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Exp. 2015-000888
A. como motivo de Casación el Ordinal 1° del Artículo (Sic) 313, del Código de Procedimiento Civil,
por cuanto con dicho proceso se lesiona por omisión y quebrantamiento del Orden Público, es decir, 1°
Cuando en el proceso se hayan quebrantado u omitido formas sustanciales de los actos que menoscaben
el derecho de defensa; o cuando en la sentencia no se hubieren cumplido los requisitos del artículo 243
Para desarrollar los fundamentos de este error in procedendo, denunciamos como infringidos las
disposiciones contenidas en los Artículos (Sic) 15, 174, 208, 209, 210, 211 del Código de Procedimiento
Civil.
(…Omissis…)
(…Omissis…)
Por este motivo, este Alto Tribunal ha señalado que la indefensión que da lugar a la casación del fallo,
es la imputable al juez y existe cuando priva o limita el ejercicio pleno de los medios procesales que la
ley les concede para la defensa de sus derechos, pero no cuando teniendo recursos a su disposición para
enervar la situación jurídica infringida, las partes no los ejercen, o cuando una vez ejercidos los mismos
son declarados improcedentes, independientemente de las razones dadas por el sentenciador.
Igualmente, cabe destacar que en nuestro derecho, el principio general es que la nulidad de los actos
procesales puede subsanarse con el consentimiento de los litigantes, salvo que se trate de
quebrantamientos u omisiones de leyes de orden público (ex artículo 212 del Código de Procedimiento
Civil). En este sentido, la jurisprudencia ha sostenido que si las nulidades de los actos de procedimiento
no son reclamados a medida que se van produciendo en el juicio, sino que, por el contrario, el
perjudicado por tales actos guarda silencio y ejecuta otros en virtud y como consecuencia del que pudo
haber alegado la nulidad, lógico es ver en estos actos posteriores de la parte, la más elocuente renuncia
al derecho de atacar el acto nulo y, en consecuencia, una convalidación tácita del mismo. (Cfr.
Sentencia N° 483 del 26 de mayo de 2004, expediente N° 02-768, caso: A.J.N.R. contra el Banco De
(Sic) Venezuela S.A.C.A).
El Código de Procedimiento Civil recoge esta orientación, al establecer en el artículo 213 que: “Las
nulidades que sólo pueden declararse a instancia de parte, quedarán subsanadas si la parte contra
quien obra la falta no pidiere la nulidad en la primera oportunidad en que se haga presente en autos”.
Ahora bien, dado que la admisibilidad de la pretensión es una cuestión de derecho, por vía
jurisprudencial se ha sostenido que ello no es óbice para que el juez pueda verificar tales presupuestos
procesales a petición de parte e incluso –de oficio- en cualquier estado y grado de la causa a los efectos
de declarar su inadmisibilidad.
Así lo ha sostenido la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia en distintas ocasiones,
siendo relevante destacar el contenido del fallo N° 2.458 del 28 de noviembre de 2001, expediente N°
00-3202, caso: Aeroexpresos Ejecutivos, C.A. y Aeroexpresos Maracaibo, C.A., por ser aquél en el que
se sustentó precisamente la recurrida para declarar la inadmisibilidad de la pretensión, en el cual se
estableció:
(…Omissis…)
En este sentido, Ciudadanos Magistrados de este Supremo Tribunal, esta S. en sentencia RC-000579,
Expediente AA20-C-2012-000424, dictada por esta S. en Ponencia de la Magistrada ISBELIA PEREZ
(Sic) VELASQUEZ (Sic), de fecha 03 del Mes (Sic) de Octubre (Sic) del año 2013, estableció lo
siguiente:
(…Omissis…)
A tal efecto, esta S. ha establecido, que la observancia de los tramites (Sic) esenciales de
procedimientos está íntimamente vinculada al Principio de Legalidad de las formas procesales, salvo
las situaciones de excepción previstas en la Ley, es por ello, que no les está permitido a los jueces de
instancia relajar la estructura, secuencia y desarrollo del procedimiento, esto es el modo, lugar y tiempo
que deben realizarse los actos procesales, ya que las garantías del debido proceso, de defensa de las
partes y de la tutela judicial efectiva al orden público, pues el estado es garante del ejercicio eficaz de
los derechos de las partes en el proceso. (Ver, entre otras, Sentencia N° 229, de fecha 10-05-05,
C.D.J.A., C/ Michele Marcaccasio Bagaglia).
