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UNA DIDÁCTICA
PARA UN PROFESOR DIFERENTE
2ª EDICIÓN
EDITORIAL HUMANITAS
Buenos Aires
Fundador: ANIBAL VILLAVERDE
CAPÍTULO Nº 1
¿PORQUÉ
TRABAJO COMO
DOCENTE?
“No podéis a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si
vosotros ya no creéis en ello; no podréis mostrar el camino, si os habéis sentado, cansado y
desalentado en la encrucijada de los caminos".
Freinet.
Evidentemente son dos puntos de vista que responden a dos realidades: el trabajo docente es
insalubre. Pero también está estrechamente vinculado con la vida. Y en este caso, el docente que siente
importante el vínculo con los alumnos, tiene mayores posibilidades de subsistir, de crecer, porque
encuentra allí fuentes de vida.-
Uno se merece trabajar en algo que le guste, que lo gratifique y realice, y los alumnos merecen
docentes que los quieran y comprendan.
Para los que han elegido esta tarea por gusto, es importante reflexionar que en la docencia al
igual que en la amistad, en la pareja y todo vínculo que tenga que ver con la comunicación y con el
amor, es necesario alimentar permanentemente la relación.
Es necesario renovar en formar constante la elección y descubrir día a día motivos de
satisfacción. Las pequeñas alegrías del trabajo docente hay que intercambiarlas: “Hoy me salió muy
bien la clase sobre.....”; “El alumno Fernández, que estaba tan atrasado, logró recuperar sus.......”.
También es importante intercambiar con la familia:
“Me encantó que los alumnos quisieran quedarse en el recreo, en clase:
........... que les gusto como profesora.
“Me encontré con un ex-alumno en la calle y me dijo que estaba en la facultad y que ahora
valoraba mis clases de matemática”.
Ayuda mucho el expresar a los alumnos lo que uno piensa y siente.
“Me gusta dar clase en este curso porque son un grupo atento e interesado”
“Estoy muy contento porque veo que han estudiado”.
El docente, responsable social de que las nuevas generaciones piensen, ............tanto detener su
actividad y de pensar en estos temas. Esto le ayudará a dar sentido a su tarea.-
CAPÍTULO 2
“Por eso, no todos conseguirán emprender el camino del análisis de sí mismo. El que está
satisfecho de sí mismo, el que se considera justo, no reconoce crisis dolorosa”.
¿Alguna ves pensó si tiene las cualidades requeridas para ser docente?.
Si le ofrecen un trabajo contable, ¿Lo aceptaría o diría: es muy sacrificado trabajar de noche,
tendría que desarmar toda la estructura familiar?.
Antes el ofrecimiento de un trabajo, uno piensa no sólo en lo que va a ganar, sino en las
cualidades necesarias para ejercerlo y en las posibilidades de desempeñarse con cierta eficacia.
Cuándo tomó la decisión de ocuparse de la docencia, ¿Pensó en esto?.
¿Qué cualidades suyas lo llevaron a su cargo?
-¿Le gustan los adolescentes?.
-¿Sabe mucho de la materia que enseña?.
-¿Tiene facilidades para explicar?.
-¿Tiene tolerancia para trabajar con 30 o 40 alumnos en el aula?.
¿Qué cualidades debe tener un docente?
Es fundamental que sea Ud. quien lo investigue y lo descubra. Por ello vamos a sugerirle
alguna de estas actividades, o si puede, y tiene ganas, realice las tres.
a- Recuerde su vida de estudiante secundario. ¿Se acuerda de los profesores que tuvo? ¿Los
buenos y los malos?¿No se acuerda mucho? ¿Por qué se habrá olvidado si pasó un año
entero de su vida con ellos? Anote las características que recuerde tanto positivas como
negativas de su profesor.
b- A los colegas con que se relaciona permanentemente preguntes: ¿Qué cualidades debe
tener un buen docente?.
c- Hable con sus alumnos: pídales que le anoten por lo menos tres cualidades que consideran
más importantes en un profesor. Haga luego un listado.
Todos los libros de pedagogía dedican un capítulo a hablar de las características del docente.
Cada uno lo enfoca desde puntos de vista diferentes. Elegimos el esquema utilizado por el francés
Roger Coucinet (1) que dice que un docente debe:
a- saber
b- saber hacer
c- valer
¿Cuáles son las características que hacen que el docente “valga”, sea valioso, tenga precio?
Nos estamos refiriendo no a las características físicas o materiales, como estatura, peso, timbre
de voz, salud, sino de índole moral.
Este aspecto es muy importante en la docencia secundaria, por eso nos vamos a dedicar más
detenidamente a él, pues los alumnos lo que más aprecian, es tener un profesor que sea “valioso”.
En un curso de actualización docente, solicitamos a los participantes que
(1)Cousinet, Roger: “La formación del educador ". Losada- Bs. As.1967
Discutieran en pequeños grupos sobre cualidades que debía reunir un docente y que señalaran
los dos o tres que consideraran más importantes, luego hicimos un listado con todos y estas fueron las
señaladas.
-veraz -responsable
-sacrificado -generoso
-optimista -tolerante
-de buen humor -paciente
-positivo -comprensivo
-de buen carácter -justo
-simpático -imparcial
-sensible -solidario
-inteligente -puntual
-sociable -constante
-humilde -laborioso
-equilibrado -honesto
-auténtico -leal
-sincero -creativo
-austero -original
Léalas detenidamente. ¿Qué opina? ¿No le parece una exageración? Si al elegir la carrera docente
nos dijeran que debemos tener todas estas cualidades o la mitad de éstas, ¿accederíamos? Estas
exigencias responden a sistemas antiguos.
A través de los tiempos, han ido cambiando: ya no se pretende un docente heroico, o santo o
perfecto.
También a variado la concepción del héroe y del santo.
La historia nos mostraba antes al prócer o al santo como un ser perfecto, sin falta.
Entre él y nosotros había una distancia sideral.
Hoy la historia acepta que los héroes fueron imperfectos, que tenían defectos y que vencieron el
juicio de los tiempos, porque se jugaron por la patria, y por el testimonio que dieron, no porque fueron
perfectos.
Hoy también la pedagogía a variado su concepción y no exige a los docentes ser perfectos.
Tampoco los alumnos lo exigen. Ellos quieren que sean humanos.
La opinión de Roger nos tranquiliza porque nos hace sentir que podemos ser docentes valiosos
para los alumnos siendo nosotros mismos que la clave está en poder mantener una relación de persona
a persona y no fingiendo características que no poseemos para “cumplir” el rol docente.
Vamos a incluir el testimonio de una alumna que plasma en una carta, lo que desea para sus
profesores.
“Querido profesor”
Hoy te escribo a vos, que te acabas de recibir, que debes estar ávido de empezar a dar clases para
transmitir todo lo que has estudiado y aprendido.
Pero supongo que te llevarás una sorpresa cuando te des cuenta de que lo intelectual no alcanza,
porque nosotros los alumnos, no necesitamos solamente tus conocimientos en la materia sino que
también a vos como persona.
Tenemos muchos libros, enciclopedias, videos educativos, revistas, computadoras para consultar y
buscar información, pero no tenemos tantos “guías”.
“Guías” son las personas que nos enseñan o ayudan a ”humanizarnos” a pensar, a reflexionar, a
saber elegir qué nos conviene, analizando los pro y los contra que implican cada elección.
Guías son las personas que nos informan de nuestra personalidad y nos respetan tal cual somos,
sin imponernos prototipos creados.
No trate de imponerme tu verdad, no vas a ser mejor porque consigas que piense como vos; vas a
ser buen profesor si me ayudas a descubrir mi verdad, guiándome en mis cuestionamientos y
enseñándome a pensar.
Profe, quizás pensas que te estoy exigiendo mucho, que espero demasiado de vos, sin tener en
cuenta todas las horas que trabajas y con todos los alumnos que tratas a diario.
No queremos un maestro perfecto, porque nosotros los alumnos no lo somos, te pedimos que
aceptes tus limitaciones porque no sos el dueño de la verdad y aceptes también las nuestras. No todos
somos iguales; no tenemos ni las mismas facilidades para aprender ni las mismas aptitudes (pintar,
redactar, hacer deportes), ni tampoco tenemos los mismos intereses. Con esto no me justifico ni te pido
que seas permisivo siempre, solo te pido que me exijas en la medida en la que puedo rendir(no voy a
poder ser ni Miguel Angel, ni Jorge Luis Borges por mejor maestro que tenga, sino he nacido para
eso).
Te pido que me ayudes a superarme día a día desarrollando mi singularidad, no a superar a mis
compañeros. Porque entonces dejan de ser mis camaradas para convertirse en rivales de competición.
No nos compares entre los chicos del curso o los del curso de a lado, es absurdo que desunas y
destruyas, siendo más importante la unión y la amistad, ya que seremos compañeros toda la vida por
haber nacido en la misma época y lugar.
Quizás pienses que tu tarea es muy difícil. Yo pienso que con amor todo se puede, por que cuando
me siento querida y valorada, puedo confiar en mí misma, y rendir mejor, ya que demostrarle al
profesor lo que aprendí con él y todo lo importante que es para mí.
Suerte en tarea docente! Nosotros, tus alumnos te vamos a ayudar y también tenemos cosas para
enseñarte.
El intercambio puede ser riquísimo e inmenso, si los dos alumno y profesor, estamos abierto.
Lilita G.-17 años
Lilita no es una alumna de ficción es real, existen en muchas aulas de nuestras escuelas
secundarias. Ciertamente es especial por la profundidad de sus pensamientos, pero revela lo que un
joven de nuestros tiempos espera de sus profesores.
Hasta aquí, hemos hablado de los docentes en general. Pero sería muy importante que pudiéramos
hablar con Ud. mismo como docente.
ANEXO 1
ROGER, Carl. "Libertad y Creatividad en la Educación". Paidós - Barcelona 1986. Pag. 145 y sig.
Quizá la principal de esas actitudes básicas sea la autenticidad. Cuando el facilitador es una
persona auténtica, obra según es y traba relación con el estudiante sin presentar una máscara o fachada,
su labor será proclive a alcanzar una mayor eficiencia. Esto significa que tiene conciencia de sus
experiencias, que es capaz de vivirlas y comunicarlas si resulta adecuado. Significa que va al
encuentro del alumno de una manera directa y personal, estableciendo una relación de persona a
persona. Significa que es él mismo, que no se niega.
Desde este punto de vista, el maestro puede ser una persona real en su relación con los alumnos.
Puede entusiasmarse, aburrirse, puede interesarse por los estudiantes, enojarse, ser sensible o
simpático. Porque acepta estos sentimientos como suyos no tiene necesidad de imponérselos a los
alumnos. Puede gustarle o disgustarle el trabajo de un estudiante, al margen de que sea correcto o
deficiente desde un punto de vista objetivo o de que el estudiante sea bueno o malo. Expresa
simplemente la impresión que le despierta el trabajo, una sensación que lleva dentro de sí. De este
modo, para sus estudiantes es una persona y no la encarnación anónima de los requerimientos del
currículum ni un conducto estéril por donde pasan los conocimientos de una generación a otra.
Existe otra actitud característica de los que tienen éxito en la facilitación del aprendizaje. He
observado esta actitud; sin embargo, es muy difícil darle un nombre, por eso utilizaré varios. Pienso
que significa apreciar al alumno, sus sentimientos, opiniones, y toda su persona. Es la creencia básica
de que esta otra persona es digna de confianza de alguna manera fundamental. Ya sea que la llamemos
aprecio, aceptación, o confianza o cualquier otro nombre, esta actitud se manifiesta en una variedad de
formas. El facilitador que adopta esta actitud podrá aceptar totalmente el miedo y las vacilaciones con
las que el alumno enfrenta un nuevo problema, como también la satisfacción del alumno por sus
progresos. Ese maestro podrá soportar la apatía ocasional del estudiante, sus erráticos deseos de
explorar nuevas vías de conocimiento, tanto como sus disciplinados esfuerzos para lograr objetivos
más importantes. Podrá aceptar experiencias personales que tanto perturban como estimulan el
aprendizaje (la rivalidad entre hermanos, el rechazo de toda autoridad, la preocupación por exhibir
conductas adecuadas). Estamos describiendo una apreciación del alumno como un ser imperfecto con
muchos sentimientos y potencialidades. La apreciación o aceptación del alumno por parte del
facilitador es la expresión funcional de su confianza en la capacidad del ser humano.
Comprensión empática.
CAPITULO 3
Si uno compra una planta, seguramente va a consultar sobre los cuidados que requiere: si es de
sol o de sombra. Si debe regarse todos los días o no, si hay que dejarla en la meseta que se compró o
cambiarla, si se poda, etc.
Cada día procuraremos llevar a la práctica las indicaciones recibidas a los efectos de que la
planta crezca sana.
Lo mismo podemos decir respecto de un animalito doméstico que criamos. Es increíble la
cantidad de conocimientos que manejamos sobre un perro: comidas, reproducción, enfermedades,
vacunas, adiestramiento, y cómo los tenemos en cuenta cada día.
Lamentablemente esta preocupación de los seres humanos por conocer todo lo relativo a las
plantas y animales, que tenemos a nuestro cuidado no siempre lo tenemos con los alumnos a nuestro
cargo.
Algunos profesores creen que es suficiente manejar datos de la propia adolescencia.
Otros no creen que los adolescentes sean diferentes de los adultos.
El origen de muchas frustraciones docentes lo constituye una mala relación con los adolescentes.
Algunos jóvenes profesores huyen espantados de la docencia porque no toleran el trato con los
adolescentes y otros, con muchos años de experiencia lo toleran por necesidades económicas.
Cuando ingresamos a una escuela secundaria nos dan una serie de informaciones sobre: horarios,
asistencia, reuniones, planificaciones, libro de tema, departamento, planillas a llenar, pero: ¿Qué nos
informan sobre los alumnos?. Generalmente nos dan datos negativos: "Curso revoltoso", "alumnos
rebeldes", "no hay que aflojar", "debe mantenerlos a rayo", "si les da el brazo se toman el codo",
"ponga límites".
No es usual recibir información que ayude a conocerlos, y comprender, cómo se comportan y a
orientarnos en el modo de relacionarnos con ellos.
¿Alguna vez conversó con sus colegas sobre sus alumnos?. Tal vez hayan intercambiado datos
sobre problemas de indisciplina y diferencias de los mismos.
Pero... conversó sobre las características adolescentes, y lo que la psicología dice de ellos?
Hay docentes que confunden el "comprender" con el "dejar hacer" y cuando se les pide que:
"comprendan" a los jóvenes, entienden que se les esta diciendo que se les deje hacer lo que quieran,
que no se les pongan límites.
Comprender a los alumnos significa: conocer su comportamiento y las razones del mismo a los
efectos de educarlo mejor, partiendo de la realidad.
Dejarlo hacer, es desentenderse del alumno, lavarse las manos, no importarle el otro, en una
palabra: no educarlo.
Muchas veces los docentes nos sentimos mal por algunas reacciones de los adolescentes, por el
modo como se dirigen a nosotros. Nos sacan de quicio sus expresiones, sus gestos y a veces creemos
que tiene un problema con nosotros los profesores.
Si los conociéramos más, sabríamos que no tienen un problema personal con nosotros, sino que
lo tiene con todos los adultos, por ser adultos.
Si supiéramos más de ellos comprenderíamos que su ironía, su vagancia, su agresión, muchas
veces no es maldad, es adolescencia.
Pero conocerlos no es suficiente; al hacernos cargo de los adolescentes tenemos que saber cómo
son. Así como nos preocupamos por las plantas o los animales domésticos, es aún más necesario
quererlos, querer estar con ellos; no puede trabajar con adolescentes el que no dispone de paciencia, el
que no puede contenerlos, el que no siente que vale la pena el tiempo que uno les dedica.
Con el objeto de ayudar a los docentes en la comprensión de sus alumnos, incluimos algunos
rasgos característicos de los adolescentes, y a partir de los mismos, sugerencias sobre el modo de
tratarlos en clase.
Hemos seleccionado aquellos rasgos que aparecen en la conducta escolar de los adolescentes de
manera más evidente.
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano, ubicado entre la niñez y la adultez: de 11 ó
12 años a 18. Hay una división muy clara entre la adolescencia de los alumnos de los primeros años
del secundario y los alumnos de los últimos.
La tarea esencial del adolescente consiste en lograr su inserción en el mundo adulto. Para ello
debe dejar la infancia, la protección y la dependencia y enfrentarse a un mundo complejo y no
totalmente conocido. Esto le produce temor y ansiedad que se manifiesta en una actitud ambivalente:
quiere crecer y no crecer. Por momentos reclama más libertad y responsabilidad, quiere afirmarse con
la demostración de su "poder", y por momento quiere volver a ser niño y encontrar nuevamente en el
ceno del adulto la protección y el cuidado que le dieron seguridad.
1. El adolescente y su cuerpo.
La adolescencia es una etapa de transición en la que se producen grandes cambios. El cuerpo del
niño que había alcanzado pleno desarrollo y armonía cambia rápidamente. Crece, adquiere formas de
hombre y mujer se hace inarmónico, torpe. La imagen interna de ese cuerpo se ha roto y debe construir
una nueva imagen. El desarrollo hormonal provoca nuevas sensaciones, que inexplicables muchas
veces y siempre vividas como extrañas, producen confusión y temor.
Vigila esos cambios con mirada crítica y temerosa, conciente de que su cuerpo es un elemento
fundamental en su relación con el grupo.
Le molestan las observaciones sobre su cuerpo, no es conveniente que el docente le haga
señalamientos que pongan de manifiesto los cambios en su cuerpo con el que aún no se habitúa a vivir;
"siéntese como un hombre"; "acomode sus piernas"; "arréglese el pelo"; "que le pasa con la voz";
"párese bien"; "por qué camina de esa manera"; "¿Tiene sombra debajo de la nariz?".
Ninguna broma referida al cuerpo ya que no están en condiciones de receptarlas.
2. Su mundo interno
frente a todos estos cambios que sufre, sin poder controlar ni explicar, se aparta del mundo
externo y con ello, se distancia de los adultos y se refugia en su mundo interno desplegando su nueva
capacidad de pensar, pudiendo permanecer mucho tiempo en ese mundo de pensamiento y fantasías.
No comprende lo que le está sucediendo y ante esta confusión reclama el ser comprendido por los
adultos.
Esto lleva a perder contacto con el mundo externo. A veces uno habla con él pero puede no estar
escuchando y media hora después pregunta por lo que el adulto acaba de decir. A esta etapa
corresponde la llamada "edad del pavo".
Alentarlo y valorizarlo, no perseguirlo con preguntas como: "¿En qué piensa?", "Dónde se ha
ido", "bájese de la palmera". Ayudarlo a expresar lo que vive en su mundo externo. Si uno no sabe qué
decirle manifestar comprensión con el silencio.
Escucharlo cuando él tiene necesidad de hablar aunque diga "pavadas" no decir: "escúchese, oiga
lo que dice". No minimizar lo que le sucede. A veces uno le dice: "eso es una tontería" y para ellos no
lo es.
Por ejemplo: a los puntos negros en el cuerpo le dan mucha importancia. "Los alumnos creen
que nuestros problemas no son importantes, dicen". Sugiérales lecturas que le permitan la reflexión.
Fomentar escribir el diario íntimo. Libros sobre adolescentes, diarios juveniles.
3. La construcción de su identidad.
En esa búsqueda de la propia identidad que exige separase del mundo de los adultos, los adultos
de la infancia, son sabios, poderosos, admirados, respetados, el grupo adquiere fundamental
importancia. En el grupo de pares el adolescente encuentra refugio, comprensión, compañía. En el
grupo se afianzará sí individualidad y el sentimiento de su propio valor. Necesita ser parte del grupo.
Tener en él su lugar, sentirse aceptado y respetado por sus compañeros.
Permitirles elegir con quién se quieren sentar o formar grupos. El docente debe procurar la
integración de todos los alumnos del curso pero respetando ciertas elecciones personales. No hay que
violar su intimidad, pidiéndoles, leyendo o descubriendo los mensajes y cartitas que se envían entre
ellos. No resaltar errores. Los señalamientos deben hacerse en privado. Pero si recalcar y acentuar lo
positivo de cada uno, ya que esta actitud le da al adolescente un lugar, y una seguridad en el grupo.
Si el adolescente logra el sentimiento de pertenencia al grupo, esto le va a llevar a realizar
mejores aprendizajes.
En esta etapa loa adolescentes se visten todos iguales porque en la uniformidad encuentran la
seguridad que no tienen; adopta un vocabulario, "una jerga" propia, un modo de caminar, lugares a
donde ir.
Estas actitudes deben ser respetadas y no ridiculizadas.
El adolescente esta cambiando tanto y tan rápidamente en su mundo interior y en su relación con
el mundo externo, que fácilmente puede pasar por períodos de confusión en los que no puede pensar
con claridad. Esto influye en el proceso de aprendizaje, que muchas veces puede paralizarse.
Observar, comprensivamente para descubrir el adolescente conflictuado y confundido, que no
está en condiciones de realizar un buen aprendizaje, del adolescente que no estudia, irresponsable o
canchero.
Estar atento para saber cuando el chico necesita que lo escuche y comprenda, y cuándo necesita
la firmeza del docente que le ponga límites.
A los quince años, cuando está en 3er. año, su inteligencia entra en una nueva etapa de
desarrollo: el nivel formal. Esto supone un avance extraordinario en las posibilidades de resolver
problemas de todo tipo. Una característica ante una situación, no solo puede tener en cuenta lo real
sino también lo posible cuya extensión es mucho mayor que la del mundo de la realidad. Más aún,
comenzara considerando primero lo posible y la realidad será solo una parte de un universo de
transformaciones posibles.
Considera lo posible como un conjunto de hipótesis que se pueden probar o respetar. Por eso
decimos que su pensamiento es hipotético-deductivo. Esas hipótesis no son elaboradas al azar, sino que
son conjeturas en las que el adolescente puso todo lo que sabía. La deducción consiste en posibilidad
de vincular entre sí, las distintas hipótesis. Para manejar el mundo de lo posible, tiene la posibilidad de
combinar todos los elementos de una realidad. De las distintas correlaciones de estos elementos
resultaría todo aquello que es posible que se dé. Dentro de ello, la realidad solo es un aspecto: el que se
da actualmente. Frente a una situación donde actúan muchos factores simultáneamente, puede variar
uno por ves, mientras mantiene a los otros inalterables a fin de saber cuál es la acción de cada uno de
ellos. De esta manera podrá resolver problemas con variables múltiples. Análisis de problemas con
situaciones complejas en el que intervienen muchos factores.
