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Introducción a la Transparencia, Datos Abiertos y Justicia Abierta

1.1 El acceso a la justicia mediante las leyes de transparencia


El acceso a la justicia es un pilar clave de una sociedad democrática. Mediante
foros civiles, penales, administrativos y otros, los sistemas de justicia permiten que
las personas entiendan y hagan valer sus derechos - derechos que deberían ser
predecibles, efectivos, no discriminatorios y responsables.[1]
La importancia del acceso a la justicia es subrayada por una de las metas clave
del Objetivo 16 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que pretende
“promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y
garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos” para el año 2030.[2]
Durante mucho tiempo, defender el ‘derecho a saber’ de la comunidad
respecto de cómo funciona su gobierno ha sido una forma clave de brindar
acceso a la justicia. Actualmente, plasmado en leyes de transparencia como la
legislación de libertad de información promulgada por más de cien países, se ha
otorgado validez legal al derecho a saber. Al requerir que los gobiernos brinden
acceso a la información, organizaciones transnacionales de la sociedad civil
como Transparencia Internacional e incluso la propia ciudadanía han podido
denunciar injusticias y hacer responsables a las instituciones públicas.
Las organizaciones de justicia desempeñan un papel crucial en esto, lo que
incluye aplicar leyes de transparencia. Sin embargo, ampararse solo en las leyes
de transparencia es insuficiente, al menos de dos maneras principales.
En primer lugar, obtener información a través de estas leyes puede tener varias
desventajas. Específicamente, puede ser:
o Lento y conflictivo pedir y obtener información
o Necesario saber de antemano qué información solicitar
o Un proceso que genera información que está incompleta y sujeta a
ediciones, y
o Un enfoque basado en papel donde la información se proporciona
impresa y solo se pone a disposición de la persona que la solicitó.
Esto hace que la información sea difícil de obtener y, cuando se recibe, suele ser
de uso limitado.
En segundo lugar, se pierde la oportunidad para que las organizaciones de
justicia sean más que simples administradores pasivos de las leyes de
transparencia cuando un poder judicial más abierto podría mejorar
proactivamente el acceso a la justicia.
Esto nos lleva a una conclusión simple : si queremos mejorar la administración de
justicia, la base debe ser una información más abierta y mejor. Es importante
destacar que esto incluye información sobre el funcionamiento del propio poder
judicial, que generalmente no está sujeto a la ley de libertad de información y
las leyes relacionadas.
Figura 1.1: Un documento del FBI anteriormente confidencial que describe las
actividades políticas del músico de Los Beatles John Lennon.[3] La información
obtenida bajo leyes de transparencia suele recibirse en papel e igualmente
editada, lo que la hace de uso limitado.

