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A todos los hermanos y estudiantes de la biblia, se les informa que a partir de la semana 2 de
septiembre del 2019, este estudio ya tiene los textos de la traducción la Biblia revisión 2019
(TNM Actualizada).
Capítulo 11
(11:1) w16 octubre págs. 21-22
Fortalezcamos nuestra fe en las cosas que esperamos
Fortalezcamos nuestra fe en las cosas que esperamos
1, 2. a) ¿Qué diferencia hay entre la esperanza que anhelan los cristianos verdaderos y la de las
personas de este mundo? b) ¿Qué importantes preguntas vamos a analizar?
LOS cristianos tenemos una esperanza maravillosa, la mejor que puede tener un ser humano. Seamos
ungidos o de las otras ovejas, esperamos ver el cumplimiento del propósito original de Dios y la
santificación de su nombre (Juan 10:16; Mat. 6:9, 10). También anhelamos recibir el premio de la vida
eterna, ya sea como parte de los “nuevos cielos” de Dios o de su “nueva tierra” (2 Ped. 3:13). Mientras
llega ese día, confiamos en que el pueblo de Jehová continúe prosperando espiritualmente.
2 Muchas personas de este mundo tienen algún tipo de esperanza, pero dudan de que sus deseos
lleguen a hacerse realidad. Por ejemplo, millones de jugadores confían en ganar la lotería, pero no
tienen la plena seguridad de conseguirlo. En cambio, la fe verdadera es “la expectativa segura” de las
cosas que esperamos (Heb. 11:1). Pues bien, ¿qué podemos hacer para que nuestra expectativa sea
más segura? ¿Y cómo nos beneficia tener una fe fuerte?
(Hebreos 11:1) La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera, la prueba convincente 1* de que
existen realidades que no se ven.
1* O “demostración evidente”.
que de buena gana recibió las promesas intentó ofrecer a su hijo unigénito—, 18 aunque se le había
dicho: “Por medio de Isaac vendrá lo que será llamado tu descendencia”. 19 Pero él llegó a la conclusión
de que Dios podía levantarlo incluso de entre los muertos, y en efecto lo recibió de entre los muertos
de manera simbólica. 20 Por la fe, Isaac también bendijo a Jacob y a Esaú con respecto a cosas que
iban a suceder. 21 Por la fe, Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de
José y adoró a Dios apoyado sobre la parte superior de su bastón. 22 Por la fe, José habló del éxodo
de los hijos de Israel y dio instrucciones8* acerca de sus huesos9* cuando se acercaba a su fin.
5* O “dio testimonio al aceptar”.
6* O “arquitecto”.
7* O “confiable”.
8* O “un mandato”.
9* O “su entierro”.
16. Según Hebreos 11:6, ¿por qué necesitan los estudiantes tener fe en Dios y en la Biblia, y
cómo podemos ayudarlos a adquirirla?
16 Cuando dirigimos cursos bíblicos con personas que no son religiosas, debemos seguir fortaleciendo
su fe en que Dios existe (lea Hebreos 11:6). También tenemos que ayudarlas a confiar en la Biblia.
Para ello, tal vez sea necesario repetir ciertas enseñanzas muchas veces. En cada sesión de estudio,
quizás tengamos que examinar pruebas de que la Biblia es la Palabra de Dios. Por ejemplo, podemos
analizar algunas profecías que se han cumplido, la exactitud científica e histórica de la Biblia o sus
sabios consejos.
(Hebreos 11:6) Además, sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño.
más: fe en Dios.
10 Por otro lado, Noé y su familia reconocieron que necesitaban protección y manifestaron fe en el
Soberano Universal, Jehová Dios. El apóstol Pablo escribió: “Sin fe es imposible serle de buen agrado
[a Jehová], porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador
de los que le buscan solícitamente. Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía
no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa; y por esta
fe condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según fe” (Hebreos 11:6, 7).
