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estudiantes con quienes tmbajo, especialmente a Deborah Alkamano, Zach Blas, Matthew Carrillo-Vincent, jib-Fei Cheng, April Davidauski, Jennifer De- Clue, Laura Fujikawa, Kiana Green, Yetta Howard, Alesis Lothian, Stacy Ma- cias, Alvaro Marquez, Alice-Mihaela Bardan, Gretel Rosas y Evren Savei por hhaccr sus propias contribuciones a mis reflexiones sobre las pedagogias alterna- tivas y sobre la buisqueda de la ignorancia, TEn una época en la que, por desgracia, la idea de subversion ya no esti de ‘moda, prefiero acampar junto a una banda rebelde de intelectuales que siguen siendo subversivos: Paul Amat, Alicia Arrizon, Carmen Romero Bachiller, Jen- nifer Brody, Daphne Brooks, Jayna Brown, Judith Butler, Heather Cassils, Mel Chen, T, Cooper, Ann Cvetkovich, Harry Dodge, David Eng, Antke Engel, Kale Fajardo, Roderick Ferguson, Carla Freecero, Rosa-Linda Fregoso, Elena Glasberg, Gayatri Gopinath, Herman Grey, Dominique Grisard, Aeyal Gross, Christina Hanhardt, Gil Hochberg, Sharon Holland, John Howard, Silas Ho- ‘ward, Annamarie Jagose, Keel Kanersky, Jane Knox, Tim Lawrence, Atiel Levy, Ia Livingston, Renate Lorenz, Heather Love, Lisa Lowe, Martin Manalansan, ‘Angela McRobbie, Robert McRuer, Mara Mills, Nick Mirzoeff, Fred Moten, Jose Fsteban Mutioz, Eileen Myles, Maggie Nelson, ‘Tavia Nyong’o, Marcia ‘Ochoa, Gema Perez-Sanchez, Raquel (Lucas) Platero, Chandan Reddy, Tsabel Reiss, Lisa Rofel, Jordana Rosenberg, Tiina Rosenberg, Cherry Smyth, Dean Spade, Anna Joy Springer, Omise’eke Natasha Tinsley, Jig Tschisren, Deborah ‘Vargas, Del Grace Voleano, Jane Ward, Patricia White y Julia Bryan-Wilson: [Agradezco al UCI Humanities Research Center y en especial a David Goldbeng por haberme seleccionado para el grupo de Critical Animal Studies, y gracias a ‘Mel Chen por su liderazgo en este grupo. Un agradecimiento especial a Ken Wissoker, de Duke University Press, ya ‘Freeman y a Lisa Rofel por sus lecturas inteligentes y ‘estimulantes de varios borradores del libro. Y por Ultimo, pero no por ello me- hor, mi ageadecimiento y mi amor a mi excéntsica, pequetia y viva familia: [x= chel Leni, Renato Leni y (mas importante) Macarena Gomez-Barris, quienes me inspitan y animan a fracasar mejor cada dia. Partes de este libro han sido ya publicadas como articulos. Una parte del capitulo 1 se publicé en «Beyond Broadway and Main: A Response to the Pre= ‘sidential Address», American Quarter, 61, 0.° 1 (2009), pp. 33-38. Una version previa del enpitao 2 fue publicada como ¢Forgetting Family: Queer Alternat, {ex to Oedipal Relations», Companion 10 Lesbian, Gay Bisccnah Transgender and Quer Studies, eds, Molly McGarry y George Haggerty (Blackwell, Londres, del capitulo 4 se publicd en aleman en «Notes on. Politics of the Aesthetic in American Cuter, ed, Klaus Be INTRODUCCION: BAJA TEORIA 2CUALESLA ALTERNATIVA? Dow CaNoneyo: Y justo cuando crees que has encontrado la tier prometi- da, te cogen de los pantalones y' te suben arta, y mas arriba, y mis ari= ba, y MAS ARRIBA, hasta que te suben a la superficie, dando coletazos y iudeando para respim Y entonees te cocinan,y te eomen... algo peor! Bor Estos (attri): «Qué puede ser peor que eso? Dow CanGriyo (n 99g haja: Una tienda de regalos. Bob Epona temp. 1, ep. 20, eos anzuelos» Justo cuando te erees que has encontrado la tierra prometida —le cuenta Don Gangrejo a Bob Esponja— te ves en un mend, o peor atin, en una tienda de tegalos como parte de un producto de merchandising de una ilusién de la que cabas de despedirte. Todos y todas estamos acostumbrados/as a que destro- ‘een