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h
Hm = po
0
B
Estación de
Bombeo
ho(t)
PROLOGO
El presente texto ha sido realizado para servir de apoyo al personal que, trabajando en tareas
relacionadas con la Hidráulica de las Conducciones, no es el cálculo su función, y además, no han
tenido Hidráulica en su formación profesional.
Entendemos que resultará de valor tanto para aquellos que fueron internalizando sus
conocimientos trabajosamente a partir del manejo diario de conceptos inherentes a la Hidráulica y,
más aún, para aquellos que tendrán que emprender nuevas tareas, relacionadas con el quehacer
hidráulico. También pensamos puede resultar de utilidad para los Jefes de División, de
Departamento o aún Gerentes o directivos, en general, que deban evaluar los trabajos y cálculos por
otros realizados.
Para ello se han utilizado al máximo en la presente edición, los recursos que brindan el
software más actualizado. Agradecemos a las operadoras del mismo, Ing. Sandra Pérez Farrás y
Srta. Andrea Bonafine, no sólo la ímproba tarea de edición realizada, sino que además, y sobre
todo, su importante colaboración en lo relativo a verificación de ecuaciones, consejos generales,
realización de problemas y supervisión general de la obra.
Es de destacar que pensamos que a medida que los cursos se sucedan, en base a las nuevas
experiencias adquiridas, el texto se irá perfeccionando incorporando las mismas. Para ello
consideramos inestimables las recomendaciones que los cursantes o personas, de alguna forma
relacionadas con los cursos del que el texto constituye el fundamento, nos hagan llegar.
3.1.- GENERALIDADES 21
3.2.- CAUDAL, VELOCIDAD MEDIA, ECUACIÓN DE CONTINUIDAD 22
3.3.- CLASIFICACIÓN DE LOS ESCURRIMIENTOS 23
III
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES INDICE
IV
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES INDICE
V
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 11..-- PPR
ROOPPIIEED
DAAD
DEESS FFÍÍSSIIC
CAASS D
DEE LLO
OSS FFLLU
UIID
DOOSS
Los sistemas de unidades utilizados son cuatro, divididos en dos grupos, los que se basan en
las propiedades: Masa (M), Longitud (L) y Tiempo (T) el primero y Fuerza (F), Longitud (L) y
Tiempo (T) el segundo.
En el primer grupo encontramos los sistemas cgs (cm, gm, s), MKS (m, Km, s) y el SIMELA
(Sistema métrico legal argentino con idénticas unidades para nuestras aplicaciones que las del
sistema MKS). En el segundo grupo se encuentra el Sistema Técnico o Gravitacional.
SISTEMAS DE UNIDADES
Gravitacional
Másicos
(Fuerza peso)
Mientras el sistema cgs se usa para determinaciones de laboratorio, los restantes son los que
usa la tecnología en general y la Hidráulica en particular.
Dado que el concepto de masa es independiente de la gravedad, los sistemas que la involucran
son más rigurosos, por ello modernamente se han adoptado universalmente. En cambio, el sistema
técnico, no contemplado en las normas actualmente, es todavía usado a pesar de que la vigencia del
SIMELA, data en nuestro país desde 1974.
La razón por la que es tan difícil desprenderse de él se explica en la sensación mucho más
objetiva que tiene el ser humano, al percibir la fuerza (o peso) como un esfuerzo muscular
proporcional a realizar en función de su magnitud. En cambio, la Masa, no tiene su correlato de
sensación física, por lo que se hace más abstracta su evaluación.
Ello no obstante, se hace fácil pasar de un sistema al otro, si se tienen en cuenta las siguientes
definiciones:
1 Kgf = 1 Kgm. 9,81 m/s2
Por otra parte, la condición de un sistema de unidades, es que las propiedades físicas,
representadas por una o más variables, impliquen valores unitarios de las mismas. En particular
para la famosa ecuación de Newton:
F=m.a
1
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
Se debe cumplir que la Unidad de fuerza resulte igual a la unidad de masa por la unidad de
aceleración. Esa unidad se define en los sistemas MKS y SIMELA como “Newton”, por lo tanto:
1 N = 1 Kgm . 1 m/s2
1 Kgf
9,81 m / s 2
1N
Es decir que:
1 Kgf 9,81 N 10 N 1 N 0,102 Kgf 0,1 Kgf
La dimensión de una dada propiedad se especifica con el símbolo que la identifica entre
corchetes, así, por ejemplo, las constitutivas de los sistemas de unidades son:
Masa, [m] = M;
Fuerza [f] = F;
Longitud [L] = L;
Superficie [] = L2;
Volumen [V] = L3
Tiempo [T] = T;
ara propiedades físicas que resultan combinaciones de las variables básicas, se tiene:
L L
Velocidad, [v] = ; Aceleración, [a] = 2
T T
La ecuación de dimensión de la fuerza en el sistema técnico resulta: [f] = F, en cambio en los
sistemas másicos resulta:
L
[f] = M
T2
La ecuación de dimensión de la Masa en los sistemas másicos resulta [m] = M, en cambio en
el sistema técnico es:
F FT2
[M] =
L L
2
T
La ecuación de dimensión de la Energía o Trabajo en el sistema técnico es:
E=FL
2
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
L L2
E M 2LM 2
T T
Procediendo en forma similar para la potencia, se tiene que:
FL L L L2
P ; y en los sistemas másicos: P M 2 M 3
T T T T
La propiedad más importante de la ecuación de dimensión, es que una vez planteada la misma
es inmediata la determinación de las unidades de la propiedad física analizada para el sistema de
unidades elegido.
La materia se presenta en los estados Sólido, Líquido y Gaseoso. Desde el punto de vista
técnico ello implica diferentes comportamientos frente a solicitaciones o fuerzas que actúan sobre
ellas.
Las conocidas ecuaciones que vinculan los esfuerzos y las deformaciones, para los sólidos en
el período elástico son:
E ; G
En el estado líquido, cuando el conjunto está en reposo, la cercanía de las moléculas es menor,
pero aún mantienen una elevada resistencia a los esfuerzos de compresión (y tracción) pero no
presentan resistencia alguna a los esfuerzos tangenciales o de corte.
En el caso de los gases en reposo, las moléculas se encuentran muy alejadas, por lo tanto, las
resistencias a ambos esfuerzos son muy bajas en el caso de los esfuerzos de compresión y nulas en
el caso de los esfuerzos de corte.
3
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
Los dos últimos estados constituyen las “sustancias fluidas”, las que, al posibilitar el fácil
desplazamiento de los distintos estratos entre sí, dando lugar a deformaciones permanentes,
caracterizan la propiedad de fluir, a la que deben su denominación. Esta propiedad será estudiada
más adelante en profundidad puesto que constituye la propiedad fundamental de los fluidos en
general y del agua en particular.
Se la define como la relación entre la masa de una sustancia y el volumen que ocupa, o, dicho
de otra manera, la “Masa de la unidad de volumen”.
M
En símbolos: ; cuyas ecuaciones de dimensión son:
V
FT2
2 3 4
M 1 F
L L L L
2
T
Kg m
Por lo que en el sistema SIMELA (o MKS) la unidad resulta , y en el sistema técnico es
m3
Kg f s kg f s
. Para el agua en condiciones normales de presión y temperatura, su valor es de 102 ,
m4 m4
kg m
o 1000 , indistintamente.
m3
Se lo define como el peso de la sustancia en estudio, en relación con el volumen que ocupa, o
también como el “peso de la unidad de volumen”.
P
En símbolos: ; cuyas ecuaciones de dimensión son:
V
F 1 ML M
3 3 2
L L T LT2
Es decir que las unidades en los sistemas másico y SIMELA (o MKS), serán:
kg f kg m
y
m3 m2 s2
P=M.g
4
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
P = . V
Por lo tanto: P = M . g = . V;
M
De donde se deduce que: = g=g
V
Nótese que para los valores medios de y g, el valor de resulta:
kg f s 2 m kg
102 4
9,81 2
1000 3f
m s m
1.5.- DENSIDAD
De la anterior se deduce claramente, que al ser “g” un valor constante, puede ser simplificado,
por lo que el cociente de las masas específicas dará el mismo valor que el cociente entre los pesos
específicos.
Se descompone la fuerza en sus componentes normal al plano S, Pn y tangente al mismo Pt, tal
como puede apreciarse en la Figura 1.2, que es el mismo plano de la Figura 1.1 pero ampliado.
Pn
P p
Pn S
Pt
Pt
S
Evidentemente, ambas constituyen,
conceptual y dimensionalmente hablando, la
S distribución de una fuerza sobre una superficie,
por lo que sus ecuaciones de dimensión resultarán
idénticas y dadas por:
Figura 1.2
Fuerza debida al medio circundante y sus
componentes
L
T2
Es importante no confundir la presión con la fuerza que la produce. En efecto, como ejemplo
imaginemos un hombre y una mujer de idéntico peso, ambos parados en la arena, y la mujer calzada
con tacones relativamente finos. Evidentemente al distribuirse la fuerza en una superficie mucho
menor para el caso de la mujer, resulta que sus tacones se hundirán mucho más que en el caso de su
compañero.
También este concepto explica por qué cuanto más afilado resulte un clavo, más fácilmente
será clavado aplicando la misma fuerza dinámica. Si trasladamos el ejemplo al filo de un cuchillo,
entenderemos el concepto, pero ahora del esfuerzo cortante.
La variación con respecto a la temperatura hace del agua una sustancia muy particular, puesto
que presenta la exclusiva propiedad de dilatarse no sólo cuando se calienta, como es habitual para
todas las sustancias, sino que, además, se dilata cuando las temperaturas descienden por debajo de
los 4C.
Este hecho explica por qué las tuberías a la intemperie pueden colapsar cuando el agua en su
interior se congela, o también, por qué los radiadores de los automotores necesitan anticongelantes
en zonas de temperaturas bajo cero. También explica por qué el agua se congela por la superficie,
quedando la fase líquida en la parte más profunda.
6
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
V Vf Vi Vi (Pf Pi)
De donde:
Vf Vi 1 Pf Pi
1 V
p
Vi
A las inversas de los “Coeficientes“ se las denomina “Módulos”, por lo que definimos como
“Módulo de Compresibilidad Cúbica ” a la inversa de “”. Si además se tiene en cuenta que:
V
V
p
Evidentemente, las dimensiones de son las de presión puesto que el cociente / es
adimensional, por lo que la igualdad implica que las dimensiones corresponden a las del primer
término. Obviamente, las dimensiones de son las inversas de las dimensiones de presión. A
continuación, las ecuaciones de dimensión de ambas:
L ; F
F L2
Si se tiene en cuenta que para lograr disminuir la densidad (o la masa o peso específico) del
agua en un 1% las presiones a las que debe someterse son del orden de las 225 atmósferas, es
fácilmente deducible que, para las aplicaciones normales, el agua puede ser considerada
incompresible. En efecto, si se expresa la presión en m.c.d.a. se hace más evidente el concepto
planteado, puesto que se necesitan 2250 m de profundidad para que el agua cambie su densidad en
0,01.
7
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
En cualquier prestación tecnológica que imaginemos, las 25 atmósferas (250 m.d.c.a.) son
casi un valor límite (Bombeos, Turbinas, Conducciones a presión, etc.). Nótese que éste valor límite
no llega a producir una variación de una milésima en la densidad. En las aplicaciones de Ingeniería
Sanitaria, salvo Estaciones de Bombeo de grandes obras y avanzada tecnología, difícilmente
superen las 25 atmósferas. Cuando se trata de redes y acueductos en general, las presiones medias
son sensiblemente menores.
De lo expuesto se deduce que adoptar la hipótesis de = cte. es oportuno para una gran
cantidad de aplicaciones prácticas. Sólo no es posible mantenerla en los casos donde la transmisión
de las ondas elásticas o de presión tengan lugar, es decir en los fenómenos transitorios o de “Golpe
de Ariete”, los que estudiaremos más adelante.
p = c2
Al ser c 1000 m/s, para dimensiones relativamente pequeñas, las transmisiones resultan
prácticamente instantáneas. En cambio, si las dimensiones son grandes, la hipótesis de
compresibilidad no se cumple en cuanto a las transmisiones elásticas.
Valga como ejemplo un acueducto de 62 Km. Una maniobra de cierre o de regulación con sus
válvulas, previa a la cisterna de llegada, implica ondas de presión que tardarán más de 60 segundos
en llegar a la sección de inicio. Si bien en éste caso tampoco varía sensiblemente el valor absoluto
de según el paso de las ondas de presión, la hipótesis de incompresible no se puede mantener
puesto que la transmisión de las mismas dista mucho de propagarse en forma instantánea. Cuando
estudiemos más adelante la problemática del “Golpe de Ariete” volveremos sobre el tema.
