u·t; "d I or qué 11 '? Es hOln bre libre, y puede buscar
Una, rnuchacha libre y de u clase: estoy seguro de que nin ..
)'una lo desairaría. Haga la prueba y verá.
- No, Fel'mln, nunca! estoy resuelto á morir soltero.
-.ti le digo? niéguelo todavial Y qué lá~tima! i usted
"' H '1 ': 1 LJlall<'O y rie, e casaría con nli eñorita Inés, n09
(~ Hh , t'':'irÍa á Olí Y á nli 'lnadre: yo le s "rviri~ á. usted y lni
llUH J'~ á nti señorita Iné , Qné felic s s ríal.l sl
- o h«b)~ di ' l'><'ll'üt ,Lo qlle has de hacer es decirme
i <~ 1 ;:sar ele 1U t ' s re lIcItO á no casarte, no hay por ahf
ti Igulla Ui ¡jet' q II t ~ gu~te?
-Eso sí: y aunqup. 11 ·ted no ti ne conflflnza en mí para
cOl1f al'lne su s e cr ·tú yo sí la tengo en usted: la ún a mu-
chacha q le) e gu s ta y cvn quien me casaría si ella y yo
fuénuno ~ libre, eH Andrea.
-Andréa? la criada de Dofia Inés?
--La rniSlna' . . no es por vnn~gloriartne, pero es fa ver,
dad que E'lla lne qnipl' tanto á mí conlO yo á ella, Si viera.
u~t d cólno nH~ atieudel . a sabe que yo cótno f>11 la cocina
de la. ~asn grande. lJorqu lui Inadre pertenece á las criadaA
del servicio interior: i viera usted cuúnto lne cuida! LOA
pañuelos ~ue la señorita le regala, lne los da á J11Í. Vea éste.
que 01 ,. dio ahora al de¿¡pAdirme de ella en Cali.
Di iendo iff:Í, sacó del bolsillo un pall11elo blanco de fino
c~mbray tnda\?Ía pel'ftunado. y se lo enRcfió,
Dilniel ]0 tOlTIÓ, ) de,'dobló y oh 'ervó al tacto que ade-
:lnás del ooru.H.lo teuía Cil'l'tas pl'otuhcraucins que podínn ser
letr~s. ~

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40 l~f... A 1. • É 1: E '/, P. EA J.#

-Esics pañuelo!! blancos. dijo T>aníe!. ~on mU b H'UO J

'~ <- t .1'''';"l l'Pl') l a r..r~ra, cuando 1 ~ du len las 11 lH"la,' , .\- Ú InÍ
- 1(1 el'J . Oí quieres, canlbicrno : tOU1U é~t~ que e - LL
e la A ·oyo.
e "': io eamhio, II Daniel: t' lBeTo usted yo
~r>l 11:> ) d • ( g I ·to nn cedérselo, .
-- . o h . 1) - ,l e i e el de seda, qu~ es nuev ,nHIV fine
y regtllo e e 1 i ln:Hb'e;o y tú síl'\'~e para regalé:lrselo á .1 nu¡- a :-
DO e~ justo que na tE:), o sequie Riernpre con algo, y que tú
lJunea la oh equies 011 nada. El hombre debe darle á la
Jhajer, que no la nlujel' al ombre: eso es lo 1 atural .,'" 1
cente.
-'riC\n~ rpzún:. achníto u pañucIo para anneesa Iuci a
con ndrpa.
1)c niel se aC' Tea a (31 pallu lo bTanC'o á las nariee. , COrO e )
pR ':\ oledo,. Hlás que PO}' olerlo, él" por be arlo. 1 fin 1
d b1ó con rcHgio30 l' .speto y lo guardo el el 01 illo e Sl
ch' I e+~. '-a 1.0 e creía tan fe 'graciado.
(, e c;as así tan pequeña1=; , in ig-nifican te f r a
u¡' le las vec . la felicidad d 1 1 111br ~

l\Pll' L, TII.
[,_1. 1i n. 7 8 l. •

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I 1.1 ~.~ 17~~

Ni001ii~, y de~d~ la orilla del río, ha. ia. la .plazl.1 r .. 1a ·de ;'cUlta.
Ros~. :B~so exte1l30 harrio que xi.~te hoy <.l '¡e la plazuela
ha.~ta el llano~ es e 1 ter<..!n ~n te lnOflerno .
.A.nnq e el área de la poGlaclón era g\'ande, los edificios
110 eran tantos corno podían caoer en ella; l:Jorq ue había rnan-
zana 6011 ~ólo dos ó tres CDSUS, e~tíh ca 'a con un e~pncioso
solat', y cada SOlar sernbraclo de r\l"hol s fnJtt:lles, principal-
lnente cn~ao y plátano y alg1u.as pah .. as do coco. Los ál"bo-
l~s frntal~s eran los misrnos que hay ~hora, con excepción
del H1(,(11g0 q no -no el'a conocido toda vía.
Ca.si todos los solares estaban cercados de j)alenque$ tia
g1l2dun, y sólo uno que Dtro, pertcll-.:lcientes á los vecinos
Jná.~ rieol5, tenían pár~: B8 de tapia, annque lnuy bajas.
~ro había emp-e.drados sino nI frente de algu113s de lss
easas de la Illaztl y en algunas calles inn'lediata. á el]:l.~ ~n
la. 1 nl'te de arriba~ er--ta circunstancia hizo qu~ ~e le diera ~
~RC URrrio <!l n01TI bre d~ pl ~n~pedl'(I, do. El rc·st .."}. y t 'lo el
- T u 11a11o, carecían do ellos. En ticlnpo da 1 UVÍ¿~8 se fonnahnn
.n las cnll C' profundos 10daznlBs; pero 105 cHbtll!eros y las
eefi{)r[\~ usaban altos zueco.' de rna,(]era, y andaban en ello~
pDr e lodo con 3.S0n1 hrosa agi lictnd.
En los 111e,¡es ele Jt lio y .c'\.gosto de 1j89 eS~ll\ro de visita
ofici[ll ('n Cali J)on P ({ro <lB Beecal'ia~" E~pillosa~ Gohernndor
de Popllyán, y exp.i( 'ú un decreto en el caal ordenó se CIl1-
pedra-ra 01 freat do toda 'la~ C8sas, e~ e~peejalla.s de la plaza,
y daba la si yui nte rnzón: '''I ara. q 118 eu las procc" iones que
andan al r dedor de dicha plaza., no Ya., an~ tanto los sa0erdo-
tes corno las uernás pers Das que á ellas concurren, pisando
el bo.rr.o~""
Hal)Í-!l. '"'ntoncos las nlisrnns iglc~ia que hny h07, porque
aunql1 ten€ln08 on10 llUC 'os lo' te!uplos ele ~~n Franci~co
y de 'an Pedco. COllSnt'Tado el pl'il (>'0 n lb2" y cC\locado
el f-~eg'uncto en ] 34~, e ~ tal" n en ser\'icio en lngar de éstos, lA.
¡gle. ia \'ieja de '~a.1l Fra!lci co y una cRpil1a en dc,ndp. P, tá
ho.v 1 nlatriz. y que servía de p, rroquiaL lIabía ad·~n1.ás la.
de ~ nu to DOil1ingo, U~ yr¡ no ex] te.
4

Cinco con '""i'ltos de 1 railes ten Íi.lla ciudad: 5;a.n Frrt l1Cisco,
Santo DOlnin~o, ,f~:Ul ... gu ... tin, la 1\ Areed y San Jua.n de Dios.
:.>d.e últilUO con su ho~pitul; estaba situado clHH"ra j lne-
día arriba de la pla7.a. y hal}ía ~ido fllndndo en 175 pOl' Don
IAeOll<l lo Sudrot. (le h .:Aarde, fl'ancé ~., catifldo en C"i 1i con
D >üa F'¡·an '1 ca Panla n.nmo:"'. Co:-'túl lnucho .lTa1)ajo haesr
esa. [ ' tild' ión, PO¡·qu ~ ~li:t cosn, ihc¡'cíhle. u po 0~ ~ln' '0";
pen) al tiJ (le~ riZÓ d(,l R t Y Fernand ., V [ la Ii.cal Céi ll I~ ne~
ce6ariu pai'a llevar á cabo su propóbi o.
Acleluás de esos con :r~ntos existía ya el B8aterio, C~ a

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de asilo, fun<lada en 1741 por el l' p table sacerdote Fray
.Javier ele Vera, Prior el San Agustín, y coneluida por el
Presbítero Tomás Ruiz Saliuás. E'3a. caRa f'ra. la q lle sirve
hoy de hospital de San Juan de Dios, edificio que las batas
cambiaron después por el convento de ia 1\ erced en donde
están ahora. La cornunidad se compone) poi' RU institución,
de nlujeres y niñas honestas, que quieren vivir recogidas,
entregadas á ejercicios devot()s y al trabajo para ganar la
subsistencia. Rllas Qe consagraban tanlbién a la enseñanza
de ni11as, y alli era la principal escuela que para ese sexo
habia entonces.
El gusto on la con&;trucción df\ las casas está toda vía tÍ.
la vista: las principales tenían una pequeña pieza de alto, eon
un balcón volado, figurando un corredor oon sus gru6sos
pilares: los alares sin canecillo; las ace. ras sin embaldozadQ;
las puertas en el interior, en los rincones, á :fin do que que-
daran espacio~ buficientes para colocar graneles e 'caños;
uua Ó lnas ventanas en la sala, voladas, con balaústloes tor-
neados, pero gOl1erahnente de iguales, unas de otras; el
aposento siempro obscuro, porque ht única ventana que te-
nia y qtle caín. á la calle, era p que11a, alta. y rasa, para evi-
tar los coloqnios posibles entre los n10ZOS y las nlucl achas en
las altas horas de la no he: en la esquina lná notable <.le la
sala estaba el aparador, construcción de ladrillo • adobe,
con tres nichos en la parte baja en donde se olocaban las
tinajas de barr cocido, C011 dibujo.' en I'~lieve; y una
gradería de los ni -ho para arrib[\ en donde se clocaba la
vajilla y la ]07.a el chilU. '
Los lnuebles °nn grandes s años de guanabnni110, si ...
llas de brnzos, polt.ronas y estrad f.o) Ó tarin1aA. L . que te·
niall ejecutorü 8 el n bl za, grababan u escudo d arnlas
n lo gundalnacile de las illus ; y t d s tenían canapé fo-
rra.dos en baqneta, 011 patas dorada ' figurando las de Ull
león 6 las de un águila , con una 001a. entro la garra~.
~~n 1 e8quina~ : tedor ele alguna. cagas del c utro de la
ciudatl, habia un nicho en la parte alta ue la pare 1, y en ese
nicho, la imagon de un sauto. ( veces en estatua: alli S6
encendía un farol toda las nocht! .
El río no tenía puente pernlanente. Cada afio se bacía.
uno de madera y guarlua un poco Dlás abajo de la Ermita,
que las crecidas, nI ntrar las Hu vias, se llevaban por de.
lante. dejando cuand0 más los horcones.
El río tenía entonces doble cant,id ..'l cl de a.gua de la que
hoy tiene: y no había sino tres puntos ó pasos por donde
era fácil vadearlo: en el r sto de u curso, llevaba rápida
corrien te teni a_LlDUc.ha (piedra.
T _

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('.\1.1 E.' 17; , ~'

La lYH"rn1c (1" n,~nas qne hi-tll snfrüt ') n111,'h.)R rín:~ n 'l
CHllen, p,"\ 1111 fll ')In 'no llotOI·jn .: t i ) lr ' J:.s ll"':-;( !,'1<..: dI.:.,
~dcld avaz::ld.1. ~l H'hos riuehu 1 ),' q'l(~ f'I('!"'tl el)! ~ eid J$
con é:l~~'11<1 11 :' 1'111' l)('1Jtt->, hnn 'eeHd( dvlludu.
L'

~Jl el (Itro lado de) río b¿.lbía ,'01(11 lPn e U'l':';; ') ou:, "' ro <l-
Bns n f n r t n a d e q t1 i 1 i ,él Ó ¡> f' (Ill fa R )lC' (' i ('ll d .• , " <.: 111 (l.' e ( 11 lJ

ph ntaciolH'S dt' (', fía y trai'le h(. 1...1 r'C'l"ito c/c ludl\ (' \ l!'!'i' ... ,
110 u·;taha el1h i ("rto (le g'U<1V<1lH 1 ';:" (1!1 ;'O ' ,1(\IIZ«: udu ti ··1
eh' reo el ~ la Estn a i b:l n ú. tl'J'lllÍ n' r eH .:\1 e 1I g'il.
I-Iabil'l do, 'OlTln lHlbía. tnntos el/~rig- ],p~.(nlnreR y Recu-
lare::;. el llÚnH:T') el ~ E:h,cord te <]'18 lleeÍall lni"a. Jilrialll Ilte
a,'a ha de cuareuta. ]1.Jll los testa n1 llt\)· de pqllcl ti lnpo
Ij nl o ~ q il e 1 s i 11 o l' i l> u 11 <1 () s l' i e o s el i s ~.: o 11 í él n q i.l • a 1 rn r j :. , s e °
1 \s dijeran v inticin '0 Ó tnjuta llli 'é..t.' de (;uerpo preseute;
y se las declé1ll.
L . in tillf'll 'ía del clero r g-n]ar C'ra grand , : la eil1dnd en
sus 'o,'tUI lbr , p<.. r · ('Í .. un e tl\'ento: la piedad era g'ellprnl,
y se bacia alarde de 'Ui,l, por noh1. - plebe, ~o,:: tfldn~ las
ianlilias e e ofe,'ahan >" aria/") v ~C'S en 1 aíio. fOl'hOSH,-
In ute en la. cuarpSl In. pOn]llC había e~re()llluniúnl)Or un 'a-
non d 1 oneilio 1 el \ L tn'ttl. cOllfil'lnado por 01 de Tr nto,
para ]0. q le t.h.~jé ban pasé.. r é, ñ(¡s sin cl11l1pli r con el pn ("P-
to a 11 ua1. Los u l)J l'Ía n sin e uf' -, i ('n1 purl if'l1< L) 'o 11 f ...... fI {'-
S P rdían la ulitnd <1 ~ n·~ hi )) s. qu. s destinaba á la.
Rcal álnara. por u na l "y 1 Indias, (1) l' fortulla, ning'u-
no daba lugar [, qu ' ,~~ le aplieHl'an tul'8 ley s.
Todo' 'bían 'uand er' ti ía ti ayuno, ~.,. en eí eto n TU_
nah::ln.
fLn toda difi uItad. todc. d ~n . n 11 'ía ")" toda <1 sgracia.
que o urda en las f[llnilia . 1'a un fl'ail el . ns j ro obli 't do
c)e ·s· influencia len '·fi 'c • d las prédicas on . . tant s y
del h tI e II .i:> 1.11. p 1o. )' s u 1t a b a n ] a e o, t lU n b r s p Ú b 1i a r a II
seVcraR. que los 1 ·litos f>ré\n raros. CJuc ~f, paC:'ul un año' sjn
qu 1 ubi ra que 1é 11 ntal' un horniciclio ni un robo. A O'un(J~
afios ant s de l.. ¿poca que des l'ibinH ~ fué juzgado un ve-
cino por el h Ul'to ele u na no Tila: ,e ., ()ndellÓ á pI' sid io,
y despu ", del presidio á destierro; y antes del pro ¡dio y del
destierro le cortaron las orejas,
En e os ti ropos. el correo de Cali á Popayán era un 'Ve-
cino de Jamundí y ~o1ía cqnclueiJ' grandes SUllólas en oro ó
plata: alía por la tarde, se quedaba too1é1ndo aguardiente en
la Chan '[1 y el calH\.H con su cnrgu el , dinero seguía por el
canlin.o real. poco ú poco; ]a Q gentes se a nrtauall de él con
",- f'l)f' 0, 1 orclue VE Ían las ar as el ,1 1 e,l en la ua 1ija. El aba-
Ho llegaba á ]a c~ "a de ,'u alUO, en don le la. 1l1U 'er del correo
(1) Ley ~8, t, 1., lib, 1.,

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-4.)

OU:ln<10 it un vecino ~n
le escapaba tratnr con el tíLulo d~ don
(\ 1.1Q"tHlO quo 110 ínen 10 ~ual era nluy raro, al punto !So le-
}0\)10,
yantllban nlil voce!') ell r'"' los plt:'b~.\"os ll\i~1110', rcelctmand,) con!..ra
esa III ,ntil'u.: quiún le lIió el dón: d~eían: S11 paure ora f'í01' y Hl.ma-
dre {ta. E~_ b~s d013 p.l·tícnlas son t'lir-tcntr'melltü re tu Ó con"tncción
elo loe ptt]d.br:ls sei7or, SC;iOI'(t, qao al :lpl1carb.u á un pI <.:lI(·Jo, r,o
las proa l neia bu Il i ti tl'gcas pa ra ha~cl' tlotar que aq ueUo8 il <) lHC'n(l~ !O
hlS acomoda ban no erall tal seíi o'r l~ i tél.l '- eFi ora.
EntrQ 108 noblos no todOd sal,ltln ]e~l' y oEcl'ibir; y ~lltre 10&
pleheyos muy pe COi Alguuns sC'fiol'us lcÍ::n en liLl'o, poro no en nla·
Dllscrito: su padres les imp6c1ían que Hll1'(,lIdicJ'nn á escliLir, parA
que no tuvieran ncasión do CI! ,. jal' 6 de 1 ccil>i r cartas (~e n mores •
. T'sin embargo, ellas atet:c1ian Ú ~ms iuterE'l:!(s npl'endit'lldo á (\8-
cflJ'abajear en hoja. de plátauo OH !llgHl' de P:-'fJc], Y C011 U11 pll~.Z;Hl
rle lnallera en Y(-Z de plnmn, y punicndo }.or lll.te",tra una pilgi!:R.d .Ji
Cuotitlinno. AJ íin, LiC'n qUe mal, eor.cl ti Ían por lwcer lt'tra (!e)m~
prcuta, y es ínm·\ quo con n:to lcó l¡¡¡",tal,a.
No habb médicos f.lCult!\t,i'"Oli: lus il'a¡]c:~, e peciúlmC':1t..l l()s ele
SHr. Juan <1e Dios, hacían e} oficio do talc' &.. )lauia t:1)a Ó UOS búti·
CR~, ún que se vcndían tros 6 cuatro ungüenLos, cuatro ó cinco pur-
gan to , ~., nadfi. más,
i no había médico<::, sí ha' ía nbogaLloe, gJ':duadf)s en Suntaf'
() en Qui o, y to'Jo:::; clluR 00 1:1s ¡,r1l1cipal(·s familiae.
No habí.-· c\'leglOs: lo hijo~ du los pobrts EoHan Rprender algo
con lm~ frailes. A lo~ colegi0s (l'J ::5anblfé -' do Ouito 8010 iban loe
})iios dc los nobles, ptlr<L lu e:ual se hacían informaciones de li1111)i~­
za de sfln(J)'e.
Tadio deliberalln sobre a",untos dc gr"lJl l'no; tOllo mundo ol}"dc-
cía cÍegP..luellto, y el }lJ'(lstigio (le Ll : Idol'idad cra :inn;cllso, o pu-
diendo hacer la gn 'lTa :11 Hey, posiLiJi tlll 'In~ l.i iiqtli~ra lIospccha.
bnn, se la huchu\ las Ialllilia~ entre si por las pl'CCmil1ellci,¡s do no-
110za. '
El pueblo "¡vía en la almnc1ane:ill y parecía ser feliz, 'rodo v~ci ..
no sabía C"]\IP, m:llJejnudoEe bien, lDorÍl ia en ell Chma y no en la gu~~
rrn.: que 01 fl'nto de sn frauaJo 10 p(!I'.enecía C'n ausoluto: qne podría
dejarl<.J en herencia, con t Ja feguridad, á sus hijos: y que ni e-l He!
midlllo p0clría arl'ebntnrr-:elo. A fine::; de 1,ü;) fe exigió un donativo
Olllutlll'lC !>.. tOllo el ..l.-UCVO Heil1o, p:u'n nynd!'\ de 108 gastos de la
gllClT!l que el R.:!y Carlos 1 V declaró ('n ('Rt! uiio ú la Fruncia, ñ (OU-
tit'cuoncia de la cjt cu,:Íón de Luid ~r V 1. Las Rutorinadns do Valí
n' mb!n.ron comísion telos para co!ecívr ese dt.n:lti ro en toan la ciudad
.Y HU jurisdicción, de 'de el río de O\'cjas h<lsta ltoldunillo. Todos 108
habi ta tJ tos de cs el i In b\110 t~rritol'io 8~ mnflora ron en pl'Obhr l;U anlor
y su udho ión ú su ~[H.jcdtad; y al fin de la colecta, resultó tIno a<J
había ronnido la. cant idad do.,. _ .. lí vecJOutos onco pntaeoucs.
(JOU10 ]05 c\Hltribnyclltcs cran quince mil, halJj~ correspondido ~l

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nlC'nOs -1,.. medio 1'1.':11 por c~bcz,t. Yeso que el Alférez Real, DoN
.:< ·sé 1ficolLf.Y Don ]\{allufll Umn.1'1auhH'on á ci~D pn.tnCO[1eS cad!l U:G.(1~
.1) .El l{('y se conü'fltó con e~n suma sin t:'xigir un redl mús.
En los l1brQS del tHchivo del AyunLHmicnto Vt:m03 cuÁn barM.ta
t'ru ~~ PitúJsist('ndl\; una arroba de calne va1í3 cuatro r('ale", 6 menos;
un real ]08 plátanos y un real la lcflh. que podía cargur una bestin;
un nov'l"llo para JI aar, sois pesog, J' una vaca f!uatro; un cnbrdlo fe·
~lI)al' importuha ocho pú~o:. y si era magnlfico, una onZh. El C'lbil-
do ~onia loe rr('cic~ á lo~ art.ículos de primera necceid!\d y ccsignaba
lll. personus t)lle deLí~n de abastec€l" de Chrne á ]n cilldlld cndl\ nfto4
. La "fida (lo los culefios en nql1C'lJn. época era. bien rftl'ecida. n la
,-ida que hoy se Tlve, si exeeptu unos el oficio de la política, y el ne-
gocio de las re\"ol nciooes, ~ ue eran desconocidos en tone(\s. El "Y\oYi-
In ien to cornOl cictl E1ra liLll j tHd lsi mo) y el pUl~ prod ucía mil Yeccs 1náff
de ;0 que alcanzaba á COr.SUDllT.
!~or lo dp.máE, los noblp~ y los ricot'i vi vinn consAgrados r.l cuida-
do do Sllfj hacj(:odas ó de EU8 tiendas ele m ,) eanciati (quo eran
muy pOCi.l8 ) Ó al t.lesempei'lo de empleos eí vile,,; los pld,H~y()8 traul'tja-
u1in eu la. ci udud como urte ... anus, ó ('u el cnm po como Hgricn 1torEs l
Ó ft<¡uí y allh como jornn.lél'os; Ó traficabun con otros pueblos, prin ..
cipal m()l1 te con el Ubocó.
G l'un pnrte de su ti In po ]0 consagr~.l :, n ti 1<1.3 fi~8tslS re1 ig iOEfil!
q~1C Ol'n 11 lnllcbns; ('11 los días feati "OS q IIC )'( n cn DI :lyor número
que hoy, dC6pués de la misa mayor so entrebaban con frellesí Hl jue-
go de gallos, y uní se mezclrtUan nol;lcs y plebeyos. Desde aqueJlos
tiempos ha . . ta ('1 pr('s( nte, los j llgalÍOrt' de gnlJos han con "ti tnidO'
lln gremio o pecinl: to<.1os el10s se COIlOCl' n ir. ti mame:l to~ se bnscan,
Be ebtimdn, se prot('gen J 6011 amigos á dda y á Il1n rto.
Los ricos Jleval.Hul á la CHsa del juPgo de ga;lo (pues ya h~ula
gallera) gl'andes talegos de platfl Eella:ht, cO:ldu.Jidos por utJ cl'Iud :.
u nos flpostuL" n Cl:! n ti:lud dotermi Lada; y otroe, 1') q ne pO\1Ío con te-
ller nn lnate 1Jcno, que llevH bnn al <.;fect o como medida. El valor-
~e JH8 f>pnestaEl era cxagerado, porfJue los noblca iban al repiqueto; y
no cra raro qGO algunos ql1cd~ran al fin completamente nrndne.dos.
Call era cntorces la ciudad de las palO1a~; y ClJ e~08 a:Lísimos y
ol~gall tea veg tilles Rui dh Lan los eoelies. .Estas grandes aVt!s forma.-
ba:l llllí por las tal'des rl1illo~rls alga1'uvias, CGrno lus eigüet1as. Eso
CUfltO, ó ese nudo, ha ~ido siempre grato al oído del calp.flo: henlol1
visto á lUlO de éstoB, lcj0s de su patria, llorar ue llo .. t,ulgiu, por ha-
ber oído can tal' á. un cocií.
Estando la ciudad tHn yp.nLfljosnnloTltc situada, el viajero que se
dirigía á eUn, la alcauzaLa á ver de de dos Ó tres ltaguas de distancia
cubierta de Ílrbolos, foLTO los árboles se d.eslucaban ]as l1almns en
un gran número y en toda EV. gentileza; y por entro las palmas sa

(1) _ :'"éan8c 1) libro}; capitularcs de ('s níi •

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4:7

di ·t,1Lg\tÍ:ll 108 bbncos r-Hmpatlt ¡,¡os Ile 8US igl,..&L~a. OI11l1'luicl'a hn·
t.i~~r¡¡ cr~'ldo tf'IlCt' ti
h . . i;o,t~ una, ciuda.l orlcutal, t¡~l Vt:'Z ll'lgtlatl, co·
rt,tntda de' pal U1\ l'as y ud uaret(·¡.1.
l'ir\..·rttos por úit.imo, que C:di I'ocihió C'll'cuoulore IIp. "~flly no -
hl~ y k-al Clud<Ad," pe·1' lleal CéJ nlC!. Je 1fj 70 J Y <¡HO dcede 15;)U rcci-
hió 4?:,Cllf o de Armas.
Como una cllrio idt\d consignamos afluí In descl'it>ción de CStl
escudo.
niíE; el nt~y Dl>l) l~\'Ii~JÜ Ir:
"l~d tlH('¡:¡tra 'w'otutlt<ld qn~ uhor~ y do 8'lllÍ :ldelante esa dicha
dudad hC1ya y tNH{t\ por ~ll . !lr'Hl1S cvnvcl<.la~. II n escudo r¡ ne J 90 tl"O
(,h.. ~l sif't,-, 1l1t.lgOl(S de colol' de ti l rY'a, ~¡clldú pI de en-
t<!llgt1
Ul('oio (,1 UlftoB alto; y ti. la tntlll ' ) ti~recha (le ll~ p~ute abajo, (:stú
llf!a cillllad de oro ('llLn.: dos ríos y Úrbl)l<'8 \' crde~, y cn \0 bajo de tul
('(iCUUO, stó un puerto <10 mar Coi) una nao surta tl h boca do un río
<-tllC sa14.! d(-; ~ n ogote y t' lf:.ra :i la m:tr; y otlaa nuo~ en el r:\J al"riou,
con tinas 0<1:1O<lS (!.)n ..:ns "cmo , t'l\ ag-uas azules y blancas, eC'gún y
('OHaO va pilltarlo y ri~lIracl() ('1\ U'1 e~cll\h \..'OIllO éstl'. (lI ' J'K6 dlchus
rma' I .. mo:; ,i rlid1<l c-i!lclthl r.,r ~n di".s,a 8 11 dada! p~l'a (Iue' r~"s PU6-
,ja t.·lI{!l' y IH' 1l l' Y trltiga (..tI "US pe:1douus, <":~CI\Jos, ecllu~, banderas
v t-'tstaU(lul tes, "
.. t5<, ve Clue Don Ft:lipc ignoraba conlph:tamcnte la "\'"cnlad .' rfl to·
p<>grilíía de ()l4J i~ pUClS q uc ta ~ll :'(Juo sen ta ·in en la orilla do l·, mar,

• G" ..

'1 Pase 1 a.
t..ld f.lrllilia. rJaicc· () so h',bí L tr'l la -a 10 Ó. O.dí C(,rl Rutldp.
cíon punl. cümplir con (>1 plC~l~t.'l,t') el 1" COtlHH1ión anunl. Don
Maul. el era el primero Cll d¡lr ejemplo de ouúdhmcl:l. r, las l('ye! c.l\l
1M Igle. ia.
I.I:\ pascua c~ftl ('BO Itno el 12 de A bdl. Y e~t.Il{¡an corrin::d) ya lo
últilJlOS quill('e dí.lil d,'! Ja cunresma.
L:L ciudad O\tel':\ estaba. cntrr·gada. fi :a cliH"'oción y tlI nynno. Las
igle .. iati. particu la 1 mell te las de los t.:!OLl VC'1l tos. ('stau" n tO (}O el d Lit
colmadlls .le lDuj,'f('S 'lll~ ihan á cOLfe ',U'S~; a.::i úomo los clan t,roCJ so
He, r.hi\l1 de hOlllUI"CS pOI' la noehe. Bsos clnustloB eran ahuobrados
I'<.r faroles colo¡a(loB t'n las e¡.1f¡U!UétS; alií, ftll esoa largos. opncús y
adC!H:iv.':ios '.!lHTCdoJ'N>; pootul 10:3 ff~\Íh.·~ ti·,l ... dllil:5 dc !)!'a¿\J.3, á PfU-

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fttllte (liootbncia !t1"i5 (le otl'a;G, J ~eflti: dC'3 f'H el:~~ ib-... n tly~.. lHl<) y ti b·
eul riendo 5. 1(\8 peniteiitc ..;._
E:-to se h.!(;Í1 tod as i ... s no."!n 8 d<.'s<1e ]ilJ JC}JO ('r nJ\ :b 11 t~·. GUI! 11-
,lo lt\ cna)"(,SL1l'l. e~t:d)¡1 pal'¡l. termiuarsl', era tallt.~l.la iI!iIH ' l l d t Ut' g,~ nt\)
de lo~ Ct}!.UPOS, qt1l3lJU H!c.Hlzab:Lll ¡\ I .ttpn.: IHrbt h:IJlprUl\V, y 'eól',lu
tju~ pro:oDg¿ r ~1 tr¡\o;-ju ha.::~¡, las Oilca de <l noch\.:.

En edú afio rn elll a d..., vur j) n tJ o~é de .Ri \'(;·Ta ..


No na};',\ j.gles};.\ pn\'foqnlal o: aLlHto cap:lz p¡lr¡l i;¡ ec],.·l)rnci"bn de
.. lea o (i"lOS rel igio~o.a ...le la. :::101B¡\n¡, ~n ta, q l:C era 1:..:. fie~tH n:l~8 co"':t-
S
6!unida (h.. tuuas 1:\3 de1 ano. , La ig!e .. ¡a de ~:ln 1) 01'0, q 10 t'!'a l.L Vi,,·
tri?, se hal)ia c.li lo 1 ací \ ru L1C~,O tl 'm pú, y sta b:11\ a)-tH~'a3 COllrl'01.a 1(!/J'
al ree,iiti arlll, en cnj~ cfl.pre . . a ayutlao¡ t·\ Cah'}do Clt; ena n\a~:f'J"
.. fícu?;, 11;f1n; reed~frct ciólI ... e "nl})' z6 en 1~'81 y ,ID ~jll() ~ tl..'ruJiI a,"é'..
ilHstr 184-2, grncills ñ lvs e ! crzos de 1 'lH III (;ldu In L t'id'.d, u 1 ,'111 j
J Ü't!f, 19nat:v O .. ti~.
l~n e3~ afio las }l1j.I'el·"; y las c~l n milita I ólo t,C'llian U08 ""'arn~ (lg
#lt~ll ' ¿l l,;.)IHO co ~sta ,~, tHl t 'nmtHl 1¡l1{ r!C lJl.l.v ellto,w 6 ... l~n don:'·
JOy cs, la SHOl'lSL.',t, h·t!Jia. Il11J\ i equet: CH~ 1\1.\ 'll {' t.'1. l')~ c1i:t~ COlllll-
n ,q ser\'~tt d' 11~r 1 )(~lI¡nl J4:!.1 301:trde la iglesi', p~tal>:L lo mlSIl}') 'iue '}(/, .,
tt610 (tllC', d lado dé la pl.¡.!", habia ll'IW9 tit::lll' IlS pcrt~~:t.cic71;'e.· 141 (J,&..
dildo, t'Jl\e 1. 9- 1 al,ia edlfit;<~(·(). eu 1.1. . ctlldl'S ndan ;:l,~ll ;L J t lnj', 1'l1
nc yendíau nome'sllolcs, ¡¡gll:udichtC J <.:ignrr I J8;};' p:l r t.e .\ ¡ Clm r 'u'
en~ el ceffi lnt 1 h de! polll'l:~; los neo' CIHH sl'1)U ~h( R l:B ~,1 n.·dl -
too tl~ lit jglc~iu.
L

J~8a fiesta se llada entoHC(:! Jo mO . :,no ll"e a-horn: bl'll ,ti c 'ón rl
l'nmo.·, trajdo~ uol 1" itnHT de ·lIntl,,= cante (t' llwitiLl(', por la !:: rd
~ll lo Ct)l\\,('ntos' 8t·r .. Óll d e l Lnva l ul'i.o . ct~ T'res Zlora J d.,i De-
cendilll.ienlo: PTlI (; t' 'ioll 'o , 'untu: por 12.. nh('lH;~T po)' cHIles :le-
1:n8 de fango, r~a, i:){!u-O toúo ~on mucha dc\úcióll y nC(lg~mientu.
Sóto :l íl\ ~a: signipui\ dif'rencia:: J;()S (t'pirne7' ,qne s;¡línD
en nltns hOl'a de la nocl " 'cstid 08 de h: l> to y elq, UZ H<'gros:. é .)
Me el eteni HlJ en c'Hta f."8qn i II Il, tOCH 1. an una ca m pall ill~ y con \'t>z 1\' -
guhre y á gri-tu hC/i-do pedi tl ""' l1n puClI'Ctlllt"'tro por ,n~ alma q' ~
€stub:l. ~n p{'~aJo n ul t. 11, 6 por tu.- gran . ('cadot' (l'lC f'stal>;\ ng():, ~
~t1n·lo," .Esos gl'i tos Gran ni. ,,~rrur d-c tÁH~jel'CS J u,~ tl i ~,o~.
y In. demandaderos, lhrl Í\: 1nos (lo la- _ pri n.{'r') nO~'(>Zi.'r q ne
!31bn el Domi ngu dp n lIllOS, bien vC'st' do.:; Y-,.j0! tu)' paño úlanCt)'
tcl'Ci7 ,1") P r (:1 hor:nu.io y ll!U\ pef)lIeut1. p;.tullgan3 do platu, y t'llt}·,-
Onu de ca!3a on casa 1'; l)Codo b de ¡ anda, limosn~ (llC 'l'dbían e.
la }>alullgnna J rJue ~(;rvítl para i5iletO::i de 1\\ !'jcmanu· Sautt t.Jo\. lo ' Ut '
{iulos Con Yt;lU OJ de (tite cllo~ C1','.il t3inc~..:()<.,

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L.

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las pat.inas, bastant.e alta. I-Jos ernpl~ado~ principales 11(. a,-
!Jan uastón con pufio de oro. y algunos vara alta.
Lé\~ grande~ ~eñoras ve tinn ~ayaR l11jO.'í~i ma~ de rli!(~·
rentes rieas telas: una d tf'rciopHlo azul, nnla.rilio y colo'a-
110 ó verde, con a l<)l'nos do ¡'O ó de plata; otras d~ bro~'aC::{),
(lue era una t la de ~~da con graneles flores de oro bordada;';
vtras de tisú, tela tejirla con hilos de plat.r\ Ú oro, con flOl s
qu pasan df>l h3Z al cnYés~ otra' de glas f ". t(->la ta~nbi~~n l e
Heda', de diferellt o • colores. tejida con plata ú (ro, D111 :" h~'j­
trosa y relulnLrallt '.
Los menos acoIl1orlados yestían telas el? lana, entre l 'l~
('ualps figura.ban en prin1el' térn1ino el pal10 fino. df"~ S n
Fernando; el carro de oro de que ya h mos lHl.blad.>; i UU ,1,.-
to de seda d úspero tejido; la g'l'<:. nilla. llan <..u'\ a 'í l' H' 'll
eolor encendid< ; la haycta dd ('DRtilla, el todo ce 1< r; la Z~lla­
~a, teja de alg 'Ión finís1nla, tn"ida (J" Ll, Chio3. rl8 h rmo. s
dibujo y color s TTi vos. q ne yalia ft n pa 1 < ón h var.. y
ljue dur~!ba largo. años, Por úl 'im .1,1, b· ,rf~t.;l tIc la t.iel'l~ ..
parf,\ las gf'ntes Z1).l1y pOOl' s y para l~:, ('}·üHla~.
Los son} br ros de hon hr . . s y lOlljeres Pl'an d copa: }ta.
yala 'orta lo . . q 10 llfnnan.(,s ( t~ pelo: d , ( if'r nt s co]or<.>~~
J,ero principalmente logro J b1an ~ . : ~'.·t s ran lo..; e pl'l~
lnern, II·l.hía. t;r,~ do segund ..l. h Jc ho.~ do una paj:. muy sua-
'Ye, an1:1rilla, que trnÍan de tul a y ran fabr.icados . 11 la ciu-
dad y tenían l'~ miSJll' . f )rlua qu 1 : :; d prim ra. ]i,¡s rl~ a<i-
YeJ'tir que 1 s oJnbr('ro de lo!:) h "\mbr . no se lliferenciahan
en Dalla d <> los dE.. la. nluj.r s' y asÍ. la nllljer s' lía. á Vt' PS
Ú la can. (011 el ~OJn ln' r) dl lnH rido .) J Inarido e n 1 de
In nlllje». "'ingulla lllUj r. olía á la calle ni ibé"
sonlhr ro, excepto IHR ()'jHda .
)0 bOlnbrerOR d pnjl. los ponían }¡.1~ 1)'l lj( re' llnns
IUl has cintas de (' lores. con un gran favor ó li.zO únnl' do.
Má turd le'" pu 'icron pllnnc je.
Los plt>ueyos iban ye tldo8 se 'ún sus f::lculta(les p (! r
niarias: los (1\1. po~ Ían algunos lJi .n . de fortuIl<, llsat>all
las llli 'n1US tpla que los n bIes. p ro no podían II "va Ca;. 1 a
lli casa a oolorada Ó bJauf'a, ni padín, Los lllenos a~Oln )-
.lados \l aban ('al?on s de los g'. 1CI'0 1l·n~.:la(lo8 portonlahólJ,
diablo fuert0, eJe color azul ó alnal'i1l0, y pana; y una f>Rj) ,-
eie de frao llarnaclo 'po/ante . <i .sos misrnos g' n .1'\) , él h·\-
t]U tao Los nluy p brps v stían calz0tH. de lnanta oll {cí·
] 0, ¡¿in hf'billa, y pon('hos~ on li tas de (,olores; ó unas ru -
11~S ango taR, nlu. r ordi nari;¡s ~llalnactas itnpropiarnente C(:I,-
lJtsoyos.
lAl ropa blan 'a s ha in. rle calnbray _ bretafia y holan d: ~
que ernn t('}as de lnl~cho valor d <}lle usaban ]0. ricos; v

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PA t'r A.

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. ...
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)
)

. A 1 ti .lp0 0(' la pr0(>( Si()n, un . RC rdoíe C'ntr0g{, 01 estnn-


d¡:rtea! ,'(·fiCH· ,Aifcl';'Z H,·(~!. ¡ qq¡~11 eor,'0slJOlHiia dedereeho;
0tt'}=, aylHlant R ah 'lerot\ t->l p¿~lIO d , LBl'CÚ)pd ) cnrl \.P:4Í con
H?~) .. y v¿,ra;:; cie pJatn.,;<!ll el }->l'l.' hit"rÍ ,p¡:u'u' que los l1lÍeltl-
orOI4 d·~l CabiJ,~o fUE'r~1l a e;'!. rg-n 1'10
11..-n ese ln t) n~l t~ !=)" Ic-.¡antl) d·~ lo. 0~C3flo" un r:tb .11t'-¡'o,
rlt:ent"nl?nt<: '0sti( o. y fn' 'tonló ll lH1. de 1<.1.' :--:(.'i:-;· 'u i"élS tÜ 1
pali o , ,'11! e()1TP:~p\,nd,'l'L. . t':l.n alt ,) honOl'. ~-'os (',)lH.'t-'jale8 quu
llotur,)ll P~<-t u . . ul'p:i('i'\n, IIO qui i ']'<JH ir ú. ('<.1. 'g' ~l1' el 1H lío
]n~enLr,ls ~l() S" i"í.~tiléll'a ('se intn ,jO .
p('T",) el j,~truso Rt (\lv':qq'it'/)(I" ~e t'P'31sti¡') ;{ r0t ir'H1"~C'; Ú
p~~."'[1r dü Ll~, aln()l\e.~t·t (~i .: ,t.,, -. di.,! I S 'i ,n:t,n '·. l'~lJtolli.'I'L" lutf; r
v i 11 o e i A 1f (' r •7. He Lt 1. q ' 1 i 11 U 1) i h al P 1 (1-- b 1t f' ri () y t n rp <. u d () t

e 1 i Iltnl.~O d~v()t.1) p :) r U,} b,','\7- I ) , lo hi l.'-) h'lj,u' h¿ sta !r '. ;':'(,D-


ño,-:. JJ)<:; COnf~l\.} 11\3.; ac' '1¡~~ 1' .)~ 1 Ú. <) '!l.par Stl P'l/~St) y '( ,lt:i-
llUÓ ln ftn1('i(' n ;-;i n I ) ü ':.>:.1 1(1 : 1'~'t n: .
CU<tn<1o ,~c 'O)ill~!:l\-Ú l,) fi ~5t.. 1., ". i:l:.1 '. . ·1'.¡.) f')'l' t;() ';f> r;.3-
p~l'ti6 por )'1 :' eall· d~J Lt ciu'L.¡tl: ,~. g ' d\~ líel) Ú \-··~i"~u' l1h-
11Unlp. ltO ..
N.lda t~ll ~d( 'l'n y pinh)} t .., .... 0 r:t)mn (.'·1 n;.p(~cto el la.
p1; Z¡J, ealle ~:; y p!~lzll('ln :3, ~ l<'stf'du r, d" h(/ll tre,' y nnlj"1'PB,
udO"H;H!OS ello . .y ('n~lS C ')', 1(\,-; \" I' ;~I i\l()~ 1)1(i~~ 1 iros <J lJe t ní :Hl:
por toda; p~ll'tPR b!'il1ahal: sed:l. (,1 ()rd. ~'" pllt.l Y 1·). pit,t:n¡s
})I'( CiOF\éL,: t)d()~ l'lr" ('olf)n's es t ah'u1 t' P )[·.,.!:--:c1'ltado. "n lo~ v¿-
l'i.l lo' tl>aj( de la ',luhit'ld: 1: ~', ·ñ JI', ~. ('(H} . II ~ ~é.lY' , du
llrrwad . t,i.'ó ;?;ln~'. {) tUTí, .pf-'ln .. - <!on Sll. ;Jan l~ nl~1T1L()8
h()}'dn !()1~, st( nt.nban n S\l~ cal)(,zc).' l( ~~ ht !. !': ni: ~ r,rpbrq.
TO,' dt' pt~!o: bI. n'o.' } n~gro"" qn' le,' !" 'lItaban él 1 n in. 1>1c-
lU 'nt '.
¡f¡ los ricos y la 1,, '0. n prt"llL1J11;.l,éln 1n ~ 'neión por 1
1\l j (). n la II il rll a b, ,n rn (' n () ''; 1 s )o h l'(~ s P J' ( 1 e _"Ill i '-; i t o el S ~ o
f

(~ .... tU; Ye'~t.id()R; porqllG (,'1 plH blo e:d p -¡t) ha si lo i -:'111pr e~­
t~)nado ('n t'l arn l' á h lirnpj(,;-:;a. y ~~1 é, t!< ,<'>B os dí· s de
fiesta. bi en tal R o"aRloues ,'(, '1\ (' :lcn tra PH l~ ca 11 (> nI gú n
il1di i-il1o su io ó '~Hh'< jó .... o, ;"'e p H~rl 'har n.p·le~.;ta á que
ese indi \'íauo e, fon'tst ,ro.
El día se }):l. Ó , 11 ,~ i~ita.-, dl' nl )nnn 0D+-O':;, pU'3S 10:- lin bin.
en la. Hlnyor parte ti . . 1'L';~ ig-lesi ls.
Danipl diú ITJUestrRs (; SP día el) \1na. el "vcC'Íón f(41'~-Or()8~
visit'llHlo torloR los rrlo~1Hln('ntr)', lJIH'q'1 P pso Inisn10 hjzo la
fanlilia del Al férez Rpal, dt:r'~~ de la cua] iha l(,Tnp)'p ti c\
una pruden t di tanC'ia, Pero sufrió 11111 ho n sas visi "as
al notal' que un cabalJero, un 88ñol' Aréval0, comel'ciante,
FPguía Ú todd.8 partqs á la. fan1ilia. C' icedo, y parp~ía qnp-rf1r
devon1r con los ojos ú Duña Iué de Lara. E ';:;e hornGre fuó
'vara é1, desde eS-e día., un eo raigo luortal.

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si(~f-)ti<.:ü:-; y < Íyil\·.·. l ,) el~t¡j 8t> l1allluha dor ¡di ·C1((;8.
( n:CliZ.I}"Oll por el Vicnrio .J1..Il'Z ·!f>::4iá. ticn ~;Ul (~ril)ten ..
el nt .. Don Jl1~é Cri. U)l\~l \'prnnzn, .' l i Ul' (,1 Cllra D'-)fl J(j-
f:\é de H1\"(>1'[\; d ... ·pUt'R \i<t . ;rt>l~ al ~\!Í:rvz ¡{OHl, Ú lo~ _.\.lcal ..
de,- Onlill~ l l"iv'~, Ú lo,' l{egÍ<ltile' 1>l-r}> ,tu ):-) y á lo;:) ~ 19uacHes
J.la.yores.
Lo¡=; qu'" no b~hÍé. II p(,(lid(J }H'i'dc'>n dUjilntJe ~a cuareSnltl,
á la~ IJt'rSOI e S {( qui >Il'~ he: Lü,n oft' Hlido, !o haC1tHl es <.lÍa.
, E~t<:) C(lstlllnbrc oC3.~i(Jnaba 'dg1Hl<;" ,-"..1 .,- lUt.c:l8 d(!~'a-
gradub1,s, por ,lI' l':.O iodos los oíeudidos tenían 1:.1. curidcHr
~uf1ci 'u1e para lJ l't!ollat Jo \Od0, En JlI' lpba de t'llo <¡ta'rA-
Inos Ol1 .. iglli.r nqlií el 81gni 'ute 1 eehv h.h~tóricn l'Oj':flgurvl"
enE' 1 llue. t)'C) h "~'Vl :
Algunos años ctPRpn{ de la ónoc(1 qne y( ;:irn!l~ de. cl'Í-
bi ndo (1) huoo un roLo n l'l ca, a Hall ndé. /11 !.t -líhric;o. Vil
la ~ C'lj as H 'aJe~, u t::-;t¡. o" 11 Ú eH l'g'() dp !)\·o .hl ~lll _\) no-
nio I Jorl'OlltiOl'O. L ~::,11nH~ l' >b;Hln tl:T e lldi·\ ~l dí,,? ' ·l·i~ TnH
p.ltaC(,1l 1'5. E~e ditjl.'l'o t'~ taba ('11 un:'l g"t'Hll <:Hj i.1 dI' guannh~l­
lli1}(). (!u . teldé tI <.; (~E'l'l'c.u!unJ~.; <!i,..,tiuta,- l , Oil t-\l::; n'~[J , l't:\'05
aldi,bul1 8~ de IncU! ["'l qu ' puru al)!';1' la cuju P.T'ét pI''' -j,'o te-
Jler In +-res lhlY $. De <.'t-;U lla" 'H, I1n:"l I'pp">, ' Hhn en pndPt, ti 1
Adluilli ..'tié.do[' d<:' Helltas Real",' 1 (d} Jll,,,n nt.olliu !lOl ·üll-
soro y O~ f ..l. en })o<ÍE:'r d', 1 .-1. 1[él' 'Z H.e .. l.
Los h..drones -\fectUé:irOll el rouo :, lTnn<'Hnt]o 1; hl1, n CJ1l0
qu -daba debajl) de la Hja,~ ' dejdndu la-.; '(>lTtlllul'as y la 'a-
ja al par C ~ l'llltc.<.:ta::-;.
El dí' 'n qu :io. da\' "(. f lU'Oll 3 1 r.'! 'tic,uI' ,¡, · "tu, ha-
llaron la caja vacía, COll la taLla ' lif ~ l'io!',d ,,'1>1'( ndidH.
) In nl<:>nt) fje hicieron laH v ~l'igu(-l('iol1 'H llHí . S rupu-
]qf:;n. y f;€ dió CU 1 ta al )}Jj,'P D 111 Al1gel Velun!p ele tan
e (n .uClloso ah utauo. El Olú;'}J • fultnilló excolnunión con-
tra. lo larirOtl~H. y . a eXCOl'Tlll ·í 'n1 .,:e publicó eH las igl@:~ias
eon toda su espant<.J a solelnlli lado con las fÓrlllllla ue es-
tilo, t ) 'ando las canlrallU. á entr".!dicho, cuceudielluo \,'elas
y a pagúudola "':en balld jas Je agua, y pron unciand(· las irn-
precaciulles del H.ituul en senlejaut s CéltiOS. Sólo se supo al
fin qu ,1 s ]a,¡lrones era n forél stero , porque á consecuencia
dp la excomuuión uno de ellos s cUllfeso en Popayún yell-
treg-ó al i1aile u conf.esor dos Inil p~ tacones que dijo ser a
pUl te q~e Je había t cado; pero 89 r 'sistió á denullcÍ'u' á t-U ~
cóntplic s á pesar de las a.mo!.le~tc:tciou s del confe 01'. Nada,
~c descubl'i0 a 'crea de ello" pue~, el tioutesor tall1pOco podía
denunciar Ú su IH:'l1itcllte.

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. . . LA PASCUA 55

Un domingo de pascua, pues, estaba Don Juan Antonio


Dorronsoro recibiendo las visitas de estilo, cuando fuo en-
trando Don Manuel * * *, caballero principal, acompañado
de su confesor el P. Fr. Mariano Camacho. de la orden de
Ban Francisco, y arrodillándose ante DorroDsoro, le dijo:
-"Señor Don Juan Antonio, le suplico por el amor de
Dios me perdcne la calumnia que le levanté diciendo que el
autor del robo de las Cajas Reales habia sido vucsa merced
de acuerdo con el sefior Alférez Real. "
Don Juan Antonio quedó confuso al ver á ese caballero
á sus pie~, y le contestó:
-" AJcese vuesa merced. señor Don Manuel, esas rodi-
llas no deben doblarse sino ante un Dios de Cielos y tierra.
Yo le perdono de todo corazón." (1)
Don Manuel se levantó, se despidió de los circunstantes
con una profunda reverencia y salió con el Padre Camacho.
SP. dirigieron á la ca a del Alférez Real: había en cse
instante mucha gent de visita, teda de la nobleza, á la cual
pertenecía el Don M-n uel.
Al llegar á la puerta de la pieza. alta de la casa en donde
estaba el Alférez lteal con RUS visitantes, se adelantó Don
Manuel y postrándose de hinojos. con el Padre Camacho al
lado, le pidió perdón de una calulunia que l~ había imputado.
El pobre penitente no se atrevía á deJirlo todo de una.
vez, como habia hecho con Dorronsoro, porque conocía el
carácter del Alfér z lieal. Pero éste no se contentó con esa
confesión á medias, y le preguntó:
- y qué calumni ha ido é a?
-Yo dije, cuando aeció el robo de las Cajas Reales,
que el misrno Administrador y vuesa merced eran los auto-
res, porque tení- n 16: 8 llav .s.
El Alfél·ez Real no lo dejó acabar su discurso, sino que
levantándose turioso le grito:
-Salg!1 de aquí el miserable: afuera, afuera! Un hom·
bre de "bien como él, no debe tratar con un bribón como yo.
y diciendo esto, lo echó á empellones grado s abajo. (2)
Esto fué tan rápido, que cuando el Padre Camacho qui·
so intervenir, ya era tarde.
(1) Textual.
(2) Histórico.

• ••

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CAPITULO IX.
La enfermeda.d de Inés
Esa noche hubo en la casa muchaR vIsitas de las se oras Ñ

principales de la ciudad, pero al toque de las nueve se d:es-


pidieron todas. . .
. Doña Inés se retiró á su aposento y lIaInó á Andrea para
que la ayud~l'a á dpsvestirse. Esta operación se hizo C'onveF:'-
sando familiarmente ama y , criada. _
-Oh, qué calor! dijo Inés, aflojándose el jubón debajo del
cual tenía un justillo con aros y varil1as de acero, aparato;
que usaban entonces todas las señoras,. aunque tuvieran el
~alle tan pel fe<.--to que no lo necesitaranf CO'l'Ilp sucedía á Do-
ña Inés. Pero eso era moda, y sabido es que la Dloda es y h"a
sido siempre el verdugo de las mujeres. Y no' me siento bien,
añadió Doña Inés, tengo la cabeza pesada y sufro un males-
tal' general_
-Eso debe de ser' á consecuencÍa de la. agitacíó~ del día:'
tánta y tánta visita! jamás había visto mayor nánlero d6
gen te en esta caRa.
- y algunas d~ esas visitas- tan larg"as !
----Pero ninO"tcna más ' c:.xnsada que"la del Reinoso-.
-Qui ~n s e l i U 0 8 0?
.--~~se s '':> 1 ,r .1\rúv a,Jo de quien- he dicho lí Rll merece!' qu
anduvo tiig.nién-l o1 . " J. .Juev .s (i'n tO' por 50 41' ~ lati igJesi,.. s.
-Sí, C1CI·tU; -l .ni' , fu~ la m / 3 ]:4r~~a. el ~ ~ o(Jas .
- - on~i '1-e l:'ll ni (E' tú en~nJ "adu de . n· ' c 0cl. PATO'
si lne p rm1 i t ql. e e ~t" ,a 1 i n a r Cf-', S lo diré: ú. mi 110 m e-
1 • , ' , ;'\ ,
gu t a e.... o:'(.4Ine o, n1 n.,,¡j ~ ~ll' J l t 3~nl'püC'0-"
- q 1 le ha h eú no ,,1, ~ l~ • .:uu'!
- ~ ::tela.. p '~l'O '1 no lo q t-i re {)0rquc sabe' que el ni o Da4
niel tanl po o lo qu ¡ore.
- '\.- Dan j~?:l " . (-ll H~ Jr~ 10 <:tui re~ .
- x. . o no s é P'~"O .l1\:H ,.nín DV.~ ha die] ~ que desde el .Tue.-
ves SantO' e ~ifio Daniel le cobró n odio nlortal. Pobre n1.U-'
chacho!.
-Pobre por qu é ?
-Por nada. Díg:u11e, mi sefiorÍta, se ha fijado su merced.
alguna vez en el 11 iño I)anieJ?
-Muy poco, And1'8a; y por qué me pr0guntas eso?
-Porque no haJ jIl'~:'O todo~ 10R blancos que hall vpuido
hoy aquí, ni hay PYl todé la ciuclad) \J u nlnc{:bo más hernlo",
80', ni más <:'umplido ni tle rnejo\" (:artcter. Pi el niño f)anieJ
fuera nobl~ y rICO. ese si "'vrÍa. uu buen marido para su mer-..-
cedo Qué pareja,. Dios m-ro! qué pürejaI
-.Basta, Andréa,. ya puedes- reiira.Fte¡ mañaDa reeoger~

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~A ENFEBMEDAD DE lNÉs

.estos vestidos y estas joyas. Deseo acostarme, porque me


siento mal.' .
Inés ee dirigió á su cama, y Andrea á la suya que estab.a
en 1& .antecán.lara del mismo aposento; entre las dos piez811l
habí·a tUlla puel·ta. con gra-ndes cortinas de damasco .cu.rln€'sl.
Andrea 8e durmió pronto pensando en F0rrntn, y Doila.
Inés sin potl(· r dornur ,se puso á recordar las facciones de
D.a.ni~ para ver ·s i 'r. al ente merecía los elogios que le tri·
iJ:)utaba Andr(:~a. 'Según .alla creía este era el único motiv@
por que pensll.ba en..éL
Al df::J. siguie.n.te la fanl'iUa del Alfére~ Real se lev.a ntÓ
muv teulprano CORlO 10 tenia de cos-tulubre.
A las .ocho de la mafiana son.ó la campanilla anunciando
.que .el allIlllerzo e taba S~:l'vl.do. Pronto f stu vieron reunidos
.en la. Ines.a todo 108 luielllbros de lE'. eaSfl. luenos Doña Inés.
"'-:-lklnde está lni uhíJadH'f progun ·ó IJou ~fanuel.
-Inés no ¡¡~ ha Je\pant~do .aún., CGntebtó Dofta Francisca,
porque se haUa in ispue ·ta. segú¡¡ 10 ha. - icho A odrea: he
101.!-nt ado que la diJjl;~n tra.nquila ~l! la ('am~. y que le hagan
~ileneif\. pues tal v€'z ba "l:á pa "'a.dQ mala n.o« ·hA..
--Pero eH prec"iso sab?f" qu': tiene, no vaya ó. ser prinoi..
pio de alguna il ferlnedad g'l'a \Te. ~ odrea, ve á preguntar á.
ti! señ-o.-a si DIJ.(~d(;) entrar á ~ erl:". -
.". ud!" a ·i:orrió L cnmplir eon esa. o-rde ., y v<ñv'ió al pnn..
fu diei UG(} q..! ' f;U sefhH"i ta lo O~ p . r~~b1.•
D n ' fauu l, ante~ . e S(~ut~_:.l·s á. la. mesa., pasó al apo.
:eeut.o Inés y entró .c.ie n d .\ );
- y b1 ! lJ, hija I h\, ~ t-\ 10 que tlenesP
- i~llli(.1 dolor d -a.h ' za ba~:ta nte fu( r.te, cont stó elta,
.Y ·creo tBD _'$".ca e ;¡u;ra á juzgar por el e lor del aliento .y el
~rd0r le los oj( ..
_1)r. rne ~l lula ..
El La sacó e br;,zo de (\ph,1.jo de la~ eolcha.s y 10 presentó
á Don Manu~J. Él le t )mó la rJ.1ano primero., qt.:e halló ardo ..
~osa, y deep'u:s la pnLó.
- í. hIja, tieneR calentura.., y ba sta.nte fuerte. 1:f1sto debe
de ser ef~cto de la a".{itación de ayo)·. Ahora, mismo voy á .
mandar se te dé un be bedizo. No te alarrue~", pronto volveré.
-G- racia.~, padrin o.
~l regresar á la me a, anunció que Inés estaba con una ca
1entuil"a. violenta y que era preciso darle un sudor de borraja,
Dofta i"rancjsca. -<lió las órdenes .del caso inmediatamente.
y se pusieron á almor.zar.
r.rArminada esta. ocupación., Don Manuel se retíró á su
.e.n arto á recibir á diferentes personas que 10 solicitaban para
"lstintos asuntos.

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EL ALPÉBEZ REAL

Las niiias con RU madre acudieron á la cama de Iné~, á


asistirla personalmente, Le hicieron tomar un sudor de bo-
rraja, achicoria y saúco ( éste se compraba en las boticas,)
la abrigaron con esmero y se retiraron para dejarla tranqui-
la, quedando solamente Doña Rosa que era la amiga más
intima que tenía, y Andrp.a.
Después de tres horas de quietud y de silencio, 110 se ha-
bía conseguido que Budara, y la calentura parecía haber su-
bido de grados.
Por la tu rde fué necesario llamar al Padre Fray Mariano
Camacho, que ejercía la profesión de médico con bastante
crédito.
41 instante estuvo allí el Padre, acompañado de un lego
(ningún fraile de San Franci. cn salía jalnás sin compañero,)
examinó á la enferma y volvió á la sala principal á prescri-
bir los remedios.
Al retirarse enoargó mucha aoti vidad en la aplicación de
lareceta, porque la enfermedad podía tomar un carácterserio.
llofia Francisoa y sus hijas acompañadas de Andrea y de
Martina, &e consa.graron oon grande intc:n'és á la asistell~ia
de la enferma.
Al salir de la casa el Padre Camacho, entraban en ella
Daniel y FArmín, conduciendo la.s b e~tia9 en que toda. la fa-
milia debía partir esa tarde para la hacicnna. Don Manual.
al oir el ruido de las bestias en fll patio, salió de su cu' rto y
dijo á Daniel que regresara á la hacíen la con las b , tiaR,
que ese día era imposible' el viaje y que él avLaría cuándo
deberían traerlas.
Daniel y Fermfn entraron al departarnento inte rior en
donde esta15an las criadas: sabí~n que Andrea y {artina S8
alegrarían de verlos.
Grande fué la sorppesa de Daniel al saber que Dofia Inés
estaba e~ cama, que había sjdo pre<:iso llalnar médico. y que
éste habia aconsejado IDucha actividad en la ap1icación de
los remedios. Dió orden á Fermín para que regre ara á la
hacienda con las bestias y él q uado allí, ya porque esperaba.
poder servir en algo, ya por que no tenia valor para rotirarse.
AlU permaneció toda la noche, sin dormir un solo mo.
mento. pidiendo oada rato notioias á .l\'Iartina y á Andrea
acerca del estado de la enferma. Esas notioias no eran con-
soladora~, porque la enferma no sentía mejoría.
:re ro á la~ cuatro de la maflana, cuando se oyó la cam-
panada del alba, en San Francisco, montó en su caballo, con -
el corazón oprimido, y atravesando la plaza á la diagonal,
tomó la c,a lle de San Pedro hacia el llano. En ese momento
&autaban todo~ los g~llos de la ciudad, ple~rando el cora~ÓQ.

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LA E ... 'FER~Er AD DE IN:Éa 69

de los caminantes que p-mprenrlían viaje á esa hora, y el de


los enfermos que d deaban ver la luz del día. e Hn la~ ca ...
8as estahan todas cercadas por palenq e de guaduu, podía
ir viendo desde la calle el fuego ya en endido en algu nas co,
cinas Ó en algunos hnFI\O~. en donde las nu dres de f é l .1iha
ha~endosa cornenzaban á tra bajar en l s f a ena,.. dOl é ··tits.
y COlno la mayo-r parte de las cas as e:-.t:1.b a n cnn str iú lS
.con el añón princIpal pe rp a ldieula l' á la C' 1L., s ! v e' t 1 d es ..
de afuera los, cor·l'eLlol'c .... y en rnu c ho..:i ri lo.', a!g lllHl s vi~­ .J

jas que, aeostulubrada ti. desayullHr"e á la n1airtl (<.b a, e ' tq." l

bau haci ndo en bra-·t'ro su eho 'olate, cuyo ·r~· t(} (t.tH q.
irascendj a hasta la calle.
Daniel en u II nl0JU e n to estn TO en la haC"ÍE~n . y l(Hl tó á
Don Juan Zurnora la 1 jV(> ad le ~j .... ba en la e~"'b!l de Cali,
de la que e11 icl[ 19o :. ' pañol r <.tniee ,tó cGtltir p esar.
Pasó todo J ía en la Inayor 1 ngust'u sin encontrnr ali ..
-vio y sin tpner un instante de reposo. A la8 doce se a~!'eyió
á decirle á Zarnol'a:
-!.~o le PHI' ~ce hi n, fíOl' D n Juan, que me ndúl'ptl 08
Un rnu hacho á Cali ti pl' ,guut· r 06 .'110 Riglla la elJf 'll'lU't?
-Die -;..., bien. hOlnbl'e! nHltHli ahOrét nli -'11)0 á F'ro in á
av .riguar ~ón:.o sigue la niíl ; Ó 8i q i~]>es ir tú misnlo, sería
mejor.
-l\Iandemos ahora á Fern1ín. y yo iré á la noche ara
ver si puedo s(~r\7ir en a go, i á q' ted no le pare .. e tnal.
-Tienes razóll. D31lie l, In jor t!S 'lue tu 'ayas á la noche
y que Fertníl1 vaya ahora. •
l? , rrnín part.ló c )Jl~ .l tí imo á d ¡se p Lñ r ta.n . grnda
ble cOlnisión, y D l.ni c t uc ló l~.. ~r a. l1d o · 11 sunul. anSl -lado
A la" tre de la tar. e .. tUYO Fernlíll de r greso. Daniel#
que esté ba en esp3 'tati va. Le 'alió al encuent·o pl't, rUlltán.
dole cóm dejaba á la en t enna:
-Sigue n J. ala, coutest' Fermín, porque no se ha conse,.
guido .que sude,
- y qué dice el médico?
-El médico es quien crea que la. enfel'n1edad es grave;
ese recado manda mi señ ra al alno Zalnora.
Cuando llegó Don Juan y re\Jil>ió el recado de botía
Francisca, dijo:
-Lo siento, hombre Daniel: sería una lástima que fuera
á morir:se esa nifla. tan 'linda y tan buena. Esta noche irás
tú, Daniel, á ver si te ocupan en algo: no te parece bien?
-Sí, Don Juan, luégo que oscurezoa, partiré .
......... Llévate á Fermín para que te acompafie.
Gracias, Don Juan: lo llevaré conmigo, aunque me due·
le 'iue se quede usted solo. .

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60 EL ALFÉREZ REAt.