(Hebreos 11:6,7) Además, sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño. 7 Por la fe, Noé, después
de recibir una advertencia divina de cosas que todavía no se habían visto, demostró temor de Dios y
construyó un arca para salvar a los de su casa. Por medio de esa fe condenó al mundo y se convirtió
en heredero de la justicia que se obtiene por la fe.
gente que no tenía fe se dejó impresionar por sus poderes sobrehumanos y puede que hasta tratara
de adorarlos (Gén. 6:1-4, 9). Por otro lado, Noé sabía que Dios les había mandado a los seres humanos
que tuvieran hijos y llenaran la Tierra (Gén. 1:27, 28). Así que debía saber que era incorrecto y
antinatural que los demonios se casaran con mujeres y tuvieran hijos con ellas. Sin duda, le confirmó
esa idea ver que esos niños eran mucho más grandes y fuertes que los demás. Con el tiempo, Dios le
advirtió a Noé que iba a traer un diluvio. Noé tuvo fe en esa advertencia, y por eso construyó el arca
que salvó a su familia (Heb. 11:7).
(Hebreos 11:7) Por la fe, Noé, después de recibir una advertencia divina de cosas que todavía no se
habían visto, demostró temor de Dios y construyó un arca para salvar a los de su casa. Por medio de
esa fe condenó al mundo y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe.
diseñador6* y constructor.
6* O “arquitecto”.
preocuparnos que aumente el número de personas que afirman ser ungidas? Descubriremos las
respuestas en el siguiente artículo.
(Hebreos 11:10) Porque él esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, de la que Dios es
diseñador6* y constructor.
6* O “arquitecto”.
Su fe y su paciencia estaban estrechamente enlazadas (léase Santiago 5:10, 11). Si no hubieran tenido
fe absoluta en lo que Jehová les había dicho, ¿habrían esperado con paciencia el cumplimiento de sus
promesas? De vez en cuando afrontaron peligros y dificultades, pero lo hicieron confiando en que,
antes o después, Dios haría tal como les había asegurado (Heb. 11:13, 35-40). Hoy contamos con más
razones aún para que nuestra fe sea sólida, pues ahora Jesús es el “Perfeccionador de nuestra fe”
(Heb. 12:2). En efecto, al cumplir las profecías y revelar los propósitos de Dios, nos dio sobrados
motivos para confiar en Jehová.
(Hebreos 11:13) Todos ellos murieron firmes en la fe, aunque no recibieron las cosas prometidas. Pero
las vieron a lo lejos y las aceptaron con gusto, y declararon públicamente que eran extranjeros y
residentes temporales en la tierra.
Conmemoración?
11 Al igual que Isaac, el hijo de Abrahán, Jesús estuvo dispuesto a ofrecerse como sacrificio (Gén.
22:1, 2, 9-13; Heb. 10:5-10). Ahora bien, recordemos que, aunque Isaac consintió en ser sacrificado,
fue Abrahán quien trató de ofrecer el sacrificio (Heb. 11:17). De igual modo, Jesús estuvo dispuesto a
morir, pero fue Jehová quien dispuso que se llevara a cabo ese sacrificio. Por lo tanto, el sacrificio de
Jesús es una expresión del profundo amor que Dios le tiene a la humanidad.
12 Jesús mismo dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce
fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Y el apóstol Pablo escribió: “Dios
recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por
nosotros” (Rom. 5:8). Por consiguiente, aunque honramos a Cristo conmemorando su muerte, jamás
debemos olvidar que el que hizo posible aquel sacrificio fue Jehová, el Abrahán Mayor. Asistimos a la
Conmemoración, pues, para darle la alabanza que se merece.
(Hebreos 11:17) Por la fe, cuando Abrahán fue puesto a prueba, prácticamente ofreció a Isaac —así
es, el hombre que de buena gana recibió las promesas intentó ofrecer a su hijo unigénito—,
12, 13. a) Cuando Jehová le pidió a Abrahán que sacrificara a Isaac, ¿cómo le ayudaron su
conocimiento y experiencia? b) ¿Por qué sabemos que Abrahán tenía fe en Jehová?
12 Las cosas que Abrahán aprendió y las experiencias que vivió lo ayudaron a mantener una amistad
sólida con Dios. De modo que cuando su Amigo le ordenó sacrificar a Isaac, no lo pensó dos veces,
pues sabía qué clase de persona era él. Volvamos ahora a la tierra de Moria, al monte que Abrahán
estaba subiendo con gran esfuerzo. En ningún momento se le cruzó por la mente a este fiel hombre
que Jehová se hubiera transformado de repente en un ser cruel y malvado. ¿Cómo lo sabemos?
