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Derechos fundamentales: económicos, sociales y culturales

Los derechos fundamentales a lo largo de la vida han venido evolucionando de una


manera muy importante permitiendo avanzar a la sociedad principalmente en
materia de libertades, desde hace miles de años, las civilizaciones han vivido de
diversas formas y muchas de estas han tenido que lamentablemente experimentar
dictaduras, guerras, masacres, pero todo esto ha venido mejorando con el tiempo
con la creación de nuevos derechos humanos que regulan las malas condiciones
sociales, que ayudan a disminuir las altas tasas de pobreza, que ayudan al medio
ambiente, en resumen que ayudan al ser humano a tener una vida digna. Ahora
bien, en la actualidad disponemos de muchas clases de derechos fundamentales,
pero en este apartado hare énfasis en tres principales clases: los derechos
económicos, los derechos sociales y los derechos culturales. Estos son derechos
humanos relativos a las condiciones sociales y económicas básicas necesarias para
una vida en dignidad y libertad, y hablan de cuestiones tan básicas como el trabajo,
la seguridad social, la salud, la educación, la alimentación, el agua, la vivienda, un
medio ambiente adecuado y la cultura. Los derechos humanos proporcionan un
marco común de normas y valores universalmente reconocidos, y establecen
obligaciones del Estado para actuar de determinada manera o de abstenerse de
ciertos actos. Constituyen una herramienta importante para asegurar la rendición de
cuentas de los Estados y cada vez más actores no estatales que han cometido
violaciones, y también para movilizar los esfuerzos colectivos para desarrollar
comunidades y marcos globales que conduzcan a la justicia económica, el bienestar
social, la participación y la igualdad. Los derechos humanos son universales,
inalienables, interdependientes e indivisibles. Hasta la fecha, más de 160 Estados
han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales.
Asimismo, numerosos países han articulado su compromiso con los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales por medio de sus constituciones nacionales y
legislación nacional.
Estos derechos van desde el articulo 42 hasta el 77. Algunos de estos derechos a
pesar de ser indispensables para la vida del ser humano todavía se vulneran a nivel
mundial alarmando a muchas organizaciones.

Derecho a la salud
Es el derecho al más alto nivel posible de salud física y mental, teniendo en cuenta
la configuración genética del individuo y la elección de su estilo de vida, así como el
grado de conocimiento científico y los recursos de que dispone el Estado. Consta
de dos componentes básicos: condiciones de vida saludables y atención médica.

Derecho a una vivienda adecuada


Según datos de la ONU, más de 1.000 millones de personas en todo el mundo
carecen de una vivienda adecuada y más de 100 millones no tienen hogar. La
vivienda debería ser accesible a todas las personas que, además, deberían tener
cierta seguridad de tenencia que las proteja de desalojos forzados, hostigamiento y
otras amenazas. Entre los servicios disponibles deberían encontrarse el agua limpia
potable, saneamiento y energía. De conformidad con las normas internacionales,
los Estados deberían tomar medidas para garantizar que las viviendas están
ubicadas en zonas seguras y que respetan los derechos culturales.

Derecho a la educación
Supone el derecho a una educación primaria gratuita y obligatoria, y un mayor
acceso a la educación secundaria, técnica, profesional o superior. Lograr la
efectividad del derecho de las personas a la educación reduce la vulnerabilidad de
estas al trabajo infantil, los matrimonios precoces, la discriminación y muchos otros
abusos contra los derechos humanos. Los Estados deben garantizar una educación
primaria gratuita y obligatoria de manera prioritaria, así como la libertad de
educación.

Derecho al agua
El acceso a suficiente agua limpia y a saneamiento es esencial para la efectividad
del derecho a la salud, a la alimentación y a un sustento seguro (por ejemplo, en la
producción de alimentos). Se ha interpretado recientemente que el derecho al agua
debe garantizar disponibilidad, acceso (tanto físico como económico) y calidad (libre
de organismos perjudiciales o contaminación) suficientes.