-No, Daniel: el mayordomo de Meléndez tiene que ve-


nir á cerrar un trato que teneUJOs iniciado, y me acompañará.
Msta las nueve.
Apenas comenzaba á oscurecer cuando Dan iel r Fermín
salian á et\ca.pe. bien montados, en dirección á Call. Llega-
ron en menos de una hOJ-a; dejaron los caballos en la casa de
Dofia Mariana, con sus rcspecti vos piensos de caüa y se en-
caminaron á pie á la casa del Alférez Heal.
Daniel ~e presentó á la~ señopas con recado d~ Don J U2n
Zamora, que lo en viaba papa vel' si podía servir en algo.
Ellas agradecieron la atención <.le DOll JU~tll é inviJ,aron á
Daniel á que cenara con la fal-nilia, pua;:; era llegada. la hora.
Daniel pasó toda la noche cerca á la pu~rta, del aposento
de Doña Inés, sentado á veces, á voces paseándoe;e. y pidien-
do noticias, :l cada h0ra. á l\lartina v ...<\.ndrea, d(ll estado de
la e lfel·ma_ Lo mi~mC) hizo en los dos días siguientes_ El q~Iin ..
to día e;:;t·lba TllUy rendid, : ya se creía que lo que tenia. era.
JIU fuerte tal ar( ilIo, enrerlnedad Dlortallas Inásde las vecos.
pe tiempo en tiempo le adminiRtraban una opa. de una
preparación que h.c oía en. una botella y que pareci~l. ser mi4:"
Wra. salina.
Serían J a las tvoo de la 11lañana euando ]):l.niel, no pu-
diendo l' .,:;jh;tir lnás, e ace .. (·ó á la punrtn eL l élprx:-aHto y l ' ú
un paso bU(..Ía adpntro: vi") allá. el ex t,reU10 la ca, J d ' ~ la
enferlua, C01,1 grClll ti . col g·q,d11ras <l(~ d[' 1\.1 ' t O. :·~b]~ 1- . fS por
.del' l).t - ió a uu a .() [1, Doña H,o·a. y á A I' t ! ·f~ d, ,le · .ú "las,
.so!.>r l:l~'« 1f) lb. [l ;~ d e los e:,JJ '~UO H ; lUl' l.,~np f': "a üe plata
alu lB or' ha tel1l.iell~en e la. habi ,él ción; ~ ~ () ·.; t,re ') á 1-1, f'a.!na,
con pa~o 11l11y su' V , . lT' strado por ,'u al' . t a "e a lOr y P .
)a agonía en q ne se l).a llaLn ; se det.u VI) de pi .orea u.l borde
de la c.=ima: Inés estaba acostada de ~ .·paldas sobl'a sá an .'
}>lanquísinlas, y cubieria hasta el cuello con colchas de da ..
masco; y d~scansaba !a cabeza l:> bre nntel!e. aIm hadones,
c:on fl1nda~ du lino borda(!as1 la e "pes[l, y abllnda.n t cab lle'
ra estaba di¡;:tribuida en dos gruesa~ t.n:11 za, . , que oaian á un
lado y á otro sobre los alrnohadones. Hahí:1. ~·\caclo un brazo,
cubierto con la camisa ha ta el puño y lo tenía sobre el pe-
cho, con la. m~no ?-escubic.;l'ta. El ro tro q uedah~ á la som-
bra de la cortlna; el separo hlaf,ldamen"te la cortula para po-
.der ver el rostro, Enton.ce~ observó que tenía el color muy
pálido, los ojos cerrauos, los labios entreabiertos: el superior
}.igeramente contraído dejaba ver el extremo de los blancos
y pequeños dientes; y notó iambién q.ue l~ respiración era
C01·ta, y aub€rlosa,

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LA ENFERMEDAD DE lNES 61

Daniel la contempló :,or no tate con inefab!e ternura; y luégo,


en un impptd repentino, volviendo á mlro'u' a lna enfernlP,'u8 que
conti n rtuhan dOl'm i las, se ital ;i nó rc"f'l't'11 t~ y apl icó sus h.hios, tan
ilrctier~tes como 8i tuviera ticl>r~, sobre la mar.o de Inés. y 111 iut~tante
volvIÓ ñ erguirse,
Inés abrió lus ojos y 108 íijó en DHniol, y e8tu~o m ¡¡'Andolo por
tin nlOmeuto.
Dani~1 rcs18ti6 as~~ milSlJa, porque creía qUtj ella iba á morir l y
eitaua reso JI t,n á todo.
Viendo, plHP; él que eUn lu nlirab:, y que al ptHC(!Cr 10 habia le-
cooocidol le pi'. gnr. tÓ en voz nluy baj<\4
-(;ómo se PiPll tet
- ~1 aln, Con tt'8tÓ ella, y cerró otrl\ ez 108 ojos_
trn s011('zo S(f esc/\pó (}e} pecho dp. Daniel, con cojo rnl,lo la ~t.
ferm .l uhriú los uj s d(· n '.levo, Pl' ro i!1 no nntó q \le 10 v(·ía p'~rll ue Pti.
ese mOUH:nto ~e habí:l llpl'udo «31 pafiuclo á la cara
rabn en ~i h\lldul
al parcc:l'l', 11<1- '1
IH(t~ ('xIw.ló Ilfl }a\'go y tl'l~to 811S¡1il'O. y Dnnie 1 temj ?oiJo q nc
despprt:u'!Hl la~ eJlfll·ml·r ..l~ y In cflcoutrurall ~) 11, palió nI corredol' y
coutil\u6 Itoranllo_
All ltn' 1i hah::t. nb-:;e rv. 00 t(olllu esta (\~('t n '\, IH1ci6ndmw la .lflrm ¡-
-da: ~\.'rmíll 10 llahi" mmnnl1 ael,. su.! !nspp(;has s bl'~ In pa, Ión de
D.,nifd, y l~lIa lo ( :()mp ;I.(.h~(;i:I , rPEnelt!t á ~.' "dar le el) Jo qlle plldÍt·J·<.s~
.A la. .~ cinco d: ~ i a úU: il 'l n~l, dt~jahd(J
h la ellfl'''fl'1~ (n lu mÍ. mn Gl w

f;n:u'ióll (lt (~ nnt ' '. !;J ji', D l'11~1


pan. la h IC 't,'1 1Ida. tlt~ ''mJ,al1Cldo de
F e' l'luín, eo!l (.) cn ... ~z;fU partido de dull1J'1 é hizo Looo el (-aruil:o 2il1
d(:SP"2:¡¡l" Jo ' l:t .OPJ I
TOIh'B I:~~ ·.•. 'n r I pr'ind;>:1!Cls tof ,l{'YOnatlnff C'oTl fH. <le! Alt~l'('Z
:ltl?Hl; tu ~i·:J'('la rH,t.i<;Í;, O!a (,'nft·tuwdlld th- lr!ú .. y se :'Pl't ~llrann\ :1
hl:\.nd.lr diari o ~ l~ !,t; .'('r;a'lu tl'W~, pl'c glln ~( lIdo
e tbdo de la. PO)' (.J
e~.f"l· ortL, y H. ¡J' ñ \'I~it;; \I'~a ~)(fl'g)nftlll;ent otra.
Ent.re ( l.l8 Re ~:C)n­
t!\b l l', t.!OillO E:ru. llntuud, has matronas m{,s j'ospl'tahles tic 1:,s cusas
V(~(; i lJ . ,~J.
jij~'3 iH11, (li~z V ~wí! de A bríl, si ~so cic
las fHc? .le 1a m»fianR, hlr
l,í < núnwru de ós ,as. de visir;a, {tn una saln inmediata nI apo-
g'l"fl
s'mt¿ tÍ.e la enfi)J'Ol1:l, Dofta Fnlucisca era quien lns lecibía, porque
BUS htjHB no des:tmpar:\han á IoéR, nue seguía !Q mismo.
-Qué eufcrme(lad es la ue Inést preguntó Don" Antonia Cobo,
seftOT¡l a,n.jan:., vecina. ue ~a fatXliJin. Caicedo.
~Ha "ta Ahora sólo subemos lo que ~stá á la v!stu; es decir; c'a-
lentura rnuy fuerte, con dolor de cabezal y let~rgo; pero lo que teme-
mos es rtUE:t vaya á s~r taburdill~4
- y qué r(;tn~diús le han hecho1
-~lllf!hí8imos, tOttos .:mautos hu ordenado el Padre C.lmacho"
-L~ han dado sutioles de borl'aja, achicoda y saúco 1
-Eso fu' 10 jll"imero.

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62

, - y baBos calienles con hojas de narar:jo y ceniza., }lasta las r0 4


dil.a,,1 ,
-T;lmbién se le ha hecho eso.
-Dénl~ hL rnlxtnra Salllla.
--Actll;.}ml'ntp ~p. le (l, td d,lndn, p(lro la cfl.l p ntllra {JO cede.
-Qne 1<.' <.k" 1.. tif1ém~l, qU(\ l3d t:lll bllenn ptlrx <>1 t " hilrdillo.
Sl\ lI:nnaba tisa.na fH'l' a n tOflOIJl a,ja 11" polk pey udlo, Ilello de
cebad -\. qul' Sí-' pOllllt :\ :o(wr t>ll aglla ha::;tn (Ine Ele. dpshap.hl.
--El Padre !'cs .. llvprñ ~i debt: (iárBele Ó 110.
,- Yo creo, O. 'fia Francisca, que ya es el caso de darle el air6
fijo: 110 h",y m:ls rt'ilH' ,Ho.
El aire fijo l'ril ,lI')1rlf~m('nte i1n<! toma ,lE' SOd¡l, r¡:'e era 10 {ll ..
til"" '\U(~, c lUlo r IHecho heroi<..:o. se l't,Llllillistruba. á. los qlle csiau.!D
casi ngon i zanc!n.
--_-0, . l'ilora , Inés to,lavÍ'\ (l"tá fucrtí' y e~e l'(lml"dio P8 lo últi-
mo que ¡;te (la P.ll rll1d., ya no (¡n, Ila (!slh'J'Hnz . El Parl/'t' (' .. t!:V'l al{uí
Dú hH':f-' ll1u l'ho y cl, ·jú Ilna nll(' va rrC('t:I')lle ~p. I'd,:i pr·paIHn·lo. •
'l'tld¡¡~ filo ~1\n()l'al" '1'11' (~I1Lf ' lh':n dt' d .. iLa hnt'Í:l1l poco mito¡ ó me·
llOS la rni¡o;;tnas IH'l'gt1I1t;I~, Y;'l'C tal,a. e. O~ tniSllll) r ... 1l1 dins, pOJ'I~lle
la fal'!lIa f 'I'lll'u e ~l!t'¡l. "11 ('e' tiptnneJ t' r: Olll \' pllhl'l'. Le Ilot,tbie era
que tod"s c('flclllíall re/(' indi'!:ll' la "l'lif~;ICIÚll d,·1 aire fiJo.
Do(la Alltol1ia c.. . d,o St' d(!RI,j 1\ó 1 (,frl'ci,.n·!o su ' Sl"l'de;iCl~ si lle·
g.Lb;t (01 c:!~t) y d(~l'~ IJtl) la lJlcj .. d .. Jr~ IN 1':If:' l',na, Al :tljJ' dijo:
-V/'Y. l\ "i .. ¡lal" d.~ I l'('c.H.O Ú D(.f¡a Mu j" r"tlgl1a:' , PUl'O parece
que t.h·llt· H . f l'fll" ( ' 11 la 1; . 1 11,
-Qlllhl huv ::tI:' ... "fl'rUlo?
':-".1. ', . lo ~é ;IÚII~ Pl'ro i )"(;( ' h ;l, CI I ;'IIII,) "l·uín para ~c:i. pasaba
pOl' a l' í H tllldat.'l dI" I llto O at'(', v· n ll ipJld,) pan de trigo. y de Ja ':fsa
de 1 (Ifa;¡ l:td I la Ilalll a roll 11a i':t '1I Iupl"u·le. Ya. \'. U t~d (ille bcturá
r f ' ) ' 1)1(1 l! \:llldo e,/Ull ra II pea.
ti 19 (1 JI {
- E, ' \ ( 1'11 ud.
111(, ('pfltinnó Pllfi' lma. al p :lrN!Ul'dp gravpd:1I1 flOTante siete oías,
flsto f", ,.lt'Hh, el tra (;l' ¡la ta (>1 di p'J; :r Dll e "t' dc Al:riJ.
fi:al t lld" e tll·tlJ}.O no (e .~ba. [Jou ~l(.fln"l ,ic 'fjsitarlll, de día y
den 1(' llt' .

] 1l1l1t·1 Y F\'l' n nn tam ! o('!o f:t1tab.m, desde i8a Jete do la noche


ha .. tH L ~ ('\ t1C'O d(' l ... 01:111 ; lIa.
D"lI F\',rtall tI) dI,' Aró\alo rn:lJIciah" Ú pI' gllntllr porla en!t>rma'
todas h,R m:.f1a r:al'5, An<irc~ q\ t1 ('la la que de anticipuba á den' la
reEllIIP, t.;"4 c()ntc~tHba qnl:, aegllia. mejor.
El di,'z y nueve po)' la n1:tftana:.l ll(lgar ti Padre Cftmncho á
vi8i tfll' si n ellfl'rma, la halló si D calen tu ru: babfa ndado copiosa-
n1(lIte por la noche, y á. esa. hora estaba fresca y tra~quila, 11ero muy
clé LJj 1.
EJta grata lloticiu. circuló al punto por toda la casa, colmando
de alegria á amos y ·crlaaos" porque Dolia Inés era queritla de todos

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63

Pero ninguno (le 8legr6 tnnto como ()~T\it,lj que estaba allí d(l@de la
ví~"eI'Mo. pUf.S pse dla era rlomi:'go y ttllllo\ permiso partt pasarb en la
ciud~d. Pc..r la tarde murchó para ha hHci~nrle, eon ('} corÜ.zón alivia-
do 00 II n gran peso.
Al : lf--gur, le salió al encuentro Dún Juan Zaolora pt'pguntándole:
--Cómo esta lu nlnu1
-F.ritá mf'jor. cl)ntpst6 n,m ie!; la culentura htt d~8aparecido J
el métlieo lu ~rt~e fuera de peligro.
-~It! alt"gro ruunhu, horo bre, Da'l1el: ha.bria sido unf.. lástima
~'De mt:rierh eH lit .flol· tic Sll ~dH.d esa joyen tlln hermosa y recata,is,
t,Ul 'loblp. y t),n rH~a, y (~ny L roallo ~stán pretendiendo DluchtJs caba-
lIt!roa prind p~leg d~ 'Jali. E~ lo r¡ lte y() IHgr>: u 'la jov~n como é8a
6eti Ilam;I.1 ~ á hacer la fd lt~lJad dd hld"lgn espMof101 más u(\.le y más
tm 00 1'1 .tad c. •
Daule. se rlcsmon t6 en e1 correrlor de 8U cunrto, poc n 88tisft:cho
del inocente pronóstIco qoe üeabuba. de hacer Don JU&U Zamora•

•••
CAPITULO X. ·
La propuesta. de Don. Fernan.do
de Arévalo
Tr~ dfl\8 (Je3pn6~ do bnber entrR>du Dnna ln6" flD c'mvAlecPDci.,
¡ua ,.resPlltó Dun Fernund'l de Aré\"alo el~gtlnteOleDl.e Ye~t.i(Jo. Don
. lanuel lo J't·cib,ó ..-n 8U cu~rLO partil~Qlur, en auJienoia prlTada
como S6 Jo hahia pedido.
Deepn~8 de 108 ~omp1idoll do estilo y de ba~~H8e informado
de lt\ 8l\~ud de toda la fumJlia, propaso 8ll usuoto en 108 eiguientea
términos:
-El paso que tloy. actoa!mente, senor Don Manuel, el (.t ema-
~8ja,lo s~ri ) :,ara mi, y 10 doy no tiin algún tomor. Es el caso que
CAtoy n1'lY prendarlo de la bePez" y d..,1 recato .1e la eolorita Dofta
nés dti I~f\ra, so pu fJila, y IJ nerría, si toesa merced no tit'ne J\]gÚD
inoon \'"enjentt~, que me concediel a r U mano, prometiéu,tule que el
mayor eAl t>t'fto de mi Tida sed.:. el tr~tt.ar de nac9rlu f ... liz. Yo pre8en ..
tar~ , Tuesa mereed 108 Qocameato8 en que COI:8t.. nu caudal, qtJe.¡
no es moy ('recirlo, 8i es .mt1ciente pllfU ,'jyir con comodi.r"d; tflm·
bj'n le manifestaré IHI! pruebas di' la nobleza de mi linaje, aln Ins
CQIAIC3S no me habría atrevido á pretender tnu alta honra. H8sta abo-
ra DÓ Ñ si 1~ sellorita habrá co!l~aldo Algún otro oompromiao.

