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Introducción
¡Bienvenidos al segundo módulo del curso de justicia abierta!
Antes de entrar en los detalles específicos de los diferentes tipos de proyectos de justicia abierta,
hemos creado este capítulo marco para ofrecer un manual de conceptos básicos de tecnología
que explique algunas de las tecnologías que suelen ser la base de los proyectos de justicia abierta.
Si ya estás familiarizado/a con estas herramientas, puedes saltarte la primera mitad del módulo
y avanzar a la sección sobre emprendimiento público.
Si no estás familiarizado/a con estas herramientas, no desesperes. No necesitas ser científico/a
de datos o informático/a para ser un innovador o una innovadora de justicia abierta. El propósito
del módulo es brindarte un conocimiento conversacional de estas tecnologías para que puedas
colaborar con tecnólogos/as e ingenieros/as, y superar cualquier obstáculo para convertirte en
un/a líder e innovador/a de justicia abierta.
Estructura modular:
2.1 Conceptos básicos de tecnología
2.2 ¿Qué es el emprendimiento público?
Antes de comenzar, te invitamos a analizar el siguiente video, en el que Victoria Alsina, Senior
Fellow, The GovLab Academy, nos da la bienvenida y expone información relevante para este
segundo módulo.
La cadena de bloques se puede usar para asegurarse de que no se lleven a cabo transacciones no
autorizadas en una base de datos, ya que una transacción solo se registra si todas las personas
participantes en la red verifican que es legítima y se debe agregar a la cadena. Este proceso no
necesariamente tiene que ser público. Hay dos tipos de cadenas de bloques: públicas y privadas.
Las cadenas de bloques públicas están abiertas a cualquiera que desee participar en la red,
mientras que las cadenas de bloques privadas siguen los mismos principios y usan la misma
tecnología, pero solo están abiertas a grupos pequeños de participantes.
Si bien el uso de la cadena de bloques de mayor perfil ha sido el de las criptomonedas como
Bitcoin, la tecnología también ha encontrado numerosas aplicaciones en el gobierno:
1. Estonia ofrece un programa de residencia virtual (E-residency) basado en la cadena de
bloques que permite a ciudadanos y ciudadanas de cualquier país realizar negocios virtualmente
en el país.
2. El país de Georgia usa la cadena de bloques para registrar títulos de tierras y validar
transacciones gubernamentales relacionadas con propiedades.
3. Chile usa la cadena de bloques para almacenar los datos de su Comisión Nacional de
Energía. La base de datos descentralizada permite que usuarios y usuarias accedan a información
en tiempo real sobre el consumo energético.
¿Cómo se puede utilizar la cadena de bloques para la justicia abierta?
Los sistemas de justicia se pueden beneficiar muchísimo de la cadena de bloques en áreas que
van desde la mantención de registros confiables de títulos de propiedad hasta los derechos de
propiedad intelectual. Por ejemplo, puede garantizar la veracidad de documentos legales si se
almacenan documentos digitales en la cadena de bloques. De hecho, BlockNotary, una empresa
que busca usar la tecnología para verificar la autenticidad de firmas realizadas en documentos
legales como lo haría un notario público, está llevando la idea un paso más allá. Sin embargo,
posiblemente lo que mejor ilustra el impacto de la cadena de bloques en la industria legal son los
contratos inteligentes. La frase, utilizada por primera vez por el criptógrafo Nick Szabo, se refiere
a la idea de que un contrato puede concebirse como una serie de condiciones y eventos que se
pueden traducir en código computacional. Una vez que se cumple una condición, el contrato
inteligente realizará el siguiente paso para ejecutar el contrato. Como lo explica Lakhani [3],
“podemos imaginar un mundo en el que los contratos están integrados en código digital y
almacenados en bases de datos transparentes y compartidas, donde están protegidos contra la
eliminación, alteración y edición”.
Figura: 2.3 Descubrimiento de Medicamentos de Código Abierto coordinó los aportes de 7.500
participantes para ayudar en la lucha contra la tuberculosis.
Cuadro 2.2: Desafíos ciudadanos – una nueva forma de reflexionar sobre la gobernanza urbana.
Como Brahmchari, Reyes no es una activista o hacker, sino una profesional pública con pasión
por hacer el bien en el mundo que reconoce la necesidad de trabajar de forma diferente y
cuestionar el status quo.
