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AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION”

I.S.T.P “ JOSE ABELARDO QUIÑONES”

TEMA : RECONOCIMIENTOS DE MICROORGANISMO


EN LA TUBERCULOSIS

DOCENTE : CARLA EDITH

CURSO : MUESTRAS BIOLÓGICAS

CICLO : IV

INTEGRANTES : Balladares García Antony


Benítez Ortiz Leyla
Castillo Burgos Charito
Severino Aguilar Alejandra
Sandoval Granda Estefany
DEDICATORIA

Dedico este proyecto de tesis a Dios y a mis padres. A Dios porque ha estado conmigo a
cada paso que doy, cuidándome y dándome fortaleza para continuar, a mis padres, quiénes
a lo largo de mi vida han velado por mi bienestar y educación siendo mi apoyo en todo
momento. Depositando su entera confianza en cada reto que se me presentaba sin dudar
ni un solo momento en mi inteligencia y capacidad. Es por ello que soy lo que soy ahora.
Los amos con mi vida.
AGRADECIMIENTO

Esta monografía está dedicada a mis padres y a mis hijos ya que gracias a ellos
puedo estar en esta linda institución y poder aportar con mis conocimientos.

Y quiero dedicar también a un amigo muy especial que es mi Dios con el ago. Todo
y esta conmigo en las buenas y en las malas, en las noches más frías y por eso se
lo debo todo al ya que a pesar de mis errores en esta vida él supo perdonarme y
comenzar nuevamente.
INTRODUCCIÓN

La tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi


siempre afecta a los pulmones. Se trata de una afección curable y que se puede
prevenir.

La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un


enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos
tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para
quedar infectada.

Se calcula que una cuarta parte de la población mundial tiene tuberculosis latente,
término este aplicado a las personas infectadas por el bacilo pero que aún no han
enfermado ni pueden transmitir la infección.

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo a lo largo de la


vida de enfermar de tuberculosis de un 5-15%. En cambio, las personas
inmunodeprimidas, por ejemplo, las que padecen VIH, desnutrición o diabetes, y los
consumidores de tabaco corren un riesgo mucho mayor de enfermar.

Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas (tos, fiebre, sudores
nocturnos, pérdida de peso, etc.) pueden ser leves durante muchos meses. Esto
puede hacer que la persona afectada tarde en buscar atención médica, con el
consiguiente riesgo de que la bacteria se transmita a otros sujetos. Una persona
con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año a entre 10 y 15 personas
por contacto directo. Sin no se proporciona un tratamiento adecuado, morirán sobre
el 45% de las personas VIH-negativas con tuberculosis y la práctica totalidad de las

personas con confección tuberculosis/VIH.


DIAGNÓSTICO

Para comprobar si el paciente padece TB, el médico usará un estetoscopio para


escuchar a los pulmones y comprobar la inflamación de los nódulos linfáticos.
También le preguntarán sobre los síntomas o el historial clínico, y evaluarán el
riesgo de exposición que sufre el individuo.

La prueba de diagnóstico más frecuente para la TB es un examen cutáneo en el


que se realiza una pequeña inyección de tuberculina PPD, un extracto de la
bacteria, en el interior del antebrazo.

La zona donde se realiza la inyección debería examinarse después de 2-3 días y,


en caso de que una protuberancia dura y roja se haya inflamado y presente un
tamaño específico, el paciente sufre TB.

Desafortunadamente, el examen cutáneo no es 100 por cien seguros y ha habido


casos en los que ha arrojado resultados incorrectos.

Sin embargo, existen otros tipos de pruebas disponibles para diagnosticar TB. Los
análisis de sangre, las radiografías y los cultivos de esputo también pueden
utilizarse para detectar la presencia de la enfermedad, además de poder utilizarse
junto a un examen cutáneo.