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non' Ftmllyüfo e.fió a det'1f ~f~. , Don Munnel 6ont!»8fó:'
~~~ rrnputillt... qOf} ustt,d buce rS r~alment~ seria. iff nhijluf.
está muy .t~bil y ,.pt.'llti COl'D'feUZ' n c:('nvl,lfoCer. k"pt , t~ uawd que'
pasen :Algunos d,u. f~nfl lu égo flue JI) la Vf!a un tante r~p' lE'!tM, :e ha·
ré pre8('{1W la 80licitl ti ti" u,.t.u, ~ jnm..,"iatl,~nte le coml4t;!j(!aré'
lo ttue ella re¡mel Vil. Yo~ cO'no IU tutor. DO me opondré' á 1m' ..,,,'nll·
bd: si ,.11 .. de@t!ll eMar~c, ~ c.~:!ftri; y tia no~ conti'uuará .íV;~lldo ,
mi l.ldo, con honra como ¡Hasta "qUl .,. ftluy , contefJtftlJri~to 61i1.'
H sta no i3~r el part..'Cór de eil1f. Cti inótfl Dt~ eDllene )08d~e:uaeDw"
110 qntt me habla.
--..y cuándo podrlt saMr.ea respüoDt.a1
--:-Dt'utro do trelt tijag no! ¡remo! I'*ra }" bacié'Sdlr. pbTqñ'é 1n'~
ilOOf'!itá ~pirar t 8 t:~te» der campo: atlá ff! eX'pe".)ré l. IOlicit.ud d_
mt~d.
-líe r~i'mlto V'~e8#a m~rced que vaya y(y" la lMcieftlia de~u~
de quince ,U~. " I!!tlber mi suertet -
- V:¡YIl enht)rabnenl : ~('ri bren tee,bid.; 8áÍC'f le' atfrif,rto 'lDf\ ~-tY
. btlgll totlania C8Kti 11 os e'l- f'l :tfre,. ,l~r{ree Oli .1111';J . .,* 8e htt rn'n&aif~ J
tadt, a."'ltpre opuesta al matrimonio.
-:(0 imporia __ qn-i'e t o p1"obar IoPlw:mL
--Na nre f>pongo, f'B'fÁ Obted en In der~bo.
Don Fernann,) se de8pHió ll(:v~ndo f>0<.'a . elJ~fim Z'~, porque : .. 8'
re8ptle8ta~ dr.f Alfé re Real -tneron Inny It.'(-aa y le pat~· ¡'e roD d'" mlj}
.gü~tO, ppro ai t:' mplt\ cnnOlor~rf._
lJe~ abeJ"8l:i qu ·· Ar~.~l o pito PJsb{" bRlt}'ado ana vez p'iqnier CCM1
Dona Inét4: b"cia m· , ~ fine elltahB prt ndado de eH .. , Bia cine en-.
tU1'iera noticia do tot iuclina<;ron: DO era de 81trfJlIaa mnj~re8 .. qu te ...
ces podis. cl i J'igirg~~es unn CtU-t" de larrtt')1Pfl9 (;o~ bnen ~".:' sa hIt.
.Icnrnia, In tamal de ~u ri , t"~z" " el orgullo C'l'l'tC' se r.'"eJ"bwen- ... por".
te Y ha,~ la casa en q n? : ~o. tuba, crWll cirCllnif'a~ci,.8 que itJ,/",.dt&ll
re.ptto 8.un la 1,,8 gnl .. ncs mAa opMionBdo8 y HtT~,idf''''.
Don Fern"ndo hav.a cenocido Á U0111 In" eft 1:&8' i';rl~8ill8, y ~
:bahf,. segui-jo de lai jgre.iuif á 80 e8l11, ~~Il f}tte .n..t se me'!'u eu~n". cid
&ea persecución mnd". .
Ea ferdad qtre ~l se pre8en~aba dp " jsfta en ~é' (fe' Afferé~R.l"I"
cuando la f¡,unilill e8taba tm la citl'fl",ct ;- peto al1i 108 pedt~. df' f~milía
reciblan la visita y las .~r1orít~s p~1ufanet fun ~n 8U8 aposentolt..
Esta cnatumbre era genorar eo' cnsi todas la8' euaS' princjpal~8 ;
Mí ea que' )08 matrimonio! !e contra~batn ~nty6' el ~tnDdiel.lw y eP
padre dd la pre'~ndlcJa. Eato OCUslOnllba gta'tPA equÍ'VociaCi:>Il.8,-
aom"l le sucedió á U11 caballero de Popa,fin q.e piÚ1ó' a un nflble ea-
lano nna de sus hlj'ss, á qmen habi:¡ conocijo pn 1" j!g leti.;- p}l noble'
cat.lcr1'o l. cO"~IIi. ha DIADO de so bija, se eorrierf)n' huI' ftmoneatacjo;..-
Das y 8~ arregló todo. Al tiempo de celttbrarse t,I mafrimonio, 8~ t'rff e
'

ieoU veaijda de DO'," UDa de ras h~rmanu d. Is mRChacn ~

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el Ilo.io hi.so preaenie por lo baj. á su verdadera novia la
equiY'oeaeión; pero é8ta fu. tan generosa, que rogó é instó á
BU amaate para_que DO biciel"8. pasar tal bocborno á 8U po-
bre hermana. Y el caltallero d~ Popayán, realmepte noble,
' dió á 8U amada la pruoba más grande que podi. darle de su
.amtlr, e&sándose con su hermana, sin revelarle jamás l.
equivocación. (1)
A pesar de somejante rigor, los mozos y las muchachas
se daban 8U8 trazas para entenderse, porque la verdad ea
que 108 matrimonios menudeaban más que ahora..
En l'»t tres días siguientes 8e consagró Don Manuel á
despachar con el E.cribano de número .., Cabildo Don Ka-
nuel de Victoria, varios asuntos que le Incumbían en su ca-
lidad de Alférez Real. Teniente Coronel de Milicias y Regi-
dor Perpetuo. El más importante de esos asuntos era el de
..euDi~ veint.e hombr~8 que tocaban de oon~ingente á la ciu-
dad p~ra mandarlos á. Cartagena, á reforzar la guarnición
de aqttella plQ.Za fuerte. El Virrey de Santafé, DOD José de
Espeleta, habla ordena.do se tuviera lista esa gente para el
Jll6S de Junio, á fin de que UD piquete veterano que debía
Tenir de 8antafé, pasando por Vartago y Buga, para recibir
eu esas ciudad~s la gente qua á ellas corret\pondia. 8uminis-
trar, la e!lcontraral) preparada y pudieran seguir 8in demora
á su da.tlno,
Don Manuel dió las órdenes del caso á los Aloaldes y Re-
gidofet1. encargánd.cles qtte escogieran 0808 v~inte hombres
da entre los ro zoa soltp,co8 que no tuvicran ofioio conocido,
y principalmente d~ eQ.tre los jug dore3, enalnorados y pen-
dencieros.
L'l ~'8 era de marchar Don Manllel pa.ra CafiasJtordas
eon su familia, S6 pi' ~S6ntó de visita el Padre Escovar. Es-
tos dos person.jes, amboR de el.ovado cará .. ter, se estÍlnaban
sinceramente. oFque ambos eran generosos y benéficos. Es.
cosa evjdente f¡U8 110 vu.ede existir atnistad íntima. sólida y
permanollte# sino entre personas iguahncnte desinte-resadas;
no hay amis~ad posible ontFe dos tacatio6: ésta sólo existe
mientFas eUo.8 llegan á conOOArS8 mutuamente"
. El cuarto da tlon Manuel que hasta ahora no hemos de...
eri~# eva una. J>¡'8~a espo.cio8a con canapés t',¡forrado8 en va-
queta y patas dor9.Jas figurando laR da un levD. con una bo-
la en las garrll8; sillas de bra2;os, aon la armas ae la farni-
lia grabadas en 10 guadamaciles; !~randes poltronas aforra-
das en danlaec, , y una. gran lnesa C"'ubiert ccn creta de
paii.o verd8, Gon ti tero, ea.l v~dera., p pul ¡ 1). ~ as. DauajQ

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61

d. esa mesa habia, varias escudillas de loza y mnttJlJ JIenn


de plata sellada, tapado~ con papeles. Veíanse alli arrimR.-
.t08 á las paredtts, algunos baúle~, aforrados en va<)ueta y
con sus asas, como si estuvieran rlestinados para vlaje: de
éstoa. unos tení).l.n escritas ('on 8stoperoles las letras -lnicia-
les del no~bre del Alférez Real; y otros, esta cifra: H. de C.
Departían los dos amigos en sabrosa plática cuanrlo el
paje introdujo á una mujer en el cuarto. Parecla por su as-
pecto una madre de fa milía, é iba vestida con bastante aseo,
pero descalza como iban siempre la.s mujeres plebeyas. Su
semblante, en que había. ~esto8 dA hermosura, expresaba.
una profunda aflicción. .
~Qué quieres, mujer? preguntó Don Manue1.
-Señor Don llanuel, han puesto mi ma.rido en la cárcel.
- y por qué causa? -
-Porque debe doscientos patacones y no ha podioo pa-
garlos al cumplirse el plazo. Pero tenemos biAnes, y si lo
ponen en libertad, el pagará dentro de poco tiempo.
- y qué quieros que yo haga?
-Que me lo haga. soltar: él, vuesa merced lo atienden al
Jnomento.
-Cuánto es lo que debe?
-Doscientoa patacones.
Don Manuel se inolinó, levántó 61 ruedo de lar carpeta
que caía h~sta el suelo, y tomó dA debajo de la mesa uno y
"tco lnate, con monedas de á ocho reales; contó los doscien·
toA patacones y dijo: .
-Toma los doscientos patacones, vé y págalos para que
suelten á tu marido. .
-Dios se lo pague, sedor, Dios lo bendiga, dijo la mujer ;
ya sabía yo que no perdería. inútilmebte la vergüenza.
. La lnujer coloco en un extremo de su rebozo de bayet~
de Castilla todo ese, dinero y salió llena de oontento.
-Quién es esa mujer, compttdre? preguntó el Padre Es.,
~var.
-No sé, compadre.
- y el marido?
. -Tampoco sé .
. - y así da vue&a merced su dinero á gentes que no co
Iloce y hasta sin pedir recibo:
-Sí, compadre. esa gente paga, no lo dude; y si no, que !:
hemos de hacAr! (1)
-CompadreJ ej~cuta VUAsa mp,rced acciones que me de.,
jan edificado y que aUl!lentan la gr.~pde estimación que 1,

(1) Bistórico.

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L.\. PROPUEST1 DE AREV A. LO 61
pl'ofeso. Yo le aseguro qJle de todas sus rique7.a~, e~ft.s Stt-
Jna~ que gd,~t{i en soeOl'I'~r al pobre son las que realmente
Ilprovecha; porque, ~l Evangelio lo dice: eso es H atesvl'Ul'
tesoros e~l e Ci~lo, en: donde no 10$ consum~ orín ni polilla, .
'7 en donde la.drones no los desentierran ni roba.n." ..
Los vie]og ricos d~ ese tiempo uo guardc:t.ball su din~ro
.en arcas con llave. sino en es ,uclillas du loza ó ~n mates. que
ponían debajo de la mesa, ó en los rinconps del aposento; y
.cuando era. mucho, lo colocaban en graorlAs petaca.;; cue- ce
TO, sin cer-raduras. Elt~tam{~nto de Don FrHJlcihCO Sanjurgo
MOl)tenegro, otorgado en 1751, tiene esta ( LíURU 'a : ~, Teng'o
más d~ sesenta lti1 patac-oues de caudal, COlllO se verá llt)f.'
lo qUA ~e halJ~ rp en tnís petaea~. plata labrada. y otras j()ya~.'·
Al día. si uiente 8alio Don Manuel parR. CilñuRgordas ("on
toda su fatnITta. acompaftado de Daniel y FernlÍn que hacíau
.el oficio d(~ escuderos.
Diez dja,s d.espués, á. las nueve de la mañana, estando
Don Manuel en su cuarto, dijo á Pedro su paje: .
-Dile á Inés que me haga el favor de venir, que tengo
.que hablar con ella. .
El paje fuá á llevar el recado de su amo; un momento
después entró en el cuarto I )oña In6s.
Era ~d.mjrable cómo se habla repuesto con 18s aires li
bre~ del e'a mpo. Ya casi no Sb le n ta.ball ve~tigios de la re·
.ciente egfartnedarl. Ibn. vetitida de blanco, color de su · pra-
f rencia y que le sentaba muy bien. Don itIanu 1 al verla le
dijo afect~osamen~e:
- iéntate, hija, que tenemos quo hablar de un asunto
~uy grave.
-rné se sentó en una poltrona de vaqllf ta. q ne le ofre-
.ció 1)00 ~fanlJel, y lué 0, sin poder ocultar liU ('uriosidad, le
.dijo:
-Veamos, pad:-ino. qué asunto es óse tan grave que me
;..nuncia. y que confieso que nle cau~a mi~doi'
- E~ muy senci 110. ahijada, y en pocas palcl hras te lo
propondré: Don Fernando de P... révalo lIle ,ha pedido tu mano.
. -Bendito sea Di ,si no es lU s que eso: ya puedo res-
pirar, pues aíertamente t~nía miedo . . PeQ.sé que fuera algu-
~a cosa grave. .
-Paro eBt~ cosa P.5 grave. ahijarla, y debes r.e~olverla
según tu voluntad. Don Fernando debe venir hoy á saber
~ll respJl€1sta.
-Mi respuesta e3 muy sencilla: yo no qui~ro cnsarmo.
-No, hija, no contestes así tan de pronto: piénsalo bien ~
este negocio es de aquellos que reclaman un poco de refleo...
~ióJl, ya sea para dAcir sí, ya par~ decir no.

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- En el presento OItJJO M inútil pensarlo: no qul"I'O eallap..
~e: esa es mi Toluntud. Su mel'coo, paddDo, pue-.!e IDejor
que nadi .. valua.r la sincerida<l de mi respue»ta; si, su mer-
ced qU6 es taQ francQ, y que jalQ.ás pide plazo ¿ nadie para
decir lo que piensa.
-Es verdad, pero yo quiaiel'a que te tomartUJ UDoe días
pa.F& reftecoionarlo: y si paaadoa. é"os in.ietes en tQ negativa,
nada tendré que a18gar.
-No, padrÍtlo, 1)0 quiero casarme.
- -Mira que esto sujeto es ele familia princip~l y ademáa
hombre rico, Ya has desa.irado á otro., y QQ CI'80 que teng~
J"6tJOlución de quedarte papa vestir ifautos.
-Dígala • ese se,lior que yo 6St?y co~tenta con mi liber-
tad, que soy muy fehz alIado <le mI padrIno y que DO cam-
bio mi suerte ni por la de mi sa1iora la Virreina.
-Pero piensa, hija que ya 80n n¡uchas las propuestas
~ue has desechado, y que 1a8 gen~e8, conlO te he dicho otras
·v eces , podrán penRar que liIoy yo quien me opongf) al que to
.C8H6, pal'& disfl'utar de tu cauda,l. Pero miente quien ial
.digar (y al decir esto se puso de pie y se]8 fU6 encendjendo
,el ro.. tro), miente quien. tal diff&! La herpncia qU4I te dejó tu
padre está disponible, y el dla qua te casea recibirá8 de mi
mano los trainta mil patacones con aua intepese8 al seis por
.e ient4l agual, pOrque la Igle8ü~ no permi*e que S8- cobre UQ.
interés mayor; y 6110 acá en la. lndlas, pues en Kepalia sólo
se permite el ~inco por ciento, oorno podrá deoirtelo mi com-
padre Escovar.
-)f.o ss altHe, padrino, qua nadie habrá. oapaz de impu~
tarJe act(- alguno inderoc08o á un caballero tan cumplido.
como lo 6S su Jnerced.
-Eso ea diferente (dijo calmándose y tomando 8\1
asiento), e80 es diferen~ej y quien lo dijera SQria un mie;era-
ble. Pero es la yerdad, hIja mí~, que tu oauda.l está bien ale ..
gurado. y con sus rRspecti V08 intereaes. .
-No h'lble de intef~ae8, padrino, po1"que 8UpOO$lO que
esos servirán para loag'Q.stos de mi ub8jstenci~ en esta oa.a. 8.

- Por la Virgen Santísjma, e::tclamó Don Manuel po-


niéndose oip& V~~ de pis, que na.die me habíQ. hecho jamás.
un a~ravio semejante! y éste nlslo hace bOFa. llO diré Ini .
ahijada, sino mi Qlja~ eí, rni hij4, porqqQ oomo á tál te con-
Jiidero, y no ame á mis propios bijQS más que á tí. Pagar la
~ubsiAtencia! y esto en nli casa! y me lo dIce mi ahijada!
Diciendo esto aomen~ó á pa8f3.<lr~e ~gitnQo~ con las ma-
poa á la espalda. .
-Padrino. por Dios, le dijo Inés, hoy (lomo que está su
JAerced con la.1Qua; ~ cuauto le di~o le molesta; Dm¡Ca, &O

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ha manifestado tan !litado oo'Umigo¡ perdóDame! {jue no (0'
mi iatellcion ofenderle:
-Bien, Ineo, t e perdotto) pOT~ue cle'ttamente nCl has p~
dido . . ner áili!l o de dtenderrne. 'Esta casa es tuyá, potque
es luí? , y Iilicntr'as' tú lo quiaras.¡ -vitÁs á mi lada; muy á
gusto mí~.
-El1touces digaig ~ ése se:llor que yo DO' pienso en c'a¿
sarnie. 7 no tdu~mo~ más qué bablar.
___ .i!Q(j no, luégo que llpgue 1)0'11 FetnandO', le dite que'
tú p¡&~s unos (Uas para I1~Ílsar'lo.
~ )e nin"uoa tna ~ etlt, eeño1'1 el gola heeho d~ ve dir pl~ ..
&0 hace suponer que yo pvdría casarme con él. 110, j8lnás¡
no qÚlt.'rU. Aquí astoy contents 4 y 8i BU uJerced no me '. per-
tnite vivir 8si, le suplico me mande Ilt Convenio de'l Carmen"
A . P01)ayán ~ en dond4'f está la hermana de mi f'Oé!fl&ra Maria
Frallcir.sca. .
-Na, nd~ aqld effta8 biet1. Pe'r'miteme que le diga á e8'f1
hombre. que sol-.) hoy tA he expuesto 8U preteI~8i6n 1 que' 1(1
te be d;ldo, por mi valuntad* plazo de qU!Dt'~ tftaM •
.......8ea como 811 rderced qni8r~; peto es jnÍltil~ 8i á mi me .
hace ditedtamente sü propuesta, desde hoy lo de-spatlw C'0'8
.¡entos frescos.
-No, bija~ es asunto de J1Ura é'orteR1a: dé'jalO' á mi cu'Í-~
dado. ""f aborti que tu ]0 rechazas; ie ~OUftlltar'é que á mi
tampoco me agrada: tú me1"ec'eR algo mejor..
-(¡raciaflJ, padrino. _
- Huta. haja: si quiere.... JJUfI'des retirarle.
Inés Tolvió á sus' habitacionea.
Á penaa habia te-rDiinado elft", eonferencla ~uando ia
~erta de golpe rechinó 41 abrirse par'a daf en~rada á DOD
Fernando de Aré.aJol
Don Manuel l~ I'ecÍbió e'on oorte81a~ lo introdujo en la
8ala é hizo ealir á las selloras á que recibieran la ~isita: Do1Ia
Francisca, Do!Ía Gertrudi8 y Dofia Josefa salieron primero;-
.un poco df>spués Be presentaron Dofta. Rosa y Dofia Inés.
Don lrernando con vet'só con élla. con fina ~alaIiieria, fi·
Jando cada rate sus miradas en Dolia Inés, an;ii08o de de's -
cubrir en los ojos de ella algtín pábulo á sus esperanzas.
PeTo Doila Inés lo trat.a.ba con la cortesia con que irata~
ha á todos, sin dejar percibit muestra alguna de afecto (j
preferencia.
Cuando dió las d~e un hermoso teloj de C'ampal'la. q ü.e
halria en Jo. sala, entto una ~riada y preparó la mesa pata fa
~mida, Luégo que esta estuvo servida, llamó la tnis:na cria..
41aá Don lIanue1J á Don Juan Zamota '7 á Daniel: loa do.

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70 1tL .A:f.. FÉREZ lUtAL

ilJtimos saludaron á Don Fernando, pero Daniel no pudo


verlo con buenos OjOB.
Mientras comian. Don lUanuel y Arévalo sostenian la
conversación; égte último miraba constantemente á Dcdía·
Inés. con ojos de f"uamorado; y Daniel que Dotaba esto. 01·
vidándo~e de eomer. lniraba alternativampute ya á Inés
ya á Arévalo. No sabia él todavía la petieión de é8t.e; paro
sí veía claralnente que estaba apasionndo de Inés. Su gran·
de empefio era averiguar si ella le correspoudía.
La comida terJninó .in que Daniel hubi ra descubierln
nada. y tuvo la pena de retirarse á cumplir con sus deberee,
dejando á eRPI hOlnbre en conversación fa.miliar- con ):~s se"
tioras, tlS de~ir, con Inés.
Las sefioras por RU parte se turnaban en recibir esa can ..
8add. visita. y Dofia Inés fué la que Olenos tielnpo permaue..
ció en la Rala.
Don Man uel se retiró á su cuarto á rlorm ir la siesta, C08--
tumbre que nunca interrumpfa; pero á las dos mandó á de·
cir con su paje á Don Fernando que lo e~p raha en su cuarto..
Don Fernando acudió al punto, y allí le manifestó non
Manuel que sólo e~e mi~rrlo dio. había. presentado á Inés
. BU solicitud, y que le había concedido quince dias para que
rofleccionara y diera la reSpl1ebtú., pues un plazo en asunto
tan serio era. indü:ipensable hasta por d~cencia.
Dl'n Fern ndo Inanife tó q ) fa. t J o t Iler que
pernlanecer €11 la ansiedad por quince d a~ más, pero que 86
sometía resignado.
Siguieron hablando sobre diferentes materias hasta que
Don Fernando, sacando su reloj y viendo que eran las eua-
-tro. pidió su caballo. se despidió de las s ñoras y de Don Ma. .
Duel y partió nluy descontento para Cali.
. Al acp,rcarse á la puerta de golpe para salir, llegaba de.l
llano Danie! y se acercaba á e]]a para entrar.
Don }4'ernando detúvo su caballo al lado de adentro, y
Daniel detuvo el suyo alIado de afuera: la puerta estalJa
, cerrada en medio de lo~ dos.
Don Fernando, conociendo que ese muehacho era de U.
-hacienda, lp dijo con tono un poco imperativo:
-Abre la puerta.
-Abrala usted, contestó DanieL
-Pareces muy insolente.
- y usted nluy altanero.
. Don Fernando intentó irse sobre él y darle con su látigo.
pero lo contuvo el no saber de oierto qué puesto ocupaba eee
mozo en la hacienda y ~i tal vez era de la familia, con la
c~lle imP.9rtaba estar de buenas.

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LA PROPUE81A DE AREV ALO 71
-Creo, le dijo .. que tú perteneceá á la servidumbre de
sta casa, y en ese caso debieraS hacer los hODor'es de ella á
lbs que llega ti. ,
-Yo no pertenezco á ninguna. servidumbre: soy Secre-
tario pri arlo del sefior Alférez Real y le sirvo á él Y á su fa..:
milia; perd después de eHoR. no me bUlllillo ante nadie y di-
go corno decía el otro: Dpl R~y abajo ninguno!
. Un negro qlJP había ob ~ ~i"vado la polémica. llegó y abrió
la puerta. D)n F -'rn~ndo se la nzó afuera el prinero. y al
pasóir p Jr delante de Da.niel. le dirigió una mirada colérica y
le dijo: . ' .
- Ya nos vet"emos! r
-Cuando usted guste.
LOf( celos le habían ins.,irado á Daniei ese lenguaje
amargo, aleno de su educación y de su carácter, y acababa
e echarse encima un enemigo mortal

•••
CAPÍTU LO Xl.
Diana. y Endirnión
Á las ocho de la noche, después de la cena. saiió Oanle1
6e la sala, la que, domo hemos dicho, servía de cornedor, y
be dirigió á su cuarto tnuy preocupado, cavilando siempre
en su dañu sobre lo alDores de Arévalo é Inés.
El d~. as )ciego de su espiritu le comunicaba tal inquie-'
tud á su cuerpo, Que no le dtlja.ba: un momento de repo::>o: so
pasea ha, se senta b l., tornab.J. á paseanJe, hasta que. e le ocu'"
rrió ir á la coc-ina que, como él sabía muy bien, era lugar de
noticias y murmuraciones.
Puso al iti'jtante su pensamiento por obra.. En la cocina
fue recibido afectuosaf!1ent~ por l\lartina, por Fermfn y por
Andrea, y por los demas crIados que esté. b..J,D alli cena'ldo.
Daniel se sentó en un poyo de la.drillo y trató de !-lacar á
Don Fernandd de Arévalo en la conversación. .
-Qué le parece, nifio Daniel. diJo inocentemente Martl~
na, dizque se nos casa mi señorita Inés con ese blanco que
estuvo hoy aquí.
~Que se casa' pregUntó Daniel, sin poder disimular su
asombro.
---Síj sefior; que se casa, y según parece será pronto"

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72

-PE'r'O' (!ómo' sa.be1Y ustede8 ego?


-Torna! p. rque P(4dro oyó celebrar el tr ato ent e'
amo y ese blanco.
in'
-Pll~3 yo cr~() q t 16 PE dI'o se eq u iv ca. dijo Daniel: eg'
imposible que' una 6etlorita de laR pt'enda de mi señora Do-"
tia Inés vaya á pagatse de semejante paya~o.
-No me equivocO'. dijO' Pedro: yo o oí con estos oidoS'
que han d~ cO'cuer tierta.,
- y bien, qué igte?
-Oí que' ese blatleo le' habia Pp.di o á mi am& la iil n6f
de mi señOTitlÓ. 1nés desde Cali, y que }ó habia roi1a do pa:t; ,
darle hoy III respuesta; que mi • IlJ ) le dijo q ue mi seli'ó rli
Inés 1..., d:J.na el sí de aquí á quince d ia s, y qu e n o se Jo daba-
hoy mi~rno porque era prec ~8o p e ir plaZo . lia sta p l' ecen-'
cia. Eso 01 de8d~ alttel'8 de la puert~, pue D ha b,·al>a eli
aeereto.
Esto no eT'a 9 i: el plaz<Y ped idct p or 1 Oll' Ma u'e} n o ' era ·
para darle e'1 si dorna entendió e paje, que sól ) h=a l'á oíd ()J'
el fin de la. C-o,JV'e'1"83,ción.. inO' . ra ¡¡arte la res-ptte ta.,. qu~
va ~abemott que era un )~a redondo.
Pero el u~ro (Yedra lo CO'n tab C ()rtJ ha ' f'trtp.n i<do., 'O'
y lo sostenia c'o n ler1aci a d , para 11~ e"l c re r que él era j;er-'
80na ellt~rat'¡a: dA 1 se retos de sus ' 0'9.
Apenas oyó' IJan' el tan doloro. a n'otic'i , r.oaft'dor sintió>
que el rorazón t1e 'a sallriJele d i · o " :D de fUeT..I
tes las palpitaciolJ: que le dab'\: la san re se fe ~g rpó á )á
cabeza lali art rias de' la~ . t:>n,.c, la tieron C'o n vio en ia. lar
I

vista se le o cureci' y los oído 1 , ZUlrJ bSFO' c omo ¡Ji tuv· r»


adentro Uria multitud d grill. .
Por l"rgo ta' ) no' pudo m o v er se. 11 s ta n~ al· fln ,; j . de ..
eir palabra y haciendo an estue'r z . upterrlo f se le va tó y'
dando tr8spies se encaminó á Stl <: ar o ! d (}nd~ ~ 1 é~ qu '
entró, se tendió en la cama. al parp.cer herido d ~ ro 3rie .
Fermín qu j c<Y~npten<iió cuan dol O'ro~a deUia dt- der par
811 amigtl e's a notiC'la del ,c asaaniel1 t d e lnés, y n' ' b~ iendW
podido el>ntradeCfF á Pedt'~ . porque él ~€'í'a q-ae P:edtC) d~ct~
la verdad. se fdel traS' é·f y to' siguIó ha&ta &O cuart&.
, Al entrar lo encontró ya aeo tadQ';. le rlijo algttnas' pbla J
bras para pr'ovovsrl0 á q f.51e' e011f~sasra su p.. ...., per<t FhDre
110 contestó. _.
Había luz en la habitación porque Daniel habja dejadO'
encendida la. vela al ir á eenar. .
. Fermin pudo, pues, verlo' tendido de e spa.ld' en la f!aJ
ma, eon 108 ojos cprrados y un' brazo ~obre la frente. Vién#
dolo en tal estado. rf'sol vió quedarse allí acompaftáDdolo,.
~~ la espeta»za de <}ue al' fin le d·w ia aJ.go~

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DIAlf A Y ENDIVIÓN '13

Pero el tiempo paaaba. sin que Daniel diera f'etiales de


ida.
Calculando Fermío que ya eran las once y qu~ era tiem ..
po de ir á dOl:lnir. se acereó á la. cruna tí. dl'spedirse de Ha ..
niel; Daniel no contestó.
Entonces notó que todo 8U cuerpo sufría movimientos
eonvul8ivolil~ le tomo una mano y la eneontró ardi~ndo de
calentura. En esa mano te lía Daniel un pat'iu lo blanco.
-Nido Daniel. dijo Fermín: nido D.a iel, usted ~stá en·
' {ermo: '(ué tien ? qu'. -sientet
Daniel. e J o volvi~ndo de u letargo, e menzó á que-
jarse y á pronunciar fr8JJes incohBrenttt.8. Era evidente que
deliraba.
Fermfn se dirigió á &808 largos á ' su casa en bUtilca de
Martina, su nladre; ésta e8taba. esperándDlo pura aC08taree .
. --De dónde vienes tan tarde? le preguntó 6lla..
-V"engo. rnadTe, del cuarto del Ditio Daniel, en busca de
· .u mereed, pora decirle que está mu malo, con mucha ca·
Jentura. dehl"ando. Sin duda le du~lp. la cab(lza. pórque se
queja lnucb.o. Ti ne, además, co \T U1..- .ones 1 todo I en rpo.
-Pero no estaba stlno hace poco? No estuv( e nversan.
· .do en la cocina: De qué le ha prol,Y nid~ flsa enfer.nedad tan
de re~nte~
· --Yo no sé. pero Cl'eo que debemos ir á acompaliarJo sta
noche y á hac orle algún rcnledio.
· - y qué rem dio puede hacérQela á e ta hora? Todos
· duermen YG en la casa. inclu 1.) mi alO • que podría d cirnoa
(}ué 8 le hace por lo pr nto. plU~8 él Wll.hiéll sub rec taro
--No importa, yo '1 1)Y á ha ,erle ,mpañía; puede ser qua
· .el d ... lirio le p.ase y pida un vaso d agua; llllí estülé yo para
dársel,Q.
- Vamos, ~FermiD: ciert.amp.nte, eae pobre nil10 no debo
· pasar la noche abandonade,
y madre é hijo se encaminaron al cuarto del enfermo~
Daniel deliró toda la noche; en su delirio, la nlsyor par:oo
te de palabras int ligible" y en vo~ baja, se distinguían á.
ratos los nonl.br~ dt~ Duo Juan y de Fermín y otras veces el
de Aré4Val0.
Pero había una frase que 8 percibía. de cUAndo en cuan-
d claramente; esa frase era: 8e caBa! .
Asi, pasó la noche, .
P.oco después de habe~ amanecido observó Fermín que
la ventaria del cuarto de Don M uuel estaba abierta. y 8Q
re80l vió á irIa á dar cu nta de la enfermedad de Daniel. .
Don Ma.nuel fué al instante á ver al enfermo, lo pulsó,
Qbservó wdoJl los Jlíntomas de la enfermedad, ' DO puso ate¡¡·

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74

ción al~una en !ps 4ispa;ratea que hablaba, y salió ~laman~


á F~rmlu.
-V ~tp, ahora, mismo. le djjo, á Calj, á llevar.le una car-
ta al R F. Oarnacho: lleva un caballo del dje~tro, p~ra si cree
necesario venir á ver al enfermo. Ven. .
Entró en su cuarto, escri bió la cart~ explicanrlo los siQ-
tomas de Ja enfermepad. y qespaohó á Ferrpín. Este parti9
4 escape.
'Don ~¡anuel entre tanto tomo un libro grande, en fc1i9~
¡y coo forro de pergam1Q.Q, que parecia nuevo: erCl l~ obra de
medicina d~ 'l~is80t. '
. E.stu vo' leyendo largo rato, ya en una parte del librc', ya.
en otra; y después de mllc40 leer y m~ditar, cerró. el libro;
llamó á ~lartina y le indicó los remedios que por lo pronto
pebian hacérsele al en1erlpo. Estos eran: pafiQs moj~<108 'é n
agua fria, en la cabeza, y sinapismo8 en las p~erna8. Mandq
ae le pusiera ot~a almohada, p~ra conservp.r en alto la cabez~.
A las ocho sirvieron el almuerzo. pon Manuel anunció
á su famiHa en la mesa la repentina ~nfermedad de Daniel
y el carácter grave que preaen taba.
Los h~ceIldados de aqu~Uoa tiem~os solían l;Jaber algo d~
medicina casera para atender, en los primeros momentos,
a los inéliviqUQs de la fatniLia y á 109 esclavQs que se enf~r­
maban; y á veces, cuando eran e¡¡;tuqioeo~, tenían ~ambi6n
algún lib~o de rqediciría, Inl TíRS t e~ n il):r.) nuevo, re-
~ien introducido en el Nuevo H.e ino, pues acababa de se~
traducido del fraD~és. Un amigo 4e.Q Q.M Qtle1 se lo habí~
relniti40 de San'tafé en oQsequio.
. La fall}ilia de Don Manuel recibió pesadumbre ~l saber
la enferlJleda~ de paniel, porque ~n la ca a todos 10 querían
'Y estaban acostumbrados a su trato amable y r sp~tuoso.
A las nqeve llegó Fermin eon el Padre CarnRchQ y co~
el barbero de la ciudad que he:tcía el oficio de sangrador.
El Padre vi::,itó inmedia.tamente al enfermo. y despuéSt
de examinarlo con at~nción, lo hizo dar una sangría en el
brazo, y ordenó le pusieran sanguijuelas detrás de las orejá~
y que, cQ.ando p~s~r~ el delirio, le 4plicar~n ~~ cáustico ~n
la nuca,.
'Ferminada la visita del enfermo, pasq 4 l~ sala en donde
10 esperaban l~s s~fíoras con el ahnuerzq, pues sabiall que
babia salido de Cali en ayunas.
Le preguQtaroTl ~u parecer acerca qe la grnyedad qel
mal. y contestó que esa enfermedad era muy seria, de la.:
cual nluy pocos solían sal v~rse; qu~ le hicieran lo que defa":
J>a prescrito por sí ó por no.
, :-Pero cufil cr~e v}lesa :rat~r~i d.ad que S~Q, 1a ~,.
~~usa ~

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D1ANA 'Y END111IÓ.

Me ~taql1e ta.n ' ~rave? p're~up.tó Doña. Francjsc~. yafladiq}


~no('he estaba. 'bueno_
- -':"'Yo ereQ, contestú el Padre, que Daniel 4~ s .u frido al~
,cún fl1erte 8~cudilnlentq lnOrt~J, algl~l1a ~úoita y v~o!p.nt~
pe:JadumLFt.~ que puede llevarlO á la ~€'p",ltur~: ~~a. desgra-
~ia. e~ la má'i vroorl,lJle. ', .
E' Padre ~l asegurar q~e el enfeJ1J:qp era víctjm~ dp un
fl8clldiriljeuto .noral no hablaba por adivlnal'~as; rn~elltra&
bacia el c~lniQo de Cali á la hacienqa. fué exalnjnando .4
Fermín, conlO lnédicv prlJ<lente, acerca de 19 que IJq4ie~a 8617
~a.usa de la .enferlnedad. -'C

-Ha sufrido I)aIl}el al~~n golpe?


-No, mi amo.
- -~a. esta~o expuesto p~J' l~rgq th~D)PQ 4. l.Q$ anJores del
Jlol ? .
. ~Tampoc.Q. mi ~mo,
:-S,aQes ~i ~a tenjdo a)guqa pesadumbre?
. Al oir esta pregunta, Fermin no supo de pronto que con,
~e8tar: COIJ1PT~ndió que él DO debía revelar up Sal-reto (,¡lile
había sorprendido, perq tambieil echaba. de ver que' el Inedi
¡jo nece~ita.qa conocer ~a vei-d~deJ1~ <?aqsa dt.11 rnn! par.~ podeD
;combatlrlq ,c on pfob,a b lidudes qe aCl rtp. ll.esol \'u 7 ... U~8, dar
al Pa.drA l~ Juz qtle ~ecea.ipa.ba,~ p~ro sil} COlneter una Ílupru-
ftencia.
-Si ~e 1e decir á 8U mp.rc q. lo qlle piensQ, yo ~f o que
el niño D<l.ni~l ha. tonidQ ciertaluentu uua gra o pesadurnb' e,
- y clJál ~~ 8ic~9 esa peSu.du'11bre?
-ParecA que él quería ctJsarse coI! una nifia de CJl,li, ..,
que anoche supo q'lP .c.lIá ~e ca aba con otro. :
.' -Con raz)o! Illff~hz! E8a~ pcsadurnbr~~ profundaA, reel :
pidQ,s de rep . . n~e; prq lucen ~ebrejiJ cerebrales, y ~sta es la en,
terlnedad que el tlC&Qe, ~o hay duda. .
Luégo q lle el Padr-f: 66 de pidió. de rfl'gre~f) Jlar~ CaU,
Easarou laR sefi9ras á vi~jtq,r p.J enfermo: Doqa. Fr~ncisc~
Jba adelante y Doña Inés la últIma.
. Las' seíioras cQ,leñas de aq ~ell~ éllQca, torlas de raza. es ..
pañoJa. eran I)otablep por su caridad para COI) los enfp.rnlQS.
Una de esas orgulll)sas y nobles <lamas po -tía ver. (ton desdén
á un plebeyo: p~rQ si éste lIogaba. 4 enfar,m Ar de graved~<.J,
peponÍa. al in "tante su orgullo y se constituía. enfermera al
J>orde de la ca.ma dt)} pd.ci~nte. con tanto rnayor t'SOlero
cuanto fnás de8v~Jidu fuera. Creemos q1le de todas la.s ~o­
blezfl~ del rnundo, la e8p ~lñoJa e la olás a pr lPóE->ito p~r~
producir Hermanas de la Caridad.
. ~q. ~l clJaFto del eRferl~o est~l?~q I)qn JuaQ ~aQlora, 1

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76

. KartinR: Fermín liabia ido á la r.iéna,ga á cog~r las sangui-


juelas, que se AJlC\10ntran á la rai~ de Jo~ j 11ncos.
Daniel aoniinuabLl ql).~jándt)s~, .Y dtiliranrltl á intervalos.
Doña. i'rauci",p.a se acercó á la c,a.!na. y tocó el cnello del
~nferm) con el envés d.e !u mil.no. y observó qua tenía JIlU~
cba calentura.
Las nií1as e,staball detrás d.~ ella.
Do4a Inés se fijó atentamente en el entel'mo que estaba
·tendi<4> 4e espaldas. oon loR ojos cerrados .v el ro tro encen-
dido: Je paF6aió tná~ berIDos • qlJe nunca,. Notó que tenía en
la mano Ull patiueJo blanco. de fjno .oa,rnbray, que no 6ra de
J¡ombre; se fijó Ir)ás y casi llegó á. (Jouvencer¡¡e de qqe ese
patiuelo qabia sido de ella; vecordó entpuc88 qqe pocos dias
.ntes se 10 había regalado á Andrea.
Informa.da Dotia Franoisca' de que 10 habiaQ heoho los
,emedio8 ,ec6t~<Jo8 por el Padre Cam$ob ', S8 r e tiró orde.
paudo que le 3,vjsaran oQa.ndo FQ,mín volviera. 00(\ las 8a1l.,
.Buijuelaa.
Dofla Rosa. quiso qq~darB8 lJn rato aoompafialldo á Mar,.
j¡na.
l>o4a Inés quiso qued~,~e acompaiiando á Ilolla Ro~a.
Inés examil)aba con curh)8ida cl el Clle rto de Dal)ieI, que
le pl'recía 1Jl y lirppio; fijó la vi8ta e ll la lnE:1Sa el. dond él
~8crjbia. y vjó allí una cuartilla d~ papel en na 4~bía. unos
V s rengl()ll~S corto~, que parem o ver o . <

Se levan~ó cornQ par$ exarnit al' el c\ art y S8 llcercó ca


disimulo á la 'nc u. ., fijó ,,'~S ojo.' 8Q la ellartilla. de papel.
Sólo habia. on olla cuatro l'englun . . es -rito . . , COlno qt.t
ra ub,n. apenas oonlen~ada y no concluíd,:\ todavía.
LOQ cQatro renglones, yerfiOR si aFte, rd. é'tos;

¿ por qué remonta ~l ¡guita 84- teDleT~rio oelQ


Cual ,i j1Jtr_pida al mi8Wo '01 ll~gar f
quiai~ra
La Qnión 8a imposiblet Dios qqisQ colocar
La., ",vea en el _ire, '06 astro¡ en ~l cí lo.
Inés leyó astos Vp.r&Q8 varia.s veoes ¡ d spuéa 'q ledó
~to pen8a~iva y volvió á sentar'~ llllado de Rosa.
En eso llegó Fermfn llevando en la mano un frasco dEl'
.cri!'tal lleno de agua en dondt3 nadaban una multitud do
.anguijuelas. Inés s~lió á avisarle á Doña VI' nci8ca de la.
llegana de Fel'mín: rq.ientras atravesaba el e pacio que ha..
bía del cuarto á la recámara. de las señoras t caminab~ leu--
~~t~, COI) la cabeza inclinada y r~pitiendo para si; "
wlAa .v"- eD el_in, loa &.~rQlS ~ll ~l ~ielo.lt

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77
t10da .-ranciic-& ar.nihó 81 pontn "Cn1l'tJl:J1ladt' tfe tal .( )tra. dOtt
Jó"~tJe,., ~,F.to "8 ci~ Duna OPltrlHlitt y .Jp Out)" " o~.·f&. é irHnt.diat~ ·
inI"Ut.- auxlluidd de D'ln" Ros'f y ~or Alulrea, 8ftlii'Ó 18ft Mrlguij"u 1a8
«:00 notdble- f~i1¡.lact. ()uutltt) ~rlt bn~rui , cntnpatlivZl con lo~ enfer.
m08. tAtJt~ era dlf"strK ~ 1:, apht.,,(:ión de 108 '~lJIec1ioA4
Cu'&ndo qUlt:.roÍl 1"8 8Al1gu¡.Ju'ehta t~fJll-tl. de ear.gu·, vol "jtwt' ·8
, '0" babitaciones á e8pprar ttl reatO 1tacin.
106. It' retiró á 8(1 al'fteentu C(''o Aodtea, 1 iUia yez allí. le p;e·
aun"':
~Qué ldcl@tft r.'
paftne10 biirif~ (Jefa te dí en (l»JiP
Andrea ee ti butfzó J se qued6 c"lJaJa
-Dime la vet~.d; "thuU o ltlÁ«, pues yo 8é adnude tu' j "'r8t
.1 paft.ueJo.
. Atadre a.~rgonzadtt e n '08 0108 en el suelo y eltii'.~do la gold
de. camiea, le cunteat ~ I
-Yo 11 ca 1 digo tÍ 8\1 merced un" m~ntit"1 el p : fluer~ .e JI)'
di á F(~ rlntu; pyro si hie" m .. I, ité á )~dfreel()·.
-Nu ea n~ct'satlo 'in" se lo pidas, basta 00 <tu Te pr~g~nte
que hito .1 .... ¡~1.
-"-Vuy b(,Il:¡ .ni fijo! ,.111 c~, e.1 ~J c ¡art a ·Jt\f nini, Daniel..
An jt~ MI ió ! un jU8.cUl~ dU~l't~é'. ~RtU.() "'" vu.-Ita
-Die Fermtn qu . (>1 n,no ()ani I se lo pidIÓ diciérldole qn'e e*
'P 11 elo bl úneo er:t m ay j I.ropóidto para atutst! 1M t"aN ouando do·
UHn J Ir ml1 I , y. qu • l\ é 011.0 dul«¡rl -¡ J rjtfe le d1Ó efr e• • 1riO Dfto
de f! da cfut\ tntl r("g ló á mi. ,
- y en c1bn.i., eat Je.ed *{
.;.;.¡, V .., á er en ~ r8~lo•
. ' Audte)t f1 Ó la pi. ('onti~ qtle- le' servía d dorMiC tío;
.bt·6 un bH~', , (·6 1 f uftlleíu y Me lo prt'~,.nt6 ontJh,do á IlJél'.
loé turnó t): ' Ja.n(wle, Jo ti, 8,)oblb Y 1" ~x rninÓ'; hrégo 8 le- r..,
~ ,. ~ 1148 nau!' r ra p' reihtr á q ., OlíH ( 1,... l1Ji~Ólo' qne J ·,uaic. h ... bua:
hecho con ~I p.. Uelu 111· ,.wo) y 8" lo h!.uJ ... ió drc:iénrlolf1:
- fc~ Un bermo ft "ltn lelo, tle bn~,u. ~d. y tl1uy fin. : et.n ífll
pr.ó ~n t41 darntrio. Dime, Ancit~; 4-ad,.,if tú la cana de la euft,t
Iluda" de lJ$ni.. t
-:..: .. Of mi at.·norHI ne,che- oom rrano e!ltaiba b'tteno•
. -1411 Pudre Caanacho ñJ c'p- que na 8uftido un UCt:dillliento mor -t"
-Qué <es laCudimitmto Dtor~lt
o -SJtCucUmieoto mtJl'a l e! ..J:.runa pe!a.ttrrftbre "rofar.dA¡ . algun.
desgracia t6peDtiu», »IIfÚQ dC110f dé el.'s qQ~ le eienWsn 861ft 61& el
, hua.
~Ahf t4otonooslalSi la cauaa de l. enfer• .tad.
_,.y (loi) e8~ , o •

. r: Nc# m~ atrevo á decir la , .. merced. .


---Así fija 0131a ~ fS83 ClUA que no te·attevea , d~it...l.f
--S, que tu melced podria enfadarse coa.;go.

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. ..:.:..No .-aí tonta: dila cttalqniera que ella sea, 'Ine IrO me' mi.;¡:
iÍaré. .
-Poes bien: el nif}8 DSllieJ (-.;\yit fin tse aC<'ltier:tA anochtt " l .
IIU.,\,(" al nrol1'f"nto f.U qué supo que sú merc~l ere éasuba;
-,-y quién bit dicho flop yo' me Cll4l0?
-Pe',Jro, ~I p·aj~. 'lijo ~n )g cocifla oets'lte rlel nifto Dilniel. qtie'
ehe hl"nco rt"inol'o hHbia pechllú I~. mano de 8U tnt>rr6 f ' á mi nm'~; "n'
e{ in,rt,. cit· él; (JÍJ~ #T i am'o r., ~O'nt~ tó' "~n~ ya I~ h'nhia f'oinnnicatd.
Ii' prn,.\wda sí ~ .. nu'r,"t' t, y f,l1~ AIl fTlt'r'..- d 1., d trf.. el sí .1(>11 ir... fU-
()ui,.m fila~: '111('\ r'li) h · ril'll,.l ('1 sí : ; ...... iu.ám ... por'l,f,' ~n" cu~'iutnhre
1~ !~n'~1~3 CI~~lI~~¡~ ~~·dir UIICl8 d ••"" " • .plaz(J.~i rain., D... r~iel cuntr.ldi·
JO a P~()r, •• hNéud01tt Cftu~ ,afta senoflt & (ft" btu alto tUerlto <- ..... ', 80
D.f-!rc·.... t I!f' p. lrh, j1\mt!s e'lumora:so! dp un pay.zo. Pcru Pudro 808:
tuv~~ lo (ln~ rlE'C" • UI1 $tllt~(nrl(" 'lOA lo b" lih,oi o' con 8U'S oíd,,". I>ea·
d .. ~!~ fnonH!nt,., ~l nafio I).u.icl se levHt\tó y &{' fila R 811 C"'O:&, ~n' ..
ti, O(J... és)'6 mediu pri v~t'do ! desv:.riñriUo, scgun me h .. con~G
F~rDlín.
-Paje eFtápiflo'! No lmj tal ()88l1l1~ientfl. Yo co'tlteeté que oC)
qu(ariK c:a~"rmp. y lIJé mi padrino quien -1! jn que, esa neg¡,ti'va DO de-
bí. de dátdele en l4~gni let; que (Jo" decencm debl" de pe,lirsele un
pla'Ut (t~ (luinCé día" '),ira conk8taTl\!; pero e81\ contestacrón erA 1"fI-
_ifeJtMnleute UII no. "H.j~ ~8tñpi.Jo:
GualdÓ' ileltdu D'ofta Iné~, y Anc1r.." ec rQtiró {t 8\1 harbitaci6n.'
. Put mue·h'o tiemoo' permaneCl6 Irlés inmóvil en ('1 at'l ~hto en
qoo la rl ..jó A" Ir~l&, éon lit CH~za iuclioadu, ti '" 108 ujol' en (·18'l"loI
én prufunda n\t·.li~·ión.
}4;1 ~flf""lnu ~ra "i.;it,ul.) fr CI1Nlt-,emcntt' por Dun YMnn~], Ovil.
FrÍlnei,,~. Dóu Judn ZaLmQt.. y ~n-lre3.
M~rtr,.a (-ara 13 e'tlferrnmn J.,rill'cip .. l y no ~e 3(\parah:~ d~1 C11artd.-:
. FE'r!l.fu flS'taha én "xp"ctHtiv8, C()n el oa,Lmllo ensil h't)., t~Jltf1Pr"ndo
(W'lé'tlf'S -le Sil Klno: 1\ l!'t~ t~íl du lIt tc.r·Je lo 111' \'1116" O.m MMu uel fr
C,.Ii. " ,J"r:t' (~I ... nta ál P .. ,fru CJtmacno ,tel estllJO f'n qtl P se h21llab.
el (anf~rmo y t.!t fr~8l1l~'flo (~f' 10ff r't'm{'iho8; á tas seis «JIttQVO de ro-
greso' e/.!) '.lw1'as pr~8cripci().re8 P.tWritu8l
Por In nnche 6st •• vibrun las HN'()ru~ haciéndole las últimas aplie."
e>t(·¡·tnt»8 oTfl~qa,I"8 pur l'1 P:1(J're, y ~e ret1talob á l~ nnuve, dej'otlo ..
J(, ein o'aéj'orfa alguna, y con or,ten dtj que las llaml&rlaB en C..80 nace-'
urio. .
.l~é8 permanooia ~n Sil f'!Qlitto taciturna', pero no ya jnDlóyi~
ainu' ell' CCtotillUü a~itación: ' par~J" qu~ no }),m8aba en aaco¡;tarse.'
.tí 1M di ... z IIHmó á An.ire. y J" m~odó lue fuera á prE'gunt8l'
eómo segl f~ el enferan' ; Anurou lué á cnmphr eSa uni~n y á uu' mo.:
1Dcnto volvió &nuQci ndo que estaba muy mal" y que continua""eJ
delirIo.
1"~8 se 8e~t.6 como desfallecida y cQmeuz6 á hablar muy bajo,
~m.· si e8Ía,iera le~ndo_ A:aí' permaneeió largo rato. .

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DIANA Y ENDIMl6N 79

be repente se levantó '1 dijo á Atidfea: .


-VamoS á ver cómo sIgue el enfermo.
Eran las otJce de la noche.
Fermín esta.ba eenttfd" ~n la ?uerta del cuarto; M2\tttna en la
'ala, en una eiH~ de brazos, dormitabu; Daniel deliraba en ese mo·
ine.nto.
A! llegar Iné~, Fertnín se pUBO de pie; ella ]e dijo:
-~o te mUtJyas; vengo á ver cómo estA el enfermo antes de
acostarme.
Entr6 con PS80! l~\'ca y dijo á Anatea: .
...:.-E~p~rame uqní en la púerta. y DO hagas ruirJo.
An~hea se puso' hablar con ¡"<ermín en voz muy baia; MarUo.á
contil,uó dormitando y no sintió (1ue Inés entraba; tAl era la 811avi·
ddj CO"1 qtie ésta chminaba. . .
Atravesó la sala y se detttf'o ~n la püer~a del aposento. Allle-
gar HU¡ se pnso una mano !Soure el corazón COU!O para acallar sus la-
tillos. bani~1 colocado ~n Unl' media luz, delirabs.1 y era mU1 poco lo
que se le ~ntendía:
Inés puso lu muyor ntcnci6n tratando de petcibir el sentido d"
alguna fruse ó de n)gnua palabra. .
Poco rdto hacf'\ qne escltchab:\ sin entender nada, cuando oyó
que decia cluru y distinttlDJealte cstas pala.brus:
" Se casa! 8~ casa! " .
A Inés S8 le op"imió el corazón: sinti6 una iástima tan gr~ndeJ
boa ternura tan proluud~ hllCÍa eae pohre joven, que tan loca y
tiern:4mpr!tc la amaua.; que sin dan8 (juenta de lo que haciA, avanza
rcsuel ta liupf;a el borf)e de In cama, le tomó una DlallO al enfermo y
ar.retáud?~eJá sünvehiebte Se inclinó. acerca.do sus labios ~1 oído de
é , Y le dIJO cdn 'Voz tan tCOllC como la brIsa, y tan DlelodlOS3 como
10,8 sonidos de una ¡lrpa eolin: .
(l ' Daniel, Daniel! c,Ytj, Dani,el t t1\' me caao; Daniél, Daniel t DO
ine caso: oyesr soy yo: soy Inés."
Daniel dejó dp detiihr, como si realo1ettte htibienl oído y enten-
dido, pero tio abtió los ojos, ni contestó ni pronunci6 Una palMbra
íhás; . .
Ella a8uet:.tda y temero!a de que la hubieran oido, )e oprimió fa
mano, como quien se despide, y salió apresuradatnente del npoeento.
Al salJr de la 6ala~ le dije á Anc1rca:
- Quédate ucompan~ndo á Martina un rato; te dtjalé la puer~
ajustada para cuantio quierns ir 3 aco9tllrte. . ..
y con ligeros pnsoq se dirigió á sus hahitncionea. Acababa de ha-
cer con Daniel lo que hací~l. níUDa, la cRsta diosa, cuando enamora-
da y compadecida de EndImión, pastor de Caria, iba á visitarlo dor-
ini~o en la C8V~l'Ca del monte LatOlos.
~ Al entrar en su aposento ajustó la puerta; se acercó 4 BU cama,
le déjó caer ea una ailla baja que junto á la cam' había, puao 1~.J

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ltr.SlJ8 ertí.."tl~" ,r.brp 1" eSMS. TE"eHn6 ,,, ca!)~z;¡ lobre 10 1 bl"á~O. f
rompió ,'n arnargn:8imo th.ntt); Punto á sollozu. connll~ivo~, cn010'
.¡ bubiers muerto Jlar~ ~1I1l toda eapefúuzll.
F!n me,liu de ~8 tri~ti8imf) 11u'l"o rrununci:' á intervulo8, jnte ...
Rom pldHd ¡túr tOd aollozo~f ~8t '8 palat)ru~:
4' Dios nlffl mítlf ved qu", ItO puedo m;,.;! E:-ta tuelrrl es eru -
mio¡,
perior á mis fu~rzt\a! B 'jat-ult¡.. h~ rt-,.r",ttuo! .•• D~8.1e t.'l principiO'
eonod t'1 ttmor fatal .:le ese joven inft-li~ y m~ he bedw toIrell1JlTe IIf
dt'8entencii~a: f~llé m4~ ,mdla haeer yf.: ..... lÍ~ cornbut¡')u pur hn~o
ti~mpo d., día y dl! uuche. ee3 pasióu funl'&~ que se upud('r. bu d .. mí
alma! JO no h.· uhont .• do e't4C amor ill(lcn:t~tc) con una Iml.l.ra ni ~Ull'
eon UO)l mirudu: yt) no lé ht" tiaelo atla¡;z ••••. ! Uios mÍv. ~tl¡· haré yo.,
infeliz!. ••• VUáilt.uS vece lu be trutadt) con fd'" indr-f.. t·OLI' fU. ~h-'mJ.trt1
ti .. ghht, I.orqup ~\ pe"-tr Je mi., psi l1 t rZHS. era ~l á toda' hura mi n11P'0'
peD8Kmicntu, y cUnndo lo v~i" partir, tl'~ él su Iba mi .. hnH! ..·•·•• y~
eatoy candKtltt. )U uo PUt:'tlH mtlp.... .! Ji~¡ me 8mabn "4 mo »n 1. t{!O. y'
en tO.iM8 lill~ au:cionf"s 111 ¡." dt'jahu comprerHltlr, á l)(ltmr ,fe tH1 d ... hca-
deza y 8U respeto. Y yo~ y yu? Ky ~ ",i. 11e:iVenturllda f t n lo I P. 3"lla ·
do con pu,.ión profufltla. 91ft ,lt'jarl&' of)n'OC~r, ":'OI'(f\'»e v. i., que IJ1f
amor era tia tU'H'" sin ~81 rrltllzuf .•• Yu tw tolittu J1l-:tr. infeliz ,·tlA él,·
porque para mi 00 ha- bubl'io COllé n e1o. D\.'\tid i.~h<Hh,! (Joé Ya il h· ot\r
de mí! .••• Por <tnA IV) Jl'l~ opjaroll morir efl:tJld" eijtn tl ., (>u!. 'rrüa !. t.al·
.ez él hubhna IlIUcrto tümbié 1 de p~8a 111 nhrp ~ y :¡ tu ..... hu uicr"
eODclui.lo. Ah rd si él mlltrel'u, yo morarÍ'S. Qtlé haré yo, ,Di.,Et mlu!'~
V corrían llbnnd¡}nt~merJte gni:1 J.lgrit.,as pur BUS mejilla , caiun
.,bre 1118 br...o~, y ue tos hr"zod sobre hld sábanas d(~ la cnm:a.
E3e' I1unto d,ll'Ú cerea de un& Dora Y' á él su sigu-i6llh abat imien-
to extremo.
P1ls~du m~cti., Jl(, C~ entr{) Ar.drea:. tratando ele no 1, ea- rnjd •
porque crma d-,f luid,. tÍ su ttc!luru;. sinembarg), algo ~OJlÓ fet puer·
la, é Iné~ &()br~pa)~I~ vul~ió ~l Futitru 1 lil • 'r á Aindrea 1 prt'gun le> :;
, -'Jónto 8igue el enf.·rnH)?
-EtltK tranquilo, CUf.tf>St& An\irea. y parece. q 'ttP dn~rme. 1t-:¡.
Jfart.ina dice f~-\.e I~ ha ba-jftdo l~ caJc:n-tuJ"" y que t~8 t!l r11mt>r 1Il0-
1D.:nto de "IiVJ' ) quo 8iente el pohl'e niflo d~&tle que (;I'YÓ f'U 1.. CHma.
-lJt.ndito ~t' Oioti r. exclauló I·nés. (>Ie~ando eus uj1lS flJ • ido,-
.11 cuy~' Durada, á 8t,;r da día, habl'Í1l podido deacu~iJse una ff>rvor~
la acción de gracia ••
-EcJ muy tar.t-, AnJr s,. vamos á oortllir.
t\ndr,>a JlUÓ á- 8U dormitorio é Illés apagó la- yola y se alcoBtb
yestula.
Por tort::na la agitación de sn animo babía sido lan I!TlJnde, que-
al calmarss COD fa· noticia de que Daniel ~~tNba mejor, se aint..é rea-
crUda de "anuncio y pronto le q.llcdó dormida-.,. .

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CAPITULO XII.
Los dos huérranos
A1 amanecer se presentó Andrea en el cuarto de Daniel
"averiguar oomo habia pa9ado la noche., y entrando en el
do.rmitorio .observó que estaba despierto. Acereánd08e á la
.cama le dijo:
-Cómo se 8ient~, niño Dantel '?
-Est<ly mejor, Andrea.
-Cómo ha pasado la noche.?
-La be pasado bien. he tenido un 8uefio delíeíoao.
-Cuál fué-ese 8uefio?
- En mi letarg:o me pareció que un ángel de blanco y flo-
tante ro.paje. se acercaba á mi cama, me tomaba la mano T
me decia: .-' Inés no se casa. Luégo desapa.r.eció dejándo-
H

me en un estado de fe1i~idad indescriptible..


-Eso DO fuá un sueño...
-Que no fué 8ueJio dices~ .
-Sí, digo que no fué BuetíQ.
-Pero hay en realidad ángeles que baj~n as[ visible-
mente á a cama de los moribundos? '
-Si 108 hay, de carne y hueso.
-gué quieres decir? .explícate no mo haga& penar.
-F ué rui setiorita Inés quien vino auoe conmigo á sa-
ber. anted de acostar8e. como ea.taba. udted. y oyendo qut' d~ .
liraba y que en el delirio decía que ella se casaba, se acercó
á usted y le ijo que ~8e matrimonio era falso..
-¿Ella misma me lo dijo?
-Ella misma.
-Bendita sea! no sabe cuanto bien me ha hechol aiem-
. e ué, ues. un ángel el que yo ví! .
-Ahora me en vía á saber c6mo ae siente.
--¿Ella te ha mandado?
. -Si, ella.
-Cuánta bondad! Dile que estoy casi bueno: que malla-
na, ó tal vez hoy, podré levantarme.
-I-Ioy no: la señorita se enfadaría por ~8e disparate.
-Bien, no me le~"antaré~ dále las gr cias de mi parte por
:su fina at~Dción, mientras puedo dár~t!la8 vo persollalmente.
Andrea fué á Hevar á su señora la alegre noticia de la.
mejoria de Daniel. '
Se ve que para Andrea y Fermín no era. un misterio el
amor que DanIel profesaba á Inés; ppro era esta la vez pri-
mera que Inés daba muestras de intaresars6 algo por la sa-
lud del apasionado mancebo.
COUl.ú ~8te lo había. dicho, des días después pudo levaD-

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8! XL ALl"ÉREZ REAL

tarse de la cam~ á un~ sUh}, $in salir del euarto, pues no po-
q.ia da," un pa80 pOF I~ sqm.a debilid~d en qUA estaba.
Continuaron baci~n4ole lQa reIIlediQ& propios parq. l~
convaleecenc ja"
A los cut:\~trO días ya andaba por el cuarto, y á los seis
salía á p~searse por el corredpr y por el patio. Pudo ver á
Inés, ~unque Jl,colnpañada de las sefiQras, de suerte que ape-
pas ~QJlJ3jgp.ió c~mbiar con ella UJl~S pooas palfl.bras de pura.
cor~esia.
Quince oías después de haber. caldo enfermo, á eso de 1~~
once de la mañana, puso Daniel una sina P,Il el corredor, á la
puérta de su cuarto y se sentó; vió salir 4 ~sa hor.~ á las se...
fioras en dirección á la quebrada de las Fiedraa, que distaba.
de la casa unas dos cuadras; COIJl.ill"cndió que ib~n á bañarse,
en vista de los utensilio~ qqe llevaball, y Qbaepvó que Doñ(l,
Inés no illa opn ellas.
POC"Q ,~tQ después, cu~ndo ya hahíaI) entl'adQ en la ar-
boleqa. que sombreaba las márgenes del arroyo, apareció
Doña Inés en la pueDta de l~ sal~1 y a~ludatldQ á paniel des.
de allí, le dijo:
-Cómo va de mejoría?
- V AY bien, sefiorita, mil gracias .
. - Vép~~se . á 1.J.Q r~~a, c~;u:~versaremos pa.rtJ, qu.e se dis~
~ralga.
- Voy, s~fiorita.
Daniel est~b~ bien a.brigado: con SQ,CQ, rU~Qa. y sombreo:
ro, contO convalesciente.
ApoyáQdose en un bastón, se dirigió leQtQ.mente á lá sa"!
la: allí tenía Inés su costura.
Hizo sentar al convale&ciente p,n una ~illa y ella Sf1\ sell~
~ó cerca de él y tomó l~ co&tqra, como par~ cQser a.l mismo
tiempo que conversaba.
Pero antes de dar una puntada, fijó en él sus bellos ojos
at~rciopeJ~dQs, en. qu~ se descqbría un grapde interés mez-
clado con profunda ternura y le elijo:
-Cómo se ~joqte2 Daniel?
. -Ya estoy buenQ, señorita, ya rpe &iento casi tan fuerte
como a.n~es; y no me QcuPQ en nada ni sillgo lejos de la casa,
pcrque 01 sefiQr pon M~P4el .Jlle Aft ord~nado que me este
ocioso, y tengo que obedecer.
-Hace bien, parét- evitar una recaída.
Siguióse un rato de sileI1cio qu~ ninguno <lf3 los dos rom-
Ilfa. porque ambos estaball preoctlpados y respiraban acel~·
rada mente, como con susto. Al fin Inés, haciepdo, un esfuer-:
A.Q, contjnuó;
-Uig~J#e, Daniél~ 4cuá1 ~1.J.é l~ caus~ 4e ~\l e n fermedtl41

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LOS DOS lJUÉRFANOS 88

=- La ignoro absolutamente, SofioFita, ~1 ataqpe fué re!J


pentiO{l, y puedo asegura pIe que sólu cuando pasó el mal vj-
pe á cOl!1prenrler que había estado enfprmo.
-Si usted 110 .. abe cuál fuá Ja C;U.JSª de su enfermedad,
ro si la sé. I )~njp1.
--Usted la sabe? dijo Dan¡~l sorpl'enditio.
-Si, creo sllb~rla. y Ri l1t1t~d quit'~re ~e 1;1. diré
Daniel no oontestó. Jnés dirhdéndol~ una rnir~dfl. en qu~
136 revelaba la :nayor n'lansedumbre, le vre~untói
-Quiere que se la diga:
- Ñ' o sé si sepá alguna cosa gra \"e, cont~stó Dani~l ha,.
jando los ojos, ni si tendré fuer~as para r~sistirla.
-Sí las tenrlrá, porq.ue yo no dig-o que la ('osa sea grave,
pi tendría valor- para ..econv~nirlo. Quiere que ~e la diga?
-No, contp.stó D~niel Fcsqeltameute, nQ quiero ~aberla,
J>or lo menos ahora.
-Pues he de decírsela. y ha de ser aQora. dijo Inés son~
tjéndose para conlqnicarle aniln()~ por'Jl}e lo vt"la. Jnuy alar-
madoJ se la. diré ahora, porque no es faciJ que po 'JtJ,QtOS haT
blar á golas, Danjel, continuó ella viéndnlo tí la cara: ul!\ted
ha puesto en mí sus ojos j usted ha oolooado en mí sus pen.,.
samientos; \.}sted me ama apafiionadA.ment~ y me ha deJadQ
,adi vinar ese alnor de mil maneras; y se ~nfermó porque le
dijeron que XO me casaba. No es aroad? , .
Danlel, desde la primera frase 911e ella pronunc·ió vién~
dolo á la ~ara, se fué «311cendjendo ('olno una grana. en se ..
s-uida S~ Pl.lSO Je1ltamel)ta de pie é inclinó la cabe~a, comQ
JJU reo flue e8t;i ()y~nqo leer u s nf;encia, de muel'te. CuandQ
ella acabó de hablar, dobló en tierra una rodilla, diciendo:
-S'3ñúrita, perdóneme Utstf'd! teng.! lá tima de mí!
- .;\.lcpse u t~d pronto, no sea. que lo Yean.
y CQmQ él GOlltlllllase con hl rodilla en tierra, ella le ten~
dió la mano y 10 obligó á l~vaDtarse.
- A horn. sién tese usted.
paniel Jie sentó OQ1I el rostro encendiciQ y dejarrlo ver en
todo su selnblalltp, una grande emoción. No estaba meno&
impresiQnarla Doña Iné. Ella continuó:
- -Hace meses sé que usted lne ama, porque, qué mujer"
por rústic~ que sea, no adivina quien la quiere ~ :pero ese
ap10r f\ólA servir4 parft. hacerlQ f.Í usted d~~gr~ciadOt y ya lo
es. A qué puede aspirar usted amándolne con tánt.a tenaci-:
dad: yo no podré jamáR casarme con u~t d: bien sabe cuáleH
sqn las exig~nciH~ Rociales y bien conocp el carácter de m~
padrinoz él no otorgará mi JDallO sino á un hombre que pre"!
l3 en te ejecutorias de nobleza y que sea rico, porque así lo dis";
ptJ.so ~i padre. Si mi corazón llegara á {>relldarse de al~úq

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EL ALFtRRZ REAL

sujeto que careciera de e$..as dos condiciones. nobleza. y lor-


tuna, nli corazón no Rería oido. Yo no podré casarme con
quien yo elija: ésa es mi ~uerte .!
Al pronun~iar esta última frasp. se Ip saIíeron las lágri.
mas, é inclinó la cabeza y guardó silencio.
- Señorita. le rlijo Daniel. no llore u8t~d: sus lágrimas
me hacen dallo. Si tanto la hace sufrir mi in~{l'nsato amor,
fácil me e~ evitarle el sufrirniento: muriendo! Sí, moriré, 10
$'erá usted: será cuestión dp poccs días, no más; pasados ésos,
me babré despedido de ust~d y del mundo y de la vida. 81
no he JllUerto ya. no teng¡) yo la culpa.
- No. Dan ie 1, díjr- lné;, enjugá.ndose las lágrimas, no
morirá usted: yo no quiero que Inuera; oigal.): yo no quiero,
-Bien. trataré de vivir y de no ser un estorbo á su feli-
-Qué felicidad? Yo nunca he pensado en casarlne; á cee
l3efior que ha pedido últimamente mi mano, le contesté con
un"O in nlediato.
-Bendita. sea ust~d y bendita la hora en que )a conocí.
Ya no quiero morir. Y por qué habria de morir:' J\li amor es
mu(lo, respetuoso é inofensivo. El día en que la vi á usted,
allí,en aquella recámara, quedó fijado lni destino. De en.
tODC('I!S a~a no he t~nirlo un 8010 pensalnionto que no haya
~ido PaJ.'a. usted: }[i amor e grande. profundo, desinteresa·
do: ~jn esperanza! Quién HOy yo, huérfano infeliz, sin padres
y sin deqdos. sin lin je cODocido y sin fortuna, para aspirar
á la inefable dicba de ser su e poso~ Si tal prodigio Stj verifi-
cara, tal ve~ caería, tDUerto ba.Jo el ~norm~ peso de tanta di ..
chao Yo n.o espero ~SOt porque. no ef;toy loco: me con ..
tento con ~mal'la en silencio, con segui rla con mis ojos, aun-
que jamás deba alcanzarla, corno la tnaravilla (1) sigue al
sol. No me hllpida que )a aloe, que la v~nere, que por uti'ted,
y ~olo por usted, viva; no Se enfade p')rque yo la considele el
norte de lnis pellsami.ento8, el n~anto de mi vida, la luz de
mi alma. Oh. la amo tánto! Quipre uRted que viva? déjeme
que la ame. Qui re usted que no la ame~ déjeme que muera!
-Bien. nanie), ámeme cuanto quiera. Nuestro destino,
como lo ha dicho usted, está fijado. Yo no podré ser su es-
posa, bien lo sabe, ni podré faltar á mis deberes: no! y,0 no
.olvidaré jarrsás lo que d~bo á mi ca.lidad y á Jni educaolóo, á
mi religión y á mi raza. Nuestro amor es una gran desgracia!
-Nueatro amor? Qué ha dicho usted: Nuelitro amQlP He
oído ma.!?
-Ah, no! yo no he dicho es('). replicó lnés alarmada.
Si, lo ha dioho. acaba. (j6 decirlQ, »0 10 nie~ue; por qui
• (1) Noml>re que le 4a eD el pala al ¡irasol ó l1eUotrQPo.

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LOS DO'" HUBRFANOS 85

Labia: de ¡liga," üsted IlRC tan cruelmentfr. con


Inés lo miró por un rnotnento C'O't) profunda lástirna,. y
corazónr mi
iuégo, baJando los ojos contestó:
-Desgrac'iadamente e~ veruad~ á que negarlo ya? Nues·'
tro amor! eSO' he dicho,
-011 Dios rnÍoi la felicirlad me RofoC'a~ F!6w es demasia-'
do! lli corawn es muy pequeiío para eOlJ&~'flpr tal torrente-
de felieiciac..f! en este i U ..~tante me parece' que de amo'V ¡ne'
tiuel .. !
y pouiénd0'S8 de pie-. se O'piÍlní '\ el a<1raz~n CO'lJ la m 'a no#
y contInuó:
-Pero es p():~ib]~? nv e.:l un bllefi, t ~ ex veroad qUA uAted ..
la m :l:i hermosa de ll8 Inujt"rl1:;:¡ se ha cHgoado dé V'O'I Ver tiU&
ojo~ hacia mi?
-Daniel ,. yo no ~o'Y de pieul'a:' b"istant~ he luebado! :r s.
no 10 hubiera vi to á usteu al b ,)rdf del ~t"pul("rO' pOI' cau~a ·
'mía. to,[a,vía t'eSh:itlera¡ pero no plI ~ do más: e~to., rendida!.
-Héme aquf, pues, el m~R ventu roso dA to(i,~s los tnorta . .
tes! Jarnás m.., tíl1hiera atrevitlo á tKYñar' '8anta; dicha! aunque'
es verdad que siguiendo ~l cO'llsejo de lA. salJio mH~tro para
toda.s la!) situacioned fhfícriles. todos los Jía.s hUlUij lallo- ant~
ltio , ponía lui la' iO' e-n t-! I J''')'( vo P 1· si aca.80 había; e8peFanza~
~Pef(1 qué va á Aer de n lsatr'(, .-\ ahol'a? Pensar en Inatri-'
mouio es quiln ra: Ilst . . 1 lo r~~(1IlO C así: l1st;e.l rni:HlJtl ha di
cho que la unió e in ' ~osilJle- y q le Dios quido Colo Jar
u fAIJ aves en el aire, tos aístros en 1 cielo-. ,(
-- ómo sabe u · ted eso? preguntó D ui 1 en el co lno ,J(j
la adl ira iÓll.
-4Por U 'I l.l te\l va d janñO' l"a t~o . po.,... oquiera de RU
toca pasión: estn v · e aft:"'Ul3.. y u ted lloró al borde de mi ca-
ma y me besó la m ' }f)': 11 'to la pidió á. erlnÍn un pañUt>JO'
(¡Uf habla sido mili. y luraute su p.uferrnedad I Y7¡'mia e
pañuelo contra su peche ~ ugted deja en la e ' f.t d srr cuarto,
á la vi ta de los qu ~ entran. ver80S que revelan la a t ivp.z de'
8~S pensamieoto!,,~ u3t;ecl c~e ea i heridO' ~e. nu~tte po,:q~le la-
dIcen ~ue v7J a C' Ral".ne y en BU debno deJa pp.rcü)'lr SU
aluor y RU. celo s. ¿ Cree usted que' t ' utas muestras de UDa
honda y tena~ pasi ' n no habrían al cabo de imp.Fwional' tn·
Alma. ~ Pero, desdicha.dos. que adelantalnos con e~ta confi-
dencia? Y yo, imprudente, que acabo de revelar mi secretot
-No se arrepienta, señorita. de haberme dado hoy la
'rlda ~on sus dulcísimas palabras. Su secreto 8erá guardadO'
COD raligiosa veneración.
-AMi lo espero y así lo e:8iijo. Pero repito, Daniel;. ¿ C)uW

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86 EL ALFÉREZ REAL

hemos adelantado con nuestra mutua confidencia? Ah, so-:


ÍítOS rnuy d~sgraciados!
--No se aflija u3ted: mi pasión continuará siendo mudn:
y respetuosa: yo Duda pretendo, tiatia espero. Sé <.jlle uHted
sabe qUA la amo coti fretiesl, y sé Ciue uii amOlO no le e~ iüdi.:
ferente; por ahora, esto me basta.
-Por ahbra?
-Por :lhora: quién cdndce 1<18 arCrl,nC1s de Dios? No hay
ác3.·o uria. Pr()vitiéncia que vela por la suerte dJ las mOI·tales
y qu~ ~~m!~~ra y fii\TOreCe á las almas puruF;?
... Tifio D'l.rtl pi. (rj -; Pcrlro ~Ji voz alta dORde l~ p 11Prta ue
}a s da. Tni atoo 10 HaflHt.
--V(JY al in~t~ntp; contt:st6 I 'ail;et.
Pf'dro se rt!tiró.
-Me V()~': ~eñ·.r;ta: qué n)e ordpna ust~d~ ,
.:. Nana. Ua'ni<-·); crhdaJo coÍl unst hl1prUdet1cia! l\1:¡ ho-
nor no ha. de sufi'it el uJá:s l~ve detrimento por su cauRd.
Adiós¡
y le' t'(~t'ldló lh tnat:HY. que él O'primiú con ptofundo respe'-
to, ~in atteverSe á a f11iC2 r á el1:¡ SUR IalJiO's. porque todas las
l>uert'-l~ estaban abiertas y p(jdlé.t f'et vistd.
Cuando Inés Se vió soItt. colocó á 11n lado' la costura, cru-
tó los btazQs y se pUso á refig~ciollaf; mirando al "ieto' raso
de la casa. E..,tal:1:t encendida como un clavel. Luégo. ha-
blando consigo lnisma, comenzó á decirs ,= h'ahré he(-ho ¡nal?'
pero que O'tra cosa podía yo hacer: fui cora~ón ya ardía,
¿c6mo negarlo? y ahora. el fuego de sus p 'il'\hras y de su Ini-
rada lía completado el incel1:dÍ'O' y me ha acabadu , e abraear
el almnl
Estuvo un tnomento pchsntiva, y luégo añadió para .4:
Jo cierto es que descansó .ni corazón. Pobre nltlchacho! tan
h rmo~o, tatl bien edtiead J y tan sufridO'! 1'" sohre todo esto.
huérfano como yo: ni padle, ni madre, ni deudos! Por qué"
no me lo propone lni padrino para eSIJoso:' Por4ue no es no-
ble ni ric(Jf que me ianpO'rtan tÍ rrtllas ríqtiezas! tengo lo bas-
tante p9r-a que pudiérarnos s~r feliees ambos. Pero y la. al-
curuiat y 1as ejecutoria<;; d'3 nobJe:iaf cómo podr'Q. yo pchar'
una ma.héha subte el htstte de mi 1'aza? como despreciar las
órdenes de !ni padre eon~iguada~ ea su téstamento. Pobrtl
de mí ! ya rev~l~ mi Sdcreto y ahora tengo mipdo!
En esto p.~rcibió la voz ue las se'ñ or.l.s que reg esaba"
del bado, y tu vo que io"tertumpir 8U soliloquio.

- ..•.
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CAPITULO XIII.
. ; El paje y A révalo '
Daniel acudió presuroso al llámamiento de Don Manuet
. -Entra, Daniel, le dijo éste; V~D á escribir. Cómo te
bientes? .
-Estoy casi bueno, sefior, 'N" ya puedo consagrarme sid
peligro .á lnis obligaciones.
-Es verdarl: noto que tienes el rostro rilúy animado, e8~
tás de buen color y tienes la mirada clara y alegre; Lo cele-
bro mucho. Ven á f\~cribjr uha carta; siéntate.
Daniel tomó la silla e11 que á~osttirrlljraba sentarse á. es-
<.'tibü' cuando Don l\Ianuello ocupaba, la aéerc6 n. 1a mesa,
qu estaba cubierta con una carpeta de pafio verde que .c aíá
hasta el suelo y llena de pa.pAles. edn tinteros, salvadera,
~lumas de ganzo, caja de obleas y oarras de lacre.
Daniel" 8,(!Ó tIel bolsillo su navaja, tajó la plum'l con
treza. la probó en Ulla vuelta de carta y esperó que Don M
huel le dietara, . .' .
El papel era florete. grande, sin reglar; éste se partta
()uar~illas,;.• y cada una de éstas servía para una. carta.
Don Manuel dictó lo que sigue:
. "Sefior Don Fernando de Aréva1o.
, l\Iuy 8f\ñor mío:
La presente tierte por Qbjeto ctlniúfiícar á VU8S3 merced
tillA l)oña Inés da Lata y Portocarreto, lni pupila. no quiere
sujetar 8\1 eer'\Tiz t(,navía al santo yugo del nlattimonio; lo
cual fn~ ha encargado diga á vueRa merced, dándole al mis-
mo tiAmpo las gracias, púr haberla creido digna de ser sU
~~poRa.
N ueRtro Sefior guarde á YllC$C1 tnerced tbuchos aftos.
Cafiasgordas y Mayo, 30 de 1789." .
'rerIninada la e8critura no la cartá, Daniel le echó are-
nilla y 8~.1o. ptesentó; él la leyó y puso Bu tirilla: " ?dantiel de
Caizedo." . .' .
Todos 108 de esta familia escribían BU apellido con "1
griega y Z; Dbn ~laDtlel ponía la z pero tib 1a y gtiega.
Daniel cerró la carta, lá pegó con una óblea y puso el
8obrees<"rito.
Don ?\Ianuelllamó en voz alta: \
-Ro:ña. . ' . . _
~Mi amo, contestó Pedro que eetaoa. al lado de afue'rá
de la puerta. -
-Vete ahora niismo á Cali, lleva esta. carta ti Don Fer.
bando de Arévalo, en la pIe zuela de San Frailci8co; y va8 en
Beguida á casa de Don José de Micolta y le preguntas de mi
parte si tiene qué comunicarme al~o·.

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88

El paje pnfffU6 nn cnballo de lo~ ~u'~ babía sueltos e:1 el


patio y salió e-n él á g:\Jppe para Cali.
Daniel so pu~o' de p' e pa r a. Jf~tj,·u rAe. ,· preglHl'tú:
-Tiene su merced aIg:Ulla otra' cosa q 'le tnp·r't-rlétrme?
-No, Daniel,. puedes irte, cuídate mucho, ,al'a evFtar'
una re~aida.
-Creo que- ya D'n: hay peHgJPo. 8t·tiotr;; antes' quería- pedir'
á vuesa mf1"rced un (avOi'.,
-Dí qué quieres.
- Un amigo mío Be' c'a sará ~1 do-rning.? pró.x(a.no .., me ha.
eleg-id~ para parlrino; Y'j (l...-seO' preí3 arl(.a ~f} servlt~i'o,. ~i t;lIS
merced- me da licencia, y , 11 ",~P Cdt~O Ole iría e ' o¡;'U,...t ' "por la;
tarde y regt'esftlria el lune..; muy de llrañct na.
-Está Men, pued~ ¡ro Cé-mo se lf~ma tUi amigo-~
- Man'Qle'l A r~'e'__
- y la. B~ía?
-llerceOeS Salg\ler~
-Es r-fe!08 Salgueros d~ C'atayá?'
-Si, se'ftott'. '
-B'uenéit genie. Y qué pi . ~:),s novarle~' par~ la bod'a:f
ue su p0Nlf& que' ~ llevarás algo.
-Nada,.. s~ño1'.
-Eso noa pUt:'d~ "er. Dile á Zamffl"':\ que" m~nrlt'" m~ñana
una novilla ~v..da á Catayá en tu nombre. \fu dar:é ord~n ' '
~aria F~aD ·~~a p 'ra que- ~e dé una: botijuela de vi'n~· ,
DanTei d.:.:& ~5: g.raeta:s lo- tnPJOIr qllle pudo y se retl:rO muy'
agradecid<Y..
EntFe" tJanto- É'eur<Y, ~ q\l'~n I )on ~ Manuel llamabm ROli(I ,..
eeguia: su eamino con direc(,w n á Cali.
Don .F"flrmu dO' de' Aré "'alo t~nía Rll ti~n de mp.J1en'Qcía8~
españolas etl' la e qu' la de la ton dp San .1trMlCi8co. Enton-
ces no b;J.b~a- calle llil ba rrio espe-cial de~tinadc')8 al cotnt.arci~
de géner08' y ~s aT..\ Y estid~, la~ cuatro ó- cinco tiendas-
q e había en 18 ~i ud f esta.ban en calles y barrios" difer~Jl!­
tes.
El paje lleg& á 1 tíenU& de Arévaro á tiempo Al\' que estw
e8taba en ella. alIado de adentro del lnost~arl(.,r~, lpyendo-,
porqºe en ese IJl'0'tn8n.te IrO habtta compt"adov algt O<Y.
El neg~ salud con la ft~e €le cUl't't umb-F'e • ,~tJada á 109'
esclavo8. que ra ésta: ., &Iabad()t sea: el nombre l e' Dios," y'
e18aludnrio re - ?OD Ha: "Alaba6tl SAa para sielnp~/' fr.. Se1J'"
que 80lian aco~·tar di ~ i'endo":; ........ "'ATabad'ü'sea Uio8'~ . - "Pol'" .
eiempre. "
. Arévalo' salió rontament~ afuera dell mostrador cua·tl~
onoció que ese lle'Yro ~ra el paje delA-lférez -Real~
'''P'e<ko eat.egó carta-~ dijo:

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19 ~ .

-Adio3, mi amo.
-Espárate, dijo Arévalo, por si fuere ne~esario cODtes ..
tar algo.
Abr.jó la carta. ~on preeipitación, la ttevoró con la vista,
y se quedó callado, profundamente disgustado.
Al .eaba de un rato dijo al paje:
--Da la vu.elta por el portáa y entra, que tengo que · h~..
blar contigo... . '
El paje dió la vu..elta y entró ~n el patio. á tiempo ' que'
Arévalo RalÍa por )a sala al corifedoT, babiendo dejado cerra-
da la puerta de la tienda.
-D.esmóntate un momento. dijo al paj.e.
El paje se des:Jlontó en la gotera de la. .casa, y entró en "
el cor.red-Or. .
.-\xévalo se seotó en un escalio que aTH babía, y .el paje
quedó de pi~.
-Tú eres el paje de Don :Manuel, no es así?
-, oí. mi amo.
-E8tá~ sielnpre en la puerta de su cuarto y vea que per-
t60naa entralíl en la easa y euáles salen de ella,?
-Si. mi amo.
-Díme, pues: ~~abes i Dolia In~s.de Lara. tiene .;algún
iIlovio? .
- o mi amo, DO sé. , v

-Ores.. tú ql~e nadif la Ame ni la visite, ni que ella tam.


poco aJ e a na<he?
- 0, tni amo; cóm.o -':.0., yo si tl'aoor ~so, dijo el paje,'rién·
dose y mo~traod() sus limpIOS y bl·:tllro~ diente", yarlmirado
de que un hla.n~,o convprsara con él sobre asuntOi5 tan altos.
-Pero tú. sabeR u 19o puesto que te ríes. Toma. ese pata..
cón, pa ra que compr~s eigarro . y dime ]0 que sepas .
. -Pero ti' no sé nada mi amo, dijo el paje, siempre rien-
do mal icio amen te.
,ArévaJo se fijaba 'en esa. risa maliciosa.
-De man.e"a qu~ tú crees ·qu.e 'esa setiorita tan hermosa
no tie e ~uien la quiera?
~~l paje. que había recibido y guardado el pataeón~ con-
testó deseando satisfacer á ~réva¡o.
-:-Lo que es quererla, eso sÍ: yo creo que no falta' quien
la qUIera rnucho. .
- y quieJl es ese Bujeto?
-El que parece quer¿rla mucho es el niño Daniel;'
-~uién ~s Daniel r
- ~8 ~l escrihiente que tiene mi amo en la hacienda_ '
-Un joven blallcláquien leestáap ntandoapenaselilO.
COJ que _co~ia en,la me~a con la f.J.milia. el día que estuve alláP .

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-El mistpo, Plj atQQ.
., ~os pjps de ~r.évalQ despidiellon cAnteBas. Luégo oen!
*lqpO.
-:-Por qué cre~s tq que la quiere?
-Por nada, es que se me pone.
-Cuéntamelo todo, pqes ya me has dicho 10 principal!
V ~ngo á rega.lante pn qermos o p~ñQelo para tu novia.
Fué en efecto á la tienda y sacó de ella un pañuelo de
~)~odóJl de polqre~ vivos y lo dió ~l paje. En seguida le dijo;
- Por qué crees que la quiere?
. -Porq.ue el otro día que su merced estuvo enfertna, el
f!ido Da~lel llegQ ~ la cama, Je Qesó l~ mano y ~e pu~o á.
po.r;t.r..
-Viste tú eso?
-No lo vi yo mismo, peDO lo viá Tomasa y me 1Q contó.
DéSpués, el día que su merced estuvo en la hacienda, porque
~ijeron los criados que ella iba á casar&e con su merced, el
piño Daniel cayó enfermó al momento y casi se muere; y.
Jioy, antes de salir de la qacienda par.a acá. los y~ C011VeP!
liando 8010s en lQ. sala. con mucha animación.
-=-y crees tú que ella lo quiere?
-Sí lo creo, p ¡nei paln'len te desde qoy ~
-De dónde es ese Daniel?
,.--Pe aqJ.1J da Oali~
-Quiénes son sus padres?
-N o tieqe pa.dres, es huérfanQ .
. Arévalo estuvo cavilando un rato. Al fin dijo al paje:
~Vete: la carta 1)0 necesita contegtacióll.
El paje montó en su c~b allo y se dirigió á 1~ casa. de DOfl
~o8é l\1icolta., que queda ha á. la diagonal, OOQ el cQnv~nto de
JJaD Francisco de por medio.
Don José l\licolta entr ~ó al paje un pliego cerrado p'ar~ J
~1 Alférez Real y lo de~pidio.
A las cinco estaba <te reo-re&o el paje en la bacie~da; en-
tregó el pliego á su amo, d sensill' el caballo y volvió á si,:
tu8trae pn el pUIlto habitua.l. en la puerta de su cuarto.
El Alférez Real abrió el pliego de Don Jo é Micolta. Al o:
~al~e lfayor, en que le qacia sabe r. que habi3. lleg do de San,:
~afe una. escolta con su corr'espondiente oficial, á r e oibir los
reemplazos que habia pedido el señor Virrey para mandar á.
lJartaKena. . .'
Cuando Daniel salió del cuarto de Don Manuel, se sin-
tió perfectamAnte bueno de alma y cuerpo. La influenci~
del ~spiritu sobre S\1 organismo, había sido tan manifiesta.
lJue c.o~ 8ólo pabef ~abla4o qe $U amor COD Doña Inés y ha."!

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XL PAJE Y AB~VALO

ber escrito él mismo esa carta de neg~tiva, se sentía tan sa~


JlO y vi~oroso COlnQ si nUl1f~a hUbiera c> st~do erafel mo.
Salló, ues, alegre y coulutdcativo d...-seof:),-} de enC071... 1 .
tra.ls~ con D\H) Ju' nZ~Jno[·cJ. Ó e ,)ll Fe¡-ulill. p.-tra co lversar
con ello~, no de su amor quera un ecreto. liÍ uo dtO CUctlquic- r
posa" Qllería hablar con' 19Ú1l anlÍgo, para d~l' ~xpansibll
fJ. los variados afectos de su alma, ya que no le era lícito can-
~ar y ba.Il,tr Rín llatnar la atenf'ión,
P~ro Z~!uora. y l. ermíll e::,t ~l.ball un 103 tr' bajos c( n la
puadrilla, y l\1a.rtina ayudaba en la cooL. a á la& oriadas del
interior.
. Le fué forzoso entrar en su cual·to; allí se pu ..,o á medita~
en su buena suerte y á pensa!' también un P09Q en lo futuro,
Del abistno del desconsuelo había subido de repente á l~
~umbre d~ la felicidad: había tenido la audaoiq da declarar
.su alllor á la señora de sus pensaUllentos, y 1;;1, dicha inefa .
J.:>l~ da sab~r que era lunado.
Pero qué había adelantarlo con e~o? SI sita-tejó '] er~ tal
vez pec')r que untps: un m:ltrjmonio entre él yD.:...ña Inés era:
.de todo punto i lposible: el sólo pensar en es era un di~pa·
rate: él era pl ... lr~Yo, ella noble; él era huérfauo y ni si uip,rf.\
saLí.t qujene::i eran sus padre~; ella conta.ha tina prosapia
jlustre; él era sumamente p )ura, ella e)',1. m :ly rio.\. A esto
se agregaba q.lle ava pupila. rlE-~l ~-\.lférA7. Re!\.l, t-'l señor más or·
guJloso que había. en todo el Valle Y'l má~ iutran ¡gente en
JIluteria de nob16za.; y qae si ... te lleo-atH). á descl1hloir tal in-
801encia, sería. capa~ J rnan l :trlo á lO::i pro.:illios d Ca.rt~,
gell:]..
Tar( e ó ternpra lO ella te 1 ría. q 1 ~ ca é\rs., 00 1 algtlllo
qll fuera. d su tuÍ "\1 a. cl -.. s~,
J r
ent- uv s él nl ,,,id .... de celes
., ti , ~e~peracióll.
Qué haría pue ?
En U3 larg;.¡,s c~ vilacin !10S bu~cau3. a 1.~ nn03 p \'iaje~ de
la Historia. ó de la F:1.Dul: . q ; J~ fll .~ran anilogo~ a Rll situa
~ión; pero ni ésta. ni aquélla l~ indIcauan medio alguno de
ealir elel a pu 1· ). -
H;'1~re etSt()~ pa!1ajes quP evol vía on 1 memol'in. S~ pre-
8enA~ah "1 ~í c .ul"t iu t,~llte ('>1 rapto ue la griega. lfel1ua por .1
troyano Parü~.
Dd.uil n había leíJQ á r-Iome .. ~). p ~ TO. había traducido á
H racio. 'fo,nó el ejetnplar tI le tt-, Qít de las obr~lS de este
poeta y se pu o á leer la fal.n·)s 1 0,1 - P ..1.8tol' clt.m. trflherel.
DespuéSJ recapa0itó mucho y conc.luyó por decirse: ,. Pa..
,.is era uu príncipe, y yo sóy un pOQre huérfano deseredado
~e todo; y a pesar de q le aquél era un PI íncipe, f'S~ rapt9 le
~ostó caro á él, á su familia y á su .patria. lJios me guardet

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92 EL ALF:BREZ 'REAL

La oda e. muy bella., pero no so d.he t()~'t.r ~omo ej ,mpt()


.10'"\ es p~U'a cecordar los estragos '1'le rp-fiere. Además, Doña
Jpés nú ~o Helena, ni h~bría príncipe en la tierra <Jue consi.
~y~era. ~eJ"Je 01 vidaT f¡tJ. deber y su decoro."

•••
CAPITULO XIV.
Una nUevfl Arcé.tdla.
Por la noche, de~pués del r~z() y de la cena, después tie
baber visto á Inés en };1 me~a, R~ fué Ua.niel al cuarto de D('n
Juan Zamora. p0rque tenía particular placer en coov~rsa ...
~()D ese andaluz tao .,jucero y tan benévolo" tan honrado y
tan frauco, que le contaha p;tsaj~" de SJ jt¡ ventlld en S~villa.,
>~ le habla ba do la Gira Ida, coa II fl~cha de In ,i~ de cien va-
-ras de (!levac)ón; y d .... l Glladalqui viro nlás gl'and~ que el
Cauca; y ' d.e' f'tl aeueducto de cuatr()ciento~ citlcu~nt:l. arco~;
y deJ .e&pléndi.lo pala~io (le IO:i a .... ig-uos reyes rnOTOS; y dd
los ~ir)toreA ~{I}rillo y Ve:alci~q lez. hijos d esa. ciu 1;),<1; Y de
Sevilla la Vh'j 1, q Ile era la. antigUl Itálica., y de las costum-
bres popularcls. y J'''/i SArenatas. y la linda moza~. con las
cuale::; decía Don Ju=-t.n haber tenido lance novelescos. y
,concluía diciendo! ~ada. bonlbr~, Daniel, . .; quien no h'l vis-
~ á ijdvilla no ha vitot ') Ill'l.ravilla."; po 10 Q 11·;i yo .iig l:
; q lieres tener \lila idAa. de la. bell(.)z.t. d~ 1:1."" mllo~l ..cha~ J~
mI tierra? Pues Iníra á la ~eñorita Doli~ .. rués y haz de ~uan-
-ia quP. !as ~onoci te. ..
Daniel. q,ue no sahía GeoO'rafí . pfll'qae e!i~ e~tu io no
8e htJ,chl. entollaes, se qu d·tba con la uo ..; .... abierta.
4. í se pQ. Ó la semana.
~l iJábadQ se fue 11ún Mauuel para Ca.li á despa bar
Ilsunt;os relativos ti su car~o dtl T . ni 'nte ;nronel de milh~ias.
,. avisó que DQ regr ~aria, nagta (,~l dí ,a, :o'ig- liente por 1 \. tar-:l~.
E;l aln er~o He hahí '\ er ido á h s ocho. ;omo de eo t· un-
bre, T IJou A!aJl,uel ba.bi~ p~rti(} lleVitlldo á .. ~dc por único
compaflero.
LaR efj.ora ' manif starón á. D,)n ~ : lan Zélmor~ deseos do
ir á b ¡"la,rse l río p . n·"}~, p )r'l 'lo ya h l!.lia, eQtrarl ~ ) el bu n
ti(~mpo con el tne~ de J .unio y h .lhía.n l'e:33, ' o las lluvias
"Don Juan <lió las órdell~'3 ddl CllSO á D:'l.niel y á Fertrun.
par~ que prepaJ"ar~lllas b~i:)tia,s, lo c~a.l f 'é obra de un UlO·
meJ-ltu.

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93

Á 19"(1 (lte. tnonthrun IN4 lI(·nor". eol'\ 1~8 ttea escutlerofC ~m'or.
ÍJaoiel ." 1-'... rrn 1n y fu.·,-ol ~atht'l¡d·(. f,or I~ "tl('rt~ de golpe a.l 111.00'
eo bu lIiCJo~a ulgaizltr~ •• tl I rf'Cel(,u á I río Pance.
~I di" ~et~~bA ra ;agnlti ': ~l Mol ~u ('se m~8 tte cnCUf'ntrH juny ~
Nor~,· brlll .. rrnr.;ho y qlH ,u I.O'~".' no marchi'tll 12\' grama ni' 108 ~r
hole~9 ni m~rma et C3 ud" 1 d~ lo" H)·t(llos.
}~l aap('c:'o de es:\. COUlurca e~ bel i~nno,. ('timo lo ." ~iempre;;."
t

para Daniel é InélJ. ff-lic"'li ('on la ('Outiddh!ia ¡ Ud se h:aLiun h~cho d~


su mutuo amor ~ f)1 e hHhl!' eJ{'8cH .. ~a,lu joIl'~ or&zoft 8 d~ Qt) g,alW
pCtiO. ~1 paíl!.Lje f>ra v~r, a.h·ratl:ft>lJt~ .... nc't.H.a ·j. Jf.
Al IJUIH dt: la r.A~Jl tcltlHn '¡tJe 8uhll' 1',nF .-..1'1 ,,]f\nt) Jig(,famente'
¡ne illJ.do h:-urt;" J.6!!-4r ; I IOlll"Y de la 00 r,la <t'ltl deAt;n·n.Jléuc)·."e d ,1
pie d~ I~ lt,utltana, b1J J t ~lHl.t·Il".. 11 tt! h ,le.ta UH'r' .. el't,'. a' f.U C'•.1Ica.
~\l Iltgar á t'tw lutll . . . .f>hlan lit 8' f>rl ..t~r t,f)f I~ ,·t.r:· p' ñ .. i .. n~
huta llf>gAr as) fto l'allct'. 'l'udu el ClIntltJO ~ra Ji 1.: m:ltt dt· UI1.& horat.
Cuunda corODR,' .... d loUlo ele f·, CO}j;W~f' se dct,u vo L':.nw' Qoe~
fb1~ a ~clatotp, para h~~('er Ulltar á IIt8 ~flOr"8 h h~lIt:'z.& del pd. aje. Lw
hacit'llda B~ pl'~@elltHb'l a t"lI~ lrj,)toi ~II todU RU éxteosión,- ~n pit"/Jrez·
ea pan raIlUt,' cun t-IU~ al i ¡.j()~ ,,\olpl-elt,.c. ,
Del pll uto ('H (Jllf~ b{a hIt d¡,b~n,. tH~l'Il"d.., 8'1 Occiclcr,te ge ~rnibi1r ·
toda lu coht>a eu biet'ta (le C... Ap~l t é' I'~ual en 8" 1 ta ..g'l~i.~() rle~h VO'
eonlO hi fUt'tR obra d · h ~ ba~Jl: ni u na calJ:1ftn, ni I't".. Hrh.,., 1'11 un
~ata impedían que ;(,e •• jO! la {' xpIOIHrttfl ihtt·gr.r, ,testle @o oJ"igen
lJU6tü toU tértrUIl 6 " .jt·f:d~ t" flIont~ si lIan.'.
Allá ~n untaua,.Zll d ·s· :aj).~~J.ba. la vista de 10Q hlJ inndo3 .F~rü­ t

Ilones y e;,D el ~rl! ·¡\oto flC'} ete Pmrre COú 8U e pjd~ c'(\r.i";iI y~' culor' l .

Ytr.lt' ¡UUIU80 .. ¿~.lIén h.l;.H~ ..\ a~ct:lndi Jo j e.lU lt~ ~i f'~, cumbre altí.simdj'
Q8it~llto \le hitt uul,..s) .,.':ü rt la el I~s tt'·fj'p~~lar"E'b? .
Al 1... 10 de Hbaju He prl:~st"ntll la r~rw IHI\¡i 1 orizu"ltul ot;,1 tt'rren"l
eon ~U8 r.rtnH'108tn1 arue.lt1tj (:nlpcs.-.jo tlt· t,~(.. h, ~n tr4;'( hu pura dat'
