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Resumen
Hacia finales de 1932, la muñeca “Marilú” se presentó en el mercado argentino por primera vez. Para
promocionarla, se emplearon una serie de estrategias entre las que se destacó la publicación de la revista
Marilú, la mejor amiga de las niñas. En este artículo abordaré la relación entre la muñeca “Marilú” y el
semanario Marilú, pero concentrándome, fundamentalmente, en este último. El período elegido abarca
desde la aparición del magazine para las niñas, en 1933, hasta el momento en que se transformó en un
mensuario de modas para mujeres adultas, en 1937. En las siguientes páginas se analizará la revista en sus
distintas dimensiones. Por un lado, como una publicación con varios objetivos, entre ellos, la publicidad de
“Marilú” y sus accesorios, la construcción de una comunidad de lectoras-consumidoras y la consolidación
de una guía de consumo de la muñeca. Por otro lado, como un magazine que era un objeto de consumo
en sí mismo y que, por lo tanto, buscaba permanecer en el mercado. Finalmente, en consonancia con otros
discursos, se explorará a la revista como un manual para aprender los roles que se suponía correspondían a
las mujeres.
1. Este trabajo nació en el marco de las I Jornadas de Jóvenes Investigadorxs y Tesistas del Instituto Interdisciplinario de
Estudios de Género (FFyL-UBA) realizadas el 19 de agosto de 2011. Agradezco la intervención de Ana Laura Martín
en esa oportunidad. Cuando esa ponencia tomó forma de artículo, los comentarios de Inés Pérez han sido de gran valor
así como los recibidos por parte de los miembros del Taller de Historia de los Medios, coordinado por Sylvia Saítta y
Lila Caimari. También agradezco las sugestivas, agudas y estimulantes observaciones de los integrantes del Grupo de
Trabajo Historia de las Familias y las Infancias, dirigido por Isabella Cosse (IIEGE-UBA).
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Abstract
By the end of 1932, the doll “Marilú” was introduced in the argentinian market for the first time. So as to
promote it, a number of strategies were used, among which, the publication of the magazine Marilú, la mejor
amiga de las niñas (Marilú, the gilrs´best friend) stands out. In this article, I will approach the relationship
between the doll “Marilú” and the weekly magazine Marilú, but fundamentally focusing on the last one.
The selected period covers from the appearance of the magazine for the girls, in 1933, up to the moment it
became a monthly fashion magazine for adult women, in 1937. In the following pages, the magazine will be
analyzed in its different dimensions. On one side, as a publication with several objectives, for instance, the
advertising of “Marilú” and its accessories, the construction of a community of reader-consumer girls and
the consolidation of the doll´s consumer guide, among others. On the other side, as a magazine which was
a consumer item in itself and that, therefore, was seeking to stay in the market. Finally, in accordance with
other discourses, the magazine will be examined as a manual of the roles that, supposedly, corresponded to
women.
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de consumo en sí mismo -que por lo tanto desde distintos ángulos.6 En primer lugar,
pretendía permanecer en el mercado- y un pondré en relación la revista infantil femenina
manual del deber ser femenino infantil. Estas con Billiken -un magazine infantil publicado
múltiples dimensiones serán exploradas desde por Editorial Atlántida con catorce años de
la presentación del semanario en el mercado, presencia en el mercado. La importancia de
en 1933, hasta 1937, momento en que se introducir en estas páginas a Billiken radica
transformó en un mensuario de modas para en que, por un lado, éste contribuyó, desde sus
mujeres adultas. comienzos, a instalar el consumo de juguetes
en general y muñecas en particular; y por el
Partiendo de aportes previos, en las páginas otro, sirvió de modelo para la revista Marilú.