Así como en la primera adolescencia, o adolescencia temprana que corresponde a los 2 o 3
primeros años de la escuela secundaria, los conflictos pueden perturbar el aprendizaje. En la última
etapa de la adolescencia que coincide con el Ciclo Superior o últimos años de la escuela secundaria, el
alumno está accediendo a la plenitud de sus posibilidades intelectuales.
Los docentes deben aprovechar al máximo estas condiciones del alumno. No debe darle la
ciencia como algo hecho y construido, sino que le debe permitir hacer ciencia porque él está en
condiciones de partir de la realidad, elaborar una teoría y volver a la realidad a comprobarla.
Si lo que la escuela le ofrece es simple, resulta aburrido y no lo atrapa. Si le ofrece un desafío
que tenga en cuenta su nueva capacidad de aprender, se sentirá estimulado y motivado.
El docente debe tener en cuenta y valorizar las teorías que el alumno formula de la realidad, pues
ya está en condiciones de formularlas. Aunque éstas puedan ser erróneas, posee los instrumentos
intelectuales que le permiten verificar en la realidad, la velocidad de sus teorías y llegar a modificarlas.
Un pensamiento que trabaja sobre lo posible necesita del lenguaje para ser expresado. De esta
manera el pensamiento se hace preposicional. El pensamiento opera no sobre los hechos sino sobre las
proposiciones que explican los hechos. Podrá realizar con éstas proposiciones todas las combinaciones
posibles. El lenguaje, por sus características instrumentales, eleva el pensamiento a su máxima
posibilidad.
El alumno en la primera etapa, tenía dificultades en la expresión. A partir de éste momento, hay
que darle mucha importancia a la expresión ya que ésta lo obliga a la organización del pensamiento. Se
le debe exigir precisión y coherencia, y como le gusta "jugar" con la palabra, facilitarle oportunidades
para que ejercite la palabra.
Movido por esta nueva capacidad de reflexión, comienza a construir teorías para explicar el
mundo del adulto en el que se debe insertar. Pero su pensamiento egocéntrico, le impide descubrir que
su propio punto de vista es tan solo una perspectiva desde la que se puede observar la realidad. No
puede comprender que puedan existir otras y descalifica a todos los que puedan opinar de manera
diferente de la suya. Al finalizar la adolescencia el grupo de pares y su inserción en el mundo del
trabajo, al obligarlo a la confrontación, lo ayudarán a superar su egocentrismo.
Es importante que el docente "tolere" las generalizaciones rápidas y los juicios tajantes de los
jóvenes que no significan pedantería sino limitación. Como no puede mirar desde diversas
perspectivas, mira desde la propia solamente y la totaliza.
¿Le ha gustado este capítulo? ¿En qué pensó? O mejor: ¿en quién pensó? ¿En su adolescencia? ¿En
sus hijos adolescentes? ¿En sus alumnos adolescentes?
Tal ves los adultos no recordemos con placer esta etapa de la vida. No es una etapa precisamente
agradable y fácil, sino dolorosa.
El adolescente sufre mucho en su camino hacia la adultez. Sufre más cuando los adultos no lo
comprenden.
Por ello, es tan importante que Ud. como docente del adolescente los conozca y comprenda. Le
hará bien, a Ud. y a ellos.
Mañana, cuando se encuentre con ellos, ¿intentará mirarlos de otra manera?. Si logramos
interesarlo en este tema le hemos preparado algunos textos de autores que estudiaron mucho a los
adolescentes para que Ud. pueda profundizar y que van incluidos en el anexo.
ANEXO 2
ABERASTURI, A y M. KNOVEL. "LA adolescencia Normal". Paidós- Bs. As. 1971. Pag. 157 y sig.
A partir de principios de siglo, la adolescencia fue motivo de continuos estudios que progresaron
desde considerar solamente los problemas surgidos del despertar de la genitalidad hasta el estudio de
las estructuras de pensamientos que ubican al joven en el mundo de valores del adulto. La psicología,
la psiquiatría, el psicoanálisis, intentaron comprender y descubrir el significado de esta crisis de
crecimiento que se acompañaba de tanto sufrimiento, de tanta contradicción y de tanta confusión. La
sociología y la psicología social arrojaron luz sobre el problema y permitieron vislumbrar la solución
de algunos problemas intrínsecos. En estas páginas hablamos tanto del joven en crecimiento y sus
problemas como el impacto que produce este crecimiento en el ambiente adulto y en la sociedad
adulta, y de las trabas que oponen a este crecimiento y a las modificaciones que implica.
¿Cuáles son los motivos para que la sociedad no modifique sus rígidas estructuras y se empeñe
en mantenerlas aún cuando el individuo cambia?¿Qué conflictos conscientes o inconscientes hace que
los padres ignoren o no comprendan la evolución del hijo?
El problema muestra así la otra cara - escondida hasta hoy bajo el disfraz de la adolescencia
difícil -: es la de una sociedad difícil, incomprensiva, hostil e inexorable a veces frente a la ola de
crecimiento lúcida y activa que le impone la evidencia de alguien que quiere actuar sobre el mundo y
modificarlo bajo la acción de sus propias transformaciones.
El signo que caracteriza esta etapa es, desde el punto de vista del individuo, la necesidad del
joven de entrar a formar parte del mundo del adulto y los conflictos que surgen tiene su raíz en las
dificultades para ingresar en ese mundo y en las del adulto para dejar paso a esa nueva generación que
le impondrá una revisión crítica de sus logros y de su mundo de valores.
Literalmente, adolescencia (latín, adolescencia, ad: a, hacia + olescere: forma incoativa de olere,
crecer) significa la condición o el proceso de crecimiento. El término se aplica específicamente al
período de la vida comprendida entre la pubertad y él desarrollo completo del cuerpo, cuyos límites se
fijan, por lo general, entre los 13 y los 23 años en el hombre, pudiendo extenderse hasta los 27 años.
Si bien suele incluirse ambos sexos en el periodo comprendido entre los 13 y los 21 años, los
hechos indican que en las adolescentes se extiende de los 12 a los 21 años, y en los varones de los 14 a
los 25 años en términos generales.
El crecimiento y modificaciones de su cuerpo al llegar a la pubertad – (latín, pubertas de púber:
adulto) capacidad de engendrar – imponen al adolescente un cambio de rol frente al mundo exterior, y
el mundo externo se lo exige si él no lo consume. Esta exigencia del mundo exterior es vivida como
una invasión a su propia personalidad. Aunque él no lo quiera – sobre todo el adolescente que cambia
de golpe – es exigido como si fuese un adulto, y esa exigencia del mundo exterior por lo general lo
conduce – como defensa – a mantenerse en sus actitudes infantiles.
La característica de la adolescencia es que el niño, quiera o no, se ve obligado a entrar en el
mundo del adulto; y podríamos decir que primero entra a través del crecimiento y los cambios de su
cuerpo y mucho más tarde de sus capacidades y sus afectos. Es muy frecuente que a los 16, 17 o 18
años se muestren muy maduros, en algunos aspectos, pero paradójicamente inmaduros en otros. Esto
surge por un juego de defensas frente al nuevo rol y frente al cambio corporal que es vivido como una
irrupción incontrolable de un nuevo esquema corporal que le modifica su posición frente al mundo
externo y lo obliga a buscar nuevas pautas de convivencia. Lo que ha aprendido como niño, en
aprendizaje y en adaptación social ya no le sirve. El mundo externo y él mismo exigen un cambio en
toda su personalidad. Frente a esta invasión la primera reacción afectiva del niño es un refugio en su
mundo interno; es como si él quisiera reencontrarse con los aspectos de su pasado para poder enfrentar
después el futuro.
Si se aleja del mundo exterior y se refugia en el mundo interno, es para estar “seguro”, porque en
todo el crecimiento existe un “impulso hacia lo desconocido”. Ese refugio en la infancia se debe no
solamente a que le cuesta hacer el “duelo de la infancia” sino que la infancia misma es lo que él
conoce. Su rol frente al ambiente inmediato, o frente a la escuela, frente a las bandas de compañeros es
“un rol de niño”, al cual él ya estaba adaptado desde muchos años atrás.
Prima en ese momento una actitud critica frente al mundo externo y a los adultos en general; él
no quiere ser como determinados adultos que rechaza con violencia y elige en cambio un ideal. El
mundo interno que ha ido desarrollando a través de toda su infancia identificándose con aspectos de
sus padres, maestros o figuras sustitutivas de ambos le servirá de “puente” para reconectarse con el
mundo externo que es nuevo para él, a consecuencia de su cambio de status. El duelo por la infancia y
por los padres de la infancia involucra al yo y al mundo externo. “No soy un niño, yo mismo he
perdido mi condición de niño; mis padres son los padres de un adulto y yo tengo que comportarme
como tal, como mi cuerpo, mi mente y la sociedad me lo exigen”.
Es por eso que otro de los problemas centrales del adolescente es la búsqueda de su identidad.
Todos estos problemas son más graves actualmente, vivimos en un mundo en el que la tensión y la
ansiedad creadas por la acumulación de los medios de destrucción representan una amenaza
permanente y sabemos que la estabilidad es el clima necesario para que un ser humano se desarrolle
normalmente. Necesitamos, hoy mas que nunca, recurrir a todos los conocimientos sobre el hombre y
aplicarlos para encontrar la mejor forma de contrarrestar el temor a la muerte incrementa la que surge
del crecimiento mismo.
En la formulación de las medidas para una higiene mental del adolescente - aunque la
adolescencia tiene el carácter universal que hemos señalado – deben admitirse caracteres propios y por
lo tanto medidas específicas en los distintos medios sociales y en especial en sociedades como las
latinoamericanas que están sufriendo, en diversos grados, una transformación: de la sociedad
tradicional a la sociedad moderna, técnica e industrializada, o de un mundo rural a la adaptación de los
avances del industrialismo y de la urbanización.
INHELDER, B. Y J. PIAGET. “De la lógica del Niño a la lógica del Adolescente”. Piados. Bs.
As. 1972. Pág. 285
Ahora bien, definido de este modo en sus tres aspectos solidarios, la inserción del adolescente en
la sociedad de los adultos presupone con seguridad el empleo de algunos instrumentos intelectuales y
afectivos, cuya elaboración espontánea opone precisamente la adolescencia a la infancia. ¿En qué
consisten pues, para comenzar por ellos, estos nuevos instrumentos intelectuales y qué relación tendrán
con el pensamiento formal?.
Si nos contentamos con la observación global e ingenua, sin buscar diferenciar a través de sus
reacciones sociales específicas al escolar, al aprendiz, al joven obrero o al campesino, el adolescente
puede distinguirse ante todo del niño por la presencia de una reflexión que va más allá del presente. El
adolescente es el individuo que, por supuesto como respuesta a situaciones vividas y actuales, se
compromete en la dirección de las consideraciones inactuales. Dicho de otro modo aún, y dando a las
palabras “teorías” y “sistemas” la significación más amplia, el adolescente, contrariamente al niño, es
aquel individuo que comienza a construir sistemas o teorías.
En cuanto al niño, no construye sistemas. Su pensamiento espontáneo puede ser más o menos
sistemático (en primer lugar lo es menos y luego más), pero sólo lo percibe desde afuera el observador,
en cambio el niño no toma conciencia de ello porque su pensamiento no reflexiona sobre sí mismo.
Por ejemplo, en el análisis, en trabajos anteriores, de la “representación del mundo” del niño, pudimos
observar algunas reacciones sistemáticas y construir el sistema correspondiente a tal o cual nivel: pero
somos nosotros quienes lo construimos; en cambio el niño, si bien a menudo encuentra de modo
espontáneo las mismas preocupaciones y proporciona sin darse cuenta de ello respuestas análogas, no
busca en absoluto la sistematización de sus ideas a falta de una reflexión, vale decir, un pensamiento
indispensable para la construcción de toda teoría.
Por el contrario, el adolescente reflexiona sobre su propio pensamiento y construye teorías. El
hecho de que esas teorías sean poco profundas, poco hábiles y sobre todo por lo general poco
originales no es importante: desde el punto de vista funcional, estos sistemas presentan la significación
especial de permitirle al adolescente su inserción moral e intelectual dentro de la sociedad de los
adultos, sin hablar aún de su programa de vida y sus proyectos de reforma. En particular son
indispensables para asimilar las ideologías que caracterizan a la sociedad o a las clases sociales como
cuerpos organizados en oposición a las simples relaciones individuales.
Examínese desde este punto de vista a un conjunto de escolares entre los 14 – 15 años y 17 – 18
años. La mayoría tiene teorías políticas sociales y quiere reformar al mundo al mismo tiempo que
explicarse a su manera los mecanismos y desórdenes de la vida colectiva. Otros, tienen teorías
literarias o estéticas y sitúan a sus lecturas o sus experiencias de lo bello en una escala de valores
proyectada en un sistema. Las crisis religiosa y la reflexión a cerca de la fe, o contra la fe, dominan a
algunos sujetos y toman entonces siempre el camino de un sistema general, vale decir, que se postula
como válido para todo el mundo. La especulación filosófica apasiona a una minoría y, para todo
verdadero intelectual, la adolescencia es la edad metafísica por excelencia, edad cuyas peligrosas
seducciones le serán difícil de olvidar a la reflexión adulta ulterior. Una minoría más reducida aún se
orienta de entrada hacia las teorías científicas o seudo científicas. Pero cada uno tiene su o sus teorías,
más o menos explicitas y formulables o simplemente implícitas. Algunos escriben y resultan de gran
interés poder encontrar los esbozos de ideas que a veces se retoman y se prolongan luego. Otros, se
limitan a hablar o a rumiar, pero cada uno tiene ideas propias (y, por lo general, cree que son de él),
ideas que lo liberan de la infancia y le permiten situarse en pie de igualdad con los adultos.
Ahora bien, ¿cómo explicar esta nueva capacidad, propia del adolescente, para orientarse hacia
lo que (visto desde afuera y por un observador que lo compara con el niño) es no actual y abstracto
pero que (visto desde adentro) constituye su instrumento indispensable de adaptación al cuerpo social
del adulto y, en consecuencia, su interés más inmediato y vívido?. No hay duda que esta es la
manifestación más directa y por otra parte más simple del pensamiento formal. El pensamiento formal
constituye a la vez una reflexión de la inteligencia sobre sí misma (la lógica de las proposiciones
constituye un sistema operativo a la segunda potencia que opera sobre proposiciones cuya verdad
depende de las operaciones de clases, relaciones o números) y una inversión de las relaciones entre lo
posible y lo real (lo real que se inserta como sector particular dentro del conjunto de las combinaciones
posibles). Estos dos caracteres –cuya descripción en un lenguaje abstracto adecuado al análisis de los
razonamientos hemos hasta ahora intentado- constituyen la fuente de las reacciones vividas y siempre
tan impregnadas de afectividad mediante las cuales el adolescente construye sus ideales para adaptarse
al cuerpo social. En efecto, si el adolescente construye teorías lo hace, por una parte, porque ya está
capacitado para la reflexión y, por la otra, porque su reflexión le permite evadirse de lo concreto actual
en la dirección de lo abstracto y lo posible. Con ello no pretendemos en absoluto afirmar que primero
existe la elaboración de las estructuras formales y luego su aplicación a reflexiones individual y
socialmente útiles como instrumentos adaptativos: por el contrario, se trata de los dos aspectos de una
misma realidad; aún más, porque el pensamiento formal desempeña un papel fundamental desde el
punto de vista funcional, que logra estructurarse en sus modos generales y lógicos. Una vez más, la
lógica no es extraña a la vida: no es sino la expresión de las coordinaciones operativas necesarias para
la acción.
Entonces, no hay que creer que la inserción de la adolescencia en el cuerpo social de los adultos
simplemente se efectúa por cuenta de teorías generales y desinteresadas; hay que tener en cuenta los
otros dos aspectos de tal inserción: el programa de vida y la reforma de la sociedad actual. En efecto,
el adolescente construye sus teorías, o adapta, reconstruyéndolas, las que se le ofrecen: pero, junto a la
necesidad de participar en las ideologías adultas, le es indispensable elaborar una concepción de las
cosas que le ofrezca la posibilidad de afirmarse y crear (de ahí el vínculo estrecho entre el sistema
construido y el programa de vida) y que se constituya en una garantía de que incluso triunfará mejor
que sus predecesores (de ahí las reformas necesarias en que se mezclan del modo más íntimo las
preocupaciones desinteresadas y las ambiciones características de la juventud).
CAPITULO 4
¿QUE ES LA DIDÁCTICA?
Tal vez nos cueste definir la didáctica. Pero al término seguramente lo empleamos muy bien.
Veamos algunos ejemplos:
1. Usted lleva un día a un familiar al médico. Éste le hace una serie de preguntas, lo revisa,
le da un diagnóstico, le indica un tratamiento. Usted sale protestando, lo atendió muy rápido, no le
entendió bien y no le dio lugar a hacer preguntas.
Al salir del consultorio, Usted dijo: “a éste médico le hace falta didáctica”. ¿Qué quiso decir con
la expresión “Le hace falta didáctica”?
Que tendría que haber hablado más lentamente. Tener paciencia. Explicar con más claridad.
En este caso tiene didáctica el que sabe explicar para que el otro lo entienda.
En este caso tiene didáctica el que sabe enseñar para que el otro lo aprenda.
3. El docente, es una persona que en un área de conocimiento que él maneja bien, debe
lograr que los alumnos que no la manejan, la hagan suya. Para que esto suceda, debe utilizar una serie
de medios. Este es campo de la didáctica.
Vamos a ver que medios utilizan los docentes:
a) Un docente llega al aula, enuncia su tema y comienza a explicar. Anota en el
pizarrón alguna fórmula. Realiza los ejercicios para que los alumnos lo sigan. Pregunta a los alumnos
si entendieron. Les da unos ejercicios para realizar en sus carpetas. Cuando éstos hablan les hace
callar. Cuando toca el timbre, indica la lección a estudiar. En la clase siguiente toma lección.
¿Qué recursos ha utilizado? Explicación; ejercitación; pizarrón; interrogatorio.
b) Un docente llega al aula y averigua qué conocimiento tienen los alumnos
respecto del tema que van desarrollar. Luego inicia el tema del día con la lectura de un artículo del
diario. Hace algunas preguntas a los alumnos sobre lo leído. Comienza la explicación. La ilustra con
fotografías, marca en el mapa los lugres de los que habla. Anota los términos nuevos en el pizarrón.
Busca ejemplos para que los alumnos capten mejor. Al terminar cada tema, hace una síntesis oral. A los
efectos de aplicar el contenido, da unos trabajos prácticos para que realicen los alumnos en sus bancos
en forma grupal. Si los alumnos se mueven mucho o conversan entre ellos, pregunta si están cansados.
Antes de terminar la clase realiza un repaso de todo el tema y elabora un esquema en el pizarrón.
Aprovecha para conectarlos con temas de otras asignaturas.
¿ Que recursos ha utilizado?
Diagnostico, motivación, interrogatorio, audiovisuales, pizarrón, recapitulación, esquema,
fijación, ejemplificación, síntesis, trabajo grupal, aplicación.
De los dos profesores, ¿Cuál es más didáctico?
Aparentemente el que utiliza más cantidad de recursos en clase. Todos estos medios o recursos,
se llaman genéricamente “METODOLOGÍA”. La didáctica es desde cierto punto de vista, una
metodología.
Por tanto el profesor tiene didáctica en la medida que realiza mayor número de métodos.
La realidad es aprendida de múltiples formas: unos observando, otros escuchando, repitiendo,
experimentando. Por eso el alumno necesita que su profesor emplee diversos medios porque los ayuda
a comprender mejor.
CAPITULO 5
¿LA DIDÁCTICA ES UN RECETARIO?
Una joven docente profesora de Psicología, vino a consultarnos sobre qué técnicas usar para dar
el tema: El Aprendizaje.
Al preguntarle en qué contexto, con qué, cuáles eran los subtemas de la unidad; respondió que no
conocía bien el tema, que era la primera vez que dictaba la signatura y no había tenido tiempo de leer
nada.
Nuestra respuesta fue: “La didáctica no es un recetario”
Por ejemplo un libro de cocina es un recetario. Trae innumerables recetas: dulce, y saladas, etc.
Si el autor del recetario es serio, busca usted una receta, la sigue al pie de la letra, y seguramente
obtendrá un rico resultado.
Precisamente la receta es eso: indicaciones precisas sobre el modo de hacer algo con seguridad y
éxito. Pero no incluye el fundamento y los principios de las combinaciones de modo tal que Ud.
manejándolas pueda crear nuevas combinaciones, o descubrir la causa del fracaso de las misma.
Si la didáctica fuera un recetario se podría encontrar en ella métodos técnicas, para cada una de
las situaciones planteadas.
Pero la Didáctica no lo es. Si bien incluye técnicas, su descripción y su uso comprende mucho
más que ellos, supone una serie de principios que derivan de teorías de la educación y de la concepción
que hay detrás de la enseñanza y el aprender. Estas concepciones de la educación se basan en una idea
del hombre de la educación, del fin de la educación y de los valores. Diferentes disciplinas contribuyen
con la Didáctica, como la Psicología del aprendizaje, Pedagogía, Sociología, Psicología evolutiva,
Antropología y la auxilian proporcionándole conocimientos fundamentales acerca del proceso de
aprendizaje, el sujeto que aprende, teorías pedagógicas, ideas sobre el hombre.
De la didáctica derivan una serie de principios que sirven para orientar al docente en su
quehacer educativo. Aún sin conocerlos, profesores y alumnos, a partir de su propia experiencia,
descubren la necesidad de tener en cuenta estos principios para hacer eficaz el proceso de enseñanza
aprendizaje.
Vamos a incluir opiniones de docentes y alumnos recogidas en reuniones de profesores,
entrevistas realizadas a alumnos, de diversos establecimientos secundarios, a propósito de seleccionar
material para esta publicación.