1.8.- VISCOSIDAD
Es la propiedad más distintiva de los fluidos, los que en reposo pueden ser cortados sin
consumir energía. Está relacionada en forma inversa con la capacidad de “fluir” es decir que los
estratos líquidos resbalen entre sí, generando una resistencia pequeña fundada en la lejanía de las
moléculas que hacen pequeñas las fuerzas de cohesión. Nótese que la nombrada resistencia está
relacionada con el movimiento, es decir, diferencia de velocidades entre dos estrato muy próximos.
También esta propiedad es la que obliga a que los líquidos se adecuen a la forma del
recipiente que los contiene. En efecto, la falta de cohesión hace que no puedan mantener una forma
propia, como en el caso del estado sólido.
8
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
Desde el punto de vista de los esfuerzos de compresión, tal como se ha visto en el numeral
precedente, los líquidos se comportan en forma similar a los sólidos, es decir, las fuerzas de
repulsión molecular son importantes y resisten el acercamiento. En cambio, en el sentido del
esfuerzo cortante, el estado líquido implica bajas resistencias que implican la posibilidad de fluir.
Cuando más resistente es un fluido a la capacidad de fluir, se dice que es más viscoso. Por lo
tanto, la viscosidad de un fluido es la propiedad inversa de la fluidez, y se la define como sigue.
La experiencia enseña que entre ambos estratos aparece un esfuerzo resistente o de corte ,
que resulta proporcional a cuán intensa es la variación de V en Z. En símbolos:
V
Z
La constante de proporcionalidad que transforma a la anterior en una igualdad se define como
“viscosidad dinámica ”, y por ser así definida constituye una propiedad intrínseca de cada
sustancia en particular. La igualdad, que constituye la expresión de Newton, queda:
V
Z
La viscosidad resulta independiente de la presión, pero varía con la temperatura. La
resistencia viscosa encuentra su explicación en el intercambio de moléculas que se produce entre
ambos estratos, los que al estar animados de velocidades diferentes, intercambian moléculas que al
pasar del más lento al más rápido, frenan a este último, ocurriendo lo contrario desde el estrato más
9
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
veloz, cuyas moléculas tienden a acelerar al más lento. El balance de la acción molecular se mide
como los esfuerzos cortantes cuantificados por la expresión anterior.
La ecuación de dimensión se obtiene, para los sistemas másicos y el sistema técnico como
sigue:
L
F
T 1
L2 L T
FT L T M
M
L2 T 2 L2 LT
M
L2
LT
M T
3
L
1.9.- CAVITACIÓN
Tanto es así, que a presiones sumamente bajas, el agua puede hervir, es decir, pasar a la fase
vapor, con temperaturas normales del agua.
10
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 1
Es fácil interpretar que en la zona de ingreso de los álabes siempre tendrá lugar el pasaje del
líquido de una zona de baja presión a otra de alta presión en forma súbita, dándose las condiciones
favorables para la cavitación.
11
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 22..-- EELLEEM
MEEN
NTTO
OSS D
DEE H
HIID
DRRO
OSSTTÁ
ÁTTIIC
CAA
A P3/ P=0
P1/ P2/
3
cte 1
2 Z3 Pa
P
Z1 P
Z2
Z
PLANO DE COMPARACIÓN
Figura 2.1
Interpretación de la Ecuación Fundamental de la Hidrostática
El objetivo del presente capítulo es referirnos a los conceptos básicos, los que serán tratados
en profundidad y orientados a las aplicaciones en la Hidráulica de las Conducciones.
En la Figura 2.1 se aprecia un líquido en reposo, confinado en una estructura que le sirve de
recipiente. Si se adopta un plano de comparación horizontal, ubicado arbitrariamente, la ecuación
fundamental que nos ocupa es:
p
z1 cte
En la que:
- z es la altura de la partícula considerada con respecto al plano de
comparación.
- P, es la presión en el plano horizontal de la partícula en estudio.
12
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
Sobre la superficie libre actúa siempre la presión atmosférica, por lo que podemos definir a
las presiones como relativa, cuando la misma no es considerada, o absoluta cuando si se la tiene en
cuenta y se la suma a la primera. En términos generales, casi siempre se usa la presión relativa
puesto que la presión atmosférica está siempre presente, es decir aparece en ambos miembros de las
igualdades cuando la expresión fundamental se establece entre dos puntos o partículas. En los casos
especiales, como cuando procedamos a estudiar la tubería de aspiración de las bombas, se indicará
que las presiones a considerar son las absolutas. Cuando no se hace referencia a la misma, se
sobreentiende que las presiones a considerar son relativas.
p p pa p p pa
Haciendo el planteo en presiones relativas (lo que es lo más habitual en nuestra aplicaciones
prácticas), se tiene que al plantear la ecuación entre los puntos 1 y 2, se obtiene:
p1 p p 2 p1
z1 z2 2 cte z1 z 2
Es decir que:
p 2 p1
z1 z 2 p 2 p 1 z 1 z 2 z 2 z 1
Por lo que; p z
p h ; o en presiones absolutas ; p h p a
Nótese que las anteriores son ecuaciones de una recta con ángulo de 45 en el gráfico que
tiene al eje vertical con sentido positivo negativo (el sentido de las profundidades h positivo) y a las
presiones como eje horizontal. Si consideramos el valor “Cero absoluto”, el eje origen se encuentra
a una altura por sobre la superficie libre equivalente a la presión atmosférica, en cambio si
consideramos el “Cero relativo” el eje horizontal coincide con la superficie libre.
Para un determinado nivel z (o profundidad h), la presión no varía, por lo tanto el plano
horizontal que implica se denomina “isobárico”.
En particular el plano isobárico sobre el que actúa la presión atmosférica (o la debida a otro
gas, generalizando) se denomina “superficie libre”, la que obviamente por disponerse siempre
horizontal, posibilita el concepto tan extendido de que “.....el agua busca siempre su nivel.....”.
13
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
P F
M
L LT2
2
En el cuadro siguiente, se brindan las unidades resultantes para los distintos sistemas:
Por otra parte, si se consideran líquidos, los que, según se han estudiado se comportan como
incompresibles en las aplicaciones cotidianas de la ingeniería y, si se recuerda la experiencia de
Torricelli, consistente en aplicar el vacío en un tubo cerrado conectado con el líquido de un
recipiente (ver Figura 2.3), se tiene que:
14
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
Nótese que el hecho de poder considerar constante el valor del peso específico, nos brinda una
ventaja tecnológica relevante a quienes trabajamos con líquidos en general y con agua en particular.
En efecto, las presiones pueden ser evaluadas en metros de columna líquida, en nuestro caso
“metros de columna de agua”, con su sigla “m.c.a.”; o simplemente en “metros”, que constituye la
medida de presiones en Hidráulica más utilizada.
En términos prácticos:
1 kgf 10 N
Se tiene que:
P 100.000 N/m2 = 100.000 Pa = 0,1 Mpa
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
Como exactamente, la presión atmosférica normal es 10,33 m o 1,033 bar. Durante algún
tiempo, la meteorología usó al “milibar” como unidad de referencia, resultando la presión normal de
1033 milibares.
Por otra parte, se define como “Empuje” a la fuerza que se obtiene de distribuir al diagrama
de presiones, en la superficie que actúa.
Sin pretender ahondar en el tema, se muestran una serie de esquemas en los que se precisan
los conceptos enunciados.
En la Figura 2.4 se
aprecia un recipiente con agua
en reposo, y se pueden apreciar
los diagramas de presión
Eh Eh variables linealmente con la
Ev
profundidad, para las paredes
verticales, y el correspondiente
a un valor constante para el
Figura 2.4 fondo horizontal.
Diagramas de Presiones y Empujes
16
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
Los Empujes se obtienen de distribuir los nombrados diagramas en las superficies sobre las
que actúan, lo que se logra determinando el volumen formado por la superficie del diagrama
multiplicado por el ancho b en que se aplica (perpendicular al plano del dibujo).
1
Eh b h2
2
En cambio en el fondo el Empuje (el peso del agua contenida) resulta:
Eh h a b
Los puntos de aplicación del empuje, recordamos, se corresponden con el baricentro del
diagrama de presiones.
a Ev1
Eh Ev Eh
Eh
Ev2
En las Figuras 2.5 y 2.6 se presentan; el caso del misma tanque pero con el agua afuera en
forma simétrica, y luego, el correspondiente a una viga empotrada sumergida, los que son
sumamente ilustrativos.
17
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
P4/
P 1 / P3/
BAJADA DEL P5/
TANQUE
P2/
INICIO
ADUCCIÓN TAPADA "H"
ZA
Z4
Z1 Z3
Z5
Z2
PLANO DE COMPARACIÓN
Figura 2.7
Presiones Estáticas en Conducción a Presión
P1 P P P P
Z A Z1 Z 2 2 Z 3 3 Z 4 4 Z 5 5 cte
Nótese que si bien las sumas de los zi y los pi/ dan valores constantes, en cada punto pueden
resultar individualmente muy distintos. Evidentemente la presión a que estará sometida la tubería,
denominada “Presión estática” por ser la correspondiente al líquido en reposo, será distinta en el
recorrido. Se deduce que el espesor de la misma resultará variable con el mismo, al pretender un
diseño económico de la instalación.
En la misma se aprecia un tubería a presión, seccionada por un plano horizontal que contiene
al eje, lo que permite el tratamiento como “cuerpo libre” y poner así de manifiesto las solicitaciones
actuantes.
18
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
p.D.1=2.T
T = . e . 1
e = ( p . D ) / ( 2 .
T T
Figura 2.8
De los conceptos anteriores surge el concepto de “Clase de una tubería”, como la presión
máxima en régimen permanente de servicio, que el fabricante de la misma garantiza que puede
soportar. Su valor multiplicado por los “coeficientes de seguridad” (estipulados por normas)
brindan las presiones de rotura mínima que los materiales deberán superar en los ensayos prefijados
normativamente para cada material.
En general, los fabricantes ofertan series de tuberías discriminadas por diámetro y clases,
siendo éstas acotadas por un número entero, que representa el máximo de las presiones en
atmósferas, admisibles que puede resistir en condiciones de trabajo. Cada fabricante se caracteriza
por la serie de clases, por ejemplo el PVC, en clases 4; 6 y 10, el Fibrocemento en clases 3; 5; 7,5;
10; 12; 14 y 18, el PRFV en clases 2,5; 3; 6; 10 y 16, etc.
“Tuberías Estándar”, constituyen la serie que publican en sus catálogos los fabricantes,
discriminadas en diámetro y clases.
19
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 2
“Tuberías especiales”, son las que se fabrican para solicitaciones especiales y no están
consideradas en los catálogos. Algunos fabricantes producen solo tuberías especiales y otros lo
hacen a pedido, a partir de determinado diámetro y/o clase. Las limitaciones encuentran su
explicación en posibilitar la mejor competencia del proyecto en las licitaciones o compulsas de
precios.
20
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 3
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 33..-- C
CIIN
NEEM
MÁÁTTIIC
CAA
3.1.- GENERALIDADES
En los primeros capítulos hemos considerado, sin definirlos, los conceptos de partícula fluida
y medio continuo. Al no existir movimiento, su comprensión resulta intuitiva. En cambio, al
considerar el movimiento es necesario analizar los conceptos de referencia.
Definida la partícula, se considera al medio continuo como una sucesión de partículas fluidas
en movimiento (o en reposo como caso particular del mismo) sin que existan espacios vacíos ni
choques entre ellas. Es una percepción "macroscópica" de la realidad. En efecto, el agua en
particular y los fluidos en general, son efectivamente interpretados por nuestros sentidos como una
sustancia contínua y fácilmente deformable ante las solicitaciones.
21
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 3
Figura 3.2
Configuración de Líneas de Corriente en un instante
dado
Nuestro objetivo de estudio son las conducciones unidimensionales, que son casos
particulares de los denimonados “tubos de corriente”, puesto que comparten la propiedad de ser
impermeables. Es decir, que poco a poco pasamos de la teoría a la aplicación práctica.
lo que evidentemente ratifica las dimensiones de caudal a la vez que comprueba la bondad de
la ecuación de continuidad.
22
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 3
Si el contorno sólido confina al escurrimiento, pudiendo la presión dentro ser mayor, menor o
igual que la atmosférica, el escurrimiento se denomina ”a presión”. En cambio, si presenta una
superficie libre en contacto con el aire, se denomina “a superficie libre o canal”. Finalmente, si el
escurrimiento unidimensional es libre, no confinado en otro fluido, el mismo o el aire, se lo
denomina “chorro” o “vena fluida”.
p Pa Chorro o
vena líquida
Figura 3.4
Escurrimientos a presión, superficie libre y vena fluida
Es decir, podemos considerar como que la masa que atraviesa la sección y, consecuentemente,
su volumen (al ser = cte.), es un valor constante.
En la que V es el volumen del agua que atraviesa la sección en un tiempo t. Evidentemente,
su ecuación de dimensión resulta:
3
Q L
T
23
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 3
Es decir: m3/s, l/s, m3/h, l/h, etc. La más usada es la primera, que es la unidad de los sistemas
técnico, SIMELA o MKS, indistintamente. (Los fabricantes de bombas usan la unidad m3/h y en la
Ingeniería Sanitaria es usual el l/s)
Q = cte.
