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Teoría de juegos

Elizabeth Cano Agudelo

El panorama económico actual nos muestra una economía que resultado de un repunte
de la volatilidad en los mercados mundiales ha disminuido rápidamente el precio del
petróleo referencia WTI y como consecuencia, entre muchas otras, ha generado una
inflación acelerada alcanzando niveles del 6%, situación que debe ser evaluada
analizando los diferentes impactos en la economía del país.

Por mandato constitucional1, es el Banco de la República a través de su Junta Directiva


quien debe preservar la estabilidad de precios de la economía; y es por medio de su
principal instrumento, la política monetaria, que el Banco responde a determinados
ciclos económicos y toma decisiones encaminadas a conservar el cumplimiento de su
rango meta de inflación y así alcanzar y mantener una inflación estable y baja que en
el mediano y largo plazo potencializan el crecimiento del producto y el empleo. De
acuerdo con el rango meta del Banco, la inflación está fijada entre el 2% y el 4%, más
específicamente el 3%, y por tanto un escenario que nos plantea una inflación del 6%,
implica necesariamente para la autoridad monetaria un dilema complejo pues una
inflación acelerada y ubicada en un nivel del 6% no solo impide cumplir su meta, sino
que afecta su credibilidad y posiblemente agudice en el mediano plazo el descenso de
la actividad económica de acuerdo con la actual situación de coyuntura, generando una
pérdida de confianza en los consumidores y las empresas.
En este punto y con el desafío planteado, el Banco de la República debe balancear los
riesgos de una inflación alejada de la meta y evitar una mayor desaceleración de la
actividad económica en el mediano plazo, además de un costo significativo en términos
de empleo. Es por esto, que debe dar inicio a incrementos graduales en la tasa de
intervención que si bien impactan de manera negativa en el corto plazo, pues induce a
un menor consumo de bienes y servicios y reduce la capacidad de compra, en el largo
plazo impactarán positivamente la economía y aproximarán gradualmente al rango meta
de inflación.

Para el caso, la aceleración de la inflación implica que los hogares tendrán que consumir
una menor cantidad de productos con la misma cantidad de dinero, pues por ejemplo
el costo de la canasta básica de consumo en los hogares es mayor ante el alza de los
precios. Es aquí donde el incremento en la tasa de intervención contribuye y se extiende
al mercado financiero, pues encare los créditos y es más caro acceder al consumo, y en
el caso de las empresas estas también invierten menos.
De la mano de la caída de los precios del petróleo, se han afectado los términos de
intercambio y las rentas petroleras para el país han disminuido. Esta circunstancia con

1
Informe Junta Directiva del Banco de la Republica al Congreso de la Republica. Julio 2017. Pág. 6
un precio bajo del petróleo la tendencia de la tasa de cambio tiende a incrementar ante
un menor ingreso por divisas, que como consecuencias secundarias impactan el empleo
y la dificultad para generar nuevas fuentes de trabajo. Frente a esto, el Banco debe ser
prudente en el uso de las reservas y preservarlas ante un escenario de rigidez actual,
pero con la visión de que los ajustes presentes, mostrarán resultados futuros más
positivos.
Respecto a la desaceleración del PIB, que para el caso nos indica una desaceleración
del 0,5%, tasa de crecimiento que incluso no registra desde el 2009, puede presentarse
como consecuencia de los bajos niveles de confianza empresarial de los consumidores
que afectan la demanda interna. Es en sí, un resultado de una débil dinámica de
consumo y de inversión que se vio afectada por el desempeño de las diferentes ramas
de actividad económica, pues muy posiblemente y debido a los altos precios y menos
regalías del petróleo se reciben menos recursos.

Es así como la Junta Directiva del Banco de la Republica, a través del incremento de la
tasa de interés hará en el panorama expuesto que sea más costoso endeudarse y así
reducirá el consumo e incrementará el ahorro. Debe a través de estas acciones enviar
mensajes que permitan generar expectativas en los hogares y el gobierno, que impulsen
la demanda interna y la recuperación lenta de la actividad productiva.

Cabe mencionar, que el panorama económico también tendrá otros fenómenos como lo
son los acuerdos de paz y sus implicaciones en la percepción de riesgo del país, y si bien
el Gobierno tendrá una mayor presión sobre el gasto fiscal para responder a lo pactado,
más positivo aún es la perspectiva de crecimiento que se espera del sector agricultor,
por la restitución de tierras, sustitución de cultivos, inversión en carreteras (4G), es decir
una modernización del agro en Colombia, efectos que podrían mitigar la caída de los
precios del petróleo, de algún modo.
En el mediano plazo, y en este escenario de alta incertidumbre y reducido nivel de
confianza pueden contribuir otros factores adicionales en la dinámica económica como
la paz y acciones conducentes a disminuir la corrupción y potencializar la recuperación
de la economía y mejore las condiciones, la percepción de la comunidad y su confianza,
y una recuperación gradual de estabilidad, dinamizar el mercado y un escenario menos
restrictivo pero más disciplinado y educado en los hogares, que permitan superar las
actuales situaciones.

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