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EL PODER SOBRE LA SOCIEDAD

¿ES POSIBLE UN PODER SIN CONTROL?

Daniela Rodríguez Castillo

daniela.rodriguez-ca@uniminuto.edu.co

Corporación Universitaria Minuto de Dios1

Resumen: El presente artículo tiene por objetivo estipular las implicaciones que

dentro de las obras de Michel Foucault, Gilles Deleuze y Francisco Ávila, supone

un significado de la perspectiva del poder. Para ello se utilizaran algunos términos

asociados al concepto como "vigilancia", "disciplina", "sexo" y la

“jurisprudencia” en su relación con ciertas nociones significativas como las del

poder. Se señalaran supuestos metodológicos que Foucault asume al tomar un

bíopoder que intenta convertir la vida en un objeto utilizable a merced del poder.

Palabras clave: Poder, Bío-poder, Disciplina, Bío-política, Sexo.

Abstract: (Power about the Society: Is a Power without Control Possible?). The

present article aims to stipulate the implications that within the works of Michel

Foucault, Gilles Deleuze and Francisco Ávila, supposes a meaning of the

perspective of power. For this purpose, some terms associated with the concept

such as "vigilance", "discipline", "sex" and "jurisprudence" will be used in

relation to certain significant notions such as power. Methodological assumptions

that Foucault assumes when taking a biopod that tries to turn life into a usable

object at the mercy of power will be pointed out.

Keywords: Power, Bio-power, Discipline, Bio-political, Sex.

1
Estudiante de Segundo Semestre, Programa de Contaduría Pública, Profesor Diego Landinez,
Ceplec II, NRC: 22836
INTRODUCCIÓN

El poder es una correlación, es la interacción entre dos puntos, Foucault decía que el

poder sobre pasa al poder; Foucault trata el tema del poder rompiendo todos aquellos conceptos

básicos; ya conocidos y utilizados. Para él el poder es una relación de fuerzas en donde el sujeto

no se puede considerar independiente de estas relaciones.

Si bien Foucault da a conocer la sublevación de un biopoder que procura convertir la vida

en un objeto utilizable para el poder. Foucault (1976) nos dice “el poder produce saber” (p.34).

Pero qué tiene que ver el tema del biopoder con la frase de Foucault, pues bien el biopoder se

divide en dos técnicas: la primera de ellas “la disciplina” la cual forma sujetos construidos por un

sistema disciplinatorio por medio de mecanismos de vigilancia, lo cual es una estrategia de poder.

La segunda de ellas “la biopolitica” que tenía como principal convicción a las poblaciones

humanas regidas por procesos y leyes biológicas.

En un principio, a Deleuze, el derecho le interesaba más que la política, se es bien sabido

que gustaba de Masoch y de Sade su concepción completamente distorsionada en relación con la

sexualidad. En este caso se puede tomar el capítulo V “Derecho de Muerte y Poder sobre la Vida”

como un claro ejemplo de disciplina. La idea del sexo" es erigida por el dispositivo de

sexualidad; Logrando someterlos a la austera monarquía del sexo, hasta el punto de destinarlos a

la tarea indefinida de forzar su secreto y arrancar a esa sombra las confesiones más verdaderas.

Foucault (1976) dice “Ironía del dispositivo: los hace creer que en ello reside su liberación”

(p.194).

De igual forma en un principio Foucault da a conocer una biopolitica por medio de las

leyes biológicas; Hay muchos que quieren establecer el derecho de la biología moderna; Deleuze
(1995) nos comenta “pero en la biología moderna, y en las nuevas situaciones que está creando,

en los nuevos acontecimientos que está posibilitando, todo es cuestión de jurisprudencia” (p.

143). De igual forma la sensibilización hacia una distinción entre el devenir y la historia, No se

trata de la contraposición entre lo histórico y lo eterno, ni entre la acción y la contemplación. Se

dice que las revoluciones no tienen porvenir. Pero ahí se mezclan siempre dos cosas distintas: el

futuro histórico de las revoluciones y el devenir revolucionario de la gente. No creemos en una

filosofía política no centrada en torno al análisis del capitalismo y sus desarrollos.

Otro autor del que se hace referencia es a Primo Levi en donde explica cómo los campos

de exterminio nazis nos han inoculado “la vergüenza de ser hombres”. Vergüenza de que hayan

existido hombres capaces de ser nazis, vergüenza de no haber sabido o de no haber podido

impedirlo, vergüenza de haber aceptado compromisos, eso es lo que Primo Levi llama “la zona

gris”. Lo que nos avergüenza es no tener ningún medio seguro para preservar, y con mayor

motivo para liberar los devenires, incluso en nosotros mismos.