Aquí es donde entra la justicia abierta. Arraigada en el movimiento más amplio


para facilitar y publicar todos los datos que recopilan las instituciones públicas,
la justicia abierta puede hacer más inteligibles el funcionamiento e impacto de
nuestros procesos judiciales. También puede brindar herramientas que ayuden a
los gobiernos, a las organizaciones de la sociedad civil y a la ciudadanía por
igual a crear nuevas oportunidades de mejora. Así, comenzamos nuestra
discusión sobre la justicia abierta explorando esta política subyacente conocida
como datos abiertos.
1.2 ¿Qué son los datos abiertos?
Los datos abiertos son una nueva forma de publicar información para fomentar
la colaboración. El término “datos abiertos” tiene un significado preciso que se
relaciona tanto con el contenido como con el formato de los datos. No se trata
de cualquier dato que se publica en línea. Para realmente ser “datos abiertos”,
deben estar abiertos tanto técnicamente como legalmente.
A continuación, se desarrollan las tres dimensiones que deben cumplir los datos
abiertos:
1. Datos técnicamente abiertos
Para que los datos estén abiertos en el sentido técnico, deben estar publicados
en un formato electrónico legible por máquina.[4] Si bien los seres humanos
pueden leer y comprender datos representados como texto, imágenes y gráficos
siempre que sean legibles, existe un rango limitado de representaciones que
pueden interpretar las computadoras. Por ejemplo, escanear una copia impresa
de un gráfico te permitiría manipularla o reproducirla como imagen utilizando
una computadora, pero no procesar ni manipular los datos que muestra el
gráfico. Algunos ejemplos de formatos legibles por máquina para almacenar
datos son XML, JSON y CSV.
La legibilidad por máquina es importante para el uso abierto porque permite que
los usuarios y usuarias exporten datos a un software que puede utilizarse para
analizarlos, transformarlos y redistribuirlos. No obstante, gran parte de la
información distribuida por los gobiernos o proporcionada en sitios web
gubernamentales, como documentos escaneados y copias impresas en papel,
no es legible por máquina. Así, estos datos son de uso limitado para analistas y
personas comunes por igual, ya que tareas tan rutinarias como buscar una
estadística determinada o tan intensas como ejecutar análisis complejos ocupan
más tiempo y recursos de lo que lo harían de otra forma.
Idealmente, los datos abiertos también deberían publicarse en formatos abiertos.
Un formato abierto significa que los datos se publican de tal forma que los
usuarios y usuarias pueden descargarlos con diversas herramientas y sin
necesidad de un software propietario. En la medida en que sea práctico, los
datos abiertos deberían publicarse en un formato que los usuarios y usuarias
puedan procesar utilizando herramientas de libre disposición y de código
abierto. Por ejemplo, un archivo de texto CSV es preferible a uno XLS porque este
último requiere que el usuario o la usuaria tenga una suscripción a Microsoft
Office para procesar los datos, de modo que no está completamente “abierto”
en el sentido técnico.[5]
2.Datos abiertos en términos jurídicos
Para que los datos estén abiertos en el sentido jurídico, deben publicarse según
un marco jurídico con pocas restricciones sobre el uso o la redistribución de los
datos. Esto adopta la forma de una licencia que expresa las condiciones
conforme a las cuales se pueden usar los datos. Si bien un enfoque es crear una
licencia hecha a medida específicamente para tus datos, existen varias licencias
de datos estándares que formulan los términos de uso de los datos de manera
más general. Usar una licencia estándar puede reducir los costos legales de
publicar datos abiertos y, ya que los usuarios y usuarias están más conscientes de
los términos de una licencia estándar, tener como resultado un mayor uso de los
datos.[6] Según Licensing Data: A Practical Guide de Naomi Korn y Charles
Oppenheimer, algunas licencias abiertas populares son:
o Las licencias Creative Commons que implican una línea base de derechos
de uso, incluida la capacidad de copiar, reutilizar y reproducir datos (con
atribución a su creador). Estas licencias se pueden personalizar aún más
con “elementos” de licencia que especifiquen si los datos se pueden usar
con fines comerciales o para crear productos que deriven de los datos
originales.
o CC0 (CC cero) es una categoría de licencias Creative Commons. Permite
que se faciliten conjuntos de datos directamente al dominio público, lo
que significa que los datos se pueden modificar y utilizar sin restricciones
de derechos de autor. Ya que proporcionan un uso, una reutilización y una
redistribución ilimitados, las licencias CC0 suelen considerarse un modelo
ideal para los datos abiertos.
o Open Data Commons (ODC) ofrece tres licencias abiertas. Las Licencias
Abiertas de Bases de Datos (Open Database Licenses) permiten la
reutilización y redistribución, con la advertencia de que se debe realizar la
atribución a la fuente de los datos y que cualquier obra pública producida
utilizando los datos debe compartirse bajo la misma licencia como parte
de la política “Compartir Igual”. La licencia ODC Atribución es similar, pero
sin el requerimiento Compartir Igual. La Licencia Dedicación de Dominio
Público (Public Domain Dedication License) es compatible con la licencia
CC0, permitiendo la libre utilización en el dominio público.
o La Licencia Open Government apunta a permitir la reutilización de
información gubernamental. Permite usar, reutilizar y redistribuir
información con atribución, aunque con una cláusula específica de no
refrendo que declara que el propietario de la licencia no avala ningún uso
en particular.
Nuestro objetivo no es respaldar ni recomendar ninguna de estas licencias, sino
que presentarte algunas de las vías disponibles para cumplir con la definición
legal de datos abiertos. La licencia adecuada para ti dependerá del propósito
de tu proyecto de datos, de las prácticas estándares de tu organización y de la
fuente de los datos que estás publicando.
3. Datos abiertos no discriminatorios
Una tercera dimensión es que los datos abiertos deben ser no discriminatorios.
Esto significa que los datos son universalmente accesibles, con pocos obstáculos
para el acceso, si es que los hay. Para preservar el anonimato de los usuarios y
usuarias, y asegurar un acceso fácil y conveniente a la información, no se debe
requerir el registro, la verificación ni la autenticación de una cuenta para
acceder a los datos abiertos.[7] La no discriminación se refiere tanto a cuestiones
legales como técnicas: los términos del servicio deben redactarse de tal forma
que los usuarios y usuarias no tengan que probar quiénes son ni justificar sus
intenciones para acceder a los datos, y los portales de datos en sí deben estar
diseñados para que su uso sea lo menos prohibitivo posible en términos de
tiempo y costo.