Transcribimos las opiniones, y a continuación el principio que de ella se deriva.
“ No hay temas ni materias aburridas es el modo de dar el tema, es el profesor el que
hace aburrida o interesante la materia. El profesor de Física prepara bien sus clases. Hay varios “
feos” pero él trae guías de estudios, nos hace trabajar en grupos, ilustra siempre el pizarrón con
gráficos y dibujos, entonces, todos los temas se hacen atractivos. Sin embargo las clases de
Matemática Financiera, nunca van hacer interesantes porque el profesor dicta del libro todo el año”.
Eleonora C. Alumna de 4º año.
“Las clases de Literatura eran muy aburridas. El profesor siempre hacía lo mismo: llegaba y
nos hacia lo mismo: llegaba y nos hacia trabajar en grupos. Nunca explicaba ni exponía”. Federico,
D.C. alumno de 4º año.
“ En Geografía, la profesora nos ha cansado: todo el año nos ha dado fichas para responder y
nunca explicaba”. Celina D.C. alumna de 3º año.
Para combatir el aburrimiento y hacer interesantes las clases es importante aplicar técnicas
variadas. No abusar de una misma técnica, por más atractiva que ella sea, puede hartar a los
alumnos.
“ Si uno piensa que un tema es aburrido, imagínese cómo será para los
alumnos. Cuando nos toca dar un tema árido, hay que tratar de hacerlo
interesante, buscar técnicas motivacionales, conectarlo con la realidad, crear el
clima. Luego todo irá bien. Pero lo fundamental es estar uno convencido”.
Profesor de Física.
No puede ser interesante para los alumnos, lo que no es interesante para uno
como profesor.
“ Me han enseñado tantas cosas, pero ninguna me sirve. En mi casa no sé arreglar un enchufe”.
Federico G.A. 5º año.
Es necesario que los temas y materias estén relacionados entre sí, para lograr una sólida
estructura mental.
Es importante:
Tener en cuenta a los alumnos, que son los que aprenden: Sus intereses,
inquietudes, su ritmo de aprendizaje.
“ Muchas veces los profesores decimos: “me maté dando la clase y los alumnos nada, no
aprenden. En realidad la clase la dimos nosotros para nosotros”.
Cuando logramos terminar un tema como lo habríamos previsto, decimos: Me alcanzó tiempo
para todo.
El principio de la actividad está en nosotros: Yo me mate dando el tema, a mí me alcanzó el
tema ... Pero ¿ Y los alumnos? ¿ Que hacían mientras?.
No hay aprendizaje si no hay actividad por parte del que aprende. Todo aprendizaje es
autoaprendizaje.
“ El profesor se paso tres clases hablando. Un día el maestro en el taller nos mostró y
enseguida entendimos”. Juan R. 3º año.
“ Me gustan las Prácticas de Laboratorio, pero la profesora prefiere hablar y hablar en clase”.
Alejandro L. 16 años.
Ayuda al aprendizaje de los alumnos partir del ejemplo, de la experiencia del objeto, de lo
concreto a lo abstracto.
“ Las profesoras hablan todo el día del proceso del aprendizaje, pero qué proceso ni ocho
cuarto, ¿ donde está el proceso? Si ellos explican un día y al otro toman lección y así se pasa el
tiempo”.
Mariela G. 5º año.
El aprendizaje es un proceso que necesita tiempo. El docente debe afirmar, consolidar cada
etapa del aprendizaje del alumno antes de evaluar.
“ Me gusta trabajar en grupo porque mis compañeros ven cosas que yo no veo y nos
completamos”.
Nicolás G. 16 años.
Principios Didácticos:
CAPITULO 6
NO TODO SE APRENDE DEL MISMO MODO
¿Es igual enseñarle a un joven a dibujar con precisión que a dibujar con creatividad?.
¿ Es igual enseñarle conocer los principios de la física que aplicarlos en un trabajo de taller?.
¿Es igual enseñarle a un joven que conozca las leyes o enseñarle que las respete?.
Vamos a intentar proporcionarle una experiencia. Le sugerimos que realice las actividades
indicadas a continuación:
Experiencia Nº 1
Escriba en una hoja de papel, con la mano izquierda si es diestro o con la mano derecha
si es zurdo, 10 veces su nombre.
Pele una fruta con la mano izquierda si es diestro o con la mano derecha si es zurdo.
Busque una soga y salte.
Experiencia Nº 2
Cuál es la formula de la superficie del circulo?.
Resuelva el siguiente calculo mental: 93 % 3x2 más 18x 40.
¿cuál es la diferencia entre sinónimos y antónimos? Busque ejemplos.
Experiencia Nº 3
Busque un lugar tranquilo, siéntese cómodo, relájese y lea la poesía siguiente.
Calma
De Juana de Ibarbourou
Y no se escucha un murmullo
Ni se oye un rumor de agua
Parece que el ruido duerme
O que el silencio soñara!.
Pasa un muchacho cargado
Con un haz de alfalfa tierna.
Hasta el alma se me filtra
Este buen olor a hierba!.
a. Para cumplir con las consignas de la experiencia Nº 1,Ud. Utilizó su cuerpo y un elemento
externo: la mano, un lápiz y un papel; la mano, una fruta y un cuchillo; los pies y una soga.
Si se ejercita suficientemente, lograra aprender a escribir y a pelar una fruta con la mano
izquierda(si es diestro y viceversa) y a saltar con una soga
.
Estos aprendizaje se llaman: psicomotrices y corresponden al orden del actuar.
La educación es el proceso que sigue el hombre desde que nace y hasta que muere y que le
significa realización personal. Eso que llamamos desarrollo de la personalidad o formación integral.
.2. ¿ Cómo se manifiesta la personalidad del hombre?
- Juan duerme. Escucha el despertador. Mira la hora y piensa: me tengo que levantar. Siente
deseos de seguir durmiendo y la fastidia tener que levantarse. Pero teme llegar tarde y por lo tanto se
levanta.
Este simple hecho nos sirve para observar diferentes manifestaciones de la personalidad:
Percibir la hora, pensar, son manifestaciones intelectuales, de conocimiento.
Sentir fastidio y temor, son manifestaciones afectivas.
Levantarse, es manifestación psicomotriz.
3. Una persona prende la T.V. En un canal pasan ballet, y a el le gusta. En el otro hay un panel
sobre economía y no entiende. Apaga la T.V. Las modificaciones que se producirían si esta persona
logra gustar el ballet y comprender la economía, se llama: aprendizaje.
Para que se efectivice el aprendizaje, se debe provocar un verdadero cambio en algún aspecto
de la conducta del hombre, sea en el pensar, en el sentir o en el obrar.
A veces uno prepara para los alumnos diferentes actividades: observar un preparado en el
laboratorio, una demostración en el taller, una guía de estudio para trabajar en grupo, pero los alumnos
no aprenden.
Para que el alumno aprenda es necesario que la actividad se transforme en experiencia. La
actividad la piensa el docente, pero la experiencia la realiza el alumno. El aprendizaje no es algo que
uno pueda hacer por los alumnos: cada uno aprende por si mismo, por eso cada uno aprende hasta
donde puede. No todos aprenden igual.
Recuerde las actividades que le sugerimos realizar en el punto 1.
¿ Constituyeron para Ud. Una experiencia o solo el cumplimiento de una serie de
actividades consignadas?
Píenselo con libertad. De no haberse transformado en experiencia, la culpa no es suya.
Tal ves Ud. Las realizo tal como estaban indicadas, siguiendo las instrucciones al pie de la
letra, pero no “engancharón” con algo suyo, por ejemplo: la necesidad de aprender este tema. El deseo
de actualizarse. Las ganas de dar clases. No le despertaron curiosidad o interés. No los considero un
obstáculo o dificultad que lo desafió a resolverlo. El esfuerzo realizado no se transformo en placer.
Si despertaron una vivencia interna suya y le comprometieron su persona entonces fue
una experiencia.
Piense: Cuantas veces nos ocurre esto con los alumnos. Cuantas veces realizan
formalmente las actividades que indicamos, pero no logran constituirse una experiencia. En estos
casos, no hay aprendizaje.
Para que se produzca ese cambio, el alumno debe haber tenido una “comprometida”
experiencia.
__________________________________________________________________¨
¿ Este capítulo lo ha ayudado a pensar en lo que Ud. Enseña y sus alumnos aprenden?
¿ Ha podido darse cuenta de que no todo se aprende del mismo modo y que se deben
implementar actividades diferentes según se quieran laburar aprendizajes psicomotrices, de
conocimientos o afectivos?
¿ Ha captado la importancia que tiene transformar una actividad en experiencia y que el
hombre es una totalidad?
ANEXO 4
La actitud
Los docentes quieren que sus alumnos aprendan no sólo conocimientos de una
asignatura sino también actitudes. Que sean respetuosos, tolerantes, buenos, compañeros, que sientan
alegría por aprender.
Los alumnos saben lo que es cooperar, entienden que deben respetar la bandera,
realizar análisis literario, es decir, tienen un conocimiento intelectual de estos contenidos. Ningún
alumno diría que no se debe cooperar o no se debe respetar la bandera. Ahora bien: ese alumno ¿ es
realmente colaborador, respeta a su patria en la bandera, disfruta leyendo obras literarias?.
La educación tiende en esta actualidad el logro de estas conductas. Se trata de los
aprendizajes afectivos. Lo afectivo se refiere al mundo de las apreciaciones, de los intereses, de los
ideales, en definitiva de las actitudes.
Pero estos aprendizajes son difíciles de alcanzar, no son las exposiciones, las charlas,
los sermones, las lecturas sobre los distintos temas, los medios más apropiados. Sólo se logran a través
de vivencias y de experiencias realmente significativas para los alumnos.
No es fácil definir la actitud. Cuesta encuadrar en una categoría estrictamente
intelectual lo que pertenece al ámbito del sentimiento.
La actitud es una disposición interna de tono emocional sea de aceptación, de rechazo o
de indiferencia. Disposición dirigida hacia uno mismo, los demás, los objetos, las instituciones.
No es una conducta propiamente sino una preparación para actuar. Veamos un ejemplo:
para que nuestros alumnos sean cooperativos, antes deben tener disposición para aceptar y poder
actuar cooperativamente. Es el docente quien puede crear esta disposición, es decir, esta actitud.
Una cosa es que el alumno sepa, conozca, lo que significa ser cooperativo y otra que
tenga disposición para serlo. La escuela en general, se ocupa de que el alumno conozca lo que
significa cooperar. El error está en creer que por conocer lo que es, ya se es cooperativo.
Una de las grandes diferencias que hemos descubierto en relación con la formación de
actitudes radica precisamente en la concepción intelectualista de nuestro currículum.
Desde hace muchos años se anuncia como objetivo general de la educación ¨ la formación
integral del hombre. Esta expresión quiere resaltar el desarrollo de todas las capacidades del hombre,
no sólo lo intelectual, sino también los aspectos que hacen a la formación afectiva.
Como desdoblamiento del objetivo general, aparece enunciado diversos objetivos
afectivos en los planes de estudio del nivel medio. Sin embargo, es sólo un enunciado, una expresión
de deseo y nada más.
Observemos que el currículum contiene el listado de las asignaturas con sus
correspondientes contenidos. Estos contenidos son instrumentos para el logro de objetivos
intelectuales, de conocimiento. No hay enunciación de actividades y estrategias de aprendizajes para
el logro de los objetivos afectivos.
Así también, en la realidad educativa del aula y de la escuela, la supervisión de
enseñanza controla el logro del programa en términos de desarrollo de contenidos intelectuales.
Esta situación la constatamos permanentemente con los docentes, que consideran
una pérdida de tiempo implementar técnicas grupales para el logro de los objetivos afectivos, pues
sienten que no cumplen con el programa y que su prestigio profesional es evaluado por el
cumplimiento del mismo.
Otro aspecto de la política educativa a tener en cuenta, es el hecho de que cada vez
que las autoridades descubren la necesidad de que los alumnos logren una actitud determinada, como
el civismo, el actuar democráticamente, el participar, o ser cooperativo, se agrega una asignatura en el
plan de estudios: educación cívica, formación cívica, estudio de la constitución, cooperativismo.
Piensan que el desarrollo de contenidos sobre la constitución hace democráticos a los alumnos.
Podemos observar que lo mismo ocurre en los centros de formación docente. A los
futuros educadores se los prepara en el aprendizaje de las estrategias que permiten el logro de los
objetivos cognoscitivos y psicomotrices, pero no en las que posibilitan adquisiciones afectivas.
Los docentes así preparados llegan al aula y su formación no les permite abordar la
dirección del aprendizaje de lo afectivo. Tienen conciencia de que es importante “la formación
integral” y elaboran objetivos que tiendan a ello. Pero en la práctica, confunden los modos y aplican
las técnicas que corresponden a los objetivos de conocimientos. Estos son los docentes que creen que
haciendo entender que es la solidaridad al alumno, éste va a ser solidario.
Este es un tema fundamental que deben abordar los teóricos y los prácticos de la
educación de todos los niveles, en nuestro país.
Mientras tanto, nosotros ofrecemos el resultado de nuestra experiencia a los
docentes que estén preocupados por trabajar en el campo del aprendizaje de actitudes.
Las técnicas grupales constituyen experiencias de aprendizajes importantes para el
logro de esa “disposición para” que son las actitudes.
No obstante, somos consciente de que estos logros deben ser apuntalados,
desarrollados e internalizados hasta lograr estadios más profundos de la vida afectiva como
apreciaciones, intereses y hábitos de conducta.
Esto constituye un desafiante proyecto de trabajo para los docentes apasionados
por la tarea de educar, que sienten como necesidad el complementar la docencia con la
experimentación y la investigación.
CAPITULO 7
El plantearnos con frecuencia para qué enseñamos nuestra asignatura nos ayudará a mantener
el sentido de nuestra vida docente y a tener claro los objetivos que nuestros alumnos deberán lograr.
Hay docentes que enseñan para cumplir con el programa. Ponen todo su esfuerzo en desarrollar
todos los temas y se sienten buenos docentes si logran terminar el programa a fin de año. Si los
alumnos les preguntan: ¿para que nos enseña esto? o ¿para qué nos sirve este tema?, ellos responden:
“está en el programa”.
Hay docentes a quienes no les interesa terminar el programa, sino que los alumnos aprendan,
que logren ciertas conductas, adquirir conocimientos, desarrollar habilidades actitudes, etc. Entienden
que el programa no es un fin en sí mismo. La terminación del programa por parte del docente no es
garantía de aprendizaje de los alumnos. No se puede enseñar algo porque está en el programa sino
porque cumple una función respecto del logro de algún objetivo valioso para el alumno.
Por esto es importante que el docente piense frente a cada tema, qué sentido tiene en la
formación y crecimiento de sus alumnos y que seleccione de l programa los contenidos con
significación y valor significativo para los mismos. Este esclarecimiento le ayudará en su planificación
de asignatura y en la postulación de los objetivos de la misma.
Es aquello que UD se propone que sus alumnos logren, luego de dar una clase, una unidad una
asignatura.
Vamos a observarlo con un ejemplo:
Un alumno comprendió cómo se sacaba la superficie de un rectángulo realizando determinadas
operaciones mentales. Para el alumno es aprendizaje de la superficie del rectángulo, que se manifestará
como conducta estable: cada vez que le soliciten o se le presente la ocasión de conocer la superficie de
un rectángulo u objeto con esa forma, él sabrá aplicar la fórmula y realizar los pasos indicados para
lograrla.
Para el docente, el objetivo era: “aplicar la fórmula sobre la superficie del rectángulo”. Por
tanto. Todo lo que UD piense cuando prepare cada clase en términos de meta o propósitos a conseguir
por los alumnos, se llaman: Objetivos Educacionales.
¿Qué hace en clase? ¿Explica la importancia que tiene para un técnico medir y construir con
preescisión? ¿Expone en el pisaron el modo de medir y construir?.
Seguramente que no!. Sino que realizara ejercicios de medición y trazado de figuras
geométricas: Primero hará demostraciones mientras el corrige y supervisa, y luego harán ejercicios en
la carpeta.
¿por qué elige estas actividades y no las enunciadas en primer término?
Porque él quiere que los alumnos logren “destrezas en el manejo de la escuadra y el compás” y
la destreza se logra con ejercitaciones y no escuchando y mirando al profesor. Aunque lo exprese a
modo de objetivo, el profesor se propuso un objetivo psicomotriz.
c. Un profesor de historia esta evaluando a sus alumnos, sobre el tema “la inmigración”.
Pasa un alumno y comienza a desarrollar con lujos de detalles el tema, relata anécdotas y hechos de los
inmigrantes que llegaron a nuestro país.
El profesor lo detiene y le dice: responda a estas cuestiones: “¿por qué emigraron de sus países,
cuando se instalaron en Argentina y a que actividades se dedicaron?”
¿Por qué oriento sus preguntas en este sentido? Si el alumno estaba exponiendo todo lo dado
en clase? Por que noto que hablaba de memoria y el quería que manifestara si había comprendido. En
este caso el profesor estaba evaluando un ejercicio de comprensión.
A través de estos ejemplos, habrá observado como la practica docente esta regida por objetivos,
que la determinan en una u otra dirección, aunque no sea muy conciente de ello y no reflexione en el
momento de tomar cada decisión.
El Ministerio de Educación lleva muchos años sugiriendo primero, y exigiendo después, a los
docentes la planificación de su asignatura. Entre los componentes de la planificación están: los
objetivos, los contenidos, metodologías, evaluación, tiempo.
Cuando UD se inicia en una escuela, una de las primeras indicaciones es”:debe presentar la
planificación de su asignatura”.
¿Por qué se les impone a los docentes planificar? Porque se piensa que de este modo se mejora
la calidad de enseñanza. Pues un docente que planifica no improvisa su clase ya que ha previsto con
antelación todos los pasos del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Ha tenido en cuenta la selección adecuada de los objetivos, contenidos, metodología,
actividades del alumno y del docente, recursos auxiliares, evaluación y tiempo. Por otro lado, si ha
planificado, evita caer en la rutina.
Por tanto, para cumplir con la exigencia de la planificación, los docentes deben conocer y
manejar los objetivos educacionales, uno de los componentes de la planificación.
Cabe preguntarse: ¿realmente la calidad de la enseñanza ha mejorado desde que se planifica? y
¿el simple hecho de que planifique su asignatura lo mejora como tal?.
La formulación de objetivos
b) Conducta: se refiere al aprendizaje que el alumno debe hacer. Un alumno que aprendió
un tema en el primer nivel de conocimiento, manifiesta ser capaz de: “definir” o “recordar”. Si es nivel
más profundo como la comprensión, será capaz no solo de recordar sino de “decir con sus propias
palabras” o de “interpretar”.
c) Contenido: se refiere a los elementos propios de cada asignatura: vocabulario, fechas,
hechos, conceptos, leyes, definiciones, métodos, etc.
Cuando vaya ha desarrollar un tema o unidad y quiera fijar los objetivos, observe la tabla y
pregúntese: en que nivel, cual conducta y que contenido.
Nos hemos planteado el tema del “para qué” desde el docente, quien selecciona los objetivos
que quiere que sus alumnos logren.
Aunque el docente orgánica sus clases en función del aprendizaje de sus alumnos, aunque
procure seleccionar objetivos deseables por sus alumnos, conectados a la realidad, no hay garantías de
que los alumnos estén de acuerdo con sus docentes y hagan propios sus metas.
Este “desencuentro” que se produce entre lo que los adultos planifican para los jóvenes y lo
que ellos desearían, suele provocar graves problemas disciplinarios.
Es importante recordar que el sujeto de la educación de la escuela secundaria es un
adolescente. Que este va a la escuela, generalmente, por que lo mandan. Que la adolescencia es el paso
de la niñez, etapa en la que se acepta más fácilmente la norma externa, a la adultez, etapa de la
autonomía.
Esta es una de las razones por las cuales les cuesta aceptar que otro le imponga normas, entre
ellas, los contenidos a estudiar, las actividades a realizar y por ende los objetivos que debe lograr.
En muchos países, se ha experimentado la organización de una escuela en donde los jóvenes
tienen mayor autonomía e ingerencia en los asuntos que hacen a su formación. Por ejemplo la escuela
tiene organizadas aulas de diferentes asignaturas y actividades y cada alumno conviene con la
autoridad un contrato por el cual se compromete a cursar las asignaturas en el tiempo y modo que el
mismo elige y de esta manera disponer su tiempo libre para aquellos contenidos que más le gustan.
En nuestro caso, se suele postular la conveniencia de que los alumnos intervengan en la
planificación de la asignatura con su opinión, pero en la practica no funciona.
Por tanto es fundamental, ya que no puede decidir ni opinar, que conozca, que se informe,
sobre su propia formación
Muchas veces el alumno suele preguntar: “para que estudiamos este tema”, “para que nos sirve
esto”. Es insensato responderle: “está en el programa”, “le sirve para su formación” o “en el futuro le
va a servir”.
No estoy segura de que los adultos seamos capaces de leer un libro que nos va a servir “en el
futuro” o “dentro de tres años”. Si lo leemos es porque nos esta sirviendo, estamos encontrando alguna
gratificación, nos esta gustando, disfrutamos con él.
La inteligencia busca naturalmente saber. Y esto al ser humano le resulta placentero. Basta
observar los niños como celebran cualquier aprendizaje nuevo que realizan.
Mercedes pide que le pongan una escalera pequeña contra la mesada de la cocina a fin de
subirse y ayudar a su mamá en las actividades culinarias. En cuanto logra alzar la escalera y llevarla
por su cuenta, mira sonriente a su mamá y le dice: “mirá ahora puedo llevarla sola”.
María Marta ronda a sus hermanos cuando hacen los deberes. Ella aún no va a la escuela.
Cuando empieza primer grado se instala junto a sus hermanos a hacer sus tareas. Un día mira la
carpeta del más grande y dice: “ya se leer. Acá dice Pablo, ¿no es cierto? Y su cara se inunda de
alegría.
El docente debe programar experiencias de aprendizaje que le provoquen al alumno el placer
de aprender.
El alumno debe recuperar el gusto por ir a la escuela, que significa encontrar el sentido, la
finalidad de su formación.