13 Porque antes de dejar atrás a los sirvientes que lo acompañaban, les dijo: “Quédense aquí con el
asno, pero yo y el muchacho queremos ir allá, y adorar, y volver a ustedes” (Gén. 22:5). ¿Les estaba
mintiendo Abrahán? ¿Les estaba haciendo creer que regresaría con Isaac cuando en realidad iba a
sacrificarlo? No. La Biblia nos ayuda a entender por qué dijo esas palabras (lea Hebreos 11:19). Según
Hebreos, Abrahán razonó que Dios podía resucitar a Isaac. Así es, creía en la resurrección. Después
de todo, ya había visto el poder de Jehová cuando les concedió a él y a Sara tener un hijo en su vejez
(Heb. 11:11, 12, 18). Él sabía que nada es imposible para el Creador. Confiaba totalmente en que,
pasara lo que pasara en ese día tan difícil, Jehová le devolvería a su hijo y así se podrían cumplir todas
las promesas que le había hecho. ¡Con razón la Biblia lo llama “el padre de todos los que tienen fe”!
(Hebreos 11:19) Pero él llegó a la conclusión de que Dios podía levantarlo incluso de entre los muertos,
y en efecto lo recibió de entre los muertos de manera simbólica.
7 Jacob se mantuvo leal a Jehová hasta el día de su muerte (Hebreos 11:21). Su fe en las promesas
divinas lo impulsó a pedir que lo enterraran en Canaán. José honró a su padre cumpliendo con su
deseo, pese a los enormes gastos e inconvenientes que aquello implicaba (Génesis 47:29-31; 50:7-
14).
(Hebreos 11:21) Por la fe, Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de
José y adoró a Dios apoyado sobre la parte superior de su bastón.
en un ambiente radicalmente distinto al de su hogar. “Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los
egipcios —relató Esteban, mártir cristiano primitivo—. De hecho, era poderoso en sus palabras y
hechos.” (Hechos 7:22.) Sin embargo, al observar los abusos que cometían los capataces de Faraón
contra sus hermanos, puso de manifiesto su fe. Mató a un egipcio a quien vio maltratando a un hebreo,
y por ello tuvo que huir de Egipto a la tierra de Madián (Éxodo 1:15, 16; 2:1-15; Hebreos 11:24, 25).
(Hebreos 11:24,25) Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto, se negó a ser llamado hijo de la hija del
faraón. 25 Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres temporales
del pecado,
forma? Porque creía en las promesas divinas y llegó a la conclusión de que en Egipto no había ningún
futuro para él. Y tenía razón, pues Dios destrozó poco después a aquella nación con las diez plagas.
¿Ve usted cuál es la lección que encierra ese ejemplo para los siervos dedicados de Jehová de la
actualidad? Debemos concentrarnos en Jehová y su servicio, no en prosperar o en disfrutar de los
placeres de este sistema de cosas.
(Hebreos 11:24-26) Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto, se negó a ser llamado hijo de la hija del
faraón. 25 Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres temporales
del pecado, 26 porque consideraba que la deshonra del Cristo era una riqueza mucho mayor que los
tesoros de Egipto, pues él tenía los ojos puestos en el pago de la recompensa.
cristianos gálatas a los que Pablo escribió, tenemos que evitar hacernos esclavos de “las débiles y
miserables cosas elementales” de este mundo, lo que incluye buscar su reconocimiento (Gál. 4:9).
Aquellos cristianos habían llegado a ser conocidos por Dios. Pero Pablo dijo que estaban volviéndose
de nuevo a cosas vacías. En otras palabras, les estaba diciendo: “Después de todo lo que han
progresado, ¿por qué regresan a las cosas inútiles y sin valor que dejaron atrás?”.
7 ¿Puede pasarnos eso a nosotros? Desde luego que sí. Cuando conocimos a Jehová, tal vez
renunciamos a tener prestigio en el mundo de Satanás, igual que hizo Pablo (lea Filipenses 3:7, 8).
Quizás dejamos pasar la oportunidad de estudiar en la universidad, de recibir un ascenso en el trabajo
o de ganar mucho dinero en los negocios. Si teníamos talento para la música o para el deporte,
podíamos habernos hecho ricos y famosos. Pero le dimos la espalda a todo ello (Heb. 11:24-27).