nuestros suefios, a que aplasten nuestras esperanzas, a que destruyan aues~ set Sey Sentai perc bor Zaponia, no creemos que un viaje a la tierra prometida: ue acal forma inevitable en una tienda de regalos? Fin otras alii aScied aie tiv la resignacién cinica, o al optimismo ingenuo? Bob Esponja quiere saber ‘euil es ln alternativa a trabajar todo el dia para Don Cangrejo, o a ser eapturado ‘on la red de los objetos del capitalismo cuando intenta escapar. Este libro, que I ce nis Dob Espace de rie stance elegy con el fin de ganar en sabiduria, y de lograr una nueva y esponjosa ? coin come ps - itonces, écusl es la alternativa? Esta simple pregunta anuncia un proyecto Politico, demanda una gramitica de la posibilidad (que aqui es expresada en ge- y en voz pasiva, entre otras formas gramaticales de la enunciacién) y ex- lun deseo bisico de vivir la vida de otra manera, Académicos/as, intas, artistas y personajes de dibujos animados han estado durante mucho buscando una forma de articular wna visi6n alternativa de la realidad, del amor y del trabajo, y cémo ponerla en prictica. Por medio del uso de manifies- tos, una serie de ticticas politiens y nuevas tecnologias de tepresentaciéa, per- sonas utépicas radicales siguen explorindo formas de estar en el mundo y de ‘estar en relacién unos con otros, diferentes de aquellas que ya vienen estipula- das para el sujeto consumista y liberal. Este libro utiliza In abaja teoria» (un tér- mino que he tomado y adaptado del trabajo de Stuart Hall) y el saber popular para explorar alternativas y buscar una salida a las trampas y a los callejones sin ‘alida que son habituales en las formulaciones binarias. La baja teoria intenta situae todo en los espacios intermedios, para evitar quedar atrapados/as en los tganchos de la hegemonia y fascinados/as por las seducciones de la tienda de rregalos. Pero también nos acerca a la posibilidad de que las alternativas se cs condan en las turbias aguas de un terreno negativo y oscuro, ildgico ya menudo imposible, de critica y rechazo. De este modo, el libro va dando bandazos entre Ia alta y baja cultura, la alta y la baja teoria, a cultura popular y el conocimiento esotérico, con cl fin de atravesar las divisiones entre vida y arte, prictica y teo- ria, pensar y haces, para llegar a un tetsitorio mas cadtico de conocimiento y desconocimiento. En este libro oscilo entre los dibujos animados infantiles y las performan- ces vanguardistas y el arte queer, para pensar en formas de ser y de conocer que van més alld de lo que se entiende normalmente por éxito. Creo que el éxito en usa sociedad heteronormativa y capitalista equivale muy a menudo a formas especificas de madurez reproductiva combinadas con la acumulacién. de riqueza, Pero estas medidas del éxito se han visto muy cuestionadas fecien temente, con el colapso de los mercados financieros por una parte, y el enor me aumento de los divorcios por otra. Si algo nos han ensediado los aiios de bonanza y de quiebra de finales del siglo XX y de inicios del siglo XI, es que almenos debemos hacet una eritica saludable de modelos estiticos del éxito y del fracaso. En ver de simplemente apostar por una reevaluaci6n de esos estindares de lo que es aprobar y fracasat, E/ arte queer’ del fracaso desmonta las logicas del ito y del fracaso con las que vivimos hoy en dia. Bajo ciettas citcunstancias, fracasar, perder, olvidar, desmontar, deshacer, no llegar a ser, no saber, puede en realidad ofrecemnos formas més creativas, més cooperativas, mas sorpren dentes, de estar en el mundo. Fracasar es algo que las personas queer hacen y ‘emesis in a cn ot den geass