La practica docente de muchos años, nos dice que cuando hay un docente altamente motivado,
que siente ocasión por lo que hace, genera en sus alumnos las mismas actitudes que manifiesta.
Y cerramos el capito con los interrogantes del principio.
CAPITULO 8
Vamos a introducirlo en el tema del programa a través de un situación planteada en una escuela
secundaria, porque estamos seguro de que no es un caso aislado.
“Un profesor de matemáticas de segundo año se ha quejado reiteradamente de que los alumnos
no aprenden. Por su parte los alumnos han expresado su temor de no aprobar la asignatura. La regente
decide ir a observar una clase.
El profesor explica un tema; los alumnos no pueden seguirlo, porque no comprenden.
En una hora libre la regente investiga el nivel de conocimientos que los alumnos tienen en
matemáticas y comprueba que carecen de conocimientos elementales de primer año y que esto no les
permite comprender los de segundo.
Conversa con el profesor y le sugiere que realice una prueba para comprobar el nivel de
conocimiento de los alumnos y que parta desde donde los alumnos no saben, aunque sean estos
contenidos del programa de primer año.
El profesor piensa que es un disparate y se niega argumentando que: “el profesor de primer
debe dar el programa de primer año y el, que es segundo, el programa de segundo, porque si se demora
en dar algo de primero no alcanza a terminar su programa”.
El programa es un medio
En los cursos de perfeccionamiento desarrollados para docentes del nivel medio
durante muchos años, hemos recogido la siguiente experiencia :
*Los docentes incorporan textualmente el programa oficial a sus planificaciones sin
realizar ninguna adaptación.
*Al preguntarles si alcanzan a terminar el programa , una reducida minoría responde
que sí ( 10% ) “lo he dado todo” . Los restantes no alcanzan y la explicación fundamental es que “
el programa es muy largo y el tiempo no alcanza”.
*De los profesores que no alcanzan a terminar, la mayoría lo desarrolla hasta donde
el tiempo les alcanza respetando el orden lógico de los contenidos del programa oficial.
*Una minoría del 25% manifiesta que ante la seguridad de no llegar a dar el
programa , selecciona los contenidos de acuerdo con ciertos objetivos que quiere lograr con los
alumnos .
*Cuando se les propone aplicar nuevas técnicas o realizar cambios en la
enseñanza , muchos docentes responden: “ es muy lindo , pero me atraso mucho en el programa” .
Vamos a sugerir algunos criterios y principios que puedan orientar esta actividad y
que deben ser tenidos en cuenta por los docentes en el momento de planificar la asignatura.
1- El programa de una asignatura, es una parte de un todo que es el plan de estudio el
currículo. Está en función del tipo de formación , la modalidad o el título que una escuela ofrece al
alumno . Por tanto , no es igual la selección de contenidos que debe hacer un profesor de castellano
para una escuela técnica que para una de bachillerato.
2- La asignatura no es una isla en un plan, sino que está vinculada con todas las restantes
y sus contenidos se interrelacionan . Cada asignatura tiene una articulación vertical: la matemática
de segundo año con la de primero y la de tercero. El profesor de segundo año no puede desconocer
lo que hizo y hasta donde llegó su colega de primero. Y también una articulación horizontal; la
matemática de segundo con la física el dibujo técnico, el castellano, las actividades de taller, etc. de
segundo. El profesor debe interrelacionar los contenidos de su asignatura con las restantes del
mismo curso, a los efectos de evitar reiteraciones, superposiciones, contradicciones y sobre todo
aislaciones.
Las asignaturas provienen de ciencias que constituyen el cuerpo del saber en donde lo
conocimientos están integrados y relacionados. De este modo deben desarrollarse en el aula,
porque también el alumno aprende, construyendo los diferentes conocimientos en una sólida
estructura mental .
3- Como los programas se elaboran a nivel gobierno central y no en cada institución
escolar , es fundamental tener en cuenta el principio del “ realismo” que sugiere priorizar la
enseñanza con todo lo que tenga que ver con la realidad circundante del alumno . En la práctica se
llama de “ regionalización”, es decir selecciona, adapta, modifica, profundiza, aquellos contenidos
que están conectados a la región, a la provincia, a lo cercano y próximo del alumno.
Se entiende como próximo no sólo lo geográfico, sino en el caso de la historia, lo actual.
Tiene mayor valor formativo los hechos históricos próximos a los alumnos que los ajenos.
4- El profesor debe partir de los datos que arroje el diagnóstico de sus alumnos realizados
en los primeros días de clases. El diagnóstico puede darle datos muy importantes en cuanto a
intereses, situación socio – económico, integración grupal , rendimiento intelectual, pero
fundamentalmente deben buscarse datos referidos al estado actual de cada alumno en la asignatura
objeto de estudio.
Esto le ayudará al docente a planificar su asignatura desde donde los alumnos saben y
manejan los contenidos, y no desde donde “ debieran”, según lo que dice el programa oficial.
5-Es importante atender la perspectiva psicológica de los alumnos y privilegiar aquellos
contenidos con significación vital para la vida de los jóvenes, que incida en su núcleo intimo, que
se conecte a sus necesidades e intereses. Este principio se llama de la significación .
6-Frente a los programas sobreabundantes de contenidos, hay un modo de seleccionar sin
afectar. Hay un principio llamado “ del aprendizaje ejemplificado”. Consiste en buscar un tema
característico, que reemplaza a varios, porque sirve como ejemplo. Comprender este tema, ayuda al
alumno a comprender los temas no tratados del programa.
Estos principios unidos a su sentido común , lo ayudarán a realizar una buena selección
de contenidos, para planificar la asignatura, teniendo como punto de partida el programa oficial.
CAPITULO 9
LA ESTRUCTURA DE LA CLASE
Un señor pregunta a una señora en la calle, dónde queda la plaza San Martín. Ella le
responde: “ Camine por esta calle derecho hasta que llegue al boulevard, siga dos cuadras más, doble a
la izquierda una cuadra y allí encontrará una plaza. ¿Entendió? ¿ Se va a acordar o quiere que lo
repita? El señor piensa: “seguramente esta señora es maestra” .
Una madre envía a su hijo de 9 años: 1kilo de papas, ½ kilo de zapallo, 3 choclos y ½ de
naranjas. Antes de salir le pregunta: ¿Te lo anoto? A ver, repetímelo. La hija le contesta : “mamá te
pareces a mi maestra”.
¿Se nota que una persona es docente ?¿En qué se nota ?Las situaciones consignadas
pertenecen a esta realidad .
Puede observarse que un docente se preocupa, no solo de ser claro sino de que los otros le
entiendan sino que quiere asegurar que aprendan.
De allí que utilice ciertos procedimientos: repetir, anotar, dibujar , memorizar .
La actividad señalada, ¿constituye una clase? ¿es una clase? ¿no puede ser también
una interesante conversación familiar o una charla entre amigos?
Para que sea una clase es necesario agregarle actividades estructuradas, a los efectos de
cumplir con la intención didáctica: que los alumnos aprendan.
A esta primera exposición o conversación en la que aparece a modo global, todo el contenido,
deben agregarse, estas u otras actividades:
2. Señalar en el mapa el lugar del hecho, las naciones que intervinieron en el conflicto,
donde se desarrolló.
3. Anotar en el pizarrón las fechas importantes, los nombres difíciles.
4. Caracterizar más detalladamente a Japón, ubicarlo como potencia industrial; su
desarrollo e influencia partir de 1945.
5. Relacionar el tema con otros temas de programa o con otras asignaturas . Por ejemplo:
Con química ¿qué es la bomba atómica?
Con Cívica : el atropello a los derechos humanos, el uso de la técnica contra el hombre.
Con Ciencias Biológicas: la degradación del medio, las consecuencias ecológicas
6. Comentar artículos del diario
7. Responder a las preguntas de los alumnos.
8. Formar grupos de estudios con diferentes temas.
9. Terminado el trabajo de grupos, poner en común las conclusiones de cada grupo.
10. Promover una discusión entre los alumnos en grupo grande.
11. Realizar una revisión de todo el tema y escribir un esquema o cuadro sinóptico
en el pizarrón.
12. Darlo a estudiar a los alumnos.
13. Programar una actividad de evaluación.
Recuerde ahora todas las actividades enunciadas de 1 a 13, y verá como la actividad 1, es
parte de una clase, pero sólo, puede ser una interesante charla familiar.
Observe las actividades restantes: corresponden propiamente al ámbito de la comunicación
docente. Si Ud. los incluye en la conversación amistosa, estaría en la situación de los dos casos que
describimos al comienzo del capítulo: seguramente le dirían: ¡ se nota que es docente! . Estas
actividades constituyen fundamentalmente la clase porque están dirigidos a lograr que los alumnos
realicen adecuadamente el proceso de aprendizaje.
Deben también incluir actividades que contribuyan a que la tercera etapa: de representación,
sea exitosa, como por ejemplo:
Ejercicios de aplicación.
Demostraciones por parte de los alumnos.
Ejercicios de expresión oral, dramatizaciones.
Trabajos escritos: Resúmenes, cuadros sinópticos, bosquejos, planos y dibujos.
CAPITULO 10
El maestro establece el clima emocional y social del salón de clases. El tono emocional y el
patrón de interacción social establecidos por el maestro pueden determinar si sus miembros aprenderán
a cooperar o competir; apreciar una actividad u odiarla; a emplear su imaginación y confiar en sí
mismo o a mostrarse dócil y dependiente.
Averigüe con sus colegas, Cómo empiezan las clases el primer día?.
Pregunte a sus alumnos, qué hicieron el primer día de clases?
Recuerde su propia vida de estudiantes.
Pregúntele a otros adolescentes Que Ud. conozca: qué han hecho y qué les han
dicho sus profesores el primer día de clases.
¿Está de acuerdo con la manera de relacionarse el profesor del caso, con sus
alumnos?
¿Cuál puede ser la reacción de los alumnos?
Teniendo en cuenta el texto que encabeza el capítulo, nos vamos a cuestionar los siguientes
aspectos.
A veces uno entra a una oficina a solicitar algo, mira las cara de la gente, siente algo en el
ambiente y dice: “no hay clima me voy”. O entra en la sala de profesores, escucha las conversaciones
y dice: “hay clima de camaradería”. O se refiere a su escuela para decir “hay un lindo clima”. O
como se dice hoy: “hay buena onda”. Expresión moderna pero muy acertada, la onda es lo que
propaga, o conduce (el sonido, la luz) en este caso el humor, el ánimo de una persona, que lo propaga
a otra persona, y al ámbito donde se desenvuelven.
La resultante de esta acción, es el clima.
El clima pertenece al ámbito de lo emocional, y como la emoción es polarizada: agradable o
desagradable, triste o alegre, positiva o negativa, el clima también lo es.
En la situación referida, el clima emocional establecido por el docente es negativo. La clase
tiene “onda” desagradable, el ánimo de los alumnos será malo.
B- Tipo de relación
El tipo de relación que se establezca no será bueno. ¿Cómo pueden sentirse los alumnos, con
un docente, que el primer día de clases determina que los alumnos que generalmente aprueban su
materia son dos o tres y que actúa con el prejuicio de que la escuela tiene el nivel más bajo de todas
las escuelas donde trabaja?
Es evidente que si el docente a determinado que sólo 2 ó 3 podrán aprobar, la relación que se
produzca entre los alumnos de la clase, será competitiva. Cada uno procurará, individualmente, salir
a flote para asegurarse su propia aprobación.
El ser humano tiende a producir las experiencias agradables y desecha las desagradables. La
matemática estará asociada a un sentimiento de temor, humillación, dolor. Por tanto desagradable.
Seguramente la asignatura no les caerá bien.
Lo emocional es fundamental en todo aprendizaje: todo lo que se aprende tiene una
coloración emocional. Por ello se aconseja a los docentes, que cuando deban enseñar temas áridos o
abstractos, preparen una actividad agradable para producir en los alumnos una experiencia
placentera.
E- ¿Cómo se manifestarán los alumnos?
Sugerencias de actividad
Presentación de la materia
Reúnalos de 2 ó más y déles una breve guía para que conversen de la materia que Ud. dicta:
Si les gusta, si tienen dificultades, cómo les gustaría que se dictara.
Luego con todo el grupo, que le comuniquen los resultados y plantee Ud. cómo piensa a dar la
asignatura durante el año. Procure incorporar las sugerencias que ellos hagan.
Si tiene alumnos de los cursos superiores, puede reunirlos en grupo y darles una guía de
reflexión, sobre los estudios secundarios, sobre la escuela, sobre el futuro profesional y los estudios
que realiza, sobre el trabajo futuro.
Luego reciba las conclusiones de todo el grupo, haga una síntesis e incorpore algunas
reflexiones suyas sobre el valor del esfuerzo, el trabajo, la responsabilidad.
Estas actividades le ayudarán a:
“El docente que quiera educar y no solo dictar su materia, es responsable de crear condiciones
para que se logre un buen clima... el estado de ánimo del grupo es algo que se siente en el ambiente y
que según como sea, tiñe y condiciona la respuesta de cada integrante.
Es más que una sonrisa. Es el ámbito de seguridad y aceptación que permite que cada alumno
se mueva libremente... (1)
¿Cree usted haber tomado conciencia de la importancia del primer encuentro con los
alumnos?
(1) Morse W. Y Wingo G, Psicología aplicada a la enseñanza, Ed. Pax México, 1970 Pag. 22
ANEXO 5
MEDAURA, Julia Olga y MONFARRELL de LAFALLA, Alicia. “Técnicas grupales y aprendizaje Afectivo.”
Edit. Humanistas. Bs. As. 1987 Págs. 39 – 42.
La desformalización
1 Solicitar que cada alumno diga su nombre y algunos datos personales de interés para el
grupo (a qué equipo de fútbol pertenece, si tiene un hobby, si tiene algún apodo, etc. )
2 Pedir individualmente que digan su nombre y agreguen algún dato que los identifique
como, por ejemplo, cuál es su mayor defecto y su mayor virtud.
3 De modo más indirecto se puede anotar en el pizarrón: “si yo fuera una comida, un
libro, un animal, una flor, una parte de la casa, etc... ¿qué comida, libro, animal, flor,... sería? ¿Por
qué?
4 Escribir en el pizarrón una lista de características de personalidad. Por ejemplo. Triste,
alegre pasivo – activo, nervioso – calmo, feo – lindo, simpático – antipático, etc. y pedirles que se
describan identificándose con algunas de ellas.
5 Reunir a los alumnos de a dos, para que conversen unos minutos y hablen de su vida.
Luego deberán presentarse mutuamente ante el grupo grande.
6 Formar grupos de alumnos de 4 ó 6. Permitirles conversar durante 5 minutos sobre sus
expectativas personales y solicitar a un miembro del grupo que presente a cada uno de sus
compañeros.
7 Reunirlos en grupo de 6 ó más para que conversen sobre sus vidas durante 10 minutos.
Luego sugerirles que elijan una estructura determinada y se presenten a través de ella. Por ejemplo:
equipo de fútbol, elenco de teatro, entrevista de trabajo, etc. La idea es que logren dramatizar una
situación X a través de la cual informen al grupo mayor sobre los datos personales que los
identifiquen.
Hemos enunciado algunas de las técnicas más conocidas y utilizadas en nuestros encuentros.
El docente debe elegir en función del tiempo disponible, del número de alumnos, de la edad, del
lugar, etc., la que más le convenga.
El docente imaginativo sabrá encontrar las técnicas que están conectadas a la asignatura que
dicte.
Después que los alumnos terminen de presentarse, podrá hacerlo también el profesor y cerrar
con una pequeña reflexión acerca de la importancia del trabajo realizado para poder empezar a
conocerse. Por ejemplo: “He querido hacer esto para empezar a conocernos y saber quién es cada uno
de nosotros. Todo primer encuentro es difícil porque no sabemos como es el otro y esto nos hace
sentir incómodos e intranquilos. Hoy nos hemos relacionado. Uno se relaciona cuando puede decir
algo del otro, y para esto es necesario acercarse. Lo hemos hecho a través de una técnica, la que nos
ha permitido descubrirnos. Para mí han dejado de ser la serie de alumnos de 2° año y hoy puedo decir
que el grupo de 2° año es un grupo alegre, hincha de boca, con pocas ganas de estudiar y muy unidos
entre ustedes”.
CAPITULO 11
¿Tiene idea de lo que piensan sus alumnos de un profesor que inicia la clase de este modo?
La situación presentada pertenece a la realidad. Son mucho los profesores que suelen
preguntar a sus alumnos hasta dónde llegó la clase anterior.
¿Tiene usted idea de lo que piensan los alumnos?
En conversaciones mantenidas con los alumnos de diferentes establecimientos secundarios,
manifestaron, en términos generales, que les impresionaba mal que un profesor iniciara la clase
diciendo: “ ¿qué vimos la clase anterior? “, ya que esto revelaba no haber preparado la clase. Pero
que también ponía de manifiesto algo peor: que no tenía en cuenta a sus alumnos; que éstos no les
interesaban.
Al preguntarles cómo se daban cuenta de que el profesor no estaba preparado, respondieron:
Improvisa
Es inseguro
No se le entiende lo que explica
Es desordenado
Tiene mal carácter
Suele reiterar varias veces las mismas cosas
Si uno hace una pregunta sobre el tema, se niega a responder
Llega, da ejercicios de 5° año y está en 3° año.
Desde hace unos cuatro años, en las escuelas se impone un modelo, que con algunas
variantes, exige el cumplimiento de estos aspectos.
Objetivos
Contenidos
Metodología
Actividades de los alumnos y el profesor
Evaluación
Tiempo
En general, los docentes cumplen formalmente con este modelo, para cubrir una exigencia de
las autoridades.
Pero en la práctica, el esquema no les ayuda en la preparación de sus clases. Muchos quedan
enredados en la taxonomía de los objetivos.
A los efectos de sugerir un esquema práctico y real, acudimos a un grupo de excelentes
docentes y les preguntamos cómo preparan ellos sus clases.
Como el modelo sugerido por las autoridades del Ministerio es poco funcional, muchos
docentes responsables preparan sus clases elaborando esquemas propios. Acudimos a sus testimonios
que transcribimos a continuación.
“Depende del tema que estamos dando” los temas desarrollados por guías de trabajo me
llevan mucho tiempo. Suelo hacerlos a principios de año, pero la ventaja es que me sirven de un año
para otro. Además intercambiamos las guías con otros docentes. En cuanto a los temas que yo
desarrollo, cuando tengo ejercitación, la preparación consiste en buscar ejercicios, a veces los tengo
hechos de años anteriores. Cada año enriquezco la carpeta con nuevos ejercicios. Siempre pienso con
antelación en qué curso tengo clases, qué tengo que hacer, y qué hice la clase anterior.
A veces preparar la clase significa elegir una buena motivación para un tema difícil, o para un
curso complicado. Muchas veces elijo una motivación, pero al llegar a la puerta del aula surge una
mucho mejor. Pero el llevarla preparada me da seguridad y entro tranquilo a clase.”
Profesor de Matemática y Física
“Siempre preparo mis clases”. Me lleva media hora. En mi casa pienso, qué curso voy a tener,
qué tema voy a dar. Reveo mi carpeta de apuntes, algunos conceptos básicos. Escribo algunas
formulas de aplicación. Busco ejemplos de la experiencia propia. Pero no soy rígido. Ya frente a los
alumnos, si sale algún tema ocasional, dedico la clase a eso. Si hay algún problema motivacional o
disciplinario me preocupo y pienso en algo interesante en mi casa, para la clase siguiente”.
Profesor de Resistencia y Elemento
“El primer año que ejercí la docencia”, hice lo que pude. Ahora, con algo más de experiencia,
dedico una vez a la semana a pensar lo que voy ha hacer en cada uno de los cuatro cursos que tengo.
Pienso en la actividad y los recursos con que voy a desarrollar el tema, luego me detengo en
los objetivos, éstos me clarifican mucho la clase. Luego lo anoto. Al comienzo anotaba todo:
Definiciones
Esquemas que iba a escribir en el pizarrón
Preguntas
Datos del contenido, etc.
Ahora cada vez anoto menos. Pero siempre ordeno mi clase antes de darla”.
Profesor de Historia y Cívica
“He aprendido a hacer una planificación dinámica, flexible y que me sirve durante todo el
año. A comienzo de año dedico unas horas a pensar en la materia. Leo los temas. Pienso en
actividades a realizar en algunos contenidos. Ej: Me imagino los grandes logros (objetivos) qué
pueden obtener los alumnos. Por ej: Que aprendan a estudiar; que relacionen permanentemente con el
presente. Luego selecciono los temas y anoto todo.
Después de haber pensado todo los aspectos de mi materia y haberlos anotado, los traduzco a
una planificación siguiendo las exigencias de la escuela en hoja apaisada, que contenga: objetivos,
contenidos, actividades, recursos, evaluación, con el cronograma al costado de los temas”.
Profesor de Historia
“Tengo muchos años de experiencia. Llevo un cuaderno donde pongo la lista de los alumnos
de cada curso día que doy clases, escribo la fecha y lo que di y algunas cosas que me parecen
importantes para recordar. ( reacciones de los alumnos, evaluaciones, etc. ). También anoto datos
sobresalientes de los alumnos. Y todas las notas correspondientes a trabajos prácticos”.
Profesor de Castellano
La clase es una totalidad, no se puede planificar o pensar cada aspecto solo. A los efectos del
análisis, se puede discriminar: objetivos, contenidos, metodología, recursos, etc. pero al pensar la
clase, aparecen todos los aspectos relacionados y juntos.
La preparación de una clase es fundamentalmente una reflexión didáctica.
Vamos a incluir una serie de aspectos que lo pueden ayudar a reflexionar sobre su próxima
clase.
1- ¿Cómo son mis alumnos? ¿Qué intereses tienen?, ¿qué dificultades?, ¿cómo es la
relación entre ellos?, ¿cuál es el nivel de conocimientos generales?, ¿les cuesta captar mi materia?
2- ¿Qué tema me corresponde dar? : ¿qué conocimientos previos deben tener los
alumnos?, ¿con qué otros temas del programa están conectado?, ¿tiene relación con otras
asignaturas?, ¿cuál es su estructura?, ¿cuáles son los subtemas?, ¿qué aplicaciones prácticas tiene?,
¿cómo se conecta con la actualidad?, ¿cómo adecuarlo al nivel de los alumnos?
