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Revista Sonorense de Psicología

2001, Vol. 15, No. 1 y 2, 3-17.

Teoría de la conducta: reflexiones críticas 1

Behavior theory: critical reflections

Claudio Carpio2, Virginia Pacheco, Carlos Flores y César Canales

Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Iztacala


Grupo T de Investigación Interconductual3
“ ... tratándose de seres inmateriales,
lo que intelige y lo intelegido se identifican”
Aristóteles
(De anima, libro tercero, capítulo cuarto)

Se examina la estructura lógica del modelo taxonómico propuesto por Ribes y López (1985), espe-
cialmente en lo relativo a la consistencia de los criterios aplicados en la definición y organización
jerárquica de las funciones conductuales y los casos paradigmáticos en cada una de ellas. Se identi-
fican algunas incongruencias caso-caso y función-caso y se propone una organización alternativa de
los casos de cada función.
DESCRIPTORES: teoría de la conducta, taxonomía, incongruencia, paramétrico, funcional.

The logical structure of the taxonomic model proposed by Ribes and López (1985) is examined, es-
pecially in relation to the consistency of the criterions applied in the definition and hierarchical or-
ganization of the behavioral functions and the paradigmatic cases in each one of them. Some incon-
gruities case-case and function-case are identified. A alternative organization of the cases of each
function is proposed.
KEY-WORDS: behavior theory, taxonomy, incongruity, parametric, functional.

Exordio Un tipo particular de desacuerdos sobre la


naturaleza de los problemas y las soluciones acepta-
Durante los períodos en los que las prácticas bles dentro de una disciplina, a los que llamaremos
científicas en una área específica de conocimiento se discrepancias paradigmáticas, se refieren a la falta
encuentran relativamente estandarizadas por el con- de consenso en tres aspectos centrales de la práctica
senso sobre la naturaleza de los problemas y de las científica: a) la metáfora o modelo adoptado para la
soluciones disciplinariamente pertinentes, el progreso representación simbólica del objeto de estudio; b)
en la investigación y la teorización es relativamente los ejemplares metodológicos empleados para ilus-
rápido y armónico (Kuhn, 1972 –traducción al espa- trar la dupla problema-solución, y; c) la lógica de
ñol). En ausencia de este consenso, el curso de la in- operación conceptual aplicada en la definición de
vestigación se sigue mucho más lentamente, avanzan- problemas y la proposición de las soluciones co-
do entre conflictos teóricos, dificultades técnicas y rrespondientes.
embrollos conceptuales que impiden apreciar con Las discrepancias paradigmáticas más rele-
justicia el grado de avance, teórico o empírico, que vantes en la psicología conductual contemporánea
representa cada nuevo dato o concepto generado me- han sido examinadas enfatizando la importancia de
diante la investigación. la psicología interconductual como alternativa histó-
rica frente a los modelos reflexológicos, biológicos,

1
La elaboración de este trabajo fue posible gracias al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) al
proyecto 1115-PH, de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM al proyecto PAPIIT IN304700 y de
PAPIME-UNAM .
2
La correspondencia relacionada con este trabajo puede dirigirse al primer autor a: UNAM-Iztacala, División de Estudios de
Posgrado, Av. de los Barrios s/n. Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Edo. Méx. México, C.P. 54090, A.P. 319.
e-mail: carpio@servidor.unam.mx
3
Los autores son responsables del escrito, pero las ideas que pudieran ser de interés o utilidad son resultado colectivo del “Se-
minario sobre problemas en Teoría de la Conducta” que mensualmente lleva a cabo el Grupo T de investigación Interconductual.
Carpio, Pacheco, Flores y Canales

econométricos y cognocitivistas dominantes en el revisitación señalada y, simultáneamente, de rendir


escenario actual (Ribes, 1982; Ribes y López, 1985; un homenaje a sus autores a quince años de la pu-
Carpio, 1992). Sin embargo, es de señalarse que no blicación de la obra citada. Obviamente se pretende
ha bastado la formulación de las líneas generales el tipo de homenaje que en ciencia es el más justo:
alternativas en la obra de Kantor (1959) para gene- la reflexión crítica.
rar los consensos necesarios para instaurar un nuevo Antes de proceder son necesarias dos adver-
período de investigación normalizada (Ribes, 1994; tencias en relación con la naturaleza del presente
Carpio, 1994). escrito. En primer lugar, el trabajo no es una expo-
Uno de los intentos sistemáticos más valio- sición del modelo propuesto por Ribes y López
sos por construir nuevos esquemas de representa- (1985), sino una revisión sistemática del mismo. En
ción, de investigación y de aplicación del conoci- segundo lugar, derivada de la característica señala-
miento psicológico, pensados al modo interconduc- da, el texto puede parecer obscuro y excesivamente
tista, es el desarrollado por Ribes y López (1985) en denso, en descargo de esto dejamos establecido que
su Teoría de la Conducta: Un análisis de campo y el propósito no es didáctico sino crítico. En virtud
paramétrico. Esta obra es, sin lugar a dudas, la más de estas características, los autores asumen el riesgo
citada en los trabajos que los interconductistas de de que el texto llegue sólo los lectores más profun-
habla hispana han publicado en los últimos quince damente familiarizados con la obra bajo análisis, en
años, tanto teóricos como experimentales y aplica- todo caso consideran que vale la pena.
dos. Desafortunadamente, las citas a esta obra no en
todos los casos están correlacionadas con el sentido I: El modelo taxonómico de Ribes y López
general de la obra, es decir, con la aplicación origi-
nal del pensamiento interconductual al tratamiento Aunque el modelo de campo y paramétrico
de los eventos psicológicos. desarrollado por Ribes y López (1985) representa
Para entender por qué el trabajo de Ribes y un intento sistemático por formular una taxonomía
López (1985) no se ha traducido plenamente en funcional de las estructuras del comportamiento,
formas novedosas de hacer psicología, es posible existen en su estado actual diversas inconsistencias
que tengamos que recurrir a las mismas razones lógicas que limitan su congruencia como sistema
invocadas para explicar la falta de impacto discipli- representacional, que a su vez restringen el carácter
nario que ha tenido hasta ahora la formulación in- funcional del análisis que se pretende.
terconductual de Kantor; en particular a aquellas Las inconsistencias se concentran funda-
vinculadas con el grado de abstracción que dicha mentalmente en la definición y clasificación de los
formulación posee respecto de los modos específi- casos paradigmáticos de las funciones conductuales
cos que deben adoptar las prácticas teóricas, expe- generales y se ubican en dos niveles distintos pero
rimentales y aplicativas de la psicología intercon- complementarios, a saber:
ductual (Ribes, 1994). a) Incongruencia entre los criterios aplica-
Además de lo anterior, en relación con la dos en la definición y clasificación de los casos de
obra de Ribes y López (1985) debe señalarse que a una función y los aplicados para los casos de las
la fecha se ha carecido de una revisitación crítica de otras funciones; a este nivel lo denominaremos en lo
sus planteamientos por parte de quienes la citan sucesivo incongruencias caso-caso;
como fundamento de su quehacer. Tal revisitación b) Incongruencia entre los criterios de defi-
crítica constituye de hecho una condición necesaria nición y clasificación de los casos paradigmáticos y
para avanzar en su comprensión real, cuestión que a los empleados en la definición y clasificación de las
su vez es indispensable para su aplicación creativa funciones generales; nivel al que en adelante llama-
en los distintos ámbitos de la psicología. remos incongruencias caso-función.
En este contexto, en el presente trabajo se Aunque en el análisis que sigue se intentará
presenta un análisis del trabajo de Ribes y López tratar por separado estos dos niveles de incongruen-
(1985) con el doble propósito de contribuir a la cia en cada una de las funciones propuestas en el

