Sei sulla pagina 1di 25

Carlos D.

Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional


Estudios Internacionales 165 (2010) - ISSN 0716-0240 • 171-196
Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Soberanía e igualdad en el derecho internacional

Carlos D. Espósito*

I. Introducción problema de interpretar una norma


del Tratado de Versalles que prescri-
Desde un punto de vista jurídico e bía una limitación a la soberanía del
internacional, la soberanía es un con- Estado alemán2. Esa idea de soberanía
cepto que sirve para determinar cuá- estatal como un conjunto de compe-
les son las libertades, prerrogativas tencias desagregadas ha sido de gran
y competencias de los Estados, pero utilidad para explicar un Derecho que
también sus responsabilidades, que en rige principalmente las relaciones en-
la sociedad internacional se definen y tre Estados soberanos y formalmente
encuentran sus límites en las reglas de iguales. Y es este el sentido en que la
Derecho internacional. Esa es la esen- igualdad soberana de los Estados es
cia de la famosa idea que la Corte Per- un principio fundamental del Dere-
manente de Justicia Internacional ex- cho internacional3, del que derivan
presó en el caso Wimbledon1 en 1923,
donde hubo de enfrentarse al difícil MIGUEL y Andrea MACÍA, de 12 a 14
de noviembre de 2008.
Catedrático de Derecho Internacional
* 1
Caso del S.S. Wimbledon, Permanent
Público, UAM. Agradezco a Nicolás CA- Court of International Justice, Series A,
RRILLO SANTARELLI, becario de inves- núm. 1, 1923.
tigación en la UAM, su ayuda en la bús-
2
Sobre el dilema de la soberanía en el De-
queda de materiales sobre el tema de este recho internacional a través de un revisión
trabajo. Este trabajo ha sido publicado en del caso del Wimbledon, véase J. KLAB-
el Anuario de la Facultad de Derecho de BERS, «Clinching the Concept of Sove-
la Universidad Autónoma de Madrid co- reignty: Wimbledon Redux», Austrian
rrespondiente a las jornadas sobre «Desa- Review of International and European
fíos de la igualdad, desafíos a la igualdad», Law, núm. 3, 1998, pp. 345 ss.
dirigidas por los profesores Alfonso RUÍZ
3
Véase, por ejemplo, A. REMIRO BRO-

171
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

otros tantos principios fundamentales notar en todos los aspectos del dere-
de este ordenamiento jurídico, como cho internacional, incluyendo hechos
la prohibición de intervención en los sobresalientes como la aparición de
asuntos internos de los Estados o la nuevos sujetos y actores que cambian
inmunidad de los Estados en los tri- el escenario normativo de una manera
bunales de otros Estados. Ahora bien, esencial y traen consigo problemas de
la evolución del derecho y la sociedad inclusión en los procesos normativos
internacionales afectan esas libertades de creación y aplicación del derecho e
de los Estados socavando y ponien- importantes cuestiones de legitimidad.
do en duda el axioma de la igualdad En las líneas que siguen voy a in-
soberana de los Estados y su utilidad troducir el concepto de igualdad so-
como ficción jurídica, un fenómeno berana de los Estados como principio
que se ha expandido e incrementado fundamental del derecho internacional
en las últimas décadas como conse- y los problemas que hoy plantea su vi-
cuencia de la interdependencia y la gencia como «ficción constitutiva» de
globalización4. Esos efectos se hacen dicho ordenamiento jurídico. Después
de una aproximación general, trataré
de mostrar algunos retos y desafíos a
TÓNS, Derecho internacional público. la igualdad soberana de los Estados en
Principios fundamentales, Tecnos, Ma-
drid, 1982, pp. 81-84; y A. Cassese, Inter- relación con tres grandes ámbitos nor-
national Law, Oxford University Press, mativos del derecho internacional: la
Oxford, 2001, pp. 88-91. Para una des- subjetividad, los procesos de creación
cripción actual y detallada del principio de normas y las formas de aplicación.
véase la entrada redactada por J. KOKOTT,
«States, Sovereign Equality», Max Planck Los temas elegidos dentro de estos
Encyclopedia of Public International Law grandes ámbitos, cuyos límites sólo
(MPEPIL), edición online de R. WOL- se justifican por razones didácticas,
FRUM, http://www.mpepil.com, visitada no tienen pretensiones de exhaustivi-
el 17 de noviembre de 2008.
4
Veáse C. IZQUIERDO SANS, «Algunas dad; al contrario, son temas ilustrati-
respuestas del Derecho internacional a la vos y, aunque su elección responde
globalización», Anuario de la Facultad de en gran medida a preferencias de este
Derecho de la UAM, vol. 9, 2005, pp. 151 autor, constituyen ejemplos donde el
ss. También P.M. DUPUY, «International
Law: Torn Between Coexistence, Coope- lector encontrará conflictos que afec-
ration and Globalization», European Jo- tan significativamente al principio de
urnal of International Law, vol. 9, 1998, igualdad soberana de los Estados. La
pp. 278 ss. Desde el punto de vista de las conclusión expresa un juicio sobre la
relaciones internacionales, véase C. DEL
ARENAL, «La nueva sociedad mundial y justificación de la igualdad soberana
las nuevas realidades internacionales: un como valor jurídico en tiempos de in-
reto para la teoría y para la política», en terdependencia y globalización.
Cursos de Derecho Internacional y Rela-
ciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz
2001, pp. 17 ss.

172
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

II. La igualdad soberana interestatales surgida de los Tratados


de los Estados como que consagraron la Paz de Westfalia de
fundamento del Derecho 16487. Aunque cierta autonomía reli-
internacional giosa de los principados y los reinos
ya había sido reconocida en tratados
La igualdad soberana5 de los Esta- anteriores8, tras la finalización de la
dos es quizá el principio más funda- Guerra de los Treinta Años se desauto-
mental entre los que forman el núcleo rizan las relaciones internacionales ba-
del Derecho internacional. Tan es así sadas en ciertas categorías jerárquicas,
que algún autor califica la igualdad sean religiosas o seculares, de coordi-
soberana de los Estados incluso como nación o subordinación9, que hasta ese
la norma fundamental6 del derecho in- momento habían estado en manos del
ternacional. papado y el emperador10, que dieron
Para comprender mejor la dimen- paso a la igualdad soberana. Dicha
sión de este principio conviene recor- igualdad se convirtió a partir de ese
dar su aparición normativa y doctrinal período en una ficción legal constitu-
en la sociedad internacional. Hay un tiva del sistema jurídico surgido del
acuerdo bastante extendido en la doc-
trina de derecho internacional en que 7
Los Tratados de Osnabrück y Münster
los postulados de la igualdad soberana fueron firmados y entraron en vigor el 15
de los Estados provienen de la orga- de mayo y el 24 de octubre 24 de 1648,
nización normativa de las relaciones respectivamente.
8
En efecto, podría afirmarse también que
el respeto igualitario a los principados y
5
Se ha escrito en abundancia sobre este reinos, basado en el principio cuius regio,
principio como fundamento del Derecho eius religio, fue reconocido muchos años
internacional. Dos trabajos monográficos antes en la Paz de Augsburgo de 1555.
interesantes publicados con posterioridad 9
C. SCHREUER, «The Waning of Sovereign
a la Carta de Naciones Unidas son: B. State: Towards a New Paradigm of Inter-
BOUTROS-GHALI, «Le principe d’égalité national Law», European Journal of Inter-
des Etats et les organizations internatio- national Law, vol. 4, 1993, pp. 447 ss.
nales», Recueil des Cours de la Académie 10
El poder entre los reinos y principados, no
de Droit International, 1961-II, pp. 2 ss.; obstante, se seguía manifestando a través
y P. KOOIJMANS, The Doctrine of the de alianzas que reflejaban el equilibrio de
Legal Equality of States: an Inquiry into poderes. Sobre esta doctrina, MORGEN-
the Foundations of International Law, THAU, Politics Among Nations, A. A.
Sijthoff, Leyden, 1964. Knopf, New York, 1948, especialmente
6
C. TOMUSCHAT, «International Law: Parte IV. Para un análisis actual sobre las
Ensuring the Survival of Mankind on the múltiples formas en que los hegemones
Eve of a New Century. General Course on interactúan con el Derecho internacional,
Public International Law», Recueil des véase N. KRISCH, «International Law in
Cours de la Académie de Droit Internatio- Times Of Hegemony: Unequal Power and
nal, vol. 281, 2001, pp. 13 ss., en la p. 161 the Shaping of the International Legal
utiliza la palabra kelseniana «Grundnorm» Order», European Journal of Internatio-
para referirse a la igualdad soberana. nal Law, vol. 16, 2005, pp. 369 ss.

