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ESTIGMA Y ENFERMEDAD MENTAL:

Para Belvedere (2002) la discriminación consiste en la exclusión social legitimada, es


decir que se basa en un estereotipo que naturaliza una identidad social suturándola en
torno de rasgos particulares, a los que se les adscriben como indisociables
características negativas (Belvedere, 2002). En su Protocol for Identification of
Discrimination Against, del año 2000, ONUSIDA define a la discriminación como
cualquier forma de distinción, exclusión o restricción arbitrarias que afecte a una
persona, generalmente pero no exclusivamente, por motivo de una característica
personal inherente o por su presunta pertenencia a un grupo concreto con independencia
que exista o no alguna justificación para tales medidas (ONUSIDA, 2005).

En los casos más extremos de estigma, se legitima el hecho de que estas personas sean
excluidas moralmente como el rechazo de la vida social y que además producen una
serie de emociones negativas en el resto de la sociedad, como el miedo o el odio. En los
últimos años se ha consolidado una partición del concepto de estigma en dos entidades
discretas. La primera es el denominado estigma público que hereda la tradicional idea
del estigma asociado a la enfermedad mental. La segunda es el llamado autoestigma.

Un círculo vicioso se produce entre el estigma, la discriminación y la violación de los


derechos humanos. Esto puede ser representado en un diagrama como sigue a
continuación:
El “círculo vicioso” del estigma, la discriminación y la violación de los
derechos

ESTIGMA

Legitima Causa

VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS
DISCRIMINACIÓN

Conduce

ESTIGMA – HOMOSEXUALIDAD:

Las personas homosexual, figuran entre los grupos humanos discriminados en nuestra
sociedad. Los sentimientos de rechazo y desprecio, que llegan a la violencia y la
agresión contra ellas, se denominan homofobia y transfobia respectivamente.

Los valores y tabúes de una sociedad están delimitados por mecanismos coercitivos
tales como la censura o la descalificación. Las marcas negativas que hacen referencia a
un determinado grupo o persona, apuntan a reproducciones de experiencias socialmente
sancionadas. Esto conlleva a la discriminación en contextos institucionales (trabajo,
escuela, iglesia, servicios penitenciarios), familiares, comunitarios y lugares públicos
(cines, restaurantes, pubs, comercios).

ESTIGMA VIH:
El estigma asociado al VIH y al SIDA tiene su anclaje en numerosas
fuentes. Comprender las mismas resulta esencial para poder desarrollar respuestas
efectivas. La epidemia ha puesto en juego temores y ansiedades de profundo
arraigo, tales como el temor a los gérmenes y a la enfermedad, el temor a la muerte, las
múltiples ansiedades relacionadas con la sexualidad, entre otros.

Las verdaderas raíces del estigma asociado al VIH/SIDA descansan profundamente en


las estructuras genéricas, económicas, raciales y sexuales, que pueden ser encontradas
en cada sociedad.

Origen del Estigma por VIH/SIDA

El SIDA es una El SIDA es El SIDA es una El SIDA es


“enfermedad de una “enfermedad una “plaga
ricos” “enfermedad africana” gay”
de mujeres”

El SIDA es una
“enfermedad de El SIDA es El SIDA es una El SIDA
pobres” “causado por “enfermedad de es
varones” los “causado
occidentales” por
prostitutas

ESTIGMA POR
VIH/SIDA

RELACIONES Y RELACIONES RELACION RELACION


DIVISIONES Y DIVISIONES ES Y ES Y
ECONÓMICAS DE GÉNERO DIVISIONE DIVISIONE
S S
RACIALES SEXUALES
Comprender la interrelación entre el estigma por VIH/SIDA y estas fuerzas más
profundas, resulta vital si queremos desarrollar respuestas efectivas. El estigma asociado
al VIH/SIDA no es algo que reside solamente en las mentes de las personas. Enfrentar el
estigma, y la discriminación a que da lugar, exige por tanto de sólidas medidas, esto es
de intervenciones que vayan más allá de las expresiones superficiales para profundizar
en las estructuras y causas radicales subyacentes.

Discriminación
En este sentido, el personal de un hospital o prisión, por ejemplo, puede intentar negar
servicios médicos a una persona que vive con VIH/SIDA. o los empleadores pudieran
intentar despedir a trabajadores sobre la base del hecho de estar infectados con VIH.
Expuesta de manera suscinta, la discriminación se expresa cuando se realiza una
distinción contra una persona, y ello se traduce en un trato injusto sobre la base de su
pertenencia a un grupo particular. Como resultado de esta discriminación, se violan los
derechos de las personas que viven con el virus y la enfermedad, tan solo por el hecho
de saberse o presumirse que tienen VIH/SIDA.