Ambos tenían la mentalidad y el conjunto de habilidades para “traducir” entre los dominios del
gobierno y la tecnología, entre las costumbres de burócratas y hackers, y entre los lenguajes de
políticos y el público para movilizar recursos dentro y fuera del gobierno. Es decir, aprovecharon
el “poder de la multitud” para perturbar y acelerar, pero también el poder de sus instituciones
para convocar, financiar e impulsar el cambio. No estaban conformes con los enfoques lentos e
incrementales, y estaban impacientes por aportar resultados reales en poco tiempo. Así,
experimentaron con nuevas formas de trabajar a pesar de los riesgos, pero ciertamente no
fueron imprudentes, sino conscientes de sus obligaciones fiduciarias respecto del debido proceso
y el resguardo del dinero de los y las contribuyentes.
Quizás lo más importante es que se enfocaron en hacer algo replicable y escalable diseñado no
solo para solucionar el problema frente a ellos, sino para institucionalizar un nuevo proceso del
cual otras personas podían aprender y que incluso podían replicar.
La mentalidad del emprendedor público y la emprendedora pública: nosotros/as versus yo
Si resumiéramos lo que define al emprendedor público y la emprendedora pública - trabaje en la
justicia abierta o no – tendríamos que decir que posee la capacidad de encontrar buenas ideas,
implementarlas de forma eficaz y medir lo que funciona. Esto requiere un proceso conversacional
de toma y daca con un diverso conjunto de partes interesadas e innovadores/as para acelerar el
proceso de resolución de problemas de la idea a la implementación.
A diferencia del paradigmático emprendedor privado, como los usuarios/as inventores/as que el
profesor de MIT Erich von Hippel identificó en sus escritos como la fuente de ideas
revolucionarias en el mercado de los equipos científicos, las personas dedicadas al
emprendimiento público suelen intentar resolver los problemas de otras personas. En el sector
privado, el innovador o la innovadora con frecuencia también es el inventor o la inventora, como
el piloto que creó la primera maleta vertical con ruedas. Es decir, estaba resolviendo un problema
suyo que entendía bien. Estaba resolviendo “mi” problema. En cambio, las personas en el sector
público y aquellas que participan en proyectos de interés público - como las que trabajan para
liberar, divulgar y usar datos de tribunales - pueden estar tratando de resolver problemas que no
experimentan. Están trabajando en “nuestros” problemas. Puede o no que hayan experimentado
en carne propia la ineficiencia o corrupción de un tribunal. Puede o no que hayan estado a cargo
de designar jueces. Los emprendedores públicos no son necesariamente los dueños y dueñas de
los problemas (aunque pueden serlo). Más bien, suelen ser “innovadores/as”, personas que
aprovechan el poder y la autoridad convocante de instituciones burocráticas, políticas o sin fines
de lucro para implementar y ejecutar a mayor escala lo que funciona.
Por supuesto, hay características que comparten con sus exitosos primos y primas del ámbito
privado y social, como un enfoque en la escalabilidad, una inclinación por actuar, un aprendizaje
rápido y una orientación hacia el exterior. Sin embargo, a diferencia del énfasis que la cultura del
emprendimiento privado pone en la creatividad y el empuje individuales (“mi idea”), el
emprendedor público y la emprendedora pública se enfocan menos en inventar y poseer un
proyecto, una aplicación o una organización. En lugar de esto, se centran más en la tarea
subvalorada y más compleja de implementar y ampliar soluciones (“nuestras ideas”) y resolver
un problema, incluso si significa impulsar la idea de otra persona. Como escribe la periodista Tina
Rosenberg[4] en el New York Times: “¿Ha pensado en un producto inteligente para mitigar el
cambio climático? ¿Inventó un dispositivo ingenioso para iluminar aldeas africanas por la noche?
¿Se le ha ocurrido un nuevo tipo de escuela o nuevas ideas para reducir la tasa de tiroteos
urbanos? Gracias, pero tenemos bastante de eso”. No necesitamos nuevas ideas, continúa ella,
sino personas con la disposición y los medios para generar y propagar un impacto mediante esas
ideas. Las ideas por sí solas, no importa cuán astutas sean, son prácticamente inútiles si no tienen
consecuencias para personas reales. Así, los emprendedores públicos y las emprendedoras
públicas se enfocan en crear un impacto público visible, no meramente buenas ideas.
