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¿Cuál es la relación de María Santísima con el sacerdocio de Cristo?

El Concilio Vaticano II presenta a María como la Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, su vida esta
estrechamente ligada al ministerio de Cristo. Esto se da en virtud de su Maternidad Divina.
Es necesario recorrer las profecías de María como Madre de Cristo para meditad la relación tan
profunda con Cristo sumo sacerdote.

Escritura se puede ver cuan fuerte e indisoluble la relación que existe entre el Redentor y María.
Innumerables pasajes hablan de modo profético o directo de la que será la Madre del Mesías y
Salvador del género humano

Génesis 3,15 La Otra Mujer que no será vencida

«Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo. Éste te aplastara tu cabeza y tu
irás acechando su calcañar» (Gén 3, 15). Este pasaje es conocido como el proto evangelio; primer
anuncio de la buena noticia. Lo que se evidencia primero, es que es una mujer distinta de Eva, pues
ella no aplastó la cabeza, si no que fue vencida, por tanto, tiene que ser otra mujer. Si se vaticina que
«Él» aplastará la cabeza, como traducen los Setenta «autós», entonces es un claro vaticinio de que el
Mesías vencerá a la que venció, y María participa de esta victoria por su unión única con aquel que
venció; con el que herido murió y muriendo aplastó. Esta interpretación quedó confirmada por el
Papa Pío IX en el la bula dogmática Ineffabilis Deus. 1 Alusión que se esclarecerá a la luz del capítulo
doce del Apocalipsis, con este versículo del Génesis se abre el drama que es cerrado en la revelación
de San Juan.

La Virgen Madre de Isaías 7, 10-14.

«He aquí que la virgen concebirá y dará a un hijo y le llamará Emmanuel»


(Is 7, 14).

Ajaz Rey de Juda, en año 734 a. C. enfrenta una coalición hecha por el reino del norte de Israel con
Asiria he intentan destronarlo, el pueblo queda aterrorizado. Entonces viene la reprensión y
promesa del Señor por parte del profeta Isaías, este le afirma que si en vez de confiar en las alianzas
con los hombres confía en Dios no le pasará nada, y en aquel momento es cuando pronuncia este
oráculo, recordándole que la casa de David debe prevalecer. Primero queda fuera de duda que tiene
una referencia directa al mesías, el papa Pío VI declaró que es falsa la proposición que afirma que
no hay referencia a Cristo en este pasaje2. La palabra ‫ הָ עַלְ מָ ה‬ha-al'mah, fue traducida en los Setenta
como παρθενος (parthenos) literalmente virgen doncella, este argumento ya lo usaba San Ireneo en
su defensa, pues esta traducción fue hecha en Alejandría casi trecientos años antes de la aparición

1 Pio IX Ineffabilis Deus Cap. 9


2 CAROL, J. B. - Mariología, BAC, Madrid 1964, pág. 65.
del cristianismo3, y fue el significado que le dieron los 72 sabios judíos4. San Jerónimo, lo dice
claramente: «¿Si esto (ha-al'mah) significa mujer joven, que clase de signo sería este?» 5. Por otro lado,
para afirmar que es una profecía, ya el hecho de que indica el nacimiento de un varón, es un hecho
portentoso, y las cualidades que le siguen son sin duda del Mesías, por eso los Padres de la Iglesia,
siguiendo a los mismos evangelistas, no han dudado de aplicar este pasaje a Cristo, por ello, si esta
Virgen será la Madre del Emmanuel ya se ve una profecía de la Madre de Dios.

La parturienta de Miqueas 5, 1-2.

«Pero tú, Belén Efrata, aunque tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti
me saldrá el que ha de ser dominador en Israel; sus orígenes son muy antiguos,
de días remotos. 2 Por eso Él los entregará hasta el tiempo en que dé a luz la
que ha de dar a luz. Entonces, el resto de sus hermanos volverá junto a los hijos
de Israel».

Jesús, como prueba de su Divinidad, afirmó ante los judíos su prexistencia: «Jesús les dijo: -En
verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán naciese, yo soy»6. En el pasaje de Miqueas se
afirma que va a nacer uno que ya existe, cuyos orígenes son muy antiguos, eternos traduce San
Jerónimo7 en la Vulgata. Es una clara referencia al Mesías. La palabra ‫( עֹולָם‬olam) denota eternidad,
tiempo sin fin. El sentido de la profecía parece oscuro ¿Cómo el que va a nacer ya era? Con Jesús
queda claro, es Dios el que ha nacido en el tiempo, por eso se puede decir que nacerá, de aquella
que esta encinta, el que viene ya existía, pues procede eternamente del padre y como se hará