173
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

orden westfaliano compuesto por Es- La igualdad soberana, sin embargo,


tados, un sistema en que ese principio fue durante mucho tiempo una norma
resultaba útil y necesario para regular fundamental cuya aplicación se res-
las relaciones internacionales entre tringía a algunos Estados europeos.
Estados que no reconocían poderes En otras palabras, la igualdad sobe-
superiores que pudiesen determinar rana no operaba fuera del contexto
sus obligaciones basadas en su propio europeo, ya que solo los Estados eu-
consentimiento, conformadas en gran ropeos reunían las características ne-
medida de nociones y elementos de cesarias para ser considerados iguales
igualdad, como ocurría, por ejemplo, según ese derecho internacional, esto
con la reciprocidad en los tratados. es, una cierta homogeneidad cultural
Estos acontecimientos fueron y una comunidad de valores e inte-
acompañados por desarrollos de de- reses. La desigualdad que manifiesta
recho natural que definían a los Es- este tratamiento, que diferenciaba a
tados como iguales a semejanza de la los civilizados de los bárbaros y los
igualdad entre los individuos. La com- salvajes, ha supuesto una lucha im-
paración ya había sido avanzada en portante a lo largo de la historia por
el siglo XVI por Francisco de Vitoria, expandir la aplicación del principio de
la retomó Samuel von Puffendorf en igualdad y ha sido la causante de cier-
el siglo XVII y encontrará su apogeo
en los escritos de Emeric de Vattel un dérées comme autant de personnes libres
siglo después. En la doctrina de dere- qui vivent ensemble dans l’état de Nature,
cho internacional es famosa su idea de sont naturellement égales, & tiennent de
la Nature les mêmes obligations & les
que un enano es tan hombre como un mêmes droits. La puissance ou la faiblesse
gigante, y que una pequeña república ne produisent, à cet égard, aucune diffé-
no es menos soberana que el reino más rence. Un Nain est aussi bien un homme
poderoso. Vattel infería de esa igual- qu’un Géant: Un Petite République n’est
pas moins un Etat souvarain que les plus
dad la necesaria consecuencia de que puissant Roïaume»). Vattel era suizo y su
la calificación de algo como legal para defensa de la igualdad se explica por su
una nación es igualmente legal para creencia en el de Derecho natural, pero
otra, y que lo injustificable en una, es también se explica con apoyo en sus inte-
reses nacionales, porque Suiza era una
igualmente injustificable en la otra11. república pequeña frente a las grandes
monarquías de su época y mediante la
11
E. de VATTEL, Le droit des gens ou Prin- adopción del principio de igualdad sobe-
cipes de la Loi naturelle appliqués a la rana asumía a la vez la defensa de la
conduite et aux affaires des nations et des prohibición de intervenir en los asuntos
souverains, Londres, 1758, Preliminaires, internos de los Estados. Sobre este tema,
párrafo 18 («Puisque les hommes font T. H. LEE, «International Law, Internatio-
naturallement égaux, & que leurs droits nal Relations Theory, and Preemptive War:
& leurs obligations font les mêmes, com- the Vitality of Sovereign Equality Today»,
me venant également de la Nature, les Law and Contemporary Problems, 2004,
Nations composées d’hommes, & consi- pp 151 ss.

174
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

tos defectos de nacimiento del derecho dico europeo que calificaba a los Es-
internacional que aún hoy representan tados según su grado de civilización
desafíos importantes para dicho orde- y determinaba ciertas reglas a la luz
namiento normativo12. En efecto, esa de la condición de los entes involu-
«misión civilizadora» adjudicada al crados, permitiendo por ejemplo las
derecho internacional decimonónico13 llamadas intervenciones «civilizado-
ha servido para justificar la domina- ras» o los «tratados desiguales»15, se
ción de algunos Estados europeos so- manifiesta también de alguna manera
bre el resto del mundo, los diferentes, en la actualidad, aunque con nombres
cuya soberanía era insuficiente en la distintos, cuando se tratan de motivar
medida en que no fuese europeizada jurídicamente actos según categorías
u occidentalizada14. Este orden jurí- o clasificaciones que crean divisiones
con el objeto de discriminar, como
ocurre con los Estados canallas y los
12
Un ejemplo sobresaliente se encuentra en Estados fallidos16. Si bien la formula-
el artículo 38.1.c. del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, cuando estable- ción de estas categorías no vulneraría
ce que la Corte aplicará «los principios el derecho internacional si se limitase
generales de derecho reconocidos por las a un plano de declaraciones políticas,
naciones civilizadas» para solucionar las su traducción en el menoscabo directo
controversias que le sean sometidas. Sobre
su significado jurídico, véase el comentario o indirecto de los derechos inherentes
de A. PELLET al artículo 38 del Estatuto a la soberanía de los Estados puede ser
en A. ZIMMERMANN, C. TOMUS- indicio de su ilegalidad según el or-
CHAT y K. OELLERS-FRAHM, The denamiento jurídico internacional. El
Statute of the International Court of Jus-
tice. A Commentary, Oxford University efecto más claro de tal calificación so-
Press, Oxford, 2006, pp. 677 ss., esp. pá- bre los derechos de los Estados sería la
rrafos 245­264. supresión del derecho a la no interven-
13
M. KOSKENNIEMI, The Gentle Civilizer ción en los asuntos internos del Estado
of Nations. The Rise and Fall of Interna-
tional Law 1870–1960, Cambridge Uni- fallido, pero también supondría la es-
versity Press, Cambridge, 2004. tigmatización de ciertos Estados como
14
A. ANGHIE, Imperialism, Sovereignty and sujetos de segunda categoría, ante los
the Making of International Law, Cam-
bridge University Press, Cambridge, 2004.
Para este autor la misión civilizadora no el nuevo orden internacional, McGraw-
termina con la colonización, sino que Hill, Madrid, 1997.
continúa a través de otros medios, como 15
W. MORVAY, «Unequal Treaties», en R.
la clasificación de los Estados en desarro- Bernhardt (ed.) Encyclopedia of Public
llados y subdesarrollados. Entre nosotros, International Law, Vol. 7, North Holland,
el Profesor Antonio Remiro ha escrito un Amsterdam, 1984, pp. 514 ss.
pequeño magnífico libro aplicando esas 16
P. MINNEROP, «The Classification of
categorías decimonónicas al nuevo orden States and the Creation of Status within
internacional proclamado a principios de the International Community», Max
la década de 1990: A. REMIRO BRO- Planck Yearbook of United Nations Law,
TÓNS, Civilizados, bárbaros y salvajes en vol. 7, 2003, pp. 79 ss.

175
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

cuales podrían realizarse acciones no La consagración convencional del


permitidas contra los iguales, como la principio de igualdad soberana de
legítima defensa preventiva contra los los Estados llega con la Carta de las
Estados canallas17 o la falta de recono- Naciones Unidas en un momento his-
cimiento de la inmunidad de jurisdic- tórico en el que había tenido éxito el
ción de loes Estados en relación con proceso de estatalización20, que exten-
juicios por compensación de daños y dió el modelo de organización políti-
perjuicios para los «Estados que pa- ca territorial de Estados occidentales
trocinan el terrorismo»18. Por lo pron- por todo el mundo. En efecto, la Carta
to, esta práctica denominativa no ha de Naciones Unidas dio origen a una
generado a su vez una práctica real nueva fase en la evolución de la igual-
en uno u otro sentido relevante para dad soberana de los Estados no sólo
el derecho internacional, por ejemplo, porque declara que la propia Organi-
ese tipo de calificaciones no ha afecta- zación está basada en dicho principio,
do a la membresía de los Estados seña- sino también porque introduce el obje-
lados en las organizaciones internacio- tivo de la descolonización, que permite
nales y la restricción de los derechos la incorporación a la Organización de
internacionales de algunos Estados los nuevos Estados que accedían a la
llamados fallidos como consecuencia independencia y que asumían el prin-
de su falta de capacidad para actuar cipio de igualdad soberana en todos
con responsabilidad en la escena in- sus elementos como garantía del res-
ternacional ha sido siempre designada peto de su soberanía interna, mediante
como excepcional19. reglas de no intervención e integridad
territorial, y de su soberanía externa,
17
Ibid., pp. 158 ss. a través de un reconocimiento de sus
18
Ibid., pp. 111 ss. derechos en las relaciones con otros
19
La piratería y los robos armados en el mar Estados.
frente a las costas somalíes por parte de
nacionales de Somalia han creado una La Carta de las Naciones Unidas es-
situación de inseguridad que ha llevado al tablece en el primer párrafo del artícu-
Consejo de Seguridad de las Naciones lo 2 que «la Organización está basada
Unidas a adoptar una serie de resoluciones en el principio de igualdad soberana de
obligatorias que restringen los atributos
soberanos de dicho Estado, si bien es todos sus miembros»21. Este principio
cierto que todas las resoluciones se cuidan
de manifestar que la situación es excep- nal Counter-Piracy Efforts», International
cional. Véase las resoluciones del Consejo and Comparative Law Quarterly, vol. 57,
de Seguridad S/RES/1816 (2008), S/ 2008, pp. 690 ss.
RES/1838 (2008), S/RES/1846 (2008) y S/ 20
C. DEL ARENAL, supra nota 4, pp. 42-43.
RES/1851(2008), todas disponibles en 21
A. BLECKMANN y B. FASSBENDER,
http://www.un.org/spanish/docs/sc08/ «Article 2 (1)», en B. Simma (ed.), The
scrl08.htm. Sobre el tema, D. GUILFO- Charter of the United Nations: A Com-
YLE, «Piracy Off Somalia: UN Security mentary, vol. 1, Oxford University Press,
Council Resolution 1816 and IMO Regio- Oxford, 2da edición 2002, pp. 68 ss.; M.