Q = U = cte.
Q = U1 U2 Un n
Es de destacar que las tuberías y canales, se dimensionan siempre para los casos de
“Escurrimientos unidimensionales permanentes y uniformes”.
24
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 44..-- EELL TTEEOOR
REEMMAAD
DEE BBEER
RNNO
OUULLLLII PPA
ARRA
A EELL EESSC
CUUR
RRRIIM
MIIEEN
NTTO
ODDEE
FFLLU I DO S REA
UIDOS REALES LES
P1 U12 P2 U 22
Z1 Z2 (4.1)
2g 2g
U12/2g U22/2g
P2/
U2
P1/
D22 / 4
U1
D12 / 4 Z2
Z1
Línea de comparación
1 2
Figura 4.1
Interpretación gráfica del Teorema de Bernoulli
En la Figura 4.1 se esquematizan los conceptos vertidos. Puede apreciarse como la suma
de las energías unitarias de posición, presión y velocidad, dan un valor constante a pesar de la
variación evidente de cada una de ellas.
25
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Por otra parte, al ser impermeable la conducción, el caudal que ingresa debe ser igual al
que sale, es decir que se cumple que Q=cte. Por lo tanto, al aumentar la sección de pasaje
disminuye la velocidad media y viceversa, según lo establece la ecuación de continuidad:
P U
2
P U
2
Q Z1 1 1 Q Z 2 2 2 QH (4.3)
2g 2g
Con la (4.4) corroboramos que el producto QH es una potencia. Ahora bien, como el
régimen es permanente, es decir que se mantienen las mismas condiciones en el tiempo,
podemos multiplicar a los dos primeros miembros de la (4.3) por el mismo tiempo t, con lo
que la ecuación nos medirá energías, es decir:
P1 U 1
2
P21 U 21
2
E 1 Q Z 1 t E 2 Q Z 2
t
2g 2g
Como los términos Qt son comunes, podemos eliminarlos y obtenemos nuevamente:
2 2
P1 U 1 P U
Z1 Z2 2 2
2g 2g
Los que claramente implican “energía por unidad de peso que escurre en la unidad de
tiempo”.
26
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
2 2
P U P U
Z1 1 1 Z 2 2 2 J *1 2 (4.5)
2g 2g
Con la Figura 4.2 evaluamos la expresión (4.5) para un caso hipotético de una
conducción de D variable (disminuyendo en el sentido del eje) e inclinada, con lo que los Zi
resultan también variables.
Figura 4.2
Interpretación de la Ecuación de Bernoulli para el escurrimiento permanente y variado
27
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
P1 U 1 2 P U 2 P U 2
H Z1 Z 2 2 2 J *1 2 Z i i i J *1i (4.6)
2g 2g 2g
En la Figura 4.3 lo esquematizamos para una conducción inclinada para obtener así
mayor generalidad.
Figura 4.3
Escurrimiento Uniforme
28
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Al variar linealmente J* podemos escribir que la “pérdida unitaria de energía” será
aquella que se obtenga de dividir J* por la longitud l del tramo. En efecto,
J *12
j* (4.7)
l1 2
De donde:
J *1 2 j * l1 2 (4.8)
J 1 2
j (4.9)
l1 2
A J1-2 se la define como “pérdida de carga” y a “j” como “pérdida de carga unitaria”.
Tal designación se debe a que las alturas piezométricas implican las alturas reales a que
llega el líquido, también conocidas en el lenguaje práctico de la hidráulica como “carga” o
“carga hidráulica”.
En la práctica, los términos Z+P/ son muchísimo mayores que U2/2g. En efecto,
considerando una velocidad unitaria (es un orden de magnitud adecuado en la práctica),
tendremos:
U2 1
0,051 m
2g 2 x 9,81
Evidentemente, son unos pocos centímetros frente a los muchos metros que implican las
sumas (Z + P/), razón por la cual, en las representaciones gráficas, la línea de energía
virtualmente se confunde con la piezométrica. Consecuentemente, en las aplicaciones
prácticas, se habla siempre de “línea piezométrica”, ignorándose por completo la línea de
energía.
Como, por otra parte, la línea piezométrica representa el lugar geométrico de los
niveles, para cada sección, a los que llegaría el agua en tubos justamente llamados
piezométricos (ver Figura 4.4). El nivel indicado por la línea piezométrica representa la altura
o “carga” de agua. Esto justifica la denominación práctica de “pérdida de carga unitaria”.
29
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Figura 4.4
Niveles Piezométricos
30
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
A título de ejemplo, analizamos el caso del título sin considerar las pérdidas localizadas,
para mayor claridad en la explicación.
Resta ahora trazar cualitativamente las líneas de energía y piezométrica, con lo que
quedaría resuelto el escurrimiento desde el punto de vista hidrodinámico. Para tal fin se
cuenta con las ecuaciones de continuidad y de Darcy-Weisbach, es decir:
D12 D 22 D 32
Q U U1 U2 U3 (4.10)
4 4 4
l i j U i2
J i j f
D 2g
Descontando este valor en la sección 2-2 a partir del nivel energético marcado por el
nivel del líquido en R1, se obtiene el punto C, indicativo del nivel energético del líquido en la
sección 2-2. Uniendo C con B queda trazada la línea de energía de pérdida de energía unitaria
j1*.
Está resuelto así el problema para el primer tramo, de modo que se puede escribir, en
base a la ecuación de Bernoulli y recordando que U1=cte. en el tramo, la expresión:
P1 U 12 P2 U 12
Z A Z1 Z2 J 12 (4.12)
2g 2g
31
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Para el análisis del segundo tramo, se traza una horizontal por C, graficando así el nivel
energético en 2-2. La pérdida de energía será:
l 23 U 22
J 23 f j2 l 23 (4.13)
D 2 2g
Descontando en la sección 3-3 este valor de la horizontal que pasa por C, se obtiene el
punto D, que representa el nivel energético del líquido precisamente un infinitésimo antes de
ingresar a la sección de diámetro D3. Uniendo D con C se obtiene la línea de energía j2*,
correspondiente al segundo tramo.
f U 12
j1 * (4.14)
D1 2g
f U 22
j2 * (4.15)
D 2 2g
P2 U 12 P2 U 12
Z2 Z2 (4.16)
2g 2g
P' 2 P2 U 12 U 22
(4.17)
2g
32
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Figura 4.5
Líneas de Energía y Piezométrica en conducción con diámetro creciente
33
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
La (4.17) ilustra sobre la transformación de energía que allí tiene lugar; además, si se despeja
P’2/, se podrá ver que la presión (expresada en metros de columna de agua) habrá de crecer. En
efecto:
P2 P' 2 U 12 U 22
(4.18)
2g
Como el segundo término de la (4.18) es positivo, P’2/ es necesariamente mayor que P2/
Está así resuelto el segunda tramo; para resolver el tercero se procede de idéntica forma, es
decir trazando la horizontal por D, descontando J3-4 en correspondencia con la sección 4-4, y luego
trazando la línea de energía que resulta de “pendiente” j3*, menor que j2*.
Sin lugar a dudas, en la sección 3-3 ocurre un proceso similar al de la sección 2-2, por lo que
vale el mismo análisis.
La línea de energía jamás puede ascender, puesto que implicaría generación de energía de
la nada;
Para cada cambio de diámetro se produce un quiebre en la línea de energía;
Para cada cambio de diámetro se produce un quiebre y un salto en la línea piezométrica (en
el caso estudiado, un salto hacia arriba).
Obviamente, en este caso, cambia el sentido del crecimiento de las velocidades y, por lo tanto, de
las energías cinéticas.
U 32 U 22 U 12
2g 2g 2g
34
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
j1 * j2 * j3 *
P2 U 12 P' 2 U 12
Z2 Z2
2g 2g
P' 2 P2 U 12 U 22
2g
Como el segundo término es negativo puesto que U1 es menor que U2, necesariamente P’2/es
menor que P2/
Del análisis se infieren las mismas conclusiones que las del ítem anterior, con la salvedad de que el
salto de la línea piezométrica tiene ahora sentido contrario.
35
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Figura 4.6
Líneas de Energía y Piezométrica en conducciones de diámetro decreciente
36
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Figura 4.7
Pérdida local de energía debida a una transición brusca
Recordamos que en general los valores Ui2/2g son muy pequeños frente a los Pi/, por lo que
en la práctica no se traza la línea de energía y se habla siempre de la línea piezométrica. Algo
similar ocurre con las pérdidas localizadas usuales, las que por su pequeñez, no se descuentan de las
piezométricas en los planos de los proyectos y en general se la estima en el cómputo general de
pérdidas de todo el trazado considerando la “longitud equivalente” de todas las pérdidas localizadas
del tramo de conducción en estudio.
37
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 4
Figura 4.8
Pérdidas localizadas y generales en el tramo 1-2
Todo lo dicho puede resumirse, teniendo en cuenta que las expresiones para el cálculo de J, la
longitud a considerar será L + Le ; en efecto, con DARCY-WEISBACH tendremos:
f (L L e ) U 2
J 1 2 j (L L e ) (4.19)
D 2g
1 Q1.85
J 1 2 (L L e ) j (L L e ) (4.20)
(0.275 C)1.85 D 4.85
Usando el 3er. miembro de la (4.19) o la (4.20), tendremos que considerar solo la longitud L:
J 1 2 jm L
J 1 2
jm (4.21)
L
que evidentemente será mayor que:
J 1 2
j (4.22)
L Le
38
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 55..-- N
NOOC
CIIO
ONNEESS BBÁ
ÁSSIIC
CAASS SSO REE EESSC
OBBR CUUR
RRRIIM
MIIEEN
NTTO
OSS A
A PPR
REESSIIÓ
ÓNN
Reynolds, en 1881, realizó experiencias que le permitieron definir, a través del número que
lleva su nombre, la forma en que escurre un fluido. Las experiencias consistieron en hacer escurrir
un caudal de agua variable a voluntad a través de un tubo cilíndrico horizontal de vidrio
transparente. Lograba visualizar un filamento mediante la inyección de un colorante a través de una
aguja inyectora, colocada en el abocinamiento de entrada del tubo.
Observó que, para pequeños gastos (y, consecuentemente, bajas velocidades) con el mismo
líquido y el mismo tubo (viscosidad y diámetro del tubo constantes), el cambio de régimen se
producía a velocidades tanto más altas cuanto más altas fueran las viscosidades cinemáticas de los
fluidos empleados.
Esto le permitió a Reynolds definir el número adimensional que lleva su nombre, que
gobierna el proceso, y que para tubos cilíndricos se expresa:
UD
Re (5.1)
Se define así a aquel número deducido de la relación (5.1), por debajo del cual el
escurrimiento del fluido ha de responder siempre a la característica de laminar.
El valor crítico es, según Schiller, de 2300; para valores menores el régimen es netamente
laminar. Para valores comprendidos entre 2300 y 200000, el escurrimiento tiene características de
“poco turbulento”, haciéndose netamente “turbulento” para valores mayores de 200000.
El número de Reynolds puede variar según sea la dimensión lineal que se utilice. En general,
se opta por el diámetro del conducto en el caso de escurrimientos a presión en conductos circulares.
UD
Re D (5.2)
39
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Figura 5.1
Instalación para la Experiencia de Reynolds
En el caso del agua, en que es pequeña, predominan los efectos de inercia debidos a la masa
específica y los movimientos se hacen fácilmente “turbulentos” por lo que, en los problemas
prácticos, suele superarse el límite de 200000. En consecuencia, los escurrimientos que se
estudiarán en hidráulica de las conducciones generalmente han de ser “netamente turbulentos”.
En resumen, la experiencia confirma que el escurrimiento de los fluidos reales puede tener
lugar de dos formas distintas: laminar y turbulento.
Las características fundamentales del escurrimiento laminar son: el paralelismo entre los
distintos filamentos que componen la corriente y el retorno a esta situación, aún después de ocurrida
cualquier perturbación del régimen de velocidades (debida a causas externas al fluido que escurre).
En los escurrimientos, el problema fundamental es relacionar las pérdidas de energía con las
características geométricas e hidráulicas de los mismos.
40
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
En base a numerosas experiencias realizadas, se sabe que la energía perdida en el tramo li-j,
que se denominará Ji-j, cumple con ser:
a) Proporcional a li-j.
b) Aproximadamente proporcional a 1/D.
c) Aproximadamente proporcional a U2/2g.
d) Función de y de .
e) Depende de la naturaleza de las paredes de la conducción.