Derecho a una alimentación adecuada


En el mundo se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todas las
personas. Sin embargo, cientos de millones sufren malnutrición crónica. Para
cumplir las obligaciones relativas al derecho a una alimentación adecuada, los
Estados deben abordar inmediatamente el problema del hambre y asegurar de
forma progresiva que toda persona tenga acceso físico y económico a una
alimentación adecuada o a medios para obtenerla.

Derecho al trabajo
El derecho al trabajo va más allá del derecho a tener un puesto de trabajo y a la
obligación de garantizar el pleno empleo. Abarca, al menos, el acceso a un trabajo
sin discriminación, la libertad de elección del empleo y una estructura de apoyo que
facilite el acceso al trabajo, incluida una formación profesional adecuada. Una
violación particularmente atroz del derecho a la libre elección del empleo es el
trabajo forzoso.

Derechos culturales
La cultura afecta a amplios aspectos de la vida: la vivienda, la alimentación, la
relación con la tierra y el entorno natural, la atención médica, la religión, la educación
y las artes. En muchas ocasiones es complicado determinar la adecuación cultural
porque las «culturas» nunca son monolíticas. Por ello, brindar auténticas
oportunidades de participación a las minorías, en particular a los pueblos indígenas,
mediante el respeto por la libertad de expresión, de asociación y de participación en
la vida política, es un elemento central del respeto por los derechos culturales.

Estos son solo algunos de los derechos sociales, económicos y culturales, existen
muchísimos más, pero para dar una idea de lo importante que son para la vida estos
derechos y que, sin importar las circunstancias, los estados de todo el mundo
deberían estar cumpliendo con sus obligaciones, respetando y protegiendo estos
derechos.
Finalmente podemos concluir que a pesar de la importancia que tienen los derechos
sociales, económicos y culturales y de cómo le han servido a la sociedad a
evolucionarla y de mejorarla aún nos falta mucho aún nos falta disminuir mucho la
desigualdad, nos falta mucha equidad que toda la persona puedan tener el derecho
a una vivienda digna, a una salud y aun bienestar, que todos tengamos seguridad
social y que podamos caminar por un ambiente seguro y oportuno para cada uno
de los ciudadanos. Quizás todos estos requisitos suenen muy utópicos por cumplir
en un estado, pero en muchos casos para cumplir con estos derechos no se
necesita de la utilización de recursos económicos sino la voluntad de involucrar y
dirigir políticas públicas a las comunidades a las cuales les son vulnerados sus
derechos. A lo largo de la historia estos derechos han pasado a ser temas de mucha
discusión y de extensa interpretación así mismo se han utilizado para fijar alarmas
y estándares que permitan intervenir a otros estados en ayuda de la implementación
de dichos derechos, de esta manera estos derechos han tomado un papel muy
importante de obligatoriedad al mismo nivel que los derechos políticos, sin embargo,
esto aún puede mejorar todavía se pueden implementar nuevos mecanismos
procesales que permitan darle más peso y exigencia a los estados al momento de
cumplir con sus obligaciones o simplemente se pueden mejorar los mecanismos
con que contamos es decir que las personas puedan tener un acceso más fácil a
estos derechos, sin tapujos ni condiciones y en las cuales todos los ciudadanos
puedan hacer valer sus derechos como se lo merecen. En el caso de Colombia
todavía se necesita más alcance de estos derechos, ya que hay muchas
poblaciones del territorio nacional al cual el estado los tiene en completo olvido, esto
dificulta la implementación de estos derechos, en fin Si bien los Derechos Humanos
han ganado un espacio importante en la sociedad a lo largo de la historia se puede
afirmar que aún falta mucho para que estos sean considerados por cada uno de los
Estado como derechos fundamentales de cada persona, sin importar si estos son
de primera, segunda o tercera generación, si son políticos, civiles, económicos, etc.,
todos estos derechos deben ser tratados como uno solo, un derecho que permite
un fin esencial en toda persona, la felicidad.

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