El conjunto de habilidades del emprendedor público y la emprendedora pública
El emprendedor público o la emprendedora pública formula preguntas como: ¿Qué podemos
hacer para resolver más problemas, generar más valor público y mejorar la vida de las personas?
¿Qué podemos hacer de forma diferente? ¿Cómo podemos probar nuestras ideas sobre qué
podría funcionar mejor?
Para responder estas preguntas, utiliza cuatro habilidades clave:
o La habilidad para definir el problema a resolver
o El uso de datos para entender el problema
o La habilidad para diseñar soluciones con las personas - en lugar de para ellas - al aplicar
diseño centrado en personas
o El conocimiento para aprovechar las buenas ideas de otras personas usando la innovación
abierta.
En términos generales, el emprendedor público o la emprendedora pública es la persona en una
organización que descarta cada vez más los modelos de trabajo a puertas cerradas, donde
quienes gobiernan operan de forma independiente y distante de las personas y sus problemas.
En lugar de esto, se integra en su comunidad, recurriendo a un nuevo kit de herramientas que le
permite aprovechar lo que Eric von Hippel llama la “materia oscura” de la actividad inventiva
disponible en nuestras propias comunidades y en todo el mundo. Tal como ser un inventor o una
inventora eficaz en un taller requiere realizar pasos proactivos para entender un problema a
través de la observación o el análisis de datos, recibir mucha retroalimentación de usuarios y
usuarias potenciales, crear espacio para descubrimientos fortuitos y anticipar desafíos, el nuevo
tipo de emprendedor público y emprendedora pública entiende que la resolución de problemas
públicos no es un proceso pasivo, sino un conjunto de habilidades activo que se desarrolla e
implementa con otras personas.
Sabe cómo leer lo que los datos le están diciendo y consultar a diversas personas para identificar
los temas más urgentes que requieren atención. Es decir, reconoce el valor que existe en recurrir
activamente a actores diversos e inesperados para obtener perspectivas sobre problemas
difíciles y soluciones a ellos. Posee la aptitud crítica para identificar problemas públicos, hacer
coincidir soluciones innovadoras con ellos y usar los recursos, la autoridad y el poder de
convocatoria del gobierno para ayudar a implementarlas, ampliarlas y difundirlas. Al mirar más
allá y profundizar, administra un proceso de resolución de problemas en lugar de ser dueño/a y
defensor/a de su propia solución.
Definición de problemas
Para resolver problemas públicos como los que afectan a los sistemas judiciales o procesales de
funcionamiento deficiente, el emprendedor público o la emprendedora pública debe ser capaz
de definir el problema antes de lanzarse a crear aplicaciones, visualizaciones o herramientas
nuevas (el módulo 10 se enfoca exclusivamente en los “cómo” de la definición de problemas).
CONCEPTOS BÁSICOS DE LA DEFINICIÓN DE PROBLEMAS
o ¿Cuál es el problema?
o ¿Cuándo ocurre?
o ¿Dónde ocurre?
o ¿Quién es afectado/a por el problema, sus necesidades, sus incentivos?
o ¿Qué patrones o tendencias adicionales se pueden observar respecto del problema?
o ¿Cómo es posible que esto aún no se haya solucionado?
Cuadro 2.3: Conceptos básicos de la definición de problemas.
Figura 2.4: Curso en línea “Solving Public Problems with Data” (Resolviendo problemas públicos
con datos) de The GovLab - Una introducción a la ciencia de datos y el pensamiento analítico de
datos por el bien público. Visita sppd.thegovlab.org
Ante todo, el emprendedor público o la emprendedora pública sabe cómo articular la pregunta
que está intentando responder al formular una hipótesis - una predicción sobre lo que está
ocurriendo - que puede ser respondida por datos. Por ejemplo, tienes la hipótesis de que la
corrupción en el sistema judicial está haciendo que los casos de corrupción tarden más en
procesarse y constantemente terminen en absoluciones. Investigar antecedentes utilizando
datos judiciales disponibles podría hacer posible probar esta hipótesis.