siguientes abordaré la revista Marilú a partir En segundo lugar, analizaré Marilú como un
de un análisis histórico y desde una perspectiva conjunto de páginas destinadas a publicitar
de consumo que permitirá indagar en la la muñeca al mismo tiempo que como un
construcción del “niño consumidor” en las objeto de consumo en sí mismo. Así, tanto
primeras décadas del siglo veinte.4 Ahondar en la revista como la muñeca desarrollaron una
una revista para niñas editada en la década del serie de estrategias que las retroalimentaba,
treinta del siglo pasado y organizada alrededor entre ellas la organización de festivales, ferias
de un producto puede funcionar como una y concursos. En este sentido, la identificación
lente para comenzar a estudiar la construcción de la revista con los valores católicos también
de una cultura infantil atravesada por el parece ser una opción tendiente a afianzar la
mercado, la difusión de modelos estéticos y publicación en el mercado. Finalmente, y en
de clase, la circulación de valores y de formas relación con este último aspecto, consideraré
de sociabilización infantil. En este sentido, cómo la publicación, mientras enseñaba a
estimo que explorar Marilú contribuye a consumir jugando, también funcionaba a como
iluminar la historia de la infancia y la familia, un compendio para aprender los roles que se
de los medios de comunicación y del consumo suponía correspondían a las mujeres.
en Argentina.5
personajes más famosos, entre ellos el Mono a los niños haciéndolos participar en diversas
Relojero y la Hormiguita Viajera. secciones como “¿Qué buena obra hizo usted
en la semana última?” al mismo tiempo que
Pensando en sus lectores como niños orientaba espacios destinados a indagar en
pertenecientes a los sectores sociales en los deseos infantiles y a reconocer a los niños
ascenso, Billiken destinó material para ambos como potenciales consumidores. Así, junto con
sexos, desde notas de interés general y artículos las “buenas obras”, aparecieron los apartados
escolares -que en ocasiones competían con “¿En que gastará los 5 pesos?” o “¿Qué quiere
los saberes transmitidos por la institución que le regale sus papás y por qué?” En las
oficial- hasta cuentos e historietas.13 Y si bien respuestas publicadas aparecían desde libros,
la revista buscaba como interlocutores a los juegos de ajedrez, juguetes y muñecas hasta
“niños-alumnos-hijos” -de acuerdo a diversas cámaras fotográficas y cinematográficas, joyas,
construcciones culturales que circulaban desde pianos o “manomóviles”. Algunos de estos
el ámbito judicial y el pedagógico hasta el productos fueron publicitados en la revista
periodístico y el político- en sus páginas daba muy tempranamente y otros aparecieron en
cuenta de diferentes facetas de ese modelo.14 ella a medida que el magazine se afianzaba
Así, en el reconocimiento de la heterogeneidad en el mercado y se convertía en un medio
de intereses y en la complejización de la confiable y estable para publicitar.
infancia que intentó construir como ideal
residen algunas de las claves del triunfo de la La idea del juguete como parte del universo
publicación.15 infantil -que se empezó a consolidar en las
primeras décadas del siglo veinte y que forma
Desde sus orígenes Billiken dio voz y acción parte de la construcción de una cultura de la
infancia- estuvo presente en Billiken desde el
13. VARELA, Mirta, Los hombres ilustres de Billiken. primer número.16 Es decir que la revista, desde
Héroes en los medios y en las escuelas, Colihue, Buenos esta perspectiva, tuvo un lugar destacado en una
Aires, 1994. trama cultural compleja -que abarcaba desde
14. En este trabajo se considera que las categorías de
“niños, hijos-alumnos y menores” son construcciones 16. Hacia al final de la década del veinte, Walter
culturales. Sobre esta construcción ver: LIONETTI, Benjamin advierte sobre la historicidad de los juguetes