3San Ireneo de Lyon: Libro III, capítulo XXI. “Nuestro Señor nació alrededor del año 41 del gobierno de
Augusto, y muy anterior había sido Ptolomeo, bajo cuyo reinado se habían traducido las Escrituras).
No tienen, pues, vergüenza esos atrevidos que ahora pretenden hacer otras traducciones cuando
usamos las mismas Escrituras para argüirles y probarles la fe en la venida del Hijo de Dios”.
4 San Jerónimo, in Isaiam, 7.
5 Ibid. no 7 “A las palabras aducidas del profeta, preceden estas otras: "El mismo Señor os dará una señal". Esta
señal debe ser cosa nueva y admirable. Ahora bien, si -como pretenden los judíos-, quien ha de parir es una
muchacha, una jovencita, no una virgen, ¿qué señal puede llamarse tal suceso, cuando el nombre de jovencita
o muchacha no indica más que la edad y no integridad? Cierto que la palabra virgen se expresa en hebreo por
la de bethula, y que no está consignada en la profecía, sino que se pone la de almah 2, que las versiones -con
excepción de los Setenta- han vertido por la de "jovencita". Pero la voz almah entre los hebreos tiene dos
significaciones "jovencita" y "ocultada", luego la voz almah no sólo expresa una muchacha o virgen cualquiera,
sino una virgen escondida y retirada, jamás expuesta a las miradas de los hombres, antes bien, guardada por
sus padres con el mayor cuidado. Además, la lengua fenicia, derivada del hebreo, da con propiedad a la voz
almah el significado de virgen, y nuestro idioma el de santa. A pesar de que los hebreos emplean en su lengua
vocablos de casi todas las otras no recuerdo, por más que torturo mi memoria, haber leído jamás la palabra
almah para expresar una mujer casada, sino siempre la que es virgen. Y no simplemente virgen, sino en los años
de la adolescencia, porque también una vieja puede ser virgen; una virgen en los años de la pubertad, no una
muchacha incapaz todavía de conocer varón”.
6 Jn 8, 54.
7 San Jerónimo, in Michaeam, 5,2 El sentido de la profecía es el siguiente: tú, Belén, tierra de Judá o Efratá -y se

designa así, porque hay otro Belén en Galilea-, aunque seas una pequeña aldea entre las mil ciudades de Judá,
sin embargo, de ti nacerá el Cristo que reinará sobre Israel y que será de la familia de David. El ha nacido de mí
antes que fueran los siglos. Por eso el profeta añade: "su salida desde el principio, desde los días de la
eternidad"; porque "en el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios" (Jn 1, 1).
hombre nacerá de Mujer; hombre y Dios, por eso a la que le engendrará en su humanidad, se le
llamará Madre de Dios, no porque de ella proceda la divinidad, sino porque el que ha nacido de ella
es Dios.

V 43 «¿De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme?»


Ciertamente que la palabra κύριος denota autoridad, pero en el contexto de los versículos se refiere
al Señor de Señores, se refiere a Dios. Se puede decir que es Isabel la primera en llamarle Madre de
Dios; Madre de Mi señor.

Relación con el Sacerdocio de Cristo.

La Encarnación
Demostrado que María es la Madre de Cristo, quien es Dios, ahora debemos dar el siguiente paso, su
relación con el sacerdocio de Cristo.
El Mundo queda en vilo, la creación entera expectante a la redención de Cristo, asisten a un
tremendo espectáculo, Dios está pendiente de un sí, para poner su tienda entre los hombres.
María en nombre de la humanidad acepta la redención8, y en sus entrañas el Verbo se Encarna une a
la naturaleza humana en el seno de la Virgen, y en la intimidad de su vientre es ungido como Sumo y
Eterno Sacerdote. San Cirilo de Alejandría «el Logos de Dios se hizo él mismo nuestro Pontífice
cuando tomó carne y quedó hecho hombre como nosotros». Este momento es corroborado en la
carta a los Hebreos: «entrando en este mundo, dice: “No quisiste sacrificios ni oblaciones, pero me
has preparado un cuerpo». (Cfr Heb. ).
«María con su libre consentimiento, coopero a la institución o consagración sacerdotal de Cristo;
esta ordenación sacerdotal o consagración pontifical de Cristo no se hizo sin que ella diera su
consentimiento, como se ve en las palabras de San Lucas (1, 38): He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra. Ella, por tanto, dió el sujeto de la consagración concebido de sí
misma, y ofreció el lugar o templo donde había de hacer, su seno virginal, como santuario
consagrado especialmente para esto9.
Desde el instante mismo de la concepción lleva en su seno al Sumo y Eterno Sacerdote, pero
también a la víctima10, por lo tanto, su relación es doble: Madre del Sacerdote y Madre de la Victima.

Tomado de entre los hombres, en el seno de la Virgen.