176
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

es reiterado en la Declaración sobre los derechos inherentes a la plena sobe-


principios de Derecho Internacional ranía; c) Cada Estado tiene el deber
referentes a las relaciones de amistad y de respetar la personalidad de los
a la cooperación entre los Estados de demás Estados; d) La integridad te-
conformidad con la Carta de las Nacio- rritorial y la independencia política
nes Unidas22, que tras proclamar que del Estado son inviolables; e) Cada
«Todos los Estados gozan de igualdad Estado tiene el derecho a elegir y a
soberana», especifica que los Estados llevar adelante libremente su sistema
«tienen iguales derechos e iguales de- político, social, económico y cultu-
beres y son por igual miembros de la ral; f) Cada Estado tiene el deber de
comunidad internacional, pese a las cumplir plenamente y de buena fe sus
diferencias de orden económico, social, obligaciones internacionales y de vivir
político o de otra índole»23. El princi- en paz con los demás Estados.»
pio que contiene la Declaración es par- Estos elementos de la igualdad sobe-
ticularmente ilustrativo porque define rana sobrepasan la mera idea de igual-
el contenido de la igualdad soberana. dad de los Estados, en la medida en que
En efecto, en la Declaración se dice que tratan de preservar su soberanía inter-
«en particular, la igualdad soberana na y externa, así como su independen-
comprende los elementos siguientes: cia. Son unos elementos que definen un
a) Los Estados son iguales jurídi- principio ideal de muy amplio alcan-
camente; b) Cada Estado goza de los ce24, limitado únicamente por el deber
de cumplimiento pleno y de buena fe
del derecho internacional. Conviene su-
KOHEN, «Article 2 Paragraph 1», en J.P.
COT y A. PELLET (eds.), La Charte des brayar esta limitación porque descansa
Nations Unies: Commentaire Article par sobre la base del imperio del derecho en
Article, vol. 1, Economica, Paris, 3ra edi- la sociedad internacional. En efecto, los
ción 2005, pp. 399 ss. Estados son reconocidos como iguales
22
Resolución 2625 (XXV), de 24 de octubre
de 1970, de la Asamblea General de las y soberanos, pero no están por encima
Naciones Unidas.
23
Cf. la elegante formulación del principio
que aparece en el artículo 10 de la Carta 24
En efecto, esa lista permite a los Estados
de la Organización de Estados Americanos, argumentar sobre la base del principio de
bajo el capítulo sobre los «derechos y los igualdad en infinidad de situaciones. Valga
deberes fundamentales de los Estados»: como ejemplo la defensa de Serbia respec-
«Los Estados son jurídicamente to de la ilegalidad de la declaración unila-
iguales, disfrutan de iguales dere- teral de independencia de Kosovo, que
chos e igual capacidad para ejer- Serbia calificó en el Consejo de Seguridad
cerlos, y tienen iguales deberes. Los de las Naciones Unidas como una viola-
derechos de cada uno no dependen ción del principio de igualdad soberana
del poder de que disponga para de los Estados. Actas de la reunión 5839
asegurar su ejercicio, sino del sim- del Consejo de Seguridad, de 18 de febre-
ple hecho de su existencia como ro de 2008, Documentos de Naciones
persona de derecho internacional». Unidas S/PV.5839, p. 4.

177
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

del derecho internacional. Esta es, por allá del consentimiento de los Esta-
lo demás, la idea que refleja la decisión dos26. Esto es así porque la igualdad
de la Corte Internacional de Justicia en soberana se configura como una igual-
el caso del Wimbledon donde se sostie- dad ante el derecho más que como una
ne la libertad de los Estados sujeta al igualdad de derechos27. En sus oríge-
derecho internacional25. El hecho es que nes, la noción de igualdad soberana de
la evolución del derecho internacional los Estados, quizá como consecuencia
y las profundas transformaciones de la de la concepción antropológica de
sociedad internacional afectan a todos Vattel, era considerada más bien como
los elementos de la igualdad y suponen un derecho fundamental del Estados.
desafíos graves para el derecho interna- Hoy esa concepción está superada por
cional. A continuación, como anuncié los hechos y el derecho. La necesidad
en la introducción, trataré de ilustrar de cooperar hace cada vez más difícil
esos desafíos a la igualdad soberana o casi imposible mantener dominios
desde las perspectivas de la subjetivi- reservados de soberanía inmaculados.
dad, las fuentes de producción del dere- La interdependencia socaba en mu-
cho internacional y su aplicación. chos aspectos la idea de igualdad so-
berana. De todas formas, la igualdad
soberana no se constituye como un
III. La igualdad soberana derecho de los Estados sino como un
desafiada principio general que admite excep-
ciones consentidas o toleradas por los
A. La igualdad jurídica de los Estados, que en algunos casos resultan
Estados y la crisis de la de la búsqueda de igualdad sustantiva
subjetividad en el derecho entre los Estados y en otros reflejan la
internacional desigualdad material de los Estados.
En esta parte pretendo exponer qué
Resulta interesante destacar que la significa en realidad el elemento de la
formulación de la soberanía como li- igualdad jurídica de los Estados para
bertad del Estado limitada por el dere- después mostrar algunas carencias del
cho internacional permite una evolu- principio de igualdad soberana en la
ción del concepto de igualdad soberana sociedad internacional de hoy.
con excepciones nacidas del consenti- En efecto, el primer elemento de
miento de los Estados, del consenso de la Declaración sobre los principios de
los Estados o incluso de obligaciones
de derecho internacional surgidas más 26
Véase C. TOMUSCHAT, «Obligations
Arising for States Without or Against their
Véase supra nota 1; y G. NOLTE, «Sove-
25
Will», Recueil des Cours de l’Académie de
reignty as Responsibility», Proceedings of Droit International, vol. 241-IV, 1993, pp.
the Annual Meeting of the American Socie- 195 ss.
ty of International Law, 2005, pp. 389 ss. 27
J. KOKOTT, supra nota 3, párrafo 23.

178
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

derecho internacional establece que más complicada que entonces como


los Estados son iguales jurídicamente. consecuencia de la globalización29.
El significado de tal afirmación alude No obstante, algunos tipos concretos
a la falta de jerarquías entre los Esta- de materialización de la justicia. No
dos desde el punto de vista jurídico, a obstante, alguinos tipos contretos de
que los Estados no están subordina- materialización de la justicia con ele-
dos unos a otros sin su consentimien- mentos distributivos podrían conse-
to. Pero, en todo caso, se refiere más guirse «descendiendo de los principios
bien a un sentido formal de la igual- primarios a los secundarios, de los es-
dad. La igualdad material fue una tándares normativos abstractos a los
preocupación doctrinal importante en concretos»30. En este sentido, si se per-
las décadas de 1960 y 1970, durante sigue la finalidad de una justicia distri-
las cuales se propuso la elaboración butiva hacia una igualdad sustantiva,
de un derecho internacional con nor- creo que el énfasis se debería poner
mas diferenciadas según el nivel de en el reforzamiento de los derechos
desarrollo de los Estados. El derecho humanos sociales y económicos, para
internacional del desarrollo pretendía hacer justicia social mediante el forta-
darle contenido real y no simplemente lecimiento de los derechos humanos31.
formal a la regulación de las relaciones
entre Estados soberanos pero con eco- 29
T. FLORY, «Mondialisation et droit inter-
nomías desiguales. Las propuestas del national du développement», Revue géné-
derecho internacional del desarrollo se rale de droit international public, vol. 101,
tradujeron en una serie de resolucio- 1997, pp. 609 ss. Este autor sostiene que
en la globalización se ha perdido el hilo
nes y documentos de Naciones Unidas conductor del Derecho internacional del
impulsados por una mayoría de Esta- desarrollo, que estaba constituido por la
dos en desarrollo que finalmente no se distinción entre Estados que tenían derecho
convirtieron en derecho internacional a un trato especial de acuerdo con un sis-
tema jurídico diferenciado, caracterizado
positivo y quedaron como un ideal por una dualidad de normas. Sin embargo,
normativo28. Salvo que aparezca una deja la puerta abierta para desarrollos
verdadera solidaridad internacional, concretos, como el que podría producirse
la diferenciación normativa generali- a través de un reforzamiento de la protec-
ción de los derechos humanos de carácter
zada que pretendía el derecho interna- social o, según su expresión, de un Derecho
cional del desarrollo resulta hoy aún internacional del desarrollo social.
30
A. REMIRO BROTÓNS, Derecho inter-
nacional público. Principios fundamenta-
Entre las publicaciones sobre el Derecho
28
les, Madrid, Tecnos, 1982, p.
internacional del desarrollo, la que mejor 31
Véase D. BILCHITZ, Poverty and Funda-
expresa el ideal de la persecución de una mental Rights, Oxford University Press,
justicia distributiva y material es el libro Oxford, 2007. Véase también el excelente
de M. BEDJAOUI, Hacia un Nuevo Orden trabajo de M. IGLESIAS VILA, «Justicia
Económico Internacional, UNESCO Edi- global y derechos humanos: hacia una
torial Sígueme, Salamanca, 1979. ética de las prioridades», Anuario de la