¿Veremos ahora esas buenas decisiones como oportunidades desperdiciadas? Eso sería una
insensatez. Podríamos terminar buscando de nuevo cosas que en su momento consideramos “débiles
y miserables”.*En otras versiones bíblicas, la palabra miserables se traduce “inútiles”, “sin valor”,
“pobres” y “sin sentido”.
(Hebreos 11:24-27) Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto, se negó a ser llamado hijo de la hija del
faraón. 25 Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres temporales
del pecado, 26 porque consideraba que la deshonra del Cristo era una riqueza mucho mayor que los
tesoros de Egipto, pues él tenía los ojos puestos en el pago de la recompensa. 27 Por la fe, abandonó
Egipto sin miedo a la furia del rey, porque se mantuvo firme como si estuviera viendo al que es invisible.
jóvenes o mayores, hacemos una elección similar cuando mantenemos la mente puesta en el espíritu
en vez de en la carne caída.
(Hebreos 11:24,25) Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto, se negó a ser llamado hijo de la hija del
faraón. 25 Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres temporales
del pecado,
Recuerda que lo único que hacen muchos de tus compañeros es “disfrutar temporalmente del pecado”
(Heb. 11:25). El Dios verdadero te ofrece algo que es muchísimo mejor: felicidad eterna. Por eso,
cuando te sientas tentado a hacer algo que sabes que va a desagradarle, recuerda que, tarde o
temprano, todo lo que él te pide te beneficia.
19 ¿De qué te valdría a la larga complacer a tus compañeros? De muy poco, pues de aquí a unos años
la mayoría seguramente no recordará ni tu nombre. En cambio, si resistes la presión de grupo, Jehová
lo notará y nunca olvidará quién eres ni lo fiel que has sido. Él “[abrirá] las compuertas de los cielos y
realmente [vaciará] sobre [ti] una bendición hasta que no haya más carencia” (Mal. 3:10). De hecho,
hoy ya te está dando generosamente su espíritu para infundirte valor. Tenlo por seguro: con la ayuda
de Jehová tú puedes resistir la presión de grupo.
(Hebreos 11:25) Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres
temporales del pecado,
preguntas, entenderás mejor la forma de pensar de Dios, sus sentimientos y lo que espera de ti (léase
Proverbios 2:1-5). Igual que el joven Timoteo, te sentirás “persuadido a creer”, o sea, te convencerás
de lo que dice la Biblia, y querrás servir a Jehová de todo corazón (2 Tim. 3:14).
(Hebreos 11:27) Por la fe, abandonó Egipto sin miedo a la furia del rey, porque se mantuvo firme como
si estuviera viendo al que es invisible.
11:30).*En las ruinas de Jericó, los arqueólogos encontraron enormes reservas de cereal sin tocar.
Esto indica que la ciudad no sufrió un largo asedio y que sus habitantes no agotaron todas las reservas
de alimento. A los israelitas no se les permitió saquear Jericó. Pero, como era la época de la cosecha
y había mucho alimento en los campos, fue un buen momento para que Israel conquistara la tierra (Jos.
5:10-12).
(Hebreos 11:30) Por la fe, el pueblo dio vueltas alrededor de las murallas de Jericó durante siete días,
y estas se derrumbaron.
derrotaron a una coalición de 135.000 invasores madianitas, amalequitas y de otros pueblos que se
hallaban acampados en la llanura de Jezreel, cerca de la colina de Moré [gl 18]. Los hombres de
Gedeón tocaron los cuernos, rompieron los jarrones que tapaban las antorchas y gritaron: “¡La espada
de Jehová y de Gedeón!”. Confundidos y asustados por aquello, sus enemigos se pusieron a luchar
entre sí (Jueces 6:33; 7:1-22). ¿Eso fue todo, un suceso veloz en la oscuridad de la noche? Siga
leyendo los capítulos 7 y 8 de Jueces y verá que Gedeón continuó el ataque. De los muchos lugares
mencionados, hay algunos cuya ubicación no se ha logrado determinar, de modo que tal vez no
aparezcan en los mapas bíblicos. Pero los que sí pueden localizarse son suficientes para seguir la
secuencia de los acontecimientos.