3- ¿Para qué les puede servir a los alumnos?, ¿qué significación tiene para ellos?, ¿cómo
hacer para que sean valiosos y ayuden para la formación de la personalidad?, ¿qué objetivos deben
lograr los alumnos a través del tema?
4- ¿Cómo voy a hacer para que los alumnos establezcan contacto con el tema y les guste
e interese?, ¿de qué modo voy a desarrollarlo?, ¿expongo yo, preparo una guía, para que trabajen
solos, organizo grupos?, si yo expongo, ¿qué hacen los alumnos?, ¿qué material ilustrativo puedo
llevar?, ¿puedo hacer un experimento, una demostración, llevar un artículo de diario, hacer una visita,
utilizar el pizarrón?, ¿ necesito ejemplos, prácticos?, ¿cuáles?
5- ¿Cómo hago para saber si entienden? : ¿qué ejercicios de fijación puede llevar?, ¿los
alumnos tienen libro de texto?, ¿qué dice el libro sobre el tema?, ¿qué actividad puedo sugerir para
que hagan un buen aprendizaje?
6- ¿Cómo hacer para respetar el proceso natural de aprendizaje? : ¿qué tiempo voy a dar
a las etapas de recepción, elaboración y representación?, ¿qué actividades voy a elegir para cada una?
7- ¿Recuerda algunas caras de sus alumnos? : ¿algunos de sus nombres?, ¿qué
actividades les gustan?
(1) Stocker, Kart, Principios de Didáctica Moderna, Ed. Kapelusz – 1964. Pág. 238
Al comienzo la preparación de la clase le llevará mucho tiempo, luego se hará más rápida y
simple. Este esfuerzo se traducirá en una clase segura y en una mejor relación con los alumnos.
Otras Sugerencias
Preparación afectiva
El párrafo citado más arriba habla de “...la anticipación... en el corazón del maestro”.
Esto se refiere a la preparación afectiva, al estado del ánimo con que el docente va a dar
la clase.
Los afectos no se “dicen”, se ven, trasuntan a la persona. Por eso no se puede mentir, los
alumnos descubren si son aceptados y estimados por el docente o si son rechazados o le son
indiferentes.
Así como se prepara un tema o un ejercicio para dar en clase, debe prepararse la disposición
para la misma.
Es bueno tomarse unos minutos y analizar las relaciones con los grupos de alumnos. Cómo es.
Si ha habido problemas disciplinarios.
Recordar los alumnos difíciles. Repasar sus caras. Observar qué sentimos frente a ellos.
Reflexionar sobre el mejor modo de relacionarnos con ellos.
Entrar a clase con buen ánimo. Con disposición positiva. Confiando en los alumnos.
ANEXO 6
Una tarea muy particular y demasiadas veces descuidada en la preparación de las clases es la
tarea de adoptar una actitud íntima apropiada frente a la enseñanza, o la clase en su totalidad y a cada
uno de los alumnos.
Un proverbio chino reza: “Buen método en mano mala, obra mal; mal método en mano buena
obra bien”. Aplicado a la preparación de clases, esto significa: toda preparación, por sólida que sea
desde el punto de vista objetivo, metodológico y técnico, conducirá a una enseñanza carente de brillo,
energía y éxito, si el maestro no cumple ciertas condiciones en lo humano. Igual que si los pasos
preparatorios expuestos hasta aquí, el resultado, por lo general, dejará que desear, así también una
enseñanza carente de la actitud íntima apropiada del maestro, será siempre algo dudoso. Quien no
tenga en cuenta este hecho, nunca será más que un funcionario de la instrucción pública, porque no
sabrá despertar suficientemente el interés de los alumnos, ni será capaz de crear aquella atmósfera
positiva que es la condición previa de todo trabajo fructífero.
Pero, ¿ será posible una preparación tal para la enseñanza? .Por supuesto, hay ciertos límites
trazados por la predisposición natural y el desarrollo personal que, a pesar de un serio esfuerzo, a veces
no se podrán rebasar. Pero nadie conoce con exactitud esos límites suyos y por eso no debe dejar de
intentar lo posible.
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La organización exterior de la vida como condición previa.
Es cosa sabida desde hace mucho que un maestro excesivamente cansado tiene que comprobar,
demasiadas veces, al final del día, que la clase estaba bastante perezosa, que muchas interrupciones
dificultaron el trabajo o que el resultado, en comparación con el esfuerzo dedicado a la preparación y a
la misma enseñanza, ha de considerarse como bastante pobre. Lo mismo le sucederá a un maestro
apresurado al extremo que a duras penas consigue subir de un salto al último ómnibus o tiene que
recorrer los últimos cien metros, a la carrera, con el acelerador pisando a fondo, para llegar al colegio
cuando suena el timbre.
Parece pues imprescindible considerar la importancia de la organización exterior de la vida
también con respecto a la enseñanza. Cabe pensar aquí en la distribución del día, en un razonable
descanso y otros factores indispensables para poder gozar de un cierto despertar y frescura físicos.
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La concentración en la enseñanza
Con demasiada frecuencia un maestro distraído por las más variadas ocupaciones se quejará de
la labor poco concentrada y relativamente infructuosa de su clase. En cambio, quien rechaza la marea
de posibilidades de distracción y se prepara interiormente para su quehacer didáctico, pocas veces
tendrá motivo para quejarse en ese sentido.
Conviene ver la concentración no tanto en el aferramiento volitivo a la cosa, sino más bien en
el dejarse fascinar por ella y en la inmunización contra los centenares de estímulos que nos acusan.
...................................................................................................................................
En cuanto a los recreos entre las clases, por ejemplo, convienen tener presente que su
aprovechamiento adecuado, no solo para los niños, sino también para el maestro, es de suma
importancia, porque la enseñanza se desarrollará armoniosamente sólo si el maestro, antes de cada
clase, asume la actitud íntima correspondiente, si se prepara a integrarse al lado de los alumnos al
ritmo de trabajo, pero no si se expone a centenares de tareas, tramitaciones y novedades. Solo la
expectativa, el prepararse para la clase y la tarea inminente dan al maestro esa presencia de ánimo que
le brinda elasticidad en la situación concreta de la clase y le permite aprender las oportunidades
fecundas y crear un clima productivo.
Condición previa de ello es una compenetración profunda precisamente con el ser de aquellos
alumnos frente a los cuales uno experimenta en un principio hasta sentimientos hostiles, una
indignación sobre su vida, su medio ambiente, por medio de conversaciones con los padres, visitas al
hogar, etc. A menudo se comprobará entonces que las dificultades de algunos son enfermedades
psíquicas de mayor o menor gravedad, consecuencias de una educación rígidamente restrictiva o
demasiado exigente, comparables a accesos de fiebre, que se tratarán más conveniente y exitosamente
con simpatía, estímulo y bien ponderada ayuda que con la ducha fría de explosiones afectivas, como si
se tratara de simples malicias sin ninguna raíz profunda. En otros casos se descubrirá que los trastornos
de conducta son, en el fondo, consecuencia de la falta de educación que tiene su origen en un rechazo
más o menos perceptible del hijo y se expresa por una falta de simpatía y ayuda – o – si intervienen
sentimientos de culpa excesos de mimos. Perturbaciones de esta índole solo se enfrentarán
adecuadamente si se concibe la situación íntima de los alumnos como un fenómeno de carencia y se
les ofrece relaciones genuinas, se les da tareas positivas, se les impone órdenes firmes y se les ayuda a
dirigirse a sí mismos – pero no si la propia conducta oscila entre la ira y la compasiva resignación, si
se deja caer las riendas o se infligen castigos extremos como si se tratara de “pequeños delincuentes” o
“casos desesperados”.
Lo que dijimos acerca de crear una relación positiva con ciertos alumnos se aplica en alguna
manera también al grupo en su totalidad. También en este caso, un profundo conocimiento de las
condiciones causantes de un clima desagradable en la clase podrá subsanar en gran parte la
insatisfacción, inseguridad o hasta el miedo del maestro.
.............................................................................................................................................
Quino: “10 Años con Mafalda” – Editorial Nueva Imagen – Lumen – México – Argentina -
1979
CAPITULO 12
Necesidad e Interés
¿Qué hace un adolescente pase muchas horas charlando con sus compañeros y amigos?
¿Qué hace que los alumnos valoren al docente que los reconoce por su nombre, y que identifica
sus caras en el patio, que tiene gestos familiares con ellos?
¿Qué hace que los alumnos estimen al profesor que les habla de la vida, el futuro, el trabajo, del
amor?
La necesidad de autorrealización.
También debe llevarnos a pensar en como despertar y crear necesidades en los adolescentes.
Hay temas y actividades que se adaptan fácilmente a las necesidades de los adolescentes. Por
ejemplo: los temas relacionados con la actualidad, con el conocimiento de sí mismo, con las
actividades grupales, de taller, deportivas.
Pero hay otros temas que son áridos y abstractos y actividades que suponen esfuerzo y que
cuestan más adaptar a los alumnos. No significa que no deban incluirse en el currículo de la escuela,
sino que debe buscarse el modo de motivar a los jóvenes para que realicen un aprendizaje eficaz.
Para ello, es necesario tener en cuenta los principios didácticos, apelar a diferente métodos y
recursos; crear un clima agradable y ser el profesor el más entusiasmado con lo que va a enseñar.
Son leyes o normas generales que pueden servir de orientación a los docentes en el desarrollo
de sus clases y que emanan de la Psicología del aprendizaje y de la Psicología del adolescente.
Estos principios tienen que ver con: La actividad de alumno, la conexión con la realidad y la
vida y la importancia de aprender con todos los sentidos y no sólo con el oído. (Ver capítulo N°5. ¿La
didáctica es un recetario?
Es difícil estar atento a una persona que durante todas las clases y todo el año, utiliza el mismo
recurso: exponer o trabajar en grupos o resolver fichas individuales; como también a la persona
monocorde, que no tiene inflexiones en la voz, que se para al frente y habla siempre desde el mismo
lugar.
c. La creación de un clima
Por diferentes circunstancias, propias o ajenas a la clase, los alumnos pueden distraerse o
perder el interés. Cuando esto ocurre perturban la disciplina, no trabajan ellos y no dejan a los demás
trabajar. El docente debe estar atento para captar estas situaciones que son una señal de alerta en el
proceso de comunicación y procurar retroalimentarlo.
Para ello es recomendable:
Detener la clase unos minutos
Realizar una pausa
Analizar el motivo de distracción
Cambiar la actividad o metodología
Introducir un tema de actualidad
Modificar las condiciones interiores del aula: abrir ventanas, salir al patio
Realizar algún ejercicio de relajación.
CAPITULO 13
Parece paradójico que un docente explique que es un árbol valiéndose de la ilustración del
mismo cuando esta rodeado de árboles.
Esto constituye una práctica frecuente en los docentes de diferentes asignaturas, que
utilizan recursos verbales solamente, sin acudir al recurso de la realidad que envuelve a los alumnos
y a la escuela.
Voy a relatar un hecho corriente de observar en nuestras escuelas, que pone de
manifiesto cómo los docentes en vez de utilizar las experiencias directas de los alumnos y enseñar de
manera concreta, apelan a formas indirectas que resultan más abstractas a los mismos.
Sebastián L., un adolescente de 13 años que va a 1ª año, sentado en el jardín esta
estudiando Ciencias Biológicas porque tenia una evaluación.
Leía su apunte y repetía de memoria los conceptos de ecología, ecosistema, abiótico,
biótico, biocenosis, biotopo, depredador, hábitat, tropismo, etc..
Al solicitarle el significado de biótico repitió de memoria lo que tenía escrito en el
apunte, con los ejemplos del mismo. Sin poder relacionar con los seres bióticos que tenía a su
alrededor. Averigüé como lo había desarrollado su profesora y me dijo que les había ido explicando
cada uno de los conceptos, luego les había dado ejemplos y los remitía al libro de textos. Le pregunte
si hacían prácticos, y me dijo que si, que la profesora les daba una guía que ellos debían leer el libro de
texto para responderla.
Le pregunté si le gustaba la biología y gestualmente con sus hombros me dijo no saber.
Sebastián vive en la provincia de Mendoza, llena de plazas, de árboles en las calles, de
platas en las casas y de acequias.
Lugares espléndidos para iniciar a los alumnos en el ecosistema, los seres bióticos y
abióticos, y toda las ciencias biológicas.
-¿ Que piensa Ud. De este modo de enseñar?
-¿ Es motivador para que los alumnos gusten de una materia y la aprendan?
-¿ Cuánto tiempo cree que habrá retenido Sebastián esos conceptos después de haber
rendido bien su prueba?
-¿De qué manera se podrían enseñar estos temas?
El valor de la experiencia
Veamos algunas alternativas para desarrollar el tema de ciencias Biológicas, referido a este
capitulo, y que fueron sugeridas por una dicente de la especialidad.
A. Experiencia directa: para facilitarle al docente puede:
-Llevar a los alumnos a observar una plaza, una zona baldía, un bosquecito, una acequia, un
lugar con vegetales; o
-Que cada alumno vaya por su cuenta o en pequeños grupos a hacer una visita y observe con
una guía.
1. Observación de la naturaleza
Observar:
los vegetales mas representativos del lugar
el follaje, si hay nidos o aves
la corteza de los árboles, si hay insectos u otros animales.
Las acequias que rodean la plaza o entrar a los canteros para regarlos
La fuente, si tiene algún ser vivo
Si hay personas, transeúntes, niños que juegan
Levantar una piedra y ver que hay debajo
Recoger:
hojas, flores, semillas, piñas
tierra en una bolsita
agua de la fuente o de la acequia en un frasco
colocar en un frasco mortífero (frasco con algodón con bencina o alcohol) un
animalito, para que de este modo se duerma y no sufra.
Dibujar:
en su carpeta, todo lo que no pueda llevarse.
Anotar nombres de la plantas, árboles y animales.
2. Organización Conceptual:
En esta etapa se realiza la organización conceptual de las experiencias vividas por los
alumnos en su observación de la naturaleza.
* Agrupar los alumnos y darles tiempo pera que muestren todo lo que han recogido y
conversen sobre todo lo observado.
* Se clasifica el material, haciendo conjuntos con seres vivos, y no vivos y otros.
* Ahora recién el docente introduce el concepto de biótico y abiótico, biocenosis,
ecosistema, etc.
Buscar ejemplos de otras situaciones diferentes de la observada.
* Usar la carpeta. Escribir y dibujar, los conjuntos observados, los distintos seres; escribir
los nombres, sus significados, ejemplificar.
B. Viaje Imaginario
1. Relato
Si la zona donde esta ubicada la escuela no permite contactar a los alumnos con la naturaleza,
ni preparar en el laboratorio experiencias para ser observadas se puede hacer un “viaje imaginario”.
Hacer sentar cómodamente en los bancos a los alumnos.
Enunciarles que harán un viaje imaginario a los efectos de establecer contacto con la
naturaleza. Solicitarles que cierren bien los ojos para ver mejor, y relatar del modo mas vivido posible,
lo siguiente.
“Es primavera. Avanzamos por la carretera al atardecer. El sol está escondiendo. El
campo se extiende a nuestro frente . Unos pocos árboles rompen la monotonía de la pampa. El viento
mueve su follaje.
A la derecha del camino, hay una zona cultivada. Sentimos el vuelo de los pájaros
que pasan en bandadas.
Algunas perdices se nos cruzan en el camino a nuestro paso. Levantan su vuelo
rápido para esconderse en el matorral. Su color y su actitud, hacen que se disimulen fácilmente entre
los cardos y las hierbas.
Se divisa un gran pantano con juncos y cañaverales. Con movimientos elegantes se
desplazan algunos teros.
En este otro matorral se asoma una perdiz en busca de semillas para su alimento.
De pronto un gran silencio: aparece una comadreja que también busca alimentos.
Algunos animales huyen y otros buscan esconderse. Seguramente el mas débil servirá de alimento a
este depredador.
Se hace más intenso el viento. Los nubarrones se desplazan rápidamente por el
cielo. Gruesas gotas comienzan a caer sobre la pampa. El olor a la tierra penetra los sentidos”.
Terminando el relato, dejar a los alumnos unos instantes en silencio. Hacerles abrir
los ojos y preguntarles que les ha parecido. Darles unos minutos para que intercambien sus
experiencias. Luego, proceder a trabajar el material del viaje imaginario.
2. Organización Conceptual
Solicitar que cada alumno anote todo lo que vio en el viaje imaginario.
Agruparlos para que intercambien sus experiencias.
Clasificar en seres vivos, animales, vegetales, y seres no vivos. Hacer conjuntos.
Introducir el concepto de ecosistema, seres bióticos, abióticos, biocenosis, etc.
Escribirlos en las carpetas con sus significados correspondientes.
Buscar ejemplos de otras situaciones diferentes.
Las Ciencias Biológicas tienen mayores alternativas para ser enseñadas a través de la
experiencia concreta, siendo más difícil para la historia, la geografía y cívica.
Es verdad que no se puede establecer un contacto directo con los Hechos históricos o
geográficos lejanos en el tiempo y el espacio. Pero deben buscarse otros recursos. Por ejemplo el viaje
imaginario sirve muy bien en biología y en historia. Se pueden utilizar Role- Playing para dramatizar
personajes y hechos históricos, y brindar a los alumnos una vivida experiencia.
No es suficiente que el alumno establezca contacto con la realidad para que logre una buena
percepción. Es necesario que el alumno tenga un papel activo. Lo percibido, no se graba o imprime en
su mente, sino que se constituye a partir de la actividad que el sujeto realiza.
No es recomendable enviar un alumno a observar un preparado, en el laboratorio, una
fabrica, la naturaleza o una foto. Con la sola indicación de “ observar bien y no perderse nada”.
La observación debe ser orientada por el docente, a través de una guía en la que figure el
punto de vista que interesa al conocimiento de ese objeto o realidad.
Debemos recordar que la observación no es solo una actividad de la vista sino de todos los
sentidos, como así también no sólo se pueden observar objetos, sino también relaciones y procesos.
Si los alumnos no tienen el hábito de observar una máquina sencilla del taller mal podrán
observar un conjunto de máquinas en una fábrica.
Es necesario ir introduciéndolos gradualmente para que adquieran el hábito y la habilidad
de observar.
La observación es una parte del proceso de aprendizaje. Es necesario recuperar esta
experiencia para elaborar los nuevos datos que la misma proporciona e integrarlos a los otros
conocimientos que el alumno posee.
Por eso es necesario que realicen comparaciones, clasificaciones, relaciones, que saquen
conclusiones e informes.
Es fundamental que el alumno exprese con sus propias palabras lo observado, lo vivido y lo
experimentado.
La palabra ayuda a completar la idea.
La expresión es necesaria porque asegura la organización conceptual y por lo tanto el
aprendizaje.
¿Si fuera alumno no le gustaría tener un docente que enseñara de este modo?
En su asignatura, ¿ que utiliza mas: la palabra o la experiencia
No podría aplicar en su asignatura algunas de las actividades sugeridas imaginadas
atrás?
CAPITULO 14
LA ESCUELA Y LA VIDA
“Cuando las propuestas de trabajo se relacionan con la vida real y con las aspiraciones
personales del alumno, no es necesario buscar refuerzos especiales”.
¿Qué es lo significativo?
a. Veamos las palabras de: papote
Sixpon
Yolim
¿Qué significa para Ud.?
Seguramente diga: nada
¿Por qué no conoce el significado?
¿Por qué no existen?
Un vaso de agua puesto sobre la mesa tiene una existencia objetiva, en sí. Puedo pasar muchas
veces a su lado y no advertir su presencia. Pero él está en la mesa.
Empieza a tener existencia para mío cuando yo tengo sed y deseo tomar agua. Entonces pasa a
ser significativo. Es el caso de los ejemplos señalados más arriba.
Del mismo modo los conocimientos y valores presentados por el docente en la escuela están
ahí, fuera de los alumnos. Es función del docente hacer que enganchen con sus necesidades e intereses.
De lo contrario, es difícil que adviertan su presencia.
Todos los jóvenes se plantean el valor de los conocimientos que reciben en la escuela. De esta
realidad se nutre Quino, el autor de la tira cómica, para poner en boca de sus personajes lo poco
significativo que resultan muchos de los contenidos escolares.
Una excelente alumna de sexto grado nos decía:
“Lo que nos enseñan, no tiene nada que ver con la realidad. En historia te meten en el túnel del
tiempo. Como premio la profesora nos dice: ya van a ver, ya vamos a llegar a la época actual. Y ni
siquiera llagamos a Perón”.
“¿qué tienen que ver las reformas de la Constitución que estudiamos si no sé qué se quiere
reformar ahora? ¿Qué relación tiene la declaración de la Independencia de 1816 , con la dependencia
de los pueblos de la que tanto se habla en la actualidad?”.
Al preguntar a un grupo de alumnas de tercer año: ¿Para qué les sirve lo que le dan en la
escuela? Una niña muy inteligente nos dijo:
“No es tanto que sirva o no, sino que lo enseñan mal. A mí historia me gusta, aunque es una
materia aparentemente aburrida, la profesora prepara clases dinámicas e interesantes y lo relaciona
todo con el presente. Por ejemplo cuando habla del despotismo ilustrado, lo relaciona con las
características de los regímenes fuertes que existen en el presente. Mientras que idioma no me gusta, lo
enseñan mal. Tal vez sea lindo con otros profesores que sepan hacerlo interesante”.
Acaba de leer testimonios recogidos entre alumnos que tienen buena formación y rendimiento
escolar, sobre lo que piensan del valor de la educación que reciben en la escuela secundaria. Esto
puede ser para Ud. como el vaso con agua colocado en la mesa. Estará ahí sin ser aprovechado por Ud.
mientras no sienta necesidad de él. Por eso le sugerimos que realice las experiencias nuestras. Le va a
ayudar mucho consultar la realidad. Lo va a mantener actualizado y le va a proporcionar motivaciones
para mejorar su modo de dar clases.