Existen tres dimensiones básicas de los datos abiertos, datos técnicamente


abiertos, datos abiertos en términos jurídicos y datos abiertos no discriminatorios.
La legislación que regula el acceso a la información gubernamental se remonta
a 1766, cuando Suecia aprobó la primera ley de libertad de prensa del mundo.
Los datos abiertos surgen de una tradición legal de transparencia más reciente
marcada por la aprobación de Estados Unidos de la Ley de Libertad de
Información de 1966, a la que siguió la aprobación de leyes de libertad de
información de países de todo el mundo en las décadas de 1980, 1990 y
comienzos de 2000. Sin embargo, los datos abiertos son diferentes de varias
formas importantes.[8]
Figura 1.2: Acceso a la justicia mediante la transparencia versus justicia abierta.

En el siguiente cuadro comparativo se visualizan las diferencias funcionales entre


leyes de transparencia y libertad de información y datos abiertos:

Pregunta eje Libertad de información Datos abiertos


Acceso a la información, o el
¿De qué se trata? Innovación y compromiso público
"derecho a saber"
ué tipo de información Información sobre cómo Información sobre el gobierno e información que e
incluye? funciona el gobierno gobierno recopila sobre otros temas u organizacion
Como una herramienta para
Para resolver problemas públicos, empoderar a la
¿Cómo se utiliza la apoyar los intereses
ciudadanía, crear oportunidades y mejorar las
información? comerciales de las
funciones del gobierno
corporaciones
¿Qué pregunta
¿Qué datos se deben
ponden sus principales ¿Cómo se deben publicar los datos?
publicar?
rectores?
Líderes cívicos/as, programadores/as,
¿Quién participa Periodistas, grupos de informaticos/as, analistas de datos, investigadores/
principalmente? "vigilancia" y corporaciones académicos/as, organizaciones sin fines de lucro,
corporaciones y otros
¿Cómo accede a la Presentando una solicitud
Accediendo a un sitio web público y descargando
ormación el usuario o formal ante el organismo
conjunto de datos que el gobierno ya publicó
la usuaria? rector
Tabla 1: Leyes de transparencia y libertad de información y datos abiertos.

En esencia, la transparencia tiene que ver con el acceso a la información. El


concepto tradicional de transparencia se basa en la idea de que la ciudadanía
en una sociedad democrática tiene derecho a conocer el funcionamiento
interno de su gobierno y, por ende, a pedirle cuentas. Si la transparencia se
concibe en términos del flujo de información, se enfoca más en los flujos de salida
de información desde el gobierno hasta observadoras y observadores
externos[9] y suele centrarse en las acciones del gobierno en sí.
En cambio, publicar información como datos abiertos tiene que ver con la
innovación y el compromiso público. Esto incluye tanto el escrutinio de los datos
por parte del público como la colaboración con el público y la sociedad civil
para usar los datos con el fin de entender mejor y solucionar problemas. Además,
puede incluir un rango mucho más amplio de información que tan solo el
funcionamiento del gobierno - puede integrar toda la información
que recopila el gobierno.
Ejemplo de aplicación: Esto podría contener información como la que el
gobierno recopila de empresas en su rol de regulador o estadísticas sobre la
economía y la sociedad que recopila en su rol de formulador de políticas e
investigador.

Las características únicas de los datos abiertos.


Figura 1.3: Las características únicas que hacen valiosos a los datos abiertos

Mientras la transparencia tradicional, como la ley de libertad de información,


promueve el discurso deliberativo sobre lo que hizo el gobierno, los datos abiertos
anticipan lo que las instituciones y la ciudadanía pueden hacer juntas para crear
valor de distintos tipos.

La transparencia describe un proceso para identificar qué datos publicar, los


datos abiertos describen un conjunto de estándares tecnológicos que
determinan cómo publicar información para que pueda ser usada y analizada
por otros y otras.
La libertad de información se basa en derechos, los datos abiertos son
impulsados por la tecnología. Como resultado, los/las activistas de la libertad de
información suelen provenir de la comunidad de buen gobierno o derechos
humanos. Los/las activistas de datos abiertos, al menos en los comienzos del
movimiento, solían ser “hackers cívicos/as” que conocían la tecnología y
aportaban un conjunto diferente de habilidades y enfoques.
Por ende, lo que hace que los datos abiertos sean tan emocionantes es que
sitúan en el centro - no el derecho legal ‘a saber’ - sino el potencial práctico para
que una comunidad más amplia de personas tenga acceso a la información
que posee el gobierno y pueda usarla para resolver problemas de nuevas y
mejores maneras.