80m bra 1$1 g.U1UUO'. .y f-jUC va á tl'rm', nar en' las ~ V~ 3eca.Jnl'c., \le.
t:MlIca.
L}, lJannru " jrrft'l'ltAm~ al Sur' en \lna llarga ba. r",a de Yerf'tu.,-
7" fOJ'UHt.h, pur IOtJ guuduult·. '!'W C\lrorr.ln I,ttj flnlhtd Jet río Janaun·
di y f~Uf' re
ofretol ellD bU f(JH~'J'" nn lHlho f1\'ret~ne ,,(fe lo resguMrd.
dt: )O~ r~ VOet de t d • t.
. ht Úrit'lIte He ubre .. n dilat ." ••:4 h 'rizonw ... eJ' ztrwho VulJe .~me· .
j_nd,. 0'"1 Dlar ,I~ v.. rtlurltt cUyll8 lJU)\tl~jJ ~I'iun allá eu 1,. eorttiller.
ct!ntral 1~ lo~ A,uh's. ~\Sl ul,arf!c~r¡& á los ojos de M01Sél1 ta. tierra ~tw'
Callaan,. ,"il\ttt d ... Fdti.,1 mI/U ttl l't'btt.
..~i Norte ~) boriZOlft4J'.,d tan c:ttens") y el Vana por eae '"do ea"
tan batjo, qu~, cum~ t~ U el mar, Be adCUU2b a V(>f ,el suelo t:¡'n H)zar lo.
ojo.. A do~ legulls de distaflcHl &«: H"-UIlt.a la ciufiad de l:ah, recli'J '
nadl\ sobre lal faldü8 de la cor,t¡ llera., coroDada d~ mOllt('8 y collado(ll.-
de ~mpanario8 y de pulm:ul, arruHa,j:. pur el murmurio de su río,. •
, la eombra de IQI naranjo!, nísperos 1 tGmaritldo'j relteaoada por

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94 EL ALFÉREZ IlEAt

1"8 briF-R8 d~ h. S¡(' rr~ y r 'tfumfl(lll por fl arOutB de lfl8 nzr. hHteli;
flor ¡¡ríf-t, cnhi.'a. ch- hla'wlIr't ~iti nJHlletlln, e1nLJlema Oc le.. pttrf>Z8,
e8e(t~itlu por ;Ilb \ irltt"'('¡;; , IIret tt·jtH· COfA ... 11" ~tI~ corofl'l~. .
y t·., tlt-Ia ~8~ t xt· n~jÓII (lne :lIJaren lu ,btu se dt"eCl1hre,~ inn~J
mer; bIes \'":.CHlil'':. el. n1\ lau~lo pfl siti. S ~if.. ter.teto. como 8i dijéranloj
cada lA na t n su LJarl ¡u:
A 1 ver (.'808 \'"cr¡)l'~ cHlnllOS, y ('~os r"'o. nos p;,cit~~ctQ, y N\OS ,urro·
Y"R, murmlldltlt.·P¡. j t·~,i.' tn· , e·H~ hosq'H'cJIlOB, y t'MOd rilati !'(·s d .. lu~
J dí' E\olObru ol , y 'tM" h · rn.dQ .l8 l.,i,Cl,\la : cnalqnít.. ~H'f~ri ' , tt'luer a ,·¡,
t.. ¡ ..: llt 'ltI (~ll.( ,,'n
..,ir... 6 '1 'c-: ri·l'e,,·,1.1 't. a '1-( ·b'.!l ft) ~ t·1 i Idl0 .le
1'0 ¡f,·nuc. ~ hll~t'arh (>t. 1 l., ,Lt'l :í1 '';((: 1.:)1'" ',,, : • •¡.·¡,Í l :}f} fl :'ar ~(' n:
ts,fu H. l.. ~II' h .... d , l f'.lIlCe rigl1iul:lo 8ICI!" '('j ,01 Y t'rWflH ruudo 1t h.v.
d(·a.h fin,-:. O"lat ,A' (1011 la na úsica tlt- g~of ugn\ 'te flauta.
I."r~u ruto (·~t", h·, .... las f'\t · nnra~ Hnm!run.)o en @iJencit'.i <JI piu.
toresct) P, IIf 'taUla, Ut' rep~fltl~ dijo Dofh lllé,,: ..
-Mirt' . IJ.dlit'I. "ILi J jo.;, d.: 1 c·tro I ,elo ,Id r'jo Callca, (.n rne,lia'
ele ~9n8 qcl \fag. fIIf' cn"t ilt guf'f' 1"'leh,ld 0.8'18 d ,' t .. j: ¡ ~('I'ún h: t:ít.'utlu~?
--:.F.~,ig Ílu S'ln ('U~8" dt' t, j'" clij" l).ulÍt""1 n~l1d , ) NI la~ dll','('l'itHi '
~np t Ha .. (.rual)l~l ', : 4\~ ... S dUra h,~ (;0j1ilol) de 10& ':Hl'hillltJ(lS tin(~ eulJ)(lbUlclt
7 t!St;cÍll flor( t i lú~:
nidltt ~t-t4t, ~f pUFfO el' mo"ill~jcnto In ctrru?ann y éigltió á ruso
la.;r~ó fJl1CUf lufol nriUus (1 1 .. lu P1tIlC •
ti.·
r' . elH"o NI.oc'(a CflH~ C.,li ha tli .lt) p(.hr~ .. n ptl(·tt1s. C,lUfl'!O' ~8e
d.·liei .. t"" nu h', h'l i fu h~ro.ta nht,ra 118 t.~anf,(·ft·:o' !
Ni t·, ~:ur, . t .• ~ flj 4·1 !'aCT.,)!., It i (. ) J)'H'rf~. r.í fa' Opfli', id (.) Tajo
dl.'I 8h 111111 ,ll' f/r(;, f.WHm n urH'U tila cli.~., l iavlt ra i tu \ ¡l" UH ,¡bf·ru.
nléÍs n·.ll fHS •
.¡ Por 'It i~ ntl ha pa i io~ ··,.tt V l r gi ;(J. (1 re ppcri ..
ti p t~. OHdt rna AI"a:fi:t, ." p.'ltn · .'n lJttllol' 1 ·Ila Int:t',I,i ItJ08 \'{,r·
o al h. rn¡&fU ru elel Incipe .J.ll<.entlli.'1 ?
El '·un r '" ,() t ' R na J r., hi t:.. reo: r, eJ ha M.JO. co,Ílo el r~~AC"
nlllnd.o y (~I Tib.\r, e CiHlq :\ , It' late luna l~ ni le. . gt"it\li.h Jos cnlll'.,
b t 8utetlla'trlfluln'¡.) bU04 rabf',n ; Ilj ~It el ti ppjo .ie BUS li mpius ugllR8
.. n tratull (:iu,lndcs ni t ... rH'''I\(·~. @(lnlÓ ('u l·l A rno , é·' 'fñn,c id y el
· ·C \" 11. I"¡ 'lU ~ llh gl'hn t10 TI1 p u r ~I CHUO. ) jo s ús r.w ·lut,:(l; qlle e
muy t.·~CIl80, ni por lu 10nguitud oC 8U curso fln~ e s nin} , rtO: t1.-rdd
el ptrn tu por d o udl! @alc efe la roon tan" 1 astu 3(10'61 eil .:IOHd~ m l1t'r~
h~Lr{¡ ..' n rt~or trt.s !t'~1J \8. ITace su cnn~o pot una 1 enoumte rnulie-'
1'8i ,., PS8dUdo ~1 ~l io( ipio y al lin dt! SH el r 'era por debajo tle frc.li-
nOtOI:' ül'l,u!p ; y 4' :1 t;J Ulcdiu. por entre pr!\dos cubiertos de \'f'1d é 'l
graDla. Yo f'ncnelltra en 8U paso ni zarzales ni malt'?a,8, cién:"g:l8 nf
l¡UlgO: 8UA ondHs ae prccipitllr. liOl:,iü8 y cluras en el Jnmlludi', pura
perdet allí su f)i.lf"nidad y 8U Dom bree Es CODlO una \' ~rgen i~occn:'"
te que nachla y crIada en un castiEó feudal, Muere .-n· 1:. adole cell'"
4:ial sin habel tenido tiemp:> de tcanchat !a pureza de S11 alm

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·
UNA NUE'VA AlteADI... 15

La cabalgata, al ac~rcarse ai rto, eÍltr6 éri la espesa arboleda qae


"n ese punto orlabal BUI riheras. eliminaron un r"to á la sombra dé
~n bosque de "''litodos cargados de fruto. bebájo ele esos altos ár-
bolea crecian mbehaa otras plantas mejíaftalJ de gratdes hojas que
inantenlau el ~mbiente en df'li?iosa fr~8'7nra. , E~· ruiJ~ qti.~ :~lIí hacía
~1 rio "r~ muy lefej porque esa parte era la UDICá Casi horl~ontal d.
su carr~ra •
.Llega!on á la ~rill" ~ ~nteD;t. plar~~..c0n placer i. !lÍtlrDlUraDte
corrIente y los hondos remausos que cdnndaban al 1)a110. .
Don j uau, al llegar á un espacio del b9aque claro y li~pio, hi-
zo que las seOorall se de8OJontaran~ s~r,"iéndo8e pura ~lIo del graeso
tronc,l de UD higuerón caído. E8e era el sitio acostumbrado par~ el
baft~, t!1DtO por lo delieioso de1ltaraje como ¡;or la utilidad qne.ofre-
ela el. troaco; .
La! barranca! del río ersn altA@', pero había una oajada hecha
de intcnto, y por ella descendieron las S~nor8S. Fea-mín lei llevó' la
¡ilRys, cnblett4 de menudo8 guijarro8, la maleta en que iban 109 en-
Icrea necesario8 para d ba!1o: . túnicas largaS; sábanas, peines 1
jabone••
B~jo csa b(heda d~ folhje cofre 01 Punce, tejiendo ap'arentemen.
te clln iuá "guas üÍl~ trenza giganU?&c!,; ~ntr~ los b!&rrancos y l. co;
rriente 11I\Y 1)18y&8 soca~. por doncle el que va á batlarse.e palea ea-
co~i('ndo el remanso que mA. Id provoca. E80a re1DanBO' llamado'
c/larcos 8011. regularmente profhn~oB, y á pasar de ?So S8 diltir:gut'
el fonJo t ftplzad de pp.quenoa gUIJarrotl blancos; azules y Terde••
80mó si estn'fieran en 80C<1: se ve distintamente 'lue no hay en el
fondo peligro alguno, ni ramas, ni hojna, ni fango, ni infectos.
El que ~l1í 8e baftti, cntrll en ~l charco r..anz"odo poco á poco;
de 14 orJll3 al centro, .., I&e .." 8urnergie-:ldo ha ~ que el agua le llega
al cuello: entonces baJl& 108ojoR haCia cl fondo y se "8 perfec:tsmcnte
Jos pies; como Ei sólo hubit-ra de por medio una láUlina ds cristal
tra~pai't:nt~. La diafanidad de cate río es tan notable qtle cr~mo.
DO lUlya otto que la tt:Dga maJot; así como 1. delgadez y lua1idad dé
808 aguas.
!licotraá que Isa I!eftoras ale banaban, Daniel y Fermin S8 OCO';
paron en coger mddrol'lo9; y;¡ al~aDzrtncJo desde el IneJo la. rama.
bajas, ya 3U hiendo á 108 árboles. Don J nan entre tanto Ele teDdi8
muellemente !Obre ltí olanda alfombra de bojas B~a8.
TerDiinado el harto, llamaron á Fer(~fa para qáe recogiera lo'
Yeltid08, .ábaila. j deníáll Ut.naili<iB l aabieron 80bre la barranca eoil
~1 auxilió de Zamora y de Daniel. CoDiierc,o con avideoz los mr.dro ..
flOB y súbier:)n al trOl!CO de higuerón, al cual 108 cscodéro8 flleroQ
.arrimando Jos caballos; montaron y part.ieron.
De regreso á iá hacienda, las m nchacha3 se mostraban alegrea y
locuucee. '.rrea eoa~8 hay que excitali la sensibilidad de la DÍojer t le

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98

hace. <7omu1'licatha 1 complB'eienu: el bnilp, PoI baft. 1 ..1 pA'd~ i


C'aballo.
Don J nRn ... coloe6 al lado de lIofio¡ li'r8nri"C&~ las trPI hijH~ de'
'sta 108 8t»guian. conyer8'uñ-cto- Illfogrem~ntc;~ Dófta rn~8 j Valli~1 rima
lo. último!'. á un2e cH..!J\fl'cis- gTaci\la{l~ ctnno paT" haLJaar sin eer "ido"_
r -¿ Por qni eerá f dljn Danj~lt que huy m~ pHr~.en ~s1;u llanura..
IDia heTmo~ Ql1~ otras ve-c~~, y la lu:t mn. brilla-nte, el .ni bie:lte'
111'1 perfl1mlt~ y ..1 db más aleg:reP ,
-No puedo a.divillalr la cau_, conte~u. In6. aourit ndo lDidlCio..-
.. m~nte. .
Daniel q128 obsert'6 ' 3 .. onri~a, Hft,.tlió:'
-Bendita sea e8~ euferOlCdttd cloe tal cambio lr.1 oppr'ldo' ~4 mi
• 'J'e rte.
-~o 8P ha,-a l1"sfone~; [)~,ni~l: Rn ~n~rte no h" Cllffthi,uiO'..
-Yo, J}ara It'r teliz; 8010 n~cf' bit \lr.l 'fUA nstéd ea'pi'f't~ {fue J
amah,. entrKfi-ahlemelltl.'; ya lo 8Ht)h. ~ ,,¡lO Dlt\ basta .
.--P~r...~né "d&:,lHnt" n,.tNI oon ltne y~ lo aepn1
- B.~ a,Jehmta lO lD-ucIY.,,. pol'l~ne t'n vez ele \"ivlr .. r,.br~8ltHd~•
• 8tOy trl:6nqt,ilo; PO ve. de ..siar rrj~t, ·,. estoy aleg,,~;~ 1 fin- Vez de de--'
ee... r la mll~lt~, amo .11' vi ·Ja.
-Pern, [J~nje'9' I'lo' mly eo ..;, m:ll' tr~ste 'l"10 nn amor sin 88po-'·
ranZt6. ..... n rrn cnt'l'eept o ,. nh'c)r.a ~ ta'nCl~ en P' or sitttaClún 'Jue .. otP(J~
. -No CI CTt'a usted: yft dternt)r~ {, !tp~rut' purq.tlu sólo para 10l:l que'
••tán en el Infiernu Inner6 l')t E.'Slwr""Za.
-Admiro &ti VU101'! En flll'6' pue.I'~ tltnl1!ft l}Ct~(l etfi\: eRpcr'snza ¡t'
--.:~o lo pé'; Dt quién e~,h~ 108 J.re,'no.rd'fl- Dt.,~~ MI rwaet-tro ef
Jt~~er'eft , lo- P&<tr.e ~cov~· r~ hab!a cOJtl4taat,·ol" nt,· ele una Pr•• vi
denci" qll'~ g.obiern-a el' mnmto y qtlt J ntt'rvh nti en' los r,!~()s ti~8t 81'0-
hJo~, en é~os 'lne ,mrt-cen' nO" tf'"n~r remt'd io J.l.t.nYl...,no. ~ un~ !)lo",
lI .. mado IU· ater':'twión ~()&ta la Men (.ent'Í. :t &\J un ptl(lt:t (-I1Ie d !Cta, "IJ8'
.., el trnb Ijt) teU3Z Y() Ytm 'la" t"Ij' Jll" eff U1U\ lio~c JI.
lf) vence- tiOttn. n
eJe p~r~gtlnJl b\ rlnwmra, y 8é' qu~ ee .1e ¡dtllJllll'O lin-aj~. y qó 1 ~)~ee'
bieut'8 de f.~rtunal' y {fue por uftadi-dnra es pupil~ dt 1 t!fftr Alf··rea'
Reul, ~l }}.)mbl'e mal' 8p~g"do A. !(,s 1"'t~ro8 y 'radi'~lonfl'R .te 12. n. b ' e·
3a. Sé t.t\l'11bién ,.no pu~di , lIeg tr ,11·, fl.Y' f.JUtr r l sulte a.l",g-lÍ'n Drewn -
t

cliente digno ,Ié" Q' tp.l con: ~l cual le ord't'n-urá' 8U' p~ , 1rino que pe ,,",SU"6'.'
Eso no oro :l8U~~1 lwr'ftre R-o he eJe v~rl .. ; HnteH de eS9 rnlttlj: .onio
ba.bré.yo mllerto. Ó tmJrjr~' et«) .dÍ1t T á pes.ir le pst:le cont<lj , Jer8 eic,~
"es, no me ha aiño J:!osi bl~ afl1lg[~r t>1 fu~go ,je e,.ta pa~ión que me'
devorB. Lo l.fJ'r.jnr (Iue ¡x>clríH 8ltceuermo b.,ria qt:re ella me ntatara'::
.,ale mb In1Yrlr ~ auror sanTa, q'\1e M1lS t~l·de ,le cies<,speFllci6n.
--lYo ll'Y8' ~t1Í'eJ, lo compi,hzc{.! no quMr,. muS' <loe lI~gue el
~la en que mnldiga hl k-o ra en qn3 m-c ennoció; ttuoqUt"l yo nr 'be te-
!lido oulpa en'el nacimiento d~ eso an or funrst'), ni he dHdo' pa.:>~
alguno parwq!te me am~, ni me he inkrpt.e@to l'oluDtar.lDen~ e.
Á OAllaino; 'fXl~ há aidO obrii de la !.tali\ladl

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V.A ln7BYA A.OADIA

-O ,de la' Providencia, quién _be? Si U5~ DO : fue~


en~; si'yo DO conociera su altivez y BU v,irtud. le dina;
-aJaq8emos otzo-UaoQ,
~~\1em08 Qtroa montea otroa y noe..
Oti'~ boaquea ftoridoa y eombrlOlf.
('O dfoiIoaDtIar y siempre pueda verte
Ante los ojos ~.
,Sjo mi~o T .obt'e&al,t o de pel'de~

-gué berMosea V.-aG8 lJace usted, Daniel.


-Infeliz de mi! eS08 versos DQ .8on mios: 80ft de ttG.o el.
uestros m~ grandes poPtas: 80n de .Garcilaso de la VllIga,
~U08 ~presa l las aspira. i -Des de lni alm- • GVe .u ed allá al
Orie te esas IDontafl 11 _$ules1 D.el otTo lado de ese. .c~ll.
, hay gente., hay ebtos: allá qee4& el r.eiaG. PlIes bien..
.quisiera aaI.ir ora á eseape, con usted. trasmontar esas si..
..rae, eae'r al otro lado y presentarme al Cura d~l primer pue-
blo qtle encontrara ~ ~dn e UQ8 echara la bendicim..
-Pobre DanWi Yo no lo -seguirla, por~l1e sé que ar.ttee
.de llegar ante eae Cura" habria mue,rto de vergüenza en el
.camiaQ.
-No me asombTa esa reapue.Ata" &atesta aplaudG-; ea-EI· •
Da de usted.
len este instante observ6 Dofta Inés que 08 qtte i
..delaate 8f1J babia» clete,gido en el mismo paraj en'Ci e ae da.
ron á 1 ida, y d ¡jo á antel.
-Mire. IJBniel: allá. se hao .detenido" espe D08~ ab...
JDoa de otra cosa.
- ué IWitr;l& ~ me parecf que est b eR el p8J' fso. Ha,.
.lemoA, pues. Dua .cosR.
-Piensa usted ir ,á Cali esta nocllt'P
- .o e sta nocb , ine esta t rde. porqi e estoy de packi-
DO de nI) ¡)l8.trill)olJio ue ae Ct.'!lebra,á mailaoa.,
- y ""ando YolV'eiá~
- . Rt lUIl8IJ por 1 maftan. porque novio. harán b
., tendré que &¡sj ti. I.igame la verdad: le hago falta?
-Por qué Deg rl01 siempre que se va usted .4. Cali,
abados. me p~ que la. casa es tá de ierta, y permane
inquieta. sin aooetarme, basta la. die~ Ú on~e de oigo rae i
. Jiár la puerta de golJ?e, grasDsr J08 pocos y ladrar los ~rrQ ;
entnDc.... \ lile wangtuJizo, me .cue.~ y ya puedo .d ormir por-
.que at\ gua usted tia l'8&,resado. , .
-B18n baya la boda boca qUf tales cosas me dice!
En . . momento se incorwraroD á loi demás y sigúie.
~D nidos, • paso largo. .
Al pasar cerca de la )!.iedra grAn<le, que q"oda ea e ca~
abao, dijo Daniel á DoD Jwm Zimora:

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IS

-En tod~ est~ ll~nur8. se ven muchos alteroues <le pie'$


drAs, colocados á iguales djstancias de trecho en trecho; CO!l
qué fin la8 'habran'amontonado así? . .-
. -Mi sefiora llofia FranciRca, contestó Don Juan, dicE!
que fuá UJl PacJre ~uien hizo eso. .
-Sí, Daniel, dIjo Doña Fr~ncisca: J'Qi hermano Don JQ!
~é de Cu,ero y Oaicedo, Pr-ovisor del Obisvo de Quito, amon ...
~onó esa piedra cPI! lQs ne~ritQs' <te l~ hacienda, cuando e~tu?,
VO e~ondido aquí. Esa era su distraceión por las tardes.
- y ~or qué estaba escondido? .
-Por que entre él y el Obispo de Quito se 8USlCitó una
t.u6stión :nuy ruidosa: el Obispo le hizo seguir causa con la
mayor injusticia; pero él, dejando non~braqo un <lefensor,
huyó de Quito, y mientras fallaban la caus~, vino á buscau
el amparo de Don Manuel, que a~e~~s (le ser su pr!mo y ~u
cutia4o, era su padriuo de ~autismo. Aqui ~stuvo sela afio8 y
aólo hace dos q~e r~g~e~ó. á Quito. ' -
~ y qué resultó d~ la c~üsa 1>
-El R~y 1j'u~strQ Seijor, . qq~ Dios gpa.rde, f~l1ó en stt
ravor, lo declaró inocente, le restltuyó su empleo de Provi-
aer y condenó á ~~s QnemigQs ~1l todas las cOij~a~. (1)
-Cuánta falta me hace mi tío, dijo Doña Josefa:- taq
lindas bistór.ias que nos referí á, y 't~ll buenas cosas que no~
~Dse:fiaba!
En esto llegaron á la puerta de la ha,cienda, y ter~in(l ~§
~pnvers~ci ~.

....
I "

CAPITULO XV.
La. serenata.
. .
El jueves de esQ. s~mªl1a, qe~pués del almuer;o, lahi~
salido FermiQ qe l~ p~sa (fe la llacienda con un compa.ñero y
llabía tomado IJ~no abajo hacía lqs bosques de Morga. Am-
bos iban al. caqal!o, y el compañerQ lIevab~ una bQtijuela de
loz~ verde, ~e regular tamaño! llena de VlPQ, asegurada a .
~rzon de la 8111a, en un S~CQ <le caqqy~. .
(1) Histór'oo. Este virtuoso,. sabio Sacerdote fuá más tarde nombn:.<l9
Q»jepo de L'uenca, 'y ;J>9po después, de Quito. Murió en 1816, en Liq¡a;-",
~Dlpo eqque lo !=emitían preso á Espa11a, por patriot4. . 1"
• -~: _lo • •\ , . ,. ;. J. - '. . .. .. ,

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. ~A SERENATA 99

Al acercarse á la parte montuosa de ~se lado de la h~!"


~ienda; escogió Fer'rnín una novilla 11lanqa y gOl"da, l~ enla-
~Ó y tomó un camino que había por entre el mOQ.to, que sa-
lia directamente á la vereda de Cat.ayá y que e¡:a mucho má.s
corto que ~J ca;millO re~l. ..
Catayá era tocio lo que es hoy la ciéQ3ga <le Aguablanca
~on us za.rzales y pantanos. .
E 1 aquel tierQpo es~ taja eJe terr,~QO estaba en seco y cul:
~i vada: h<}b.ía allí grandes pld.t~ Q(}.res, rnaizales y cacaota les,
qua se daban, vi~?Osalllen te por la feracidad del t !,renp~ y
que perteneclan a uuetiQ8 diferentes.
Todo3 éstos, ademá8 del cultivo de la tierra f¡~ o.cup.l.Qan
on la crí~ de cerdQ8 y de aves de corral, en crucid() nú!nero~
No le faltaban á cada ag-ricultor de ésos, dQ~ Ó tr8 vaca '
qUA pacían 1 el gran llano dfl Cali y qq.o acudj :.t ri á. l~ puer-
~a de las labranzas á ser ordeñadas.
Los cerdos se criaban sueltos de día reg~14ncf.qse con la.
fruta de ese eleg3.nte pino llaII}.adQ eq el pa.ís hnril,;co. q 110
abnndaba mucho en las oriJlas del Callea, E~te 4rbnJ tiene eJ
t,ronco perfoctamente ciliJldricQ, recto y S'l} nu·los. y no t ·e,:
I}e raUlas ni hojas siqo eQ la cqpa, senl~jiJ()n'\e á r~t palnlA.S
de coco con las cuales cOOlpite en altura. Un ~urilical es lc:i
~rboleda tl}as herm:.>sa que Lllªgjnar~H pue<:le: ~ su sombra
no admite r~v}lezas y sus tiqas l!Qj:t~ fWC'l.~ fOflnn.n dp.Ig;-\ua y
mullida. a!fQlubra. El que pa ea p~r qetlaj .) de eaos árbol Cij
~)C'aD~Cl tí ver 4 largas 4i$kl.ll~Ül8, pnrque ellos n'l.cen b'l.stan-
teluente sep~ru.cJos QnOg de otr0S. U 11 burilicaJ e"' &9rnvj~uta
á uua gran mezquita con infinitas cúpulas, sostenid~s por
innumerables colulnna~ de oeden morisco. A í 1103 figura-
mos la catedraJ 4e Cór40ba en E~pañ , q e fué mezquita OS~
tiempo de los Illoros.
Fermiu y su compañero tardaron 011 Ueg'l.r- ~ RQ destino,
porq~d la novi11~ no caltestreaba. sÍllQ con Illucho trabajoj
pero al fin negaron. .
F~rmín entregó á los p~dres da In novia el presente que
les ha.cía Daniel para ardla de la b da, y, recibida, la res::
puesta. regraS3.ron á la ha(~i~n la. .
El sá.bado, p'l .. ~, que flIé el dí.l el .1 paseo al P nca á 630
de las dos de la tarda, partió Daniel para Cc-l.1i, d~spués de
desped¡r~e de las c;eñoras con palabtOa& y de Inéd ade nás con
una elocuente mirada. '
. En casa ele D.ña ~Jar.iana se hahía hospedado el sefio!?
Sal~ue.ro con sus dos hijas, á ~aher, l\lerc-ed~s, que era la
novia. y Teresa, que era. la madrina.
. Al Ilegal Daniel, toüo estaba preparad" para el m atrio.:
i!l~nio, <Jue ~ebía celebr,\rse á lf:l.s ocqo da !a ~ocl~o ~llf ml§.",

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JOO EL ALFixEZ JtEAL

roo en la ~a9a; al día giguiente á laq CU1.t,.o d~ 1:1. matiana 8e


diría la. mis'\ d~ l<),~ VdLa~if}ues. 611 1.-\ igL~3ia. (h~ Nue tFa S ,.
fiora de lae ~J6raedes, qtJ~ .e1ttaba á. menos dE) una cuadra de
4jstan~ia,
Mercedes, la novia. era una robusta muchacha, de diez
y oCQo Q-ilos, de mediana estatura, más bien morena que
blanca, de ojo~ y ca.hellos n~gros, nariz corta, labios gruesos
y ellcendid.)s, y mejillas redÚtldas y onrosaOas.
Ve,¡tía follado (hasquiij.a) dd una ~'ll'aZa fl.nísima de yi-
vos colores, qua SQ u aha. ent()nl~a3. que SA d ,cid. era de la
ChÍl~a. y qt~e va.Ji~ á. p:..ttacón la var.t; carni~a blanc ..~ con ti·
rilla~ y ~,(Jl(t.fJ bordarla.s en el pd ~h() Y en l¡j.~ loaug·l.S; ancho
¡;h,tlnbe da lana. y ~e \ la. le c~qía. 1:1 del~~, l J. cLltur.:1 y c ()ntri·
huía á hacer re "'al ta r la morbidez dtl l ·~ oéJ.<i~ras; el fo! la io
el'taba ~aiQ.Q q,e at}.eJaI)te, de manera qllO el vivo formao). un
Ilemicírculo 80bre el vjentre~ y de esa e.: pecie de lnedialuna
".parecía la ancha p~etina de las enaguas, bordada de seda.
de diferentes colores! á eso se llall):-.ba el lU'InbadiUo; un~
J>añole~a de ~ecia cOlnpletaba. el vestjd ,
El peinado era una 84)la tranza larg y gruesa. porque la
~amp ina tenía abuQdantes cabellt)~. que caía suelta. á la
~spald::l-, atado ~J ext1"pnlO con cjnta~, .
Llevaba gr.andes z. rcillof:, garg<. ntilla, ro~arfo y anillos
de oro; 01 ro~ario. que le llegaoa á la eintll l a, t e rnliHé.aba en
una gra] ~r uz de 1i1igrpna~ que R lh ,naha la ,nltr¿fl. L s
pi(~s eOlllpletarn p. nte (!e"calzos. pero p e q le ños nonIO ,¡¡on ge
»eral.nPllte )O~ de las 4ija~ de Cali, y nluy liUlpios y c n los
~alcat\alefJ rosados.
)Janu 1. eluo:vio. era un mano ho el v intie il co a-oR,
blanc l, delga.do, le J:eg ti. r' 6 ,t "tllra. .Y b i 11 P 1.1" c ' el .'. V) .. ~ í¡¡.
calzón y chaqueta de génerQ blanc\) d lin), apl a ne e dos, Jo

~amisa blallCo, 'con 'horrera en ~l odch l. "' :1 pañue Q ( o sPoda.


~pr co,..b~ta, y po;r todQ c~.1~a(j.Q !J.Jpargate atados co orilloa
ilo paño.
Ter~sa~ la 1l).adrll)a. pra. una linrla muc haclJa.: de diez y
~eis año~, ve ~tía poeo olás Ó lnenos ("o n o pu h Jrlnana, eJt;cep
fiuando las alh lj-.. ~ <le orQ. pu~s 610 11 r.l ha za."eLl09 y gar-
gantilla de corales. friraba á DHnjel e)l1 !a mayor t~rnuraJ
pero Da.nit,¡, q.ietrn iuo ~ll sqe altos pe 1.Sé Inlentos, no ~e dab~ .
~uenta, de la inclinación ~morosa q~ la. J o')re JIluchacha,
Jlacer madrina de lJ)atrimonio á u~a qOllceH¡;t casadüra. que
po tien~ novio, es p,opDrcionarle un tOl'm.ento atroz
, poñ.a Mariana con 10s vecinos sus amigos, hacía los h~
pares <;le la casa. Fermln estaba al alcanoé de su voz, para.
.,Jecutar cuanto le mandaban.
- J>~J"~ el acto <le eQ, uocbe no babia. otfOs con vida,<loi quo

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101

id sellor Sauceado mae8tro de Daniel, y otros dos jóvenés (!a'-


,ioteros compaftero8 del novio en el oficio.
o A las siete de la nochA com~nzó la, música de tambor y
bitd (si es qu~ e~o pU~de- "'8nJaí'~e ttrúsie'a) f1tJ la puerta dfl
la calle; ~~ompilftada de rato "n rato de algunos c'(1tietes.
tnúsi~a dUrÓ liwrta líl8 ocho.: bota en qtie HeSÓ el eeoor dura
-=ft.
Don José de Ri.eta cOn el Sacrisiánl
La sala estaba ilumina.la can bá8tal1te'8 1ucfe's: ~ ¡as
puertas y eu las ventanas ti~ bi~ ~ortinas de oJán ft<1i"ete T
bastantes asiedtds, todo esto pr'ustildo por 108 Te'<1Io08.
Inmediatamente ~ ptocedi c) á la cerelnoois; con aflfs·...
tencia de 108 cOl1vidados y de 11luclios C'uti080'8 que habfan
acudido en virtud de la llnrnadá del támbot y, el pito, Palta.r
dos unos nlinutos. la suerte d~ Mercedes que(ló IJlfada t. l~ o

de Manuel para. siempre" .


AlU mismo en la. sala 8~ habíá preparado üil modesto rt!l·
fresco corrtpue~to de vin\"J, hiscocbelos, aguas freS~aff T du'i..r
ce, al cual los C<lrlvidados hicieron el honor debido. Al seftofl
de Cuta se le sirvió ehocolate.
Elltr~ esos poe s t dnvidado8 '¡lamablt 13 ateDt:ión e~
iIiaestro José Antonio S . ,u~edo, por la gra.vedad de 811 a8ped-
to; la dultura de su mo lales y la mortt"lra ~ión y pareÍlnonis'
de sus palabrll.s. Éra. este. sujeto bien J!rop rciouadd de euer°.,7
po, blanca, de raza. mesilza y de' facélo'ue~ Intere ani sj te'
nia el cahello cretolpo y entr~(~ano, plles frisaba en l~ CiD"
euenta ailos, llevaba la l:7-~rba afeita a tuda y 't'estía ~o 1 tri •
cha ) ¡m pip. za. y seif' t su clasa, e to 8S. cl1aqueta y ntalo
ties de pa.fio azul, y 1pa.rg... te~. S~ de'c ia qu~ era eO"Dligo d
I

di Ven~lon e y q Id h a :na concurrido.\ ~a.. n uy r'ogarlo. poI'


8 r e m tri,nonic d , uno dd SUB discípulos Iltás querido .. .
La alE'gre reunión dur6 bi~n ¡lOCO, púes ~ 1 i"quC de
queda se retirarOl todo: ól0 quedó en la casa la. orciód
'a
gue verteo6cia al bello sexo: latt TarODas se fueron coa
}daDu l.
Le S doee dn 1 onocba APjJ;an cuando se- presentó un gru.t
po de hcmbreS f acornpañs<,olt de una eala mUJer, frente á. ,,.
"'entana del a pose u '0, en donde dormia la novia. Ese Iif . po la
éol11ponian a-dolguero, Mauuel, Dani~l, Ft'rmin, 10'8 dos discf-
pulos de Saucedo, un arpiata, . dos ftautiat&p 7 un c*ntot cOi!
8U mujet~ i~an 1\ da.rle 8eYenat& á )a Dovial é"otl liceuc-ia del
8eftor Alcalde, quien la babía concedidO' por tratarse de ulla
eosa tan santa como e-l Matrimonio. El arpista era lior ~paJ o

ta;· lA tI'\ut¡u¡ era'l de catia del pátS.


naniel dió unos golpes 8Uav.es en la ventana, y cuando 88
oyó que oODte&~rOD adeDtro, comenzó el a~pisia a preludi. .

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10)

en su instrumento, y dirigiéndose al cantor le dijo: qu~ toneS


~uteteP .
. .:::.-Registre u~ted por c-i.inl'·b lllando. Ese tdno correspon":
día allá nlenC·r. En ese ti~mpo nadie <."'<111ocja fa nota musí. .
cal; á excppcióu de ]os frailes que sabían el canto llano tál
como e~taba en los 1titilales. ,
Después de qn ligero preludIo, entonó ia mujer una can
rión de un aire duIc~ y nle1: ncólico, haciéndo"le dud el tnari-
do. Ó cori.iO se decia entonces, haciéndole segll,nda. Y caDta~
ron muy bien. porque la Inujer tenía voz melodíos'a y baf(!
tatlte, etlncAda. c('m( : co, tutnbrada que estaba á ctintar con
su lnarid J. f-l cual llevaba la se{lttncla, con un ()'do fiuí ilnd:
Lo~ versos de la ca.nción 110 erau modelo del arte, pero
f5i de sentiuliputo. Véase Cómo t'o'mpió la mujer, en voz a1tai
elara y sonora;
Quisit>ra. con 'l~h suspiro
DCBCE.'rl"ajar esta puerta;
Por vct sí ia vida mía.
Doga.ndo viE'n<.',
Bog: ndo vá,
E1:Jtá dormida. o despierta.. (1)

En todas láS cuartetas tija ese e'Stribillo despu¿s Jét ter;.


~er verso. . , ,
~:l arpa y la~ flutltas acornpañabári admirablenlpnte 1'
sobre todo !cíE' flauta:; pue:stas á dudo
T Ttnillarla e n ~~i'irri(>ta callcióll, dijo' el cáIitoiá Zapata:
regi, tre poi' cin ,() blanda.
Zapata r~git:)tró por ló' <irte s'd llama re meno' .
(la Ilturon por e~te tono útta 'an 'iún triste f tan blen eje~
reutada como la primera,.
A este titHllP ya e hahíc n acer'cado' á los de la serenata;
algunos curiosoS, tunantes I'ecatados, de e 'os que vagahan
por las calles en altas horas de la noche, con ~l oído atento á
todo tuido, en busca de fiesta, '1 ,que jug'a ban Ii. la gallina
ciega con la ronda del Alcalde. E 'tos se habían acercado al
gr po; no tautb pOr la nlúsicá, que ¡jodía 0irse de lejos, sino
p()r e'star presente en caso de que los obsequiado'S' con la se·
r@uata repartiera:n algunos tragos de aguardiente'.
Luégo que terminó la segunda canción, dijo el ca.ntor':
ahora por st,ete duro.
Zapata registt"ó por dó mayor.
Cantaron una canción alegre, á. la deepedida¡ y term¡";
nada que fué, se marcharon.
-
(1) Canción antigu'&.

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LA SERENATA 103

éomo la ventana permaneció cerrada., no hubo reparto


de aguardi rlte, y los curiosos se retiraron sedientos á bus,A
~ar f}y-tuna por otea parte.
Pero DanieJ, tí. pesar de la oEcuridad de la noche, babia
reconf)~i, á Matías, y llegándose á él le dijo:
-Qué hace~ aquí á estaR hOl'ae?
-No se enoje, uifio Daniel, contestó l\fatías: supe que
us1ed era padrino de UH matrimonio y vine pensando que
habría baile.
-No hay tol hailE\; al fin h::trá~ que 1)on Juan Zamora ó
el ro isrno Don ~lall uel lleg'uen ¡" saber estas liU~ venidas á
Cali F!iu ohJp.tn y ~i~ licencia.. y de seguro te castigarán. Tú
no har.ps si nó c .. nsarle pe:-;adumbres á la pobr~ 'roribia.
---No. nifiú Dcl.uiel, nadie aabrá,r¡ue he venido, pues a.hora
misJno me voy y no faltaré al rezo á las cinco de la mañana.
-Tt'lna p -trd. q ue co ..npr~8 cigarros; pero cuidado con
beber 3g-uardieHte\ .Y v te.
D!Cleudo a!'i le pu~o An Ja mano dos reales. El negro le
dió la~ gracjaR. y des ' pn,re ió en la or--curidad.
1~íó todavía algunas vueltas por las callps, hasta que
ca.lt'uland(') que serian Las tres da la mañana, tomó la que
conu ucía á la Chanca, en dirección á la ha.cienda.
Al salir de la ciudad llegó á una ca ita en donde se ven-
dia licor, y lhl.mando por la ventanita del aposento rogó á la
\Tentera le vendiera un real de a.guardiente.
La ventera, por tratarse de un real eutero, se levantó, en...
cendió vela y abrió la veutana.
:hlcttias le dijo, dáudole un calabacín que hacia media bo ...
tella: é c heme aquí un real de aa-uardieuttj y déme también
Un cuartillo de cigarro .
La Ventera le volvió el calabacín lleno y le dió]a docena
de cigarros. lliatias pagó con Jos dos rea les que lo había da-
do Daniel y recibió la vuelta.. La ventera cerró su ventana. .
Entonces 1\fatía~, alli solo~ en el il ncio de la noche y á.
la luz de ias pstrellas, le quitó la tapa al calabacín é introdu-
ciendo la boca de ~ste en la suya, 10 levantó por el otro ex-
trerno y se f·chó un trago tan grande cuanto pudo caber
dp.ntro de s s mejillas bien infladas. Luego que lo tragó hizo
c.lfitafietea.r lo labios cou delicia y tapando el calabacín
diju: ~h dicha!
En seguida sacó candela r-on su eslabóu, encendió un
cigarro, y armado de su garrote tomó á paso la.rgo el camino
do la hacienda, oyendo cantar el b'uJío á los lados del cami-
no, y el1norrocó allá en el centro del bosque.
Antes tie las cinco estaba alIado de Toribia, ofreciéndo-
le un trago. -

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CAPITULO X ·1.
Las be as en. Catayá
El señor Sulg l~ro, D ~ n'<,} v Fprm;n 8e fueron con :\.(u. ....
nUf'1 que les brindó ho pitéllida,(í por di'él noc:hf'. El naélP 't rO'
Sancedo y sus do diseípulos qáu\laron citados para la hora
de la mj~a.
A Ja,t. ~tto1tro d ~ la mar '¡na s"tal c ~n movirni "nt.o In raRa.
de Duña l\larianH; los novios e~t.d)OU) r'>pu'.l.!l r) cun ~us pa.-
drinos y el Cura ·gper.::tDa, en la ¡tlLne itata ig~ebia. de laq'
MerCf des.
El patio:) de 1·\ ca~:1. p" .. t :J'\ l1,~n ) ¡J ~ ~:lb:.tllo~, POTr¡ ' 1P. a
terrninar..:e la. cel'.J lll) 1\<:"\..1 '!);'ll pl.l" cir en.! 1:-; O'H' te, t'lyÚ el
donrle se haeÍ:l el f: ll)dan ,~!:o. r~te Uf...&. el no ubre q',le' . e daba!
al banq'JPt~ y bail . . . d~ h e cl . )~.
L~ feliz P·ll'{·ja. ,~d iJ'i ~.; i").'l 18 i:~le ·' j; a('o:npaiirula de uso o

padrino., Le S llg-llero y th~l to·\.> tl"v ~alli'ed() C( ) li t~ d 3 f is'"


clp~llv~. Fd'rnin 8 , q lp.d~ e n l~ f'(l~ P1L..¡·lbndo los ·éihallo~.,
inclu. o", }Og d~ t H~ edo y "'11 .: ofi ~i,d{:! ) q.'le hal,íallo sidlJ lle-
vado' a11í d st1~ la ví~p't'r ..i .
. La nlisa d ur') ~úl rn·o.'"
in. ['lor'): A 1as ci neo (l'R~ n 1)' n 1() '~
no iop y ~n pP JU ñ¡ co llitiva d(~ t !'~ nRo~ nlltnta""Otl hit. ,tI' l.-0
tl.Hl llte todn~, tnpn. Do·a .Iari :-: IJ(I,.- ~ ~r( r Jll' e 1 ale' I'e'
algazul"a, p ( l' dlr~el~ió'l :-\1 ll tl'l t), 11 ~n:l.lljo -oh,~tt' ~
A tra v~sa .. on t 1 ext l ' ) Pllt(V' (:0. L m ,. () llano d~ e, li ..·
n dondp no o'e con()("l 't. ' 1 '1 1" '~pln I ta t , az Ihnl .<la (o'omo ..
1 . 'ti, ~gú. ~' . . Clt~ : l ! !.. . 1; tl"d.í.1 lo ·1} ' "1 U·"ilÁ .J ll -t p U'..... nA. )10-
lJU ( , lo' j Irtlines, y t)'le ' !. Hlerars~ de too s '
1<. tt-'rrenu~ del #.11(....
Cllall lo: "Iba II t P
orillas nel ;au ;¡. ° t . .. • a,
4

I ~ fias {~ 4lli flc;h j¿ tr"g ce


Dll ' . qlle. xt<:uoida'" en fr .. nj ~ lorizullta.es sobrA l· · cor-
dJll "r'''' , a <l.oOc cían teñüll de o J y g'r'l' n..
Tona 1~ n' uralez:\. p r.... !'~·í p.l.l· l~ á 10 . no''', "fn'
su jll to alboroz): (~, día t.'l! • fHltH:h.b ,o~Vl 'lldiel." COI 10 son'
generahneutf' lc)~ de Ju·Ji : en l. dI }t)h":1. V,·ÓXIl}}·l. t3 rlPja.~
6a oir el alegre <m nto tt~ las {J flfH'lvlI'Ot'I'{ ~ • él nto á ('t}!'O. je.-
cut,}I.(}O de árh ,1 á ál'b ~l con lOT:1r\ n t :r.u a -je: J ~ n i~ut("afl;
que los monos atr,nlaoan lil. ~L va con su canto gl tl.ral, en-o
caramados en los buriHcate el trv la.lo el' .1 gnt"l do.
Pa~ado el lla.no.. e-n trarOfl ! un aue 'l" r.alh~j,' n' fúrnla«llJ'
pOI" laR" c~r~as de las labl'R~lZ<.1oo1 qll~ h30'a ti u 'o .v (ttro !adt).
todas con ca('aotale:-:, p r lue ~~a faja (le ti~l'l" d· d ~ • [vrg; .
p lr~... abajo, pr(\(lu('e en abJnda lci..1 utia planta pI' ciusa catii
ain n(~('e ,.(a' de clllt,ivo.
De Cc¡'! e!.l e a¡;arcció "l.á á ~lb una distancia la casa. .

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LAs nODAS EY CATAYÁ. 105

aja ti S.l.lgu~re~, con su extens() p:l.tio y su pnerta de tran"


~a.ti. ,A. 1.1. e t):l.ldct y á 1 ) -; lado::) ue H\ (~cA~a e .. tah,;:l.u 108 eacaL'
tale~, y lnás le}'~ los vtatH.llare8 y lo~ flH.dzale;",. .
En ese mOtnento est.a ba ... l p'ltío eohua.do de galhnaR y
pollos, pato~ y pa.v\)S en nú~n,---ro i J ·rcíble. á 108 cl1al~~s la se-
ñlu-a ..l\'Llg.lalenH eh.t ... ba arroj ;luclol,> rnitiz; ('1, un lado del pa-
tio, en Hn e"pacioso chiqtH:~n):gTi.lñja irnpdciente UllH creciJa
piara dcl IlJan·an. R. '1.1cl p, ... dí·, ~Il di) yuno; del otro lado. en
.u na '1tl.fltl.Uf't de pa.. to COfuún ... (:lo. e conueía 1 todH.~Tía. las gra-
nlillea~ lhllna\ias g linea y pd I'á) bt--r.·pn,ba n df).. tel'11 fl'ros, ell-
"'ya~ rrHl·lrp (,ont ...... t tb . . n InU,4·¡f-}nrl.) b' j') y::,oroalllel1te en el
cCI"IPjótl, junto á la pn ~l't·\ de tt'arl(;a s ; á aH extrerHo del pa-
tio p.l,~vaJlt· ba un g-¡gaute~c. t¡'ru~nin(lo, irhol de (.mors,
salud 1. l 1~. que r ·fl' bC¡l ha la ra.·u en lil~ a Itas hnru8 dt.Jol día.
Al an lneiar ~ la ):e"'~)(Jq, de lo uovio' por lo~ eohet~8
ogue ibu,o quelllatHlo. ~al1ó á rt"ci!'lrloR al correuor de la casa.
]a sefiora . .\1agda lena (ñ~ ~fag-ri' len8) en compaüía ue su hi-
jo Anton io. Inueh~ eh,) (i\J .c atorce aÜ()s. da 1<\8 eocineras. de
algunos muz ')' de labr. uz' y d ' c{)nvid~doH de la. v~cinda(i.
A utOllin a 1 iú la. PUt.J'ta ,l~ trancaS y entró eu el patio la fe-
ljz part:"ja (~on ton) f::\U cortp.Jo,
Sall'uero AP df~~lnont{) ( 1 prim ro y df'~m()ntó á sus hijaA,
y de pué~, allte~ de t ),io,quprnó \1n(l~ C()h~t~R en f>1 patio.
l\-Ierceues S;) prccipit.ó f>n 1 )~ b)")Z0~ oe RU nladre. que la es-
tI" ~ch' eontr:l ~u pechü. y así eu!azadas, lluraba.n la una so-
b"e el hOTn uro d~ la otl'C1~
Viendo e. to alg 1~l"). O' i á su 1 ljAr: nn llore.... hij .. :
• [pf('pd va hi ~n ~ ilf'acld: ? an .lel , ~un hnelJ rnu 'hacho; y
~i 110, que no lo 6e' ! ¡ ñadió '11 tono .de rnellDza.
llan }Ol c;:e ~ "'ercó á ~u lH" r .' I. ~ ~st· -h' la mano y le
.dijo: ,. o no~ ntrL... u·z(" ('"" ~ , :' i nHl ~ : tOllo crl . . rá 1 q e
(T

.á u t le pp.'a ha l.:a n d · ,},) el • fere 1 p 1': 3 .. 08'. J '

- o. hijo. 11 m. p su, l't>r I.H~ 1 a 11 da]o guua.s de 110..


¡oar, f'ill sa.o r por q é. P _ro m'n,l . y no HUI·O.
y (HcieIHl ' a ~í. s litnpiaha la... láo'rin ' .
-~lHgdal na., lijo Sétlg lt>ro, trá lue la litneta pura tomar
un tralYo a J 1 fo:allld de le S Ilovjos.
~lagd(l..lena ellt."Ó en 1,.. al!.\ y Racó un fl'asco cuadrado,
de vidrio llPgro. ·}l.-no de ag'v,rdi.~nt '. y 11 l· ... escudilla. pe-
qttt. ·ña rle loza dt~ Chi IlU. y fué f-tir\'·iÉ'ndoleB d. n no . ll u oo.
-El que quiera vino, que avise! dijo Salguero con
.()rgullo.
-No, contestó otro, mejor es agl1~rJioDte: el vino para.
la comida.
~- -Au o lio. dijo Sa]gt ero, dp.F:e'lSilla los caba.llo3, ve con
los otros á darles de beber y ponlos á comer en el nudillaJ.

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106 EL ALFÉREZ REAL

Entraron todos en la sala: la. novia, la m~drin"l. y la ma.


dre de óstas se retiraron al a.po~ento á CR mbiar (Clo ve&tido.
Un momentv d"spuéi"' ~e S!llVió ~l a¡mil ~ rzo en la, sala de la
casa, sin }nús oonvidados q'H} los qu e c s '(ab~lil presentes, qus
eran doce pPTson.;s por 1.odo.
Ni L1lculu, ni II~lio'-{áb3.!:) ml.~:n () , h u hi e r[l"l d.)sJ~ñado
uno de esos almu~r~()3 q i l~ se :rven en l u s on ·! :~~ (!e l LélUCa.
en fiestas senh·j' ntes. Auelu.Ís ( e In. v¡u.n ~a ~ q:te ':VH\ _ (Yn:l~
nes en 18.8 rnesa.8 de b. c'ud~d. th?'lll'a~.J;;¡. n 111 tlrras L A\ll'.! ,'l, C\,
propias df:tl can1:)O y, ~·o'ure tod ), (] p .bu. local.1 u a 1 pr~ 11 ~ \;g-1r1.d· •
Durante el :¡l¡n U.~rzo l'eiu Ó (?:) t re f.o ,lo::) 1:.'\ n ~yoi~ e ·1 J! a ..
lidad y una a!Agr'3, f!Oanca v COIT1U . .. i (· ' t! ~ .
Terminada esa ,'gr,Jd',ble ocup.-l.ci ó n , ]0..1 Varrt!lHti ':u ü1"c'n
á dar un paseo rpcorriendo la la ,) ra zn. (L~ 9a.lul!;"'!:"'. ~ J CaCD.O -
tal inmediato á Ja casa era e AttD hO J ~ 4~L ! si " .o : linrpio 'Pe!"
debajo, estaba cubierto -~()1.l una goru t::¡::;ay ttlpida alfiH !Ol'a l.!')
grandes hojas s ,caRo J.(.If:t é4r~,)l(:;b i.-.~ ( " C'0' Ü qu~ ~ . . brhln e-~ ~ue·
10 con su son1bra, ésto ban 11,.~ m:anlo, á la ~o .. hr· de rltr-os
muy corpulentos I cachítu~os, caraooj¡os. ár.J .,!c u,J pino . a·
potes, cO,ilnitoH, aguacates y manroños. Por '-in tru ep~'3 GOg
bóvedas de follaje superpuesta, n o p e (. t. ~ ü.~ r~ 10 ra.y : < el
801 sino 011 una que otra r.1rtc.
Las 1 'v d.lS de f'a,cao, CCnH) Z i~O .. 1::t onto ÁC s, estao,11.
1

cargadas \o.e lYI.azorros desde el pie h'l :-,ta ~.. r,.jha, (-' :na.cillav
unas, mor "das ot,';l<:, \"crdes ppr0 e n " 3 zón nl'.Jcha~, p0'-Q'.10
en eso lles era la. e , _ cl~ ha ¡,tl':-... nrif' d ~l uño,
A las once fueron á hañ;: .. ",;-:e ~ un i J'voí'O t Ql'ren1.p de :lb/la
que pasaua por allí cerea, sacado d el !'lO Cau ea JJor C9.UO& Ut'-s
tificlal, y por d( nde hoy ~ . o ha precipiti:luo casi la nú a,l de
aquel río. En aq l1 el tiempo DI) ll ov b ~ tant e3udal ni era
pro~ulldo. En sus rillé1.; c:-eciCl n lllllltjtun \! e guamo" qae
lnchnabau z;-us ranl:l8 ~()t)re el e ' ue y p a.lo~ ' 1' 11 gozarso C.\,!
¡nojar sus gruesa.:i eh lti"Ün,Cl. •., en 1, ., H 0" 11 a s dt~l t orrer te,
./J.. la~ doce conl~l zuron ti ,ne m .r oohetes 011 \~ ~a:-- a.\
para anunciar ql.¡13 se aceloc.\l rt la. lOr [A, d \3 1(" ('onlidét. A Gse
tiempo ya se hahfa aump111ado 01 n 'llTIp.ro de lo~ (' n !l\·jdado~
con con dos fan1')ja" (l~ rr0~~ ... t· rios ~O l:1 H' c:i1~I · t<l.
La comida debÍ:l sel"vlrso en ' ca v aob1,L pn ln pllnto
en donde 1, somtJra era t!" f-s (lp.ll~n. l .... fltL~ .;., llH;lJ.) tr ... ~ J,le~~~,
para que cupierau las ve1ut! pÚr30'¡ ".'3 lr~3 ~-l;j' i'~~¡ d3 C.OTrU'J
en pllas. .
. Los lntl1 ... t(lle~ eran m lly 1j !~)pio~, or¡ 1i., h::t.::n rl. pn,rt~ (1")
plata y pal'tt9 de !o'3a de China.: :'1~ uol::> j-trr'o de ;'!ata debla.
rierviF para todos.
Los aSloiltoa oran CSCa11 s de gu~n~b~Q.~ .. ~o á. 1'::8 l~JvSJ
,mM c;le brazQs 4 la.s c~becer~st

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LAS BODAS EN O.\T-'YÁ. 107

E~an l~r; dAC~ y m~L!~ ' Scllgp:-;ro sirvió un vaRO da


P ·.{11:-hui8n •. cl .1 e 1(1 • :1' o ~e 11)s convic:a.C!.os, otr{J de -fjistt1H á.
las Ja·I1.1.', qn~~n;} 'lOu';- 00h'-l;c..,Q pn f; ¡:bt') Y 11~,rflÓ /. l'UI"Yl':>t'.
I\ r alllH-] ~p f'. nfó "0 '.1t¡;¡ ci ..., I'1S t,;.t.Í f.a{"\t'lc:l8 c.:;) ].. 10' sa, v á
un l •• d., dp é' ;..t, Ú ~u d ·n. . t!L~. 'oi 1,,' d. ~'-e~-(" ,je~; )' á ~u·iz·
g'l ¡pr' 1a.. f l'an te ct. : I r. (!ed '1, 4.10CÓ á '1 ~rt) ~ u.
D. 11101. con_ .. ~,arl ' :1 0, o~~upó ~<1 ot;r~ ~Hhp,f't-'T3. Y á .·us
13..,1(l~ ~e (',-,l-' J ~ro" \i , - ~-,dl ha . . . has lId j'-1. YP( : iC.<.!etfl.
Sc.aJóuero I3S00g:C) : .!.r~t. ')1 (~l m~rlio ,Jp l!t ;n~s,=-. nllqo P.l
fr6ute :J,l nla~~tro ...~an('e.l'J, que q.iedo lo .• ..índose ia ~~a')flZa
eOil !nas llJétzoreas de caen.o.
!... , '::; dCifJá~ ('ocvidad·.J~ t"n18.J'OU asi(l,rf;¡) { .. S'l vol l .nt::1d.
Ñ. Magdal~tJa no se R,;!it0 :: l~ 111 E ;:.«1: ella. era os ., clíe... la
reL.la. d~ 'o, eoeinu.
Las ln'; s as qU /! corrO"l Á. ~~é\ h0 : PTl ~l :l !1(\h () ~..,. nón d·'l
C',Hh' ". r\l,.~,~t~!).h~l) 1-,1 L ' ¡,¡ ¡,t·· \1 lo I'ro} '~~ 'lt,;['\b ,l~1 eo.' el
la -f~or~s ",!€ }('':> Hr l ) J.t-\~; fl I't-j .IQLlil1o (vaio: l~)
pp'l'.lUttl~ d~
eJ- "iaba 8ab are' . . s rl~ ~d ... Uf, g lJadnal \'r'clr 0; y (>t-:tos grntos
lnres se 1.U · Z 'l~l an ('011 el apl lt-()~O (h.. los g JiSfJq y las úQ-
sala.rlns. '
La. eOalitla, fll~ a 1,nllda'1te yexQutt:ita: ('rntY'tl o-rand .."s
lirHetab (! ~ 11 (. Y otr:,,;; ,~p ::lffUardienlt-' y (le rn;pt( la: lid .r,...
.,le : - n ~l ('t"nt,·u {le ltl .n Bt;?; :.i llD l:lcf0 y (.tro, I.i~tl- ihl íd':"lf)
con ilr.etriH, ~st~ L~lt Jos yJ1atoR de en~al[trt~. )'. ~ ~.~ :lt-; de "v~í,
C( l ' inlentu iiJdi. lH ~lIsnbl, . eH lns C: 'y!nirl~~~ ea.lnrY'~tl'~~.
~,1 l · lpl; éll17~1. };- t,Ía toel) f:{é.üero te frlJt; s: piñ~s. nle-
lo'~('::--. 'é .r .dlé1.8 , cllid 1.oyas y Llll ·haf! nláR. pero (~.H~ n
Y
~{t
i)E'r\,'au en a TYlI!sa. pnrq 'e ]0 cl'c-inn rruy vulgpr, Lus oue
ape í;'üt frutas, ibalJ i (~om~rlaC' ~n 1a lr)[.. tU. llddn~.
C( mp,nzó el R'-'rviclo por ht trt"ó: ·ir.r.al e(Jf'é.'l ti .... Dr(~ ~'H\ con
g<') " : ; =1 et:'tA 1 .' t'.J Bjgl.!Íf'~ ('ll past ~l~, e áiHtch.: , p; r-7.aH ua
gltfl(!Uf1 hi p l1 ('o!.: .iment (h~f. l~r.g'u" "'10 vaca ~l) adoho, pF:S-
~~4(J salprp. ~ o y o<trbudo frcl'.,c , ] '1 . lO ce e "('lero y (:hanf' i.
na ti .1 nJi ' f f i \ ) , 'l:\ldo G ~tf) fIle (lt ~ '''' r -.A, c'.() ~¡~ 111 ~ Ji(\ rl rAp - id,,:,
f,rag)s y G bulJic¡o;:-~ COD"· "':.'~ ; \ í [j. p r '. t-in brir;rlis, pOr(lU'l
e to ce~ no se U~' ::' há.ll ," .• dlJ3~H;: (- f~ In -o;,, de ' :l ('vmiJ~, .
I)p~p\,é¡..¡ \,;Ql,d' i r_~·o á lA. meR e \:1} l~c h':} ac;,¡ado "1 horno:
jb!.l. ech~ ·l() ,,'0 3 har- :ga eu cc'l ll 'h'} f' Oi '~ dA. l'Z,l h.a cor o
l.l é g ;·dlial3 ~n s ni .0 . • • 1 7 nL:1, en l a lHwa UJ1:l nHJZ lrcm de
nl.1i~ ... tr,lVt-"F-;I ']a: 01 lc'·;,<1[.. fJ.(· rr'ejhido con rllido,.¡a ?lgt"J~~3.­
r.:l., IY')rq,'I '" tH.'lto l '),; nn'Lv"' d !', !· , , '~,') ' Il ( ' 1,)J cf/nv~ ~(",io -_ . tnr:'aU-
'dpohnu t'l \"iuo y los cle¡ná.oi li~~f ,.l'~'~. y (,!!--tahaH ya. 1.l1!lyale-
grt:H.
l)e~puéd 0,-,1 1f'l('hón apareció ell.it'l1~ ') (P:lvo) en una.
b;.tndej,·, l~ev~ndo en el pie\) U!l l"~q.lV d~ flores: !d. ¡,r~seu tl.l;:
~~6R- d~l biPlbo fue Fal~ote~d~!

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108 ltL ALFÉREZ REAL

-Bt~b::tn tl~~~d.flS de fJI te vino, decía Sa!gl er O ) : el mi "m()


señoF Alférez R(~nl se lo <lió á ¡/3.d(·) P' re! (~ue \) 0 'equiara
con él á ~{€r~~dp8
y re(~()rrfa con 11. vi ~ta á todo~ Jos cit·( U .. stautes. para,
v~r ql é hu r~:-;i6:l les hacia. la notici:l.. L f )::, cOllvlflados. si
ha'lt.H, allí h-tbían t;alificado el vino de budi.H>, en adelanté 10
calificaroll de lnejor.
SI vieron Gol fin l1luC'hos postres, y t.J jl]falible manjar-
blanco Cull dulce en caldo (almíba.r coa bl"e vas) y q leso
fresco.
Asa hOf'a eomenzó á dar vuplta8 el jarro por toda la
m~8a. y en el lJehíaJl sueesi VH.tnentt' todo .
Durante la rornida. la ardilla Raltaba dH un árbol á otro,
lJin lniedo d~ 1 8 perros; algúa COll jq St' a~omaba á lo lejos.
tie detenía un in~t( ate, levantándosp apoyarl ) en los cuartos
traReros. oí' la a.lg'ar.ara y Ralla ('or"ienoo á brinco á e C'on-
derse en los cafia ver(~l(~s. Lo " g-uueaT layos en 108 altos ca.....
(~him b08 se entretenían garlando en vo.z baja y tronchando
flores.
~"'el'nlin habíacomido en ]a cocina, y allá le habla envia..
do Danit'l r lop tidos tragoR de licor.
El lnás grave durante la cOlnida había sido el maestro
Saucedo; ppro asi (ara ~jem pre.
La~ darna, se rcti ,oaron a! npos~nt á repoRar la comida
y á prepar. rse para el haih:~; Sa.l~nel"d hu co á. ~u 1 l11jer pa..
J,"a conf r«.;nci r eon eH.. sohr~ lo q le h . hi t qu~ htcer p.lr.•
conlplem(:>nto de); fi ( 'l::it¡l ~ lnuchoB se tf'udieron delMjo d(~ los
árboles á dormir l; Ri .stH; y ."C' lo b UR Ó onversaclón con
)).l nipl, á In son br.t de un cOJ'}Ju l n to ; (' 01 del p )).
- "ótno te Vu, D .niel, e n el I"pñ r .. ~ it'r ~ {,e:.tl?
-}..ll1Y bien, nl ~ te~tro, est..0Y muy COll "~ellto.
- O 1vi l .•r: t) I ti (' . o? '
--Iluposibl ,ro: tro, ése ~ rá. un recurso en tod~ cil'-
cunst ncia.
- y no piensns en CHs~rte? y .1 1\[. nucl te dió el ejemplo,
':1 eso que no es t .\ll buen ofici 1 COl~ot í.
-N 0, ID :estro, yo no loe e s · re 11 UIlC¡,.
-Nnn :? Eso es mucho d cir. S )10 cU8ndo se ha tenido
un aR10r PVOfUllfltl y e8C ··nlo h L sido desgrschtdo) puede ha.
cerse senlej:,nte propósito.
-Sin eso, puetlt3 uno h cer TPsolnción rl~ no e 'S"Tse: llS
ted, por ejtHl'lplo, h· pel'm T)ec ' uu solt~ro, y no creo qu~ Lª,.
Y:-t tenido p sión de gr ci u .
-Ah,11o s b s tú!
-Qué! serL. po ible?
-:rosible b~ sido,

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109

- tía tenido nr-t( d u1gón fimot dcsgra"jado? II~tifon~ JY) ab evi.


tl.)i(~Dt:,(·.
- No 1'8 t tl'P\'i mi(·f. h : . · r~ fl tú la íUtl('a yWfSOni\ á fluiE.'O ref.. ri-
tia mi desgruC'ia 8.1bctl (~I1e tt, (J.,. (~n(;rlJ'J u'ccho y (lUt te he prf fe-
tido sit-mpre t-ntre todOd u,i$ dis·!lpllln..;; y qnier~~ qU? tu chga po-r
qué? porque tt! 1'~t1'{,Cd~ SI la tnuj'\1' r¡uo CI'llé eh nlÍ jtln·nturl.
-Sería f'fo'<l m 1 :nudH 1 In gu; tul t lil.iei COH ~Jl~í, I-U l'U rio. ¡.lad.
0, 1 o fufo- t 1 ·ma 11'., no flU'io qer tu m:idrt"; Dulores Ot ... rol
*,1 tJbj(·to tle mi ;óca j)USIÓI., mUi tú I:!oltf:'fll, murió de di"z y sci-s ~\nos.
tlluuó iq{f'n.
- y nur rf1'¡' "0 8f' ('1Fb ' ,Ftl d con (·11 ,1
- ~.Ilu 1 () (l' ,t,n: (a~\ií :uFpit{, S,.t,cedn, y ('Cll'tÍú'.lé), 111 p,rinci ..
pin rpc'll;l ' , In 'ti 1J1 1 ~ U ..... e fUIIH y IlW diú Ptllp P l·',n7. lió:: dPRllI ¡.~ •• I~ r ..-
I,,·tlt(' canal iú pal'a (OIlU i..!','.. h ' l~t.,. 4 J . ' XI r"'llI() cf~ rf ~al'na' \t",e nc
'c.l\'it'ut ~ ,.tI ('HtI:&. f'c,r,¡u p n •• t( I IHld\.J lI.tl lu iú" flt· C¡¡d,trbt'1 U.i8 "Í-
ut tto (· .. u'l ,H.fJl4.'lh.TI til, J'f')'Ulh ·IÚU.
- y Ul!<tt ti t!~ rt tiró?
-Al fUOlneutut {Jlltdnbll p.·"fnudvr.uente hf'rÍllo en tni aln'l(·"
pr(\l'in. tf tl afio h~lría q'h' hHni. tSucpdilfo t'stu, cUi!nd s~lpe ()IJ~
ltaLut tnnt'J'to ,lp. ft-:ll outti~nlH. 1\J i -tohilO flle tan ~I a",.ic ('ODIO'
t~n('~r(): Ilúré Ilnr el1~ COIUU ~j hlllJil'ra sHo mi l'~p08'l. y tle-s(ie ~n'"
tOT.(·t~8 J ice prOpóFlto de 110 HUll1F á ()~(a ulgnna. Ya ves; lo he
Cllm pJicio.
- y erlt hermoFA eSa jflvCll? . "
-SClhJ't.~ tl."Ja
pontlel'iI' ~ il)ll: h ;'i~t(\to tlaber, que ta flaaulbHn la
jiO?" del vr:lUano An"ra ):t.ln: tÍl ti' tlPS ~1I~ mismos <,jilS. el mil'iUlo
timbre dE:. BU VLZ, y no t-é- 'f'l~ utra cmejUJlza qne no acierto á llt:cit
t!n que con~i. Lt. g lo te b:X .t i :l~J'á por qu¡' to h0 (t'HJHo td·.ltO.
-Gn\(~i:Jl', nHlt·.,tl'o, f lel lt~t. q
hlf'tJ Cftl'r tSpnndicio.
llaudo Oüuid COlltcbtO (Jeto Ú. tuno, '<lu(.cd ... l1on.ha silencio ..
!Eam~ntf'.
}~I\ (lIse insbillte Sí.' nntú gran n(}~¡mi'E'nto e a ca t ; ~rn OCAdiO'-
tlado por ItI lIeg:lfia (h: 1 Je JI. Ú. leve: 110" Z ' IMta,. IOd ,]( tl~lU tj~tata, •
(>1 cmJ for fl(~ 1>1 Pe I ('n~t, ~, y 'uhtro m¡l~ q!:le t.ocuuan la tU1nbo7"a,. e
alfandoque, lu ¡muele ") tita y {- trió ngttlo.
Al Q6CllJ'"t'Ctlr ll~g<u ()n aelg1lulld rhut~hach'¡8 tccin;.a COD' 8tl5 pl\~
dres y Be coloca.on '211 IN Hula.
8uJgne.·o l'[J('po· i ió ¡,.", ctlutro .··1 de @ebO' d~ nr.~ nI un,. de..
Q

. tnsdertl que pendí" fH'1 t(, ho t'n la mltud dt' h.. ~'ilh Y in h Z# .' ::hll"
: '\>ueltllB1 con Jo ('nal J.,H 811Ul)J aloJ .te ln8 P( .0801Ht6 d~ 111 f,y~ctaoHn en
las pHl'/"·dct'! en tnoYimiel1tu r.'aptJu cll{·ular,· q.Uf: cauduba wa·reO al qn8'
se tiJ~ bu
en ellas.
Nu t"fUIl todavía ]ns (l<.:h,) y yA se Iba P.. c(',men~aT ~l lJail~.
Las d~miiS erun.~ loI «::l'(!l·dud, J\,rls;l, ('un tro m ujer~8 cas~hj8~, j6.
"er.f's, quv bnbi~u )fto eutl EU8 ItlMidob, y dv6 J.Uu(¡ba,-=has 801tt'l'~
~uo haLí&Ul ido con 8Ud lJadr~i.

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110 XL ALFilrEZ nEAL

. T038~ il'an h'('n Tl'Fti,laA, 8C\gún Ptl clRse y al U80 (le la ~j1ofa
to.las l~t;,\'atlJttu uillHj8~ d\ oro, chuldbe y tUlIJba.lillo y 103 pieb des-
cal7.u~,
I.a i"O-IH h,\1·fa nff'l" uiln PU tuC'ut1.) ('ga noc·l1'·: hnhin rf'('(\girlo
JI' J!rQ(>~n tn liZa "It' ~r'~ ';.0' il\;~. f'll for la ,ffl raPte")". H.~f"~"ru'¡a con
r.idt,C\CI, y llt)hrt- (·lIa hu·f.. Iln,.. ~1'Ull tusa de uro y c~tJfCruldu~, fiue ifJ
)J:lUHth" pflr JILt' . lIl.lIl: fiia IrzJOY<l .
Lo", h.'llllHl'S qt.~ 11.,t luU do h:111ar eran l.~urhn~, y tc.loe ).. a
J

qo~ p .. tuhan t'U lu ¡>arra C('ll \"(\f, tidO Hin pio, ten jan tit"'·edlt. (1. tOll':lr
F .. rtta t.·n 111 fi .. ~til. J orqle tii 1 rra lZi ('os! ti m lJr a.
L(l8 Il Úei( ' fH~ ('t'tab;oIl en lll) Ilneé,u (te lu 8ala. A t 1="110 Ot1 ZnJt:\-
ta, (~Ud ('ra
80111 }". rO.
t' j .fe (io la or'.l1('sta, t'Nt.lLn el can tu)', tlt· rito y con

C"n,," 7.() Z patl1 á preludiar por cur iro blando r('rentE- n(·
tolO lió t-I t'UI: :",1' t'1It.:¡.It"do 111\ H' .... O P' t"rliI •• h • • 11 bl tf,nudH d('.
bumol1c f ., y , .. d 08 JOb 11.,t:'Ul.t'nt",¡.¡ lu F;g-llil."" . L'n ~"¡t(J IIfl:i rnnw
dt' ni,. p,rÍlt tu ()~Ió t'8,~ (;q "t.,
1 ( ptt'ar "~ I ('cautur CalJHLu el l':lt()~, 1
l"utrhua d(> nUt ,·u t ' n ti , tt'lll . i/l:' l rlo~ r}~I",..j( R.
I·~ta plim f IH 1 if~z;, 111a u•. i':, Ja l,or los nOVi08j ~on e ,1 u r080a
fJ1,V(UJ d~ 1" bul'! u.
Le tuCó ton ppgllj(lu il Dauipl Cull '!'cre 3, 1~ mnrJrinfl, qnf~ 10
miraha c.. (I tu.. rlJlIS ojpl'2. Hunql1 _ él HO 80 dHbu por eutcndi,to, por-
Qt:af EU curUZVh ' ~ttltJ¡L h} no yli; nI mi. nl0 t,íen po que Nicol¡lCJ. uno
df: 10& vN.'hlOe 'le :Sulgucro, ~o mOl in pvr ell.l, sin q ne ell,4 biciera
C8CJO d~ t~~1 lim(, f.
E · tfl cutienn do ()fectc8 no c(lrr~sp'mdjdo~; fno dp8critn por
Virgill(J nI t~l Torvo, lrena l'l1pum "Jequítur, lupus 1.pse capellam~
"Lu ft>Jo", it ("IU hll(h. :.u pos d~J 1 l)(). t'1 lul,o el pos de la ('lIU.·II, y
la ( ,I! rH '·Ch,7.()IIH en ;-08 (I(ll fllJ 'ido ClIlItIWZO; IÍ Clt(lll 11110 81 rustra
111 J,u8i6n:" )' pur el l/OLta custellullo }"'rHuc:ifZCO de F igueroll :

A lclpe ama á Damón. Datnón á Clori;


Arde UIQri 1'0:- Tirsi, Tir i ingrato
Por Dafn ; Dalne esta entregada. b. Glauco;
En Glauco no hay amor.

J.:@t"8 Illimer~Fo p.P·... jHS, aUD'luc no ~ran oiestrtl~ en ~1 Rrte por '
Ef>r 1.U\lic-luF, no 1u bldu1un mal; pero t.-l et )('ctáculo creció· !) j •• te-
lés ('11hn •• O 1011 v.. ront>~ ct&t':ad s ..~~ iel on al puesto (!on sus rt>~pt'4! 1 haa
u .uj~r~l: ,,~tü8 nu . .~\.., .. p .• r f ·jJ\6 h,. ulqn bai nrlo en otros mucho8 faD-
dunl(nI~, é bidt roll (111 "h·b,·r "Oh ,I"RNH b ...·uzIf y maC'stIÍa.
Er¡t c~rclI dt> Illttoia o"che C~13nd() t(tdo~ los concurrf'ntf'\@ JYlll i e·
r\ ·n que b. llun¡11 Ilfa; c1tlt n ... ~ de J,l ('H l . H~.~gnero, (lll~ (~,.ttsblt '.it(·gf~,
fl~~ 81 IIH tn. Iltu tn busca clü su ruujer y la conduj '") a11'aetíto coa
go leral uplallco.
Ml'gdulena .penas (!(\otuba treinta y cuatro aOoa: no teDia toda-
"ia trazas do luegru. E la do antemano 20 habia Tc'tido bieD, no

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LAS BODA8 EN C..l.T.AYÁ, 111

"'ar 10 q\1€! pudiera suceder) sino ¡1l)tque sabid de seguro qne la baríal1
bailar con 8U marido, llorqnp ~l'a costumbre en todos lo!! matrimo-
h ios q ue lo~ sllegros, si los había, bailaran su pieza de bam buc,', por
Yiéjo~ que fueran.
Ve&d.a como las demás: foBado ~e zaraza, camisa con golo.,
bordada, ChU1Üb~ y tunlbadillo; zaf..!illos, garg~llt¡lIa y rosarIo de
orv; el cabello recogido en onasolá trenza, subre la espalda. A pelar
dE- sus tres hijcs ~e conservabn herll1os~t, tenia cintura delgadli y os·
tentaba. como nludre, todas J;u¡ IOI'ma8 ,le su cuerpo en completo de-
lárrolIt). Amaba entratlahle:mento á su lDbl"id:>, y .&tt 1Ilurido idola-
ttaba .::h plls.
Magdalena, con rn pafluel0 hluncn en la punta, r}bb1ado en f.or-
tna dI! ~b 1llÍco, y p~rfumatlu; Ce "oloc6 en el un extremo de la sala; 80
tt'r~ió otro puftncJo grande dG 8cda en t:J ppcbo, ase~'lrando una
p anta df ~l dcb:tj,) la d~ tira de]n camisa en ~1 hombro izqni~rdo. y la
otra t'n 01 chur,n bt' al (u(10 derechu de 1:, cintur'l. f1;~to hacían lal
cd8J,dn~, t'OrftUe la pnf'i ."·ta, qn ~ Uclt ... ba lss exigencias (jet pudor en
J.U5 .lon(;t"th.~, no era 6ütl\!h'n tt' (\11 las madres de foi-njJja.
Mago~¡(cna; pisC8, se col"có ell e! un extrenlo de 1" sala y Sal-
guero en el OphestCJ; m if.'ntras ~ntcnaban el veteo, 8e miraban y 18
s'Jnr...{;IO, el -id amor, elido de vcrgüenZcl.
~I ü8utor echó el verBO á ,"oz en cuello~ la mÍlsictl 10 ~igui6. y
al mismo tiempo S 'Llgnero se dirigió b¡\i!liodo ha{!ia su mujer; ella••1
verlo Cbl'ca de' SÍ, Sp fué 8ohro él y lo ouiigó á retroceder hasta el
otro ~xtrolHo; ile~adll al!í, dil) 1", vuelta c"n lB l'apidez ele un 'rom·
pf1, b!lil~ndo t;ll la t,unt.t, de los pies, CUino 8i fu~rn ~n el aire y tr~zó
al parecer no número 8, 8cguitJ3 d~ ('.er~f\ por Sulguero.
R8 de regla en este bade quo el gaiátl le d" siempre el frente'
la dt\m \; en t mto que ell", clIun,lo huta, le vll"l\'e la ~spl\lda, pero
mirándolo siem pl't~ por sobro el h('m bro.
Qucdaron 1u égo fren te A fren 00, en 6US respecti vos pucstos, •
respetuosa d'st1\ncia. y uUi uailt.ron largo rato: ella, en eus ahosos
movimient.oe, le pre8entaba un lado, le presentaba el otro, le prG-
8el'taba ul frenta. Salguel·o. á su vez, daba prueb:18 de nn¿t elnstici-
dnd increíble: habia vuelto á 8US vf'lute atlu@: era de ~erse lu. gracia
y ligereza con que movía Jau pierol\8: 8t'anzaba, retroccdilt, 8scabA
yá la una, yJ\ la otra, las crnz~ba, tendía el pitl hacia aJc!.':lte y to-
cHndo el 8uelo con la puot-.a de 108 dedos, lo agitaba con ~mbloro8.
rapidez y lu~go hacía lo mismo con el otro: , esto llamaban
escobilla.,..
Eu este momento había llegado la nlú81ea á uno de esos aire'
'loe tiene el bambnco tan dulc~s c .... mo tri~tes, aicomp8f1ado de canto,
Salguero dió un salto y cayó de Toclil1R8 á lus pies de 6U ro lljer; ella
le azot6 el rostro con iiU pafluel? perfumado; ~1, de otro salto, volvió
'DU puesto.
, Entonces Mnidalen~ se dirigió hacia Salguero con aire provoca-

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tI!

ti~o: él, ~1 vE'rlt..epre", ~ft 1"{'~ ,le r(\trnm~t)("r. llíxn r.r.em!in .l~ ~"razHrln~
elluhlzt' .¡,iem'\l1 dI" .h'ft·ut!<rse y d¡ólH Vlhlt.. huY,'II'h., I f l!lt, .,,~() t'n
." fuga ). es t ndulltC.!íc.Ct'8 Ot! 11"" t:u~cbr!t .... ti I!\' t-t.l·upn. y H;\h·utal"lu
el ~ra~j(\@o naovlmit"uto rt~ SI1:i .. e,Jonda .. ca"l·ra~. la fl,·XI',i¡ádt.d dd
mim br,., d.~ 811 t ,1 ¡..-, y t'l -iesdé'l .~n t'1I ca jt~.' \ t"U t10$ hum "rus.
'frnzú (tt,aa v~z ~I liÚ nl~rU tl p\'.dt'g· i I:t p ."lr d lIa.311; pl'ru uJ pa.
,ar (,-erca á la plJt'rta rlf!1 HpOSt lit.. , \ul \ ¡f. el frPI.tl·, Ip l ibo llfln 111-
clioHclón ,.Ie ("alwza. ~ .te~IJld,ó c. 1 ,·1 p:tr)tuolu y de t:1.tl0 l'U 1.. l't..-
cámur .... U .. "¡"'a J.f,PJlI'rüi ucompan:, el ti" d\! lit "i,z.••
SalgLwro lJtlcfló en la BU!;', contl'lItú, corno .. n !; glurin, 1
enamorUQO dd sU' ntu ff'" mád '.U~ nl'lJca. ~~ Ifmpió el ~udlJt ut:l
,.o.~ro y JljO á l~ {· irClln~tafttf't':
-Eal, mt4 ..-hachotll, \'amo'! a tomar 2l1gu!
LB m(;fla ("8t,,!':, 8t"J'vi a 4,'" ..,1 ('urr.-.Jor int<'rior, pt·ru 110 .it.' 8Ma
'Yi no y LI7.co<:h IIt-lO~. to"h. .te sn 'u lell t.a:s \ i.lIHial3, t.oJ. It lus que llO'
h .. LíKn .. kafl~allu a ~WrVll'~t' "'0 la co" id:-t.
(lum hrt-~ na nj.lrei hj. -¡.-run '1 Hlur á f'Ra ~Rpt\(·¡"~ .le .'f'ntt,
Datli~1 ~ ; "iú .. 1 l,rlnu'r (>nrr, .lur, .~tl do ltl · nabí., d~ttl;lI ",rt." á }f,,·
tíli8 €'lltre lus d,· 1.. hllJ'ra~ 1,) h¡zq ."trar en cl plt' o i"t. ·)'itlr. le di<.~
ala .. I"t..... ft, (larllf~M fi.&lul:Ht'toI' ,j) "21"0 d" ViIIO)' yuo t:l Ilt'g'to ,i't:;.t!l'a-
ehó á In eoru b"a de.' 1l1'. a ffiHta ett' t';I('¡IU •
. Pront.o e~tll\lt'rf)1" ~t)fit.H 'lp. rl·gr, · ~o n 1... pata. Mi . r\tra~ ltP r .. t1·
"',,n tondos, IOi mÚ' WHR a c: llzarc ,n á t. '~r ti.)" ,,¡.·Z¡¡S, "'UI I,ur 8eig
blando y utrn por o('ho duro, :ol 'gúu tiu:la Zupaata, ("ól ""'!Jur y fa
lIJuyor). ..;1 I Ufll.ur ffiJH t h>tJ ... L¡ : •
-Hf'gi~tn~ ya pf)r sitde dUl'O' paru' ca. ¡tdf I iD'Tbellln'o:. Zllluta-
J't'gist:ú p .. r dn mayoT.
~tl, -1;.0,.... , 'fllt1 ~r" cnllt .. ,);t y rif> bailal)~, ~ utrp t'tlntr". f nrb l~rg'(.J'
*iCOlPO, h·lst... 'tUl' ~f.I.:{'ler ,.I'h· .. ,.., I it·.·.·t.,r IIHtllrul flp. la ti"",tu. olj .. :
-BH"ta y .• lit' turbelllnu, "l'U n 11104';'0, ya l'S 1 eJ'" dt:l 1noño-;
Cfandltltgtll tt .. ),
:S~mt"jltr: tu pfltiei/'m !u·~ l' el lit d " cnn al('g ia: el m,,!lu E'ra 1.
p"rte In ~\o¡ rlhf-I thta .h- U. h" (,1 • d (a 111 p".
{;OOlt Z·,I' .fa t" .. ~ IUlUl ' .a tUL:" Ji. ~lrP. pur i tt' (htrn, el c:lntn ..
le dijo: cinco blun.d(y, ClncO' blll,n,dty., Z ",Ula vaciÓ' ul ttJOf) el., u,'
IPenor y pH~1 uuji) la t .. na'· u .Id IlIlllh••
El cant(JI ~nt.,nó un "\"rRO ., sal1t'rOf nI PI1€,.,to M~.nut-l y "~TC"e-"
tleI: di~ ..on unu vneltad y luégu- 1,ttrll,,,n eotooodOtS fr~nt;., á frentd.
La m ú81ca call ú.
M.uHwl It.o dlriS(l-Ó- á PO (\~P08. un V(lpsn' amoroso;' y t~r tnatl()"
que fué,- continu:trt.n la lUÚ ,~a, el e lltu y ~J bttll~;.· a un (H \' calló'
Ja. mú ¡cs. y lu,", no\'I.)8 VI)l \'it-lroa á ,,'It!d H rr~~ ~ al trt'trte.
~nt()m!eR ~(r¡' r '€'dC8 cnnt .. tS ¡" su mari In en:) otrH~ 't-'rFO lll\noe;
dt- pasión. tilgnió'la mÍldtc~ .. , dl"rnl) Ind tH "'(If' ti tUl' VUt·ltu. , Jnl-gf "
ell .. in\"itó .. oLeu ¡p.t¡'o y 61 á ot.ra da-w a }lara que lu8' l'-=tmp IUjl6.f~.
n ,,1 puea"'_ .

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LAS BODAS EN CATAYÁ, tt3

ARí eontinllJí pI b;tile basta. que le tocó á Nicolás bailar


.eO'3TeJ't1sa. Ni·..!o~á~ 'lU" "s.tab.l. Huamorado de ella, cuando
l!e6ó el tiempo opo.ctU!lO l~ dirigió ~sto v~rt)OS:
Pe tUA hermoMOS ojos
No tengo queja:
Ellns mirarme quieren..
'Tú no los d,~ ias:
tii lo~ dejarat4,
Yo fu('ra el absoluto
Dueño de .tu alma..
Las mllj?r~~. ene~tebaile, sollan ,:ter fran<-sR hasta la
.d~s("ortt> ía: si el galán no era de su gusto, cOHtu:.taban á sus
.req uipuros con ver~os desd ·ñoso~.
De, pnés de rlar las vUt:.'ltas de rfl'gla al són del ,c anto y
dp. la. olÚ.;jea, se d~tuvierou el uno feeute á la ,o tra,; entollces
.ella .coQtestó;
Si piensas qua en ti piensa
)Ji pensamiento,
Piensa.s en una cosa
Que yo no pienso.
Que 81 pensara.
COIllO Ul~l pensamiento
La. d sechara.. (1)
Citando acabó de hablar. di.riJotió una 8.n~iosa mirada á
Danip,l. hu~canrlo en RIlS oj.8 alguna seña) (h alJrobación~
á ti~lnJ o que él rf'ia d~ .oÍr tao frau~a reput'stn.. ~lla reci ..
bió e a ri a. CCtllf) un aplau. o , y alf·gre y satisfe('ha dió la
vuelta.. invitó á o1ra. y turnó su 3siento.
P~ro el cor. zón de Daniel .e. tHha al lado de Pofia IOÉR
.de Lara. y la f~ljeidad ele A~O ntlVlU!l ql1e tenía á la vista, .
.a.Uln~ lta.ha el fu ~O d~ . U pa ión in P.ta ata.
P Jr últir 0, q nj~, 8a )gut->]"<, q l ' , ]ot' nlú~jeoB tocaran el
(Un<ltLei;er. porqu e n ~f,=,ctu ya se vi~lumbrab n 1.)8 primer08
(;elaj~s d la aurOJ' .
}). nit->I mandó á '\~rmín que trajera los cabal10R y 108
~n8ina.rat lo que fué h~cho .al rnoJueuto; y luégo, alegando
f\US ilnperiosob deber~R, St> deRpi. tiú de los dueños de easa y
del rnnestro Saucerlo, nlPntó en su caballn y pat·tió <lcompa..
.fi~lrlO de Férmín. Al salir por la·puprta de "rancas al calle-'
j.ón. T~"esa que eRtaha PIl ~I corr~Jo,: con sus padres viéndt.. • .
lo parti r. ~e at.revió á decirle:
-No d~ie de volver.
- -Está ~;ien, cunta tó Daniel.
Turna.ron á escape el eatnino ele t.ravesía que iba á salir á
. fGrga, y U..la hora. despué~ entraba.n eu 61 grall patio de
la hacienda.
(1) V vrsos anti&uos populares.

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~APITULO XVII .
. De$aparici6n.
El sába.do siguiente al anochecer fué Daniel pOI' $U oa..
hallo que estaba comiendQ un pienso de caíla eH el trapicho.
lo agasajó pasándole suave:nente la mano por el cuello l'
por el lomo, lo oondujo al corredor de su cuarto y lo ensillo~
Pasó en segllida á la sala principal de la casa y _preguntó á
las señorag si se les ocurría al~ún encargo pala Cali, y ellas
le conteQtar-on que nada se les ofrecía. Al separarse de ella~,
recibió de Inés una tierna mirada pOI' toda d6~pedida.: esa
¡Ilirada era lo que él había ido á lluscar para poder partir
contento. Avisó Iqégo á Don .Ju~n Zamora, quP ya . H iha ..
quien le deseó buen viaje, y lnontando en su brioso eOfcel
aalió á paso largo para Cali, á hacer la viRita d~ costumbre
"SU madre a.doptlva, con el corazón henchido de placer y
creyéndose el mortal más feliz del mundo.
Don Juan Zamora, después de cenaJ;, se reti.ró á su cuar-
to, adol\de acudieron el tio Luciallo capitán de la. cuadrilla,
y Ferodo, no á recibir órdenes para los trabajos pues el día
siguiente era domingo y los esolavos eran cluefios de su
tiempo, sino simplemente á conversar oon él y á oir las re-
laciones que les hacía de sus viajes y de las costunlbre~ de
ltspañaf
Inés tomó un libro de Fray Luis de Granada y reanudó
la lectUl'B interrumpida la víspera. Todos la esouchaban con
tnarcad3 at~nc¡óIl, pero en partioular Doña Francisca que
era una santa mujel-, y Doña Rosa la futura. monja del
Carmen.
. Al dar el reloj las nuevo!t suspendió Doüa Inés la lectura.
y se retiró á 8U dormitorio; Do.ua. Fr Dei ca. y sus hijas se
fetiraron al suyo.
Doña Iné~ se acostó, acompafiada de Anrlrea, y estuvo
largo rato sin poder dormir, hasta que el reloj dió lat::. diez,
Al oir las campanada se regocijó s u corazón porque sabía
que dentro de poco llabia de ll~gar DR niel.
P~ro se pasó otra hora si n que rechinara l~ puerta, ni
ladraran los ~crros, ni lo~ gansos graznaran , f\l reloj dejó
Qir once campanadas.
Ya no 'Tendrá, peopó plhl; pero qué motivo, se decía, 10
habrá obligado á quedarse? Es y rrt¿:ld que una ú otra vpz
suele permanecer en Ca1i ha~ta el d~;), siQuieute· p e ro hoy
me habia prometido estar aquí á la.s diez, y f'ólo una ('aURa
xnuy poderosa puede haberle impedid«) cuniplir 8 11 ralabra..
Será que ha epoontrado enferma á su m · .dr~; ;, tól vez ml
padrino lo habrá detenido para que se vt-nga Dlañ.ana cOI' él~
A p"'Hn" de esta~ reflexiones trallquilizadoras, nQ dejó dg

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DEBAPARICIÓN 115

pla.rmaI'S~t aunque no temía que DaniAl PQdiera rorrer peli-


gro alg.lno; pl.~ro lo alnaQa ardirlntetllPote y á "U p~ial', y SQ-
fría al saber que él no estftba es~ nochA (liD la. 4a.olenda y que
dormía lejos de ella. Ya. aabdtnOS por ella Inisrna que cuandp
Daniel no e~t~ha pre8ellte, Ja ca,qa le pa.rt-'cía un desierto. No
tenliendo peligro alguno, por~ue no podía hab~rlo, al fin, aun-
que al~o apesaruda, se quedo dornlÍda.
Al día siguieute, cuanuo estuvo bien de día, se levantó
á tiempo en q1Je ya Aodrea andab·. por pI interior de la. 01\ ..
f'a. Abrió las venta.nHQ de su aposento y vió en el patio á
Ferlllín á caballo, y á Don J uun Z;nTlora y al toio LucianQ
que hablaban con él, rodeados de varios e¡,J( ](~vo~, pues, C01'
rn,") he.nofi djcbo, ara dunlingo y lo~ nfgros no t~niao ocupa,.
ción forzosa.
Viendo esto eiltaba cuando entró ....c\ndrea asuatada y le
dijo:
-Mi sello~ita, hay llna novedad HD la f':lfHl.
Inól:$ 80 alarmó en extremo sin sa\ler por qué, y le })re,.
¡tuntó:
-gué novedad?
~~l niño Daniel se fue anoche para Cali y debió volvel'
á las dje~!, COU10 lo h'lce Riel1'pre, pero uc) yolvió.
- Ya r-é eso: ¿cuál es la Jl.oveda~? preguntó Inés perdicQ9
do el rolor.
-PU'~8 hien, el niño Danif\l no volvió anoob~, y hoy al
~mane0t)r, al levantu.rs~ el tio Luciann, alcanzó á vpr un ca,.
\>allo blanco ~n~illu.do y sin jlnp.tA en la pUt.'rta dA golpe, co ..
mo eSJ)§ranJto á qu •.~ ~hriera.D para entrar; fué á ver qué ea-
bailo era. éd" y eucuatró que era el del niño Daniel. De su~r ..
te que ha vu~lto solo, ti.41 vez desde ~uo~he .. sin Rabersc qué
se ha he -h,.) el jinete.
- y no baQ. maudado á a vel'igual'?
-En este momento 8e va Ferrnfn á bURcarlo por el ca-
mino, porque el amo Don Juan cree que ta,l Vt:~ lo hctó el
~abal1o y que estará. por ahí aturdido d la caída, ó con al-
gún hue~o roto cuando no ha venido á pie.
Iués Re Aent,ó para no caer e y que}' Rnorlarlada con tan
infau~ta noticia, Al pasarle ~~a CSIJtwi.., de vahido "e ar:er('()
d~ unec}'o 4 la vf)nt.1-na y vió ql1e ya el grupo se había disuel-
to y q~~ Ferrnín había partido.
A~ldl"\:)a salió, y ell<lo se qne<ló re~ando y encomendando
· 4 Dit)s á Ua-Jiol. '
Llegó la hor$ del almuer2o, que ~r9 sj~mpre ont,rp ~iete
y "O 10 de la mañ}4na, po~qu~ en ~quel tjCi-UPO DO R~ tpnÍa la,
CO'Jt .ltnbre oel desayuDo, ni nadie tomaba café. En l~ rueAa
JlQ 'JO h3bló sin.o de DaIliel, cpn grand~ interós, porque em

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116

un mozo f,fmJlático para tod06l. In "s oia a.ng 11stiana las di",
verf!ias SUPO!;' eiones, ton a 1110 pa ..te en Ja ('on Vf>r. Hción y
baciendo t>sfu~rzo ext,ra.>rdioarjolS para no dejar conocer
su doloros .• zozobra.
A las llueve regresó Fermín: Don Juan Zamora 10 con-
dujo á la. prt"seocia de las señoras para qq.e dijera delante de
ellas las noticiaR que traía.
Hé aquí su relación: en el camino no enaontró á Daniel,
ni vivo lli mutl'l'to, y aunque averig lÓ por él á cuauto~ ihan
y venían por el camino y á lo hab .t oteH dt1 las pocas CHS'Ui
que or aHí babh•. no 1 alló uno solo que Ji ra razón dt'" ~1,
]~ 1 Hila casita q..:e había tU el paso .iel ,'í l\felén lez. en d )s
Ó tl't:'S que había. (HJ C' .taveralt"ju y eu l · .' pocas C:'l:-\H. d la
ciudad al larlo de la Chanca, le dlJ~ron que lo ha,bian vil'to
ir en direc.ción á la ciudad á ~so de la8 'ete y (n(l> di~ de la
Do~be. pero qu~ no lo habían ,·isto r ~gJ'e aro Fu': á (.·:\~a de
Ja sefiora ~lal'iana. y é,,",tl;l. le dijo que hhía perlllanecldo con
ella hasta. las nueve en punto. y que al o 'r la primera cam-
panada en la torre de S~n Ft'a.ncisco, había partido pa..~ la
hacienda.
Con noticias tan poco satiHfactorias crecía pI cuiilado
de las señoras, y en grandes proporcioues la angustia de
Doña Inis
D()ña Fran(·isrA dijo á Don Juan:
-E8 prtl('it;o que rnaude ust&d 1 11' ~ro rl~ rriafl()~ que
crea ne sari(). por rlife'reutt.'s paltl~s. h ta que 1 )eUl~n ..
trell; n 4.S po. iole que e quede asf T .'el1do por ta 1tO tieln-
10: en a gurlé. parte ha U~ lJan.-cer, vueti Uu b 10 ha J. haber
tragado )a tit,rra.
-E 10 ql1e yo (igo, e preci~o xam 'nar
min . ~ino lJ 10 uién ,,' bo . 1.... 8 d U lo y otro a,l y la. ha ..
c' ndas cirCUnVf.,ci as. Ahora. lnh;: )o v y á m' u iar á! 3
s·,vient . má- vi,,"o y agaf !H p ,r' Qll h. g.¡,n (' uta pes-
qUiS8tl puedan, hasta dar con ese }\oh1' lucha·h.
En efpcto. T)on Juan reun'ó alguno riod( s (]p 10 que
hacían el ofi io de vr-queros y ]()s rliHtribuyó d (lo~ - )) d )s
en dlr r~ntes direccion S. A F~rnlín ](~ toeo ir á Cali { ave ..
riguar en todas las casas que fOflnaha 1 la calle d ,'de }.. en·
trad" de la ciudad hasta aql1 na en donos vivh.. la nut.rlre de
Daniel; otro& dos fupron d~ 't.nadoH á laR haeienoag de ~Ie­
) ~n.i ~,con uyo nornbre ha bía. d()~, una al lado do arrib,
d 1 calnino públi 0, qUH pertt:'uecia á Doiia Trf'sa. H,la~cos,
n adre de Fray Pedro H~rrel'a y que se Halna hoy San J oa-
quin, y otra al lado de ahajo, de Don Jerónialo E~covar;
t>tros. fueron destiuadus al LImonar. Caña veraleJo é IsaLet
I?érez. Don Juan, acompafiado del tío Luciano) se encargó

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l>XSAP A'RICI6N 117

dg flXp 'Orar 1(7~ alre(leriorps ,le- la hnc-en tla. Hac'Íá el lado


de Ja.nllltHH I~O había par~ qué hu~c:1r a] perdido.
Los f'xplon '-1 fes )a:-.ctrt."u ,,} t'Íct en ~tl8 pe~'1l1ia::J~. cAda'
par de hO ¡ttllles e'fl 108 81ti'1t; que resp cti anH~nte iJe les ha.¡
lIia tolena1Cl( o.
Pou J ua 11 y tal tío Luciano rpcot"rieron la p~J"tp b' ja de
la h::H'i.>n la. on :land r td t'e'j~ dul rnt}nt ~ p"'''r el lado ele M< r:
~ct, tr, ,'ZH udo lllla gl'a. l>UI'Vé. h3 "4ta. Bah r al ríe) J a ni undí.
De allí tohl::l rotl h.H'l'l ::J rr ¡b'l" y de8pué¡.. de eunliH:l r la rf;'o
tre(·lH). ~e d tu ~ipl'otr ell la rnit'ltl ele la colj na, desd~ dOUtle
6.-. ", f~utnLt tuda la ¡'ctrtf- hu P!d. 11e ia h~4eit'lldR.
Examinaron cc,n la vbt·, . let ext~ · nSi . ('ornarra en todas
dir... c 'iOllPQ: ullá á una gr In ti sf.ancia, al • i3 de la 10(n('8,-
por lal3 cah,"ceras d~l Pan" , " fA é 1 "aOZa¡,c:lll á ver dos águilas
que revo!oteahan soUr~., nn lnic;:"Uo punto.
-Ilorubre, I~llc~a.uo. dijO' un .Jllan~ qué habrán vistO'
aquello ~ :í ?' lilas' que revoio!.e<tn al pie d~ la luma")
- E~() indit;a , f"c>ntestó e l tío L ' lriano, q:le alO"ún eRclavo
ha prendido lo,~ pajun·tI: s: ?eH su mercefi eJ humo. La . ágúi..;
las e , ~tcín allí p:.r .... C~\ 'r sobre las' zabandjJ< s que galga.n lni.:
re IHI,. d . 1a (' a n ' t t- }a.
- V rYlOS, h'Yiulu'e, ÍJ1!ciano, á ver qué hay por a 1á.
, R ettwto, COl t. jnn l.ft) 1 su call'liuo, hajo lo~ rayo <le tni
sol t r¡.lsatlo:o. S t"H'ql1 era lná!'4 de fYlcdio día, ha!-ta llegar ;.. 1
1)10 de 1,\ l o O 't. : cxa nl ' .ta r,) :T Id, d 'oiina !nll ..)d , ata~ sin h~ -
llar iuuic i( :t1g uno ,1> lo ql1 h lreaban . Un neg o al daba
por .' s f · Id · . fIn ' ial) : o ) ' j. B e. l e' , p a udo el! e di cr-
sión pi día de la ti ~ta.
La.. (' l' r ' t 1 let t ' l r' I,~ ~erí ' l n ~u ~l' O regre. 'ro) o' '1\ ca .r
ea Don J : Hl y el t,i ) L "t;i., no; á la c i nco 1 g ol ro 1 los dCIU" ~
sin }'"bt!r r 'UÓil o 1 oticia algun:\ de i 'nportallC" a .
. o 'il f nbarJ.'o. « "'Iln()~ vecin0'8 rie la c a le qq ~ crmJd ('1~
tI : la casa dt- 1)( .ií; itA ria Na hacia ... } lI ,rno, l~ i . e r I á Fer"
mín que tit~~ pné ct 1: :.¡ nI ( ve dt:' In. IlO(' e h ·t. Ían oí () pasu,r'
1

nn c a aIJo á todo corrpr. corn.'") ~i fuel'a d~8b\.·.~adt). pur ja ('a·


He a haJo, y que p«:l reeía ir ~ll~illado y sin jineté. ,E>gún se
~olegía por el rui do de los estri bj~, }i;n el paso dp Caña v ' a-
)~j() le dí'jE.tl"otJ exactunteute lo luitJm'o , ~ólo que el caballo' fba
al trote y no al e-SC'8 pe'.
Si el cab:l.}Io hé\bia botado á Daniel, habí'a sido sin dada:
en la calles de la eiudad.
L3S S('llor3a haLlan pasado el día en ansie "al, pel'o Inés,
parti<, u larrnente, en lnortaJes alJ~t1stta8. Cuando e~tíu vieroni
de vueita los ex. iO'ra:uotes sin Daniel y sin noticia algunas
acere"a de su p.u.radero, la agonía de ltl pobre joven llegó á

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118 n ALFtUEZ p.l!:AL

SU ~olrt1d y se retiró á Slj habitaci¿tn; temerosa de que desett ..


brier~n ellanlHuLa.ule estado de su alma.
A las s~is ll€'gó Don ~lanuel con su paje: !as sefioras saJ
lieron á recibirlo al corredor, é intnediat-:¡.rnente le tetlri6
boña Francbca la novedad que había. ocurrido. Don Juan
Z~ rnora estabtt ptesente.
qué ha a hecho pata a ~eriguar él palladero de na~
niel? orpguutó Don l1d,nu\31.
-~II3 ntandado difereutae partida.~ cdlltec;t6 D,jb "lr·a.n#
pt'r diferente:.:; partp~ y yo mismo he recorrido con ~i tío L'J-
ciano gran parte de la hacienda, y henlos r<.g·' {.~ ad(j tud<.ts
sin haher ~un~eguido averiguar Ilada.
- y r>uái ed fUl opinión~ Don Jt.ittT1 1 acerca dcl est(j ácon,J
tef·hlli('ll to (
-xo cre·) Q'.le el cabano, '1ue e::; muy briúSfYf Jo h<4.1 r~
JJotadoc y ql1e (l e~e d~ estnr etl ú,l¿;ana casa en d<;n le 10 ba ..
br ¡n rec0S'Hlo.
-·(1reo l.) ltli,,~:ttOt OJU Jun.n~ no >;:e pierd~ ~1l C ..i.1i ggí tan
fáeilnlrnte un infiivi.Jun . .;)t~ .... f'i);-t.1·ec~rá pnr UDU ~UUH ¡.a, pe ..
ro luégt. t~nd :·{t. qU~ ~l·qnnar d.j d"ndcl menos SP, p'JtH13e.
-Fj8 lo qU6 ;; o d ;go, señor Don Manuel; si no 10 hemos
eilnc,tl.ttado t ya ventlt·u él lJot Sl1S pies cuando menas so
pien~c.
-Si no tesult~ esta noche~ ea~ribiré mañana á Don JOS6
N.ico~~Ct para y ~e pouga An movi,ruiAuto,;' los ,A}calfles, Al·
guacL l~S y Re~lhVr...!s~ hasta que den ('{.,ll el vivo o muerto.
Al St-rVtFAE1 la. c . na. Dofia lo'" flfll t1XCU~Ó ~lor Inetlio de
Andrf.a <1P H,,, i:5tir á (..11:)" pretextando que lb dolía fll€Jftemao J

tu la ca h(lZIt..
A l~.s nueve flfe a~o taron torlos, C(lm~, de orJin:u·.N f f101a"
triente Inés pp,r.lnaJni»~ló cjPRpier ,a en RH cuarto. sin .~tar"
6e. asoro&Índ"""e á ~él.Ja íu::;t¿:,ute cila ventana, que habia de J

judo ntreabierta.
Inés creía qUe su amor et'~ ttn ee~ ..eto parj, tildo el tntln"
do, y sin embargo, no lo ~~a para ~~Pl'mín y Andt a, ttUDqU~
éRto~ no Re atrevían á l1ac~l' la lná~ Hgel . ~ aluRion á eso, pues
cu¡npr~ndía.n ctUe la. 'pasiÓI1 dt..1! Datller era pn dít\'parate y ~OJ
Docían 1I1Uy bien el 01'gU1l0 y el recato de úoft1t InéR#
, Alldrea. 'Viendo que Rl! FlPllora 110 Re acostaba, se att'evíó
á preKuntarl~
llué tel!ia; lnp.8 contestó que le dolia la cabez~
perQ que ya l~ lva alh·¡ando, y le mandó que se acost:1ra.
Andrea obedeció por n.o c()ntr~.riarla y porque cOlnprpu ..
dió que ella qUt.,ría estar 801~· pasó, pues; á flU dormitorio y
se aco~tó, pero sin poder conciliar el sueño, porque le ator 4

mentaba la triste situación de su amal Y DU\S viendo qua Il~


podía darle aliviof ... .

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DESAPARICIÓN i19

Doña Inés pasó toda la nóche llorando, á veces á sollo-


hos, y Andrea oyéndola llorar.
A la hora del almuefzo avIsó AI1drea que su sefiorita
continuaba con mucho dolor de ca beta, y tiUA almorzaría
eu su cuarto. Eh efecto, aUa. se le sirvió, pero ~lla no pudo
pasar nad::)..
Después del almuerzo tueron las lI'eíloras á visitarh .y á
vflIr qué remedio le hacían. loes estaba á media hit, casi en
el oscuro, pafa evitar que le viE!ran los qjos y ~onocieran
que habia llorado. A poco rato ent.tó Don Manuel lá saludó
con mu~ho carifi~, le tomó el pulso y se illfot"tnó de que sólo
süfría un H~ero dolor de cabeza que no era de cUid!tdo, é in-
dicó á Dofia Francisca el remedio <tue debieran hacerle para
aH viarIa. Ninguna de ella~ sOdpechaba la causa de su en-
cierro. Dofia Franciséá le dijo:
-Lo que te ha hecho dañO, Inés, ha sido el sol de abte-
83cr, cuando fuitnos al baño. .
-' E~o es sin duda,. ya se me habia ocurrido.
~No te comenzó el dolor de rabeza desde ayer?
-Sí. señota.
-Pues para que veas. , .
. - y Id cteo tanto má cuanto qUe siento a.fdoren t08 ojos
y la lu~ Ine ofende. . . '
-Estate aquí; recogida, no salgas, y '\7erás c6mo á la
boche estás bu~na.
-A í 10 haré, tnadrIna.
Este encierro era pr~ei8atnente 10 que Inés qtierfa que le
recetaran.
De esta ttiái1efa se . pasaron ,ese tiia y la liOrh~ y el dia
siguiente, t-:in que D~~~et pareciera y sin..que .nés h~llara
consu~lo. La f n venClon de que s ti tia a.rdor en los OJOS le
8prvia dA I'rete1tto ' para permanecer en el oscuro, á fin de
que no not.aran las señale de su llanto, .
En todos esos días no éesaroD IOR criados de 1a hacienda
de buscar á Daniel: Fermin era jnca~sabl~l porque amaba
8incer~mente á S!1 alnigo y nd podía hal arso bien sin su
compafifa. 0011 Juatl 10 habia autofizado para. que se ocu-
para exch18iváthent~ en esa.s indagaciones, porque Don Juan
le profesaba también mucho cariflo al joveti perdido.
Don Manuel en BU carácter de Alférez Real y Regidor
Perpetuo, dió á los Alcaldett de Cali las ótdenes respflctivas
para que buscaran á Daniel, y ellos hicieron realmente pOI'
su parte cúanto pudieron, sin ningún resultado favorable.
Lo único que sostenía un ~oco el valor ya casi agotado
de Doña Inés era la seguridad que tenía de que Daniel esta"'
ba vivo. Ni á ella ni á ninguno de la casa se le había ecu40l

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rrido pensar que hubi"el'il sido asesinadO': el as~sinato era un
delitO' i'arisimo. Las simples heridas que un hornbrt1 cau~ara
, otrO'.. eTani motivO' dfY gpr1f»r~l alaFm·l.. En esos dia", á COD~
eecuencia de gue' rUl'O bÍ'rió á otr'O' eD Roldani 110 (que pertene""
eia á la juri'sdJIC'c ¡.6n de C<lU,} se reunió el Muy Ilustre Con-
cejo Municipalf e'(1J1 la tot~:didad de 80S mimnbrOff, todos etJ"
eanda1itados·,. y expidió deC'F'etos, 6rdeneR y proYidencia&
~~ra el custigO' del culpable y para precaución e-n lO' futurO' ..