Estas actividades podrán ser de utilidad:
1.- revise su vida de estudiante. Recuerde los diferentes profesores que tuvo y las asignaturas
que dictaban. Piense: ¿Cuántos temas recuerda? ¿Cuáles son?.¿Porqué cree que recuerda unos y los
otros los ha olvidado?. ¿Qué relación guardan estos temas con Ud.?
2.- Elija uno de sus cursos, donde tenga los alumnos más maduros. Solicíteles que revisen los
contenidos de su asignatura de acuerdo con la significación que tiene para ellos.
3.- Haga esta misma consulta con sus hijos, a los hijos de sus amigos, familiares y vecinos.
A partir de estas actividades podrá observar que hay un cuestionamiento al valor de los
conocimientos recibidos en la escuela y que los programas están llenos de cosas anticuadas.
¿Para qué nos sirven aprender cosas que no significan nada para nosotros? Y no se trata de
saber para qué sirven en el sentido utilitario, sino en el sentido de la formación personal del estudiante.
Carl Rogers postula que los aprendizajes deben ser funcionales, innovadores, que impregnen a
la persona en su totalidad y lo ayuden a modificarse. A esto lo llama aprendizajes significativo.
“Al decir aprendizaje significativo pienso en una forma de aprendizaje que es más que una
mera acumulación de hechos. Es una manera de prender que señala una diferencia en la conducta del
individuo; es un aprendizaje penetrante que no consiste en un simple aumento del caudal de
conocimientos, sino que se entreteje con cada aspecto de su existencia.
ANEXO 7
DELVAL, Juan. “Crecer y Pensar”. Cuadernos de Pedagogía. Editorial Laia. Barcelona. 1986
En la actualidad del trabajo escolar se identifica con un trabajo pesado, laborioso, indeseable.
Cuando preguntamos a escolares para qué sirve la escuela y para qué tienen que ir a ella, nos contestan
que sirve para aprender y que hay que ir para hacerse una persona de provecho. Si le preguntamos si se
pueden aprender cosas fuera de la escuela nos contestan que no o que muy poco, que lo fundamental se
aprende en la escuela. No consideran aprender la inmensa cantidad de conocimientos esenciales que se
adquieren fuera de la escuela, conocimientos prácticos que son los que nos permiten sobrevivir, como
cruzar la calle, saltar una zanja o freír un huevo. Todo eso no se considera aprendizaje porque no se
adquiere de una manera penosa, trabajosa, tediosa, que es lo que caracteriza en realidad la actividad
escolar para los que la realizan.
Por esto, la escuela está separada de la vida y el niño establece dos mundos: el de su vida y el
de lo que se enseña en la escuela, sin que sea capaz ni sienta la capacidad de conectar unas cosas con
las otras. Los conocimientos que adquiere cotidianamente apenas le sirven en la escuela, no está
acostumbrado a utilizarlos; mientras que los que aprende en la escuela tampoco los utiliza en su vida
cotidiana porque su ámbito queda restringido a los libros, las clases y los exámenes. Así se ve que
chicos que llevan varios años estudiando los números y operaciones aritméticas no los usan en
situaciones muy simples, de la vida cotidiana y que otros muchos otros conocimientos más complejos
aprendidos en edades posteriores tampoco se utilizan para resolver problemas prácticos, problemas
concretos.
CAPITULO 15
Vamos a introducirlo en este tema a través de algunos ejercicios que lo pondrán en contacto
con diferentes modos de exponer.
Hemos elegido en primer lugar una bella poesía de María Elena Walsh y luego tres
exposiciones de profesores sacadas de la realidad de la escuela.
¿Le gusto? Léalo de Nuevo. Si quiere, hágalo en voz alta. Anímese. ¿Qué le pareció ahora?.
María Elena Walsh es una escritora argentina de cuentos, poemas y canciones para niños.
Pero la disfrutamos también los adultos.
Ahora piense:
¿No recuerda haber oído exposiciones que se parecen a este cuento?
Las expresiones señaladas revelan que la persona que relata, no está segura de lo que dice.
Estas u otras expresiones similares ponen de manifiesto a docentes que se paran frente a los
alumnos y no han preparado su exposición.
Se detienen mientras exponen, vuelven atrás, dudan, se olvidan, al igual que en el cuento de
referencia.
“Una ciudad se reconoce cualitativamente por su forma, con un cierto orden, agrupada
alrededor de un núcleo fácilmente distinguible, con aspecto variado y acompañado de elementos
diversos.
Posee una serie de funciones centrales que organizan un territorio bastante más
extenso que el
(1) María Elena Walsh: “El mundo del revés”. Ed. Sudamericana. Bs. As. 1990.
propio espacio urbano y en competencia con otras ciudades dentro de la misma jerarquía
urbana. Se tiene en cuenta la teoría de los lugares centrales, desarrollada por la Geografía anglosajona,
originada en el positivismo de fines del siglo pasado.
A esta teoría se opone el paradigma geográfico basado en la fenomenología, que da
importancia a los aspectos perceptivos y del comportamiento de los habitantes”.
¿Entendió? ¿Sabe qué quiere decir? Frente a estas exposiciones mucha gente suele
decir: “¡Qué bien habla!” y para sus adentros dice: “no entendí nada”.
¿Nunca escuchó a un docente que hable de este modo? Y si el alumno pregunta o pide
que le expliquen de nuevo, vuelve a repetir lo mismo.
Esto pone de manifiesto a un docente poco didáctico, seguramente no piensa para
quién habla, quién lo va a escuchar.
Los conceptos no están adecuados al nivel de los alumnos. Habla utilizando términos
muy difíciles. El mejor expositor, no es el que habla “difícil” sino el que es capaz de hacer simples las
cosas difíciles para que su público lo entienda.
“La ciudad, como ustedes saben, se caracteriza por los grandes edificios, las vidrieras,
los negocios, las distintas atracciones, las plazas y los parques, la gran cantidad de automóviles que
circulan permanentemente, como así también por el movimiento incesante de personas”.
¿Qué le pareció? ¿Qué tiene que ver la India con el clima templado pampeano?¿Cómo llegó
aquí el profesor?
El docente fue asociando un tema con otro sin respetar el contenido de la clase.
¿Nunca escuchó una exposición similar?. Uno dice: “se fue por las ramas” y la
expresión vulgar a la científica, pues esta exposición se llama tipo árbol, ya que se abre
permanentemente y no regresa al tronco, que es la idea de la que partió.
Hemos presentado una serie de exposiciones inadecuadas en las que pueden caer los
profesores.
Para que esto no ocurra, es fundamental la preparación de la exposición de clase.
Con antelación deben anotarse los puntos que se van a desarrollar, ordenarlos, y hacer
una guía. Aunque esta no se use en clase, estará mentalmente en el momento de exponer.
La base de una buena clase es el conocimiento del tema. Si un profesor no maneja bien
el tema que va a desarrollar, por más esquema didáctico que quiera aplicar, la clase no saldrá bien.
Los docentes que recién se inician no están en iguales condiciones que el que tiene
varios años de exposición. Debe preparar día a día la clase y no es suficiente el apunte que le dieron
cuando cursaba la materia, ni tampoco el apunte que le dieron en la facultad. Es fundamental consultar
algún libro y conocer bien el libro de texto que los alumnos usan.
Los primeros años de docencia, marcan el tipo o estilo de docente que uno puede llegar
a ser. El docente improvisado, es el chanta a los ojos de los alumnos. Esto se nota mucho aunque se
intente disfrazar.
Generalmente el profesor chanta se disfraza de:
Autoritario: Explica. Los alumnos no entienden. Vuelve a explicar del mismo modo,
pues no tiene dominio temático que le permita con libertad dar vueltas los conocimientos. Los alumnos
siguen sin entender. Entonces, como no sabe qué hacer, cubre su ineficiencia con la consigna del
estudio. Los alumnos deben estudiar aunque no entiendan.
Amistoso y dicharachero: Explica de modo intrascendente, cuenta chistes. Se refiere a
los temas de actualidad, “se va por las ramas”. Al final remite al alumno al libro de texto.
Se hace el difícil: habla difícil. Utiliza términos no usuales. Se pone circunspecto, serio.
Si los alumnos preguntan, repite lo mismo o los remite a los libros.
Si, la exposición es un método muy antiguo. También lo es el diálogo, muy utilizado por
Sócrates, el filósofo griego, cuatro siglos antes de Cristo. Sin embargo hoy se postula mucho el diálogo
con los alumnos.
Las actuales corrientes pedagógicas combaten la exposición porque centra la clase en la
actividad del docente, que es quien enseña, y no en la del alumno, que es quien aprende.
El docente expone, es decir: pone afuera, pone en el alumno el contenido que el sabe y
quiere enseñar. El alumno escucha, atiende, procura comprender.
Pero la mente no es un recipiente en el que se depositan los contenidos y luego el
alumno hace uso de ellos. Tampoco es una tabla rasa donde se imprimen las imágenes que ve o
escucha el alumno.
En la mente los conocimientos no están impresos ni depositados, sino entretejidos,
estructurados, organizados por el pensamiento que es activo y para receptarlos o aprenderlos realiza
diferentes operaciones.
Por eso debe procurarse que el estudiante sea parte activa en el proceso de
comunicación. Es más eficaz que los alumnos lean, investiguen, descubran por sí mismos los
conocimientos, y no que los escuchen o reciban del docente.
Por esto se sugiere la utilización de procedimientos y técnicas más dinámicas en que el
alumno ejerza funciones protagónicas como: el estudio dirigido, el trabajo grupal, la investigación.
¿Qué hacer con las clases de cuarenta alumnos, con aulas pequeñas, con bancos fijos?.
Los docentes prefieren usar la exposición.
Una exposición puede ser reveladora y motivadora para los alumnos.
Cuando los alumnos la combaten, es porque se trata de una exposición poco
motivadora, aburrida y pesada.
Todo buen docente debe saber exponer porque hay situaciones de aprendizaje que
requieren de una buena exposición.
Vamos a dar algunas explicaciones para ayudar a los docentes a mejorar sus
exposiciones, convencidos de que no hay un solo método eficaz, sino que depende del grupo de
alumnos, del tema, de las circunstancias y de uno mismo. ¡Cuántas veces estamos fatigados y
programamos un trabajo individual para no hacer el esfuerzo de exponer!
Hay prueba de que los profesores más eficaces son los que utilizan una variedad de
estrategias o procedimientos de enseñanza.
Los aspectos a tener en cuenta son:
1) Los que hacen al contenido propiamente.
2) Los formales, externos al contenido, que hacen a la forma.
1. El Contenido:
2. La forma:
Tiene que ver con la forma como se presenta un contenido, un tema, un conocimiento
(el cuerpo, la voz, el ambiente, la circunstancia). Podrían resumirse en los siguientes:
- Hable de modo natural. No asuma una postura circunspecta, académica. ¡Sea Ud.
Mismo!
- Varíe el tono y el ritmo: alto, bajo, lento, rápido. Hay personas monocordes, que hablan
en un solo tono y resultan muy pesadas a la audiencia. A veces es necesario hablar tranquilo, otras
ponerse sugestivo o pensativo. Según el tema y contenido, acompáñese con la voz.
- Haga pausas para dar lugar al alumno a que reflexione. Hágase preguntas para que
piensen, aunque Ud. mismo se los conteste.
- Hable de modo tal que el alumno crea ver lo que le describe o explica.
Personifique haciendo hablar a los objetos, esto atraerá mucho a los alumnos y los mantendrá
motivados.
- Use el cuerpo, las manos. No se detenga en un mismo lugar. Cambie de silla en el aula,
camine. Pero no cambie permanentemente, pues esta actitud distrae al que escucha.
- Ayude su palabra con lo visual. Anote en el pizarrón: palabras, fórmulas, cuadros,
gráficos, haga dibujos y esquemas.
- Intercale fotos, artículos de diarios, anécdotas, la biografía de un científico o del autor al
que se está refiriendo.
- No siga una sucesión lineal. Vuelva atrás, retome el tema, haga síntesis.
- La exposición debe causar suspenso, no solo en Historia, también en Matemática, Física
o cualquier contenido descriptivo como los biológicos, geográficos, cívicos, etc. Convierta la
yuxtaposición en sucesión natural.
Conclusión
Sugerencia
Si Ud. Quiere saber cómo expone, si se propone mejorar sus exposiciones, grabe sus clases,
obsérvese objetivamente y propóngase metas para ir alcanzando gradualmente.
CAPITULO 16
Seguramente si le pedimos a alguien que dibuje o que describa una clase la imagen seria
ésta:
Alumnos sentados en fila uno detrás del otro, escuchando al profesor que está adelante y
escribiendo en sus cuadernos.
Es un modelo que copiamos a nuestros profesores. Ellos enseñaban de la misma
manera; y los profesores de nuestros profesores también. Se remonta muchos siglos atrás. Es un
modelo que ha ido pasando de generación en generación.
A este modo de organizar el aula acompaña, lógicamente, una manera de organizar las
actividades de los alumnos.
Los alumnos escuchan, escriben, trabajan individualmente, sin comunicarse con sus
compañeros, mientras el profesor u otro compañero habla en el frente de la clase.
No sabemos qué es primero: si la organización del sula o la de las actividades de aprendizaje,
pero ambas se corresponden.
Este modelo tenía sus ventajas: permitía controlar y vigilar un grupo grande de alumnos y
asegurar el orden y la disciplina.
Tal vez fue establecido en épocas en que la psicología aún no era ciencia y poco se sabía del
alumno y del aprendizaje. Al niño se lo consideraba un adulto en miniatura y no un ser en desarrollo
con una entidad propia.
También se pensaba que el aprendizaje era un hecho individual y que el alumno “receptaba”
pasivamente los conocimientos desde afuera, por ello debía estar quieto y atento.
Redondear el aula
Una colega muy imaginativa y con un gran sentido estético y del humor decía: “las formas
rectas son duras, las curvas son más suaves. Las aulas rectangulares y los bancos en fila forman
ángulos rectos que tensionan el clima del curso; para ablandarlo, hay que buscar formas curvas como
los círculos.
Después de experimentar durante mucho tiempo, no solo con alumnos sino en reuniones con
padres colegas una organización circular, pienso que tenía mucha razón.
Muchas veces, al acudir a desarrollar un curso de perfeccionamiento, he encontrado a los
docentes en el aula sentados en fila, uno detrás del otro, igual que los alumnos, con aire muy
circunspecto. Les he pedido pulir las aristas, redondear las rectas para lograr una forma más
suavizada, y el clima del grupo ha cambiado inmediatamente.
Sugerimos a continuación algunas formas de organización:
Los alumnos pueden trabajar en las siguientes actividades: estudio de casos; análisis de
textos; resolución de problemas; ejercicios de aplicación; guías de estudios; Phillip 66; redacción de
informes o artículos. Elaboración de sinópticos, resúmenes, gráficos estadísticas, etc.
2. Formar un semicírculo. Si el sula no lo permite, redondear un poco el aula. Al frente,
puede exponer el profesor o realizar demostración. Exponer un alumno o un grupo de alumnos.
Dirigir una discusión. Realizar una dramatización o un estudio de caso. Aplicar la técnica del
torbellino de ideas o de la entrevista a un experto de afuera, o alumnos que oficien de tales. Hacer un
panel o un simposio.
3. Formar un circulo. En el medio se puede realizar una demostración, una discusión
observada, una representación, una entrevista. El docente puede dirigir una actividad desde el centro,
ser uno más en el circulo o ponerse fuera a los efectos de supervisar.
Esta organización, al igual que el semicírculo, permite la realización de diferentes técnicas
para lograr actitudes.
CAPITULO 17
Trabajo Socializado
Discusión en común
Se llama discusión en común al intercambio de opiniones entre toda la clase, referido a algún
tema del programa, o contenido de carácter formativo, conducido por el docente.
A fin de posibilitar la discusión, es importante que los alumnos se puedan ver la cara. Para
ello deben cambiar la estructura del salón de clase, sea en forma circular o cualquiera que les permita
mirarse.
A fin de que todos los alumnos participen activamente y saquen provecho de la técnica, el
docente debe preparar con antelación:
- el tema y los correspondientes subtemas de discusión. Este puede ser formulado a modo
de pregunta; de problema o situación cuestionante.
- el objetivo de la discusión: motivar a los alumnos para trabajar en una nueva unidad;
presentar nuevos conocimientos, profundizar o ampliar algún contenido, etc.
- el tiempo que le va a asignar a la actividad: toda la clase o parte de ella.
- el modo de organización del aula y de los alumnos.
- de que manera va a integrar la discusión en común con las restantes actividades de la
clase, para que no quede aislada la evaluación de la actividad.
Esta preparación será una garantía de éxito, ya que le permitirá al docente manejar la técnica
con soltura y seguridad, pues ha previsto cada uno de los pasos.
Conducción
En el momento de llevar a cabo la discusión, el profesor debe dar todas las indicaciones con
claridad.
- el tema de discusión y el objetivo de la misma.
- el tiempo de duración y la forma de participar de cada uno (levantar la mano, que
tiempo puede hablar, cuantas veces, cuando uno habla los otros no interrumpen, etc.)
Si los alumnos discuten animadamente, el docente no debe intervenir y si la discusión decae,
animarla replanteando algún tema o aportando su punto de vista.
Cuando se agote el tema o termine el tiempo fijado, el profesor debe realizar una breve
síntesis en la que incluya todos los argumentos expuestos por los alumnos y relacione el tema con los
restantes del programa, dándole sentido a las actividades realizadas.
Evaluación
Finalmente, la tarea debe ser evaluada, a fin de observar que aprendizajes se lograron y
rectificar en el futuro la enseñanza.
Puede evaluarse tanto la conducta grupal como la individual, con preguntas como las
siguientes:
- ¿Cómo se sintieron?
- ¿Les gusto la actividad realizada?
- ¿Pudieron participar todos?
- ¿Alguno quedo con ganas de hacerlo y no pudo? ¿Por qué?
- ¿Qué aprendizajes lograron?
Es posible que muchos docentes realicen con sus alumnos discusiones en común. No debe
confundirse esta técnica con las discusiones ocasionales sobre cualquier tema, que suelen promoverse
en el aula.
A fin de lograr su valor formativo, es importante programar y evaluar la actividad, así como
su integración a las restantes actividades de la asignatura.
El trabajo en equipo
Llamamos equipo al grupo de personas que realiza una tarea en común, cumpliendo cada una
un rol determinado. Si comparamos con el equipo de fútbol, observamos como todos juegan un parido,
desde distintos lugares, con funciones diferentes, pero con un objetivo común: ganar el partido. Si se
gana o se pierde, el merito o desmerito es del equipo.
En el aula llamamos trabajo en equipo al que realizan los alumnos formados en pequeños
grupo, bajo la conducción del docente. Aunque cada alumno realice una actividad conforme a sus
aptitudes, habilidades e intereses; el objetivo común es que todos aprendan.
Esta actividad debe ser preparada con antelación por el docente. Algunos llegan al aula,
agrupan los alumnos, los hacen sacar el libro de texto y les indican una “investigación” en equipo,
mientras ellos leen o corrigen trabajos en el escritorio. Nada más lejos de ser esto un trabajo en quipo
y menos una investigación. Estas tareas no se improvisan, sino que debe prepararse cada uno de sus
pasos. A ellos nos vamos a referir a continuación:
a. Cómo formar los grupos
Es muy importante la formación del grupo. El acierto en la composición del mismo depende
muchas veces la eficacia del trabajo. Por ello hay que elegir la forma que más convenga.
Hay diferentes maneras de formar los grupos para que los alumnos trabajen en equipo:
-Espontáneamente: los alumnos se reúnen libremente. El docente da el numero de
componentes y se eligen mutuamente. La ventaja de la espontaneidad es que facilita la formación de
grupos que funcionan bien, ya que se eligen por amistad, vecindad o simpatía. Pero suelen quedar
muchos alumnos fuera, no elegidos por nadie, ya desintegrados del resto. Como también, suelen
formarse grupos demasiado amistosos en los que se hace difícil el aprendizaje.
-Al azar: los grupos se forman de manera azarosa, acudiendo al sorteo, la enumeración, el
orden alfabético, o la posición de los bancos.
Este modo es muy positivo para generar interrelación entre los alumnos, para favorecer la
creación de lazos de amistad, para que se conozcan todos entre ellos.
-Determinados por el docente: el docente elige el criterio de agrupación según el objetivo que
se proponga. Puede formar grupos homogéneos de igual nivel de rendimiento. Puede mezclar
alumnos seguros con alumnos menos desenvueltos. La ventaja de este modo de agrupación es que el
docente, a través del trabajo en quipo, logra objetivos formativos muy importantes para los alumnos.
El docente puede combinar las tres maneras hasta llegar a establecer grupos productivos que
puede mantener durante todo el año escolar.
b. Cómo organizar la tarea
-En primer lugar, el profesor debe pensar el objetivo del trabajo, para que lo va a hacer: que
los alumnos analicen una situación; que elaboren una serie de temas; que apliquen un conocimiento;
que integren varios contenidos; que profundicen una temática determinada; que sinteticen una unidad,
inventen nuevas.
-La claridad del objetivo le ayudará a organizar el trabajo: contenidos, textos, actividades,
tiempo. Todo esto se indicará en forma escrita a través de consignas, que deben ser claras y concretas.
No es conveniente decir a los alumnos: “agrúpense, saquen el libro de texto e investiguen tal tema”,
pues no orienta el trabajo a realizar.
-Debe pensarse cómo organizar las actividades de los equipos: si dar la misma tarea a todos
los grupos o dar tareas diferentes a cada uno. Esto dependerá del tema y de los objetivos. Si le tema
es largo, cada grupo puede trabajar un aspecto del mismo, y si es corto, se puede dar la misma
consigna a todos los grupos.
-Las actividades pueden consistir en:
-lecturas
-responder a cuestionarios o elaborar preguntas sobre un tema
-realizar ejercicios
-resolver problemas
-buscar diferentes puntos de vista frente a una cuestión
-argumentar a favor o en contra
-aplicar a situaciones nuevas
-comparar dos hechos, elementos, contenidos, buscar características
-elaborar diferentes esquemas de síntesis: sinópticos, resúmenes, esquemas, gráficos
-producir un informe
-redactar un proyecto
-inventar algo.