Cte. (mat.paredes; D; U) = f
l i j U 2
l i j f (5.4)
D 2g
Q Q
UQ U 4
D 2
Reemplazando y operando tendremos:
Q2
j j* 6,48 b (5.5)
D5
La (5.5) nos permite resumir todas las fórmulas empíricas existentes, lo que se logra dando
distintos valores a la variable b. Las fórmulas de referencia pueden consultarse en general en los
manuales de Hidráulica, y en particular nos referimos a la expresión de HAZEN y WILLIAMS, que
es la más actualizada y usada en las expresiones puramente experimentales:
41
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
1 Q1,85
j (5.6)
(0,275 C)1,85 D 4,85
MATERIAL C
ASBESTO CEMENTO 140
FUNDICIÓN:
Nueva 130
Con 5 años de servicio 119
Con 10 años de servicio 111
Con 20 años de servicio 96
Con 30 años de servicio 87
MADERA 120
HORMIGÓN:
Encofrado Metálico 140
Encofrado de Madera 120
Centrifugado 135
ACERO SOLDADO:
Nuevo 130
Con 10 años de servicio 119
Con 15 años de servicio 111
Con 25 años de servicio 96
Con 35 años de servicio 87
ACERO REMACHADO:
Nuevo 130
Con 15 años de servicio 119
Con 20 años de servicio 111
Con 30 años de servicio 96
Con 40 años de servicio 87
PVC y PRFV 145
Tabla Nº5.1
Valores de C
42
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Esta última variable se define como el diámetro de los granos de una arena uniforme
equivalente, en cuanto a rugosidad se refiere, a la de un dado material. Se determina
experimentalmente y su valor identifica y es propio de cada material en particular, tal como se
describe, en forma sucinta, en la Tabla Nº5.2, para los materiales más usados.
MATERIAL K
(en m)
PVC 6x10-6
FIBROCEMENTO 2,5x10-5
HORMIGÓN K inferior K superior
Encofrado de madera, superficie lisa a la talocha, 1,8x10-4 4,0x10-4
juntas bien ejecutadas.
Encofrado de madera, juntas imperfectas, hormigón 6,0x10-4 3,0x10-3
pobre.
Hormigón centrifugado en tubos 1,5x10-4 5,0x10-4
Encofrado metálico nuevo, juntas bien ejecutadas. 6,0x10-5 1,8x10-4
Encofrado metálico, terminación perfecta por obreros 1,5x10-5 6,0x10-5
calificados y juntas bien ejecutadas, paredes
perfectamente lisas.
Tabla 5.2
Nuestro propósito es brindar las fórmulas de referencia (sin analizar sus orígenes) y sobre
todo ilustrar cómo se trabaja en ellas.
64
a) Escurrimiento Laminar: f (5.7)
Re
La que también puede escribirse:
64
f f
Re
43
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
En la Figura 5.2 se esquematiza lo que ocurre en las inmediaciones de los contornos lisos.
44
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
1
2 log Re f 0,8 (5.9)
f
Figura 5.4
Condición de Conducción Lisa
Desde que todo material presenta rugosidad, la teoría y la experimentación demuestran que la
validez de la (5.9) tiene lugar siempre que la subcapa laminar emerja claramente sobre la rugosidad,
verificándose que k sea menor que ’/4.
1 D
2 log f 1,14 (5.10)
f k
Re f
200 (5.11)
D/k
Y siempre que se cumpla que k > 6’, tal como puede apreciarse en la Figura 5.5.
45
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Figura 5.5
Conducciones Rugosas
d) El Gráfico de ROUSE
El gráfico se completa con los ejes logarítmicos de los Re y f, dando las primeras curvas en
las formas indicadas en la figura.
Figura 5.6
Representación de las ecuaciones (5.8) a (5.11)
Para la zona entre las rectas para contornos lisos y la recta de Moody (contornos rugosos) se
ha determinado una expresión empírica que hace depender a “f” de Re y de D/k, puesto que tanto la
subcapa laminar como la rugosidad k tienen su influencia. Puede considerarse conceptualmente que
la rugosidad emerge relativamente poco de la subcapa laminar.
46
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
1 D D / 2k
2 log 2 log1 18,7 1,74 (5.12)
f 2k Re f
Para aplicaciones donde aproximaciones del 5 al 10% puedan ser consideradas como
satisfactorias, se hace más atrayente el uso de las fórmulas empíricas o de las tablas y gráficos que
de ellas resultan, en general de más fácil manejo que el del diagrama que nos ocupa.
Un ejemplo puede ser el cálculo de redes de agua, donde el gran número de determinaciones
puede hacer muy complejo y confuso el cálculo con el gráfico de ROUSE.
En cambio, este puede implicar una alternativa valedera de cálculo en el caso de acueductos e
impulsiones.
En efecto, en esos casos y en todos aquellos donde puede ser importante la consideración de
la temperatura (por la variación que implica de y, en consecuencia, del Número de Reynolds)
constituye un valioso auxiliar del calculista.
Además, destacamos que existen, al presente, programas de computadora en los que se han
volcado todos los conceptos del gráfico que nos ocupa, con lo que su relativa laboriosidad pasa
ahora a ser irrelevante.
47
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Figura 5.7
Diagrama Universal de fricción de ROUSE
48
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
El caudal Q, en m3/s.
La longitud L de la conducción, en m.
El diámetro interno D de la conducción, en m.
La viscosidad cinemática , en m2/s, que se puede obtener de la Figura
12 en función de la temperatura.
La rugosidad absoluta k del material.
Figura 5.8
Viscosidad cinemática en función de la temperatura
1º- Se calculan:
D2 Q UD D
; U ; Re y
4 k
49
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Y, finalmente,
J = j . L
En este caso son datos: J, L, D, y k. La evolución en el diagrama se brinda en la Figura
5.10 y, obviamente, la incógnita es Q. Debe procederse como sigue:
1º- Se calculan:
J D D1,5
j ; ; 2g j Re f
L k
D2 D 2,5 2g j
Figura 5.10 Q UU
4 4 f
Evolución en el diagrama de ROUSE para el
cálculo de Q
De la (5.4):
f L U 2 Q
J pero U
D 2g
L 16 Q 2 8 L Q 2
J f f
D 2g 2 D 4 2 g D 5
8 L Q 2
Haciendo: C1 (5.13)
2 g J
UD Q D 4 Q D 4Q 1 C 2
Re
2 D 2 D D
C2
Re (5.15)
D
4Q
con C 2 (5.16)
Para la determinación del diámetro se procede así:
Por otra parte, a pesar de su empirismo, las fórmulas prácticas son para muchos problemas
sumamente precisas, debido a la actualización de sus coeficientes. Tal es el caso de la expresión
propuesta en el tema 5.3 debida a HAZEN y WILLIAMS.
51
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
En términos generales cabe señalar que las fórmulas empíricas son válidas para agua en
condiciones similares (sobre todo de temperatura) a las de la experimentación que posibilitó su
formulación.
En cambio, las fórmulas racionales son válidas para cualquier fluido en escurrimiento
incompresible y para cualquier temperatura, la que es tenida en cuenta en la viscosidad, propiedad
con la que se calcula el número de Reynolds, cuya determinación es obligada en el uso del diagrama
de Rouse.
Este gráfico permite también el cálculo aproximado para conductos no circulares, con sólo
cambiar el concepto de diámetro por el de “radio medio hidráulico multiplicado por 4”.
Conviene recordar que la magnitud “radio medio hidráulico de una sección” se define como el
cociente entre su “sección mojada” y su “perímetro mojado”:
R
En los ítems anteriores, se ha analizado el cálculo de las pérdidas por frotamiento o pérdidas
generales.
Analizaremos ahora las pérdidas localizadas, originadas por las instalaciones accesorias en las
conducciones y que son imprescindibles para su funcionamiento y operación.
En términos generales, las pérdidas locales se evalúan experimentalmente para cada accesorio,
como parte de la energía cinética del escurrimiento y con la expresión:
U2
Jl Kl (5.17)
2g
Los manuales de hidráulica brindan numerosas tablas y frondosa información sobre los valores
de Kl, de gran variedad de accesorios. En la Tabla 5.1 brindamos las “longitudes equivalentes” de los
más usados en la práctica y a título informativo, puesto que de ser necesario el lector deberá recurrir a
los manuales especializados.
52
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
2g J l
De donde: Ll D
f U2
Q D4
Pero como U y tendremos:
4
2g J l 2 D 4 2 g J l 5
Ll 2
D 2
D D5 (5.18)
f Q 16 8f Q
2 g Jl
Donde: (5.19)
8f Q2
Las (5.18) y (5.19) permiten a los fabricantes estimar rangos de “longitudes equivalentes” en
función del diámetro.
En la Tabla 5.2, la “longitud equivalente” se brinda en función del diámetro, vale decir que,
para estimarla en m, se deberá multiplicar el coeficiente obtenido de la misma, por el valor del
diámetro, expresado en m.
Tabla 5.2
53
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 5
Figura 5.12
Pérdida Localizada “Transición Brusca”
En la misma se ha dibujado una conducción de diámetro D1 que pasa a diámetro D2, menor que
D1, a través de una transición brusca. La línea de energía del tramo 1 está representada en función del
valor j*1 (“pérdida unitaria de energía”). Luego, en la sección del accesorio, se descuenta la “Pérdida
localizada” Jl, para continuar la línea de energía de valor j*2, de mayor pendiente que la de j*1, al ser
menor el diámetro, y de acuerdo a la ecuación de continuidad y la expresión de Darcy-Weisbach.
54
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 66..-- N
NOOC
CIIO
ONNEESS SSO
OBBR
REE EESSC
CUUR
RRRIIM
MIIEEN
NTTO
O EEN
NCCA
ANNA
ALLEESS
Por definición, cuando un escurrimiento presenta una superficie libre, se está en presencia de
canales, los que pueden ser naturales (ríos, arroyos) o artificiales.
En las Figura 6.1 se muestran las secciones de uno u otro tipo que más se utilizan en la
actualidad. Es de destacar que las secciones segmento de círculo son simplemente cañerías en las que
la altura líquida es siempre menor que el diámetro; estas cañerías encuentran gran aplicación en los
sistemas de desagües pluviales y cloacales.
Figura 6.1
Tipos comunes de sección
Cabe recordar que si bien, en realidad, las secciones deben ser consideradas perpendiculares a
la solera, en la práctica se las puede estimar verticales puesto que los valores de “ï” son bajos (por
ejemplo, i=0,01 es una pendiente elevadísima para un canal) y, en las representaciones gráficas, la
solera prácticamente se confunde con la horizontal.
55
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Figura 6.2
Sección transversal de un canal
2 2
P U P U
Z1 1 1 Z 2 2 2 J 1 2
2g 2g
En una sección, la teoría prueba que para escurrimientos rectilíneos o de elevado radio de
curvatura, para todos los puntos se cumple que (ver Figura 6.2):
P
Z cte
P1
h1
P
h2 2
Es decir que el término de presiones resulta medido por la altura líquida en la sección, la que se
denomina “tirante hidráulico h”. Por lo que la “piezométrica” se confunde con la superficie libre de
un escurrimiento en canal.
56
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
2 2
U U
Z1 h 1 1 Z 2 h 2 2 J 1 2
2g 2g
Considerando la longitud del tramo l1-2 pequeña, de manera de poder asimilar a la línea de
energía (j*) y a la piezométrica (j) como líneas rectas, tendremos que:
J *1 2 j * .l1 2
i j j*
Al tomar valores grandes de l, la superficie libre y la línea de energía se convierten en curvas.
A las curvas que describen las superficies libres de los movimientos gradualmente variados en
canales, se las denomina remansos.
Figura 6.3
Movimiento gradualmente variado
Cuando los parámetros de la sección “mojada” no cambian con el recorrido (h=cte), se está en
presencia de un movimiento uniforme.
57
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Figura 6.4
Movimiento Uniforme en Canales
i j j* (6.1)
La ecuación que vincula a los parámetros del escurrimiento con los geométricos del canal, es la
de CHEZY:
U C Ri (6.2)
En la que:
- U es la velocidad media del escurrimiento.
- C es un coeficiente básicamente función de la naturaleza de las paredes.
- R es el radio medio hidráulico.
- i es la pendiente de la solera del canal.
Q U C R i (6.3)
58
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Numerosos autores han investigado el valor de C y han brindado también numerosas fórmulas.
Nos referiremos a la más usual en la práctica actual, que es la expresión de Manning:
16
C R (6.4)
n
En la que n es un coeficiente función de la naturaleza de las paredes y que puede variar desde
un mínimo de 0,01 hasta valores máximos de 0,04 (para cauces naturales, con vegetación y grandes
irregularidades en el cauce).
Naturaleza de Paredes n
Tabla 6.1
Valores de n
16 12
Q R R i
n
(6.6)
2
Q R 3 i R 0 , 66 i
n n
Puede hacerse una distinción de los escurrimientos en canales. Cuando éstos tienen lugar con
velocidades bajas y altos tirantes y, en consecuencia, bajas pendientes, el escurrimiento es “lento” o
fluvial. Es el característico de los ríos de llanura y de allí su denominación.
Se puede distinguir porque cualquier perturbación que se produzca (tal como la que se origina
al arrojar una piedra) se desplaza aguas arriba, es decir que tiene la propiedad de remontar la
corriente.