179
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

La igualdad soberana de los Estados, actualidad a desafíos derivados de la


en consecuencia, sigue teniendo un sen- protección de los derechos humanos
tido formal más que sustantivo. Dicha cuando su violación grave o sistemá-
igualdad soberana, como dije en la in- tica no puede o no quiere ser evitada
troducción, está en la base de derechos o cesada por el Estado donde ocurren
tradicionales de los Estados en la so- estas atrocidades. Tragedias como las
ciedad internacional, como la no inter- del genocidio en Rwanda han llevado
vención en los asuntos internos de otros a acentuar la idea de soberanía como
Estados o la inmunidad de jurisdicción responsabilidad y a tratar de afianzar
de los Estados en los tribunales de otros un principio de responsabilidad de
Estados. Sin embargo, tomando como proteger33. El principio aparece con
ejemplos estos dos derechos estatales, se esas características por vez primera
puede afirmar que aunque el núcleo de en el informe de la Comisión Interna-
estos derechos siga vigente, ambos se en- cional sobre Intervención y Soberanía
cuentran sometidos a una gran presión de los Estados34 y luego es adoptado
que proviene de la aceptación de obliga-
ciones internacionales de respeto y pro- Justicia en el caso del Estrecho de Corfú,
tección de derechos humanos, que inclu- I.C.J. Reports 1949, p. 35:
yen derechos imperativos o ius cogens. «the alleged right of intervention
as the manifestation of a policy of
En efecto, en cuanto al principio force, such as has, in the past, given
de no intervención, por más que su rise to most serious abuses and
contenido esencial siga siendo reco- such as cannot, whatever be the
nocido y garantizado por el derecho present defects in international
organization, find a place in inter-
internacional32, está sometido en la national law. Intervention is per-
haps still less admissible in the
Facultad de Derecho de la UAM, vol. 9, particular form it would take here;
2005, pp. 41 ss. for, from the nature of things, it
32
Caso de las actividades militares y para- would be reserved for the most
militares en y contra Nicaragua (Nicara- powerful States, and might easily
gua v Estados Unidos de América), ICJ lead to perverting the administra-
Reports 1986, p. 106, párrafo 202 (dispo- tion of international justice itself.»
nible en http://www.icj-cij.org/docket/fi- 33
Véase, por ejemplo, mi artículo «La res-
les/70/6503.pdf): ponsabilidad de proteger y el uso de la
«The principle of non-intervention fuerza en el debate sobre la reforma de la
involves the right of every sove- ONU», Papeles de cuestiones internacio-
reign State to conduct its affairs nales, núm. 91, 2005, pp. 33 ss.
without outside interference; 34
Report of the International Commission
though examples of trespass on Intervention and State Sovereignty, The
against this principle are not infre- Responsibility to Protect, 2001, disponible
quent, the Court considers that it en http://www.iciss.ca/pdf/Commission-
is part and parcel of customary Report.pdf. Una síntesis en G. EVANS y
international law». M. SAHNOUN, «The Responsibility to
Un concepto que ha había sido afirma- Protect», Foreign Affairs, vol. 81, núm. 6,
do en 1949 por la Corte Internacional de 2002, pp. 99 ss.

180
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

como una norma emergente de dere- informes hacen hincapié en la idea de


cho internacional por el Grupo de alto soberanía como responsabilidad y ha-
nivel sobre las amenazas, los desafíos y cen recaer la principal carga en los Es-
el cambio en su propio informe prepa- tados, que tienen la obligación de pro-
rado para el Secretario General de Na- teger a su población. El problema está
ciones Unidas35. El antiguo Secretario en los casos en que «las autoridades
General Kofi Annan hizo suya la idea nacionales no estén dispuestas a prote-
en su importante informe «Un concep- ger a sus ciudadanos o no puedan ha-
to más amplio de libertad: desarrollo, cerlo»; en esos casos se trasladaría «a
seguridad y derechos humanos para la comunidad internacional la respon-
todos»36, donde afirmó que «no puede sabilidad de utilizar medios diplomáti-
aceptarse que, cuando la comunidad cos, humanitarios y de otro tipo para
internacional se encuentre frente al ge- contribuir a proteger los derechos hu-
nocidio o los abusos en masa contra manos y el bienestar de la población
los derechos humanos, las Naciones civil»39. Por supuesto, el alcance y los
Unidas se mantengan al margen y de- límites de la responsabilidad de prote-
jen que los acontecimientos sigan su ger son controvertidos, pero en cual-
curso hasta el final, con consecuencias quier caso es un concepto que ofrece
desastrosas para muchos millares de una imagen clara de la transformación
personas inocentes»37. Por ese motivo, del Derecho internacional y los retos a
en su informe recomienda que «debe- la igualdad soberana y sus consecuen-
mos asumir la responsabilidad de pro- cias normativas.
teger y, cuando sea necesario, debemos Otro caso reñido radica en el cho-
actuar en consecuencia»38. Todos estos que entre las inmunidades jurisdiccio-
nales de los Estados y los derechos de
35
«Un mundo más seguro: la responsabili- las víctimas de violaciones graves de
dad que compartimos», Documento de las derechos humanos40. Un embate que
Naciones Unidas A/59/565, de 2 de di-
ciembre de 2004, párrafos 199-203, dis- se produce por la contraposición entre
ponible en http://www.un.org/spanish/
secureworld/index.html. En este informe 39
Un concepto más amplio de libertad, ibid.,
se habla de la responsabilidad de proteger párrafo 135. La responsabilidad de prote-
como una norme emergente, como «la ger a las poblaciones del genocidio, los
norma que se está imponiendo en el sen- crímenes de guerra, la depuración étnica
tido de que existe una responsabilidad y los crímenes de lesa humanidad fue in-
internacional colectiva de proteger» (pá- corporada al Documento Final de la
rrafo 203). Cumbre Mundial 2005 (resolución de la
36
Documento de las Naciones Unidas Asamblea General A/Res/60/1, de 24 de
A/59/2005, disponible en http://www. octubre de 2005, párrafos 138-139) y
un.org/spanish/largerfreedom. luego fue reafirmada por el propio Con-
37
Un concepto más amplio de libertad, ibid., sejo de Seguridad en su resolución S/
párrafo 134. RES/1674 (2006), sobre protección de
38
Un concepto más amplio de libertad, ibid., civiles en los conflictos armados.
párrafo 135. 40
Me he ocupado extensamente de este tema

181
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

«dos conjuntos de normas que tienen cia del Tribunal Europeo de Derechos
objetivos muy diferentes»41. En efecto, Humanos, aunque por una exigua mi-
las inmunidades jurisdiccionales de los noría42. No es este el lugar para entrar
Estados, que son fundamentalmente en un análisis de las excepciones a las
un límite al ejercicio de la jurisdicción inmunidades jurisdiccionales de los
territorial de los Estados establecido Estados en los tribunales de otros Es-
por el derecho internacional, tienen tados y, especialmente, de si cabría una
por objeto hacer respetar el principio excepción basada en violaciones gra-
de igualdad soberana de los Estados; ves de derechos humanos43. Mi inten-
en cambio, los derechos humanos ción, como advertí en la introducción,
protegen derechos y libertades funda- es ilustrar cómo los derechos de los
mentales de las personas frente a los Estados basados en su igualdad sobe-
Estados y garantizan una reparación rana se ven socavados por la evolución
efectiva en el caso de que se produjera del derecho internacional, que en este
una violación de esos derechos. Esta caso se refleja en la reconsideración de
pugna entre dos objetivos legítimos la inmunidad de jurisdicción, que está
del derecho internacional se ha visto sometida a un importante reto para
reflejada en los últimos años en casos mantener su vigencia como regla de
concretos donde individuos demandan Derecho internacional aplicable a los
civilmente a Estados extranjeros ante Estados demandados en tribunales de
tribunales nacionales alegando viola- otros Estados cuando los demandados
ciones graves de derechos humanos, han sido autores de violaciones graves
como la tortura o el genocidio, por las de derechos humanos, especialmente
que solicitan una reparación efectiva.
Un caso paradigmático que ilustra 42
Sentencia del Tribunal Europeo de Dere-
esta tensión es el asunto Al-Adsani, chos Humanos en el caso Al-Adsani v.
que tras ser decidido a favor de la apli- United Kingdom, de 21 de noviembre de
2001, asunto núm. 35763/97, decidido por
cación de la inmunidad jurisdiccional el voto de 9 jueces contra 8. Este caso ha
de Kuwait en los tribunales del Reino generado una discusión enorme; una rela-
Unido, fue confirmado en una senten- ción de comentarios y críticas puede
consultarse en mi trabajo «Sobre la emer-
gencia de una excepción a las inmunidades
en mi libro Inmunidad del Estado y dere- jurisdiccionales de los Estados ante las
chos humanos, Civitas, Navarra, 2007. violaciones graves de derechos humanos»,
41
Comisión de Derecho Internacional, Frag- Cursos de Derecho Internacional y Rela-
mentación del derecho internacional: di- ciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz
ficultades derivadas de la fragmentación y 2007, Bilbao, 2008, p. 208, nota 5; y un
expansión del derecho internacional, U.N. análisis más detallado en Inmunidad del
Doc. A/CN.4/L/.702, 18 de julio de 2006; Estado y derechos humanos, supra nota
y U.N. Doc. A/CN.4/L/.682, 13 de abril 40, capítulo IV.
de 2006 (completado por Martti KOS- 43
Nuevamente remito a mi libro Inmunidad
KENNIEMI), párrafo 24, disponible en del Estado y derechos humanos, supra
http://untreaty.un.org/ilc/texts/1_9.htm. nota 40.