lJn asesinatO' en ese ti~mpo hahrfa sidO' motivo para que to~
doelos frai~ de todos-los conV'~utos d-alierarr á d.1.r mi:Jiones
pOr tO'd,o el Val1e... ,
AS1 transcur'rte1"Ott f(J1§ me"Sp,s:d~ .1..dro y A~f)stO'. Don M'a-
z:mel solia ha blar de vez. en cuand') de D~!.nielf C'O'l su mujer y
CÓll sus hijaA, r I.."e quejaba de la falta qu~ I~ hn.e 's; O.)n Juan
hablaba del rnatHD() constantemente con ~~rrniu; loé.. a~oni­
zaba en &~Iencio sin bablq,r con nadie dd desa~I"OCido:f perO'
DO pensaha en .,1ra cosa ..
Andr'ea. C'O'mpadeMda de &0 sefIora acaoo" Vaoiel
eU81ltas vpces podia, en sus cou versacion.es cO'n ella,. con el
buen deseo de datTe iJldirecta~nte algún consuelO'.
-Yo no- puedO' mvídarm,e'.. aeñorita. le decfa . .fkl niñO'
Dani~l, pO'rque era f 1 gréind~ amigo de 'Porro;n, y dtmde que'
él desapare(·i~, está Fermiu intr'atablp,. si·enrpJ''d meditabull-
do y distraído. y casi no se fij~ en IOí. Pero yO' no du lo .tt1'
que el nido Dtl.niel se nos presentar~ bnenO' y sano el día.
menos pensado. ..1\. lDi Sfl' ene pone que él salió dH Ca.!r. por al·
gún O'trO' barrio que el acostn.nbr-acto. y que el cauallo )0 bo--
tó, y que tal vez !'4P gt)lp~ó. y qUA algú.n veciu& lo relio",~ría.
y estará curándolo. y que así que s-ane lo ten.lremo::J aq 11.
-Pero ese vecino, decía lués, habría avisado.
-Quizá no ]0 conocerá ni sabrá qae vi vía ea esta casa ..
-EntO'nces habria a vi~ado ()ani~l mislDo.
-Es verdad, contebtaba Andrea ..
y de este modo ~e )e aC'"dooban sus 8rgamenios consola-
toriO's, á pesar de t'U buena voluntad.
El sufrimientO' de la pobrf?' Inés era fntenso~ profu'od& y
.in descanso. porque no te~ía. s-iqlliera el alivio de comun!-
ear BU pena con aJguna amiga.; DI d~~eaoa 1am~o comunI-
carla, porque veía que cron tales- C"onfldenri&s sufría su amor
prO'piO' y cornl,rometia su decoFo.
Al prine-ipío llO'ró much.>, hasta que- al fin aprendió lo
que aprende toda persona. q1le e~ pOI" largo tiempo infeliz:
aprendió á tragarse las lágriln-t~, Ó como si dijéramo _. á llo-
rar por dentro. como lloran tántos y tá.utas en la socieUad,.
SiD que ~~die lo s08peche!

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CAPITULO XVIII.
El rodeo
En los meseR de Julio y Agostó hicieron los .Alcaldes y
Regidl)r~s de Cali todas las di 11 O"ellcias q ne p!1dieron para
de::Kub ir el p¡l.r~vtero de Dauicl. sin obtl.~ner resultado al ..
gunu. 80 había.n h. cho indagaciones escrupulosas en la ciu-
dad. en la.s haejend'lR. en los ea upos, y á pPS3r del interés
con que había prOP. dia,) la autorírl'¡'o, se habían transcurri-
do ya dos rneses y el asunto eontinuaba. en vuelto en el mismo
n)ist~l"io que al pr¡ncipi(}.
Entre tanto la vida. de los h:l~itantes d ~ la h~ienda se
pasaba ~n la mOllotoní~ d~ co~tumure: lo., eaelavo8 trabaja-
ban toda ta sernanA~ lo~ donllngos tenían misa, da.da por el
Padre E~covar ó por otro r._~ligiu"o franeiscauo; laa sefiora,s
~Cl8ían, bordaban., lt>i.~n y admilliRtra~aD los aRuntos domes-
ticos: en todo 10 cua.l tomaba parte Doña InéH, que no es- se
taba un mODlento ociosa.
Cada OleR se B::' cía el rodeo tie todo el gana.d,) mans'o ,
pu~s el .arisco no entraba. nunC.l Pon f'l co ral: en otro día se
hacia. la. re~ogida df' las yt-'glla.:i. TuJOB ltlS lunes se raciona-
ba 1- cuadrilla.. en cuyo ah;lQt'1 ge constl oían veint~ reses.
La mOll.otonía de p .. ta, \ í la. ~l() era turbada por algún
paseo RI río Pance. en rloude la bptioras ~ustaban de baliar-
.e. paSAo (}ue era. un torlnento para Doña IuéR. por los re-
cuerrlos qt.¡e Ruscitaha en t:)U almü; pero no ~e ~xcuRaba de ir
p rque Ut) ti~-lÍa pr~t('xto plaa ~il>la y porq ~e t'n eSOd recuer-
dos 11l€lan.cólicos hallaua cierta. e p~cie de ernbel~zo: la COD-
versa~ión Inás Af,.,.·tIlOS· y nlá .. fran(~.a d~ las que ella llegó
á tener con Dauiel. ~A veJ·¡ft,·ó PD un paseo semt.>j-lnte. Sólo
intel'ru'opian la unifortnidad de e a villa. algunos v cino.
de Cali, bOlflbres y muj , r~ , fJ.ue ihan á la hacienda. con has-
t·a.ute frecueu('ja. aquello' á (Wlnprar ganauo y éstas á com-
prar rniel .h azúear"
Tampoco faltaba. una. que otra vez. algún vjaj ro de 108
que ¡ba,o de PoVayÓD á' ali, ó vic~ver il. á quien cogía la
poche o azotaba la t nlpt &t~,d al (ta. ar por e~e punto.
Los .compradores de ganac.i\.) y la.: ~ de Iniel Ó aZ\Ícar, re-
gresab'io ftie:npre contentoR á RUg cHsas, llevando Jo que b · ..
bían ido á bu ~car. Allnqtlt~ hubieran ido á tratar sin dinero;
así COOIO lo tranReúntes bal1ahan ho,:,pitalidad, con cena, y
acornor!.'\ para sus tu~~ti~s. t-;in qu les costara nada.
Por último, no faltaban de Vt>Z en unndo vi itas de ami- o
gos calp.ños que pt~ rmt n -ion en l' haeienda de la ()lañana
á la t· rde, y d t~ algunos h' e ~C1dad . vecin s qU(~ solían ir los
dOp1ingo y e estaban a4.li eu au,¡,"u~a con v\Jr~;ació.a hasta
'¡U· . lle¡¡aba. la. noche.

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122

De esta. manera se pasaron lps meses de Julio, Agosto ~


Septiembre, que son los de verano en el Valle.
~os rodeos misDlos eran p'or lo l"cgular l.JI~iformes, y nQ
se diferenciaba. u no de otra sino por a~gunq. esoena parti~
cular que á veoes ocurría. DescfibiremPb pno de. ellos como
JIluestra.
El último de Septiembre fué día de rodeo! .A. las cuatro
pe la mañaQ~ He toco la campq.na y toda la cuadrilla se reu-
nió en la i~leRia á re~ar el rQiól~rio y caIltar los alq,hados, co- .
PlO se hacIa siempre, bajo la vigilanc¡a del CuP~tá.ll.
Al Sfi.Ur de la iglesi~t los vaquero3 encargados (le hacer
el rodea, en nQrqerp de sesenta, almor~aron á la ligera, y
apercibh~ron SQS cahalgadQras, que eran escogiqas de entre
los cab~l1os ·m ás fllerte~ y más corredor~s de la 4aci~nda, y
e~tribQa "e
los ensHl~rop. CQP grandes monturas de enorme cabeza, con .
q1~deva de forma de baúl, p~DdieQt¿s oe acionea
de cuero crudo, fuertes y dobles, y llevando e11foUq,dr\ en el
arzón delantero á la derdc!:\a, un~ l~rgQ, soga de enlazar,
formada de uq~ ~lr~ 4e CuerQ de res tOfci<.la, que en el paí~
l1am~n g«ascq.
. lnl día da rodeo era un gran día, de fiesta y de placer,
pQ.ra 108 vaquAros. !'fingún deleite es cOlnpal'able al que
siente UllO da esos centauros, vigur()so y ágil, al enlazar, en
carrer~ t~n ~l~da por lél e~teqsQ. y suelta llanura, una res bra-
vía, que huye veloa con la oabeza levantada y la cola al
viento. Cp.andQ el yaqQero se pone á ocho vara~ dA distancia
~e ell!lo, agi~a r.4pidamente en el air.e ~l hl2:o abierto, trazan-
do círculos, y en .el momento oportuno, lo ]an~a por la tan~
gente á. h~ C'aQe~a de la. re , que queda cnJaz " da d lo cuer-
DQS; si la epla~a <le otr<l part~, tiel e que ufrir- la uq.rlas de
8 ua compafleros.
Cuando la res es es muy grande, por ejelnpl un toro
Jl,tioso, sigue tras él, largándcle sOIYa, púrq ue hauría peligr.o
en contenerlo de repente.
Luégo que la res se sia lte deteI:!1c:lq. e~ su carrera, vuelv~
sobre el vaquero; pero ntoll es él la ccnd ce h~ ia uno de
108 postes con hOJ1queta que q y en el gran curral, llamado .
bran~ader08, p~a~ la soga por entre loCJ flos rAma) ~s d~ lu.
horquet~ y si~u~ llalando ~asta que lp. res quP~~ pegada al
poste. .
Los vaq!lefOS ese <lí~ eran cerca <le ciento, de los cuales
unos seflenta., cpmp qe¡nos dicho. eraQ de la h~cip.nda; 10&
demás ~ran hombres libres, de Cali ó de las inmerliacionps,
que ha.bían ido, unos á ayudar á !lacer ~l rodeo con el fin G(l
pomprar ~anado y otrQS l}Of el ~impl~ pl,\ce~ 4e_~nlA~~r~ :p~

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EL l!ODEO 123

estlls :luxiJiar~s pabía. siempre nluchas en todos loa rdde08


de Cafiasgordas.
A las seis de la. m afian a estaban todos reunidot.l en el es-
pacioso patio. pf>l·fe<.talnente ~derez¡:idofl. y á e~a n)ha~a ho-
ra 8Hlieron, 41 pasar la puerta de golpe se dividieron ~n
partidas: una da ellas tornó por la. llauura ahajo á. Jos bos-
ques de ~lQrga; otlta. por- la colina. arriba h tcia 1<12 cabeoer~8
d~l río de las PiedraR· otras por las dilatadas vegas q'\e que-
dan á lJ:J. der~Gh~ del Panet.; y otra. en fiu, por la l'iber~ iz-
quierda del Jamuurlí Qastll las seh:as del Cauea.
4 las diez del día ofl:eoía. esa c()nl~l r.<la Al a~peoto más
pintoresco: de Morga subían llllLUeJ10SaS vaccldas, fOl"Tlla do
barbacoas como deeían ellos, en direecitln al a churoRo co-
rral destinado á etJe efecto) situado en el puuto eentral ne IJ\
hacienda, y sombreado por algunos ál bole'. EIl e8~ tieJnpo
-no había ceibas como hay hoy. De la parte alta h jaLan
otrns n unlerOfla$ partidas (IH ganado, y lo nl ¡SUIO rle las ri-
berHs del }?anc.e y de] Jamuudí: toclas ollas cou Ter~i'_n á pse
puu o central, cercau? de glueso y alto vallado do piedra. ,
El corral se 118uQ mataria.hnente de ganado y quedo 4

.afuera. una gran parte que IQs ·aq.uel·os rodeaban para que.
po 8e f u e r a . ' .
La pu~rta, ó mejor dicho, el espncio ahi~rto por donde
se entraba al gran corral, no se cerraba ni po,tía. cerrar~e
con aparat() al~un(), porquA era muyaflcho, casi de media.
c~adra. ~uégo que 1 ganado es~aba adelltl·o, ~e polocaban
ll)~ch()~ v~queros alineados en esa ptteJ ta, pilra impedir
q~~ S~ #Jal¡er;t r
. A v(~a~s suaoqía que algún vfl.querp novicio irnpr~d ;lte
lan7.ara un grito intempe~tivo, y elltonc-es toela e"a masa de
reses se astJ.s~_a~a, ,s.e alborotaba, y con) bi fllbfa presa de
páni~o terrp.r, se Jlyeoipitaba sobre los va~;pler(l8 que eu to",
dia.ban la puerta, los atropellaba y saljan corriendo ep f.R~
pantoso tUInu!t~, .en busca de t:iUS ret:ireetlvaE? 4elles~sf sin
que poder pumapo ~lcan~&ra á (l(,lll 1 t ' r 1Uf:.
En ocasiones, á ti~ 0""'0 de s,llir dp esa ,nanera, ~a{o.
atropella a. a}gull~ res ~f1\ t!iS que ih~n !lfJplan~e: 8Qbr-~ ~1la.
iban pasando todas las del lÚS, y cuando salía la iJltjma, la
res y¡l~f.a TJluerta Ó ef,t~bn murleudo.
En los ril?-cooes <l~l oQrr~l y ti. l~ somhra de los árboles
)1 abia hogueras preparad!) para cal~ntur las marcas COIl
q uo debían herrar el ganado u uevo.
Cllando t"~tu vo todo el ganarlo reunido, dejaron salir del
corro l los toros, los bueyes, las vacas, y deja ron Jos ternerot\
1i!~1 horl"~r, ~~8 rese.s ~nfermas y las qtl~ habían sido destina,.
das parª, lªs r3C~0J1e8 de l~ ~q.Sl~hiUa r gasto <l~ l~ ca~~9

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124 EL ALFÉBE% REAL

:A laR once del día. todo eJ"a ruido. actividad y movimien-


to en el corral: algullOg v&qut>ro. marcaLc.tn t..on e] hifl'rro
candente, que tp.llía la forrua de ut: corazóll, los terneros
que estaban sin herrar, otro euraban Jo~ enfel'Dl08. y otros
Q

mataban y de. 011artiza bao las r toi()", I>'ftra t'1 abasto df> la ha-
cienda y distribuían la carne entre las diferpntps fanlilias,
de cada una de las cuales había allí un recomendado para
recibil'" la reRpecti va ración.
Afu ... ra hahían quedado ot.ros muC?ho~ vaqueros. rodean-
do el ganado para que no se fnera, y ~nt.rfl\ é~tos e8taban 108
conlpr..ldo,·es. e8cogieodo las J'esps y arregli'louo el precio
con Don Juan Zanlora y el tío Luciano,
Ent.re el ganado do Morga había caído por casualidad
un toro negro. de ésos que ja.más _·1 an al corra.l, corpulento
como un elefante, de cuello pnorr. e llpntp d( lJlf>. dt:' altas pa-
lf'tas. cabeza baja, frente rugO!3a. oj t; eucelldido.- y grandes
cuernos. gl'ne~l)S ~n la base y curV08 hncia. acelsutt.·.
U uo de 108 tratant,B8 se pagó de Ja corpulellcia. dbl ani-
mal y ofreció compra por él,
-Nada más facil que vendérttlo, le contest6 Don Juan,
pero qué harás con él?
-Llevarlo á ür.... í y expenderlo en la carnicería.
- y quién lo JIeva?
-Los vaqupros que yo hUE!caré: aquí mismo hay muchos
que pe cvmprvnu"tenín á llevado.
-Pues y) te fl.,eguro. dijo Don Juan, que ro hh brá
qui?n lleve ese toJ"O á U:¡.1i. á.]o In"-11 s vivo. .1 J t'D Jaran a
mi~m J, .... n la SR.Iltí~inla EQpatio. ~p da 11U un· ')la 1 más cor.
pu le.ito; y d~be de ser urd vo COU10 un detuonio: n}í .. al~ la
cara.
Un nlO~() calefio, ,"aqupro rlA pr()f~hibn. fuel'tl', rf'811elto
y ágil, al oir ponderé r J,} feroei<lau del toro, sintió el ntu-
~iasnlo d ·u o ejo. y rlijo:
-Yo seré tillO ue lo~ vaqneros que ]0 l1e'\·en.
:-Bion. puea, dijo Zamora al tratante: ,zcuánto ofreces
por el?
- POI' tener el gUito de nevarlo á Cali, soy capaz de dar
ocho JJata.uun~~.
-Oeho patacones? Efil6 animal val~ una onza, ni un real
meno . Ya ves q na una res Cí'nJÚn ale seis patacones, y
e·ta equival á tres.
- 'aré di~=- •
-E~ poeo: uévalo por doce, yes muy barato.
-E nlÍ .
-Lo enlazo? reguntó el o~o que se abia ofrecido do
vaquero y qua estaba bien monta.do.

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EL . RODEO 125

-E!e toro, dljO (-1 Ho Lnciano, no podrá ir aino á cuatro logas,


,1 ea quf\ va.
-l't!ro puedo ton lft1.ftrlo Nhurn, in!iasti6 el mozo, para df\Jarlo
atado al hr,¡matdcro nai",ntrss .. ) pattrón bUIiICIl Jos otro, Yuqllero••
-Haz la prucb¡¡, .iiJo ti tio Lnclüno eObriéndosc.
El toro epta.a, corno herllo~ tticho, ufu('J"a del corral, en medio
de las V8<'hl', al part!c~r trlinquilu; <lue ha haber €\stado 8010, babri.
partido COI: tra la gen tt! que ,.~~;f cerca.
Rl flJOZO desenrrolló ~u 80?;1t y se pu@o á una dif.tancia rt>g~11a.~~
..1 toro elOtaba r'e pit", con la c •• b(·za más baja qL1e el )001 0, SJn T~r
nada ni á ""'lie al pIUt!Ct'r, con.o si todo cuanto le rod~übu le inltpirarlt
supremo desdén.
Úthu .. lo t'1 UlOZ0 cOmCTlz.l á hUCPT girar sobre 841 ca~za la 6ltut'!1a
loga, 108 ticmá~ tIlIJ~""To8 Il'lerduieron la8 Iwynl5 pan. ,1111 le nO:1iho:
.1 ~~pu~" -le d~1r much:1 vnl·1ta" tan t·,
8lrt" con t'1 laz., Ilbiprt.u, )0
J~nzó á la cnbez'l dt"l t •• ro, lo eh} zó d~ 101 cllert'('!4 ., f~rnp!ó )u 80~8.
A ".,11118 kintló d tt: l'o t!l ):iZU t'n,.u (alt'r,.o~, IMelle ió l •• c"!.Jf za, dló
una f'ptIlDipid~.. toh ió fr'='lIh· ~i ~J. , r~a y salió ul c8C'ape. .El B107.0
plHntó 8U cllb~llo -te fr~1l t fl , le tompló la rienrtlA y esp('ró el t-stiróu:
fué coss ele un momento: el cuh,.l'o fue arr9ucRdo de Sl1 ,mesto 1 ca·
yó dt' rod Hlns primero y ddlpl1é~ f'~ indo y fu~ ucra"tl'ucio flor 1M lIa-
IInra Ilhajo oomu '11111 p.lj:t. con ..t ~ill('tf\, trIe lIf'vao:t uun pit' rnB ~o·
"id,. rl. b:ajo d."'cHh·dlo. }4~/ t. ru curl f, ul 8Itn,,1(" tr(Jte. cou el IDuyor
dt-awm h·.taz corn.) !ti tW 1I~'arlt ~n Ita tr:a pt~~O ;a1~u;J(1.
l ',

IJf)tI .hHlla8 YuqltPru~ Y.. ,arnn , ti" htZHrtff; 1lt'l o


.. ctllUltln f'gtt1~iertJD
eerc... ya.
Fl~rmtn vum,Jn 'fUP t 1 ~i : \t · te e'~ rumpt'd·, la pilornll f'" UD
muutóu tlt." pie." ~':l pur MuD. ~ ~I l~III.! 1., urrSilf.tulJa t"1 lt"rr (). h· bíat cor-
t-t,lo la s"K" • .Y el to~" MI gil ía 161 trot... (.>ort,) J,ur h. IIHftU r>t UbHj(), l;n"
art4 anllto m1tjt)~t.lld; t'U ha'\!u ,..~ tila cJt:he&., *tiu 1,areccr Ilotar tjue yaa
110 Jlt5vntu. pef'O Hlq .lto ,'11 ru@tra.
--No @c lo dije? t'xc·lüQlú .. 1 tío L ' acil1flOj e!e t(.ro no iria ~ Cali
ni á cuatro dogas, porfl'le t!8 altuno. y nntt'8 de J" 'g-Ir ft MeJén,tez
~ap.riB pHr.a uo
letuntartse. por fluí" (jUO lo utormeutarau y Ulol'irJa
encalambrado de sub ·rllro.
-Ea lo (tue yo .ligol un·uH{, 8í'ntendo88m~nte
Don Juan.
El mozo fluedó muy adoloriJn. unque sin ruptura de bue,ol
gramas al eatri!J'l quo era Ot! Wb'.t!rM rt!Isi.ltentt>1 y grueasu, en f, rma
de lJ"dúl.
Don Juan Z.• m"ra tué autre tAnto á la ml83 á rE"Cihir ór,}cJlea de
DO:J M.. nael R/)t>r el g>tnit.IJ yen'].'! " p«.r· ltl~ la. nUi.1Jt J'Jtrt" rle loe
compradores baci i" el contudo KI fi... dv,segurOt d~ que Von ~"Du~t
hO lel.l n~gaba eRe flervicÍCJ.
K'1 todo el dí, d~l rod o !tullí·, Don &lanue! do rato en rat., ,
llno dt" 105 corredurAs dol pis.) ülto. armado de un p6rlerO!O 81J'eoio
de larga l')bta, que f'ra.n f,ecu,·nw diver.ión cuando E:ataba en 1a
haoiel1da; e~D eH .DteOJ~ examiuaba gran pa.rtv de su. dominio., 1

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126

~f'6~nbria á tecPI! la lio1g' ~~neria .Ie J08 ('8(;1 ·,,,o8 ~t1 tds trillJftjml 6
lvd d",no~ que ti" dllS pro¡ iJíhl·l es le causaban los VCCiUOd Ó I<J! tlan~
seÍl n tt'S.
A los nPJ!r0 8 lp8 CllO 2i ba t~tror e -e i nsti"n ríJEfnto, y cnnndo alcan .¡
zabR" á ver d(;8d~ ¡f'jos R ~I) n'TlO en lo .~ balc.'ned, á qn kn reconOC1UD
fñcilmentc VtJr ~I Intlbn·i ray ó por ~I caraéol de zarazH. ya ~abi}ln
qtlfA cli,tiragtlja, á pe8ar dI;; la orstllnch, Id n1eUor .le 8118 aCClunes, y
trabHjah~u on t~ntd fürwuJi tllltl como si él estuviera alJi Ih·~~uW
elltr<- f>11 (H. ~
Al 11 .~gRt ~aD1()r~ a 1~ ptiertn dtl ~()If1e, ea le rell~iá y ~nitró con
~, un tnlbt'l~ .it- la c'ast1 <le I()~ monteras conocido ·1~ Dun .\1aliu¿l¡
á quiNl él ncihi() con c3:if1o, preguntando!€!:
-Holu, '-lcCl,If», cómo te bu ido1
-Ri~ll, s\. flor 0 \.)0 Mannp.l, p:lra servir {& .u~aa ro rde'i.
--Qué Hatltlto te true por nquí?
:- Q, lt~l la rdg-.•r rt ynesa tnf.'tCf'd ttl p dL\ra tllUl ~t1qn¡tü Á ~re'l;to
pur" ~,.I;,rlft y 11, \'fitld al Clncó _ en \I o u .te dé que l~ cátn~ e~t~ ~8 "us:\.
y I1fl~eo ¡&l,r<'Ycchar la oca~ión du . r' O lHl" I~ (; ..d·ne prvuto y 6 bD~d
pr~io. .
- y qt1é tttllirla i '~8 '8'tNtr d t:' nti :, vtlca? l1ev1I aiqt:Her,- dO~1
ytl 'loe P : fltUJ¡lS hacor uo vllij a tdn larg,").
- E.'!o 8ch,.. n.o( :ho nH'j ·.I r ~ 6i vúca,t me rce.) 110 .tC!8donf13 '1 Ole
hace el l vor l'(l t ('00) pl e t (i ,
-Tú formal; qué plazo '1t1ieres~
(:ft'S
--- No puede 8ér mf'DI)' de tres mescs.
-Tu ~I)n('edo ~l· i8.
V"I\-lént1osc al Oun J 'lsn le dijO i
~Z'f mora, t:htt~gu ele das .acaé btiei~á8 á vic~nte y &ttflg1e cod
'1 el Vrt:-CfO,
}4~n flElg uida Jlr~gl1l1tó:
-Qne u d(: particulRr en el ttlc1oo~
ti OC l1tn
-Nllda, ,nor, sillo ')ll a por ~1 () r,l;ta all ~ntrar en el bnlir¡tiA ,
It
ech¡'r i&fu~ra tlhU8 Teses, encontlaauo8 lil Uf'gIO Jacinto qu" e"b\ba
d.·"OII .. n do lllm v,,~C¡. , ,
- V cuD <¡11{, bt'lluco! Por lá~ti 'n3 de 8U iTllljf'r y ,f,\ -nf' hijolJ le'
he pernlitido que haga allí BU rane o. :\ hora nlisUlfl mnnd~ nóte,1
dOI oriadu8 que 10 prend!tn y S6 lo Bevpn á Can Á DOD André8 0)1;.#
marada pura que lo pongA en la cárcel l1e siga 1.. C.'.J8a. Vean
que ~lhH~o!
Dun J unn 83 rptit6 con Vicent~ pt¡rn ir á ~-T1m (llir Jn~ órdl'n~g
'loe se le ,wKh<tlJan ,1(-" d r; pero c ... ,ndo iba llegando á la pUcl-ta de-
golpe Jo lI,.mÓ Don Matlut'J y le .Iij o :
- Per'l "ui' VH á d r abor', rfe 1,. mt.jer y d~ los hijos de Jaeinto1
y 1l~2án(I()l1e á h" pn~rt!& de lu sala, lIa.mó en voz· alta~
- 1wlaria Gt:rtrutlitsl
DoAa Gértrlldu 80 presentó al momanto, y 6110 dijo;

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EL BODItO 121

- Pesa media arroba de sal y mándasela al t'tegro Jacinto' '


Morga; que le digan qu'e es par& que no d~je daftzAr la carne de l.
Y3CU que IDe ha robado hoy; que no 8~a laorón, 'lue Cl1ando n('cesite,
pida y no rob~; y que si vuehe á hacel'lo~ lo mando al preiJidio.(l)
Zalnura; (afladió dirigiéndose A Don Juan), deje uated quieto' eae
negrl ) bullaco.
ZaUl(Jr" 89 sonrió y ee fué con Vicente para el corral, á entre-
garle Á é8te la&! dos vacas.
En el cumino) puestos l(lS caballos al paso corto, dijo Vicente ,
Don Juan:
-M e parece (ncr~fble lo 'que acabo de ver ~ olr, atendido el ca-
rácter violento del 8efhlr Don Afantlel.
-Nosotros, coht()8tó Doc Jl1Rn. no h08 admirnnlC's, porqne el-
t t me8 ncostu m urudus á 1118 rureZ~8 ele ese carácter. 1 Iu~e poco tietc po
)0 ttlahdó llamar de ü ..li un COmpl-dl é que e8tnba en el último trance
y qUtHtl1E.~ría h¡ blar con él antes d~ "lorir. }~l t!ll compadre tenia ooa
)abranta con unus cnutro vucas, flU llls inmediilctones de la h&ciend3.
Don Manuel fu-, al momento á ver liara qué lo ql1~r(, 8U compadre,
y me llevó €D su cornpafha. Cuando cstll'ám08 cerca de la cama, el
entt!rmo Id dijo dehaute de mf:
-" Lo he lIam~,io para. pedlrto perdón del dano que le ho causa-
do. restituirle lo que le debo •
• ~~ingt1o mal me hb hecho uate3, cOJjtestó DOll Manuel, ., na-
da me debe; por lo OlflUOS yo no recuerQo. ·
-F.s que no sahe voeaa merced 10 Que VI)Y á decirle: yo llevaba
frecuentemente caru(\ á las J untas del Dag'Jll y eSll carne era de va-
CM que le rohaba á vueSfl m~raej de hAs que IUicfan cerca á mi la- _
branza; con el dinero que hic(\, compré ~8t" c~a, lu cual pertonece
ti 1lleaA merced en todo rigor da justICia. Al molÍr yo, que .tari de
hoy á manilns, . tlisponga de ,,11It, porque es suya, pero perd6neme
por el amor de DIos.
Yo Ilurlahn oyendo e"t:, confesión; pero el enfermo quiso hacer-
la delante de mi, y no permitió me retirara, á fin de <t ue ella le .ir- I

,,¡era 8~gún dijo, de mortificaci6n y penitencia.


· ..... Uompadre, contestó DOD l\tllnuel, déjese de eso: yo le perJo~()
de todo corazón y le regalo la casa pllra que les qUCJdtt' BUS hij(\s y
á 611 \'iudSt pues á :ni no me hace füJts 10 que me ha quit5dn. El
enfermo murió el'8 noche dejundo uoa viuda que 111 no ~ra jove:l 1
Qna turba de hijoa. (2) .
· 81 yo no respetara ta~to á Don Manuel, lo habríti abrazado eee
día, al oir lall palabratS de perJón y la generosidad coo que trllt6 á '
es& infeli~ enfermo. .
· En esto llegaron al corral: Don Juan ent.regó á Vicente la8 do.
~aca!, y á 108 demás compradores las que hubían contratado: toda.
---Histórico.
(t)
(~) Hi8tóri~O.

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128 ZL .ALPinzz BEAL

fJueñaron a!~gnT:HJa~ PO f-l corral, para lIevarl"! á Cali ~1 tlía ~Jguiea'"


te, pu('s '8 t:':';t ml¡Y t~lI"rl('.
A la~ Pt-18 Se 8U~pt'noió la Or~tacÍt111 de h f' rrilr J Ct'THr t('rn{:'ro~~
Jl~ duppup~,. )Od ,·uqU .... :-08 de la ha(~i(>,t.la t'ntrltlmll tn ~rr8 re~p..(·ti-
VKS CU8US, e 11 I,)usca de la comi la prprarnda por l.s~ (-~ I·o@at! 1 por ~IUt
mad ~s • ., o,.,PIU 1'" tos á COUlE'r con esa ham br(> dt'~ur"dura ,. h,· .. ética
con qu .. com~u 1()8 hombr~8 qu~ pW3au el Ji:. ~! l"~mo dl'l ti:¡baaj).

• ••
CAPITULO XIX.
Octubre en. CafiHsgord~s

A mE'f~i;.dC)8 cl~ O(·tubr Ti <:ihió D,)n !\f·.nllAl nn,. cart.a de D",..


Jn'a n Valui~ t'n (I :'e le a\i~t,bt\ (Ilt· en ~~a f" pha It :.bf<l r6L1h.d .• 1re8l'n~
y cuatro u. g"H8 t'8clavuta. b HU t)1"PR Y m .lje", A, 'Iue I~ ve rn.i iara de-
()srtHge''lR pa .. a que les VeDe) icrH t fa 1'1 V 1,I~l-. Y le prngnnt.• ba 8' .,tr
blprct"d (lHerIa cum 1 raH a1llU n08. en cny caso debui ir á e~(,~ 'r:l08,
.ntes qu P 80 preq ; ntnrun ftt.ro8 t;\"I1l1 pr: dol"t'fI.
OUIl M".nad lIe :t":- i"ttoa reloft.Jllcr tr 8 fI~~davog que labia Jtpr litIo'
l'n e~e ttfu , UIl() rle mn~rte turtuT:.I•• " Pi. h C rF1JO por f"J r".yh Y IH• •
negra (1 la h"bi fa In..,' 1 te, á ron. t'"e ut'n. ·jfl ti., h ;dw .. ~p IIHrli.to· lila L a.,ft-
Pon t:!l tr,. 'I '¡ ·h .. v .t~ n a ht'lle ( ' 1 t t)'" }!Hngrdlu ,-t pspnp14 .........1~ I bnlz"~
qtH! le hHltj :l .. ;w.t~do ChOt .. n 1 ti I!'l~t) clt< c:a~ . , le lu.bi~ asido hlfljJll-
talo ('t'rc;. «tI h.,mbru por un cjr IJi' ., ( "I.,;lIe".
Ma ... ·bó po'ura 'JaH J\ !as m·h., .Ie lu ~n: If'i " r.~ c ora Ziimnrlt' y Ft'r..-
m'n, K\' ; anfiv 'rtJe volvt',ía 11 ·Ullwr A la h-: Il·¡f-' uda ..
A. j listan tI' l'D qtlP. lIt->gó f' 8CO ~! íú do lH'grns j.óven~rt" robusth8 l'
aanas, y ,,1) t,,·W" d. , illllul~s COUdI "iOflf ·Y.
1'''~6 C(tn .,1 ~ .. tlded.,r á. ' ).18:• •h~ f)"n ~f Mltlel eJe i tnrÍft, ~lW-ri:...
huoo pú·blit..o .16 liÓ nero y Cabal tu y rn~n Jó \ ~t)tf r l· ClJ rr/·81)fln..-
dif"ute e~cl'itnra. A la8 ~'e ,h, I .tí, ~bt .l~ . coueh":tla )' f u;' fi"rnad~,
Jlor 10(1 otof~nt l tt'~ y pOI h.tEl le~t¡go8 .
I IJ8 ~1;('rttur2i N-t.aUa rtd~Lt.,Oa ül\ la f · .rnl ~ Q' l c ;we IIM,h:. pn 8'10 ~t
tipmpo. IJ.'eiH h·xtnainwnt.: ""'Q I 1)" "'"i'''
V .•I.," vt-nd .. JJ~ .·fiur"
lJ()~ Mahl... ) .te eah!t'dH, A l fépf'Z H" 'hl, tre's n~(YI'H8 ltúzu!t·p. (hH h .. UI-
. brat8 y un varón ••l . c:.~t · . Cttng 1:0:, h ~rra '''11 eo .. l" m'1tr,o... h~ t"'r) fr"llt~"
t:uo' ''UUatt tiQtI tadm8,. v.-íos y lit-! ,( · t ) p., t,ltft'l·rll't'.l~t~S , . lÍ'bi~·8~ y, -
er~QWJ, Iw>r de lIJn,~ t·U be.C' t y cHstal .te hl'lt~oit. a 080 'ie f"rt" J mer-
ca<io fraiLCO, y S('g un. f!OOlO dtj e~l tia y ve-:Jde en el rQ~1 uwrcJt.in .1(. l.
(nuJud de Úbl·tagtma .it' Intiu\R, eH ni prtCÍt- y c~ntjdMft .,f' ml1l-"U-
C1~llt(}d y cuar~ht~ Ju.,,:.cc-nc&,·a:ia uno,. libl"~s .~ t:81·.·itnrJt y HI~f)8h.9'"
qUA SOI1 d~ ~H'gf' fh·l veudt:tI.,r; rt~n,ul f:ia la h·y , ... ord namh~ Htu r ••I·~
ft:('h" t'n eH' tt'tt fie Alcalá tit· H ·-narf~~ .'1 lo.. t}Uat.ro a~w lHátI f)6ie"~.
ella ... uti\:l..,·a.u PQr~ tt'f\':tlr el ~llg.Hl')." .'

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OCTUBRE EN f."Af:".\eGOR'3A8 129

'!..."'~ trE.'S npgro (JIrq,n r.ealmpnt~ bozat~f'J. esto es, reeién


f!ta<,ar{o4 rle 811 pa1s y qu no h ,h1ah;tn ~astellano. porque ha.-
bían ido traídq~ d;l·~c·ta uente de . A.f.·jea á Cdrtag~na, y de
allí rernitid, s á Cali. AptAnas eut~;Jdía.n una que otra pala-
·bra. que hablan aprendido rJural.jte lu, tra.v~sía. d~1 Atlántico
:y el viaje .le Cartagpn;~ al Valle
E·.;rab·.n mareétd.)tS ~n la esp:d.ta con hierro ~a"cteute. y
ta marr.a. que t~l¡ían y <lUtO hi uía ~ido co}.!iada en la .t'·r.ritu-
r ...... R~ cott'lponía de una () y una S; de la e á la S había u
.arcn en forme" ele pUt"lltp; t"IH°itna del arco, tret:; ho}u.;; y 1:')0-
lIre la. htJja (l~ en nledit), una crnz. (l)
n·)n ~f ln l~l entregó (:!llí Ull"'lfl() '~n la. ~scribanía los tre'S
negl' '-:' é.l F 'r'oÍ H. <.-, n ( rll,..,n (le q lJe se fu~ra Ct)O eJIos para la
:-t.(·l~,,·ia. diei~ 1.ldle <Jll~ él 1,) ah~anz ... ría ~n el camino.
J'lü ql1~ los tre·s nt gro~ Ihan á pi ; Y llt.:vc) á su pasa á. 1J,)n
.J ta.n V dloiH y te entregó lus Olíl treseientos veinte pataco-
nes. ·
Desp:\(~h·uia est·, -rlHigpnci, Don ~I:.\nuel y non Juan
9

Zt:t.mor.l ~;.tlit. on p:.lra C ..·tfiaF.\g"( "das á la una. de la. tarde.


El sn) había ido Jt~uy arJieute toda la mañana, y á e~a
b()r era tan fu rtp. tI U~ 1 ..; dos v i~1jf'ru~ perc¡lJíau que su
rvpa le~ oLÍa:á tra.po 'l1t>rnHd(\.
B.ljO esos rClyo, aory -adores c~minaron hasta Isabel Pé-
.r\. z; al lIeg-a.r allí, v' ~r()n q l~ P l' el 1- do de ~:l~lénd z f'~ ha-
bía exteu.h.lo una gra'} nuoe II (YrCl. que il)¡)'cH:~ciendo por IDO-
111 nt(~ y cond~nsáfHl() f' nl:Js y n á~
Al atra vesa.r el tln no d;! Isa.!', .. } Pérez Re 1 ~s ocultó de re-
peq e el ~ol. )nrq ue la ·luht.~ h(j bia crecido ha~ta. 11 gar a.
.cubr ir.e~ punte.
Al p. I'\ar la. Cj 1lphra4"ia 1I Cafi~ verah.. jl} ~ :) bia o~cllre('i·
.do táut< ~l día qUt:> paJ'(Wícln spr la:-i pi' de la tard ... Lagran
o. uh~ tuní· In (~t .lo1' tH"g;' ) vpr o o r. ..no de 1HZ. rra.
L.1. natul'c-ilt"'za tod '). e ·tubi' A 1 iI "U "il): uu t->e per.cibía el
fll ~n ·r rlJi t ) 11 i (·t~ h'>1n "re'. ni J a v ~, ni (l~ ganados, ni d~
. use · tl,'~ l· h -j · l.S I los {l rholes n () ~e O'lO\Tíf-lTl.
A lQ lejo~9 hatoja el Sur, por el lado (l{· 1:1. Fe r irn, rt?tum- y

bah tU truPllos sordos: la tt->mlJe¡;;tad se había d~senca.denado


4~sd.~ tt1ln i: ¡ ... no sobre esa COffiél re' o

La Fet-reu'a es en la parte alta ot» Valle oel Cauea, la cuna


..d~ la.q tu&.npetita e ; pudiera rl(."cir~e que es Ja. Eolia rle VirJ;ti-
1io, y que en e os u)ont~s altí8imos, bUt;tent do¡;; sobre bat:ea
. de oro y de hierro (pues allí abundan esos ro tales) eF-tán los
a ntro8 de Eo)o, y q e este monarca dp los "~Ít"ntos sentado
.en su empinado alcázar, relsa se,-Jet ~ulll....; (Irce. dt-sencadt}e
na .8C!br~ el Valle el Aquil¿,u y el E,ll'O, el Abrego y el Noto.,
- -(l)o
.Aa1 ~stá ea los protocolos de ,ese tiem~)o.

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180

Al paRar los ~os viajel'os la quebrada de Caña veralejo,


dijo Don Manuel á su compafiero:
-Z~IllQra, esa nube está amel1a~ante; dentro de un mQ-
¡pento estaremos empapados.
-Sin duda, señor Don l\lan uel; 10 mejor será que en tre"f
Pl08 ~n la casa de Don Félix EspinQsa mioQtras pasa el
ag~acero que será muy fuerte.
Apenas acab&ba de decir esto, ouando se l'aagó la nube
Y- descendió de ella, par el lado de Melénde~, una oatarat~
ae fuego que iluminó e~tensamente toda la. comaroa y dejó
Po oscuras 3 los que estaban oerca. El truenQ Tfl'tum bó con
espantoba majesf.ad y duró lar-go rato repel'o~tiendo en to~
das esas oumbres. En pos del rayo cayeron gNlndes gotero"!
¡¡es y lu6go se qesató el aguacaro en ~bundanoia tál, y el
viento del Sur sO;lló con furia tánta, que los caballos no
queríall c8111inar y volvían 1& c-abeza tratando de retroceder.
_'\. ese primal" relámpago siguieron otros y otros. L08
viajeros tomaron á la izquierda y se dirigier.o'Q á toda prisa.
"la casa de Don Félix Hernández de Espinosa, situada 4
unas <loa cQa,dras del paso de la q uebr~da. Llegaron cho ..
rreando a~Qa. y ao fuerQn entra.ndo á oaballo por el corre
dor princl pal-
Don Félix y su amila s~ lieron á reoibir al sefio!' Alfé.
rez Real con fina. oortesía, le rogaron se desmontara y lo
introdujeron en la sa.l~, con Zamora. "lTn criado quedó out-=-
dando de los caballos,
A esa hora la lluvia era tan oopiosa que no permitía 88
~lcanzara á ver á media cuadra de distancia, por el vapor
de a.gua. q\le se leva,ptatla.
Don FéHx supo ue D0n ~alluel Y ~u oompañero no ha"
bian comido y lo in vi tó qu sont aran á la mesa que 08,
taba puesta allí mismo en la sala, pues la. familia ib á CO~
mer cuando comenzó la tenlpe atad; ellQs se exou~aron al~"""
gando que el agua ,ero pas~ria pronto y qtle la hacienda
estaba cerca.
-Se equivooq., eflor DOll }Ianu~l, dijo Don Félix: es
verdad que la tempest~d ce ará. dentro de \ln~ pora, PPTO
~ue8a mapoed no podrá ir e de aqui sino á las seis de la tar-
de, porque el río Alelénde z est~rá. ppr los rq.ontea, y sólo ~
esa hora dará. vado. .
Don Manuel, atendiendo á las jnst~oci~s de DoQ. lPéH~
y de su esposa. Doqtl. F úlic ia. ua da A-rrech ·' tegui, aceptQ el
eonvite. Loa hacenda.dos dd 6l1tonces, aunquo ves~i~n mal,
comían siempre bien: las despensas de las hacjendas e8ta~
bQ.n en todo tiempo abastecidas de carne curada de yapa y
de cerdo~ de huevos, leche, quesos, mipl, plá.tanos ~aí~¡ r

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f

OCTUIJIlE ~1f C4~ASGORD.AS 131

y el corr.al l1~no de pollo3, ga.!lina~ y paVOii; y el escaparate,


J
con una. que otra b tdlia. de uacn ·in.3, para 10::1 casos cJ.e ho-
nor. Jamás les taltab~ una buena cocinera. que era por 10
comúo alg~lna ncgl'~ vil ja d iestra ~l) su oficio y QU8 sabía
sazonar la comicia adlJ} i rablemente. ')e eRto rc3sQ.ltaba que
nunca les h~cjl1- pt-'w ni los cogía oesprevpujdos la visita
de algúJ) ~mjgo ni hJ. llegada de algún peregrino que pedia
po~?.da. Los artículos alun -. ntjcios eran barath'¡mos y las
haciendas producían de todo COl) el trab,~.jo de los ~scla vos.
Don 1\lanQ.el y Zamora fu.eFOl1, pue~, muy obaequiados
por ]a fa.milia do Do. Fél· x . quP t~nía á rnpcha honra el re-
cibir en su melSa al señor Alfére~ R/~al.
¿Quién qu.e transite h' y por ~se caminQ, yendo de Cali,
~ vea los espesos y sucios matorrales que ql)pdan á la jzquier-
da, al pasar la qtl..,praJa, sospe(lhará a:qQiera ql1e allí hub.o
una herlnosa hacjenda, con su gran cas <!~ tej3, su Orato-
rio c\,larlrilla de ei..elavos sujetos á C~lnpa.I)a, trapiche, ga"
Jlados, labranzas y una fanlilia feH z?
Al ·l~do de arriba, hacia la loma, estaba. la. poseRión dB.
pon Francisco Matéus, compuesta dfj pl3.»t~cióu de cañ~.
~rapjcbe, ganados y esclavos.
lIoy.t d~ una. y .()tr~, ni siquiera quedan las 8(fi:-tles.
A ~"'.ermín y á los t1"9S esclavos af.·ic:J,uos les había cogh
Ao el temporal v.uando iban por osa parte del camino que es-
tá en tr~ .el río Meléndez y la quebrada de la~ Piedras~
Po~.o ante fle llegar ~ estd. lÍltima, habia. \Jn espeRO bos-
que, á la izquierda, y t" U é l s e re fugiaron al Os.6r los prinleros
goter.ulJJi'J y ~sialhu' .el pl'imer tru e l o. Allí, dentro del bos~
'q ue, pero 'ceFca d~l calnino. habü, un g'lgaQ,tesco higuerón,
que 1 8 ofree'cJ. ca i t~lnto abri o como u a ca a.
V rrnín que iba. á <'aballo, se arrimó al ~rue1'40 tro co do-
bajo d lé),8 ramas In" gruesas~ sus compañüros se lnetiero)J
e tre las cOIl).bas del árbol, y se acurrucaron; Fermín no te-
nia con quieIJ bablar, porq I.e los africanos no le entendían;
paro ellos babl$bat). cntl'e si all YOZ ba.ja.
AlU permanecieron nura.nt.8 una hora, sobrecogidos por
la viví hna ln~ de los relálllpagos, el estampido del trueno y
.el estruendoso ruido del hupaaán y de la lluvia en la selva,
F~rnlín, acostumbrado á esos estremecjl1.i~nto8 de la
Jlsturaleza. 8a~ó cand~la con s~ ~slabón, encendió un ciga-
rro para calentar~e un poco~ y aspiró co 1 delicic¡, ~l humo del
maguey. tan g."ato p~l'a el fllmanor camnesino, eRpecial-
mente cuandoellcie..Jd~ su yesca entre los árbol~8 y en mo,
meutos de lluvia. -
En la hacienda fué la. tormenta más fuerte: las se:lloras
~~ epcerrarOl} ~Jl ~na. r~c.4lJlar~ T J'e~$fPn #l Trisagio á la.

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139 EL ALFÉRF!Z REAL

luz de utta v~la bpnolit:t. H .ho un il1Rt,--lTtt;~ en qu~ el fulgor


de un r~iátl1pr_Lg filé tc..Pl ¡'l t t-'n .... o y tan r,.j-l. y t"'l f ~tc- l.ido
del trne'.}t) tall vi lento. <J1l1" l'et--'lul>laro:l la:"( pnertl8 y las
ventaUAlS. y eJlas COll la v lsta O~eurt (-ida trata hau de Vf-rSe
llI).aS'&' .otrLs pa·r a ¡.1~egurarse de que habían qu~dado vivas.
Pe·¡·ú Plltr tod08 los ha bituutes d , la haeienda ninguno
~nfrw tauto c@nlO I toñ ' 1 "1é~: )~t f .. In lia Caic.,-:·do hab:a vivirlo
eielopre aL! y ~~taba ~e08(, llmt:>rDda á t>; os f e lUJIllel O~ tt'l'rll)Jp8
aunque naturaleti; Iniontras qu:. T)oñ.J Ilh.~~ hah'a pasa( o
pu('v~ in vi~rQog en el OH 1Hl"lJ. El1a. era dt,. eOllstitu(·ion ner-
. ri0sa y ci~lieacl·l. y á la Rf.tZÓll estalJ·t rná ~ itut)resionahle que
T1UU\J:l.. l or 1 <h .. bilid fí ' it;ct. y p .H" l' tl'i;f. ~ ~_a de S!l ah Jel.
Cuandu ['et olbcl.ba el trup-no. aBa v~ía guP la, otro s muc-ha-
chas se abre zaban de 1) madre; y si Don i:i.nucl e~tJl>a pre-
sen.te, toda'1 aC'Htían á. 6' en b liÚ'l. 1., r0 f'l~10: ella no teni.a
.á quien arritnarse. E los :'11 , ) n ':)ntos d p~ligro es ,~llando
-todo sér hu H\i10 necet·rita. y d ;~ea. ~~r a . ll~do de algllien~
quienquieF.a q'le sea. 11~1 q!la eeh \ ~i\:, ver r¡Uf3 ~u VIda no l~
interesa á Uéltlie. pipr le facilrneute el valur, y en vez de lu ..
.char 8f~ ..~ ~ig·.'la In(,) Ir.
I

D( ñ;;t ILl.é~, .. uau,to e o :3R;, ta 1)'1 n p~as tormenta hOrr(\TO-


ea"'. tan f .... t{~llPnt\~s allí, ~() )Tun,.gid;1 dti t ' IT)T R~ r~ fugiaba.
.en la partp InéÍR u..,CIlI',,l. OM la l'pecÍ'H ra. su ~ubda, l"on un
manto oe a(~,j· . y ~11(·OI ~u , táudH~P Ú r) o ~~p~r' ba}¿ TUllerte.
Dos hit)" . d llrú h t~rnpf1~tad; ;l la.~ (,llatro d~ la tal'.ia
..abrier( n )a~ OllPrta y l'l'i v l~ta a ; la lluvia ha ía Ct.. w do.
aunque la elnp ' t: 1 uraU1U,)¡.I t odo i · JI la otra ban(~· d ,1
CHuca. arloj:1da. allá por el vien o. .41 c101 comeo.z:lba á.
.d~8pejar~.
Al l::wHr al cor ¿dar, ' ¡(-Ir n l· ... r s; •• rllgunol') n('~r
en p.I p' ·t.) ). que .. -' lllinau: 11 un ..,Hr d e b ,.,y,... 11 . I (11 ia l
:sido he: i jo. por el ray , y que butíal caid() de p úlll' 1
uno ju t al trp.
Esa yunta de bllPY s habia lIi"g . el de e Ii esa muñ: na':
la :vi pB.ra la baui: nHill ado D o l l\fal ll Pl. ji nto ("on ()tr~.,
.á la cU,ldarl con al rUDO n-' 6 0 S, }Jo! "a que condu .. ura un~
gran ·p jedra d laja. m ly 1· rga v lnlly ancha. deH P 1» f,:ti-
das del C rro de lus Cr lCb , á 11,a 1atlja fa ngOt-~a y prof nda
que había al nort . en 1 eamino de l\lpuga. La pitdl' fué
.colocada en la zanj ·l. .co n ) pu nt , y hustra h y se cons rva
allí con elllonlbre de • Pu nte de Piedra." .
. En el (·o,rredor d ~l trapicbd eF;tél uan un hombrfll y 1Jn lnu~
.L'hacho. con cuatro b ... .. tj· R \.!argadas d~ fé ruus d~ Lity~ta de
J>asto~ que iban pura Call.
El bombr~ le wcja al mUl~ha . 'ho:
'-Dónde ie habrá. .qued~do Pedro con las otras dos bestias,...

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OCTtiBRE 'ÉN CANASOOEDAII 133

--éJuiérl sabe. ron testaba el muchachof hasta que llegá"


mos á ~~a gran piedra que hay en t'i carnhlo, vi que venia
a.llí, con las carga.s, aU·lqne algo atrasado.
-Vamos, pues, busto tiBe punto para saber por qué
tarda.
El arriero rogó á un negro le tuvieta cuidad~ con la.
bestias carJ(arlas y salió ron el muchach(l en ousca de su
compafiero, La piedra grandfl! queda ba en todo el camino á
pocas cuad"as de la casa de la hacienda. Al l1pg:lr á ella víe·
ron al otro arriero tendido en el u 10 jl1ntament., con la ..
dos be ·tías cargad'-ls: lus haufa rnuerto el tUyo.
(}t'o.ndp fué el e~panto dp) arri r y d ~l muchacho cuati'"'
do t ,í.I viMr,Ul ffix .. "ti :J:tr ) 11 á S I l tI RJraciado cOlupañero paTa
ver ~i du.b· sefias dM vid J, pel'O a 1 punto S~ con v ncieron dt1
qu~ t'r' ('udá Vt'l', PUPS no 6/)]0 no reRpi ra ha, si lO q u . al mo-
''''erlo porf ria conlO si ]O~ hu . s e le hnbi tan de ' hecho: pI
{'uti ' .11 la c.ara§ de cu1riz que ant s l' , se había tornado
en carey; y (,1 cabe llo, ante laci . grue o.. romo de in liry
qu, ra, se había vuelto crc~l o como cabello d . negro1 Y por
108 oído~ le salía Su ugre.
El arri~rt' vo1 'lió tl'1~te 6 ln. ha il~ nd'l, pirlíó posadst para
e~a no h '. Contó <)u J \ ·-1~'·a.c i t 'i los atn " de la casa, tI~Hcar ..
gó gUS ht.· ' i~ y vol vi' ('011 dul'" e ella8 al lllga 1" de la eatá J

tl"o~e y con alg lHldS nt-'~ro~ qtl~ llt!vaul-J 11 unas t)llTlhue)u ;


tllzo In _df)~ car g-a:":, Jo llf1cir) . c ,")10 :aro 1 1 cadú.vt..r en las
lJari 1 le la (!lIUIfUlo) y 1' ... !' CSHTOll á la raf,;a.. El rn u rto fue
sel ulta(t en el celnr ntt! J"io d 1~ 1 ieuda.
Aunt U~ 1a temp~.,L ;1 ltahíct cP. sdo d sde l ·. ls tre~ de l~
tarde, DOll ~tanupl en 1 ZUI H.ri::t J F~nnj, ('on)( · {'sc1avO!f
hoza !P8 no 11 ga ron á la <-Ut--él si no p ' él n h( p ,·que el río
d .\. (t) 'r dez y la. clu .. hr:l.c ;.) d~ la~ Pl~ .h·. hra.híau ~ rt.~el(IO' mUJ
eho y l1<.' dieru ll vadu h ,~t ·l p:l."ia cl:1. ...; la.' :t -is de la turde"
D< n <l n 111->1 vi' c o n BRomhro lt)~ f~ tr gOlt d l· t t. ropes.,
tad. lt :..Ln ,ló 'IUH in tr. dr.j Br ·ill . I arder,) y al rnu("h'=H~bo á la
cOci : .á para qae e narall. y dJÓ ur.IHn á ZaUltu'H para que lelJ
dieran clo .~ caballoR á fin de q 1le pudit--r~f) ('olltlnlU r O .¡Ii-
ja al díJ. sig!lieo te. lo~ cu·.. l~d "i~vo1 vf'lríJu á. ...,tl' regrebo·..
Lo8 negros boz ~deFt siutierOll nlucha Rlegría. cuando en"
t'~ntraron en la hacienda otros negros congos, que; hacía
tiempo habían salido de 8U patr"a,f pero que recordaban pel'-
ff'ctamente su nati va Jengua 1 porque en eUa se comu.nicab D
entrp 'í.
Las desgracias que las t tmentas ocasionan en tOlla
esa regióu J ee;pecialme.llte en Octubre, cua~do , el verano há

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134

sido fuerte y largo, no son rarac;. (i) Los viejos y los m6t08
rf~cuerdan vatios casos de muerte de rayo ocurrida ~n tran"
seúntes y en .ve~inos, en amos y en criados, y prineipalmen.;
t . en gu.narlo~, sin que haya faltado uno que otto incendia
de casa pajiza.
Los que habitan ~n esa aurífera ctifuat-c~a bajo esa. atmós-
fera inflamD ble, se resuelven á vi~jt cODatabtelnenteJ cdlJ'io
A~a][ de Oileo, d~8Qflando al cielo.

-ea ;;;

~staba pata tefrilinar ei tiles de No'Viernbre, . nie§ tt .ss ..


l>acible y trl~te y ordinariamente Uu vioso, y más triste y
desapacible ~n el éampo que en las ciuda,<Íe!t.
Hacia Ol.ás de Citl~O Ine¡:;éS q1le Datlif~l habia .d esaparecí'"
do; en otlo e~e tíeulP'lJ lel. inocente pRsié,tt de D(jñi:1. Inés ha-
bía .arllúifido una ti] ttl za incontrrlstahle, y la pena. qU6
o ltimia 1 ccjrazón dd la iufeliz doncella, había. alcanzadO'
deseAperanttAs pro orctones.
# Esa hacienda habia sido el t~a.tto Jle siis caRto~ amoreg~
allí tp.oía á t )nas hor 8 rpCu -rtlu~ palpitantps de 8U hien per·
dicto, y se cotn plaeí' ti ¡ t OllH Jital's trayendo á la Ine,notia
~)(loR los incidentes ocurridos e li é So· días dich ROS ell ua
hablan vivIdo tan Ct!T a ~1 u o ( e la otra, am ''i.ndvse' mutua'"
mente, en sUenei • p~ro vt ' odase todos los (Has.
Nirigún nlayor dolor, riic~ t~l Dante, que e] aC'o rrlarse de
los rliaq f~liee. estando en la desgracia.: 1Ves~un m(l.g~li()r dOJ
lore! E~ta era. la grun pella qlld Francisca de Ilhnini pade'-
cía en bl infle no.
Por 10 mIsmo qtte D )Íi. Inés no podta hablar con nadi~
de su desgraci.l.do amor, vivíA pensando en él. El tiempo Y'
la. distancia son causas generadot-as de olvido en lás natura ..
lezils v ulgare8 y Ji v hUIRS ~ P ro en las a.lmas nobles y casta&~
la ausencia es para pI amor poderoso incentivo. Hal1amOit
muy natural que Dido; la reina de Cartago,. se res'uel~a á.

(1) y eso que dejgmos dÍcba de los bueyes y del amerO' OOD fJU 1'eCl1a,
IUC$!iÓ en Uba. tarde de Octubre, tal C<1ma queda DUrado, - .

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REtlEDro DESESPE DO 135

morir desde que se convence de <;lue ha perdido para siem- .


pre á Eneas; y que Safo, la. poetIsa de Lesbos, se precipite
~n el mar desue la. roca de Léuoade, cuando ve que Faón
huye ríe ella y la deja aba.ndonada. ¿Qué seria de la fe que
el hombre necesita tener en la mujer, depósito de su honra,
si no p.ncontrara á cada paso ejemplos repetidos de fidelidad
y de constancia en esa querida y preoiosa mitad de su alma
á quien llama esposa!
Inés, ahora que Daniel no estaba delante de sus ojos, 8e
lo representaba en su imaginación adornado de todos 108 do-
n~s de la naturaleza; recordaba con satisfacción sus bellas
facciones, una por una y en conjunto; pasaba revista en se-
guida á las relevantes cualidades de su alma: su talento na-
tural, su variada instrucción, sus finas manerafl, su apacible
carácter, la compostura de su porte y ese respeto casi reli-
gioso con que la había tratado siempre, á pesar de su pasión
amorosa tan ardiente con10 profunda.
Daniel, sin abe rlo, había empleado para con Do:ñ.a Inés
las únicas armas con que. podía rendirla: la. veneración y la
modestia.
Estas consideraciones exaltaban su ánimo hasta el más
alto grado, y entonces sentía deseos vehementes de verlo:
le parecía que si se le presentara de repente, no podría con-
tenerse y le abdría sus brazos, para indemnizarle de tánto
como por ella había sufrido y de esa fingida fría indiferen-
cia con que babía recibido siempre sus obsequiosas aten-
ciones.
Con ese anhelo ardiente de volver á verlo, se ponía á.
cavilar largas horas acerca de las causas probables de esa
de 'c parición misterio. a: i lo habría b otado realmente el ca-
ballo, tal vez en el bosque, y habría q lledado allí muerto é
insepulto ? No, porque toda la comar a había siüo escrupu-
losamente explorada. ¿ Tendría él algún enemigo desconoci-
do que lo hubiera arr batado viúlentamente y lo tuviera
aprisionado y oculto? Tampoco: Daniel no tenía ni podía.
t e ner enemjgos. ¿Tendría parte en esto Don }("ernando da
Arévalo? Pero ste sujeto ignoraba completamente la pa-
sión de Daniel, que, según ella creía, era un secreto para,
todos. Qué se había hecho, pues?
La~ pesquizas del Alférez Real y de los Alcaldes, de
Zamora y de Fermín, del Padre Escovar y de Doña l\Iariana
Soldevilla, aunque activas y diligentes, habian Hido in-
fructuosas.
Ya hemos dicho que no estando Daniel presente, crecía
en mérito á sus ojos en proporciones heróicas, lo que era
"tanto más natural cuanto que Daniel era en realidad un

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EL ALFÉR'EZ REAL

maneebo de gallarda a.postura. y de alma nobilísima. Arru--


lIada por sus dulces recuerdos permanecía largo rato ~mbe ..
becida, pensando y pensando, y arreba.tada en alas del aIDm-
que no reconoce categorías ni respeta dificultades, iba á ve ..
ces demasiado lejos. Pero de repente, volviendo e11 sl de su
arrobamiento, .exclamaba: "Desdichada de mí! qué es 10'
que estoy pensando? yo estoy loca: eetos desvaríos sólo son
propios de una imaginación enferma. Sea que él esté vivo á
que haya muerto, DO hay para mi esperanza! Ya toda felici-
dad me ha sido negada en la tierra ~ mi vida carece de objeto,
y en la situación tristísima de mi alma, en esta agonía sin
descanso, en este dolor que no me deja, no me queda otro
refugio que los claustros de un convento."
Este último pensamiento, que llenaba 8U alma de som ..
bria tristeza, le arrancaba lágrimas tan ardientes- como
amargas, y después de llorar largo rato silenciosamente, en-
traba en un estado de abatimiento tan ~ande--, que perma-
necía mucho tiempo muda y en la. inaccion más completa ..
y esas reflexiones, y esa lucha, y esa desesperacion, eran
de todos los días; y prir..cipalmente de todas las noches.
Su habitación ordinaria, en donde estaba á la vez su
dormitorio, había sido siempre en el piso bajo de la casa, en
una de las recámara e que quedahan á los lados de la sala."
Después de la desaparición de Ddnie}, D.C'Ot'ftoJnlnoalm tra-
bajar en sus costuras en un de las piozas del p'Ís('') alto; y U6'
tal manera llegó á pt garsa de su nueva habitaGiólf que con--
cluy6 por pedir la dejaran dormir en ella con su criada, ale-
gando que era muy ventilada y muy fresca. Doiia Francig--
ca que hacia días venía notando el deSD'lejoramiento visiblEf
de Iné~, dió gustosa su consentimiento, con la e~pemnza d6
que este ligero cambio influiría f'n u sa ud.
En esa par e alta DO ha itaba per. on al Tna: sólo el
euarto más lome jato á. la escalera, e ocupado ead oc ~
días por el capellán que iba á dar misa á l'il,'fnmilia ..
Desde que obtuvo e8e permiso, permanecía con las de:má
se1ioras, con versando ó leyendo, ha.sta las nueve- e la l'l'OCbe;
á esa hora llamaba á Andrea, que acudía con la Tela eacen-
dida, y juntas subían á su dormitorio.
Pero Inés dormía muy poco: después de c-onve7sar un
rato con Andrea y do rezar sus devociones, como para acO&'
.tarse, se salia al largo corredor que daba al patio, se veC08--
taba sobre la baranda y se ponía á observar con el oído aten-
to, fijos los ojos en la puerta de golpe, esperando que en el
momento menos pensarlo había de sentir y ver á Daniel que-
llegaba en busca de ella.
De&de ese balcón se veía todo el patio, las cabañas

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j

137

os ~lavos, la pOTta.da de la hacienda. y la gente que p:um-


ba por el ca lnino real. .
~Iucho tiempo ~ectnaneeia. allí, hasta que 'considerando
que era preciso dorutir algo, exhalando uu. suspiro, arranca-
<lo por la es1.Je4'alUa. bUrlada, entraba en Sll habitación y se
acostaba.
E8tO se re~tla. o~~ las n()ehes~ con luna y sin ella, con
buen tiempo ó eon lluvia. Los vecinos de esos contornos que
'Volvían de Cali á. 11600.sa.S, en altas horas de la D-oehe, Ó los
que por tener algún. -enf-ermo iban de sus casas á Cali á esas
hora, eu busca de algún remedi<>, distinguían siempre ese
bulto vestido de lJlanco~ en el ba.leOl de la casa, en un mis-
mo punto siempre y g~eml re inmóvil; y unos á otros se co-
munic:..tban. lO q ne llabiall visto, y todos convenían en que
era llna ah la· d~l otro mundo qu.<e penaba allí, ó lo que es )0
mistno, un e,pa¡.. to, interpretaeióll muy conforme con las
idca~ sUI.er8tí(;io~2.,· de ~sos tiem}Jos.
Henlo' dicho qlle ~Bt&ba pal"a terminar el mes de No·
vientbre. Ya casi nad.ie se .a.cordah- de Daniel en m hacien ..
da, con excepción de 1tero1.ín que hablaba de él con ~{a.rtina
Hlciendo Rupo:-;iciones~ y de Inés q u nunca lo nombraba,
pero que no podía nt qp o dl olvidado. y que á fn .rza de pen-
sar en éL hacía IRá.'S ltOl.H.la." día po~ día, la <.lolol'o~a hel-ida.
4Que llevaba oculta en su "h \' .
Al fin llegó ú. perueJ' toda.. (~speranza. y con ella todo su
valor_
El último dia, ptH",~, de 2'J \Ti€..~Jbr.e, de.~pué8 del atmuerzo,
15 <lirigió al cual- I - de Do 1\' .nuel. á qUiCll Cllcontró solo,
hojeando unos pap~le&. Al verla él e11 la puerta do 6U cuarto,
le dijo aleg 'emente:
-Hola., ahijada, á qu.é deb J honor de es· tl. 'i ita?
- \ Ta á saberlo, padrino, conte' ó ella, SOlU:1 .udú triste-
mente. .
-Siéntate, pue , hija. y dí lo que quieres.
Doña Inés se sentó, recorrió con la vi ta to o el cuarto,
tosió sin ga.na y dijo en seguida:
-Padrino~ mi lnadrina tiene una hermana que es monja.
del Carmen en opayán? .
-Sí, ciertamente, la Madre Gertrudis. Y qué s€ te ocu-
rre con ella?
-Padrino. deseo ser monja. del Carmen.
-~Ionja tú ~ exclamó Don Manuel en el colmo de la ad-
miración; de dónde te ha venido ahora ese antojo?
- No es de ahora, padrino: su merced ha tenido ocasión
de conocer mi carácter: los plAceres mundau06110 me llanlan
la. atención, y me causa delicioso embeleso esa vid,,\ moaás ..

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las
tica de encierro perpetuo, de tranquilidad de espíritu, de re-
cogimiento y de paz interior; esa vida inocente en QU6 no
tendré otra ocupación que la de meditar en 108 a1i08 et~rnos,
hablar con Dios y prepararme para compa.recer ante su di-
Tina presencia. Yo seré muy feliz Riendo monj~.
-Eso es muy grave, hija, muy grave. Hablaré 80bre
ello con mi compadre Escovar.
-Estoy segura de que su Paternidad aprueba mi propó-
sito.
-Cómo lo sabes?
-Porque él hizo 10 que yo pretendo hacE-r: él era en el
siglo un sujeto de alta categoría, pues era noble, rico y abo-
gado de la Real Audiencia de Santafé; el mundo lo atraía
con todá clase de honores; y sin ernbargo. despreciándolo
iodo, vistió el hábito de Nuestro Padre San Francisco, y creo
que hasta ahora no le ha pesado.
-Es verdad, Inés; pero por lo lllismo que él era ya un
hombre ilustrado, sabía bien lo que hacía; lnientras que tú
estás muy joven, apenas cuentas diez y ocho años y no sabes
fii te pesará mafíaná. La vida de las monjaR del Carmen QS
muy austera, la regla muy rigurosa, y los votos que allí se
hacen, son perpetuos.
-Pero, padrino, si en la edad en que estoy quiera ser
monja, COD mayor razón querré serlo cuando tel1ga más
edad.
I -Espera. pues, á tener más edad, y si entonces persistes
en tu vocáción, no seré yo quien mPo oponga. Ese e. taJo es
de perfección, y no debo contrariar tu voca.ción sin grave
reato de conciencia.
-No, padrino. no BIJ ro má ~ ho renido á rogarle hu-
mildemente e digne darn1.8 su consentimiento para tomar el
velo y r com ndarm á la venerable Madre su cuñada.
-Imposible hija mía, eso no puede hacer e así de cárre-
rra: es preciso que te tOlnes algún tiempo para pon arlo.
-Bien pensado lo tengo y allá en el monasterio 10 pen-
saré más, porque para e o es el noviciado.
-Vean qué muchacha ésta. murmuró Don Manuel; pa-
rece que antes de venir á hablar conmigo se apertrechó de
ar~umentos. No, Inés, añadió en voz alta, yo no puedo per-
nutir eso, á lo menos por ahora; es indispensable un plazo,
siquiera de un a110.
-De un año? De aquí á entonces me he muerto, y yo
quiero morir afiliada entre las vírgenes del Señor.
-No te mueres: por qué te habias de morir? Es verda.d
que has enflaquecido un poco y que estás pálida, pero yo es-
pero que eso pasará que pronto recuperarás tu primera 10-

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139

zanía. A no ser que tengas algú n motivo especial paro. dar


ese paso. Dime la verdad: no ,estás contenta á mi )ado~ tie-
nes de la casa alguna queja? quiere8 ca8arte con algún su-
jeto y no te atreves á decírmelo ~ Si e.:. Asto últirno, habla
con franqueza, que con tal que sea hombre ue calidad y da
caudal, 8~rá tu esposo. QUIén habría capaz de desdeiiar tu
mano, cuando si no la piden todos los días es porque no 88
atreven:
-Nada de eso, padrino, yo no teng'o de su merced y de.
8U familia sino moti vos de eterna gratItud.
--N me fuerces, pues, á darte un consentimiento im-
premeditado; esperemos á mi compadre E8covar: él es hom-
bre sabio y prudente y me dará un consejo acertado. Hoy ~8
sábado, ha quedado de venir y á las seis estará aquí: eat&
misma noeb.e consultaré con él, ¿ te parece bien?
--Si, señor; pero i él no se opone, ¿ me mandará su
merced inmediatamente al coovp.nto ?
-Espera, espera: ¿ por qué había de ser inlnediatamen-
ie? Es indispensable tomarse el tiempo necesario pa ra hacer
108 preparAtlvos.
-Bien, padrino. Ahora perdóneme que lo haya inte-
rrumpido en sus ocupaciones.
--No es; e'o lo que tengo que perdonarte, sino la. pesa-
dumbre que nle das con tus antojol! de monjío. ¿ No sabes
que te amo como si fueras mi hija, y que si te yas me harás
una falta irreparable ?
- - Gracias, señor: yo le correspondo amándolo co:no á mi
padr.
Inés se retiró, y Don 1\Ianuel quedó p ~ l1sativo y caviloso.
Esa repentina r e luc ió n de su ahijada, ta joven, tan bella.
y tan rica, le daba lnul/ho en qué pensar.
- En fin, se dijo ) hablar' con mi compadre E8covar~y:de
com.ún acuerdo re olveremos 10 que nos parezca. máslcon-
venlente.
En efecto, el Padre Escovar lleO"ó á la seis de la tarde
acompañado de Fermín, y fué recibido en la hacienda por
amos y criados con el placer de siempre.
Después de la cena, subió á su cuarto, yendo delante de
él Fermín con una vela en un candelero de plata. A poco se
presentó Don :hIanuol en el cuarto, lo cual no extrañó el Pa-
dre, porque siempre que él iba á la hacienda, se reunían
allí á con versar hasta la~ nueve.
Don };lanuel avocó la cuestión principal diciendo:
-Esta noche tengo que pedir á vuesa Paternidad conse-
jo, sobre un asunto muy delicado~
( - ,,.. eamos cuál e , compadre.

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140

--li"'igúrp.~e rplP á,' Dc)ua Inés se- le ha lnctino en la. cabeza


hace ..·so 1 h.Hl}", :r hoy mi:3mo n:l~ ha l'd 6 'l.·! ) con t 'naz insis-
tencia le diel'u mi consélltiruiellto pd.ra. ll<:;var á cubo $U pro-
pósito.
--Ciel."t:1mente, observó el Padre. el u:sunto no plle le ser
más dfllic' o, Y \~tle a ID "'l'(~eJ qUI~ L . contc.:itó~
-Yo Tn~ he negauo Ú cOlnplacerla ha::ta consultar con
vuesa Patel·nidad.
-~~, n~ee8aJ,j() tOln'11·S~ i1.1glLl pl zo par¿1 }Jodr~l' jllzgar si
esa voCUCiÓ'1 ed vOi·\.Ll.' Lera.. G s.')to tn)'u~·itol·ia y c':\"eto de al-
gún ca~ri · -ho.
-Preci~a.:Ylente ]r~ lH~ d inho C~I). dH ~l1(~l·t.P que veo que
estalnos de a(~Uerdü. ['.li a q nip¡'e i l'::';(] ;' l-"opay áu inmediata-
Dlente, pon} 5 v 11\) pa .. ~.l(, eVll~\~ ntiI' (~a ('so.
-S~j'~:tl ~le Vllesa nl p. r~(~d t'il e ~iJtv'io <le til1rnno suficipnte
para }J.l bLar F U vt",pa ': i/, j . PÚl' I/) nu: 111):- (le ~t·!L u le;{\~s: fjj t~r.
nlin ,d ú ese plazo in. -i t :... en ~u Pl·ui,ú~j¡;o. Uf} pa.ree~ bien no
con tr''' riar la,..

l<.:ebido pastón por algún suj eto indig'no de

-Impo~i1¡}D! (!! ,. \1 orgullo ó mejor diré, en ~u anlor


propio. ja.n ,':-; ~ ., i".1:I1'(:'" Pll per:'olla que 110 sea de noble alcur-
nia y de nIto 1l é '110. El tanto ti :101pO que haco que -ive en
rrá casa. q 1 v~ " pa rú dos años, nunca ha dejado 80rprpnder
un.a pal~~bra, una. lÍ\"acla, un gesto que desdiga del recato
que debe gua."d·.")" una. ñora de calidad, A nli mujer y á mis
hijas exatuiné e~ta tarde Robre la conducta de ella, pues qua
la tratan nlá· de cerca, y todas lue aseguran que ce u
niña. inocollte y 'n tucha.

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"RE~IEDIO l : .. 'L-.:r'ECAnO ]41

-De todos modos, el prazo es me:) ida 'pTnuente, y ~Teo que.~


blngú!l c. so antE'8 '!f> S("}:) ú ochl) mp8eS pOI lo m~n08, jE-OO permitIr
~uesa nlerccd que tC'rne el velo. Si dA tlt¡ui á JuHo, por ejemplo, no
ha ~l\dado de patecer, serÁ prec1em fucllHar)o Jos medios de, que D-
tilfsga sus deseos; Jo contrario sería un gran pecado.
-l{uy bien, cotnpadre, su parocer ed mny jtácioso "! 108fguJr6
.1 pie do la letra_
A 11\9 Dueve 8e separaron los dos amigf)s. El Pall ru tom6 811
Breviario y se pUdO á rtlzar Maitines, porqlle lo" frailes de San Fran ..
cisco no se a~ra~t1baa en el reso de las lloras chnóf)iC)~:s.
~¡sa noche no pudo Don~ InÁs permanecer D1 ucho tiempo en el
eOl'tenol', porque veía luz en ~l cuarto del Padre y temía saliera do
lmpro~iso y ll' encontrara levantada.
Al día siguiento cE'!3puée (Je la misa y del almuerzo, hizo llamar
Don ~18.nucl á Inc?!, la r¡f'e acudió al momento.
-1 Ii in m ía. I~ dijo Don ::\Ian ~-:L\l t:- n pl'ontC) comn (>1111 en tr6,
8ién~üte y úyeme;,: Auochn hablé la~gnme~ttc COll mi t::oOlpnrl"a Esco.
Tnr acer~a ele tus in tell~ione~, y 61 piell:a. eShctamen te 0\)010 yo, ea
decir: cree c¡n~ no debo impP,Hrte '-¡110 "i. tns d hábjto je religio8a,
flero me or,lml.\ 'lile no rl¡J mi COf)sen ti mWll to hasta pasarlo un afio"
ó por lo me.nos ocho 0)(\g(\3, pura darte tiE!lllPO it que Dlf'dites despm.
cío y con cuJma en el ¡jl liea ln pa~o r¡ne qnwl'clJ dHr. 'J plledü9 ft8egn-
rarte tú y n8e~nrnrrne :'1° de t"flle tu yocnci6n es perfecta. Ese es mi
l)8.I'eCer y el dpl Revercl),lo Pll,.h-e E5covMr. y 8S? quiero yo qne 88
ha~a: yo, que repl·esen to á tu ]JJ\(tl'e. ~n pongo que te 80meterns á
esta decisión, rlictHda por lf\ prudencia y el amor ql1~ t~ profeso.
Inés ~na ... ló sllencio por lU momeuto. Dcspués de pal18ar, con
1011 ejos fijos en el sueJo. co~tpstó; .
--Sé muy bien, padrino, (IU9 s~1'Ía in{ltil pedido que n·formara
IU resolución, porC}lle conozco sn carácter y porr¡ne no pueJo negar
que en elJa dCJt3cubro el intel'&3 q lf) le lDsplro J el afecto que IDA' tie-
ne. Sea, pl1es; pero contio e , qU9 su m€'fced, 01 día último de JUl'iomo-
otorgllJ ~ su beneplácito, pnf)S pensar en qua yo varíe da resol uei óu'
es hasta una ofensa. ~Ie Bonleto y espero.
-HH.ces bie~t hija mio: tú siempre has sido dócil y jniciosa.
Dios te confirfllaJ':J, ten tu propósito en E;stos ocho meses, es decir de
aquí á Julio, ó te IUH'á mudar de parecer si a81 pluguieae á. ~n di-vi-
na voluntad. Y para el caso de qua insistas en queror ser monja, de-
bes ir pensando desde ahora qué destino haa de dar á tu patrimon' E).
-Sólo nt'cesito 1" suma que me erijan en el convento como do-
te, lo demás lo dejo á disposición de 8U merced.
-Dios me guarde! dijo Don Manael levant!ndose .., comenzan*
do á pa8earse á paso8 largos; yo no tomar~ un maravodl de tu can ..
da.}. Bien qtledaría mi honral !\tInere mi pnmo Don Henriqu~, que
vivía en ml propia. casa, y Dle nombra heredero universal! S8 h8es
monja mi pupila, y mo lega sus bienes1 No faltaba más! Qué se d~.

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1'18 de mí? Todo el dinero qUA dejó mi primo Don Hl'oriqtte, toda
en ropo, todos 101 efect08 d~ sn U80, están encerrados en ea8 banles
así como él 108 dej6. Ojalá nviera él, auoraue á cambio d~ torJa mi
fOltnna! Yo c~cribiré á tU8 dehdoB ele S.,ntlÚé pura que Tengan á re·
coger tu herencia. Pero confío ~n Dios (anadió calmándoee y vol-
viénfio á lentarse) que no llegar4 Ase CaBo: no puedo convencerme de
que una muchucha de tU8 prendas v&ya á agonizdr tan joven entre
1:>8 m uros de u n con von too
-No aerá:m ny larga mi:ngonía. ~Ahora me tn1ta pedirle un fa-
~or: encargub me manden de Popayán mi hábito de monja, en~ián·
dole á lH. madre Gertl"udiR las medidas y las telas, pura que antes de
Jonio esté en mi poder. Tengo dpBe~s de conocer mi futuro vestIdo.
-~stá bien, tendrás tu vestido antes de Jl1nio.
Dofta Inés se retiró á DUS habitacfollus y Don Manuel quedó en
8U euarto cavilando sobre el i::ltempcstivo ant.ojo de BU nhijada. La
insistenf!ia de ell., (n quer~r hacerse monja, lo ponía de mal huml)r.
A tiempo en que ternljnaba esta. ent.revisto, o(~nrría una e8cen"
:le distin to género en el cuarto del Padre Esconu': estaba éste leyen..
(lo cuando golpeuron stJayement~ á la puerta.
-Adelante! dijo el Padre.
La pu~rt¡t qe abrió y entró una negra joven, con semblante do·
lorido, la ({lle, juntando "&:lS manos y arrodil Jándose dijo:
-A\abHdo sea el nombra de Dios.
-Por siempre, conte6tó el Padre; l~vántate.
- &li amo, dijo elln, van Á custigar á 1Iutías.
-Por qué lo ca~tig1ln?
-Porque 80 fué á Ouli deide antenoche y no ha t'uelto sino
ahera.
-Ha hecho mal, pero no ten~as cuíd do. '
Toribjn, ni ir al cuarto del Padre á bu. car defensa para su mori·
do, había llevado su hijo ~n el cuadril, que t nía apeu~t\ 011 afio, y
lo dejó afuetu cn el corredor para cntrar á hablar con el Padre; pero
el DE"grito ul verse solo) 8e aSUt~tó y comenz6 á llorar á gritos. El Pa-
dlE~ lo dijo á la negra: ,
-Oye cómo grita cse nino: V;" y álzalo para que no llore.
- N o es cino, mi amo, es el negrito.
~f:)imple, ese negrito es niflo: tómal0, vete y dile á ~Iatíns que
venga.
La np.gra salió y el Padre se dirigió a! cuarto de Don Manuel.
Al entrar le dijo:
-Compadre, van á castigar al ncgro Matías y yo vengo á ro·
garle á vuesa merced le perdone.
-Oompadre, contestó Don 11anue], todllvía <le mal hamor, ese
negro es un tunante: sé que casi todas lus noches SQ V~ á {;a!i y DO
pierde baile. Antenoche Be fué, se juntó con unos bagamundo8 que
andabau da.udo serenatas: y Don Andrés UamaraJa con la rond~ les

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M'EDIO DESE~P1!~A.J){) 143
~ • 1"

}Joso la mano y 101 llevó á la cá re el y 108 ha tenido arrestados huta"


hoy. Luciar~o me dice que no ha mucho llegó.
--Perdónele , compadre: la l48ctsvitud es en ef misma una ini-
quidad ~ &0 11& haga vueS8 merc~d más grave, tratan(lo con crueldad
á 108 escla V08.
. --.La iniqllldfid, l!i la hay, no es obra mía: esclav08 eran los que
tengo y 108 com pré á 8U8 amos, Ó 108 COill pró mi padre; ni su merced
ni yo 108 redujimo8 Á la esclavitud, y el misulO Rey Nuestro Sonor
(que Dios ~uardc), autoriza eso comercio.
--Todo eso e8 veId~d. y confieso que no es Tuesa merced el au-
tor de esa i njusticis; p~ro confío en Dios que no pasarán muchos a-
fi08 sin que blla dmm[tsrezca del mundo (1), aunque nOIJetr08 no lo
\fearuos; y de~aparecerá por orden d~l gobierno mismo. La Igle8ia ha.
defendido siempre" 108 escla~os: mnchcs diócesis han destinado 8U8 .
rentus á la redflnción de ellos~ y Bon muchos los cánones en que se
imponen penas á los amos que lo~ maltrstan. Yo, al intercoder por
ellos, no sólo obedezco á la incliqación natural de mi ~aráot~r, sino
que cumplo con Ja obligaciones de mi minIsterio.
Eet~\9 pa1abras, dicha3 con onterez~ y convicoión, como hablaba
8iem;>re al Padre Esooveu', calmaro:! com plctamente á Don Manut;,J,
que 6ra hombre de buen fonclo y cristiano f~rvoroso.
- en como vueen Paternidad quiere, contestó; y llama.nuo á su
paje, aflt,dió: RofIa, dí á. Lllciauo que no le húga nada á. Mtltias.
---Así tenia qu~ ser, dijo el PMire; vueda merced jamás ha aido
cruel, y de Di08 recibirá el \{nlardón de su generosidad . .
El D~grl) Matíus fuó al Cllnrto del P~dre, en donde oyó un eer:
món Robre Ja obcdiel!cin ~ BU8 am08 y 108 resultad'jll do la mala con-
ducta.
Mientras tanto, '.roribia coatentísima reTería ti sus compa.eras
BU entrevist~ con el Padru.
-Porque lloró el negrito (le3 decía) me dijo= t i al.~ ese nifio
para O ue no llore." Yo le ~on Lest6: "DO es nif'lo, mi amo, ea el ne-
grito"; entoDc~8 me dijo: "simple, ese negrito es nioo." Fjgúrense
tlst~de8, que dizque el negrito ea nil1o! Qué coa~ dice mi am.o el
Padre! .
Mntías se reformó un poco: cerca de quince diaa esta 'o sin ir á
Cali dtt noche en busca do ballos y serenatas.

(1) A 1(')5 sesenta ad05 cabalea dió el Gobierno de la República. la liber...


ta.d á todo los escla"foes. .

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CAPITU LO XXI. ·
Las sesion.es del Ayuntal.--n.iento
.Dona I\Iariann Soldevilla amaba á Daniel con el entTsf1able
emor de U!ll\ madre, porque ella 10 h;,bín cri~do, y 10 cODBideral>a
no 6610 como hijo 8uyo, sinó como hijo único.
Si tocios 108 c.1ütnég se habían CaU8tlUC ya de hacer diligeYlcins
para deacnbrir el paru.dero de l>acip17 ella no se cl)ufesab-.i vencida,
y c~ntint12\ba dando to~o8 lOi pasos que le enrgi~ra su imaginación
para obtener algún resnltado, próspero Ó adverso.
Importunl1ha á 108 Alc8Jde~ Or.iinnrios, quo erHD Don J06é de
l4icolta y Don Ignacio Lourido: nI Proourado:r General y Padro de
Menore!, Don Jaim~ Antl)nio Martincz de Santibánez; á lOB Alcal-
des de la ~anta Hel'mundad, Don J osé 19na~io Arh:aLalt:-ta y Do~
Francisco Siuiste)'rs; aC:.1díli adt-'11de el mismo Tenit:nte d'e Gpbel'n~"
dor, Don José Antouio de Lago. Un día iba l1tloude uno. otro díR
adonde otro, sin obtcuer la menof' RotlCiu. ni el más ligero :odicin du
h, suerte do su hijo adoptivo. Quien más la consolaba:era el1>udI'il Ea-
(".{)va.r, qtlP la exhortaba á tener oufianza en Dio~ y á no dudar de la
l>rovidencia Divina. Poro oí p¡ d're no se limitaba n simples :-xhorta..
ciones,. sino que hacia por eu JHu-te cuanto le era r(¿sibl~ pan, ceci.
fr~r etle enigma, poniendo en juego su grtlD le intLncie; y 8U-S ml!-'· I

chas )·~lacioncs.
El 2:3 je Octuore de ese afio prCEenté- Dolla lrinriana nI Concejo
l1U nlemoriul, reducbtdo por 01 Padre Escovar, qll~ Cl'U abogado, en.
que se quejaba óe ]a súbita desaparición de su hijo adoptivo é im·
plorbLa el utlxilio de las autoridades para ]a nve1"'igtlaClOO de cse
Ilcontecimlento tnistcrioso •.
El Concejo so había rCllnido e e <tía lHlra oerberaf 3COTca 1el
contenido de un pliego qne le habia di! igrdo E:l Gobernador de POP&:-
Jin Don José de (lastro J Oorroa, en que disponía que In ciudad ce-
lebrara tiesbu~ Tdales por !u coronac· ón de VarIos IV, y que jurase á
dicho n\Jevo n,ey y alzase el pendón en BU real uomble. Ya desde cl
mes de- Abril anterior había reClbltio el Con~eji) UDa Real Uódnla en
que Be comunicaba la muerte d~1 Rey C"llrlo81I1 y 1.1 exhaltacíón uCJ
su hijo Carl'l8 al trono de Espafía; y otra en que se ordenabn que se
le gllardoo-a luto al l 'ey nluerto.
El Alférez Rc"al fué cOl.l!isiouado, en asocio de otro8 mietnbros
del Ooncej), palOS hacer el 'ograul..,. de e3aS tle~8, que detie eer
espléndIdas y diguas de su obj~to.
. Rn seguidt1 fuá leído y cousidcl'ado cl memorial' de Dona Maria ..
na. }'cro como 108 Padres CODscri pto8 habiun hecho y3 toda cIaRe de
diligencius para descubrir el pt\ra1ero de Daniel, en t,laa la ciudad y
su jurisdicción, sin ningún result~do favorable, comuuicaron esto á
la querellante prolUétiéndole qu~ contilluarh\n en lus pesquizas hasta
dC8cubros úse arcanll. Al efecto, ese lIHSfJl0 día" á mOCIón del Alférez
Real, ltLrnrvn (xhortos á lCls Ju~tkias de };1) otra.s cilldacl~8del Valle.,
I

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LAS SE~rOXES ilE-L .A YUYT.\lUE~TO l ·!:~

eon las señala del dp.sapareciuo, para que indagaran por él,
Qada una. en su respectivo territorio.
Oeho días después celebró llueva sesión el Concejo para.
considerar el progratna de las fiestas reales~ presentado por
JA cOlnisión. El prograula era verdaderamente faustoso y
fué aproharlo unánÍLnem~nte con adn1iración y con aplauso;
.e n él se disponía que la Jura se efectuara el 30 de Enero del
año siguiente de 1790, y que las fiestas duraran por nueve
dias. El Concejo se tOlnaba tOtio ese plazo á fin de poder ha~
cer holgadamente Jos muchos preparativos que el p¡-o~ramu.
exig'a.; y á fin de que llegara á couocitnientu de todos lOS ve-
cinos, para que cada uno llenara su deber por su part~,
," lnandó rOlnper hando á llsanza militar," y ftu , el program3.
f\e leyera el'). toda la ciudé..d con tl soh mnidadde: caso.
ElLo de Enero de 17UO se reunió el ()uncejo eH sesiÓn
~rd'¡naria para hacer la 01ección <le nuevos ernpleudoR, in-
formarse del estado en que se ba'ltaban los pr~parativo8 de
las ti staR y d~spaehar variot) asunt()~ quo hahía sobre la me-
ti'l., entre estos las rCHpuestas á los exhortos relati V'os ~
DaDi~~ l.
Nombt~:ll'Oll d ~ e' rnún acueTdo paya A.1cald Ordinario
de prinler \·otQ Ó prÍnlf>ra nonünación á Don Nicolú,s del
Calnpo y Larraoudo, y para spgundo á Don ~figuel de Ra~
rnndica; para Procurador ene)'al v Padre d .\IenoreF\, :'i.
Don J tsé ,\Ternaza; para _-\.lcal es (le"' la ..... anta IIermandad •
.á Don I~ranci. co ¡t.uch.e?:: Vivas y á Don Francisco J~scobaJ';
para . . Iayoruolno de ]a Ciudad. Ü, D >n Cay . tano Camac:ho: y
para Alcal<l (lel partirlo d . Roldunill,¡. á Don J -' é J aquia
l)l'ODlb: . E 1) nombramientos fu =!ron aprobad"H por el Te-
lliente de :{ohernau(w DOll JOf3é .,Ant oio de L,l.go.
rI'r H a.Gos anteR, en S1.llio d~ 1,'s,', había et-t uo en Cali
en vit~jta oficIal 1 J henuldor de la Provineia. Don Pedro do
Becaria y Espin 8a., y h'1bía ordenado ( dividiera la ciudad
en cua.rtele:s y se n< lubrara. ...\1c9.1<1u para cada UllO de ellos.
S di vidiú en cflatro barrio en e~ta forrna.: la calle que co-
mienza d:\ dOIl(le e 'tú. hoy el puente, hasta la ca1'nicería; y
la calle que pa.rte de la. plaza. de Snn Nicolás y pa",a por la
iglesia de San Pndro, ha,r:.ta la capilla de San .A.ntonio.
Los nombr 8 de esos barrio.~ ó euarTelúA eran: .1 del Pa.-
triarca San lrranci 'co; ~l de Nu~stl'a Señvra. de las lIerce(le5;
el del Gran Padre Sall ...I\.gustin; y el de Sa.n ~icolás de ~lira.
En esa sesión de quo venünos hablaudo eligieron para
,c lcalde de barrio en el orden en que quedan nOlnbrado~. Ú.
j 'on Francisco Espinosa, Don Juan .A.ntonio Cagiao, DOll
Vicen te Venlaza. y Don José Horrero .
•t todos e:.to. U·.l~VO enlplea l,"}s to~aba Aj9cntap el pro-

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146

grama de las fiestas reales que debían úomenzar el 30 de


Enero.
Heohos, pues, 108 nombranlientos, 108 Padres C')D8Crip-
tos se dieron mutuos informes sobre los prepar~ti VQS de las
fiestas, y convinieron t}n que ya nada había qué bacer, pues
todo estaba previsto y ordenado.
Abrieron luégo 108 pliegos que se habían recibido de va-
rias ciudades del Valle, relativos ti. la averiguación del para';
dero de Daniel. U no de esos pliegos e&taba fechado en la.
ciudad de San Esteban Protomártir de Caloto; otro, en lelo
üiudad de los Caballeros de la Señora Santa. Ana de Ansel ...
roa; 108 otros erau de Buga. Toro y Cartago~ y en todos se le
daba al Cabildo el tratamiento de U::;ía .Muy Iluslre.
Los Alcaldes de esas oiudades estaban aoordes en a~e­
gurar que por sus respectivas juri~dicciones DO había sido
vista persona alguna que reuniel'a las señales que se daban
de Daniel; examen tanto más fácil de practicarse, cuanto
que eran rarísimas las per.sonas forasteras que se aparecían
en dichas ci udade.o:.
Los señoro:s d 1 OOD('ejo no sabían CÓ010 expli~arse esi
lnisteriosa desaparición. F~l AlféI z Real se inlpac en taba en
vista de la inutilidad de sus 9sfuerzos, y se Inanife.,taba di
rectamente ofendido en su per ODa y oH SUS PI ¡ ilegioR.
puesto que Daniel era ~u Secretario pri vado y pertenecía por
10 tanto el. la servidumbre de ~u casa. ~jXpUlSO él, . ant ->2:) que
todos, que desde el día en q UQ Daniel había d ,sa revido~ no
había o sado de h· cel" dilig C· ~ l P I 1 II n 1'10; lUP. tiS
criados habían e rplorad(), por su orden. la haei nda de Cu.-
ñasgordas y toda la e rnal'oa., in d jar haciel da. alquería ó
cortijo que no hubiera sido visita.do~ ni lOIna, 11' no . v gas
de los ríos y bosques bravos que no l ubiHl"tU sido r0001Tictos.
Los demás mienlbros del . .~ . . u ltau.i nto lnal ífe~tarQn
que también por su parte habian he ·ho activas diligencias
y por muchos días 'obre el mismo a..,unto. sin btAuer resul·
tado alguno. ue ellos ere\all qu Daulol 1 abía sido asesina
do: que él tal vez tendría algún enernig:) oculto: Jue 8e eue-
nligo sabría sin duda que Daniel transitaba 1 can1ino d)
Cali á C3.I1asgordas todos los á bados entre diez y once de la
noche: que pudo apostarse en alguno de los puntos del ca~
luino liruitado par hORque espeso y que de~de allí, á quema.,.
ropa y sobre s .guro 1t:. habría disparado una armo . de fu go:
que el jinete habría caído m1lerto de redondo y que el caba.-
110 espantado habría huído en dirección á su dehesa antes
de qu~ el herido hubiera tenido tit}mpo de lnanchar la mon-
tura con su san ~L"e: que el asesino:habría arrastrado el cadá ...
ver al centro de . bosque y lo } abría sepultado, cubriendc

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después cuidadosamente las señales de la ~ep1J.ltura y h()~ .
rrando las huellas que hubjera podido dejar la Rallgre. ..-\se-
guraroll que en su concepto, ése b< bría sido el fiu dp D.U.¡l í~},
Y esa explicación la única adlnisible, atellui<.lo lo infFuctuo-
o de 8U~ tentativas para ~l)~on:trarlo en tanto t;elnpo.
El Alférez Real rp,plicó haciendo notar qU! el asosinat:o
era un crimen rarÍsirn en la aiudad de Cali y su pa.rtido~
que se pasaban años y años sin que hubjera qne deplorar Ul}
delito de esa naturaleza: y que no Re asesinaba a."í tan fá.-
,eilment;@ á un súodito fiel de Su l\fajesta<l sin que el arl8sinQ
.cayera iumeq.iatamonte bajo el peso de la. ley.
Los concejales contestaron que el'a lUcís fácil aso~in~r 4
un hOlllbre en una encruaijada tarJe de la noche y sep"llltar-
lo t:>jll dejar señales de <lt~lito, que 8U traerlo vivo del sono do
la sociedad y mantenerlo preso y o0ulto d upar te seis m. ses.
Que si Daniel viviera, habría. dado noticias de su e~ist oci<\
por un ·recado. por una. carta ó por cualquier otro rnedio, ú.
~u m.adre ó á su Señoría el Alfól'ez Real mismo, ya que no
hubiera podido fugarse.
El Alférez Rea,lllo tuvo que ~"eplica.r á estas juiciosas
~bf361 va iones.
Dando por t rnlinnclo ese asunto, pusteron en po esión
á 10R nuevos enlpleJl.clos, que había.n sido llamud08 por el
poriero con ese objeto. El A.YlJ.nt~ ~.iento qu.ecló .,. n )vado
ólo en parte, pues los R gidores Perpet.llos er;:lll luielnbros
inamovibles y queda uan figurando n el CODce ~o"
r ;?U sto que est arnos r ocorrif ndo en nnt~ stro rela.to
aquella' 1 ca ya lejana, 1 leoio1" tIllO no hubiere hojea(to
las acta~ capitulare' de eRO. t ie rnpos, no llevará á rnal que
e digan os ~ g-rande:.:; rasgos, córno 8 forJuaba el Oabil~ ,
cuál era su poder y qué <;0 'as hacía.
El fu;y Ilustre ( llcejo ~lunicipal Ó _.<\Yllntumiento {j
Cabildo, que todos es O:s nOlnbres tení,; .. , se a Olll ponía de 10$
Alcalde Or~inarios, los llegidore Perpetuo-o que eran dos ó
más, y el Procurador Genera! y Padl1e d . Ienoreti. Las eleG-
ciones que si;ta Corpol'ación haeía, el·an aprobada por el Te:
niente ue Gobernador de la Ciuda<!. l~ .. tos flonst.it,uían el
quol'unt indispensabj(.... A ~ ces con un'íau el Ifiel Ejecutpr,
~l Depo:sita~io y los Algua..ciles Mayores.
La autoridad del Conaejo era formidable: éll'eunía en sí
Jos podereb legi lativo, ejecutivo y judic"al, y por eso tie da-
ba el nOlnbr~ de "' Cabildo, .Justicia ó Regüniento."
Celebraba sesiones un.a. vez por semana, hubiera ó po
asun tOla qué despachar.
~aB actas cOluenzaban invariable:nente en est~ forma~
'1' E!l la. muy noble y leal <útldad de \"antiago de Cali, á tan-