ag np go feet dae arlene ener ce eal man bleh totems semen on oman voss sec der oc ance han hecho siempre muy bien; para las personas queer el fracaso puede ser un ato, ctando a Quentin Cap, 0 una forma de vids, cand ¢ Foucault, y ‘merece la pena cuando se compara con esos escenatios ligubtes del éxito que dependen del enrentatio una y ot vez. En realidad sil éxito requiere tanto esfuerzo, quizé el fene ais a 0 y ofrece ee aso es mas sencillo a largo plazo y ofrece recompensas Qué tipo de recompensas puede offecemos el fmcaso? Quiz lo més obvio cs que el fracaso nos permite eludir las normas de castigo que disciplinan las conductas y dirigen el desarrollo humano con el fin de hacernos pasar de una infancia sin normas a una madurez adulta ordenada y predecible. El fracaso conserva algo de la maravillosa anarquia de la infancia y perturba el supuesto y «estar en ella pero no ser de ellay (101), Las tesis tle Moten y Hamey incitan al intelectual subversivo a, entre otras cosas, preo- Sparse por la universidad, rechazar la profesionalizacidn, crear una colectivi- Aled, y salir al mundo exterior més allé de los muros de hiedra del campus. Yo Musltia a sus tesis lo siguiente. Primeto, Rechazar el dominio total. En este punto Alebemos insistir en esa critica a «las teorias envolventes y globales» sefialadas or Foucault, En mi libro esta resistencia se traduce en la investigacién de for- ww de saber ilogicas, ales como el fincaso y la estupidezs por ejemplo, po- Aitinos interpretar el fracaso como un rechazo del dominio total, una ertice de ‘tus conesiones intuitivas que se dan dentro del capitalismo entre éxito y bene- Hitlo, y como un discurso contrahegeménico sobre la pérdida. La estupider Piiule referirse no solo a una carencia de conocimiento sino a los limites de formas de saber y de ciertas modalidades de habitar las estructuras del lento. _ Por ejemplo, las etnografias realmente imaginativas se basan en una rela- ‘le ignorancia respecto al otro, Comenzar un proyecto etnogeifico con objetivo, con un objeto de estudio y con un conjunto de ideas preconcebi- Supone ya obstaculizar el proceso de descubrimiento; esto bloquea nucs- mcidad para aprender lo que se sale de quest lo, on un trabajo etnogrifico al que me referiré mas tarde en este libro, del «tesurgir del islam y el sujeto feminista» en el Egipto contem- Saba Mahmood explica que tuvo que renunciar a la idea de dominio para entender ciertas formas de islamismo. Eseribe lo siguiente: «geacias iiddlaaaaaitaal ‘4 este proceso donde tuve que asumir formas de razonamiento propios de ‘una tridicién que en una época yo consideraba aberrantes, sumergiéndome dentro de esa tupida textura de sus sensibilidades y afinidades, fui capaz de cevestionar la certeza de mis propias proyecciones incluso de comprender or qué el islam... inspira tanta fuerza en la vida de las personas» (20005: 199). lla finaliza sus reflexiones de esta manera: «este intento de comprensién nos ‘da una ligeta esperanza, en este ambiente arrogante y acosador en el que las politicas feministas corren el riesgo de verse reducidas a una mera exposicin fetérica de pancartas sobre los abusos del islam; este anilisis, que es una espe- ie de conversacién en vez de una posicién magistral, puede llevarnos a una visi6n de coexistencia que no nos haga considerar otras formas de vivir el mundo como algo extinguido 0 provisional (199). Utilizar la conversacién en lugar de Jo magistral puede ofrecernos una forma concreta de ser en relacién con otra forma de ser y de conocer, sin intentar medi esa forma de vida con ctiterios que son ajenos a ella. Segundo, Prinlegiar