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PERU
(resumen)
Referirse a la sexualidad en el Perú actual es un desafío, mas aún tiene que ser,
al tratarse del Antiguo Perú, cuya acepción difusa en extremo. Entendemos se
refiere al Perú prehispánico.
Creo poder afirmar que dicha definición no corresponde a la idea de que sobre la
sexualidad actualmente tenemos. Me parece que nos satisface más la que da el
español Amezua (1) al decir que es: "El modo, la forma y la manera de vivir su
sexo", considerando que sexo humano es: "el conjunto de elementos que
concatenados, unidos, engarzados, hacen que una persona sea masculina o
femenina". Definición esta que como veremos parecería ahora incompleta desde
el punto de vista biológico, pero que es más clara que la existente en la II Edición
del Diccionario de la Academia de 1783 que la define así: "Distinción en la
naturaleza del macho o hembra en el animal. Usase regularmente hablando de los
racionales". O como la de la VII edición de 1823 que es: "la diferencia que ha
puesto la naturaleza en el macho, y en la hembra, así en los racionales como en
los irracionales, y aún en las plantas".
Por esto y otros hechos semejantes y aún peor -como lo señala acertadamente
Seguín (49) el Diccionario de la Academia no es en estos aspectos la fuente mas
adecuada para comprender el significado de algunas palabras.
En este aspecto, los Cronistas nos han dejado prácticamente la única fuente
histórica de información acerca de lo que aconteció en el incario. Con sus
crónicas comienza básicamente la Historia del Perú. Están basadas en lo que
vieron y, en las tradiciones, descripciones de hechos, mitos y relatos, en su mayor
parte a través de segundas o terceras bocas.
Estas Crónicas en lo relacionado con el tema que nos ocupa, han sido criticadas,
por los prejuicios o tabúes religiosos y morales con que venían embebidos sus
autores.
No creo que sea la ocasión propicia, ni menos el lugar, para referirme a estos 500
años de descubrimiento, encuentros, hallazgos o como diencefálicamente se
califique a la llegada de los europeos a estas tierras. No sabemos que dirían por
ejemplo los chimús, los chancas o nuestros puquinas ante el arribo de los incas a
sus tierras.
Tengo que confesar que desconozco un estudio integral que nos dé una idea de
cual es realmente el comportamiento sexual del peruano actual. No obstante,
existen algunas encuestas, tesis y otros trabajos parciales acerca del tema, en
general, ya sea en libros, revistas y diarios. (9-10), (11). (13). (14-), (17), (35),
(18), (27),(28), (12), (29), (31), (37), (45), (47), (54), (55), (56), (57), (58), (59).
Pero creemos que existe una fuente histórica que aún no ha sido explorada in
extenso.
Data de tiempo inmemorial y que es citado y por supuesto criticado por los
cronistas y combatido por los conquistadores durante la conquista y el
virreinato. Me refiero al servinacuy, misqui, servinacuy, tincunacuy, tincunacuspa,
sarlasi, topacashca, yachanacuy, pantanacuy (pantanaco) o "matrimonio de
prueba".
El deseo de erradicar esta costumbre fué tal, que el Virrey Toledo en 1575
promulgó unas ordenanzas al respecto, contraviniendo la Cédula Real del 4 de
Septiembre de 1560, que prohibía tener en los "monasterios cepos (ni en ninguna
parte) para poner en ellos a los indios‚ indias que quieren, y aprisionan y azotan
por lo que les parece y los trasquilan, que es un género de pena que se suele dar
a los indios, lo cual ellos sienten mucho".
He aquí unos párrafos de las ordenanzas VIII y XIV, del Virrey Toledo: ...... "Por
cuanto hay costumbre entre los indios casi generalmente, no casarse sin primero
haberse conocido, tratado o conversado algún tiempo y hecho vida maridable
entre sí ..... Ordeno y mando que se procure, así por los sacerdotes, corregidores,
caciques y alcaldes persuadir y quitar a dichos indios esa costumbre tan nociva y
perniciosa ........ El indio cristiano que tuviese acceso con india infiel o estuviere
amancebado con ella, por la primera vez, que lo trasquilen y den cien azotes; y por
la segunda lo remitan preso con la información al Corregidor, para que lo castigue
conforme a derecho....."
Así el Concilio de Lima de 1582 lo condenó y dio disposiciones para terminar con
esa costumbre que ahora la practican en gran proporción los habitantes del
primer mundo, abierta, indiferente o solapadamente.