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modelo de campo, su carácter complementario im- operacional, puede en un momento dado resultar
prime restricciones a esta posibilidad, por lo que útil en términos del análisis empírico de la conduc-
eventualmente se tratarán en conjunto. ta, pero no como criterio de cualificación funcional
de la conducta.
La función contextual Por otro lado, en cuanto al criterio de mola-
En la función contextual, los casos para- ridad-molecularidad aceptado para la formulación
digmáticos son conceptuados como "diversos nive- del caso de configuración, puede señalarse que si
les de mediación que pueden darse al interior de bien este criterio es operacionalmente preciso, no se
esta forma de organización de la conducta" (Ribes y encuentra referido a un nivel de mediación distinto
López, 1985, Pág. 117), por lo que cabría esperar al de los casos anteriores, a menos que se suponga
que su definición y clasificación atendiera, precisa- que la complejidad funcional de una relación de
mente, a distintos niveles de mediación contextual, mediación está determinada por el grado de comple-
sin embargo, esto no es así. Los casos de esta fun- jidad cuantitativa de sus elementos. En virtud de
ción son identificados y clasificados con base en que no sostenemos esta última suposición, podemos
dos criterios distintos: uno, observacional y, otro, de sostener alternativamente que este criterio, al igual
molaridad-molecularidad de la contingencia contex- que el anterior, no representa genuinamente un cri-
tualizada. terio funcional útil para la tipificación de relaciones
Con base en el criterio observacional se de mediación contextual.
define el primer caso de esta función. En específico, En un segundo nivel de análisis, difícilmente
en tanto que no es explícitamente identificado el podemos encontrar en los casos de la función contex-
estímulo cuyas propiedades funcionales se ven alte- tual correspondencia con los criterios de mediación y
radas por la ocurrencia del evento contextualizador, desligamiento funcional que tipifica a la función
se postula esta situación como un caso distinto a general. Podría preguntarse si los casos tal como
aquellos en los que este evento contextualizado si se actualmente están representados suponen una orde-
identifica explícitamente. Por otro lado, el tercer nación de complejidad creciente en las relaciones de
caso es distinguido de los dos primeros por la exis- mediación o en el nivel de desligamiento. De ser
tencia no de un elemento único sino de una relación negativa la respuesta, como lo sostenemos, la única
entre estímulos como evento contextualizado; es posibilidad que vemos es reconocer que su ordena-
decir, si el evento contextualizado no es un estímulo ción vertical al interior de la función se ajusta más a
sino una relación entre dos o más estímulos se su- criterios de complejidad cuantitativa que funcional.
pone una complejidad funcional mayor que justifica
para Ribes y López la postulación de un caso para- La función suplementaria
digmático distinto. En la definición y clasificación de los casos
Es claro que la aplicación de un criterio paradigmáticos de la función suplementaria, a diferen-
observacional para distinguir los casos de la función cia de lo establecido para la función contextual, encon-
contextual no representa un criterio funcional, pues- tramos de principio que estos se definen como "distintas
to que el primero se encuentra referido más a las clases de interacción determinadas por el número de
capacidades de observación y/o registro del obser- respuestas y estímulos comprendidos en la relación de
vador de una interacción que a una propiedad de la campo y la forma en que se interrelacionan" (Ribes y
interacción misma. De hecho, este criterio es, en López, 1985, Pág. 142).
mucho, similar al empleado por Skinner (1938) para Como es evidente, en esta función el crite-
distinguir la conducta respondiente de la operante; rio fundamental es el número de elementos com-
recordemos que para este autor la diferencia entre la prendidos y de relaciones de condicionalidad que
conducta operante y la conducta respondiente era entre sí establecen tales elementos. Dos comentarios
que en las ocasiones en que aquella ocurría no era son pertinentes al respecto. El primero, relativo al
posible identificar al estímulo provocador corres- carácter paramétrico del criterio adoptado, es que, al
pondiente. El criterio observacional, como criterio igual que en la función contextual, se declara expre-

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samente que las dimensiones cuantitativas –paramé- estímulo. Estas diferencias se deben, desde luego, a
tricas– de la relación son de gran relevancia en la que al involucrarse en relaciones de mediación dis-
configuración funcional del campo de contingen- tintas los criterios no pueden ser, entre sí, homogé-
cias, aunque ésta ni se iguala con la segunda ni se neos. Naturalmente no pretendemos que lo debieran
reduce a ella, sin embargo, los casos se clasifican en ser, simplemente destacamos que no lo son y que no
términos del grado de complejidad cuantitativa de se ajustan entre sí tampoco en el nivel funcional, lo
los elementos involucrados en la interacción y no de que impide su contrastación en estos últimos térmi-
las relaciones de mediación y nivel de desligamien- nos y, en consecuencia, se imposibilita su jerarqui-
to funcional implicados. zación en términos de la complejidad funcional del
Para ilustrar lo antes dicho, basta con consi- campo al que corresponden.
derar que en las relaciones de mediación suplemen- De la misma manera que en la función con-
taria en la que la reactividad del organismo media la textual, los casos de esta función son difícilmente
relación contextual entre dos segmentos de estímu- relacionables con los criterios de mediación y desli-
lo, no se da una mayor complejidad funcional por el gamiento funcional que amparan la clasificación de
hecho de que la extensión del segmento reactivo las funciones generales. ¿Cómo podría decirse, des-
efectivo en la mediación se incremente o se reduzca. pués de lo que hemos mencionado, que la contin-
Por ejemplo, en la situación conocida como pro- gencia intermitente es funcionalmente más compleja
gramas de reforzamiento al requerirse más de una que la contingencia simple o menos que la contin-
respuesta en el operando, lo único que se está ha- gencia concurrente? Nos parece evidente que los
ciendo es ampliar el segmento de respuesta efectivo criterios de mediación y desligamiento no corres-
para la producción del reforzador; creer que hacer ponden con los aplicados en la clasificación intra
esto es incrementar la complejidad funcional impli- función de los casos paradigmáticos.
ca que se está confundiendo el criterio experimental
de registro de la respuesta con el criterio funcional La función selectora
de la contingencia involucrada en la situación. Del Por otro lado, los casos de la función selec-
mismo modo, sostener que la contingencia intermi- tora, son clasificados con base en un criterio que
tente es funcionalmente más compleja que la con- descansa en "las relaciones de condicionalidad que
tingencia simple equivale a reducir lo funcional de se establecen entre los diversos segmentos de estí-
la interacción a las propiedades cuantitativas de la mulo de la interacción, relaciones que prescriben la
misma. El mismo argumento es aplicable, en nues- probabilidad no solo de que uno de los elementos
tra perspectiva, a los demás casos de la función particulares tenga propiedades funcionales momen-
suplementaria (contingencia simple, contingencia táneas, sino de que los elementos estén comprendi-
intermitente, contingencia compuesta y contingen- dos en segmentos de estímulo más amplio" (Ribes y
cia concurrente). López, 1985, Pág. 167). Los casos considerados
El segundo comentario pertinente se rela- (condicionalidad de la relación suplementaria, con-
ciona con la congruencia de los criterios paramétri- dicionalidad del evento suplementario, condiciona-
cos empleados para la definición de los casos de lidad del evento contextual, doble condicionalidad
esta función con los empleados en la precedente. de la relación suplementaria) representan las diver-
Conviene notar que aunque los dos se encuentran sas relaciones de condicionalidad de los elementos
referidos a la complejidad cuantitativa del campo, comprendidos en la relación suplementaria respecto
se concentran en propiedades distintas. En el caso a las propiedades funcionales del segmento selector.
de la función contextual, los criterios seguidos se Aunque en nuestra opinión la descripción
refieren más a la observabilidad del evento contex- de los casos de esta función es más próxima a los
tualizado y su numerosidad, mientras que en la fun- criterios funcionales relativos a la complejización
ción suplementaria se encuentran orientados hacia de las relaciones de mediación involucradas, se
la efectividad mediadora del segmento reactivo adolece de un reconocimiento explícito de las dis-
mediador y su condicionalidad a otros eventos de tintas relaciones de mediación establecidas en los

