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TEMA 1 : PASTOREO
*** w93 15/5 págs. 20-21 Pastoreen el rebaño de Dios de buena gana ***
La apacibilidad es esencial
14 El anciano cristiano tiene que enseñar a otras personas con apacibilidad, especialmente
cuando da consejo. “Hermanos —aconseja Pablo—, aunque un hombre dé algún paso en falso
antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales
traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad.” (Gálatas 6:1.) Es interesante que
la palabra griega traducida “reajustar” está relacionada con un término quirúrgico que se refiere
a la colocación de un hueso para evitar una incapacidad irreversible. El lexicógrafo W. E. Vine
relaciona este proceso con la restauración “por parte de los que son espirituales, de uno que ha
sido sorprendido en una falta, siendo que el tal es como un miembro dislocado del cuerpo
espiritual”. También se traduce “restablecer a la posición apropiada; poner en debida
alineación”.
15 No es fácil reajustar el modo de pensar de uno mismo, y puede resultar muy difícil poner
en la debida alineación el modo de pensar de una persona que ha errado. Pero si la ayuda se
ofrece con espíritu de apacibilidad, es muy probable que se reciba con gratitud. Por
consiguiente, los ancianos cristianos deben prestar atención al consejo de Pablo: “Vístanse de
los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran
paciencia”. (Colosenses 3:12.) ¿Qué deben hacer los ancianos cuando la persona que necesita
ser reajustada tiene una mala actitud? Deben ‘seguir tras la apacibilidad de genio
*** w93 15/9 págs. 20-22 Pastorean compasivamente a las ovejitas ***
Pastores que se interesan sinceramente
Jesús fijó el modelo perfecto para todos los pastores del rebaño de Dios. En toda
circunstancia fue amoroso, compasivo y atento con sus discípulos. Tomó la iniciativa en la
búsqueda de los necesitados. Aunque estaba ocupado, y a menudo cansado, siempre tuvo
tiempo para escuchar sus preocupaciones e infundirles ánimo. Su mayor expresión de amor
consistió en dar su vida a favor de ellos. (Juan 15:13.)
Hoy día, todos los ancianos nombrados de las congregaciones, así como los siervos
ministeriales, tienen esta responsabilidad para con el rebaño. De ahí que ni siquiera las
ventajas materiales que posiblemente tendrían en otro país puedan inducir a la mayoría de
estos hombres responsables a mudarse, dejando a las congregaciones sin la ayuda y la
supervisión adecuadas. Por causa de los “tiempos críticos, difíciles de manejar”, es preciso
infundir ánimo en el rebaño y darle orientación. (2 Timoteo 3:1-5.) Existe el peligro siempre
latente de que algunos lleguen a ser presa de Satanás, que anda “como león rugiente,
procurando devorar a alguien”. (1 Pedro 5:8.) Ahora es más necesario que nunca que los
pastores cristianos “amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas
abatidas, [y] den su apoyo a los débiles”. (1 Tesalonicenses 5:14.) La vigilancia continua es
esencial para prevenir que los inconstantes se aparten del rebaño. (1 Timoteo 4:1.)
¿Cómo puede saber un pastor si una oveja necesita ayuda? Algunos de los síntomas más
patentes son la inasistencia a las reuniones cristianas, la participación irregular en el servicio
del campo y la tendencia a eludir el compañerismo con los hermanos. También pueden
detectarse debilidades observando con cuidado el comportamiento de las ovejas y el tenor de
sus conversaciones. Tal vez muestren resentimiento al hablar de los demás con un tono crítico.
Su conversación quizás gire en torno a los logros materialistas, en lugar de las metas
espirituales. La falta de entusiasmo, optimismo y gozo puede ser un síntoma de que su fe se
está debilitando. Un semblante desencajado pudiera indicar que están siendo presionados por
familiares o amigos. Advertir estos síntomas puede ayudar al pastor a determinar la clase de
ayuda que se requiere.
Los pastores cristianos deben tener claro cuál es el objetivo principal de sus visitas a los
hermanos. No se trata de visitas sociales para conversar sobre asuntos triviales. Al visitar a los
hermanos, Pablo tenía como meta ‘impartirles algún don espiritual a fin de hacerlos firmes y
para que hubiera un intercambio de estímulo entre ellos’. (Romanos 1:11, 12.) Para alcanzar
este fin, es necesario prepararse con antelación.
En primer lugar analice a la persona y procure determinar cuál es su estado espiritual.
Partiendo de esa base, piense qué orientación, estímulo o consejo sería de mayor beneficio en
su caso. La Palabra de Dios, la Biblia, debe ser la principal fuente de información, pues “ejerce
poder”. (Hebreos 4:12.) En las revistas La Atalaya y ¡Despertad! se pueden buscar artículos
que versen sobre los problemas específicos que afrontan las ovejas. En el Anuario de los
testigos de Jehová pueden hallarse experiencias que las refresquen y les infundan ánimo. El
objetivo es dejarles una enseñanza espiritual ‘que sea buena para su edificación’. (Romanos
15:2.)
El pastoreo que edifica
El pastor de un rebaño de ovejas literales sabe que su responsabilidad es protegerlas y
cuidarlas. Los peligros más comunes son que se extravíen, enfermen, se cansen, se lesionen y
que sean atacadas por depredadores. Del mismo modo, el pastor espiritual debe identificar y
afrontar los peligros similares que amenazan el bienestar de la grey. A continuación
mencionaremos algunos problemas típicos y unas cuantas sugerencias sobre lo que se puede
hacer para dar consejo espiritual constructivo.
1) A la manera de ovejas desprevenidas, algunos cristianos se extravían al apartarse del
rebaño de Dios por buscar placeres que en apariencia son inocentes. Quizás se descuiden y
hasta se dejen llevar por la corriente en la búsqueda de bienes materiales, esparcimiento o
diversión. (Hebreos 2:1.) A tales personas conviene recordarles la urgencia de los tiempos, la
necesidad de acercarse a la organización de Jehová y la importancia de poner el Reino en
primer lugar. (Mateo 6:25-33; Lucas 21:34-36; 1 Timoteo 6:8-10.) Puede hallar consejo útil en el
artículo “Mantenga su equilibrio cristiano”, de La Atalaya del 15 de septiembre de 1982,
páginas 30, 31.
2) El pastor debe someter a tratamiento a las ovejas que enferman. Del mismo modo, los
pastores espirituales deben ayudar a los cristianos que enferman en sentido espiritual por
causa de las adversidades de la vida. (Santiago 5:14, 15.) Quizás se han quedado sin empleo,
han tenido serios problemas de salud o están atravesando dificultades familiares. Es probable
que estas personas tengan poco apetito espiritual o pocos deseos de relacionarse con el
pueblo de Dios, lo que los lleva a aislarse y sentirse desanimados. Es necesario convencerlas
de que Jehová se interesa en ellas y de que las sostendrá en los momentos difíciles. (Salmo
55:22; Mateo 18:12-14; 2 Corintios 4:16-18; 1 Pedro 1:6, 7; 5:6, 7.) También puede ser
provechoso repasar con ellas el artículo “Mire directamente adelante como cristiano”, de
La Atalaya del 15 de octubre de 1980, páginas 28-31.
3) El pastor debe estar alerta a las ovejas que se sienten agotadas. Algunas han
perseverado por años en el servicio fiel a Jehová. Han aguantado muchas pruebas y
circunstancias adversas. Pero puede que ahora presenten síntomas de agotamiento en lo
referente a hacer el bien, y quizás hasta expresen dudas sobre la necesidad de predicar con
asiduidad. Es necesario reavivar su espíritu, hacerles apreciar de nuevo los gozos y las
bendiciones que resultan de servir a Dios de todo corazón, como lo hizo Jesucristo. (Gálatas
6:9, 10; Hebreos 12:1-3.) Tal vez se les pueda ayudar a comprender que Jehová aprecia su
servicio fiel y que puede fortalecerlas para que hagan obras futuras que resulten en Su
alabanza. (Isaías 40:29, 30; Hebreos 6:10-12.) Puede ser provechoso comunicarles ideas del
artículo “No desista de hacer lo que es excelente”, de La Atalaya del 15 de julio de 1988,
páginas 9-14.