Lucía, MÍGUEZ, Daniel ,“Aproximaciones iniciales a como productos de y para la infancia. Al respecto ver:
la infancia”, en LIONETTI, Lucía, MÍGUEZ, Daniel BENJAMIN, Walter, Reflexiones sobre niños, juguetes,
(compiladores) Las infancias en la historia argentina. libros infantiles, jóvenes y educación, Nueva Visión,
Intersecciones entre prácticas, discursos e instituciones (1890- Buenos Aires, 1974 (1928). Algunas de sus ideas serán
1960), Prohistoria, Rosario, 2010, pp. 9-32; ZAPIOLA, retomadas por Philippe Ariès en su interpretación sobre
María Carolina, “Los niños en las calles: imágenes la invención del nuevo sentimiento de infancia en el
literarias y representaciones oficiales en la Argentina del siglo XIX. ARIÈS, Philippe, El niño y la vida familiar
Centenario”, en GAYOL, Sandra, MADERO, Marta en el Antiguo Régimen, Taurus, Madrid, 1987 (1960). Un
(editoras) Formas de historia cultural, Prometeo/UNGS, excelente estado de la cuestión sobre la naturalización de
Buenos Aires, 2007, pp. 205-332. los juguetes como partes del mundo infantil -que además
incorpora los estudios sobre la etnotecnología del juego-
15. BONTEMPO, María Paula, “Los niños de Billiken. puede encontrarse en RUSTOYBURU, Cecilia, “Jugando
Las infancias en Buenos Aires en las primeras décadas a la mamá en los tiempos de la revolución sexual. Los
del siglo XX”, en Anuario del Centro de Estudios Históricos consejos psi sobre juegos y juguetes en los años 1960”, en
“Prof. Carlos S. A. Segreti, Córdoba, 2012, año 12, Nº 12, LIONETTI, Lucía, MÍGUEZ, Daniel (compiladores)
pp. 205-221. Las infancias en la historia…, Op. Cit., pp. 216-236.
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En segundo lugar, comienza a construir y de los juguetes publicitados por las grandes
definir un mundo que es propio de la infancia tiendas -o por otros negocios destinados a
porque, a diferencia de las publicidades que venderlos- en los años veinte y treinta era
incluían a los niños como consumidores de poco accesible para los lectores de Billiken,
dulces, galletitas y golosinas -productos que aunque no imposible, ya que los sectores
finalmente podía consumir toda la familia-, medios tenían cierta posibilidad de comprar
“Niñas Laboriosas” incluye a las pequeñas algunos -probablemente contados y únicos
como consumidoras activas y exclusivas de para sus poseedores- de estos bienes en el
objetos que se supone para ellas: los juguetes.21 mercado.23 Sin embargo, independientemente
de si los niños pudiesen o no adquirirlos en
Al igual que los pisos de las tiendas Harrods una juguetería, los juguetes formaban parte
y Gath & Chaves, la Casa Burlando -El del mundo de la revista y del mundo infantil
Palacio de los Juguetes, que publicitaba con que proponía el semanario. Mientras las
frecuencia en Billiken, estaba abarrotada de revistas y las grandes tiendas homogeneizaban
muñecas, artefactos domésticos en pequeña el deseo y creaban una comunidad de niños
escala, animalitos y triciclos; de trenes cajas con ciertas aspiraciones, también acentuaban
de construcciones de madera, soldaditos las diferencias sociales.24 Esta paradoja sería
y “Meccano”. Aunque existían algunos subrayada cuando Billiken publicite la muñeca
establecimientos nacionales dedicados a la “Marilú”. El caso de las muñecas, como parte
fabricación de estos objetos, hasta mediados del juego infantil y del mundo femenino, tuvo
del siglo veinte la mayoría eran importados un lugar privilegiado en el semanario. Sobre
de Alemania e Inglaterra. El impulso a la todo porque no sólo fomentaba la compra sino
industria juguetera llegaría recién en los años también el préstamo, el uso, la circulación, la
cuarenta, como producto de la disminución confección de accesorios y el embellecimiento
de las exportaciones de los países productores del juguete.