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niveles contextual y suplementario incluidos en la rencia del referido, referencia del referidor y auto-
relación selectora. En otros términos, la descripción rreferencia), aunque formalmente atienden a crite-
de los casos paradigmáticos no reconoce las rela- rios funcionales que se vinculan con el grado de
ciones de mediación contextual y suplementarias desligamiento respecto a las propiedades físico-quí-
incluidas ni la manera en que estas se modifican micas y espacio-temporales de la situación en la que
funcionalmente al ser integradas en un campo de la interacción sustitutiva tiene lugar, y se argumenta
mayor complejidad. que la no representación de las relaciones de depen-
Por otro lado, los criterios de identificación y dencia se debe a un propósito de mejor compren-
formulación de estos casos, son evidentemente incon- sión, creemos que esta manera de proceder genera
gruentes con los empleados para los casos de las fun- algunos problemas, fundamentalmente en cuanto a
ciones contextual y suplementaria. En este nivel, la la omisión conceptual de éstas.
clasificación no se ajusta a criterios observacionales, En primer término, la no representación de las
numéricos o de molaridad-molecularidad de la contin- dependencias favorece que se ignore, al definir y clasi-
gencia, sino a los elementos particulares de la relación ficar los casos paradigmáticos, la inclusividad de las
que establecen condicionalidades críticas para la es- relaciones de mediación de las funciones incluidas y
tructuración del campo. Con el riesgo de ser excesi- su transformación como contingencias sustituidas. Al
vamente reiterativos, consideramos que este nivel de proceder de esta manera, no es posible identificar có-
incongruencia caso-caso es resultado de que la defini- mo es que las relaciones de mediación definitorias de
ción de los casos paradigmáticos se ajusta más a crite- las funciones que teóricamente son incluidas en la
rios paramétricos que funcionales. Del mismo modo, sustitución referencial se incorporan en este nivel y
la incongruencia caso-función que en esta función se cómo o qué componentes de dichas relaciones de me-
presenta se debe a que los casos no se reconocen como diación se modifican durante la sustitución. Esta cues-
inclusivos de las relaciones de mediación de las fun- tión no se reduce a un problema de representación
ciones incluidas en el campo que se examina, es decir, esquemática, desde luego, y por lo tanto no se resolve-
se es incongruente con el principio de inclusividad ría con esquemas más complejos, sino que realmente
como criterio de jerarquización de las funciones y que se están ignorando los aspectos funcionales que debie-
también debería estar representado al interior de las ran ser los criterios para la formulación de los casos
funciones como una clasificación de los casos que paradigmáticos.
fuera de lo más simple a lo más complejos en términos Dos cuestiones evidencian la ausencia de
de sus relaciones de inclusividad de funciones subor- criterios funcionales congruentes en la definición de
dinadas. los casos de esta función. La primera es la relativa a
la congruencia caso-caso. Recordemos que en la
La función sustitutiva referencial función contextual se definían los casos como nive-
Una situación diferente está presente en la les de mediación intrafunción, si esto es así efecti-
definición y clasificación de los casos paradigmáti- vamente, se supondría en consecuencia que la refe-
cos de la función sustitutiva referencial, la cual "se rencia de eventos independientes representa un ni-
fundamenta en la consideración de la restricción de vel de mediación sustitutiva referencial distinto al
las contingencias situacionales y en el aumento del representado por la referencia del referido, referen-
desligamiento con respecto a las dimensiones tiem- cia del referidor y la autorreferencia. ¿Cuál es el
po-espacio-apariencia. Como estos casos se clasifi- criterio para sostener esto?. En nuestra opinión, no
can con base en la caracterización del referente, el hay ninguno suficientemente sólido para sostener
referido y el referidor, omitiremos la descripción esta implicación de concebir a los casos como nive-
esquemática de las dependencias con el propósito de les de mediación intrafunción, puesto que en los
una mejor comprensión" (Ribes y López, 1985, Pág. cuatro casos contemplados se considera la media-
189). ción sustitutiva de la interacción selectora de un
Los casos actualmente definidos en esta individuo con respecto a objetos o eventos, inde-
función (referencia de eventos independientes, refe- pendientemente de que en algún momento las fun-

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ciones de referente, referido y referidor sean se emplean criterios diferentes a los utilizados en la
desempeñadas por el mismo individuo. Parece que función anterior, como los propios autores del mo-
los casos y su clasificación responden más a un delo señalan " La lógica que ampara la clasificación
criterio de localización del referente y del referido de los diferentes casos esta basada en la interrela-
respecto al referidor (lo cual en algún sentido puede ción de respuestas con y/o sin historia de referencia-
incluso llegar a ser próximo a un criterio espacial lidad como proceso de traducción" (Ribes y López,
que especifica operacionalmente el entorno del refe- 1985, Pág. 215).
ridor) que a la distinción de tipos de mediación sus- Aunque en nuestra perspectiva la lógica
titutiva referencial. Naturalmente, la congruencia empleada si se ajusta al criterio general de desliga-
caso-caso es nula ya que no corresponden los crite- miento funcional, y parcialmente al de mediación,
rios aquí empleados con los utilizados en la delimi- existe una falta de congruencia caso-caso evidente.
tación de los casos paradigmáticos de las demás A diferencia de lo ocurrido en las funciones prece-
funciones. dentes, los criterios paramétricos aquí no se expre-
Una segunda cuestión es la vinculada con la san en relación con las propiedades cuantitativas de
congruencia caso-función. Al respecto, puede decir- la interacción (lo que se puede entender dado el
se que, en tanto los casos no corresponden con dife- nivel de desligamiento funcional representado por
rentes niveles de mediación sustitutiva referencial, esta función) sino a la dimensión paramétrica de
el criterio de clasificación es incongruente con los correspondencia referencial entre el segmento me-
de mediación y desligamiento funcional empleados diador y los segmentos mediados, así como la co-
para la clasificación de las funciones. Desde luego rrespondencia de referencialidad entre los segmen-
que la suposición de que la referencia a eventos tos mediados y situaciones específicas. De cualquier
independientes involucra un grado más bajo de des- manera, la clasificación de los casos en esta función
ligamiento que la referencia del referido y éste a su se sigue ajustando a criterios paramétricos más que
vez uno menor al implicado en la referencia del a criterios funcionales, lo que, dada la diversidad de
referidor, y todos uno más bajo con respecto a la dimensiones paramétricas pertinentes a cada una de
autorreferencia, obliga a preguntarse si la "externa- las funciones, explica la incongruencia caso-caso.
lidad" del referente y del referido respecto del refe- Por otro lado, la incongruencia caso-función más
ridor supone menor desligamiento que la autorrefe- destacada en la clasificación de los casos de esta
rencia. Nuestra respuesta es evidentemente negativa función se relaciona con la ausencia de la conside-
puesto que la referencia de eventos independientes ración de las relaciones de mediación teóricamente
puede darse en términos de sustitución de sus pro- más simples que son incluidas en la sustitución no
piedades sustitutivas o convencionales, mientras referencial; al igual que en las funciones anteceden-
que en la autorreferencia puede darse el caso de tes, aquí se carece de la representación conceptual
autorreferir propiedades contextuales de la propia de las relaciones de inclusividad funcional de las
conducta y, considerando la inclusividad de las relaciones de mediación que son definitorias de la
funciones como criterio de complejidad funcional, complejidad funcional de los distintos campos es-
resulta claro que es mucho más complejo la sustitu- tructurados de contingencias. En estos términos, no
ción de propiedades sustitutivas o selectoras que de es posible identificar qué tipos de relaciones de
propiedades contextuales. Con esto queremos dejar mediación (contextual, suplementaria, selectora o
claro que los casos definidos en la función sustituti- sustitutiva referencial) se incluyen diferencialmente
va referencial tampoco se ajustan a criterios funcio- en cada uno de los distintos casos considerados, y
nales, incrementándose tanto la incongruencia caso- creemos que debiera ser así puesto que sólo de esta
caso como caso-función. manera se podrían reconocer los casos como niveles
de mediación distintos al interior de la función ge-
La función sustitutiva no referencial neral. Dado, sin embargo, que esta posibilidad de
Finalmente, en la clasificación y definición reconocimiento diferencial de la inclusividad no es
de los casos de la función sustitutiva no referencial posible en la formulación de los casos de esta fun-