*** w93 15/9 págs. 22-23 Pastorean compasivamente a las ovejitas ***
4) Algunos cristianos, como ovejas lesionadas, han sido lastimados por lo que les ha
parecido conducta impropia. No obstante, si aprendemos a perdonar a los demás, nuestro
Padre celestial nos concederá el perdón que necesitamos. (Colosenses 3:12-14; 1 Pedro 4:8.)
Es probable que algunos hermanos hayan recibido consejo o disciplina que consideraron
injustos. Sin embargo, el consejo y la disciplina nos benefician a todos, y nos consuela saber
que Jehová disciplina a los que ama. (Hebreos 12:4-11.) Otros, quizás por no haber recibido
privilegios para los cuales creen estar preparados, han permitido que el resentimiento levante
una barrera entre ellos y la congregación. No obstante, si nos alejamos de la organización de
Jehová, no tendremos otro lugar al cual dirigirnos en busca de salvación y gozo verdadero.
(Compárese con Juan 6:66-69.) Puede hallarse información valiosa sobre este tema en el
artículo “En unidad como cristianos”, de La Atalaya del 15 de agosto de 1988, páginas 28-30.
5) Debe protegerse a las ovejas de los depredadores. Del mismo modo, es posible que
algunos tengan oposición de familiares o compañeros de trabajo y permitan que esta los
intimide. Su integridad puede verse sometida a prueba cuando se les presiona para que
disminuyan su servicio a Dios o dejen de participar en el ministerio cristiano. No obstante,
cuando se les ayuda a comprender que todos debemos esperar oposición, ya que en realidad
es una de las pruebas de que somos verdaderos discípulos de Jesucristo, se sienten
fortalecidos. (Mateo 5:11, 12; 10:32-39; 24:9; 2 Timoteo 3:12.) Puede ser útil recordarles que, si
se mantienen fieles, Jehová nunca los abandonará y recompensará su aguante. (2 Corintios
4:7-9; Santiago 1:2-4, 12; 1 Pedro 5:8-10.) El artículo titulado “Aguantando con gozo a pesar de
la persecución”, que apareció en las páginas 21-27 de La Atalaya del 15 de octubre de 1982,
también puede infundirles ánimo.
*** w93 1/4 págs. 30-31 Sea feliz y organizado ***
Aun cuando se multipliquen sus responsabilidades de organización, los ancianos amorosos
nunca deben perder de vista el hecho de que están tratando con personas, personas a quienes
Dios ama. (1 Pedro 5:2, 3, 7; 1 Juan 4:8-10.) Nunca han de concentrarse tanto en asuntos o
procedimientos de organización que descuiden su papel primordial de pastores, guardianes y
protectores del rebaño. (Proverbios 3:3; 19:22; 21:21; Isaías 32:1, 2; Jeremías 23:3, 4.)
Por ejemplo, si nos concentráramos demasiado en horarios y cifras, pudiéramos perder
interés en el bienestar de los demás. Piense en un conductor de autobús que considera que su
deber primordial es atenerse con eficiencia a su horario pase lo que pase. Su única
preocupación es ir de la primera parada de la ruta a la última en el tiempo asignado.
Lamentablemente, desde su punto de vista los pasajeros son un estorbo. Son lentos y
desorganizados, y siempre llegan a la parada justo cuando él arranca. En vez de pensar que el
propósito de su trabajo es servir a los pasajeros, los ve como un estorbo para la eficacia y los
evita.
Interésese en la persona
La eficacia fría suele pasar por alto las necesidades de las personas. Los más débiles e
ineficientes pueden ser vistos como cargas. Cuando esto sucede, las consecuencias pueden
ser graves. Por ejemplo, en Esparta, antigua ciudad estado de Grecia, a los niños que nacían
débiles y enfermizos se les dejaba morir, porque nunca serían soldados fuertes y eficientes que
pudieran defender un estado fuerte y eficiente. Dice el filósofo Bertrand Russell: “Cuando nacía
un hijo, el padre lo llevaba ante los mayores de su familia para que lo examinasen; si era sano
se lo devolvían para que lo criase; si no, lo arrojaban a un profundo pozo”. (Historia de la
filosofía occidental, traducción de Julio Gómez de la Serna y Antonio Dorta.)
En aquel despiadado estado predominó la austeridad y la rigidez, no la felicidad.
(Compárese con Eclesiastés 8:9.) Y es muy probable que las autoridades espartanas vivieran
convencidas de que su concepción de la eficiencia tenía razón de ser, pero aquella conducta
carecía por completo de compasión y bondad. Su camino no era el de Dios. (Salmo 41:1;
Proverbios 14:21.) Los superintendentes de la congregación cristiana, por el contrario, siempre
han tenido presente que todas las ovejas de Dios son preciosas a su vista, y por eso tratan a
cada una de ellas de manera recompensadora. No solo se ocupan de las 99 saludables, sino
también de la débil o de la que sufre trastornos emocionales. (Mateo 18:12-14; Hechos 20:28;
1 Tesalonicenses 5:14, 15; 1 Pedro 5:7.)
Manténgase cerca del rebaño
Los ancianos deben mantenerse cerca del rebaño que atienden. Es posible que los estudios
modernos sobre administración indiquen que el gerente o el administrador tiene que guardar
las distancias para lograr la máxima eficiencia. Cierto investigador comentó lo siguiente sobre
las diferentes experiencias de un oficial de las fuerzas aéreas cuando se acercaba a sus
subordinados o se alejaba de ellos: “Cuando mantenía relaciones estrechas con sus oficiales,
estos se sentían seguros y no se preocupaban mucho por la eficiencia de sus unidades. En
cambio, cuando se hacía más reservado y dejaba sentir su autoridad, sus suboficiales
empezaban a preocuparse de que hubieran hecho algo mal [...] y canalizaban su ansiedad
haciéndose más conscientes en su trabajo. Aquello mejoraba sensiblemente la eficiencia de la
base militar”. (Understanding Organizations.)
Sin embargo, la congregación cristiana no es una organización militar. Los ancianos
cristianos que supervisan la labor de los demás imitan a Jesucristo, quien siempre se mantuvo
cerca de sus discípulos. (Mateo 12:49, 50; Juan 13:34, 35.) Nunca explotó los sentimientos de
ansiedad de sus discípulos para conseguir de ellos un mejor rendimiento. Al contrario,
estableció fuertes lazos de confianza con sus seguidores, quienes se caracterizaron por
establecer también entre sí profundos vínculos de tierno cariño. (1 Tesalonicenses 2:7, 8.) Tal
intimidad resulta en un rebaño feliz que, impelido por el amor a Dios, responde voluntariamente
a la dirección y hace de buena gana todo lo que puede en el servicio a Dios. (Compárese con
Éxodo 35:21.)
Muchos textos bíblicos ponen de relieve cualidades cristianas como la felicidad y el amor a
los hermanos. (Mateo 5:3-12; 1 Corintios 13:1-13.) Pero son relativamente pocos los que hacen
hincapié en la eficiencia. Por supuesto, la buena organización es necesaria. El pueblo de Dios
siempre ha estado organizado. Pero recuerde, por ejemplo, cuántas veces se refieren los
escritores de los salmos a los siervos de Dios como gente feliz. El Salmo 119, que habla
mucho de las leyes, recordatorios y regulaciones de Jehová, comienza así: “Felices son los que
en su camino están exentos de falta, los que andan en la ley de Jehová. Felices son los que
observan sus recordatorios; con todo el corazón siguen buscándolo”. (Salmo 119:1, 2.)