-Hay que pensar también cómo integrar el trabajo grupal a las restantes actividades de la
asignatura. Cómo utilizar sus resultados, cómo corregirlos, qué valor y peso tendrá para la evaluación
de cada alumno.
c. Orientación y control
-Cuando los alumnos estén trabajando, es necesario pasar por los grupos y observar el
desarrollo del trabajo, aclarar dudas y resolver problemas.
-Dar mayor tiempo si el fijado para la tarea es escaso.
-En el grupo se debe designar un alumno para que, una vez terminado el trabajo grupal,
informe a toda la clase sobre el mismo.
-Terminada esta etapa, el docente debe cerrar la actividad, ya sea: elaborando una breve
síntesis, sacando conclusiones; integrando el tema trabajado en grupo con los restantes de la unidad, o
evaluando si el objetivo del trabajo se cumplió.
-Es conveniente proceder a evaluar la actividad. Para ello el docente puede hacer preguntas
generales como:
-Si les ha gustado el trabajo
-Si les ha servido
-Si todos pudieron trabajar y cumplir las consignas, y comprobar los logros intelectuales
como:
-qué conceptos, conocimientos, ideas, han aprendido.
-También debe referirse a los logros afectivos y evaluar si hubo:
-respeto a la opinión ajena
-solidaridad
-cooperación en el trabajo
-responsabilidad
-creatividad
aceptación de la critica.
-Esta evaluación puede ser realizada de manera oral o aplicar por escrito una técnica para
recoger la información.
d. Grados de aplicación
Si tenemos un curso en el que los alumnos no tienen experiencias en tareas grupales,
debemos empezar a aplicarlas gradualmente, en cuanto al tiempo, al numero de alumnos por grupo y la
complejidad de los contenidos a elaborar.
Se puede empezar con una técnica como la del “cuchicheo”, que supone la reunión de dos
alumnos, que en breves minutos deben resolver una cuestión determinada.
Luego el Phillips 66, que reúne a 6 alumnos y en 6 minutos realizan una tarea concreta, como
dar un concepto, una conclusión o elaborar una pregunta.
El torbellino de ideas, que en pocos minutos permite a un grupo generar por libre asociación,
una solución, conceptos, conclusiones, sobre un tema planteado.
El estudio de casos, en el que los alumnos analizan un caso o problema a fin de extraer
conclusiones o llegar a ciertos conocimientos.
El Role Playing o desempeño de roles, en el que los alumnos, a partir de una dramatización
que les permite una vivencia, elaboran un conocimiento.
Estas experiencias toman sólo una parte de la clase. En la restante, el docente puede
continuar con el desarrollo de la unidad.
La evaluación realizada al finalizar cada experiencia, permitirá al docente comprobar los
logros de los alumnos en cuanto a: respeto por el otro, clima de trabajo, gusto por la actividad, e ir
avanzando en la inclusión de técnicas más complejas y más largas.
Guías de estudio
Una variante muy interesante para los alumnos es trabajar es trabajar con guías de estudio.
Ésta es el diseño escrito de una serie de actividades bien pautadas que los alumnos deben realizar, ya
sea en forma grupal o individual en la escuela o en la casa, o de ambas formas.
La guía puede abarcar una unidad compleja o sólo un tema de la misma. Puede incluir
actividades variadas: lecturas, búsqueda en el diccionario, en el libro de texto, subrayados, ejercicios
de vocabulario, esquemas de contenido, resúmenes, sinópticos, cuadros comparativos, observaciones,
experimentaciones, entrevistas, recortes, mapas, dibujos, informes.
Una guía puede incluir todos los momentos del aprendizaje: motivación, recepción del
contenido, elaboración, expresión; o sólo alguno de ellos.
Se encabeza con una serie de datos como:
-asignatura
-tema, subtema
-curso
-objetivos
-tiempo.
Y a continuación las actividades que los alumnos deben realizar, aclarando si en forma grupal
o individual, y de qué manera se consignan los resultados: en la carpeta, en una hoja, para entregar, etc.
-Es importante comenzar gradualmente, con una guía corta que se resuelva en un módulo y
abarque un solo tema a fin de observar la conducta de los alumnos y la de uno mismo como docente.
Luego, incorporar guías más largas y con mayor cantidad de actividades, que abarquen varios
módulos.
-Si los alumnos no tienen práctica en las actividades consignadas en la guía, se los debe ir
preparando de a poco a:
-hacer silencio
-movilizarse rápidamente en la formación de grupos
-realizar entrevistas, informes, gráficos, dibujos, etc.
-interpretar consignas, textos, mapas.
-Si bien al principio constituyen mucho trabajo para el docente, a medida que se pone
práctico, descubre que las guías le resuelven varios problemas. Y que los alumnos se entusiasman y
aprenden mejor. Una guía puede servirle para ser usada en varios cursos, adaptándolas a las
circunstancias.
-El docente al que le interese esta actividad, puede comenzar por elaborar y probar dos guías
por año e ir informando un fondo importante de guías.
-Para que resulte menos pesada la tarea, puede convenir con otros colegas abordar la
experiencia en conjunto y elaborar cada uno guías para diferentes temas y luego intercambiarlas.
-Es importante que las autoridades de la escuela estén en antecedentes y que apoyen
institucionalmente la iniciativa, para que no se diluya el esfuerzo de un solo docente. Ésta se puede
promover desde el departamento de materias afines.
-Si Ud. se interesa con esta actividad, porque observa que a los alumnos les gusta y aprender
mejor, busque otros docentes para trabajar en forma conjunta.
-Puede encontrar resistencia en los alumnos, ya que les resulta más fácil que les den todo el
trabajo hecho, a tener que esforzarse en descubrir por sí mismos los conocimientos.
GUIA DE ESTUDIO
“Porqué según los días de los árboles serán los días de mi pueblo”.
Profeta Isaías
OBJETIVOS
MATERIALES NECESARIOS
- Un árbol o un arbusto.
PROCEDIMIENTO
PROCEDIMIENTO
-¿Cómo se llama tu árbol?... Consulta y averiguaras que conocen sobre los árboles muchas
personas. Podrías bautizarlo hasta que averigües su verdadero nombre.
- Pasa siempre cerca de tu árbol míralo mucho. Anota todo lo que observes y podrías completar
someramente los datos en cada estación.
- Describe el habitad del árbol elegido.
- ¿Qué necesita para vivir?
- ¿Qué utilidades nos brinda?
- ¿Qué relación podríamos establecer entre árbol-suelo-agua?.
- Escribe una oración que te inspire tu árbol.
- ¿Te imaginas la ciudad de Mendoza sin árboles?.
- Investiguemos. ¿En el desierto hay árboles?. ¿Conoces alguno?. ¿Son muy importantes?.
Investiga por que.
- ¿Podrías relacionar árbol, suelo. , agua en el desierto?
- En clase, hablaras a tus compañeros de tu árbol, y escucharas que características tienen los
árboles que ellos eligieron.
- Entre todos, podríamos realizar en el pizarrón un cuadro comparativo para registrar, los datos
obtenidos en las observaciones realizadas en las distintas estaciones.
- Estamos haciendo un estudio Fenológico.
- No lo Olvides: si estudias el árbol, aprendes biología.
- Si cuidas el árbol eres un ciudadano responsable que aporta par mejorar el medio ambiente y
la calidad de vida. Además el árbol con su cambiante fisonomía enriquecerá el paisaje natural y le
permitirá gozar de su belleza.
- Ahora trata de explicar él titulo de la guía.
“ Porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo.”
Profeta Isaias.
Bibliografía:
RUIZ LEAL, Adrián. Flora Popular Mendocina. Deserta N° 3. Mendoza 1975.
LIBRO DEL ARBOL. 3 Tomos.
GUIA DE ESTUDIO
Esta guía ha sudo elaborada para alumnos del departamento de Lavalle de la Provincia de
Mendoza. Todas las actividades incluidas fueron experimentadas por alumnos antes de responder a las
guías.
OBJETIVOS
1. Reconocer las condiciones que debe reunir la vivienda para ser digna.
2. Identificar los problemas y necesidades habitacionales a nivel local y nacional.
3. Distinguir los lineamientos generales de la política habitacional argentina.
4. Reconocer las distintas instituciones nacionales, provinciales y municipales encargadas
del problema.
5. Explicar la influencia que el problema habitacional tiene en la vida familiar.
6. Tomar conciencia de los problemas habitacionales y de sus posibles soluciones.
7. Descubrir el valor que tiene una vivienda digna para el hombre y su familia.
8. Habilitarse en: el estudio de textos; La investigación de la realidad; el uso de técnicas de
estudio y de investigación; el trabajo responsable, ordenado y cooperativo; la expresión correcta.
ACTIVIDADES
-Completar la guía con lo observado. Volcar en un cuadro donde consten todos los datos
observados (hechas con números estadísticos).
Fecha:
2.a)Elaborar una encuesta para tomar a vecinos de Lavalle (padres, jubilados, etc.) para
averiguar:
- si tienen vivienda propia, alquilan o es prestada;
- Cuantas familias viven en ella y cuantas personas por habitación;
- Materiales de construcción;
- Servicios sanitarios;
- Agua corriente, luz eléctrica;
- otras comodidades: calefón, domesticas, etc.
Tomar la encuesta
c) Redactar un informe como síntesis de estos datos.
d) Consultar a alguna autoridad de la Municipalidad (Intendente o Asistente social) sobre el
tema: “Problemas habitacionales de Lavalle. Posibles soluciones.”
Redactar otro informe escrito con los datos.
Fecha:
5.a) Completar un cuadro de situación con los datos obtenidos mediante la guía de observación,
encuestas, consulta a la Municipalidad y entrevistas. Se deben referir a los siguientes aspectos:
descripción del problema habitacional, necesidades y posibles soluciones.
b) Ante lo estudiado, ¿qué vivienda espero tener? Responder la pregunta en forma personal.
7.a) Estudiar el tema: “Política habitacional del país: objetivos, planes y programas de vivienda.
Institutos nacionales, provinciales y municipales”.
Como síntesis, enumerar soluciones posibles, confeccionar un cuadro con las instituciones y la
función que cumple cada una.
b) Visitar a una institución provincial para averiguar: planes actuales de vivienda, problemas
y soluciones.
c) Recortar de diarios locales, propagandas de planes de vivienda. Pegarlos y comentar: Si
son auspiciados por empresas estatales o privadas; si sus ofrecimientos están al alcance de todos y
porque.
d) A modo de síntesis, el grupo debe elaborar un plan de vivienda para la comunidad de
Lavalle según sus necesidades y posibilidades. En dicho plan debe establecer: condiciones de pago,
calidad de la vivienda, etc.
Fecha:
NOTA:
- El grupo debe confeccionar una lista con el vocabulario especifico del tema junto con el
significado de las palabras.
- A fin de confeccionar un periódico junto con los demás grupos, debe preparar y
presentar al final de su estudio 4 de las siguientes tareas referidas al tema VIVIENDA.
- Una propaganda; -un texto informativo con titulo; -un chiste o historieta; -un titulo o un
programa de t.v.; -un juego o entretenimiento; -el nombre de un negocio.
Fecha:
Bibliografía:
ANEXO 8
AEBU, Hans. “Una didáctica fundada en la Psicología de Jean Piaget”. Kapelusz Bs. As. 1958
CAPITULO 18
Los docentes se quejan constantemente de la calidad de los conocimientos que manejan sus
alumnos.
- Los profesores de primer año se quejan porque los egresados de la escuela primaria no
tienen los conocimientos fundamentales para encarar con éxito los estudios en la escuela secundaria.
- Los de segundo año, porque los alumnos no manejan los contenidos de primer año.
- Los de tercero, porque no conocen los contenidos de segundo y así sucesivamente, hasta
que ingresan a la universidad y esta critica la formación que traen de la secundaria.
Sin embargo, uno oye a los profesores decir: “yo di el programa entero”
“Esos temas los vieron conmigo”
“Yo explique esa unidad”
Por otro lado, los alumnos han ido aprobando las asignaturas y pasando de curso, y en
muchos casos, con muy buenas notas.
¿ Que pasa entonces con los contenidos aprendidos? ¿Dónde esta la falla? ¿Por qué
retienen tan poco?
NO BASTA COMPRENDER
Veamos que dice Allves de Mallos, autor de una importante didáctica para docentes de
enseñanza media:
“Numerosa investigaciones psicológicas han revelado que el índice de retención de la materia
estudiada por los alumnos, en casi todas las asignaturas, es alarmantemente baja.
Pruebas de retención aplicadas a alumnos aprobados normalmente en los exámenes,
transcurridos entre 15 y 36 meses, conteniendo los mismos datos que aseguraron la aprobación,
denotan perdidas que van del 50 al 80% de todo lo aprendido”.
Es evidente que la comprensión de un tema, el descubrimiento de algo interesante, no nos
aseguran por si solos que podremos hacer uso de ellos cuando los necesitemos. Si esto nos ocurre en la
vida diaria con contenidos y actividades que nos interesan, ¡cuánto mayor será para los alumnos con
los contenidos escolares que no encuentran útiles y no les interesan!.
Estos hechos están indicando la necesidad de que el profesor se aplique a la integración
progresiva y a la fijación de lo aprendido en la mente de los alumnos a lo largo de todo el proceso del
aprendizaje y no solo en su fase final.
Lo que los alumnos han comprendido y asimilado antes, tienen ahora que integrarlo y
consolidarlo de manera explícita e intencional, fortaleciéndolo contra el olvido y el desuso.
Volviendo a nuestros aprendizajes: si el contenido de los cursos, conferencias y libros, lo
referimos a nuestros amigos, lo discutimos, hacemos argumentaciones a favor o en contra, lo
relacionamos a otros conocimientos adquiridos anteriormente, los utilizamos para dar clases, los
usamos en algún trabajo o informe, seguramente que no los olvidaríamos tan fácilmente, pues
habríamos asegurado la primera comprensión, con una serie de ejercicios posteriores.
OPERAR LOS CONOCIMIENTOS
Nos referiremos a continuación al modo como asegurar el aprendizaje. Para ello vamos a
analizar la manera de enseñar de dos profesores diferentes:
Prof.. 1
El profesor de física de la división A tiene que dar un tema nuevo. Llega a clases. Mientras
explica, ilustra en el pizarrón con esquemas. El desarrollo lo acompaña con ejercicios. Los alumnos lo
siguen interesados.
De vez en cuando, alguno pide una aclaración o formula una pregunta.
El profesor aclara y contesta. Finalizado el tema pregunta si entendieron: manifiestan que sí.
Les indica la lección a estudiar en el libro y les anuncia para la próxima, una prueba escrita.
En la clase siguiente toma una prueba. Espera un buen resultado.
OBJETIVOS
MATERIALES NECESARIOS
- Un árbol o un arbusto.
PROCEDIMIENTO
- Puedes trabajar individualmente o en pequeños equipos.
- Debes elegir un árbol o un
- Coloca la fecha y hora en que lo dibujas.
- Recoje una hoja y marca su contorno.
- ¿Podrías aproximadamente calcular su altura?.
- Mide el diámetro de su tronco.
- Tiene forma cónica o de copa. Causas.
- ¿Algún animal lo habita?.. ¿Hay nido estructura que se integre a los conocimientos restantes;
luego procede a evaluar.
En la practica escolar encontramos ejemplos del profesor 1 y el 2.
Al averiguar las razones de los profesores 1, hemos descubierto que:
- Unos lo hacen porque el programa es muy largo y optan por avanzar en el mismo en vez
de detenerse a acompañar a los alumnos en el proceso de aprendizaje.
- Otros atribuyen a la escuela primaria la función de guiar la elaboración y fijación del
aprendizaje.
- Muchos, porque desconocen como aprende el alumno, cuales son las etapas, y que
actividades se pueden realizar para orientar el proceso.
EL APRENDIZAJE ES UN PROCESO
La fijación es el procedimiento que permite consolidar los conocimientos, que pasen a formar
parte estable de la persona. Con ella se cierra el proceso de aprendizaje y se abre recién la posibilidad
de la evaluación.
No es correcto evaluar a los alumnos sin que hayan realizado actividades de fijación de los
contenidos.
Muchas veces reducimos la fijación, al estudio de la materia y dejamos esta actividad para
hacerla en el hogar, como una tarea extraescolar.
Pero hay otras muchas actividades que puede programar el docente, y que también contribuyen
a fijar los contenidos como por ejemplo:
- Ejercicios de aplicación.
- Entrevistas a diferentes personas de la comunidad.
- Lectura de periódicos.
- Redacción de informes y artículos de diarios.
- Confección de un proyecto: programa radial, visita a una fabrica, etc.
- Realización de dibujos, esquemas, sinópticos.
- Observaciones, visitas a exposiciones, museos, fabricas.
- Consultar la biblioteca.
- Organizar una campaña de afiches.
Estas actividades no son un apéndice ni se pueden dar de ”relleno”, pues tienen un gran valor
formativo. Para ello, debe tenerse presentes al programarlas:
- que estén conectadas al tema objeto de fijación,
- que constituyan tareas de imaginación y creatividad para los alumnos,
- dar las indicaciones claras para su realización,
- variar actividades individuales y grupales, ya que estas favorecen el logro de actitudes
sociales importantes,
- acordar un plazo de cumplimiento y respetarlo,
- no dejar de corregir las tareas dando una valoración a las mismas que estimule el trabajo
de los alumnos,
- una vez corregidas, integrar los resultados a la enseñanza.
Nunca se deben dejar de corregir, para que tenga un valor formativo, la corrección, la corrección
puede ser hecha no solo personalmente por el profesor, sino también por los alumnos. Para ello se
puede destinar parte de la clase a revisar las tareas entre todos y corregir conjuntamente.
El estudio dirigido
Muchos alumnos entienden por estudio leer una y otra vez un texto, hasta ser capaces de repetir
lo leído y cuando sus profesores indican estudiar la lección, eso es lo que hacen. El estudio se
transforma en una actividad memorística que dura tanto en la cabeza del alumno, como sea su
capacidad para retener.
El alumno llega a la escuela secundaria, en la mayoría de los casos, sin conocer ni aplicar un
método de estudio que le posibilite un aprendizaje eficaz y duradero.
Es el profesor el responsable de introducir a sus alumnos en la metodología de estudio, a fin de
que, al adquirirla, logre una verdadera autonomía interior y un seguro lugar en la profesión y el trabajo,
pues la incorporación de un método de trabajo intelectual personal, hace al hombre capaz de
actualizarse y aprender permanentemente.
El estudio no es una actividad de memorización, es una actividad muy compleja, cuyo objetivo
es asimilar contenidos intelectuales, y que supone:
Tener ganas, estar motivado, prestar atención, desear, comprometerse con las actividades
Tener una buena comprensión del contenido.
Realizar una serie de actividades internas a fin de “posesionarse” de ese contenido.
Obtener satisfacción de la experiencia.
Por esto es tan difícil para el docente lograr que todo el curso estudie de una manera eficaz. Es
tarea del docente orientar a los alumnos en el estudio.
Orientar a los alumnos no es indicar una serie de actividades como: lean, busquen en el
diccionario las palabras difíciles, subrayen las ideas centrales, organizan un sinóptico, etc., para que
realicen en sus hogares. Orientar es sugerir las consignas, observar la aplicación, controlar los
resultados, hasta verificar la adquisición de una metodología personal.
Por ello se sugiere en la actualidad la aplicación del método de estudio dirigido, que consiste en
un estudio guiado y supervisado por el docente, hasta que logren autonomía en el estudio.”El estudio
guiado en la escuela debe conducir al estudio eficaz en la casa”.
Se puede organizar de diferentes maneras, según las asignatura, el aula, los alumnos y el tema
de estudio:
cada alumno estudia solo en silencio, siguiente las instrucciones del profesor, bajo su
supervisión.
Los alumnos estudian en grupo, en voz baja, coordinados por un compañero, con
indicaciones del profesor que orienta y controla cada grupo.
Como podrán apreciar, hay numerosas posibilidades. Estas dependen la asignatura, pues no es
igual estudiar Castellano que Física o que Matemática, pero también, y fundamentalmente, del sentido
común y la creatividad del profesor.
El estudio dirigido debe ser gradual, empezando por una consigna o consignas simples, para
luego integrándolas hasta llegar a hacer una guía que abarque una unidad.
En esta actividad es muy importante el trabajo conjunto de los profesores de las diferentes
asignaturas que dan clase en el mismo curso. Puede distribuirse una clase por semana cada uno,
durante un tiempo determinado. Como las habilidades desarrolladas son transferibles a cualquier
contenido, lo que se logre es una asignatura, servirá para las otras.
CAPITULO 19
LA EXPRESIÓN DE LO APRENDIDO
Observaremos el chiste que inicia este capítulo ¿Cómo se expresa el personaje central?
Reemplaza los nombres por pronombres, intenta ayudarse con las manos, no es concreto ni preciso.
Da la impresión de que le faltan palabras.
Pero... ¿ no será que le faltan ideas y conceptos?
Cuando un alumno rinde examen y no recuerda un concepto, es frecuente oírlo decir: “lo sé, lo
estudié, pero no me sale la palabra”; no sé como expresarse”; “lo tengo en la punta de la lengua”.
Es probable que este alumno no haya estudiado bien. Habitualmente estas dificultades se
presentan cuando no sigue todas las etapas del proceso de aprender y en el momento del examen,
frente una dificultad, buscar afanosamente una palabra o una expresión y lo que en realidad le falta es
la idea, el concepto.
La importancia de conceptualizar
Seguramente que todo esto incluye en la expresión de los estudiantes, pero también influyen
otros hechos que tienen que ver con el modo como enseñamos.
Vamos a señalar algunos.
-Muchos docentes reducen los pasos del aprendizaje a la exposición del contenido de la
asignatura y a la evaluación del aprendizaje de los alumnos. No preparan actividades de elaboración,
integración y fijación. No programan actividades de conversación, discusión ni expresión por parte de
los alumnos. Estos se expresan solamente en el momento de ser evaluados.
-Hay profesores que al exponer, organizan en el pizarrón un cuadro comparativo o sinóptico,
que los alumnos copia y luego estudian. De este modo se achica el campo de los conocimientos en
lugar de ampliarse.
-En el taller, los alumnos pasan muchas horas “haciendo” cosas, pero sin hablar sobre lo que
hacen.