Paralelamente, será importante determinar qué datos se necesitan, en este caso, los tipos de
casos, sus tiempos de adjudicación y sus disposiciones, o si esos datos pueden recopilarse o
ponerse a disposición. En muchos casos, los datos necesarios deben ser “generados”, lo que
significa que tienen que recopilarse especialmente con fines de investigación estadística. En
otros, los datos se pueden crear con otros fines, como los tweets sobre el sistema judicial, y
usarse incidentalmente para investigar. Dichos datos se consideran datos “encontrados”, y
pueden reutilizarse aunque no se hayan recopilado originalmente para investigar y probar
hipótesis.
Ya sean generados o encontrados, los datos deben estar lo suficientemente disponibles, ser lo
suficientemente precisos y lo suficientemente completos para usarse con ese fin. Por ende,
determinar la existencia de datos es crucial. Sin embargo, también es importante saber qué tan
precisos son los datos y si se puede confiar en ellos para comprobar la hipótesis. ¿Qué tan
completos son los datos, y abarcan la geografía, la población y el marco de tiempo necesarios
para ser relevantes para el análisis? ¿Qué tan oportunos son los datos? Alguna información es
útil, aunque solo se haya recopilado una vez y rara vez se actualice. Otra necesita actualizarse
con frecuencia, incluso todos los días, para ser de uso significativo. Por supuesto, el tema de qué
tan accesibles son los datos es central para muchos proyectos de justicia abierta. Cuando no hay
fuentes de datos oficiales, existen alternativas como el crowdsourcing para la recopilación de
datos, que se realiza organizando un gran número de personas para que recopilen e informen
datos, por ejemplo, mediante plataformas de redes sociales o una plataforma de crowdsourcing.
Por otro lado, las fuentes de datos del sector privado también pueden ser fuentes alternativas
de información relevante.
CONSULTA:
o Ian Foster, Rayid Ghani, Ron S. Jarmin, Frauke Kreuter, Julia Lane, “Big Data and Social
Science: A Practical Guide to Methods and Tools”, CRC Press, agosto de 2016
o Matthew Salganik, “Bit by Bit: Social Research in the Digital Age”, Princeton University
Press, diciembre de 2017
o Stefaan Verhulst and Andrew Young, “Open Data Impact: When Demand and Supply
Meet”, The GovLab, marzo de 2016
o Stefaan Verhulst and Andrew Young, “Open Data in Developing Economies: Toward
Building an Evidence Base on What Works and Why”, African Minds, noviembre de 2017
o Francois van Schalkwyk, Stefaan Verhulst, Gustavo Magalhaes, Juan Pane & Johanna
Walker, “The Social Dynamics of Open Data”, African Minds, diciembre de 2017
o Stefaan Verhulst and Andrew Young, “Toward an Open Data Demand Assessment and
Segmentation Methodology”, The GovLab, septiembre de 2018
Cuadro 2.4: Lecturas sugeridas para profundizar en los datos.
o Empatizar
o Idear
o Crear prototipos
o Realizar pruebas
o Iterar
Cuadro 2.5: Proceso de diseño centrado en personas.
Innovación abierta
Si bien el kit de herramientas del emprendedor público o la emprendedora pública es mucho más
amplio que la definición de problemas, el pensamiento analítico de datos y el diseño centrado en
personas, una de las herramientas esenciales del kit de herramientas del innovador o la
innovadora es un conocimiento de las prácticas y los métodos de innovación abierta. [13] La
innovación abierta es similar al diseño centrado en personas porque también se refiere a trabajar
con clientes, empleados, empleadas y votantes para aprovechar su sabiduría distribuida. Pero
más específicamente, la innovación abierta se enfoca en el proceso de colaboración colectiva
para encontrar soluciones a los problemas (crowdsourcing). Mientras el diseño centrado en
personas se enfoca en la investigación etnográfica, como la observación de usuarias y usuarios
prototípicos, la innovación abierta enfatiza pedirles a las personas que aporten ideas, opiniones,
datos, tiempo o fondos a un esfuerzo colaborativo.