Hago estas acotaciones, porque la parte actora “intentó” subsanar las cuestiones previas, a las cuales
me opuse y “la Ciudadana Jueza, ordenó la Contestación de la demanda, justificando el derecho que
tenía mi representado de CONTESTAR LA DEMANDA, por lo que no debió luego manifestar que
eran inadmisible la contestación, lo que llevó una violación por parte de la Ciudadana Jueza, del
proceso instaurado, cuando su conducta debió ser: Analizar las oposiciones que hice a la partición y
continuar el procedimiento ordinario.
2.- Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se denuncia la
infracción de los artículos 12 y 243, ordinal 5° eiusdem, por no haberse decidido de manera expresa,
positiva y precisa, con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas.
En ese sentido, determina la Sala de Casación Civil: “En aplicación de los razonamientos precedentes,
la Sala observa que en el caso bajo estudio se enmarca en la primera situación, debido a que la parte
demandada formuló oposición con respecto a uno, o algunos de los bienes cuya partición se solicita y,
en ese caso, y sobre esos bienes, debió abrirse el procedimiento ordinario, y no como erradamente lo
consideró el juzgado a-quo, y el juzgado de alzada, los cuales declararon parcialmente con lugar la
demanda y acordaron el nombramiento del partidor, conducta con la cual se incurrió en la infracción
de los artículos 206 y 208 del Código de Procedimiento Civil.
Asimismo, se evidencia que el juzgado ad-quem, incurrió en menoscabo al derecho a la defensa de una
de las partes, al indicar en la parte motiva de su decisión que el demandado opositor no utilizó los
mecanismos procesales atinentes a la interposición de la cuestión previa por defecto del escrito libelar
a que se refiere el artículo 346 ordinal 6° del Código de Procedimiento Civil; cuando de la
jurisprudencia de la Sala transcrita supra se desprende, que no está prevista la oposición de cuestiones
previas, ya que tal supuesto puede equipararse a un convenir de los demandados, por lo tanto no
existiría controversia y el juez deberá considerar con lugar la partición.
En consecuencia, de conformidad con los razonamientos antes expuestos se evidencia que el juez de
alzada incurrió en un quebrantamiento de formas procesales y en menoscabo del derecho a la defensa,
con la correspondiente infracción de los artículos 12, 15 y 208 del Código de Procedimiento Civil, en
virtud de ello, la Sala declarará en el dispositivo del presente fallo la nulidad de la decisión recurrida y
repone la causa al estado de la oposición a la demanda de partición, a fin de que se apertura (Sic) el
juicio ordinario de conformidad con lo previsto en el artículo 780 eiusdem. Así se decide. Observe,
C.M., que el inmueble demandado en partición, (datos registrales), no es el mismo donde habita mi
representado, de hecho, la citación se hizo en lugar distinto del domicilio de mi representado.
Sin embargo, aún cuándo no hubo por parte de la recurrente a lo largo del
escrito de formalización, una argumentación concreta y específica dirigida a
evidenciar por los motivos establecidos en el artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, la nulidad de la sentencia recurrida, denotándose una
ausencia de claridad y precisión en lo que se pretende, dado que lo
expuesto es que opuso cuestiones previas y no se admitió su pretensión –lo
cual determina esta Sala de Casación Civil- que debió ser una reconvención;
mas, debe señalarse de manera precisa que esas actuaciones -la oposición
de cuestiones previas y una supuesta reconvención- no tienen cabida ni
posibilidad de ser interpuestas durante el íter procesal del especial
procedimiento de partición, todo lo cual –se insiste- deja a la denuncia sin la
debida fundamentación y, en consecuencia, la Sala estima que el recurrente
no cumplió con los requisitos establecidos en el artículo 317 eiusdem.
En este sentido el criterio pacífico y reiterado de este Máximo Tribunal, establecido en múltiples fallos,
sostiene que, en el juicio de partición si no se formula oposición el procedimiento debe continuarse con
la próxima etapa procesal que es la designación del Partidor.