182
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

cuando las violaciones se refieran a sos, las excepciones a la igualdad pro-


normas de derechos humanos con ca- vienen del propio consentimiento de
rácter de ius cogens, en particular la los Estados, como cuando los Estados
prohibición de la tortura44. prestan su consentimiento en obligar-
A estas alturas ya es manifiesto que se por tratados que contienen normas
la igualdad no equivale a identidad45. que otorgan derechos y prevén debe-
Con los ejemplos anteriores he inten- res distintos para diversos tipos de
tado mostrar, además, que las trans- Estados47 o cuando los Estados se ad-
formaciones del derecho internacional hieren a una organización internacio-
hacen que ni siquiera los derechos in- nal48 que opta por soluciones basadas
herentes a la soberanía formal del Es- en la igualdad material de los Estados
tado salgan intactas de los desafíos y frente a la igualdad formal. Esto ocu-
retos que dichos cambios suponen. Es rre con el sistema de votación de las
cierto que, en algunos casos, los pre- instituciones financieras y monetarias
tendidos cambios no son tales o no se internacionales, el Banco Mundial49
justifican en relación con la sociedad y del FMI50, así como con la famosa
internacional plural en la que el de-
recho internacional debe operar. Un y principio democrático», en F. MARIÑO
ejemplo claro de este tipo viene de la MENÉNDEZ (ed.), El Derecho interna-
cional en los albores del siglo XXI: Ho-
mano de las propuestas que sostienen menaje al Profesor Juan Manuel Castro-
la virtualidad de un principio demo- Rial Canosa, Trotta, Madrid, 2002, pp.
crático para el derecho internacional, 545 ss.
que socavaría claramente la igualdad
47
Véase infra apartados III.B y III.C, donde
me ocupo de los tratados desiguales y de
jurídica de los Estados46. En otros ca- las responsabilidad diferenciada, respecti-
vamente.
44
Sobre la tortura, en especial, A. CLAPHAM, 48
Cf. A.D. EFRAIM, Sovereign (In)Equality
«The jus cogens Prohibition of Torture and in International Organizations, Nijhoff,
the Importance of Sovereign State Immu- La Haya, 2000 (que aboga por no aplicar
nity», en M.G. KOHEN (ed.), Promoting el principio ortodoxo de igualdad sobera-
Justice, Human Rights and Conflict Reso- na en Derecho internacional institucional).
lution through International Law: liber 49
Se afirma que su sistema de gobierno está
amicorum Lucius Caflisch, La Haya, Ni- anclado en el pasado, porque han cambia-
jhoff, 2007; K. PARLETT, «Immunity in do los papeles de los Estados deudores y
Civil Proceedings for Torture: The Emer- capitalistas, y se han incorporado fuentes
ging Exception», European Human Rights privadas y Estados emergentes como ac-
Law Review, 2006, pp. 49 ss. tores relevantes del sistema. Las ONG y
45
A. REMIRO BROTÓNS, R. RIQUELME los Estados en desarrollo proponen un
CORTADO, J. DÍEZ-HOCHLEITNER, cambio hacia un sistema de paridad entre
L. PÉREZ PÉREZ-PRAT DURBÁN Y E. países avanzados y en desarrollo, pero en
ORIHUELA CALATAYUD, Derecho in- realidad no se atisba un cambio en este
ternacional, Tirant lo Blanc, Valencia, sentido.
2007, p. 146. 50
Otro sistema controvertido en el que los
46
A. REMIRO BROTÓNS, «Soberanía del países del G-8 tienen la mayoría de las
Estado, libre determinación de los pueblos acciones con derecho a voto, y por tanto,

183
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

desigualdad intrínseca del derecho de y numerosos como fútiles52. Estos em-


veto de los cinco miembros permanen- peños se concentran especialmente en
tes del Consejo de Seguridad de las la composición53 y las formas de tomar
Naciones Unidas. Conviene precisar decisiones54 en el Consejo de Seguri-
algo más estas ideas respecto del Con-
sejo de Seguridad, por su importancia
y su notoriedad.
52
Para un estudio de dichas propuestas: R.
RIQUELME CORTADO, La reforma del
Efectivamente, el derecho de veto Consejo de Seguridad de la ONU, Dykin-
en el Consejo de Seguridad es percibi- son, Madrid, 2000; y los trabajos de B.
do como la desigualdad más palpable FASSBENDER, UN Security Council
del sistema jurídico internacional. Sin Reform and the Right of Veto: A Consti-
tucional Perspective, Kluwer, The Hague,
embargo, desde el punto de vista del 1998, y «Pressure for Security Council
derecho internacional no representa Reform», en D.M. MALONE (ed.), The
tanto un problema que afecte al prin- UN Security Council, Lynne Reinner,
cipio de igualdad soberana de los Es- Boulder and London, 2004, pp. 341 ss.
53
En relación con la composición del Conse-
tados, sino más bien un problema de jo se propugna una revalorización de la
legitimidad, eficacia y transparencia en letra del artículo 23 de la Carta, que se
el sistema de seguridad colectiva. Esto refiere al criterio distribución geográfica
es así porque los privilegios que supo- equitativa, pero también se menciona el
criterio de la contribución al mantenimien-
nen el derecho de veto en el Consejo to de la paz y la seguridad internacionales
de Seguridad de los cinco miembros por parte de los Estados para la elección de
permanentes51 se basan en el consenti- los miembros no permanentes. Esa contri-
miento de los Estados en un tratado bución se debería evaluar teniendo en
cuenta aspectos financieros, militares y
internacional constitutivo de una or- diplomáticos, como «las cuotas para el
ganización internacional como es la presupuesto prorrateado de las Naciones
Carta de las Naciones Unidas, por lo Unidas, la participación en operaciones de
tanto se trata de una limitación con- la paz, las aportaciones a actividades vo-
luntarias de las Naciones Unidas en apoyo
sentida y voluntaria de la igualdad so- de los objetivos y mandatos de las Naciones
berana de los Estados. Unidas» e incluso el porcentaje de ayuda
Los esfuerzos por mejorar la efi- oficial al desarrollo. Un mundo más seguro,
cacia y representatividad del Consejo supra nota 35, párrafo 249. Aunque resul-
taría bastante difícil que una revisión de ese
de Seguridad han sido tan constantes tipo pudiera aceptarse, ya que estos crite-
rios de selección podrían afectar negativa-
mente a los actuales –y posibles futuros–
miembros permanentes del Consejo de
están en posibilidades de determinar las Seguridad. Por ejemplo: ¿cómo se estimaría
políticas del FMI. Además, cualquier po- el hecho de que los miembros del Consejo
lítica del FMI necesita un 85% de los de Seguridad controlen el mercado mundial
votos para ser aprobada, lo que le confie- de armamentos?
re a Estados Unidos un veto efectivo. 54
Véase S. D. BAILEY y S. DAWS, The Pro-
51
China, Estados Unidos de América, Fran- cedure of the Security Council, Clarendon,
cia, Reino Unido y Rusia. Oxford, 3rd ed. 1998.

184
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

dad. Esas fórmulas parten de la nece- del Consejo, cuyo uso o amenaza de
sidad de una mayor representatividad uso sigue siendo relevante para el sis-
en el Consejo de Seguridad, especial- tema de seguridad colectiva56, las pro-
mente de países menos desarrollados, puestas son muy tímidas. Aunque el
pero tratan a la vez de no afectar a su veto es calificado de anacrónico y an-
eficacia y hacer de él un órgano más tidemocrático, los expertos recomien-
democrático, que rinda cuentas de su dan no tocar el poder de veto de los
actuación. Por ejemplo, en el informe que ya lo tienen ni ampliar el veto en
Un mundo más seguro hay fórmulas cualquiera de las opciones de reforma
que proponen una ampliación distri- del Consejo de Seguridad57. Esta es, sin
buida equitativamente entre África, duda, una posición realista, basada en
Asia y el Pacífico, Europa y América, argumentos razonables tanto desde la
aumentando en nueve los puestos del perspectiva del Consejo de Seguridad
Consejo y convirtiéndolo, por tanto, como de los Estados que lo componen.
en un órgano de veinticuatro miem- Desde el punto de vista del Consejo, se
bros. El problema es cuántos de esos ha hablado del veto como de una «vál-
miembros nuevos serían permanentes. vula de escape», que permite que no se
Ahí las propuestas difieren: un mode- tomen decisiones que posteriormente
lo propone crear seis nuevos puestos no podrán cumplirse por falta del apo-
permanentes55 y tres no permanentes yo o los medios necesarios para dicho
de dos años de duración, mientras que fin. Si se mira desde el punto de vista
el otro modelo no propone la creación de los Estados, no cabe esperar que los
de ningún otro puesto permanente, miembros permanentes acepten una
sino de ocho nuevos miembros de una reforma en la que vean menoscabado
categoría nueva, con un mandato de o pierdan el poder de veto58. De hecho,
cuatro años renovables, y un nuevo el veto fue una forma de involucrar
miembro no permanente con un man- a los poderosos en una organización
dato como el actual de dos años no que quizás de otra forma no hubieran
renovables.
En relación con el derecho de veto
de los cinco miembros permanentes
56
Al respecto, puede consultarse, por ejem-
plo, P. WALLENSTEIN y P. JOHANS-
SON, «Security Council Decisions in
Previsiblemente, aunque con muchos
55
Perspective», en D.M. MALONE (ed.),
obstáculos, se habla de Japón, Alemania, supra nota 52, pp. 17 ss.
Brasil, India, Sudáfrica y Nigeria. Para un 57
Un mundo más seguro, supra nota 38,
breve ensayo sobre los miembros perma- párrafo 256.
nentes y los miembros electos en el actual 58
Hay que tener en cuenta que cualquier
Consejo de Seguridad, se puede consultar reforma de la Carta de las Naciones Uni-
el artículo de K. MAHBUBANI, «The das necesita el voto afirmativo de los
Permanent and Elected Members», que miembros permanentes del Consejo de
aparece en el libro de David MALONE, Seguridad.Artículo 108 de la Carta de las
supra nota 52, pp. 253 ss. Naciones Unidas.

