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Universidad Distrital Francisco José De Caldas

Problemas Latino Americanos

José Luis Rodríguez Rivera

Código: 20152155721

DELA BUSQUEDA DE LA MODERNIDAD AL SOCIALISMO: TRADICION,


REVOLUCION Y DEMAGOGIA

Resumen

En este trabajo se busca exponer el caso venezolano en su complejidad


como único en la región, además de su particularidad geopolítica este estado
fuente de riquezas y reservas petroleras, ha soportado en el marco de lo
político, económico y social, un sin número de intentos fallidos, traiciones y
contradicciones que detonan en la crisis actual del país; en este pequeño
análisis busco identificar como las tradiciones heredadas del pasado nacional
convergen aun con la idea de la modernidad, la democracia, el socialismo y
la renta petrolera.

Introducción

Venezuela en el siglo XX parecía ser el estado latino americano que


poseía una democracia tácitamente consolidada, a pesar del pasado ligado a
los regímenes militares Venezuela gozo de estabilidad generada por la renta
petrolera. El estado fortalecido desde la extracción del subsuelo estructuro
una maquinaria política que en su primer momento fue explotada por la clase
burguesa local y capitales extranjeros, posteriormente con la estatalización
de las empresas seria el estado quien se apropiaría de la maquinaria politica,
además del monopolio extractivita.

Democracia Y Extractivismo En La Modernidad

Es pertinente recordar que en latino américa convergen en el siglo XIX y


XX, ideas y mitos (ideologías) que permearán los escenario del poder
público, e intermediaran con la noción de futuro que posicionó a Europa
como modelo y a la modernidad como la meta a alcanzar. En Venezuela
particularmente la idea de modernidad (subalterna por supuesto) “se
posibilito” a través de las grandes riquezas generadas por el petróleo, estas
permitieron constituir un discurso fetichista que movilizaría a la nación
venezolana al mito del progreso, ese mito prevaleciente aun en el mundo. La
idea del progreso criticada y cuestionada por el antropólogo venezolano
Fernando Coronil, en su libro el estado mágico, donde el autor dice que
occidente logro o ha logrado su universalización mediante el dominio de la
naturaleza, (Coronil, F. 1998) y que a su vez esto genero dependencias
culturales tales como lo son el mito de la modernidad que en Venezuela
nutrió la aceptación general de la población civil, consecuentemente el
estado venezolano a partir de intereses comunes y particulares, dispusieran
y explotaran la naturaleza como fuente para alcanzar la modernidad y el
progreso.

En la época transnacional “alquimista” donde el oro ya no fuese el centro


de atención de las grandes potencias económicas, sino que el petróleo
reoriento la mirada e intereses mundiales, Venezuela con grandes reservas
ingenuamente o tal vez de manera ambiciosa, encamino sus esfuerzos a la
exportación del crudo, en la lógica de una nación periférica (Kay, C.1991)
que con sed de riqueza y estabilidad adopto al igual que otros países el
“modelo primario exportador” acrecentando su dependencia internacional y
también las brechas sociales en su interior. Un elemento que se pasa por
alto en muchas ocasiones en el análisis del capitalismo, es papel de la
naturaleza como base de la acumulación de las naciones y por consiguiente,
factor determinante en el interés, sometimiento o sujeción de unas naciones
sobre otras, buscando el dominio de la naturaleza como fuente de
acumulación, como señala Coronil, F. (1998), en los elementos presentes en
su análisis del capitalismo dialectico en Venezuela: El capital, El trabajo y El
suelo, determinaron un proceso de conquista y saqueo en el territorio.

La Tradición Demagógica Y Las Traiciones Populares

En el pequeño análisis que pretendo hacer en este trabajo es necesario


buscar luces que nos permitan abrir la perspectiva conceptual, por eso
considero prudente un acercamiento a la tipificación del caso venezolano en
materia de la política, gobernabilidad y revoluciones. En la actualidad es
difuso pretender enmarcar el caso venezolano a un bando geopolítico o a
una corriente ideológica, ya que en la complejidad de la historia venezolana
aparentemente no existe una “tradición” que pueda prevalecer sobre las
otras, más bien han convivido contradicciones neoliberales, y social-
estatales; como tampoco hay una revolución “desde abajo”, a pesar de que
en el gobierno de Hugo Chávez se busque en alguna medida, una
“redistribución en los patrones de riqueza y ganancia” (Kningth, A. 2005); en
Venezuela no existió una gran movilización popular más allá de la que
provoco Andrés Pérez en su segundo mandato (1989-1993), entre febrero y
marzo de 1989, 227 víctimas civiles, de estos 68 encontrados en una fosa
común al sur de caracas (cifras oficiales) (Coronil, 1998), en cambio si se
puede apreciar en este ejemplo del caracazo, como el pueblo ha sido
traicionado y en repetidas ocasiones. De esta manera sufrió “el
quebrantamiento del vínculo moral de protección entre el estado y el pueblo”
(Cornil, F.1998), generado por la adopción de medidas neoliberales al
desmantelar la red de protección del estado fue un impulso que consumaría
años más tarde, y después de dos intentos de golpes militares, con la
elección democrática del caudillo popular que enrobustecería el estado y su
paternalismo.