lo ingemuo 0 absundo (la estupide2). Aqui podemos apostar por lo inaptopiado 0 lo no conceptual, en vez de utilizar estructuras que dan sentido y que a menudo comparten una nocién comin de la ética, La ingenui- dad o la ignorancia pueden en realidad conducienos a un conjunto de pricticas de saber diferentes. Esto sin duda requiere eso que alguaos han denominado pedagogfas oposicionales. Para encontrar tales pedagogias debemos darnos ‘cuenta —como Eve Kosofsky Sedgwick dijo en una ocasién— de que la igno- rancia ¢s «tan poderosa y miltiple como el conocimiento» y que el aprendizaje a menudo se produce de forma completamente independiente de la ensefianza (1998: 22). De hecho, si puedo hablar en primera persona por un momento, jyo mismo no sé si soy educable! Soy alguien que nunca ha bordado un examen, ‘que ha intentado una y otra vez hablar de forma fluida en otro idioma sin con- sequirlo, se me queda muy poco de lo que leo, y casi nada de lo que me ensefia- ron en la escuela me dejé huella. La cuestian de no ser educable se plantea como un problema politico, es mis, como un problema nacional, en el extraor- dinario documental francés sobre un afio en la vida de un instituto en los suburbios de Paris, La clase (Enire ks murs, 2008, disigida por Laurent Cantet). En la pelicula, un profesor blanco, Francois Bégaudeau (que escribié el texto en ‘que se basa la pelicula), intenta contactar con su alumnado, muy marginado y desinteresado, en su mayoria estudiantes inmigrantes de Africa, Asia y de paises ‘irabes. Las diferencias culturales, raciales y de clase entre el profesor y sus esru- dliantes hace que la comunicacién sea dificil, y sus referencias culturales (E/ dia- via de Ana Frank, Moliére, la gramética francesa) no interesan nada a sus ‘estudiantes; por otro lado, los intereses de estos (Fitbol, islam, hip-hop) solo Pprovoca incémodas respuestas de su profesor, aunque en realidad es bastante ‘ajo. La pelicula, como en un documental de Frederick Wiseman, simplemente deja fluir in aceidn, sin ninguna voz narrativa «tipo Dios», de modo que pode- ‘mos ver muy de cerca la rabia y la frustracidn del profesor y de los estudiantes Al inal de la pelicula hay ua momento extraordinatio, Bégaudeau pide a sus cstudiantes que piensen en lo que han aprendido y que escriban una cosa que se llevan consigo de la clase, un concepto, un texto o una idea que les haya lluma- do la atenciGn. La clase se dispersa, y una chica sube al estrado atrasttando los pies. El profesor la mira expectante y loge sacarle unas palabras: «No he aprendido nada, le dice sin malicia ni ira, «nada. no se me ocurre nada que haya aprendido». El momento supone una derrota para el profesor, y una de- epcién para el espectador, que quiere creer en una historia de superacién edu- cativa, peto en realidad es un triunfo para las pedagogias alternativas porque nos recuerda que aprender es una calle de doble direccidn, y que no puedes en. sefiar sin una relacién dialdgica con quien aprende. «No he aprendido nada» puede ser una confirmacién de otto texto francés, Un libro de Jacques Ranciére sobre las politicas del saber. Ein E/ maestro ignorante (2010) examina una forma de compartir el conocimiento que da un giro a la mision de la Universidad, con sus mésteres y sus estudiantes, sus métodos expo- sitivos y sus criterios de excelencia; en su lugar, propone una forma de pedago- fia que presupone y de hecho demanda la igualdad en vex de la jerarquia. ‘Tomando el ejemplo de un profesor del siglo XVIII que ensefiaba cn francés 2 ‘estudiantes que solo’ hablaban flamenco, Ranciére explica que la pedagogia