1.4 La propuesta de valor, ¿por qué son importantes los datos abiertos?

Figura 1.4: Las diversas áreas en las que los datos abiertos están teniendo
impacto.

Los datos abiertos son importantes por varios motivos, en primer lugar, una mayor
disponibilidad de los datos adecuados puede permitir que todos y todas midan
el desempeño anterior, detecten problemas en tiempo real y predigan futuras
ocurrencias.
Abrir datos del gobierno local sobre obras públicas en Zanesville, Ohio, por
ejemplo, reveló un patrón de cincuenta años de provisión discriminatoria de
servicios de abastecimiento de agua. Si bien el acueducto de la ciudad de
Zanesville permitía que el resto del Condado de Muskingum tuviera acceso a
agua limpia, los y las residentes del área predominantemente afroamericana de
Zanesville, Ohio solo podían usar agua de lluvia contaminada o conducir a la
torre de agua más cercana y llevar agua de vuelta a sus hogares en un camión.
Abrir los datos ayudó a los abogados y abogadas que entablaron una demanda
exitosa de derechos civiles contra Zanesville en 2008.[10]
Asimismo, Mejora tu Escuela, creado por el Instituto Mexicano para la
Competitividad (IMCO), publica datos sobre el sistema de educación de México.
Publicar datos sobre los gastos y el desempeño escolar permite que
observadores y observadoras independientes detecten fraudes y corrupción, y
aboguen por un cambio. En 2014, un informe de IMCO reveló que más de 1.400
docentes en nóminas de escuelas públicas supuestamente tenían más de 100
años de edad (y la mayoría tenía el mismo cumpleaños) y muchos/as ganaban
más de US$ 15.000 al mes - más que el presidente de México. Muchos/as otros/as
docentes supuestamente trabajaban en “escuelas fantasma” que no estaban
registradas y, por ende, posiblemente no existían, mientras que otra escuela con
solo un estudiante lograba emplear a seis miembros del personal, cuyos salarios
combinados totalizaban más de US$ 6.500 al mes. Si bien el gobierno inicialmente
afirmó que estas incoherencias se debían a un error administrativo, el escrutinio
de los medios ayudó a incitar una reforma y una transferencia de la
responsabilidad por la educación de los estados al gobierno federal.[11]
Figura 1.5: Oportunidades y posibles acciones de las colaboraciones de datos.

En segundo lugar, y esto es algo exclusivo de los datos abiertos, al ser libremente
reutilizables, permiten la resolución colaborativa de problemasentre los
gobiernos, entre el sector público y el privado, y con organizaciones sin fines de
lucro y universidades. Estas comunidades de “colaboraciones de datos”
promueven la formulación de políticas basadas en evidencia y la co-creación
de soluciones a problemas complejos.
Estas oportunidades para colaborar no se han limitado al sector público. Muchas
de estas colaboraciones de datos abiertos se han hecho posibles porque la
industria privada abrió sus propios datos para el beneficio privado y el bien
público. Las empresas incluso han empezado a participar en la “filantropía de
datos corporativos”, donde empresas publican conjuntos de datos como datos
anonimizados de viajes compartidos de clientes para la colaboración
externa.[12] Twitter donó datos a la Universidad de Wollongong en Australia para
permitir la creación de un mapa de acceso público en tiempo real de las
condiciones de inundaciones en Yakarta, permitiendo a los/las residentes de
Yakarta monitorear inundaciones y crear planes de emergencia individuales.[13]
En Costa de Marfil y Senegal, Orange Telecom anonimizó datos de llamadas de
clientes y los entregó a investigadores e investigadoras que los usaron para
predecir cómo viajan las enfermedades y los parásitos transmitidos por el
agua.[14]
Figura 1.6: ¿Qué son los datos sin la colaboración?