¿Logrará usted ser organizado y feliz a la vez?
*** w94 1/8 pág. 19 párr. 13 Cultivemos un carácter razonable ***
13 De igual modo, los hermanos que ocupan posiciones de responsabilidad están
interesados en llegar al corazón de las personas. Por ello se guardan de imponer normas
arbitrarias e inflexibles y de convertir sus opiniones en leyes. (Compárese con Daniel 6:7-16.)
Aunque de vez en cuando sea apropiado y oportuno dar consejo bondadoso tocante a temas
como la ropa y el arreglo personal, si el anciano se obsesiona con estos asuntos o trata de
imponer normas que reflejan principalmente su gusto personal, podría menoscabar su
reputación de ser razonable. Sin duda, nadie de la congregación debe procurar el control de los
demás
*** w86 15/8 págs. 14-15 párrs. 6-8 Guárdese de abusar del poder ***
6 A menos que los ancianos sean cuidadosos, estos pudieran hacerse culpables de
nepotismo, lo cual también sería abusar del poder. ¿Nepotismo? Sí, este es un término que
proviene de una palabra latina que significa “sobrino”. Se creó este término debido a la notoria
costumbre de los papas y otros funcionarios de la iglesia de conceder favores religiosos y
materiales a sus parientes y en particular a los hijos de sus hermanos y hermanas. Al papa
Nicolás III incluso se le conoció como “el patriarca del nepotismo papal”. A menos que los
ancianos cristianos sean muy cuidadosos, pudieran dejarse influenciar indebidamente por lazos
familiares más bien que por principios espirituales. Un anciano estaba convencido de que a su
hijo se le debería recomendar como superintendente a pesar de que el resto de los ancianos
no estaba de acuerdo. Por ello, el padre se mudó a otra congregación. Años más tarde, el hijo
aún no era anciano. Evidentemente, el padre había dejado que la relación familiar le influyera.
7 Otra manera nepotista de abusar del poder se presenta cuando los ancianos no actúan
ante los males cometidos por sus parientes. (Compárese con 1 Samuel 2:22-25, 30-35.) Hace
unos años, en ciertas congregaciones de la región central de los Estados Unidos se presentó
una situación escandalosa de mala conducta. Recientemente esta misma situación se
desarrolló en ciertas congregaciones de Europa. Muchos jóvenes se envolvieron en
fornicación, uso de drogas y cosas semejantes. De estos, no pocos eran hijos de ancianos,
algunos de los cuales aparentemente toleraron el mal comportamiento de sus hijos. Cuando los
hechos salieron a la luz, varios de esos ancianos fueron removidos debido al mal uso que
dieron a sus prerrogativas como ancianos, o más específicamente, debido a que no usaron su
autoridad debidamente.
8 A veces, parece que existe una tendencia a seguir esta misma línea de conducta cuando
un anciano o siervo ministerial dirige una parte de la reunión que requiere participación del
auditorio. Tiene que cuidarse de no ser parcia
*** w86 15/8 págs. 15-16 Guárdese de abusar del poder ***
Superintendentes viajantes
9 Los cristianos en puestos de responsabilidad, en particular los superintendentes viajantes
que representan a la Sociedad Watch Tower, deben tener cuidado de no llegar a ser culpables,
ya sea voluntaria o involuntariamente, de lo que se conoce como simonía. El término proviene
del Simón que se menciona en Hechos 8:9-24, quien ofreció a los apóstoles dinero a cambio
del don de poder impartir espíritu santo por medio de la imposición de las manos. Lucas
registra lo siguiente: “Pedro le dijo: ‘Perezca tu plata contigo, porque pensaste conseguir
posesión de la dádiva gratuita de Dios mediante dinero. No tienes tú ni parte ni suerte en este
asunto, porque tu corazón no es recto a vista de Dios. Arrepiéntete, por lo tanto, de esta
maldad tuya, y ruega intensamente a Jehová que, si es posible, se te perdone el proyecto de tu
corazón’”. Esta también fue una práctica notoria entre los representantes de la Iglesia Católica
Romana en épocas pasadas. Una enciclopedia informa que “este delito se hizo muy común en
la Iglesia durante los siglos XI y XII”.
10 Pero, ¿cómo pudieran siervos de Jehová pecar en lo que a esto respecta? A menos que
tengan mucho cuidado, pudieran inclinarse a recomendar a un anciano para que se le dé una
asignación en la asamblea de circuito o el programa de la asamblea de distrito debido a la
excelente hospitalidad o a los regalos generosos que hayan recibido de él. De hecho, ha
habido casos en que un anciano ha dado regalos generosos y al mismo tiempo ha traído a
colación la posibilidad de recibir algún privilegio especial. Parece que tales personas no se
contentaban con portarse como “uno de los menores”, dejando que el espíritu santo motivara a
aquellos en puestos de responsabilidad a hacer nombramientos teocráticos. (Lucas 9:48.) Bajo
tales circunstancias no se han aceptado dichos regalos, dándose de esta manera un ejemplo
excelente de no abusar del don del poder. ¡Todos estos ejemplos muestran lo cuidadosos que
deben ser los ancianos prominentes para evitar la mancha de la simonía!
11 Además, en ocasiones quizás sea necesario que un ministro viajante le dé consejo firme
imperfectos y cometen errores (Salmo 130:3; Eclesiastés 7:20; Hechos 20:28; Santiago 3:2).
Por tanto, es posible que algunos miembros de la congregación se sientan descontentos con
ellos. ¿Cómo deberíamos reaccionar cuando pensamos que algo no se está haciendo bien en
la congregación, o al menos eso parece? Observemos el contraste entre los falsos maestros
del siglo primero y los ángeles: “Osados, voluntariosos, estos [falsos maestros] no tiemblan
ante los gloriosos, sino que hablan injuriosamente, mientras que los ángeles, aunque son
mayores en fuerza y poder, no presentan contra ellos acusación en términos injuriosos, lo cual
no hacen por respeto a Jehová” (2 Pedro 2:10-13). Mientras que los falsos maestros hablaron
injuriosamente de “los gloriosos” —los ancianos a los que se había concedido autoridad en la
congregación cristiana del siglo primero—, los ángeles no hablaron en términos injuriosos de
los falsos maestros que estaban dividiendo a los hermanos. Siendo estos superiores al hombre
y con un mejor sentido de la justicia, eran conscientes de lo que estaba ocurriendo en la
congregación. No obstante, “por respeto a Jehová” le dejaron el juicio a Él (Hebreos 2:6, 7;
Judas 9).
17Aunque no se haga algo como es debido, ¿no deberíamos tener fe en Jesucristo, el
Cabeza viviente de la congregación cristiana? ¿No está él al tanto de lo que sucede en su
congregación mundial? ¿No deberíamos respetar su manera de tratar la situación y reconocer
que puede controlarla? Realmente, ‘¿quiénes somos nosotros para juzgar a nuestro prójimo?’
(Santiago 4:12; 1 Corintios 11:3; Colosenses 1:18). ¿Por qué no expresar a Jehová en oración
nuestras preocupaciones?
18 Debido a la imperfección humana es posible que surjan dificultades o problemas. Tal vez
los ancianos cometan errores que perturben a algunos hermanos. La actuación
precipitada ante tales circunstancias no cambiará la situación. Solo puede agravar el problema.
Los que tienen discernimiento espiritual esperan que Jehová enderece los asuntos y administre
la disciplina necesaria a su propio modo y a su debido tiempo (2 Timoteo 3:16; Hebreos 12:7-
11).
