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AMNESIA: QUÉ ES, SUS CAUSAS, LOS TIPOS QUE EXISTEN Y MUCHO MÁS

Cuando se escucha la palabra amnesia se asocia directamente a la pérdida memoria, pero… ¿Qué
es realmente la amnesia? ¿Cuáles son sus causas? ¿Qué sucede en el cerebro? ¿Cuantos tipos de
amnesia existen? Sara Morales Alonso, psicóloga, resuelve todas nuestras dudas y nos explica
algún caso de este trastorno que podemos encontrar en el cine.
Qué es la Amnesia: Definición
La memoria es una de las funciones cognitivas más importantes del ser humano. Esta capacidad nos
permite codificar, almacenar y recuperar información aprendida en el pasado.
Cuando se produce un trastorno en el funcionamiento de la memoria es lo que comúnmente
conocemos como amnesia o pérdida de memoria. Este proceso implica que la persona que lo
padece tenga la incapacidad de conservar o recuperar la información presentada.
Causas que producen la Amnesia
Generalmente existen dos causas por las que se puede producir. Las causas orgánicas son en las
cuales interviene un daño cerebral, ya sea por un trauma o por una enfermedad.
En cambio, las causas funcionales están relacionadas con estrategias psicológicas utilizadas como
mecanismo de defensa.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, la amnesia puede durar entre minutos y horas. En
ocasiones, se pierde la memoria de repente y de forma temporal (aquí te contamos a través de una
experiencia personal qué es la amnesia global transitoria).
En algunos casos, las personas recuperan la memoria sin necesidad de tratamiento. Por el contrario,
si el daño cerebral es grave, la capacidad de formar nuevos recuerdos puede perderse.

Otras causas que pueden producir este trastorno de la memoria son las siguientes:
 Un trastorno nutricional (deficiencia de tiamina)
 Un traumatismo craneal
 Trastornos que reducen el suministro de sangre y de nutrientes al cerebro (accidentes
cerebrovasculares como ictus, convulsiones y migrañas)
 Una infección del encéfalo (encefalitis)
 Demencia
 El abuso crónico de alcohol tiene graves consecuencias para el cerebro.
 Un tumor cerebral
 Estrés mental intenso, el estrés crónico tiene graves consecuencias para el cerebro
 El uso de ciertos medicamentos (anfotericina B y el litio)
AMNESIA Y CEREBRO
Una lesión o afectación en una parte del cerebro denominado el lóbulo temporal medial, da lugar a
un síndrome amnésico clásico y esta relacionado con la enfermedad de Alzheimer, amnesia global
transitoria e ictus isquémicos.
El caso más conocido es el caso HM. Este paciente fue intervenido por sus continuos ataques de
epilepsia. En la operación, le extirparon una parte de su cerebro en la que iba incluido su hipocampo.
Las consecuencias de esta intervención quirúrjica fueron que le dejaron en una constante amnesia
episódica y semántica anterógrada y una amnesia retrógrada, incapacitando poder almacenar
nuevos recuerdos. Además, mantenía preservada la memoria a corto plazo y la memoria implícita.
Este caso clínico ha sido de los más estudiados en la historia de la neurociencia y con ello se
determinó la importancia del hipocampo en el funcionamiento de los diferentes tipos de memoria.

Una lesión en el diencéfalo produce una amnesia anterógrada tanto semántica como episódica,
relacionándose con un trastorno del recuerdo. También presentan una amnesia retrógada. Se
caracterizan porque actúan como si recordaran situaciones que realmente no recuerdan o se
inventan hechos que nunca han sucedido en realidad. Los casos más estudiados son los pacientes
con Síndrome de Korsakoff.

Una lesión en la corteza frontal no produce alteraciones generalizadas en la memoria aunque si


presentan problemas cuando deben poner en practica habilidades implicadas en la búsqueda y
selección de la información para cada situación. Está relacionada con procesos estratégicos de
recuperación, monitorización y verificación.

Relacionado tambien con zonas temporales cerebrales, existe la amnesia retrógrada focal, en la cual
los pacientes presentan afectación en la memoria retrógrada declarativa, además de en la memoria
anterógrada declarativa. Las causas más comunes son traumatismos craneoencefálicos, epilepsias
del lóbulo temporal e insuficiencia vertebrobasilar. También, y más relacionado con áreas implicadas
en el lenguaje, aparece la demencia semántica, con afectación de la memoria semántica.