-Algunos profesores que utilizan metodologías activas se preocupan más por la técnica, el
procedimiento, que por el contenido. Los alumnos realizan muchas actividades como: recortar, ilustrar,
participar en juegos, observar, hacer experimentos y visitas, pero luego no hay conceptualización,
elaboración ni organización de los contenidos .
Repase las causas enunciadas. Seguramente Ud. Encontrará otras y podrá enriquecer el
diagnóstico. Piense también en su expresión si es rica, precisa, variada, si utiliza los términos técnicos
de su asignatura.
Este problema no compete sólo a la enseñanza del Castellano, sino a todas las asignaturas, aún
a aquellas en que la expresión no es verbal sino gráfica o corporal, como el Dibujo, la Educación
física o la Técnica.
Vamos a sugerir algunas actividades para realizar en las diferentes asignaturas.
Sugerencias de actividades
1. Cada asignatura tiene su vocabulario específico con el cual se denominan con precisión
y exactitud los conceptos y datos de uso de la asignatura. Suele ser de difícil recordación para los
alumnos y en el momento de tener que usarlo, apelan a las palabras y expresiones familiares. Por ello
el profesor debe programas actividades para que los alumnos aprendan el vocabulario específico de su
materia. Es conveniente fijar el número de palabras que constituyen el repertorio básico y comunicarlo
al profesor de Castellano, con el fin de que este colabore desde su área. Se pueden realizar los
siguientes ejercicios:
LA DISCIPLINA
Un tema controvertido
Una profesora de segundo año de una escuela suburbana, entra al despacho de la regente y le
pide10 amonestaciones para dos alumnos. Al preguntarle porque, la muestra una pata de pollo y le
cuenta que, mientras desarrollaba un ejercicio en el pisaron, sintió el grito de una alumna y luego la
carcajada de todo el curso ¿Qué había pasado? Una alumna había pedido una goma de borrar a sus
compañeros que se sentaban detrás, al extender la mano en vez de una goma de borrar, estos le
colocaron la pata de pollo. Asustada, gritó, mientras que todo el curso de largó a reír.
Hay docentes que quieren que sus alumnos trabajen en grupo porque al conversar entre sí,
confrontan lo que estudian y esto les permite trabajar con las ideas, operar y estructurar mejor el
pensamiento. Otros no quieren porque la situación grupal, según ellos, favorece o permite un clima de
indisciplina. Aquellos para quienes la disciplina va asociada a la ausencia de movimiento, de
murmullos, no permiten el trabajo grupal.
Hay docentes con mucho sentido del humor, que admiten bromas e incluso las hacen. Otros,
sienten las bromas de los alumnos como una ofensa personal..
Recuerdo la anécdota de un profesor la anécdota de un profesor de matemática de tercer año de
una escuela diurna de ciudad, que no lograba silencio y la concentración necesarios para que sus
alumnos trabajasen en clase. Un día les pidió, junto a todos los elementos de trabajo, traer un chupetín
bolita.
Cuando los alumnos llegaron, les dio las consignas para realizar un trabajo individual. En cuanto
al chupetín, les indicó que se lo pusieran en la boca y no lo masticaran. De este modo estarían
ocupados con el mismo y no conversarían.
Tal vez algunos consideren interesante el recurso, y otros no, lo cierto es que al docente en
cuestión le sirvió para establecer una buena comunicación con sus alumnos y a partir de ella mejorar
bastante la disciplina.
Esto pone de manifiesto que no existen normas rígidas, inflexibles, generales, en materia de
disciplina. Solo aquellas que permitan lograr los objetivos de la institución y posibiliten la convivencia
entre sus miembros.
Hay diferentes modos de encuentro entre el docente y sus alumnos. Se trata de modos
“particulares” de jugar la relación. A partir de estos modos, se establecen luego las normas
disciplinarias.
Si el estudiante universitario cumpliera todas las normas que aconsejen para estudiar o que él se
impone, estudiaría. Pero ¿aprendería? Las normas le van a garantizar el clima de estudio, la posibilidad
de aprender, pero, además, debe estudiar. Esto quiere decir que la disciplina es un medio, que permite
el logro de ciertas metas, pero por sí sola no garantiza la consecución de la meta.
Observemos en el ámbito escolar: un grupo de alumnos callados, atentos, puntuales, con todos
los elementos de trabajo en el banco, que no se levantan ni molestan, es un grupo disciplinado. Pero no
es garantía de que sea un grupo estudioso. La disciplina es un medio, no un fin. Es una actitud que se
pretende lograr en el ámbito escolar a fin de posibilitar un clima de estudio y trabajo intelectual. La
disciplina es necesaria para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cuando ésta falta, decimos
que hay indisciplina. Dicho de otra manera, la disciplina se convierte en un problema.
Problema de disciplina
Reflexiones un momento
¿Qué hechos constituyen para Ud. problemas de disciplina?
¿Ud. tiene problema de disciplina?
¿Sus problemas se refieren a algunos?¿Los tiene en determinadas escuelas?
¿Ha conversado con su colega sobre la indisciplina de los alumnos?
¿Cuáles cree que son las causas de la indisciplina en la escuela?
Muy a menudo, en las reuniones de docentes, surge este tema, en ocasiones expuesto
dramáticamente por algunos profesores. Comúnmente atribuimos las causas de la indisciplina a
problemas de organización institucional, al medio, la familia y los alumnos.
Es interesante conocer la opinión de los alumnos al respecto.
Al preguntar a un grupo de alumnos del ultimo curso del secundario que era para ellos la
indisciplina, contestaron: falta de respeto. Que podía ser falta de respeto de los alumnos al profesor y a
las autoridades de la escuela pero también podía ser falta de respeto de los profesores a los alumnos.
Sorprendía por la respuesta, al preguntar cuando el profesor faltaba el respeto a los alumnos, ellos
enunciaron todas esta circunstancia: en medio de anécdotas y recuerdos sobre diferentes docentes:
Llegar tarde a clase sistemáticamente.
Quedarse en los patios y pasillo conversando con otros profesores y preceptores en vez de
entrar a dar la clase.
Retener a los alumnos des pues del horario de clase.
No corregir los trabajos de los alumnos.
No saber las notas de los alumnos.
No querer explicar nuevamente un tema que los alumnos no entendieron.
No preparar el tema e inventar.
No permitir que los alumnos intervengan en clase.
Hablar de la vida privada en ves de dar el tema de clase.
Contestar mal o amenazar a los alumnos.
Decir a los alumnos que son infradotados, que nunca van aprender.
Burlarse de los alumnos, sombrarlos, usar el sarcasmo
Poner sobrenombre a los alumnos.
Permitir que los alumnos se aprovechen de el.
Ser descuidado en la vestimenta o vestirse como una modelo que llama mucho atención y
distrae la clase.
En el primer momento me pareció muy despiadada la opinión. Mi reacción fue defenderme con
el argumento de los bajos sueldos, las aulas incomodas, el numero de alumnos, concluyendo que la
docencia era un trabajo “insalubre”.
Después, con tranquilidad escuchando la grabación, pude analizar la respuesta y reflexionar
sobre la misma. Indudablemente la indisciplina no es un hecho unilateral. Incluye a las dos partes:
alumnos y docentes. Por esto, un hecho de indisciplina debe llevar a revisar y revisarme.
Una joven recién egresada, me consulto una vez como dar la materia Lógica en el bachillerato. Era
mitad de año escolar. Le pregunte que sabia de los alumnos. Contesto que le había informado que era
un curso de varones, numeroso, inquietos, difíciles y muy críticos.
En segundo lugar, le pregunte por sus experiencias anteriores. Respondió que no tenia ninguna, que
era la primera vez que iba a dar clases y que de Lógica sabia lo que había estudiado en la facultad,
donde había sido muy buena alumna
Le hice ver que podía tener dificultades por su inexperiencia, por la falta de manejo de los
contenidos y por inseguridad que manifestaba al conversar conmigo. Dijo que tomaría el curso porque
necesitaba trabajar, y así lo hizo.
Meses después la encontré en un curso de perfeccionamiento, y me contó que había renunciado y
que su experiencia había sido muy negativa, pues los alumnos se habían portado mal. Era insolentes,
indisciplinados, no la respetaban, le costaba mantener la atención en el curso.
Atribuyo su fracaso escolar a los padres que no educaban bien, a la juventud de hoy, al sadismo de
los jóvenes.
Intente ayudar a reflexionar a la profesora, pero no fue posible. Para ella la disciplina era una
cuestión unilateral. Toda la responsabilidad caía sobre los alumnos.
Indudablemente la disciplina no es un hecho unilateral. Básicamente porque se da en el interjuego
de una relación protagonizada tanto por el alumno como por el docente. Si no, ¿cómo explica lo que
paso con esta profesora?
El conocimiento de la materia
No cabe duda de que el grupo de alumnos era muy difícil y que cualquier profesor le costaría
mantenerlo. Pero la profesora en cuestión reúne ciertas características que provoca la indisciplina de
los alumnos, como el desconocimiento del contenido a enseñar, la inseguridad personal y la falta de
experiencia.
Cuando el docente no tiene manejo de su materia, explica mal. Los alumnos no entienden, y piden
nuevas explicaciones. Si el docente no esta en condiciones de responder satisfactoriamente, los
alumnos captan su inconsistencia y le pierden el respeto.
En nuestra experiencia de trabajo en los cursos de perfeccionamiento, desarrollando la Didáctica y
la Practica docente, hemos observado que entre las múltiples causa que determina la indisciplina en el
nivel medio, esta la falta de dominio de los contenidos por parte del docente. Y esto es lógico, ya que
la investidura docente la recibe uno un función de saber mas que los alumnos. Si no es así, ¿qué vamos
a enseñarles?.
Indudablemente, los alumnos estuvieron mal, pero al profesor le falto autoridad. Cuando entro al
aula debió indicar a los alumnos volver los bancos a su lugar, ya que no había ninguna razón para
modificar la organización del aula. Aquí habría empezado a hacerse respetar. P ero no pudo, no se
animo. Midió sus fuerza y sintió inseguridad. Y no se puede pretender que a uno le tenga respeto si uno
no se animan a tomar decisiones.
Tener autoridad es saber poner limites. El adolescente conoce el mundo de la ciencia, de la
cultura y de la vida que el adulto. Aunque él desvalorice al adulto por un lado, por otro lo necesita, ya
que es quien debe guiarlo en el conocimiento del mundo y la realidad.
La falta de limites absolutos, es vivida como abandono. Si el profesor es débil e inseguro, el
adolescente se siente estafado, ya que el espera un guía.
Alguien de quien aprender.
El adolescente cuya personalidad es insegura, débil, alimenta cierto sadismo en los alumnos.
Tampoco es buena la conducción de un docente autoritario, que impone arbitrariamente su
voluntad sin tener en cuenta a los demás. Este docente genera entre sus alumnos competencia, temor,
inseguridad, hostilidad.
Es importante aclarar que entendemos por autoridad. Hay dos clase de autoridad: una formal y
otra real.
Por autoridad formal entendemos aquella que el Ministerio de Ecuación le confiere al profesor
cuando lo nombran en un curso determinado para dictar una asignatura. Lo hace responsable de que
ese grupo de alumnos aprenda su materia y de hacerlo todo lo conducente para tal fin.
Por autoridad real entendemos la idoneidad para ejercer el cargo en el que fue nombrado:
conocimiento de la materia y capacidad para conducir a los alumnos.
Cuando el docente llega al aula munido de la autoridad formal, es decir, nombrado por las
autoridades, si no le acompaña con la autoridad real, no le alcanza para lograr el respeto de los
alumnos y el clima de convivencia necesaria para el aprendizaje.
Por tanto, un docente con autoridad es el que suma a su nombramiento, la capacidad para
ejercer la docencia. Analicemos bajo esta óptica las situaciones de indisciplina que se presentan en el
aula, y observemos como, muchas se originan en esta falta de autoridad”real” del docente, y como,
cuando los alumnos descubren esta ausencia, pierden el respeto y niegan su colaboración al profesor.
A esta altura, tal vez Ud. se pregunta ¿qué hacer?. Este es un tema que merece mucha reflexión.
No hay recetas ni métodos eficaces para aplicar. Desde la ciencia.
El problema de la disciplina es único y personal para cada profesor. Su forma de responder a
una situación dada depende de sus valores, creencias, actitudes y sentimiento. De su conocimiento de
otras alternativas y enfoque; de la conciencia de las necesidades del estudiante que se porta mal, y de
las actitudes sociales que predominan en la comunidad escolar en que realiza su labor.
El hecho de ser limitada la responsabilidad del docente no quiere decir que no pueda ni deba
hacer nada. En primer lugar, es sano distinguir aquellos factores que no se pueden cambiar de los que
pertenecen a nuestro ámbito y saber los cuales si podemos actuar.
Si repasamos la opinión de los alumnos, observamos que la enumeración que ellos hacen sobre
la falta de respeto del profesor hacia los alumnos, tienen que ver con una carencia de limites internos
propios del docente. Esto es un llamado de atención para nosotros. Debemos ocuparnos de nuestro
crecimiento, de nuestra coherencia entre el decir y el hacer, de nuestra necesidades y de nuestros
sentimientos.
Por eso, nuestro juicio, si queremos empezar a resolver los problemas de disciplina, tenemos
que empezar a reflexionar a partir de la palabra de los adolescentes, que funcionan como disparador y
nos permite confrontarnos con nosotros mismos.
Preguntémonos:
¿Qué modelo de docente soy para el alumno?
¿Qué docente soy y que clase de docente quiero ser?
¿Qué necesidades tengo yo como docente?
¿Doy lugar a expresar mis sentimientos?
¿Doy lugar a satisfacer las necesidades de los alumnos en el aula?
¿No estará fallando mi forma de comunicación?
CAPITULO 21
El arquero es un modelo para el hombre sensato. Cuando yerra en el blanco, busca la causa en si
mismo
Adagio Oriental
Este profesor siempre hace lo mismo: explica, llena el Pizarro de formulas y se va. Al otro día
toma lección.
Mi profesor de Física es un “chanta”, viene a dar la clase sin prepararse.
La de Geografía se hace la simpática, trata de mostrar que es buena y agradable, pero no lo es.
¿Qué es evaluar?
Esto que estamos haciendo nosotros, lo que hace Ud. al leer este capitulo: comparar como
creemos que somos y como realmente somos; confrontar lo ideal con lo real. Miramos y decir: este soy
yo, esto funciona, esto no, esto quiero cambiarlo.
Evaluar es comparar, valorar. Cuando uno se evalúa a si mismo, la actividad se llama
autoevaluación.
No solo es evaluar la actividad que hacemos para poner nota o para promover. Evaluamos
cuando nos miramos para ver como estamos y comparamos como querríamos ser, o como creemos que
somos.
¿Qué tiene que ver esto con nuestra función de evaluar a los alumnos en el aula?. Muchísimos.
La autoevaluación es una actitud, una disposición.
Si Ud. la tiene, creara un clima en el aula que hará más fácil y veraz la otra evaluación, la de las
notas y la promoción.
Si Ud. es una persona capaz de revisar permanentemente su tarea docente y por tanto mejorar,
los alumnos vivirán este clima en el aula y aprender su misma actitud.
De todas las funciones que cumple el docente, creemos que la más conflictiva es la de evaluar.
Y cuesta mucha mas que planificar las clases o tener que darlas.
Creemos que:
- es aburrido calificar 30 o 40 pruebas iguales; que es molesto pasar horas escuchando lecciones
orales y corrigiendo errores; es difícil dejar conforme a los alumnos, no equivocarse en las notas, ser
justo; generalmente los alumnos cuestionan nuestro veredicto.
¿Ud. no lo siente así? Pregúnteles a sus colegas para ver que opina.
Por otro lado, los alumnos dicen:” el profesor me bajo”, “el profesor no me aprobó”
Es raro que digan: “no sabia”, “estudie mal”, “estuve mal” Como si la evolución
fuera algo ajeno y no le pasara a el. Esto es porque nosotros lo hacemos objeto de evaluación.
Desde afuera de el mismo lo ponemos en situación de prueba, lo examinamos y le decimos: esto “no lo
sabe”, “esta bien”, “esta mal”, “no estudio”, “es un vago”. Nosotros lo vemos, lo decimos y lo
decidimos: no aprobó o si aprobó.
¿Qué tiene que ver el alumno en todo esto?
Debemos hacer que el alumno deje de ser objeto de evaluación y pase a ser sujeto, es decir, que
el mismo participe, se comprometa y asume su propia evaluación
Voy a ilustra con un caso de la realidad
Tomábamos examen final con tribunal. La alumna había expuesto de menoría, sin presión, no
podía relacionar un tema con otros. Los tres profesores nos mirábamos y la paseábamos con preguntas
sin resolver el examen, aunque implícitamente estaba ya aplazada. Uno de los profesores le pregunto:
¿Cómo crees que has estado en tu examen?¿te sentís aprobado o no?
La alumna comenzó a decir:”Bueno...yo estudie mucho, yo se todo, pero esto no lo dije,..aquí
me confundí,....no me acorde de tal cosa..., me siento mal, tal vez tenga que estudiar de otro
modo...creo que no estuve bien. Ella misma se dio cuenta de que no estaba aprobada.
Los docentes corroboramos sus experiencia y la alumna fue aplazada.
Involucrar al alumno en su propia evaluación es hacerlo formar parte de su propia formación.
Es ayudarlo a observar como crece y que descubra sus errores y sus aciertos.
Ahora vamos a abordar dos cuestiones, mas específicamente metodológicas como: cuando y
para que evaluar.
Cuando evaluar
Generalmente los docentes utilizan la evaluación solamente para comprobar si los objetivos
previstos fueron logrados por los alumnos y de acuerdo con esto, atribuir una nota, y promover de
curso, pero tiene funciones muchas mas rica que estas.
Ud. comienza el año con un grupo de alumnos nuevos. ¿Desarrolla directamente el programa?
¿Sabe si los alumnos están en condiciones de entenderlo? ¿Si tiene las bases para comprender su
materia?,¿Conoce cuales son sus intereses, aptitudes, habilidades?
Debe realizar una serie de actividades a fin de conocer bien a sus alumnos y programas con
mayor eficiencias su enseñanza
Estas actividades pueden ser:
Interrogatorios
Observaciones
Cuestionarios
Pruebas de nivel
Entrevistas
Aquí esta usando la evolución como DIAGNOSTICO
A través de las diferentes evaluación Ud. recibe información de cada alumno: si lograron un
aprendizaje, si tiene dificultades para comprender, para manejar una herramienta, para razonar, si son
constante, distraído, responsable.
¿Qué hace con esta información?
Debe comunicarte a cada alumno como es su desempeño en las asignaturas a los efectos de
que pueda tener una imagen de si mismo, cuales son sus carencia y sus logros. Aquí están usando la
evolución como ORIENTACIÓN.
Si cada alumno con sus éxitos se siente estimulado para seguir aprendiendo, esta usando la
evolución como MOTIVACIÓN. También pude utilizar el fracaso como fuerza motivadora. A personas
muy fuertes las estimula a corregirse y superar las dificultades.
Toma una prueba y la mayoría de los alumnos no la resuelve satisfactoriamente, ¿qué piensa? ¿qué
son vagos y no estudiaron?
Esta explicando un tema y nota que los alumnos se muevan, hablan entre ellos, miran para
afuera.¿Piensa que son indisciplinados?
Puede ser. Pero es importante que reflexione: ¿Habré preparado la prueba correctamente?,
¿estaré enseñando bien?, ¿seré claro?, ¿será interesante?.
Aquí esta usando la evolución como RECTIFICACIÓN de proceso de enseñanza.
Reflexione un poco sobre lo que acaba de leer: ¿Aprovecha la evaluación en todas las
situaciones descriptas?
La función fundamental de la evaluación es la de retroalimentar el proceso de enseñanza-
aprendizaje, es decir, el del docente y el del alumno a los efectos de mejorar lo constantemente.
Y para finalizar, nos gustaría que piense estas ideas:
Nadie puede aprender por otro. El aprendizaje es autorrealización. No hay aprendizaje sin evaluación,
esta es la que nos permite ir viendo el crecimiento, el mayor o menor logro de objetivos conductas, la
realización persona. Por tanto no sirve la evaluación de otro. Es externa. Debe internalizarse, debe
trasformarse en autoevalución.
La tarea del educador es llevar a los alumnos de la heteronomia a la autonomía. A que los
alumnos sean capaces de establecer sus propias normas.
A señalarles a usar la inteligencia y la liberta.
De este modo, los adultos nos aseguran que los jóvenes seguirán aprendiendo, seguirán
creciendo aun cuando nosotros no estemos.
Anexo 9
CAPITULO 22
EL EQUIPO DE PROFESORES
Podrá Ud. Observar los dibujos que encabezan este capítulo. Ambos dicen: La plaza del barrio.
Posiblemente piense que el primero no es un plaza, sino elementos que la constituyen de forma
desintegrada. Mientras que el segundo es realmente una plaza en la que los elementos están ubicados
orgánicamente.
Sin embargo, ambos fueron realizados por alumnos que recibieron la consigna de dibujar una
plaza de barrio. Claro de manera diferente, y le vamos a explicar cómo.
En el primer caso, solicitamos a cuatro alumnos voluntarios para realizar una técnica grupal y
le pedimos que salieran del aula. Llamamos al primero y le dijimos que comenzara a dibujar una plaza
de barrio y él dibujo lo siguiente:
Sugerencias de actividades
A lo largo de todo el libro hemos sugerido actividades para que los docentes
realicen con sus colegas, de modo que gradualmente se vayan acostumbrando a trabajar en equipo.
Vamos a reiterar algunas ideas y sugerir otras nuevas.
Estas y muchas otras ideas que se les Irán ocurriendo, podrán llevar a la practica
a los efectos de enseñar en equipos. Ud. Comenzara a sentirse mejor. Se ira dando cuenta de que
comparte con otros colegas iguales problemas, inseguridades y temores. Pero también los mismos
objetivos e ideales. Lo mas importante cereal fruto, que lo vera reflejado en el grupo de alumnos. Ellos
sabrán enseguida que hay comunicación entre sus profesores, unidad de criterios y acción y se sentirán
muy bien.