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ción, creemos que también aquí se presenta una mente la definición de las funciones conductuales
incongruencia caso-función notable. reconocidas en dicha taxonomía. Desafortunada-
mente al definir los casos paradigmáticos de las
Epítome primero distintas funciones se pierde la congruencia en los
Sintetizando lo expuesto, podemos agrupar criterios y se adoptan otros, paramétricos, que hacen
las inconsistencias del modelo de campo en torno a la que el sistema deje de representar funcionalmente
falta de correspondencia entre los criterios para defi- las estructuras del comportamiento.
nir los casos paradigmáticos de cada una de las fun- ¿Qué hacer para superar esta situación actual
ciones, incongruencia caso-caso, y falta de corres- del modelo de campo? En nuestra perspectiva, el
pondencia entre los criterios adoptados para la defi- primer paso es establecer una definición de los casos
nición de los casos y los empleados en la definición y paradigmáticos que se aplique por igual en todas las
clasificación de las funciones generales. En particu- funciones. En segundo lugar, habría que reformular
lar, hemos insistido en que la definición de los casos los casos actualmente considerados, es decir, rees-
se ajusta normalmente a criterios paramétricos, des- tructurarlos con base en la definición establecida. Por
criptores de la complejidad cuantitativa de las con- último, se debe "reubicar" los casos actualmente
tingencias y sus elementos, más que a criterios fun- contemplados en el modelo de campo dentro de los
cionales adecuados, congruentes con los criterios de nuevos casos, así como delimitar las dimensiones
mediación y desligamiento funcional empleados para paramétricas pertinentes a estos últimos para orientar
la clasificación de las funciones. Consideramos, sin la investigación empírica correspondiente. En lo que
embargo, que es un compromiso ineludible aclarar resta del presente trabajo, nos limitamos a las prime-
qué entendemos por criterios funcionales congruen- ras dos cuestiones, dejando para un momento poste-
tes y derivar de ello la manera de conceptuar los ca- rior el desarrollo de la última.
sos paradigmáticos y su clasificación.
La definición funcional de los casos paradigmáticos
II: Hacia una nueva taxonomía funcional En primer lugar, conviene hacer notar que
de la conducta la denominación "casos paradigmáticos" puede
generar confusiones debido a que en la obra de Ri-
Reconociendo que la conducta de los orga- bes y López (1985) el término "paradigma" refiere
nismos puede ser representada psicológicamente básicamente el diagrama que representa esquemáti-
como campos multifactoriales en los que sus distin- camente las relaciones de mediación identificadas.
tos elementos establecen relaciones de interdepen- Ello se puede prestar a que, inapropiadamente, se
dencia recíproca que en su conjunto definen su es- considere que los casos paradigmáticos se refieren a
tructura funcional, es claro que identificar los distin- las variantes cuantitativas de las relaciones repre-
tos tipos o niveles cualitativos de estructuración de sentadas; en su lugar, convendría, con el propósito
los campos psicológicos representa la tarea inicial de destacar su naturaleza funcional, denominarlos
básica de una teoría de la conducta. como casos funcionales de la función general.
La taxonomía funcional propuesta por Ribes En segundo lugar, para definir los casos fun-
y López (1985), adopta como criterio general para cionales consideramos necesario partir de lo estableci-
la identificación de los tipos o niveles de estructura- do por Ribes y López (1985) en el sentido de que las
ción funcional de la conducta a las relaciones de funciones representan un nivel de mediación en de-
mediación presentes en el proceso estructurante de terminado grado de desligamiento funcional y que la
los campos de contingencias. Adicionalmente, el complejidad de cada función está definida por sus
concepto de desligamiento funcional se utiliza como relaciones de inclusividad con las otras funciones, de
criterio general de clasificación jerarquizada de los lo que lógicamente se deriva que cada nivel de media-
tipos de estructura funcional. De este modo, cada ción incluye las relaciones de mediación "más sim-
tipo de estructura correspondiente a un nivel parti- ples". Si esto se acepta, podemos definir a los casos
cular de desligamiento funcional constituye propia- funcionales como los distintos modos de mediación

