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En torno al concepto de ética gerencial pueden encontrarse cuatro (4) aspectos, a

saber:
1) La ética gerencial está constituida por el conjunto de personas que integran las
empresas, las relaciones de estas personas entre sí y con aquellas que no forman parte de
la organización. De este modo puede hablarse de organizaciones que aprenden y
organizaciones creativas, porque justamente quiénes aprenden y crean son los seres
humanos.
2) La ética ha tenido un impacto en la gerencia. Suponiendo que la ética, como afirma el
Doctor Corredor, es un “factor determinante en el ser humano que actúa en las
organizaciones” (La Ética y La Gerencia, 2004, p. 184), entonces puede hablarse de
capital humano o talento humano.
3) Existe una diferencia, que señala Drucker (1999), entre hacer las cosas correctas y
hacer las cosas correctamente. Mientras lo segundo sólo se refiere a ser eficiente y
efectivo (cumplir los objetivos con los recursos disponibles y en el tiempo planificado),
lo primero centra el verdadero sentido y naturaleza de la empresa, el impacto que tendrá
la gestión, el sentido ético.
4) La ética gerencial, empresarial, o de los negocios (entendidas como sinónimos) tiene
patrones internacionales, esto es: las cuestiones éticas generales. No obstante, de
acuerdo a cada país, y más aún, según asuntos específicos la ética gerencial adquiere
matices. Por ejemplo, no es lo mismo trabajar sobretiempo en Japón que en Venezuela.
En el primer caso es castigo, forma de protesta. En el segundo caso se trata de
necesidad. Entra aquí entonces el concepto de la cultura organizacional.

Si la cultura organizacional “es la plataforma donde se produce el ambiente, los


principios, valores, convicciones, procedimientos y forma cómo se realizan las cosas,
influenciada a su vez por factores psicológicos, sociales, por la acción de cada uno de
sus integrantes a través del tiempo y definida por hechos culturales fuera y dentro de
ella” (Diez, 2007), entonces analizar la cultura de una empresa no es tarea fácil, pero
representa una ventaja al momento de gerenciar estratégicamente. Si la organización
cree firmemente en determinados patrones como prácticas de gestión (por ejemplo la
Responsabilidad Social Empresarial), lo más probable es que estos patrones formen
parte de su sistema de gestión. Ahora bien, no debe confundirse la cultura
organizacional con el clima organizacional.

El clima organizacional “es el ambiente de trabajo percibido por los miembros de la


organización y que incluye estructura, estilo de liderazgo, comunicación, motivación y
recompensas, todo ello ejerce influencia directa en el comportamiento y desempeño de
los individuos” (Sandoval, 2004). En este sentido la ética gerencial es diferente al clima
organizacional. La ética gerencial, siguiendo a Koontz y Weihrich (2004) se relaciona
con la verdad y la justicia, con las expectativas de la sociedad, la competencia leal, la
publicidad, las relaciones públicas, la autonomía de los consumidores, el
comportamiento de las empresas tanto en el país de origen como en el extranjero y las
responsabilidades sociales. Pero afirmar que la responsabilidad social empresarial es
igual a la ética gerencial es reducir esta última a una sola dimensión. Por tanto ética
empresarial no sólo es responsabilidad social.
Entonces, ¿Cómo puede conceptualizarse la Responsabilidad Social Empresarial
(RSE)? No es un término nuevo. En Venezuela, por ejemplo, CANTV y Ron Santa
Teresa tienen tradición en esta práctica. Actualmente son muchas las empresas
identificadas con la RSE. De allí que valga la pena hacer una revisión de lo que piensan
algunos gerentes venezolanos sobre este término. Todas estas visiones comparten en
común el hecho que se trata de la responsabilidad que la organización asume frente a la
sociedad. Se convierte en un elemento de la estrategia que debe ser medible. Estas
visiones en términos de Lindbaek (2003) se enmarcan en un enfoque descriptivo
(caracteriza lo que de hecho está haciendo la empresa). Por otro lado, estudiosos en el
área de RSE se enmarcan en un enfoque normativo donde se detalla lo que se piensa que
la corporación debería estar haciendo (siguiendo, nuevamente, a Lindbaek, ob. cit). Este
es el caso de Guédez quien afirma que la RSE es una alianza social, es decir la
capacidad de la empresa de trabajar en conjunto con la comunidad a favor de un
propósito, pero que convive con la filantropía y la inversión social (La Ética y La
Gerencia, 2004). También el caso de Francés (2007) quien manifiesta que la RSE es un
concepto tradicional y debe hablarse de Compromiso Social: el ir más allá de la mera
responsabilidad, ser parte intrínseca de la estrategia.