10 Gedeón persiguió a lo que quedaba de las fuerzas de la coalición hasta más allá de Bet-sitá y
entonces en dirección sur hasta Abel-meholá, junto al río Jordán (Jueces 7:22-25). El relato dice así:
“Gedeón llegó al Jordán, y lo cruzó, él y los trescientos hombres que estaban con él, cansados, pero
continuando con el seguimiento”. Una vez en la otra ribera, los israelitas siguieron en pos de sus
enemigos hacia el sur hasta llegar a Sucot y Penuel, cerca del río Jaboq, y entonces hasta las colinas
de Jogbehá (cerca de la moderna Ammán, en Jordania). En total, fueron unos 80 kilómetros de
persecución y lucha. Gedeón capturó y dio muerte a dos reyes madianitas para entonces regresar a su
ciudad, Ofrá, situada en las proximidades del lugar donde empezó la batalla (Jueces 8:4-12, 21-27).
Como vemos, la proeza de Gedeón no se limitó a tocar cuernos, agitar antorchas y gritar durante unos
pocos minutos. Y piense en la fuerza que imprime tal hecho a este comentario sobre los hombres de
fe: “Me faltará tiempo si sigo contando de Gedeón [...] [y de otros que] de un estado débil fueron hechos
poderosos, se hicieron valientes en guerra” (Hebreos 11:32-34). Aunque los cristianos también nos
cansamos físicamente, ¿verdad que es importantísimo que sigamos haciendo la voluntad de Dios? (2
Corintios 4:1, 16; Gálatas 6:9.)
(Hebreos 11:32-34) ¿Y qué más diré? Porque me faltaría tiempo para hablarles de Gedeón, Barac,
Sansón, Jefté y David, así como de Samuel y los demás profetas. 33 Por medio de la fe derrotaron
reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron la boca de leones, 34 apagaron la fuerza del
fuego, escaparon del filo de la espada, pasaron de estar débiles a ser fuertes, fueron poderosos en la
guerra e hicieron huir a ejércitos invasores.
guerra e hicieron huir a ejércitos invasores. 35 Hubo mujeres que recuperaron a sus familiares muertos
mediante la resurrección, pero otros hombres fueron torturados porque se negaron a quedar libres por
medio de algún rescate, a fin de obtener una resurrección mejor. 36 Así es, otros sufrieron la prueba
de burlas y latigazos, e incluso más que eso, de cadenas y prisiones. 37 Fueron apedreados, puestos
a prueba, aserrados en dos11* y asesinados a espada, anduvieron de aquí para allá vestidos con pieles
de oveja y pieles de cabra, pasando necesidad, sufriendo dificultades y siendo maltratados, 38 y el
mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos, montañas, cuevas y cavernas de la tierra.
11* O “aserrados en pedazos”.
resurrección mejor. 36 Así es, otros sufrieron la prueba de burlas y latigazos, e incluso más que eso,
de cadenas y prisiones. 37 Fueron apedreados, puestos a prueba, aserrados en dos11* y asesinados a
espada, anduvieron de aquí para allá vestidos con pieles de oveja y pieles de cabra, pasando
necesidad, sufriendo dificultades y siendo maltratados, 38 y el mundo no era digno de ellos. Vagaron
por desiertos, montañas, cuevas y cavernas de la tierra. 39 Y, aunque por su fe todos ellos recibieron
un testimonio favorable, no recibieron lo que se prometió,
11* O “aserrados en pedazos”.
hacerse un cuadro mental de personas que han defendido la soberanía de Jehová soportando todas
las indignidades que el Diablo ha podido usar contra ellas; piense en hombres y mujeres como Abel,
María la madre de Jesús, Job y otros fieles de la antigüedad, así como en hermanos nuestros de
tiempos modernos (Hebreos 11:35-37; 12:1). Reflexione sobre su proceder de integridad. Esa gran
nube de siervos leales nos invita a unirnos a ellos en el podio reservado para quienes por su fe vencen
al mundo (1 Juan 5:4).
(Hebreos 11:35-37) Hubo mujeres que recuperaron a sus familiares muertos mediante la resurrección,
pero otros hombres fueron torturados porque se negaron a quedar libres por medio de algún rescate,
a fin de obtener una resurrección mejor. 36 Así es, otros sufrieron la prueba de burlas y latigazos, e
incluso más que eso, de cadenas y prisiones. 37 Fueron apedreados, puestos a prueba, aserrados en
dos11* y asesinados a espada, anduvieron de aquí para allá vestidos con pieles de oveja y pieles de
cabra, pasando necesidad, sufriendo dificultades y siendo maltratados,
11* O “aserrados en pedazos”.
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