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que se dan al interior de cada función, identificados como mediación por contexto de las propiedades
con base en las relaciones de inclusividad que la fun- funcionales de un evento de estímulo por las pro-
ción general establece con las funciones más simples. piedades funcionales de otro evento de estímulo;
Con la definición que ofrecemos intentamos b) La función suplementaria incluye en su
dejar claramente establecido que los casos funcionales estructura una función contextual mediada. En ri-
representan las distintas relaciones de inclusividad que gor, la mediación suplementaria constituye la me-
la función general establece con otras funciones. Así, diación de una relación contextual entre eventos de
cada caso funcional correspondería a una de las posi- estímulo por parte de la respuesta del organismo;
bles relaciones establecidas con funciones "más sim- c) La función selectora representa, como
ples" y no estaría definido con base en las propiedades nivel de mediación más complejo, la inclusión de
cuantitativas de la interacción y/o sus elementos (defi- una relación suplementaria mediada por un segmen-
nición paramétrica), sino como reconocimiento cuali- to de estímulo externo a la contingencia suplemen-
tativo de los distintos modos en que la relación de taria misma. Esta función al ser inclusiva de las
mediación tiene lugar en una función particular. Esta precedentes constituye la mediación de una media-
definición, como una primera virtud, se puede aplicar ción suplementaria de una relación contextual;
rigurosamente en todas y cada una de las funciones d) La función sustitutiva referencial, como
generales reconocidas en la taxonomía, evitándose con nivel de mediación que tiene lugar bajo condiciones
ello que en cada una se cambie el criterio de clasifica- de desligamiento extrasituacional, representa la
ción. Adicionalmente, esta definición permite respetar mediación sustitutiva de múltiples relaciones selec-
el criterio de complejización, como relación de inclu- toras (y por consiguiente las suplementarias y con-
sividad, adoptado para clasificar las funciones, para la textuales incluidas);
taxonomización de los casos funcionales, con lo que e) La función sustitutiva no referencial re-
se evitan las incongruencias caso-función de las que presenta, finalmente, la mediación de cuando menos
hablamos anteriormente. Finalmente, con la definición una relación sustitutiva referencial por parte de un
que ofrecemos se posibilita una representación autén- estímulo y/o respuesta convencional.
ticamente funcional de las estructuras del comporta- Es claro que el grado de inclusividad de las
miento. funciones constituye en el modelo de campo el cri-
terio funcional para organizar jerárquicamente la
Identificación y clasificación de los complejidad de las mismas. Además, no es casual
casos funcionales encontrar que esta inclusividad se describe en tér-
Partiendo de la definición que hemos pro- minos de relaciones de mediación en la que se esta-
puesto para los casos funcionales como modos de blece que la función X media a la función Y, puesto
mediación intrafunción reconocidos en términos de que de esta manera se hace claro que en una función
las relaciones de inclusividad que establece la fun- compleja siguen operando las relaciones de media-
ción general con otras más simples, es necesario ción más simples pero de una manera subordinada
como paso previo a la identificación de tales casos a, y transformada por, relaciones más complejas de
funcionales la identificación de las relaciones de mediación.
inclusividad mencionadas. Ahora bien, ¿qué significa que "La función
Ribes y López (1985, Págs. 67-71) identifi- X media a la función Y"? Esta expresión significa
can las relaciones generales de inclusividad estable- que la configuración de la función mediada es de-
cidas entre las funciones en términos de las relacio- pendiente de la presencia de un elemento externo a
nes de mediación. Esta identificación se puede sin- ella –el elemento mediador. Las nuevas relaciones
tetizar como sigue: de interdependencia así establecidas conforman, en
a) La función contextual representa la fun- su conjunto, la estructura de la nueva función.
ción psicológica más simple, por lo que no incluye Lógicamente, los casos funcionales son
en su estructura a ninguna forma previa de organi- identificados con base en las relaciones de depen-
zación psicológica. La mediación en este nivel se da dencia así establecidas. Queda entonces claro que

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REVISTA SONORENSE DE PSICOLOGÍA

los casos funcionales representan los modos que casos funcionales de la función suplementaria, a
adoptan las relaciones de mediación dentro de una saber:
misma función general. Naturalmente, no basta con b.1) Contingencia del evento contextualizador;
decir que, por ejemplo, la función selectora consti- b.2) Contingencia del evento contextualizado;
tuye la mediación de una relación suplementaria b.3) Contingencia doble contextualizador/contex-
puesto que la dependencia de la relación suplemen- tualizado.
taria puede descansar crucialmente en la dependen- b.1) En el primer caso, la ocurrencia del
cia particular de las propiedades funcionales del estímulo contextualizador de la relación contextual
estímulo contextualizado incluido respecto al estí- mediada es dependiente de la ocurrencia de la res-
mulo selector, o en la dependencia respecto al mis- puesta, mientras que la ocurrencia del estímulo con-
mo estímulo de la propiedad efectiva de la respuesta textualizado en la situación interactiva es indepen-
suplementaria para la producción del estímulo con- diente de dicha respuesta. Los procedimientos de
textualizador, etc. En otras palabras, la inclusividad, discriminación simple, programas simples y com-
como mediación, de una función más simple en otra plejos de reforzamiento, entre otros, pueden ilustrar
más compleja puede darse de distintos modos, cuya el tipo de situaciones descritas por este caso funcio-
identificación da lugar a los casos funcionales co- nal.
rrespondientes. A continuación procedemos a iden- b.2) El segundo caso representa la situación
tificar los casos funcionales de cada una de las fun- en la que la ocurrencia del estímulo contextualizado
ciones generales propuestas en la taxonomía de (que es la condición para la ocurrencia del estímulo
Ribes y López (1985). contextualizador) de la relación contextual mediada
es dependiente de la ocurrencia de una respuesta del
a) Casos funcionales de la función contextual organismo, siendo la ocurrencia del estímulo con-
Aceptando la definición de la función con- textualizador independiente de dicha respuesta aun-
textual como el nivel más simple y elemental de es- que dependiente del estímulo contextualizado. En la
tructuración funcional de los campos de contingen- literatura pueden encontrarse ilustraciones de este
cias, en la que la mediación tiene lugar como afecta- caso funcional en los estudios sobre respuestas de
ción y regulación por contexto, puede decirse que en observación de Wikoff, programas encadenados de
ella no existen casos funcionales en sentido estricto, reforzamiento, programas de segundo orden de es-
pudiendo solamente identificarse casos paramétricos. tímulo breve, etc.
La razón, aunque evidente, conviene puntualizarla: b.3) El último caso funcional de la función
La función contextual no incluye ninguna relación suplementaria está representado por la situación en
más simple por lo que el modo en que la mediación la que la ocurrencia ambos eventos de estímulo
contextual ocurre siempre es el mismo. componentes de la relación contextual son depen-
b) Casos funcionales de la función suplementaria dientes de la ocurrencia de la respuesta mediadora
La función suplementaria, como mediación del organismo. A diferencia de los casos anteriores,
de una relación contextual entre eventos de estímu- en éste la configuración de la relación contextual
lo, puede tener lugar de distintos modos. Como mediada no se da como una "complementación" al
mencionamos antes, decir que una función contex- producir el componente faltante, sino que la media-
tual está siendo mediada (en este caso por una res- ción se da produciendo los dos elementos de la rela-
puesta del organismo) significa que la estructura- ción contextual. Este caso funcional puede ilustrarse
ción de la relación contextual es dependiente del con los procedimientos denominados "programas
elemento mediador. Esta dependencia, sin embargo, concurrentes encadenados" en los que la respuesta
puede estar referida diferencialmente a la ocurrencia del organismo produce el estímulo en cuya presen-
del evento contextualizador, la ocurrencia del even- cia las mismas respuestas son seguidas de conse-
to contextualizado o a la ocurrencia de ambos estí- cuencias diferenciadas por el primer estímulo. Al-
mulos. Estas tres posibilidades dan lugar a los tres gunos otros procedimientos pueden ilustrar parcial-
mente este caso, aunque por su complejidad son