59
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Cuando los tirantes son bajos, las velocidades altas y, en consecuencia, las pendientes son
también altas, el escurrimiento es “veloz” o “torrencial”. Es el característico de los ríos de montaña o
“torrentes”.
En este caso, las perturbaciones no pueden remontar la corriente y son arrastradas aguas abajo.
Figura 6.5
Resalto Hidráulico
A los tirantes h’ y h”, inicial y final del resalto, se los denomina “tirantes conjugados”.
En general aparecen asociados a remansos como los indicados en las Figuras 6.5 y 6.6 que
ilustran sobre varios ejemplos de formación de resaltos. El remanso asociado termina de identificar
los tirantes aguas arriba y aguas abajo, resolviendo junto con el resalto, la singularidad que originó
ambos.
Sin pretender invadir el terreno del cálculo ingenieril, brindamos los tres casos de las Figuras
6.5 y 6.6 para ilustrar sobre los conceptos vertidos.
60
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Debe recordarse que el resalto sólo se produce cuando un escurrimiento veloz se identifica con
un escurrimiento lento. Para otro tipo de singularidades sólo se producirán remansos, sin la
formación de resaltos, tal como presentamos en el ejemplo de la Figura 6.7.
En la misma se analiza un escurrimiento lento, interceptado por una presa vertedero que obliga
al caudal a pasar por encima de la estructura. La identificación de la superficie libre se verifica con
un remanso como el dibujado. Es característico de las presas en ríos de llanura y puede extenderse
por decenas y aún centenares de kilómetros.
Figura 6.7
Escurrimiento lento y presa vertedero
61
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
6.5.1.- Orificios
6.5.1.1.- Definiciones
A la corriente líquida que sale del recipiente se la llama VENA LIQUIDA o CHORRO.
Si el contacto de la vena líquida con la pared tiene lugar en una línea estaremos en presencia
de un orificio en pared delgada.
a
a
Figura 6.8
Orificios en Pared Gruesa y Delgada
62
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Salida libre: Tiene lugar cuando el nivel del líquido en el canal de salida, o en el recipiente
inferior, está por debajo de la arista o borde inferior del orificio.
Orificio sumergido: En este caso el nivel del líquido en el canal de salida o recipiente inferior
está por arriba de la arista o borde superior del orificio.
Figura 6.9
Orificios Libres y Sumergidos
Asimismo la pared puede encontrarse vertical o inclinada, ya sea hacia aguas abajo o aguas
arriba, afectando obviamente dicha inclinación, la descarga producida por dicho orificio.
Figura 6.10
63
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Se mencionan todas estas condiciones pues no es muy difícil intuir que las mismas tienen
influencia en el caudal que será capaz de erogar dicho orificio.
A
Si aplicamos Bernoulli entre los puntos A y C,
tenemos que :
Plano de
c
Comparación C
Vc = cte
Ahora, como Va es nula, si despejamos Vc
(que es la velocidad en la vena contraída)
obtenemos:
Figura 6.11 Vc 2 . g. h
Teorema de Torricelli
De esta forma,
Q C VC 2gh
Donde es el coeficiente de descarga del orificio, el cual consiste en una función compleja en
que influyen la viscosidad, la energía superficial, el módulo de elasticidad del fluído, etc y, por lo
tanto, la forma del orificio, sus dimensiones absolutas y la temperatura del líquido.
Q 0,60 2gh
Q 0,81 2gh
64
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
6.5.2.- Vertederos
6.5.2.1.- Definiciones
Otra estructura muy utilizada en los proyectos hidráulicos son los vertederos, de los cuales
existen, según la aplicación, diferentes diseños.
Además, según el espesor de la pared del vertedero o, más precisamente, la forma en que la
vena líquida toca la parte superior de la estructura, se clasifican en Vertederos de Pared Gruesa o
Delgada.
Figura 6.12
Vertederos
Se puede adoptar :
1
e h Pared De lg ada
2
1
h e 3h Pared Intermedia
2
e 3h Pared Gruesa
Se denomina LONGITUD del vertedero a la distancia “b” enetre las paredes verticales o
inclinadas (flancos) que lo limitan sobre el umbral; el vertedero triangular queda definido por el
ángulo.
65
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
La altura o espesor de la masa líquida existente sobre el nivel del umbral aguas arriba de éste se
denomina CARGA. Ésta se mide en la zona en la que la superficie libre del líquido puede
considerarse horizontal.
Análogamente a lo que ocurre con la vena líquida que pasa por un orificio, la lámina vertiente
sufre contracciones inmediatamente aguas debajo de las aristas vivas de la escotadura. Estas
contracciones serán de fondo o laterales, según estén producidas por el umbral o aristas laterales del
vertedero.
Q . . 2 . g. h
=b.h
Reemplazando obtenemos:
Q bh 2gh
El cálculo del coeficiente depende del tipo de vertedero, velocidad de llegada de la corriente,
inclinación de las paredes, etc. Este puede variar entre 0,35 y 0,60.
Q 0.5 . b . h . 2 . g. h
66
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
La expresión resulta :
jR (6.7)
P
En la que :
"" es el “esfuerzo tractivo” en kg/m2 o N/m.
La expresión de CHEZY es :
UC R. j (6.8)
En la que :
1
1
C R6 (6.9)
n
2
U (6.10)
C2
67
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 6
Por otro lado, para calcular la conocida “Velocidad de Autolimpieza” se idealiza al material
arrastrado o sedimentable (teoría de CAMP-SHIELDS) como una sucesión de esferas de diámetro
y peso “específico de sólidos” s, en contacto íntimo y dando lugar a una porosidad p, obviamente
cubierta por el agua que brinda su “esfuerzo tractivo”.
8 g s
U K (6.11)
f
La fórmula posibilita evaluar un eventual ataque corrosivo por SH2 y, en el caso que se
produzca, cuantificar la magnitud del mismo. Además brinda elementos de juicio para seleccionar el
material del caño, establecer la necesidad o no de revestirlos y prever la vida útil de la conducción.
3 ( DBO )
IP 1,069 ( T 20 º )
i 3 Q Bs
En la que:
• Ip : es el índice de Pomeroy (adimensional)
• c : es el perímetro mojado en m
• Bs : es el ancho superficial en m
• Para Ip > 7.500 tiene lugar el ataque corosivo importante para los hormigones.
• Para Ip > 23.000 tiene lugar el ataque corrosivo para los caños de fibrocemento.
69
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 77..-- N
NOOC
CIIO
ONNEESS SSO
OBBR
REE G
GOOLLPPEE D
DEE A
ARRIIEETTEE
Cuando la variación es tal que implica el impedimento de escurrir, es decir, velocidad final
nula, y cuando además, las oscilaciones de presión por ese motivo son grandes, al fenómeno se lo
denomina “golpe de ariete”.
El primero de los dibujos esquematiza las condiciones previas al cierre instantáneo del
obturador, es decir el régimen permanente y uniforme. Los dibujos representan situaciones
posteriores al cierre, el que se opera en un instante inicial t0.
Para un instante posterior (t0 + t) otra capa de líquido pasa por el mismo proceso, dando como
resultado que el fenómeno de aquietamiento de las capas –y consecuentemente aumento de presión-
se propague en el sentido de O a M con una cierta velocidad que llamaremos c celeridad de onda.
En la Figura 7.1 se representa todo el proceso, haciéndose la aclaración que las sobrepresiones
por golpe de ariete, de acuerdo a lo dicho, deben representarse sobre el eje del conducto y no sobre su
proyección como se hace en otros capítulos de la hidráulica de las conducciones. Es por ello que en
todos los casos se rebate la verdadera magnitud del conducto sobre la horizontal.
70
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
Figura 7.1
Interpretación física del golpe de ariete para el cierre instantáneo
71
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
Esta situación de no equilibrio se resuelve mediante una nueva conversión de energía, pero
ahora de potencial a cinética. Obviamente el sentido de la velocidad será ahora de O a M y su
magnitud igual a U, puesto que ésta fue la causa de la generación de h.
L
En un instante t 0 t , la situación será la del 5º dibujo. En el tramo L – l tendremos
c
diámetro D, puesto que ha desaparecido la sobrepresión, el líquido a la masa específica por la misma
razón y a la velocidad –U, propagándose el fenómeno de descompresión también con celeridad c.
2L
Un infinitésimo antes del tiempo t 0 , esta situación está llegando al obturador,
c
encontrándose la conducción en el mismo estado que instantes previos al cierre del obturador, con la
sola excepción de la velocidad que tiene ahora signo opuesto.
2L
Al llegar a la sección del obturador (tiempo t 0 ) la velocidad U no puede propagarse
c
puesto que éste está cerrado por lo que ocurre un proceso similar al del instante de cierre, con la
diferencia que ahora –U se convierte en depresión -h.
2L
En el 6º dibujo se esquematiza el proceso para el instante t 0 t , donde se aprecia que
c
hasta la sección 1 la conducción está sometida a una presión disminuida en h con respecto a la
estática, la masa específica del líquido disminuida también en y el líquido detenido. El resto de la
tubería se encuentra en condiciones normales a excepción de la velocidad que tiene signo negativo.
3L
En el instante t 0 , la situación anterior habrá llegado al embalse siendo válido el análisis
c
L
hecho para el instante t 0 (3º dibujo) a excepción de los cambios de signo. En efecto, un
c
infinitésimo dentro del embalse la presión es hM y un infinitésimo dentro de la conducción es hM -
h. Esta situación de no equilibrio se resuelve con una nueva conversión de energía de potencial en
cinética, dando lugar nuevamente a la velocidad original U.
72
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
3L
En el instante t 0 t , esta perturbación habrá llegado en mérito a la celeridad c hasta la
c
sección L–l , siendo de destacar que en ese tramo se ha llegado finalmente a las condiciones iniciales.
4L
Finalmente, en el instante t 0 se vuelve a los parámetros iniciales, encontrándose el
c
obturador cerrado y reiniciándose nuevamente el proceso, el que habrá de continuar indefinidamente
si no se tienen en cuenta los efectos amortiguadores de las pérdidas de energía.
La teoría y la práctica demuestran que las máximas sobrepresiones posibles se logran para los
casos en que la maniobra de cierre sea menor que el tiempo que tarda la onda en su viaje de ida y
vuelta al obturador. Este tiempo lo denominaremos tiempo crítico Tc y vale:
2L
Tc (7.1)
c
y la maniobra de cierre que denominaremos “brusca” cumple la condición:
2L
TMCB (7.2)
c
Obviamente en el caso del cierre instantáneo entra dentro de esta apreciación como caso
extremo particular.
c representa valores del orden de 300 a 400 m/s en las conducciones de materiales plásticos y
de 980 a 1200 en las conducciones rígidas, siendo en general función del diámetro, del espesor y del
módulo de elasticidad del material del caño.
Nótese que fácilmente se obtienen, para el caso de los caños de materiales rígidos, valores de
sobrepresión máxima que responden a la expresión aproximada:
73
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
Una velocidad de diseño común, o al menos el orden de negatividad es U = 1 m/s, por lo que de
la (7.4) se deduce que son alcanzables sobrepresiones máximas del orden de los 100 m.d.c. de agua ó
10 atmósferas.
Los desarrollos teóricos y la experiencia demuestran que si el tiempo que tarda en cerrarse el
obturador es Tc, un tramo de conducción dado por el valor ½ c. TMC no estará sometido a la máxima
sobrepresión.
Figura 7.2
Diagrama envolvente de sobrepresiones para cierre brusco
74
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
Figura 7.3
Diagrama para distintos valores de TMC
La tendencia favorable en cuanto a hacer más lenta las maniobras de cierre puede extenderse a
los casos en que éstas sean mayores que el tiempo crítico Tc. En efecto, para estas maniobras que
llamaremos “maniobras lentas de cierre” y en tiempos de cierre lento, debe verificarse que:
2L
TMCL (7.6)
c
La teoría nos enseña que la máxima sobrepresión no llega al máximo y está dada por la
expresión de MICHAUD:
2LU
h * (7.7)
g TMCL
Nótese que al hacer TMCL lo suficientemente grande, se puede hacer tan pequeño como se desee
el valor de h* dado por la (7.5).
75
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 7
Figura 7.4
Diagrama de envolventes de sobrepresiones máximas
para maniobras lentas de cierre
Todos los elementos conceptuales se basan en una hipótesis de difícil realización práctica, que
es la denominada “maniobra lineal de cierre del obturador”.
Esta maniobra es difícil de lograr en la práctica puesto que las válvulas en general, afectan al
caudal recién a partir del 70% o más de su carrera de cierre, por lo que podemos creer realizar una
maniobra conducente al diagrama de la Figura 7.4 y en la realidad estamos más cerca de un diagrama
como el de la Figura 7.3. Este hecho se soluciona operando aún mucho más lentamente las válvulas
en los tramos finales de la carrera de cierre.