y del aliento que los gobiernos peronistas le
darían -en el marco de la promoción de la Estas formas de consumo aparecieron
industria nacional y del consumo-, a través plasmadas en el “Concurso Billiken de las
de la compra masiva y reparto de juguetes cien muñecas” en el cual estaban involucradas
desde el Estado, cuyo objetivo sería “equiparar” no sólo la revista, las lectoras y las dueñas de
las diferencias sociales cristalizadas a través las muñecas sino también los comercios, los
de los objetos.22 De manera que la mayoría escolares y las niñas sin recursos. El concurso
comprendía varias instancias. Primero, los
21. ROCCHI, Fernando, “Inventando la soberanía del
consumidor…”, Op. Cit. Sandra, “Los únicos privilegiados son los niños”, en
22. PELEGRINELLI, Daniela, Diccionario de Juguetes Todo es Historia, Buenos Aires, 2005, V. 457 pp. 58-65;
Argentinos. Infancia, Industria y Educación 1880-1965, El COSSE, Isabella, Estigmas..., Op. Cit., pp. 112-116.
juguete Ilustrado Editor, Buenos Aires, 2010, pp. 15- 23. CIAFARDO, Eduardo, Los niños en la ciudad de
20, 182-187; ELENA, Eduardo, Dignifying Argentina. Buenos Aires (1890-1910), Buenos Aires, CEAL, 1992,
Peronism, Citizenship and Mass Consumption, University pp. 9; 24-35.
of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 2011. MILANESIO,
Natalia, Cuando los trabajadores salieron de compras. 24. Para la sociedad mexicana de mediados del siglo
Nuevos consumidores, publicidad y cambio cultural durante veinte ver: SOSENSKI CORREA, Susana, “El niño
el peronismo, Siglo XXI, Buenos Aires, 2014; CARLI, consumidor…”, Op. Cit.
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comercios o a las lectoras donarían muñecas. divididos por género. Aunque por supuesto
Segundo, éstas serían enviadas a escuelas de la podía ser leído por chicas y chicos, la serie
Capital Federal a fin de que un grupo de niñas “Emociones Futbolísticas” (1931), que giraba
“designadas” por la directora vistiesen a las en torno a un equipo barrial, parece dirigida a
muñecas como quisieran -con trajes de calle, varones. Mientras que “La Hermana Mayor”
de fantasía, de época o disfrazadas. Tercero, (1928) -que enseñaba a realizar quehaceres
esas muñecas se expondrían en la tienda domésticos- estaba dedicada a la educación
masculina “Casa Álvarez” y se rematarían femenina. En esta última se inscribió Marilú,
con fines benéficos. Con el dinero recaudado una nueva sección de Billiken que apareció
se compraría juguetes para ser repartidos en en noviembre de 1932, coincidiendo con el
asilos y hospitales. Las niñas que vivían en el decimocuarto aniversario de la publicación.
interior del país podrían participar enviando Pero esta vez, la columna fue acompañada
una muñeca ya vestida. Posteriormente, se con el lanzamiento de una muñeca de nombre
premiaría los mejores treinta vestidos con una homónimo que pasó a formar parte de la
medalla de plata, una de bronce, un objeto cultura de la infancia y quedó en el recuerdo
de arte, estuches de labores y pulseritas.25 de miles de mujeres que fueron niñas durante
Finalmente el remate no se realizó, las muñecas las décadas del treinta, cuarenta y cincuenta.
fueron rifadas y lo recaudado se destinó a la
“Copa de Leche” u otros fines filantrópicos.26
Imagen 1: Marilú ataviada con vestido fondo blanco con lunares rojos.
La boina, el cinturón y los zapatos están haciendo juego en rojos.
Billiken, 02-01-1933.
Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
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Imagen 2: Niñas de clase alta leen la revista Marilú y llevan a sus muñecas y accesorios a su viaje
a Europa. Las chicas y las muñecas llevan un estilo parecido. Especialmente en el corte de
cabello, los zapatos y la boina.
Marilú, 6-07-1933
Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
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la Capital Federal las exposiciones o “Ferias juego completo y el tercero un toilette básico.
