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Misterio sobre la santa cena

1 Corintios 11:23-26: “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que
el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced
esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que
la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

La Santa Cena, no es una ceremonia, es una herramienta poderosa para bendecirlos y


pelear contra cosas que quieran dañarte en esta vida. Jesús cuando aparece en el
Jordán, Juan lo ve como “El Cordero que quita el pecado del mundo”.
Juan 6:53: “Entonces Jesús les dijo: “En verdad les digo, que si no comen la carne del
Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y
bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. Porque Mi carne es
verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida.”

“Si no comen mi carne, ni beben mi sangre no tienen vida: la religión, ceremonia o


doctrina no dan vida. Jesús pone una condición, y es la de comer su carne y beber su
sangre para tener vida eterna; la religión y el dogma jamás te darán vida. No hay
poder más grande que la revelación de Jesús en una persona.

Muchos dejaron a Jesús al escuchar esto; sus mismos discípulos dijeron: “duras
palabras son estas”.

Mateo 26:26: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.”

Esto es mi cuerpo, dijo. No es un pacto, dijo: “es mi cuerpo” ¿Qué cambió? Recuerden
cuando Jesús multiplicó los panes y los peces. Desde el Antiguo Testamento
contaban solo hombres, no mujeres y niños, habían 5 mil, solo hombres, sin contar
mujeres y niños ¿Qué hizo Jesús cuando levantó los panes y peces? Los bendijo.
Cuando Jesús bendice algo, hay un poder enorme: se multiplicaron los peces y los
panes. Cuando Él lo bendice ya no es pan, es su cuerpo. El pan es el Cuerpo de Cristo
y el vino es la Sangre de Cristo, ya es santificado; es decir: “apartado para”, dejó lo
que era, para convertirse en lo que es Él.

1 Corintios 11: 27: “De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta
copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.”

Pablo le reprocha a los corintios su comportamiento en cuanto a la Santa Cena, por


cuanto se había convertido en un desorden su celebración. Esta gente llegaba y se
enteraba de la Santa Cena, comían pan y cordero hasta saciarse, hasta tomarse el
vino y embriagarse, por eso Pablo los regañaba. Posteriormente viene el regaño y una
advertencia. El pecado no es tomarse la Santa Cena cuando estás en pecado, sino, no
tomar en cuenta la dignidad que ese Cuerpo y la Sangre merece. No voy a tomar una
ceremonia ni una doctrina, es el Cuerpo y la Sangre de Cristo; cuando tomamos la
Santa Cena, vamos a hacer lo que Jesús dijo.

Lo que nos enseñaban antes, era no comer la Santa Cena si estás en pecado, porque
caerías; ahora yo digo: “¡come y bebe tu santa cena!”.

La Santa Cena es para sanar, libertar; es una herramienta para mantenerte en


victoria. Lo más importante es, que ustedes entiendan lo que están haciendo, lo que
están tomando y comiendo, ¿Qué pasa cuando lo tomas con revelación? Tendrás
sanidad, libertad y vida.
Números 9: 6-10: “Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no
pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de
Aarón aquel día, y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa
de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo
entre los hijos de Israel? Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová
acerca de vosotros. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel,
diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere inmundo
por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová”

¿Qué va a hacer el que esté inmundo? ¡Que tome la santa cena! ¿Qué le pasa al
religioso? Sea cortado de sobre su pueblo. La santa cena no es para condenar a nadie
sino es para la redención, santidad, sanidad, libertad y que tu vida sea larga en esta
tierra.

Hay quienes ponen condiciones para que alguien tome la Santa Cena; sin embargo, el
problema es que ellos no saben qué es la Santa Cena, y así estas personas impiden la
bendición de otros. Cuando la Palabra habla de “juicio” en relación a tomar
indignamente la Santa Cena, no habla del individuo sino del acto de tomar la Santa
Cena. Porque, en cualquier forma, usted es vulnerable de pecar, sea con el
pensamiento, o palabra, o conducta; por ejemplo, el que piensa mal contra el hermano
ya es homicida. En otras palabras, la única manera de permanecer santo y limpio es
por medio de la Sangre Preciosa de Jesucristo, así que no hay impedimentos para
participar de la Santa Cena.

1 Corintios 11:28: “Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y
beba de la copa.”

Si está claro ya, que la Santa Cena no es para hundirte, sino para liberarte, aparte de
la Sangre de Cristo, también es por medio de la Santa Cena. Mientras Él va pasando,
se lleva toda limitación en tu vida, no en forma de fe, sino en forma física.

Éxodo: 12:5-8: “El cordero será sin defecto, macho de un año: tomaréis lo de las
ovejas ó de las cabras: Y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo
inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de
la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de
comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura: con
hierbas amargas lo comerán.”