19 ¿Qué hacer si nos angustia algún asunto? En vez de hablar con otros miembros de la
congregación, ¿por qué no pedir ayuda respetuosamente a los ancianos? Sin criticar a nadie,
explíqueles cómo se ha visto afectado. Confíese a ellos de manera respetuosa y ‘comparta sus
sentimientos como compañeros’ (1 Pedro 3:8). No recurra al sarcasmo, sino confíe en su
madurez cristiana. Valore el estímulo bíblico que puedan ofrecerle. Y si parece que se
necesitan otras medidas correctivas, confíe en que Jehová guiará a los ancianos a hacer lo que
es debido
*** w96 15/3 pág. 25 Cómo le sirven a usted los pastores cristianos ***
¿Qué es una visita de pastoreo?
No es una simple visita social para conversar sobre asuntos triviales. Un anciano dijo: “A la
mayoría de los publicadores les encanta leer un texto o hablar de un personaje bíblico. Claro
está, el anciano no es el único que habla. Por lo general, al publicador del Reino que recibe la
visita le gusta expresar lo que piensa en cuanto a la Biblia, lo cual fortalece su propia fe. El
anciano puede llevar un ejemplar de La Atalaya o ¡Despertad! para comentar algún artículo
animador. Quizás esta conversación espiritual es lo que distingue una visita de pastoreo de una
visita social”.
Otro anciano de experiencia comentó: “Antes de la visita, el anciano medita en las
necesidades del publicador. ¿Qué puede edificarlo? El encomio sincero es una parte esencial
de las visitas de pastoreo, pues fortalece a la persona para que siga aguantando”. En realidad,
la visita de pastoreo es más que una simple visita amigable de un miembro de la congregación.
¿Por qué lo visita un pastor?
Cuando un anciano visita un hogar, va preparado para animar a sus compañeros de
creencia y ayudarlos a permanecer firmes en la fe. (Romanos 1:11.) Por eso, ¿cómo reacciona
usted cuando uno o dos ancianos desean visitarlo? Un superintendente viajante dijo: “Si las
visitas de pastoreo solo se efectúan cuando surgen problemas, la reacción inicial de la persona
a quien se va a visitar pudiera ser: ‘¿Qué he hecho mal?’”. Los pastores espirituales amorosos
imitan a Jehová, quien cuidó al salmista y siempre ‘refrescó su alma’, particularmente en
tiempos de angustia y necesidad especial. (Salmo 23:1-4.)
El objetivo de la visita de pastoreo es ‘edificar, no demoler’. (2 Corintios 13:10.) Anima
mucho a la persona escuchar palabras de aprecio por su aguante, celo y fiel servicio. Cierto
anciano comentó: “No es conveniente dar la impresión de que se ha ido con el propósito de
detectar problemas y hablar de estos. Desde luego, pudiera ser que el publicador deseara
hablar de cierta dificultad. Y si una oveja está cojeando o aislándose del rebaño, el anciano
debe tomar medidas para ayudarla”.
Los pastores cristianos sin duda cuidarán de manera especial de cualquiera que se
encuentre en la siguiente situación: “A la perdida buscaré [dice Jehová], y a la dispersada
traeré de vuelta, y a la quebrada vendaré y a la doliente fortaleceré”. (Ezequiel 34:16.) Tal vez
sea necesario buscar a la oveja perdida, traerla de vuelta, vendarla y fortalecerla. Los pastores
de Israel no cumplieron con tales responsabilidades. Esta labor exige que el pastor se acerque
a la oveja y atienda a sus necesidades. Este aspecto, en esencia, debe distinguir toda visita de
pastoreo hoy en día.
*** w93 15/11 pág. 30 ¿Por qué reconocer una equivocación? ***
Cuando un anciano comete una equivocación
Admitir las equivocaciones y disculparse sinceramente ayudará también a los ancianos
cristianos a trabajar juntos en armonía y “mostrarse honra unos a otros”. (Romanos 12:10.) Es
posible que un anciano se resista a reconocer un error porque tema que tal reconocimiento
socave su autoridad en la congregación. Sin embargo, será más probable que pierda la
credibilidad si intenta justificar, pasar por alto o minimizar su equivocación. El hermano maduro
que se disculpa humildemente, quizá por alguna observación irreflexiva, se gana el respeto de
los demás.
Fernando, un anciano de España, recuerda que en cierta ocasión un superintendente de
circuito que presidía un concurrido grupo de ancianos dijo algo inexacto sobre cómo debía
dirigirse una reunión. Cuando un hermano lo corrigió con respeto, el superintendente de circuito
reconoció enseguida su error. Fernando recuerda: “Cuando le vi reconocer su equivocación en
frente de todos aquellos ancianos, me impresionó mucho. Le respeté mucho más después de
aquella disculpa. Su ejemplo me enseñó lo importante que es que yo reconozca mis propias
deficiencias”.
REQUISITOS PARA ANCIANOS
*** w90 1/9 págs. 24-28 ¿Está usted capacitado para servir? ***
Requisitos en común
4 Particularmente en 1 Timoteo 3:1-10, 12, 13 y Tito 1:5-9 el apóstol Pablo expone los
persona recién bautizada no ha tenido tiempo para dar prueba de que puede atender fielmente
los deberes que se le asignen. Puede que no se conduela de los afligidos ni tenga la sabiduría
necesaria para ayudar a sus compañeros de adoración, y quizás hasta vea con desprecio a
otros. Por eso, antes de que un hombre sea recomendado para siervo ministerial, y
especialmente para anciano, debe ser ‘probado en cuanto a aptitud’ y debe demostrar que
ejerce buen juicio y que es confiable. No se da un tiempo fijo para esta prueba, y el paso del
progreso espiritual de las personas varía. Pero los ancianos no deben apresurarse a
recomendar a un hermano nuevo, “por temor de que se hinche de orgullo y caiga en el juicio
pronunciado contra el Diablo”. Que primero el hombre manifieste humildad como la de Cristo.
(Filipenses 2:5-8.)
Lo que debe verse en los siervos ministeriales
12 Se estipulan algunos requisitos para los siervos ministeriales. No obstante, si los ancianos
no satisficieran esos requisitos también, no estarían capacitados para servir. Como hombre
cristiano, ¿satisface usted esos requisitos?
13 Serio. (1 Timoteo 3:8.) El hombre que está capacitado para servir como siervo ministerial
no debe tomar sus responsabilidades a la ligera. Debe comportarse con dignidad que se gane
el respeto de otros. Aunque el desplegar en ciertas ocasiones un sentido del buen humor es
aceptable, no satisfaría los requisitos si constantemente manifestara frivolidad.
14 No de lengua doble; que tenga una conciencia limpia. (1 Timoteo 3:8, 9.) Los siervos
ministeriales (y ancianos) tienen que ser veraces, no chismosos ni tortuosos. Puesto que no
son de lengua doble, no deben manifestar hipocresía diciendo una cosa a cierta persona y
precisamente lo contrario a otra. (Proverbios 3:32; Santiago 3:17.) Estos hombres también
tienen que apoyar fielmente la verdad revelada, “manteniendo el secreto sagrado de la fe con
una conciencia limpia”. Ante Dios, la conciencia de tal hombre debería dar testimonio de que es
recto y no practica nada solapado ni contaminador. (Romanos 9:1; 2 Corintios 1:12; 4:2; 7:1.)
Nadie satisface los requisitos para servir al rebaño de Dios a menos que se adhiera a la verdad
y a los principios piadosos.
Enfoque de los requisitos para los ancianos
15 Hay ciertos requisitos que aplican particularmente a los ancianos, y en gran parte se
relacionan con su obra de pastores y maestros. Como hombre cristiano, ¿satisface usted estos
requisitos?
