¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE EN EL COMERCIO INTERNACIONAL?
El intercambio de bienes y servicios nace cuando un país tiene excedentes y ve la
necesidad de llevarlos a un mercado diferente, en otras palabras, tiene una Ventaja Absoluta (Adam Smith) en la producción de X producto en comparación a otro país. Cuando se da el intercambio ambos países ganan, ya que están dedicándose (especialización) a la producción del bien en el que tienen ventaja absoluta y reciben el bien que dejaron de producir, sin embargo, siguen consumiendo ambos bienes incluso en mayores cantidades que cuando se dedicaban a la producción de ambos bienes, es decir, cuando su economía era una autarquía (un sistema económico en el que un estado se abastece con sus propios recursos) en este caso el comercio benefició a ambos. Sin embargo, surge un problema ya que un país puede tener Ventaja Absoluta en la producción de varios bienes, por lo tanto, no sabrá en qué bien especializarse para su producción, de aquí surge la ventaja comparativa (David Ricardo), en donde el país deberá medir el costo de oportunidad (mide aquello a lo que hay que renunciar por obtener una cosa) de esta manera sabrá que bien le representa menor costo de oportunidad con respecto a otro país, para así dedicarse a la producción de este. De este modo, el comercio beneficiará a ambos países ya que si cada país se especializa en la producción del bien en el cual tiene una ventaja comparativa, la producción mundial aumentará y el bienestar de los países podrá mejorar. En este caso, los beneficios del comercio surgen al concentrar cada país su esfuerzo en la producción del bien con coste de oportunidad más bajo y así obtener un bien a un precio inferior a su coste de oportunidad. Si un país está cerrado al comercio, es decir, es proteccionista con su industria nacional y quiere tomar la decisión de abrirse al comercio, ¿qué posición debería tomar para hacerlo?, ¿cuál será la que mayor beneficio le traerá? Para responder a estas preguntas debe tener en cuenta que van a existir participantes de ese mercado que van a estar mejor que antes, y otros van a estar peor que antes. El país puede dedicarse a tener una economía importadora, cuando el precio internacional es menor al precio de equilibrio de mercado (precio local), esto genera un mayor costo de oportunidad al tiempo que genera desventajas comparativas con respecto al resto del mundo, por lo tanto, se dedicará a importar bienes y servicios del exterior ya que le resultan más baratos que producirlos internamente, esto beneficiará a los consumidores ya que podrán adquirir los bienes a un precio inferior al que lo estaban adquiriendo en una economía cerrada además de que habrá una mayor oferta de productos de los cuales los consumidores podrán elegir según sus gustos, poder adquisitivo, entre otros. Sin embargo, el productor se verá afectado ya que deberán vender a un precio más bajo del que vendía con una economía cerrada, además, no todos los productores estarán en la capacidad de competir con estos precios inferiores. En este caso la demanda interna aumentará, por esta razón los productores se verán obligados a importar los bienes para aumentar la oferta que los consumidores están exigiendo, es decir, el mercado exterior deberá suplir la demanda interna. Por otro lado, el país puede dedicarse a tener una economía exportadora, cuando el precio internacional es mayor al precio de equilibrio de mercado (precio local), esto genera un menor costo de oportunidad al mismo tiempo mayores ventajas comparativas con respecto al resto del mundo, por lo tanto, se dedicará a exportar bienes y servicios al exterior y podrá beneficiar a los productores al igualar su precio interno con el precio mundial y obtener así ganancias y poder competir en estos mercados. Sin embargo, afectaría al consumidor local ya que la mayoría de los bienes producidos serán enviados al extranjero y el mercado interno tendrá poca oferta de productos, además que tendrán que comprar el bien a un precio mayor del que compraban cuando su economía era cerrada. En este caso la demanda de los bienes internamente disminuye, por esta razón los productores se ven obligados a buscar más demanda en nuevos mercados, en otras palabras, deben exportar los bienes que no están siendo consumidos localmente a causa de un aumento en el precio local, pero sin pasar el precio internacional, de manera simultánea mejora el bienestar económico del país. Teóricamente hablando el comercio mejora el bienestar económico de una nación en ambos casos (economía exportadora e importadora) en el sentido de que las ganancias de los ganadores son mayores que las pérdidas de los perdedores, sin embargo, estas ganancias son medidas en su mayoría en términos monetarios por lo cual se puede afirmar que en realidad las ganancias son mayores que las pérdidas, pero ¿a costa de qué se generan estas ganancias? Éticamente hablando la globalización económica ha generado una amplia brecha de desigualdad, beneficiando sólo a aquellos países desarrollados que están industrial y tecnológicamente preparados, frente a economías en desarrollo que, aunque ricos en recursos con una pobre preparación e industrialización, lo que conlleva a grandes problemas como: ● La disminución de las actividades productivas por la entrada masiva de productos extranjeros con bajos precios, compitiendo con sectores industriales desprotegidos generando que miles de trabajadores pierdan su empleo, causando un declive en sus condiciones de vida. ● La inversión directa, que al final de cuentas los grandes beneficios son para las grandes empresas, y sólo abusan de los recursos del país. ● El abuso y las condiciones inhumanas de trabajo de las multinacionales, aprovechándose de sus carencias y necesidades. Así que en general, para todos no es tan beneficioso el libre comercio, ya que este solo amplía más la brecha de desigualdad y pobreza, porque siempre va a haber la supremacía de pocos y el sometimiento de muchos. Por esta razón es necesario que el libre comercio esté acompañado de una buena política comercial, ya que esta debe ser la base para que haya un equilibrio entre las economías menos favorecidas y las potencias mundiales, generando medidas que protejan la economía interna de estos como, subvenciones en sectores menos favorecidos, aranceles, políticas antidumping, y tratar de que las condiciones de negociación favorezcan a todos, pero esto solo no alcanza, para que haya una igualdad, estos países tendrán que asumir un gran cambio si quieren competir y empezar a invertir en infraestructura, educación, innovación, tecnología y alentar actividades exportadoras que promueva un desarrollo económico diversificado que genere más igualdad de ingresos y empleo.