76
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 88..-- H
HIID
DRRÁ
ÁUULLIIC
CAAD
DEE LLA NSSTTA
ASS IIN ALLA
ACCIIO
ONNEESS D
DEE IIM
MPPU
ULLSSIIÓ
ÓNN
En la Figura 8.1 se esquematiza una instalación de bombeo, la que consta de dos reservorios R1
y R2, siendo el nivel en éste último superior al primero en una altura topográfica que llamamos HT.
Ambos reservorios están conectados por una conducción de diámetro D, interrumpida por una bomba
cuya misión es la de elevar un caudal Q a la altura HT.
Nota: A los fines didácticos, se considera el ingreso en la cañería de impulsión en el repertorio R2 por debajo del nivel
de agua.
Figura 8.1
Líneas de Energía y Piezométrica en una instalación de bombeo
Se comienza por calcular la pérdida de energía en la aspiración (Tramo 1-2) que será J1-2. Se
descuenta luego este valor del nivel energético del líquido en la sección 2-2 (un infinitésimo antes de
la brida de aspiración), obteniéndose así el punto C que representa la energía de la unidad de peso del
líquido antes de ingresar a la bomba. Uniendo C con D se obtiene la línea de energía de pendiente j*.
77
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Se procede ahora a calcular la impulsión, considerando que ésta se desarrolla desde la brida de
impulsión (sección 2’-2’) hasta la embocadura en el reservorio R2.
La longitud l2-2 resulta despreciable frente a la longitud total l1-3 de toda la conducción, por
lo que, en términos prácticos, las secciones 2-2 y 2’-2’ son coincidentes.
Para determinar el nivel energético que debe tener el líquido en la brida de impulsión (es decir
a la salida de la bomba), se hará el análisis partiendo del único punto conocido de la línea
piezométrica, que es el F.
La energía por unidad de peso que escurre y que la bomba debe entregar al líquido, está dada
por la altura Hm, que se denominará “altura manométrica”. Del análisis de la Figura 8.1 surge que:
U2
Hm H T J 1 2 J 23
2g
Es decir:
Hm H T J (8.1)
Para pasar a la expresión de la potencia que se necesita entregar a la vena líquida para elevar el
caudal Q a la altura HT, venciendo las resistencias de la conducción, se multiplica por Q.
N = Q Hm (8.2)
Como la bomba tiene rozamientos mecánicos, es evidente que el motor tendrá que entregar
algo más de potencia para suplir la que se disipa en los rozamientos, de modo que a la vena líquida
llegue la potencia necesaria N.
N
He (8.3)
78
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Q Hm
Ne (8.4)
kg m 3
Ne m
kg m
m3 s s
Para expresarla en HP debe dividirse por 75 y para expresarla en KW por 102, por lo que
finalmente tendremos:
Q Hm
Ne (HP) (8.5)
75
Q Hm
Ne (KW ) (8.6)
75
Las (8.4), (8.5), (8.6) constituyen expresiones fundamentales para la selección de bombas.
Hm Z 2 Z1 2
P P1 U 2 2 U12 (8.7)
2g
Pero las diferencias entre Z2 y Z1 son unos pocos centímetros frente a los muchos metros que
implican las alturas de presiones. Por otra parte, U2 resulta igual a U1 al ser el diámetro de la
aspiración igual al de la impulsión, por lo que:
Z 2 Z1 0
U 2 2 U12
0
2g
Entonces, la (8.7) se reduce a:
P2 P1
Hm (8.8)
Por lo que la altura manométrica puede ser medida conectando un manómetro diferencial entre
brida de aspiración y brida de impulsión. Este concepto es el que motiva su denominación.
79
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Figura 8.2
Variación de Hm con el diámetro D
Ello implica un valor de pérdida de energía unitaria relativamente pequeña según deducimos de
la expresión de Darcy-Weisbach:
2
f U1
j1 * (8.9)
D 1 2g
En cambio, de optar por un diámetro relativamente chico, el valor de j2* será sensiblemente
mayor que j1*, puesto que crece con el cuadrado de la velocidad. En consecuencia, en el segundo
caso, la altura manométrica resulta mayor que en el primero.
Obviamente, un mayor diámetro implica una mayor inversión inicial en la adquisición de los
caños, su transporte al lugar de emplazamiento y sus costos de instalación, a la vez que implica
menores costos de operación, puesto que se consume menos energía eléctrica al bombear el mismo
caudal a una altura manométrica menor.
80
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
No pretendemos desarrollar aquí las ecuaciones para el cálculo que son de la competencia del
ingeniero, pero sí brindar los conceptos que permiten al proyectista la determinación del diámetro
más adecuado.
La inversión inicial implica un capital por m de caño de instalación, el que, con un interés anual
“i”, en el plazo de amortización de la obra que estimamos en “n” años, se transforma en una compleja
función del diámetro, creciente en forma aproximada con el cuadrado del mismo y que
denominaremos “Costo Unitario Anualizado de Caños, Cuac”:
En cambio, los costos de energía, por m de caño instalado y por año, dan una función variable
aproximadamente con la inversa del diámetro a la quinta potencia; lo denominamos “Costo Unitario
Anual de Energía”:
El valor mínimo de la (8.12) nos da el diámetro más económico, el que, además de satisfacer
las exigencias hidráulicas, cumplimenta con el objetivo de dar lugar a la solución más económica,
para el plazo de amortización de la obra.
En la Figura 8.3, se brindan gráficamente las ecuaciones (8.10) a (8.12) y se observa el valor
del diámetro mínimo o más económico. Este gráfico es tratado en la bibliografía especializada con la
denominación de “Diagrama de CAMERER”.
Figura 8.3
Diagrama de CAMERER
81
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
El fabricante brinda por lo general al usuario cuatro curvas características de las bombas que
oferta. Llamaremos así a las funciones H, y N en función del caudal Q, a las que se les agrega una
cuarta denominada “Altura Neta Positiva de Aspiración”, más conocida por su sigla ANPA, que
también es función de Q, y que estudiaremos más adelante.
Figura 8.4
Curvas características de la bomba
La característica principal es la curva H-Q que brinda la altura manométrica de la bomba para
cada abscisa, es decir para cada caudal, y para el número de revoluciones nominal.
La curva -Q brinda el rendimiento en función del caudal y, obviamente, el caudal de diseño de
la instalación debe verificar buen rendimiento de la bomba.
La curva N-Q da los valores de la potencia absorbida para cualquier caudal elevado a la
correspondiente altura manométrica.
En la Figura 8.5 se esquematiza un corte de una bomba según un plano que contiene al eje. La
velocidad en el tubo de aspiración es U y la energía cedida a la bomba hace que el líquido sea
acelerado hasta la velocidad C1 en la sección de ingreso a los álabes.
82
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Una vez ingresado el líquido al rotor, recibe la energía externa, que se traduce en un aumento
violento de la presión hasta alcanzar la altura manométrica.
Analicemos lo que ocurre en las inmediaciones del ingreso a los álabes: si la presión es tan baja
que posibilita la evaporación del agua, se forman burbujas de vapor que, un instante después, al
ingresar al rotor, se encuentran en una zona de alta presión, que obliga a un condensado
prácticamente instantáneo de las burbujas de referencia.
Este condensado súbito se produce por razones no del todo conocidas, a través de un proceso
que da, como resultado del mismo, un ataque a las partes metálicas que debilitan su estructura
molecular y pueden llevar al colapso del material y hasta de las instalaciones anexas.
Este fenómeno, que debe ser dentro de lo posible evitado, se denomina “cavitación”.
Cuando una bomba “cavita” se produce un sordo ruido característico, a la vez que la bomba no
funciona de acuerdo a los requerimientos. Incluso se acorta, muchas veces drásticamente, la vida útil
del rotor.
El proyectista de las estaciones de bombeo debe tener muy presente el fenómeno de referencia
y evitarlo, considerando el criterio que a continuación desarrollaremos.
Para ello debemos definir previamente el concepto de Altura Neta Positiva de Aspiración:
83
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
La teoría y la experimentación prueban que ANPA es una función creciente con los valores del
caudal, tal como se ilustra en la Figura 8.4, en la que puede distinguirse la curva ANPA-Q, como una
de las 4 características que debe brindar el fabricante al usuario.
Se define como “altura de aspiración” al valor Hs medido desde la superficie del agua hasta el
nivel del eje de la bomba cuando éste es horizontal. En el caso de eje vertical, la “altura de aspiración
Hs” se mide desde el nivel del líquido hasta la sección de la brida de aspiración.
Figura 8.6
Altura de Aspiración
Cuanto más alto el tubo de aspiración, mayor es la depresión en la zona de ingreso al rotor. La
depresión máxima teórica será el vacío total, es decir –10,33 m.d.c.a (al nivel del mar), por lo que el
límite teórico de la altura de aspiración será ese valor. Pero, evidentemente, las pérdidas de energía,
la necesidad de mantener un valor de velocidad en el tubo de aspiración, probables mayores cotas que
los del nivel del mar y la previsión del fenómeno de cavitación reducen este valor teórico a un valor
práctico, que la teoría y experiencia demuestran que vale:
Pa Pv U2
Hs lim
ANPA
2g
Ja (8.13)
84
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Evidentemente, para que la bomba no cavite, debe cumplirse la condición de que la “altura de
aspiración” de la bomba instalada sea menor o igual que la “altura límite” que surge de la (8.13), es
decir:
Hs Hslim (8.14)
H m H T J
en la que J incluye a todas las pérdidas de la instalación, sean éstas generales o localizadas y
HT es el desnivel entre los reservorios R1 y R2, que se mantiene constante cuando el escurrimiento es
permanente.
1 Q1.85
j
(0.275 C)1.85 D 4.85
(L a Le a ) (L i Le i ) 1.85
J 1.85 4.85
4.85
Q (8.16)
(0.275 C a ) D a (0.275 C i )1.85 D i
85
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
(L a Le a ) (L i Le i ) 1.85
Hm HT 1.85 4.85
4.85
Q (8.17)
(0.275 C a ) D a (0.275 C i )1.85 D i
Es de destacar que normalmente, la aspiración es de acero, mientras que la impulsión puede ser
de cualquier material.
Figura 8.8 H 01 H 02 H 03
Rotores en serie
86
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
y H 0 H 01 H 02 H 03 3 H 01
Pero esta solución está dando un HT menor que el HT = H0 requerido en el proyecto, puesto que
la característica de la instalación que pasa por ese punto así lo confirma. Trazando la característica a
partir de HTnec el punto de funcionamiento es P1 que implica una altura H1 > H0 y Q algo menor que
Q0.
En consecuencia, cuando se disponen rotores en serie no podemos decir que el mismo caudal es
elevado en forma exactamente proporcional al número de rotores. Existe una modificación originada
por la curva característica de la instalación.
Desde el punto de vista constructivo, se pueden disponer los rotores en serie sobre un mismo
eje, tal como puede observarse en la Figura 8.9. Este es el criterio de diseño utilizado para las
bombas de pozo profundo, las que, en general, deben elevar relativamente bajos caudales a alturas
considerables.
Figura 8.9
Bombas de pozo profundo
Se disponen las bombas en paralelo cuando se requiere aumentar el caudal a elevar a una
determinada altura.
En este caso, las características de los rotores se suman en el sentido del eje Q tal como puede
apreciarse en la Figura 8.10. En la Figura 8.11 se ilustra esquemáticamente la disposición de una
instalación de tres bombas en paralelo.
De la Figura 8.10 puede deducirse que para un determinado valor de H0, el caudal suma de los
tres rotores en paralelo será:
Q0 = 3 Q01
87
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 8
Q3
Es decir que cada rotor aportaría, en teoría, un caudal Q 01 . Lo que sería válido siempre
3
que H0 fuera igual a HT. Pero como la curva característica de la instalación debe ser tenida en cuenta,
en realidad el punto de funcionamiento será el P’ en lugar de P.
Este hecho implica un caudal Q0’ menor que Q0 y que será elevado a una altura manométrica
H0’ mayor que H0.
Nótese que no siempre es beneficioso el agregado de bombas en paralelo, puesto que el aporte
de caudal a partir de un determinado número de bombas, puede ser irrelevante.
Figura 8.10
Bombas en paralelo
Impulsión
Q
VM VM VM
VR VR VR
B1 B2 B3
Aspiración
Q
Figura 38
Instalación de 3 bombas en paralelo
88
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
C
CAAPPÍÍTTU
ULLO
O 99..-- EELL A
AIIR
REE EEN
N LLA
ASS C
COON
NDDU
UCCC
CIIO
ONNEESS A REESSIIÓ
A PPR ÓNN
En términos generales podemos afirmar que el vaciado de las conducciones a presión, ya sea
provocado deliberadamente (atendiendo a causas de mantenimiento) o por razones accidentales
(como eventuales colapsos) introduce depresión, con las consiguientes consecuencias que
evaluaremos en el desarrollo del presente texto.
Las depresiones habrán de significar en todos los casos, un funcionamiento defectuoso en los
procesos de vaciado y posterior llenado, si no se tienen en cuenta criteriosamente, los ingresos y
salidas del aire. Incluso hasta puede significar el colapso por "aplastamiento", para el caso de
materiales flexibles y por lo tanto muy deformables ante las cargas externas debidas al relleno y al
tránsito, cuyos efectos se suman al originado por las presiones relativas negativas (depresión).