La TB multirresistente a los fármacos es más difícil de diagnosticar que la normal,


así como la TB en niños.
PATOGENIA

Infección tuberculosa latente: la infección por M. tuberculosis suele realizarse por


vía aérea. De esta manera, el bacilo es fagocitado por los macrófagos alveolares.
En un 30% de los casos, estos macrófagos son incapaces de destruirlo. Entonces
se genera la infección, que se caracteriza por el crecimiento en el interior del
fagosoma de los macrófagos infectados. Ello es debido a que el bacilo es capaz de
frenar la unión fago-lisosoma. Histopatológicamente, en el foco de infección se
genera un granuloma, que se caracteriza por la presencia de tejido necrótico
intragranulomatoso y que se estructura finalmente con la adquisición de la
inmunidad. Con la inmunidad, los macrófagos infectados pueden activarse y destruir
el bacilo, de manera que se controla la concentración de este.

Entonces empieza la infección latente, caracterizada por la presencia de respuesta


inmune específica, control de la concentración bacilar, pero con la presencia de
bacilos latentes (en estado estacionario) en el tejido necrótico. A medida que los
macrófagos van drenando este tejido, los bacilos latentes se confunden con esta
necrosis y son drenados hacia el espacio alveolar, dónde pueden reactivar su
crecimiento de nuevo. De esta manera se mantiene la infección durante años.

Clínicamente, la infección tuberculosa latente no genera síntomas. Su diagnóstico


se basa actualmente en el test cutáneo de Mantoux. Los individuos con esta
infección no pueden infectar a nadie. Sin embargo, en un 10% de los casos, el
control de la concentración bacilar se pierde, se reanuda el crecimiento y se puede
generar una tuberculosis activa, o enfermedad tuberculosa propiamente. Es por ello
que debe tratarse, sobre todo aquellos pacientes recientemente infectados.
Lamentablemente, el tratamiento representa la administración de isoniazida
durante 9 meses, hecho que dificulta su seguimiento.

Infección tuberculosa o enfermedad tuberculosa: Es la progresión de la anterior.


Puede ocurrir de forma temprana (Tuberculosis primaria, alrededor del 1-5%) o
varios años después de la infección (Tuberculosis pos primaria, secundaria,
reactivación tuberculosa en alrededor del 5 al 9%). El riesgo de reactivación se ve
incrementado con alteraciones en el sistema inmunitario, tales como las causadas
por el VIH. En paciente coinfectados de VIH y TBC, el riesgo de reactivación se
incrementa un 10% por año, mientras que en una persona inmunocompetente el
riesgo es del 5 al 10% durante toda la vida.

Algunos fármacos, incluyendo tratamientos usados actualmente en la artritis


reumatoide que actúan bloqueando el factor de necrosis tumoral, aumentan el
riesgo de activación de una TBC latente debido a la importante acción de esta
citoquina en la respuesta inmune contra la TBC.
TRATAMIENTO

La mayoría de los casos de TB pueden curarse con la administración de un


medicamento adecuado. El tipo exacto y la duración del tratamiento depende de la
edad de la persona, la salud general, la resistencia potencial a los medicamentos,
si la TB es latente o activa y la localización de la infección (por ejemplo, los
pulmones, el cerebro, los riñones).

Las personas con TB latente podrían necesitar sólo un tipo de antibióticos, mientras
que el individuo con TB activa (sobre todo si es multirresistente a los medicamentos)
a menudo necesitarán una receta de múltiples fármacos.

Generalmente se requiere tomar antibióticos durante un período relativamente


largo. El tiempo promedio para un ciclo de antibióticos es de aproximadamente 6
meses.

La medicación para la TB puede ser tóxica para el hígado y, aunque los efectos
secundarios son poco frecuentes, cuando aparecen, pueden ser muy serios. Los
posibles efectos secundarios deberían comentarse con el médico e incluyen:

 Orina oscura

 Fiebre

 Ictericia

 Pérdida de apetito

 Náuseas y vómitos

Es muy importante que se completen todos los tratamientos, incluso si los síntomas
de la TB han desaparecido. Cualquier bacteria que haya sobrevivido a los fármacos
podría volverse resistente a la medicación recetada y podría derivar en el desarrollo
de una TB multirresistente en un futuro.

