La esvástica en la bandera

Espero el lector pueda disfrutar este breve cuento con la mayor libertad que el
sistema pueda permitir, si es que las maquinarias gubernamentales y los hombres
de negro no vienen por esto antes de que se publique.

Asumo que el lector está familiarizado con la historia de la Alemania nazi, de

la segunda guerra mundial y de la caída de Hitler y su muerte.

Lamento tener que decirle que probablemente tenga en su mente mentiras,

cuidadosamente creadas y fabricadas como sofismas de distracción, y mejor aún,
¿y si le dijera que Hitler estuvo en Boyacá, como muchos otros nazis?

En Colombia no se tienen registros de la estadía de Hitler, pero el gobierno de

Estados Unidos desclasificó archivos que develan la supuesta persecución de
Hitler por el globo, dado que se dudaba que hubiera muerto en el búnker, hasta
el mismísimo Yosef Stalin duda que Hitler hubiera muerto ese 30 de abril. Hitler
tenía muchos dobles, como parte de su precaución en la recta final de la guerra
y ese 30 de abril era uno de sus gemelos, un tal Ferdinand Beisel el que estaba
en el búnker, Hitler ya estaba bastante lejos de la catástrofe, como muchos
otros líderes del tercer Reich.

Esta fuga estaba coludida por el gobierno de estados Unidos, como un acuerdo de
cooperación para que científicos y expertos de guerra alemanes, además de
divisas y recurso bélicos no cayeran en manos del comunismo, USA siempre supo
que los fascistas no eran su enemigo, sino los comunistas. No podemos olvidar la
llegada masiva de ciudadanos alemanes durante el gobierno de Rojas Pinilla, un
personaje de derecha, que probablemente contó con el apoyo de Usa para permitir
la entrada de estos personajes, tal es el caso de Philip Citroën.

También se tienen relatos acerca de Hitler en Tunja, Hitler era un ocultista

consumado y cerca a Tunja hay lagunas, centros de poder místico, que serían de
gran ayuda para los rituales que harían los nazis llegados a Colombia con
jóvenes hijas de alemanes nacidas en este país, para así inseminarlas y dar vida
a la nueva generación de líderes mundiales, para poder continuar su legado.

Los nazis se hicieron amigos de los gringos y así fue como empezaron
desestabilizar América Latina, por eso mataron a Gaitán, para no perder su
bastión en el trópico, una de las piezas de su cuarto Reich, donde personajes
como Joseph Mengele experimentaron a su antojo, creando pueblos con mutaciones
genéticas como Cándido Godi, un pueblo donde la tasa de gemelos es muy alta,
también hay registros de asesinos como Adolf Eichmann, que fue capturado por
israelíes de manera clandestina en Argentina o Klaus barbie, que tenía nexos
paramilitares s en Bolivia.

Hace poco mataron en Bogotá a Karl Klein, un supuesto negociante alemán, dueño
de varias ferreterías, sé de buena fuente que tenía nexos con paramilitares y
que probablemente fue un nazi que escapó del conflicto. La pregunta es cuantos
nazis habrá entre la historia, agazapados en el tumulto de América latina, en
Colombia cuantos tentáculos seguirán en la saltas esferas, en los clubes, en los
genes de nuestro pueblo, porque todavía queda mucho por decir.