Sobre este punto se pronunció la sentencia N° 331 de fecha 11/10/00, en el juicio de liquidación y
partición de comunidad hereditaria de V.J.T.M. y otros contra I.E.M. Viuda De Taborda y otra,
expediente N°. 99-1023 con ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe esta, se ratificó:
‘El procedimiento de partición se encuentra regulado en la Ley Adjetiva Civil, ex artículos 777 y
siguientes; de su contenido se evidencia que en el juicio de partición pueden presentarse dos situaciones
diferentes, a saber: 1) Que en el acto de la contestación de la demanda no se haga oposición, a los
términos en que se planteó la partición en el correspondiente libelo. En este supuesto, no existe
controversia y el juez declarará que ha lugar a la partición, en consecuencia ordenará a las partes
nombrar el partidor; en estos casos no procede recurso alguno. 2) Que los interesados realicen
oposición a la partición, la cual puede ser total o parcial, vale decir que recaiga sobre todo o algunos
de los bienes comunes, en estos casos el proceso se sustanciará y decidirá siguiendo los trámites del
juicio ordinario hasta que se dicte el fallo que embarace la partición, tal y como lo establece el artículo
780 del Código de Procedimiento Civil, y en este estado se emplazará a las partes para que procedan al
nombramiento del partidor, como ya se indicó; contra las decisiones que se produzcan en esta segunda
hipótesis, se conceden tanto el recurso subjetivo procesal de apelación como el extraordinario de
casación.
Este ha sido el criterio sostenido en forma reiterada por este Máximo Tribunal, asi se ha pronunciado la
Sala en sentencia de fecha 2 de junio de 1999 en el juicio de Antonio Contreras y otro contra J.F.M.:
El juicio de partición está conformado por dos fases o etapas: una, que se tramita por el procedimiento
del juicio ordinario y, la otra, que es la partición propiamente dicha.
Aun cuando este proceso debe promoverse por los trámites del juicio ordinario, sin embargo, esta vía
sólo se abre si hubiere oposición a la partición o se discutiera el carácter o la cuota de los interesados.
En el caso de que se contradiga la demanda, el proceso continuará su curso hasta dictarse sentencia
definitiva y en el supuesto de que ello no ocurriera comenzarán a practicarse las actuaciones
necesarias para el nombramiento del partidor, fase esta en la que se ejecutarán las diligencias de
determinación, valoración y distribución de los bienes.
Así lo ha interpretado esta Corte en su reiterada doctrina, entre la que se cita la contenida en el fallo
del 2 de octubre de 1997 (A.S.P. c/ Claudencia Gelis Camacho), en la que se dejó sentado lo siguiente:
En efecto, el procedimiento de partición se desarrolla en dos etapas claramente diferenciadas. Una que
se tramita por la vía del juicio ordinario y que sólo se abre si en la oportunidad de contestar la
demanda hubiere oposición a la partición o se discutiere el carácter o la cuota de los interesados; y la
otra, que es la partición propiamente dicha, en la que se designa un partidor y se ejecutan las
diligencias de determinación, valoración y distribución de los bienes del caso...’. (Cursivas de la Sala).
Artículo 780: ‘La contradicción relativa al dominio común respecto de alguno o algunos de los bienes
se sustanciará y decidirá por los trámites del procedimiento ordinario en cuaderno separado, sin
impedir la división de los demás bienes cuyo condominio no sea contradicho y a este último efecto se
emplazará a las partes para el nombramiento del partidor.
Si hubiere discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, se sustanciará y decidirá por los
trámites del procedimiento ordinario y resuelto el juicio que embarace la partición se emplazará a las
partes para el nombramiento del partidor’.
Esta disposición adjetiva determina que, en aquellos casos, como el de autos, en el que se discuta el
carácter o la cuota de los interesados, deberá sustanciarse el proceso por los trámites del juicio
ordinario, hasta dictarse la sentencia definitiva que embarace la partición.