A parte de esto, los datos abiertos también están empoderando a la


ciudadanía para que tome el control de su vida y exija un cambio al permitir una
toma de decisiones más informada y establecer nuevas formas de movilización
social.
Ahora, la ciudadanía puede reunirse, discutir e identificar problemas
virtualmente mediante el uso de tecnologías de la información y la
comunicación, y las redes sociales. Finalmente, esta movilización puede llevar a
acciones en el mundo real. Durante la “Primavera Árabe,” ciudadanos y
ciudadanas de Egipto, Libia, Túnez y otros países del Medio Oriente y el Norte de
África usaron Facebook, Twitter, YouTube y SMS para crear redes, compartir
historias de actos ilícitos gubernamentales y organizar protestas que explotaban
el descontento subyacente, eventualmente conduciendo a la destitución de
dictadores en esos países.[15] Asimismo, durante la iniciativa Rahvakogu
(“Asamblea Popular”) en Estonia, la ciudadanía se reunía de forma digital para
exponer sus quejas sobre las leyes de financiación de campañas del país en una
plataforma de peticiones en línea. El proceso de reformas predominantemente
en línea que esta movilización desencadenó, eventualmente condujo a la
aprobación de tres leyes nuevas que abordaban los problemas que la
ciudadanía había planteado.[16]
En el proyecto GotToVote! de Kenia, se usaron datos gubernamentales
disponibles para crear un sitio web con el objetivo de mejorar la participación
electoral. Esto implicó usar un software para recopilar datos de sitios
gubernamentales a los que era difícil acceder y volver a publicarlos en un sitio
externo simple creado para ese fin, ayudando a posibles votantes a sortear el, a
veces, complejo mundo de los procedimientos de registro. Ya que este proyecto
utilizaba tecnología de código abierto, el sitio original se desarrolló de la noche
a la mañana prácticamente sin costo y, desde entonces, ha sido replicado en
varios otros países africanos.[17]

Figura 1.7: La plataforma GotToVote implementada durante las elecciones de


Kenia de 2017.

Ahora, organizaciones globales también están asumiendo el compromiso con los


datos abiertos. Tanto el Banco Mundial como las Naciones Unidas se han
comprometido a abrir sus propios datos y ponerlos a disposición.[18] La ONU
considera los datos abiertos una herramienta clave en el esfuerzo para lograr y
medir los avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el programa de
derechos humanos y desarrollo adoptado por 130 países en 2016.[19]
Uso de los datos abiertos
Como puedes ver, quienes trabajan con datos abiertos, tanto dentro como fuera
del gobierno, pueden dar uso a los datos de diversas formas. Algunas de las
actividades que podrías realizar como resultado del acceso a datos abiertos son:
o Realizar una evaluación comparativa de procesos gubernamentales para
medir el éxito y conformar análisis comparativos.
o Identificar áreas críticas que requieren intervenciones.
o Trazar estrategias para una asignación de recursos más focalizada y
basada en evidencia.
o Visualizar datos para hacer más comprensibles sus percepciones a
públicos no expertos.
o Acumular y fusionar datos con otras fuentes para brindar una visión más
multifacética de problemas actuales o intervenciones gubernamentales.
o Usar datos abiertos como materia prima para apoyar un desafío
respaldado por premios.
o Comenzar un nuevo negocio utilizando datos abiertos.

1.5 Datos abiertos para la justicia abierta


Los argumentos para los datos abiertos son convincentes. No obstante, el poder
judicial ha sido tradicionalmente la rama de gobierno más aislada del
movimiento más amplio de gobierno abierto,[20] ya que las reformas han
tendido a llevarse a cabo en los poderes legislativo y ejecutivo.
Las deliberaciones de jurados, los procesos de nombramiento judicial y, en
algunos casos, los juicios se llevan a cabo a puertas cerradas. Las leyes que
prohíben cámaras y aparatos de grabación han limitado el acceso de los
medios a los procesos judiciales y su cobertura.[21] Además, como señalamos
anteriormente, la Ley de Libertad de Información y las leyes relacionadas en todo
el mundo no suelen aplicarse al poder judicial. De hecho, “en el poder judicial,
[la clandestinidad] es vista a menudo como algo esencial para la ética
adecuada más que como una amenaza a ella”.[22]
Está claro que hay buenos motivos para mantener un cierto grado de separación
entre el poder judicial y el público en general. Se requiere cierta reserva para
defender los derechos de las personas a la privacidad. Los principios de debido
proceso, imparcialidad e independencia promueven la idea de que el poder
judicial debe estar aislado de la opinión pública para que los tribunales no estén
sesgados por ella.
Esta tradición de reserva y aislamiento ha convertido al poder judicial en una de
las instituciones menos dispuestas a publicar información y en la más reticente a
los esfuerzos que la obligarían a hacerlo.[23]
Sin embargo, esta cultura está cambiando. De los 24 proyectos de justicia
basados en datos abiertos que se implementaron como parte de compromisos
asumidos en el plan de acción de la Alianza de Gobierno Abierto (OGP, Open
Government Partnership), 18 se llevaron a cabo entre 2015 y 2017.[24] Además,
a medida que los datos abiertos se hacen más comunes, líderes emergentes
como Francia, Canadá, México, Uruguay, Corea del Sur y Filipinas están
cuestionando el dominio de precursores de datos abiertos como el Reino Unido
y Estados Unidos.[25] Conforme algunas instituciones judiciales van abriendo sus
datos exitosamente al escrutinio externo, es posible que muchas más las sigan.
En Argentina, revelaciones sacadas a la luz por proyectos como Concursos
Transparentes han culminado en la creación de un portal institucionalizado de
datos abiertos permanente y un protocolo interjurisdiccional para obtener estos
datos.
El Registro Central de Eslovaquia también facilita datos sobre todas las acciones
de contrataciones públicas para mejorar la rendición de cuentas y eliminar la
corrupción.
La Colaboración de Datos de Chicago (Chicago Data Collaborative) usa datos
obtenidos de diversas instituciones públicas, entre ellas, el Departamento de
Policía de Chicago, la Fiscalía del Estado de Illinois y la Cárcel del Condado de
Cook para organizar y transformar datos con el objetivo de crear una visión más
integral del sistema de justicia penal de Chicago. Esta colaboración incluye salas
de prensa, académicos/as e investigadores/as sin fines de lucro.[26]
Figura 1.9: El sitio de datos abiertos de la Colaboración de Datos de Chicago
proporciona datos sobre el sistema de justicia penal de la ciudad.