185
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

aprobado59. En cambio, se proponen de restringir el veto mediante cambios


fórmulas que mejoren la transparencia procedimentales que no supongan una
y eficacia de la toma de decisiones sin reforma de la Carta de Naciones Uni-
tratar de reformar la Carta para modi- das.
ficar el derecho de veto. Por ejemplo, se
ha sugerido que se instituya un sistema
de «voto indicativo» respecto de una B. La igualdad soberana de los
propuesta de decisión60, algo que per- Estados en la creación del
mitiría evitar posteriores vetos, en la Derecho internacional
medida en que constituiría una especie
de votación oficiosa que luego debería La reflexión que debe primar en
ser adoptada oficialmente para que materia de fuentes de producción del
constituyese una verdadera decisión. derecho internacional en relación con
También se ha sugerido hacer recaer el principio de igualdad soberana con-
la carga de la prueba para justificar un cierne al valor del consentimiento de
veto en los miembros permanentes que los Estados en la creación de obligacio-
decidan utilizarlo, o exigir dos vetos nes internacionales. El consentimiento
concurrentes para bloquear una de- de los Estados ha sido siempre con-
cisión, o reducir las circunstancias en siderado como la piedra angular del
que los vetos pudieran tener valor, o derecho internacional. Se trata de una
en general tratar de reducir el «déficit expresión de la igualdad formal, no
deliberativo»61del Consejo. Son todas material, de los Estados que en el dere-
propuestas pragmáticas, que tratan cho de los tratados se traduce esencial-
mente en la capacidad de consentir en
59
Por ejemplo, Cordell HULL, antiguo Se- obligarse por un tratado y en la regla
cretario de Estado de EE.UU., declaró que que establece que «un tratado no crea
«su Gobierno no permanecería un día en obligaciones ni derechos para un ter-
las Naciones Unidas sin el poder de veto»
(citado por MAHBUBANI, supra nota 55, cer Estado sin su consentimiento»62.
p. 255). Son elementos derivados de los
60
Un mundo más seguro, supra nota 35, contenidos de la igualdad soberana
párrafo 257. de los Estados en un sentido formal.
61
I. JOHNSTONE, «Legislation and Adju-
dication in the UN Security Council: En realidad, una concepción distin-
Bringing Down the Deliberative Deficit», ta del derecho internacional podría
American Journal of International Law, haber permitido la incorporación de
vol. 102, 2008, pp. 275 ss. Este autor
propone medidas que lleven a generar
consultas inclusivas en el Consejo, justifi- 62
Artículo 34 de la Convención de Viena de
cación pública y revisión independiente de Derecho de los Tratados de 1969. Sobre
las decisión del Consejo (p. 303 ss.), con el Derecho de los tratados véase, por to-
el objeto de cultivar una práctica que su- dos, el completo estudio de A. REMIRO
ponga la utilización de un discurso razo- BROTÓNS, Derecho de los tratados,
nado e imparcial. Tecnos, Madrid, 1987.

186
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

elementos de igualdad material en los de un tratado. Pero la desigualdad en


tratados, pero no ha ocurrido así. Un sí misma se trata como un problema
ejemplo muy gráfico es el de los trata- de legitimidad más que de legalidad67.
dos desiguales. A pesar de la insisten- Sin embargo, el requisito del con-
cia de China para conseguir la nulidad sentimiento se modula y hasta queda
o terminación de los tratados que se en un plano subordinado como con-
produjeron como consecuencia de las secuencia de la aparición en derecho
Guerras del Opio63 de 1839­-1842 y internacional de obligaciones que no
1856-1860, no se ha aceptado en de- pueden desconocerse por la mera falta
recho internacional el concepto de tra- de consentimiento de uno o más miem-
tados desiguales64 como causa de nuli- bros de la comunidad internacional,
dad o terminación. Habrá que recurrir como las obligaciones de ius cogens68.
a las causales de coacción en el repre- Este tipo de obligaciones no pueden
sentante del Estado65 para la nulidad o dejarse de lado como consecuencia del
al cambio fundamental en las circuns- consentimiento. Así, el artículo 53 de
tancias66 como causa de terminación la Convención de Viena sobre el dere-
cho de los Tratados establece que:
63
Mediante estas guerras los británicos «Es nulo todo tratado que, en el
forzaron la apertura de China al comercio momento de su celebración, esté en
británico con el objetivo específico de oposición con una norma imperativa
exportar opio. Esta droga era fundamental de derecho internacional general. Para
para el comercio británico colonial; se los efectos de la presente Convención,
exportaba desde la India en importantes una norma imperativa de derecho
cantidades (una tonelada por día hasta internacional general es una norma
1839), y permitía pagar las importaciones
aceptada y reconocida por la comu-
de té y seda. La Guerras produjeron los
nidad internacional de Estados en su
tratados de Nankin de 1842, Tianjin 1858
y Pekín 1860. Estos tratados preveían la conjunto como norma que no admite
apertura de ciertos puertos, conocidos
como «treaty ports», para la importación 67
Hoy, por ejemplo, algunos autores plan-
de opio. El profesor LOWE ha dicho con tean la cuestión relativa a la legitimidad
certeza que ha pasado generalmente des- del desequilibrio entre obligaciones y de-
apercibida la ironía de dar en 2002 al rechos de países desarrollados y en desa-
Reino Unido la responsabilidad de liderar rrollo dentro del Acuerdo sobre los aspec-
la campaña contra las drogas para la tos de los Derechos de Propiedad Intelec-
erradicación del opio en Afganistán. V. tual relacionados con el Comercio (AD-
LOWE, International Law, Oxford Uni- PIC) dentro del sistema de la OMC. Para
versity Press, Oxford, 2007, p. 189. una lectura de los artículos del ADPIC en
64
Sobre los tratados desiguales véase la en- clave de desarrollo, véase Resource Book
trada de W. MORVAY en la Encyclopedia on TRIPS and Development, Cambridge,
of Public International Law, supra nota 15. Cambridge University Press, 2005.
65
Artículo 51 de la Convención de Viena de 68
Véase, por ejemplo, A. ORAKHELASH-
Derecho de los Tratados de 1969. VILI, Peremptory Norms in International
66
Artículo 62 de la Convención de Viena de Law, Oxford University Press, Oxford,
Derecho de los Tratados de 1969. 2006.

187
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

acuerdo en contrario y que sólo puede primeras se encuentran las resolucio-


ser modificada por una norma ulterior nes por las que se crean los tribuna-
de derecho internacional general que
les penales internacionales de carácter
tenga el mismo carácter».
especial para la Antigua Yugoslavia70
o para Rwanda71; entre las segundas
Con independencia de los proble-
están, por ejemplo, las decisiones so-
mas de identificación de las normas de
bre lucha contra el terrorismo inter-
ius cogens, su aceptación como nor-
nacional adoptadas tras los atentados
mas de Derecho internacional de jerar-
contra las Torres Gemelas en Nueva
quía superior que no admiten acuerdo
York el 11 de septiembre de 200172,
en contrario es un dato concluyente de
que establecen un régimen de obliga-
la inoperatividad del poder irrestricto
ciones específicas para todos los Esta-
del consentimiento basado en el prin-
dos en esta materia, incluyendo algu-
cipio de igualdad soberana respecto de
nas obligaciones que nunca pudieron
la obligatoriedad de este tipo de nor-
acordarse entre los Estados en foros
mas.
de negociación internacional como
Pero no sólo las normas de ius co-
la Asamblea General de las Naciones
gens pertenecen a esta categoría de
Unidas.
obligaciones de los Estados que de-
Estas prácticas revelan los retos a
muestran que el consentimiento no
los que se encuentra sometido el prin-
es la base exclusiva de la creación de
cipio en los órganos de las organiza-
normas obligatorias en derecho inter-
ciones internacionales. En efecto, más
nacional. Se puede hablar también de
allá de la cuestión ya señalada respec-
obligaciones surgidas sin el consenti-
to de la validez de las limitaciones de
miento del Estado o incluso en contra
derechos soberanos por parte de los
de su voluntad69. En efecto, hoy con-
Estados al crear o adherirse a una or-
tamos con normas obligatorias ema-
ganización internacional, en su sentido
nadas de organismos internacionales,
más acabado el principio de igualdad
donde el consentimiento no siempre
soberana requeriría la utilización de la
se expresa específicamente respecto de
regla «un Estado un voto». Esa regla
cada disposición obligatoria para los
está prevista, por ejemplo, en el pro-
Estados, como ocurre con las decisio-
cedimiento de adopción de decisiones
nes, las directivas y los reglamentos de
las Comunidades Europeas. Un caso 70
Resolución del Consejo de Seguridad S/
muy llamativo de estas características RES/827 (1993), de 25 de mayo de 1993.
son las resoluciones obligatorias del 71
Resolución del Consejo de Seguridad S/
Consejo de Seguridad con carácter RES/955 (1994), de 8 de noviembre de
1994.
institucional o legislativo. Entre las 72
Especialmente, la resolución S/RES/1773
(2001), adoptada sólo unos días después
de los atentados terroristas en Estados
69
C. TOMUSCHAT, supra nota 26. Unidos de América.