16 Moderado en los hábitos; que ejerza autodominio. (1 Timoteo 3:2; Tito 1:8.) El anciano
tiene que ser templado y no estar esclavizado a malos hábitos. Cuando afronte pruebas, Dios
le ayudará a mantener equilibrio si ora como lo hizo el salmista: “Las angustias de mi corazón
se han multiplicado; de los apuros en que me hallo, oh, sácame”. (Salmo 25:17.) El
superintendente también debe orar por el espíritu de Dios y desplegar sus frutos, incluso el de
autodominio. (Lucas 11:13; Gálatas 5:22, 23.) Si el anciano domina sus pensamientos, habla y
acciones, podrá evitar extremos mientras da guía espiritual a la congregación.
17 De juicio sano. (1 Timoteo 3:2.) El anciano tiene que ser sensato, discreto y prudente. Su
habla y acciones deben tener propósito y ser racionales. Su modo de pensar humilde y
equilibrado se basa en la sabiduría piadosa y en las enseñanzas saludables de la Palabra de
Jehová, de la cual debe ser estudiante diligente. (Romanos 12:3; Tito 2:1.)
18 Ordenado. (1 Timoteo 3:2.) La palabra griega que se emplea aquí se traduce “bien
arreglado” en 1 Timoteo 2:9. De modo que el anciano debe tener un patrón de vida
caracterizado por la decencia y el buen arreglo. Por ejemplo, debe ser puntual. Parece que los
cristianos del primer siglo no recalcaron al extremo el asunto de llevar registros, y no es
necesario que un superintendente hoy sea un contador u oficinista experto. Los siervos
ministeriales podrían encargarse de lo que se requiera en estos asuntos. Pero el término griego
para “ordenado” puede indicar buen comportamiento, y un hombre ciertamente no estaría
capacitado para ser anciano si fuera ingobernable o desordenado. (1 Tesalonicenses 5:14;
2 Tesalonicenses 3:6-12; Tito 1:10.)
19 Hospitalario. (1 Timoteo 3:2; Tito 1:8.) El anciano ‘sigue la senda de la hospitalidad’.
(Romanos 12:13; Hebreos 13:2.) La palabra griega para “hospitalario” significa literalmente
“encariñado con extraños”. Por eso el anciano hospitalario da la bienvenida a los nuevos que
asisten a las reuniones cristianas y muestra el mismo interés tanto por los pobres como por los
que disfrutan de prosperidad material. Es hospitalario con los que rinden servicio como
ministros viajantes para el adelanto del cristianismo, y pone a estas personas en camino “de
una manera digna de Dios”. (3 Juan 5-8.) Sí, el anciano muestra hospitalidad especialmente a
sus compañeros de creencia según las necesidades que tengan y al grado que se lo permitan
sus circunstancias. (Santiago 2:14-17.)
20 Capacitado para enseñar. (1 Timoteo 3:2.) Lo apto del anciano como maestro espiritual
vencido! Una recaída no anula necesariamente todo el progreso que ha hecho. En el número
del 1 de julio de 1954 de esta revista se publicaron las siguientes palabras reconfortantes y
tranquilizadoras: “[Puede que] nos [encontremos] tropezando y cayendo muchas veces por
causa de alguna mala costumbre que [se arraigó] en nuestro anterior modelo de vida [más] de
lo que nos habíamos dado cuenta. [...] No pierda la esperanza. No decida que usted ha
cometido el pecado imperdonable. Exactamente así le gustaría a Satanás que usted razonara.
El hecho de que usted se siente afligido y enfadado con usted mismo es prueba en sí mismo
de que usted no ha ido demasiado lejos. Jamás se canse de dirigirse humilde y sinceramente a
Dios, buscando su perdón y limpiamiento y ayuda. Diríjase a él como un niño se dirige a su
padre cuando se halla en dificultad, prescindiendo de cuán a menudo sea sobre la misma
debilidad, y Jehová benignamente le dará a usted la ayuda porque él es Dios de bondad
inmerecida y, si usted es sincero, le dará a usted el entendimiento de que su conciencia ha sido
purificada
*** g93 22/10 pág. 22 ¿Qué es “ir demasiado lejos”? ***
¿Qué es “ir demasiado lejos”?
Algunos jóvenes creen que mientras no lleguen al coito, no han ido demasiado lejos, que lo
que hacen no es realmente malo. No obstante, la Biblia dice lo contrario. En Gálatas 5:19-21, el
apóstol Pablo escribió: “Las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia,
conducta relajada [...]. Los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
¿Qué es fornicación? La palabra griega original para fornicación es por·néi·a. Se refiere a
actividad sexual que implica el uso de los órganos genitales fuera del vínculo matrimonial. Una
muchacha citada en la revista Seventeen permitió que su novio la presionara a realizar coito
oral. “Me siento realmente estúpida —explicó—, pues todas mis amigas dicen que lo hacen con
su novio y que voy a perderlo si no lo hago.” Los estudios demuestran que una cantidad
alarmante de jóvenes ha realizado ese tipo de acto inmoral. Sin embargo, tales actos
constituyen por·néi·a y acarrean la desaprobación divina.
El apóstol Pablo también relacionó la fornicación con la “inmundicia”. La palabra griega
original, a·ka·thar·sí·a, abarca cualquier tipo de impureza, tanto en el habla como en la
conducta. Por supuesto, sería inmundo deslizar las manos bajo la ropa de alguien, quitársela o
acariciarle sus partes íntimas, como podrían ser los pechos. La Biblia incluye acariciar los
pechos entre los placeres reservados a las parejas casadas. (Proverbios 5:18, 19; compara con
Oseas 2:2.)
Sin embargo, algunos jóvenes desobedecen con descaro estas normas divinas. Van
demasiado lejos deliberadamente, o buscan con avidez a numerosos compañeros con los que
puedan practicar inmundicia sexual. Así se hacen culpables de lo que el apóstol Pablo llamó
“conducta relajada”.
Varias autoridades explican que la palabra griega original para “conducta relajada”
(a·sél·guei·a) significa ‘actos escandalosos, excesos, insolencia, concupiscencia desenfrenada
y desvergüenza’. Los jóvenes que practican conducta relajada son como los paganos de los
que habló Pablo, quienes, debido a la “insensibilidad de sus corazones”, llegaron a estar “más
allá de todo sentido moral, [y] se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de
inmundicia con avidez”. (Efesios 4:17-19.) Seguro que no querrás que se te considere esta
clase de persona.
Te habrás dado cuenta, pues, de que no hay que llegar al coito para haber ido “demasiado
lejos” desde el punto de vista de Jehová. Si eres muy joven para casarte, deberías rehuir las
caricias y los besos románticos. Y las parejas de novios han de tener cuidado para que sus
demostraciones de afecto no lleguen a ser inmundas. Hay que admitir que no es fácil atenerse
a las normas bíblicas. Pero Dios dice en Isaías 48:17: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te
enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes
andar”. (Lee también Gálatas 5:16.)
*** w74 15/6 págs. 383-384 Preguntas de los lectores ***
Preguntas de los lectores
Parecía que Dios lo había abandonado, y la situación se puso oscura como boca de lobo. Pero,
¿qué hizo para sustentarse y atenerse firmemente a Jehová Dios? Como ya se citó, él dijo:
“Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente.” Se
interesó en las actividades y tratos pasados de Dios, en cómo Jehová había librado a su pueblo
en el pasado. Asaf sabía que Dios no cambia, tal como está escrito: “Porque yo soy Jehová;
no he cambiado. Y ustedes son hijos de Jacob; ustedes no se han acabado.” (Mal. 3:6)
Ciertamente, entonces, Jehová no permitirá que su pueblo, si es fiel, sea consumido o
acabado.