En el sub iudice, tal como se evidencia de los transcritos ambas instancias establecieron, que el
demandado no se opuso a la partición pretendida en la demanda, sino que planteó, de conformidad con
lo previsto en el artículo 346 ordinal 6°) del Código de Procedimiento Civil, la cuestión previa de
defecto de forma de la misma. Esta conducta asumida por el accionado encaja en la primera situación
señalada en la jurisprudencia invocada, que contempla el supuesto según el que, si no se formula
oposición en el acto de contestación a los términos en que se planteó la partición, no se promueve la
controversia, por lo que en este caso, acogiendo la preceptiva contenida en el artículo 778 eiusdem, “el
juez emplazará a las partes para el nombramiento del partidor”.
En el caso bajo decisión, en el procedimiento de partición no hubo oposición sobre los bienes objeto de
ella pues lo alegado por el demandado fue “…la falta de cuantificación y determinación precisa de la
totalidad de los bienes que integran la comunidad conyugal cuya liquidación y partición se demanda…”
de lo que debe entenderse que los litigantes están de acuerdo en que los bienes señalados en la
demanda sí pertenecen a la comunidad conyugal a partir, vale decir, que no se formuló oposición en
relación a los mismos, por lo que procedía sólo emplazarlos para el nombramiento del partidor y, por
ende, de acuerdo a la doctrina invocada supra no era menester realizar ningún otro pronunciamiento al
efecto.
En este orden de ideas, es oportuno destacar que al no existir oposición, tal supuesto puede equipararse
a un convenir de los demandados, de manera que en este estado de cosas, la labor del juez, en esta fase
del proceso denominada “contradictoria”, debe limitarse a emplazarlas para que designen al partidor,
quien en definitiva, posee la potestad de realizar la división sobre los bienes ya que ninguno de ellos fue
objeto de oposición, fijando para ello las cuotas que corresponderán a cada comunero, dentro de la
segunda etapa del procedimiento llamada “ejecutiva”.
Debe enfatizarse, el hecho de que no es al juez a quien corresponde pronunciarse sobre las
proporciones en las que deban liquidarse los bienes integrantes del acervo comunitario, su función es la
de decidir sobre la procedencia o no de la partición, pues, se repite, esa labor corresponde al partidor
que al efecto y por mandato del sentenciador, deberán nombrar los integrantes de la comunidad.
Si la oposición versare sobre la inclusión o exclusión de algunos bienes en el acervo, tal disputa se
dilucidará en cuaderno separado, siguiendo su curso normal la partición de los restantes bienes,
fijándose la oportunidad para el nombramiento del partidor.
Por último, en los procedimientos de partición de comunidad no es posible provocar la apertura del
trámite breve de instrucción y sentencia en rebeldía, previsto en el artículo 362 del Código de
Procedimiento Civil, ya que el artículo 778 del mismo código, asigna otros efectos en caso de no haber
el demandado presentado oposición; bajo este supuesto, corresponde al tribunal proceder de inmediato
a la ejecución de la partición mediante el nombramiento del partidor.
(…Omissis…)
Ahora bien, al diferenciar la norma contenida en el artículo 778 del Código de Procedimiento Civil,
entre oposición y la discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, y estar expresamente
establecida en la ley la forma en que se debe plantear el contradictorio en los juicios especiales de
partición, queda palmariamente implantada la prohibición de promover cuestiones previas en lugar de
contestar la demanda, y de plantear reconvención o mutua petición en dicha contestación, dado que el
único procedimiento compatible con la partición es la recíproca solicitud de partición, que
definitivamente es una sola, y aunque se pretenda con la reconvención o mutua petición que se
incorporen bienes a la partición que no fueron señalados por el demandante, esta no es la vía
establecida por la ley, pues como ya se dijo, en la contestación de la demanda el demandado puede
ejercer oposición señalando los bienes que se deben incluir o excluir en el acervo, y esto se decidirá en
cuaderno separado, siguiendo su curso normal la partición de los restantes bienes, fijándose la
oportunidad para el nombramiento del partidor.
Dado que en el juicio ordinario, verificada la contestación de la demanda lo que procede es la apertura
del lapso probatorio, pero en el juicio especial de partición, lo que procede es la fijación de la
oportunidad para el nombramiento del partidor que distribuirá los bienes que no fueron objeto de
oposición, y la tramitación en cuadernos separados de los restantes procedimientos que se instauren en
los cuales sí hubo oposición o surgió la discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, al objetar
el demandado el derecho a la partición, impugnando el carácter o cualidad de condómino del
demandante o de uno o alguno de los colitigantes demandados, o la cuota o proporción que le
corresponde a uno u otro, según el título que ostenta o según las reglas sucesorales.