188
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

de la Asamblea General de las Nacio- presidenciales74. Si bien esta prácti-


nes Unidas y es muy importante en ca parece respetuosa del principio de
la medida en que mediante sus votos igualdad soberana de los Estados en
los Estados expresan su aceptación un sentido formal, cabe mostrar cierto
de prácticas que podrían conformar escepticismo sobre en qué medida los
normas de derecho internacional con- Estados débiles pueden hacer valer su
suetudinario. Pero aun en la Asamblea voz y criterios en este tipo de procedi-
General se observan desviaciones en mientos75.
la práctica respecto del principio «un Las presiones de reforma de la re-
Estado un voto» y existen presiones gla «un Estado un voto» se basan en
de reforma basadas en la falta de re- argumentos de representación demo-
presentatividad democrática que en- crática, eficacia y equidad. Este tipo de
carna el principio. Las desviaciones argumentos se aplican a la Asamblea
fueron inevitables como consecuencia General de las Naciones Unidas, pero
de la irrelevancia de las mayorías en también a otras instituciones interna-
ciertas votaciones de la Asamblea, que cionales como la Organización Mun-
adquieren especial importancia en la dial del Comercio76. Esta preocupación
adopción de decisiones en materia de está conectada a un problema de in-
igualdad distributiva73. Esta consta- clusión. En efecto, como ha puesto de
tación ha hecho necesario recurrir al manifiesto el profesor Thomas Frank,
consenso como un método alternativo el discurso del Derecho internacional
de decisión frente a la regla «un Es- tiene dos características dominantes
tado un voto». Sin embargo, aunque que desafían a la equidad: primero,
las apariencias pudieran resultar enga- el discurso tiende a dar a cada Estado
ñosas, el consenso es un método muy una voz igual; segundo, la tendencia es
bien avenido con la igualdad soberana que esa voz se otorgue sólo a los re-
en un sentido formal y, particularmen- presentantes de los gobiernos77. Esta
te, con el consentimiento, en la medida
que el consenso establece un método 74
S. C. HULTON, «Council Working Me-
de toma de decisiones basado en una thods and Procedure», en D.M. MALONE
regla «súper-mayoritaria», que exige (ed.), supra nota 52, pp. 237 ss., esp. 237-
339. Las declaraciones presidenciales se
la ausencia de votos negativos. Es pre- hacen en público por parte del Presidente
cisamente por esa razón por la que el de turno del Consejo y necesitan el con-
consenso también se ha introducido senso de los miembros del Consejo respec-
como una práctica en el Consejo de to de todas y cada una de sus palabras.
75
Véase Human Development Report 2002,
Seguridad mediante las declaraciones Oxford University Press, Nueva York y
Oxford, 2002, pp. 127 ss.
76
J. JACKSON, Soberanía, OMC y los fun-
damentos cambiantes del Derecho inter-
Véase supra nota 29 sobre el Derecho in-
73
nacional, Marcial Pons, Madrid, 2009.
ternacional del desarrollo. 77
T.M. FRANCK, Fairness in International

189
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

última aseveración, muy apropiada y zación ha traído consigo el crecimien-


generalmente veraz, revela un proble- to en número y relevancia de actores
ma de inclusión como un proceso que no estatales79 que participan en proce-
afecta a la subjetividad soberana en el sos que desbordan al Estado, escapan
derecho internacional78, que está liga- a sus modos de legitimación y se posan
do a la legitimidad de algunas normas al margen de los medios de aplicación
internacionales. En efecto, la globali- del derecho articulados por el derecho
internacional interestatal, poniendo en
Law and Institutions, Oxford University evidencia su insuficiencia. Esos acto-
Press, Oxford, 1995, pp. 478-481. Como res no estatales tienen difícil cabida en
una forma de equilibrar la balanza de los procesos de creación de tratados y
participación con el fin de producir un
resultado más justo, Franck sugiere que se costumbres internacionales, por lo que
cree un foro de representación directa de dichos procesos padecen un déficit de
los pueblos, por ejemplo, mediante la participación que se manifiesta en el
creación de dos cámaras en la Asamblea hecho de que vivimos en un mundo de
General de las Naciones Unidas, una de
los pueblos y otra de los gobiernos. La múltiples actores donde la producción
cámara de los pueblos se elegiría directa- normativa de Derecho internacional
mente sobre la base de un sistema propor- ocurre fundamentalmente en un nivel
cional en relación con la población de cada intergubernamental. Esta situación,
Estado. Las decisiones importantes se to-
marían por simple mayoría de ambas cá- sin embargo, está cambiando en algu-
maras. Es interesante destacar que, dado nos ámbitos jurídicos de la mano de
que la Asamblea General no tiene poder procesos de creación normativa que se
de adoptar decisiones obligtorias, en rea- generan, tienen éxito o son derrotados
lidad se trataría de un cambio que afecta-
ría a la forma y la estructura del Derecho como consecuencia de la acción coor-
internacional de una manera delicada, a dinada de la sociedad civil a través de
través de un cambio en el discurso inter- organizaciones no gubernamentales80.
nacional debido a una mayor inclusión de
participantes. El problema de este tipo de
propuestas de democracia mundial o cos- C. La igualdad soberana de los
mopolita radica especialmente en la forma Estados en la aplicación del
de hacerlas operativas. Cf., por ejemplo, derecho internacional
L. RODRÍGUEZ ABASCAL, «El debate
sobre los derechos de grupo», en E. DÍAZ
y J.L. COLOMER (eds.), Estado, justicia, Tal y como avancé en la introduc-
derechos, Alianza, Madrid, 2002, pp. 409 ción, al igual que con los sujetos y la
ss., donde el autor considera objeciones creación del derecho internacional, la
conceptuales, normativas y pragmáticas
al reconocimiento y puestas en práctica de
los derechos de grupo. 79
L. PÉREZ-PRAT DURBÁN, Sociedad civil
78
J. NIJMAN, «Sovereignty and Personality: y Derecho internacional, Tirant lo Blanc,
A Process of Inclusion», en G. KREIJEN Valencia, 2004.
(ed.), State, Sovereignty and International 80
Ibid., especialmente, capítulo 6, sobre la
Governance, Oxford University Press, acción normativa innovadora de los acto-
Oxford, 2004, pp. 109 ss. res no estatales, pp. 265 ss.

190
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

referencia a la aplicación del derecho menes de responsabilidad diferenciada


internacional es simplemente ilus- no siempre se vuelcan a favor de los
trativa para mostrar el tipo de retos menos desarrollados, como ocurre con
a los que se enfrenta el principio de ciertas organizaciones internacionales
igualdad soberana de los Estados en de seguridad colectiva83 o con los re-
contextos interdependientes y globali- gímenes convencionales de control de
zados. Tres tipos de casos normativos armamentos y desarme84, que les otor-
bastarán para mostrar estos retos. gan un mayor poder y una responsa-
El primero se refiere a regímenes bilidad más grave a los Estados más
de responsabilidad común pero dife- poderosos e industrializados.
renciada. En efecto, en ocasiones los Los regímenes que favorecen a los
Estados soberanos se obligan por tra- menos desarrollados utilizan meca-
tados que prevén regímenes de respon- nismos de diversa índole, que pueden
sabilidad diferenciada, con derechos y comprender transferencia tecnológica,
deberes desiguales para las partes. Es exenciones, ayudas financieras o pe-
lógico que así sea en tanto resulta ra- riodos de transición con mayores pla-
cional que la desigualdad real se vea zos para la efectiva implementación de
reflejada en el reparto de responsabili- las obligaciones previstas en los trata-
dades con el fin de asegurar la eficacia dos. Esos instrumentos de tratamiento
en el logro de objetivos concretos a diferenciado tienen por finalidad ayu-
través de la cooperación y de acuerdo dar a los Estados más desfavorecidos
con las capacidades de cada Estado en a cumplir con las obligaciones estable-
ámbitos como el derecho económico cidas, pero también se basan en el re-
internacional81 o el derecho interna- conocimiento de que algunos Estados
cional del medio ambiente82. Los regí- son más responsables que otros en la
creación de ciertos problemas comu-
nes, como la contaminación ambien-
81
En la OMC, por ejemplo, existen diversos
mecanismos de equidad, como la Parte IV tal, y que por ese motivo deben asumir
del GATT, los Sistemas de Preferencias
Generalizadas o la cláusula de habilitación
adoptada el 28 de noviembre de 1979 jurídicas para la aplicación de los tratados
(Enabling Clause). Véase M. MATSUSHI- internacionales de medio ambiente», en
TA, T. SCHOENBAUM y P. MAVROIDIS, Cursos de Derecho Internacional y Rela-
The World Trade Organization, Oxford ciones Internacionales de Vitoria-Gasteiz
University Press, Oxford, 2nd ed. 2006, pp. 2001, pp. 155 ss.
763 ss.; C.MICHALOPOULOS, Develo- 83
Como ocurre con el Consejo de Seguridad
ping Countries in the WTO, Palgrave, de las Naciones Unidas. Véase supra apar-
Londres, 2001. tado III.A.
82
L. RAJAMANI, Differential Treatment in 84
Por ejemplo, el Tratado sobre la No pro-
International Environmental Law, Oxford liferación de armas nucleares de 1968, que
University Press, Oxford, 2006. establece dos categorías de Estados Partes,
Véase también el curso de Á.J. RODRI- los Estados que poseen armas nucleares y
GO HERNÁNDEZ, «Nuevas técnicas los demás.