El médico también podría recetar la terapia por observación directa (DOT). Implica
que un médico o enfermero debe administrarle la medicación necesaria para
garantizar que se complete el tratamiento.
PREVENCIÓN

Para prevenir la propagación de la TB activa existen algunas medidas generales


que puede seguir.

Evitar el contacto con otras personas dejando de asistir al colegio o al trabajo, o


evitar dormir en la misma habitación que alguien con TB minimiza el riesgo de que
los gérmenes contagien a alguien más.

Use una máscara que le cubra la boca y ventile las habitaciones para limitar también
la propagación de las bacterias.

Vacuna contra la TB

En algunos países, las inyecciones de BCG se le administra a los niños para


vacunarlos contra la tuberculosis. No se recomienda el uso general en Estados
Unidos, porque no es efectivo en adultos y puede tener un efecto negativo en los
resultados de los diagnósticos por examen cutáneo.

Lo más importante es finalizar el ciclo completo del tratamiento cuando se le receta


a un paciente. Las bacterias multirresistentes de la TB son bastante más mortales
que las de la TB normal. Algunos casos requieren tratamientos de quimioterapia
extensos, los cuales pueden resultar costosos, así como provocar reacciones
graves y adversas a los medicamentos.

Vacunación

La vacuna BCG, fabricada a partir de una cepa atenuada de M. bovis , se administra


a > 80% de los niños del mundo, sobre todo en países con prevalencia elevada de
la enfermedad. La eficacia promedio global sólo alcanzaría el 50%. La BCG
claramente reduce la incidencia de TBC extratorácica en los niños, en especial de
meningitis, y puede prevenir la infección por TBC. Por lo tanto, se considera que
vale la pena administrarla en regiones con alta prevalencia. La inmunización con
BCG tiene pocas indicaciones en los Estados Unidos, salvo ante la exposición
inevitable de un niño a un paciente con TBC contagiosa que no puede recibir
tratamiento eficaz (por TBC pre-superresistente o superresistente a fármacos) y
puede ser necesaria la vacunación de los trabajadores sanitarios no infectados
expuestos regularmente a TBC multi o superresistente.

Si bien la vacuna BCG suele positivizar la PCT, la reacción suele ser de menor
magnitud que la respuesta observada con la infección tuberculosa natural y suele
desaparecer con mayor rapidez. La reacción de la PCT inducida por BCG rara vez
es > 15 mm, y 15 años después de la aplicación de la vacuna raramente es > 10
mm. Los CDC recomiendan atribuir todas las reacciones de la PCT en niños
vacunados con BCG a una infección tuberculosa (con la administración del
tratamiento apropiado), porque la infección latente no tratada puede provocar
complicaciones graves. Los resultados de IGRA no están influenciados por la
vacunación con BCG, e idealmente deben utilizarse en pacientes que han recibido
la vacuna para asegurar que la respuesta a PCT se debe a la infección por M.
tuberculosis.

Poblaciones especiales

Niños

Los niños infectados con tuberculosis son más propensos que los adultos a
desarrollar la enfermedad activa, que habitualmente se manifiesta como
enfermedad extrapulmonar. La linfadenitis (escrófula) es la manifestación
extrapulmonar más común , pero la TBC también puede afectar las vértebras
(enfermedad de Pott), las epífisis altamente vasculares de los huesos largos, o el
SNC y las meninges. La presentación clínica de la TBC activa en los niños varía,
por lo que el diagnóstico es difícil. La mayoría de los niños presenta pocos síntomas,
más allá de una tos estridente.