Este capítulo de Éxodo señala que les será por pacto perpetuo, nunca dejarán de
practicarlo. La Pascua se instituye por miles de años, pero ahora hay uno perfecto,
Cordero para siempre: Jesús, y Él es estable para ti, dándote vida desde aquel día.
Comieron el cordero y pasó el ángel de la muerte y no tocó al pueblo de Dios. Luego
que sucedió la libertad del pueblo de Dios y comieron el cordero, se fue de ellos toda
enfermedad, muerte, desesperación y ahora son completamente llenos del Espíritu
Santo.

La Sangre de Cristo ahora limpia el pecado y clama aun más que la sangre de Abel:
reconozca que sin Jesús nada eres y que por la fe en su sacrificio serás lo que nunca
pensabas que serías. Las cadenas de religión han caído y la enfermedad y debilidad
huirán de ti. “Quien coma mi carne – dice Jesús – lleva mi paz, mi sanidad; quien come
esta carne ya ha sido curado y libre de toda enfermedad, pecado y culpa.”

El vino deja de ser vino, para convertirse en la Sangre preciosa de Cristo que abre
camino al trono de la gracia para hallar el oportuno socorro y mejores promesas. “El
que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el día
postrero” ¡Hoy usted ha hecho algo poderoso, algo que le va a asegurar el mejor de
los años! Dios me dijo: Enséñale a mi pueblo acerca de la Santa Cena, y le asegurarás
que el próximo año será mejor que el que está terminando.
Declaraciones Proféticas para el 2015:

1. Dios me explicaba que Él ha tardado en venir, porque su iglesia no ha querido hacer


lo que le ha tocado hacer, pero ahora la iglesia será sumergida, bautizada en un
espíritu de influencia. Dios va a poner a su iglesia en una altura a donde todos
acudirán, para que Jesús se levante en este país; no es cosa de hombre, es cosa de
Dios. Él será el único que hará que Venezuela sea una potencia espiritual. Prepárese
para tener influencia en su trabajo, en cualquier sitio donde se encuentre; por eso sea
integro, honesto, porque te empezarán a buscar para liderar, en juntas, consejos
comunales, entre otros entes; así como pastores que tendrán la influencia para
liderar su ciudad y estados. ¡Nuestra influencia será aumentada en el 2015!

2. Hageo 1:14: “Así despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,


gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y el
espíritu de todo el resto del pueblo. Ellos fueron y comenzaron a trabajar en la casa
de Jehová de los ejércitos, su Dios.”

Dios me dijo que iba a despertar un espíritu de servicio y compromiso en este pueblo
como nunca. ¡Pastores, en el 2015 van a tener que administrarse bien, porque muchos
se levantarán a predicar y a servir! El lugar que nos espera en 2015 son las calles de
Venezuela. Cuando Dios despierta el espíritu de servicio, ya el servidor no es
interesado más que en darle la Gloria a Dios. El liderazgo va a ser afinado, mejorado;
se levantará gente que sirva de manera desinteresada, sin sueldos, sin
nombramientos, sin cargos: es esto lo que sucedía en el libro de los Hechos. No había
un líder especial, porque todos conocían y amaban a Jesús. Si fuese Javier Bertucci
sería un líder nada más, pero el Líder que ustedes tienen está adentro, y es Jesús: el
ego y el protagonismo van a tener que ser puestos a un lado. Algunos liderazgos
caerán estrepitosamente por el orgullo; porque la base del liderazgo será la humildad
puesto por Dios.

3. Se ha necesitado fe para lo que pasó, se necesitará fe para lo que viene; atrévete a


hacer para este año lo que no has hecho en los otros años: serás ayudado como
nunca Dios lo ha hecho. Dios te dice anda y hazlo, es el tiempo y el momento para
hacerlo. En el 2015 serás sumergido en la fe, bautizado en un espíritu de fe. Habrá fe
para lo que vas a hacer, será sobre aquellos que echen al lado el miedo y será el
movimiento de lo más poderoso que ha visto Venezuela: “La Revolución de Jesús”. Los
desafíos para el próximo año en nuestra iglesia serán mayores en lo económico. Nos
vamos a levantar y arriesgar todo lo que tenemos, porque el no que no arriesga lo que
tiene, no tendrá lo que viene. Hay que empezar a desear lo que Dios desea; decida
qué vamos a hacer en este 2015.

Jesús ama a este país y a esta Nación. Viene un gran avivamiento y Jesús ha puesto
sus ojos sobre Venezuela, nos preparamos para cambios y reformas en nuestra
iglesia, un cambio que pueda hacer que Jesús sea levantado en este país. Dios
orquestó un plan para que la iglesia comenzara a emerger de las cenizas, y si es así,
no hay tiempo que perder. Dios hará en Venezuela lo que no ha hecho en ningún otro
país.

¡Espere lo mejor del cielo para su hogar, ministerio y país! El día difícil, cuando
Satanás se te pare al frente usted va a tomar a su familia; o joven, en la soledad de su
cuarto o de su sala y en ese momento no estará el pastor, pero el Líder – Jesús –
estará dentro de tu corazón y con un pedazo de pan un poco de jugo, haga la Santa
Cena y Jesús llegará. Verás que esa Santa Cena se convertirá en la más poderosa
herramienta para vencer al diablo.

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