191
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

más cargas. Además, el tratamiento medidas compensatorias y represalias


diferenciado es también un sistema comerciales ante los incumplimientos
de incentivos para el cumplimiento de de los Estados perdedores86.
obligaciones internacionales cuya ob- El tercer caso enfrenta al principio
servancia es necesaria para preservar de igualdad soberana de los Estados al
bienes públicos globales e intereses co- proceso de individualización del dere-
munes de los Estados. cho internacional, como sucede con el
El segundo caso se refiere a una si- derecho internacional de las inversio-
tuación producida por la arquitectura nes87. En este ámbito del derecho inter-
operativa del derecho internacional. nacional se ha producido una sustitu-
Ciertamente, como consecuencia de la ción de los Estados, como protectores
descentralización y el desdoblamiento de los intereses nacionales en el ex-
funcional del derecho internacional,
en el ámbito de la aplicación del de-
recho es dónde las diferencias de po-
86
En el artículo 22.3.b) y c), el Entendimien-
to sobre Solución de Diferencias de la OMC
der sustantivo tiene más notoriedad y ha previsto las compensaciones y la sus-
pueden crear diferencias importantes pensión de concesiones u otras obligacio-
tanto en el modo de cumplir con las nes de forma cruzada, es decir, dirigidas a
obligaciones internacionales, como en sectores o incluso Acuerdos diferentes a
los que originan la reclamación como una
la capacidad de violar ciertas normas vía para conseguir mayor eficacia en las
que sólo los poderosos están en condi- contramedidas tendentes a cesar la situa-
ciones de no respetar, como la prohi- ción de inconsistencia con las normas de
bición de las intervenciones armadas, los Acuerdos OMC (por ejemplo, un Estado
sufre una infracción, anulación o menos-
o de utilizar los mecanismos del dere- cabo de sus derechos en materia agrícola
cho internacional con toda su eficacia, y, tras comprobar que en ese sector no
como ocurre con las contramedidas tendrá efecto su medida de compensación,
de carácter económico o comercial85. decide dirigirla a los derechos de propie-
dad intelectual protegidos en el ADPIC). Sin
Esta última situación es particular- embargo, las diferencias de poder son
mente sugerente y por ello la solución determinantes aún en el caso de las repre-
de diferencias en el sistema de la OMC salias cruzadas y podría decirse que sólo
adquiere su mayor virtualidad en las los Estados poderosos estarían en condi-
ciones de utilizarlas de una manera efec-
etapas posteriores a la adopción del tiva; es más, podría incluso decirse que es
informe de los Grupos Especiales o del una herramienta adicional de los Estados
Órgano de Apelaciones cuando los Es- poderosos.
tados involucrados en la diferencia tie-
87
Sobre esta dinámica área del Derecho in-
ternacional, véase, por ejemplo, R. DOL-
nen una capacidad similar de adoptar ZER y C. SCHREUER, Principles of In-
ternational Investment Law, Oxford
85
Véase mi «Introducción al sistema de so- University Press, Oxford, 2008; M. SOR-
lución de diferencias de la OMC», Revista NARAJAH, The International Law on
Jurídica de la UAM, núm. 5, 2001, pp. 253 Foreign Investment, Cambridge Universi-
ss., p. 266. ty Press, Cambridge, 2da ed 2004.

192
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

tranjero88, por los individuos y empre- los procesos arbitrales de inversión y


sas, que se encuentran habilitados para de la jurisprudencia92 de los tribunales
defender sus propios intereses frente a arbitrales de inversión. Efectivamente,
los Estados de forma directa y ante los tratados bilaterales de inversión
órganos de carácter privado que han delegan funciones judiciales esencia-
reemplazado a los poderes públicos en les de derecho público en árbitros pri-
la solución de las controversias inter- vados, que están llamados a decidir
nacionales en materia de inversión89. importantes cuestiones que surgen de
La legitimación de los inversores para la autoridad soberana de los Estados
evitar los recursos judiciales internos y en las que está en juego el principio
acceder directamente a métodos de so- de democracia y que suelen afectar a
lución de controversias internaciona- poblaciones enteras de los Estados de-
les tiene lugar especialmente mediante mandados93. Este tipo de procedimien-
una red de más de dos mil tratados bi- to presupone que los tribunales inter-
laterales de protección de las inversio- nos no están capacitados para resolver
nes en el extranjero, que se caracteri- este tipo de controversias y que, aun
zan por prever el recurso por parte de cuando lo estuviesen, las resolverían
los particulares a arbitrajes internacio- sobre la base de normas y prácticas
nales con el fin de resolver las contro- favorables a los Estados demandados
versias entre los Estados receptores de e impactan con el elemento interno de
la inversión y los inversores extranje- la soberanía de los Estados, eludiendo
ros90. Esta práctica, que se separa de la el principio general de agotamiento de
solución tradicional de controversias los recursos internos de los Estados
entre Estados, plantea problemas gra- antes de pasar a una fase internacio-
ves de legitimidad desde las perspecti-
vas de la estructura institucional91 de versity Press, Oxford, 2007. La percepción
de secretismo de estos procesos arbitrales,
que resultan contrarios a la necesidad de
88
J. Díez-Hochleitner, «Protección diplomá- publicidad de la actividad judicial, ha
tica v. arbitraje de inversiones», en El llegado incluso a las páginas de las revistas
Derecho internacional: normas, hechos y de difusión general, como prueba el artí-
valores. Liber amicorum J.A. Pastor Ri- culo de The Economist, «Behind Closed
druejo, Universidad Complutense de Doors» sobre inversión, arbitraje y secre-
Madrid, Madrid, 2005, pp. 469 ss. to, de 23 de abril de 2009.
89
W. MATTLI, ‘Private Justice in a Global 92
S.D. FRANCK, «The Legitimacy Crisis in
Economy: From Litigation to Arbitration’, Investment Treaty Arbitration: Privatizing
International Organization, vol. 55, 2001, Public International Law through Incon-
pp. 919 ss. sistent Decisions», Fordham Law Review,
90
C. MCLACHLAN, L. SHORE, M. WEI- vol. 73, 2004-2005, pp. 1521 ss.
NIGER, International Investment Arbitra- 93
Véase, por ejemplo, la serie de casos contra
tion, Oxford University Press, Oxford, Argentina en el contexto del Centro Inter-
2007. nacional de Arreglo de Diferencias relati-
91
G. VAN HARTEN, Investment Treaty vas a Inversiones en su página http://icsid.
Arbitration and Public Law, Oxford Uni- worldbank.org/ICSID.

193
Estudios Internacionales 165 (2010) • Universidad de Chile

nal de resolución de una controversia. IV. Conclusión


Esta realidad, esta práctica es compa-
tible con el principio de igualdad so- La noción de ‘igualdad soberana’
berana de los Estados en un sentido es confusa96. Es un ideal normativo
formal, porque los Estados han pres- más que un reflejo de la práctica, que
tado su consentimiento sobre la base está cada vez más alejado de la rea-
de tratados de promoción y protec- lidad por el aumento de participan-
ción de inversiones con el objeto de tes sustancialmente diferentes entre
atraer dichas inversiones y, a cambio, sí y el incremento de la interdepen-
permitirles obtener unas seguridades dencia que complica la posibilidad
de protección jurídica internacionales de tomar decisiones importantes ex-
entre las que se encuentra el derecho cluyendo su dimensión internacio-
a llevar una controversia directamente nal97. En consecuencia, el principio
a un arbitraje internacional. La crítica, de igualdad soberana de los Estados
en consecuencia, debería encaminarse sobrevive con mucha dificultad en
a mejorar el nivel de transparencia de un mundo interdependiente y globa-
los procedimientos cuando éstos afec- lizado compuesto por Estados obje-
ten seriamente a la administración pú- tivamente desiguales. Junto a estas
blica de los Estados. Junto a la trans- dificultades prácticas, la ortodoxia
parencia, también se precisan cambios de la igualdad soberana siempre ha
que supongan asegurar una mayor co- tenido detractores. A los autores que
herencia de las decisiones y la verdade- hacen lecturas históricas del derecho
ra independencia de los tribunales, por internacional para demostrar que
ejemplo, mediante la creación de un siempre han existido y existirán je-
tribunal de apelaciones94 o incluso un rarquías jurídicas entre Estados98 se
tribunal internacional de inversiones95. unen hoy otros autores que intentan,
una vez más, reformular los princi-
pios fundamentales del derecho in-
ternacional sobre la base de caracte-
rísticas sustantivas de los Estados99.
94
Propuesto por varios autores, incluyendo
el ya citado trabajo de Susan FRANCK, 96
H. KELSEN, The Law of the United Na-
supra nota 92. En sentido similar, C.N. tions, Stevens, Londres, 1950, pp. 52-53.
BROWER et al., «The Coming Crisis in the 97
J. KOKOTT, supra nota 3, párrafo 8.
Global Adjudicative System», Arbitration 98
G. SIMPSON, Great Powers and Outlaw
International, vol. 19, 2003, pp. 415 ss. States: Unequal Sovereigns in the Interna-
95
G. VAN HARTEN, «A Case for an Inter- tional Legal Order, Cambridge University
national Investment Court», Society of Press, Cambridge, 2004.
International Economic Law (SIEL) In- 99
A-M. SLAUGHTER, «International law
augural Conference 2008, 30 de junio de in a world of liberal states», European
2008, disponible en http://ssrn.com/abs- Journal of International Law, vol. 6, 1995,
tract=1153424. pp. 503 ss.

194
Carlos D. Espósito • Soberanía e igualdad en el Derecho internacional

Ante ese tipo de embates teóricos y de la igualdad soberana de los Esta-


prácticos provenientes de las lógicas dos sigue siendo una ficción jurídica
de globalización, democratización y útil101, que conviene mantener vigente
privatización en la sociedad interna- en la medida en que la incorporación
cional, cuyos efectos sobre el derecho de la desigualdad de los Estados como
internacional he intentado mostrar factor normativo de carácter funda-
con las ilustraciones precedentes, el mental no venga apoyada por desa-
principio de igualdad soberana sigue rrollos institucionales en la sociedad
siendo relevante como un puente que internacional, que supongan garantías
conecta a los Estados desiguales100. de legalidad y justicia para los Estados
Si bien esta idea puede parecer algo más débiles.
romántica y conservadora respecto
al tratamiento de la desigualdad, ten-
go la convicción de que el principio

B. BOUTROS-GHALI, «Le príncipe


100

d’égalité des Etats et les organizations


B. KINGSBURY, «Sovereignty and Inequa-
101
internationales», Recueil des Cours de la
lity», European Journal of International
Académie de Droit International, 1961-II,
Law, vol. 9, 1998, pp. 599 ss.
p. 69.

195

Potrebbero piacerti anche