Sei sulla pagina 1di 5

Abraham Aguilar Gutiérrez Exp.

267403 Aguilar 1
Introducción a la crítica literaria Dra. Carmen Carrillo

Críticos y pecadores de Primero Sueño

La crítica es el diálogo que nace de la literatura. En un primer momento, todo comentario en

torno a una obra se adjunta a su dominio. Sin embargo, no todos se reciben igual. Ya sea por

su rigor, por sus argumentos, o por el prestigio del crítico, estos comentarios se valoran al

punto de establecerse como referencias canónicas, afectando integralmente la recepción del

texto. La crítica le presenta la obra al lector, lo guía en ella y le ofrece propuestas de lectura,

amplificando su experiencia literaria. La responsabilidad de este quehacer es inmensa, y no

está libre de pecado.

En el caso de Primero sueño, la crítica es avasalladora. Por más de trescientos años el

diálogo en torno a la célebre silva de Sor Juana Inés de la Cruz se ha ensanchado, rompiendo

límites insospechados, alcanzando terrenos tan extraños como maravillosos. En esta ocasión,

se revisarán dos críticas cuyas conclusiones se han visto las caras con no poca polémica: la

investigación de Octavio Paz en Las trampas de la fe y el ejercicio crítico de Antonio Alatorre

en Lectura de Primero sueño.

Cada una traza un camino distinto hacia el poema; si bien ambas ofrecen elementos

valiosos, ninguna es perfecta. Es difícil ser crítico y no pecador. El objetivo de este texto no

es condenar sus faltas, sino considerarlas para la construcción de una propuesta de crítica,

teniendo en cuenta la importancia y precisión que exige este quehacer. Con toda la humildad

posible, se espera salir libre de pecado de esta crítica sobre la crítica.

Octavio Paz en Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe

El premio Nobel de literatura despliega una erudita investigación en torno a Primero sueño.

Octavio Paz se acerca al poema dando cuenta de las tendencias estéticas y filosóficas del

momento, presentando un vasto abanico de referencias culturales. De este panorama

intelectual el crítico se sirve para fundamentar sus presunciones.


Aguilar 2

Paz presenta a Primero Sueño como hijo del hermetismo de Kircher (1982, págs. 476-

477), construido como un viaje sideral del alma que hace un recorrido “faetónico” en su afán

por conocer. Destacando la intertextualidad entre Primero Sueño y las Soledades de Góngora,

habla de la silva como un primer poema. Se sirve de las coincidencias con el grabado

Melancolía 1 de Durero para aseverar que Primero Sueño es “la primera fase de un proceso”

(1982, pág. 506), el proceso de la audaz empresa intelectual del alma.

La muy general revisión de la crítica de Paz tiene su propósito. La labor de

investigación es admirable. En el quehacer crítico es absolutamente necesario hacer un

camino retrospectivo, acercándose al texto lo más posible en su tiempo y espacio (con todo lo

que ello implica). No obstante, tales estudios pueden desbordarse y mermar la conciencia que

dirige el comentario. La crítica de Paz peca de entusiasmo.

En los términos competentes a este texto, se identifica una contradicción en la

propuesta de Paz, pues su discurso oscila entre la presunción y la aseveración axiomática1.

Aunado a esto, la profusión de referencias llega a ser abrumadora, difícil de seguir. Las tesis

ya expresadas poéticamente se difuminan entre los autores y confunden al lector. Primero

Sueño de Octavio Paz es un viaje sideral de la intelectualidad detrás el poema de Sor Juana.

Antonio Alatorre en Lectura de Primero Sueño

La conciencia de Antonio Alatorre se desata para criticar las críticas. En un discurso sutil e

irónico, el profesor de El Colegio de México revisa la crítica de Octavio Paz y las contenidas

en Feminist Perspectives on Sor Juana Inés de la Cruz. Partiendo de la crítica del Padre

Calleja a Primero Sueño, Alatorre destaca lo aventurado de varias tesis de Paz, así como el

1
Tal problemática es abordada por el mismo Antonio Alatorre en Alatorre, A. (1993). Lectura de Primero
Sueño. En A. Alatorre, & S. Poot Herrera (Ed.), Y diversa de mí misma entre vuestras plumas ando (págs. 108).
Ciudad de México: El Colegio de México. Por motivos estructurales del texto no se hace una citación explícita,
no obstante, la contradicción presentada es suya.
Aguilar 3

tremendo argumentatio ex privativo en el que incurren las ensayistas al refundir la silva en la

teoría feminista.

La crítica de Alatorre es meticulosa y delicada en demasía. Se limita a generar un

análisis negativo de las dos críticas, destacando lo que “no está” en el poema de Sor Juana. En

cuanto a su comentario sobre la silva en sí, la extensión es menor y la tesis son precisas.