(…Omissis…)
‘El decreto de intimación será motivado y expresará: El Tribunal que lo dicta, el nombre, apellido y
domicilio del demandante y del demandado, el monto de la deuda, con los intereses reclamados, la cosa
o cantidad de cosas que deben ser entregadas, la suma que a falta de prestación en especie debe pagar
el intimado conforme a lo dispuesto en el Artículo 645 y las costas que debe pagar; el apercibimiento de
que dentro de plazo de diez días, a contar de su intimación, debe pagar o formular su oposición y que
no habiendo oposición, se procederá a la ejecución forzosa’. (Negritas de la Sala).
El juicio principal como ya se indicó, fue iniciado con libelo de demanda en el cual se solicita
expresamente que, “...A objeto de precisar el procedimiento a seguir, optamos por el de INTIMACIÓN,
previsto en el Artículo (Sic) 640 del Código de Procedimiento Civil...”. Ello significa que, la intimada
tenía solamente dos opciones, pagar u oponerse, mas sin embargo, conviene en la demanda, hecho este
que si bien es un reconocimiento de la deuda, no se corresponde con lo que procesalmente debía
realizar dentro de este procedimiento especial incoado en su contra, y que a juicio de la Sala, viene a
sustentar el efecto interventorio como cosa juzgada, razón por la cual al no haber realizado oposición
debía procederse –como establece el artículo 647 transcrito- a la ejecución forzosa.
Establecido como ha quedado que el convenimiento prestado por la intimada en el juicio principal de
cobro de bolívares, vía intimatoria, no reviste procesalmente aspecto de importancia mas que afirmar el
efecto de ese procedimiento especial, mal pudo el ad quem, declarar la nulidad de todo lo actuado y
reponer la causa al estado en el cual el a quo homologase dicha actuación; en consecuencia, la
reposición decretada fue a todas luces inútil, ya que no era pertinente homologar el convenimiento
prestado por la intimada, para proceder a la ejecución forzosa o remate del bien inmueble, por tratarse
–como se ha dicho- de un procedimiento especial cuya regulación está expresamente prevista en la ley.
Así se resuelve...
. (Subrayado de la Sala).
En el caso que nos ocupa, ha podido constatar la Sala que el demandado mediante escrito de fecha 16
de septiembre de 2002 (folios 124 al 132 de la primera pieza del cuaderno principal) presentó escrito
donde promovió las cuestiones previas contenidas en los ordinales 6° y 11° del Código de
Procedimiento Civil, no evidenciándose que haya manifestado su oposición a la partición, ni
discusión sobre el carácter o cuota de los interesados, por tanto, la decisión recurrida no tiene acceso
a casación en tanto que la misma se dictó en el marco de un procedimiento de jurisdicción voluntaria.
De igual manera se hace menester destacar que el presente juicio no ha concluido, por cuanto al
ordenar el emplazamiento de las partes para el acto de nombramiento del partidor se dio inicio a la
segunda fase del procedimiento de partición donde se efectuará la división y adjudicación de los bienes
pertenecientes a la comunidad conyugal, a cada comunero.
En consecuencia, la sentencia recurrida no podrá ser revisada en esta sede casacional, por resultar
inadmisible el recurso de casación de acuerdo con los razonamientos antes expuestos. Así se decide…
Por todo lo antes expuesto, concluye esta Sala de Casación Civil, que aún
cuando lo expuesto por la formalizante carece de una absoluta y total falta
de técnica en su fundamentación, el J. Superior no pudo infringir los
artículos 12, 15, 174, 208, 209, 210, 211, 243, ordinales 2° y 5°, todos del
Código de Procedimiento Civil, debido a que las actuaciones supuestamente
ignoradas por el sentenciador de alzada no revisten importancia procesal
dentro del especial juicio de partición; mas, en aplicación del criterio
jurisprudencial transcrito, la Sala estima que el recurso de casación en esta
etapa del procedimiento es inadmisible, tal como se hará en el dispositivo
del presente fallo. Así se decide.