Marilú” en las cuales se concedían premios Es decir que la mayoría de los premios eran los
a las muñecas mejor ataviadas.44 También, accesorios de la muñeca.
reeditando una estrategia que Billiken
había utilizado en sus comienzos, organizó También Marilú reeditó los sorteos que
“festivales” que combinaban la exposición de la supo hacer Billiken donde el juego no debería
muñeca y espectáculos para los chicos. Éstos, estar completamente librado al azar sino
centrados en las niñas, no se circunscribieron a condicionado por un estímulo moralizante. Para
la Capital Federal y se desarrollaron en algunas participar, las maestras -de la Capital Federal,
ciudades del interior del país, entre ellas Santa del interior del país e incluso del exterior-
Fe y Paraná.45 enviaban a la editorial el nombre, apellido y
domicilio de las niñas que ellas considerasen
En el intento de imponer el producto, y las más estudiosas del grado. La nota debía
aprovechando la temporada estival, “Marilú” y ser acompañada con el nombre de la maestra,
Marilú realizaron un concurso de trajes en la el grado que dirigía y los datos de la escuela.
recién inaugurada Exposición-Feria de Mar del Sólo esas niñas “señaladas” tendrían derecho
Plata.46 Pero si en las exposiciones-concursos al sorteo que se realizaba semanalmente en
organizados por Billiken, por ejemplo el de la empresa. Para hacer transparente el juego
las “Cien Muñecas”, la dueña de la muñeca se invitaba a las niñas, todos los jueves a las
mejor ataviada se llevaba premios simbólicos, cuatro de la tarde, a presenciar la extracción
como medallas, en la edición de Mar del Plata, de la “célula”.47 A diferencia del “Concurso
las niñas, por un lado, no disponían de total de las Cien Muñecas” donde los juguetes
libertad para confeccionar el traje que quisieran circulaban de mano en mano, “Marilú” no era
-ya que éstos estaban pautados: de “sport”, para todas las niñas. Estaba destinada para
calle o fiesta-; y por otro lado, ganaban objetos las que pudiesen comprarla y para las mejores
tan deseados como la propia “Marilú”. Así, la alumnas tocadas por la suerte. En fin, aquellas
mejor vestimenta de “sport” o playa obtenía que lo merecieran. Estas ideas también se
un juego de “muebles Marilú”, la segunda un representaban en las ficciones.
“baúl Marilú” y la tercera un juego de muebles
de caño; el primer premio de ropa “de calle” El cuento “Cuatro niñas y una muñeca” narra
era una glorieta, el segundo un “baúl Marilú” la historia de Teresa y Lucila que, dueñas de una
y el tercero una “hamaca Marilú”; y el primer “Marilú”, jugaban en la Recoleta con el juguete.
premio para el vestido “de fiesta” consistía en Pero en un momento de descuido, Mariquita,
un “ajuar Marilú”, el segundo un toilette con el que era “muy pobre”, y tenía una “muñeca
horrorosa, de cartón, toda rota y desteñida”,
44. Boletín Semanal de la Editorial Atlántida S.A., Buenos creyó “encontrar” una “Marilú” y decidió
Aires, 17-10-1933, Año I, Nº 46. llevársela a su hermana. Rosa, al comprender
45. Boletín Semanal de la Editorial Atlántida S.A., Año
que esa muñeca “no se había perdido” resolvió
I, Nº 52, 28-11-1933; Boletín Semanal de la Editorial devolverla. Como reconocimiento a la
Atlántida S.A, Año II, Nº 57, 02-01-1934.
46. Boletín Semanal de la Editorial Atlántida S.A., Buenos 47. Boletín Semanal de la Editorial Atlántida S.A., Buenos
Aires, 30-01-1934, Año II, Nº 61. Aires, 17-07-1934, Año II, Nº 85.