17De modo que hay buena razón para que nos familiaricemos con las actividades de Dios,
pasadas y presentes, a favor de su pueblo así como con lo que ha hecho por su organización.
Ahora es el tiempo para acumular toda esta información en nuestro corazón y mente. Con este
fin tenemos la Palabra de Dios y varias publicaciones de la Sociedad Watch Tower para
ayudarnos. Entonces si alguna vez estamos en una situación difícil, como estuvo Asaf, nuestro
pensar puede ser de la clase correcta para que podamos estar firmes. Tendremos cosas
buenas, cosas nobles, cosas dignas de alabanza, cosas amables en nuestra mente en las
cuales podemos meditar.—Fili. 4:8.
18 De modo que es un buen patrón el que nos establece aquí el salmista... meditar en las
actividades y tratos de Jehová Dios. Entonces nos será útil en tiempo de necesidad.
*** w73 15/1 págs. 43-44 Usted nunca está solo ***
EN TIEMPOS DE TRIBULACIÓN
13 A veces los cristianos verdaderos se hallan incomunicados debido a persecución. Aquí de
nuevo necesitan tener presente que en estas ocasiones de tribulación el espíritu de Jehová
consuela a los que confían enteramente en Él. El saber qué hacer en tiempos dificultosos es
vital porque el Señor Jesús, al dar la Revelación a su apóstol Juan, dijo: “¡Mira! El Diablo
seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba
plenamente.” Y el apóstol Pablo declaró: “Todos los que desean vivir con devoción piadosa en
asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos.”—Rev. 2:10; 2 Tim. 3:12; 2 Cor.
1:3, 8-10.
14¿Cuán fuerte es la fe de usted? ¿Podría usted enfrentarse a constante interrogatorio y a
años de estar incomunicado en la prisión debido a su deseo de mantener integridad a Dios y al
mismo tiempo no claudicar? El tiempo para fortalecerse es antes que llegue esa persecución.
¿De qué manera? Usando sabiamente su tiempo ahora, estudiando la Palabra de Dios y
meditando en ella para que quede profundamente arraigada en su corazón, asociándose con
regularidad con el pueblo de Jehová, y utilizando en el ministerio de Su reino lo que usted
aprende. Si usted confía ahora en Jehová, aprovechándose de las provisiones espirituales a la
mano, podrá sacar fuerza de él en tiempo de crisis, fuerza que lo sustentará a través de todo.
15 Pero cuando a una persona la ponen incomunicada por fuerza, ¿qué puede hacer
exactamente? Bueno, puede repasar las Santas Escrituras en su mente, pensar en los tratos
de Dios y en Su obra. Puede pensar en ejemplos bíblicos de aguante y fidelidad. Tenemos a
José, que pasó años en prisión, y sin embargo realmente no estaba solo, porque Dios estaba
con él. (Gén. 39:20-23) Está Sansón, quien, en la casa de prisión, parecía estar completamente
solo, pero Jehová no lo abandonó. (Jue. 16:21-30) Están los apóstoles, que a menudo
estuvieron en prisión, y sin embargo mantuvieron integridad. (Hech. 5:17-21; 12:3-17; 16:19-34;
2 Cor. 6:3-5) El cristiano incomunicado debido a la persecución puede hacer como hizo el
salmista Asaf cuando estuvo muy angustiado. Este “hombre de visiones” que ‘profetizaba con
el arpa’ escribe en el Salmo 77:2, 12: “En el día de mi angustia he buscado a Jehová
mismo. . . . Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré
intensamente.” (1 Cró. 25:1; 2 Cró. 29:30) Eso es lo que hizo uno de los superintendentes de
zona de la Sociedad Watch Tower cuando estuvo bajo restricción y cuando sufrió bajo abuso
verbal y físico debido a mantener integridad. Hablando de su experiencia después, dijo:
“Oramos mucho; en una situación como ésta uno piensa mucho.”
16 De modo similar, el salmista Asaf pensó mucho cuando se halló en una situación difícil.
Parecía que Dios lo había abandonado, y la situación se puso oscura como boca de lobo. Pero,
¿qué hizo para sustentarse y atenerse firmemente a Jehová Dios? Como ya se citó, él dijo:
“Ciertamente meditaré en toda tu actividad, y en tus tratos sí me interesaré intensamente.” Se
interesó en las actividades y tratos pasados de Dios, en cómo Jehová había librado a su pueblo
en el pasado. Asaf sabía que Dios no cambia, tal como está escrito: “Porque yo soy Jehová;
no he cambiado. Y ustedes son hijos de Jacob; ustedes no se han acabado.” (Mal. 3:6)
Ciertamente, entonces, Jehová no permitirá que su pueblo, si es fiel, sea consumido o
acabado.
17 De modo que hay buena razón para que nos familiaricemos con las actividades de Dios,
pasadas y presentes, a favor de su pueblo así como con lo que ha hecho por su organización.
Ahora es el tiempo para acumular toda esta información en nuestro corazón y mente. Con este
fin tenemos la Palabra de Dios y varias publicaciones de la Sociedad Watch Tower para
ayudarnos. Entonces si alguna vez estamos en una situación difícil, como estuvo Asaf, nuestro
pensar puede ser de la clase correcta para que podamos estar firmes. Tendremos cosas
buenas, cosas nobles, cosas dignas de alabanza, cosas amables en nuestra mente en las
cuales podemos meditar.—Fili. 4:8.
18 De modo que es un buen patrón el que nos establece aquí el salmista... meditar en las
actividades y tratos de Jehová Dios. Entonces nos será útil en tiempo de necesidad.
*** g83 22/3 págs. 13-14 ¿Cómo puedo librarme de la melancolía? ***
El valor de los logros
“La desesperación no se va por sí sola”, aconseja Daphne, de veinticinco años de edad,
quien repetidas veces ha luchado con éxito contra el desánimo durante su vida. “Una tiene que
ponerse a pensar en otras cosas o emprender alguna actividad física. Una tiene que ponerse a
hacer algo.” Pero ¿qué actividades pueden emprenderse?
“Estoy distrayéndome con la costura”, dijo Linda, de veinticuatro años de edad, quien estaba
haciendo todo lo posible por contrarrestar la tristeza. “Me pongo a trabajar con mi ropa y, con el
tiempo, olvido lo que me estaba perturbando. El mantenerme ocupada es una verdadera
ayuda.” El ocuparte en cosas que sabes hacer bien puede aumentar tu aprecio de ti mismo...
que, por lo general, está en su punto más bajo durante un período de depresión.
También es provechoso emprender actividades en las que te complaces. Procura ir de
compras en busca de algo especial para ti mismo, participar en juegos, preparar tu receta
favorita, curiosear en una librería, ir a un restaurante, leer alguna literatura, o aun recomponer
un rompecabezas. Tal vez para esos días de depresión puedas reservar, a manera de
“medicamento” fácilmente disponible, alguna actividad en particular que te guste. Si eres una
joven, quizás halles que tales períodos de depresión coinciden con tu ciclo menstrual.
“Cuando el futuro encierra algo que puedo esperar con placer, me siento menos deprimida”,
informó Debbie. Ella halló que por medio de planear breves viajes o establecerse metas para
variar la rutina diaria, podía hacer frente a la depresión. Pero una de las cosas que más le
ayudaban era el hacer algo para ayudar a otra persona. “Encontré a cierta joven que estaba
muy deprimida, y me puse a ayudarle a estudiar la Biblia”, dijo Debbie. “Estas sesiones
semanales me proporcionaron la oportunidad de relatarle cómo ella podía vencer la depresión.
La Biblia le dio verdadera esperanza. Al mismo tiempo, esto me ayudó a mí.” Por eso
precisamente Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir”. (Hechos 20:35.)