Menos citado es el estudio de Terrazas Contreras ( ) que manifiesta que su
investigación "tiene el mérito de haber sido el primer trabajo sistemático sobre el
particular, en 100 años de arqueología peruana".
Opina que "la preincaica de la costa norte del Perú....se sumergió en el completo
hábito del sexo, plasmando sus más íntimas vivencias, muy lejos de prejuicios y
tabúes aún actuales ........, que fue precisamente el amor lo que sublima toda
actividad vital en el habitante del Perú antiguo", que el coito anal heterosexual era
con fines de evitar la concepción y Cita a Varallanos, quien se refiere a dos
máximos quechuas: "Ama Maclla" (no seas afeminado) y "Ama Mapa" (no seas
invertido).
Entre los libros que he consultado resalta el del Obispo del Obispado de San
Francisco de Quito "en que se tratan las materias más particulares, tocante a ellos
(los indios) para fu buena Administración" que se titula "Itinerario para Parochos
de Indios", en el Tratado X De los Misioneros, Session VIII p: 182, que se ocupa
"Del cuidado que debe tener el Ministro Evangélico en quitar a los convertidos
algunos vicios y pecados "expresando que El Predicador , y Maestro, que rige las
almas de los que fon tiernos en la Fé‚ recién convertidos a Dios, ha de hazer con
ellos lo que haze el buen hortelano, efcogiendo los mas fuaves, ni admirandofe, o
enojandofe demafiado, porque en un dia no vea trocados en Catones, y Senecas
unos Barbaros, ni transformados en Angeles unas bestias......
Creo que conviene recalcar que antes que la idolatría se coloca a la sodomía y al
bestialismo como vicios que combatir.
Aquí su comentario: "Quiero estudiarla (la colección), porque aquí tenemos una
documentación completa, sobria y realista de la vida sexual de un pueblo sin las
inhibiciones que inhiben la vida sexual del pueblo de los Estados Unidos.
Los Mochicas no fueron condicionados en sus hábitos y actitudes sexuales por las
costumbres, principios y prejuicios cristianos, como estamos nosotros. Mi
investigación entre esos huacos me dirá mas acerca de lo que es natural en el
sexo, comparativamente, tanto como la investigación que llevo a cabo entre el
hombre y la mujer Americanos" (3).
De las otras culturas estudió contadas muestras. Señaló que de la Inca no hay
cerámica representacional y si geométrica, concluyendo que esa cultura era
contraria a las representaciones sexuales.
Gebhard clasifica como humorísticos a un 15% de los huacos que sirvieron para
que se bebiese el líquido que contenían tenían que hacerlo por los órganos
sexuales externos, especialmente por el pene. También hay un 4% de ceramios
con penes enormes en general, que representan masturbación exclusivamente
masculina. Nunca ha sido reconocida por ningún autor un huaco en que se
represente una masturbación femenina. Uno se pregunta si es que también
culturalmente, aquí, se hizo un escotoma del placer sexual femenino, como
sucede corrientemente en muchas culturas.
No es de extrañar que el coito heterosexual fuera el tema mas tratado por los
ceramistas mochicas. Abarca el 39% de los huacos estudiados por Gebhard. Le
llama la atención el escaso número de posturas para ejecutar el coito, estas son
ocho, en las cuales no se representan por lo general más de dos personas.
En los casos en que hay un tercer personaje, ese parece que duerme y es una
criatura, la que a veces mama normalmente de la madre. Estos representan la
cuarta parte de este tipo de huacos. No encontró coitos de pie, ni sentados. La
mujer está generalmente desnuda y el hombre con vestimenta. No hay besos ni
caricias.
Los coitos son entre seres vivos y, en sólo dos casos, se representa al "hombre
cadáver".
Gebhard y otros autores, se refieren a que hay sólo dos ceramios entre los cientos
de estudiados en que se representa la homosexualidad masculina. La femenina,
no se encontró.
Encuentra sólo un caso de relación sexual de una mujer con un ave, que por el
tema recuerda a Leda y el cisne, que como se sabe fu‚ tratado por Leonardo y
otros artistas. Otro huaco que está en el Museo de Arte de Chicago representa a
una mujer con un perro. Este caso Larco Hoyle lo discute y para él representa a
una mujer atacada y derribada por el perro.
En cambio hay una gran cantidad de huacos de coitos entre animales, 27% son
entre cuadrúpedos: Llamas y roedores, un 19% entre sapos y criaturas que
clasifica como mitológicas.
Entre estas representaciones hay autofelaciones en las que el personaje tiene un
pene enorme.