ESTIGMA ESQUIZOFRENIA:

Las personas que padecen algún trastorno mental son uno de los grupos más
estigmatizados en la sociedad, especialmente las que padecen esquizofrenia. La
enfermedad mental ha estado vinculada a una serie de prejuicios sociales que
determinan al enfermo con esquizofrenia como agresivo, raro, impredecible en su
conducta, débil, vago e improductivo, con el que no se puede razonar, crónico y
culpable de su enfermedad.

Este estereotipo del enfermo mental conlleva una percepción de peligrosidad y un


miedo en la relación, que, posiblemente, se ha generado como consecuencia del
desconocimiento y la falta de información sobre esta enfermedad.

Esta visión de la enfermedad está reforzada por los medios de comunicación, en donde
en ocasiones la información es una forma de sesgar la realidad y fomentar un
estereotipo de personas agresivas, desorganizadas y que provocan miedo.
En los familiares también están presentes los prejuicios hacia la enfermedad, en donde
surgen conductas de vergüenza y de secretismo ligados a un sentimiento de culpabilidad
hacia la causa de la enfermedad, esto puede causar aislamiento o abandono.

La estigmatización de las personas que padecen un trastorno mental tiene una influencia
negativa en cuanto a encontrar un trabajo, una vivienda o de mantener relaciones
sociales con amigos o en pareja. Por otro lado, estas consecuencias comportan un
empeoramiento de su situación llevándoles a una desadaptación social, una baja
autoestima, depresión y un aumento de la carga familiar. Lo cual dificulta y, a veces,
impide una reinserción real en la comunidad, no facilitando el objetivo principal que
marca la rehabilitación psicosocial.

Existen pocos estudios que valoren la visión del estigma de quien padece la enfermedad,
puesto que existe el prejuicio de que no son capaces de evaluar su propia situación
personal debido a al deterioro cognitivo.

ESTIGMA TRANSTORNO DISOCIATIVO:

Seva Díaz (1985) relaciona la utilización histórica de estos conceptos en la práctica


psiquiátrica, con las actitudes de la población hacia las personas que padecen una
enfermedad mental y su tendencia a considerarlas peligrosas, susceptibles de ser
tratadas en lugares aislados, diferentes al resto de enfermos, y el pensamiento de que
una persona que ha sufrido una enfermedad mental nunca volverá a ser la misma (citado
en Miranda, M., 1996).

DSM-V, o el CIE-10, como herramientas para homogeneizar enfoques diagnósticos más


universales, y se han acuñado nuevos términos más “políticamente correctos” (se habla
de trastornos en lugar de enfermedades, Depresión Mayor, Trastorno Bipolar, Trastorno
Autista, Trastorno Disociativo)

Algunas de las consecuencias más llamativas de la estigmatización asociada a la


enfermedad mental disociativa son:

 La restricción de derechos, principalmente sociales, en cuanto al acceso a recursos,


a los servicios públicos o a la participación social.
 Problemas de incorporación y mantenimiento en el ámbito laboral, para acceder a
una vivienda, o para formar una familia.
 Temor de las personas afectadas a acudir a los servicios específicos para abordar la
enfermedad, tanto en el ámbito sanitario como en el social, por miedo a ser
etiquetados. Esto desemboca en la ausencia de tratamiento en las fases iniciales, y
por ende, en el agravamiento del padecimiento.
 Inferior asignación de recursos para prevenir y tratar estas enfermedades, así como
el desprestigio de los profesionales asociados a ellas.
 Inseguridad de las personas con enfermedad mental ante “los otros”, quienes no les
comprenden, lo que ocasiona que los afectados se relacionen únicamente en
espacios “protegidos”, y se dé cierto aislamiento social. Esto provoca aumento de la
ansiedad en aquellos que se ven forzados a aislarse, y en muchas ocasiones,
situaciones de sobreprotección, lo que dificulta el tan deseado trato igualitario.
BIBLIOGRAFIA

 Articulo - EXPERIENCIAS DE ESTIGMA Y DISCRIMINACION EN PERSONAS


HOMOSEXUALES/GAYS, BISEXUALES Y TRANS.

DIRECCIÓN DE SIDA Y ETS MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN 1


BUENOS AIRES, JULIO DE 2010

https://argentina.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/2015-06_estigma-
discriminacion_0.pdf

 Estigma y Discriminación por VIH y SIDA: Un Marco Conceptual e Implicaciones


para la Acción, Traducción (versión de Inglés a Español): Lic. Loraine Ledón Llanes.
http://proyectosidasocial.com/wpcontent/uploads/sites/3/2015/12/DiscriminaciF3n20
por20VIH.pdf

 Estudio cualitativo sobre la autopercepción del estigma social en personas con


esquizofrenia, Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría,
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352011000300006

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