MATRIMONIO
*** w85 1/11 págs. 18-20 Halle gozo en el don del matrimonio ***
El factor de la edad
9 Debido a que es común entre muchas personas de esta generación el punto de vista de
que si el matrimonio no resulta bien se puede finalizar con el divorcio, muchos jóvenes
empiezan con este punto de vista poco serio del arreglo marital. Esto puede causar, y de hecho
causa, el quebrantamiento de muchos matrimonios entre adolescentes. También resulta en que
se traigan al mundo muchos hijos no deseados. Estos niñitos a menudo crecen sin saber lo que
es tener un padre y una madre que los amen profundamente y que los cuiden.
10 ¿Qué edad debería tener una persona antes de pensar en casarse? Respecto a esto, no
sería sabio establecer reglas. Sin embargo, las Escrituras dan buen consejo en cuanto a lo que
constituye la madurez mental y espiritual... la clase de madurez que necesitan los que
emprenden la vida matrimonial. Sírvase leer Gálatas 5:22, 23, donde hallará que se enumeran
los frutos del espíritu. Examine cuidadosamente cada uno de los frutos que ahí se mencionan.
Esas son las cualidades que uno tiene que cultivar en la vida. No es después de haberse
casado que la persona debería comenzar a manifestar dichas cualidades, sino mucho antes,
en su vida diaria de cristiano.
11 Por ejemplo, ¿es usted una persona que disfruta de la vida, que está feliz de estar viva,
sirviendo los intereses del Reino de Cristo? ¿Existe la paz entre usted y otras personas, y
promueve relaciones pacíficas con ellas? ¿O es usted una persona belicosa, dada a arrebatos
de cólera y habla injuriosa? ¿Es una persona longánima, capaz de soportar las debilidades de
su hermano o hermana, madre o padre? ¿O es de mal genio y tiende a encolerizarse si otros
no acceden inmediatamente a lo que usted quiere? ¿Halla usted que muestra bondad a otras
personas en sus tratos con ellas, siendo apacible y haciéndoles el bien? ¿O es egoísta,
egotista, sin dominio de sí mismo, y propenso a desfogarse con otras personas a la menor
provocación? ¿Ama a otros verdaderamente, desea ayudarles, y no escatima esfuerzos para
dar de sí mismo y de sus recursos a fin de hacer felices a otros? ¿O quiere que otros le
muestren amor a usted, y que otros siempre estén dándole de los recursos de ellos?
12 Es cierto que ninguno de nosotros manifiesta dichas cualidades a perfección. Sin
embargo, el hombre o la mujer que haya sido moldeado por algunos años de vida, y que haya
tenido la oportunidad de cultivar dichas cualidades espirituales, se halla en una posición
excelente para hacer un éxito del matrimonio... en mejor posición que la persona que no
comienza a tratar de cultivar dichos frutos sino hasta después de haber hecho los votos
matrimoniales. (Compárese con 2 Pedro 1:5-8.)
13 ¿Por qué no se examina honradamente y examina también sus gustos y aversiones? ¿No
nota usted que su aprecio por la vida ha aumentado con el paso del tiempo? ¿Valoraba usted
las cosas de la misma manera cuando tenía 13 años de edad como cuando tenía 5 años, o
valoraba usted las cosas a los 20 años de edad como lo hacía a los 13? ¿Ha aumentado o ha
disminuido su aprecio por la vida a medida que ha adquirido más experiencia en el transcurso
de los años? Ahora, como adulto, ¿busca usted en las personas las mismas cualidades que
buscaba cuando era niño? ¿No es cierto que el que era el “único” chico en la vida de una
muchacha a los 16 ó 17 años de edad a menudo queda en el olvido a medida que ella se hace
mujer y da más importancia a las cualidades piadosas y a la personalidad del hombre? El punto
de vista de ella a los 22 ó 23 años de edad probablemente se concentre más en los aspectos
espirituales, mentales y emocionales del hombre que en sus características físicas. Lo mismo
se puede decir del jovencito cuando va haciéndose hombre. Sus esperanzas y aspiraciones en
lo que respecta a una esposa maduran a medida que él también madura. En los años
posteriores, a medida que sus valores cambien, lo que él buscará en una compañera será que
sea una persona comprensiva y bondadosa, que tenga la capacidad de ser ama de casa y
madre, y que tenga en el corazón el deseo profundo de agradar en primer lugar a su Creador,
Jehová, y de hacer la voluntad de Él. (Proverbios 31:10, 26, 27.)
14 El asunto es que con el tiempo cambia el punto de vista de la persona en lo que se refiere
vida de modo que pueda tomar en consideración a otras personas también. Pregunta qué
puede hacer para ayudar a otros, para dar de sí y de lo que posee a fin de beneficiar a otros.
No insiste en salirse con la suya en toda ocasión. El libro de Proverbios dice: “El alma generosa
será engordada ella misma, y el que liberalmente riega a otros también él mismo será
liberalmente regado”. (Proverbios 11:25.)
18 El que una persona soltera siga tal proceder le será sumamente beneficioso más tarde en
su vida matrimonial. Siempre tomará en cuenta a su cónyuge al tomar cualquier decisión. Dicha
persona, en lugar de ver el matrimonio como un experimento o un arreglo provisional, verá el
matrimonio como el arreglo permanente que Jehová tuvo presente al unir a la primera pareja
humana en el Edén. (Génesis 2:22-24.) A cada paso hará esfuerzos para mantener la unión
matrimonial, para ayudar a su cónyuge, a medida que ambos vayan aumentando su aprecio
por Dios y el uno por el otro.
*** w01 15/5 págs. 18-19 Consejo divino para la elección de un cónyuge ***
La devoción piadosa es un factor decisivo
8 Hay que reconocer que la atracción mutua contribuye a la solidez del matrimonio. Sin
embargo, de mucha mayor importancia para que la unión marital perdure y sea fuente de
felicidad es que se compartan los mismos valores. La devoción mutua a Jehová Dios crea un
vínculo permanente y favorece la unidad como ningún otro factor puede hacerlo (Eclesiastés
4:12). Cuando una pareja cristiana centra su vida en la adoración verdadera de Jehová, está
unida espiritual, mental y moralmente. Los cónyuges estudian juntos la Palabra de Dios. Oran
juntos, lo cual unifica su corazón. Se acompañan a las reuniones cristianas y salen juntos al
ministerio del campo. Todo ello contribuye a forjar un vínculo espiritual que los une más el uno
al otro. Y lo más importante es que resulta en la bendición de Jehová.
9 La devoción piadosa impulsó al fiel patriarca Abrahán a tratar de agradar a Dios cuando
llegó el momento de escoger un cónyuge para su hijo Isaac. Le dijo a su siervo de confianza:
“Tengo que hacerte jurar por Jehová, el Dios de los cielos y el Dios de la tierra, que no tomarás
esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre quienes estoy morando, sino que irás a
mi país y a mis parientes, y ciertamente tomarás esposa para mi hijo, para Isaac. [...] [Jehová]
enviará a su ángel delante de ti, y ciertamente tomarás de allá esposa para mi hijo”. Rebeca
resultó ser una extraordinaria esposa, a quien Isaac amó profundamente (Génesis 24:3, 4, 7,
14-21, 67).
10 Si somos cristianos solteros, la devoción piadosa nos ayudará a cultivar las cualidades
que nos permitirán reunir los requisitos bíblicos para el matrimonio. Algunas de las obligaciones
de los cónyuges son las que mencionó el apóstol Pablo: “Que las esposas estén en sujeción a
sus esposos como al Señor [...]. Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo
también amó a la congregación y se entregó por ella, [...] los esposos deben estar amando a
sus esposas como a sus propios cuerpos [...;] que cada uno de ustedes individualmente ame a
su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto
a su esposo” (Efesios 5:22-33). Como vemos, las palabras inspiradas de Pablo recalcan la
necesidad del amor y el respeto. Seguir este consejo implica tener temor reverente a Jehová.