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Carpio, Pacheco, Flores y Canales

más próximos a la mediación selectora, por lo que c.1) El primer caso, como su nombre pre-
su empleo como ilustración pueden en este momen- tende sugerir, corresponde a la dependencia funcio-
to dar lugar a confusiones que deseamos evitar. nal del estímulo contextualizado de la relación su-
plementaria que es mediada selectoramente. En este
c) Los casos funcionales de la función selectora caso, aunque la relación Ey-Ex sigue siendo depen-
Ajustándonos a los mismos criterios segui- diente de la respuesta suplementaria, son las propie-
dos para la definición y clasificación de los casos dades del estímulo selector (Es) las definitorias de
funcionales de la función suplementaria, en la fun- la propiedad funcional relevante de Ey como condi-
ción selectora, como mediación de una relación ción necesaria para que a la Ry contingente le siga
suplementaria, pueden identificarse distintos modos la ocurrencia de Ex. En otras palabras, el segmento
en los que la mediación definitoria se organiza. Ry-Ex es funcionalmente dependiente de Ey, el cual
Antes de proceder a la identificación de los a su vez es seleccionado por Es, haciendo entonces
casos de esta función, es necesario precisar que en que el segmento Es-Ey medie al segmento anterior.
la función anterior la relación de dependencia de los c.2) El segundo caso de la función selectora
componentes de la relación contextual respecto a la se refiere a la variante funcional de la mediación
respuesta suplementaria se describió en términos de selectora en la que se identifica la dependencia fun-
ocurrencia debido a que en la relación mediada (la cional del estímulo contextualizador de la relación
contextual) son las propiedades físico-químicas del contextual incluida en la relación suplementaria
evento contextualizador las reguladoras –mediado- mediada selectoramente. De manera similar al caso
ras– de las propiedades funcionales del estímulo anterior, también aquí la relación suplementaria
contextualizado y por ende lo que importa central- total es dependiente en su estructuración del seg-
mente es que éste ocurra, lo mismo que su condi- mento selector Es-Rs, aunque en dicha dependencia
ción necesaria (el estímulo contextualizado). A dife- la relación Es-Ex sea la contingencia crucial. A
rencia de esto, en la presente función se describe diferencia del primer caso de esta función, aquí son
cómo la relación suplementaria como un todo de- las propiedades funcionales de Ex las que son selec-
pende funcionalmente del segmento de estímulo cionadas por las propiedades funcionales del seg-
mediador (el estímulo selector). Evidentemente, la mento Es-Rs. El estímulo contextualizado (Ey) no
relación suplementaria depende en su estructuración es directamente dependiente de Es, sino que la rela-
total del estímulo selector, sin embargo pueden ser ción Ey-Ry es contingente a la relación Es-Ex.
distintos elementos de la relación suplementaria c.3) El tercero de los casos que se pueden
cuya dependencia sea crítica para la organización de identificar en la función selectora corresponde a la
esta relación. Por esta razón, los casos funcionales situación en la que ambos estímulos de la relación
son derivados de esas distintas relaciones de depen- contextual incluida en la relación suplementaria
dencia de los componentes de la relación suplemen- mediada selectoramente son definidos o, mejor di-
taria respecto al estímulo selector. Los casos que de cho, seleccionados por las propiedades del segmen-
esta manera pueden identificarse son los siguientes: to Es-Rs. Evidentemente este caso representa una
c.1) Selección del evento contextualizado; complejización funcional respecto a los dos anterio-
c.2) Selección del evento contextualizador; res en el sentido de que es la relación contextual
c.3) Selección doble contextualizado/contextuali- como tal la que se torna funcionalmente dependien-
zador; te del evento selector. Quede claro que no es una
c.4) Selección de contingencia del evento contex- mera complejización cuantitativa, ya que no se re-
tualizado; duce a un incremento de elementos dependientes,
c.5) Selección de contingencia del evento contex- sino que significa un cambio en la relación directa-
tualizador; mente dependiente de Es-Rs. Podría decirse que
c.6) Selección de doble contingencia contextuali- este caso representa la mediación selectora de la
zado contextualizador. relación contextual mediada suplementariamente.

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REVISTA SONORENSE DE PSICOLOGÍA

c.4) El cuarto caso de la función selectora, d) Los casos funcionales de la función sustitutiva
al igual que los dos siguientes, se distingue de los referencial
primeros en que ahora la dependencia crucial defini- La definición y clasificación de los casos
toria de la estructuración de la relación suplementa- funcionales de la función sustitutiva referencial
ria incluida está concentrada en las propiedades presenta algunos problemas vinculados con la defi-
funcionales efectivas de la respuesta suplementaria nición misma de dicha función, la cual establece
(Ry) respecto al segmento Es-Rs. En particular, este que ésta representa la mediación de una función
caso representa la dependencia de la propiedad fun- selectora por parte de una respuesta convencional de
cional efectiva de dicha respuesta para la produc- un individuo. Textualmente se dice que "la contin-
ción del evento contextualizado de la relación con- gencia mediada es la relación selectora entre el in-
textual que media. Como se vio en la definición de dividuo y las propiedades contextuales suplementa-
los casos de la función suplementaria, la respuesta das por su propia conducta, que depende las condi-
Ry puede ser estructurante de la relación contextual ciones de estímulo provistas por la respuesta de otro
produciendo Ey, Ex o ambos estímulos; precisa- individuo en relación con dichas contingencias"
mente, el cuarto caso de la función selectora consti- (Ribes y López, 1985, Pág. 69, subrayado nuestro).
tuye la mediación específica del primer caso de Si se analiza esta aseveración, queda claro que en
mediación suplementaria. Aquí, la posibilidad de un episodio sustitutivo referencial, la conducta con-
que el evento contextual (Ey) sea efectivamente vencional del referidor, o vestigios de ésta, consti-
producido por la respuesta suplementaria (Ry) está tuyen el elemento crucial para que la relación entre
definida por las propiedades particulares de seg- el referido y el referente tenga lugar, la cual se su-
mento de estímulo selector (Es-Rs). pone en la definición que es necesariamente selecto-
c.5) El quinto caso de la función selectora, ra. En nuestra opinión, es conveniente preguntarse
en los términos en los que expresamos el anterior, si esto efectivamente es así, o acaso es posible que
constituye la mediación de la segunda forma de dicha relación se dé como una contingencia contex-
mediación suplementaria. En otras palabras, este tual o suplementaria, dependiendo también de las
caso corresponde a la situación en la que la produc- condiciones de estímulo provistas por la respuesta
ción efectiva del estímulo contextualizador de la del referidor.
relación contextual mediada suplementariamente Nuestra respuesta a la pregunta anterior es
por parte de Ry, se torna dependiente de la contin- que no necesariamente la contingencia mediada es
gencia Es-Ry, en la cual la propiedad funcional una relación selectora. Los argumentos que funda-
efectiva de Ry es seleccionada por las característi- mentan nuestra respuesta son los siguientes:
cas de Es-Rs. Primero, la sustitución referencial consti-
c.6) Finalmente, el último caso de la fun- tuye una sustitución de contingencias, como
ción selectora representa la mediación del tercer transformación y ampliación de las contingencias
tipo de mediación suplementaria, es decir, la media- de la situación en que se interactúa en términos de
ción de la efectividad funcional de la respuesta su- las contingencias propias de una situación, objeto
plementaria para la producción de los dos estímulos o evento no presente en tiempo y/o espacio, o per-
(Ey-Ex) de la relación contextual incluida en la ceptualmente no aparente;
función suplementaria mediada por el segmento Es- Segundo, las contingencias que se sustituyen
Rs. Este último caso constituye la situación funcio- corresponden a las que se establecerían entre el indivi-
nal más compleja a nivel selector en la medida que duo referido y el referente si su contacto fuese directo;
representa la mediación total de la relación suple- Tercero, en tanto sustituidas, las contingen-
mentaria ya que de hecho la propiedad mediadora cias mediadas siempre se dan en términos conven-
suplementaria de la actividad del organismo es de- cionales, por lo que siempre la relación mediada (es
pendiente de las propiedades del estímulo selector. decir las contingencias sustituidas) tiene lugar como
relación sustitutiva;