¿Clima organizacional está relacionado con la Responsabilidad Social Empresarial?


Las acciones de RSE deben enfocarse en primera instancia hacia los públicos internos.
Una empresa es socialmente responsable cuando se integra al desarrollo social y cultural
de la comunidad, pero también cuando potencia la relación con sus propios empleados,
ya sea a través de mejoras en el ambiente laboral o permitiendo el entrenamiento y
desarrollo (crecimiento profesional y personal) de cada uno.
En palabras de Mariela Colmenares, Vicepresidente de Comunicaciones Externas y
Asuntos Sociales de Banesco (Battaglia, 2006):
“No podemos ejecutar acciones sociales con la comunidad si no garantizamos un
ambiente laboral digno, caracterizado por la libertad sindical, respeto a las diferencias,
igualdad de género, así como el desarrollo profesional de quienes laboran en la empresa.
Ofrecer un clima organizacional favorable, genera mayor productividad del personal,
cosecha la fidelidad hacia la empresa y propicia la formación de círculos virtuosos que
motivan a los empleados a superar las metas de trabajo”.

¿Cómo fomentar la práctica de RSE en la formación de Gerentes en los recintos


universitarios?
Hay universidades donde la ética es cuestión de principios, haya presiones externas o
no. Para otras es sólo moda. A los gerentes estratégicos en formación debe hacérseles
conscientes de las dificultades del entorno y de la RSE que deben asumir frente a ellas.
Para Molina (s.f.), docente- investigador de la Universidad Pontificia Bolivariana en
Medellín (Colombia) es necesario mostrar de viva voz a quiénes ejercen RSE, invitar a
los jóvenes a que se involucren en estas acciones a través de prácticas profesionales, las
facultades de administración y negocios deben estudiar los modelos de RSE exitosos.
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Referencias
• Battaglia, P. La Rentabilidad es RSE (2006, 12 de mayo). El Universal
• Diez, E. (2007). La Cultura y la responsabilidad social: binomio estratégico en las
organizaciones. Visión Gerencial,2, 231-244
• Drucker, P. (1999). Los desafíos de la Gerencia para el siglo XXI. Bogotá: Norma
• Francés, A. (2007). De la responsabilidad social al compromiso social. Debates Iesa,
¿Está surgiendo en Venezuela la empresa del futuro?, 4.
• Koontz, H. y Weihrich, H. (2004). Administración: Una Perspectiva Global. México:
McGraw-Hill.
• La Ética y La Gerencia (2004). Entrevista realizada por la Profesora María Dolores
Padrón. UNESR Gerencia 2000, 5, 184-194.
• Lindbaek, J. (2003, junio). La Ética y la Responsabilidad Social Empresarial. Ponencia
presentada al Seminario Internacional “Capital Social, Ética y Desarrollo: Los desafíos
de la Gobernabilidad Democrática, Caracas. Extraído el 2 de febrero de:
www.iigov.org/eg/attachment.drt?art=197619
• Molina, N. (s.f). ¿Cómo deberían las escuelas de negocios fomentar en sus alumnos la
práctica de la responsabilidad social empresarial. Latin American Council of
Management Schools. Extraído el 2 de febrero de: http://en.cladea.org/opinion-
network/resp-soc/
• Sandoval, C. (2004). Concepto y dimensiones del clima organizacional. Hitos de
Ciencia Económico Administrativas, 27, 78-82. Extraído el 4 de febrero de:
http://www.ujat.mx/publicaciones/hitos/ediciones/27/08_Ensayo_Dimensiones.pdf

https://www.ellibrepensador.com/2009/09/12/la-etica-gerencial-y-la-responsabilidad-social-
empresarial/

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