LAS AMNESIAS SE PUEDEN CLASIFICAR DE DIFERENTES FORMAS:


1. Tipos de amnesia según su cronología:
Por un lado, están clasificadas según su cronología, y son la amnesia anterógrada y la retrógada.
Estos dos tipos de amnesia (retrógrada y anterógrada) son complementarias, es decir, pueden
ocurrir al mismo tiempo.
La amnesia de tipo anterógrada o de fijación: consiste en que la nueva información presentada no es
almacenada en la memoria a largo plazo. Por tanto, la persona que padece este tipo de amnesia no
recordará nada que suceda después del momento en el que aparece.
La amnesia de tipo retrógrada o de evocación: es el polo opuesto. En este caso, las personas no son
capaces de recuperar la información almacenada anteriormente al momento en el que aparece el
trastorno.
2. Tipos de amnesia según su etiología:
Amnesia de tipo postraumática: normalmente transitoria. La duración correlaciona con el grado de
daño causado. Un trauma ligero puede provocarle no recordar los eventos ocurridos justo antes del
daño. La persona que sufre amnesia postraumática también puede presentar un estado de coma
(que puede varias su duración, desde segundos hasta semanas). Tras el estado de coma, se
produce un periodo de confusión, y la persona presentara amnesia anterógrada.
Amnesia de tipo mental: producido por una causa psicológica, generalmente de tipo depresivo.
Estado de fuga: también conocido como fuga disociativa. Sus causas generalmente son de tipo
psicológico y normalmente es temporal. Se define como la inhabilidad de recordar algunos o todos
los eventos pasados y la pérdida de identidad.
Amnesia de la niñez (amnesia infantil). Es la incapacidad de recordar situaciones ocurridas en
nuestra niñez. Se ha estudiado la relación de este tipo de amnesia con el desarrollo del lenguaje o
inmadurez cerebral.
Amnesia de tipo global: es la pérdida total de la memoria. Se debe a diferentes causas, como por
ejemplo tras un evento traumático por estrés.
Amnesia psicogénica: de causa psicológica.
Amnesia de la fuente: desorden en la memoria, en el cual no se recuerda de donde proviene la
información.
Amnesia diencefálica medial: trastorno de la memoria asociado con lesiones del diencéfalo medial,
que produce el Síndrome de Korsakoff (lesiones en hipotálamo medial y tálamo medial).
Amnesia de tipo invocada: producida por la ingesta excesiva de alcohol en un periodo corto de
tiempo.
3. Tipos de amnesia según sus características cuantitativas:
Otros autores han clasificado los tipos según sus características cuantitativas o cualitativas. En
cuanto a los tipos de amnesia cuantitativa estarían:
 Amnesia de tipo parcial: afecta a los recuerdos en un campo concreto (visual, auditivo o
verbal). Hay que diferenciar además si su etiología es orgánica, que provocaría una amnesia
definitiva, o por el contrario, si su etiología es psicogénica que tendría un carácter transitorio.
 Amnesia total: afecta a todos los campos (anterógrada, retrógrada y retroanterógrada).
 Hipomnesia: disminución de la capacidad de la memoria. Se observa en pacientes con
neurosis.
 Hipermnesia: aumento o hiperactividad de la memoria. Presente en pacientes maniacos o
delirantes.
 Dismnesia: disminución de la memoria, dificultando la evocación de un recuerdo en un
momento dado. Es el concepto más común, también conocido como fenómeno de punta de la
lengua.
4. Amnesias de tipo cualitativo (paramnesia)
Por otro lado estarían las amnesias de tipo cualitativo, que son denominadas paramnesia (falsos
reconocimientos). Las más conocidas son:
Déja vu: creer que una vivencia actual ha sido experimentada anteriormente. Normalmente lo
presentan personas diagnosticadas de esquizofrenia
Jamais vu: sensación de no haber vivido algo que se conoce. Se observa en pacientes con
trastornos mentales y delirios.
DEMENCIA
Datos y cifras
 La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el
comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
 Aunque afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una
consecuencia normal del envejecimiento.
 En el mundo entero hay unos 50 millones de personas que padecen demencia, y cada año se
registran cerca de 10 millones de nuevos casos.
 La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60% y
un 70% de los casos.
 La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas
mayores en el mundo entero.
 La demencia tiene un impacto físico, psicológico, social y económico no solo en las personas que
la padecen, sino también en sus cuidadores, sus familias y la sociedad en general.

La demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado


por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más
allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia
afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de
aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función
cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control
emocional, el comportamiento social o la motivación.
La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma
primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas
mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino
también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y
comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para
que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la
demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico,
social y económico.

Signos y síntomas
La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la
enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y síntomas
relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas.

Etapa temprana: a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más
comunes incluyen:
 tendencia al olvido;
 pérdida de la noción del tiempo;
 desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y
síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa las personas afectadas:
 empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
 se encuentran desubicadas en su propio hogar;
 tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
 empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
 sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas
preguntas.
Etapa tardía: en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi
totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más
evidentes. Los síntomas incluyen:
 una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
 dificultades para reconocer a familiares y amigos;
 una necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
 dificultades para caminar;
 alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.

Formas más comunes de demencia


Las formas de la demencia son múltiples y diversas. La enfermedad de Alzheimer es la forma más
común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y un 70% de los casos. Otras
formas frecuentes son la demencia vascular, la demencia por cuerpos de Lewy (agregados
anormales de proteínas en el interior de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que
pueden contribuir a la demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los
límites entre las distintas formas de demencia son difusos y frecuentemente coexisten formas
mixtas.

Tasas de demencia
La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del
60% viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de
nuevos casos.
Se calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia en
un determinado momento.
Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152
millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los países
de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar cada vez
más.

Tratamiento y atención
No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y se encuentran en diversas
etapas de los ensayos clínicos.
Sin embargo, sí existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y mejorar
la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos principales de los
servicios de atención relacionados con la demencia son:
 diagnosticarla precozmente para posibilitar un tratamiento precoz y óptimo;
 optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar;
 identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes;
 detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos;
 proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.

Factores de riesgo y prevención


Aunque la edad es el principal factor de riesgo de demencia, la enfermedad no es una
consecuencia inevitable del envejecimiento. Además, la demencia no afecta exclusivamente a
personas mayores. La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65
años) representa hasta un 9% de los casos. Algunas investigaciones han revelado una relación
entre la aparición de deterioro cognitivo y factores de riesgo relacionados con el modo de vida que
también son comunes a otras enfermedades no transmisibles, como la inactividad física, la
obesidad, las dietas malsanas, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol, la diabetes
y la hipertensión. Otros factores de riesgo potencialmente modificables son la depresión, el bajo
nivel educativo, el aislamiento social y la inactividad cognitiva.

Impactos sociales y económicos


La demencia tiene importantes repercusiones sociales y económicas en lo que respecta a los
costos médicos y sociales directos y a los costos referidos a la atención prestada fuera del ámbito
institucional. En 2015, el costo social total de la demencia a nivel mundial se estimó en US$
818 000 millones. Esta cuantía equivale al 1,1% del producto interior bruto (PIB) mundial. El costo
total expresado como proporción del PIB varía entre el 0,2% correspondiente a los países de
ingresos bajos y medianos, y el 1,4% correspondiente a los países de ingresos altos.

Impacto en las familias y los cuidadores


La demencia tiene un efecto abrumador en las familias de las personas afectadas y sus
cuidadores. A menudo surgen presiones físicas, emocionales y económicas que pueden causar
mucho estrés a las familias y cuidadores, que necesitan recibir apoyo por parte de los servicios
sanitarios, sociales, financieros y jurídicos pertinentes.

Derechos humanos
Con frecuencia a las personas que padecen demencia se les deniegan libertades y derechos
básicos de los que las demás personas disfrutan sin problema. En muchos países, el uso de
medios de inmovilización tanto físicos como químicos está a la orden del día en los hogares de
atención para personas mayores o en los servicios de cuidados intensivos, aunque haya en vigor
normativas que defienden el derecho de las personas a ver preservada su libertad y tomar sus
propias decisiones.
Hace falta un marco legislativo apropiado y favorable basado en normas de derechos humanos
internacionalmente aceptadas para garantizar la máxima calidad en la prestación de servicios a
las personas con demencia y sus cuidadores.

Respuesta de la OMS
La OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la
Asamblea Mundial de la Salud respaldó el Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud
pública a la demencia 2017-2025, que establece una serie integral de medidas aplicables por los
planificadores de políticas, los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la propia
OMS en ámbitos tales como: la sensibilización sobre la enfermedad y el establecimiento de
iniciativas destinadas a promover la adaptación a la demencia; la reducción del riesgo de
demencia; su diagnóstico, tratamiento y atención; la investigación e innovación o el apoyo a los
cuidadores de las personas con demencia.

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