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Carpio, Pacheco, Flores y Canales

Cuarto, las contingencias que se pueden de los casos funcionales selectores. Por esta razón,
establecer en los contactos situacionales directos los casos funcionales de esta función deben ser de-
son de tipo contextual, suplementario y selector, y finidos más apropiadamente como: Sustitución de:
son las que se pueden sustituir referencialmente; d.1) la contingencia contextual;
Quinto, lógicamente se desprende de lo ante- d.2) la contingencia suplementaria del evento con-
rior que en la mediación sustitutiva referencial la con- textualizador;
tingencia mediada puede ser selectora, suplementaria d.3) la contingencia suplementaria del evento con-
o contextual ya que estas son las que se pueden esta- textualizado;
blecer en los contactos situacionales directos. d.4) la doble contingencia suplementaria contex-
Consecuentemente, sostenemos que la defi- tualizado-contextualizador;
nición actual de la función sustitutiva referencial es d.5) la selección del evento contextualizado;
imprecisa y debería formularse en los siguientes d.6) la selección del evento contextualizador;
términos: La función sustitutiva referencial repre- d.7) la doble selección contextualizado contex-
senta la mediación de las contingencias situaciona- tualizador;
les que se establecen entre el referente y el referido d.8) la selección de la contingencia suplementaria
(contextuales, suplementarios o selectoras) por parte del evento contextualizado;
de una respuesta convencional del referidor, gene- d.9) la selección de la contingencia suplementaria
rándose contingencias contextuales, suplementarias del evento contextualizador;
y/o selectoras sustitutivas.. d.10) la selección de la doble contingencia suple-
Si se acepta esta definición, puede verse que mentaria contextualizado contextualizador.
sigue respetando el criterio de inclusividad para su Estos diez casos corresponden, en general, a
jerarquización en términos de complejidad funcio- los distintos modos en los que tiene lugar la sustitu-
nal; además de que se vuelve mucho más congruen- ción referencial como mediación de la relación refe-
te con el criterio de desligamiento funcional impli- rente-referido. La especificidad de cada uno de ellos
cado en esta función, ya que ahora es posible ver se deriva de los modos en los que las contingencias
que éste se da no sólo con respecto a los parámetros situacionales sustituidas pueden estructurarse, aun-
espacio-temporales sino también respecto a la com- que son comunes a todos ellos las siguientes carac-
plejidad funcional (contingencial) de dicha situacio- terísticas;
nalidad. La respuesta del referidor en la situación in-
Con base en esta redefinición de la fun- teractiva se da tanto al referente como al referido;
ción sustitutiva referencial, es ahora evidente que La respuesta del referidor incluye compo-
sus casos funcionales representan los distintos nentes convencionales y no convencionales;
modos en los que la mediación de la contingencia La respuesta del referidor provee las condi-
referente-referido puede tener lugar, y su clasifi- ciones de estímulo convencionales que median el
cación responde a la complejidad funcional de la contacto sustitutivo referido-referente;
contingencia mediada. Así, en principio es posi- La respuesta del referido en la situación
ble identificar los siguientes casos funcionales atiende tanto al referidor y su conducta como a las
generales: propiedades sustituidas del referente;
d.1) Sustitución de la contingencia contextual; La respuesta del referido incluye compo-
d.2) Sustitución de la contingencia suplementaria; nentes convencionales y no convencionales ante el
d.3) Sustitución de la contingencia selectora; referidor y al referente;
Esta clasificación, sin embargo, hace evi- La respuesta del referidor suplementa con-
dente que la contingencia suplementaria sustituida vencional y no convencionalmente la contingencia
puede, a su vez, estructurarse de las tres maneras referente-referidor;
previstas cuando se analizaron los casos de esta La transformación funcional de las contingen-
función; del mismo modo, la contingencia selectora cias situacionales efectivas de la interacción referido-
puede estructurarse de las seis maneras definitorias

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REVISTA SONORENSE DE PSICOLOGÍA

referidor depende del tipo de mediación sustitutiva rencialidad, y se culmina con el caso más complejo
realizada por el referidor (caso funcional). en el que una respuesta sin historia de referenciali-
Las funciones de referidor y referido pue- dad media una relación entre dos productos conven-
den ser cumplidas por dos individuos en interacción cionales sin historia de referencialidad. En nuestra
o por un solo individuo en momentos funcionales opinión, esta clasificación efectivamente reconoce
distintos del mismo episodio sustitutivo referencial; en su seno al criterio de desligamiento funcional
El referente puede ser objetos, eventos o como eje de estructuración jerárquica; sin embargo,
individuos distintos del referidor o éste y su propia no se hacen explícitos los modos en los que la me-
conducta. diación tiene lugar, es decir, no se identifican las
maneras en que la respuesta convencional mediado-
e) Los casos funcionales de la función sustitutiva no ra establece la contingencia sustitutiva entre los
referencial productos convencionales mediados. Con la preten-
Finalmente, los casos de la función sustitutiva sión de superar esta limitación en la clasificación
no referencial corresponden a la especificación de los actual de los casos de la función sustitutiva no refe-
distintos modos en los que tiene lugar la mediación no rencial, sugerimos el reconocimiento de un tercer
referencial como reorganización de contingencias criterio, a saber: el tipo de relación contingencial
estrictamente convencionales, en tanto tales. establecida entre los productos convencionales a
En este nivel, la interacción se da como partir de la respuesta convencional mediadora.
contingencia sustitutiva convencional entre produc- Si se atiende este tercer criterio, tenemos que
tos convencionales de la sustitución referencial, sin cada uno de los casos previstos actualmente en el mo-
atender ya a las contingencias situacionales que se delo de campo reconocería en su interior tantos sub-
sustituyen en la referenciación, sino a las propias casos como tipos de contingencia pueden establecerse,
contingencias sustitutivas como evento de estímulo lo cual nos obliga a identificar los tipos de contingen-
en sí misma. Ahora bien, es evidente que las contin- cia sustitutiva no referencial que se establece entre los
gencias convencionales mediadas pueden o no productos convencionales mediados.
guardar correspondencia convencional con las con- Desde un punto de vista funcional, las rela-
tingencias efectivas (contextuales, suplementarias o ciones de contingencia sustitutivas no referenciales
selectoras) de alguna situación particular; en el caso que se pueden establecer se clasifican en tres tipos
en el que esta correspondencia no se establece res- generales:
pecto ninguna situación concreta particular, es de- a) En primer lugar, tenemos la relación en la
cir, que las contingencias sustitutivas mediadas son que los productos convencionales mediados se esta-
de un carácter genérico transituacional, la compleji- blecen como sistemas referenciales o no referencia-
dad funcional de la mediación es mucho mayor en les funcionalmente equivalentes, es decir, que aun-
tanto que el grado de desligamiento funcional invo- que los componentes mediados correspondan a sis-
lucrado es prácticamente total respecto a la situa- temas contingenciales de suplementación conven-
cionalidad de la interacción no referencial. cional y/o situacionales independientes derivados de
En la obra de Ribes y López (1985), se su historia de referencialidad o no referencialidad,
aceptan como criterios de identificación y clasifica- se les iguala ajustándolos sustitutivamente al mismo
ción de los casos paradigmáticos los siguientes: sistema de suplementación convencional y, poten-
a) La historia de referencialidad de los cialmente, situacional efectivo en lo que podría-
componentes mediados; mos denominar una ampliación de la funcionali-
b) La historia de referencialidad del compo- dad referencial y/o no referencial de los productos
nente mediador; convencionales que establecen este tipo de rela-
Con base en estos criterios se parte de la ción contingencial a partir de su mediación por
situación más simple en la que una respuesta con parte de una tercera respuesta convencional. Este
historia de referencialidad media la relación entre tipo de contingencia se establece, por ejemplo,
dos productos convencionales con historia de refe- cuando decimos que X (como producto conven-