El autor de El apogeo del castellano describe una puntual disyuntiva con varias

aseveraciones de Paz. La intertextualidad con las Soledades la describe como una

competencia:

Así como la concepción de Los empeños de una casa y del Divino Narciso fue

la calderoniana, puesto que Sor Juana quería competir con el gran Calderón en

su territorio mismo, así el lenguaje del Sueño tenía que ser precisamente el

gongorino, puesto que ahora la competencia era con Góngora.(Alatorre, 1993,

pág. 111)

No detecta en el título ninguna alusión a una numeración, sino un elemento capital del diálogo

intertextual con Góngora (1993, págs. 103-104). Alatorre no percibe un poema de viaje

sideral, sino un portento poético que versa sobre el hecho de dormirse y soñar.

El autor en cuestión hace un comentario eichenbaumiano2 sobre Primero Sueño.

Alatorre describe el genio plasmado en el poema como un desdoblamiento prodigioso del

lenguaje en torno a una trama relativamente sencilla. Tal aseveración la hace mediante la

citación del Padre Calleja: “El P. Calleja pondera el contraste que hay entre la elemental

simpleza del tema, que es el deseo de saber, y la multitud de "erudiciones" con que Sor Juana

lo va desarrollando” (1993, pág. 106). Alatorre describe al Sueño como un despliegue poético

2
Se hace referencia a los juicios del formalista en: Eichenbaum, B. (1978). Cómo está hecho El capote de Gogol.
En T. Todorov, Teoría literaria de los formalistas rusos (págs. 159-176). Ciudad de México: Siglo Veintiuno
Editores.
Aguilar 4

maravilloso, producto de la simple idea del soñar con el deseo de saber. Lo muestra como un

texto no seriado y completo. Como una expresión magistral del genio de Sor Juana.

Lectura de Primero Sueño es un ejercicio de conciencia crítica. Si bien es evidente la

afilada ironía de Alatorre ante las críticas, cuando es momento de hablar de Primero Sueño la

voz se torna solemne y transparente. Con una actitud de respeto, se acerca cuidadosamente a

la silva, teniendo en cuenta que lo peor que uno puede hacer al criticar es hacer juicios

tajantes sobre lo que dice o no una obra poética. El comentario de Alatorre muestra un perfil

eficaz para desarrollar la crítica.

Aquí queda sólo una advertencia de pecado. Por más carente y disparatada que se una

crítica, se debe abordar con el mismo respeto que con el que se aborda el texto criticado.

Después de todo, toda crítica es un comentario con más o menos rigor y fundamento, nunca

una verdad inamovible.

Conclusiones: la propuesta de crítica

He aquí un guiño del escabroso terreno de la crítica. Las múltiples virtudes y habilidades que

exige este quehacer responden a la compleja responsabilidad con que carga el crítico. El

diálogo nacido de la literatura la afecta, la transforma frente a la sociedad, sea lectora o no,

pues su discurso se introduce en la cultura. El crítico tiene tanto el poder de darle luz a un

autor y hacerlo canónico, como el de condenarlo al anonimato. Esa autoridad clama una

actitud específica, una moral. La crítica es el poder de palabra frente a la literatura, y no debe

ser deshonrada.

La propuesta que aquí se atreve a presentar tiene dos núcleos: conciencia crítica y

humildad. Partiendo de una estima considerable a la literatura, el crítico podría desarrollar su

quehacer con el mayor rigor posible. Su camino retrospectivo gozaría de claridad, de

precisión, y sus argumentos replicarían esas cualidades. No obstante, toda la claridad mental y
Aguilar 5

aparato crítico queda desvirtuado sin humildad. Por más arduo y extraordinario que el trabajo

crítico llegue a ser, nunca debe ignorar el nivel de presunción en el que se encuentra. El

tratado no tiene lugar en esta ecuación. Si bien un trabajo excelente construye conocimiento

en torno a la literatura, eso no lo define como determinante. La ética profesional del crítico

radica en saberse siempre falsable, nunca libre de pecado, pero como Faetón y Sor Juana,

siempre buscando conocer.

Bibliografía

Alatorre, A. (1993). Lectura de Primero Sueño. En A. Alatorre, & S. Poot Herrera (Ed.), Y

diversa de mí misma entre vuestras plumas ando (págs. 101-126). Ciudad de México:

El Colegio de México.

De la Cruz, J. (1692). Primero Sueño. Obtenido de:

http://www.seg.guanajuato.gob.mx/Ceducativa/CDocumental/Doctos/2012/Noviembre

/15112012/PrimeroSue%C3%B1o.pdf

Eichenbaum, B. (1978). Cómo está hecho El capote de Gogol. En T. Todorov, Teoría

literaria de los formalistas rusos (págs. 159-176). Ciudad de México: Siglo Veintiuno

Editores.

Paz, O. (1982). Primero Sueño. En O. Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe

(págs. 469-520). Barcelona: Editorial Seix Barral, S.A.

Potrebbero piacerti anche