Por todo lo expuesto puede concluirse que por ahora es casi imposible tener una
idea precisa del comportamiento sexual del antiguo habitante de lo que hoy es el
Perú. Hace falta un estudio integral del tema, ya que no se trata simplemente de
describir con palabras lo que se puede ver en los huacos mismos.
En las ordenanzas VIII y IX del Virrey de Toledo dice”… Por cuanto hay
costumbre entre los indios casi generalmente, no casarse sin primero
haberse conocido, tratado o conversado algún tiempo y hecho vida
maridable entre sí… Ordeno y mando que se procure, así por los
sacerdotes, corregidores, caciques y alcaldes persuadir y quitar a dichos
indios esa costumbre tan nociva y perniciosa… El indio cristiano que
tuviese acceso con india infiel o estuviese amancebado con ella, por la
primera vez, que lo trasquilen y den cien azotes; y por segunda lo
remitan preso con la información del Corregidor, para que se lo castigue
conforme a derecho…”
La edad en que la mujer inca tenía su primer hijo rondaba los dieciocho
años. Las relaciones sexuales entre los jóvenes estaba bien visto. El que
la chica fuera demandada era símbolo de atracción, le daba prestigio
social y le era más fácil tener pretendientes. En este tipo de relaciones
era habitual que ella quedara embarazada, con lo cual demostraba que
era fértil y su valor aumentaba.
A partir de los siete años se producía la división sexual del trabajo, si era
niño la educación le correspondía a su padre y si era niña lo hacía la
madre. Si eran de clase social baja no acudían a las escuelas, pero sí lo
hacían las clases privilegiadas que eran educados en las escuelas de
Cuzco, donde incluso recibían educación sexual.
Hay un texto que dice “Sucedía muy a menudo que un Alaeq que iba al
templo a tomar los servicios de un prostituto sagrado terminaba
enamorándose de él y celoso de que su amado estuviera en la obligación
de servir a otro noble, pagaba al templo por el derecho de exclusividad.
Solo el gran Ciequich podía comprar a uno de los prostitutos sagrados y
llevárselo a su palacio”.
Además de las amazonas nos encontramos con una zona de Perú donde
también se practicaba el matriarcado y eran llamadas capullanas. Si
seguimos el relato de Fray Reginaldo Lizárraga cuenta el siguiente
relato “A orillas del río Motape hallé un pueblo gobernado por mujeres
que eran las capullanas, llamadas así por los españoles a causa de su
vestido que tenía a manera de capuces, con que se cubren de la
garganta hasta los pies, ciñéndose la cintura con bandas. Estas
capullanas que eran las señoras en su infidelidad, se casaban como
querían porque al no contentarlas el marido lo desechaban y se casaban
con otro. El día de la boda, el marido escogido se sentaba junto a la
señora y se hacía gran fiesta de borrachera. El desechado se hallaba allí,
pero arrinconado, sentado en el suelo llorando su desaventura, sin que
nadie le diese una sed de agua. Los novios con gran alegría le hacían
burla al pobre”.
Es frecuente ver en los moches la práctica del sexo anal. Se cree que era
un método anticonceptivo muy practicado. Hay una cerámica donde se
ve a una mujer dando de lactar a su hijo mientras un hombre la penetra
analmente, de esta manera se evitaría el embarazo, pues hay una regla
que dice que durante la lactancia la mujer debe evitar quedar
embarazada.
Hay mucha documentación que nos ha llegado de los incas lo que nos
permite tener una idea aproximada de su vida y costumbres y todo nos
ha llegado a través de la iglesia. Pero debemos saber, que lo que
tenemos ha sido previamente seleccionado por ésta y lo que nunca le ha
interesado en función de su ideología lo ha eliminado. Veamos algunos
ejemplos Julio C Tello en su libro “La Antigüedad de la sífilis en
Perú” dice “la representación de la cópula de seres humanos con llamas
se encuentra con harta frecuencia”, sin embargo actualmente no
encontramos nada de ello
¿Qué ha pasado?