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Carpio, Pacheco, Flores y Canales

cional que incluye su(s) sistema(s) de suplemen- e.1) Mediación referencial de la equivalen-
tación convencional y/o situacional) es igual que cia funcional sustitutiva de respuestas referenciales ;
Y, ajustándolos así al mismo sistema de suple- e.2) Mediación referencial de la subordina-
mentación convencional. Llamaremos a este tipo ción funcional sustitutiva de respuestas referenciales;
de contingencia sustitutiva equivalencia funcional e.3) Mediación referencial de la emergencia
sustitutiva y puede ser ilustrada por la situación funcional sustitutiva entre respuestas referenciales;
en la que "dos juegos de lenguaje se hacen uno e.4) Mediación referencial de la equivalen-
mismo" (Wittgenstein, 1953), sin importar por cia funcional sustitutiva entre respuestas referencia-
ahora si los dos juegos que se hacen uno mismo les y no referenciales;
son referenciales o no-referenciales. e.5) Mediación referencial de la subordina-
b) Un segundo tipo de contingencia susti- ción funcional sustitutiva de respuestas referenciales
tutiva no referencial que se establece en la media- a respuestas no referenciales;
ción de este tipo es la que denominaremos de e.6) Mediación referencial de la subordina-
subordinación funcional sustitutiva y corresponde ción funcional sustitutiva de respuestas no referen-
a la relación establecida entre productos conven- ciales a respuestas referenciales;
cionales en la que las "reglas" de correspondencia e.7) Mediación referencial de la subordina-
funcional con contingencias situacionales o con- ción funcional sustitutiva de dos respuestas no refe-
vencionales, y el sistema de suplementación co- renciales;
rrespondiente, de uno de ellos se subordina al del e.8) Mediación referencial de la emergencia
otro, haciendo que en adelante se utilice uno co- funcional sustitutiva de dos respuestas referenciales
mo si se tratara del otro; algunos casos de la ana- e.9) Mediación referencial de la emergencia
logía y la metáfora (Turbayne, 1974) pueden ser- funcional sustitutiva de respuestas referenciales y
vir muy bien como ilustración de este tipo de respuestas no referenciales;
contingencia sustitutiva no referencial. e.10) Mediación referencial de la emergencia
c) El tercer tipo de contingencia sustituti- funcional sustitutiva de respuestas no referenciales;.
va no referencial que podemos identificar, a la e.11) Mediación no referencial de la equiva-
que denominaremos emergencia funcional sustitu- lencia funcional sustitutiva de respuestas referenciales;
tiva, es aquella en la que las "reglas" de suple- e.12) Mediación no referencial de la subordi-
mentación convencional y/o situacional propias nación funcional sustitutiva de respuestas referenciales;
de los dos productos convencionales mediados se e.13) Mediación no referencial de la emer-
transforman funcionalmente y se ajustan al siste- gencia funcional sustitutiva entre respuestas refe-
ma de correspondencias funcionales convenciona- renciales;
les y/o situacionales que corresponden al segmen- e.14) Mediación no referencial de la equiva-
to convencional mediador, no como una equiva- lencia funcional sustitutiva entre respuestas referen-
lencia o como subordinación funcional, sino co- ciales y no referenciales;
mo parte de un nuevo sistema convencional de e.15) Mediación no referencial de la subor-
interacciones sustitutivas. La creación de "juegos dinación funcional sustitutiva de respuestas referen-
de lenguaje" científicos, artísticos y otros más, ciales a respuestas no referenciales;
ilustrarían este tipo de contingencia sustitutiva no e.16) Mediación no referencial de la subordi-
referencial. nación funcional sustitutiva de respuestas no referen-
Con base en estos tres tipos de contingen- ciales a respuestas referenciales;
cias sustitutivas que se establecen en la mediación e.17) Mediación no referencial de la subordi-
sustitutiva no referencial, y ajustándonos a los otros nación funcional sustitutiva de dos respuestas no refe-
dos criterios utilizados por Ribes y López (1985), se renciales;
pueden identificar los siguientes casos funcionales e.18) Mediación no referencial de la emergen-
de esta función, a saber: cia funcional sustitutiva de dos respuestas referenciales;

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REVISTA SONORENSE DE PSICOLOGÍA

e.19) Mediación no referencial de la emer- Carpio, C. (1994). Teoría de la conducta y compor-


gencia funcional sustitutiva de respuestas referenciales tamiento animal. En: L. Hayes, E. Ribes y F.
y respuestas no referenciales; López (Eds.) Psicología interconductual: con-
e.20) Mediación no referencial de la emergen- tribuciones en honor de J. R. Kantor. México:
cia funcional sustitutiva de respuestas no referenciales;. EDUG, 45-68.
Kantor, J. R. (1959). Interbehavioral Psychology.
Epítome segundo y exhorto final Chicago: Principia Press.
Las incongruencias caso-caso y función-caso Kuhn, T. S. (1972). La Estructura de las revoluciones
que se identifican en el modelo taxonómico propuesto científicas. México: Fondo de Cultura Económica.
por Ribes y López (1985) son contrarias a la consis- Ribes, E. (1982). El conductismo: reflexiones críti-
tencia lógica que un modelo científico debe tener, por cas. Barcelona: Fontanella.
lo que es menester su corrección inmediata. Desde Ribes, E. (1994). Estado y perspectivas de la psico-
luego, la mera consistencia lógica del modelo no defi- logía interconductual. En: L. Hayes, E. Ribes y
ne su utilidad en ciencia, ya que existen muchos otros F. López (Eds.) Psicología interconductual: con-
elementos que deben considerarse para estimar ésta tribuciones en honor de J. R. Kantor. México,
con cierto grado de justicia. La propuesta que presen- EDUG, 9-18.
tamos de redefinición y reorganización de los casos Ribes, E. y López, F. (1985). Teoría de la conducta:
funcionales constituye un intento por corregir las in- un análisis de campo y paramétrico. México:
congruencias mencionadas, su utilidad para este pro- Trillas.
pósito es una cuestión a debate entre los interesados en Skinner, B. F. (1938). The behavior of the organisms.
este aspecto de la construcción teórica interconductual. New York: Appleton-Century-Crofts.
La revisitación está hecha. Turbayne, C. (1974). El mito de la metáfora. Méxi-
Referencias co: Fondo de Cultura Económica.
Wittgenstein, L. (1953). Philosophical investiga-
Carpio, C. (1992). Transición paradigmática en tions. Oxford: Basil Blackwell.
psicología: análisis de un caso. Acta Comporta-
mentalia, 0, 85-108.

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