Se considera a menudo a Foucault como el pensador de las sociedades disciplinarias y de

su técnica principal, el encierro. Estamos entrando en sociedades de control, que ya no funcionan

mediante el encierro sino mediante un control continuo y una comunicación instantánea. Es

evidente que puede buscarse siempre la correspondencia entre un tipo de sociedad y un tipo de

máquina: las máquinas simples o dinámicas de las sociedades de soberanía, las máquinas

energéticas de las sociedades disciplinarias, las máquinas cibernéticas y los ordenadores de las

sociedades de control.

Es verdad que, incluso antes de que se hayan organizado realmente las sociedades de

control, también aparecen nuevas formas de resistencia y de delincuencia; Es posible que la

palabra y la comunicación estén ya podridas. El dinero las penetra enteramente: no


accidentalmente, sino por su propia naturaleza. Hace falta apartarse de la palabra. No se trata en

absoluto de un retorno al “sujeto”, es decir, a una instancia dotada de deberes, saberes y poderes.

Lo que más falta nos hace es creer en el mundo, así como suscitar acontecimientos, aunque sean

mínimos, que escapen al control, hacer nacer nuevos espacio-tiempos, aunque su superficie o su

volumen sean reducidos. Necesitamos al mismo tiempo creación y pueblo.

Así mismo Foucault relata que el derecho a la vida y la muerte ya no son un privilegio

absoluto, está restringido por la defensa del soberano y su propia supervivencia; el derecho de la

vida y de la muerte ahora es un derecho disimétrico. El soberano no profesa su derecho a la vida

si no a cambio su derecho de matar; El derecho es en realidad el derecho de hacer morir o dejar

vivir. El derecho de muerte tendió a desplazarse o al menos a apoyarse en las exigencias de un

poder que administra la vida.

El poder sobre la vida se desarrolló desde el siglo XVII en dos formas principales. Al

parecer el primero en formarse, fue centrado en el cuerpo como maquina: su educación, el

aumento de sus aptitudes, el arrancamiento de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y

su docilidad, su integración en sistemas de control eficaz y económico, en resumidas palabras

convirtiendo el cuerpo en el de un robot, El segundo hacia mediados del siglo XVIII, fue centrado

en el cuerpo-especie, en el cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a

los procesos biológicos: la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel de salud, la

duración de la vida y la longevidad, con todas las condiciones que pueden hacerlos variar, todos

estos problemas toman por nombre “la biopolítica de la población”.

Sea entrado en una fase de regresión de lo jurídico; las constituciones escritas en el mundo

entero a partir de la Revolución francesa, la vida como objeto político fue en cierto modo tomada

al pie de la letra y vuelta contra el sistema que pretendía controlarla. La vida, se volvió entonces
la apuesta de las luchas políticas, el sexo como el "pozo" del juego político. El sexo es, acceso a

la vida del cuerpo y a la vida de la especie. Es utilizado como matriz de las disciplinas y principio

de las regulaciones. En el siglo XIX, la sexualidad es perseguida hasta en el más ínfimo detalle de

las existencias. De ahí la importancia de las cuatro grandes líneas de ataque a lo largo de las

cuales avanzó la política del sexo desde hace dos siglos.

Las dos primeras se apoyaron en exigencias de regulación para obtener efectos en el

campo de la disciplina; la sexualización del niño se llevó a cabo con la forma de una campaña por

la salud de la raza la histerización de las mujeres, se llevó a cabo en nombre de la

Responsabilidad que les cabría respecto de la salud de sus hijos, el sexo se convirtió en blanco

central para un poder organizado alrededor de la administración de la vida y no de la amenaza de

muerte. La analítica de la sexualidad y la simbólica de la sangre bien pueden depender en su

principio de dos regímenes de poder muy distintos.

EL PODER SOBRE LA SOCIEDAD (A MODO DE CONCLUCIÓN)

De este modo, según la perspectiva de Foucault, el poder se torna material y menos

jurídico, debido a que ahora debe tratar con técnicas señaladas, tales como el cuerpo y la vida, el

individuo y la especie. El desarrollo del biopoder y sus técnicas constituyen una verdadera

revolución en la historia de la especie humana, ya que la vida está completamente invadida y

gestionada por el “Poder”.

Igualmente podemos decir que para Foucault el “poder” es una sublevación de un

bíopoder que corresponde a una disciplina que fue infundada mediante la sexualidad del hombre

y la mujer utilizando el placer y la realidad para poseer un control sobre esté; de igual forma

corresponde a un bíopoder con el fin de regir las sociedades humanas mediante procesos y leyes

biológicas.
Así volviendo a la pregunta dicha en el título, podemos decir que es imposible poseer el

“Poder” sin tener un “Control” en la sociedad ya que eso implicaría dar una libertad que no

estaba bien vista en ese tiempo.

BIBLIOGRAFIAS:

DELEUZE, GILLES.

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