Está clarísimo, la Iglesia católica que ha sido el guardia de la ortodoxia
no puede permitir que determinadas imágenes lleguen a las gentes
actuales y se encargaron de destruirlas. Debemos recordar como la gran
poetisa griega Safo de Lesbos con una ingente obra poética de amor a
las mujeres prácticamente ha desaparecido porque la Iglesia decidió que
debía desaparecer. Aquí sucede lo mismo con determinados huacos
Todavía queda mucho por conocer de este pueblo inca que nos asombra
por su liberalidad
No hace muchos años atrás, Federico Kauffmann Doig publicó su libro « Sexo
y magia sexual en el antiguo Perú », un tema por desgracia poco tratado por
otros especialistas de la cultura andina. Kauffmann considera que el sexo en el
antiguo Perú tuvo relación con la fecundidad de la tierra y señala que
actualmente, en algunos pueblos andinos existen muchos ritos en los que se
combina la sexualidad con lo mágico-religioso : « El objetivo de estos ritos es el
de solicitar por medios mágicos, justamente la fecundidad de los animales y de
las plantas ». Menciona como ejemplo, un rito que se conserva en Langui,
Cusco, donde para cierta festividad, hombres y mujeres se visten con
ornamentos de carneros y llamas y bailan como en una representación sexual
Efectivamente, bajo el Incario existieron muchos de esos rituales. Los jóvenes
participaban de danzas rituales de la fecundidad, como aquella celebrada en
honor de Chaupiñanca, diosa de la sensualidad, en que los hombres
terminaban bailando completamente desnudos porque creían que al verles en
esa guisa disfrutaba más la Pachamama o la « madre tierra ». Otras
festividades terminaban en lo que hoy llamaríamos orgías desenfrenadas.
Existía también otra festividad de la fecundidad, llamada Acataymita, que tenía
lugar en el mes de diciembre, cuando empezaban a madurar los paltos,
Consistía en reunirse hombres y mujeres jóvenes en un descampado rodeado
de huertas, completamente desnudos ; luego corrían velozmente hacia un cerro
algo distante, el varón persiguiendo a la hembra, y el hombre que alcanzaba a
una mujer, la tumbaba y copulaba con ella. Este rito duraba seis días y se creía
que ejercía una influencia mágica en la maduración de los frutos. Sin duda,
todos esos ritos tendrían raigambre preinca, y aunque los cristianos trataron de
extirparlos, siguieron siendo practicados aún mucho después de la conquista
(en la Relación de los agustinos, año 1557, aparece una referencia escueta a la
práctica de esta costumbre en la región de Huamachuco).
También hay evidencia de un culto fálico o sea la erección del miembro sexual
masculino para invocar la fecundidad de la tierra y de los animales. En Chucuito
(Puno) [1] y cerca de la Iglesia principal, existe un bosque de falos agresivos
tallados en piedra, conocido como el adoratorio de Inca Uyo (o « miembro viril
del inca », como jocosamente lo bautizaron los lugareños), aunque se cree que
originalmente dichas escultura estaban desperdigados por la campiña.
Por cierto, como una muestra de la pobre mentalidad de cierta gente encargada
de cuidar el patrimonio cultural, en el « Museo Nacional de Arqueología,
Antropología e Historia del Perú », (MNAAHP) de Pueblo Libre (Lima), cientos
de huacos eróticos permanecen escondidos en los depósitos de este enorme
edificio ; recién en marzo del 2004 fueron sacados « a la luz », tras casi medio
siglo de ocultamiento, para una exposición temporal alusiva al tema sexual en
el antiguo Perú, pero, una vez concluido el evento fueron de nuevo guardados
sin mayores explicaciones. En cambio, cerca de allí, en el Museo Larco Hoyle,
la exposición de las cerámicas eróticas está continuamente abierta al gran
público.
La destrucción de los Huacos « aberrantes »
Quisiera precisar algo más en lo que respecta a la información sobre los huacos
eróticos censurados. Eso lo comentó Marco Aurelio Denegri en una diálogo que
sostuvo con Federico Kauffmann Doig en su programa televisivo « La función
de la palabra ». Denegri destacaba que buena parte de nuestro patrimonio
cultural ha desaparecido, no solo por obra de los huaqueros y traficantes de
piezas precolombinas, sino por obra de los mismos investigadores y
arqueólogos, bajo los impulsos de una moralina y un patrioterismo mal
entendido, inaceptable en una labor como esa.
Los antiguos peruanos tenían también sus tabúes, al igual que nosotros
actualmente, el asunto es que hay que entender las costumbres de acuerdo a
la época y al ambiente en que se desarrollaron y no pretender juzgarlas con
nuestra moderna mentalidad occidental y cristiana. No se puede medir a las
sociedades antiguas con la vara o la medida con que ahora nos medimos. Es
más, uno de los errores de los misioneros y doctrineros católicos fue
indudablemente calificar de « satánicos » los rituales y ceremonias religiosas de
los nativos, cuando estos no tenían el concepto de Satanás, y por lo tanto mal
podrían ser « adoradores del diablo ». Sin duda un absurdo total.