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honradez de Rosa, las niñas ricas compraron circulación de la muñeca, contextualiza los
una “Marilú” para Mariquita, la enviaron a la usos y adjudica sentidos.
casa “miserable” y en los “suburbios”, donde
vivían las hermanas, con una nota que decía
“Con la condición que Mariquita no guarde
nunca un objeto encontrado”.48 Marilú enseña a las chicas
a ser la mujer ideal
Partiendo de la idea de que los juguetes, en Diseñar una revista moderna, atractiva y tan
este caso una “Marilú”, son una producción específica respecto al género y a las edades de
cultural que transmite valores socioculturales las lectoras -ya que las que aparecen “jugando”
y reproduce diferencias de género, clase y raza, con la muñeca aparentan tener entre 8 u 11
esta narración es interesante porque parece años pero las que participaban en el correo de
condensar varias de éstas dimensiones que se lectoras declaraban tener entre 11 y 14 años-
proyectarán en toda la revista a lo largo de su no era tarea sencilla, ni siquiera para Editorial
permanencia en el mercado.49 En primer lugar, Atlántida, una empresa que contaba con una
divide a las poseedoras legítimas de la muñeca, amplia experiencia en la edición de revistas en
que vivían en Recoleta y podían comprar el general y en publicaciones para la infancia en
juguete, de otras que eran “merecedoras” de particular.51 El proyecto no era fácil porque,
una “Marilú” gracias a su desempeño escolar, además, implicaba plantear una propuesta
sus buenos actos u honradez -por supuesto, sin diferente a Billiken y distinta a Para Ti (1922),
resentimiento de clase- replicando un modelo la revista destinada a mujeres de la cual Alicia
que había aparecido en Billiken. Sin embargo, Larguía también fue directora desde 1933.
este tipo de narraciones no sólo tiene una acción Asimismo, buscaba captar a las niñas al mismo
moralizante sobre el beneficiado sino también tiempo que lograr ser aceptada por los padres,
sobre el benefactor, siendo la caridad un valor de manera que cada material que aparecía en
y una práctica deseable. 50 En segundo lugar, las páginas era presentado como “especial y
coloca a “Marilú” como una encarnación de escrupulosamente seleccionado”. La revista
distinción y, mientras alecciona a las dueñas de pretendía transformarse en una aliada de la
la muñeca, comprada en el mercado, a valorizar madres ya que se definía a sí misma como un
a la misma y no dejarla “abandonada”, a las que …elemento indispensable en todos los
no la tienen las invita a desearla. Al mismo hogares donde se aspira a realzar en las
tiempo, mientras que “enseña a consumir hijas la mujer ideal: aquellas que, junto
jugando” delimita simbólicamente lugares de con las dotes espirituales que la convierten
en una agradable compañera de todos
los momentos, reúne los conocimientos
48. “Cuatro niñas y una muñeca”, Marilú, Buenos Aires,
prácticos que la transforman en el hada de
06-07-1933.
la casa.52
49. SOSENSKI, Susana, “Producciones culturales…”,
Op. Cit. 51. BONTEMPO, María Paula, “Editorial Atlántida.
Un continente de publicaciones, 1918-1936”, Tesis de
50. BRAFMAN, Clara, “Billiken. Poder y consenso en Doctorado, Universidad de San Andrés, 2013.
la educación argentina (1919-1930), en Todo es Historia,
Buenos Aires, 1992, Año XXV, Nº 298. 52. Billiken, Buenos Aires, 06-03-1933.
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La fórmula que implementó fue hacer como hemos visto con anterioridad, cada niña
girar el semanario alrededor de la muñeca era una “mamita de una ‘Marilú’”.