El nombrado ingreso de aire, para contrarrestar los efectos nocivos de las depresiones, implica
además la evacuación posterior del mismo, una vez que se restablece el funcionamiento normal de la
conducción.
Las causales que motivan el ingreso de aire en las conducciones y su consecuente y posterior
evacuación, se resumen en los casos posibles que se detallan a continuación:
a) Vaciado normal, lo que requiere la instalación de válvulas para el ingreso de aire en los
puntos altos de la conducción. Durante el posterior llenado se tendrá una evacuación del aire
ingresado en condiciones de presión atmosférica (presión relativa nula).
b) Vaciado accidental, el que siempre es imprevisto y que requiere previsiones similares a las
especificadas precedentemente. En el caso de cese de bombeo en impulsiones por corte de
energía, la válvula de retención, la que debe instalarse obligatoriamente para proteger al
rotor de la bomba para que no gire en sentido contrario, imposibilita el vaciado por esa
causa, quedando sólo como posibilidad de vaciado el colapso de la conducción por alguna
causa accidental no prevista y contra la que no existen protecciones.
c) Depresión originada en la onda negativa por "Golpe de ariete". Es el caso de las instalaciones
de impulsión cuando se produce el arranque o el detenimiento del equipo de bombeo, siendo
en general de mayor magnitud éste último. Es de destacar que en éste caso la necesaria
evacuación del aire por los puntos altos de la instalación, se opera "en presión de línea".
En la práctica (y con buenos resultados) se considera que el caudal de aire a ingresar al sistema
debe ser igual al caudal de agua "que se pierde" por la depresión y que está dado por la expresión:
Q=Us
En la que :
- Q es el caudal de aire a incorporar
- U es la velocidad media del aire ingresante
89
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
Depresión (m.c.d.a.) 2 3 4 5
Tabla 9.1
9.2.1.- Generalidades
El agua contiene una determinada cantidad de aire disuelto (solubilizado) que puede oscilar
entre los 25 y 40 cm3/l, y que su variación con la presión y la temperatura, está regida por la ley de
Henry.
Los problemas que pueden originar los bolsones de aire atrapados pueden resumirse como
sigue:
a) Originan pérdidas de carga que pueden llegar a ser tan importantes como para impedir el
escurrimiento.
c) Al encontrar eventualmente una salida (por ejemplo ventilaciones) originan "golpes de ariete
inducidos por escape de aire".
90
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
De todo lo expuesto se concluye que, para evitar problemas de mal funcionamiento o incluso de
colapso en las conducciones a presión, es necesario provocar y controlar el ingreso y salida del aire
del interior de las mismas.
a) Proyectar las conducciones de forma tal que posibiliten el desplazamiento del aire hacia los
puntos altos, tratando de esta forma, de minimizar el desplazamiento errático de los
bolsones que se forman con el mismo. Los criterios normativos más actualizados aconsejan
generar pendientes mínimas de los trazados de manera de conseguir el efecto deseado y
siguiendo las recomendaciones que siguen:
Nota: En general puede encontrarse cierta resistencia en los proyectistas, puesto que los
mayores costos de excavación que implica generar una "poligonal adecuada" constituyen
una razón de peso en contra de un diseño eficiente.
Entre los tipos de válvulas que ofrece el mercado, es preciso distinguir puesto que su diseño es
diferente, a aquellas destinadas a la "evacuación de pequeños caudales a la presión de servicio", de
las que posibilitan la "evacuación o ingreso de importantes caudales a la presión atmosférica".
Teniendo en cuenta que la velocidad de escape del aire es sumamente elevada (no menor a los
200 m/s) al cesar el escape del mismo y comenzar la salida del agua, ésta lo hará con una velocidad
mucho menor, en función de su a la vez, mucha mayor viscosidad (orden de magnitud de 1 a 2 m/s
contra los 200 m/s mínimos del escape del aire). Éste hecho implica de por si, un detenimiento
prácticamente instantáneo del caudal de agua inducido por el escape de un caudal idéntico de agua,
originando en consecuencia una sobrepresión por "golpe de ariete".
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
Adoptando una velocidad mínima de salida del aire de 200 m/s, se obtiene una expresión de
aplicación práctica que relaciona el diámetro mínimo de la salida de aire:
d 0, 01581. D 0, 016. D
La expresión anterior brinda la relación, válida para conducciones de material "rígido", entre el
diámetro del orificio de la ventilación y el propio de la conducción a la que sirve, y siempre de
acuerdo con la normativa europea.
d 0, 02826. D 0, 028. D
Es de destacar que desde hace muchos años está difundido entre los instaladores de caños de
materiales de comportamiento a la rotura como "frágiles", el concepto de eventuales colapsos en las
pruebas hidráulicas de rigor, atribuibles a "explosiones debidas al aire atrapado".
El antecedente publicado más antiguo lo constituye una edición del manual "Uralita" de España
(productores de caños de PVC, de Fibrocemento y otros entre una enorme cantidad de productos de
aplicación en las obras de Ingeniería y de Arquitectura) que data de 1957 y que es reiterada en todas
las ediciones, incluyendo la más actualizada de 1987.
El planteo anterior permite concluir que para valores del volumen de aire lo suficientemente
pequeño, los valores de p pueden ser tan grandes como se desee, explicándose así el efecto de
detonación debido a la transferencia de energía " cilindro de agua -bolsón de aire ".
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
No existe actualmente bibliografía que trate el tema "in extenso" y mucho menos
recomendaciones para tener en cuenta, exceptuando todas aquellas relacionadas con una correcta
evacuación del aire durante las pruebas, lo que está íntimamente relacionado con la adopción de un
buen sistema de válvulas de aire.
La función de una válvula de aire es la de permitir evacuar el aire del interior de las
conducciones tratando de evitar o al menos minimizar, la posibilidad de que quede atrapado en algún
sector alto de la misma.
Básicamente consiste en un flotador que obtura un orificio cuando en el conducto no hay aire, y
lo deja libre cuando si lo hay.
De todos los conceptos analizados se infiere que no es posible asegurar con un mismo flotador
las funciones de "escape de grandes caudales de aire a presión atmosférica", y de "pequeños caudales
de aire a la presión de trabajo", dado que:
a) La primera condición (gran Q a pa) fija el área s del orificio y consecuentemente el volumen
del flotador resulta importante.
En consecuencia los fabricantes se ven obligados a ofrecer diseños diferenciados para cada uso,
basados además en los siguientes conceptos:
a) La superficie s debe ser limitada por los "golpes de ariete inducidos por el escape del aire".
b) La velocidad de escape del aire cuando es evacuado (necesariamente alta) no debe arrastrar
al flotador y tender a pegarlo contra el orificio.
Se destaca especialmente, que las válvulas para "Evacuación de grandes caudales de aire a
presión atmosférica", son necesariamente de "doble efecto", puesto que también posibilitan la
función de "ingreso de grandes caudales de aire a presión atmosférica".
Los fabricantes ofrecen al mercado, un aparato que posibilita las tres funciones analizadas, las
que se logran con dos flotantes y otros tantos orificios, dimensionados de acuerdo a los conceptos
analizados precedentemente. En la Figura 9.2 se esquematizan, para un diseño tradicional difundido
en nuestro medio, los elementos básicos constitutivos de éstos tipos de válvulas de aire de tres
funciones.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
1 2
Figura 9.2
Aparato de tres funciones
Estos aparatos han sido diseñados para ser instalados en conducciones de aguas relativamente
limpias. Cuando se trata del transporte de líquidos cloacales el problema es más delicado, puesto que
tales líquidos transportan suspensiones de partículas muy heterogéneas, entre las que abundan las de
naturaleza orgánica, lo que da como resultado la obstrucción de los orificios, el consecuente cierre
defectuoso, y muchas veces dificultades para que se produzca el despegue. Por ésta razones, en las
instalaciones para líquidos cloacales, deben ser utilizadas válvulas especialmente diseñadas para
enfrentar la problemática apuntada.
En la Figura 9.3 pueden ser apreciados los elementos de diseño, de un equipo también
tradicional, compuesto por dos cilindros verticales independientes y unidos entre sí, de los cuales
uno, esquematizado en la Figura 9.3a, posibilita la salida de pequeños volúmenes de gas (mezcla de
aire y gases provenientes del líquido cloacal). Cuando el líquido transportado por la conducción
alcanza el flotante ubicado en la parte inferior del cuerpo de la válvula, éste recibe un empuje
hidrostático el que es transmitido por un vástago adosado al mecanismo de ventilación, el que
mediante un juego de palancas convenientemente dispuestas, cierra la salida de aire.
Aire y gas , al desprenderse del líquido cloacal tenderán a desplazar hacia abajo al líquido, y en
consecuencia el flotante resultará arrastrado, con lo que el mecanismo de ventilación resultará abierto
, permitiendo así que parte del aire y gas escapen hacia la atmósfera. En éstas circunstancias , el
líquido que necesariamente ocupa el volumen dejado por el aire, levanta el flotante con lo que se
cierra nuevamente la ventilación. Evidentemente, el ciclo se repite cada vez que la mezcla de aire y
gas se acumula en el interior de la válvula.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
Figura 9.3
Válvulas de aire de tres efectos para líquidos cloacales
El otro cilindro, que completa la válvula, posibilita las funciones de "ingreso y salida de
importantes caudales de gas a la presión atmosférica", es decir en los proceso de vaciado y llenado de
la conducción, con el propósito previamente analizado de evitar los efectos nocivos del aire ( o
mezcla aire-gas en éste caso ) inevitables en el interior de la conducción.
En este cilindro (Figura 9.3b) se dispone un flotador en la parte inferior y una bocha de goma
en la superior, unida con el primero mediante un vástago mantenido en la posición correcta mediante
una guía.
A las consideraciones teóricas que rigen su diseño y que conducen a calcular pequeños orificios
para poder acotar el "Golpe de ariete inducido por escape de aire" en valores prefijados, se le agregan
modernamente, criterios de diseño que hacen que la obturación sea paulatina.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
Esto posibilita el escape no solo de pequeños bolsones que erráticamente circulan por la
conducción, si no que, también posibilitan el escape del aire que se desprende del agua, por burbujeo
y en forma continua.
Por estas consideraciones y por el hecho de que el escape se produce cada vez que el aire que
se acumula en la parte superior, logra el volumen suficiente para el descenso del flotante, a éste tipo
de válvulas se las conoce como "automáticas".
El criterio tradicional de diseño, si bien es muy racional y acertado, al ser aplicado sin otras
consideraciones complementarias, trae aparejado inconvenientes de funcionamiento. En efecto, al no
ser considerados los efectos fluidodinámicos del aire que escapa, se está obviando la acción o
solicitación adicional, que está empujando al flotante contra el orificio, por lo que tiende a evitar su
despegado cuando éste es necesario.
En efecto, al desarrollar el análisis básico del diseño esquematizado en 9.3.2, no se han hecho
otras consideraciones que no sean de tipo hidrostático.
Es evidente que el aire al escapar con las velocidades siempre altas características del proceso,
ha de efectuar una acción dinámica en el sentido de empujar al flotante contra el orificio, y contraria
a su peso, lo que implica que muchas veces éste quede adherido cuando, justamente y por acción del
peso, debería despegarse.
Este efecto no deseado se anula en los diseños avanzados, protegiendo al flotante de la acción
dinámica del aire. La forma más apropiada se logra con una canastilla renurada o perforada de
manera tal que, posibilite la acción del empuje hidrostático del agua, por una parte, e impida la
acción dinámica del aire por la otra.
En base a su funcionamiento, fundado en evitar la acción de las elevadas velocidades del aire
que escapa, se las conoce a este tipo de válvulas, como cinéticas.
Resulta evidente que la maniobra de llenado debe realizarse cuidadosamente, para posibilitar el
siempre dificultoso escape del aire por los puntos cuspidales (naturales o realizados "ex-profeso"") en
los que invariablemente debe ser colocada una válvula de aire que posibilite la evacuación del mismo
desde el interior de la conducción a proteger.
El llenado rápido puede dar lugar a la formación de bolsones, los que al no encontrar una salida
rápida, pueden dar lugar a la problemática descripta y establecida en el comienzo del presente texto.
La normativa europea especifica desde hace muchos años, una velocidad de llenado que no
supere los 0,05 m/s a sección llena.
Este concepto resulta de prefijar un valor de sobrepresión máxima hmáx, para el "Golpe de
ariete inducido por el escape del último aire".
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 9
En efecto, en las postrimerías del llenado, cuando la tubería ya ha entrado en presión, el escape
de un bolsón de aire puede inducir una sobrepresión
hmáx = c U / g
U = g hmáx / c (9.1)
Si se tiene en cuenta que g es aproximadamente igual a 10 m/s2 y que para los materiales
rígidos c vale (también en términos de primera aproximación tecnológica) aproximadamente 1000
m/s, la velocidad máxima para que no se produzca una sobrepresión mayor de 5 m.c.d.a. será de
aproximadamente 0,05 m/s.