La obtención de una muestra para cultivo a menudo requiere una aspiración


gástrica, la inducción de esputo, o un procedimiento más invasivo como el lavado
broncoalveolar. El signo hallado con mayor frecuencia en la radiografía de tórax es
la adenopatía hiliar, pero también pueden detectarse atelectasias segmentarias. Las
adenopatías pueden agrandarse, incluso después de iniciada la quimioterapia, y
provocar atelectasias lobulares, que en general se resuelven durante el tratamiento.
La enfermedad cavitaria es menos frecuente que en los adultos, y la mayoría de los
niños albergan muchos menos microorganismos y no contagian la enfermedad. Las
estrategias de tratamiento son similares a las de los adultos, pero los medicamentos
deben ser dosificado estrictamente de acuerdo con el peso del niño Adultos
mayores

La reactivación de la enfermedad puede comprometer todos los órganos, aunque


los afectados con mayor frecuencia son los pulmones, el encéfalo, los riñones, los
huesos largos, las vértebras o los ganglios linfáticos. La reactivación puede causar
pocos síntomas y pasar inadvertida durante semanas o meses, lo que retrasaría la
evaluación apropiada. El hallazgo frecuente de otras enfermedades en los ancianos
complica aún más el diagnóstico. Independientemente de su edad, los residentes
de hogares de ancianos con resultados negativos previos a PCT tienen riesgo de
contraer la enfermedad debido a la transmisión reciente, que puede causar
neumonía apical, del lóbulo medio o del lóbulo inferior, así como derrame pleural.
La neumonía puede no reconocerse como TBC y persistir, además de diseminarse
a otras personas, mientras se trata en forma errónea con antibióticos ineficaces de
amplio espectro. En los Estados Unidos, la TBC miliar y la meningitis tuberculosa,
que en el pasado se creía que afectaban sobre todo a niños pequeños, son más
frecuentes en los ancianos.

Los riesgos y beneficios del tratamiento preventivo deben ser evaluados


cuidadosamente antes de tratar a los ancianos. La INH causa hepatotoxicidad en
hasta el 4 o el 5% de los pacientes > 65 años (en comparación con < 1% en los < 65
años). Por ello, la quimioprofilaxis generalmente se administra a las personas
mayores sólo si la induración de la PCT aumenta ≥ 15 mm respecto de una reacción
previa negativa. En los contactos cercanos de un paciente con TBC activa y en otros
individuos con riesgo elevado y PCT o prueba de liberación de interferón-γ negativa,
debe considerarse también la administración de tratamiento preventivo, salvo que
esté contraindicado.

Pacientes infectados por HIV


La sensibilidad de la PCT suele ser baja en los pacientes inmunodeficientes, que
pueden ser anérgicos. En algunos estudios, la prueba de liberación de interferón-γ
parece lograr mejores resultados que la PCT en estos pacientes, aunque esta
ventaja no se confirmó.

Entre el 5 y el 10% de los pacientes infectados por HIV con TBC latente desarrolla
una TBC activa cada año, mientras que en los individuos inmunocompetentes esta
infección se activa en el mismo porcentaje en toda la vida. A comienzos de la década
de 1990, la mitad de los pacientes HIV positivos con TBC, no tratados o infectados
por una cepa multirresistente moría tras una mediana de supervivencia de sólo 60
días. En la actualidad, la evolución mejoró un poco en los países desarrollados
gracias al diagnóstico más temprano de TBC y a la implementación de la terapia
antirretroviral, aunque la TBC en pacientes HIV positivos sigue siendo un problema
grave. En los países en vías de desarrollo, la tasa de mortalidad continúa elevada
en los pacientes con coinfección por HIV y TBC multi o superresistente.