Para que sea sacerdote, es necesario que sea hombre: «Todo Sumo Sacerdote tomado de entre los
hombres» (cfr Hbs). El Verbo de Dios puede realizar esta función porque se une así a una naturaleza

8 Santo Tomas
9 Alustrey
10 Ma,ria enim tanquam in sacrario ventris sui portavit cum mysterio sacerdotem; nam quidquid

in saeculo profuturum erat, id totum de eius ventre: Deus, sacerdos


et hostia; Deus resurrectionis, sacerdos oblationis. Hoc autem to-
tum in Christo agnoscimus. Dcus enim est, quod ad Patrem redit:
pontHex, quod se obtulit: victima, quod pro nobis occisus est. EM 849
humana perfecta. Y su función es ser mediador «hombres es constituido en bien de los hombres, en lo
concerniente a Dios» (cfr. Hb ) Esta mediación la puede hacer por la unión hipostática «La misión
característica del sacerdote es servir de mediador entre Dios y los hombres» (S.th. m 22, 1). La dignidad
del sacerdocio corresponde a Cristo por su naturaleza humana, la que fue proporcionada por María
Santísima, Ella es Madre del Sumo sacerdote y por ello también es Madre de aquellos que participan de
este sacerdocio.

Sacerdote y Victima:

«para que ofrezca dones y sacrificios por los pecado» Toda la vida de Cristo estuvo encaminada a la
suprema oblación en que Dios su vida en rescate nuestro: «No quisiste sacrificios ni oblaciones, pero
me has preparado un cuerpo». (cfr. Hb ) San Cirilo de Alejandría: «Él se ofreció a sí mismo por
nosotros en olor de suavidad a Dios Padre». Es el momento decisivo de la encarnación; el deseado
ardientemente por Cristo: «Ardientemente he deseado comer esta Pascua». Durante todo el tiempo
de su preparación fue acompañado y cuidado por María, Dios de sus entrañas tomo la victima
perfecta por ella misma alimentada y cuidada «Dichosos el vientre que te llevo y el pecho que te
alimento San Pio X «No sólo hemos de alabar a la Santísima Mare de Dios por haber suministrado
de su carne al Unigénito de Dios para materia necesaria para hacerse hombre, con lo cual podría ser
hostia por la salud del mundo, sino también por haber guardado y alimentado a esta víctima y
haberla de este modo llevado hasta el altar en el tiempo establecido»

Participación de María en el sacrifico de la Cruz

«Estaban junto a la cruz de Jesús su madre…» Ahora si ha llegado la hora mencionada en Cana de
Galilea Before, when the Mother of Jesus said, "They have no wine," (2:3), he replied, "O woman,
what have you to do with me? My hour has not yet come," that is, the hour of my passion, when I
will suffer by means of what I have received from you [my human nature]. But when that hour
comes I will acknowledge you. And now that the hour has come, he does acknowledge his mother.
Yet I do not have the power to work miracles through what I have received from you [my human
nature], but rather through what I have from the generation of the Father, that is, insofar as I am
God.

Antes de este martirio, otra madre vio frente a sí padecer a cada uno de sus hijos, su actitud
nos muestra y en cierto modo profetiza la acción de María frente al padecimiento de su Hijo:

Admirable sobre toda ponderación y digna de eterna memoria se mostró la madre,


que, viendo morir en un solo día a sus siete hijos, lo soportaba animosa, por la
esperanza que tenía en Dios;

los exhortaba, llena de generosos sentimientos, y, dando fuerza varonil a


sus palabras de mujer,
2Ma 7:22 les decía: “Yo no sé cómo habéis aparecido en mi seno, no os he
dado yo el aliento de vida ni compuse vuestros miembros.
2Ma 7:23 El creador del universo, autor del nacimiento del hombre y hacedor de
las cosas todas, ése misericordiosamente os devolverá la vida si ahora por amor de
sus santas leyes la despreciáis.
Hijo, ten compasión de mí, que por nueve meses te llevé en mi seno, que
por tres años te amamanté, que te crié, te eduqué, te alimenté hasta ahora.
2Ma 7:28 Ruégote, hijo, que mires al cielo y a la tierra, y veas cuanto hay
en ellos, y entiendas que de la nada lo hizo todo Dios, y todo el humano
linaje ha venido de igual modo.
2Ma 7:29 No temas a este verdugo, antes muéstrate digno de tus hermanos y
recibe la muerte, para que en el día de la misericordia me seas devuelto con ellos.

La última en morir fue la madre.

“En comunión con su Hijo doliente y agonizante, soportó el dolor y casi la muerte; abdicó los
derechos de madre sobre su Hijo para conseguir la salvación de los hombres; y para apaciguar la
justicia divina, en cuanto dependía de ella, inmoló a su Hijo, de suerte que se puede afirmar, con
razón, que redimió al linaje humano con Cristo”11.

Misterioso intercambio María nos da a Cristo y Cristo nos da a María

-Maternidad Divina en Lucas y Madre del Sacerdote en Juan.

-Participación del Sacerdocio de Cristo según lo define en la carta a los hebreos.

-La participación de María en el sacrificio por excelencia de sacerdocio: la Eucaristía.

-Corroboración de esta exégesis, Magisterio de la Iglesia San Pablo VI y San Juan Pablo II.

11 Benedicto XV en la epístola “Inter sodalicia” (22/5/1918),

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