En cambio, si el material de la conducción resultara flexible, adoptando para ese caso un valor
máximo de c de 400 m/s, la velocidad de llenado máxima resultará de 0, 125 m/s.
El caudal de llenado puede entonces establecerse a partir de los valores anteriores a velocidades
máximas y de multiplicar a éstas por la sección de la tubería.
La condición de selección de la válvula de egreso de aire, adoptada con toda lógica, es que el
caudal de llenado sea igual al del aire a ser evacuado.
Tal como se indicó oportunamente, cuando se abordaron los conceptos básicos de diseño,
resulta imposible lograr los tres efectos deseados y estudiados, con solo un flotador que obture a un
orificio único.
Es por ello que las funciones "Ingreso y salida de gran caudal de aire a presión atmosférica" y
"Salida de pequeño caudal a presión de trabajo", deben ser satisfechas en realidad por dos válvulas
con dimensiones y densidades de los flotadores distintas.
Los fabricantes ofrecen ambos tipos de válvula independientemente y algunos modelos del
mercado ofrecen válvulas con las tres funciones, lo que logran con un artefacto único, en el que en
realidad se encuentran las dos válvulas necesarias adosadas, con criterios de diseño y acople
ingeniosos .
En las figuras que siguen, se brindan ejemplos de válvulas de aire de diseño moderno,
difundidas en nuestro medio.
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NOCIONES BÁSICAS DE HIDRÁULICA GENERAL CAPÍTULO 9
Válvula Automática
Figura 9.4
98
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 10
C
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RÍÍA
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La interpretación de la Figura 10.1 en la que puede ser apreciada una tubería instalada en zanja,
ilustra convenientemente sobre las solicitaciones de referencia.
Evidentemente el material de relleno habrá de ejercer una acción o solicitación sobre la tubería
que tenderá a deformarla (ovalizarla) en función de las características elásticas de la misma y del
suelo de apoyo. Obviamente la intensidad de la solicitación dependerá de las características del suelo
del relleno y de apoyo y de la “Interacción Zanja-Tubería”. Cobra especial sentido la consideración
relativa a la mayor o menor deformación de la tubería, según se comporte ésta como rígida o flexible.
En este último caso, la mayor deformación implica reacciones laterales que deberán ser
equilibradas por los prismas laterales del la zanja, las que deberán ser en consecuencia debidamente
compactadas.
Qr
Apoyo en Material Y
Granular
p p
B
Figura 10.1
Solicitaciones en Caños Instalados en Zanja
Del simple análisis de la figura de referencia, surge que la selección de la tubería más
adecuada y el correspondiente diseño de la zanja (en general distintas para los distintos materiales del
mercado), constituye una decisión ingenieril laboriosa que debe ser cuidadosamente meditada.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 10
En efecto, a la solicitación por presión interna en régimen permanente, la que en realidad nos
posibilita la “Preselección“ de la tubería, deberá agregarse la verificación de la solicitación debida a
la carga de relleno que incidirá sobre la conducción en función de las características de la zanja , y de
las propiedades mecánicas del suelo y del material constituyente de la tubería.
Además, deberán calcularse las acciones ejercidas por el efecto dinámico del tránsito que
eventualmente pudiere incidir y que resultará función de: los tipos de camiones, existencia de
pavimentos o no y las características mecánicas de las distintas capas de los mismos, o de los suelos
si el pavimento no existiere (Teoría de Boussinesq).
Por otra parte, desde que la tubería requiere Regulación o que puede constituir una Impulsión,
es evidente que deberá ser evaluado el siempre complejo problema de los movimientos transitorios,
más conocido por la denominación de “Golpe de Ariete”. Problemática que se presenta en forma
distinta en las tuberías rígidas o flexibles, pero que siempre es necesario tener en cuenta, no solo para
evaluar las sobrepresiones en el caso de las primeras y las depresiones para el caso de las segundas
(que son susceptibles al colapso por “Aplastamiento”) sino también para el dimensionado y ubicación
de los accesorios que posibiliten acotar convenientemente sus efectos.
Resumiendo los conceptos vertidos diremos que, una tubería enterrada y a presión, se encuentra
sometida a cuatro solicitaciones, a saber:
b) Debida a la sobrepresión interna variable entre valores positivos y negativos del régimen
impermanente (transitorios o “Golpe de Ariete”).
Nótese que para el caso de tuberías destinadas a drenaje (cloacas y pluviales), evidentemente
no existen las solicitaciones a) y b), por lo que su selección debe hacerse sobre la base de las
solicitaciones c) y d).
En primera aproximación, definimos a las primeras como aquellas que colapsan, al ser
sometidas a cargas de aplastamiento, con deformaciones pequeñas de su diámetro vertical (menores
al 1 %).
Las tuberías flexibles colapsan la forma antes que el material, puesto que la deformación de su
diámetro vertical (Deflexión ) puede llegar hasta valores muy altos, ovalizándose, sin que se rompa ,
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 10
pero colapsando la forma de manera inaceptable ( por los problemas que trae a las uniones y pérdida
de estanqueidad en las mismas). La Deflexión máxima admitida en las normas es del 5 %.
Se define así el caso en el que el ancho b de la zanja es relativamente poco mayor que el
diámetro externo de la tubería instalada.
Figura 10.2
Condición en Zanja Angosta – Tubería Rígida y Flexible
En el caso de las tuberías rígidas, las deformaciones al alcanzar solo hasta el 1 % de deflexión
frente a la acción de las cargas externas, sobreviene inmediatamente el colapso.
Tanto en un caso como en otro la zanja angosta alivia las cargas que efectivamente incidirán
sobre la tubería gracias, a las fuerzas de frotamiento que se inducen en los planos tangentes verticales
a las tuberías. En efecto en el caso de ser esta flexible con respecto al relleno, se deformará más que
el prisma central, el que en cierta forma “se colgará” de los planos laterales, los que transmitirán
101
HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 10
esfuerzos hasta que lleguen a las paredes de la zanja, de donde a su vez se “cuelgan “ estos prismas
laterales. En este caso tenemos un doble efecto de arco, como resultado del cuál la carga que
realmente incide sobre la tubería es considerablemente aliviada.
En el caso de una tubería rígida, se tiene que esta se deforma menos que el prisma central de
relleno, consecuentemente, los planos tangentes transmiten esfuerzos de fricción que se trasladan
hasta las paredes de la zanja, las que se encuentran relativamente próximas. Tiene así lugar un efecto
de arco simple, puesto que no toda la carga incidirá sobre la tubería.
Es evidente que en uno u otro caso, la zanja angosta ayuda puesto que alivia las cargas que
recibiría la tubería de ser B muy grande (zanja ancha).
Figura 10.3
Condiciones en Terraplén – Tubería Rígida y Flexible
En ambas figuras puede ser apreciado que no existe el alivio de las cargas que posibilita la
cercanía de las paredes de la zanja, es decir no se pone de manifiesto el beneficioso “Efecto de arco”.
Es por ello que las tuberías resultan más exigidas en esta condición de instalación, por lo que al tener
que resistir más cargas deberán contar con mayor espesor y/o mejores condiciones de
acondicionamiento en zanja.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 10
Por ejemplo, si se piensa en una tubería rígida apoyada en una cama de Hormigón abarcando
una gran ángulo de apoyo, es evidente que resistirá mucha más carga que si está apoyada en suelo y
con pequeño ángulo de apoyo. En este caso a igualdad de solicitación, la tubería del primer caso
puede tener un espesor sensiblemente menor, puesto que es más “ayudada” por la zanja. Es decir que
sería económica la tubería pero costosa la obra. Justamente las opciones que tiene el Ingeniero son las
que se pretenden difundir con ese ejemplo, que entendemos ilustra convenientemente sobre la
“Interacción Tubería-Zanja”.
En el caso de las tubería flexibles, su poca resistencia al aplastamiento hace que la importancia
de la zanja sea aún más relevante que en el caso de las tuberías rígidas. En efecto, los laterales de las
zanjas, fuertemente compactados, son las que evitan o mejor aún, acotan, la ovalización de la tubería,
la que solo aporta hasta una máximo de un 20 % como resistencia propia a la deflexión. El 80 %
restante lo debe aportar la zanja, o más precisamente sus prismas laterales, fuertemente compactados.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 11
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Otra variable a ser muy tenida en cuenta en las comparaciones tecnológicas, que debe sumarse
al análisis de las solicitaciones, es la relativa al ataque corrosivo, el que puede ser externo o interno.
En el primer caso el ataque es siempre producido por la agresividad química de los suelos y en
el segundo, por el ataque proveniente del líquido que escurre.
Son susceptibles de los primeros, las tuberías de acero o fundición y los materiales cementicios
(Hormigones armados o sin armar y Fibrocemento). En cambio, el caso más usual para el segundo
caso es el del Sulfuro de Hidrógeno proveniente de los líquidos cloacales domésticos, para los que
son atacables las tuberías de PRFV y de materiales cementicios (incluida la Fundición dúctil puesto
que tiene revestimiento interno de mortero cementicio).
Las protecciones catódicas de las tuberías que contienen Hierro, los revestimientos externos,
para estas o las de materiales cementicios, las que a su vez pueden ser especificadas con cemento
ARS (Alta Resistencia a los Sulfatos), son condicionantes que necesariamente deberán ser tenidos en
cuenta en los análisis de precios. Asimismo, la necesidad de revestimiento interno (o no) deberá ser
analizada para el caso del ataque interno en tuberías de material cementicio (Fórmula o Índice de
Pomeroy), incluyendo la fundición dúctil la que es revestida interiormente con un mortero de
cemento, mientras que para el PRFV deberán comprobarse las normas internacionales vigentes a
tales efectos.
Nótese que a las variables propias de las cuatro solicitaciones analizadas en la Figura 10.1, les
hemos agregado ahora las provenientes de los ataques corrosivos externo e interno, dando lugar a un
complejo estudio ingenieril de las “Prestaciones Equivalentes”.
Es importante destacar un hecho que a pesar de ser elemental es poco considerado por nuestros
proyectistas. En efecto la más evidente de las “Prestaciones Equivalentes” es que ......"las
conducciones diseñadas deben transportar un caudal igual o mayor al requerido en el proyecto o la
especificaciones”..... Sorprendentemente éste requisito rara vez es tenido en cuenta a pesar que sus
fundamentos se encuentran en la Hidráulica elemental.
En efecto por todos es conocida la diferencia de rugosidades de los distintos materiales, pero lo
que es mucho más significativo es lo que generalmente se omite, y es que los diámetros internos o
“hidráulicos” son distintos para los materiales cuyo proceso de fabricación es por extrusión. Para el
caso de las tuberías de PVC, por ejemplo, al crecer el espesor (consecuentemente la “Clase”),
disminuye el diámetro interno para un dado diámetro comercial, por lo que su capacidad de
conducción, a igualdad de condiciones de escurrimiento, decrece significativamente de las clase 4 a
la clase 10.
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 11
diámetros comerciales que prestan un servicio mínimo equivalente resultarán distintos con una
evidente influencia en el análisis de precios.
En resumen, los conceptos mínimos a ser comparados resultan ser seis: tres de origen
hidráulico, dos debidos a las solicitaciones por cargas externa y los debidos a los ataques corrosivos
externos e internos. Implican la:
1- Verificación de los distintos caudales que surjan en función de los diámetros internos reales
y los coeficientes de rugosidad de los distintos materiales que ofrece el mercado.
Es de destacar que la problemática del "Golpe de Ariete", unida a la que surge del análisis de
las maniobras de "llenado", o "vaciado", da lugar a una consecuencia "secundaria" pero de gran
importancia en el análisis de precios, cómo es la selección y ubicación de válvulas para ingreso y
salida de aire. La necesidad del ingreso del mismo para evitar el "aplastamiento" de la tuberías
flexibles, constituyen otra instancia de comparación íntimamente relacionada con los costos de la
obra y rara vez tenida en cuenta.
En el caso de las tuberías para drenaje, es decir que funcionan a superficie libre, cobra especial
significación el cálculo de las carga externa puesto que además constituyen el parámetro fundamental
de selección al no existir la debida a la presión interna. Por otra parte, resulta esencial la verificación
al ataque corrosivo debido al SH2 y la correspondiente comparación entre materiales cementicios, los
que deberán verificar el índice de Pomeroy (Hormigones, Fibrocemento y Fundición dúctil revestida)
y los que no son atacados (El PRFV debe verificar normas ASTM al respecto).
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES CAPÍTULO 11
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HIDRÁULICA APLICADA A LAS CONDUCCIONES BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía
Nota: Para aquellos que quieran profundizar sus conocimientos, siguiendo las pautas docentes del texto que
nos ocupa, brindamos la Bibliografía que sigue, que por ser parte importante de la misma de los mismos
autores, conserva identidad conceptual .
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