En Kenia, Open Duka aloja datos abiertos sobre licitaciones y contratos


gubernamentales, permitiendo a los usuarios y usuarias crear visualizaciones de
las relaciones entre personas, organizaciones y el gobierno. La información sobre
estas conexiones empodera a investigadores e investigadoras, además de los
medios, para realizar análisis que pueden destapar casos de corrupción, lo que
también ayuda a la ciudadanía a tomar decisiones inteligentes sobre
transacciones de terrenos.
En Lituania, Atviras Teismas se desarrolló en colaboración con Transparencia
Internacional utilizando datos proporcionados por el gobierno.
Figura 1.10: La plataforma Open Duka de Kenia proporciona datos sobre
contratos, negocios de terrenos y otras relaciones entre personas,
organizaciones y el gobierno.

Mediante la Iniciativa de Justicia Basada en Datos (DDJI, Data-Driven Justice


Initiative) del expresidente Barack Obama, la Casa Blanca se asoció con 129
comunidades para provocar reformas con una base empírica. La iniciativa se
centraba en el uso de datos abiertos para cubrir brechas de conocimiento en
los diversos organismos de justicia. Esto permitió a funcionarios y funcionarias del
sector público identificar problemas y realizar reformas a sus sistemas de justicia
penal para reducir sentencias de cárcel innecesarias. Por ejemplo, el Condado
de Miami-Dade, Florida analizó una combinación de datos abiertos y datos
personales de los sistemas de salud y justicia penal del condado. Su
descubrimiento fue que solo noventa y siete personas con enfermedades
mentales graves representaban US$ 13,7 millones en servicios entre 2010 y 2014,
eso le permitió al condado crear intervenciones focalizadas que redujeron los
costos en US$ 12 millones.[27]

El poder judicial ha sido tradicionalmente la rama de gobierno más aislada del


movimiento más amplio de gobierno abierto, ya que las reformas han tendido a
llevarse a cabo en los poderes legislativo y ejecutivo.
1.6 Desafíos clave de los enfoques de justicia abierta
Uno de los principales desafíos al que probablemente te enfrentes al usar datos
abiertos para mejorar tu institución de justicia es abrir suficientes datos y poder
usarlos de forma efectiva.
A pesar del creciente movimiento de datos abiertos a nivel mundial y su impacto
en el pensamiento tecnológico y cooperativo, la gran mayoría de los datos
permanece sin abrirse. Un estudio del Barómetro de Datos Abiertos de 1.725
conjuntos de datos que abarcan 115 países observó que casi el 90 % de los
conjuntos de datos prioritarios se mantenía cerrado. Solo el 7 % de los datos que
recopilan los gobiernos están completamente abiertos, solo uno de cada dos
conjuntos de datos es legible por máquina y solo uno de cada cuatro conjuntos
de datos tiene una licencia abierta.[28]

Figura 1.11: ¿Cuántos datos se han abierto?