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tos dias de tal mes y año, los señores de este Ilustre Cahildo,
~rusticié'.. y ReginJieoto, juntos yeongregadús en la sala de
su Ayuntarrlieuto, conlO lo hau de uso y costululJre, {lara tra.-
tar y conferir las C08a~ del 8ervicio de aru bas ~lalestades.
bien y utilidad de ~sta República, yen especialidad para tal
asunto &c."
Si no había negocios qué despachar, se extendía el acta.
para decir eso, y la. firm~ban todos y la. autorizalJa el Escri-
bano de Cabildo.
En las ss~.one.& del mes de Enero había todos los afios
dos aSlJ.ntQs impol"tantes que twa forzoso despachar de pre-
tel·enel<l.; 8 tito E' era.n: el nombramiento de los lluevos elnplea-
do& y el abasto de carne para la ciudaJ. El Cou~ejo designa-
ba de entre 102 rl.lJ~t!os de ganaclo8, los indivirluo8 que debían
.a:bll&teeer la c.a.l"nie~¡-ía, semana por semana, durante toJo el
atio. Pero no se p~8aba ganado siuo dos dio.s. que eran lotl
loartea y 108 sábados, y f'll cada. uno de 6S08 días, die~ y 80iá
reses buenas. Se fija.ba el precio de la carne, que en el tienl-
po á que nos ref~rinloR era á cinco realaR la su'roba, porque
babia eseas z de ganado.
. Despachados estos dos n~gocio~ que eran de trt,bla., la~
deulás sesiou~jo( del aúo tení.-ln por oojeto uír 8 li~it l¡de5, ad·
ministrar justicia y dict.a.r providencias e8pcei!lle~ de a5!tua.
}idad, con el nornore de at.ttos de bu,en gOhlC!.rtlO. Veause
como muestra las sigueuteg, tornadas de la~ actas capi-
tulares:
Don Vicente S~rranD present.a. unos documentos para
probar la limpieza. do su aallgre.
Don llanuel Canlacho pide al 'ahild una certificación
sobre Ja distinción de su familia y sDbre 1~.3 empl~os qua ha
~j6rcido.
Se dicta una orden para que Don Ignaoio Oonzález Arce
no cárgue bastón.
Se manda.. en ob .... decinliento de orden oe] Virrey, que se
invigile á. los extranjeros y no se perm ita que comercien ni
se casen.
Se da orden para que el carpintero M nuel Castro no ha-
ga un viaje que t~nía necesid<l.d de ha ~e r, porque Don Juau
Antonio 1\-Ionzóll dice que esa carpintero hace falta en la
ciudad.
El Obispo Don Angel Velarde anuncia que va. él. practi-
car una visita á los p'ueblos del Chocó, por la vía de J unta~
d~l Dagua; y el CabIldo manda gue todos los duefi08 de lnu·
las procedan á. conlponer el camlDO, porque ello~ son 108 que
eu.can utilidad de tal cOlnposición.
La langosta invade la juriédicción de_Calí, y manda el

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Ct\biltl0 que todos los vecino~ salgan á. matar dicho in8~to
Que había, on las afueras de la ciudad, bajo la multa. de dos
patacones lo~ que no obsdecieran; pero que 10s pobres que
110 tuvi~ran CÓD10 pagar la rnulta sufrieran en su lugar vein-
tici neo azotes.
Se dicta anto da buen gob~erno por el cual se 1nlStJda qtt8'
todos los fora8t~ro8 ba~amllndos ~algan de la ciu4ad ~n el
término de ocho díae, bajo pena de presidio y S6 prohibe á
108 vecinos darles posada por tl1á~ de tres días.
Basta lo que antecedé como muestra de las providencias
que dictaba el Cabildo.
En cuanto á lo~ miembros que c<m1punfnn el Muy !lu8tre
Concejo; todos ello~ erau, eu]o general, vpcino" honrados,
lJropietarios, de buena fe, de pocas luceg y nobles. .
OOlS hOlnbres de oarácter 8ob'resa,len entl·C los concej ~lc8
de aquel tiempo. que merecen especial mención. ·
Era el primero, el señor Alférez lleaJ, el nlás Df)ble, trlff~·
rico y lná.., iluMtrado de todos ellos~ que habia recibido mer-
cedes ei(pe~iales del Monarca y Códulas I~eales en favor do
su familia! gllA era Un peguefio r y en la ciudad y cuyo dic-
\:cunen ere\. dt"'cisivo en t o,lo asunto público; que era el nlnla-
del üoneejo$ en ~l c,--,a.J se hacía siempre su voluntad. Asi lo
infor!n6 Don .A.udr(·s Jaularada á la Audiencia :do Qtii~0'.
}~ra Don _~ndrés .A.lg ' acil In:3.yor y Alcctide de la Cárcel, y
fué proluovido al puesto de Regidor Perp ;"' tuC1. Al entrar en
el Concejo, tu vo una discusiún con el Alférez. eal á qU~li
páreo~ qu contestó con paca rever o c ia; el lférez Real
lnandó p ' u e rlo pl"C"O, pero él Be fugó de la príoión v se ocul '"
tú y u llcu rgó á. su 1 '..1j er de la custodia de la C'rccf; el COlT-
(~HjO depuso á esa a~lioI"a y nombró otro Alcaide. Entonce~
ÍJon Andrée- no pudo aguantar lniÍs y marchó valando á Quj ...
to y se pre fllltó en la A UrHencia, ante a e 'al se quejó d6
que el Alféréz Real erd. el señor absoluto en 'el Ayunttrmien-
to d e Oali , que allí no se hacía lnás voluntad que la suya, y
que lo habíá cogido en'tr'e ojos y lo afligía, habiend9 llegado
lta!ita el extrem r) de quitarle á bU mujer las llaves 00 la Cár-
cel, para privarla de lü"S doet reales que pa~ban los presos
que l5f1lÍau libres. l~a ...4udiellcia am:paró á von _~ndréB cou'"
tea el Ayuntamiento.
El segundo era Don Joeé Feruández de CÓTdoba.
Parece como que Dios creó ad hoc á este indiYiduo, parte
p()1lér~elo ~<:n' delau~e al Alfé'Fez. Real á; fin de- que le probara
la paCIenCIa.
Era este s~.5or un e"Sp'afiO'l dE- no'ble ca.lidad, r-ieo, de ca"-
áct er rí!fido hasta la: e:xcageración, )' testa:Fudo y caprieht>so:,
Ea 01 Jll CS ~l(' l\lal'w d e e-s e afrO de 1';'90 tué l.llJmbrauo

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130

AJcalde ~tayor Provincial~ empleo de gran ca.tegorIa l qUe 16


daba derecho á ser Presidente del Concejo v de aprobar ó
ilnprobar las elecciones qUA éste hiciera. .,
Apenas entró Don José en esa honorahle Corpotación.
~e acabó la antigua armonia que hábía reinado sielbpre e'u
ella.
Al principio tflitaron los concajales de Ber compla~ienteg
~on él en cuanto quería; pero pt'onto vieran que 8U compla-
cencia era trabajo perdido.
En la primera elección que hubo que hace'r de Alcalde
Ordinario, los concejales presentaron direrente~ candidatos,
y .. todos ellos les puso tacha. Canf\adog ál fin de tanto dis.
~utir, lo autorizaron para que eligiera él el individuo que
fuera de su agrado.
-Aprobarán. ,Pues, sus señorías ~l nombtaIlliento que
yo ha.ga? pregunto Ddri José.
-Sí, sefior, lo aprobamo de antemano.
-Quieren, pues, que sea Alcalde Ordinario Don Juan
anuel Rod ríguez ?
-Sí, ~eñol"j con Inu~bo gU6tO lo aprobamos por nuestra
parte.
~Eso se qui ieran jO( El señorías: pueR no ha de ser é~e!
y siguió nna disCll~ióll int rminable.
y e¡.;to sucedió en las el cciones le cada afio durante el
tiempo qn D 11 J o~é fu t\lcald,,, ~/Iay r Pr vincial.
J J• ...

En 17lJ improbó el nombrami n f que 1 '1on ojo hizo


en D011 J oatIuín Gótn z para leal l e de B. rrio. P ro como
los Concejal se he bían dejado ya. e ntempla ion s con
BU caprichoso Proe identa, in 'isti ron y a piaron al oberna-
dor de la Provincia Don Diego Antonio i too El Gober--
nador ordenó á Don José aprobara el nombrami nto hecho
en G{nnez, con rninándolo con penas fJeveras" si ontinuaba
dan o escándalos en el Concejo."
En 1792 improbó la elección que 5e :Bizo en Don José
Vernaza para l\.lcald Ordinario; hubo apelación al Gober-
nador; el Gobernador le inthnó aprobara la eleccíón, pero
Don J o!'=;é resistió la orden y fué preci o conminar o con la
lnulta de quinientos patacones para que obedeciera.
En li'!)3 eligieron los concejales para. Alcalde rdinario
~ Don 1\t:igilel Umaña, natural de Tunja, residente en la cju~
dad. :rora este sujeto Un hombre muy notabl v muy rico..
Hacia veinte años que se había avecindado en Cali y se hS 4

bía captado la. estimación y el respeto de' todos, porque era de


nluy bello carácter, benévolo, generoso, caritativ , pronto
siempre á socorrer toda necesidad, á pagar toda c.ontri bu-
cí6n y á contribuir at;.t to a ob 2 de u t ilidad com1' n~ D9'D

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LAS SESIONES DEL AYUNTAMIENTO 151

José improbó el nombramiento, fundándose en que Umaña


no era vecino. Los concejales hicieron notar que hacia más
de veinte años que resicJia en Cali con su familia, que tenia
aquí propiedades y que había soportado siempre todos los
cargos municipales. Don José no quiso oír razones y ~ostu­
vo su improbación; el Cabildo apeló para ante el Goberna-
dor de la Provincia; el Gobernador mandó á Don José que
diera p()sesión á Umaña del deaúino de Alcalde; Don José
1 esí. tió y dijo que" apelaba para ante la grandeza del señor
Virrey del Reino;" y entre tanto, impuso quinientos pataco-
nes de multa á cada uno de los miembros del Concejo y al
Escribano si daban la tal posesión á Umaña. El Concejo
nombró su apoderado en Santafé para que sostuviera la elec-
ción. La Real Audiencia mandó á Don José Córdoba con-
firmara inmediatamen te la elección hecha en U maña, y lo
condenó en las costas que fueron tazadas en doscientos dos
patacones, quo él consignó en manos del Escribano. (1)
En 1794: nombró el Cabildo al misn10 Umaña para Pro-
curador General y Don José negó la aprobación á ese nom-
bramjento, fundándose en que Umaña no era vecino.
El Concej0 le dijo:
-R cuerde su señoría que esa es cuestión fallada: la Real
Audiencia declaró que Don ~liguel Umaña ya era vecino de
Cali; Vea. aquí la firma del mismo s0110r Virrey del Reino
Don José de Espoleta y Galdeano.
- í lo declaró. pero Umaña no s vecino.
y no fuó posi le hacerlo variar do parecer.
Concluiremos consignando otro rasgo de ese earácter
original, recogido de la tradición:
Don José de Córdoba llegó á tener muchas hijas, her-
mosas algunas, y virtuosas todas. Un caballero principal,
tan noble como rico, se enamoró de una de las menores y ea
presentó á pedirla solemnemente en matrimonio.
Don José, después de oír la arenga del apasionado pre-
tendí nte, le preguntó, como si no hubiera oído oien:
-Cuál es la que vuesa merced me pide?
-A mi señora Doña Francisca.
-N o le doy ésa, poro sí le doy á Doña Josefa.
-Pero~ señor, si la otra es la que me agrada.
- o importa, Dofia Josefa es la mayor y debe casarse
prim<,ro.
- y si mi señora Dofía J'osefa no se casa, impedirá vue-
sa merced que so casen las otras?

(1) Vf.anse los protoco!os de ese tiempo.

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152 EL ALFÉREZ I~EAL

-Por supuesto: todo debe hacerse según el orden natu-


ral: la nlayor prí mero.
-Pues yo no quiero ésa.
-Pue a no le doy la otra ..
-Adiós, sefior Don José. '.
-Vaya usted con Dios, mí alnígo.
y todas esas lnuchachas, tan buena. y de tanto mérita
murieron solteras, sólo porque Doña Josefa no encontró
:Ilovio ..

.._-
CAPITULO XXIlr
La Jura. de Carlos 1 T

ElLO de Enero quísíeron los directores de la fiesta nacer


una reselia y con tal fin iluminaron la Oasa Consistorial, co-
locaron allí los retratos de los seberanos de ajo de dosel,
con iU respectiva guardia, y luégo condujeron esde el ba-
rrio de l~ Merced has-ta la plaza, un carro perfectamente ilu-
mina.do, acompafiado de música, taln bores y cohetes y de
una escolta de fu ileros. Llegado que hubo 1 carro al fren-
te de la Casa Consi torial, se hizo llna s 1 Y a repres nt6 T

en el car.ro una loa en ala anza de 1 s nlona cas, y luégo


regresó en el m-isnlo orden al punto de pnrti a.
El 2 por la noche se dispuso un paseo á caballo po to-
da la. ciudad: reunióse con tal objeto un COI urso n1..uneyoso
de nobles y montañeses, presididos por los lcaldes Ordina-
rios Don Nicolás de Lu.rraondo y Don J\.IigUE 1 Barandica;
ll.vaban todos ellos varas con teas encendidas en los. extre-
mos, y recorrieron todas las calles con la música, vivas al
Rey, gritos de alegría, tambores y cohetes. Terminado el pa-
seo, Don Miguel de Barandica dió en su casa un abundante
refresco á toda la nUlnerosa comitiva. A esa hora estaba to-
da la ciudad iluminada, y con particular esmero la plaza
mayor, las casas del Ayuntamiento y la d 1 Alférez Real;
en multitud de faroles se leían motes y vítores al soberano,.
escritoe con variados colores, y algunos muy ingeniosos.
E~a iluminacÍón duró por tres días en toda la ciudad y por
nueve en la plaza mayor.
El 29 á las doce del día se anunció la real proclamación
con repique general de campanas y abundancla de pólvora

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r~A ,1 n.",- 'BE CAULOS 1

El señ()r 1. lférez Real dirigió ese día una esquel!1 de cOllvíte.,


acolupañada de una nledalla de plata, tí todo sujeto notable,
vecino ó forastero, de uno ó de otro sexo· la medalla llevaba
por un lado el busto del Rey y por el otro las artnas de la
Ciudad con una inscripción en latín que decía: " ~rauuel de
Caizedo, que en otro tielupo proclamó al sellor Don Car-
los III, y hoy al señor Don Cal. los IV."
Al día siguiente era la Jura.
J on 1\Ianuel nlandó le trajeran de la hacienda el lnejor
~abullo que hubiera en ella, para. q ne le Birviera. en la cere-
luonia. Don Juan Zanlora le envió el de Daniel, que era de
alta talla, de hermosa figura, blanco y brioso y que estaba
muy lozano, luerced al largo descanso y al esmerado cuido;
porque Don Juan no peruía la esperanza de que Daniel pare-
cier<.1., y quería sorprenderlo presentándole su caballo en el
mejor estado posibl~.
El 30 de Enero al amane<-er e taba la ciudad engalana-
da en toda su c. tensión: no había calle, ni casa, ni pUArta
ni ventana que hubiera . . ido olvidatla al ti'atarse de 108 ador-
nos: por todas partes se veían hand .l>ra .. , gallardetes, vítores
é ingr:ripciones. ~~l buen pueb o caleuo rnunifestaba quer~l·
probar II 1 altal y arnor ti su soberal.o; aunque ñ la ve ruad
lo que 1 abía era que cada "ecino tCluÍa apa.recer poco entu-
siasta algún tanto tibio, y llUIUu,i" sobr.e si. la atención de
las ulltoridade '.
En la 1 1· za e. taba lif'puesto ti!1. tablado, cubierto eOl
grande t. lf lubn .. adoru¡;. di de cort.inajes de seda. sirulllan-
do un sa16n regio; y toda, ella rodeada de vistos s arcos y db
palcos uecor' d ' s con prirn r; la ca 'a del ... yuntalni uto :..sta-
ha lujosalnente ntD..pi~ada~ y allí, en un rico trono y COD una
r p e tabl g;uarclia, 108 retratos de SU3 !\rajv8ta.d~::;· la C:J.Sl1
del _ If6lez J:~eal estab'l. vestida d clanut c } cartnusí y deba-
jo en d sel y sobre c ji nes, enarbolado ;\1 pendón que se ha-
bía. hecho para este acto solemne, d ·1 lni::ilno danlUtiCO, y C011
lo 3.nnas reale por uu lado y las de la 'i udad por el otro,
bord:tda de oro con su flecos y borh. de lo lllÜSlllO; y alll
también, debajo del pabellón real, pcnuia. el r~tr<.tto del ~{o­
nal'ca, y á us lacIos, dos pinturas quo representaban la ,Tir-
tud y la Razón en forlna do herolosas doncellas. Un soneto~
en grande' 1 tras manuscritas, e.-plicalJa la pintura .
.A. las dos de la tarde un po.lafrenero tenIa de la rh;uda
(lel caballo en que debía montar el A.lférez Real~ enjaezado
con lujo asiático: gran gualdrap de grana bordada en oro,
con flecos y con borlas; la silla aforrada. en terciopelo, COll
ricas pistoleras, tanlbién d , terciopelo y bordadu3 de oro, y
en ellas dos pistolas de Inedia vara de largo con culata·s de

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154 -BjJ EL ALFÉREZ REA.L

pla ta cinceladas: y todos los demás arneses cargados de cha-


pas y hebillas dé oro.
Las señoras de la casa acudieron á las ventanas á ver
la multitud de caballeros que llenaban la plaza y que se di-
rigían á la casa del señor Alférez Real: éste estaba vistién-
dose, y mientras tanto un palafrenero tenía, como hemos
dicho, el ca.ballo de la brida, en uno de los corredores.
Entre las señoras de las ventanas no se veía á Doña Inés;
én dónde estaba?
Al pasar de un salón á otro había visto el caballo de Da-
niel y no había podido contenerse: se detuvo y se puso á mi-
rarlo, casi con tern}lra, como á. .un antiguo conocido; y luégo,
antes de que el Alferez Real sahera de su cuarto, se acercó al
manso corcel y le pasó la mano por el cuello, agazajándolo;
el caballo volvió la cabeza, como á olerla; y ella, interpretan-
do á su modo esa sefial de inteligencia del noble bruto, sin-
tió que el corazón se le oprimía, y precipitadamente se reti"'
ró á sus recámaras, con los ojos nublados por las lágrimas.
A la.s dos y media de la tarde, un inmenso concurso inva-
dió los anchurosos patios de las casas del señor Alférez R(~al.
Este concurso se componía del Ayuntamiento, esto es, del
Teniente de Gobernador, Alcaldes Ordinarios, H.egidores
Perpetuos, Aloaldes de la Santa IIermandad y de los cuar-
teles, Alguaciles Mayores, Procurador G·eneral, Admi-
nistradores de Rentas Reales y otros empleados; y de los
patricios, todos personas notables, y de los f rasteros que
habian coneurrldo de Oartago, Buga, aloto y Popayán. To-
davía no existía Palmira: el sitio en donde está. hoy esa ciu-
dad, poblado entonces por algunas casas pajizas, se llamaba
Llanogrando. Todos iban en ma&"nífioo caba1l0s, enjaezados
con oro Ó plata según la categorla de los jinetes.
El Alférez l~eal vestido de terciopelo y oro, militarmen ...
te; se incorporó á osa numerosa comitiva, y todos forma.do
en orden) se dirigieron á la iglesia de San Agustin. Allí los
esperaba el Maestro Don Manuel Carnacha, Our~ y Vicario
Superintendente interino, en nombre y representación del
l)octor Don Juan Ignacio Montalvo, que era el propietario y
estaba todavía en Popayán.
El Cura Oarnacho bendijo el pendón con la ceremonia
y juramento acostumbrados y lo entregó al Alférez Real,
como á represen tan te de S u Maj estad.
Al presentarse el Alferez Real en la plazuela con el pen...
dón ya bendecido, una compafiía de Dragones, mandada por
el Oapitán de Milicias Don José Mioolta, y otra de Infante ..
ría, por el Doctor Don Luis de Vergara, le hicieron las sal ..
vas de ordenanza con una descarga de fusilería.

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LA JURA DE el-' UL0S lY 1L5

A los lados del Alférez Real se colocaron Don José An-


tonio de Lago, 'feniente de Gobernador de Cali, y Don Vi-
cente Serrano, Teniente de Gobernador de Buga, y asieron
las borlas del pendón; iball además allí dos Reyes de Armas
y dos criados con librea azul.
En marcha regular y en orden imponente siguió ese nu ..
meroso concurso calle a.bajo, basta la esC)uina ue Eugenio
Zapata; de allí cruzó á la de Joaquín Rodrlguez, y luégo to . .
mó la calle arriba hacía la plaza mayor.
Llegado que hubieron a la plaza, el Alférez Real acom ..
pañado de los T~nientes de Gobernador y do 108 Reyes da
Armas, subió al tablado y enarboló el pendón.
Puesta la Ciudad á caballo, (1) los Reyes de Arma s im-
pusieron silencio á la multitud con las palabras de estilo:
.' Silencio: oid, escuchad, atended."
Entonces el Alférez Real, trenlolando el pendón, dijo en
Alta y sonora voz: Oid1rJ,e todo8: Castilla, Cast'illct, Castilla,
Cali, Cali, Oali, pO'/' el Rey ~luest1'o Sefior Don Ca'r los
Ouarto.
A esta proclamación contestó la multitud con vivas y
aclamaciones repetidos, en medio de la música, tambores.
clarines, pífanos, chídmías, repiques de campanas, descar-
gas de fusilería y abundante cantidad de pólvora..
La música ebtaba colocada en medio de la pla?;a, en un
alto árbol, corno de fragata, con tre!:s copas ó ba.lcones, y con
barandillaje de lienzos pintados; en la cima había dos gran ..
des banderas de tafetán cuarteadas y lnuchos gallardet s:
invención propia (dice el acta) del 110torio ingenio del señor
Alférez lt.sal.
Entre tanto el Alférez Real y los dos Reyes de Armas,
arroja.ban, todos á una, dinero á la rÍlultitud, en lnonedas de
á dos reales, de á real y de á medio, tOlnándolo de grandeR
talegos que sostenían varios criadvs, y esto duró largo rato.
De allí se dirigieron á la casa consistorial en donde repi-
tieron la misma proclamación y volvieron á regar dinero so·
bre ]a multitud, "por mucho tiempo que allí se nlantuvieron."
En seguida se encaminaron á la casa del señor Alférez
Real. en donde los esperaba un suntuoso refresco en increí-
ble abundancia, pues se había preparado en cantidad abun ..
dante para ese innumerable concurso, el cual se aumentó
con todo el señorío de la ciudad que había sido convidado.
Las mesas se cubrieron repetidas veces.
La plebe invadió patios y corredores y participó del re ..
fresco; y ademá.s, á los que no pudieron entrar por falta d0
~-

(1) Por la Oiudad se entendía el Ayuntamiento,

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EL ALFÉRl·.Z HEAr~

espacio, se les sirvió en la vallo: frente á la puerta principal


se había conRtruíclo una pila que por (liferentes tubo arro-
jaba vino generoso, del cual tOlnaban todos los concurren-
tes, en va. os de cristal puestos allí al efecto; y se les arroja-
ba, descle los b.:¡lcones, panes, bizcochuelos dulces, queso,
frutas y ele todo cuanto Re servía adentro á la nobleza. Allí
lnismo, en la calle, se había colocado una cu~a11a cargada
de los misolos manjares, para di versión de los muchachos,
que pronto dieron cuenta de ella.
_A. las siete de la noche terminó el refresco y á las ocho
comenzó el baile, para 01 cual había convidado de antenlano
el Alférez Iieal á tl)ua la nobleza.
La casa estaba lujo3c lTIente adornada: grandes espejos
con marcos dorados, sillas á la inglesa., de terciopelo con
flecadura de oro y alto Iespaldo, arañas de cris'al, guarda-
brisus y cornucopiás, todo esto nluy nuevo y raro ent nce~,
cortinas da dan1usco de :seda en pu rtas y ventana, ', recogi-
das con cordone5 de s ,da y borla de oro. Entrv tanto lujo,
el aparador representaba un grn.n pupol: veíase allí la. baji-
Ha de plata, platillo. fuentes, jarros tn0huelas y sobre todo
gran cantidad de piezas de porcelana 1 gltima de China, de
fondo blanco leche traspar0nte, con flore:-; de hernloRos c010-
r~s vivoti.
De la miRma. lnanera que In. gran sala de baile, estaba
adornada é ilumin ada toua la ca n..
Las puertas (lo la calle P.. tallan abiertas para touo ..1
ID nnd , porque era noche <.le tie "ta, <.le alegría y d~ mo ri-
1 liento popular.
Entre las siete y las ocho hubo fuerte altercado entre el
Alf 'rez Real y su pupila: él quería que concurri ra al baile
y ella suplica l a la excu ara de sen1.~jante sacrificio. La,' l~i­
jas de Don Manuel estaban a vestldas y ella permanecla
con 1 ve~tido cOlnún con que había hecho los honores de la
mesa en el refresco, como dueña de casa.
-TeN en cuenta le decía él. que yo doy este baile en
hOllor de su ..Lfajestad elltey Nuestro se1101', (que Dio guar-
de) y sería muy notable que una de las principales personas
de lni casa faltara á. él.
-Pero, señor, contestaba ella, yo ya me he despedido
del mundo: mi propósito de entrar de monja no es un juego,
sino resolución DIUy seria.
-Recuerda que aas convenido en esperar hasta el mes
de Julio, plazo que te he puesto yo para que haya tiempo de
probar la solidez de tu vocación; y esa solidez no puede pro-
barse si permaneces encerrada y retraída de la sociedad.

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LA ,JUnA Dll~ CAl'LOS 1 r 157

.P2ra qne tú misma te con,~enZRS de si tu vocaci6n C8 perfecta, cs


l)l't::ciso que t9 expongas haetf1 á las tentaciones.
-Tentaciones tí lel, padrino? ay! mi corazón está mUf'rtoI
-O:>mo quiela que se~, yo te lo suplico, y, si es necesario, te 10
ordcl1o en nombre do tu padre, ti. quien represento. Déjate ver uu
Tato siquiera en el baile, y te pcrmito 'luc te retires temprano.
Dona Francisca y 611S hijas e8~aban presentos: la primera, te-
miendo algún exceso dcl carácter irritable de su nlal ido, rogaba á
l)olla Inés en 'vúz baja condescendiera con la justa exigencia de
:re¡ II él. Dolla In éR, que hasta ent6nces había re i8tldo como si Tucrll
un cadáver á qni~n nada importa. nada, se ablandó con lOS fuegos de
su ruudri na y dijo:
-t~llé he de hacer! obedccort!.
Ai instante cayeron i!obre ella las: muchachas á desveatiria pf\T:l
ponerlo los lujosos t!':¡jeR ~le fiesta. En un momento estuvo resplnn·
deciente d9 oro y pedrerías, y reunida ú. SUB compaflnraB salió á. 1~
saltl. del baile.
A esa hora estaba ya cubiorto el tálamo, como Be decía entonc(ls,
do sefioraR, y por los vastos saloncs p~seaban los caballeros, ycsLidoa
cll08 y ellus con un lujo que podía llamarse O)'iental.
Rntra los convidudos estaba Don José Micolta con t5U nlujer Do·
11a Llllfl!1 de la Flor; Don Juan Antonio Dorronsoro con la suya,
])ol1a Mariana Obertín, 881l01'a francesas que había venido de nayo~
na al Nuevo Hoeino, de anma. de honor de la VIrreina esposa del Vi-
rrey Flores y se había. casado en Santnfé y había llegado hf.~ia poco
tiempo á esta ciudal co~ su eaposo quo era Administrador de la Hen-
tu de Aguardiento; Don José Borrero con su esposa Dona Josefa
CORta; 1 on Jo!é Vernaza con Dona 11annela Flor SIl mnjmo, Don
I..Iuis de "\TergarH, Don Andrés Camarada, Don Jo~é Joaquín Yan-
guas, Don José Antonio de Lago, Don ndrés Francis~o Valledlla,
todos estod empleados del Rey, y otros muchos caballeros, :fonlsteros
y pa triúios.
Para que se conozca la moda de aquel tiempo nos bastará d~­
cribir el vestido de una pareja: entre todas 13S damas preaentcs~ eo-
brE-salía por su bp.ll~z$l, por la dIgnidad de su porte y por la riqueza.
del vestido, Doña Inés de Lara: llevaba falda de brocauo carmcsí con
grandes 110res de oro, de tres altos, esto t!8, que sobl'egaHa mucho,
por e~ relieve, regulartIlente ancho y suficienternOI:te alto pura dújar
ver su peqllefío pie calzado con zapatos de raso> bordados, del mi~mo
color del trajf', y medias blancas do seda; jubón de ]a misma tela que
el fald6n ajustado á. h. cintura, y con dos cortas faldas ubiertas p()r
delante y bolsillos con galones de oro en cada una; las mangas, un . .
gostas arriba y anchas abajo, llegaban basta el G-odo y de ab&jo de
clla3 salían blancos enoajes de seda; la parte más alta del pe~ho que-
daba al descubierto. 'rraia al cuello lo que so llamaba Ull ahogador
de porlas fin.as con una pequella cnlZ de 01·('1 adclan te; zarcillos pe-

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158 EL ALFÉnEZ REAL

qucÍlos, ~ada uno de un dia-nante grueso 8ngastauo en oro. El reí·


nado cra ]0 que se Ilanltl.ba castaf1a, que consIstía on recoger el caLe-
110 atrÁs, atado C011 lazos de ci:1tas en forma de c:-tstafia y asegurado
cob un alfiler de oro, quc l~amabaupunzón, y polvos blancos en el
c~bel1o. No llevaba guante3, que eran poco usados, y sí nn pafluelo
d~ fina holanda en la mano, y grnesas ajorcas de oro en las muf1ecas,
que pesaban nlás de cuarenta castelluoot:J, lJuea tál ero. el uso, ador-
nadas Qon diamantes.
Las demás sen atas \l'estían poco més 6 nlenos lo mismo, con
sólo la diíerencia del color del brocado, del raso ó del tel'ciepelo,
pues 103 h9.bÍa ftzule~ con floros de plata y 'también blancos con flo-
res de oro; y de la lllayor Ó menor abunda.ncia. de joyas, erltro las
cuales resplandecían 106 dIamantes y esmeraldas.
Don 1,Iannel do Caieedo vestís casaca de terciopelo aznl de gran-
des .falda! que llegaban hasta las pantorril1as, con alamares do oro;
las solapas eran de raso color do gra.na y 108 forros de las falda3 d~
raso tlzul; las mangas terminabu.T\ en punos vueltos de terciopelo co-
lor do grana con anchos gal!)nf:'s de oro; ]08 botones crnn de oro y 108
ojales bordados del nlismo nlctal. La llev~ba abierta de arriba abajo.
El chaleco ~ra de tisú, tela finÍsi:na tejida tolla de I)fO, y con borda .. .
dos. y era muy largo: d~ la cintura para abn.jo ee abr:a en dos cortas
fuInas. El ca.lzón corto, de terciopelo carmesí, terminaba :en la rodi·
lla y allí se uecgl1raba con charuolns en hebillas de oro; n1cltias do
sedn cncarnadas, que dej~\han ver la bien íormada puntorrilla, y za-
}Jatos con hebillas Jo 01'0, y en las hebillas las &rmas (le la. familia.
El chaleco abierto en la 1 arto alt:\ del pecho dAjnba 81~lir una chorre-
ra do oncajo blanco de soda, que bajaba desde 01 cu~llo hasLa la mi-
tad dol pecho; corbatín bla.nco, y el cuello do In camisa [de fina ho-
landa, doblado sobru el corbatfn.
El caballo, como e~ de las damas, estaba polvoreado.
El vestido do los demás cn.balleros, era semejante al que deja..
1110S dfin~crito con diferencia de los colores. ,
Los vestidos de 11:1$3 sefior~ de ose ti3mpo sirven hoy para ador-
nar las estatuas de los aan tos en las iglesias; y ]08 chalecos y las pis-
toleras, sirven de palias. Oumo una cllriol:>idad hacemos notar q uo el
'Veatido do 19rocado carmesí Gnn flores de oro (;on que S6 viste la ~sta­
tua de Nue8tra SeBora del Rosario en Santa Rosa. en su fieata clá.sica,
era la que llevaba esa nocho dol baile Dolla Luisa de la Flor, espoBa
de Dljn J os6 ~ficolta.
Les mÚ!Íco8 se colocaron en un largo escano, en el corredor,
frente á la. puerta da la sala. Esa música consistía e~ dos harpas,
dos flautas y dos violincs, acompafiada por el ruido del pandero y del
alfandoque y por e! remo que se hacía en la caja del harpa. El maes·
tro Zapata ~¡-a el Jefa de la orqu<,sta y tocabl. una de las harpas; la
otra estaba on las hábiles manos de un negro joyen, discípulo de

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LA JURA DE OARLO~IV 159

Zapata, llamaclo ~Tosé Rniz, que dE'spués, cuando ",iejo fué co-
nocido con el ~onoro apodo da tío aalnbÍ1nbo1~a.
El baiJe comenzó desde un principio con mucha animnci6n,
porque en la oabeza de todos bullían aún los humos del refresco. Ea
la pl'imerll pflrte de la nochB no se bailó otra cosa que el bambuco,
baile común de nobles y plebeyos.
En los intcrv&los d~ pieza á pieza Jos caballeros conversaban
con las sefioras; y los jóvenes célibes, que eran lllUy pocos y ninguno
nlenor de veinticinco HnOS, pues hasta esa edad ~ran considerados
como hijos de familia, g~l.]all teaban á las mncha0h8s ao]terll~, que
ti\rPpOCO eran nlllchas; Entre éstas la más feliz era Dona Josefa, eu-
yo uovio Dou Nico!ás Lr.rraoudo, cUUlplido cabalJoro, le tributaba
toda dase de atenciones.
Dona lnó ¿lllfrió al principio con resignación estoica los galan-
teos un tanto vulgares de dos ó tres jóvenes que se mllnif~dtaban lo-
camente prend;ld08 de ella y qne ~n efecto lo estaban, aunque !a
veían trit'te y silenciosa, pálida y un pooo enfb,quocida; porque 1coaa
particu lul'! á ellos les parecía más hermosa y más interesante así,
que cuanuo en mejoroB días <Yozaba da salud. Esos bellísimos ojo.
atel'ciopelados y húmcdos, despidieúdo luz melancóli0a, hacían más
estrago en los nobles mancebos, que cuando en tiempos mejores bri-
lhlban de felicidad y daban lugar á la esperanza.
Las porsonas de alguna ilustración CJue había en la ciudad €rau
contadas, y osas ó cataban cnsallas Ó pertenecían á la 19le2Sia; los jó-
venes que seguían carreta lit?raria Ó científica, estaban en Santafé (,
en Quito, 6 p01 10B menos en Popoyán, haciendo BUS estudios.
F480S mf.~CebOB, pues,que flg ·.uu.ban eoll'! baile, no tenían cultara
alguna, ni c6n10 pudieran tcnúrla, sino hhbian hecho estudios de nin-
guna. chiBo; ei no ha.bia 1'000 posi!Jle entre ~!loa y las jóvcnes .80-
sadoras; si cU:lndo iban de visít!\ á una casa en donde había mucha-
ch~s, eran los paitres quienes recibían la visIta; si uo eran convida-
dos á 103 rarísimos baileS q ue so1í~ haher 6n las paBouaa, pOJ·que BU
pr~&encja. en ellos h"lbría sido una falta de respet'J á los mayorcs? .so
había gusto por la lecLura, ni había otros libros que los de devoción,
si S3 exceptúan el Don Qnijote y el Gil BIaa de San tillana. En con-
traposición á esto, Dofta I06s erel una soflorita ~spiritllal, de claro
talento, de exqui3ita educación, que había apren1lido de BUB padres,
que eran de Santafé, el tino trat~ 30citll de h. . Oorte. .
Esos j6vene~, sin embargo, hicicron su deber á su modo, con el
valor que les comunicaba el viDo del re.fl'esco. lJofia Inés oy6 pa-
cientemC'nte BUS floreos de mal gusto, sus e]ogii)s hiberb61ico8 y 8U8
comparaciones cXdgeradas.
A tiem po que pas&.ba por allí Don 1Ianuel convereando con Don
José .Micolta, decía uno á Dofla Inéa :
- Qué Jinda está usted 1 tan }larecida á mi Sonora de 188
11ercedes!

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160 EL ALFÉREZ REAL

Dol1a Inés llamó á Don 1\fanoel y]e suplicó la condujera Ii !Us


aposentos. Eran las doce de la noche.
Una vez allí, le dijo:
-PQ<lrino, ya le dí gn~to pn as'stlr al baile; ah.ra le ruego me
permita retirarme, porq ne no me Slente bIen: me duele un poco la
cabeza.
-Bien, hija, puedes retirarte: ahora es diferentf:\,. pnc& todos te
hRn'viato en ]a fiesta.
Dona Inés Humó ñ HU recamarer~ y se cnc~rr6 en aqu~l miBnlO
aposooto en donde había estaJ') enferma meses notes y en donde
Daniel habla ",elado junto á su lecho durante muchas noches. Ese
aposento quedaba nluy retirad') de la sala del bailo.
Luégo que se quitó esos pesarlos y sofocantea vestidos de' gnls y
@sas joyas, se sentó en una poltroca y comenzó á Jneditar en todo l()
qUil había visto y oído esa noche.
. Ningllno de ~R08 galane! almibarados f)U9 la habían asediado,
pensaba ella, valía 10 qne Pani'3l, ni e!l la figura, ni en 01 porte. ni
en el taleIlt,o~ ni en la edllcHción, ni en los modules. El herm,)80
DHnicl. como amante cie. fOlla, habla si.do tímido y CirClln'ipecto, ln-
~apaz de una palabra irrcspetnos3 7 l!i de una acción imprudente 7 ni
de un elogio vulgar. .
Df' reponte, dál~do8e cuenta f!e so situación y del ehjeto en qU&
estabta penEundo, Be dijo~ para qué me entretengo en aca:iciar ~c:inc·
tonta quimera'3? yo he de S(>f en breve la esposa de; ~eflor y desde
"hora todo afecto mundanal es nn tificriJegi(). Pnro no! que me per-
mita el divino esposo recordar á se infeli?; manceho f)'le tan apttsiona-
dnmente me amó: Hi este dulce reeuerdo ha M ser mÁs t:uoe un gral
delito, hoy todaví)i no Jo es, y yo pansmá en él lícitnm('nt.c, hu~th el
cHt\ en que ea cierren detr'\s oe mi 1~8 pe8adfl~ puortas del con v,>rlto.
Sí, 1l\8 pvertas del convento! como se CierA"llll las olas sobre !a cabe-
za del que se ahoga.
Mien tras Dona In é@ revolvía en sn imRgionción estos tristes
pensamientos, 103 convid~dos fueron conoucidcB por Don ~lan uel á
un 8al6n interior en donde estaba preparado un a\>unJantc refresco
y en donde reanimaron 811S fuerzas y BU bnen humor con J08 exqui-
aitos y g~nerosos vinos ele EspaOa. A los eeflores j I:!efioras de edad
Be les sirvió chocolate, á petición d-e ellos.
Después del rqfreeco continuó el b\i1e con más furor: 108 caba-
lleros eBt~bzln 10m.ces y 18s sellor~s complaCler.tea; lo~ corr~dore8 y
el pntio estaban llenos do gente, no s610 de la plebe sino también de
llobles pobr\:tonc! que no hab:an 8ido convidridos.
Pronto dojalon el bambuco para bailar contradanzas, baile nue-
vo hnportado ae Francia, en pI cual eran muy diestrú8 Don Juau
Antonio DoTroneoro y BU mujer, y. torbelltno y pwrdo y minu'¿ .

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LA. JURA. DE CAULOS 1 161

. A la madrugada, rendidos de bailar, rogaron á Doña Jo-


sefa que cantara, porque todos sabían que tenía linda voz y
que sabía las canCiones de moda entonces. Ella se prestó sin
dificultad, y acompañada de las flautas y del maestro Zapa-
ta que le hac'¿a s\Jgundo, y que era el maestro de clave de la8
muchachas nQbles, lo~ entretuvo hasta que rayó el día.
A esa hora Re disolvió la reunión y cada familia se diri-
gió á su respectiva casa no á dorlnir, sino en busca del al-
muerzo, para asistir después á la fiesta de iglesia que haeía.
parte del programa.
A las nueve se celebró la misa solemne en la iglesia de
San Francioco, con asistencja del Ayuntaluiento, de las co·
m un idades reli~iosas y de todo el señorío y en seguida de
la misa se cantó el Tedéum.
A las doce dió el Alférez Real un esplélldido banqueta~
al cual concurrió toda la nobleza de uno y ~ro sexo.
Por la tarcle, se jugaron diez toros en l.,-plaza (eso era
el nÚluero fijado por el ..l\..yuntt\miento), y se termino la fies-
ta del día con varias danzas muy costosas y bien ejecutadas
por jóvenes lujo~alnente vestidos. .
Por la noche hubo fuegos artificiales, é hi~ieron parte
de éstos cinco castillos colocados uno en cada esquina y otro
en el centro de la plaza. De pués se representó una tragedia,
la I{.aquel, con entremeses en los entreacto .. , y contradanzas
ejecutadas por los niños.
La representación de la tragedia arrancó frenéticos
aplausos: allnOl"ir Raquel, "se vieron salir patentement las
plumadas de sangre de su pecho, á cuyo aspecto~(dicc el acta)
todos los expectadores se deshicier.)n en ulnargo llanto." Los
buenos de nuestros abuelos estaban todavía novicios en esto
de ver derralnar sangre hunlana' y en materia de teatro, no
había visto otras piezas que las llalnadas coloquios, que eran
apenas el embrión de la comedia y del drama.
Las fiestas duraron hasta el 8 de Fehrero, con la misma
esplendidez que el primer día, con alboradas, toros á maña-
na y tarde, danzas, paseos á caballo, fuegos artificiales, lnás-
caras, representaciones teatral.es, banquetes y refrescos.
De todo esto extendieron una acta loe escribanos Don
Manuel de Victoria y Marcelo Rozo, con fecha 26 de Febrero
de 1790, para remitirla en copia á su l\Iajestad, á. fin de que
supiera todo cuanto por acá se habia hecho en su honor.
~~n esa acta, que ha visto la luz públida, llaman la aten-
ción del lector algunas circunstancias, tales como el alarde
que hacen los escribanos de que en la muerte de Raquel F;O
vieron patentemente las plumas de sangre; la descriRción del
aparador d01e._casa...del.A.lférez...R~al, que dic·~ll H e'~ba ll~

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162 EL ALFÉREZ REA.L

no de uniforme y fina loza de China"; la intención que reve-


lan dichos escrioanos do querer captarse lae simpatías y el
carifio del Alférez Real, á quien describen ventajosamente
diciendo: que "iba en el paseo ricamente aderezado, en un
caballo blanco de buen aire, enjaezado todo de oro, con ves-
tido azul, con bordados riquísimos del mismo y agradable
gallardia, bien puesto" y que "tremoló el ppndón diciendo
en alta y airosa voz las palabras de estilo"; y por último, que
"preguntado dicho señor Alférez Real cuánto había sido el
costo de esa suntuosísima fiesta, contestó: que como fué pla-
ta que gastó tan á su gusto, no llevó cuenta de ella."

·.-
CAPITULO XXIII.
Placer y Dolor

Llegó el mes de Junio con su sol oblicuo, su luz brillan ..


te y suave, su atmósfera diáfana, sus campos verdes, sus
flores silvestres, sus brisas frescas y sus variados tinteR da
luz que hacen de ese mes, después del de Diciembre, el más
hermoso y el má~ alegre del año.
Era el 20 de Junio.
Don l\ianuel estaba en Ca.li adond iba por ese t,iempo,
casi todo~ los días, á activar y vigilar los trabajos de una
obra de interés público que había acometido á su costa,
y era la de desviar el curso del río que estaba amenazando
destruir parte de la ciudad.
Ya muchos antes, en 17'51, Don Francisco Sanjurgo
y Montenegro había dejado, en su testamento, seiscientos
patacones para que se desviara el río del lado de la. Erluita y
se hiciera. un pretil en dicha iglesia. Ni el río fué desviado
ni el pretil fue hecho, aunque hay tradición de quo se cons-
truyó un muro junto á la iglesia, para libralla de las fuert.es
avenidas; y como el tal muro no aparece á la vista, se dice
que con el trascurso de los años ha venido á quedar enterrado.
El Alférez Real, pues, en todo ese año de ] 790, hizo abrir
el hondo cauce llamado desde entonces" Rionuevo" y echó
por él todo el río; pero éste, más tarde, volvió á correr por su
antiguo lecho, dejando en el nuevo cauce sólo una pequeña
porción de sus aguas.

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PLACER Y DOLOR 163

Era, como decíamos, el 20 de Junio, y era de noche; el


tiempo estaba magnifico y había luna..
Pasadas las nueve, Doña Inés se retiró á su dormitorio,
en el piso alto, con Andrea.
Andrea se acostó y se durmió' Doña Inés salió, C0mo lo
tenta de costun1.bre, al corredor, á engolfarse en sus tristes
pensalnientos y á espel'ar !
Hacía ya un año que Daniel había desa.parecido: ya na':
die se acordaba de él, excepto ella y Fermín: ya nádie lo
nombraba.
En Julio debía ella marchar á Popayán á tomar el velo
de monja y marcharía sin volverlo á ver, siquiera una vez
más. Para qué? Para VArlO, y en seguida morir.
El hombre, por lo regular, no comprende cuánto peso es
capaz de r~sistir el corazÓn de una' mujer en Dlateria de ab-
negación y sacrificio ! Nada sobre la tierra es más grande ni
más sublime que el corazón de la mujer.
Esta débil criatura cuando llega á apasionarse seriamen-
te, atesora en su ahna la mayor cantidad de fuerza moral
que puede concebirse, comparable sólo con la electricidad,
que es la mayor fuerza física de la naturaleza.
Ella, además, tiene admirablemente desarrollado el ins-
tinto del bien, y sin las instigaciones del hombre, seria un
sér casi perfecto, porque no conoce otro escollo en su vida,
mientras que para el hombre ha.y escollos infinitos.
Dofia Inés iba el. el" monja tal vez sin quererlo: ella ocu-
rría á ese refugio como á un puarto de sal vactón: era amada
frenéticamente por un joven lle.no de releva.ntes cualidades
que, sin embargo, no podía ser su e~poso; y ella]e correspon-
día en el fondo de su alma, pero con vencida de que no podía
jamás casarse con él.
Estos amores eran para ella un gran tormento en caso
de que Daniel continuara perdido; y Eran un tormento mu-
cho Jnayor en caso de que él pareciera y ella siguiera vi·
viendo en el siglo.
No había más remedio para evitar las amenazas de su
desgraciada pasión, que Al poner un fuerte muro de piedrl;\
entre ella y el objeto amado, y el más fuerte todavía de 108
votos religiosos.
Pero deseaba ver á Daniel por última vez para explicar-
le el motivo da su resolución, y le pedía fervorosamente á la.
misma Virgen del Carmen, su futura Patrona y Madre, le
concediera esta gracia antes de partir.
y 8ólo faltaba un mes para abandonar para siempre esos
lugares queridos, teatro de sus inocentes amores y objeto
perQlanente de sus dulces recuerd.o s.

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1134 EL ALFÉREZ REAL

Era ya muy tarde, poco faltaría para las doce; la hacien-


da toda estaba en silencio: ninguna voz h umaua f\d aperci-
bía, pero sí esos nlí! ruidos de la naturaleza en el catnpo, en
las alta.s horas de la noche.
In' s estaba recostada sobre la baranda del balcón con el
pecho sobre los brazos, y viendo á ratos para un lado, á ra-
tos para otro! y á ratos no viendo nada.
Por el patio pasaba la gran acequia que conducía el
agua al molino del tJ:a~iche, y dejaba oír su incesante mur-
rrlurÍo, ya fuertE>, ya a pagado, según la dirección de la brisa;
Un perro viejo ladraba lentamente á la luna, afuera de
la puerta de golpe, sentado en el camino;
La lechuza que tenía su dorlnitorio en. la iglesia inmedia-
ta pasaba revolotea.ndo, y chillaba al pasa r;
Allá lejos, por el lado de Morga se oía el bramido aterra-
dor, bájo y profundo, de algún toro extraviado de la vacada,
braulido que terminaba por sonidos agudos como los de un
clarí n de guerra.
El cielo esta ba limpio de n ubps y la luna alumbraba el
patio, las cabañas de los negros y toda la comarca.
De repente en el llano inmediato á la puerta de golpA al-
zaron el vuelo cantando unos pellares: ésa era sefial de
que habían sentido gente.
Inés pensó que alguien pasaba por el camino, y fijó su
vista en la puerta de gol pe.
Luégo se extrelneció al ver un bulto que abría la puerta
y entraba en el patio. Al ruido que hizo la puerta, que siem·
pre rechinaba cuando la abrían, despertaron los perros y se
lanzar n ladrando hacia allá; p ro al acercarse a] bulto sin
duda lo reconocieron, porque al in tante callaron.
Una vez adentro del patio, Inés pu o distinguir que
quien entraba era un hombre: éste permal eció un rato In-
móvil, viendo para todos lados' por último fijó al parecer
sus miradas en el balcón, observó por un momento y en SEr
guida se dirigió hacia allá.
A Inés le latía el cerazón con violencia: casi no podía res-
pirar. Esta persona que llegaba se lp parecía á Daniel, en la
estatura, en el ~ndar y en el color del vestido que era igual
al quellevaba el día que desapareció. Se apoyó contrae] pilar
para no cáerse y e peró ansiosá, con lOR ojos fijos en ese indi-
viduo que avanzaba hacia ella. Ese individuo continuó avan-
zando hasta que estuvo al pié del balcón; al llegar allí, se de-
tuvo, levantó la cabeza y con voz baja y temblorosa, dijo:
-Inég!
Ella contestó al punto!
-Daniel!

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LAC"ER T DOLOR lúo

Apenas oyó Dat1iel esa respuesta, se lanzó hacia la esca-


lera y en cuatro pasos estuvo arriba.
Inés se quedo como clavada en el mismo punto, y sólo
volvió el frente á la grada.
Daniel apareció en el corredor y en el primer ímpetu Fle
r recipitó hacia ella y abriendo los brazos y repitiendo Inés,
nés! la estrechó contra su corazón; pero los labios ardien-
tes del apasionado mancebo la tocaron en la mejilla, y ella
asustada lo apartó diciéndole:
-Daniel, qué es lo que haces?
Inés en medio de su alborozo lo trataba de tú por la pri-
mera vez, sin ca.er en la cuenta.
Daniel contestó:
-Déjeme, señorita, esta compensación á tanto como he
llorado y he sufrido.
-En dónde estabas? de dónde apareces?
-Vengo de Cartagena.
-De Cartagena? 9 ué fuiste á hacer allá?
-La noche del ultilno día que 110S vimos, un poco
después de las nueve, cuando salí de mi ca a para acá, pen-
sanno en u~ted y cuando apenas había caminado cuadra y
media, me ví rodeado de repente por seí soldados armados
que estaban ocultos, al parecer, al voltear la esquina, espe-
rándame; cogieron la rienda de mi caballo y lne dijeron:
" alto! dcsmóntese usted." "Con qué objeto ;-" pregunté;
"Servicio del Rey," contestaron. A esta orden, que nadie
sería capaz de do "obedecer, me esmonté; ellos me echaron
al centro y n'le J1).andaron que iguiera; yo les pres-unté: " y
mi caballo?" "El e irá para su casa,"- dijo el ofiCIal, que te-
nia en la lnano la e8pada desnuda; y dándole con ella un
fuerte cintarazo en el anca, el caballo, que no sufría látigo,
dió una estampida y salió corriendo calle a ajo, como en
dirección á esta ~u dehesa.
A todo esto Daniel no soltaba la mano de Inés, que opri-
mía amorosamente entre la suya.
-Sí, dijo ella, aquí l!egó el caballo ensillado y sin jinete,
y á usted lo han buscado por largo tiempo inútilmente: ya yo
pensaba que había muerto.
A -No, véame aquí, á sus plantas loco de amor, más que
anles, y faHa porque al fin vuelvo á verla!
. -Ay! Daniel, somos muy desgraciados! Mañana le diré
todo: ahora, váyase no sea que alguien lo vea.
-Irme? no: si acabo de llegar directamente de Carta-
gena: anoche dormí en Buga; á las nueve venía por Arroyo-
hondo· á un rato estu-ye en Oali, entré en mi casa por un mo-
mento, abraoé á mi maure y me vine á la mism~ hora pro-

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166 EL ALFÉREZ REAL

metiéndole que vclvería mañana. Pero qué hacía usted acá


a.rriba?
- Yo vivo aquí, en este cuarto.
-Sola?
-Me acompaña Andrea.
-Llame, pues, á Andrea, si no quiere estar sola conmi..
go, porque yo no me voy todavía, hasta no saber cómo le ha
ido á usted en mi ausencia.
-He padecido mucho, y pedí este cuarto para tener el
consuelo de estarme aquí en este corredor todas la noche~
hasta muy tarde, viendo para la puerta por si acaso usted
venía.
-Oh delicia! premiados quedan con esas pocas palabras
todos mis sufrimientos.
- Pero qué hicioron con usted esos soldados?
-Me llevaron á la casa del Ayuntamiento. La noche
estaba oscura. y las calles estaban desiertas porque ya habían
tocado la queda; entré en esa casa y allí vi á muchos hom-
bres acostados sobre los ladrillos; pregunté al oficial qué
quería hacer conmigo, y me contestó que él obraba por orden
superior y que al día siguiente me lo explicaría todo. Com-
prendí que ya esa noche no me pondrían en libertad, y me
tendí como los dQmás en el enladrillado del corredor.
A las tres de la mañana nos hicieron levantar: éramos
como cuarenta. A osa hora salimos formados de á dos en
fondo, custodiados por una escolta de veinte soldados veni-
dos de Santafé á órdenes de un Teniente Pliétu, y t01nando
calle arriba, pa ámos por la iglesia de Nue otra Señora de las
Mercedes y t:Jeguimos como para tomar el camino que condu-
ce á. las Juntas del Dag-ua.
Al pasar el 1'fo hicImos alto: á la izquierda está.n los res-
tos de las paredes de la antigua iglesia de Santa Rosa, igle-
sia que dió nombre á ese paso d 1 río; (1) sobre esas ruinas
nos 2entámos, siempre custodiados, mientras que el Tenien-
te fué á una casita que queda á la derecha, junto á una pal-
ma real, á comprar agua~diente y á encender cigarro, pues
ya había gente levantada y se veía candela en la cocina.
A un rato estuvo de regreso y al llegar junto á nosotros
alumbró con el fuego del CIgarro la muestra de un reloj de
oro, y, diciendo que eran lás cuatro, nos mandó poner en

(1) Al!i estuvo esa iglesia. dedicada á "Santa Rosa de Santa María del
Perú." En 1698 fué trasladada al sitio en que hoy existe, y ese sitio en esa
época quedaba fuera de la ciudad. Los de.. otos que componían la hernlan-
dad de Santa Rosa y que hicieron la traslación fueron~ Don Cristóbal Ca.i-
~edo y Sala.za.r, Juan de los Arcos, Antonio Roddguez Villascñor y MMluel
y Joeé Maria Vivas Gcdano. * •

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PI. .. "ER ~ 110LO 1(;7

h1archc. Al C'otn tl7.ar á subir fa colina, ohno~ la~ ¡onoras


camp:-n .. das dfll aloe (>n la tQrre de S a Francisco. <'~j~nlpre
llH~ hal.ía causado alEgría el toque de usa carnpana á esa ho~
ta; pero en e. e mon1cllto -e me oprinli') el corazón.
l)espués de las ~funta.s del Daguc. tonlámos el canlino del
Chocó, ha~ia itaré.; en t.odos los ríos encontrábamos canoas
y guias~ prevenidoR (le antemano por las autoridades para.
coocJ llcirn08. dA suerte que nuestro viaje no sufrió denlora.
a.iguna, ... 1 salir al ro r ) fuimos recibidos por un peque.flo na¿
vio q He 1l0~ cond njo i~ UartJagen&. De Cah salí en Junio, y lÍo
Oartap~na llegué (-'n ..A.g·o~to,
1 e lo ~ cuarenta homhI'es que formábanlos esa recluta,
veinte éralnos de Cali. En Cartagena ~e nos vÍlstió eon uni~
formp. (le BtJldado, y;'( nos entregó al -c ooernador de la Plaza.
Pronto ~rlpo el :Jeí" de la fuerza. que yo escri ía bie.n y
qne abla ha.cer cupnÜ1S. y me rlió colocación en la COlnan-
dallei y me tI at6 con rnuchas considera.cioneso Todos mis
tnlbé",~OS hán con lstiuo únicanlente n oe;tar lejo de usted;
l,el-o ya e.'toy aquí .
'-y cónlo hizo pa.ra. venirse?
-G'r'lcias al Padre Rscovnr! á poco de haber !legado á
Cartagen~, e me ocurrió . scribirle á ese santo 1.:.-" cerdote.
d4lind ")le CH'uta d , to<lo cuant me ha i~ ocurrido; le rogué
al 001nand9L te hiciera. ll(~l ~ .1' mi carta á. Cali por el correo, y.
él ro preFtó f\~e crvi io. sto rué en ctubre. En bril de
e te año re il í la r ~ pu ~ta del Padre, Y::l) mismo ti nlpo el
Gobernador de Ual'tng- na r cibió ordC:'n d J 8 ;fior i rrey Es·
peleta pata qu me rlr~ra de baja en lt guarnición dB la pla...
•a, y los u ·ilio . de -viaje para tra -la:darme á Calío ~l Padre
~~8covar debe de ser nnligo del señor Virrey ó de algún gran-
le de Sa.n t fé.
. - y por qué no e cribió usted á mi padrino? por qué no
me escri bió ft mí ?
-.-..6.... u padrino? A l.1.·ted? No 8scribf á su padrono por ..
C)ue tenia o ' !- echas ne q 1 'L hahi nd descubierto; 11 amor
a ul3ted~ me hubiera hecho prender y llevar á. Cartagena; y
no le e cribí á ust d porqu temí que mi carta fUOi·a. inter-
J

ceptada por los que me arrebataron violentan"lente de aquí.


-Mi padrino no tuvo parte en eso, ni ha cOllcebido la.
más 1 ve 80spe ha de nuestro alnor: él 'intió luucho la des-
aparición de usted y puso en movimiento á todos los criados
de la hacienda, y aun á 105 Alcaldps de Cali, para buscarlo.
-~f alegro de saberlo. Ahora le confies(\ que he l1ega.-
do de noche, porque temía que el me viera: mi intención era
hm,pedarme en la casa de FermÍn y desde allí ayj~arle á. us·
ted de n i regl so. Si Don l\fa.nuel, pues, no tuvo ,'arte en el

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108 EL ALFÉRXZ REAL

rapto de que fuÍ 'victima, el auto ... de todo ha sido ese otro?
ese Don Fernando de Arévalo.
-De él habít.. sospechado yo.
-Qué se hizo ése;
-Dicen que vendió por junto sus mercancías y regresó
á su tierra..
-Ojalá qué nunca vuelva á atravesarse en mi camino..
Ay de él, si algún día llegamos á encontrarnos!
-Pero por qué el Padre Escoval" no hOS dijo que usted
estaba 11 Carhlgena?
- Porqup. f;!i sin duda crera como yO' que Don l\-ianuel era
la ca 1~t=l v tnno.
-Tal v~z! Pero DDll!cl, áyase: te.., no mucno u'~ -?.lguieu
ll~gue á verlo aql í: váya!; . Ya h(-> t e nido el pla "~r d , verlo,.
y por ese lado d ~scanF.-=~ 1 )y lni espíritu. E~ ta noche deRpués
tIe un año que n10 ha parecido eterno, será. la primel'a en
que pu "do dormir trallquila.
- -1\1e voy, aunque lne re;:;ta rol ho que p eguIltarle y
que d cid€'; pero, 110S veremos mafana:
-Sí. llOS verer 08 allá en la sala.
- y por qué no aquÍ, de nocLe?
-Aq li Y de loehe? No .. Daniel: esta eutrevista á seme~
jantes horas es única y es última.
- Pero (lué teme u~ ted? l'ienlKa acaso que haya olvidadO'
mi antiguo.. 8 ,to:-
- , o pie uf,o . . SO. y si n te lo olvid .. ':1, p e rdnría mue o-
en mi ·tilnac· '~ln. A .i g, otra entre vi. tu á ~O] ,<.~ nada
(!onduce. De ' ta me al gro, por ser 1; prilu ra n que lO veO'
despu ' s de tan larg¡ au 'encia; nu tra" iguit:'u"es entre7is-
tas ; r" n muy pocas y de dia y en r .... e cia de toda. la fa-
milia.
-Pero por qué tánto rigor? ¿le parece qu be sufrido poco~
-Ay, l)aniel! uste no sabe todavía hasta adónde llega
mi debvent.uraI
. -Qué ha sucedido pues? sus palabras me alarman ...
-En el mes entrante debo partir para. Popayán?
-Qué va á hacer ulSted á Popayán?
-~Ie voy de monja.
-De monja? repitió Dan~l en el colmo del estupor; de
monja usted?
-Sí, de monja del Carmen: ya estoy admitida y aquí
tengo el yestido, es decir el hábito y el escapulario.
-Dios de mi alma! exclamó Daniel con vehemente fu-
ror; y para saber e to he venido desde Cartagena! Para sa-
ber esto he caminado tantas leguas, la mayor parte á pie,.
ansioso de llegar, &in hacer caso del sol ni de la lluvia, del

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PL.!CER. T DOLOR 169

calor ni del caDRancio, del hambre ni de la sed! Por qué no


per~cí en el calnino! por qué no me ahugué en la mar! De
lnonja! Y se va dentro de un Ines! Y tiene valor para aa-
cerIo y val r para decírmelo! Y sabiendo que la adoro, que
es ella el único lazo que me liga á la vida, que ese paso que
da me umirá en la de esperación y que de allí pasaré pron-
to á la locura ó á la. muerte! Y yo, in::Jensato, que pensé que
me al aba!
Diciendo esto se reeostó sobre un pihtr. Y ese Dante!,
joven ya de veinticuatro años, rompió á llorar como si fuera
un niño.
A Inés se le partía el corazón viendo correr ese llanto
amargo, yeso en el lnomento en que el pobre muchacho
acababa de llegar, después de una larga ausencia, desolado
por ~erla.
-Daniel, le dijo ella (.'on la mayor ternura y con profun-
a lástima, no me atorrnente más de lo que estoy; mire que
sin eso soy ya lllUY infeliz; óigame: nuestro amor es una lo-
cura: y ,aunque qui. ' iera, no podr; ser jalnás su esposa, y
mi conciencia me pr.ohibe anlarlo de otro modo; y sin em-
I rgo, ese amor profuu do y firlne € el que lne ha movido á
r tirarrne á un claustro á ro :rá.,r á Dios por usted quizá llega-
rá á s('r feliz.
liz yo? respondió entre sollozos' toda otra felicidad
que no ea la de su amor, la maldig !
- D· .el, cálol ; yo soy más infeliz y sin embargo no
lloro.
-TIene usted raz' n conte tó allí 1, manifestándose
ru lfTlente (Ji 11 ido; oué derecho tengo para qu jarIno?
deboirm. -
- - 1\ ire. Daniel, .jc uste que yo tanlbién me calme; si
t el e tá in¡pre ionado, ole. to Inás, y no sé qué decirle.
epa olarnente que la prueba más grande y más fina que
puedo darle de que Ini alma sufre in consuelo por e e aIrIor
sin e peranza, e la de hacerme monja. I\fañana nos ve-
remos.
-En dónde? pregunt' Daniel, ansioso de volver á verla.
- quí lnisnl<>, pero de día: yo le avisaré por medio de
Andr-ea.
Inés le tendió la mano-: él la tomó y aplicó en ella BUS
labios con profundo respeto.
lné entró en su cuarto á dar gracias á. Dios por la vuel-
ta de Daniel y á llorar á su turno.
Su amor á Daniel, que se estaba haciendo ya apacible y
resignado con la idea de que no volvp,ría á verlo, se reanima.-
ba ahora con una fuerza espantosa.. Qué hermos') el parecía

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ET.. ALF.ÉH.EZ l~E L

Daniel! Ese abra.zo y ese Ó)oiculo en la lnejilln. se repro1iucian


á cada instante en su memoria, le abrasaban el alma y lo
causaban pudoroso deleite.
y , Do:;ar de todo. debía partir dentro de un mes: l'ara
esto no h bía remodio! y lloraba. iuconsolaole el tri te fin de
su ardiente alnor, al cual ella lnisll1a con su monjío había.
condeu:-, á prern ltlu'a muorte. Para eso no ha.bia r medio.
Daniel bajó la e oale ..'a, atravesó el patio. y sin llegar á
la casa de Ferluín donde había peu~ado dorlnir, se dirigió
á la puel'ta de golpe, la abrió con cuid<.t.do y salió al extenso
y limpio llano á pasear por él su dolor y á refrescar su fren-
. te que le pareoía que iba á. estallar, tal era el fuego que la.
abrasaba..
Siguió distraldo por el camino real, llttcin. el Sur, sin deR-
tino ni l.'umbo, sin darse cuenta de lo que hacía y hablando
8010.
" Y para esto era, decía, tanto empeño por venir y t3.n-
to anhelo por 11 gar ! Para esto 3010 ! Para verla una ve z
más y perderla eH t»eguida para siAmpre ! Qué fata j lad > •••

e~ ésta qu no se can:'a de per 'guirnle? . , . Tentaeiones U16


dan de rnaldecir, como Job, el día en. lue llt eí ! ¿ Qné culpa.
tengo yo de haber v nido al tnnndo 1 qué 'ulpa en no toner
padres? qué culpa en no hah ,r naciuo nohle y en no haber-
me n1.ecidu on cuna de 01'( ? Yo sien o q o v 19 tán to como
cualCJ.uit r otro, por noble que a, y l o oambiaría la . lti"'ez
>

de lil alln por la e ni.., ún rl1ol'tu.1. Pobrl-' p d r í ~


qui 11e2 . ¡era qn . . hayái ,'irlo si y no A_ ~i~t:~. V,~l' ~i,' ah ra.
dt.1sde e otro lnllud lo~ torlnento" 'de vu ~ tlt hijo y 1 ~ o tn·
padecer'í .... ! Per qtéhar' yo, Dio >' lnlo, qn':' h rú yo!"
Calló durante un lar '0 rat ~ nlipntraR busca.ba en su
lmaginLa c V n algÚ'l recur~o qu lo s ~l(:an1. d une; situación
tan dolorosa. l)e rcppnte se dotn "'o:tl (.n c ontr ~ l",'e junto á
esa cnon e piedra qUG que la á la orilla. del canJiuo y sólo
entoncE.' vino á daft:>e cuenta d quP. iba sig'uiendo la vía.
pública ~omo en dirección á, Jan1undi.
Estl o nn rnOln nto indeciso, hasta que no sabiendo qué
hacer ni ~dónde dirigirse RU bió Robre la. piedra y se eutó.,
dando la espalda al camino y el frente á las sel vas del Uau.
ca. Era I.n. una d~ la mañ~l1a: el cielo permanecía litnpio y
la atmósfora diáfana" In. luna, pa 'ado el zenit, se inclinaba.
Jllaj~stuo. amente hacia el 00080. Daniel dirig-ió una. mira·
> da al rededor: n la dilatada exten~ión que abaroaba su vjs-
ta, no ~ alcanzaba á ver ni une sola casa ni un cortijo; alli
Q

cerea .eRt ha u 1 ha.tajo de yeguas paciendo" má allá, u


gran gl'li )0 de vacas pchada~ dormitaban rumiando; á ~u
olf to lleg"'".;tbu., C'o alas de 1u briaa, -ese olor particular y agt"'4.

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P1.ACEr! y 1}O: on 17t

dab]~ que f:'xha1an. la9 bestias cuando pa(' n y 1s.s va('as


cuando d.l1er¡nel1: ,n la e-xt'Jnsa llanura. al lario le ab·tjo, He
distinguían lo árboles y la SOIl\ bI'a que proyectaLau Hobre
el césped; al oriente, dHl otro lado del Callea, se alz~La la.
gigantesca cordillera ceutral. d ..., ftltura unifol"l..lle. corno una
gran murada. (1 color vf>rd . . oseur). UJ<,,8 largos perfilt.s !::i~
dibujaban digtintanlent,p sobre (.. 1 fonrlc élZ 1.l claro del ci lo; y
sobre esa in 1n::ia rnol.J . e destaca.ban la'.) dos e .npinauas
cLunbres del IIuila. con su 1>1aj cu l':.1 [Hate. eOlllO de p!ata ~in
bluñir. Nada. de e~to ví.JÍa Oaniel: SI) itn~giaa(jión estaba en
aquel corredor en <londe ha.oÍa éRtado un UlOlllento aut s con
Inés. y la e cena que h~bia IX1.sad /. allí entte él y (Ha. ~e re-
llrouucía sin cesar ~on toda su vi veza ante los ojos de su al ..
,n",. ...-\. e a sola escena al udia. eH.-U sol:101} Q!t\F;.
Sentado sobre la <'ll} "'h'1. piedra se quitó el EOlubrero y
prps . . ntó sn frente al'doro '<.\ á lu. bri '"'u. que soplaba. del lado
del Cauea: e.;;)u brisa ro. fl'e-fica. nsÍ fda. CüH10 lo es en 83.
región y ¡.: esa hora, cuando lo~ ne\~allus d 1 IIuila est.ún des . .
cubip.rto '. .
Pronto cornenzó á hablar, porque no p día e"tar ca lIado,
y repitió como ante~: (~le haré yo, íos lnlo! preci~alneDte
muero Ó nle yuelvn lo(~o!
uscantlo algún nsu lo hun uno. se a "'ordó del Padre
Escov r y de RUR eou. ejo~, y le viuo á la rn 'In ría aqu ~l pa-
saje bibli "O q na solía. repetü' tan t· s v ece~: .. P nd r ·í R u labio
en ~1 pol TO lJor i a "H ·0 h Y , .... p r HZ !.: ap(:..na· cr'uzú po
¡(U mente la pala.hr< . '" f'~pel'aI1Z ' :'. le\Talltó loo;;¡ ojo;-, al 'iclo y
.dijo en \r z alto : ,. Providencia Divina, nli\,niti' tat3lnc! haz;
.que .te v ' , ú haz que 1,0 sienta .. ,
-Nii'io Dáni l! dijü una voz Qle~re ti. su eRpalda. al pie
de la ,piedra. Daniel vol vió á u~irar y se el el ntró ca&'a e C· -
ra Con Fenníl .
Apechor d~) 'u abatirniento no pudo ffit110k) que alet:,rarse
.de volve.r á ver A su anligo, y le'djjo:
-Farmín, v.en acá.
F p,rmí.t;l tillbjó sob[ge la piedra y Daniel 10 recibió en SUs
brazos.
-Cóm.Q estás aquí?
-He venido desde casa detrás de usted, sin que usted
me hsya sentidG, por venir hablando solo.
-Ay, Ferrrúu, yo s( y muy desgraciado! Ya no guarda-
ré más el secreto: la anlO con toda8 las fnerza~ de mi alma,
y esta misma noche he 11 gado, la he visto y me ha dicho
que va á hacerse Dlonja!
-Eg verriad, dijo Fermín, en el m~s entrante iremos á
lle arkl ti POp"".lyán; ya está todo preparado y ella tiene con ..

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1 ...í ')_ lU.I AJ...JrÉREZ REAL

8igo el vestido de monja, y á veces se lo pone porque las se-


ñoras s'~ lo exigen: hábito 1nono, manto blanco y toca Llan-
ca: qu ' bien queda asi! si usted la vierFt.!
-N o, Ferrníll, no 4,uiero verla así! yo me muero, yo no
resisto este golpe.
-P0ro, en dónde ha estado usted ~ Andrea y yo pensa-
mo~ que ella r aolvió hace1'se monja cuando 8e convenció de
que u!-lted no vol vería jamás.
--H~ estado en Cartagena, fui arrebatado por la noche
á la fuerza y llevado con escolta, y ahora vuelvo, y al llegar
recibo semejante noticia! FernlÍn, yo fne lnuero, no hay re-
m~dio!
-::\.fire, niño Daniel, vámonos para casa, hablemos con
mi ma(lre: "su Inerced sabe dar buenos cons0jos porque es
n'lujer de Inucba experiencia y ha tratado sielnpre con lOb
amos: va:nos á verla.
Daniel estuvo un rato irresoluto, hasta que al fin se le-
vantó d ¡"iando:
--V: mos.
Entraron ~n el patio sin hacer ruido. ]~ rn1ín abrió la
puerta d Sll casa y Halnó á, :\Iartina diciélldol~:
--~1adre. levú,nteRe su m rced, aquí está el niño Daniel.
En sLgllida encendió la v la.
--Daniel? repitió ella, sentándose sorprendida y vistién-
dose.
Pronto salió á la sala; Dani 1 la abrazó.
-De dónde, le preguntó ella, aparece usted después de
tanto ticInpo?
Daniel le rontó todo 10 que le había pasad l ') y á conti-
nuación le reveló su insensato amor y el torlnento que en
ese instant ] oprimía el ahna.
-ElSe amor e un di, para.te. niño Daniel, esa nhla es
muy noble, nluy rica y nluy orgullosa. El consejo que yo le
daría. sería q ne la 01 vida 1'8.
Daniel volvió BUS ojos hacia Fermín, con el ma Tor des-
consuelo; luégo repitió:
--Olvidarla. eso es imposible; acaso está en mi mano?
--Entonces queda un remedio: así que amanezca, váyase
á Cali y cuéntele todo al amo el Padre Escovar' si su merced
no encuentra renlcdio, pierda uGted toda esperanza.
- Ya he pensado en el Padre Escovar; pero como hablar-
le de e o, cuando yo lo respeto tan to?
-"No hay otro remedio. No dice usted que la ama con
loeura? Cuando se ama de veras, todo sacrificio se hace.
Además, el amar usted á la señorita es una locura manifies-
ta, pero no creo que sea un delito; quien tiene la culpa de

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1,
-0
Pl...\C :KR y DOLOR ,~)

que enit sea tan liuda, usted joven, y que vivan aluuos en
.
una mlRma casa. ~

_rriell~ usted ra zl')n.


- y si no, se hará monja. eso puede ust~d jIra r]o: eRa.
niña n volverá atrás aunque le cueste la vida; nlÍre que la
conozco hace año~.
-Iré. sí, iré. 'uceda lo que quiE rae
-Pero cuéntee todo, no le oeult 1Jad~; mi alno el Padre
es muy bueno, COIllO que es un santo y ienipre se compade-
ce del inf<.~ 1izo
-A~ü In hnré, pier(la u. ted cuidado: una vez que me re-
suelvo á, revela;le mi s ./~r~t}, 1, 1vll-¿ por entvro .
.:.\lartina. le vreparo canla á D· 111el en una brl1'bncoa de
glludua. A.l cn l> d.' 1. pdia he ra (lorrnía éste pr(lfundam~nte,
pues ccitaba re1 diño el· ')Irna y cuerpo. Pero l\1artilla y Fer-
lnÍn no vol ieron á ncili 1'1 ~ueño; ella, pr' ocupada con
el sec ·"to que ncabn.ua de revelársele; y él, loco <..lt) alegría.
por 1. ~ gre "o de su alnig .

.....
Cr,\PI1 ULO ~~XIV.

El C01""lVel tú de

Antes de ref0rir ]03 eucesos del día ~iguiente, haremos 83ber al


)~ctor la causa del raptu de lJani~l y lti mallera como :. llayó á
efecto.
Ouando l1eg6 á le. ciudaj el piquete veterano, el Teniente Prie-
to que 10 nla.Hlab~, pregllntó sl en el Jugar había algún lndi~idno
de San talé, y )0 cou testAron que e! único era Don Fernando de Aré-
valo. .Al instante fué á vi...itarlo, y sin gran trabajo se hizo amlgo
de él.
A réo-afo se informó del ,' )bjeto del viaje del Teníen te, y 31 faber
que éSt9 debía lIeyar de üslí á Cal'tagena nnos reemplazoiJ, concibió
uu proyecto que l3atisfacía sua deseos oe vengllTJZa.
De~de qOfl' tuvo el altercado con Daniel en la puerta de la ha ..
cieuda de Üajjasgorc1as, quedó profundamente re~entido con él y ce-
8eoso de reparar Jo que él creía un u ltraje;. mas, cuando Pedro ]8
comuni06 BUS sospechas de q · le DSbiel y Dofla Inés S~ nma\)an, llegó
al colmo :-la furor y juró vengaree en la primel'tl ocasión que se le
presentara. '

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174 El. AtFÉRJlZ R AL

Ual:l tlocne, etltando Prieto de viMta en cael1 de Arévalo, te dijd


éste:
-CufÍnh1 s hon.bl'QB l1ev~ uRted de Cali ?
-Llevo veinte, y veinte más de Curtago y Buga: cuarenta poI'
tod03.
- y cltsnl1() partirá u ted ?
-PasHdo mal1.~nt\ oH bado, si:') í'lHa.
-Pcdria u8ted hup.('rme un Rer'ViClO: hay pn ~6tR cÍuitad un
mozo malo, de pé .. imH8 co tumor ft, fine ~o ~e lo bun ef,tregOl.do á
nsted porquo no han podido poneJ'lo la m!i.no; pero yo sé el moclo
de prend J lo.
- . . 1e &eriR. imposible lJf'vnr nno mÚet) 01·qU6 ya Me hnH sirio
entregad s los 'cinte <)U'\ c1wfesponoen á (@ta ciudnd.
-~o imJ10rt·... á mí mo interpsa '~ue 80 IlevQ 8 éA(', aunque SCR
prpC130 CpU> 1S1Iplte á otro; el indhic]l1o ft quien \lRted ~oltar(', Fe es-
conderá tli ti to, que 8('rli .i ni pr si hle que in au toridud<'8 1lC'g-1JC'n 11. t;:tber
<iue Be hn qnedado. El muzo Un <luiet le huhl0 me hace mucho darle).
- Sin <'nlbi'\rgo, e80 ser'a tnuy gro\' y yo no nlt> )lt,r l'O á u8cerJCl4
- A trénlse u~t<.4d: el b(ltlE-ficio q lJl' ni hará s rá t'ln grn:1de, que
no 8abr~ cl)mo pag'&r1o. Por 10 prü!lto, y COlno nn reen l'do, aqnf
t.iene usted e to reloj de ore. que me costó cincut>ntn cioLJone5 de á
dos eSclhtp8: tt.'nttré gusto ml que uat _d lo U8~ 4:!n mi nomhr('.
Prieto j'('cibió el reloj, 10 exu lnó y 10 r.contró m~gn:t1oo.
- Pero como halé, prC'golltó para p;-t~n( r á (se sujeto, sin qne
nadie 10 sepa ?
- 'T':uia más fáeiJ: hflgn 11 te i que 11 purtid., en Tez de ser el
áh'ldo, sea el ctoTllin~o ú lu madrngadu; J 1 .ozo Th:'lle todos los á.
l.mdos y n llt8 n lleve de la nocha va al ¡pnrto en d irpcción t. la Chan-
en: él tomu siempre In callo de la ?\'Ierced haci 1 1 Il:\no: aposte u8ted
('nutro ~oloado8 n nn!'\:le as psquina , h galo biljar d 1 cttbul!o y
conoúzcal0 al cuartel ('D @ilpu<.;io, di iéudole q oe es sCf\'icio del Rey;
á esa hora nudie lo verá. 'j sale 11 ted 6 ]:\ IDndl'ugada, 6 antes. 13
Co8~ qnedará en S9crct'J, pOl't{ue él no tiene familia 'ni n~t1itJ que lo
solIcite.
El trato qU9dó cOl1surcade, y ya suba el lector qUI) Pl'Íeto eum~
pUó fielm~nte BU palabra.
Ahora, dada esta explicación neccsaria, segnir~moB el hilo de
tl ucsirH. histOl i!l.
Dnniel de levalltó nI día sjguiente muy d" mafiana, á tiCUlpO (\n
que todos loe cpclato8 estaban en la. ('~pil1t\ rezando el r'j~&Tio, batjo
la in8pec~ión del tio Lhcinno; y se pre,.cntó ti Don Ju~n ZUIllora qne
eEtaba en su cuarto. Don J llU,T} al verJo, exclanló:
-Eh, DanÍt 1 ! de ri6nde diablos sales abora ? Ve~ ti mis brfizoe~
hombre! cómo n~e alegrv de volver á vertp 1 En d6nde has ,,~tado ?
- Vengo de (1¿ll't~gena. senor Don J tlnlll.
-1>e Oartagena de Rst"'1l1fla, ó de Cartngeua :le Indias?

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EL CONVENTO DE SAN FRANOISOO 175

-De Cartagena de Indias.


-Qué diablo. fuiste á hacer allá '1
. -Al venir de Culi, Á las nuevo de la nocbe~ una eICOlta me to-
mó prel!o en J.. calle, me incorporó entre unos reempl&zo8 que iball
á Oartagena y me hizc marchar con ellos.
-Pero por orden de quién 1 El oficial de la escolta d~be relpoll-
der de ~ abuso~ y hay que averiguarlo para que le le dé .1 debido
castigo.
-Es inútil, Don Juan, lo importante era Tolver, y ya eetoJ
aqui.
-Ello que yo digl): no se pierde asi tan fácilmente UD lúbdiio
de 8U Majestad, que Dioa guarde.
Al nombrar al Rey, ambos ee quitaron ellombrero. Dou Jaall
continuó:
-Macha falta me baB hecho; tu caballo eetá mny hermolo, yo
mi.mo Jo he cuidado, y h(' n.ontado en él una que otra vez para que
no 8e volviera hobBchóD; al1i en la manga pcdrás verlo.
-.-Me a!egro de eso, Don Juan, porque nace8i~\ ir á Oali ahora
mismo, y regresaré esta noche ó maflana. A mi n~gteao le referiré
todo cuanto me ha pasado. .
-Sí, hombre, desoo 8aberlo; pero, qué formado eat'e ! ya Uenft
crecidüs las patillafa, y flué bien te sientan t
. Daniel so despidió de Don Juan con nuevos abra&08 y le dirigi6
á la milnga en busca de In cabaJlo.
. Apenaa hU80 pasado la puerta de la manga cnando el eabaUo lo
.,ió '110 ~ono~ló, y levantando la cabeza dejó oir "S8 relincho corto y
bájo con qnd las bestias reciben al que 1e8 lleva el pienso.
Daniel se acercó y le abrazó 01 cuello; el caballo ]0 oli6 ea el
hombro, y tal parecía COUlO si sintiera placer en dejarse pone~ J. já-
quima por so dUtifto y senor natural.
Daniel lo ensilló, montó y parti6, rogándole , Fermín hiciera
sabar á Dona Inés, por medio de Andrea, que 61 habia marcha:lo
para Cali á un asunto urgentísimo y que regrelaria eaa noohe ó al
liguiente día.
Al tiempo de partir no se habían leya::ttad() todañ. las seftoru;
cuando abría la puerta de ~olpe para salir al llano, volvi6 á mirár
hacia la casa y vió á Inés en el balcón, que tenia fijos en éllUI ojo••
D¿lniel la saludó agitando el patluelo y partió al gedope.
En un momen to esta vo eB Cali.
Mientras daba tiempo al Padre Escovar para que dijera .mi..
y almorzara y almorzalta él mismo, se estuvo en eu casa con-
. tándoJe i Do11a Mariana y á en criada todo cuanto le había 8ucedido
desde eu salIda de Oali hseta el día de In regreso. liada dijo, .in
embargo, de sus desgraciado. amorel. '

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178

Dolla Marlar:at por In parto, le manifest6 que ella dtt8de el me.


a. Enero habia sabiao que estaba en Oartagena, porqU'e el P~dre F:a.-
COTar se lo bahia comunicado, &seg!1rándole q'lC plonto regresaría 1
enc~rgándl)te guardara el secreto, porque podía ~uceder que el rapto'
hubiera sido ordenado por las mismas autoridades; y que convenfa
que E\~t~B i~norariln los paso8 qDe él eetaba dando pHra rastitairlo á
va tierra, á fin de que n!) pudieran oponerle dificultades.
. Deapné'J de alnlorzsT se 'Yisti6 do limpio y se dirigió al ConventO'
de San Francísco: eran las uueve y n"}~dia. El Pudre ESC"?l'sr h~t)o¡a
8&liao en ose instant~ á con!asar á u-n mori'bundo.
Se sen tó en la portería y se puso á con ve¡-sar con Fray MartíG
Aragón, que era el lego portero y BU antiguo amigo; el lcgo quiso
que le refiriera la8 circunstancit1s de esa desapttrición, d'e que se ha-
bia hablado t'ato en la ciudad, y Daniel lo comp1ació,. p'jr JI'latar el
~~~ .
Mientras Danml conversa con el lego,. esperando al Padre Esco-
TAr, nOBotrOíJ daremo8 al lector una ligera noticia de la fnndación de
e.te Convento ilustre, que llegó' ser timbre de glori~ de la orden:
franciscana! honra de Cali.
El Pad.re Fr4y Fernando Larrea (6 Rh~8, como él se firmaba),
fraile franciscano je Quito, var6n de espiri tu apost6Hcu, d~8pué8 dB
haber hecho mlBÍones en vt\l"Íos paebloi dependíentee lte aq.uella ch-
dad, quiso hacerlas- en el Nuevo Reino de Granada, y con tal fin es-
tuvo dos vecos en- Sa talé, dos en Oartageoa y dos en el Chocó.
Cc'leremos la palabra al mismo Padre Larroa, quien n~8 contará
de qué maneTa Ha 6 á efecte la fundación del Convento de Cali. líe
aqui BU re~ación copiada al pie de la Jetra:
u ~t8ndo en Buga (en 1742) fuí llamado á hacer misiones ce
la ciudad de C~li. Aquí hubo mucho yUA 'Vencer y trabajar, porque
estaba hr ciudad ardiendo en t'Hchocalo8oB odios y rencores: fué Dios
aervido que casi todos ae reconciliasen en púWico, aunque pssade
a!gÍln tiempo, por haber quedado alguna semilla de discordia, volvió
á revivir con nlayor fuerz.a; las brasas aunque apagadas, si hnmesflJ,
con f2lcilidad ElC ellci~nden. No quiso un sujeto principal oír mis
cuDeejos, de que S6 ei~uió el mayor incendio."
H A PI i Dci pios del ano de 1'(50" resol vi vol 'Ver de (lart&go á Po ..
payán, donde E11 Doctor Cayzedo estaba empeflado en f.undar Coleg'~
de Misi')nes, Al pasar por Oali, el Doctor Hinestroaa, clérigo Pres-
bítoro y d~ mucho- caudal, me propu80" que deseaba qne en Cllli S8'
fnnd.-.ae Colegio de Mifionee: con,·ine en ello con mucho gusto, y
para S\1 fundo e8 hi30 escl"iturtt. de donación de se6enta mil patt{onuea;:
en cuya virtud se ocurrió á .Espafta por las lioonr.:ias necesarias."
.. Con algunas limosnas que contribuyeron persorJ88 devow, 8e
eompraren 106 teJarea ea que lO habia de fandar el Colegio."