La diseminación de los bacilos durante la infección primaria suele ser mucho más
extensa en los pacientes HIV positivos. En consecuencia, un porcentaje más alto
de los casos de TBC es extrapulmonar. Los tuberculomas (lesiones en masa en los
pulmones o el SNC debidas a la TBC) son más frecuentes y destructivos. La
infección por HIV disminuye la reacción inflamatoria y la cavitación de las lesiones
pulmonares. Como consecuencia, la radiografía de tórax puede mostrar una
neumonía inespecífica o incluso puede ser normal. La TBC con frotis negativo se
detecta con mayor frecuencia en pacientes con coinfección por HIV. Debido a que
es común la tuberculosis con baciloscopia negativa, la coinfección HIV-TBC a
menudo se considera un estado de enfermedad paucibacilar.

La TBC puede desarrollarse en un período temprano del síndrome de


inmunodeficiencia adquirida (sida) o ser su manifestación inicial. La diseminación
hematógena en un paciente con infección por HIV causa una enfermedad grave, a
menudo desconcertante, con síntomas de ambas infecciones. En los individuos con
sida, el hallazgo de una infección micobacteriana asociada con un recuento de
CD4 ≥ 200/μL casi siempre confirma TBC. En cambio, en función de la probabilidad
de la exposición al bacilo tuberculoso, una infección micobacteriana asociada con
un recuento de CD4 < 50/μL suele ser secundaria al complejo M. avium (MAC-
ver Otras infecciones micobacterianas semejantes a la tuberculosis). La infección
con MAC no es contagiosa y, en pacientes infectados por HIV, afecta principalmente
la sangre y la médula ósea, no los pulmones.

Los pacientes infectados por HIV que no fueron diagnosticados antes de la


presentación con TBC deben recibir tratamiento contra micobacterias durante 2
semanas antes de comenzar la terapia antirretroviral, para disminuir el riesgo de
desarrollar un síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI). En los
pacientes infectados por HIV, la TBC suele responder bien a los regímenes
habituales cuando la evaluación in vitro confirma la susceptibilidad a los fármacos.
Sin embargo, en presencia de cepas multirresistentes, los resultados no son tan
favorables porque los fármacos son más tóxicos y menos eficaces. El tratamiento
de la TBC susceptible debe continuar entre 6 y 9 meses después de la
negativización del cultivo de esputo, pero puede reducirse a 6 meses si 3 frotis de
esputo previos al tratamiento son negativos, lo que sugiere una carga baja de
microorganismos. En la actualidad, se recomienda la prolongación del tratamiento
hasta 9 meses si el cultivo de esputo es positivo 2 meses después del tratamiento.
Los pacientes infectados por HIV con pruebas de tuberculina ≥ 5 mm (o con pruebas
de liberación de interferón-γ positivas) deben recibir quimioprofilaxis. Es importante
consultar las pautas de tratamiento de la tuberculosis actuales.
FACTORES DE RIESGO
Las personas con sistemas inmunológicos débiles tienen mayor riesgo de
desarrollar tuberculosis activa. Por ejemplo, el VIH suprime nuestro sistema, por lo
que dificulta que nuestro cuerpo controle las bacterias de la TB. Las personas
infectadas con VIH y TB tienen aproximadamente un 20-30 por ciento más de
posibilidades de desarrollar TB activa que aquellos que no son VIH positivos.
También se ha demostrado que el consumo del tabaco incrementa el riesgo de
desarrollar TB activa. Alrededor de un 8 por ciento en los casos de TB mundiales
están relacionados con el tabaco.
Tienen un mayor riesgo de desarrollarla los pacientes con las siguientes
enfermedades:
 Diabetes
 Algunos tipos de cáncer
 Malnutrición
 Insuficiencia renal
Además, algunas personas que están sometiéndose a terapias contra el cáncer, las
personas muy jóvenes o muy mayores, y aquellos que abusan de las drogas tienen
un mayor riesgo de desarrollarla.
Viajar a algunos países en los que la TB es más frecuente también incrementa el
riesgo.
Países con mayores tasas de tuberculosis
Los siguientes países tienen las mayores tasas de TB a nivel mundial:
 África, sobre todo Sudáfrica y la África subsahariana
 Afganistán
 Sudeste de Asia, como Pakistán, India, Bangladesh e Indonesia
 China
 Rusia
 Sudamérica
 Región occidental del Pacífico, incluyendo las Filipinas, Camboya y Vietnam
PRONÓSTICO DE LA TUBERCULOSIS
TUBERCULOSIS PRIMARIA