La falta de disposición, los desafíos para la gestión de riesgos y los costos son
todos obstáculos significativos que se deben superar. A continuación, se
desarrollan cada uno de ellos.
o La falta de disposición
El principal desafío para implementar un proyecto de datos abiertos es la falta
de disposición por el lado institucional. Si bien la falta de voluntad política es un
problema dominante para cualquier proyecto de datos abiertos, los tribunales y
fiscales en particular son reticentes a publicar sus datos. Puede ser difícil lograr
que las instituciones acepten la propuesta de valor de los datos abiertos, dados
los riesgos, compromisos de tiempo y costos involucrados. Los gobiernos pueden
tener otras prioridades que creen que justifican más tiempo y atención que la
publicación de datos abiertos. Además, en caso de que el gobierno en cuestión
sea corrupto o actúe de mala fe, rechazar una propuesta de datos abiertos
puede ser una conclusión previsible, ya que puede exponer los propios actos de
corrupción que está intentando ocultar.
En caso de que una administración política sí acepte un plan de acción de datos
abiertos, un problema persistente es que la voluntad política también es un
recurso heterogéneo y efímero. Un gobierno que aboga por los datos abiertos
en algunas áreas puede desear no divulgar información vergonzosa o polémica
en otras. Por ejemplo, mediante la práctica manipulativa
denominada “openwashing” (dar una falsa imagen de apertura) por los
escépticos del gobierno, los gobiernos solo abren datos que se consideran no
conflictivos o convenientes de publicar.
Para el poder judicial, esto podría significar publicar solo las decisiones que no
son polémicas, los registros que hacen que los tribunales parezcan ser prácticos
y justos, y solo los currículums de candidatos y candidatas judiciales con
cualificaciones altas. Esto puede permitir que la institución parezca ser proactiva
y abierta a la transparencia, a la vez que retiene la información más impactante
o reveladora.[29] Además, la voluntad política está sujeta a fluctuaciones
causadas por cambios en la administración. Cuando un/una líder hostil ante los
datos abiertos asume un cargo, el resultado puede ser la suspensión o franca
revocación de políticas que defienden los datos abiertos. En Estados Unidos, la
transición del presidente Obama al presidente Trump en 2016 tuvo como
resultado la eliminación de docenas de conjuntos de datos del portal
open.whitehouse.gov. Los conjuntos de datos retirados por la administración de
Trump iban desde lo aparentemente trivial - como registros de visitantes de la
Casa Blanca - hasta asignaciones de presupuestos, gastos de oficinas y datos
ambientales utilizados por científicos/as que estudiaban el cambio climático.[30]
Otro problema al preparar a las instituciones para implementar proyectos de
datos abiertos es la falta de capital humano. En particular, es poco probable que
las instituciones legales tengan un equipo de programadores y programadoras
hábiles disponible para diseñar y mantener un portal de datos abiertos. Si bien el
capítulo “Proyectos de justicia abierta - cómo comenzar” discute métodos para
crear proyectos de justicia abierta basados en la Web, que pueden beneficiarse
del uso de software liberado de código abierto, hay obstáculos tecnológicos
reales implicados. Además de los desarrolladores y desarrolladoras que realizan
el trabajo preliminar al diseñar el sitio, la institución también necesita
visionarios/as de datos abiertos. Un requisito para cualquier proyecto de datos
abiertos es que las instituciones estén conformadas por personas comprometidas
con la idea de que la tecnología puede tener un impacto positivo y
transformador en el funcionamiento del gobierno. Esta ‘mentalidad del
emprendedor público’ es algo que examinaremos más detalle en el siguiente
módulo.
Un tema adicional de disposición, priorización y sistematización de la publicación
de datos, puede considerarse un tercer recurso que depende de la voluntad
política y el capital humano, frecuentemente escasos. Una institución debe
invertir tiempo y esfuerzo para identificar sus prioridades, articular un plan de
datos abiertos que incluya cómo se compilarán y publicarán los datos, y
establecer oportunidades para que esos datos tengan un impacto.
Figura 1.12: Tabla periódica que muestra los elementos facilitadores y los
factores incapacitantes que suelen determinar el impacto de los proyectos de
datos abiertos