Exige un compromiso de todo corazón, tanto en los buenos como en los malos momentos. Los
cristianos que piensan en el matrimonio deben poder asumir esta responsabilidad.
*** fy cap. 2 págs. 20-24 Cómo prepararse para tener éxito en el matrimonio ***
QUÉ BUSCAR EN EL FUTURO CÓNYUGE
11 ¿Es costumbre en el lugar donde vive que uno escoja a su pareja? En tal caso, ¿cómo
debe proceder si halla a alguien del sexo contrario que le resulta atractivo? Primero
pregúntese: ‘¿Tengo en realidad la intención de casarme?’. Es cruel jugar con las emociones
de otra persona creándole falsas expectativas. (Proverbios 13:12.) Luego pregúntese: ‘¿Estoy
en condición de casarme?’. Si la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, los pasos
siguientes van a depender de las costumbres locales. En algunos países, después de observar
a la persona por algún tiempo, se le expresa directamente el deseo de conocerla mejor. Si la
respuesta es negativa, no debe insistirse hasta el punto de ser desagradable. Recordemos que
la otra persona también tiene el derecho de tomar su decisión al respecto. Sin embargo, si la
respuesta es afirmativa, podemos planear pasar tiempo juntos en actividades sanas. De este
modo tendremos la oportunidad de determinar si esa es la pareja idónea para nosotros. ¿Qué
debe buscarse durante esta etapa?
12 Para contestar esa pregunta, imagínese dos instrumentos musicales, como por ejemplo,
el piano y la guitarra. Si están bien afinados, cualquiera de los dos produce música agradable
como instrumento solista. Pero ¿qué sucede si se tocan juntos? En ese caso deben estar
afinados entre sí. Lo mismo sucede con los componentes de la pareja. Es posible que cada
uno se haya esforzado por “afinar” su personalidad a nivel individual. Pero la pregunta
importante es: ¿están afinados entre sí? En otras palabras, ¿son compatibles?
13 Es importante que ambos compartan las mismas creencias y principios. El apóstol Pablo
escribió: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos”. (2 Corintios 6:14;
1 Corintios 7:39.) Casarse con alguien que no comparte nuestra fe en Dios aumenta el riesgo
de que se produzca una grave discordancia. Por otra parte, la devoción mutua a Jehová Dios
es el fundamento más seguro de la unidad. Jehová quiere que seamos felices y que nos una el
lazo más estrecho con nuestra pareja. Desea que estemos unidos a él y uno al otro en un lazo
triple de amor. (Eclesiastés 4:12.)
14 Aunque la adoración conjunta a Dios es el aspecto más importante de la unidad, hay
otros factores implicados. Para estar en armonía, la pareja debe tener metas similares. ¿Cuáles
son las suyas? Por ejemplo, ¿qué piensan sobre tener hijos? ¿Qué ocupa el lugar prioritario en
su vida? (Mateo 6:33.) El verdadero éxito en el matrimonio requiere que ambos cónyuges sean
buenos amigos y disfruten de la compañía mutua. (Proverbios 17:17.) Para ello deben poseer
intereses en común. Es difícil mantener una amistad estrecha —mucho menos un matrimonio—
cuando este no es el caso. Ahora bien, si a su futura pareja le gusta una actividad en particular,
como el excursionismo, y a usted no, ¿quiere decir eso que no son el uno para el otro?
No necesariamente. Es posible que tengan en común otros intereses de mayor relevancia. Es
más, usted puede hacer feliz a su futura pareja participando en las actividades sanas que a ella
le gustan. (Hechos 20:35.)
15 Puede decirse que la compatibilidad viene determinada por la facultad de adaptación más
bien que por la identidad de caracteres. En vez de preguntarse: ‘¿Concordamos en todo?’,
sería mejor plantearse: ‘¿Qué sucede cuando disentimos? ¿Podemos discutir los asuntos con
calma, respetando la dignidad de nuestra pareja? ¿O se convierten los desacuerdos en
discusiones acaloradas?’. (Efesios 4:29, 31.) Si queremos casarnos, debemos cuidarnos de
quienes sean orgullosos, dogmáticos, de los que nunca quieran ceder o de los que
constantemente insistan en salirse con la suya, abierta o solapadamente.
DEBEMOS INFORMARNOS PRIMERO
16 A aquellos a quienes se confían responsabilidades en la congregación cristiana primero
se ‘les prueba en cuanto a aptitud’. (1 Timoteo 3:10.) Podemos utilizar también este principio.
Por ejemplo, la mujer podría preguntarse: ‘¿Qué reputación tiene este hombre? ¿Quiénes son
sus amigos? ¿Tiene autodominio? ¿Cómo trata a las personas mayores? ¿De qué clase de
familia procede? ¿Cómo se lleva con sus familiares? ¿Qué actitud tiene con referencia al
dinero? ¿Abusa de las bebidas alcohólicas? ¿Tiene mal genio o es incluso violento? ¿Qué
responsabilidades tiene en la congregación, y cómo cumple con ellas? ¿Podría respetarlo
profundamente?’. (Levítico 19:32; Proverbios 22:29; 31:23; Efesios 5:3-5, 33; 1 Timoteo 5:8;
6:10; Tito 2:6, 7.)
17 El hombre podría preguntarse: ‘¿Ama y respeta a Dios esta mujer? ¿Puede encargarse
de un hogar? ¿Qué esperará de nosotros su familia? ¿Es prudente, trabajadora, ahorrativa?
¿De qué suele hablar? ¿Se interesa sinceramente por el bienestar ajeno, o es egocéntrica y
entrometida? ¿Es confiable? ¿Está dispuesta a someterse a la jefatura, o es terca, incluso
hasta rebelde?’. (Proverbios 31:10-31; Lucas 6:45; Efesios 5:22, 23; 1 Timoteo 5:13; 1 Pedro
4:15.)
18
No hay que olvidar que estamos tratando con alguien que es descendiente imperfecto de
Adán, no con un héroe (o heroína) idealizado tomado de una novela romántica. Todo el mundo
tiene debilidades y algunas deben pasarse por alto, tanto en lo que toca a uno mismo como a
la futura pareja. (Romanos 3:23; Santiago 3:2.) Además, una determinada debilidad puede
contribuir al crecimiento espiritual. Por ejemplo, imagínese que tienen una discusión durante el
noviazgo, pues incluso las personas que se aman y respetan mutuamente a veces discrepan
en sus conclusiones. (Compárese con Génesis 30:2; Hechos 15:39.) ¿Es posible que ambos
tengan sencillamente que ‘refrenar su espíritu’ un poco más y aprender a resolver los asuntos
de manera más pacífica? (Proverbios 25:28.) ¿Muestra su futura pareja un deseo de mejorar?
¿Y qué puede decirse de uno mismo? ¿Podría aprender a ser menos sensible, menos
susceptible? (Eclesiastés 7:9.) Aprender a resolver problemas puede crear el marco para una
comunicación franca que va a ser esencial en la vida de casados. (Colosenses 3:13.)
19 ¿Qué podemos hacer si percibimos tendencias que nos preocupan mucho? Estas deben
sopesarse detenidamente. Por mucho que nos atraiga la persona y por grandes que sean los
deseos que tengamos de casarnos, nunca cerremos los ojos a las faltas graves. (Proverbios
22:3; Eclesiastés 2:14.) Si tenemos serias reservas sobre nuestra futura pareja, lo más
prudente es romper la relación y no comprometernos solemnemente con ella