-que finalmente proyectaba y entrenaba en la
futura maternidad-, la educación doméstica El discurso referido al rol femenino en
y una dosis de religiosidad más intensa que la revista no es novedoso y da cuenta de
en otras publicaciones de la misma empresa. la maternalización de las mujeres y de la
Examinemos estos aspectos. En sintonía necesaria “educación maternal” que diversos
con aquellos sectores que querían mostrarse discursos e instituciones venían realizando
“respetables”, el hogar funcionó como un desde comienzos del siglo veinte.56 Si a las
eje articulador de la publicación.53 Marilú se mujeres se les enseñó el oficio de madres a
proponía como una alternativa a las actividades través de los consejos brindados por médicos,
en el espacio público y, como celebraba la puericultoras y diversas instituciones de la
directora en el número inaugural, “mucho salud, a las niñas se les inculcaba el ideal
más nos vamos a divertir en casa (en lugar de doméstico de feminidad en las asignaturas
ir al teatro) con nuestras preciosas revistas”.54 escolares de Labores y Economía Doméstica57
Esta intención se reforzó con las portadas, la y se cuidaba su cuerpo reproductor en las clases
mayoría y sobre todo en los primeros tiempos, de Educación Física.58 Marilú formó parte
a cargo de pintora tucumana María Mercedes de esta corriente y reforzó, desde el mercado
Rodrigué de Soto Acebal (1891-1980), editorial y desde la industria del juguete, la
acuarelas que representaban a las niñas o a sus educación en la maternidad. (Imagen III)
muñecas leyendo, tocando el piano, cocinando
o cosiendo, pero también, y quizás pensando En cuanto a las “dotes espirituales” que
en los diferentes usos que harían las niñas Marilú proponía eran congruentes, sin dudas,
de las muñecas, representaba a las “Marilú” con una educación católica. La revista comenzó
como aviadoras, ciclistas y vendedoras, a editarse en un momento de conservadurismo
generando pequeñas fisuras en el discurso político y de renacimiento religioso que,
“puertas adentro”.55 Finalmente, la maternidad desde diversos ámbitos, incluso el educativo,
constituyó el núcleo y razón de ser de la pretendió “recristianizar” la sociedad y la
comunidad de lectoras ya que preferentemente, infancia. Además, sus páginas se editaron
durante el fervor católico que se manifestó
53. MÍGUEZ, Eduardo, “Familias de clase media: la
formación de un modelo”, en DEVOTO, Fernando, 56. NARI, Marcela, Políticas de Maternidad y
MADERO, Marta (directores) Historia de la Vida Maternalismo Político. Buenos Aires, 1890-1940, Editorial
Privada…, Op. Cit.; BARRANCOS, Dora, “Moral Biblos, Buenos Aires, 2004.
sexual, sexualidad y mujeres trabajadoras en el período
de entreguerras”, en DEVOTO, Fernando, MADERO, 57. LIONETTI, Lucía, La Misión Política de la Escuela
Marta (directores) Historia de la Vida Privada en Pública. Formar a los Ciudadanos de la República (1870-
Argentina. La Argentina entre multitudes y soledades. De los 1916, Miño y Dávila, Buenos Aires, 2007.
años treinta a la actualidad, T. III, Taurus, Buenos Aires, 58. SCHARAGRODSKY, Pablo, “El padre de la
1992, pp. 199-225. Educación física argentina: fabricando una política
54. Marilú, Buenos Aires, Nº 1, 9-3-1933, p. 12. corporal generizada (1901-1938)”, en AISENSTEIN,
Ángela, SCHARAGRODSKY, Pablo Tras las Huellas
55. Reconocida artista de la época. Para más referencias de la Educación Física Escolar Argentina. Cuerpo, Género y
ver: SOSA DE NEWTON, Lily, Diccionario Biográfico de Pedagogía, 1880-1950, Prometeo Libros, Buenos Aires,
Mujeres Argentinas, Plus Ultra, Buenos Aires, 1986. 2006.
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Imagen 3: Portada de Marilú realizada por María Mercedes Rodrigué de Soto Acebal.
Marilú, 16-11-1933
Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
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Recibido: 27-05-2015
Aceptado: 01-09-2015
Publicado: 21-12-2015
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