En tuberculosis primaria, eso forma alrededor 1 al 5% de todos los casos, la


progresión de la infección para franquear enfermedad ocurre pronto después de la
infección. En muchos, la infección de la inicial es tuberculosis latente. La
enfermedad puede seguir siendo inactiva dentro de la carrocería con el sistema
inmune capaz de contener la infección.
Cuando el sistema inmune se debilita por alguna razón (e.g. la infección VIH, la
diabetes, la enfermedad renal etc.) hay reactivación de la infección. El riesgo de
esta reactivación sube cuando se suprime la inmunidad. Por ejemplo, ésos con la
infección VIH concomitante tienen un riesgo creciente de reactivación de la
tuberculosis del 10% cada año de la infección.

TUBERCULOSIS CONCOMITANTE A LA INFECCIÓN VIH

La tuberculosis concomitante a infecciones VIH está en la subida y ésta hace la


detección y el tratamiento un reto. Además, la subida de deformaciones drogo
resistentes de la tuberculosis ha contribuido a la epidemia y hay los 20% de los
casos de la tuberculosis que son causados por las deformaciones de la tuberculosis
que son resistentes a los tratamientos estándar y los 2% de las deformaciones son
resistentes a la segundo-línea drogas.
Calculadores del pronóstico pobre
Algunos calculadores de un pronóstico más pobre incluyen edades extremas y otras
dolencias. En África, la tuberculosis afecta principal a adultos y a adolescentes
jóvenes. En algunos países desarrollados, sin embargo, la tuberculosis afecta
principal a los ancianos.
Otros factores de riesgo que aumentan el riesgo de pronóstico pobre incluyen fumar
más de 20 cigarrillos al día que aumenta el riesgo de tuberculosis sí mismo por dos
a cuatro veces. La diabetes también empeora el pronóstico y el resultado de la
tuberculosis.
La otra enfermedad declara que el riesgo de la chimenea de tuberculosis y empeora
pronóstico incluye:
 Linfoma de Holguín
 enfermedad renal de la fase final
 enfermedad pulmonar crónica
 desnutrición
 alcoholismo
HOSPITALIZACIÓN

Las principales indicaciones de internación son las siguientes

 Enfermedad grave concomitante

 Necesidad de procedimientos de diagnóstico

 Aspectos sociales (p. ej., personas sin vivienda)

 Necesidad de aislamiento respiratorio, como en congregaciones donde


individuos aún no expuestos se encontrarían habitualmente con el paciente
(importante especialmente si no puede asegurarse un tratamiento eficaz)

En un principio, todos los pacientes internados deben mantenerse en aislamiento


respiratorio, idealmente en una habitación con presión negativa donde se realicen
entre 6 y 12 cambios de aire por hora. Toda persona que ingrese en el cuarto debe
usar un respirador (no una máscara) adaptado apropiadamente y autorizado por
el National Institute for Occupational Safety and Health (Instituto Nacional
Estadounidense para la Seguridad y Salud Ocupacional) (N-95 o superior). Dado
que el riesgo de exposición de otros pacientes internados es elevado, a pesar de
que los pacientes que reciben un tratamiento eficaz dejan de ser contagiosos antes
de que la baciloscopia se haga negativa, la suspensión del aislamiento respiratorio
en general requiere 3 muestras de esputo con resultados negativos durante 2 días,
que incluya uno obtenido temprano a la mañana.
BIBLIOGRAFIA
https://www.monografias.com/trabajos96/latuberculosis/latuberculosis.shtml#patogeniaa

https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/sintomastuberculosis/index.html

https://www.medicalnewstoday.com/articles/323876.php

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