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EL OOl(VEliTO DE 8.!.N P1tANetSOO 171

• Col En el año de 1757 me llegó la Cédula del Rey- pa.ra. 1&


fundación del Convento: con ella. pasé en compañla del P.
Fr. Joaquín Lucio á Cali (de Popayán) á dar calor á dicha
fundacion. Deparónos Dios para hospicio una casa contigua
á la. capilla de Santa Rosa con tránsIto á la. iglesia: en ella
se daba pasto espiritual á todo el vecindario. Todos los do-
mingos había plática sobre algún punto de moral y se expli.
caba la Doctrina Cristian.a. En el hospicio se vivió con bas-
tante regularidad. Ell los principios de la fundación pa.deci-
mos graves contradicciones, porque algunos sujetos princi-
pales insistieron con grande ardor en que el Colegio se fun-
dase al pie de la capilla de San Antonio distante de la plaza
más de doce cuad-t'as, y no en los solares que se habían com-
prado, los cllales estaban en sitio muy propor.cionado para
la fundación del Colegio. Por no querer yo consentir en su
disparatado dictámen, me mortificaron mucho, creyendo
que despechado abandonaría la empresa; mas con la perss·
verancia y paciencia, se vencieron imposibles. Muy en bre·
ve todos los que Re opusieron á la fundación, acabaron con
BUS vidas, y algunos con nluertcs muy desastradas."
" En el año de 1764 e ·~ ta.ndo ya en buen estado el Col~.
gio do Misiones, acabada la iglesia y con suficiente vivienda,
dejámos el hospicio de Santa Rosa y nos pasámos a.l nuevo
Convento, donde establecimos con más forlnalidad la vida
regular."
" Después que se fundó el Colegio ha sido mucha la paz y
concordia entre los ve(~inos, porque se ha procurado apagar
con tiempo sus incendios. Grandes son los provechob y utili-
dades que han venido á Cali, con el Colegio de l\iisiones: todo
se debe á San Joaquíu, Patrono y Titular del Semiuario."(l)
Hasta aquí el Padre Larrea",
Sigamos ahora nuestl·O relato :
A las doce llegó el Padre Escovar. Grande fué la alegría
que manife¡¡tó al ver á Daniel, y abrazii.ndolo con nluestras
de mucho afecto, le preguntó:
-Cuándo viniste?
-Llegué á noche1 señor, y vengo á. darle las gracias por
I el sefialado servicio que me h.a hecho.
-Ya te esperaba, porque mis cartas á Santafé fueron
escritas desde fines de Diciembre, desde el momento en que
recibí la. tuya. Te dieron auxilios de viaje?
(1) Pá.rrafos tomados de la Relación de las ?tIisiones que hizo el Pa.dre
Larrea. escrita por él mismo en Cali, en el afio de 1770, la cual reposa en el
archivo del Convento. El Padre Larrea murió en esta mÍBma. ciudad, en el
afio de 1773, á la edad de 73 silos, y está sepultado en la iglesia viej'a. 40
San Francisco.

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178 . :EL ALFltnEz ftEAL

-Si, sefior, y he venido con tanta precipitación, á veces


á pie, á veces á caballo, que me ha sobrado gran parte de la
suma que me dieron. .
-Ya averiguaremos quién ... ; pero mejor liJerá no averi·
guar nada: "Mía 6S la venganza," dice el Señor.
En ese momento Bonó la campana del claustro llamando
. A la comunidad al nefectorio.
-Ya nos llaman, Daniel, dijo el Padre; vuelve á otra
hora para que me refieras todo lo que te ha pasado por allá.
-Dígame vuesa Paternidad á qué hora debo volver,
porque tengo que consultarle sobre un asunto muy impor-
tante.
-Vén esta noche á las ocho, porque ahora se cierra el
ConTento hasta las d08; á eBa hora rezamos Vísperas y Com-
pletas y salimos del coro á las tres; de esa hora en adelan te
Iré al confesonario hasta las seis y de las seis hasta las ocho
estaré en el coro.
-Bien, sefior, vendré á las ocho.
y Daniel se despidió del Padre; que lo abrazó de nuevo,
y volvió á su casa.
Pasó la tarde en la más grande ansiedad, é impacien te
por confiarle á su querido maestro y antiguo protector los
tormentos de su alma, con la esperanza de hallar algún ali-
vio; cenó muy temprano y desde las seis de la tarde se enca-
minó al Convento, porgue le parecía que con sólo entrar en
ese santuario del recogImiento y de la paz, se calmaba a.lgún
tanto la agitación de su espíritu.
Entró, pues, resuelto a esperar allí á que trascurrieran
las dos horas que faltaban para la de su cita. Sa!udó al por·
tero y fué pasando al primer claustro, esto es, á ése de la
porterla en donde estaba la escalera principal que conducía
al piso superior. Se sentó en una de las primeras gradas,
"Tiendo desde allí el extenso patio sombreado por cuatro na.-
ranjos, que, sembrados hacía PO()OS años por los Padres, es-
taban ya bastante crecidos y frondosos.
Dan ¡el oyó tocar en la torre, que distaba pocos pasos de
él, las graves y lentas campanadas del Angelus, ó sea el to..
que de la oracIón; al mismo tiempo oyó sonar la ca:npana
del cla.ustro que llamaba á los frailes al coro.
Al momento se fueron abriendo todas las puertas, que
es~aban cerradas, y de cada celda fué saliendo un fraIle:
ninguno de ellos echó llave á la puerta y todos, C011 p'aso
mesurado y en silencio, se dirigieron al coro. Adelan te )ban
108 coristas, novicios y devotos, en formación, presididos por
el Maestro de Novicios; los legos y los donados iban los últi-

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EL ('o _ rYE~TO DE SA_~ FH.A~CJ~CO 17U

mos. El coro casi se llenó al estar reunida. la comunidad.