o Riesgos potenciales involucrados


Un segundo desafío institucional es superar los riesgos involucrados al llevar a
cabo un proyecto de datos abiertos. Estos riesgos son el resultado de la
compensación inherente entre transparencia y privacidad, recopilación de
datos y seguridad. Si bien la seguridad y la privacidad no son el enfoque de este
capítulo (consulta el capítulo “Proyectos de justicia abierta - riesgos” de esta
antología para obtener más detalles sobre estos riesgos y cómo se puede diseñar
un portal de datos abiertos para mitigarlos), vale la pena tener una discusión
breve de estos riesgos y los desafíos que presentan.
Mientras la privacidad tiene que ver con tomar “decisiones difíciles sobre
demandas contrapuestas para legitimar el acceso a, el uso y la alteración de la
información”, la seguridad se relaciona con su implementación. La seguridad
“determina quién realmente puede acceder a los datos, usarlos y alterarlos”.[31]
En otras palabras, la política de seguridad de un portal de datos implica
implementar salvaguardias que eviten que un usuario o una usuaria acceda a
datos, metadatos y datos no encriptados que deberían estarle vedados. Como
demuestran las filtraciones de datos de organizaciones que van de Yahoo e EBay
a Equifax y el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, la seguridad no es un
desafío específico de los portales de datos abiertos; de hecho, garantizar la
seguridad es un problema al que se enfrenta cualquier aplicación web de gran
escala.
La privacidad ha surgido como un tema aparte de la seguridad. La recopilación
y el análisis de lo que se denomina “big data”, generado a través de redes
sociales, plataformas de crowdsourcing y el Internet de las cosas (los
computadores, teléfonos inteligentes, tablets, sensores y otros dispositivos
recopiladores de datos que usamos todos los días), brindan las oportunidades de
colaboración que hacen posibles los proyectos de datos abiertos. No obstante,
como demostró el escándalo de Facebook-Cambridge Analytica, tal como las
leyes de transparencia y libertad de información se han convertido en
mecanismos insuficientes para brindar acceso a la información, las leyes de
privacidad también han sido dejadas atrás por los avances digitales.
Si bien la mayoría de las leyes de privacidad garantiza la anonimización de datos
abiertos mediante la eliminación de información de identificación personal, el
data mining y otras técnicas analíticas aún pueden permitir la identificación a
nivel individual. Por ejemplo, investigadores/as de la Universidad de Melbourne
pudieron desencriptar los números de ID de una muestra de proveedores de
servicios de Medicare utilizando solo información publicada en el portal
australiano data.gov.au.[32] Los portales de datos abiertos municipales esquivan
el problema de la identificación individual al agregar datos a nivel de cuadras,
distritos censales o códigos postales. Para la justicia abierta, esto es un desafío
adicional. Si bien algunos datos podrían publicarse a nivel del tribunal o el sistema
de tribunales, los datos a nivel individual suelen ser la única forma de supervisar
e identificar la corrupción entre jueces, fiscales y otros miembros del sistema de
justicia. Como tal, le corresponde a quienes administran los datos proporcionar
un entorno seguro que equilibre la granularidad de los datos con su utilidad.[33]
o Costos
Otro tema de interés práctico al implementar un portal de datos abiertos es el
costo financiero involucrado. Como informa el Instituto de Datos Abiertos (Open
Data Institute), los proyectos de datos abiertos se pueden planificar en cuatro
etapas: preliminar, desarrollo, implementación y sin cambios.
La etapa preliminar requiere armar un equipo, lo que puede suponer costos de
contratación y capacitación de nuevos empleados y empleadas.
Durante el desarrollo, existe un costo para la compra de servidores, hardware,
almacenamiento en nube y otros gastos generales. El portal también debe
desarrollarse, lo que puede implicar costos de contratación, desarrollo de
interfaces de programación de aplicaciones (API, application programming
interface), desarrollo de la marca y licencias de software dependiendo del
enfoque. Las suscripciones a paquetes de software como servicio (SaaS,
Software as a service), el alojamiento, los salarios del personal permanente y la
preparación de los datos para su publicación son costos recurrentes.[34]
Durante la implementación, también debe haber fondos disponibles para
comunicar la existencia del sitio web mediante publicidad, eventos,
hackathones y otras instancias de participación comunitaria.
Durante la etapa sin cambios, los costos pueden surgir del mantenimiento del
portal de datos, la publicación de conjuntos de datos actualizados, la
continuación de iniciativas de extensión comunitaria y los costos recurrentes que
comenzaron durante la etapa de desarrollo. Los costos totales varían
dependiendo de los términos del contrato, la cantidad de datos que se necesita
publicar y las funciones opcionales que el gobierno decide agregar. En el sur de
California, los costos anuales fluctúan entre US$ 25.000 para la ciudad de Los
Ángeles (con una población de casi 4 millones) y US$ 1.800 para la ciudad de
Bell (con una población de poco más de 35.000).
Conclusión
A pesar de los problemas de disposición institucional, los riesgos potenciales y los
costos, la propuesta de valor de los datos abiertos para la justicia abierta supera
con creces los desafíos.
Como veremos en capítulos posteriores, los datos abiertos presentan la
oportunidad de abordar temas de eficiencia, equidad, legitimidad y anti-
corrupción, que son los criterios clave para evaluar el desempeño del sistema de
justicia.
En este capítulo, aprendimos que los datos abiertos son el motor que impulsa la
justicia abierta. Sin embargo, es un vehículo que de todas formas necesita un
conductor con cierto conocimiento sobre su funcionamiento y navegación que
nos ayude a llegar a un lugar mejor. Por esta razón, nuestro siguiente módulo se
enfoca en tecnologías de justicia abierta y la mentalidad del emprendedor
público.

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