Como venía señalando las tradiciones tanto “revolucionarias” como


“democráticas” se veían atravesadas de factores internos como externos en
la lógica de la dependencia rentista. En Venezuela las medidas neoliberales
adoptadas de manera brusca y consecuencia de la crisis petrolera como
también de la corrupción de la elite local, dejaron en jaque al pueblo que solo
encontraría un aliado en los rangos medios de las fuerzas militares. No
obstante no sería solo Pérez un detonante del proceso “revolucionario”
venezolano, su predecesor Caldera (1994) se encargaría de enterrar la
credibilidad de la democracia (dahliana) con la desviación del 75% del
presupuesto nacional, al rescate de los bancos privados, además de la
continuación de la adopción de medidas como “el plan Venezuela” para
obtener préstamos internacionales, buscando un giro del estado ficticio de
riqueza petrolera, hacia un mundo capitalista competitivo en el mercado.

Para complementar la idea, entre las oscilaciones que ha soportado


Venezuela, entre sus contradicciones políticas neoliberales, populistas,
estatalitas, etc. Se suma otro factor que aún no he desarrollado; ya
mencionamos que el discurso que posiciono a presidentes Pérez y Caldera,
(en sus segundos mandatos) retomo la idea de la modernidad, pero a su vez
después de la posesión traicionaron al pueblo generando movilizaciones a
mediana escala sociales y militares. Después del acenso de Chávez al poder
con un similar discurso popular, menciona Rojas Pedro (2007) se generaron
cabios sociopolíticos que alentaron a la gente adormecida por el rentismo de
las décadas pasadas, dinámicas que habían llevado al estado al déficit.
Posteriormente se genera una presión al presidente y un intento de golpe, se
adoptan medidas sociales, se estatalizan empresas, los sindicatos controlan
algunas como las centrales azucareras, se establecen políticas contra el
latifundio, se adoptan medidas legislativas de expropiación estatal en
sectores como la industria, prestadores de servicios y medios de
comunicación, que se consideren desestabilizantes de la nación, (Pedro, R.
2007) con esto legitimaria o calificaría en pequeña medida la “revolución
bolivariana” como un hito socialista y podrá en tensión la región.

Pero en el proyecto socialista que algunos consideran la “revolución


bolivariana” se puede definir en la práctica mas no en la teoría como una
“revolución rastrera”; Kningth, A. (2005) señala que, los resultados prácticos
en contraste con las argumentaciones retoricas definirá el calificativo de la
misma, en el caso venezolano es evidente que la revolución fue el escenario
para la apropiación del poder por un sector determinado, además “aun
cuando tuvieron inicialmente serias intenciones, sucumbieron a la tentación
del poder y las presiones de la paranoia” Kningth. (2005). En conclusión la
revolución “chavista” puede definirse como demagógica, también por su
legitimación a través de las instituciones manipuladas, la propaganda y
censura desde los intereses estatales, la represión a la oposición y el
asistencialismo que se transformara en una estrategia clientelista no
democrática. Y también para entender el fracaso de esta revolución que
algunos denominaron “socialista” se debe mirar que al igual que, en su
momento Rusia, adopto el socialismo cuando no contaba con unas
tradiciones occidentales como señala Richard Pipes (1974), el fenómeno
producto de la fusión y adaptación del marxismo a la autocracia heredara del
zarismo ruso, detono en el fracaso soviético; esto podría explicar por qué
Venezuela legitimo acciones estatales no acordes a la revolución “ en lugar
de cambiar las tradiciones para acomodarlas a la revolución, las revoluciones
mismas acomodan más tarde o temprano a las tradiciones” Richard,
P.(1974), tal vez la herencia de los regímenes militares, las elites corruptas y
los caudillos o héroes nacionales detonaron en el fenómeno que hoy afecta
al pueblo venezolano.

Conclusiones

Es menester señalar el caso venezolano como inconcluso, a pasar de


considerar consumada la “revolución bolivariana”, el proyecto político de
influencia socialista, de no triunfar y consolidarse en el pueblo venezolano,
pasa a monopolizar en poder político, reprimiendo procesos contestatario,
que por su parte el estado se ha encargado de “controlar” manifestaciones y
protestas, sin mencionar el éxodo inmigrante como emergencia humanitaria;
el estado también se encarga de manipular, legitimar la apropiación y
corrupción de instituciones para garantizar la prevalencia de la clase
dominante en el poder.

La tradición militarista con la idea del caudillo y la paternidad del estado


como garante de bienestar social, deterioro la tradición democrática en
Venezuela, al punto de que emerge una nueva clase dominante, el estado se
costrifica como nido de corrupción y desfalco, y la revolución bolivariana se
deteriora al punto de verse en el ojo de la intervención internacional, esto
además de la mano dependiente de la renta petrolera y sus reajustes de
cambio, generan un déficit que hoy se ve reflejado en la hiperinflación, la
devaluación de la moneda y el aumento desmedido de los salarios.
Bibliografía

Knight, A. (1986). La revolución mexicana: ¿burguesa, nacionalista o


simplemente una gran rebelión. Cuadernos Políticos.

Knight, A. (2003). Las tradiciones democráticas y revolucionarias en


América Latina. Bicentenario.

Rodríguez Rojas, P. (2010). Venezuela: del neoliberalismo al socialismo


del siglo XXI. Política y cultura.

Kay, C. (1991). Teorías latinoamericanas del desarrollo. Nueva Sociedad.

Coronil, F. (1998). El estado mágico. Naturaleza, dinero y modernidad en


Venezuela.

Pipes, R. (1974). Russia under the old regime. New York; C. Scribner's
Sons.

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