Comenzó á oscurecer.
Daniél, sentado en la grada, que estaba ya en la oscuri-
dad, veía el patio, alumbrado en parte por la luna y SOIn-
breado en parte por los naranjos; los claustros, altos y bajos,
estaban sin luz. Desde la grada oyó Daniel rezar la corona
en el coro y en la igle~da; terminada la corona, se siguió un
silencio largo y profundo: era el silencio de la oración mental.
Al cabo de mucho rato tocaron las siete en las cam~anas
de la torre, que estaba inmediata al coro, y la comunidad
comenzó á reZ!l.r maitines.
Arrullado por ese canto lento y monótono, dejaba. vagar
su pensamient(\ por los añOE pafados de su vida, tan corta
todavía y sin tmbargo tan llena yá de lágrimas. Envidiaba la
paz del alma de que gozaban todos e os varones apostólicos,
que habían tenido la fuerza suficiente para. desprenderse del
mundo y consagrarse á Dios. Allí veía hombres de alta al-
curnia, de fortuna~ de talento y de luces, que al separarse
del siglo ha bían despreciado una brillante po~ición y gran-
des comodidades, ta.les eran los Padres Fray Joaquín Esco-
var y Fray Pedro Herrera. Recordaba que treinta años an-
tes, en ¡761, el Virrey de Salltafé non Jo é Solís Folch de
Oardona, Duque de ~Iontellano, Mariscal de Campo de los
Reales Ejércitos, bajó una mañana de HU eRpléndtdo palacio,
subió en un coche y se hizo conducir al Convento de San
Franci 'co, y allí , de rodillas, pidió humildeulente el hábito
de lego, dejando toda su fortuna á los pobres: y que no va-
lieron úplicas ni reflexiones para <lue d esistiera de su inten-
to: el Virrey profesó de lego y lDurló de fraile.
Esto lo sabía Daniel y en esto meditaba. "¿ Por qué., se
decía, no pedí yo el hábito ahora dos años cuando tenia libre
mi corazon y no aspiraoa. á nada en el mundo? lIoy seria
impo "ible: yo no vendría á este recinto sagrado sino á profa-
narlo con mis Inundanos recuerdos y en vez de meditar en
la eternidad, viviría pensando en ella. Ya es imposible!
Esta mansión de paz, colocada aquí entre las luchas de las
pasiones de los hombres, como un oasis en medio del Desier-
. to, no es para mí. "
Daniel conocía muy bien el género de vida que llevaban
108 Padres, porque durante cuatro años había concurrido á
oír las lecciones que daba el Padre Escovar y se había hecho
amig-o de los coristas, novicios y devotos sus condiscípulos:
los Padres mismos, acostumbrados á verlo allí, lo tratabAn
con mucho cariño, y más de una vez se había quedado á co-
mer y aun á dormir en el Convento.
Sabía que á las cuatro de la mañana se tocaba. el alba en

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180

la torre y que al misn"lo tiempo un lego recorría todos 108


corredores, altos y bajos, agitando una lnatraca. entraba en
cada celda, porque á ninguna se le echaba llave, ~ncendía
la. vela que encontraba en la mesa, salía despertando á to·
do el munao y . concluía por tocar la campana del claustro
llamando á la COlllllnidad; ya en ese Dlomento había un fa-
rol encendido en cada claustro, en cada escalera, en cada
pasadizo; á veces á esa hora llovía á cáutaros ó bramaba la
tempest<.td, y no obstante, todo!; sin faltar úno, por anciano
gue fuera, iban saliendo de sus dormitorios con el capillo ca ..
lado y cl~uzados los brazos, en dirección al coro, en donde
puestos de rodillas perruanecÍan en oración uua hora com-
pleta; y después de la oració:l rezaba n Horas; y después da
las Horas, decían nlisa.
Sabía que el día era consagrado al estudio, al confesona·
rio, á la visita de enfermos, á auxiliar moribundos, á oír con-
sultas, á dirimir contiendas, á restablecer la arnlonÍa entre
laR familias desavenidas, quo era trabajo frecuente é Ínlpro-
bo, y á. tántas y tántas ocupauiones de benefici0 público.
Recordando todo esto, Daniel se preguntaba: "¿ qué
compAnsación humana pueden tener estos santos varones
que así 8e consagran en cuerpo y alma al servicio de Dios y
á la utitidad de sus compatriotas? No es la mesa regalada,
porque la mayop parte del año es de ayuno forzoso en este
Convento: no es el vestido rico y Alegante, porque el hábito
de tosco sayal, yeso uno Bolo sin tener otro para mudarse,
es de l~egla: no es el goce de un sue ño largo y tranquilo, por-
que S(1l acuestan á müdia noche Ó ulás"tarde, obligados á em-
plear ese tiempo en escribir Ó estudiar sermones, y en salir
en las altas horas dé la noche á confesar v auxiliar á los
.agonizantes, sin excUFlarsc jamás al ser llamados, ya el en-
fermo viva cerca ó lejos, en la ciudad Ó en el campo, ~ea rico
ó pobre, libre ó esclavo, ya haga buen tiempo, ó ya llueva Ó
truene: no es la esperanza de atesorar riquezas, porque nin-
guno máneja dinero~ ninguno toca Riquiera una moneda con
su mano, pues que el e~tipendio de las misas lo recibe el Pro-
curadDr yeso sirve para la. subsistencia común. No es, pues,
la vida descansada y muelle; nó: 1- s prácticas de trabajo y
penitencia en este recinto venenando, son cuotidianas, nume-
rosas y austeras. Yo creo que en las famosas lauras del De-
sierto, en los tiempos de San Antonio Aba.d y demás cenobi-
tas, no se hacía una. vida más recogida y penitente. Aquf no
hay más placer posible que el de la tranquilidad de la con-
ciencia: lo demás es todo abnegación y sacrificio, trabajo y
dolor. "
Daniel tenía razón: así era entonces ~e Convento, y

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:1UAto es reConocer qua así ha stdo siempre; todavía nosotros
hemos alcanzado algunas reliquias de esos misioneros vp.ne-
rab1es, que DO desdicen de la "\Tida inocente y de las costuln.
brea puras de sus predecesores. (1)
No era, pues, esa institución 1·1gida. y 8evera~la que con-
venía á Daniel en la situación de ánimo en que se encontra-
ba. 'rodo cuanto dejamos dicho~ lo repasaba en su imagin"a-
ción con cierta especie de pesar, y concluía por decir suspi-
rando: "yo pude Ber corrid ellos; abora, ya es tarde! " .
En este punto iba de sus meditacione~ cuando observó
que un lego enc.endía los farol es de los claustros altos y ba-
jos, y los de la.s gradas: UD momento después sonó la cam-
pana del claustro anunciando que los maitines habían ter-
ttlÍnndo.
En ef~cto, la comunidad fné saliendo de.l coro en forma-
ción y en silencio en dirección al refectorio: allí iban los Pa·
dres Fray ~[ariano Camacho, Fray BIas Jaramillo, IPray Jo-
sé Joa'luín E&c var, Fray Pedro Herrera, Fray Pedro Ajo:·
mía, Fray Pascual Herdozaín, F'ray Olanrfio SoI~edo, Fray
JORe 1\laría 'Tal iés y, d trás de todos, Fray José Joaquín
Polaneo, Guardián en ese afio. .
La cena t .;rminó en un lUOtnento, y el Padre Escovar
entró en ~u cel _.a; d~trág entró D' niel.
La celda del Padre E:;covar era exactamente ig1l31 á la8
derná : se componia de una salitia y una pequeña recámara
separada de la sala por un tabique; eu la puerta de lltlar á
esa recámara en dond e taba la cama, hahía unas cortinas
de zaraza n,orada á listas. En la saja habia una mesa, en
la mesa un estante con libros, .,n n1edio d 1 estante un nicho
y en el nicho un Cristo. Había adem" s cuatro sillas de bra-
.20S, con guadamaciles de vaqueta.
El Padre ofr ció una de ORas sillas á Daniel y él se sen tó
á su lado en otra. llizo que le refiriera todo cuanto le babía
sucedido desde su salida de Cali hasta el día de su regreso,¡
Daniol le contó todo.
-Bien) pues, dijo el Padre, cuando Daniel concluyó su
relación, al fin has vuelto á tu tierra bueno y sano: loado sea
1>ios! Ahora dí me el as-unto importante súbre que deseas
hablarme.
-Lo que quiero decirle me causa tánta vergüenza, que
no sé cómo empezar.
-Sea lo que fuere, ten buen ánimo; ¿ crees que nosotros
estamos aquí con el único destino de oír las virtudes de los
hombres? No: nuestra misión es oír la relación de sus falta.
(1) Cali debe á 108 Padres de Sa.n Fra.ncisco lo má.a notable que posee
en materia de edificios y establecimientos públicos ..

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182 .EL AJJFÉREZ REAL

ó de sus desgraciAs, para absolverlos de las primeras i de


huena fe lo piden, y para consolarlos de las otras si está en
n ucst,ra mano. Habla, pues.
-Sefior, Dofia Inés de Lara se va de monja.
-Sí, lo sé; pero ,qué tiene que ver ese monjío con tu
asunto importante?
-Eso es lo que no me atrevo á decirle.
Al decir esto se llevó el pañuelo á loa ojos, porque á BU
pesar se le salían las lágrimas.
-Pobre Daniel, dijo el Padre, ya sé lo que tienes: has
cometido la ilnprudencia de fijar tus ojos en Dofia Inés de
Lara y Portocarrero, ~jn tener en cuenta la eminencia de su
clase y la humildad de la tuya!
-Sí, señor.
- y qué quieres que yo haga? indicamelo.
-Quisiera que vuesa Paternidad la disuadiera de ese
intento.
- y qué conseguirías tú con e.so?
-Nada, pero ella continuaría viviendo en la hacienda y
yo sirviéndole á Don Manuel y siquiera podría verla alguna
vez; porque cuando pien o que se va .... y que Be va de mOD-
~a .... y que se va para siempre .... y que no volve.ré á verla
Jamás, jamás .... se me destroza el corazón y quisiera mo-
rirme antes que tál suceda.
y Daniel lloraba sin consuelo.
-Pobre Daniel! y sabes si ella acepta tu amor?
-Creo que sí, y que por eso e ,"a.
-Amor, amor! murmuró el Padre, como hablando con-
sigo mismo, fuerza misteriosa é irresistible, origen de la vi-
da y manantial de lágrimas! Dichoso el que conociendo su
debilidad y el poder de tus tormentos se refugia en tiempo á
un puerto seguro, como me he refugiado yo ! Pobre Daniel J
El PGldre guardó silencio y quedó por un rato como dis-
traído viendo e] suelo. Al fin l~vantó los ojos y dijo:
-Haré por tí cuanto me sea posible. Ahora véte, y dile
de paso á Don Manuel Olaya que me preste mañana su ca-
ballo para ir á Cañasgordas; tú vendrás á las ocho para que
me acompañes. Don Manuel, mi compadre, ha estado aquí,
pero se fué esta tarde. V éte y pídele á Dios que nos proteja.
Daniel besó la manga del hábito del Padre, como lo ha-
cian todos, y salió ya con alguna esperanza. Su única aspi-
ración era obtener que Doña Inés desistiera del propósito de
hacerse monja.
Al salir Daniel de la celda, dijo el Padre: "verdadera-
mente que ningún mortal sabe cuál será la ocupación que
Dios le tiene señalada para el día de mañana t " .

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CAPITULO ~rxv.
Confidencias

Al dfa sIguIente á las diez de la mafiana fué.entrando el


Padre Escovar por el patio de la hacienda, acompafiado de
Daniel.
Tanto las señoras COlno los criados se alegraron de ver
llegar al Padre, á quien no esperaban ese día, y su alegría
subió de punto cuando vieron á Daniel, de cuya aparición
tenía n ya noticia por non Juan Zamora.
Entre las señoras estába Doña Inés, y todas á una le pi-
rlieron les explica.ra esa su desaparición nlisteriosa. lo que él
hizo de buena voluntad y extensamente, porque Doña. Inés
estaba. allí y lo ola. Ella lo miraba con semblante entre ale-
gre y triste: alegre porque lo veía en ese momento, y triste
porque pensaba que pronto dejaría de verlo.
1\Iientras él contaba sus aventuras, el Padre S~ dirigió al
cuarto de Don l\Ian nel, que no había sentido su llegada, y á.
quien enoontró leyendo.
Don Mnnuel recibió á su compadre con muestras de gran
placer y le dijo:
-A qué circun tancia debo esta agradable sorpresa,
cnando no esperaba que viniera hoy, y eso que ayer nos vi-
nlOS en Cali?
-Va á saberlo vuesa merced, pero antes dígamo cómo
está y cómo encontró á la familia?
toy bueno y ella buena, á Dios gracias. ¿ Permane-
c;erá vuosa Paternidad con nosotros siquiera hasta mañanaP
-No, compadre, me volveré al Convento esta arde: la
iligencia que me trae es corta, pues se reduce á tentr una li-
g .:>ra conferencia con vuesa merced; pero me permitirá que
descanse un rato.
-Hace bien, compadrfl; sabe qne esta es su casa, y que
cuanto más se demore en ella, tanto mayor será nuestra sa·
tisfa cción.
A estas frases de cortesía se Riguió un rato de conversa-
ción sobre diferentes asuntos, hasta que el Padre, viendo un
reloj que había sobre la mesa, dijo:
- \T an á ser las once y quiero tratar mi asunto nntes de
comer. Sabe c0111padre que ya apareció Daniel?
-Sí, cOlnpadre, me lo d1jo Zamora; pero en dónde está?
y en dónde estaba?
- Está. aq ui, pues ha venido conmigo, y ha estado en
CartaO'"cna.
-y cómo fué á Cartagena?
El Padre refirjó todo lo que Daniel le había contado. Don

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Manuel se pUBO furioso al saber ia violencia que se ha fa.
ejercido sobre su Secretario privado y juró que averiguaría
bien el ásunto y haría castigar al culpable.
-Pero en donde egtá Daniel, que no viene á saludarme?'
-Está con las señoras:. yo le ordené se estuviera allá
nasta que lo llama ra.
Luégo, cambiando de tono, añadió:
-Dígame, compadre, por qué no S~ easó Do:tia Inés con
Don Fernando de Arévalo?
-Porque no quiso, pues yo ofrecí mi cons;entimiento
8i ese sujeto le agradab9.. N O' le agradó, de lo cual me alegro~
porque mi ahijáda merece algo mejor.
-Vengo á conÍia¡'le á vuesa merced un s ecretO', pero es
con la condición de que me 10' oirá con calma. l Ale promete-
110 exaltarse por lo que le diga?
-Basta,compadre, con que vuesaPateFllidad me lo exija.
-Yo le diré, pues, por qué Doña Inés no se casará con
nadie y por qué va á ha~erse m{)nja ..
-Hable, compadre..
-Daniel es un hermoso joven gaTIardo, inteligente é y

instruido, de muy finos modales y de excelente conducta.


--Todo eso ea- verdad.
-Ahora bien,. Daniel se ha enamorado de Doña Inés (n~
é exalte, compadre, déjeme concluír ) y na ha adivinado
eee aIDor, á pesar de que él la ha tratado siempr evD :religio-
so respeto; ella tal vez se siente inclina a á él, conoco la de-o
sigualdad de condiciones, ha perdido la speranza y ha re ...
snelto hacerse monja. Vuesa merced sabe que e claustro es
e refugio de los corazones dolientes, el sepulcro de los amo-
r~8 desgraciados.
. -Muy bien hecho que se haga D"lOnja: abora ap:rueb0
con toda mi alma su resolución.
-Pero así tan imposible es que se easen?"
--Imposible? de todo plinto, compadrerHa hecho muy mal
ese mozo en levantar sus pen~amientos á tánta altnra. ¿ Ca-
fiarse él con ella? N o toleraría yo jamás semejante e~eándalo~
--Ya sé, compadre, que vuesa merced defi.ende á todo
trance los fueros de la nobleza, y que cree honl'adamente
que la unión de una señorita de tan elevada alcurnia con UD
mozo plebeya, sería, como vuesa mereed ruce, un escándalo;
pero ..... .
-Además, oiga vuesa Paternidad esto:
Diciendo asi 1 se acercó á la mesa, abrió un cajón, 'Sacó
un documento escrito en papel sellado, lo desdobló y dijo:
-Este es el testamento de mi compadre Don Sebastiáb

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~O~FIDEYCIA lS5

de Lára (que de Dios goce); oiga. vuesa Paternidad la clámu..


la se .. ta.:
" Iteln: no.mbro á mieompad·r e el señ-or Alférez Real Don.
lanuel de Caicedo. y Teno.rio, tuto.r y cllrado.r de mi lnencio.-
nada hija única Do.ña Inés de Lara y Po.rtocarrero., con aln-
plia administración de los bienes que le dejo; y ruego. á mi
dicho. co.mpadre qu.e cu.ando lo. creyere co.nvellieate, trate
de colocarla en matrimoniG, siempre que ella quiera, pero. ha
de ser co.n algún sujeto. principal, de noble linaje y h()nrado.,
y que tenga por lo men(}~ tan.to cauda.l como. tiene .ella. Pon-
go. esta condición, no. po.r apego. á lo.s bienes de fo.rtuna, sino
para impedir que a.lgún nGble arruinado. llegue á to.marla po.r
.esposa, movido. po.r la codicia y la. necesidad y no por amo.r,
pues de este modo. mi bija sería indudabl~lnente desgraciada.
Encargo. á mi querido co.mpa.dre en.careei<iamente el fiel cum-
plimiento de lui última voluntad en esta parte."
Do.n llanuel colocó el testamento sobre la mesa y co.nti-
n uó dic·iendo:
-Ya ve, pucs., v esa Paternidad, que ·n 6 sólo defiendo
los fueros de la nobleza, cotno es de mi deber, siR() que Cl.lm·
plo tam bión, como ho.lnbre honrado, la postrera voluntad de
un mo.ribundo.
El Pad.re" luégo que o.yó esta cláusula, estuvo un rato
pensativo., diciendo. p01." lo bajo: l~"'anit((s 'v anitotu1n! (1)
l>e repellt~ fijando los ojos en Don Manuel, .que estaba. sen-
tado frente á él, le preguntó:
-Com padre, .¿ se acuerua vuesa. merced de Dol.ores Otero!
-Dolores Otero? repitió Don Manuel, poniéndose <le pie-:
Dolores Otero.? Qué nombre ha pro.nunciado vuesa Paterni-
ad? ómo sabe ese nombre? Por qué lo ha pro.nunciado?
La agitación de Don Manuel era notable, así como la.
ansiedad con que esperaba la respuesta.
- -Compadre, re pondió el Padre Eseovar, hace muchos
Años guarda vuesa Inerced ese secreto, secreto. ajeno y no
ilUyO, y piensa que nadie más en el mundo. lo sabe; sin eIn·
bargo., además d.e vue a Dlerced~ hay otra persona q uc lo co--
Iloce: esa persona so.y yG.
-Cómo. llegó vuesa Paternidad á saber el tal secreto?
-Ahora se lo diré; y hay una diferencia entrs los dos, y
es que vuesa m.erced sólo. sabe una parte de la historia, mien-
tras que yo la sé toda. Cuénteme lo. que sabe, y enseguida
le contaré 10 que yo sé que es mucho. más.
N o teng-o inconveniente, co.mpadre, antes me alegro de
hallar al fin una perso.na de toda mi confianza, como lo es
( l) Va~idad de vanidades1

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180

vuesa. Paternidad, con quien poder hablar de esoa tristes


recuerdos.
De Manu~l se recogió un momento dentro de sí mistno,
co::no ('l ·denalldo sus ideas. y luégo habló así:
-" Haoe de eso veinticinco años, pero todo lo recuerdo
con ta ~a viveza como si hubiera sucedidv ayer. ti Conoció
vuesa aternidad á Don Ilenrique de Caic~do ( ~~
-Sf, compadre, lo conocí, pues apenas hará diez años
que D1Ul'ió.
-"Preoisamente, compadre, en este mes de Junio en que
estarno, hace diez años qUA Dlurió violent,amente. Bien,
pues: Don Henrique de Caicedo era D1i primo: descendía en
línea rt'ota de Don Nicolás Caicedo Hinestrosa y de Doña
MarceJa Jiménez de Villacreces, mis abuelos.
Do 1 Henrique hacía sus estudios de Derecho en la ciu-
dad de ~uito, y cuando ya estaba próximo á coronar su ca.
rrera, vino aquí de paseo en unas vacaciones. Qué joven
aquel ti n gallardo! qué talento tan cJaro, qué corazón t.an
magná.llimo, qué alma tan noble! Caráoter Buavísimo, trato
afable, maneras corteses, todo lo tenía ..Jamás hOlnbre algu-
no ha jercido sobre mi espíritu una influ(\ncia máR gran le.
Yo lo amaba como si fuera D1i hiJo, pues yo era mucho ma-
yor que él. A todas horas del día y de la noche estábamos
juntos, porque si él no me buscaba, yo lo buscaba á él. .("'0
quisiera acordarme de los sucesos de aquel tiempo; y á esa
paso, ninfjún incidente, llar insignIfioante que paruzca, se
me olvida.
Ha.bía entonces en Cali, en el barrio del Gran Padre an
Agustín, una nluchacha plebeya de p r grina hermosura,
llamada Dolores Otero, á quien los pocos que la conocían lo
hab\an da.do el sobrenombre de la p'lo?' del Vallano. Ella conl-
petia con las doncellas de la nobleza en dignidad y n recato;
pero, francamente, ninguna muchacha nobl había que pu-
diera conlpetir con ella en la seductora gracia de su rO$tro y
de su talle.
. ~{i primo conoció á Dolores Otero una tarde, al sálir de
la salve que se canta en la iglesia de .... uestra Señora de las
110rcedes todos los sábados.
La pasión que concibió por ella fuá la n1{is v iolenta que
haya dominado jamás el corazón de un lnortal.
Don Henrique no tenía secretos para mí, y estoy refirien-
do á vuesa Paternidacllo mismo que él me refirió en el seno
de la~más Íntima amistad.
N o le diré ahora todo lo que él hizo para entrar en la casa.
de su amada y relacionarse con ella y con su padre.
Ella no tenia madre, y su padre, que frisaba en los se.,

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]87

Qcnta y cinco afios. estaba enfermo de reumatismo y no S8


lllovía de su apo~ent(). {Tna criada vieja les servía, y no ha-
bía otra persona alguna en la casa.
Esa familia era pobre y vi vía únjc~mente del trabajo de
Dolores, que era la mejor costurera del barrio y la más soli.
citada.
La casa ~e componía de un a.ngosto za.guán. un corr~dor,
una sala y u n aposento, En el extremo del cOl'redor había un
Ctlé"l.1'to bastante espacioso, que era el costurero de Dolores y
que tenía comnnicación ('0n la Ré. la. En ese cuarto dor.nía
ella, la criada en la saht. y el enf ¿rOlO en el apoRento.
LUE~ go le diré cómo vine yo á conocer esa 00.:'(1 y 6. ser en
cierto mpt!o actor en esos tristes anlores.
Ali prinlo me daba cuenta día por día de los progresos ó
más bien ele las dificultades de u arllcrosa empr88a, y todo 10
que 1ne refería lo recuerdo a hora como si estu viera. oyéndo-
lo, lo cual on~ist~ en que nunca he c.l ~jado da pu~o.r en eso.
UOlnenzó, pues, á pel's('guir á la pobre rnucl1acha con su
aro l' desespe~'ado y loco; plro en esa. pl~b3yél. de diez y ocho
años eucontro una r ,n.
Argulncnto~, ru g'os, obseqnios, promps~ . todo fué inú.
til, y es:\, r si~tenci[t. co!n succ;de siem pro, daba. 1nayor in ...
centivo al fu go que lo devoraba.
na noc} e, u, n<1o él pen. aba hah rla convencido con
su elocuencia, ella le lijo: ustp.d . un caballero nobl(", primo
del orgulloso sanol' A 1f I'J'PZ I{ . . al. ri o y bien fiucado ~, o soy
una. much#~cba de hun1ilde nacillliento, po re y sin más ins-
trucción qu la 'el Cat ~cisnlo, pero ,ta me basta. :'1ienuo
tan humilde como SO" no tengo Inás adorno ni má . riqup.za,
ni lnás dote que lni honra; si esta la pierdo, todo lo he perelí.
do; si la conservo todo ]0 he ganado, y á ninguna ~eñora le
llvi Ho nada, porque lne coñsiclol'O rica. y Houle y me siento
orgullosa. N o 01 vide, pues, usted 'u calidad ni la mía, y dé w

j.:vme, tranquila.
El se quejó de su insensibilidad y de 10 poco en que esti-
lnaba su ardiente amor, y ella le contestó quo no era in en-
sible sino esclaba de su deber; q"le había un joven carpinte-
ro, muy honrado y bion parecido, que le había propuesto
matrimonio" y que tal vez lo aceptaría por esposo porque era.
de su clase y del gusto de su padre.
Esta noticia pus.o el colmo á la pasión del desairado
amante. Ya he dicho que él era de carácter sua ve, pero esto
no impedía que fuera enérgico y resllelto llegado el caso.
Además, en medio de tanta.s bellas prendas tenía un gran
defacto, porque nada hay completo en esta vida: mi primo
bacía voco caso de los timbres de su raza .

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1 '8 EL ALFÉUEZ REAL

Resolvió. pues, casarse con ella y al mon1euto se 10 pro-


puso; pero ella, muchacha juiciosa, rechazó tal proposif~ión
C01110 un disparate y l~ hizo mil observaciones. Esa noche
no pudo obtener que ella aceptara ]a propuesta. Compadre,
en esa gente plebeya hay corazone8 orgullosos, almas castas
y virtudeb desconocida~."
- A lni me lo dice, compadre? contestó el Padre Esco-
varo Continúe vuesa merced.
-"La lucha continúo por varios días, hasta que oonsiguió
comunicar al pecho de ella la pasión que ardía en el suyo.
Al fin con,~ino en casarse. Pero él le hizo ver que todavía
.era hijo de famili~, que su madre no dalÍa u cODsentimien.
o pa.ra ese matrimonio, y que era preciso celebrarlo con el
Dl:tyor secreto, sin que nadie llegara á sospecharlo siquiera;
pero que él tenía ya v ~inticuatro años, y que al cumplir los
veinticinc0 publicaría su enlaco y la presentaría al inundo
como S11 e posa legítima.
En efecto, la madre de Don 11 nrique (él ya no tenía
padr'e, pue lo había perclido siendo aún muy niño), no ha·
bría aprobado janlás una unión tan deRjgual. porque era una
se llora d muy alta calida(l y, c 1110 tál, urgullosa; y que
corllprenrlía, corno ra justo los fuero ele la nobleza y defen- .
día con terqueda.d la' preerninencias de su familia.
Las condic·ones puestas por Don Henrique suscitaron
nuevas dificultades; pero acertó á pa ar por eRta ciudad un
,~abal1ero quiteño, que regresaba de 'antafé ti, <.-¿uito y que
.era anli~o de on 1:1 nrique: ést rp.so]vi ') aprovechar esa
ocasión para irse acornpañéido, porque ya habían terminado
la.s vaGa~iones Cuando Dolores supo que su arn - ute h' bía
de partir dentro de quince díaR. intió profundo pesar porque
realnJente lo amaba y en esa situación de ániulo se prestó á
b acel' 10 que él le exigía.
Esto que llevo dicho hasta aq'lÍ me ]0 contó mi primo
Don IIenriql1e; de 10 que ~ig'ue fuí testigo pre encíal, aun-
que:contra mi gu""to. .
Sucedió, pues, que una noche, á eso de las diez, estando
yo en mi cuarto, se me presentó Don Henriq ue acom:pañado
del caballero quiteño con quien debía hacer su VIaje, y
que era ciertanlcnte un sujeto decento é ilustrado. Don
Henrique me dijo:
-Primo, vengo á. exigir de usted un gran servicio, el
más grande que pudiera concederme jamás.
-IIabla primo, bien sabes que estoy sienlpre á tu dispo..
sición.
-He resuelto cat3arllle con Dolores.

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-Casarte con Dolore~? exclamé COIl el m?yor asom '&1'0 ~ Cl\Stll'tG
con Dolore~~ Estás loco? PifJnsss siquiera on 10 que dices?
-Lo tengo Lien peusado y es cosn. resuelta.
-Pero no piensas en tu uu\dre? ni en las oh~igacioneR qne te
impone tu ilustre sar.grt'? ni en las pxigencias de la nobleza? ni 03
la oposición de todos tus pnriente8 ?
-E~l todo epo he pensado, primo, y h~ veni:1o á conV(n~1'nle
de que mi urnor 88 más grande que tr)d~8 e~ns dificultades. Me ca.,a ..
ré: no habrá poder hUOlano que me lo 1Tuplda.
-IIn,z lo que @e te t\Tltojc, contesté So con impM;ienchle En ese
dflsagradholJle asunto me lttvo las manos.
-No, primo, replicó Don Henriqlle, no se 18.",srá l.sted las ma-
n'Js, pues el favor que he vcnido á pedirle :lO le permitirá eao.
- y cuál es (se favor?
-Qua me sirva usted de padrino en unión de mi amigo Don
Juan qne está prc8ent~.
Al oír t31 petición, salté de mi asiento como lanzado por un r.,...
!orte. Por la Virg 'n SantLimu! exclamé: uhorst sí no me qnedu un-
da de !lec has perdido el juicio. Yo padrino de cse nlntrinlOI!io tun
designal? Autorizar JO con n1i presenciu scmej~nto de8propósito?
Jumás!
-Oiga lltSted, primo, m~ dijo con la mayor dulzura: yo quiero
que nlÍ casamiento se haga cn secreto, porque mi macro, on su orgu-
llo, moriría de pesadumbre si llegara á saberlo. Sieudo ust~d uno de
los t('stigo~, nada tflngo que tamer, pues Dolores ~uardal'á el secreto
porq ne me ama; el Sacerdote lo guardará por su nlinisterio, pues yo
se 10 he exigido; usted y Don Juan lo guardarán, porque son caba-
l1el·os. N () quiero que int.orvenga m ajer alguna, porque con úna qne
lo sepa, aunque spa con el carácter de nladrillfl, bastsr~ para que 10
asopa todo el nlundo.
-Pero cómo es que temes que tu madre muera a~ saberlo ahora,
y no tenles quo m llera tnÁE! bU'de cunnrto al fin lo sepli?
-Yo he resuelto casarme ahvra; ' ir á Qnito á eoronar mi carre-
ra; regresar dentro de un afio, y cntonCl1S recoger á mi esposa y tras.
Jadnrole con ella 3 Qu ito, llev á ndola en ftecretlj. Allá. sera. bien reci-
bida por toda. la noblezR. Usted sabe que tengo pattimonio propio.
-lIsa lo quier~B: yo no ffi9 meto en tus cak\veraclas.
-Bien, primo, dijo Don lIenrique, poniÁr.d')sa de pie: perdone
tlated. Veo ciertHmente que por mucho que me' quicra, 01 eervicio
que Je pedía es demasiado costoso para su carácter, y yo no deba
abuear. Adi6s, primo.
Diciendo esto, se volvió á 8U comp3fiero y le dljO:
- V ~mos, Don J u ~n: cualquier ~ecino á quien hagamos lovan-
tar de la. cama, será el otro teetigo. El secreto será imposible; asi lo
ql1errJi Dios. Vamos, que el Padre espera.
y BO dirigió co"c su cE>mpafiero á la ruerta.

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190 Er.. .ALFÉUEZ lmAL

Al verlo salir y al comprenje.t cuánto iba sofriendo esn nlma


!lobilísima por mI tuda frnnqneza, tuve un momento de debilidad,
lTruy rara en Olí, per'l que prneba cuanto amaba yo A ese mozo.
-EspéraIDe, Don lIenrique, lo rlije (y tomé mi s\'mbrero, leí
capa y mi espadín): no se dirA que to niego el únjco fa~ol' que hasta
hoy me has e"igidu. Muy COSt060 es, poro te ]0 concedo, Bucesa lo
que Stlc('d iere .
.Mi primo me esper6, apretó mi ma1'\O con efllsión, y l!a1iruoe á
la calle. Eran lm~ once de la noche; pues el hltarcado entre mi primo
y yo hab:a dnnl<lo Ilnt\ hora; tod'l el mundo dormía ya, y la clu\tau
ce6c!ln~aba en el D1ás profundo sj]('nclo.
La noche estuba muy oscu ru: seglll m os los tres igual mcntp. ~m­
hozados en n tlestras CMpa~ hacieodo el menor ruic10 podble; n~d ie
8urlaba por las calle~ á tsn horu; á nuestro 1H1dO ladl ab~n los perros en
tod06 Jos solares amenazándonos por entre Jo ' palenques de gURduu.
~08 dirigImos al barrio de la Ermita: una cuadra abf1jo de ('S8
iglesia, en uo cas('ró~ viejo que tiene un balcón, vi vi.: el Prtdre Ao-
drade, pacerdote má! quo 8cx!lgenarioo TocamoR BuavementE\ en el por-
t6n j el Pudre m13mo) que nos había fisto Jeide el balc6n, n08 abrió
lat. pnel'ta porquc estaba eBperán(jo~os y tOfia su familia d r)rmía y!'l.
lfi primo le habia roga.do que lo casará, encargéndole el secreto
y diciéndole 1ne tenía todas las dispen8a~, porque en efecto las habla
pedido :tI TlnsttÍsimo sonor Obispo.
El Pudre tomó su sombrero y t:lU bastón, y envuelto en su man-
teo Si2'lli6 con nosotros por la calle oe San Agustín ab,,1jo.
Ll('gamO!!J á casa de P01oroao Eran más de las once de la nocho.
Su anciano pudre dormia ya en 8U aposento ! la criada en ]a eglu;
Do}{'rcs nos esperaba en S 'l c~arto.
La escena que había posarlo en mi caaa entre mi primo y yo, !na
había comunicado cierta sensibilidad que me hacía perClbir emocio-
nes antes descoIJOJi las. L~ CU8U. d~ Do~oreB nlA pareció muy modes·
tl\, l1ero <;1 cuarto de olla muy aseauo. Estaba completamente BO]tt:
una vela de sebo ardia sobre una metllit'l costulOe)'a. Ollando llegámo8
á la puerta del cunrto, 83 pUdO de pie para recibirnos, y fue grande
su asombro al vC:'rme allí hucien10 el papel de padrino.
Por mi part(' confieso que al ver tar,l soberana belleza, disculp6
el frenético amor de nli ;>rimo. La examiné do pics á cabeza y Beo-
tí cierta especie de ternnra al verla asustada y pálida, y al observar
que ]a pobre muchacha se había poesto, para solemnizar ese acto tan
BArio para ella, su vestido del día ilomingo que ~ra muy rnodesto y
sencillo, y de tela de poco valor, propio de una doncella tan pobre.
La sal udé con carino, pues mú 3ed ucía su reoato, y en 8Pguirla ee ce-
lebró la ceremonia. Dentro de diez minutos estabun ya CllScld03.
Antes d~ retirarnoB, Don Henriqne le dijo á la que ya era su
espmm, las Blgllientes palabrüs ltelante de nosotros:
~ -Este matrimonio no fI~ st\brá por boca del Padre quo es B~"o.

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O}.c7IDEN CIA.a 191

na de toda con6anza. ni por lOS padrinos que Ion caballero8 y- han


prcmetido guard.u el secreto, ni por mi, qUQ na lo pubhCtllé flino en
tiempo 0tl0rtuuo. F.I único peligro está en tí misma: me juras por
la salvación de tu al ttla no reve!arlo á nadie, en ningún caso,
heaeta que yo lo publique? Ella contest6 mansa y dulcemente: sí lo
jaro, Ahors, dijo mi primo, qlledo trauquilo.
Quince días después partió mi primo para Quito.
Yo n o vol vi 6 la casa de Dolores para no dar sospechas.
. Un poco más de ocho meses haría que mi primo habíA:partido,
cuando un día) estando en la. mesa;:'me dijeron:
-Hoy ha n1 ncrto u na de las doncellas más hermosaa de O&li.
-Cuál ha sielo ésa?
- Un~ á quien llamaban la Flor del Vallano.
Indecible fl.1é el terror que me cau6Ó semejante neticia,""'pen!&n-
~o en Dli pobre primo • .
-De qué moril'in P prcgnn té.
-Dicen que de r¿umatismo.
Mi terror cre\.'ió cuando un mes desf>u'a ea me present6 mi pri-
mo, que no habia podi<lo tolerar una ausencia tan larga.
Inútil es decirle todof 108 excesos del dolor do) infeliz Don Hen.
riqne: bástele saber que por mucho tlenlpo estuvo en peligro de vol-
verse loco. No volvió á enamorarse de mujer alguna, y hasta qtle
murió vl-vi6 siempre mcl~ncólico.
y
Afios d~8pnéB pprdi6 á su madr~: entonces quiso realizar UD pro-
yecto de que me hahlaba constantemente: queríA. viajar por Espal1a.
Veudió, con tal fin, todos 808 bienes y redlljo el valor do ellos á
onzas de oru y á 01'0 en polvo: todo aacedia á treinta mil pataconel.
' Ya en vísperas de purtir, 8e c~leblarvn en Oali esas detestables
Beatas de Son Juan, on que s~ cometen tant s locuratl. .Los amigad
de Uoo Henrique le exigieron con iostsllcias que, á la despedida, loa
8C!ompf\8ara noa tarde; montó en BU brioso oaballo, y corriendo por
la calle do N'ueetra Senora d~ las Mercedps, al doblar una esquina,
ea un em pechado, fuó lanzado por (ll caballo contra laa piedras. Lo
levantaron Como muerto y llamaron al Prior de San Juan de Dios
l1tu'a que lo ~si6tjera como médico; el Prior dcclltró ljUC moriría, y
qua era preoiso dispusiera Jo relativo á HU alma y á 8U8 bienel. Se le
ndminietr.rc.D los sacramentos, y despné3 de esto otorgó su testa-
men t.o en el cual me nombró d~ universal heredero. .
~li pubre primo murió á lOe pocós dia~.
Su caudal, COlno he dicu ) otr. vez á 'Vnesa Paternidad, e8tá. in-
tacto, en 1061 mismos bllnlea en donde lo dej6.
Tál es la triste historia del malogrado Don Henri4ue de Oaice·
do, nno de los ~aracterea más nobles que producido mi fami.lia. na
Ahora, dígAme, compadre, p'or qué h" ~ombrado vue¡J-a Pa!er.
»idad tí Dolores Otero P pues semejante mención no ha P9dido me-
n08 de ~aril8rrile lorpreaa." · .

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CAPITULO XXVI.
El resto de la historia

Cuando D"n Mannei termi'n6 su rotación," tomó la palabro el


Padre E&COyaf y habl6 así:
- Voy á satisfacer, compa~e, sn cnriosidaa-_ 861'0 ~ac8 ciDOCJ
..1108 q.~ por casn~lidad vinG tÍ ser' psrtici pe de ose rrecruto-.
El P&llre A:ndrade murió octogenal'io, hace cineo aftOS'o
En lOlt últimos dial de BU onfermedad salia ir yo por las tard ..a
f visitarlo" J oonao-I3Tl<>,. paea scntia parti~.lar plooe~ en ooDTersar
conmigo-.
En b888 eOnTeraaelODes me-- refería algunos 8'tlccsoa raros de Stll'
larga vida de sllcerdote.
UDa iarde- m~ dijo:: &: Vengo á re~elar á V~8a P8~rniciad 111!l'
llecfto cll'ri"oeo, qne ha sido hasta boy un secreto y quo como tlll se lO'
cnento, aunque ya !lo hay mo~iTIl p~Fa g~8rdarlo. Sepa, pues, «¡He
el senor Don Henrlqne de (Jalcedo se caso geCTot amente, hace comO'
d ¡ez y ocno aAo" con llDa moehaclra mestiza, d~l Vallao.o,. 1lamBda
Dolores Otero:- yo )08 C81té. (JuandO' él me rogÓ' prese:lelara su ora-
trimonio, encargáJldome el 8eeye6o-mientFae Begabaá an-mt\yor edadgo
me dijo que tonia todas las licencins necesaria8. La noche del matri-
monio-,. á tiempo de proceder á easartos, m"a entregó un pliego cerra·
do pero- no pegnoo, que según él oontenÍa las lic'3ncias .. Yo rccib\ C~
pliego' J sin leerlo 10 gll8rdé y celebré el matrimonio. Al fin del me,.
quise entregar e~ pliego al &&Or Cll-ra Doct&r Don FrancisJo Ja ...
,.ier de Nagle,. para que asentara h partida en ] 6 8 ltbros parroqu}ulcs;
pero al abri ..lo 7 encontré- solamente la dispcma tlc ]na monieioncs ca-
Jl6nieas, y no la li:ee::lcia del PáFroeo Doctor Nagle, que era india-
pensable ral'a la Yulidez fiel matrimonio • .Esta circunstancia roo mor-
tificó muchísimo, porqoo cotllpi"endi que yo había cometido una gran-
falta en no haber exigido- de 108 cont rayente.! esa hC3ncia del Cura.
Sin embargo, me consolé pensando que el Doctor Nagle realmente'
1M hübría dado-,. y que Don Hcnriqoo habria olvidado 1'eoibid». Fai"
pues, á Ter al Doctor Na~le J le pregnnt.é de una manera d'irsimulada
c 'lánto8 matrimonios hahía celebrndo en eee mes, y me dijo: "tántosw..
l y uo le ha dado vuesa lJ'H)rccd licencia ti ningún otro s'loordoht,
]J1'ra celebrar alguno? Me di~ que l}O~ Mo conyerlcí, pucs, de q.\lG
nabia oorado de ligero al no eXam¡'n~r el pliego que me en.tregó Do!)
Henriqne, y oom'p rendí también que este senor no sama ~ era ne·
cesaría la licencia del Cura para qu(' el matrt~onio :fuera válido;
pnes Y06S8 Paternidad I~,be que,. según 10 ordena el Santo- Oone;1io
Tridentino, \odo mntrllDol1io debe ooleb-rarae prlB8tm.te Parocho.
Por fortuna para mí, la cosa era fácil de remeditlrso, pU~8 bdstaba
advertirle A Don Benriqu-o qUí> ese m'ltrimonio era nulo y que
~bia en oonci~n(Jia ri validarlo. Fui' buscar á Don Bonrique, .,
.upe con gran diagq"to que el día 1.nteriol' habia partido fara QuiSo..

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193

Eotonees resolv{ espe-rar.á. que T.olviera, seguro de que él


repararía inmediata.mente la. falta, porque era hombre muy
honra.do y muy eu.mplidG eaballero. La desgracia .quiso que
la. muchacha muriera á 108 ocho ó nuev-e meses, de suerte
que cuando Don Hent"ique regresó~ la encontró ya. sepultar-
da.; y el pa.dre de eU8., aIl~iano paralítico, murió en seguida.,
tal vez de pesa.d.umbre. No tu ve., pue~ neee6idad de decir-
le nada.'
Esta, aña<l.ió el Pad.r.e E&eovar, me relirió -el Padre An-
drade.; perG yo sé por eoaducto fidedigno, que D~lores na
murió de reumatismG sino á. coo.s6ell:encia. de alu.mbramien.to;
ella dió á luz un nido.
-Un aiño'? repitió Don Manuel, alzándose v'¡olenta.n:Mn-
te del asiento; un nido? y en dónde está ese nido?
-Ese nifi.o~ contestG tranquila.mente el Padre Eseovar,
urió con SI1 madre..
- Desgraeia! desgracia1 murmuró Don Manu.el, dejá.n-
dose caer desalentado en lá sina.
-Más vale, compadre: ese niño no tenía padre legitimo,
puesto qu.e el mat1.im<Hlio de sus padres fué nulo. .
-Se equivoca vuestl. PaternIdad, replicó Don Manuel
~on cKaltación: ese nifi.o era hijo legítimo de Don H-enrique
eCaicedG. Si á. ese matrimonio lo faltAba una licencia, cu·
yo requisito mi primo ignoraba, .él lo habría l"evalidad<l si
Dolore no buhiera n uertG. Sí, compadre: esto puedo jurar-
lo, porqlle Olí primo contrajo ese enlace de buena fe, y nun-
ca. pens6 en engafiar á e s a pohre muchacha. Sí, á mi n16
consta., yo fui .t ostigo de 8U honrado y sincero amor y de su
lIlatrimo,ui~, así como 10 fui también de que por poco vo en.-
loqu.eee al saum.- la Inuerte de ~u legiti na esp08a. Ojalá. vi-
viera ese ni.ño, y velía vuesa Pat.eJ:Didad si Don Manuel de
Caice o es hombr6 de bien j sabE.\ reeODGCer su saDgr~.
Diciendo 8i::1f se golpeaba. el pecho .con la man{).
-Me alegro mueh<>, dijo el Padre Escovar, de que vues8.
merced brigue ta.n generosos sentinlientos; y siendo eso
así, ya puedO hablar con seguridad y franqueza.. Compadre,
ese niño vive.
- Viv.e? En dónde est-á.?
-Está aquí., en fiU casa: Ese ni.do es DanieL
-Daniel1 repitió Don Manuel asombrado..
y dirigiéndose á la puerta grito;
-Daniel. D.auiel 1
-Es~re un poco, compadre, no se precípite: me falta.
deeixle COntQ sé que Daniel es hijo de Don Henrique de Cai·
.c.e.do y de Do]or.es Otero.
- Basta conque vucsa Paternidad lo asegure..

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lIL ALFÉREZ nltAL

-No, eompadre~ oiga: Dofía Mariana Soldevil1a, que es


quien ha criado á Daniel y de quien he sido sietupre su di·
reotor y consejero, era madrina de Dolores y sirvió á esta en
el aoto del alumbramiento, Dolores le entregó el niño, al na.
cer, tarde de la noche, rogándole se lo llevara consigo. para
que el anciano padre de ella, que estaba enfermo, no fuera á.
oirlo llorar; y le entr~gó también un paquete de oartas para
que se las guardara, si aoaso se empeoraba. Le rogó encare-
cidalnente le guardara el secreto, hasta que el padre del ni.fio
ocurriera por él, si ella moría. Puro uo le dijo que era casa-
da ni quién era el padre de esa criatllra; al día siguiente se
sintió Dolores muy mala y mandó Balnar á su madrina, sin
duda para revelarle todo; mus ouando Doña 1\fariana llegó á,
la casa de la enferma, la encontró ya desnlayaoa, y á poco
rato lnurió. Todos creyeron que había nluerto de rf\umatis-
nlO, porque ella había fingido tener esa enfermedad, dicien ..
do que era dolencia común en su falnilia; y ha('Ía e~ to para
estarse en la cama y ocultar la situación en quo se hallaba.
Esto hace ya veinticuatro años. l\fucho de3puéR, ahora 6ei~
afioR, cuando vine á ser el director do Doña. Mariana, me
confió .ese secreto y nlA presentó las oartas, para que vierA i
de ellas resultaba alg'una luz acerca d~~i padre de Daniel;
pero las cartas están finnadas, al par cer, oon un nombre
8upuesto, y fechadas en Quito. Véalas aC}uÍ.
~~l Padre Esc var entregó un paquete corno 00 ocho caI'~
tas, las que recibió ansio"amente Don l\tanuel. diciendo:
-Estas cartas son lni priluo, e ... t e. su 1 tra, y ébtas
pasa.ron por lui mano á la de Dolore~, pues venían inclusas
en las que éllne eHcribía; sí, ellas on: aq4Í e tá ~l sepdóni-
roo conque ~e firmaba., porque asi habían uonveni (¡o.
Don l\lanuellas examinó un rato, y en. rseguida las iotro·
dujo en un cajón con nlurcado respeto. El Padre continu 6:
-Un afio deRpnés, esto es, ahora. cinco, Ule reveló el
Padre Andrade la otra parte del secr8to; pel~o viendo que el
m 'atrimonio de Don Ieuttique había ido liulo con1 'endí
que na la podía hacer yo en favor da Daniel eon relaeión al
reconocÍlniento como hijo de Don I-Ieuriq1l8. Entoncos, nlO-
vido á compasión, lo tomé corno discípulo para instruirlo y
educarlo, y más tarde lo coloqué aqul al lado de vuesa ruer..,
ced, esperando que sería bien tl·até".tdo y qne la sangre haría.
su oficio. Esta es la historiá. Daniel es pueR, hijo legftimo
de un noble y por consiguiente es noble, puesto que según
nuestras l~yes, la nobleza la da el varón.
Cuando el P~dre acaoó de pronunciar estaR palabras,
ya Don Manuel, con la acti vidad propia de su car4cter, esto •
ba. en la puel'Íi¡., y abriéndola, dijo; _ .

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RL Hli:HTO nE rJA nISTOPJ.\

-Roña, di á Doña Inés y á Daniel que vengan.


non ~Ianllel se rU<1.uifestaba f;urnnmente excitado.
Un in~tante dp paéd eutró D.1n1 ,1 el primero_ D·\o i\{a-.
lluello alH"azó estrBchamente y luégo lo separó de ~í y se
puso á conternplarlo. Ese exanlen terminó por una sonrisa
de satisfacción: sólo en ese mOlllento 80 había dado cuel1ta
de que Daniel se parecía mucho á su priIno Don l:Ienriqne; y
entonces con1prsndió por qué le había caído t:ln en gracia
ese mucha.cho desde el pritner día.
-Siéntate Daniel, le dijo, t "nemos que hablar.
A ese tielnpo fué entrando I)oüa Inés ('on la majestad
de una reina: l:>erÍl.\, pálida, irnpa ible: ya nada en el olunda
le inlportaba nada.
Don llanuel le preRentó un asiento, y sin más rodeoa
avocó la cUt'stión.
- Doña InéR, 6S verdad ql1e vuesa n1crced quíere casarse
con Daniel?
Era é ta la primera ye7. que la trataba con e~a cortesía.,
Doña Inés se alannó, se pU30 todavía m;.ís pálida. y con . .
testó con iIlsegur~ voz;
-Qu'én ha dicho tal cosa? No sabe su merced q'le n1i
intención es hacerln~ illOI ja? Podría una Do\'icia aurigar
Remejantes de8eo ? Puedo yo, do~pués d la r solución que
bo tOlnaoo, amar líeit-n1ente á nadie en este munoo?
... 1 deciT esto y al ver que Daniel e~taba allí y la oía. yal
pensar que sin quererlo le -tab d( strozanclu 1 corl:'zó 1, 80
1< o ri rnió el uy de t:. 1 n13,11(. r o. q u no pudo r i tir y r IU-
pió en n· nto á ~ 110Z( ,S y se cubrió t .. l rostrO con el pañuelo.
l'Oll Ianuel la OfljÓ llorar. y yolvié l"ldQ, e á Daniell dijo: -
- y tu t.arnbién lo 11 "gal'á:..,? 1: o es cierto que quieres c¿ .
sarte con toña. inúH?
ani 1 que tonta ya el VU]0T que puede uar un afi de vid-
militar y que en ese nlom nto sentía InA torlll ntos el 1 inficr~
no iel do !lota' á Dolí" Inés sin poder con~olarla, conte~tú:
- Yo no aspiro á casarme e n ella, porque no la nl '-ez-
COi que Ri la lllereciera y ella Dle amara, file Ct\BarÍa ahora.
DlisnlO aunque me costa a la v ida_
-CoJnpadre, exclamó Don 1fanuel volviéndose al Po,dra
Escovar, oiga cón10 conte ,ta esta muchacho: no hay duda,
ésa es lni sangre: la reconozco.
Dirigiéndose en segl"'ida á Daniel le dijo:
-Danie1, acabo "do saber, por mi compadre Escovar,
.quiéne~ fueron tus padres~ eres hijo legítimo de un granda
arnigo mío, de mi nlisma familia, y llevas un apellido ilustra
unido á una considerable fortuna. Ahora puedes escoger la
esposa que quieras j no será ciertamente tan hennosa. ni tan.

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arrogante como Dofia. Inés: eso no, yo soy justo; poro busca-
remos una que se le asemeje entre lo más selecto do la no-
bleza de Cali: ninguna señorita t quienquiera que eea, te ne·
gará su Dlano: yo mislno sp,ré quien la pida. No te aflíjas.
pues, por<).ue Dolia Inés no quiera casarse contigo.
-Si SI quiero, dijo Doña Inés en '\"OZ baja, enjugándose
las lá.grimas.
-Ah, picaruela, dijo Don Mauuel viéndola y sonriéndo-
se ('on ella; si sí quiero! Ya sabía. yo que sí ~uerias, y que
por no poder hacerlo te en~rab.ls de monja. Es'), resolucióu
te hace grande honor y ahot:a te quiero lnucho ulás que antes.
V.en acá Daniel; Inés, dalne tu mano .
. Poniendo esa blanca y pequeñita mano de Doüa Inés en
la mano de Daniel, dijo:
-Daniel, yo te otorgo la mano de mi ahijada Dofia IDés
d~ LaTa y Portocal"rero. Inés, hija mía, jamág peni\é
que llegaría.á dart~ un e~poso tan de n1i gusto: es nobl~ yes
ioo: la voluntad de mi compadre Don Sebastián queua. CUln'
plida. 'fe .casarás en el mes entrante, el mismo día en que
debías pa¡·tir para el Convento.
O.Qni~l se inclinó y besó la Jnano de Doña Inés prímero,
y después la de Don Manuel.
En ese mOlneuto esos U08 jóvenes que habían entrado
alH pálilios y abat:d-4)&, apare.clan encendidos y radiantes de
feli~jdad.
El Padre Esco ar .expresaba en su semblante una beati-
tud in .fabIe; tenía. elevados los ojos y parec ía q e á través
del techo estaba viendo el cielo· y bendecía el podor divino
murmurando por lo bajo, en latín, los signiente& versiculos
de un salmo:
u Tú abriste las fuentes y los arroyos; tú secaste los ríos
de Ethán,
" Tuyo es el día y tuya es la noche: tú fabricaste la au-
rora y el 801,
" Tú hiciste t-odos 108 términos da la tier¡-a: el esUo y la
primav~ra tú los formnste. " (*)
Volviendo Daniel de su arrobamiento, le preguntó á Don
){anuel:
-Quiénes son mis padres, sefíor?
-'Tua padres? ya lo sabrás; mi compadre te lo explicará
todo.
- Pero mi apellido? dígame iJiquícra. nli apellido.
-Tu apelJido ? deseas saber tu apellido? Pues bien, tu
apell ido 8S Caicedo.
-Caicedo? exclamaron á úna Inés y Daniel.
---
{1) 8~lmo 7S.

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lr.t. RE.!l.'O tJE t A. lltSTO ItlA lH7

-Sí, Caicedo: eres mi primo.


-Cuánto nla alegro, dijo Daniel. Pero sefior, ¿es verdad
que tellgo alguna fortuna?
-Sí. tienP,8 Ull caudal igual al de Dofia Inés; sin eso no
podrias casarte con ella, según la voluntad de tni compadre
!Jan Sehastián.
- En ese caso le pido UD favor: tome de ese caudal el va-
lor de Ferrnfn para que sea libre.
-Bien: desde este momento e8 libre Fermín!
Daniel no pudo resistir al deseo de dar pronto esta noti-
cia á. su amigo, y salió al cOITedot· y lo llamo. Fermin entró
en el cuarto. Don AIan ne1 al yerlo le dijo:
-Fermin t eros libre desde hoy: Daniel te da la libertad.
~"ertllín se quedó COlno una estatua, tal fué el asombro
que le causó tan súbita é inespt!rada noticia. Pero reponién-
dose un tanto, repitió:
-I~ibte !
-Si, libre, contestó non Manuel.
-Sin .:ni tnadre? preguntó con timide~~
Al oir esto, Don Manuel se volvió hacia. él y se pusó á
mirarlo con tal perai. tencia que el mulato tuvo que bajar
los ojos. Pero Don Manuel 6fttaba en ese momento de buen
humor. y repitió la pr~gunta de Fermín:
-Sin tu lnadr~? Bien, pues: yo le doy la. libert:\d á M3r-
tina: bastante me ha servido y bien la merece. Mafiana otor..
gard la escritura P" r ambos.
Ferruln salió corriondo como un loco á contarle á. su ma·
dre su inesperada ventura, y luégo fué con la noticia. adonde
Andrea.
-Ya soy libre Andrea, le dijo; ahora me consagraré á
trabajar para librh.rte á ti.
-No es necesario, contestó Andrea: lni señorita Inés me
ha. prometido darme la libertad el dia que yo quiera.
-Víle, pues, que ya es tiempo: desde hoy en tu mano
.está el que seamos completamente felices.
Don ~Ianuel dejó á Dantel y á Doña Inés en BU enano
con el Padre Escovar, y salió á dar ClJOnta á lJoña Francisca
y á sus hijas de su parentezco con Daniel y deimatrimonio
de é~te I.!on Doña. Inés, noticia que ellas recibieron con 6efia-
ladas muestras de Sla.tisfacción y de contento.
~~l Padre refirió á Daniel la historia de su -nacimiento y
concluyó diciéndole:
-Ya Ve8, i>anie1 1 que hay ,Providencia.
-Yo nunca Mudé de ella, señor, :r síempre 1 siguiendo los
consejog QP' vue~a Pat6rnidad, "poDía mi labio en el polvo
por si acaso habia esperanza. "

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193 -EL AI.. l':ÉUEZ nl~Atf

En la casn de Fermill rebozaba la. alegría: el habia 11~ ..


'~a.do á ·~·{artina la noticia (le su libertad, y ebrio de contento
se le ponía por delante bailando baulbuco.
-Pero madre) le decía~ qué ángel del cielo se ha apare-
cido en e~ta casa, que de un mOlllento á otro ha cambiado
tlue~tra ,'uerte ?
- l\,fartina le contestó) hablando despacio como acostum·
braba:
- ~o s€'a~ ~imple, hombre, qué ángel ha de er sino Ini
amo el Parlrp. JalYlÚ", ha renido aquí su tnerced que no haya
sido para nUtstro bien.
-Es lo que yo digo, decía Dou Juan Z8-mora deBpués que
supo la noticia d~l m' trimonio, no P,8 posible h~llar una pare-
ja más liuda: para en úno son: si pareceu aluboB sevillanos!

•••
CAI)IrrULO XXVII.
Con.clusión.

En tos días Riguientes al de la eS0ena. que aC3bamog da


l'ef '"'rir en el capit ulo ante rior, D o n l\íanuer 1 e~ plicó á Da~
i el qUi'11 ha bía sldo su P< dl'e y le ha.bló d él con el ntu-
siasnlO apd.~ionado que sentía sit!mpre que llolllbraba á su
ululogl ado pri mo.
nO! t. iariana Soldevilla, por su p'lrte, le explicó qui' n
había 'ido su 111adre, y se la pín tó con los colore mi bala.·
güe ños, 'omo un portento de herm0sura y, un dechado de
virtudes. .
El feliz· lnan~ebo, oy ndo esoe:: encomios tan e, nfoflnes y
de labios tan VAraces, se sentía enalTIorado de RUS padres y
pensaha en ellos con la veneración más profunda.
Entonces. e acordó del pob)~e maestro Saucedo, á quien
él había visto llorar por esa misma Polores, la FLor del Va-
lla,no, bajo la arboleda de Gatayá.. ·'No seré yó, Re dijo, quien
le revele el secreto de mi nacirniento: 980 sel'ía)o mismo que
darle una puñalada en la mitad del corazón. El g'larda en
BU mente la imagen de mi madre como la de una vil'gen sin
nlancilla: vale más que la conservo así. Yo iuventaré para.
él cualquier otra historia."
En el mes de Julio siguiente, en el nlismo día que estaba
se.ñalado para que la enamorada novicia marchara al COll-
vento del Carlneu, se celebró el matrimonio de Don Daniel
de Caicedo con Doña Inés de Lara y Portocarroro, en la ca-

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pilla. de 1rt hac~('nd,,; e] ~:-~Ycl'endo. Padre ~ray ~ osÓ .1 o.aquin
~;5covar les dto la bt'ndlclon nup~'la 1, con lIcencIa eSCrIta df 1
Doctor D011 Juan Ignacio ThfOI talvo, que era á In sazón Cura
de Ca li. Don .1Hanuel y su esposa fueron los padrinoR.
El banquetA de boda~, suntuoso y digno de la riqueza y
categoría de la farnilio., fué servido en el gran salón del riso
alto, destinado para CRe gBnero de fie~tns, y asistieron á é los
(~abanel'08 y las señoras lnás notables de la nobleza. calefia.
La fie8ta fné spléndicla.: 01 lno?imiento ~n ]a hacienda
era parecido al do un enjalllbre do avejas; los cri~dos tuvie-
1'on vacaciones d Rcle la víspera; los noyios. la familia de Don
JHanuel y él mi 'TIlO, stentaron un l'ljO orient.al; Don juan
Zamora fllé admitido ~ntre los convidados y estuvo muy 10-
cual y divertido corno legítimo andaluz.
DOJía el o~ fa y Doña Gertrudis quel í8n que hubiera bailel
pero ninguna s atrevió á hacerle tal petición á Don Manuel.
1 aniel se estableció en Cali con su esposa y abrazó la ca.;
rrera. de conH reiant a , ano había sido' la d , 8U • uegro. y trató
<le aUnlp.nttlr Ó por lo nleuos con. rvar su f0rt,una por medio
de 108 n ' lnecos, COU10 le había anunciado en cierta. ocasión
el Pad r E. 'ovar.
Uoüa Mariana se hizo amo. de Ha ves, auxiliada por 1Iar-
tina' Fero1in - ..A.ndr a se casaron: el primero quiso ser
~ielnpl' el pnj( de Daniel; y la segunda, libre yá, la recama-
l'cra oe Doña Inés.
La 8tH t te de lo delnús ·personajc~ de esta historia, la
Olnamos fi hn 'nte d la t adición.
Don l\fanuel alc~ 1 zó una venera le vejez; ya DI fin de su
... id recibió ti ~l Y CarIo IV la ~eñala la distinción d ser
no::nbrado C ballero de la Real y di tinguidc Orden de Car-
los IrI) que e concedía únic mente ú la virtud y al nlérito.1
como ]0 decía su divisa: 171'rtuti et 1nerilo.
Pero el Alférez l~eal que .' ~on~ecuen in d su avaniada
edad había dadv en varias extravagancias, de la cuales to.:
davía se recu rdan algunas .recogidas de los ancianos, á fin
de hacer una fiesta la más pomposa posiblo el dia que se cru-
zara caballero, nlandó hacer en QuIto la colación y los Jul-
res del refresco; y mientras estaba esperando esa pesada en-
comienda, lnurió cristianamente sin haber hecho la ceremo-
nia, el año de 1808. En Ca.li, siempre se habla del Alfére!i';
Real, se entiende que es Don l\1anuel de Caicedo y TenoriO
pues aunque hubo muchos antes que él y otro después, á é i
se le da en la ciudad ese título por antonomasia.
Doña Francisca murió lTIucho antes que Don ~ianuel.
Doña Josefa casó con Don Nicolás del Campo y La rraon dCl
y tu va descendien tes.lIermano de este Don Nicolás ora el emi..

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2 HJ

nente y sabio Sacordote Don )Iariano del Campo yLarraondo.


Húiia Gertrutlis murió célibe y ln1Jy 3u<.;iana.
Doña Rosa lnurió de monja. del Carlnen eu Popayán. ¿ Se·
ría este luonjío causado por algunos OIDores de~graciados?
. Don ~lannel Joaquín llegó á la vejez y .dejó hOllorable
d~scelldencia.
Don Fernando nlurió joven, á tiempo en que iba á orde·
narse de '¿u.~rdote"
Don ~Ianuel J obé ~p-cibió las órdenes sagrarlaR, llegó á s~r
Arcediano de Cuenca, tomó parte en la independencia de la.
Patria que se proclanló en lb 10 :r fué d :;terrauo á ~anila, en
las islas Filipinas. De allá "'·01 vió despuiH de muchos afios á
morir en su nativo suelo allarlo de su ftunilia. .
D.on Joaquín el lnás llotaole de los hijos de Don ~fanuel.
fué el últinlo _L\..lférez Real de Cali, abrazó con entu "¡aslllo la
causa d~ la. " ndellendencia, tomó las armas contra los ejérci ..
to' del Rey. fué nonlhrndo Presidente de la .Junta. de Popa 4

yán; y en Pa to, dehpué de una capitulación, íup fusilado


por los realit-ltas el 2ü de Enero de 1. 13. Dejó talubién una
faro ilía muy b.onoJoab1e.
El Padre Esoo\"ar '6 a.filió desde un principio entre los
patriotas; predicó la. independencia al pueblo calefio eu la
plaza púhlica; fné Vicepresidente (le la primera J unta revolu-
cionaria de Oali; y al fin fué preso y en \~iudo á España. Al ca-
bo de añ( s al anzó la libertad, \,. cuando venía en camino, un-
f'ioso por ,'"01 ver ti respirar 108 air()s (h~ su Valle. a.l llegar á
At'6pul(~o en M' jico, eut egó Hlt alnHt á Dios. Es segur.o que al
,",spirur, roo Ant r enY"irgili p lns:u·ía en ~u querida patria:
f) ,

Ei dulces 1IZUriells I'em in iscillll' ~.{rflus.


" De HU amada Argo" al nlorir s aru ·rda."
No L . otorgó Dios á. ali la he. nra <le que guaruara en su
aeno 106 re~tos lnortales de uno de snq más ilustres hijos.
Por últbno, j)on Juan Zanlolta hizo una pequefia f >rtu·
na. debida á la ginerosidad lel Alf ~l'ez R aL y regre~ O ú. Se . .
,,-?illa. &;e up-nta que al de pl'dir~D de su patrDn le dijo estas
palabl-as: .. 8eñor Don l\lanuel, n}e duele en mi alma sepa-
rarme de Vl10sa rnerced, porque 1 o he conoci(lo jaIuás un
hidalgo más caballero ni alás cUlllplí<.lo; pOl'O e lo qu~ yo
digo: ya estoy envcjecioo(lo y ueb') a.ccreOl'lnc á mi tierra,
pa.ra morir aflá. en las orilla.s del Guadalquivir."
Daniel y Doña Inés debieron de t uer descendiAutes y
éstos deben exi ,tir todavía; pero nosotros no hemos tenido
tiernpo para. averiguar cuáles son ello!'.
Lo {~iel·to es que ~on muchos los indi \~i.duos que en ali
llevan el 3.pellido de Caicpdo .
.;'1 , r
..... .

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íNDICE

Dedicatoria ...................... A .o . . . . JO" JO . . . . . . . . .o . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

De Caii á Cañasgordas ............................ 1 .o.. • • •

La hacienda de Cañasgordas.o • . • . . . . . . .. . .• . . . .. . . g
~ña Illé.s de Wr6...... '" ............... '" ........' . . . . . .. 13
Daniel .......... ,. .................... .................................... 19
El Domingo en la. Hacienda.. . .. . . . . . .. .. . . .. . . . .. 28
})e Catíasgor:das á Cali.. . . . ... . . . . . ..... . .•. ........ U
Cali eu.·· 1189 ........... o.'" ................. "" ...................... -'O .o

La Pascua . ............... -.- .............................. _...... _. . .. "7


La enfenu.edad 4e Iné&.o :-.. .. JO - .,. •• " 66
............... .o . . . . . _

La prGpueMia de A..r.év&1o ' ....... JO . . . . JO ... G3 - ....... " ........

Diana y Encfimron# .... .. ...................... _.. .o . .. • . . • . . .. 4J'1


Los dos huérfanos .................... _ ............. _..o .. . • . .. 81
El p.aje y Ar.éy.s.lo. - .. .. .- .. ~ .... .. .. o.'" .................. _ •• 87
U na BJl,telJ'".& M.c.:Wa ..... ~ ...... ,. ... ................ .o" ..
La Serenata.... .o.. . ........ ". .• - ...•... .o .
.o.
98 .o • • • .....
JO . . . . . . . . .

• • .. ... ••
t,
Las bodas en Catayá .. .- ...... _... _. ___ .... _...... __ l0'
De8apa.ri~ión ....... - .......... - _____ . _ ll~
o• • _ ....... " • • JI> . . . . . . . . .

El Radeo - ... .. . . ..• ..""''' ........ ' .-,¡o ...... JO 1~1


........ . . .A .. . . . .lO . . . . . . . . . .

Octubre en Catiasg6t"d.aS .... "',. .... ,. ........................... t 28


Rel e 10 ~perado .. .... .................. .' .... _... la.&.
.1".
JO ....

Las s@sioa.e. dPl ~y nt.a.n:iento ........... , ......... '" .... ,


La Jura de C~J,Qs IV .... , .... , ,, . ............... " .......... l~~
lacer y D.ol()(". _". '" .. ' .' ~ ~ .. . ~ Jo •• Jo 162
.................. _

El Con vente de San Frau.eise.o ............ ~ ..... ,.. ........ 173


(~onfidencia8 .......... _." . ........................... 183
El resto d.e la historia. ~,...
i ••• • • • • D2
... • • • • • .. .. .. • • • ••

COJlclusión ...... . . .. . . . .... ., .. ,," .... Jo l!)


.... . .. " " ............

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