Muchas empresas están teniendo un gran éxito tras abrirse al uso de lo que el profesor de Haas
School of Business y teórico organizacional Henry W. Chesbrough llama los “flujos intencionales
de entrada y salida de conocimiento” en toda la organización y fuera de ella.[14] Están
colaborando con clientes y proveedores en la reinvención de prácticas comerciales clave. La
noción de que las empresas se pueden beneficiar de los aportes externos ya está bien
establecida. Muchas tienen éxito al aprovechar astutamente la inteligencia colectiva a través de
redes distribuidas en mercados tradicionalmente dominados por modelos cerrados de
producción. Threadless utiliza el crowdsourcing para obtener diseños de camisetas de sus
clientes en lugar de emplear un equipo de diseñadores. Local Motors utiliza el crowdsourcing
para diseñar vehículos y luego involucra a sus clientes en el diseño de fabricación. SamaSource
permite a empleadores y empleadoras subcontratar etiquetado, investigación y proyectos de
datos y contenido en línea de trabajadores y trabajadoras pobres de todo el mundo - hace el bien
para que le vaya bien.[15]
Ahora, la innovación abierta también se ha convertido en un poderoso impulsor de la resolución
colaborativa de problemas en los sectores cívico y público. Las prácticas de innovación abierta
son esfuerzos de crowdsourcing centralmente organizados. Por ejemplo, en Reikiavik, Islandia, la
municipalidad está usando tecnología nueva para conectarse con sus residentes con el fin de
abordar desafíos urbanos utilizando una plataforma en la que la mayoría de la población está
registrada y donde el 20% participa activamente. Better Reykjavik se creó tras la crisis bancaria
de 2008, cuando la confianza pública en las instituciones se desplomó. A pesar de contar con el
parlamento más antiguo del mundo y una democracia estable de alto funcionamiento, la fe de
las personas en su liderazgo político tambaleó. Por ende, el tecnólogo Robert Bjarnason creó la
Fundación Ciudadanos (Citizens Foundation), una organización cívica de tecnología sin fines de
lucro para ayudar a restaurar la confianza creando formas para que la ciudadanía tuviera una
manera formal y constante de participar en la política. Al operar Better Reykjavik, la fundación
crea un espacio para la “generación de ideas” y el “crowdsourcing de políticas” donde la
ciudadanía puede presentar y discutir ideas relacionadas con los servicios y operaciones de la
municipalidad de Reikiavik. La ciudadanía ha publicado ideas para la educación, el transporte, el
turismo y el bienestar, entre otros. Pueden calificar mutuamente sus ideas y debatir en la sección
de comentarios de la idea correspondiente. Un millón y medio de personas usa la plataforma,
que se ha copiado en 20 países. El caso de Islandia es un ejemplo práctico de innovación abierta
por parte de una ciudad para obtener soluciones accionables y producir un pensamiento nuevo,
innovador y más creativo.[16]
La aplicación de estos métodos innovadores está diseñada para ayudar a quienes practican el
emprendimiento público a acortar el camino de la idea a la implementación. Hablar con
“personas reales” además de expertos y expertas en la materia, usar datos para conformar el
entendimiento, y utilizar el crowdsourcing y la innovación abierta son todas formas de hacerse
más inteligente más rápido.
Sin embargo, para llevar adelante un proyecto de justicia abierta con agilidad, también es
importante descomponer proyectos grandes en pasos más pequeños y gestionables que se
puedan abordar de forma más fácil.
Como el Servicio Digital del gobierno de Estados Unidos enfatiza en su manual para diseñar
servicios gubernamentales,[17] es esencial usar prácticas “ágiles e iterativas” para reducir el riesgo
de fracasar. Una forma de hacerlo es definir pilotos o experimentos para probar ideas en lugar
de diseñar cronogramas de proyectos grandes y largos. Además, a menudo, la clave del éxito es
evaluar qué tan bien está funcionando el proyecto. También recomiendan crear y probar un
“producto viable mínimo” que “soluciona una necesidad fundamental del usuario lo antes
posible, en no más de tres meses desde el comienzo del proyecto, usando un periodo “beta” o
“de prueba” si se requiere”.
Conclusión
En este módulo, esbozamos las tecnologías que intervienen en la justicia abierta y examinamos
la mentalidad y el conjunto de habilidades del emprendedor público y la emprendedora pública
que pueden desarrollar su potencial y el potencial de una amplia gama de colaboradores/as.
Como emprendedor público o emprendedora pública decidido/a a mejorar tu sistema de justicia,
puedes esperar que haya resistencia a hacer las cosas de forma diferente, y te encontrarás con
diversos argumentos. Para ayudarte, nuestro análisis de cómo se están aplicando las tecnologías
y los enfoques de justicia abierta comienza con la Justicia abierta para la eficiencia – un
argumento clave en la generación de apoyo para tu causa.